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Maracay, Sábado 16 de octubre de 2010 Crónicas del Olvido El horizonte de las palabras: La literatura hispanoamericana en perspectiva japonesa (Conversaciones con académicos y traductores) -ALBERTO HERNÁNDEZ- 1.- E l avión que lleva al poeta y académico venezolano vira hacia un espacio donde las palabras se reencuentran. Se ven cara a cara. Se hacen dos idiomas totalmente separados, pero a la vez hermanados gra- cias a la poesía, a las voces que cuentan, a las que revisan sus secretos. Más allá de cualquier raya en la distancia, aparece otro mundo, las llamadas antípodas, el mundo del otro lado de la tie- rra. Gregory Zambrano, viajero impenitente gracias a sus logros universitarios, vuela sobre el glo- bo terráqueo: lo espera la cultu- ra del Sol Naciente, lo espera la enigmática Japón, una tierra plena de islas en medio de un mar de ruidos y silencios, invier- nos y veranos que hincan más en el alma que en la piel. Una vez en ese lugar, gracias al Instituto Cer- vantes de Tokio y a la Fundación Japón, quienes tomaron como be- cario a nuestro poeta, gracias también a las bondades del Pro- grama de Estudios Japoneses, Gregory Zambrano se dedicó a estudiar, a dar clases, pero sobre todo a aprender de aquella gente de ojos rasgados, de piel clara de sol marcada por los trazos deli- neadores del talco de la memoria. De esa experiencia -que duró un año-, el investigador logró en- trevistar a un importante gru- po de académicos y traductores nipones, dedicados a bucear en la literatura y cultura nuestras. Digamos que Gregory Zambra- no fue a revisarse -a pasar por el tamiz de variadas opiniones que le rozaban el espíritu, los cartí- lagos de su nacionalidad ameri- cana- las ansias de saberse tam- bién mundo, universo, plurali- dad. Pues bien, por esa pasión buscadora Zambrano produjo el libro El horizonte de las pala- bras: la literatura hispanoame- ricana en perspectiva japonesa (Conversaciones con académicos y traductores), editado en Tokio en 2009 por el mencionado Ins- tituto de la capital de ese lejano y bello país asiático. 2.- La aventura de este libro co- mienza con unas palabras del autor en las que destaca la pre- sencia de la Asociación Japone- sa de Hispanistas, creada en 1955, y que "cuenta con unos 400 hispanistas japoneses y ex- tranjeros residentes en Japón". Otro dato nos acerca a la Aso- ciación Japonesa de Estudios La- tinoamericanos, entre otras. De modo que estamos hablando de una importante población aca- démica dedicada a la cultura de nuestro continente, a nuestra lengua, a nuestra literatura. Cuenta Zambrano que del tra- bajo de ambas instituciones han nacido las traducciones de libros de García Márquez, Vargas Llo- sa, Borges, Cortázar, Neruda, Onetti, Fuentes, Puig, Argue- das, entre otros más. Esta labor comenzó en los años sesenta. De modo que se trata de un largo trecho que ha dado como resul- tado el acercamiento entre dos mundos que ya se reconocen. Por eso dice Zambrano en la presen- tación: "Estas conversaciones revelan la disposición y el áni- mo tendientes a fortalecer el estudio de la lengua castellana y a impulsar en las jóvenes ge- neraciones de japoneses el rico legado de la cultura hispánica". 3.- No supimos la hora de los en- cuentros. Ni el lugar o los luga- res, pero Gregory Zambrano lo- gró hablar con Tadashi Tsuzu- mi, un viejo profesor de la Uni- versidad Hosei de Tokio, quien ha traducido de Carpentier Guerra del tiempo, Concierto barroco, Los pasos perdidos; de García Márquez Cien años de so- ledad, El otoño del patriarca, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abue- la desalmada. También ha tra- bajado a Puig, Borges y Onetti. Zambrano estableció una plá- tica fluida y abierta con este hombre que sabe mucho de no- sotros. Fumiaki Noya es otro de los contactados para esta obra. Es profesor de la Universidad de Tokio en la Facultad de Filoso- fía y Letras en la Escuela de Postgrado de Humanidades y Sociología. Ha traducido a Gar- cía Márquez (Crónica de una muerte anunciada), a Cortázar (Queremos tanto a Glenda), a Vargas Llosa (La tía Julia y el escribidor), a Borges (Siete no- ches), a Paz (Águila o sol), a Neruda (Alturas de Machu Pic- chu), a José Donoso, etc. En estas páginas también es- tán Yoko Imai quien trabaja en la Universidad de Kyoto Sangyo en literatura latinoamericana. Es graduada en Lenguas Extran- jeras en Osaka, Departamento de Español. Esta mujer tiene una relación estrecha con Argentina, con Madrid y con Chile. Ha es- crito sobre Cortázar, Donoso, Isa- bel Allende y Juan Rulfo. Con el traductor Akira Sugiyama el discurso también es fluido y den- so. Este japonés nació en Perú. Vive en Tokio. Ha hecho docto- rados en Japón, México y Espa- ña. Es profesor en la Universi- dad Seisen. Y ha trabajado a Vargas Llosa (La ciudad y los perros), Rulfo (Pedro Páramo, El llano en llamas), Arguedas (Los ríos profundos, Yawar fiesta), Rodrigo Rey Rosa (Que me ma- ten si…, El salvador de buques, La orilla africana)… 4.- Más adelante conversan con Gregory Zambrano Noriaki Takabayashi Iwasaki, quien también ha trabajado temas de autores de nuestro patio, co- rrientes como el realismo má- gico, para ubicar a Asturias en Guatemala, entre otras perso- nalidades del mundo de las le- tras. Ayako Saitou es profesora de la Universidad de Tokio. Hizo un Máster en Arte en Estados Unidos. Ha escrito sobre la lite- ratura latinoamericana y ha elaborado antologías de novelas de autoras como Luisa Valen- zuela, entre otras. Cernuda fue traducido al japonés por esta mujer. Otros entrevistados fueron Takaatsu Yanagihara, Kenji Ma- tsumoto, Makoto Onishi y Ryu- kichi Terao, quienes también han estudiado y escrito sobre nuestros escritores, secretos y enigmas culturales. Muy bien lo dijo Gregory Zambrano en la entrada a su li- bro: "Nuevos escritores han vis- to sus obras traducidas y han podido visitar el "país del sol na- ciente" gracias al apoyo de diver- sas instituciones, entre ellas muy especialmente la Funda- ción Japón. La labor emprendi- da por tantos académicos y tra- ductores, con soporte institucio- nal, ha tenido continuidad en el tiempo y se ha visto reforzada en los últimos años gracias al Instituto Cervantes, cuya sede en Tokio ha acogido a un conjun- to apreciable de escritores repre- sentativos de América Latina y ha propiciado encuentros para la difusión de las letras…". Si bien el autor más traduci- do en Japón es García Márquez, también es cierto que el resto de América Latina ha aportado una gran cantidad de nombres notables, ya celebrados en Oc- cidente, pero también de auto- res menos consagrados, quienes en Japón han comenzado a ser pronunciados.

