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4 Cali sector del Cementerio Central, aerofotografia IGAC Feb. 1957. TERRITORIO, CONSTRUCCION Y ESPACIO ISSN 0124-0331 CITCE Revista Revista CITCE Territorio, Construcción y Espacio Julio/Diciembre de 2002 EDICION SEMESTRAL - JULIO/DICIEMBRE DE 2002 Arquitectura funeraria: El cementerio Central de Cali Arquitecturas del Veraneo: El caso de La Cumbre Mudejarismo y Arquitectura en la Nueva Granada, Siglo XVIII Materiales y Sistemas alternativos para la vivienda: Los Muros Tendinosos Archivos de arquitectura y urbanismo: Ideas iniciales y primeras experiencias Las jaulas urbanas de Cali y la dimensión simbólica de los espacios en la arquitectura

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Centro de Investigaciones CITCETerritorio, Construcción y Espacio

Sede Universitaria Meléndez. Edificio 380, 5° Piso.Universidad del Valle

e-mail: [email protected]: 3212383

TERRITORIO, CONSTRUCCION Y ESPACIO

ISSN 0124-0331

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EDICION SEMESTRAL - JULIO/DICIEMBRE DE 2002

Arquitectura funeraria: El cementerio Central de CaliArquitecturas del Veraneo: El caso de La Cumbre

Mudejarismo y Arquitectura en la Nueva Granada, Siglo XVIIIMateriales y Sistemas alternativos para la vivienda: Los Muros Tendinosos

Archivos de arquitectura y urbanismo: Ideas iniciales y primeras experienciasLas jaulas urbanas de Cali y la dimensión simbólica de los

espacios en la arquitectura

Universidaddel Valle

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Revista CITCERevista CITCE

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Editorial 2

Arquitectura funeraria: El cementerio Central de CaliRicardo Hincapié Aristizabal 3

Arquitecturas del Veraneo: El caso de La CumbreFrancisco Ramírez Potes

Jaime Gutiérrez Paz 18

Mudejarismo y Arquitectura en la Nueva Granada,Siglo XVIIIBenjamín Barney Caldas 33

Materiales y Sistemas Alternativos para la viviendaLos Muros TendinososLuis Humberto Casas Figueroa

Patricia Guerrero Zúñiga 48

Archivos de arquitectura y urbanismoIdeas iniciales y primeras experienciasOlga Cecilia Eusse González 56

Las jaulas urbanas de Cali y la dimensión simbólicade los espacios en la arquitecturaElías Sevilla Casas 65

Reseñas 74

C I T C ERevista

TERRITORIO, CONSTRUCCION Y ESPACIO

Número 4, Jul/Dic 2002 ISSN 0124-0331

DirectorJacques Aprile-Gniset

Consejo EditorialJacques Aprile-GnisetRamiro BonillaCarlos Enrique BoteroFrancisco Ramírez

DiseñoAndrés Quintero

Diagramación y ArmadaAndrés Quintero

Universidad del ValleRicardo Hincapié, Director CITCE

CorrespondenciaCiudad Universitaria Meléndez.Edificio 380. 5° Piso.e-mail: [email protected]

CanjeCentro de Investigaciones CITCE

ImpresiónArtes Gráficas del Valle300 ejemplares

La Revista del CITCE es una publicaciónsemestral realizada gracias a sureconocimiento por Colciencias como"Centro de Excelencia" en 1997.

Contenido

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originalmente colindaban; en uno deellos situado al oriente, se localiza laescalera de cuatro tramos que conduceal coro. Divide el nártex y la nave en elprimer nivel, un gran arco muy rebajado;en el segundo nivel sin embargo continuala bóveda de cañón que da contra elmuro del frontis del que se desprendenlas alas laterales. El vano de ingreso quesepara el nártex interno del externo es enarco de medio punto, vano que se repiteen el nivel del coro y por le cual seingresa a la torre. El acceso alcampanario, en el último cuerpo, sehace a través de una interesante escaleraen caracol de madera y metal localizadaen la esquina interior oriental de la torre.• Mausoleos Públicos de Osarios.

Localizados en los centros de loscírculos correspondientes a lassimétricas alamedas de bóvedas son,junto con la iglesia hitos ordenadores deltrazado del cementerio y elementosfundamentales de la composición delmismo. Son edificaciones de caráctercentral, de planta circular, poseen dosniveles, el primero consiste en un cilindrocon la superficie de su perímetroenteramente cubierta por una cerradamalla de molduras aplicadas, que formanpequeñas celdas rectangulares ocupadaspor las lápidas de los osarios, corona

este cilindro una cornisa.

El segundo nivel, retranqueado, esmucho más complejo; compuesto porun estrecho pórtico continuo decolumnas que circundan un pequeñocirculo de idénticas características aldel primer nivel. Recuerda un temploclásico de planta circular rodeado decolumnas, denominado perípterocircular o tholos y como en la tipologíaclásica apoya sobre una plateadenominada estilobato, cuyo perímetrose encuentra enchapado en baldosa demosaico en las que en cada uno de losmausoleos se leen bellas inscripcioneslatinas:

Audivi vocem de caelo dicemtemmihi: beati mortui que domino moriuntur

Exuitabunt domino ossa humiliataexpectamus resurrectionem mortuorum

A diferencia del tholos clásico lascolumnas de este segundo nivel no estánrelacionadas por un entablamento sinopor arcos de medio punto realzadosarriba de los cuales continua la superficielisa del cilindro sobre la que se aplicasiguiendo el ritmo de las columnas unacinta continua de guirnaldas. Remata elcilindro una cornisa seguida de unacubierta cónica en cuyo centro reposaun dado. El orden arquitectónico de lascolumnas, 16 en total, es el corintioaunque muy simplificado sobretodo ensu base que posee sólo dos toros el

mayor de los cuales apoya en el estilobato,entre los toros una moldura denominadaEscocia (el corintio clásico son dos lostoros que siguen a la Escocia y elconjunto apoya en un plinto cuadrado).El fuste es liso y el capitel tiene doscuriosas características: el anillo con elque inicia denominada astrágalo estrenzado y los cauliculos enrollan hacia

adentro al contrario de su prototipo .

• Mausoleos ó MonumentosFunerarios Privados.Este conjunto de elementos de

propiedad particular tiene unaimportancia significativa dentro delconjunto del camposanto, no sólo porsu número y ubicación sino por elexcepcional valor que tienen muchos deellos si los consideramosindividualmente. De acuerdo a suvolumetría, su conformación espacialsobretodo su escala pueden sertipológicamente clasificados en:

a. Tipo Capilla.b. Tipo Torre.c. Tipo Edículo o tabernáculo.d. Tipo Baldaquino.e. Tipo Túmulo.Su emplazamiento en el cementerio

es muy variado, buen número de ellosacompañan tentativa o aproximadamentesu trazado geométrico haciendo parte yreforzando el orden creado por dichotrazado: a ambos lados del eje principal,con el frente dando a este eje, o dandohacia el norte como es el caso de los máscercanos al antiguo ingreso; o alrededorde las alamedas circulares gemelas de laprimera fase constructiva describiendoun segmento de círculo de menor radioque el de dichas galerías, ubicado en laparte que queda libre de estas. Muchosde ellos tienen sin embargo unadisposición francamente aleatoria en lasdistintas áreas libres del cementerio.

Colaboradores.Diana Carrillo R. Arquitecto Universidad del Valle.Amaris Chaves Arquitecto Universidad del Valle.Andrés Quintero R. Arquitecto Universidad delValle.Carlos Zapata A. Arquitecto Universidad delValle.Olga C. Eusse G. Estudiante ArquitecturaUniversidad del Valle.Jorge Ramos. Estudiante ArquitecturaUniversidad de San Buenaventura.

Vista de uno de los mausoleos públicos de osarios, el segundo nivel, retranqueado compuesto por unestrecho portico continuo de columnas que circundan un pequeño circulo de identicas caracteristicasal del primer nivel. Foto Diana Marcela Montoya.

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Revista CITCERevista CITCE

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Editorial

En preparación desde el año anterior, es a principios del 2002 que pudimos reunir los textos de esta nueva entrega, con uncontenido temático altamente diversificado.

De un estudio técnico de intervención y recuperación, por lo demás extenso y sumamente exhaustivo, realizadorecientemente por Ricardo Hincapié y sus asistentes, el director del proyecto extrae un artículo muy documentado.

De entrada, el autor alega en defensa del cementerio como lugar donde piedra y carne se unen indisolulemente en la memoriasocial. Con un rápido recorrido histórico, recuerda la larga tradición universal de una arquitectura funeraria. Con este respaldopuede extender hasta el camposanto la concepción del patrimonio histórico de una ciudad; y desde luego su necesaria proteccióncomo lugar urbano, objeto y manifestación de la memoria individual y colectiva.

Luego, con el análisis metódico y pormenorizado de los componentes del cementerio central - suburbano en sus inicios -de Cali, nos convence que en las necrópolis se reproducen para los difuntos las ideas estéticas, trazados, diseños, tendenciasy cambiantes modas arquitectónicas de los vivos.

Como bien se sabe la breve era de los fallidos y fallecidos ferrocarriles colombianos generó la efímera moda de la arquitecturacarrilera; duró lo que duró el tren. A la arquitectura de las estaciones y paradas, estudiada por el arquitecto Carlos Botero, ahoraañaden Francisco Ramírez y Jaime Gutiérrez un caso regional de arquitectura carrilera y de veraneo situado en el extinguidocampamento-parada de La Cumbre. En una documentada introducción, los autores buscan la filiación del ecléctico estilo localcon sus posibles antecedentes en la región del Caribe. Sugerida como hipótesis su múltiple y abigarrada paternidad, conlevantamientos de sus alumnos, con fotografías y con apoyos bibliográficas, los profesores presentan un catalogo de casosilustrativos. En nuestra opinión estas curiosidades para una nueva “América Pintoresca” podrían considerarse como laproyección rústica y versión suburbana de las quintas y palacetes del opulento barrio residencial caleño de Granada; solicitadosen ambos lugares por un mismo segmento social y construidos todos en las mismas décadas de la danza de los millones.

Quizá suscite polémica - bienvenida sea - entre los historiadores de la arquitectura, el artículo de Benjamín Barneyafirmando una amplia difusión territorial del estilo mudejar hacia fines del siglo XVIII. A esta tesis conclusiva llega afianzadoen años de análisis de las arquitecturas coloniales - urbana o rústica, civil o religiosa - caucanas.

El punto de partida del arquitecto es un objeto singular y para todos excepcional a nivel continental, la torre de San Franciscoen Cali. Luego, en procura de generalización el historiador busca las manifestaciones y huellas del “mujedarismo” dispersasen otros lugares de la región y del país. Logrado este propósito, el arquitecto regresa a la torre caleña donde se dedica a unexamen anatómico con minucioso trabajo de disección, quizás el primero en su género...

(Se reciben rectificaciones, reclamos, protestas e insultos en: [email protected].)Hacia 1980-85 los arquitectos Pedro Supelano y Alvaro Thomas desarrollaron una tecnología constructiva con la

introducción de nuevos materiales de mampostería que bautizaron los muros tendinosos; luego verificaron su pertinencia y sucomportamiento con varios prototipos experimentales. Hoy, el arquitecto Luis Humberto Casas y la ingeniera PatriciaGuerrero examinan la amplia difusión regional de esta propuesta. Con sus adelantos técnicos más recientes, es particularmenteactual, visible y exitosa en los programas de reconstrucción de viviendas de emergencia para los damnificados del último sismoen la cordillera central.

Terminando la carrera de arquitectura, Olga C. Eusse lleva igualmente varios años dedicada al rescate, la organizacióny la clasificación del archivo gráfico del Centro de Documentación conservado en el CITCE.

De esta experiencia saca unas reflexiones que nos parecieron útiles para la defensa de los desprotegidos y muy amenazadosarchivos de aerofotografías, de mapas y planos urbanísticos o arquitectónicos.

En marzo pasado unos estudiantes y profesores de la Escuela de Arquitectura invitaron el profesor Elías Sevilla para opinaren torno al polémico tema de los conjuntos residenciales amurallados. La versión escrita de esta conferencia cierra nuestrarevista.

Bienvenida la colaboración del versado antropólogo, pues con sus pasos y su mirada nos recuerda que los encantosespaciales de los lugares urbanos y la estética de sus edificios no son ni privilegio ni propiedad de arquitectos o urbanistas;la revista del CITCE tampoco. De tal manera que aunque construido con metáforas algo crípticas, y acudiendo - con ciertoatrevimiento - a la literatura y la poesía, este texto nos parece sumamente útil para recordar a diseñadores y planificadores queexisten múltiples maneras de recorrer, contemplar y solicitar la ciudad.

El Director.

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• La Capilla.Con su parte anterior originalmente

comprendida en el pequeño círculocentral de bóvedas remata lacomposición y el trazado del cementerio.Su fachada consta de una torre única; enel eje de tres cuerpos y de dos cuerposlas alas laterales ligeramente curvas yretranqueadas.

El primer cuerpo de estas últimascorrespondía al aporticado de la galeríacircular que al tiempo que enmarcaba latorre determinaba la curvatura de lasalas.

Esta solución en la que un pórtico ogalería hace parte integral espacial yformalmente de una edificación sedenomina alpendre, en este caso circular;el cuerpo inferior de estas alas queocupaba dicho alpendre correspondehoy a un muro ciego enchapado enpiedra bogotana; en el superior se abrentres vanos angostos con un pronunciadodesarrollo vertical, los cuales con susdinteles rectos y escalonados acompañanuna gruesa cornisa cuya inclinacióncoincide con la de las vertientes deltejado. La torre central posee trescuerpos de dimensiones en plantasucesivamente mas pequeñas; las dosprimeras poseen contrafuertes que enlas esquinas exteriores son dobles yescalonados y en las interiores sencilloscon sus extremos superioresachaflanados. El primer cuerpooriginalmente poseía un vano en arco demedio punto, enmarcado por unamoldura también, en arco de mediopunto con sus extremos terminados envolutas, el todo coronado por una cornisatriangular en cuyo vértice reposa unacruz.

Aunque se lee hoy en día, este cuerpode la torre ha sido torpemente alterado,redimensionado y enchapado en piedra,el vano ha perdido altura al tiempo queha sido ampliado, la moldura en arco hasido suprimida y en su lugar han sidopuestas dovelas en piedra de enchape. Elsegundo cuerpo, de doble altura que elanterior, contiene enmarcado entre loscontrafuertes escalonados una suertede plano rehundido en el que a su vez seabren dos ventanas apareadas muyangostas y muy altas que concluyen en

dinteles en arco, estos últimos poseengrandes claves muy pronunciadas;cierran el plano rehundido dos arcosrebajados simétricos con sus impostasescalonadas; sobre estos últimos, en eleje de la torre, un reloj.

El último cuerpo de la torre separadodel anterior por una cornisa achaflanadacontiene una ventana bífora en arco demedio punto, arriba de la ventana unapronunciada moldura en arco similar a laque poseía el arco de la entrada; cierra elcuerpo y toda la torre un chapitelpiramidal en concreto cuyo arranquecoincide con las volutas del arcodispuesto sobre las ventanas.

Los cuatro planos inclinados queforman el chapitel concluyen en un grandado sobre el cual se erige una cruz quefue inicialmente en concreto y hoy díametálica. Esta fachada era originalmenteen ladrillo visto al igual que las galeríasde tumbas de la primera fase. Ademásdel enchape en piedra del primer cuerpode la torre y el de las alas, esta fachadafue integramente repellada, y estriadotanto el tercer cuerpo de la torre comolos contrafuertes escalonados.

El espacio interior de la iglesiaoriginalmente consistía en una nave únicacon bóveda de cañón que comprendía elpresbiterio, como remate de esta naveun ábside con bóveda de fondo de horno.El volumen exterior de la iglesia formabauna cruz latina en uno de cuyos brazosalojaba una pequeña capilla y en el otrola sacristía. No se leia el ábside en elvolumen exterior por estar enmarcadoentre muros ortogonales similares alresto de los que cerraban la iglesia.Sobre los muros de cierre apoyaba lacubierta a dos aguas en teja de barro de

pendiente muy inclinada (70%).Posee la iglesia un nártex doble interno

y externo; el externo corresponde alprimer cuerpo de la torre y se continuabaen el alpendre circular; el interior bajo elcoro se prolonga hacia cada uno de loslados en pequeños espacios indepen-dientes de dos niveles los cualescomunican tanto con el nártex comocon el coro por vanos terminados enarcos de medio punto. En el primer nivelestos pequeños espacios coincidían conel ancho de las bóvedas con las cuales

Galeria correspondiente a la ampliacion delCementerio, en doble crujia tanto las circularescomo las rectas, guardan con respecto a las de laprimera fase constructiva caracteristicasespaciales y volumetricas similares.

Fachada lateral de la Capilla, se observa una delas construcciones que se adosa a la iglesiadestinada a la nueva sacristia dotada de su propiacubierta de menos altura y a tres aguas.

Fachada Principal de la Capilla, consta de unatorre unica en el eje, de tres cuerpos, las alaslaterales ligeramente curvas y retanqueadas, elprimer cuerpo de estas ultimas correspondia alaporticado de la galeria circular que al tiempoque enmarcaba la torre determinaba la curvaturade las alas.

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*Arquitecto, Profesor Asociado Universidad delValle. Maestria en Restauración de la Universidadde la Sapienza de Roma.

PATRIMONIO, ARQUITECTURAFUNERARIA, CEMENTERIOS.

Resumen.

En Colombia, los cementeriostradicionales se encuentran en unavanzado estado de deterioro. Paraempezar a poner freno a este proceso serequiere ante todo proceder a suvaloración, la cual además de determinarsu interés cultural posibilita laidentificación de aquellos programas,proyectos y acciones que se requieranpara su reinserción a la dinámica delcrecimiento de nuestras ciudades comocondición que permite efectivamentetransmitirlos en las mejores condicionesa las generaciones futuras.

Es precisamente este razonamientoel que ha guiado el proyecto de Valoracióny Recuperación del Cementerio Centralde Cali, proyecto elaborado por el CITCEpara la Arquidiócesis de Cali, y del cualpresentamos a continuación los capitulosI y II correspondientes a la ReseñaHistorica y la Valoracion del Urbanismoy los componentes del conjunto,respectivamente.

Abstract.

In Colombia, the traditionalcemeteries are to be found in anadvanced process of deterioration. Tobegin to stop this process a valoration isrequired, which besides determining itscultural interests enables the identificationof those programs, projects and actionsrequired for its reincorporation to thedynamic growth of our cities as acondition that enables to effectivelytransmit them to future generations in abetter conditions.

It is precisely that kind of thinkingthat has guided the Valoration andRecuperation of Cali´s Central Cemeteryproject, done by CITCE for theArchiepiscopate of Cali and of whichwe present the following First andSecond Chapters, corresponding to theHistorical Review and UrbanisticValoration, and the respectively groupcomponents.

Arquitectura funeraria:El cementerio Central de Cali

*Ricardo Hincapie Aristizabal

Introducción.

Los cementerios son lugares conuna gran carga simbólica y afectiva, seconsideran sagrados desde tiemposinmemoriables. Por su particularubicación y por el valor urbano yarquitectónico de sus instalacionesforman parte de la estructura urbana denuestras ciudades y son un componenteimportante de nuestro patrimoniocultural.

El culto hacia la muerte ha permitidoconocer y conservar en buena medidala historia de la humanidad. Sin embargoson muchas las amenazas que se ciernensobre nuestros cementerios que puedenconllevar graves alteraciones de susvalores e incluso determinar sudestrucción; con lo cual, sin duda, secrearía un enorme vacío en los recuerdosde nuestras comunidades; lagunaimposible de colmar una vezdesaparecido este receptáculo de lamemoria de las generaciones yatranscurridas.

Perspectiva interior del Cementerio Central de Cali-1919-Foto Escarria.

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de cierre norte y tangencial a una de lasgrandes galerías de bóvedas y terminaen un confuso giro a 45º después derebasar el área de administración; eneste recorrido es la presencia de laiglesia la que obliga al visitante a cambiarde dirección, cambio que aunquecorresponde con el eje de simetría, esteya pierde toda jerarquía como principiorector de la percepción del conjunto.Colabora con esta incierta situación elhecho de que la iglesia se presente exenta,y además la presencia de numerososmausoleos privados que guardanrelaciones no del todo precisas –yalgunos de ellos en franca oposición- ala geometría del trazado del cementerio.Empeora las cosas la conformación delárea de administración, el conjunto defilas de osarios adyacentes a la misma ydos precarias construcciones en murode ladrillo y cubiertas en paja: un depósitoy un local de atención al público. Ningunarelación con la composición del conjuntopresenta igualmente un largo tramo debóvedas en doble crujía perpendicular almuro de cierre oriental y que sedesprende de la intersección del círculomayor con el menor. Numerososelementos exentos se comportan de lamisma manera, especialmente bloquesde osarios dispersos los cuales aldesorden espacial que generan añaden lacongestión que producen en vastas zonasdel cementerio donde anulan las ampliasperspectivas que le son características.Cierra el predio un muro que haexperimentado continuas reformas a

través de los años, era una sencilla rejacomprendida entre machones. Su actualaltura y la superficie continua de muroque conforma, animada tan solo por losresaltos de los machones, ha cambiadoradicalmente las relaciones de lasconstrucciones del cementerio con suentorno. La percepción del conjunto desus elementos que hacía parte de lasvías que lo circunscriben, ahora solo esposible si se ingresa al predio. Al interioreste muro se percibe como un desplieguecontinuo de osarios y bóvedas,interrumpidos solo por el ingreso principaly el de servicio sobre el costado oriental;los osarios se concentran en los tramosiniciales del cierre oriental y occidental,que forman esquinas con el cierre norte,y arriba de estos osarios rematando elmuro, una reja.

Elementos Componentes delConjunto.

• Alamedas circulares y rectas debóvedas.Las galerías correspondientes a la

primera fase constructiva exteriormenteestan circunscritas por la curvatura deun muro ciego continuo al queposteriormente se le superpuso unestrato de osarios. Interiormente laslápidas de las bóvedas enmarcan uncorredor enmarcado por pilastrastoscanas; corona la galería una cubiertaa dos aguas en teja de barro terminada enalero.

Poseen las galerías (en latínambulacrum) un único ritmo definidopor la simple repetición de cuatro bóvedas(loculos) superpuestas de idénticascaracterísticas con un vano cuadradoterminado en arco rebajado (arcosolium); este ritmo único se repite peroampliado en la repartición de las pilastras.

El orden arquitectónico de estaspilastras es el Toscano; acabadasoriginalmente en ladrillo al igual que lasbóvedas, presentan tanto en su capitelcomo en su base las moldurascaracterísticas de este orden: un ábacoy un equino en el primero, un plintoseguido de un toro en la segunda.

Las galerías correspondientes a lassiguientes fases constructivas son endoble crujía tanto las circulares comolas rectas (Fig. 14). Guardan conrespecto a las segundas, característicasespaciales y volumétricassimilares.Acabadas en pañete decemento, su construcción determinó elrepello de las alamedas de la primerafase constructiva. Su diferencia másnotoria con respecto a estas últimas seobserva en las pilastras: el conjunto demolduras del capitel y su base nocorresponden a orden arquitectónicoalguno, se trata de una serie de franjas encuadro a diferentes alturas que se repitenen forma escalonada, cinco veces en elcapitel y tres en la base; sus dimensionesson excesivas y la desproporción deestos elementos dan un aspectodesmañado a estas galerías.

Vista de uno de los mausoleos públicos de osarios, son edificaciones de carácter central, de planta circular, localizados en los centros de los círculoscorrespondientes a las simétricas alamedas de bóvedas son, junto con la iglesia hitos ordenadores del trazado del Cementerio y elementos fundamentalesde la composición del mismo. Foto Arq. Ricardo Hincapié A.

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Pero además esta pérdida afectaría,por un lado, la extraordinaria cantidadde información histórica, social yantropológica condensada en loscementerios, de importancia vital paralos estudiosos del pasado y de loscomportamientos y actitudes culturaleshacia la muerte de los diferentes estratossociales; y por otro, comprometería elgran acervo patrimonial y culturalcustodiado en los cementeriosrepresentado en sus lápidas, en susmausoleos, en su trazado, en suconformación espacial y arquitectónica,todo lo cual hace de los cementerios unconjunto único de piezas escultóricas yde mobiliario urbano que representa por

si mismo un museo de arte para nuestrasciudades.

