TURISMO Y CLIMA: UN DIÁLOGO NECESARIO -...

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I. INTRODUCCIÓN El turismo se ha convertido en un fenó- meno de masas a lo largo del siglo XX y prin- cipios del XXI a la vez que se ha convertido en algo muy complejo, pues muchos son los motivos que impulsan a millones de perso- nas a desplazarse temporalmente a lugares diferentes de sus lugares de residencia. Dentro de estos motivos la realización de visitas a monumentos o conjuntos histórico- artísticos, el descanso al aire libre en playas o espacios naturales o la realización de depor- tes en contacto con la naturaleza (senderismo, montañismo, vela, equitación, etc.) ocupan un lugar destacado, y sin duda el contar con unas condiciones climáticas adecuadas a lo largo de un periodo del año son un factor muy importante para su planificación y desarrollo. II. EL TIEMPO, EL CLIMA Y SUS VARIABLES MÁS INFLUYENTES El tiempo es el estado de la atmósfera definido por los elementos meteorológicos en un momento determinado, mientras el clima es el conjunto fluctuante de las condi- ciones atmosféricas, caracterizado por los 77 Instituto de Estudios Turísticos Secretaría General de Turismo Estudios Turísticos, n. o 171 (2006), pp. 77-91 Secretaría de Estado de Turismo y Comercio TURISMO Y CLIMA: UN DIÁLOGO NECESARIO Javier del Valle Melendo* * Profesor del Departamento. de Geografía y Ordenación del Territorio. Fac. de Filosofía y Letras, Universidad de Zaragoza. Consultor técnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro. ( [email protected]). Resumen: El turismo y numerosas actividades relacionadas tienen una fuerte relación con las condiciones atmosféricas reinantes en el lugar donde se desarrollan. Por ello, se ha realizado un análisis de dos tipos de turismo clásico desarrollado en España (sol y playa y turis- mo de esquí) relacionándolos en el primer caso con las diferentes características climáticas medias que aparecen en nuestras costas en el periodo estival. En el segundo caso se ha relacionado con la mayor o menor irregularidad en la innivación natural para la práctica del esquí. También analizamos la estrecha vinculación entre nuevas actividades turísticas y las características climáticas que requieren, con algunos ejemplos del número de practicantes en algunos espacios naturales protegidos españoles. El calentamiento térmico y el posible cambio climático derivado es otro punto desarrollado, señalando posibles consecuencias sobre las actividades turísticas a tenor de lo que indican los actuales modelos climáticos. Las conclusiones indican la fuerte vinculación entre las actividades turísticas clásicas y las condiciones climáticas medias y las fuer- tes dependencias de muchas de los nuevos tipos de turismo y deportes asociados con las condiciones meteorológicas, por lo que su estu- dio y conocimiento es fundamental para una adecuada planificación turística. Palabras clave: turismo, clima, actividades al aire libre, planificación. Abstract: Tourism has important relationship with the climatic conditions, which can help or make difficult its normal develop- memt and its associated activities. The knowledge of this climatic characteristic is basic for the turistic planning, mainly for some new kinds of turism related to vis- its in natural areas or activities and sports in the open air. Key words: turism, climate, activities in the open air, planning.

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I. INTRODUCCIÓN

El turismo se ha convertido en un fenó-meno de masas a lo largo del siglo X X y prin-cipios del X X I a la vez que se ha convertidoen algo muy complejo, pues muchos son losmotivos que impulsan a millones de perso-nas a desplazarse temporalmente a lugaresdiferentes de sus lugares de residencia.

Dentro de estos motivos la realización devisitas a monumentos o conjuntos histórico-artísticos, el descanso al aire libre en playas oespacios naturales o la realización de depor-tes en contacto con la naturaleza (senderismo,

montañismo, vela, equitación, etc.) ocupanun lugar destacado, y sin duda el contar conunas condiciones climáticas adecuadas a lolargo de un periodo del año son un factor muyimportante para su planificación y desarrollo.

