DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

22
1 DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL “Generalidades en el paciente pediátrico con alergia a la proteína de leche de vaca” LN. AMÉRICA GUADARRAMA BERNAL LN Y ED. KARLA MARÍA FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ. LNG. KARLA ESTEVEZ CASTRO.

Transcript of DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

Page 1: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

1

DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

“Generalidades en el paciente pediátrico con alergia a la proteína de

leche de vaca”

LN. AMÉRICA GUADARRAMA BERNAL

LN Y ED. KARLA MARÍA FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ.

LNG. KARLA ESTEVEZ CASTRO.

Page 2: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

2

INTRODUCCION

La real academia española define el concepto de alergia como: Respuesta inmunitaria

excesiva provocada en individuos hipersensibles por la acción de determinadas sustancias,

especialmente ambientales; existen 4 tipos de formas de iniciar un cuadro alérgico; dermatitis de

contacto, ingestión, inyección e inhalación.

En las reacciones alérgicas a alimentos participan mecanismos inmunológicos como anticuerpos

IgE específicos o linfocitos T, el alérgeno es reconocido por anticuerpos IgE, produciéndose

histamina y otros mediadores. La inmunoglobulina E (IgE) es una clase de anticuerpo que se

encuentra en la sangre, con la concentración más baja de todas las clases de inmunoglobulinas. A

pesar de ello, resulta ser el anticuerpo más importante en la resistencia y lucha contra las

enfermedades parasitarias, esta posee la capacidad de activar unas células que contienen en su

interior productos muy tóxicos y sustancias letales, capaces de eliminar a tales parásitos. Hoy en

día gracias a los avances en salud e higiene, las enfermedades infecciosas producidas por

parásitos han disminuido notablemente, pero nos encontramos con la curiosa situación de tener

un sistema inmunitario capaz de sintetizar anticuerpos IgE sin enemigos naturales que combatir.

Por el contrario, existen sustancias inofensivas o inocuas para la mayoría de las personas, como

la leche, sin embargo, el sistema inmunitario sintetiza IgE específica frente a ellas. Esta respuesta

enérgica del sistema inmunitario no sólo es innecesaria, sino lo que puede resultar peligrosa para

el individuo, pues puede terminar en una anafilaxia causando la muerte. La concentración de IgE

en la sangre circulante se eleva notablemente cuando se desarrollan las enfermedades alérgicas.

(Zubeldia M, Baeza M, 2012)

Page 3: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

3

Durante los últimos años se ha observado un incremento en la prevalencia de alergias

alimentarias en todo el mundo, mismas que suelen manifestarse durante los primeros años de

vida. Conforme avanza la edad, algunas veces desparecen (las alergias al huevo, leche y la soya):

en cambio, otras por lo general permanecen (cacahuate, nuez, pescado y mariscos).

La alergia alimentaria se define como una reacción adversa secundaria, provocada por una

respuesta inmune anormal a un alimento en específico, el sistema inmune responde al consumo

de una proteína particular de un alimento y puede estar medida por la IgE, las proteínas que se

han identificado como los principales alérgenos son la caseína y el suero de la leche de vaca, la

ovoalbúmina de la clara del huevo y la tropomiosina de los mársicos. Por lo general, los síntomas

se presentan desde segundos hasta 72 horas después de haber estado expuesto al alérgeno, aun

cuando sea en pequeñas cantidades. (Kaufer-Hortiz, 2015)

La proteína de la leche de vaca es el alimento que más se relaciona con hipersensibilidad a

alimentos en lactantes. La sensibilización puede ocurrir en el útero o a través de la lactancia

materna, porque se han identificado esas proteínas en la dieta de la madre o tras la

administración de sucedáneos de la leche.

En México no se tienen cifras exactas de su incidencia, pero su prevalencia en la población

pediátrica es de 6 a 8%, durante el primer año de vida es aproximadamente 2.5%; pero 80% de

los niños desarrolla tolerancia clínica a los cinco años de edad. (Audiffred-González, 2013)

La alergia a la proteína de leche de vaca se puede encontrar también en lactantes alimentados

exclusivamente con leche materna, aunque la incidencia en este grupo es baja (0,5%) y la

presentación clínica no es tan severa ya que la concentración de la proteína de leche de vaca en la

leche materna es cien mil veces menor que en la leche de vaca. (Fernando, Ch, & V, 2013)

Page 4: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

4

El objetivo de esta monografía es informar y actualizar a quienes deseen profundizar en un tema

que hoy en día es una problemática que se busca prevenir, puesto que la leche de vaca es un

alimento básico dentro de la dieta familiar mexicana y una fuente segura de calcio para niños en

etapa de crecimiento, a lo cual el paciente pediátrico que sufra de una alergia a la proteína de

leche de vaca (APVL) pueden verse afectado sino hay un adecuado asesoramiento nutricional

para cubrir las necesidades requeridas la leche asegura.

