EL HOMBRE Espíritu Alma = intelectual Cuerpo. ESPÍRITU Mediaciones Espiritualidad Fuentes Fin:...
59
EL HOMBRE Espíritu Alma = intelectual Cuerpo
-
Upload
dionisio-vallez -
Category
Documents
-
view
116 -
download
3
Transcript of EL HOMBRE Espíritu Alma = intelectual Cuerpo. ESPÍRITU Mediaciones Espiritualidad Fuentes Fin:...
EL HOMBRE
Espíritu
Alma = intelectual
Cuerpo
ESPÍRITU
Mediaciones
Espiritualidad
Fuentes
Fin: Santidad.
Cristo
Palabra de Dios
Liturgia, sacramentos
Religiosidad popular
Palabra de Dios
Los sacramentos
El testimonio de la Iglesia: María y los santos
El rostro del hermano
LA SANTIDAD COMO META DE LA VIDA ESPIRITUAL
HISTORIA DE LA SANTIDAD
En el camino de la perfección no hay camino, sino caminantes. ¿Cuál ha sido la tipología de la santidad en las distintas épocas?
El camino cristiano en las comunidades apostólicas. S I. El centro es el acontecimiento pascual: Jesús ha muerto porque era hombre, pero el Espíritu del Padre lo ha resucitado para nuestra salvación.
El paso a la comunidad (Iglesia) se da aceptando de unos contenidos básicos, la recepción del bautismo y la celebración de la Palabra y la Eucaristía.
El creyente tiene dos respuestas posibles: “Seguimiento de Jesús” (sinópticos), “imitación” (Pablo).
Dimensión trinitaria, escatológica y cristológica.
Vida comunitaria: compartir creencias y bienes temporales.
Comunidades post-apostólicas S II-III.Continúan las dimensiones cristológica y escatológica
Mártires: primeros santos cristianos.
Confesor: mártir de segunda categoría, no ha testificado su fe derramando su sangre.
La comunidad local les da culto con permiso del obispo en la liturgia. Santo es modelo e intercesor ante Dios.
SIV se edifican basílicas en su nombre. Sus restos y reliquias son considerados protectores para los creyentes: desean enterrarse junto a ellas para asegurar su protección en la otra vida.
Se eligen santos como patronos y protectores de los pueblos.
Vírgenes consagradas a Cristo.
Alta Edad Media S V-XIII. Gran Iglesia de sus grandes Padres y escritores
Separación de estados de vida con diferente obligación de ser santos
El supremo ideal es la virginidad y la abstinencia sexual dentro y fuera del matrimonio
S IV nace el monacato como eremitismo y luego cenobitismo.
Nuevos modelos de santos promotores de vida ascética.
Nace la figura del “Padre yermo”, cristiano santo que controla los bajos instintos de la carne sometiendo el cuerpo a penitencias.
Huye del mundo, lucha contra el demonio en el desierto, consigue la apazeia (quietud) mediante la oración del corazón. “Espiritualidad del desierto”. Se escriben las “Vitae Patrum”.
Obispos, otro modelo de santos. Se escriben biografías, autobiografías y hagiografías.
Monjes: La EM es monástica, allí se encuentran modelos de santidad: la tradición de Basilio y Casiano es condensada por S Benito en su regla, en la que organiza la vida del monje: “ora et labora”. Da primacía a la oración coral y contemplativa, con un fuerte sentido eclesial y misionero y es alimentada por la Lectio divina.
Espiritualidad teocéntrica, cristocéntrica y trascendentalista
S IX nobles: laicos cualificados. Los hagiógrafos medievales atribuirán origen noble a sus biografiados aunque les constase su origen plebeyo.
S XII-XIII monacato reformado. La “vida angélica” representada por los monjes por su seguimiento de Xto casto, pobre y obediente, trabajador y contemplativo. Surgen movimientos de pobreza absoluta, de eremitismo riguroso.
Mendicantes: “seguimiento desnudo de Xto desnudo”. Predicadores itinerantes de S XII-XIII, se dedican a obras de caridad. Francisco de Asís, Domingo de Guzmán.