II. EL TIEMPO, EL CLIMA Y SUSVARIABLES MÁS INFLUYENTES

El tiempo es el estado de la atmósferadefinido por los elementos meteorológicosen un momento determinado, mientras elclima es el conjunto fluctuante de las condi-ciones atmosféricas, caracterizado por los

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Instituto de Estudios TurísticosSecretaría General de Turismo

Estudios Turísticos, n.o 171 (2006), pp. 77-91 Secretaría de Estado de Turismo y Comercio

TURISMO Y CLIMA: UN DIÁLOGO NECESARIO

Javier del Valle Melendo*

* Profesor del Departamento. de Geografía y Ordenación del Territorio. Fac. de Filosofía y Letras, Universidad de Zaragoza. Consultortécnico de la Confederación Hidrográfica del Ebro. ([email protected]).

Re s u m e n: El turismo y numerosas actividades relacionadas tienen una fuerte relación con las condiciones atmosféricas reinantes en ellugar donde se desarrollan. Por ello, se ha realizado un análisis de dos tipos de turismo clásico desarrollado en España (sol y playa y turis-mo de esquí) relacionándolos en el primer caso con las diferentes características climáticas medias que aparecen en nuestras costas en elperiodo estival. En el segundo caso se ha relacionado con la mayor o menor irregularidad en la innivación natural para la práctica del esquí.

También analizamos la estrecha vinculación entre nuevas actividades turísticas y las características climáticas que requieren, conalgunos ejemplos del número de practicantes en algunos espacios naturales protegidos españoles.

El calentamiento térmico y el posible cambio climático derivado es otro punto desarrollado, señalando posibles consecuencias sobrelas actividades turísticas a tenor de lo que indican los actuales modelos climáticos.

Las conclusiones indican la fuerte vinculación entre las actividades turísticas clásicas y las condiciones climáticas medias y las fuer-tes dependencias de muchas de los nuevos tipos de turismo y deportes asociados con las condiciones meteorológicas, por lo que su estu-dio y conocimiento es fundamental para una adecuada planificación turística.

Palabras clave: turismo, clima, actividades al aire libre, planificación.

Abstract: Tourism has important relationship with the climatic conditions, which can help or make difficult its normal develop-memt and its associated activities.

The knowledge of this climatic characteristic is basic for the turistic planning, mainly for some new kinds of turism related to vis-its in natural areas or activities and sports in the open air.

Key words: turism, climate, activities in the open air, planning.

estados y evoluciones del tiempo de undominio espacial determinado (AscasoLiria A, Casáls Marcén M, INM1986). Sepuede deducir, por lo tanto, que lo que unapersona siente es el tiempo y las diferentesvariables que lo componen (temperatura,humedad, viento, etc.), aunque éstas evolu-cionan de forma continua. No obstante, elclima es una caracterización que intentaresumir las características medias de laatmósfera en un lugar durante un periodo detiempo determinado, por lo que tambiénpuede darnos una información muy útilpara las actividades turísticas que allí sepueden desarrollar.

Dentro de las variables que componen eltiempo de un lugar en un momento, y quepor lo tanto sirven para su caracterizaciónmedia (características climáticas) algunasinfluyen de forma muy notable en las posi-bles actividades turísticas o en el grado deconfort que las personas van a sentir en suestancia en un determinado lugar tal y comose desarrolla a continuación:

• La Temperatura. Con frecuencia lacaracterización térmica del clima de unlugar se limita a la temperatura media men-sual del periodo que interesa. Es necesarioseñalar que la temperatura media es unvalor estadístico resultado de calcular lamedia aritmética entre la temperatura máxi-ma y la mínima. Por ello, una persona quepermanezca en un determinado lugar senti-rá una temperatura máxima, normalmentehacia las primeras horas de la tarde, y unamínima que suele registrarse en torno alamanecer, y el resto del día las condicionestérmicas irán ascendiendo o descendiendode uno a otro de estos valores.

Por ello, se considera más adecuadoseñalar cual es la temperatura media de lasmáximas y la temperatura media de lasmínimas, pues entre esos dos valores osci-lará la temperatura diaria, y esos valoresnos indicarán si los valores térmicos alcan-zan de forma habitual cifras muy altas omuy bajas que puedan resultar desagrada-bles u obliguen a usar determinado tipo deropa en algún momento del día. Se puedeilustrar con un ejemplo:

Supongamos que en la ciudad «A» lamedia de las máximas (T) de julio es de 33º,y la media de las mínimas (t) es de 17º.La temperatura media (tm) será (33 + 17)/2 = 25º.