Si bien es cierto que el deterioro delos cementerios tiene su base en lapérdida de parte de su primitiva funciónsocial por ejemlo velaciones y misas, esposible reactivarlos recuperando sufunción básica como lugar deenterramiento rescatando tradicionesreligiosas y sociales que tenían su espacioen el cementerio y proponiendo suincorporación como atractivo turístico,sin menoscabo de su valoración espiritualy religiosa, algo común en países comoMéxico o Cuba.

En Colombia, los cementeriostradicionales se encuentran en unavanzado estado de deterioro. Paraempezar a poner freno a este proceso serequiere ante todo proceder a suvaloración, la cual además de determinarsu interés cultural posibilita laidentificación de aquellos programas,proyectos y acciones que se requieranpara su reinserción a la dinámica delcrecimiento de nuestras ciudades comocondición que permite efectivamentetransmitirlos en las mejores condicionesa las generaciones futuras.

Se hace, por consiguienteindispensable realizar estudios quepermitan conocer la realidad y contenidode los cementerios en cuanto bienesculturales, dando inicio con ello aproyectos de valoración y conservación,que son los que permiten concretar uncambio de actitud de la comunidad anteeste bien patrimonial.

Es precisamente este razonamientoel que ha guiado el proyecto de Valoracióny Recuperación del Cementerio Centralde Cali, proyecto elaborado por el CITCEpara la Arquidiócesis de Cali, y del cualpresentamos a continuación loscapitulos I y II correspondientes a laReseña Historica y la Valoracion delUrbanismo y los componentes delconjunto, respectivamente.

Antecedentes.

Como parte de una práctica católicaque tiene su origen en la edad media, losespañoles implantaron en sus coloniasamericanas la costumbre de enterrar a

los muertos en las iglesias, costumbreque empieza a cuestionarse sólo amediados del siglo XVIII.

Es claro que en estos territorios noexistió la idea de un lugar exclusivo parala inhumación de los muertos; y lacreencia en la necesidad de asegurar lasalvación mediante la cercanía delcadáver a una reliquia reverenciada,prevaleció sobre las consideraciones desalubridad inherentes al proceso dedescomposición de los cuerpos.

Dentro del Reino de la NuevaGranada, la costumbre de sepultar loscadáveres por fuera de los templos oconventos, tardó en adoptarse, debido aque no existía dentro de la población unaplena conciencia de la necesidad deestablecer un sitio destinadoexclusivamente para el entierro de losmuertos, sin embargo en 17871 fueronexpedidas cédulas reales quedeterminaron la creación de cementeriosen cada parroquia. Tiempo después enfebrero de 1787 José Espeletagobernador y comandante de Cubaexpone: “que la mayor parte deenfermedades epidémicas que seconocían con distintos nombresarbitrarios no tenían en su conceptootro principio que el de enterrarse en lasiglesias los cadáveres”.2 Proponeentonces fundar un cementerio por fuerade la Habana, idea que es apoyada por ladiócesis de la isla.3

Aunque los antecedentes son clarosen la necesidad de ubicar estas necrópolispor fuera de los poblados, tal parece quelas disposiciones reales no son enfáticasal respecto, por ejemplo en el decreto deCarlos IV leemos:

“(...) Por esta mi real cédulaordeno y mando a mis virreyes delPerú, Nueva España y Nuevo Reinode Granada a mis Presidentes y a misGobernadores de mis reinos de lasIndias e islas Filipinas y demásministros que ejercen mi vicepatronatoreal, y ruego y encargo a los muyreverendos arzobispos y reverendosobispos de las iglesias metropolitanasy catedrales de los mismos dominios,que informen acerca de cuanto se lesocurra en el asunto, de si las iglesiaspodrían sufragar los gastos de

Iglesia de San Pedro-Cali. En el solar adyacenteque aparece paramentado en el marco de la PlazaMayor, Funciono el primer Cementerio de laciudad.

Antigua Iglesia de San Nicolás-Cali lugar en dondese traslado el Cementerio en el sitio que hoyocupa la Plaza Veinte de Julio.

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Este simbolismo del círculo, comoimagen de Dios lo refrenda nuestranecrópolis con la figura del triánguloque sirve de base a la construcción desus tres círculos de alamedas y querepresenta el misterio de la SantísimaTrinidad. Este triángulo supone unrecorrido que conduce desde el ingresoen el que inicia, pasa en medio de dos delos círculos y termina en la iglesia ubicadaen la circunferencia del tercero de ellos.Este recorrido que propone dicho trazadopuede ser interpretado de manera doble:o bien el camino que conduce despuésde la muerte a la morada celestial, ocomo el peregrinar de los fieles en laexistencia terrenal en el que son guiadospor la iglesia la cual con los brazosabiertos –representados por los pórticoscurvos que parten del frontis- los acogeen su seno asegurándoles la salvación.

Antecedentes de soluciones decementerios en otras latitudes querespondan a ejes axiales que conduzcana edificaciones para el culto, los cualesa su vez hagan parte o se fundan conelementos lineales que describen grandescurvaturas, la encontramos en elcementerio de San Michele en Veneciaproyectado a modo Neoclásico porAnnibale Forcellini en 1858; con ladiferencia respecto a nuestrasnecrópolis, que las grandes curvaturas,en este caso hemiciclos, se relacionantangencialmente y se abren en sentidodivergente. Ejemplo de un cementeriocon un solo eje axial orientado hacia unaiglesia y que ordene el urbanismo detodo el conjunto, lo ofrece el cementerio

de Colón en la Habana, proyectado porCalixto de Loira y Camacho, empezadoa construir en 1867.

La contundente geometría de lanecrópolis de Cali y su simbolismoexperimentaron una radicaltransformación con las ampliaciones yreformas del cementerio posteriores a laexplosión del 7 de agosto de 1956, obradel ingeniero arquitecto Alvaro CaleroTejada: un nuevo círculo de mayortamaño cuya circunferencia pasa por elcentro del más pequeño, expande elcementerio hacia el sur: el centro delnuevo trazado se localiza sobre el ejeprincipal aproximadamente en el mediode la iglesia ahora reformada.

Un aporticado formado esta vez poruna doble crujía de tumbas ocupa elperímetro de este gran círculo conexcepción del tramo resultante de suintersección con el más pequeño a travésdel cual se pasa a la construcciónampliada. Mantener abierto este tramodel círculo mayor obligó a demoler unaparte de la galería del círculo menor quese adosaba a lado y lado del cuerpo deingreso de la iglesia, lo que ocasionó quela curvatura de su frontis quedase sinrelación alguna con el trazado delcementerio.

La iglesia sin embargo no perdió elpapel protagonista que tuvo en el trazadooriginal; ahora en lugar de servir deremate se sitúa en el centro del grancírculo gravitando a su alrededor tantolos componentes en pie de la primerafase del cementerio, como los nuevosque se irán agregando con los años; los

más importantes de los cuales son brazosrectos simétricos en doble crujía debóvedas cuyos ejes apuntan (de manerapor lo demás imprecisa) al centro delgran círculo, ocupando nuevas áreaspor fuera del mismo: dos orientadas a45º aproximadamente llegan hasta lasesquinas de la parte sur del predio, dosmás son perpendiculares al eje principal;y un último brazo más corto cuyo ejecoincide con el principal y remata en elextremo opuesto al ingreso delcementerio.

La alameda de tumbas corres-pondiente al círculo más pequeño, ahoraen el centro de todo el conjunto, sirve dearticulación y transición entre las fasesconstructivas del cementerio.Desafortunadamente no se percibe comotal debido al divorcio de la capilla de laiglesia con la alameda ya mencionada.

Este excepcional recinto haexperimentado en las ultimas décadassensibles alteraciones que hacen enextremo confusa la lectura de su trazado.La más significativa es quizá el cambiodel ingreso hacia finales de la década delos 60. La clausura del ingreso originalen el extremo norte del eje de simetría ysu traslado contiguo a la esquina nortesobre el costado oriental, hace que laimportancia del propio eje principal en elconjunto se pierda.

El ingreso original al cementerio dabainicio a un recorrido cuya constante erala percepción axial de la iglesia. Laubicación del ingreso actual origina unrecorrido sólo al término del cual esvisible la iglesia; inicia paralelo al muro

Vista lateral de la capilla del Cementerio desde una de las Galerías de Bóvedas, la nueva cubierta en asbesto cemento de pobre pendiente no solo ofrece uninsatisfactorio empate con el cuerpo sobreviviente, sino que impide que la construcción misma alcance con su volumen la importancia que logra con sudisposición en planta. Foto Arq. Ricardo Hincapié A.

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establecer cementerios, el número delos necesarios en cada población y sucosto expresando, en caso de que nohaya de donde arbitrarlo porcompleto, a que arbitro se podríaapelar, para agravar lo menos posibleel erario”.4

Según Gustavo Arboleda lassoluciones adoptadas en Cali para elcumplimiento de esta disposición fueron:la habilitación como necrópolis del loteadyacente a San Pedro, en el marco dela Plaza Mayor, así como la inhumaciónen campos contiguos o dentro de otrostemplos distintos a San Pedro, o capillasde las Haciendas; no es esto muydiferente a las prácticas que se veníanefectuando hasta ese momento.

Al parecer el decreto real fueparcialmente adoptado no sólo en Cali,sino en todo el reino de la Nueva Granada,razón por la cual tuvo que ser ratificadoen abril y junio de 1804.5

A partir de 1808 y en los añossucesivos se encuentra en los libroscapitulares peticiones y manifestacionesal cabildo concernientes a la ubicaciónpor fuera del poblado de los cementerios6 ,empero el asunto del traslado fuepospuesto año tras año, restándoseimportancia al tema. Esta situacióncambió cuando en octubre de 1827 ellibertador Simón Bolívar ordena

“La inmediata construcción decementerios prohibiendo se enterraceen templos, capillas, o cualquieraotro lugar, y castigando con multas alos que contraviniesen a estasdisposiciones“7 .

No se sabe si es debido a lacontundencia de la nueva norma o alnaciente sentimiento patriota yprogresista -en oposición a la idea deatraso inherente a la colonizaciónespañola- pero se desarrolló dentro de lamunicipalidad una preocupacióninusitada por la salubridad de lospobladores y en febrero de 1828 sehabía iniciado ya la labor de traslado delcementerio por fuera del casco de laciudad, en San Nicolás en el sitio quehoy ocupa la plaza Veinte de Julio8 , sitioen el que existía desde 1770 una capilla,que fue reedificada en 1806 y se mantuvoen pie hasta 1926, año el que se inauguró

el actual templo de San Nicolás. Estetraslado fue auspiciado por Fray JoséIgnacio Ortíz y el Pbro. AngelPiedrahita.9

Es claro, que el traslado delcementerio no implicó el desarrollo deun proyecto arquitectónico para su nuevaubicación; la solución adoptada consistióen retomar el terreno adyacente alTemplo de San Nicolás -donde ya sevenían realizando entierros- y adicionarleotra porción a dicho solar, para encerrarel sitio y delimitar así el cementerio.Durante su permanencia en este sitio losesfuerzos estuvieron encaminados alenlucimiento del cerramiento queaparentemente, fue completado conguadua:

“(...) conocemos un escrito endonde, después de muchos años de suinauguración, pedían el continentede todos los caleños a fin de cambiardicha cerca por tapia, alegando quela guadua «era un material que porsu ninguna duración exponíacontinuamente ese lugar triste yrespetable al piso de animales detoda especie». (...) la colecta hechapor Iragorri alcanzó a la cantidad detreinta y dos pesos con dos reales y uncuartillo y gastó, sin dejar terminadoel trabajo iniciado , cuarenta pesos yun real, por lo cual se dedujo un

balance de siete pesos, siete reales ytres cuartillos”10 .

El Cementerio estuvo ubicado enSan Nicolás (Fig. 3) hasta el año de 1850cuando, según Manuel MaríaBuenaventura11 , fue trasladado a SanIsidro en los ejidos de Aguablanca sitiodonde se mantuvo hasta 1852.

En este año se bendijo el actualCementerio

“que había sido sacado alicitación en 1850 y había sido optadoel privilegio por la cámara oasamblea provincial el 21 de octubrede 1851, por ordenanza que apropiópara la obra mil seiscientos pesos. Elcabildo otorgó dicho privilegio el 31de marzo del 52”12

El sitio que actualmente ocupa elCementerio Central perteneció a SantaBárbara de los Ciruelos, la más grande eimportante hacienda de Cali, estapropiedad

“(...) se extendía sobre la margenderecha de la ciudad, por todo elllanodeenmedio (...) desde las Vegasdel río Cali, hasta el río Lili o de lasVegas”13

Por su ubicación, Santa Barbara delos Ciruelos, estuvo siempre ligada a lospleitos de recuperación de ejidos. En1706, un sector de la población de Cali,requirió al cabildo los terrenos comunales

Aerofotografia del sector del Cementerio Central de Cali, IGAC. Fuente, Centro de DocumentaciónCITCE.

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de sus parientes difuntos. Proceso quecoincide con lo que hemos denominadosegunda fase constructiva a la queseguirán otras en una ocupaciónindiscriminada de áreas libres que demanera preocupante continua aún hoyen día.

Desde el punto de vista urbano elimpacto mas negativo que haexperimentado el cementerio Central,ha incidido por igual en la avenida UribeUribe: la construcción de los pasos adesnivel sobre la carrera 1ª en la calle 15y posteriormente en la calle 25,precisamente en el tramo que comprendela avenida Uribe Uribe. Dos monstruosasinterrupciones a la continuidad del tejidourbano que han reducido las funcionesde la vida urbana (imposibilitando porejemplo la mas importante de las, la librecirculación y apropiación por parte de

los peatones del espacio urbano) al meroflujo desordenado de vehículos a unaaltísima velocidad. Situación que inclusoantes de la construcción de los últimospuentes mencionados, los de la calle 25,ya había motivado el traslado del ingresodel cementerio a uno de sus costados,con lo cual perdió el significado y laimportancia urbana que había tenido através de la historia. Esta situación desdeluego puede ser atenuada e inclusorevertida, pero exige intervencionesradicales tanto en nuestra tradicionalnecrópolis como en la misma avenidaUribe Uribe.

El Trazado.

El trazado de la construcción originalcorrespondiente a la primera faseconstructiva, básicamente consiste entres círculos con sus centros localizadosen los vértices de un triángulo isósceles,la mediana de este triángulo coincidecon el eje de simetría norte –sur delpredio. En uno de los extremos de esteeje, que precede la base o lado mayor deltriángulo se localiza el acceso (frente ala actual carrera 1ª), en el otro extremopasando por el vértice del triángulo, laiglesia, que sirve de cierre y conclusiónal conjunto. Esta iglesia funde su frontiscon el más pequeño de los círculos, enel centro de los otros dos de igualtamaño, se levantan idénticos mausoleospúblicos de osarios de planta circular.Esta iglesia y los dos mausoleos públicosconstituyen hitos ordenadores de todoel trazado del cementerio.

Un pórtico continuo ocupa la mayorparte del perímetro de los círculos (trescuartas partes en los más grandes ycuatro quintas partes en el más pequeño)las partes restantes carentes de pórticoestán enfrentadas y dan acceso a lasalamedas o galerías de bóvedasorientadas hacia el centro de los círculos.

Cortos segmentos de pórtico,simétricamente dispuestos, unen elcirculo de galería más pequeño con losdos mayores; en medio de estos pórticosrectos se abre un vano coronado en arcorebajado que comunica con las áreaslibres del predio localizadas hacia eloriente y occidente.

El círculo ya en la filosofía de latardia antigüedad era símbolo de Dios yen la iconografía medieval correspondea la forma de la ciudad de Dios, la casadel señor, que por oposición a la ciudadterrenal (un agregado de partes sin lógica,corruptible, errónea, cambiante eirregular) posee una forma absoluta,permanentemente lúcida, fiel a si misma,incorruptible y por consiguiente eterna.

Dionisio Aeorapagita –precisa GiorgoMuratore en su libro la CiudadRenacentista- “en el quinto capítulo delos Nomi Divini identifica sucesivamentea Dios con la unidad en la que preexistetodos los números y con el punto centraldel círculo en el que todos los radiosreunidos en una sola unidad coexistensimultáneamente”. Es la célebreconcepción de Dios del pensamientoneoplatónico como Uno y Absoluto quecondensará en una fórmula hermética elfilósofo renacentista Giordano Bruno“Dios es una esfera infinita cuyo centroestá en todas partes y su circunferenciaen ninguna”.

El Renacimiento Italiano del siglo XVfundamenta todo su programa deconstrucción de iglesias en la simbologíadivina del círculo, para Palladio porejemplo “se haya rodeado sólo por lacircunferencia, donde no se encuentraprincipio ni fin y donde no puededistinguirse entre uno y el otro; suspartes corresponden entre sí y todasellas participan de la forma delconjunto; además como cada parteequidista del centro, nada mejor que unedificio de esta especie para demostraracabadamente la unidad, la esenciainfinita, la uniformidad y la justicia deDios”.

La forma circular dentro de esteorden de ideas asegura simbólicamenteel significado de la construcción a la quese aplica, lo cual equivale a construir unsantuario, un lugar santo, no corruptible;en el caso de un camposanto, un lugarque es la antesala misma de la moradacelestial; en la que los muertos aguardancon la resurrección de la carne, elmomento de la redención final que loshabrá de llevar a la contemplación deDios.

La fachada principal de la Capilla donde se apreciala manera como llegaban las galerias de bovedashasta el acceso principal.

Un grupo de visitantes en el Cementerio Centralen 1935 junto el mausoleo de la Familia JoaquinP. Barona. Foto Zawasky.

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que pertenecían a sus habitantes desdela fundación.

Ante esta petición los edilesrespondieron que no existían ejidos en laciudad porque estos habían sidoocupados por particulares14 . Dansolución a la petición

“acogiéndose a la fórmulacolonial mediante la cual la terceraparte de las tierras de la ciudaddebían ser otorgadas al común (...)se hizo una nueva demarcación (...)seis cuadras de largo por el oriente,desde la última casa del barrio elVallano hacia el resguardo deYanaconas; otras seis cuadras a lolargo por occidente, desde la últimacasa de barrio del Empedrado hastala loma de San Antonio y cuatrocuadras en dirección sur hacia elmonte Calvario y la Loma de laMano del Negro”15 .

Entre 1771 y 1778 se reinició el pleitopor la recuperación de los ejidos y anteuna mayor presión de la ciudadanía sesugirió a los hacendados la cesión departe de sus propiedades para serasignados como ejidos, esto suscitóprotestas de todos los propietarios peroespecialmente de Gerónima de la Llera,dueña de Los Ciruelos, quien por laextensión de su hacienda era la másperjudicada con la determinación. En1778 esta señora consiguió unreconocimiento de sus títulos que laeximían de ceder tierras para ejidos.En1787 se inició el proceso de división envarias unidades, Tomás y JoséFernández de Córdoba vendieron aEusebio Borrero la Hacienda de Salomia,que formaba parte de los ciruelos, dentrodel avalúo de esta propiedad aparece unacapilla con techo de teja16. Es posibleque sea en torno a esta capilla que sedecide establecer el Cementerio en 1852,lugar que fue delimitado con una cercade guadua y que en esta ocasión si sehallaba totalmente alejado del cascourbano de la población.Los primerosesfuerzos para establecer definitivamenteel Cementerio en este lugar estuvieronencaminados nuevamente a laconstrucción de un cerramiento losuficientemente contundente queacabara con el carácter transitorio que

hasta el momento habían conservadolos Cementerios en Cali.

Fray Damián González pidió una rejaa Europa para reemplazar la cerca,aunque la reja llegó a Buenaventura en1860, debido a la guerra y a la falta derecursos estuvo en el camino del Daguapor muchos años y sólo hasta 1880pudo ser movilizada e instalada en elCementerio.17

El proyecto original.

Desde su inauguración en 1852 yhasta comienzos del siglo XX, elCementerio funcionó como un granterreno en torno a una iglesia delimitadopor una cerca o reja y donde se esparcían

aleatoriamente algunos monumentos queseguramente fueron proyectados poralbañiles o artesanos. De éstosmonumentos la única imagen que seconserva es la publicada en el libro deManuel María Buenaventura.18

El primer intento por lograr unproyecto que organizara establemente elCementerio, se debe al Pbro. UladislaoGonzález Concha, durante la época enque fue párroco de San Pedro (1900 –1907); para lo cual le encomendó elencargo de su realización al IngenieroEmilio Sardi Garcés (Fig. 4) quien lotenía ya elaborado para el año de 1904.

No se encontraron datos sobre lafecha de inauguración del proyecto deSardi, sin embargo la lápida más antiguaque existe en el Cementerio tiene fechade octubre 4 de 1907, lo que indica queen esa fecha estaba en servicio yprobablemente ya se había inaugurado.

Proyecto de Emilio Sardi.

Sardi propone una novedosacomposición en la cual se destacan tresalamedas de bóvedas circularesagrupadas en forma de trébol. El visitanteapenas traspone la entrada inicia unrecorrido en línea recta que pasa enmedio de las dos primeras alamedasgemelas y encuentra en el extremoopuesto la Iglesia cuyo frontis haceparte de la más pequeña de las alamedas,en una sucesión de volúmenes sinsolución de continuidad que agrega a lariqueza de su trazado rigurosamentesimétrico el valor de un profundosimbolismo.

Se destacan como hitos ordenadoresde este conjunto dos mausoleos deosarios públicos de planta circularlocalizados en el centro de las dosprimeras alamedas circulares y la propiaIglesia en la que remata todo el conjunto.El lenguaje de este conjunto lo dan suspropios materiales de construcción: elladrillo visto en los muros de las bóvedas,impecablemente aparejados y en lascolumnas piezas de ladrillo figurado delas que resultan las bases y capiteles delorden toscano; la cubierta en teja debarro, con su estructura a la vista y lospisos enladrillados constituían los únicos

Emilio Sardí Garcés fotografía tomada poco antesde su muerte en 1927 a la edad de 52 años

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1943 IGAC. Fuente, Centro deDocumentación CITCE.

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La construcción de la Avenida UribeUribe anticipaba las obras urbanas quecambiarían la cara colonial de Cali poruna moderna acorde con los ideales deprogreso tomados de ciudades europeasy latinoamericanas, proceso que durantelos años 20 y 50 permitió la consolidaciónde una imagen de ciudad solida,coherente, de gran claridad y legibilidady, desde el punto de vista estético, deuna alta calidad; imagen que dependiócasi por completo de la construcción deavenidas. Desde luego la pavimentaciónde la Avenida Uribe Uribe y poster-iormente de la calle 25, Avenida LuisLópez Muñoz, fue de la mayor impor-tancia para la necrópolis católica queprecisamente en la década de los 20completa la construcción del proyectoelaborado por el Doctor Emilio SardiGarcés. La nueva necrópolis con lapavimentación de la Avenida Uribe Uribecuenta con una conexión con la ciudaddigna de su bello trazado, el cual con sueje principal perpendicular a la importanteavenida se encarga de conducir a losvisitantes, a través de amplias alamedasde bóvedas y de soberbios mausoleos,hasta la imponente torre de la iglesia quesirve de remate. La urbanización de lazona que dio su primer paso con laocupación de grandes empresas de lospredios junto a la vía férrea al occidentedel cementerio, se realiza entre lasdécadas del 20 al 40 con la construccióninicialmente del barrio Jorge Isaac, elprimero en trasponer hacia el occidentela linea del ferrocarril y posteriormenteel barrio Santander, el trazado de loscuales esta relacionado con las carrerasde la ciudad y su construcción avanzade norte a sur y oriente a occidenterespectivamente encontrando a su pasoel predio del camposanto.