MANIFESTACIONES CLINICAS / SIGNOS Y SÍNTOMAS

Los síntomas y signos relacionados con APLV según la clasificación propuesta por la

Academia Europea de Alergia e Inmunología Clínica (EAACI por sus siglas en inglés)

incluyen síntomas gastrointestinales, respiratorios, cutáneos y generales.

Entre los síntomas digestivos se encuentran la disfagia, regurgitaciones frecuentes, cólicos,

anorexia, diarrea con pérdida de proteínas o de sangre y estreñimiento; entre los respiratorios:

rinorrea, sibilancias y tos crónica; las manifestaciones cutáneas pueden ser urticaria, dermatitis

atópica y angioedema; la sintomatología general viene dada por: anafilaxia, shock con acidosis

metabólica, vómitos y diarrea por enterocolitis sensible a proteínas de leche de vaca.

(Laurrabaquio-miranda, Rodríguez-santos, & Celio-murillo, 2016)

Las manifestaciones clínicas de la APLV se producen principalmente a nivel del tracto

digestivo (50%-60%), la piel (50%-60%), y el tracto respiratorio (20%-30%) y varían de

intensidad de leve - moderada a grave.

Adicionalmente el riesgo de APVL se incrementa cinco veces al tener una madre atópica, tres

veces al tener una madre mayor de 30 años de edad, tres veces al nacer por cesárea, esta

probabilidad se intensifica diez veces al nacer por cesárea y tener una madre atópica; tres veces

Page 5: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

5

al recibir fórmula a base de proteínas de leche de vaca (PLV) tempranamente y dos veces al

haber recibido lactancia por corto tiempo.(Fernando et al., 2013)

Las manifestaciones clínicas (dermatitis atópica, asma, rinitis alérgica, urticaria, angioedema,

anafilaxia) pueden deberse a un mecanismo mediado por IgE que se caracteriza por reacciones

inmediatas, esto es durante las primeras dos horas posteriores al consumo de la leche, o

mecanismos no mediados por IgE esta reacción se debe a la activación celular.(Sánchez,

Restrepo, Mopan, Chinchilla, & Cardona, 2014)

Las manifestaciones gastrointestinales y cutáneas son las más frecuentes tanto en forma aguda

como crónica; los síntomas respiratorios son menos frecuentes. La mayoría de las reacciones

alérgicas a los alimentos son relativamente leves, excepto en el caso de anafilaxia.

En lactantes la sintomatología puede variar, desde choque anafiláctico, hasta alteraciones

gastrointestinales, angioedema, urticaria, eccema, rinitis y asma. En adolescentes y adultos esto

se expresa como urticaria aguda y crónica, dermatitis herpetiforme, dermatitis atópica,

rinoconjuntivitis, asma, gastritis alérgica, migraña, intolerancia al gluten. La exploración física

debe dirigirse a evaluar datos específicos como el estado nutricio y los órganos blanco

relacionados en los diferentes aparatos y sistemas. (Navarro et al., 2005)

Page 6: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

6

DIAGNOSTICO

El primer paso del proceso diagnóstico es establecer la sospecha clínica. Dentro de los

antecedentes es importante investigar sobre la historia personal y familiar de atopia. El riego de

atopia en un paciente aumenta si uno de los padres (20-40%) o hermano tienen enfermedad

atópica (25-35%). El riesgo incrementa si ambos padres son atópicos (40-60%). (Miquel &

Arancibia, n.d.)

El diagnóstico de alergia a las proteínas de la leche de vaca no es sencillo, cuando se sospecha

que la reacción es mediada por IgE, las pruebas cutáneas tienen sensibilidad de 69% y

especificidad de 91%; la prueba del parche tiene sensibilidad de 76% y especificidad de 93 a

95%, mientras que la prueba de provocación oral es el patrón de referencia para el diagnóstico

de alergia a las proteínas de la leche de vaca, tiene sensibilidad y especificidad de 95%.