En la ciudad «B» la T alcanza los 29º yla t los 21º. La temperatura media (tm) seráigualmente de 25º.

Una caracterización climática que selimita a considerar la tm (25º en amboscasos) puede dar como resultado el conside-rar que el mes de julio en las dos ciudadesofrece temperaturas suaves y agradables.Sin embargo, un análisis más detallado queincluya las variables térmicas con las que seelabora la temperatura media, indica que enla ciudad «A» ese valor enmascara tempe-raturas máximas altas que pueden resultardesagradables o sofocantes para las activi-dades al aire libre durante las horas próxi-mas al mediodía, mientras que por la nochedescienden a valores muy agradables, quepueden resultar frescos para personas sensi-bles. Por el contrario, en la ciudad «B» nose registran de forma habitual temperaturasmuy altas ni muy bajas en ninguna hora deldía a lo largo del mes de julio, por lo que no

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se producen los efectos de las altas tempe-raturas de la ciudad anterior, aunque si quelos valores de las mínimas se mantienenelevados por la noche, lo que puede resultardesagradable para algunas personas.

Estos comportamientos señalados soncaracterísticos en el primer caso de ciuda-des de interior en las que las temperaturasmáximas alcanzan valores altos en las horascentrales de los días de verano, aunque lasmínimas descienden, especialmente si selocalizan a cierta altura sobre el nivel delmar. El segundo caso es característico deciudades costeras e insulares, cuyo climaestá muy influido por el efecto atemperantedel mar, que suaviza las temperaturas máxi-mas y mínimas, haciendo que la amplitudtérmica diurna (y también anual) sea escasa.

• La Precipitación. No basta con identi-ficar cuanto llueve en un determinado lugar,pues el reparto de estas precipitaciones a lolargo del año es fundamental para una ade-cuada planificación de las actividades turís-ticas.

En los países mediterráneos se observauna distribución de las precipitaciones a lolargo del año concentradas en primavera yotoño (en algunas zonas también en invier-no) pero con falta de ellas en verano. Laescasez de precipitaciones es precisamentelo que caracteriza al verano mediterráneo,acompañada de temperaturas elevadas(aunque con diferencias entre unas zonas yotras), tiempo en general estable y muchainsolación. Con frecuencia se identifica elverano con esas características y se tiende ageneralizarlo a otras zonas del mundo, loque constituye un error, pues en la mayoría

de los climas que se extienden por el plane-ta el verano corresponde con el periodo delluvias más abundantes, siendo las excep-ciones a este comportamiento general preci-samente el clima mediterráneo y el atlánti-co (ambos exclusivos de fachadas occiden-tales de continentes), aunque en el segundode ellos las lluvias de verano son más abun-dantes que en el primero.

Por ello, hay que tener en cuenta que enlas zonas templadas los climas continenta-les y los denominados «de tipo chino»(localizados en fachadas orientales de con-tinente) se caracterizan por precipitacionesabundantes en el periodo estival, normal-mente el más lluvioso del año. También enlas zonas tropicales y ecuatoriales el veranoastronómico corresponde con el periodomás lluvioso, aunque es necesario tener encuenta que en estas zonas la escasa varia-ción térmica a lo largo del año establecepocas diferencias entre verano e invierno,hasta el punto de que en algunas zonasecuatoriales y en América Central y Méxi-co se denomina verano al periodo seco (denoviembre a abril) que en realidad es elinvernal desde el punto de vista astronómi-co, y en Asia Monzónica el periodo inme-diatamente anterior a la temporada de llu-vias (extendida de julio a octubre aproxima-damente) es seco y muy cálido, lo quepuede llevar a denominar verano lo que enrealidad es la primavera astronómica.

Se ha de añadir también que en las zonastropicales marítimas del planeta, la tempo-rada de lluvias estival coincide con la dehuracanes, fenómeno climático de granintensidad circunscrito a las zonas mencio-nadas y especialmente grave en zonas cos-

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teras, pues pierde intensidad rápidamentecuando penetra tierra adentro. Así, el vera-no y el otoño europeo (con tiempo estable ysoleado en el mediterráneo) no se corres-ponde con similares condiciones en el Cari-be ni en el Mar de China, áreas afectadaspor huracanes y tifones (idéntico fenómenopero con nombres diferentes según la zonageográfica), pero sí que coincide con perio-dos poco lluviosos en los mares tropicalesdel Hemisferio Sur (costa del Índico deKenya o Tanzania o NE de Oceanía). A suvez en estas zonas del Hemisferio Austral,las principales precipitaciones y el riesgo dehuracanes coincidirá con el invierno y prin-cipios de primavera de Europa.