La operación se limita simplemente ahacer algunos ajustes en la proximidadde dicho predio pero sin tomarlo encuenta como condición de la misma: elresultado, el evidente contraste y ladesproporción existente entre el lote delcementerio y las manzanas de susalrededores. Da cuenta de ello un planode 1920 en el que ni siquiera seconsideran las vías que enmarcan elcementerio que se construyen sólo como

resultado de la urbanización del sector.La decadencia del papel que las avenidasjugaron en el desarrollo urbano de Cali yde la misma imagen de la ciudad, va dela mano con la del cementerio Central. Elgran crecimiento de la ciudad que apartir de los años 60 se concreta en unaocupación especulativa y desordenadade áreas suburbanas –al oriente sectorespopulares, al sur clases adineradas- quefueron precipitadamente incorporadasal perímetro urbano, determíno tambiénla construcción de nuevos cementeriosy sobre todo de un nuevo tipo decementerio, el jardín suburbano. Aunquecon anterioridad a la explosión de 1956se dieron signos de inconformidad porla localización y la estrechez delcementerio católico, en los que ahoraeran terrenos urbanizados y que habíandado lugar ya en 1951 a la construccióndel cementerio de Siloé, no fue sino conposterioridad a dicha explosión (quecausó graves daños en el mismo yplanteó una discusión sobre sureubicación) que el cementerio empiezaa cambiar de status. Su desprestigiorelacionado con su localización, lasaturación de sus instalaciones rodeadasde fábricas y barrios populares, obliga alas clases adineradas a recurrir alcementerio internacional inaugurado en1959-, abierto a todas la religiones ycreencias, mientras se construyennuevos cementerios católicos para laciudad; hecho que se produce en 1968,año en que se da al servicio el primero delos dos camposantos metropolitanos queconstruirá la Arquidiócesis de Cali.

Estos nuevos cementerios al prestigioque ofrece su nueva localización, une unnuevo tipo de servicio funerario, lasepultura jardín de propiedad perpetuadestinada a las clases mas favorecidas.Así el cementerio de todos los caleñosen una época en que las distancias entrelas clases no impedía que surgieranvalores compartidos fundados encomportamientos, y manifestacionescomunes –y dar cristiana sepultura a losmuertos en el tradicional y únicocementerio católico era una de ellas-pasa a ser un cementerio destinado a lasclases populares, que alquilan por untiempo el derecho al reposo de los restos

Diversas imágenes del Cementerio CentralCatólico de Cali en las primeras décadas del S.XX. En la imagen superior se observa el reloj dela capilla que se recupero de la iglesia de SanPedro después del terremoto de 1906. Fuente.Archivo del patrimonio fotográfico y fílmico delvalle del Cauca.

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recursos de los que surgía un conjuntomuy expresivo y ricamente articulado.

Fases del Cementerio.

• De 1910 a 1926.A partir de 1910 con la creación de la

nueva Diócesis de Cali Monseñor HeladioP. Perlaza, primer obispo, apoyó lasobras de culminación del Cementerio,según el proyecto de Sardi, queconsistieron en la construcción de losmausoleos para osarios públicos deplanta circular, la culminación de lacapilla, la construcción de senderos yenlucimiento general. Con motivo de lacreación del nuevo Departamento delValle del Cauca, y ratificada Cali comosu capital, la ciudad fue sufriendo unproceso de expansión hacia las zonasejidales. El Municipio inició una labor deenajenación de los predios cedidos porlos hacendados para ejidos entre el sigloXIX y comienzos del XX. La delimitaciónde estas zonas nunca estuvo clara, ymuchos propietarios de pequeñasparcelas y terrenos ubicados dentro delas haciendas se vieron en problemaspara justificar su propiedad porque lamayor parte de las enajenaciones serealizaron verbalmente, y al ser otorgadoslos predios al municipio por loshacendados, gran número de estaspequeñas propiedades se vieroninvolucradas dentro de las áreas cedidas.Este debió ser el caso del CementerioCentral, al que para sanear la propiedadde su terreno le fue otorgada la escrituraNumero 28 de enero 13 de 1914, en laque Lucio Velasco hace donación dellote donde se halla ubicado el Cementerio.

Esta escritura no especifica linderosy hace referencia sólo al área que dona(dos fanegadas) que corresponde a lasuperficie ocupada por el proyecto deSardi. Sin embargo rastreando losantecedentes de esta escritura nosencontramos con que el predio al que serefiere está ubicado al occidente de laciudad en el actual corregimiento de LaLeonera. Con este tipo de recursosprobablemente se buscaba justificar latradición de propiedad de un terrenocuyo origen no es nada claro.

• De 1927 a 1947.Con el aumento de la población en la

tercera década del siglo, el área delCementerio se tornó insuficiente; el nuevoobispo Luis Adriano Díaz adquirió porcompra a particulares algunos terrenospara ampliarlo. Los linderos especi-ficados en las escrituras encontradas19

no permiten precisar a que zona delCementerio actual se refieren, sinembargo por la configuración que enesa época tenía, asumimos que losterrenos adquiridos pueden corresponderindistintamente a las zonas laterales oposterior.

El Concejo de Cali aprueba unaproposición “por la cual ordena alSeñor Personero Municipal que en eltérmino de 48 horas, y de acuerdo conS.E. se escoja el lote de terreno paraensanchar el Cementerio Católico deesta ciudad”20. Para ello se precisa moverun monumento de propiedad particularque contiene un solo cadáver. Estemonumento se encuentra actualmenteen el extremo sur (número 71) y allídebió ser trasladado. Se construyennuevas bóvedas en el extremo norte, lasobras consisten en la adición de unvolumen que a manera de esquina seadosa a las alamedas de bóvedas yelimina su fachada convexa; igualmentese construyen bóvedas en dos hilerasrectas paralelas a la carrera primera; yun volumen al oriente del cementerio -posiblemente parte de la administración-logrando así una composición casisimétrica respecto a el acceso principal.• Explosión de 1956.

La explosión del 7 de agosto de 1956,afectó el techo de algunas bóvedas, elcerramiento del edificio sobre la calle 28y la capilla, en la que se incrustó el motorde uno de los camiones que hizoexplosión21.

La magnitud de los daños sufridospor la capilla son descritos por losingenieros Borrero, Ospina y Garrido enun informe presentado al obispo:

“Excelentísimo señor: Nos eshonroso presentar a su excelencia elinforme que nos ha solicitado sobrelos daños ocurridos a la capilla del

Planta Primera Fase Constructiva , 1906 - 1910.

Planta Segunda Fase Constructiva , 1910 - 1926.

Planta Tercera Fase Constructiva , 1927 - 1937.

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recursos determinan que no se lleve acabo esta restitución de la cubierta locual por lo demás deja incompleta laejecución del proyecto de Calero Tejada.

Los últimos decenios, el deteriorodel Cementerio.

El proyecto de Calero Tejada debíasolucionar la capacidad del cementeriohasta el año de 1963, fecha en la que sepreveía entraría en funcionamiento elCementerio Católico Metropolitano.

Reconocer estos límites era no sólogarantizar su idóneo funcionamiento sino la mejor manera de preservar suurbanismo y su arquitectura. Hecho quedesafortunadamente no ocurrió: sólohasta finales de la década de los sesentael anunciado Cementerio Metropolitanoentró en funcionamiento. Las exigenciasde aumentar la capacidad del cementerioCentral se hacen mas apremiantes ycomienza un proceso en contra del cualse escuchan voces de protesta que noestaban de acuerdo con lo que estabaocurriendo:

“El Cementerio Central de Cali,según expresó Monseñor UribeUrdaneta, está prácticamente copado,debido al crecido número dedefunciones que se producen en Cali,en proporción de unas 10 al día o 300al mes en promedio. De ahí que hayanecesidad de invadir cada día mayorespacio de zonas verdes con mástúmulos y bóvedas, restándole asímas atracción y colorida natural a laNecrópolis Central de la capitalVallecaucana.”24

Se trata de un proceso en el que secomienzan a agregar numerosos bloquesde bóvedas y de osarios sin atender a lamás elemental consideración de diseño.No se reconocen los límites establecidosy en lugar de la preservación de losvalores del Cementerio se abre caminouna tendencia al indiscriminado ydesordenado aumento de lasconstrucciones en el Cementerio. Conla Inauguración del CementerioMetropolitano, las clases adineradas

abandonan el Cementerio Central y conellas parte la sutil barrera que el decoroimponía al crecimiento acelerado quesólo puede conducirlo hacia su deterioro.Sólo de esta manera nos resultanexplicables las intervenciones de lasúltimas décadas y el estado en que seencuentra el Cementerio hoy día. Desdeel traslado del acceso - hace más detreinta años - hasta el cambio -aún enproceso- de las tejas de barro de lacubierta por láminas de asbesto cemento.Desde la saturación de las zonas verdescon bloques para bóvedas y osarioshasta la construcción de improvisadasestructuras para el servicio al público(una precaria ramada para promoción yventa de los servicios del cementerio,unos infuncionales e incómodos bañospúblicos). La recuperación de laarquitectura y el urbanismo delCementerio es la condición para el

enaltecimiento y la dignificación de sunoble función y es ese el proceso quereclama un edificio que condensa demanera única y excepcional la historia yla memoria de nuestra ciudad.

Valoración del urbanismo y loscomponentes del conjunto delcementerio.

• Implantación urbana.Fue construido en el sitio actual en su

primera versión en 1852 fuera delperímetro urbano de la ciudad en la víaque conducía al paso del Comercio,denominada en el siglo XIX Camellóndel Comercio, donde se localizaba PuertoMallarino, el puerto fluvial de la ciudadsobre el rio Cauca el cual antes de laconstrucción de la Red Férrea delPacifico y posteriormente de lapavimentación de la carretera central,representaba la vía de comunicaciónmás importante de la Ciudad de Cali conel resto del país y con el exterior. Otraconexión importante con esta víamarítima era la que aseguraba la redtranviaria uno de cuyos ramales llegabapor la actual carrera 8ª hasta PuertoMallarino.

Con la llegada a Cali del ferrocarrildesde Buenaventura pasando por Yumboy el sector de Acopi en 1915 y con laconstrucción de la estación de pasajerosen la calle 25 entre carreras 2ª y 4ª, losterrenos a ambas márgenes de la red enlas inmediaciones de la Estaciónadquirieron gran interés comercial, porla ventajosa situación que ofrecían paramultitud de empresas para las cuales eltren era ahora el más moderno expeditoy económico sistema de transporte, tantopara el abastecimiento de materiasprimas como para llevar productos aotras regiones del país y al exterior.

La urgente necesidad de unacomunicación ágil y sin congestiones dela ciudad con la estación y las empresaslocalizadas en sus inmediaciones planteóla exigencia de ampliar y pavimentar elantiguo camellón de la carrera 1ª, hechoque se produjo en 1927 y que fuecelebrado como uno de los grandeslogros urbanísticos de la ciudad.

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1973 IGAC. Fuente, Centro deDocumentación CITCE.

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1998. Fuente, Centro de DocumentaciónCITCE.

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Cementerio Central de la ciudad porcausa de la explosión del 7 de agostopróximo pasado. Con verdaderacontrariedad informamos a suexcelencia que la capilla quedóprácticamente destruida y lo existenteno puede ser aprovechado, ni siquieralos muros de cierre por cuanto estosfuera de estar rotos presentandesplomes muy graves que los hacendel todo inservibles. En este estado,nos permitimos manifestarle a SuExcelencia que en nuestro conceptola capilla debe ser reconstruidatotalmente y que su costo dereconstrucción lo estimamos en lasuma de $75.000 utilizando cubiertade cerchas metálicas y cielo raso demadera prensada o de fibra. El pisoquedaría como el actual de baldosínde cemento. Dejamos así cumplida lacomisión que su Excelencia tuvo abien confiarnos, en la esperanza deque el presente informe le sea deutilidad. De su excelencia atentosservidores e hijos en Cristo firman:Francisco Ospina B., Angel CastroBorrero y Alfonso Garrido T.”

La ciudadanía venía mostrando sudesacuerdo con respecto a la ubicacióny aspecto del cementerio, y a partir de laexplosión de 1956 se agudizó estainconformidad, que se expresó inclusomediante una solicitud formal al Obispode trasladar el cementerio e iniciar laconstrucción de otro nuevo:

“Resolución 6 de Septiembre 08de 1956 de la Sociedad de MejorasPúblicas: Considerando que elcementerio Central de la ciudadreclama desde tiempo atrás, sutraslado a otro sitio, debido a que suubicación actual lo coloca en el centrode una zona comercial e industrial;que la explosión del 7 de agostoultima ha agudizado más el problemadel cementerio ya que las bóvedassufrieron serios desperfectos; que elaspecto del presente cementerio esantiestético, pues la estrechez y lapobreza en que se encuentra nopermiten realizar allí obras deembellecimiento ni de importanciaalguna, resuelve: Art. 1º encabezar

un movimiento de la ciudad de Cali,a efecto de que cuanto antes se inicien,en sitio pactado, los trabajos deconstrucción de un nuevo cementerioque, por su holgura y presentación,este a la altura de la capitalVallecaucana y del respeto que semerecen los seres desaparecidos (...)”

La aerofotografía de 1957 muestraque los daños no habían sido reparadosun año después de la explosión; de lacapilla sólo estaba en pie la torre y elábside. Frente a sus ruinas se observauna ramada habilitada como capillaprovisional. Entre 1957 y 1958

“se dejó semidestruído elcementerio afectando especialmentelos techos que cubren las bóvedas yocasionando la destrucción casi totalde la capilla. Desde el día en que meencargué de la administración fue mipreocupación remover escombros,retirar basuras y con el beneplácitode la venerable curia reconstruir lacapilla, devolviéndola al culto queen este cementerio es muy solicitadode los fieles” 21.

La real incapacidad del cementeriopara atender las demandas de la ciudad,y la presión de la ciudadanía en cuantoa su aspecto dio pie a la fundación de unjardín cementerio no católico: elcementerio Internacional fundado en1959, que se convirtió en alternativapara las clases altas.

Y mientras se concretaba la fundaciónde un nuevo Cementerio Católico tipojardín que sustituyera el CementerioCentral se adopta una solucióntransitoria, la completa refacción deeste último. El arquitecto Alvaro CaleroTejada, efectuó un proyecto que entérminos generales amplia y enlucenuevamente el cementerio y su capilla.Este proyecto debería cubrir lasnecesidades por un corto tiempo:

“(...) Con relación al problemade las bóvedas para la inhumaciónde cadáveres en el cementerio centralme permito informar a vuestraexcelencia que en la actualidad hay1600 bóvedas disponibles en losmonumentos recién construidos. Se

Planta Cuarta Fase Constructiva, 1938 - 1947.

Planta Quinta Fase Constructiva, 1947- 1960.

Planta Sexta Fase Constructiva, 1960 - 1968.

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calcula que con un promedio mensualde 180 inhumaciones tanto en losnuevos como en los viejos se tendrácupo hasta el mes de febrero de 1963.Es decir que se dispone de un añoapenas suficiente para la adaptaciónde un NUEVO CEMEN-TERIO(...)”23

Proyecto de ampliación de AlvaroCalero Tejada.

El proyecto de ampliación delCementerio y de reforma de la Capilla,obra de Alvaro Calero Tejada a principiosde los 60, extiende el Cementerio haciael sur con la construcción de la mayoralameda circular de bóvedas, esta vez endoble crujía; alameda que pone en sucentro la Iglesia la cual pierde su alpendrepara poder comunicar entre sí el conjuntode estos elementos. La iglesia que yatenía una reforma (la reconstrucciónposterior a la explosión), ahora era exentay su transepto se corresponde con elcentro del gran circulo; nuevos vanosmucho más amplios y rematados enarco de medio punto la abren haciadicho gran circulo, evidenciando conello el nuevo papel jerárquico que leasigna Calero Tejada. Pasa así de serremate de un recorrido enmarcado yflanqueado por una continuidad deelementos de los que hacía parte lapropia iglesia, a fulcro a partir del cual espuesto a gravitar todo el sistema dealamedas del camposanto. Completanesta Alameda, cuatro brazos rectos, dosortogonales y dos a cuarenta y cincogrados, también de doble crujía debóvedas que parten hacia las áreas librespor fuera del gran círculo. Se realizantambién obras de liberación y de limpiezarecomendadas por Calero Tejada talescomo: la supresión de los bloques debóvedas adosados a las dos primerasalamedas y los paralelos a la carreraprimera. Estas obras fueron de granimportancia para la ciudad, con ellasrecuperaba el valor y la dignidad quetuvo en el pasado. Sobre el significadode la intervención, cuando todavía estáen ejecución se ocupa la prensa de laépoca:

“El Rvdo. Padre Evelio ArcilaYepes ha logrado, gracias a suvoluntad y espíritu de trabajo,conseguir ante todo el respeto por eselugar sagrado (...) con un dinamismopropio de su juventud y la colabo-ración del señor Obispo de la DiócesisMonseñor Alberto Uribe Urdaneta, yde la junta del Cementerio, se halogrado que este se haya convertidoen verdadero lugar de descansoperenne que es el que merecen losdifuntos (...) por nuestra parteestamos en capacidad de informarque el cementerio Central Católicode esta ciudad se perfila como uno delos mas bellos del país y que con suactual director y Capellán ha dadoun vuelco definitivo y seguro ...”

Pero además de las obras de refacciónfisica se celebran las nuevas normas ymedidas que tienen que ver por un ladocon el culto, se definen horarios para lasmisas de los días ordinarios, festivos ydomingos, logrando con ello aumentarconsiderablemente el número de fielesque acompañan al Capellán durante lascelebraciones; por otra parte se lesumninistra uniformes al personal paradiferenciarlo de los visitantes, se duplicala vigilancia poniendose freno al robo delápidas y flores, se distribuye por todo ellugar un considerable número de canecaspara desperdicios prohibiendose arrojarbasura en el suelo y con el fin de infundirel mayor respeto por el Cementerio

“Se prohibe fumar dentro delrecinto, se hace que los visitantesentren con la cabeza descubierta yque no se hable en voz alta. Ahí seencuentra el descanso que los difuntosmerecen: la paz”.

(“El Cementerio de Cali setransforma. Un lugar de respeto y debelleza plástica” . Recorte de prensaArchivo Arquidiócesis de Cali Acceso11.3 Caja #329 Asunto: bieneseclesiásticos Descripción: CementeriosCatólicos. Carpeta 1961).

No está de más aclarar que Calero ensu reforma de la Iglesia contempló larestitución de la inclinación original delas cubiertas, y de sus materiales, comose desprende del análisis de los ítems delpresupuesto de obra donde se incluye el

rubro correspondiente que tiene un pesoimportante en el valor de la refaccióntotal de la capilla, el cual se correspondecon la magnitud de dicha operación.Seguramente razones de economía de

Planta Septima Fase Constructiva, 1968 - 1970.

Planta Octava Fase Constructiva, 1971- 2001.Elaboración CITCE-UNIVALLE. 2001

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Cementerio Central de la ciudad porcausa de la explosión del 7 de agostopróximo pasado. Con verdaderacontrariedad informamos a suexcelencia que la capilla quedóprácticamente destruida y lo existenteno puede ser aprovechado, ni siquieralos muros de cierre por cuanto estosfuera de estar rotos presentandesplomes muy graves que los hacendel todo inservibles. En este estado,nos permitimos manifestarle a SuExcelencia que en nuestro conceptola capilla debe ser reconstruidatotalmente y que su costo dereconstrucción lo estimamos en lasuma de $75.000 utilizando cubiertade cerchas metálicas y cielo raso demadera prensada o de fibra. El pisoquedaría como el actual de baldosínde cemento. Dejamos así cumplida lacomisión que su Excelencia tuvo abien confiarnos, en la esperanza deque el presente informe le sea deutilidad. De su excelencia atentosservidores e hijos en Cristo firman:Francisco Ospina B., Angel CastroBorrero y Alfonso Garrido T.”

La ciudadanía venía mostrando sudesacuerdo con respecto a la ubicacióny aspecto del cementerio, y a partir de laexplosión de 1956 se agudizó estainconformidad, que se expresó inclusomediante una solicitud formal al Obispode trasladar el cementerio e iniciar laconstrucción de otro nuevo:

“Resolución 6 de Septiembre 08de 1956 de la Sociedad de MejorasPúblicas: Considerando que elcementerio Central de la ciudadreclama desde tiempo atrás, sutraslado a otro sitio, debido a que suubicación actual lo coloca en el centrode una zona comercial e industrial;que la explosión del 7 de agostoultima ha agudizado más el problemadel cementerio ya que las bóvedassufrieron serios desperfectos; que elaspecto del presente cementerio esantiestético, pues la estrechez y lapobreza en que se encuentra nopermiten realizar allí obras deembellecimiento ni de importanciaalguna, resuelve: Art. 1º encabezar

un movimiento de la ciudad de Cali,a efecto de que cuanto antes se inicien,en sitio pactado, los trabajos deconstrucción de un nuevo cementerioque, por su holgura y presentación,este a la altura de la capitalVallecaucana y del respeto que semerecen los seres desaparecidos (...)”

La aerofotografía de 1957 muestraque los daños no habían sido reparadosun año después de la explosión; de lacapilla sólo estaba en pie la torre y elábside. Frente a sus ruinas se observauna ramada habilitada como capillaprovisional. Entre 1957 y 1958

“se dejó semidestruído elcementerio afectando especialmentelos techos que cubren las bóvedas yocasionando la destrucción casi totalde la capilla. Desde el día en que meencargué de la administración fue mipreocupación remover escombros,retirar basuras y con el beneplácitode la venerable curia reconstruir lacapilla, devolviéndola al culto queen este cementerio es muy solicitadode los fieles” 21.

La real incapacidad del cementeriopara atender las demandas de la ciudad,y la presión de la ciudadanía en cuantoa su aspecto dio pie a la fundación de unjardín cementerio no católico: elcementerio Internacional fundado en1959, que se convirtió en alternativapara las clases altas.

Y mientras se concretaba la fundaciónde un nuevo Cementerio Católico tipojardín que sustituyera el CementerioCentral se adopta una solucióntransitoria, la completa refacción deeste último. El arquitecto Alvaro CaleroTejada, efectuó un proyecto que entérminos generales amplia y enlucenuevamente el cementerio y su capilla.Este proyecto debería cubrir lasnecesidades por un corto tiempo:

“(...) Con relación al problemade las bóvedas para la inhumaciónde cadáveres en el cementerio centralme permito informar a vuestraexcelencia que en la actualidad hay1600 bóvedas disponibles en losmonumentos recién construidos. Se

Planta Cuarta Fase Constructiva, 1938 - 1947.

Planta Quinta Fase Constructiva, 1947- 1960.

Planta Sexta Fase Constructiva, 1960 - 1968.

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calcula que con un promedio mensualde 180 inhumaciones tanto en losnuevos como en los viejos se tendrácupo hasta el mes de febrero de 1963.Es decir que se dispone de un añoapenas suficiente para la adaptaciónde un NUEVO CEMEN-TERIO(...)”23

Proyecto de ampliación de AlvaroCalero Tejada.

El proyecto de ampliación delCementerio y de reforma de la Capilla,obra de Alvaro Calero Tejada a principiosde los 60, extiende el Cementerio haciael sur con la construcción de la mayoralameda circular de bóvedas, esta vez endoble crujía; alameda que pone en sucentro la Iglesia la cual pierde su alpendrepara poder comunicar entre sí el conjuntode estos elementos. La iglesia que yatenía una reforma (la reconstrucciónposterior a la explosión), ahora era exentay su transepto se corresponde con elcentro del gran circulo; nuevos vanosmucho más amplios y rematados enarco de medio punto la abren haciadicho gran circulo, evidenciando conello el nuevo papel jerárquico que leasigna Calero Tejada. Pasa así de serremate de un recorrido enmarcado yflanqueado por una continuidad deelementos de los que hacía parte lapropia iglesia, a fulcro a partir del cual espuesto a gravitar todo el sistema dealamedas del camposanto. Completanesta Alameda, cuatro brazos rectos, dosortogonales y dos a cuarenta y cincogrados, también de doble crujía debóvedas que parten hacia las áreas librespor fuera del gran círculo. Se realizantambién obras de liberación y de limpiezarecomendadas por Calero Tejada talescomo: la supresión de los bloques debóvedas adosados a las dos primerasalamedas y los paralelos a la carreraprimera. Estas obras fueron de granimportancia para la ciudad, con ellasrecuperaba el valor y la dignidad quetuvo en el pasado. Sobre el significadode la intervención, cuando todavía estáen ejecución se ocupa la prensa de laépoca:

“El Rvdo. Padre Evelio ArcilaYepes ha logrado, gracias a suvoluntad y espíritu de trabajo,conseguir ante todo el respeto por eselugar sagrado (...) con un dinamismopropio de su juventud y la colabo-ración del señor Obispo de la DiócesisMonseñor Alberto Uribe Urdaneta, yde la junta del Cementerio, se halogrado que este se haya convertidoen verdadero lugar de descansoperenne que es el que merecen losdifuntos (...) por nuestra parteestamos en capacidad de informarque el cementerio Central Católicode esta ciudad se perfila como uno delos mas bellos del país y que con suactual director y Capellán ha dadoun vuelco definitivo y seguro ...”