(Robles-vargas, Sienra-monge, Río-navarro, Reyes-lópez, & Río-chivardi, 2014)

El diagnóstico de APLV solamente se puede lograr con certeza luego de la observación directa

de eventos clínicos después de la ingestión de leche.

La provocación oral alimentaria (POA) se considera actualmente el “estándar de referencia”

para el diagnóstico de alergias alimentarias capaz de minimizar los diagnósticos positivos

falsos. (Fiocchi et al., n.d.)

En la práctica clínica cotidiana, excepto casos muy específicos asociados a cuadros graves, el

diagnostico se realiza como provocación abierta, esto es que tanto el paciente (o su familia)

como el médico tratante están al tanto de la reintroducción de la proteína alergénica. Es

recomendable que en los cuadros moderados-graves, o en aquellos con sospecha de posible

reacción anafiláctica (síndrome de alergia oral por ejemplo), las pruebas se realicen en forma

Page 7: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

7

hospitalaria y con reintroducción progresiva y controlada del alérgeno, mientras que en los

cuadros leves la provocación se suele realizar en forma ambulatoria y con dosificación más

rápidamente progresiva.(Marchisone, 2009).

Otra alternativa exitosa es la prueba de parche atópica (APT por sus siglas en ingles atopy

patch test) se puede realizar en pacientes con dermatitis atópica o síntomas gastrointestinales

que carecen de IgE específica, pero también en pacientes con reacciones tardías después del

consumo de leche de vaca. Para este propósito se aplican alérgenos, normalmente en la parte

posterior de los pacientes hasta 48 h en un parche sellado y las reacciones cutáneas se

documentan después de la eliminación de los parches después de otras 24-48 h. Además, esta

prueba se recomienda para el diagnóstico de esofagitis eosinofílica en adultos y niños y para el

diagnóstico precoz de síntomas gastrointestinales después del consumo de leche de vaca en

recién nacidos prematuros. APT podría ser también beneficioso en la predicción de la

tolerancia oral en niños con síntomas gastrointestinales que sufren APVL no mediada por IgE.

Lamentablemente, los reactivos, los métodos de aplicación o las pautas para la interpretación

no han sido normalizados hasta ahora. Por esta razón varios estudios analizando el valor

diagnóstico de APT aún recomiendan el uso paralelo de múltiples pruebas para el diagnóstico

de APLV (Hochwallner, Schulmeister, Swoboda, Spitzauer, & Valenta, 2014).

TRATAMIENTO

El tratamiento actual de la alergia a la proteína de leche de vaca es la eliminación de dicha

proteína de la dieta. La leche de vaca necesita ser excluida de la dieta bajo supervisión médica,

algunos pacientes que sufren de alergia a la proteína de leche de vaca pueden tolerar pequeñas

cantidades de leche cocinada extensamente, una reciente publicación mostro que la tolerancia de

Page 8: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

8

productos cocinados de leche es un indicador del desarrollo de la tolerancia a la leche de vaca y

la inclusión de leche de vaca cocinada tiene un efecto positivo en el desarrollo de la tolerancia.

Es necesario que los médicos lleven vigilancia en las mejoras de los síntomas, las deficiencias

nutricionales, el costo y el tiempo apropiados para la dieta seleccionada.(Hochwallner et al.,

2014).

Una vez diagnosticado, el tratamiento es simple y efectivo, se basa en evitar el alérgeno,

sustituyendo la leche por una proteína hidrolizada.

El pronóstico es excelente con un 85 a un 90% de los niños recuperados antes de los 33 años

permitiendo la reintroducción de la leche de vaca.(Marchisone, 2009)

Durante la lactancia y en niños de dos años o mayores puede no ser necesaria una fórmula de

sustitución, en lactantes que no son alimentados a pecho y en niños menores de dos años es

obligatorio sustituir con formula, en este caso la elección de la formula debe tomar en cuenta una

serie de consideraciones:

1.-La dieta de eliminación debe ser efectiva y completa algunos niños pueden tolerar algunos

alimentos cocidos

2.-Se debe prevenir el contacto por piel e inhalación

3.-Los derechos de los consumidores en cuanto al conocimiento de los ingredientes, se debe

reflejar en una legislación adecuada para los rótulos.

4.- En la mayoría de los casos la alergia a la carne implica alergia a la leche, pero lo contrario no

siempre es verdadero.