El pueblo elige a sus santos como protectores pero no como modelos de santidad, sigue una religiosidad paganizada: “religiosidad popular”.
Por falta de evangelización se aleja de las fuentes de la espiritualidad: Palabra, liturgia, Iglesia. Devociones a los santos y María.
El retorno a la humanidad de Xto se vivirá con San Bernardo y los mendicantes: S Francisco de Asís. Viven la dimensión trágica de pecado y castigo, penitencia. Libros penitenciales. Retorno a la mentalidad del AT.
Grandes ideales de los mendicantes: mística de la acción (cruzadas, órdenes de caballería) y peregrinaciones.
Baja EM S XIII-XV.S XIV Místico: busca la unión transformante en Dios en el interior del alma.
Exige desasimiento, vaciamiento kenótico, pobreza radical: Eckart; purificación en la noche del espíritu: Tauler.
Cuidado de los pobres, creación de hospitales.
Hay mujeres modelo de santidad: Catalina de Siena.
La “Devotio moderna” propone hacer metódicamente actos de piedad: examen de conciencia, adquisición de virtudes, control de vicios, oración vocal; para se santos.
Ideal: Imitación de Xto, seguimiento moralizado, devoción a su humanidad. Santo que huye del mundo.
Baja EM S XIII-XV.
El pueblo desprecia el mundo y sus vanidades porque todo es efímero.
Terror a los males temporales, a la muerte, a la condenación; creen en brujas, demonios y espíritus malignos.
El sentimiento de culpa se agudiza ante las catástrofes que el pueblo interpreta como castigos divinos respondiendo con penitencias públicas: flagelantes.
Humanismo renacentista S XVI.
Philosophia Christi: cristianismo interior culto para el “caballero cristiano”.
Religión purificada de ritos y ceremonias exteriores, ora en intimidad practicando oración mental más que vocal.
Rigurosa ascesis de descalcez, ayunos y abstinencias, largas horas de oración vocal y mental, soledad y silencio, control de sentidos, pobreza absoluta. S Pe de Alcántara.
Entre los laicos santos predomina el ejercicio de las virtudes humanas, naturales, purificadas por la virtud sobrenatural. Tomás Moro.
Místicos que profundizan en una santidad interiorizada: búsqueda d la unión transformante en el matrimonio espiritual y la consumación en el amor. Teresa de Jesús, Jn de la Cruz, Ignacio de Loyola.
S XVI evangelizadores: misioneros defensores de los derechos humanos, evangelización de América, Oriente. Francisco Javier, Jn de Dios, Toribio de Mogrovejo.
Barroco S XVII. Contrarreforma: Los santos son exaltados a la gloria de la beatificación y canonización. Propuestos como modelos de santidad oficial: fundadores o reformadores de órdenes religiosas, predicadores, misioneros, dedicados a obras de caridad, místicos contemplativos.
S XVII ejemplares propios de santos activos: Vicente de Paul, José de Calasanz, Camilo de Lelis.
Vida religiosa ascética, impulso misionero, ejercicio de virtudes: caridad.
Nace el gusto por el maravillosismo medieval.
Se escriben biografías de los grandes santos del siglo anterior en las que abundan los milagros en vida, en muerte y después de la muerte.
La vida del pueblo se tiñe de talante ascético, la acción de impulso misionero y ejercicio de virtudes, especialmente la caridad.
El rigor de la vida ascética y la piedad cristiana, junto con una visión pesimista del hombre, tiene una exaltación heterodoxa en el jansenismo.
Para ellos el santo es el que no condesciende con la naturaleza, la somete a penitencia corporal, no se deja llevar por la delectación terrestre: signo de predestinación del infierno.
Temor reverencial a Dios, que no es Padre misericordioso, sino juez de los pecados humanos.
Nacido contra el laxismo moral del momento y las disputas teológicas sobre la gracia, los frutos no fueron satisfactorios para la espiritualidad cristiana. Blas Pascal.