Pero además de las obras de refacciónfisica se celebran las nuevas normas ymedidas que tienen que ver por un ladocon el culto, se definen horarios para lasmisas de los días ordinarios, festivos ydomingos, logrando con ello aumentarconsiderablemente el número de fielesque acompañan al Capellán durante lascelebraciones; por otra parte se lesumninistra uniformes al personal paradiferenciarlo de los visitantes, se duplicala vigilancia poniendose freno al robo delápidas y flores, se distribuye por todo ellugar un considerable número de canecaspara desperdicios prohibiendose arrojarbasura en el suelo y con el fin de infundirel mayor respeto por el Cementerio

“Se prohibe fumar dentro delrecinto, se hace que los visitantesentren con la cabeza descubierta yque no se hable en voz alta. Ahí seencuentra el descanso que los difuntosmerecen: la paz”.

(“El Cementerio de Cali setransforma. Un lugar de respeto y debelleza plástica” . Recorte de prensaArchivo Arquidiócesis de Cali Acceso11.3 Caja #329 Asunto: bieneseclesiásticos Descripción: CementeriosCatólicos. Carpeta 1961).

No está de más aclarar que Calero ensu reforma de la Iglesia contempló larestitución de la inclinación original delas cubiertas, y de sus materiales, comose desprende del análisis de los ítems delpresupuesto de obra donde se incluye el

rubro correspondiente que tiene un pesoimportante en el valor de la refaccióntotal de la capilla, el cual se correspondecon la magnitud de dicha operación.Seguramente razones de economía de

Planta Septima Fase Constructiva, 1968 - 1970.

Planta Octava Fase Constructiva, 1971- 2001.Elaboración CITCE-UNIVALLE. 2001

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recursos de los que surgía un conjuntomuy expresivo y ricamente articulado.

Fases del Cementerio.

• De 1910 a 1926.A partir de 1910 con la creación de la

nueva Diócesis de Cali Monseñor HeladioP. Perlaza, primer obispo, apoyó lasobras de culminación del Cementerio,según el proyecto de Sardi, queconsistieron en la construcción de losmausoleos para osarios públicos deplanta circular, la culminación de lacapilla, la construcción de senderos yenlucimiento general. Con motivo de lacreación del nuevo Departamento delValle del Cauca, y ratificada Cali comosu capital, la ciudad fue sufriendo unproceso de expansión hacia las zonasejidales. El Municipio inició una labor deenajenación de los predios cedidos porlos hacendados para ejidos entre el sigloXIX y comienzos del XX. La delimitaciónde estas zonas nunca estuvo clara, ymuchos propietarios de pequeñasparcelas y terrenos ubicados dentro delas haciendas se vieron en problemaspara justificar su propiedad porque lamayor parte de las enajenaciones serealizaron verbalmente, y al ser otorgadoslos predios al municipio por loshacendados, gran número de estaspequeñas propiedades se vieroninvolucradas dentro de las áreas cedidas.Este debió ser el caso del CementerioCentral, al que para sanear la propiedadde su terreno le fue otorgada la escrituraNumero 28 de enero 13 de 1914, en laque Lucio Velasco hace donación dellote donde se halla ubicado el Cementerio.

Esta escritura no especifica linderosy hace referencia sólo al área que dona(dos fanegadas) que corresponde a lasuperficie ocupada por el proyecto deSardi. Sin embargo rastreando losantecedentes de esta escritura nosencontramos con que el predio al que serefiere está ubicado al occidente de laciudad en el actual corregimiento de LaLeonera. Con este tipo de recursosprobablemente se buscaba justificar latradición de propiedad de un terrenocuyo origen no es nada claro.

• De 1927 a 1947.Con el aumento de la población en la

tercera década del siglo, el área delCementerio se tornó insuficiente; el nuevoobispo Luis Adriano Díaz adquirió porcompra a particulares algunos terrenospara ampliarlo. Los linderos especi-ficados en las escrituras encontradas19

no permiten precisar a que zona delCementerio actual se refieren, sinembargo por la configuración que enesa época tenía, asumimos que losterrenos adquiridos pueden corresponderindistintamente a las zonas laterales oposterior.

El Concejo de Cali aprueba unaproposición “por la cual ordena alSeñor Personero Municipal que en eltérmino de 48 horas, y de acuerdo conS.E. se escoja el lote de terreno paraensanchar el Cementerio Católico deesta ciudad”20. Para ello se precisa moverun monumento de propiedad particularque contiene un solo cadáver. Estemonumento se encuentra actualmenteen el extremo sur (número 71) y allídebió ser trasladado. Se construyennuevas bóvedas en el extremo norte, lasobras consisten en la adición de unvolumen que a manera de esquina seadosa a las alamedas de bóvedas yelimina su fachada convexa; igualmentese construyen bóvedas en dos hilerasrectas paralelas a la carrera primera; yun volumen al oriente del cementerio -posiblemente parte de la administración-logrando así una composición casisimétrica respecto a el acceso principal.• Explosión de 1956.

La explosión del 7 de agosto de 1956,afectó el techo de algunas bóvedas, elcerramiento del edificio sobre la calle 28y la capilla, en la que se incrustó el motorde uno de los camiones que hizoexplosión21.

La magnitud de los daños sufridospor la capilla son descritos por losingenieros Borrero, Ospina y Garrido enun informe presentado al obispo:

“Excelentísimo señor: Nos eshonroso presentar a su excelencia elinforme que nos ha solicitado sobrelos daños ocurridos a la capilla del

Planta Primera Fase Constructiva , 1906 - 1910.

Planta Segunda Fase Constructiva , 1910 - 1926.

Planta Tercera Fase Constructiva , 1927 - 1937.

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recursos determinan que no se lleve acabo esta restitución de la cubierta locual por lo demás deja incompleta laejecución del proyecto de Calero Tejada.

Los últimos decenios, el deteriorodel Cementerio.

El proyecto de Calero Tejada debíasolucionar la capacidad del cementeriohasta el año de 1963, fecha en la que sepreveía entraría en funcionamiento elCementerio Católico Metropolitano.

Reconocer estos límites era no sólogarantizar su idóneo funcionamiento sino la mejor manera de preservar suurbanismo y su arquitectura. Hecho quedesafortunadamente no ocurrió: sólohasta finales de la década de los sesentael anunciado Cementerio Metropolitanoentró en funcionamiento. Las exigenciasde aumentar la capacidad del cementerioCentral se hacen mas apremiantes ycomienza un proceso en contra del cualse escuchan voces de protesta que noestaban de acuerdo con lo que estabaocurriendo:

“El Cementerio Central de Cali,según expresó Monseñor UribeUrdaneta, está prácticamente copado,debido al crecido número dedefunciones que se producen en Cali,en proporción de unas 10 al día o 300al mes en promedio. De ahí que hayanecesidad de invadir cada día mayorespacio de zonas verdes con mástúmulos y bóvedas, restándole asímas atracción y colorida natural a laNecrópolis Central de la capitalVallecaucana.”24

Se trata de un proceso en el que secomienzan a agregar numerosos bloquesde bóvedas y de osarios sin atender a lamás elemental consideración de diseño.No se reconocen los límites establecidosy en lugar de la preservación de losvalores del Cementerio se abre caminouna tendencia al indiscriminado ydesordenado aumento de lasconstrucciones en el Cementerio. Conla Inauguración del CementerioMetropolitano, las clases adineradas

abandonan el Cementerio Central y conellas parte la sutil barrera que el decoroimponía al crecimiento acelerado quesólo puede conducirlo hacia su deterioro.Sólo de esta manera nos resultanexplicables las intervenciones de lasúltimas décadas y el estado en que seencuentra el Cementerio hoy día. Desdeel traslado del acceso - hace más detreinta años - hasta el cambio -aún enproceso- de las tejas de barro de lacubierta por láminas de asbesto cemento.Desde la saturación de las zonas verdescon bloques para bóvedas y osarioshasta la construcción de improvisadasestructuras para el servicio al público(una precaria ramada para promoción yventa de los servicios del cementerio,unos infuncionales e incómodos bañospúblicos). La recuperación de laarquitectura y el urbanismo delCementerio es la condición para el

enaltecimiento y la dignificación de sunoble función y es ese el proceso quereclama un edificio que condensa demanera única y excepcional la historia yla memoria de nuestra ciudad.

Valoración del urbanismo y loscomponentes del conjunto delcementerio.

• Implantación urbana.Fue construido en el sitio actual en su

primera versión en 1852 fuera delperímetro urbano de la ciudad en la víaque conducía al paso del Comercio,denominada en el siglo XIX Camellóndel Comercio, donde se localizaba PuertoMallarino, el puerto fluvial de la ciudadsobre el rio Cauca el cual antes de laconstrucción de la Red Férrea delPacifico y posteriormente de lapavimentación de la carretera central,representaba la vía de comunicaciónmás importante de la Ciudad de Cali conel resto del país y con el exterior. Otraconexión importante con esta víamarítima era la que aseguraba la redtranviaria uno de cuyos ramales llegabapor la actual carrera 8ª hasta PuertoMallarino.

Con la llegada a Cali del ferrocarrildesde Buenaventura pasando por Yumboy el sector de Acopi en 1915 y con laconstrucción de la estación de pasajerosen la calle 25 entre carreras 2ª y 4ª, losterrenos a ambas márgenes de la red enlas inmediaciones de la Estaciónadquirieron gran interés comercial, porla ventajosa situación que ofrecían paramultitud de empresas para las cuales eltren era ahora el más moderno expeditoy económico sistema de transporte, tantopara el abastecimiento de materiasprimas como para llevar productos aotras regiones del país y al exterior.

La urgente necesidad de unacomunicación ágil y sin congestiones dela ciudad con la estación y las empresaslocalizadas en sus inmediaciones planteóla exigencia de ampliar y pavimentar elantiguo camellón de la carrera 1ª, hechoque se produjo en 1927 y que fuecelebrado como uno de los grandeslogros urbanísticos de la ciudad.

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1973 IGAC. Fuente, Centro deDocumentación CITCE.

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1998. Fuente, Centro de DocumentaciónCITCE.

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que pertenecían a sus habitantes desdela fundación.

Ante esta petición los edilesrespondieron que no existían ejidos en laciudad porque estos habían sidoocupados por particulares14 . Dansolución a la petición

“acogiéndose a la fórmulacolonial mediante la cual la terceraparte de las tierras de la ciudaddebían ser otorgadas al común (...)se hizo una nueva demarcación (...)seis cuadras de largo por el oriente,desde la última casa del barrio elVallano hacia el resguardo deYanaconas; otras seis cuadras a lolargo por occidente, desde la últimacasa de barrio del Empedrado hastala loma de San Antonio y cuatrocuadras en dirección sur hacia elmonte Calvario y la Loma de laMano del Negro”15 .

Entre 1771 y 1778 se reinició el pleitopor la recuperación de los ejidos y anteuna mayor presión de la ciudadanía sesugirió a los hacendados la cesión departe de sus propiedades para serasignados como ejidos, esto suscitóprotestas de todos los propietarios peroespecialmente de Gerónima de la Llera,dueña de Los Ciruelos, quien por laextensión de su hacienda era la másperjudicada con la determinación. En1778 esta señora consiguió unreconocimiento de sus títulos que laeximían de ceder tierras para ejidos.En1787 se inició el proceso de división envarias unidades, Tomás y JoséFernández de Córdoba vendieron aEusebio Borrero la Hacienda de Salomia,que formaba parte de los ciruelos, dentrodel avalúo de esta propiedad aparece unacapilla con techo de teja16. Es posibleque sea en torno a esta capilla que sedecide establecer el Cementerio en 1852,lugar que fue delimitado con una cercade guadua y que en esta ocasión si sehallaba totalmente alejado del cascourbano de la población.Los primerosesfuerzos para establecer definitivamenteel Cementerio en este lugar estuvieronencaminados nuevamente a laconstrucción de un cerramiento losuficientemente contundente queacabara con el carácter transitorio que

hasta el momento habían conservadolos Cementerios en Cali.

Fray Damián González pidió una rejaa Europa para reemplazar la cerca,aunque la reja llegó a Buenaventura en1860, debido a la guerra y a la falta derecursos estuvo en el camino del Daguapor muchos años y sólo hasta 1880pudo ser movilizada e instalada en elCementerio.17

El proyecto original.

Desde su inauguración en 1852 yhasta comienzos del siglo XX, elCementerio funcionó como un granterreno en torno a una iglesia delimitadopor una cerca o reja y donde se esparcían

aleatoriamente algunos monumentos queseguramente fueron proyectados poralbañiles o artesanos. De éstosmonumentos la única imagen que seconserva es la publicada en el libro deManuel María Buenaventura.18

El primer intento por lograr unproyecto que organizara establemente elCementerio, se debe al Pbro. UladislaoGonzález Concha, durante la época enque fue párroco de San Pedro (1900 –1907); para lo cual le encomendó elencargo de su realización al IngenieroEmilio Sardi Garcés (Fig. 4) quien lotenía ya elaborado para el año de 1904.

No se encontraron datos sobre lafecha de inauguración del proyecto deSardi, sin embargo la lápida más antiguaque existe en el Cementerio tiene fechade octubre 4 de 1907, lo que indica queen esa fecha estaba en servicio yprobablemente ya se había inaugurado.

Proyecto de Emilio Sardi.

Sardi propone una novedosacomposición en la cual se destacan tresalamedas de bóvedas circularesagrupadas en forma de trébol. El visitanteapenas traspone la entrada inicia unrecorrido en línea recta que pasa enmedio de las dos primeras alamedasgemelas y encuentra en el extremoopuesto la Iglesia cuyo frontis haceparte de la más pequeña de las alamedas,en una sucesión de volúmenes sinsolución de continuidad que agrega a lariqueza de su trazado rigurosamentesimétrico el valor de un profundosimbolismo.

Se destacan como hitos ordenadoresde este conjunto dos mausoleos deosarios públicos de planta circularlocalizados en el centro de las dosprimeras alamedas circulares y la propiaIglesia en la que remata todo el conjunto.El lenguaje de este conjunto lo dan suspropios materiales de construcción: elladrillo visto en los muros de las bóvedas,impecablemente aparejados y en lascolumnas piezas de ladrillo figurado delas que resultan las bases y capiteles delorden toscano; la cubierta en teja debarro, con su estructura a la vista y lospisos enladrillados constituían los únicos

Emilio Sardí Garcés fotografía tomada poco antesde su muerte en 1927 a la edad de 52 años

Aerofotografia del sector del Cementerio Centralde Cali,1943 IGAC. Fuente, Centro deDocumentación CITCE.

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La construcción de la Avenida UribeUribe anticipaba las obras urbanas quecambiarían la cara colonial de Cali poruna moderna acorde con los ideales deprogreso tomados de ciudades europeasy latinoamericanas, proceso que durantelos años 20 y 50 permitió la consolidaciónde una imagen de ciudad solida,coherente, de gran claridad y legibilidady, desde el punto de vista estético, deuna alta calidad; imagen que dependiócasi por completo de la construcción deavenidas. Desde luego la pavimentaciónde la Avenida Uribe Uribe y poster-iormente de la calle 25, Avenida LuisLópez Muñoz, fue de la mayor impor-tancia para la necrópolis católica queprecisamente en la década de los 20completa la construcción del proyectoelaborado por el Doctor Emilio SardiGarcés. La nueva necrópolis con lapavimentación de la Avenida Uribe Uribecuenta con una conexión con la ciudaddigna de su bello trazado, el cual con sueje principal perpendicular a la importanteavenida se encarga de conducir a losvisitantes, a través de amplias alamedasde bóvedas y de soberbios mausoleos,hasta la imponente torre de la iglesia quesirve de remate. La urbanización de lazona que dio su primer paso con laocupación de grandes empresas de lospredios junto a la vía férrea al occidentedel cementerio, se realiza entre lasdécadas del 20 al 40 con la construccióninicialmente del barrio Jorge Isaac, elprimero en trasponer hacia el occidentela linea del ferrocarril y posteriormenteel barrio Santander, el trazado de loscuales esta relacionado con las carrerasde la ciudad y su construcción avanzade norte a sur y oriente a occidenterespectivamente encontrando a su pasoel predio del camposanto.

La operación se limita simplemente ahacer algunos ajustes en la proximidadde dicho predio pero sin tomarlo encuenta como condición de la misma: elresultado, el evidente contraste y ladesproporción existente entre el lote delcementerio y las manzanas de susalrededores. Da cuenta de ello un planode 1920 en el que ni siquiera seconsideran las vías que enmarcan elcementerio que se construyen sólo como

resultado de la urbanización del sector.La decadencia del papel que las avenidasjugaron en el desarrollo urbano de Cali yde la misma imagen de la ciudad, va dela mano con la del cementerio Central. Elgran crecimiento de la ciudad que apartir de los años 60 se concreta en unaocupación especulativa y desordenadade áreas suburbanas –al oriente sectorespopulares, al sur clases adineradas- quefueron precipitadamente incorporadasal perímetro urbano, determíno tambiénla construcción de nuevos cementeriosy sobre todo de un nuevo tipo decementerio, el jardín suburbano. Aunquecon anterioridad a la explosión de 1956se dieron signos de inconformidad porla localización y la estrechez delcementerio católico, en los que ahoraeran terrenos urbanizados y que habíandado lugar ya en 1951 a la construccióndel cementerio de Siloé, no fue sino conposterioridad a dicha explosión (quecausó graves daños en el mismo yplanteó una discusión sobre sureubicación) que el cementerio empiezaa cambiar de status. Su desprestigiorelacionado con su localización, lasaturación de sus instalaciones rodeadasde fábricas y barrios populares, obliga alas clases adineradas a recurrir alcementerio internacional inaugurado en1959-, abierto a todas la religiones ycreencias, mientras se construyennuevos cementerios católicos para laciudad; hecho que se produce en 1968,año en que se da al servicio el primero delos dos camposantos metropolitanos queconstruirá la Arquidiócesis de Cali.

Estos nuevos cementerios al prestigioque ofrece su nueva localización, une unnuevo tipo de servicio funerario, lasepultura jardín de propiedad perpetuadestinada a las clases mas favorecidas.Así el cementerio de todos los caleñosen una época en que las distancias entrelas clases no impedía que surgieranvalores compartidos fundados encomportamientos, y manifestacionescomunes –y dar cristiana sepultura a losmuertos en el tradicional y únicocementerio católico era una de ellas-pasa a ser un cementerio destinado a lasclases populares, que alquilan por untiempo el derecho al reposo de los restos

Diversas imágenes del Cementerio CentralCatólico de Cali en las primeras décadas del S.XX. En la imagen superior se observa el reloj dela capilla que se recupero de la iglesia de SanPedro después del terremoto de 1906. Fuente.Archivo del patrimonio fotográfico y fílmico delvalle del Cauca.

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establecer cementerios, el número delos necesarios en cada población y sucosto expresando, en caso de que nohaya de donde arbitrarlo porcompleto, a que arbitro se podríaapelar, para agravar lo menos posibleel erario”.4

Según Gustavo Arboleda lassoluciones adoptadas en Cali para elcumplimiento de esta disposición fueron:la habilitación como necrópolis del loteadyacente a San Pedro, en el marco dela Plaza Mayor, así como la inhumaciónen campos contiguos o dentro de otrostemplos distintos a San Pedro, o capillasde las Haciendas; no es esto muydiferente a las prácticas que se veníanefectuando hasta ese momento.

Al parecer el decreto real fueparcialmente adoptado no sólo en Cali,sino en todo el reino de la Nueva Granada,razón por la cual tuvo que ser ratificadoen abril y junio de 1804.5

A partir de 1808 y en los añossucesivos se encuentra en los libroscapitulares peticiones y manifestacionesal cabildo concernientes a la ubicaciónpor fuera del poblado de los cementerios6 ,empero el asunto del traslado fuepospuesto año tras año, restándoseimportancia al tema. Esta situacióncambió cuando en octubre de 1827 ellibertador Simón Bolívar ordena

“La inmediata construcción decementerios prohibiendo se enterraceen templos, capillas, o cualquieraotro lugar, y castigando con multas alos que contraviniesen a estasdisposiciones“7 .

No se sabe si es debido a lacontundencia de la nueva norma o alnaciente sentimiento patriota yprogresista -en oposición a la idea deatraso inherente a la colonizaciónespañola- pero se desarrolló dentro de lamunicipalidad una preocupacióninusitada por la salubridad de lospobladores y en febrero de 1828 sehabía iniciado ya la labor de traslado delcementerio por fuera del casco de laciudad, en San Nicolás en el sitio quehoy ocupa la plaza Veinte de Julio8 , sitioen el que existía desde 1770 una capilla,que fue reedificada en 1806 y se mantuvoen pie hasta 1926, año el que se inauguró

el actual templo de San Nicolás. Estetraslado fue auspiciado por Fray JoséIgnacio Ortíz y el Pbro. AngelPiedrahita.9

Es claro, que el traslado delcementerio no implicó el desarrollo deun proyecto arquitectónico para su nuevaubicación; la solución adoptada consistióen retomar el terreno adyacente alTemplo de San Nicolás -donde ya sevenían realizando entierros- y adicionarleotra porción a dicho solar, para encerrarel sitio y delimitar así el cementerio.Durante su permanencia en este sitio losesfuerzos estuvieron encaminados alenlucimiento del cerramiento queaparentemente, fue completado conguadua:

“(...) conocemos un escrito endonde, después de muchos años de suinauguración, pedían el continentede todos los caleños a fin de cambiardicha cerca por tapia, alegando quela guadua «era un material que porsu ninguna duración exponíacontinuamente ese lugar triste yrespetable al piso de animales detoda especie». (...) la colecta hechapor Iragorri alcanzó a la cantidad detreinta y dos pesos con dos reales y uncuartillo y gastó, sin dejar terminadoel trabajo iniciado , cuarenta pesos yun real, por lo cual se dedujo un

balance de siete pesos, siete reales ytres cuartillos”10 .

El Cementerio estuvo ubicado enSan Nicolás (Fig. 3) hasta el año de 1850cuando, según Manuel MaríaBuenaventura11 , fue trasladado a SanIsidro en los ejidos de Aguablanca sitiodonde se mantuvo hasta 1852.

En este año se bendijo el actualCementerio

“que había sido sacado alicitación en 1850 y había sido optadoel privilegio por la cámara oasamblea provincial el 21 de octubrede 1851, por ordenanza que apropiópara la obra mil seiscientos pesos. Elcabildo otorgó dicho privilegio el 31de marzo del 52”12

El sitio que actualmente ocupa elCementerio Central perteneció a SantaBárbara de los Ciruelos, la más grande eimportante hacienda de Cali, estapropiedad

“(...) se extendía sobre la margenderecha de la ciudad, por todo elllanodeenmedio (...) desde las Vegasdel río Cali, hasta el río Lili o de lasVegas”13

Por su ubicación, Santa Barbara delos Ciruelos, estuvo siempre ligada a lospleitos de recuperación de ejidos. En1706, un sector de la población de Cali,requirió al cabildo los terrenos comunales

Aerofotografia del sector del Cementerio Central de Cali, IGAC. Fuente, Centro de DocumentaciónCITCE.

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de sus parientes difuntos. Proceso quecoincide con lo que hemos denominadosegunda fase constructiva a la queseguirán otras en una ocupaciónindiscriminada de áreas libres que demanera preocupante continua aún hoyen día.

Desde el punto de vista urbano elimpacto mas negativo que haexperimentado el cementerio Central,ha incidido por igual en la avenida UribeUribe: la construcción de los pasos adesnivel sobre la carrera 1ª en la calle 15y posteriormente en la calle 25,precisamente en el tramo que comprendela avenida Uribe Uribe. Dos monstruosasinterrupciones a la continuidad del tejidourbano que han reducido las funcionesde la vida urbana (imposibilitando porejemplo la mas importante de las, la librecirculación y apropiación por parte de

los peatones del espacio urbano) al meroflujo desordenado de vehículos a unaaltísima velocidad. Situación que inclusoantes de la construcción de los últimospuentes mencionados, los de la calle 25,ya había motivado el traslado del ingresodel cementerio a uno de sus costados,con lo cual perdió el significado y laimportancia urbana que había tenido através de la historia. Esta situación desdeluego puede ser atenuada e inclusorevertida, pero exige intervencionesradicales tanto en nuestra tradicionalnecrópolis como en la misma avenidaUribe Uribe.