Page 9: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

9

5.-Todas las dietas de eliminación deben ser nutricionalmente seguras, particularmente en el

primer y segundo semestre de vida.

6.- Siempre se debe de monitorear cuidadosamente la adhesión a la dieta.

7.- Se debe efectuar la revisión periódica a través de la provocación diagnostica, para prevenir

dietas de eliminación innecesariamente prolongadas.(Fiocchi et al., n.d.)

DIETA DE ELIMINACION

En la mayoría de los casos, una fase de eliminación de la leche es un paso integral hacia el

diagnóstico de la alergia la proteína de leche de vaca. Si genera una mejoría definida en los

síntomas sin recurrir a la medicación, sustenta el diagnostico hasta que se alcanza la

confirmación mediante la evaluación por provocación, corroborar el vínculo alegado entre la

leche de vaca y los síntomas, mejorar los mismos cuando son relevantes para la afección y

generalmente minimizar los efectos de confusión a fin de realizar provocación para diagnostico

deberían ser los objetivos a alcanzar cuando se planifica una dieta de eliminación.

La duración de la eliminación debería ser al menos la misma que el intervalo libre de síntomas

que el paciente ha experimentado por más tiempo. Puede durar de pocas a varias semanas en los

casos de síntomas gastrointestinales crónicos o severos, o dermatitis atópica. Cuanto más estricto

es el grado de eliminación, mas utilidad posiblemente tiene en la toma de decisiones. Además de

evitar la ingesta, puede ser necesario que los sujetos extremadamente sensibles eviten la

exposición mediante el contacto con la piel o por inhalación, particularmente del vapor de la

leche. En los niños pequeños con síntomas severos o bajo sospecha de exposición a múltiples

alimentos dañinos, la dieta puede ser muy restrictiva al principio hasta que los síntomas mejores

y se alcance un diagnóstico definitivo. Una formula hipoalergénica puede ser la única dieta hasta

Page 10: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

10

que se lleve a cabo la evaluación por provocación. En el caso de neonatos exclusivamente

alimentados con leche materna, el ensayo de eliminación se puede aplicar a la dieta de la madre.

En la práctica, se debe tener cuidado con todas las dietas de eliminación a los efectos del

tratamiento o diagnóstico, e incluir medidas cuidadosas, bien pensadas, para evitar la ingesta, el

contacto o la inhalación por accidente de los alimentos incriminados.

El medico también debería advertir a los pacientes sobre posibles reacciones cruzadas por

ejemplo con leches de cabra u oveja y al mismo tiempo asegurar la suficiencia nutricional y

promover el cumplimiento a través del asesoramiento.(Fiocchi et al., n.d.)

MANEJO DEL NIÑO CON DIAGNOSTICO DE APLV EN EL LACTANTE

AMAMANTADO

Ante signos de alergia en un niño amamantado, se sugiere realizar una cuidadosa exclusión en la

dieta materna de productos lácteos que contengan PLV durante 2-4 semanas.

Si los síntomas mejoran sustancialmente o desaparecen, se reintroducirá PLV en la dieta materna

cumplidas las 4 semanas; la no reaparición de los síntomas descarta APLV y la dieta de

eliminación debe ser suspendida.

El diagnóstico de ALPV se confirma con la reaparición de los síntomas, será necesario suprimir

la PLV en la dieta materna mientras dure la lactancia y en la alimentación complementaria del

lactante no se incluirá PLV hasta los doce meses de edad o hasta los 6 meses posteriores al

diagnóstico (lo que ocurra primero).

Page 11: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

11

Durante la dieta de exclusión deben considerarse otros alimentos que pueden causar reacciones

alérgicas con menor frecuencia que la PLV, como maní, huevos, soja, pescado, mariscos, y

frutos secos.

Si los síntomas no desaparecen con la exclusión de la PLV a la madre, se deberá revisar la

adherencia a la dieta, considerar otros alérgenos y derivar a un especialista.

Cuando se haya confirmado el diagnostico de APLV la madre deberá recibir adecuado

asesoramiento para realizar una dieta balanceada con suplementación de calcio (1.000 mg/día).

(Marchisone, 2009)

Page 12: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

12

MANEJO DEL NIÑO ALIMENTADO CON FORMULA Y CON DIAGNOSTICO DE

ALPV

Ante la sospecha de APLV en un niño alimentado con formula, el algoritmo difiere según la

gravedad de los síntomas; en los niños que presentan síntomas leves o moderados se debe indicar

una dieta de eliminación de PLV con la administración de una formula hipoalergénica durante 2-

4 semanas.