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Edición del sábado 16 de Octubre del 2010

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Maracay, Sábado 16de octubre de 2010

Crónicas del OlvidoEl horizonte de las palabras:

La literatura hispanoamericanaen perspectiva japonesa

(Conversaciones con académicos y traductores)-ALBERTO HERNÁNDEZ-

1.-

El avión que lleva al poeta yacadémico venezolano vira hacia un espacio donde las

palabras se reencuentran. Seven cara a cara. Se hacen dosidiomas totalmente separados,pero a la vez hermanados gra-cias a la poesía, a las voces quecuentan, a las que revisan sussecretos. Más allá de cualquierraya en la distancia, aparece otromundo, las llamadas antípodas,el mundo del otro lado de la tie-rra. Gregory Zambrano, viajeroimpenitente gracias a sus logrosuniversitarios, vuela sobre el glo-bo terráqueo: lo espera la cultu-ra del Sol Naciente, lo espera laenigmática Japón, una tierraplena de islas en medio de unmar de ruidos y silencios, invier-nos y veranos que hincan más enel alma que en la piel. Una vez enese lugar, gracias al Instituto Cer-vantes de Tokio y a la FundaciónJapón, quienes tomaron como be-cario a nuestro poeta, graciastambién a las bondades del Pro-grama de Estudios Japoneses,Gregory Zambrano se dedicó aestudiar, a dar clases, pero sobretodo a aprender de aquella gentede ojos rasgados, de piel clara desol marcada por los trazos deli-neadores del talco de la memoria.