El Trazado.

El trazado de la construcción originalcorrespondiente a la primera faseconstructiva, básicamente consiste entres círculos con sus centros localizadosen los vértices de un triángulo isósceles,la mediana de este triángulo coincidecon el eje de simetría norte –sur delpredio. En uno de los extremos de esteeje, que precede la base o lado mayor deltriángulo se localiza el acceso (frente ala actual carrera 1ª), en el otro extremopasando por el vértice del triángulo, laiglesia, que sirve de cierre y conclusiónal conjunto. Esta iglesia funde su frontiscon el más pequeño de los círculos, enel centro de los otros dos de igualtamaño, se levantan idénticos mausoleospúblicos de osarios de planta circular.Esta iglesia y los dos mausoleos públicosconstituyen hitos ordenadores de todoel trazado del cementerio.

Un pórtico continuo ocupa la mayorparte del perímetro de los círculos (trescuartas partes en los más grandes ycuatro quintas partes en el más pequeño)las partes restantes carentes de pórticoestán enfrentadas y dan acceso a lasalamedas o galerías de bóvedasorientadas hacia el centro de los círculos.

Cortos segmentos de pórtico,simétricamente dispuestos, unen elcirculo de galería más pequeño con losdos mayores; en medio de estos pórticosrectos se abre un vano coronado en arcorebajado que comunica con las áreaslibres del predio localizadas hacia eloriente y occidente.

El círculo ya en la filosofía de latardia antigüedad era símbolo de Dios yen la iconografía medieval correspondea la forma de la ciudad de Dios, la casadel señor, que por oposición a la ciudadterrenal (un agregado de partes sin lógica,corruptible, errónea, cambiante eirregular) posee una forma absoluta,permanentemente lúcida, fiel a si misma,incorruptible y por consiguiente eterna.

Dionisio Aeorapagita –precisa GiorgoMuratore en su libro la CiudadRenacentista- “en el quinto capítulo delos Nomi Divini identifica sucesivamentea Dios con la unidad en la que preexistetodos los números y con el punto centraldel círculo en el que todos los radiosreunidos en una sola unidad coexistensimultáneamente”. Es la célebreconcepción de Dios del pensamientoneoplatónico como Uno y Absoluto quecondensará en una fórmula hermética elfilósofo renacentista Giordano Bruno“Dios es una esfera infinita cuyo centroestá en todas partes y su circunferenciaen ninguna”.

El Renacimiento Italiano del siglo XVfundamenta todo su programa deconstrucción de iglesias en la simbologíadivina del círculo, para Palladio porejemplo “se haya rodeado sólo por lacircunferencia, donde no se encuentraprincipio ni fin y donde no puededistinguirse entre uno y el otro; suspartes corresponden entre sí y todasellas participan de la forma delconjunto; además como cada parteequidista del centro, nada mejor que unedificio de esta especie para demostraracabadamente la unidad, la esenciainfinita, la uniformidad y la justicia deDios”.

La forma circular dentro de esteorden de ideas asegura simbólicamenteel significado de la construcción a la quese aplica, lo cual equivale a construir unsantuario, un lugar santo, no corruptible;en el caso de un camposanto, un lugarque es la antesala misma de la moradacelestial; en la que los muertos aguardancon la resurrección de la carne, elmomento de la redención final que loshabrá de llevar a la contemplación deDios.

La fachada principal de la Capilla donde se apreciala manera como llegaban las galerias de bovedashasta el acceso principal.

Un grupo de visitantes en el Cementerio Centralen 1935 junto el mausoleo de la Familia JoaquinP. Barona. Foto Zawasky.

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Pero además esta pérdida afectaría,por un lado, la extraordinaria cantidadde información histórica, social yantropológica condensada en loscementerios, de importancia vital paralos estudiosos del pasado y de loscomportamientos y actitudes culturaleshacia la muerte de los diferentes estratossociales; y por otro, comprometería elgran acervo patrimonial y culturalcustodiado en los cementeriosrepresentado en sus lápidas, en susmausoleos, en su trazado, en suconformación espacial y arquitectónica,todo lo cual hace de los cementerios unconjunto único de piezas escultóricas yde mobiliario urbano que representa por

si mismo un museo de arte para nuestrasciudades.

Si bien es cierto que el deterioro delos cementerios tiene su base en lapérdida de parte de su primitiva funciónsocial por ejemlo velaciones y misas, esposible reactivarlos recuperando sufunción básica como lugar deenterramiento rescatando tradicionesreligiosas y sociales que tenían su espacioen el cementerio y proponiendo suincorporación como atractivo turístico,sin menoscabo de su valoración espiritualy religiosa, algo común en países comoMéxico o Cuba.

En Colombia, los cementeriostradicionales se encuentran en unavanzado estado de deterioro. Paraempezar a poner freno a este proceso serequiere ante todo proceder a suvaloración, la cual además de determinarsu interés cultural posibilita laidentificación de aquellos programas,proyectos y acciones que se requieranpara su reinserción a la dinámica delcrecimiento de nuestras ciudades comocondición que permite efectivamentetransmitirlos en las mejores condicionesa las generaciones futuras.

Se hace, por consiguienteindispensable realizar estudios quepermitan conocer la realidad y contenidode los cementerios en cuanto bienesculturales, dando inicio con ello aproyectos de valoración y conservación,que son los que permiten concretar uncambio de actitud de la comunidad anteeste bien patrimonial.

Es precisamente este razonamientoel que ha guiado el proyecto de Valoracióny Recuperación del Cementerio Centralde Cali, proyecto elaborado por el CITCEpara la Arquidiócesis de Cali, y del cualpresentamos a continuación loscapitulos I y II correspondientes a laReseña Historica y la Valoracion delUrbanismo y los componentes delconjunto, respectivamente.

Antecedentes.

Como parte de una práctica católicaque tiene su origen en la edad media, losespañoles implantaron en sus coloniasamericanas la costumbre de enterrar a

los muertos en las iglesias, costumbreque empieza a cuestionarse sólo amediados del siglo XVIII.

Es claro que en estos territorios noexistió la idea de un lugar exclusivo parala inhumación de los muertos; y lacreencia en la necesidad de asegurar lasalvación mediante la cercanía delcadáver a una reliquia reverenciada,prevaleció sobre las consideraciones desalubridad inherentes al proceso dedescomposición de los cuerpos.

Dentro del Reino de la NuevaGranada, la costumbre de sepultar loscadáveres por fuera de los templos oconventos, tardó en adoptarse, debido aque no existía dentro de la población unaplena conciencia de la necesidad deestablecer un sitio destinadoexclusivamente para el entierro de losmuertos, sin embargo en 17871 fueronexpedidas cédulas reales quedeterminaron la creación de cementeriosen cada parroquia. Tiempo después enfebrero de 1787 José Espeletagobernador y comandante de Cubaexpone: “que la mayor parte deenfermedades epidémicas que seconocían con distintos nombresarbitrarios no tenían en su conceptootro principio que el de enterrarse en lasiglesias los cadáveres”.2 Proponeentonces fundar un cementerio por fuerade la Habana, idea que es apoyada por ladiócesis de la isla.3

Aunque los antecedentes son clarosen la necesidad de ubicar estas necrópolispor fuera de los poblados, tal parece quelas disposiciones reales no son enfáticasal respecto, por ejemplo en el decreto deCarlos IV leemos:

“(...) Por esta mi real cédulaordeno y mando a mis virreyes delPerú, Nueva España y Nuevo Reinode Granada a mis Presidentes y a misGobernadores de mis reinos de lasIndias e islas Filipinas y demásministros que ejercen mi vicepatronatoreal, y ruego y encargo a los muyreverendos arzobispos y reverendosobispos de las iglesias metropolitanasy catedrales de los mismos dominios,que informen acerca de cuanto se lesocurra en el asunto, de si las iglesiaspodrían sufragar los gastos de

Iglesia de San Pedro-Cali. En el solar adyacenteque aparece paramentado en el marco de la PlazaMayor, Funciono el primer Cementerio de laciudad.

Antigua Iglesia de San Nicolás-Cali lugar en dondese traslado el Cementerio en el sitio que hoyocupa la Plaza Veinte de Julio.

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Este simbolismo del círculo, comoimagen de Dios lo refrenda nuestranecrópolis con la figura del triánguloque sirve de base a la construcción desus tres círculos de alamedas y querepresenta el misterio de la SantísimaTrinidad. Este triángulo supone unrecorrido que conduce desde el ingresoen el que inicia, pasa en medio de dos delos círculos y termina en la iglesia ubicadaen la circunferencia del tercero de ellos.Este recorrido que propone dicho trazadopuede ser interpretado de manera doble:o bien el camino que conduce despuésde la muerte a la morada celestial, ocomo el peregrinar de los fieles en laexistencia terrenal en el que son guiadospor la iglesia la cual con los brazosabiertos –representados por los pórticoscurvos que parten del frontis- los acogeen su seno asegurándoles la salvación.

Antecedentes de soluciones decementerios en otras latitudes querespondan a ejes axiales que conduzcana edificaciones para el culto, los cualesa su vez hagan parte o se fundan conelementos lineales que describen grandescurvaturas, la encontramos en elcementerio de San Michele en Veneciaproyectado a modo Neoclásico porAnnibale Forcellini en 1858; con ladiferencia respecto a nuestrasnecrópolis, que las grandes curvaturas,en este caso hemiciclos, se relacionantangencialmente y se abren en sentidodivergente. Ejemplo de un cementeriocon un solo eje axial orientado hacia unaiglesia y que ordene el urbanismo detodo el conjunto, lo ofrece el cementerio

de Colón en la Habana, proyectado porCalixto de Loira y Camacho, empezadoa construir en 1867.

La contundente geometría de lanecrópolis de Cali y su simbolismoexperimentaron una radicaltransformación con las ampliaciones yreformas del cementerio posteriores a laexplosión del 7 de agosto de 1956, obradel ingeniero arquitecto Alvaro CaleroTejada: un nuevo círculo de mayortamaño cuya circunferencia pasa por elcentro del más pequeño, expande elcementerio hacia el sur: el centro delnuevo trazado se localiza sobre el ejeprincipal aproximadamente en el mediode la iglesia ahora reformada.

Un aporticado formado esta vez poruna doble crujía de tumbas ocupa elperímetro de este gran círculo conexcepción del tramo resultante de suintersección con el más pequeño a travésdel cual se pasa a la construcciónampliada. Mantener abierto este tramodel círculo mayor obligó a demoler unaparte de la galería del círculo menor quese adosaba a lado y lado del cuerpo deingreso de la iglesia, lo que ocasionó quela curvatura de su frontis quedase sinrelación alguna con el trazado delcementerio.

La iglesia sin embargo no perdió elpapel protagonista que tuvo en el trazadooriginal; ahora en lugar de servir deremate se sitúa en el centro del grancírculo gravitando a su alrededor tantolos componentes en pie de la primerafase del cementerio, como los nuevosque se irán agregando con los años; los

más importantes de los cuales son brazosrectos simétricos en doble crujía debóvedas cuyos ejes apuntan (de manerapor lo demás imprecisa) al centro delgran círculo, ocupando nuevas áreaspor fuera del mismo: dos orientadas a45º aproximadamente llegan hasta lasesquinas de la parte sur del predio, dosmás son perpendiculares al eje principal;y un último brazo más corto cuyo ejecoincide con el principal y remata en elextremo opuesto al ingreso delcementerio.

La alameda de tumbas corres-pondiente al círculo más pequeño, ahoraen el centro de todo el conjunto, sirve dearticulación y transición entre las fasesconstructivas del cementerio.Desafortunadamente no se percibe comotal debido al divorcio de la capilla de laiglesia con la alameda ya mencionada.

Este excepcional recinto haexperimentado en las ultimas décadassensibles alteraciones que hacen enextremo confusa la lectura de su trazado.La más significativa es quizá el cambiodel ingreso hacia finales de la década delos 60. La clausura del ingreso originalen el extremo norte del eje de simetría ysu traslado contiguo a la esquina nortesobre el costado oriental, hace que laimportancia del propio eje principal en elconjunto se pierda.

El ingreso original al cementerio dabainicio a un recorrido cuya constante erala percepción axial de la iglesia. Laubicación del ingreso actual origina unrecorrido sólo al término del cual esvisible la iglesia; inicia paralelo al muro

Vista lateral de la capilla del Cementerio desde una de las Galerías de Bóvedas, la nueva cubierta en asbesto cemento de pobre pendiente no solo ofrece uninsatisfactorio empate con el cuerpo sobreviviente, sino que impide que la construcción misma alcance con su volumen la importancia que logra con sudisposición en planta. Foto Arq. Ricardo Hincapié A.

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*Arquitecto, Profesor Asociado Universidad delValle. Maestria en Restauración de la Universidadde la Sapienza de Roma.

PATRIMONIO, ARQUITECTURAFUNERARIA, CEMENTERIOS.

Resumen.

En Colombia, los cementeriostradicionales se encuentran en unavanzado estado de deterioro. Paraempezar a poner freno a este proceso serequiere ante todo proceder a suvaloración, la cual además de determinarsu interés cultural posibilita laidentificación de aquellos programas,proyectos y acciones que se requieranpara su reinserción a la dinámica delcrecimiento de nuestras ciudades comocondición que permite efectivamentetransmitirlos en las mejores condicionesa las generaciones futuras.

Es precisamente este razonamientoel que ha guiado el proyecto de Valoracióny Recuperación del Cementerio Centralde Cali, proyecto elaborado por el CITCEpara la Arquidiócesis de Cali, y del cualpresentamos a continuación los capitulosI y II correspondientes a la ReseñaHistorica y la Valoracion del Urbanismoy los componentes del conjunto,respectivamente.

Abstract.

In Colombia, the traditionalcemeteries are to be found in anadvanced process of deterioration. Tobegin to stop this process a valoration isrequired, which besides determining itscultural interests enables the identificationof those programs, projects and actionsrequired for its reincorporation to thedynamic growth of our cities as acondition that enables to effectivelytransmit them to future generations in abetter conditions.

It is precisely that kind of thinkingthat has guided the Valoration andRecuperation of Cali´s Central Cemeteryproject, done by CITCE for theArchiepiscopate of Cali and of whichwe present the following First andSecond Chapters, corresponding to theHistorical Review and UrbanisticValoration, and the respectively groupcomponents.

Arquitectura funeraria:El cementerio Central de Cali

*Ricardo Hincapie Aristizabal

Introducción.

Los cementerios son lugares conuna gran carga simbólica y afectiva, seconsideran sagrados desde tiemposinmemoriables. Por su particularubicación y por el valor urbano yarquitectónico de sus instalacionesforman parte de la estructura urbana denuestras ciudades y son un componenteimportante de nuestro patrimoniocultural.

El culto hacia la muerte ha permitidoconocer y conservar en buena medidala historia de la humanidad. Sin embargoson muchas las amenazas que se ciernensobre nuestros cementerios que puedenconllevar graves alteraciones de susvalores e incluso determinar sudestrucción; con lo cual, sin duda, secrearía un enorme vacío en los recuerdosde nuestras comunidades; lagunaimposible de colmar una vezdesaparecido este receptáculo de lamemoria de las generaciones yatranscurridas.

Perspectiva interior del Cementerio Central de Cali-1919-Foto Escarria.

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de cierre norte y tangencial a una de lasgrandes galerías de bóvedas y terminaen un confuso giro a 45º después derebasar el área de administración; eneste recorrido es la presencia de laiglesia la que obliga al visitante a cambiarde dirección, cambio que aunquecorresponde con el eje de simetría, esteya pierde toda jerarquía como principiorector de la percepción del conjunto.Colabora con esta incierta situación elhecho de que la iglesia se presente exenta,y además la presencia de numerososmausoleos privados que guardanrelaciones no del todo precisas –yalgunos de ellos en franca oposición- ala geometría del trazado del cementerio.Empeora las cosas la conformación delárea de administración, el conjunto defilas de osarios adyacentes a la misma ydos precarias construcciones en murode ladrillo y cubiertas en paja: un depósitoy un local de atención al público. Ningunarelación con la composición del conjuntopresenta igualmente un largo tramo debóvedas en doble crujía perpendicular almuro de cierre oriental y que sedesprende de la intersección del círculomayor con el menor. Numerososelementos exentos se comportan de lamisma manera, especialmente bloquesde osarios dispersos los cuales aldesorden espacial que generan añaden lacongestión que producen en vastas zonasdel cementerio donde anulan las ampliasperspectivas que le son características.Cierra el predio un muro que haexperimentado continuas reformas a

través de los años, era una sencilla rejacomprendida entre machones. Su actualaltura y la superficie continua de muroque conforma, animada tan solo por losresaltos de los machones, ha cambiadoradicalmente las relaciones de lasconstrucciones del cementerio con suentorno. La percepción del conjunto desus elementos que hacía parte de lasvías que lo circunscriben, ahora solo esposible si se ingresa al predio. Al interioreste muro se percibe como un desplieguecontinuo de osarios y bóvedas,interrumpidos solo por el ingreso principaly el de servicio sobre el costado oriental;los osarios se concentran en los tramosiniciales del cierre oriental y occidental,que forman esquinas con el cierre norte,y arriba de estos osarios rematando elmuro, una reja.

Elementos Componentes delConjunto.

• Alamedas circulares y rectas debóvedas.Las galerías correspondientes a la

primera fase constructiva exteriormenteestan circunscritas por la curvatura deun muro ciego continuo al queposteriormente se le superpuso unestrato de osarios. Interiormente laslápidas de las bóvedas enmarcan uncorredor enmarcado por pilastrastoscanas; corona la galería una cubiertaa dos aguas en teja de barro terminada enalero.

Poseen las galerías (en latínambulacrum) un único ritmo definidopor la simple repetición de cuatro bóvedas(loculos) superpuestas de idénticascaracterísticas con un vano cuadradoterminado en arco rebajado (arcosolium); este ritmo único se repite peroampliado en la repartición de las pilastras.

El orden arquitectónico de estaspilastras es el Toscano; acabadasoriginalmente en ladrillo al igual que lasbóvedas, presentan tanto en su capitelcomo en su base las moldurascaracterísticas de este orden: un ábacoy un equino en el primero, un plintoseguido de un toro en la segunda.

Las galerías correspondientes a lassiguientes fases constructivas son endoble crujía tanto las circulares comolas rectas (Fig. 14). Guardan conrespecto a las segundas, característicasespaciales y volumétricassimilares.Acabadas en pañete decemento, su construcción determinó elrepello de las alamedas de la primerafase constructiva. Su diferencia másnotoria con respecto a estas últimas seobserva en las pilastras: el conjunto demolduras del capitel y su base nocorresponden a orden arquitectónicoalguno, se trata de una serie de franjas encuadro a diferentes alturas que se repitenen forma escalonada, cinco veces en elcapitel y tres en la base; sus dimensionesson excesivas y la desproporción deestos elementos dan un aspectodesmañado a estas galerías.

Vista de uno de los mausoleos públicos de osarios, son edificaciones de carácter central, de planta circular, localizados en los centros de los círculoscorrespondientes a las simétricas alamedas de bóvedas son, junto con la iglesia hitos ordenadores del trazado del Cementerio y elementos fundamentalesde la composición del mismo. Foto Arq. Ricardo Hincapié A.

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Editorial

En preparación desde el año anterior, es a principios del 2002 que pudimos reunir los textos de esta nueva entrega, con uncontenido temático altamente diversificado.

De un estudio técnico de intervención y recuperación, por lo demás extenso y sumamente exhaustivo, realizadorecientemente por Ricardo Hincapié y sus asistentes, el director del proyecto extrae un artículo muy documentado.

De entrada, el autor alega en defensa del cementerio como lugar donde piedra y carne se unen indisolulemente en la memoriasocial. Con un rápido recorrido histórico, recuerda la larga tradición universal de una arquitectura funeraria. Con este respaldopuede extender hasta el camposanto la concepción del patrimonio histórico de una ciudad; y desde luego su necesaria proteccióncomo lugar urbano, objeto y manifestación de la memoria individual y colectiva.

Luego, con el análisis metódico y pormenorizado de los componentes del cementerio central - suburbano en sus inicios -de Cali, nos convence que en las necrópolis se reproducen para los difuntos las ideas estéticas, trazados, diseños, tendenciasy cambiantes modas arquitectónicas de los vivos.

Como bien se sabe la breve era de los fallidos y fallecidos ferrocarriles colombianos generó la efímera moda de la arquitecturacarrilera; duró lo que duró el tren. A la arquitectura de las estaciones y paradas, estudiada por el arquitecto Carlos Botero, ahoraañaden Francisco Ramírez y Jaime Gutiérrez un caso regional de arquitectura carrilera y de veraneo situado en el extinguidocampamento-parada de La Cumbre. En una documentada introducción, los autores buscan la filiación del ecléctico estilo localcon sus posibles antecedentes en la región del Caribe. Sugerida como hipótesis su múltiple y abigarrada paternidad, conlevantamientos de sus alumnos, con fotografías y con apoyos bibliográficas, los profesores presentan un catalogo de casosilustrativos. En nuestra opinión estas curiosidades para una nueva “América Pintoresca” podrían considerarse como laproyección rústica y versión suburbana de las quintas y palacetes del opulento barrio residencial caleño de Granada; solicitadosen ambos lugares por un mismo segmento social y construidos todos en las mismas décadas de la danza de los millones.

Quizá suscite polémica - bienvenida sea - entre los historiadores de la arquitectura, el artículo de Benjamín Barneyafirmando una amplia difusión territorial del estilo mudejar hacia fines del siglo XVIII. A esta tesis conclusiva llega afianzadoen años de análisis de las arquitecturas coloniales - urbana o rústica, civil o religiosa - caucanas.

El punto de partida del arquitecto es un objeto singular y para todos excepcional a nivel continental, la torre de San Franciscoen Cali. Luego, en procura de generalización el historiador busca las manifestaciones y huellas del “mujedarismo” dispersasen otros lugares de la región y del país. Logrado este propósito, el arquitecto regresa a la torre caleña donde se dedica a unexamen anatómico con minucioso trabajo de disección, quizás el primero en su género...

(Se reciben rectificaciones, reclamos, protestas e insultos en: [email protected].)Hacia 1980-85 los arquitectos Pedro Supelano y Alvaro Thomas desarrollaron una tecnología constructiva con la

introducción de nuevos materiales de mampostería que bautizaron los muros tendinosos; luego verificaron su pertinencia y sucomportamiento con varios prototipos experimentales. Hoy, el arquitecto Luis Humberto Casas y la ingeniera PatriciaGuerrero examinan la amplia difusión regional de esta propuesta. Con sus adelantos técnicos más recientes, es particularmenteactual, visible y exitosa en los programas de reconstrucción de viviendas de emergencia para los damnificados del último sismoen la cordillera central.

Terminando la carrera de arquitectura, Olga C. Eusse lleva igualmente varios años dedicada al rescate, la organizacióny la clasificación del archivo gráfico del Centro de Documentación conservado en el CITCE.

De esta experiencia saca unas reflexiones que nos parecieron útiles para la defensa de los desprotegidos y muy amenazadosarchivos de aerofotografías, de mapas y planos urbanísticos o arquitectónicos.

En marzo pasado unos estudiantes y profesores de la Escuela de Arquitectura invitaron el profesor Elías Sevilla para opinaren torno al polémico tema de los conjuntos residenciales amurallados. La versión escrita de esta conferencia cierra nuestrarevista.

Bienvenida la colaboración del versado antropólogo, pues con sus pasos y su mirada nos recuerda que los encantosespaciales de los lugares urbanos y la estética de sus edificios no son ni privilegio ni propiedad de arquitectos o urbanistas;la revista del CITCE tampoco. De tal manera que aunque construido con metáforas algo crípticas, y acudiendo - con ciertoatrevimiento - a la literatura y la poesía, este texto nos parece sumamente útil para recordar a diseñadores y planificadores queexisten múltiples maneras de recorrer, contemplar y solicitar la ciudad.

El Director.

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• La Capilla.Con su parte anterior originalmente

comprendida en el pequeño círculocentral de bóvedas remata lacomposición y el trazado del cementerio.Su fachada consta de una torre única; enel eje de tres cuerpos y de dos cuerposlas alas laterales ligeramente curvas yretranqueadas.