Si mejoran o desaparecen los síntomas se realiza una provocación abierta: reintroducción de

PLV a las 4 semanas.

Cuando los síntomas reaparecen se confirma el diagnostico de APLV y el lactante deberá recibir

hidrolizado extenso de proteínas por 12 meses. Cuando los síntomas no reaparecen se descarta

APLV.

En los niños que presentan síntomas graves, al igual que en los que no mejoran con formula con

hidrolizado extenso de proteína, deberá considerarse el uso de formula en base a aminoácidos y

realizar una interconsulta con un especialista.

En pacientes con síntomas graves está contraindicada la provocación.

Formulas hipo alergénicas

Fórmulas alternativas: a base de proteína de soya (no recomendada) (Marchisone, 2009).

Page 13: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

13

CONSIDERACIONES NUTRICIONALES EN EL TRATAMIENTO DE APVL

Se ha reportado que la terapia dietética por largo tiempo de la APLV conlleva a riesgos

nutricionales, uno de ellos y el principal, es el raquitismo, se ha encontrado un crecimiento

deficiente en niños con APLV, posiblemente relacionado con la eficiencia nutricional de la

formula sustituta. Algunos aspectos nutricionales del uso de hidrolizados de leche de vaca y (en

menor medida) de soya en el primer semestre han sido evaluados nutricionalmente en estudios de

prevención, donde los primeros se han encontrado asociados con el crecimiento normal. Pocos

datos están disponibles para la fórmula de aminoácidos y no hay datos para los hidrolizados de

arroz durante los primeros meses, pero su uso en el segundo semestre en adelante parece

nutricionalmente justificado.

Page 14: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

14

Los niños con APLV han sido descritos con deficiencia de vitamina D provocando raquitismo

como consecuencia de dieta y todo el equilibrio nutricional de estos niños es un problema. Un

crecimiento lento ha sido encontrado en estos pacientes junto con dermatitis atópica durante los

primeros años.

Las fórmulas infantiles diseñadas para la nutrición infantil cuando la leche humana no está

disponible deberían lograr una tasa de crecimiento aceptable y proteínas de la sangre y perfil de

aminoácidos que se aproximen a un estándar de referencia basados en los datos metabólicos de

los niños lactados.

Estudios anteriores indicaron valores inferiores de índice de masa corporal y valores elevados de

nitrógeno ureico en la sangre de bebés alimentados con fórmula extensamente hidrolizada(eHF),

con diferencias en aminoacidogramas plasmáticos mostrando elevación en aminoácidos

esenciales, alimentados con fórmula de soya(SF) o formula extensamente hidrolizada en

comparación con los lactantes alimentados con leche materna. Recientemente, los ensayos

clínicos han investigado el crecimiento en lactantes con APLV alimentados con diferentes

fórmulas (eHF o SF), hasta los 48 meses de edad, lo que sugiere que en general la adecuación

nutricional está garantizada por estas fórmulas. Se han encontrado diferencias en el aumento de

los índices de crecimiento estandarizados (peso por edad, talla por edad y peso por talla) en

lactantes con APLV que sugieren que los lactantes alimentados con productos hidrolizados (eHF,

HRF) muestran una tendencia a mayores incrementos del puntaje z del peso por edad que los

niños alimentados con SF en el período de 6 a 12 meses. No sólo la cantidad total, sino la calidad

de la proteína parece ser importante tanto para el tratamiento sintomático como para el

crecimiento.

Page 15: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

15

Por lo tanto, el uso de leche de vaca o hidrolizados de arroz no se ha explorado durante los

primeros meses, cuando la leche materna o de fórmula representa la única fuente de alimento

Pero su uso en el segundo semestre en adelante puede haber disminuido las respuestas

inflamatorias locales, lo que afecta positivamente la absorción de nutrientes de los otros

alimentos sólidos. Esto es sólo un ejemplo de los efectos potencialmente complejos de la fórmula

sustituta en la nutrición de los niños con APLV. (Lifschitz & Szajewska, 2015)

Es necesario proporcionar información suficiente a familiares para la correcta eliminación del

alérgeno y poder seleccionar las fuentes alternas de nutrientes, que aseguren el adecuado

crecimiento y desarrollo, por esta razón es importante considerar la suplementación de calcio en

la dieta.(Navarro et al., 2005).