De esa experiencia -que duróun año-, el investigador logró en-trevistar a un importante gru-po de académicos y traductoresnipones, dedicados a bucear enla literatura y cultura nuestras.Digamos que Gregory Zambra-no fue a revisarse -a pasar por eltamiz de variadas opiniones quele rozaban el espíritu, los cartí-lagos de su nacionalidad ameri-cana- las ansias de saberse tam-bién mundo, universo, plurali-dad. Pues bien, por esa pasiónbuscadora Zambrano produjo ellibro El horizonte de las pala-bras: la literatura hispanoame-ricana en perspectiva japonesa(Conversaciones con académicosy traductores), editado en Tokioen 2009 por el mencionado Ins-tituto de la capital de ese lejanoy bello país asiático.

2.-La aventura de este libro co-

mienza con unas palabras delautor en las que destaca la pre-sencia de la Asociación Japone-sa de Hispanistas, creada en1955, y que "cuenta con unos400 hispanistas japoneses y ex-tranjeros residentes en Japón".Otro dato nos acerca a la Aso-ciación Japonesa de Estudios La-tinoamericanos, entre otras. Demodo que estamos hablando deuna importante población aca-démica dedicada a la cultura denuestro continente, a nuestralengua, a nuestra literatura.Cuenta Zambrano que del tra-bajo de ambas instituciones hannacido las traducciones de librosde García Márquez, Vargas Llo-sa, Borges, Cortázar, Neruda,Onetti, Fuentes, Puig, Argue-das, entre otros más. Esta laborcomenzó en los años sesenta. Demodo que se trata de un largotrecho que ha dado como resul-tado el acercamiento entre dosmundos que ya se reconocen. Poreso dice Zambrano en la presen-tación: "Estas conversaciones

revelan la disposición y el áni-mo tendientes a fortalecer elestudio de la lengua castellanay a impulsar en las jóvenes ge-neraciones de japoneses el ricolegado de la cultura hispánica".

3.-No supimos la hora de los en-

cuentros. Ni el lugar o los luga-res, pero Gregory Zambrano lo-gró hablar con Tadashi Tsuzu-mi, un viejo profesor de la Uni-versidad Hosei de Tokio, quienha traducido de CarpentierGuerra del tiempo, Conciertobarroco, Los pasos perdidos; deGarcía Márquez Cien años de so-ledad, El otoño del patriarca, Laincreíble y triste historia de lacándida Eréndira y de su abue-la desalmada. También ha tra-bajado a Puig, Borges y Onetti.Zambrano estableció una plá-tica fluida y abierta con estehombre que sabe mucho de no-sotros. Fumiaki Noya es otro delos contactados para esta obra.Es profesor de la Universidad deTokio en la Facultad de Filoso-fía y Letras en la Escuela de

Postgrado de Humanidades ySociología. Ha traducido a Gar-cía Márquez (Crónica de unamuerte anunciada), a Cortázar(Queremos tanto a Glenda), aVargas Llosa (La tía Julia y elescribidor), a Borges (Siete no-ches), a Paz (Águila o sol), aNeruda (Alturas de Machu Pic-chu), a José Donoso, etc.