El primer cuerpo de estas últimascorrespondía al aporticado de la galeríacircular que al tiempo que enmarcaba latorre determinaba la curvatura de lasalas.

Esta solución en la que un pórtico ogalería hace parte integral espacial yformalmente de una edificación sedenomina alpendre, en este caso circular;el cuerpo inferior de estas alas queocupaba dicho alpendre correspondehoy a un muro ciego enchapado enpiedra bogotana; en el superior se abrentres vanos angostos con un pronunciadodesarrollo vertical, los cuales con susdinteles rectos y escalonados acompañanuna gruesa cornisa cuya inclinacióncoincide con la de las vertientes deltejado. La torre central posee trescuerpos de dimensiones en plantasucesivamente mas pequeñas; las dosprimeras poseen contrafuertes que enlas esquinas exteriores son dobles yescalonados y en las interiores sencilloscon sus extremos superioresachaflanados. El primer cuerpooriginalmente poseía un vano en arco demedio punto, enmarcado por unamoldura también, en arco de mediopunto con sus extremos terminados envolutas, el todo coronado por una cornisatriangular en cuyo vértice reposa unacruz.

Aunque se lee hoy en día, este cuerpode la torre ha sido torpemente alterado,redimensionado y enchapado en piedra,el vano ha perdido altura al tiempo queha sido ampliado, la moldura en arco hasido suprimida y en su lugar han sidopuestas dovelas en piedra de enchape. Elsegundo cuerpo, de doble altura que elanterior, contiene enmarcado entre loscontrafuertes escalonados una suertede plano rehundido en el que a su vez seabren dos ventanas apareadas muyangostas y muy altas que concluyen en

dinteles en arco, estos últimos poseengrandes claves muy pronunciadas;cierran el plano rehundido dos arcosrebajados simétricos con sus impostasescalonadas; sobre estos últimos, en eleje de la torre, un reloj.

El último cuerpo de la torre separadodel anterior por una cornisa achaflanadacontiene una ventana bífora en arco demedio punto, arriba de la ventana unapronunciada moldura en arco similar a laque poseía el arco de la entrada; cierra elcuerpo y toda la torre un chapitelpiramidal en concreto cuyo arranquecoincide con las volutas del arcodispuesto sobre las ventanas.

Los cuatro planos inclinados queforman el chapitel concluyen en un grandado sobre el cual se erige una cruz quefue inicialmente en concreto y hoy díametálica. Esta fachada era originalmenteen ladrillo visto al igual que las galeríasde tumbas de la primera fase. Ademásdel enchape en piedra del primer cuerpode la torre y el de las alas, esta fachadafue integramente repellada, y estriadotanto el tercer cuerpo de la torre comolos contrafuertes escalonados.

El espacio interior de la iglesiaoriginalmente consistía en una nave únicacon bóveda de cañón que comprendía elpresbiterio, como remate de esta naveun ábside con bóveda de fondo de horno.El volumen exterior de la iglesia formabauna cruz latina en uno de cuyos brazosalojaba una pequeña capilla y en el otrola sacristía. No se leia el ábside en elvolumen exterior por estar enmarcadoentre muros ortogonales similares alresto de los que cerraban la iglesia.Sobre los muros de cierre apoyaba lacubierta a dos aguas en teja de barro de

pendiente muy inclinada (70%).Posee la iglesia un nártex doble interno

y externo; el externo corresponde alprimer cuerpo de la torre y se continuabaen el alpendre circular; el interior bajo elcoro se prolonga hacia cada uno de loslados en pequeños espacios indepen-dientes de dos niveles los cualescomunican tanto con el nártex comocon el coro por vanos terminados enarcos de medio punto. En el primer nivelestos pequeños espacios coincidían conel ancho de las bóvedas con las cuales

Galeria correspondiente a la ampliacion delCementerio, en doble crujia tanto las circularescomo las rectas, guardan con respecto a las de laprimera fase constructiva caracteristicasespaciales y volumetricas similares.

Fachada lateral de la Capilla, se observa una delas construcciones que se adosa a la iglesiadestinada a la nueva sacristia dotada de su propiacubierta de menos altura y a tres aguas.

Fachada Principal de la Capilla, consta de unatorre unica en el eje, de tres cuerpos, las alaslaterales ligeramente curvas y retanqueadas, elprimer cuerpo de estas ultimas correspondia alaporticado de la galeria circular que al tiempoque enmarcaba la torre determinaba la curvaturade las alas.

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Editorial 2

Arquitectura funeraria: El cementerio Central de CaliRicardo Hincapié Aristizabal 3

Arquitecturas del Veraneo: El caso de La CumbreFrancisco Ramírez Potes

Jaime Gutiérrez Paz 18

Mudejarismo y Arquitectura en la Nueva Granada,Siglo XVIIIBenjamín Barney Caldas 33

Materiales y Sistemas Alternativos para la viviendaLos Muros TendinososLuis Humberto Casas Figueroa

Patricia Guerrero Zúñiga 48

Archivos de arquitectura y urbanismoIdeas iniciales y primeras experienciasOlga Cecilia Eusse González 56

Las jaulas urbanas de Cali y la dimensión simbólicade los espacios en la arquitecturaElías Sevilla Casas 65

Reseñas 74

C I T C ERevista

TERRITORIO, CONSTRUCCION Y ESPACIO

Número 4, Jul/Dic 2002 ISSN 0124-0331

DirectorJacques Aprile-Gniset

Consejo EditorialJacques Aprile-GnisetRamiro BonillaCarlos Enrique BoteroFrancisco Ramírez

DiseñoAndrés Quintero

Diagramación y ArmadaAndrés Quintero

Universidad del ValleRicardo Hincapié, Director CITCE

CorrespondenciaCiudad Universitaria Meléndez.Edificio 380. 5° Piso.e-mail: [email protected]

CanjeCentro de Investigaciones CITCE

ImpresiónArtes Gráficas del Valle300 ejemplares

La Revista del CITCE es una publicaciónsemestral realizada gracias a sureconocimiento por Colciencias como"Centro de Excelencia" en 1997.

Contenido

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originalmente colindaban; en uno deellos situado al oriente, se localiza laescalera de cuatro tramos que conduceal coro. Divide el nártex y la nave en elprimer nivel, un gran arco muy rebajado;en el segundo nivel sin embargo continuala bóveda de cañón que da contra elmuro del frontis del que se desprendenlas alas laterales. El vano de ingreso quesepara el nártex interno del externo es enarco de medio punto, vano que se repiteen el nivel del coro y por le cual seingresa a la torre. El acceso alcampanario, en el último cuerpo, sehace a través de una interesante escaleraen caracol de madera y metal localizadaen la esquina interior oriental de la torre.• Mausoleos Públicos de Osarios.

Localizados en los centros de loscírculos correspondientes a lassimétricas alamedas de bóvedas son,junto con la iglesia hitos ordenadores deltrazado del cementerio y elementosfundamentales de la composición delmismo. Son edificaciones de caráctercentral, de planta circular, poseen dosniveles, el primero consiste en un cilindrocon la superficie de su perímetroenteramente cubierta por una cerradamalla de molduras aplicadas, que formanpequeñas celdas rectangulares ocupadaspor las lápidas de los osarios, corona

este cilindro una cornisa.

El segundo nivel, retranqueado, esmucho más complejo; compuesto porun estrecho pórtico continuo decolumnas que circundan un pequeñocirculo de idénticas características aldel primer nivel. Recuerda un temploclásico de planta circular rodeado decolumnas, denominado perípterocircular o tholos y como en la tipologíaclásica apoya sobre una plateadenominada estilobato, cuyo perímetrose encuentra enchapado en baldosa demosaico en las que en cada uno de losmausoleos se leen bellas inscripcioneslatinas:

Audivi vocem de caelo dicemtemmihi: beati mortui que domino moriuntur

Exuitabunt domino ossa humiliataexpectamus resurrectionem mortuorum

A diferencia del tholos clásico lascolumnas de este segundo nivel no estánrelacionadas por un entablamento sinopor arcos de medio punto realzadosarriba de los cuales continua la superficielisa del cilindro sobre la que se aplicasiguiendo el ritmo de las columnas unacinta continua de guirnaldas. Remata elcilindro una cornisa seguida de unacubierta cónica en cuyo centro reposaun dado. El orden arquitectónico de lascolumnas, 16 en total, es el corintioaunque muy simplificado sobretodo ensu base que posee sólo dos toros el

mayor de los cuales apoya en el estilobato,entre los toros una moldura denominadaEscocia (el corintio clásico son dos lostoros que siguen a la Escocia y elconjunto apoya en un plinto cuadrado).El fuste es liso y el capitel tiene doscuriosas características: el anillo con elque inicia denominada astrágalo estrenzado y los cauliculos enrollan hacia

adentro al contrario de su prototipo .

• Mausoleos ó MonumentosFunerarios Privados.Este conjunto de elementos de

propiedad particular tiene unaimportancia significativa dentro delconjunto del camposanto, no sólo porsu número y ubicación sino por elexcepcional valor que tienen muchos deellos si los consideramosindividualmente. De acuerdo a suvolumetría, su conformación espacialsobretodo su escala pueden sertipológicamente clasificados en:

a. Tipo Capilla.b. Tipo Torre.c. Tipo Edículo o tabernáculo.d. Tipo Baldaquino.e. Tipo Túmulo.Su emplazamiento en el cementerio

es muy variado, buen número de ellosacompañan tentativa o aproximadamentesu trazado geométrico haciendo parte yreforzando el orden creado por dichotrazado: a ambos lados del eje principal,con el frente dando a este eje, o dandohacia el norte como es el caso de los máscercanos al antiguo ingreso; o alrededorde las alamedas circulares gemelas de laprimera fase constructiva describiendoun segmento de círculo de menor radioque el de dichas galerías, ubicado en laparte que queda libre de estas. Muchosde ellos tienen sin embargo unadisposición francamente aleatoria en lasdistintas áreas libres del cementerio.

Colaboradores.Diana Carrillo R. Arquitecto Universidad del Valle.Amaris Chaves Arquitecto Universidad del Valle.Andrés Quintero R. Arquitecto Universidad delValle.Carlos Zapata A. Arquitecto Universidad delValle.Olga C. Eusse G. Estudiante ArquitecturaUniversidad del Valle.Jorge Ramos. Estudiante ArquitecturaUniversidad de San Buenaventura.

Vista de uno de los mausoleos públicos de osarios, el segundo nivel, retranqueado compuesto por unestrecho portico continuo de columnas que circundan un pequeño circulo de identicas caracteristicasal del primer nivel. Foto Diana Marcela Montoya.

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NOTAS

1 Citado por ARBOLEDA, Gustavo. Historiade Cali. Tomo 3. Biblioteca de la Universidaddel Valle 1956. Pag. 92.

2 OP. Cit.Pag. 80.3 Ibidem4 Ibidem5 PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.Noviembre 02 de 1884. No. 78 año IV pág 92.

6 LIBRO CAPITULAR. Febrero 23 de 1809.Tomo 34. Folios 15 y 15v. AHMC: “En laciudad de Santiago de Caly (sic) en veinte ytres de febrero de mil ochocientos nuebe (sic)los S.S. (ilegible) ayuntamiento como lo han deuso y costumbre para tratar las cosaspertenecientes a ambas (ilegible) bien y utilidadde esta República, hicieron (ilegible) a la vistael expediente relativo a la construcción decementerios y dieron la providencia que lespareció corresponde (...)”

LIBRO CAPITULAR. Junio 20 de 1809.Tomo 34. Folio 190. AHMC «(...) YTEM. Semanifestó el expediente sobre cementerios yse acordó dar cuenta al señor gobernadorquedando testimonio.

7 PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.Noviembre 02 de 1884. No. 78 año IV pág 92.

8 ARBOLEDA, Gustavo. Historia de Cali.Tomo 3. Biblioteca de la Universidda del Valle

1956. Pag. 2369 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fue. Biblioteca de autoresvallecaucanos. Imprenta Departamental. 1957.Pág. 111

1 0 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111

1 1 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111

12 ARBOLEDA GUSTAVO. Álbumgenealógico ...Pág. 187

1 3 PACHECO MARGARITA ROSA.Revista Historia y Espacio Nº 10. Universidaddel Valle. Pág. 36.

1 4 Op. Cit. Pág. 461 5 Ib.1 6 Op. Cit. Pág. 401 7 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111 Y 112

1 8 Op. Cit. Inserto entre pág. 10 y pág. 111 9 Escritura Nª 1441 de septiembre de 1929

Notaría 3 de Cali y escritura Nª 533 de mayo24 de 1938 Notaría 1 de Cali

2 0 Oficio Nª 10 de enero 9 de 1937 – UnidadSanitaria de Cali. Firmado por Alejandro ZeaRocha director de la Unidad Sanitaria.

2 1 El Relator. Periódico, agosto 9 de 1956

2 2 Informe del administrador del cementeriocentral MARCO TULIO COLLAZOS,presentado al Obispo en enero 17 de 1959.

2 3 Carta de octubre 26 de 1961 del PresbíteroMARCO TULIO COLLAZOS dirigida alObispo.

2 4 Apunte del noticiero Ecos de OccidenteEmisión Nª 20.032 de octubre 15 de 1968.RADIO LIBERTADOR. RadiodifusoraH.J.E.C. Cali.

BIBLIOGRAFIA

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- BONILLA, Ramiro, HINCAPIE, Ricardo.Arquitectura religiosa y su importancia urbanaen el Valle del Cauca. Metodología deinvestigación. CITCE 2000.

- CITCE, Centro de investigaciones enterritorio, construcción y espacio. Proyectode valoración y recuperación del Cementeriocentral de Cali, 2001.

- COLCULTURA, Instituto colombiano decultura. Política cultural para los centroshistóricos y el patrimonio inmueble. ediciónúnica. 1990.

- VILLA, P. Eugenia. Muerte, cultos ycementerios. disloque editores, 1993

- DEPARTAMENTO ADMINISTRA-TIVO DE PLANEACION, Valle del Cauca,Dane. Municipios del área según fecha defundación y edad a 2002.

- II Encuentro Latinoamericano de Valoracióny Gestión de Cementerios Patrimoniales,Barquisimeto, Venezuela, Noviembre de 2001.

Mausoleo Eloísa Eder, íntegramente en mármol,no solo es el de mayor antigüedad sino el demayor valor escultórico.

Mausoleo Capilla Familia Nader Zacour.

Mausoleo Capilla Familia Caicedo-Gonzalez, obrade Borrero y Ospina, consiste en un limpioparalelepipedo de proporción vertical del quesobresalen a los lados angostos volúmenes demenor altura y retranqueados y en la parteposterior un ábside poligonal. Foto Arq. RicardoHincapié A.

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siglo XVIII. En Historia de la Ciencia y de laTécnica N°27. Ed. Akal, Madrid, 1997.

1 2 La teoría microbiana de las enfermedades seconstruyó entre 1865 y 1885 a través dedistintas investigaciones con las cuales Pasteurbuscó demostrar como las enfermedades estanligadas a gérmenes patógeneos especí-ficos yno simplemente a los miasmas. Esto cambióla nocion sobre el origen de las enferme-dadespues se empieza a investigar el germen concretoque provoca una enfermedad, su va-cuna yprofilaxis.

1 3 Atlantic City fue promocionada como el“Trouville americano”, “mote retumbante”pues el “fenomenal campamento yanqui,comparado con la coqueta ciudad normanda,guarda las mismas proporciones que lagigantesca “Libertad” de Bartholdi, en elpuerto de Nueva York, respecto a la fina obramaestra que corona la columna de la Bastilla”.Groussac, Paul: Mar del Plata en 1887. En Elviaje intelectual. Impresiones de naturaleza yarte. Librería de Jesús Menéndez, BuenosAirs , 1904, p. 143. Citado por Mantobani,José María: Notas sobre el problema de lacreación de los primeros balnearios argentinosa fines del siglo XIX. En Scripta Nova -RevistaElectrónica de Geografía y Ciencias Sociales.Universidad de Barcelona. Nº 11, 1 de diciembrede 1997.

1 4 López, Eduardo: Almanaque de los hechoscolombianos. Bogotá, 1921, p. 300

1 5 Escobar, José Félix: La Cumbre, AñosSesenta. En Revista Occidental No. 215, AñoXXXVI, Cali, 2001, p. 12-13.

1 6 Escobar, J.F: Idem.1 7 De Cali a La Cumbre, En López, E:Almanaque de los hechos colombianos oAnuario Colombiano ilustrado. 1921 p. 300.

18 López, E: Op. Cit. p. 304.1 9 Escobar, J.F: Op. Cit. p. 122 0 López, E: Op. Cit. p. 303.2 1 Este tipo de construcciones se extendióhasta las construcciones mineras del norte deChile, país donde un ingeniero inglés de apellidoCarlow ya había montado el primer aserraderomecánico de Sudamerica. Guarda, Gabriel: LaTradicion de la Madera, Ed. UniversidadCatolica de Chile, 1995 Ver también Lezer,Heinz: Sistema Constructivo Balloon-Frame.En Revista de Arquitectura No. 11. Universidadde Chile, Santiago.

2 2 Marston Fitch se apoya en la tesis doctoralde Walker Field sobre este tema. Ver MarstonFitch, James: American Building 1: The Histo-rical Forces That Shaped It. Schocken Books,Nueva York, 1973, p. 121 y Giedion, Sigfried:Espacio, Tiempo y Arquitectura. Ed. GustavoGilli, Barcelona, 1975.

2 3 Giedion, S: Op. Cit. p. 347-352.2 4 Ver Maas, John: The Gingerbread Age. AView of Victorian America. Greenwich House,Nueva York, 1983.

2 5 Entre los autores más conocidos de estoscatalogos que incluían planos y detallesconstructivos de proyectos estilisticamentemuy variados se destacaban Andrew JacksonDowning, Samuel Sloan y George E.Woodward y Edward Thompson. Para unejemplo ver: Woodward, G y Thompson, E:A victorian housebuilder´s guide (1869)(originalmente publicado como Woodward´sNational Architect) Ed. facsimilar, DoverPublications, Nueva York, 1988. Sloan’sVictorian Buildings. Illustrations and FloorPlans for 56 Residences and Other Structures.Introduction: Harold N. Cooledge. DoverPublications Inc., Nueva York, 1980;Woodward’s Victorian Architecture and RuralArt. American Life Foundation, Watkins,Glen., Nueva York, 1978; A.J. Downing, TheArchitecture of Country Houses, Introduction,J. Steward Johnson. Dover Publications Inc.,Nueva York, 1969.

2 6 Aviso Publicitario, en Comstock, William:Country Housses and seaside cottages ot thevictorian era (1883). Edición facsimilar, DoverPublications, Nueva York, 1989.

2 7 Junto al español, inglés, francés, holandésy danés de los colonos europeos se hablanspanglish, pidgins, patois, creole, papiamento,garífuna y taki-taki entre otros. Junto alcatolicismo y protestantismo se manifiestanla santería cubana, el vudú de Haití, el rastafarijamaiquino o el shangú de Trinidad. Como haseñalado Benítez Rojo, «en el caso del Caribees fácil ver que lo que llamamos culturatradicional se refiere a un interplay designificantes supersincréticos cuyos «centros»principales se localizan en la Europapreindustrial, en el subsuelo aborígen, en lasregiones subsaharianas de Africa y en ciertaszonas insulares y costeras del Asia meridional».Benítez Rojo, Antonio: La isla que se repite.El Caribe y la perspectiva posmoderna.Ediciones del Norte, Hanover, 1989, pág.xxvii.

2 8 Sainton, Jean-Pierre: Aperáu HistoriqueEn Berthelot, Jack y Gaume, Martine:L’Habitat populaire aux Antilles. EditionsPerspectives Créoles, Pointe-á-Pitre, 1982.p. 45.

2 9 Anthony D. King, The Bungalow. TheProduction of a Global Culture. Rutledge &Kegan Paul, Londres, 1984, p. 14 y p. 116

3 0 El papel de la ventilación fue estudiado en1895 por el Dr. John Murray, en el libro: Howto Live in Tropical Africa.

3 1 Gutiérrez, Samuels A: La arquitectura endos archipiélagos caribeños. Estudiocomparado de Bocas del Toro, Panamá; SanAndrés y Providencia, Colombia. EUPAN,Ciudad de Panamá, 1986, y Arquitectura dela época del Canal (1880-1914), y sus paralelosnorteamericanos, franceses y caribeños.EUPAN, Ciudad de Panamá, 1984.

3 2 Collins, P: Op. Cit. p. 37.

NOTAS1 Ver Barney, Benjamín y Ramírez,Francisco: La arquitectura de las Casas deHacienda en el Valle del Alto Cauca. El AncoraEditores, Bogotá, 1994, p. 28.

2 Téllez, Germán: La Casa de Hacienda.Historia del Arte Colombiano, Tomo IV. SalvatEditores, Bogotá, 1975. P. 1109.

3 La vida en las casas de las haciendas estáregistrada en las crónicas de Isaac Holton (LaNueva Granada: veinte meses en los Andes)John Potter Hamilton (Viajes por el Interiorde Colombia) Luciano Rivera y Garrido(Impresiones y Recuerdos) en las novelasMaría de Jorge Isaacs y El Alférez Real deEustaquio Palacios.

4 Arango, Silvia: La naturaleza desde lourbano. Bogotá, la generación republicana.En Re-vista No. 3, Medellín, 1979. p. 10.

5 Rueda Vargas, Tomás: Recuerdos. En PérezSilva, Vicente (compilador) La autobiografíaen Colombia. En Noticias Culturales No. 144.Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1973, p. 1-8. Otros veraneaderos en el siglo XIX eranLa Mesa de Juan Díaz (Tequendama) y Villeta.

6 Los relatos de los autores costumbristasnos permiten recrear esta situación. Ver:Cordo-vez, Moure José María:Reminiscencias de Santafé de Bogotá. Aguilar,Madrid, 1962. Díaz, Eugenio: Manuela.Biblioteca de literatura colombiana, Ed. LaOveja Negra, Bogotá, 1985. Silva, Ricardo,Artículos de costumbres, Biblioteca BancoPopular, Bogotá, 1973. AAVV:Museo de Cuadros de Costumbres.Variedades y viajes. (Selección de textos deJosé María Vergara y Vergara y demásmiembros de El Mosaico). Biblioteca de ElMosaico, 1866, Biblioteca Banco Popular,Bogotá, 1973.

7 Collins, Peter: Los Ideales de la arquitecturamoderna; su evolución (1750-1950). Ed.Gustavo Gili, Barcelona, 1998. p. 37-38

8 Peralta, Jaime Andrés: Los paisajes que hantejido nuestra historia. Evolución históricadel entorno ambiental y social de El Poblado.Fondo Editorial Universidad EAFIT,Medellín, 2001, p 33 y 34.

9 Peralta, J.A. Op. Cit. p. 34.1 0 Ver tambien Botero Gómez, Fabio: CienAños de la Vida de Medellín. Medellín, 1990.Gómez de Cárdenas, Anita: Medellín, loslocos años. Una mirada a la década de losveinte a través de los diarios de un testigo.Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín.

1 1 Sobre el tema ver: Corbin, Alain: El territoriodel vacío. Occidente y la invención de la playa(1750-1840). Grijalbo-Mondadori, Barcelona,1993. AAVV: Historia de la Vida PrivadaVIII. Sociedad burguesa: aspectos concretosde la vida privada. Ed. Taurus, Madrid, 1991.Urteaga Gonzalez, J. Luis: Naturaleza, Climay Civilización. Ideas Medioambientales en el

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Arquitecturas del Veraneo:El caso de La Cumbre

* Arquitecto, Profesor Titular, Departamento deProyectos, Escuela de Arquitectura, Universidaddel Valle.**Arquitecto, Profesor Asociado, Departamentode Proyectos, Escuela de Arquitectura,Universidad del Valle.

PATRIMONIO, ARQUITECTURAVERANEO -LA CUMBRE-CONSTRUCCION EN MADERA.

*Francisco Ramírez Potes** Jaime Gutiérrez Paz.