• El viento. Este meteoro se olvida confrecuencia a la hora de la caracterizaciónclimática de una zona de cara a la planifica-ción de actividades turísticas, aunque puedellegar a tener una importancia considerableen algunas. Puede tener un efecto suaviza-dor de la temperatura, tal y como ocurre enlas zonas costeras con las brisas litoralesdurante el periodo cálido o en las tropicalescon los alisios, siempre que no supere undeterminado nivel a partir del cual puedeser molesto por su intensidad o sus arras-tres. Por el contrario intensifica la sensaciónde frío si la temperatura desciende de undeterminado umbral, especialmente si vaacompañado de un alto índice de humedad.

Frecuentemente se ha considerado alviento un factor limitante del desarrollo delturismo tradicional de sol y playa en algu-nas zonas del litoral español como la isla deFuerteventura o las proximidades del Estre-cho de Gibraltar, pero la aparición de nue-vos tipos de turismo ligados a actividades

deportivas como el wind-surf ha cambiadoeste panorama, pues encuentra en estoslugares unas condiciones muy adecuadaspara su práctica. Por ello, un conocimientosuficiente de su frecuencia e intensidad a lolargo de los diferentes meses del año, asícomo de sus características, higrotérmicas,es una información muy útil para disminuirsus potenciales efectos negativos y aprove-char los positivos.

• La insolación se considera un elementoclimático favorable para la actividad turísti-ca en general y para la práctica de muchasactividades al aire libre, pues va acompaña-da de ausencia de precipitaciones, tiempoestable e intensa luminosidad. En el mediomediterráneo suele estar acompañada detemperaturas elevadas durante el periodoestival, especialmente si no reciben el efectosuavizador del mar, lo que puede ser un fac-tor molesto o limitante para algunas activi-dades al aire libre, especialmente en lashoras centrales del día, pero puede potenciarotras relacionadas con el medio hídrico, talescomo barranquismo, ráfting, navegación enembalses, remo, etc. También es convenien-te conocer el régimen de insolación duranteel resto del año, pues fuera de los meses deverano puede favorecer muchas actividadesturísticas en contacto con la naturaleza talescomo senderismo, visita a espacios natura-les, recorrido por conjuntos monumentales oarqueológicos, etc. Actividades éstas que enalgunos casos pueden resultar mucho másagradables si se realizan fuera del periodoestival, el de temperaturas más elevadas einsolación más intensa.

• Conocer el comportamiento de otroselementos climáticos también pueden resul-

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tar interesantes a la hora de la planificaciónde actividades turísticas. Así, por ejemplo,la niebla puede ser frecuente en ciertaszonas litorales, aunque en la mayor parte delos casos se trata de nieblas matutinas quesuelen deshacerse a lo largo de la mañana,dejando después un tiempo despejado yestable. En el interior las nieblas suelenocurrir durante los meses de otoño e invier-no en zonas afectadas por inversiones tér-micas, en las que si que puede resultarmolesta o limitante, pero por el contrario, alser consecuencia de la estabilidad atmosfé-rica, es indicativa de condiciones soleadasen áreas próximas situadas a mayor altura,que pueden ofrecer magníficas condicionespara actividades al aire libre.

Las tormentas también son un fenómenoa tener en cuenta, pues además de limitarciertas actividades significan un riesgo quehay que evitar. Suelen producirse a finalesde primavera o verano y especialmente porlas tardes. Por ello, en situaciones de riesgode tormenta no han de realizarse activida-des al aire libre o en sitios peligrosos a par-tir del mediodía. Si a pesar de ello se pro-duce un fenómeno de este tipo, es impor-tante evitar cauces de agua, aunque esténsecos, y por supuesto los lugares másexpuestos a descargas eléctricas, tales comocrestas o cumbres montañosas y zonas deárboles aislados.

