El Espíritu Santo en los sacramentos

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El Espritu Santo en los Sacramentos

SEMINARIO MAYOR NACIONAL DE LA ASUNCIN

Instituto de Teologa Pneumatologa P. Juan Manuel Cua

EL ESPRITU SANTO EN LOS SACRAMENTOS

Wilder Alexander Garca Saj 2. De Teologa

Guatemala, 13 de abril de 2010

El Espritu Santo en los Sacramentos

El Espritu Santo en los Sacramentos

El Espritu Santo en los Sacramentos

EL ESPIRITU SANTO EN LOS SACRAMENTOS 1. SACRAMENTO DEL BAUTISMO Todos nosotros hemos sido bautizados en un solo Espritu para formar un solo cuerpo (1 Cor 12, 13) Juan Bautista haba predicho de Cristo que bautizara con el Espritu Santo (Mt 3, 12; Mc 1, 8; Lc 3, 16; Jn 1, 33). Al describir el dilogo nocturno entre Jess y Nicodemo, designa Juan el bautismo como un nacimiento de arriba del agua y del Espritu (Jn 3, 5). Esta imagen, que nos da a entender que el bautizado renace por la virtud del Espritu Santo, ejerci gran influjo en las concepciones de los Santos Padres y consiguientemente tambin en la prctica litrgica, en sus textos y ceremonias. 1.1 El bautismo en el Nuevo Testamento: a) Simbologa: La teologa bblica moderna reconoce en algunos pasajes del Nuevo Testamento, sobre todo en el Evangelio de San Juan, una dimensin teolgica o simblica de carcter bautismal, que completa la estrictamente histrica. Tal es el caso, por ejemplo, de los relatos de la boda de Can, el dilogo de Jess y la Samaritana, las curaciones del tullido de Betesda y del ciego de nacimiento, y la lanza del costado de Cristo en la Cruz. La analoga con las bodas de Can, el Bautismo es el vino nuevo del banquete mesinico ofrecido a los creyentes; y la muerte redentora de Cristo, el agua nueva que reemplazar a las purificaciones prescritas a los judos y es alcanzada por los creyentes en el vino del sacramento del Bautismo (y tambin de la Eucarista). En efecto, la expresin , hace referencia a la hora establecida por el Padre para la glorificacin de Jess, cuyo momento l fija en su muerte (Jn 13, 1; 17, 1); el vino representa la sangre de Cristo derramada en la Cruz. Por ello, al sentido material, haba que aadir otro; an no ha llegado la hora de la Cruz, en la que ser abolidas las purificaciones legales, pinsese en las tinajas preparadas all para tal fin, cuando la sangre de Cristo borre los pecados del mundo (1 Cor 10, 16; 11, 25). El agua de las tinajas simboliza la Antigua Alianza que Jess transforma en Alianza Nueva por el agua del Bautismo, el cual cambia al hombre y le hace renacer como hijo de Dios (Jn 3,5). El milagro de la piscina de Betesda tiene tambin un sentido bautismal tanto en Juan como en la tradicin patrstica. Cuando san Juan describe el milagro est pensado en la otra agua que Cristo dar para perdonar los pecados o, si se prefiere, en la remisin de los pecados por medio del agua del Bautismo. A si mismo se da en el milagro del ciego de nacimiento (Jn 9, 1-4) tambin encierra un simbolismo bautismal, pues as como el agua de la piscina de Silo abri los ojos al ciego, del mismo modo Cristo ilumina los ojos del alma a quienes se lavan en el nuevo Silo de su Bautismo La liturgia romana recoge esta interpretacin en uno de los escrutinios.