En estas páginas también es-tán Yoko Imai quien trabaja enla Universidad de Kyoto Sangyoen literatura latinoamericana.Es graduada en Lenguas Extran-jeras en Osaka, Departamento deEspañol. Esta mujer tiene unarelación estrecha con Argentina,con Madrid y con Chile. Ha es-crito sobre Cortázar, Donoso, Isa-bel Allende y Juan Rulfo. Con eltraductor Akira Sugiyama eldiscurso también es fluido y den-so. Este japonés nació en Perú.Vive en Tokio. Ha hecho docto-rados en Japón, México y Espa-ña. Es profesor en la Universi-dad Seisen. Y ha trabajado aVargas Llosa (La ciudad y losperros), Rulfo (Pedro Páramo, Elllano en llamas), Arguedas (Los

ríos profundos, Yawar fiesta),Rodrigo Rey Rosa (Que me ma-ten si…, El salvador de buques,La orilla africana)…

4.-Más adelante conversan con

Gregory Zambrano NoriakiTakabayashi Iwasaki, quientambién ha trabajado temas deautores de nuestro patio, co-rrientes como el realismo má-gico, para ubicar a Asturias enGuatemala, entre otras perso-nalidades del mundo de las le-tras. Ayako Saitou es profesorade la Universidad de Tokio. Hizoun Máster en Arte en EstadosUnidos. Ha escrito sobre la lite-ratura latinoamericana y haelaborado antologías de novelasde autoras como Luisa Valen-zuela, entre otras. Cernuda fuetraducido al japonés por estam u j e r .

Otros entrevistados fueronTakaatsu Yanagihara, Kenji Ma-tsumoto, Makoto Onishi y Ryu-kichi Terao, quienes tambiénhan estudiado y escrito sobrenuestros escritores, secretos yenigmas culturales.

Muy bien lo dijo GregoryZambrano en la entrada a su li-bro: "Nuevos escritores han vis-to sus obras traducidas y hanpodido visitar el "país del sol na-ciente" gracias al apoyo de diver-sas instituciones, entre ellasmuy especialmente la Funda-ción Japón. La labor emprendi-da por tantos académicos y tra-ductores, con soporte institucio-nal, ha tenido continuidad en eltiempo y se ha visto reforzadaen los últimos años gracias alInstituto Cervantes, cuya sedeen Tokio ha acogido a un conjun-to apreciable de escritores repre-sentativos de América Latina yha propiciado encuentros parala difusión de las letras…".

Si bien el autor más traduci-do en Japón es García Márquez,también es cierto que el resto deAmérica Latina ha aportadouna gran cantidad de nombresnotables, ya celebrados en Oc-cidente, pero también de auto-res menos consagrados, quienesen Japón han comenzado a serpronunciados.

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Contenido Maracay, Sábado 16 de octubre de 201010Jairo Aníbal Niño:

Historias espaciales y especiales“A los niños no hayque hablarles…hay que escucharlos”

-SILVIA LIDIA GONZÁLEZ-

Siempre lleva algo blanco: la ca-misa, los tirantes, el saco, los za-patos, o tal vez el alma de nubeque se extiende como una hojalimpia cuando cuenta sus histo-rias, guiado por una pluma vio-leta, con alas de poesía.

Jairo Aníbal Niño no respon-de a las preguntas. Las captura,las rebota en el piso, las desar-ma, las lanza al cielo, las estiracomo goma de mascar, las sabo-rea y las guarda en el bolsillopara seguir jugando más tarde.

Alguien debe haberle puestoen el apellido una condición devida. El escritor colombiano,guionista de cine, pintor, poetay loco que presentó la Feria In-ternacional del Libro Universi-tario de Mérida, es capaz de ha-cer, desde sus palabras, las re-flexiones más serias, las hipóte-sis sobre el funcionamiento de laenseñanza y las críticas socialesmás agudas e inteligentes, quesólo un niño podría formular.

De ahí parte su filosofía: "a losniños no hay que hablarles; hayque escucharlos". Su vida hansido los cuentos infantiles, perono sólo porque sean para niños,sino porque surgen de ellos. Y haytal sabiduría en sus obras, quecientíficos de la Universidad Na-cional Autónoma de México apo-yan estudios sociales en sus plan-teamientos. Están presentes ensus cátedras de Literatura en laUniversidad Nacional, en Colom-bia, y son una herramienta parainvestigadores pedagógicos en laUniversidad de Los Andes.

¿Qué enseña en su cátedra?No enseño nada.

¿Qué hace entonces en su cátedra?No sé.

¿Qué le dicen que enseña en sucátedra?