Sin duda el conocimiento del comporta-miento medio de estas variables climáticasen cada zona a considerar, y la adecuaciónde la oferta turística a ellas, es un factor másque añade calidad al producto turístico,pero siempre teniendo en cuenta que se tratade una estimación estadística, lo que no

evita que puedan ocurrir periodos en los queel comportamiento de la atmósfera no secorresponda con lo que cabría esperar en lasfechas correspondientes.

III. ALGUNOS TIPOS DE TURISMOCLÁSICO EN ESPAÑA Y SURELACIÓN CON EL CLIMA

III.1. El turismo de «Sol y Playa»

Se ha desarrollado de forma intensa en ellitoral español y en los dos archipiélagosespecialmente a lo largo de la segundamitad del siglo XX.

Se ha visto muy beneficiado por unascaracterísticas climáticas favorables engeneral, aunque con diferencias entre unaszonas y otras tal y como vamos a desarro-llar:

• En el litoral mediterráneo y las islasBaleares disfruta de unas condicionesgenuinamente mediterráneas, con tem-peraturas suaves durante la mayorparte del año (especialmente al S delcabo de la Nao), escasez de periodosfríos y lluvias concentradas en pocosdías del otoño o invierno. Los veranosson calurosos, aunque el factor suavi-zador del mar limita las temperaturasen las zonas litorales, luminosos, secosy muy soleados y con una duraciónconsiderable El tiempo consideradoestival desde el punto de vista térmico,es aquél en el que se alcanzan o supe-ran los 25º (Ascaso y Casals, 1986).abarca el siguiente periodo (datos deM. Palomares, 1965):

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– En las Costas Brava y Dorada demayo a septiembre, con un númerode horas de sol diarias que en juliosupera ligeramente las 10. El núme-ro de días de lluvia en julio está entorno a 4, y casi en 6 en junio yagosto. La temperatura del agua delmar alcanza los 22.2º y los 23.3º demedia en agosto respectivamente.

– En las Islas Baleares de junio a sep-tiembre. Entre junio y agosto sesuperan las 10 horas diarias de sol,alcanzando las 11,4 en julio. Elnúmero de días de lluvia es de unoen julio y en torno a 3 en junio yagosto. La temperatura del agua delmar alcanza los 24,4º en agosto.

– En el litoral levantino y costa delSol de mayo a mediados de octubre.En ambos casos se superan las 10horas diarias de sol entre junio yagosto, alcanzándose en el segundolas 11,7 en el mes de julio. En lacosta levantina el número de días delluvia es de 1,7 en julio, 3 en agostoy 4 en junio, mientras en la costa delSol se reducen a menos de 1 en julioy agosto y 1.2 en junio. La tempera-tura del agua del mar alcanza 24,4ºy 22,8º, respectivamente. Se nota,por lo tanto, el efecto suavizadorque tiene la entrada de agua delAtlántico a través del Estrecho deGibraltar en la Costa del Sol.

• En el litoral atlántico andaluz las con-diciones son similares, pues tambiéndisfruta de un clima típicamente medi-terráneo. El periodo estival abarca

desde mayo hasta octubre. La insola-ción es muy elevada, pues entre junioy agosto se superan las 11 horas de soldiarias. En el cómputo anual la insola-ción supera las 8 horas diarias de pro-medio, la más alta de nuestro litoraljunto con la de la Costa del Sol, quetiene idéntico valor. El número de díasde lluvia es inferior a 1 en julio y agos-to y de 1,7 en junio. La temperaturadel agua del mar alcanza los 21,7º enagosto.

• En el Cantábrico y Galicia el clima esde tipo atlántico, con temperaturastambién suaves a lo largo del año peroinferiores a las del resto de las costasespañolas. En ningún mes se alcanzauna media de las máximas de 25º, porlo que desde el punto de vista térmicono hay ningún mes genuinamente esti-val, lo que no significa que no sealcancen o superen estos valores enperiodos cortos. Estas cifras se quedanalgo por encima de 22º en agosto en elCantábrico (algo superiores en la zonaoriental e inferiores en la occidental) yen 23,5º en las costas gallegas. Elnúmero de horas de sol está en torno a6,5 durante junio, julio y agosto en elCantábrico y entre 8,5 y 9,5 en las cos-tas gallegas. Los días de lluvia son 7en julio tanto en el Cantábrico comoen las costas gallegas, elevándose enjunio a 13 y 9, y en agosto a 11,4 y 8,5respectivamente.