Resumen.Este artículo recoge los resultados

del primer trabajo sobre las Arquitecturasdel Veraneo en la región del Alto Cauca,desarrollada dentro del programaMemoria y Territorio del Centro deInvestigaciones en Territorio,Construcción y Espacio (CITCE) de laFacultad de Artes Integradas de laUniversidad del Valle. Esta línea deinvestigación pretende dar cuenta de untardío tipo de ocupación en un sector dela cordillera occidental como es el de losasentamientos de veraneo La Cumbre,Dapa Alto, Bitaco, San Antonio, Saladito,Las Nieves, El Salado, Queremal, LaBuitrera. Valorar este tipo deasentamientos y arquitecturas cobra graninterés dada la actual tendencia a vincularlas zonas en que se localizan con susvalores ambientales al desarrollo deformas de ecoturismo contempladas enlos Planes de Ordenamiento Territorial(POT), en los que tanto el paisaje comoel patrimonio arquitectónico poseen granatractivo por sus cualidades singulares.

Dentro del patrimonio delsuroccidente colombiano se destaca porsus particulares características unconjunto de casas en el municipio de LaCumbre. Estas se dispusieron a lado ylado de la carrilera del tren, a primeravista presentan elementos formalessimilares a los de la arquitecturaanglocaribeña. El “exotismo” de estasconstrucciones corresponde en buenamedida al objetivo de su programaoriginal: alojar un cambio temporal en lavida de las familias burguesas caleñas acomienzos del siglo XX quienes sedesplazaban a “temperar” o “veranear”a esta región, abandonando la vidacotidiana en la ciudad. Esta actividadimplicaba un total cambio de escenariostanto en lo paisajístico como en loarquitectónico.

Hay que señalar el carácter novedosodel programa de estas construccionespues la sociedad colonial no conoció eltiempo de vacaciones, aunque loshacendados y sus familias dejaban porun tiempo sus casas urbanas y se

Casas de Veraneo frente a la Carrilera. La Cumbre, Valle del Cauca. 1920s. Foto Arq. J. Gutiérrez.

Abstract.This article gathers the results of the

first work about Alto-Cauca´s VacationalArchitecture, developed by the CITCE(Centro de Investigaciones en Territorio,Construccion y Espacio), being part ofthe program Memory and Territory, ofthe Facultad de Artes Integradas of theUniversidad del Valle. This line ofinvestigations pretends to show a latekind of settlement in a wester mountainrange sector such as the ones in LaCumbre, Alto Dapa, Bitaco, San Antonio,Saladito, Las Nieves, Queremal, LaBuitrera.

To value this kind of settlements andits architecture gains interest due to theactual tendency to link the locationszones with and their environmentalvalues with the developed forms ofecological tourism contemplated in thePOT (Plan de Ordenamiento Territorial),in which the singular qualities of thelandscape and architectural inheritancehave great attractive.

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corrientes románticas sin que laimportancia e influencia de éstas debanexagerarse... Muchas característicasdel diseño contemporáneo, como laasimetría, las irregularidades de laplanta, de la distribución de ventanas yde la silueta fueron, inicialmentecaracterísticas de las villas” y en estesentido podríamos ver a La Cumbrecomo un laboratorio que permitió estetipo de evolución. 32

La construcción de nuevas villas deveraneo se detuvo en buena medidadebido a los efectos en el comercio localde la crisis económica de 1929. Cuandose superó este momento de recesión, yala construcción de la carretera aBuenaventura permitió el fácil acceso ala zona de San Antonio y El Saladito, alos que se llegaba rápidamente enautomóvil. El desarrollo de este sectorya se vislumbraba cuando el redactordel Almanaque de los HechosColombianos de 1929 señalaba: “Aquince kilómetros, en las faldas de lacordillera que conduce al mar, en unapermanente primavera, las quintas quese levantan, en el futuro permitirán quesus moradores vivan y pasen la noche ybajen a trabajar a la ciudad de día.Algo semejante a Nueva York, donde seduerme en ‘Up-Town’ y se trabaja en‘Down-Town’...”. Así empezaba a serrelegado el primer veraneadero de laregión, golpeado definitivamente cuandose cerró el servicio del tren de pasajeros,aunque en años recientes se hizo intentosde habilitarlo de nuevo con finesturísticos, aprovechando el enormeatractivo del viejo veraneadero.

Indudablemente una reactivación deeste tipo de actividades pasa hoy por lavaloración y protección de su legadopatrimonial, arquitectónico ypaisajístico.

Villa Elizabeth: Fachada principal, Fachada Posterior. Planta piso bajo y Planta del piso alto. LaCumbre, 1920s.

Villa San Fernando. Fachada y Planta Alta. LaCumbre, 1920s.

Purilia: Planta. La Cumbre, 1913.

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“retiraban” a las casas de sus haciendas,las que podríamos considerar como unantecedente de las casas de veraneorurales o semi-rurales. Si bien en algunasépocas del año o por razones de salud sebuscaban zonas frescas y aisladas, lamayoría de las estadías de la familia delhacendado estaban vinculadas a losciclos productivos de la hacienda.1

A pesar del carácter genérico de susespacios, la casa de hacienda origi-nalmente no contemplaba en sus usosun carácter recreativo y la relaciónarquitectura-paisaje pasaba más por lanecesidad de expresar simbólicamenteel poder del propietario, pues como bienseñaló Germán Téllez, estas casas repre-sentaban “la más acabada forma dedominio físico: la posesión de latierra”.2 Habría que esperar a mediadosdel siglo XIX para ver aparecer una vidafamiliar cotidiana y una intensa vidasocial en las casas de las haciendas,3 sinembargo todavía no existía una nociónde “tiempo libre” y de “temporada” dedescanso.

Sólo a finales de ese siglo y comienzosdel siglo XX aparecería un elementonovedoso en estas construcciones,evidenciando ya un tipo de uso recreativoacorde con una nueva relación con elpaisaje, como es la inclusión de miradoresacorde con el encuentro romántico conel paisaje, típico de la generaciónrepublicana, como ha señalado SilviaArango: “a finales del siglo XIXencontramos indicios de un cambioprofundo de actitudes hacia lanaturaleza que se manifiesta de diversasmaneras: en pintura, en literatura -sobre todo en poesía- y también enarquitectura. El nuevo sentimiento... sehabía ido formando lentamente durantetodo el siglo, pero no logra plasmarsenítidamente sino con la generaciónrepublicana”.4 Ya la familia de loshacendados veía pasar el tiempo desdelos “miradores” de sus casas de hacienda,contemplando el paisaje del Valle delCauca.

La búsqueda de un cambio en losritmos sociales de citadinos se consolidódurante estos años. Este fenómeno sepresentó en los principales centrosurbanos del país. Por ejemplo, Tomás

Rueda Vargas relata en sus crónicas lavida de “veraneo” de las familiasbogotanas en el sector muy próximo deChapinero: “En diciembre de 1884estalló la guerra civil. Tenía yo cincoaños, y pasábamos el veraneo en unacasita de Chapinero, situada en dondeestá hoy la quinta de Aranjuez. Esebarrio era enteramente rural. Habíaunas pocas casas diseminadas, y apenasese año se había instalado la línea detranvía que lo unía con Bogotá”.5

Aquellas primeras temporadas de“veraneo” semi-rural estabancaracterizados por una fuertesociabilidad familiar. En los textos de losautores costumbristas es posibleencontrar además como esta actividadse desarrollaba en condiciones deausteridad, lo que hace evidente suaparición como una nueva y difundida“necesidad” sociocultural de unassociedades urbanas que semodernizaban.6 Aparecía así lanecesidad de un espacio geográficodiferenciado para el tiempo de ocio,característica de las modernizacionesque agenciaba en la vida social laburguesía emergente.

El retiro al campo como diversión yplacer en una temporada más o menoslarga no se limitó entonces al disfrutedel contacto con el campo por las familiasde los hacendados, sino que el “veraneo”en el campo se constituyó en unaaspiración para otros sectores de lapoblación urbana, en particular de loscomerciantes que prosperaban en estaépoca y los primeros industriales. Laatención a las modas e ideas europeas ynorteamericanas (facilitada por laactividad comercial de importaciones yexportaciones) hizo que se intentarareplicar modelos culturales en los cualeshabría que buscar los antecedentes delnuevo tipo de relación sociedad-naturaleza que acompañó la aparición delos “veraneaderos”.

El “veraneadero” sería unatransformación del retiro del hacendadoen la privacidad de la casa de haciendapor una vida menos aislada en casas derecreo levantadas en parcelas de pequeñotamaño cuyo fin primordial no es laproducción agropecuaria, en lo que

podríamos considerar un asentamientosemi-rural pues las casas están muypróximas relativamente (lo que hoytomaría la forma de una “parcelación”vacacional) y si no hubiese sido por larelativa distancia a un centro urbano,incluso podría considerarse como unaforma de “suburbio”.

De la casa urbana entre medianeras,por un lado y de la casa de hacienda, porotro, se pasó a pequeños palacios deveraneo: las “villas”. Según PeterCollins “si algún tipo de edificio puededecirse que influyó más que otros en lasteorías arquitectónicas desde 1750, sinduda fue la villa. J.C. Loudon en suEncyclopedie of Cottage, Farm andVilla Architecture, la define como “unaresidencia campestre rodeada dejardines”. Una villa, sin embargo, eramás que esto, los comerciantes eindustriales de reciente fortuna laadoptaron como tipo de viviendapredilecto, con lo que se convirtió en lamejor expresión arquitectónica de lasgrandes aspiraciones de la época. Sinduda es por este motivo que Loudonañadía que una villa era también elmedio de obtener, junto a la comodidad,“la satisfacción de exhibir la riqueza yel buen gusto”... La idea general devilla, en el sentido de viviendacampestre, puede encontrarse ya en laantigua Roma. Pero, en un sentidomoderno y más restringido, no aparecehasta 1720 en las casas de campoconstruidas por la aristocracia demediados del siglo XVIII para alternarcon sus amistades”. 7

El modelo de veraneaderosconformados por un conjunto de “villas”es el que siguió La Cumbre en relacióncon Cali, pero también La Esperanza-Apulo en relación con Bogotá, y el áreade Envigado y El Poblado con la muchomás cercana Medellín, donde segúnJaime Andrés Peralta “los alrededoresestaban constituidos por varias casasfincas de las familias pudientes deMedellín, que solían pasar allí susvacaciones. Siguiendo el sentido norte/sur y a lado y lado del carreteable queunía a Medellín con Envigado -pasandoclaro está por el centro de El Poblado-se levantaban grandes mansiones”, las

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importadas de zinc galvanizado. Lamayoría de las estructuras de cubiertason cerchas y cerchas falsas en funciónde la variada volumetría de sus cubiertasy la cambiante geometría de las plantas.La influencia anglocaribe se manifiestaen particular en las ornamentalesguardamalletas de los bordes de lascanales en los aleros. El color es unelemento que juega un papel muyimportante en la definición de los bordesy los elementos ornamentalescontrastando con los planos generalesde los cerramientos de la casa.

La existencia de una forma deconstrucción común y de la reiteraciónde formas organizativas no impidió queexistiese una gran variedad formal, condiferentes volumetrías y detallesornamentales que enfatizan elpintoresquismo buscado en las exóticasimágenes en que se inspiran. Hubo apartir de la copia de modelos el desarrollode una excelente cultura de laconstrucción en madera evidente en lasdistintas soluciones desplegadas. Lacondición receptora no produjo sinembargo réplicas ni de los artefactos nide las prácticas de la arquitecturaanglocaribeña en los cuales se suponeque se ha inspirado, por lo que hay quevalorar, como a través de la adaptaciónen otra latitud, de las formasconstructivas y estilísticas, estas fuerontransformadas y reelaboradas, permi-tiendo un alto grado de creatividad.

La Cumbre, fue la primera expresiónen la región del veraneadero como unaforma de organización social y espacialnueva. Se trata de la aparición de unnuevo tipo de asentamiento basado enuna valorización de elementos naturaleshasta entonces desaprovechados,acompañado de una arquitectura que enningún momento puede considerarse detipo menor.

Peter Collins ha llamado la atenciónsobre este tipo de construccionespintorescas, considerándolas como unode los modelos más influyentes en laconstitución de la arquitectura moderna:“Las villas, por sus dimensionesrelativamente modestas y por susposibilidades de emplazamiento,permitían expresar y explotar las

Villa Flor: Planta y Fachada prinicipal y posterior. La Cumbre, 1920s.

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cuales eran de “ricos” o “capitalistas”que habitaban por temporadas en susresidencias campestres, pero que enforma habitual residían en el barrioPrado de Medellín”.8 Según EmmaOssa de Rodríguez, citada por Peralta“esos eran unos señores caserones. Susdueños eran lo más encopetado deMedellín... Tenían grandes salones, lasvajillas y los enseres eran todosimportados y la ropa de cama erafinísima... y, lo más charro de todo, era,como decían los abuelos, verlos llegaren coches tirados a caballo y vestidoscomo unos figurines”. 9 Ricardo Olano,líder cívico y empresarial de Medellín,consignó en sus memorias (escritasentre 1918 y 1935) un completo listadode las villas campestres en el Valle deAburrá, con sus correspondientespropietarios que constituían prácti-camente las familias de la dirigencia deMedellín en la década de 1930.10

Se podría considerar comoprecedente de los “veraneaderos” losbalnearios europeos. Tras el“descubrimiento” de las virtudesterapéuticas del mar a finales del sigloXVIII,11 un siglo después nacieron losbalnearios de la “belle époque” comocentros vacacionales: San Sebastián,Niza, Biarritz, Trouville, Brighton, Baden-Baden, los que tendrían su réplica en losbalnearios suramericanos: Mar del Plata(promovida en su momento como «laBiarritz argentina»), Macuto enVenezuela, Punta del Este en Uruguay,Viña del Mar en Chile, Chorrillos enPerú, entre los más famosos. En Europa,los balnearios primero, y las estacionesde montaña, después, se convirtieron enprivilegiados escenarios del teatro social,que acogían a las elites en las temporadasde ocio del verano y el invierno, por loque se convertían en prestigiososmodelos a seguir. Este tipo deasentamientos con sus “saludables”baños de mar y el aire puro de la montañahabían hecho su aparición gracias a lasideas higienistas en boga en el viejomundo, que asociaban las condicionesambientales a la salud humana.

Los médicos creían por entoncesque las enfermedades se producían pormiasmas: emanaciones o efluvios

infectos desprendidos de lugaresinsalubres y, de acuerdo con estacreencia, se puso en práctica no sólouna serie de medidas urbanas como lasde alejar de las zonas centrales yresidenciales de las ciudades todo focoposible de infección como cementerios,hospitales y mataderos, sino que sepromovió el contacto con la naturaleza:el sol y el aire puro. Con la teoríamicrobiana en el siglo XIX se reforzó laidea de los agentes externos en laproducción de la enfermedad,12

fortaleciéndose las ideas higienistas quevinculaban la acción de estos agentescon las condiciones ambientales. Elcontacto con la naturaleza era promovidoentonces por las ideas del «higienismo»y que recomendaba vivir en contactocon la naturaleza. Los veraneaderosobedecían entonces tanto al espírituromántico de la época como a labúsqueda de mejores y más “saludables”condiciones ambientales.

Aunque en Norteamérica aparecieronbalnearios como Saratoga Springs(1884) y Atlantic City (1887) y CapeMay (New Jersey) y Oak Bluffs enMartha’s Vineyard, (Massachusetts)hacia el cambio de siglo, 13 el “culto a lanaturaleza” y la aspiración de crear enella una “nueva comunidad de sujetos”estaba ya presente en la cultura literariadel “American Renaissance” de Emerson,Thoreau, Whitman, Melville, y en losaspectos programáticos de la obra deAndrew Jackson Downing, tendientes aestablecer un equilibrio ideal entre ciudady campo, integrando orgánicamente laobra humana en la naturaleza. Elencuentro con la naturaleza se concretóen la actividad especulativacomplemen-taria a las distintas empresas ferroviariascomo fué la promoción de viviendacampestre de fines del siglo XIX y sóloa comienzos del siglo XX emergen loscentros vacacionales como los del surde la Florida o los de Californiadesarrollados bajo el modelo del balnearioe igualmente vinculados a operacionesinmobiliarias de los empresariosferroviarios.

Aunque a comienzos del siglo XX enlas principales ciudades Colombianashabían empezado a acelerar su

Balneario de Miramar, Argentina ca. 1910.Postal Antigua.

Estacion de Pasajeros de Apulo, Cundinamarca.Fuente: Revista Credencial.

Hotel Bagatelle, Apulo, Cundinamarca. Fuente:Revista Habitar.

Irlanda. Casa con mirador en La Cumbre. Décadade 1920s. Foto: Arq. Francisco Ramírez Potes.

El culto romántico del paisaje en las Casas deHacienda. Casa con Mirador, Hacienda LaEsmeralda, Ginebra, Valle. Comienzos del SigloXX. Foto: Arq. Francisco Ramírez Potes.

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cuidados jardines, encerrados por cercas,a los que se baja a través de escalerasexternas que suelen tener cierto aire demajestuosidad.

En estas casas no se utilizarontécnicas tradicionales de construccióncomo la mampostería de tapias o adobeso muros de bahareque. Sólo en el casode los sobrecimientos se utilizaronmachones de ladrillo, buscando aislar laconstrucción de la humedad y lasalimañas. Todas las casas de veraneo, laestación, la clínica del Dr. Smith y elcolegio fueron construidas con estruc-turas, cerramientos y pisos de madera.La mayoría de estas construccionesobedecen a lo que los constructores dela Colonización Antioqueña llamaronlocalmente “levantar una casa encuadros”, el cual consistía en unesqueleto en vigas de madera de 4”x4”x3m. Esta estructura se arriostraba condiagonales para evitar los esfuerzos

horizontales y las deformaciones.Posteriormente la edificación era acabadafundamentalmente con tablas (1”x 10”x3m.) que eran usadas en las paredesvertical u horizontalmente, agregandouna tablilla (1”x 2”) como tapa luz, loque obviaba el empleo de maderamachimbreada que garantizase elcerramiento adecuado, solución desa-rrollada en las llamadas “casas deaserrador”. En los cielos se usaba elmismo sistema pero elaborando diseñosgeométricos especiales, en particularornamentando los espacios sociales.

Para los pisos se usaba la mismatabla unida al tope y para los barandalescomo los pies derechos se usó tambiénla madera, recibiendo tallados de distintotipo con fines ornamentales. La unión detodas estas piezas se efectuababásicamente con empalmes y clavos.

La mayoría de los techos de estasconstrucciones son de láminas

Sistema constructivo más generalizado en laarquitectura del Veraneo en La Cumbre. Fotografiadel interior de Villa Flor donde se observa elsistema estructural.Dibujo y fotografía: Arq. Jaime Gutiérrez.

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crecimiento, la industrialización apenasse insinuaba, por lo que no existía el tipode problemas ambientales de lasindustriales europeas, sin embargo lasnuestras presentaban grandesdeficiencias de acueducto yalcantarillado que amenazaban la salud.Por otra parte, ciudades como Bogotá,Medellín y Cali estaban alejadas de lascostas y la incipiente red decomunicaciones no facilitaban eltraslado, lo que hizo que a pesar decierto grado de mimesis, lascircunstancias geográficas y deinfraestructura, implicaran notablesdiferencias con los modelos europeosmencionados. Por ejemplo, aunque lacostumbre del paseo de “baño en río”(existente desde la colonia) tomó unlugar importante en las actividades delos veraneantes de La Cumbre y los ríosGrande, Pavas y Pavitas eran sitios quese frecuentaban con tal objeto, estarutina no podría asimilarse a la de la“cultura de playa” europea, puesto queeste tipo de actividad se hacía en lugaresrelativamente lejos de las casas de recreoy no poseía ninguna adecuaciónarquitectónico-paisajística.

En nuestro caso, los veraneaderospermitían básicamente un “cambio deaire”: para los bogotanos era gozar deun clima más cálido, para los caleñospoder pasar un tiempo en un clima másfresco. Como se registra en el Alma-naque de los Hechos Colombianos: “LaCumbre es el lugar preferido por loscaleños para trasladarse a respirar airepuro en las épocas de veraneo. Semejantea La Esperanza de la línea de Girardot,por la aglomeración frecuente demuchachas bonitas, es todo lo contrarioen cuanto al clima. A la Esperanza se vade Bogotá en busca de calor, mientrasque a La Cumbre se va de Cali en buscade frío”.14

José Félix Escobar cuenta como enla infancia “se nos enviaba a La Cumbrepor el tiempo íntegro de vacaciones, sinbajar a Cali más que algún controlmédico o a la peluquería, porque lospediatras de la época pregonaban lasbondades del cambio de clima. Desdecomienzos de Julio hasta finales deSeptiembre, los muchachos de entonces

adquiríamos “chapas” en las mejillasaunque en realidad, La Cumbre nuncafue realmente un sitio frío... como Silviao el Kilómetro 18”15

El “cambio de aire” que incorporabael paisaje natural como un bien o recursocultural implicó cambios en el espacioregional. En el caso de La Cumbre estoimplicó que una zona de “montaña”,hasta entonces relativamente marginada,se incorporara a las actividadeseconómicas de una forma nueva a travésde la ocupación por parte de loscomerciantes caleños que pretendieronconvertirla en una zona deconstrucciones para el recreo,ocupación distinta de las otras zonas dela cordillera occidental en proceso decolonización en esos años para serdedicadas a actividades rurales de tipoagropecuario. Con la construcción delFerrocarril del Pacífico y la llegada delmismo a Cali en 1915 fue posible laconexión de esta zona montañosa,permitiendo su aprovechamiento desdeel punto de vista económico.

Es importante subrayar la incor-poración de las áreas de montaña a lasrelaciones económicas de la región. Lacordillera Occidental de hecho no habíapresentado mayor atractivo para laactividad agropecuaria, pues se tenía lapercepción de que no eran tierras quepermitieran una actividad agrícola yganadera tan próspera como en elpiedemonte y el valle, a lo que se sumabala inexistencia de adecuadas formas decomunicación y transporte. De hecho laactividad desarrollada en haciendascomo Las Nieves o El Salado en regionespróximas a Cali, eran posibles gracias asu articulación con uno de los precariospasos hacia el Pacífico y sólo hastacomienzos del siglo XX la cordilleraoccidental al norte del actualDepartamento del Valle del Caucaempezó a ser colonizada con finesproductivos por inmigrantes de origenantioqueño. Es así como La Cumbre,gracias al Ferrocarril fue pionera de unnuevo modelo de ocupación como era elde zona de veraneo para ricoscomerciantes de Cali, el cual fue seguido,tras la apertura de la carretera al mar,por Saladito y San Antonio. De esta

Casas de La Cumbre, identificadas por suspropietarios. Fuente La Cumbre, Años Sesenta,Revista Ocidental.1, Calero Tejada. 2. Colegio San José de laMontaña. 3. Escobar Escobar. 4. Zamorano deLemos. 5. Uribe Barbosa. 6. Juri Mercado. 7Abadía Chamat. 8. Rengifo Rivera. 9. UlloaTenorio. 10 Alban Holguin. 11. Gandini Price.12 Semana Tenorio. 13 Tazzioli Caicedo. 14.Romero Camacho. 15. Rojas Rengifo. 16Jaramillo Arango. 17. Rojas Arango. 19.Martinez Posso. 20. Corey Caicedo. 21. NaderEscruceria. 22. Buenaventura Pineda. 23Caicedo Burrowes. 24. Bieler Herrera. 25. DuranRestrepo. 26. Borrero Estela. 27. EscobarMercado. 28. Hormaza Cordoba 29. BuenoHormaza 30. Zorrilla Bonilla 31. LondoñoBarona. 32. Estela Escobar 33. Venegas DeFrancisco. 34. Arango Tavera. 35. HerranMartínez.

Construcción en madera, con cubiertas de Zinc.Hospital del Dr. E. H. Smith, La Cumbre. Fuente:Almanaque de los Hechos Colombianos, 1921.

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construcciones en sus viajes comercialesa través de Panamá, pasando por elCaribe el cual funcionaba como unaespecie de “antesala” del continente. Dehecho estas casas se ornamentaron conelementos importados tanto de Europacomo Norteamérica como “calco-manías” con dibujos para los vidrios,piezas ornamentales metálicas comoapliques, coronas y guarda-malletas,piezas de cerrajería que complementabanla limitada construcción, porcelanasanitaria, fuera del zinc de las cubiertas,la pintura de aceite y la dotación demobiliario y menaje doméstico. Segúnentrevista con Carlos Mercado,historiador y buen conocedor de LaCumbre, en la casa “Escocia”, sin lugara dudas la más grande e imponente detodas estas construcciones y propiedadde José Miguel Juri Abisab (prosperocomerciante de maderas, nacido en Beiruten la época de la colonia francesa) todofué importado excepto las maderas desu construcción.