Muchas cosas. Dicen que pro-picio la libertad, el enamora-miento... Un día en la Cátedrade Literatura, de la UniversidadNacional conversaba con mismuchachos sobre la poesía y medi cuenta de la contradicción alver las paredes del aula. Está-bamos encerrados, y la poesíaes alada. Nos fuimos entoncestodos al aeropuerto de Guaima-ral (¡qué palabra tan linda!),con mis amigos los aviadores. Alfinal de la tarde uno de ellos te-nía que despegar hacia Carta-gena de Indias. Y había en micurso una pareja preciosa. Notenían nada, eran pobres comoratones de iglesia heterodoxa,pero eran ricos porque estabanenamorados. Mis clases eran tanbuenas que se enamoraba lagente. Entonces el aviador losvio, sonrió y tembló. "Nos vamosa Cartagena de Indias, por mi

cuenta", decidió. Y la pareja seemocionó: "Sí, a Cartagena deIndias". Yo los vi y les dije: "tie-nen cinco, no se preocupen. Yoarreglo con los demás profeso-res, tienen cinco en todo. No seafanen en volver. Quédensetodo el tiempo, toda la vida siquieren, y gracias por su amor".

¿Cómo hablarles de amor a losniños que viven en un tiempo deguerra y conflictos?

No hay que hablarle a los ni-ños. Hay que escucharlos. Enmedio de la guerra, esos niñosconservan invicto su corazón.Los adultos son los que tienenque aprender de ese coraje yese valor. Revelar en la acti-tud de los niños la estupidez dela guerra, que es la absolutaausencia de pensamiento, deamor. En el fondo, uno compa-dece a los verdugos, a quienescausan dolor, porque han re-nunciado a lo humano.

Estos tiempos de turbulencia nospresentan esa ausencia dehumanidad...

Nos han metido en la trampapolítica del horror. Nos dicen queel mundo se acabó, y no escierto...En mi libro Los papelesde Miguela, está la historia deuna niña sometida a un trata-miento doloroso en un hospital,

donde empiezan a aparecermensajes de esperanza por todoslados, y una doctora, que es mihija, los descubre y se hace ami-ga de Miguela. Entre ellos, ha-bía frases bellas de los niños,como: "Después de 9 meses degestación, el bebé da a luz unamadre".Cuando Miguela se vadel hospital, la doctora se dacuenta que los mensajes empie-zan a aparecer por toda la ciu-dad: en los autobuses, en las ca-feterías, y ahí ella rescata el pri-mer papelito, que dice: "En lostiempos oscuros, debes aprendera mirar las estrellas. Pero no to-das están arriba. El planeta Tie-rra flota y gira en el espacio, yes necesario que sepas que, mien-tras caminas, miles y miles deestrellas brillan bajo tus pies".

Si esa visión negativa es unatrampa política ¿será que lospolíticos dejaron de ser niños?

Tal vez. O no lo fueron, comodice aquí Armando José Seque-ra. En los niños hay una sabidu-ría universal. Yo no he conocidoa ningún ministro de Educaciónque haya tenido la inteligenciaelemental de acercarse a un ase-sor de 6 años de edad. Se meteríaen un lío porque el niño, por logeneral, no va a esas oficinas queson horribles, no le interesaríael contrato. Entonces el ministro

tendría que ir a donde vive elniño. Aprender a montar bicicle-ta otra vez, porque para ser mi-nistro tuvo que haberse olvidadode eso. Y sentarse con el peladito-o chamito, como le dirían aquí-a comerse una helado de choco-late, con la libertad y la limpiezade corazón que se necesitan paracomerse un helado de chocolate,para que sea realidad, y no unaficción, que no sabe a nada...

Hay que ser muy inteligente parahablar con los niños...

Por supuesto. Hay que pensarmucho. Los adultos siempre lehan pedido visa a los niños, salvoexcepciones. El niño tiene quepedir permiso y el mayor le indi-ca: ¡quieto, cállese, yo soy el quesé, usted siéntese y aprenda...!