• En Canarias las características climáti-cas son diferentes: las temperaturas semantienen suaves a lo largo de todo elaño, con pocas variaciones entre el

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verano y el invierno (la media del mesmas frío es de casi 18º y la del máscálido de 24º, en el que la media de lasmáximas no alcanza los 28º). El núme-ro de horas de sol es muy variable,siendo de los más elevados en laszonas meridionales de algunas islas, ymucho menor en las costas septentrio-nales, en las que los vientos alisiosacumulan nubosidad. El número dedías de lluvia medio al mes está por

debajo de dos entre mayo y septiembre(ambos inclusive) y la temperatura delagua del mar se mantiene a lo largo detodo el año por encima de 17,5º aun-que no supera los 22,8º de media enagosto.

Estas especiales características climáti-cas, además de otros atractivos, permitenque las Islas sean un interesante destinodurante los meses de invierno.

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Figura 1Litoral de La Palma (Islas Canarias). Las condiciones climáticas permiten una oferta

turística de sol y playa durante todo el año

Foto del autor.

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III.2. El Turismo de Esquí

Se ha desarrollado poderosamente enEspaña a finales del siglo XX y cuenta conbuenas condiciones especialmente en elPirineo central y en Sierra Nevada, aunqueno se limitan a estas zonas los lugares quecuentan con estaciones.

En el clima de la Península Ibérica son fre-cuentes los periodos de lluvias en otoño y pri-mavera, que si van acompañados de bajastemperaturas, especialmente a finales deotoño y principios de primavera, provocanepisodios de nieve en las montañas y tierrasaltas. En invierno las altas presiones dominancon frecuencia nuestra atmósfera, por lo queaparecen largos periodos de estabilidad yausencia de precipitaciones. Esta situaciónsuele afectar menos al extremo N del país,pues allí los frentes de lluvias que circulandesde el Atlántico hacia Europa, suelen dejarprecipitaciones en la cordillera Cantábrica yen los Pirineos, sistemas montañosos tambiénbeneficiados por la entrada de masas de airede procedencia septentrional, que aportannevadas de diferente intensidad en las zonasmejor expuestas al N, situación que afecta enmenor medida al resto de las montañas.

Sierra Nevada muestra un comporta-miento muy diferente, pues aquí no lleganlos frentes que barren el N y centro penin-sular desde el NO, que pueden provocarabundantes nevadas en el resto de las cordi-lleras, pero se ve beneficiada por la entradade masas de aire húmedo de procedenciaatlántica a través del Estrecho de Gibraltar,que pueden aportar abundante nieve, espe-cialmente si se refuerza la inestabilidadsobre el Mediterráneo.

Sin embargo, las precipitaciones denieve en nuestro país muestran una notableirregularidad interanual, especialmente enlas estaciones de los Sistemas Central e Ibé-rico y Sierra Nevada, aunque Los Pirineostampoco se libran de ella, lo que ha obliga-do a realizar importantes inversiones parainstalar innivación artificial que permitaasegurar el cubrimiento de algunas pistas.

Sin ir más lejos, el actual invierno 2006-2007 hasta febrero está aportando escasísi-mas precipitaciones de nieve, lo que estáredundando en fuertes pérdidas para el sec-tor, que ha visto disminuir las estancias,visitas y cursos de formación.

IV. LOS NUEVOS TIPOS DETURISMO Y SU RELACIÓNCON EL CLIMA

En los últimos años se han desarrolladointensamente nuevos tipos de turismo oactividades relacionadas con el turismo ensu mayor parte vinculadas con la naturale-za, tales como visitas a espacios naturales,turismo activo con la práctica de senderis-mo, barranquismo, equitación, rafting, etc.

Es imposible referenciar todos los espa-cios naturales protegidos en España, pero amodo de ejemplo daremos algunos datos devisitas a algunos Parques Nacionales (fuen-te: www.mma.es, 2007).