Valores nutrimentales de referencia.

Edad Calcio

0-6 meses 210mg

7-12 meses 270mg

1-3 años 500mg

4-8 años 800mg

(Ladino Melendez L, 2010)

Duración de la dieta de exclusión de leche

Una vez que se diagnostica la APLV se debe realizar una reevaluación cada 6 meses si el niño es

menor de 1 año de edad y cada 6-12 meses a partir de primer año de edad, para determinar si el

niño es un candidato para la reintroducción de la leche de vaca. La Sociedad Britanica de alergia

e inmunología clínica (sus siglas en inglés, BSACI) ha sugerido escala de productos, llamada

"milk ladder", comenzando con productos lácteos horneados, ya que el procesamiento térmico

Page 16: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

16

reduce la alergenicidad Si se toleran bien, los alimentos más alergénicos pueden reintroducirse

progresivamente dejando para el final el quesos crudos y la leche de vaca fresca, que sólo se

debe introducir en niños con tolerancia total demostrada a los productos lácteos horneados. (Luyt

et al., 2014)

Probióticos

Un ensayo clínico controlado aleatorizado (ECCA) publicado posteriormente por la WAO

encontró que la adición de Lactobacillus rhamnosus GG (LGG) a la fórmula terapéutica tiene un

impacto en la adquisición de tolerancia. En este ensayo, los participantes fueron asignados

aleatoriamente para recibir una de las siguientes fórmulas: fórmula de caseína extensamente

hidrolizada, caseína altamente hidrolizada con LGG, arroz hidrolizado, soya o basada en

aminoácidos. La tasa de tolerancia oral después de un año de tratamiento, determinada por el

desafío alimenticio, fue significativamente mayor en los grupos que recibieron fórmula de

caseína extensamente hidrolizada, ya sea con LGG (78,9%) o sin (43,6%) en comparación con

los otros grupos: (32,6%), formula de soya (23,6%) y fórmula basada en aminoácidos (18,2%).

(Berni CR, 2013)

Prevención de la alergia a la leche de vaca

Las directrices para Europa y América recomiendan la lactancia materna exclusiva durante 4 a 6

meses y la introducción tardía de componentes sólidos en los lactantes con riesgo atópico. Sin

embargo, los ensayos más recientes han demostrado que una introducción temprana de posibles

alérgenos alimentarios es beneficiosa y que esos niños sufren menos frecuentemente de alergia a

la leche de vaca. Esto permitiría diseñar diferentes estrategias de prevención en el futuro. Uno

podría ser la administración de fórmulas hidrolizadas que contienen péptidos tolerogénicos y

probar si esto induce tolerancia que puede ser detectable como falta de respuestas inmunes

Page 17: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

17

humorales y celulares específicas del alérgeno. Otra opción podría ser la alimentación de

lactantes con fórmulas basadas en leche de vaca complementadas con prebióticos que han

mostrado un efecto beneficioso en la reducción de la dermatitis atópica. (Hochwallner et al.,

2014)

Reintroducción de la leche a la dieta del paciente

Los niños con APLV no mediada por IgE tienden a desarrollar tolerancia a una edad más

temprana en porcentaje más alto en comparación con aquellos con la mediada por IgE. En los

pacientes con síntomas severos, la APLV puede persistir por más tiempo. Aunque, la mayoría de

los niños superará su alergia, la adquisición de la tolerancia, es en gran parte desconocida. La

mayoría de las directrices actuales sobre el diagnóstico y el manejo de la APLV, sugieren la

reevaluación de la alergia cada 6-12 meses, y la reintroducción de leche de vaca después de un

resultado negativo en una prueba de provocación. Sin embargo las pruebas de provocación

consumen mucho tiempo, son costosas y no están exentas a riesgos.

Las variables clínicas y las mediciones de los niveles sIgE y los tamaños de la pápula al realizar

el prick test para la proteína de la leche y los componentes individuales de la proteína de la leche

pueden proporcionar alguna información de pronóstico útil en el curso de la APLV. Sin

embargo, no existen criterios clínicos o de laboratorio claros para predecir cuáles son los niños y

en qué edad es más probable que toleren una reintroducción.