En muchos de nuestros países,la perversión de la dependencia,el espíritu colonial, impone.Apelando a la ciencia, Piaget, porejemplo, que estudió a niños sui-zos, nos llega acá y parece que,con respecto a sus observaciones,nuestros niños están atrasados.Pero tú ves una niña chiquita,de Caracas o de Bogotá, queatiende a sus hermanitos porquela mamá salió a trabajar; pre-para el desayuno y tiene quecomprar el pan y contar muybien las monedas, porque si seequivoca le dan en la geta... El

pensamiento, la motricidad, elsentido espacial de nuestros ni-ños se manifiesta de otra mane-ra. Cada niño es una maravilla,de acuerdo a sus circunstancias.

¿En qué momento pueden ir de lamano niños y adultos?

La infancia no es un lapso, esuna condición. Todo lo que hemosfraccionado, nos ha debilitado.Somos seres orgánicos con lavida, con lo que nos rodea. No hayque imponer fronteras, ni etapas.Nos dicen que el niño pasa a serpreadolescente, y después adoles-cente, y luego adulto. Y ¿en quémomento desaparecen esas fasesanteriores? Acaso cuando se lle-ga a la adolescencia ¿desapareceel preadolescente? En realidad, lointegramos: somos adulto, joven,niño, bebé, feto.

Entonces el niño ¿puede sertambién un adulto?

Sí, porque nacemos con unaherencia cultural de todos lostiempos. No sólo tiene que vercon un concepto biológico prima-rio. Nacemos con la memoria dela especie, como aquel personajedel cuento "La peste roja" de JackLondon, que tenía momentos depánico, porque lo asaltaban lostigres y las fieras más temiblesde su pasado. Estaban ahí, en susangre, y en su memoria

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Maracay, Sábado 16 de octubre de 2010 Contenido 31MEMORIAS DE HIELO Y SOL

En la memoria del hombre,hay muchas historias de niño,de Jairo Aníbal Niño. Resultafútil el intento por descifrar dón-de sus recuerdos, hilvanadossiempre a lobos, osos, mariposas,flores, lluvia y seres bellos, tie-nen una puntada de fantasía.Tan inútil como pretender expli-car el brote de los interminablesy coloridos pañuelos de seda, dela chistera de un mago.

El escritor es reconocido yaplaudido en muchos países,como cuenta-cuentos. Una pala-bra se repite en sus narraciones,que mucho tienen que ver consus experiencias lejanas al tró-pico: el estremecimiento. JairoAníbal Niño tiembla cuando re-cuerda el hielo invernal de Islan-dia, lo mismo que el sol calcinantedel desierto mexicano. Pero todose torna calidez, cuando las mis-mas estaciones son parte de sushistorias de amor.

Cuenta que en alguna oca-sión, cuando viajaba a mediano-che desde Nueva York a París,decidió tomar el vuelo más eco-nómico, que daba una vueltacercana al polo norte, con vistaa las Aleutianas y la barriga delmundo, y escala en Reykiavik.

"La nieve me era familiar.Pero aquello era un planeta azul,de cristal. Todo era hielo, y alfinal alcancé a ver una monta-ña con un volcancito y un hiloincandescente, como el del Prin-cipito. Entonces le dije a la aza-fata: yo me quedo aquí. No, se-ñor, me decía, usted va a París.Que no, que me quedo aquí. ¿Ysu maleta?, me preguntó. No meimporta, yo me quedo aquí. Bajéa la pista, me crujían los huesos,con mi maletincito de mano enel pecho, empecé a caminar porla pista y de pronto veo las caraspegadas junto a los cristales,como los niños cuando están fren-te a una bizcochería, o en unacuario, donde los peces parecencaramelos. Entonces supe que al-gunos de esos hombres quisieronhacer lo mismo que yo, pero fuesu absoluta desgracia, porque nolo hicieron..."

Sin conocer una palabra de is-landés, el colombiano se las inge-nió para entender las expresio-nes de los asombrados anfitrionesque salieron entonces de la casabellísima de abeto a pelearse poralojarlo, tras el acontecimiento.Y así -cuenta- vivió seis meses,de casa en casa, aprendiendo delos islandeses la preparación delaguardiente de cerezas, y el ri-tual del sacrificio del reno, en elque un hombre desnudo sale alhielo a pedirle perdón a la vidapor tomar otra vida, y habla conel animal, para entablar una re-lación donde no hay dolor nicrueldad, sino amor.