Humanismo devoto: combina el rigor jansenista con la suavidad del humanismo cristiano. S Fco de Sales.
Escuela francesa de espiritualidad: centrada en una experiencia cristológica honda. Cardenal Berulle: el santo sería aquel que vive en absoluta dependencia de Dios como creatura redimida, que acepta la creación por Dios Padre y la redención por Dios Hijo.
El cristiano santo debe someterse al mismo anonadamiento de la Humanidad de Jesús asumida por el Verbo.
La ilustración y la revolución S XVIII.
El siglo de las luces es pobre en modelos de santidad, pero los ilustrados corrigen el superávit de barroquismo y medievalismo de los modelos tradicionales, los que reconducen la piedad a unos límites racionales.
Los Bolandistas: jesuitas belgas que realizan una revisión crítica de la vida de los santos: Papa Benedicto XIV, recopila todo el saber canónico y pone las bases para la “modelización” de los santos futuros insistiendo en la noción de “virtudes heroicas”.
La restauración S XIX.Se vive un cristocentrismo devocional: Sdo Corazón de Jesús, adoración al Santísimo, apariciones marianas, devoción a los santos, al Papa y la Santa Sede.
A fin de siglo se inicia en las élites el movimiento litúrgico, bíblico y patrístico.
Crecen las congregaciones, especialmente femeninas, dedicadas a obras de caridad.
El modelo de santidad no está en las clausuras, sino en medio del mundo, atendiendo a los enfermos, a los pobres y ancianos, a los ignorantes. Santa Margarita María
La caridad da la pauta para los nuevos modelos de santidad (en el S XVII no se concebía una orden religiosa femenina que no fuera de clausura).
Pioneros: Mary Ward (+1645): sufre las incomprensiones de la Santa Sede que disuelve la congregación fundada y encarcela la fundadora.
S Fco de Sales: fundador de las monjas de la Visitación, él las quería servidoras de pobres y enfermos y fueron reducidas a la clausura para que allí atendieran la enseñanza de niñas internadas.
Fin SXIX: S Teresita del Niño Jesús (+1897): pone de manifiesto la fecundidad de la vida contemplativa, modelo de santa de las “manos vacías”, supera el rigorismo ascético y el drama religioso del miedo al pecado y a la condenación predicados por el Jansenismo del S XVII y que perduraba en la predicación y la catequesis.
“Infancia espiritual”, manifiesta un nuevo modelo de santidad, la dimensión gratuita de la gracia en la santificación del cristiano, que ha olvidado el pelagianismo eclesial de tiempo de la Contrarreforma.
La época moderna S XX.1962-1965 Vaticano II: nueva teología y espiritualidad. El santo del presente y del futuro: una espiritualidad fundada en la vida en el Espíritu, en el cristocentrismo y la vida trinitaria; que tenga en cuenta el valor de los bienes temporales y mundanos, superando los dualismos neoplatónicos y maniqueos, incluyendo los problemas ecológicos; que esté interesado por el hombre, especialmente por el más pobre, practicando la caridad y la justicia.
La dimensión eclesial pasa por la vivencia de la comunidad de fe cercana.
CONSTANTES Y VARIANTES EN EL CAMINO CRISTIANO:
Constantes: vida en el Espíritu, cristocentrismo radical. Devoción a María y los santos, secundaria: en la espiritualidad popular, incluye gente culta.
Los aspectos pneumatológicos y trinitarios no siempre han tenido toda la relevancia que merecían.
El Padre, después de la centralidad que adquiere en la predicación de Jesús, se diluye en el cristocentrismo paulino y de las primeras comunidades.
La misericordia del Padre, exaltada por Jesús en su predicación, queda oscurecida por la mentalidad del AT que se impone en la alta EM y se cambia en un Dios juez punitivo. Sólo en la baja EM, en las altísimas especulaciones de los místicos alemanes, Dios Padre, la Trinidad, son objeto de experiencia.
La espiritualidad eclesial debió ser una constante en la historia, pero no fue así.