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b) La frmula Trinitaria: Desde los orgenes, el ministro o persona que bautiza no desempea un papel trascendental, puesto que el rito lo realiza un apstol (Hch 2, 41; 4, 4), un dicono (Hch 8, 12-16) o un encargado, lo decisivo es el nombre en quien se bautiza. Hoy existe un acuerdo general sobre la estructura teolgico-trinitario del Bautismo cristiano desde el principio y sobre el sentido de las expresiones en el nombre de Jess y en el nombre del Seor Jess (Hch 8,17; 10,48; 19,5): no son frmulas litrgicas, sino indicativas de que el Bautismo se realiza por encargo de Jess, en su poder y segn la forma por l determinada. Se trata de distinguir el Bautismo de Jess y el Bautismo de Juan. Esta mencin trinitaria era una epclesis, tal y como se entenda en la Iglesia primitiva: se invoca el nombre del Padre y del Hijo y del Espritu Santo sobre quien recibe el Bautismo, para expresar que Dios se hace presente con su poder y para que el bautizado se unifique con l, el que queda consagrado. La invocacin trinitaria lleva consigo la incorporacin del bautizado a la salvacin y misin de Jess. Probablemente esta concepcin epicltica est en la base de la ulterior fijacin de los tres nombres divinos en una formulacin trinitaria propiamente dicha. Esta frmula sacramental en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espritu Santo se encuentra en: (Mt 28,19), la Didak, San Justino, Tertuliano, San Irineo, san Agustn, y en los libros litrgicos posteriores. La expresin yo te bautizo pertenece a la tradicin occidental, mientras que en la oriental prevalece (N. es bautizado). La praxis occidental acenta la accin de Cristo, que es quien acta a travs del ministro. En Palabras del Sumo Pontfice Paulo VI afirma:Sal de este nio, espritu impuro, y cede el lugar al Espritu Santo. Por este primer exorcismo, realizado en nosotros por el ministro de la Iglesia, nuestra alma se ha hecho capaz de albergar la Espritu Santo, de ser su tabernculo: No sabis que sois templo de Dios y que el Espritu de Dios habita en nosotros? (1 Cor 3,16) Fue as como hemos recibido el bautismo y hemos sido hechos hijos de Dios, miembros de Cristo, consagrados al culto del Nuevo Testamento.1 De igual manera San Agustn gracias a sus flexiones la cuestin de la eficacia sacramental del Bautismo qued esclarecida en un punto trascendental: aunque el Bautismo presupone la fe en el sujeto adulto, la fe bautismal no es causada ni por el sujeto ni por las disposiciones subjetivas del ministro. En el caso de los nios, stos son bautizados en le fe de la Iglesia, que actan como madre que acoge y engendra nuevos hijos. En cuanto a las dimensiones cristolgicas y eclesiolgica, el Bautismo aparece como un acto de Cristo y como un sacramento que: Hace la Iglesia, y a la vez, hace a la Iglesia2 A si mismo mediante el Bautismo nacidos a una vida nueva, los fieles son en efecto fortificados por el sacramento de la confirmacin y reciben en la eucarista el pan de la vida eterna. As, por esos sacramentos de iniciacin cristiana, reciben siempre ms las riquezas de la vida divina y avanzan hacia la perfeccin de la caridad. Se ha pues escrito a justo ttulo: La carne es elevada para que el alma sea purificada; la carne recibe la uncin para el alma sea consagrada; la carne est marcada con un sello para1 2

Paulo VI, Homila, 6 de junio de 1965 Abad Ibez, Jos Antonio. La Celebracin del Misterio Cristiano Ediciones: Universidad de Navarra, S.A Pamplona. 2000

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el alma sea fortificada; la carne es sometida a la imposicin de la mano a fin de que el alma sea iluminada por el Espritu; la carne es alimentada por el Cuerpo y la Sangre de Cristo a fin de que el alma encuentre tambin su desenvolvimiento en Dios3 De igual manera podemos encontrar un acercamiento respecto al Espritu Santo en el Bautismo recurriendo al Ritual del Bautismo de Nio en donde se refiere al Espritu de esta manera. En efecto, incorporados a Cristo por el Bautismo, constituyen el pueblo de Dios, reciben el perdn de todos sus pecados, son arrancados del demonio de las tinieblas y pasan al estado de hijos adoptivos, convertidos en una nueva creatura por el agua y el Espritu Santo. Por esto se llaman y son Hijos de Dios4. Por medios del Bautismo, los creyentes reciben el Espritu de adopcin como hijos; renaciendo del agua y del Espritu Santo, se convierten en nueva creatura: por eso son llamados y son realmente hijos de Dios. (Autor telogo) Pero debemos recordar que este sacramento est acompaado de signos visibles con los cuales se manifiesta de manera visible la presencia del Espritu Santo. El agua: El Espritu recibe quien cree en Jess (Jn 7, 38-39) es un ro de agua viva lmpida como cristal que brota del trono de Dios y del Cordero. Evocando la obra del Espritu de Dios que desde los orgenes del mundo aleteaba sobre las aguas, para que ya desde entonces concibieran el poder de santificar. En la oracin de bendicin del agua bautismal, la Iglesia suplica al Padre: Te pedimos que el poder del Espritu Santo, por tu Hijo, descienda sobre el agua de esta fuente, para que los sepultados con Cristo en su muerte, por el Bautismo resuciten con l a la vida5 De igual manera se refiere (nombre del autor) al hablar sobre los signos del Bautismo. La uncin con el crisma, que sigue inmediatamente a la accin propiamente bautismal, podemos considerarla como explicacin ritual de lo que ha tenido lugar invisiblemente en el bautismo. El bautizado se ha convertido en otro Cristo, es decir, en Ungido. Ahora bien, Cristo estaba ungido con el Espritu Santo. As pues, tambin el bautismo es el primer comienzo de comunicacin del Espritu Santo, que hallar su acabamiento en la confirmacin.6 Como bautizados debemos manifestar la accin del Espritu que acta en este sacramentos, siendo el motor que impulsa a un compromiso verdadero y responsable de cara a la propia vocacin al cual cada uno debe responder, de ah la responsabilidad de proporcionar una buena catequesis tanto para padres de familias y padrinos. Los cuales son los mayores responsables de salvaguardar la vida y vida cristiana del nio