De los bosques surrealistas,blancos, de leche, Jairo AníbalNiño, extrae también la ense-ñanza de la fuerza que mueve alos trineos de caballos: "Los llevael sonido de los cascabeles, no elarrastre de los animales". Y elconsejo de los abuelos para saberdistinguir el aullido, del cantode los lobos.

El temblor de su relato inver-nal en el polo, puede cambiar detono, como los cielos en el hori-zonte, y pasar a las experienciasmás insólitas en el desierto delnoreste mexicano. Allá, en Mon-terrey, donde el sol reta a los ter-mómetros a llegar a los 50 gra-dos, el amigo Catarino Garza lollevó a los desiertos, a descubrir,entre las rocas incendiadas, cómoel suave polen de la lluvia, puededanzar con un canto indígena,

para despertar en una noche, alas flores más insospechadas.

LOS MEDIOS, EL PODERLos niños ¿tienen poder?

No, los niños tienen fuerza. Elpeligro es que hay un sistema deadultos que quiere robarle los sue-ños a los niños. Y convertirlos enhombres de poder. Dictarles to-dos esos arquetipos de acumula-ción de dinero y prestigio, que sonuna propuesta mediocre, porqueni siquiera en la infamia haygrandeza. La propuesta es que lagente se venda, pero ni siquierapor una isla en el Caribe, un ve-lero blanco o un avión en el espa-cio, sino por un apartamentico,un carrito compacto...

Los niños juegan a ser adul-tos, pero vuelven a su mundo...

No, los niños juegan a ser ni-ños, pero son tan inteligentes queobservan todo lo que hay en elmundo adulto y se lo apropian,pero no como un tributo a laadultez, sino a un sueño.

¿Ha encontrado niños buenos yniños malos?

No los estoy idealizando, perocreo que no hay maldad en losniños. Hay una frase terrible quese escucha siempre en las escue-las: ¡a la salida nos vemos! Esofue lo que se dijeron Héctor yAquiles, en La Ilíada. Probable-mente Homero narró una pelea

de niños. Es terrible el enfrenta-miento, sin embargo, a los po-cos minutos los niños están sin-ceramente reconciliados, y setoman de la mano, y se van jun-tos a la heladería. Por el contra-rio, hay adultos que le dedicantoda su vida al rencor, al odio.Además, pretenden enseñar alos niños de la manera más es-túpida; el que funge como adul-to, lleno de poder, les grita unsermón y los humilla delante detodos los compañeros del colegio:"¡reconcíliense!, eso de pelear esmalo ¡pídanse disculpas!, ¡no seoye, más fuerte!". Los niños, aúncon su ojo negro o sangre en lanariz, ven al idiota ése y no en-tienden su discurso, porque sa-ben que ese señor horrible lepega a su mujer y maltrata alos niños, pero tiene poder.

Los medios, como la televisión ylas nuevas tecnologías, ¿sirvenpara su propósito de fomentaramor?

El medio es maravilloso, peroa veces lo llenan de cosas estúpi-das, y la estupidez también esuna trampa política. El proble-ma es asumir la responsabili-dad. Hay mamás que se quejande la educación de los hijos, perocuando ellos llegan, no enchu-fan el televisor, enchufan a losniños, para no pensar y sentar-se a conversar con ellos.

Del Internet y las tecnologías,uno tiene derecho a acercarse o noa ellas. Yo todavía escribo a mano,porque aliso el papel, lo huelo, ca-mino por el campo, converso conlos animales y escribo con tintavioleta...no podría hacer todo esofrente a la pantalla de un compu-tador. Pero hay que escritores quesí lo hacen, y me parece bueno...Al final, esperemos que esta tecno-logía sirva para algo más que trá-mites bancarios y cobro de im-puestos. En el futuro, que sea paraque una abuelita de Alaska inter-cambie recetas de cocina con unade Australia. Ojalá que ningún serhumano maravilloso cometa elerror de pedir que alguien se casecon él o ella, por un correo electró-nico... todavía se puede volar vien-do a los ojos de una persona.