La identificación de factores que podrían predecir con precisión el resultado de la reintroducción

y el momento del desarrollo de la tolerancia, serían extremadamente útiles en la práctica clínica

diaria. Hasta hace poco tiempo, la reintroducción de leche de vaca se intenta comúnmente

cuando los niños con APLV son más probables haber llegado a ser tolerantes. En los últimos

Page 18: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

18

años, un enfoque diferente en el manejo de la leche ha surgido con la inducción de tolerancia

para alimentos (SOTI) como un método prometedor para el tratamiento de alergias alimentarias.

Además, varios estudios han demostrado que la introducción de leche pasada por un proceso de

horneado y proteínas de huevo en la dieta de pacientes alérgicos puede inducir la adquisición de

tolerancia. Aun así, la cuestión de cuándo y cómo reintroducir la leche de vaca en niños alérgicos

a la leche sigue siendo un desafío y es necesario realizar nuevas investigaciones en este

importante campo para proporcionar a los médicos ya los padres ansiosos la respuesta

deseable.(Nicolaou, Tsabouri, & Priftis, 2014)

INDUCCIÓN DE TOLERANCIA PARA ALIMENTOS O SPECIFIC ORAL

TOLERANCE INDUCTION (SOTI )

Este tratamiento consiste en la administración oral del alérgeno alimentario causa de los

síntomas comenzando por cantidades mínimas y progresivamente crecientes hasta alcanzar la

ración normal para la edad o la máxima dosis umbral tolerada. Se trata de establecer una

tolerancia inmunológica, reeducando el complejo mecanismo celular y serológico, para corregir

una reacción inadecuada a través de un proceso de aumento progresivo de la cantidad umbral

tolerada. Este procedimiento no está exento de riesgos y su uso está limitado a profesionales

expertos en el reconocimiento y tratamiento de reacciones alérgicas graves. En relación a alergia

a leche de vaca, se ha demostrado la eficacia de este tratamiento con porcentajes que oscilan

entre el 71% y el 90% respecto a alcanzar tolerancia total. Estas cifras se amplían si se considera

tolerancia parcial a cantidades que permitan una dieta no restrictiva respecto a alimentos que

contienen leche sin presentar clínica. Incluso para pacientes con alta sensibilización los

resultados son muy alentadores alcanzándose cifras(39) del 36% del total de pacientes sin

Page 19: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

19

restricción ninguna y 54% más alcanzando cantidades limitadas que permiten una dieta amplia

sin reacciones adversas.(Alonso Lebrero, Fuentes Aparicio, & Zapatero Remón, 2010)

CONCLUSIÓN

La alergia a leche de vaca (ALPV) es un padecimiento del cual se debe tener la atención

necesaria, puesto que los primeros años de vida son fundamentales para el crecimiento y

desarrollo del niño, es fundamental tener presente que en cualquier caso de sospecha de ALPV se

debe acudir inmediatamente con el médico pediatra del niño.

Al ser un trastorno autoinmune, no se tiene bien establecido como evitar desarrollarla más que

con el estándar de oro de una lactancia materna exclusiva y una ablactación adecuada, aunque

estudios recientes sugieren que una introducción temprana a los posibles alimentos alérgenos

resulta ser beneficiosa, ya que los lactantes redujeron la frecuencia de sufrir ALPV, esto nos

permitiría diseñar diferentes estrategias de prevención en el futuro. Afortunadamente el

diagnóstico de APLV se ha mejorado en los últimos años debido a la producción de materiales

de prueba estandarizados tales como alérgenos naturales purificados y proteínas recombinantes.

Actualmente en México no se tiene una cifra exacta de cuantos niños padecen este trastorno, se

estima que la incidencia varía entre el 5-7%. Los síntomas más frecuentes encontrados en los

pacientes, son los gastrointestinales, seguidos de los respiratorios y cutáneos. Un diagnóstico

correcto definirá el éxito de tratamiento, pues según la causa de la alergia será definido el

tratamiento a segur, es por esto que se sugiere un seguimiento adecuado junto con el pediatra y

un nutriólogo para evitar deficiencias en la dieta y desarrollo del niño puesto que la exclusión de

la leche de vaca conlleva a restringir uno de los alimentos básicos más importantes por su alta

fuente de proteínas y calcio, así como lograr un balance no afectando en ningún momento la

calidad de vida del paciente.

Page 20: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

20

REFERENCIAS

Alonso Lebrero, E., Fuentes Aparicio, V., & Zapatero Remón, L. (2010). Inducción de tolerancia

en alergia a alimentos. Boletin de Pediatria, 50(2), 80–86.