Las comunidades primitivas tuvieron conciencia de ser iglesia por el reducido número y la integración de sus miembros en torno a la eucaristía y la memoria de sus mártires.
S IV los bárbaros la identifican con el poder político, con una institución más que una comunidad de fe, distanciamiento de la poderosa institución que aumentará con Carlomagno (S IX).
Recién en S XIX se inicia una esperanza de iglesia misterio y comunión. Sólo después del Vat II, con la vuelta a las fuentes (Escritura, Iglesia, liturgia), se puede hablar de una espiritualidad verdaderamente eclesial.
LECTIO DIVINA
HEBREOS 4,12
Los Padres de la Iglesia y los monjes medievales son modelo de ese acercamiento, piadoso y teologal a la Escritura.
Estaban convencidos de que Dios hablaba en la SE. En el AT el ES que habló por los profetas, en el NT el Logos eterno de Dios se hace Palabra en el tiempo en la Humanidad de Jesucristo: definitiva revelación para el hombre creyente.
La mayoría de los lectores no leían la Escritura para hacer comentarios, sino para alimentar la vida con la verdad de Dios. La Lectio divina, clásica lectura en ambientes monásticos, no era un estudio, sino un alimento para la meditación y ésta conducía a la contemplación y la conversión de la vida.
La Historia de la Salvación allí narrada obligaba a entrar en el dinamismo de su ritmo vital y salvífico, trazaba un estilo de vida peculiar: el hombre espiritual.
Cuando en la EM se escriben las vidas de santos, se florearán con milagros a semejanza de los santos patriarcas, profetas y apóstoles del AT y del NT para significar que por la virtud del ES se convertían en hombres de Dios, en santos.
La SE se leía en la liturgia (Misa y Oficio Divino) y también fuera de ella, en privado y en público. En las largas horas de oración y silencio que acompañaba la vida de los monjes y ermitaños.
Se creía que la fuerza del ES operaba en ella y a través de ella se transparentaba la fuerza salvífica de Cristo, el centro de la Escritura.
Históricamente la Escritura ha sido el subsuelo de la espiritualidad de todos los tiempos. Los místicos se adhieren a la esencia espiritual de la misma, en una especie de intuición transcultural y carismática.
LECTIO DIVINA:La frase latina "Lectio Divina" significa "lectura divina" y describe el modo de leer la Sagrada Escritura: alejarse gradualmente de los propios esquemas y abrirse a lo que Dios nos quiere decir.
En el siglo XII, un monje cartujo, llamado Guigo, describió las etapas más importantes de la "lectura divina". La práctica individual o en grupo de la Lectio Divina puede tomar diversas formas, pero la descripción de Guigo permanece como fundamental.
1. LECTIO (LECTURA)
Es el momento en el que leemos la Palabra de Dios lenta y atentamente, de modo que penetre dentro de nosotros. Para esta forma de oración se puede escoger cualquier breve pasaje de la Escritura.
MEDITATIO (MEDITACIÓN)
Durante esta etapa se reflexiona y se rumia el texto bíblico a fin de que extraigamos de él, lo que Dios quiere darnos.
ORATIO (ORACIÓN)
Es el momento de dejar aparte nuestro modo de pensar y permitir a nuestro corazón hablar con Dios. Nuestra oración está inspirada por nuestra reflexión de la Palabra de Dios.
CONTEMPLATIO (CONTEMPLACIÓN)Nos abandonamos totalmente a las palabras y pensamientos santos. Es el momento en el cual nosotros sencillamente reposamos en la Palabra de Dios y escuchamos, en lo más profundo de nuestro ser, la voz de Dios que habla dentro de nosotros. Mientras escuchamos, nos estamos transformando gradualmente por dentro.
ACCIÓN
Evidentemente esta transformación tendrá un efecto profundo sobre nuestro comportamiento y, cómo vivamos, testimoniará la autenticidad de nuestra oración. Debemos meter en nuestra vida de cada día lo que leemos en la Palabra de Dios.
LUCAS 18,35-43