En 2005 el número de visitas al ParqueNacional de Picos de Europa ascendió a1.939.803, y en el de Ordesa y Monte Perdi-do a 592.100. Una cifra mucho mayor encon-tramos en el Parque Nacional del Teide, con

3.349.204 visitas, y muy alta también en el deTimanfaya (1.778.882). Muchos de estosvisitantes también realizan alguna ruta desenderismo o montañismo o se mueven encoche por las diferentes zonas del Parque.

Estas actividades al aire libre son fuerte-mente dependientes de las condicionesmeteorológicas, por lo que se concentranprincipalmente en verano (con excepciónde las Islas Canarias). No obstante, para su

adecuada planificación es necesario teneren cuenta algunas características climáticaspropias de cada zona, como por ejemplo:

• El número de días de lluvia, destacableen algún mes estival en el ParqueNacional de Picos de Europa.

• Las tormentas, fenómeno notable en elverano del Parque Nacional de Ordesay Monte Perdido.

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Figura 2Actividades al aire libre en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente,

La Palma (Islas Canarias)

Foto del autor.

• Las nieblas, de aparición frecuente, enalgunas zonas de los Parques Naciona-les de Picos de Europa y Garajonay.

• Las temperaturas, que pueden desa-consejar el senderismo o el excursio-nismo estival en Parques Nacionalescomo Cabañeros, Tablas de Daimiel oDoñana (aunque en este caso está muyrestringido por razones ambientales).

También en otros espacios naturales,que pueden contar o no con alguna figu-ra de protección, se desarrollan activida-des muy dependientes de las caracterís-ticas climáticas. Podemos destacar:

• La práctica del barranquismo, consis-tente en el descenso por tramos de cau-ces fluviales muy encajados, con elmaterial adecuado y en ocasiones con

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Figura 3Desarrollo de un núcleo tormentoso en el entorno del Parque Nacional

de Ordesa y Monte Perdido (Huesca), verano de 2006

Foto del autor.

la utilización de técnicas de descensocon cuerdas. Tiene un gran desarrolloen algunas zonas como la Comarca delSobrarbe o el Parque Natural de la Sie-rra y Cañones de Guara, ambos enHuesca. En el segundo lugar se calcu-lan unos 60.000 descensos de mediaanual (Silván, 2003, pg 134). Es unaactividad principalmente estival quepuede verse truncada por episodios de

precipitaciones o tormentas, en los quees completamente desaconsejable supráctica por cuestiones de seguridad.En estos casos los más vulnerables sonlos grupos procedentes de lugares dis-tantes (extranjeros en su mayoría) yhabitualmente en viajes organizadoscon descensos de barrancos programa-dos, pues en ocasiones intentan desa-rrollar estas actividades a pesar de que

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Figura 4Senderismo en la zona alta del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido

(Huesca)

Foto del autor.

las condiciones climáticas no lo acon-sejan.

También periodos de sequía intensapueden afectar a este deporte, ya quepueden quedar secos tramos de algu-nos cañones, perdiendo así atractivotemporalmente.

• La práctica del rafting consiste en des-cender tramos de ríos relativamentecaudalosos con balsas hinchables de

fondo plano ocupadas por varias perso-nas. Es un deporte de bastante desarro-llo en algunos ríos cantábricos y pire-naicos.

En el Gállego (Huesca y Zaragoza)se estiman 65.000 descensos comercia-les, y en el Ésera (Huesca) 30.500 en2002 (Fernández, 2003, pg 282).

Se practica principalmente en pri-mavera, periodo en el que los caudales

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Figura 5Rafting en el río Gállego (Zaragoza)

Foto del autor.

suelen ser abundantes, o verano si elestiaje no es muy marcado o existealgún embalse que permita la regula-ción del río. No es totalmente depen-diente de las condiciones climáticas,especialmente en tramos regulados porembalses, pero si esta circunstancia nose da, ha de adaptarse al régimen natu-ral del río, dependiente de las precipi-taciones además de otros factores

como temperaturas o circulación sub-terránea.

Asimismo en otros espacios naturalesprotegidos de alta montaña se desarrollanactividades como el esquí de travesía o lasmarchas con raquetas de nieve, ambas muyvinculadas con la existencia de un manto denieve continuo y en buen estado y unas ade-cuadas condiciones meteorológicas.