Audiffred-González, I., Morfin-Maciel, B. M., García-Juárez, R. J., Simón-Gómez, C., & Flores-

Fuentes, M. (2013). Alergia a las proteínas de leche de vaca en niños con discapacidad.

Revista Alergia Mexico.

Berni CR, Nocerino R, Terrin G, Frediani T, Lucarelli S, Cosenza L, Passariello A, Leone L,

Granata V, Di Costanzo M, Pezzella V, Troncone R. Formula selection for management of

children with cow’s milk allergy influences the rate of acquisition of tolerance: a

prospective multicenter study. J Pediatr. 2013

Fernando, J., Ch, V., & V, A. R. (2013). Síntomas digestivos y respuesta clínica en lactantes con

alergia a la proteína de leche de vaca, 84(6), 641–649.

Fiocchi, A., Brozek, J., Bahna, S. L., Von, A., Beyer, K., Bozzola, M., … Sampson, H. (n.d.).

Pautas de la Organización Mundial sobre Alergia ( World Allergy Organization o WAO )

para el Diagnóstico y Fundamento de la Acción Contra la Alergia a la Leche de Vaca (

Diagnostic and Rationale for Action against Cow ’ s Milk Allergy o DRACMA ).

Hochwallner, H., Schulmeister, U., Swoboda, I., Spitzauer, S., & Valenta, R. (2014). Cow ’ s

milk allergy : From allergens to new forms of diagnosis , therapy and prevention. Methods,

66(1), 22–33. http://doi.org/10.1016/j.ymeth.2013.08.005.

Ladino Melendez L, Velazquez O.. (2010). Requerimentos y recomendación de nutrientes. En

Nutridatos(132). Medellin: Health Book´s.

Page 21: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

21

Laurrabaquio-miranda, A. M., Rodríguez-santos, O., & Celio-murillo, R. (2016). Alergia a

proteínas de la leche de vaca en centros de salud de México y Cuba, 25(3), 84–88.

Lifschitz, C., & Szajewska, H. (2015). Cow ’ s milk allergy : evidence-based diagnosis and

management for the practitioner, 141–150. http://doi.org/10.1007/s00431-014-2422-3

Luyt, D., Ball, H., Makwana, N., Green, M. R., Bravin, K., Nasser, S. M., & Clark, A. T. (2014).

BSACI GUIDELINES BSACI guideline for the diagnosis and management of cow ’ s milk

allergy Experimental Allergy, 642–672. http://doi.org/10.1111/cea.12302

Marchisone, D. S. (2009). Propuesta de Guía para el manejo de los niños con alergia a la

proteína de la leche de vaca, 107(5), 459–470.

Miquel, D. I., & Arancibia, D. M. E. (n.d.). Artículo de revisión Alergia a proteína de leche de

vaca , enfrentamiento diagnóstico y manejo en el lactante menor de un año, 194–201.

Navarro, R., Sandra, D., Inclán, P., Rosales, F. E., Pérez, G. L., María, D., … Pérez, N. R.

(2005). Consenso Consenso de Alimentación en el Niño con Alergia Alimentaria.

Asociación Mexicana de Pediatría, 26(5), 270–292.

Nicolaou, N., Tsabouri, S., & Priftis, K. (2014). Reintroduction of Cow’s Milk in Milk-Allergic

Children. Endocrine, Metabolic & Immune Disorders - Drug Targets, 14(1), 54–62.

https://doi.org/10.2174/1871530314666140121150228

Robles-vargas, M. T., Sienra-monge, J. J. L., Río-navarro, B. E. Del, Reyes-lópez, A., & Río-

chivardi, J. Del. (2014). Frecuencia de alergia a las proteínas de la leche de vaca y su

asociación con otras enfermedades alérgicas en pacientes del Hospital Infantil de México

Page 22: DIPLOMADO EN NUTRICIÓN INFANTIL

22

Federico Gómez Frequency of allergy to cow ’ s milk proteins and its association to other

allergic diseases in patients of Hospital Infantil de Mexico, 288–297.

Sánchez, J., Restrepo, M. N., Mopan, J., Chinchilla, C., & Cardona, R. (2014). Alergia a la leche

y al huevo : diagnóstico , manejo e implicaciones en América Latina.

Zubeldia M., Baeza M, Jauregui I, Senent C, Libro de las enfermedades alérgicas de la

fundación BBVA, 1ª ed, España, Fundación BBVA, 2012.