Ob. Cit. Ritual del Bautismo de Nio, 2 5 Misal Romano, Bendicin del Agua en la Vigilia Pascual. 6 Manual No. 94

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El Espritu Santo en los Sacramentos 2. SACRAMENTO DE LA2 Hch CONFIRMACIN

La confirmacin es el segundo sacramento de la Iniciacin cristiana, por el que los bautizados reciben la efusin del Espritu Santo, que fue enviado por el Seor sobre los Apstoles el da de Pentecosts. Pentecosts no es solamente una solemnidad del ao litrgico, con la que cierra la celebracin anual del misterio de Cristo muerto y resucitado, exaltado a la derecha del Padre y donante del Espritu Santo (Hch 2, 32-33). Pentecosts o mejor dicho, Pascua-Pentecosts es la gran epifana de la Trinidad Divina en la Iglesia y en el mundo creado, la manifestacin del Padre que ha entregado al Espritu de su amor infinito al Hijo Jesucristo como respuesta a su entrega sacrificial en la cruz y que ste derrama sobre su cuerpo y esposa de la Iglesia, como arras de la promesa (Ef 1, 13; 2 Cor 1, 22). Aunque celebrada en un tiempo litrgico, la Cincuentena pascual, y en un da solemne, la festividad de Pentecosts, la presencia y la accin del Padre y del Hijo por el Espritu Santo en la Iglesia pertenecen a la totalidad de la actual etapa de la historia de la salvacin. 1.2 El Don del Espritu en el Antiguo Testamento a) El Ruah de la creacin: El libro del Gn 1,2 habla del espritu (ruah) que aleteaba sobre las aguas en el momento de ser creadas. El ruah estaba presente una nueva situacin de vida, al transformar el caos en cosmos, poblando de seres vivos el cielo, la tierra y el mar. El espritu que confera la fecundidad a las aguas es el mismo Espritu Divino que regenera a los bautizados. Por eso el Bautismo es una nueva creacin (2 Cor 5,17); una creacin que da sentido a la primera, en cuanto que aqulla estaba orientada a sta en los planes divinos. b) La paloma del diluvio: Segn san Cirilo de Jerusaln: la paloma que anuncia el final del diluvio evoca: la paloma espiritual, el Espritu Santo que descendi sobre Jess, verdadero No, el da de su bautismo, para manifestar que es l quien, en virtud de su muerte en la cruz confiere la vida a los creyentes7 1.3 El Don del Espritu en el Nuevo Testamento: a) El bautismo de Cristo en el Jordn: En la vida de Cristo existen dos misiones o unciones del Espritu Santo: la de su concepcin virginal y la posterior al bautismo en el Jordn. Por la primera uncin, la humanidad asumida pasa a ser la humanidad del Hijo de Dios (Mt 1,20; Lc 1,35); por la segunda, el Verbo encarnado es ungido como Mesas, proclamando su misin sacerdotal, proftica y real, misin que el Hijo cumpli de modo eminente en el sacrificio de la Cruz, donde se hizo testigo fiel y verdadero del Padre.

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Ob. Cit. p. 226

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b) Pentecosts: El da de Pentecosts se consumi la Pascua de Cristo con la efusin del Espritu Santo, el cual se manifiesta, da y comunica como Persona a los Apstoles (Hch 2,36). Ellos a su vez, lo transmitieron a los bautizados en orden al testimonio mediante el sacramento de la imposicin de las manos. De ah que existan tambin en la vida de los creyentes dos misiones o unciones del Espritu: la del Bautismo que por medio del agua, les convierte en nuevas criaturas y les otorga la vida sobrenatural, de la que el Espritu Santo es el principio creador, y la de la Confirmacin, que da la plenitud del Espritu para vivir como verdaderos hijos de Dios. Pentecosts es, por ello el lazo de unin entre el bautismo de Cristo en el Jordn y la Confirmacin. 1.4 La Donacin del Espritu en la Tradicin Litrgica: San Tertuliano: El Espritu Santo se confiere mediante la imposicin de manos del Obispo y una oracin epicltica8. En la Tradicin Apostlica los ritos ya se han ampliado y presentan el siguiente estado de cosas: Bautismo; crismacin posbautismal con la frmula