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Figura 6Raquetas en el Parque Natural de Posets-Maladeta (Huesca)

Foto del autor.

V. EL TURISMO Y EL CAMBIOCLIMÁTICO.

El Planeta está sufriendo en nuestrosdías un proceso de calentamiento progresi-vo que, según indican los modelos, alteraráparámetros y comportamientos climáticosque consideramos «normales» según lasestadísticas del último periodo de observa-ción.

Sin duda estas posibles alteraciones pue-den afectar a algunos aspectos del turismotal y como se desarrolla en la actualidad. Nopodemos ser exhaustivos, pero vamos adesarrollar a continuación algunos de estosposibles efectos:

• La subida de las temperaturas mediasdel planeta no es una hipótesis, sino unhecho, y sus consecuencias depende-rán del alcance de este aumento. En lazona mediterránea, en la que se locali-za España, y en otras regiones turísti-cas del planeta podemos destacar:

– Aumento del número de días contemperaturas demasiado altas y porconsiguiente poco agradables, tantoen sus valores diurnos como noctur-nos, especialmente en las zonas deinterior, que no reciben el efectosuavizador del mar.

– Extensión del periodo de actividadesal aire libre (playa, senderismo, etc)hacia meses primaverales y otoña-les.

– Disminución o mayor irregularidadde la innivación en las zonas de

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montaña con el consiguiente perjui-cio para deportes de invierno.

– Posible reforzamiento de los fenó-menos tormentoso en algunas zonasy de los huracanes y tifones en lostrópicos.

Además estas nuevas condiciones térmi-cas pueden producir cambios en la circula-ción general atmosférica y por lo tanto enlos regímenes de precipitación, con perio-dos de largas sequías que pueden poner enpeligro los abastecimientos de agua dulce alas zonas de mayor concentración turísticay episodios de lluvias intensas que puedenprovocar inundaciones, incluso fuera de losperiodos en los que estos hechos son máshabituales (otoño en el caso del Mediterrá-neo español).

VI. CONCLUSIONES

El gran desarrollo que ha tenido en Espa-ña el turismo costero ha sido posible enbuena medida gracias a las favorables con-diciones que estas zonas ofrecen para el dis-frute de las playas en el periodo estival, quese alarga en las costas del S, SE y Canariasmás allá de la duración estrictamente astro-nómica y de los deportes de invierno en elperiodo frío. Dentro de nuestras montañastambién son las de mayor innivación lasque han visto florecer con más intensidad elturismo invernal debido al atractivo de losdeportes de invierno.

Las nuevas actividades deportivas y deaire libre desarrolladas últimamente, liga-das a determinados tipos de turismo (turis-

mo activo, turismo en espacios naturalesprotegidos, ornitológico, etc) son fuerte-mente dependientes de que las condicionesmeteorológicas del momento sean las ade-cuadas. En algunos casos como el barran-quismo, estas condiciones pueden influirtambién en los niveles de seguridad de laactividad en cuestión. Estas actividadespueden ser un buen complemento paradesestacionalizar la afluencia turística enlas montañas, en algunos casos fuertementeconcentrada en los meses de invierno. Tam-bién pueden beneficiar a las zonas monta-ñosas de menor innivación que no se hanvisto beneficiadas por la llegada de turismoinvernal.

El calentamiento global y el posible cam-bio climático derivado de él afectaría dediferente manera a las actividades deporti-vas, dificultando unas (caso de los deportesinvernales), aumentando las posibilidadesde otras (caso de actividades náuticas oacuáticas) o incluso trasladando temporal yespacialmente algunas. También el abasteci-miento de agua a las zonas turísticas podríaverse afectado, especialmente en las zonasde clima más seco, por lo que es posible quese necesite buscar fuentes alternativas ocomplementarias de abastecimiento. Laposible subida del nivel del mar tambiénafectaría a algunas zonas de primera línea de

costa, especialmente en situaciones de tem-poral o marea alta, así como a los acuíferospróximos, que podrían verse salinizados.

La intensificación o mayor probabilidadde ocurrencia de fenómenos climáticosextremos, o habituales pero fuera de suépoca considerada normal, también puedeafectar a determinadas instalaciones turísti-cas o a actividades asociadas.

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Turismo y clima: un diálogo necesario