A Jairo Aníbal Niño, a quien tantole gusta volar, ¿hacia dónde lollevan sus alas?

A las estrellas, siempre. Todoencuentro con mis amigos, es unencuentro con el cosmos, con losorígenes. Y allá voy siempre conmis amores, todos: mis hijos, mimujer, mis amigos, los perros ylos gatos, las ballenas, las mari-posas, el sol, los marcianos. Y,por supuesto, los que son comoyo, los niños, que sí me entien-den cuando les digo que yo soycomo ellos, nací aquí, en el pla-neta Tierra.

BITÁCORA DE VUELOLa nave de Jairo Aníbal Niñoaterrizó en este planeta, poraquellas tierras colombianas deBoyacá, en 1941. De su encuen-tro infantil con libros, aviadores ygitanos, y de sus oficios comoaprendiz de teatro y marinero enla juventud, han surgido muchasde sus creaciones. En 1966 y1967, su obra El monte calvoganó varios premios en Colombiay Francia. Con Zoro, obtuvo elPremio Nacional de LiteraturaEnka, en 1977. En México fuereconocido con el PremioIberoamericano Chamán, y elPremio Caracol, como narrador.Ha merecido otros galardones enEspaña, Suiza y Cuba, por libroscomo Preguntario y La alegría dequerer.Ha sido director de la BibliotecaNacional y catedrático enuniversidades de Colombia. Susobras han sido traducidas elinglés, francés, alemán, portu-gués, finlandés, eslovaco y chino.

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Contenido Maracay, Sábado 25 de septiembre de 201032

I...Llegaste mucho antes que la mañana, con un quiquiriquí nublado ydistante. Emplumada tu sonrisa en la acariciante madrugada… Encantasteal rocío después a abrir los ojos y le diste al sol ésta tonalidad sepia conla cual te estoy recordando...

IIAún cuando no estásconservas los hábitos cotidianos del día...Eres un árbol, una dulce sombrauna mandarina muy anaranjada que en tus ojos esconde sus semillas.Por tu piel transcurre la mañana...fría tibia plena de luz...Al medio día cosechas los soles sembrados en tu frentey los relámpagos silenciosos que desfilan tus cabellos...Hay una casa en el atardecer que te cobijaque te espera, que es capaz de moverse...Desde allí te miro con ojos tenacesmuy de cerca cuando cae la noche...

IIITe metiste de madrugada como una serenata...Sin el sosiego ni el calor de una sábanaCon muy poca luz y muchas caricias…

Te viste risueña y opaca…Decidida y silenciosa como serpienteque ensarta su filamento hasta sentirse segura…

al beberte la oscuridad te marchastea proseguir los instantesprecisos, preciosos e impresionantes de tus piernasen la mañana vertical que recién acaba…

IVAlgo de ti ronda esta noche…el insomnio festeja el final del día congran descaro.Algo de manos y uñas corren el velo desnudo...es un espanto vil y corredizo que martilla este recuerdo a carcajadas..La noche es una cabellera recién lavada y húmeda,Luna grande con ojo de ciego q alumbray hace que la oscuridad se mire en perfecta claridad…Algo de ti se extingue en los reflejos…pero también algo de ti perdura como ellos.Tiembla, se superpone y vibra…hierven animalesen la noche…mientras que grillos y luciérnagas trepan la erecta cola de ungato…Alguien silba… bosteza…alguien penetra en otra sombra…Otros bajan de sus sueños que no son ciertos a recoger piedras preciosas…pero la alcancía de la nocheviene con un hoyo negro en el fondo……todo tiene y nada vale…Habría que someter a la noche,amarrarla de algún árbol, pellizcarla muchas veces, torturarla hasta quehabley no dejarla dormir hasta que amanezca…

IVSeguramente no eres más que una oraciónun milagro urbanoque levita sobre el asfalto…El prodigio de la lluvia que mojay rueda por tus cabellos,Mientras la tarde media dormida y saturada de mármolesintenta cincelar la noche…La noche es una estatua oscura acorralada de voces…

Toda noche, toda oscura…-GUSTAVO SOLANO-