A pesar de que la arquitecturacaribeña constituye una muy importantereferencia formal, así como las técnicasconstructivas en madera de origenalcanzaron a influir, la mayoría de estascasas mantuvieron tipologías espacialestradicionales como la organización dehabitaciones en línea en forma de “L”muy usual en las construcciones rurales,o la organización alrededor de un patiousual en la ciudad (aunque en menorcantidad). Sólo muy pocasconstrucciones difieren de estos tiposasumiendo formas volumétricascompactas, con espacios interiores dedistribución ya sea de corredor o inclusocon un moderno “hall”.

La presencia de miradores en algunascasas y la disposición de los grandescorredores exteriores comunes a todasellas, enfatizan el uso de la casa comositio de contemplación del paisaje. Untipo de miradores es el de pequeñosvolúmenes cerrados que coronan elvolumen de las cubiertas, otro tipo era elde espacios claramente diferenciadosen los extremos de los corredores, yasea abiertos o cerrados, acusadosvolumétricamente con cubierta propia.En algunas casas todavía se conservan

Villa Lutecia: Vista del acceso. Planta. Fachada Lateral. La Cumbre, 1920s.

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forma, áreas a las que no se les atribuíaimportancia en la producciónagropecuaria, y que no admitían hastaentonces ninguna otra utilidad, eranvaloradas extraordinariamente en suaspecto paisajístico desde el punto devista cultural. En este sentido, hay queresaltar que la consolidación de estasáreas como zonas de “veraneo” nopuedan entenderse además indepen-dientemente de los esfuerzos enca-minados a rentabilizar el territorio.

La disposición de la casi totalidad delas casas de veraneo de La Cumbre a losbordes de la carrilera pone en evidenciala íntima relación de este asentamientocon la historia del Ferrocarril del Pacífico.Es conocida la referencia al cambio deltrazado pues lo lógico es que deberíahaber pasado originalmente por Pavas,el poblado más grande de la región enese entonces y alrededor del cual sehabía centrado la ocupación de la regióndesde época colonial. El crecimiento desu población en el siglo XIX habíallevado a la construcción de una capillaen 1852 por un fraile franciscano, deapellido Bermúdez, nombre por el quesería conocido este caserío por algúntiempo. El cambio de trazado favoreceríaa personas que habían estado vinculadasa la empresa ferroviaria, lo que sometióel tren a un ascenso un poco mayor -quepudo ser evitado- pero a cambio permitióel paso por un sitio de magnífico paisajey un agradable clima (20°C). De hechoel nombre de La Cumbre fue dado porlos ingenieros del ferrocarril a partir delhecho de que la Estación se localizó enel punto más alto de la línea Cali-Buenaventura, a 1591 metros sobre elnivel del mar. La llegada del ferrocarrilcon la construcción de su estación en1913 dio lugar al asentamiento, lo cualpodríamos considerar como el hecho“fundador” de la población que seconstituiría después y cuyo rápidocrecimiento le permitió constituirse encabecera municipal en 1922 relegandoa Pavas. Como señala José Félix Escobar:“Las casas de veraneo fueronconstruidas, con pocas excepciones, alborde de la carrilera. Desde la finca delos jesuitas en La Ventura (a 3 kilómetrosdel pueblo de La Cumbre),visitada con

periodicidad admirable por el padreTroconis, hasta “Cádiz”, ya en la rutaa Cali, se alineaban las casas, primeromuy separadas la una de la otra, despuésapiñadas en la medida en que seacercaban al pueblo”.16

La consolidación de La Cumbrecomo sitio para la recreación está ligadacasi exclusivamente al Tren. El cronistadel Almanaque de los HechosColombianos describe el “paseo” desdeCali resaltando los valores paisajísticosdel Valle del Cauca percibibles desde elTren: “A poco de andar, el tren seacerca a Puerto Isaacs. Después siguehasta la estación de Yumbo. Allí salenunas mujeres a vender pandeyucacaliente... Mientras tanto sacan suslomos en el río, a corta distancia, losvapores que hacen la navegación entreese puerto y el de Cartago, a través demuchas leguas de paisajes divinos...Laparte de línea férrea que va de Cali a LaCumbre raya por el flanco una largacadena de cerros, a una altura desdedonde pueden verse extensas porcionesdel Valle del Cauca. Unas veces a laderecha y otras a la izquierda, según elcapricho de las revueltas, se presenta elrío Cauca como una blanca y yacentedesnudez que se arrebujara con lasfrondas y se abanicara con las alas delas garzas... El tren llega a La Cumbrea la hora de almuerzo...17 Al descenderde La Cumbre, a corta distancia, lalínea férrea llega a un plano de varioskilómetros. Es éste el trayecto que enlazalas estaciones de Bitaco y Lomitas... Detrecho en trecho dominan la vía alegrescasas que ostentan cercados floridos ycanastas de parásitas que se alborotancuando el tren se acerca. Los pasajerossacan la cabeza y algunos hacenseñas...No falta quien salga y tire unramo de flores en un cartucho depapel.”18

Los primeros propietarios fueron ensu mayoría comerciantes caleños.Aunque muchos establecieron vínculosfamiliares con las familias de los viejoshacendados, en su mayoría, al no teneracceso ni estar interesados en las grandespropiedades rurales se inclinaron por lospequeños predios rurales que no impli-caban la inversión de trabajo con fines

Casas de Veraneo de La Cumbre: Lucerna, ElRefugio, Luz Maria, San Fernando, Escocia.Década de los 1920s. Fotos: Arq. J. Gutiérrez.

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Villa Escocia Familia Juri: Fachada Principal, Planta 1er Piso, Planta 2do.Piso. Fachada Lateral. La Cumbre 1920s.

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productivos. La nueva costumbre de“temperar” se reflejó en la construcciónde residencias veraniegas, las cualesademás de nuevas tecnologías señalabanen el país las primeras formas de habitarla vida moderna, para un sector socialque buscó el placer y el descanso en lamontaña. La Cumbre sería un lugar idealpara el tiempo del ocio.

La valoración positiva de la naturalezase mostró entonces no solamente por suvalor terapéutico sino, en gran medida,por su valor social y cultural. De hecholos “veraneaderos” como Apulo enCundinamarca y La Cumbre en el Valledel Cauca implicaron nuevas prácticasde distinción social. La Cumbre era unaescenografía que permitía unosestrechos intercambios sociales, porfuera de la formalidad de la vida cotidianaen Cali e implicaba un nuevo tipo desociabilidad. Se puede hacer una tipologíadel veraneo como teatro social con laconstrucción de unas tradicionesalrededor de la idea de las vacaciones: esun viaje que implica familia, descanso.Como describe José Félix Escobar sobresus veraneos en La Cumbre:“latemporada de vacaciones hacía que lasfamilias se cohesionaran y que lasamistades se consolidaran. Lasdiversiones ‘sanas como pocas’ incluíanla infaltable ‘encarrilada’ sobre lasparalelas del ferrocarril, paseos a pie oa caballo, interminables juegos deparqués, monopolio o cartas; en plenoAgosto no faltaban las cometas”19

La Cumbre se convirtió así en unsitio ideal no solo para “veranear” sinopara los paseos finisemanales. A partirde 1925 a la Estación, conocida como“de las flores”, llegaba el domingo el“Tren de Recreo” y el sábado el “Trende los casados” el cual retornaba a Caliel domingo, itinerarios que consolidaronesta costumbre para un buen número defamilias, ampliando la posibilidad dedisfrute a sectores que si bien carecíande viviendas de recreo en la región,gracias a las facilidades como medio detransporte que representaba el tren,podían gozar de las bondades del climay del paisaje de la región.

Las condiciones ambientales y laexistencia del ferrocarril fueron sin lugar

a dudas un aspecto fundamental para lalocalización de la Clínica del Dr. E. H.Smith, la cual empezó a funcionar en1925. Según el “Almanaque de losHechos Colombianos” de 1929, este eraun “sitio de operaciones de alta cirugíae ideal para toda clase de enfermedadesque no sean contagiosas... Actúanpermanentemente siete enfermerasgraduadas, tres practicantes y un médicoespecialista para ojos, nariz, garganta,oídos y demás órganos de la cabeza. Elhospital está dotado de cuarenta camasen amplios edificios. Está situado enuno de los lugares más pintorescos y demejor clima del Valle del Cauca, entreCali y Buenaventura, sobre la línea delFerrocarril del Pacífico. Domina unaextensa vista panorámica y solo distaunos pocos pasos de la estación de LaCumbre”. El número de camas descritodesbordaba ampliamente la posibledemanda de la población de habitantes yveraneantes de La Cumbre (aún hoydía) lo que junto a la calificación delpersonal y el gran prestigio de supropietario, operaba como un centrohospitalario a nivel regional, entre otrascosas, el primero de tipo privado.20

Igualmente monjas europeas regentaronun internado para señoritas: el Colegiode San José de la Montaña.

La estrecha relación de La Cumbreno se limitó a los aspectos relativos a lavaloración de un terreno y del trazadode los predios ocupados por las casas delos veraneantes, también compromete asu particular arquitectura de madera.De hecho la mayoría de los alojamientosprovisionales durante la construccióndel Ferrocarril debió recurrir a la maderacomo material a mano, y no obstante laabundancia de maderas en las selvas delPacífico y en la propia cordillera. Lasmaderas utilizables existentes en laCordillera Occidental eran el CominoReal, Comino Crespo, Cedro Negro,Cedro Rojo, Chachajo, Roble, BongoBlanco, Bongo Negro, Barcino, Marfil,Yolombo, Arrayán Blanco, ArrayánGuayabo, Medio comino, Cucharo yChagualo, entre las mejores. En la zonadel Pacifico se encontraban enabundancia Mangle, Caoba, Abarco,Machare y Nato Rojo. Muchas de estas

Balloon frame. Arriba: Construcción Tradicionalpublicado en James H. Monckton: The NationalCarpenter and Builder, New York, 1873);Aplicación para un «English style cottage»,publicado en William H. Ranlett: The Architect,a Series of Original Designs, New York, 1847.

Bungalow Magazine. Revista que difundía el«estilo bungalow». 1910

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XVII cuando creó la British West IndiesCompany para la explotación de las islasocupadas. La incorporación de buenaparte de esta región al Imperio Británico,facilitó que este fuera el espacio para lasmayores mezclas culturales y étnicasdel mundo. A la integración de blancoscon indios y negros en la ocupaciónespañola, se sumó la resultante de lainmigración de hindúes, chinos yjavaneses. Así a los mulatos, mestizos ylos zambos habría que sumar losdoogalas (africano y oriental) y los chino-criollos con todas las posiblesderivaciones y sus consecuenciasculturales evidentes en los distintosidiomas y dialectos, en las mani-festaciones religiosas y musicales.27 Lagran riqueza cultural del Caribe y lasAntillas ha llevado a algunos autorescaribeños como Jean-Pierre Sainton avalorar la singularidad de este proceso,reclamando una consideración de «lacultura antillana, específica y original,no es el resultado de un cruce ni layuxtaposición de las culturas europeas yafricanas, como se suele decir... Elmodo de hábitat antillano es unacreación original».28

El Bungallow es la anglicanización de“banggolo”, la construcción rural deBengala, colonia británica por entonces.Esta era una construcción originalmentede una sola planta cuadrada y simétrica,con galería perimetral - la verandah ovaranda oriental - y techo en pendientea cuatro aguas y que prácticamente erala imagen del poder imperial victorianoque dominaba la mayor parte de la“franja cálida” del planeta, lo que explicaque tanto la “medicina tropical” como eldesarrollo de una “arquitectura tropical”tuviesen un desarrollo como el alcanzadopor el Imperio Británico, puesto que lasposesiones británicas en Africa, India yel Caribe, requerían viviendas adecuadaspara los administradores de los territorioscoloniales.29 A ello obedeció la impor-tancia de desarrollar una arquitecturaadecuada a los climas cálidos tropicalesque incorporó el principio de la ventilaciónforzada, carpinterías y celosías opersianas como sistema de ventilación ycontrol solar, amplios y sombreadoscorredores perimetrales, techos

inclinados y cielorrasos planos quefavorecían el aislamiento térmico.30

Todas estas soluciones hacían de estetipo de construcción un exitoso«sistema» de acondicionamientotérmico, que facilitó su difusión portodas las colonias al que habría quesumar sus particulares formas deimplantación.

Las premisas arquitectónico-urbanasde la colonia española y las coloniasfrancesas e inglesas eran muy distintasy ello tenía efectos en la forma deocupar el territorio pues mientras que enla colonia española, la ciudad erafundamental como forma de dominio yextensión del Imperio español, en lascolonias francesas e inglesas no existíaesta preocupación y el colono prestabamás atención a su lujosa vivienda quedomina la plantación. El patrón deimplantación de construcciones aisladasobedece así más a la tradición anglo-sajona que colonial española.

El investigador panameño Samuel A.Gutiérrez no sólo ha establecido lascorrespondencias formales y técnicasentre las arquitecturas panameñas y delcaribe colombiano, sino que además haidentificado la especificidad de lasrelaciones entre las viviendas de maderade Bocas del Toro y Colón en Panamá ySan Andrés y Providencia, con las desitios tan distintos como Bluefields enNicaragua, Puerto Limón en Costa Rica,Kingston en Jamaica o Nueva Orleansen Estados Unidos.31 Sin duda laconstrucción del Canal de Panamáfacilitó la difusión de los modelos de laarquitectura anglocaribeña permitiendosu adopción en condiciones culturales ygeográficas tan distintas como las de LaCumbre. Como ya hemos mencionado,el “exotismo” de estas construccionesestá relacionado intimamente con suprograma como casa de veraneo.

En este sentido estas casas debíandiferenciarse formalmente de lasresidencias urbanas, pues la familia“viaja” a otro escenario. Por otra parte elhecho de que la mayoría de lospropietarios originales fuerancomerciantes (muchos de ellosinmigrantes extranjeros) les permitiótener contacto directo con este tipo de

Corredor y Puerta Principal, Casa 003, Manzana34. La Cumbre.1920s.

Casa Escocia, La Cumbre. 1920s.

Guardamalletas en lámina de zinc importada enla Casa Escocia. La Cumbre, 1920s

Vista General Casa 003, Manzana 34. La Cumbre.1920s.

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maderas, desafortunadamente fueronllevadas a limites inminentes de extinción,como es el caso del Comino Real, maderade gran calidad por su bella veta que laconvierte en un material precioso para laebanistería y que además ofrece granresistencia a la intemperie y al ataque deinsectos y hongos por lo que fue usadapor el ferrocarril para polines de la líneaférrea llevándola a su casi desaparición.

A pesar de la abundancia deexcelentes maderas autóctonas para laconstrucción se importaron sin embargootras, ya previamente trabajadasindustrialmente, para algunas cons-trucciones importantes como la propiaEstación de La Cumbre donde se empleómadera importada de Estados Unidos,más precisamente de California:“redwood” (sequoia), material utilizadoen forma de tablillas machimbreadas,colocadas horizontalmente para sucerramiento. Es de suponer la presenciade casas de madera prefabricadas deorigen norteamericano para los técnicosdel Ferrocarril, pues fue común lautilización de este tipo de construccionesen la región, como el antiguo hospital deBuenaventura (como se ha podidoobservar en fotografías de la época) elcual era una construcción prefabricadasimilar a la de otros hospitales yconstrucciones de establecimientoscomo los de la Chocó Pacificic, la UnitedFruit Co. y otras empresas norte-americanas que operaban enCentroamérica y el Caribe.

De esta forma, a través de las distintasformas de presencia e influencianorteamericana, se había difundido enCentroamérica y el Caribe un sistema dearquitecturas de catálogo y un sistemade construcción prefabricado conocidocomo “balloon frame” desarrollado acomienzos de la década de 1830. 21

La discusión sobre el creador originaldel sistema “balloon frame” no se haresuelto: autores como Marston Fitchatribuyeron el desarrollo del sistema“balloon frame” al carpintero de Chicago,Augustine Taylor, mientras paraSiegfried Giedion fue GeorgeWashington Snow, quien desempeñabadistintos cargos técnicos en laadministración de Chicago, ejerciendo

Construcciones “tropicales” en madera, campamentos petroleros, Golfo de Maracaibo, Venezuela.

«Arquitectura Tropical»: Hospital Coromoto, Lago de Maracaibo, Venezuela.

Difusión del estilo «gingerbread» en el Caribe: Casa en Cardenas, Cuba.

La adaptación de elementos de la arquitectura anglocaribeña en el Valle del Cauca. Villa Flor, LaCumbre, 1920s. Foto: Arq. J. Gutiérrez

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al mismo tiempo como empresario ycomerciante en madera.22

El sistema es una estructuradiafragmada compuesta por piederechosy tirantes que forman cuadros rígidos,revestidos de tablas clavadas, lo queaumenta su rigidez. Esta estructura,conocida también como “casa dearmazón” no demandaba grandes piezas,sino que por el contrario podía serrealizada con pequeños elementos. Estesistema fue ampliamente aplicado enNorteamérica debido a la gran demandade construcciones urbanas y ruralesque acompañó el crecimiento poblacionaly la expansión hacia el Oeste, pues nosólo era rápida de construir sino queademás no demandaba mano de obraespecializada. Como cuenta Giedion, laspiezas que constituían una casa en estesistema podían ser numeradas,empaquetadas y enviadas para serarmadas en cualquier lugar.23 Estaarquitectura de madera, por su ligerezabuscó ser compensada visualmente conuna serie de elementos de filigrana, fácilesde realizar con la ayuda de las máquinasde carpinterías de madera y metálica.Estos elementos conocidos como el«estilo gingerbread» se generalizaron enEstados Unidos y se extendieron alCaribe. Así aparecían las piezasornamentales de puertas y ventanas,con calados, los decorados decanales,etc.24

A este hecho hay que añadir lacirculación de catálogos editados pormillares con modelos de viviendas losque se adoptaron no sólo en Norte-américa sino también en los países bajosu influencia e intervención.25 A AméricaLatina llegaba la publicidad de estosmanuales que podían ser compradospor correo y que ofrecían “...a numberof designs of Low Priced Cottages, inthe various popular styles, adapted tothe requeriments of Seaside and Summerresorts and suburban and countryplaces”.26

Este tipo de construcción y estosmodelos se difundieron por el Caribe,incorporándose a la arquitectura colonialbritánica del bungalow adaptado alCaribe. La presencia inglesa se habíaestablecido ya en el Caribe desde el sigloCasa 003, Manzana 034. La Cumbre. Fachadas, Planta.

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maderas, desafortunadamente fueronllevadas a limites inminentes de extinción,como es el caso del Comino Real, maderade gran calidad por su bella veta que laconvierte en un material precioso para laebanistería y que además ofrece granresistencia a la intemperie y al ataque deinsectos y hongos por lo que fue usadapor el ferrocarril para polines de la líneaférrea llevándola a su casi desaparición.

A pesar de la abundancia deexcelentes maderas autóctonas para laconstrucción se importaron sin embargootras, ya previamente trabajadasindustrialmente, para algunas cons-trucciones importantes como la propiaEstación de La Cumbre donde se empleómadera importada de Estados Unidos,más precisamente de California:“redwood” (sequoia), material utilizadoen forma de tablillas machimbreadas,colocadas horizontalmente para sucerramiento. Es de suponer la presenciade casas de madera prefabricadas deorigen norteamericano para los técnicosdel Ferrocarril, pues fue común lautilización de este tipo de construccionesen la región, como el antiguo hospital deBuenaventura (como se ha podidoobservar en fotografías de la época) elcual era una construcción prefabricadasimilar a la de otros hospitales yconstrucciones de establecimientoscomo los de la Chocó Pacificic, la UnitedFruit Co. y otras empresas norte-americanas que operaban enCentroamérica y el Caribe.

De esta forma, a través de las distintasformas de presencia e influencianorteamericana, se había difundido enCentroamérica y el Caribe un sistema dearquitecturas de catálogo y un sistemade construcción prefabricado conocidocomo “balloon frame” desarrollado acomienzos de la década de 1830. 21

La discusión sobre el creador originaldel sistema “balloon frame” no se haresuelto: autores como Marston Fitchatribuyeron el desarrollo del sistema“balloon frame” al carpintero de Chicago,Augustine Taylor, mientras paraSiegfried Giedion fue GeorgeWashington Snow, quien desempeñabadistintos cargos técnicos en laadministración de Chicago, ejerciendo

Construcciones “tropicales” en madera, campamentos petroleros, Golfo de Maracaibo, Venezuela.

«Arquitectura Tropical»: Hospital Coromoto, Lago de Maracaibo, Venezuela.

Difusión del estilo «gingerbread» en el Caribe: Casa en Cardenas, Cuba.

La adaptación de elementos de la arquitectura anglocaribeña en el Valle del Cauca. Villa Flor, LaCumbre, 1920s. Foto: Arq. J. Gutiérrez

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al mismo tiempo como empresario ycomerciante en madera.22

El sistema es una estructuradiafragmada compuesta por piederechosy tirantes que forman cuadros rígidos,revestidos de tablas clavadas, lo queaumenta su rigidez. Esta estructura,conocida también como “casa dearmazón” no demandaba grandes piezas,sino que por el contrario podía serrealizada con pequeños elementos. Estesistema fue ampliamente aplicado enNorteamérica debido a la gran demandade construcciones urbanas y ruralesque acompañó el crecimiento poblacionaly la expansión hacia el Oeste, pues nosólo era rápida de construir sino queademás no demandaba mano de obraespecializada. Como cuenta Giedion, laspiezas que constituían una casa en estesistema podían ser numeradas,empaquetadas y enviadas para serarmadas en cualquier lugar.23 Estaarquitectura de madera, por su ligerezabuscó ser compensada visualmente conuna serie de elementos de filigrana, fácilesde realizar con la ayuda de las máquinasde carpinterías de madera y metálica.Estos elementos conocidos como el«estilo gingerbread» se generalizaron enEstados Unidos y se extendieron alCaribe. Así aparecían las piezasornamentales de puertas y ventanas,con calados, los decorados decanales,etc.24

A este hecho hay que añadir lacirculación de catálogos editados pormillares con modelos de viviendas losque se adoptaron no sólo en Norte-américa sino también en los países bajosu influencia e intervención.25 A AméricaLatina llegaba la publicidad de estosmanuales que podían ser compradospor correo y que ofrecían “...a numberof designs of Low Priced Cottages, inthe various popular styles, adapted tothe requeriments of Seaside and Summerresorts and suburban and countryplaces”.26

Este tipo de construcción y estosmodelos se difundieron por el Caribe,incorporándose a la arquitectura colonialbritánica del bungalow adaptado alCaribe. La presencia inglesa se habíaestablecido ya en el Caribe desde el sigloCasa 003, Manzana 034. La Cumbre. Fachadas, Planta.

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productivos. La nueva costumbre de“temperar” se reflejó en la construcciónde residencias veraniegas, las cualesademás de nuevas tecnologías señalabanen el país las primeras formas de habitarla vida moderna, para un sector socialque buscó el placer y el descanso en lamontaña. La Cumbre sería un lugar idealpara el tiempo del ocio.

La valoración positiva de la naturalezase mostró entonces no solamente por suvalor terapéutico sino, en gran medida,por su valor social y cultural. De hecholos “veraneaderos” como Apulo enCundinamarca y La Cumbre en el Valledel Cauca implicaron nuevas prácticasde distinción social. La Cumbre era unaescenografía que permitía unosestrechos intercambios sociales, porfuera de la formalidad de la vida cotidianaen Cali e implicaba un nuevo tipo desociabilidad. Se puede hacer una tipologíadel veraneo como teatro social con laconstrucción de unas tradicionesalrededor de la idea de las vacaciones: esun viaje que implica familia, descanso.Como describe José Félix Escobar sobresus veraneos en La Cumbre:“latemporada de vacaciones hacía que lasfamilias se cohesionaran y que lasamistades se consolidaran. Lasdiversiones ‘sanas como pocas’ incluíanla infaltable ‘encarrilada’ sobre lasparalelas del ferrocarril, paseos a pie oa caballo, interminables juegos deparqués, monopolio o cartas; en plenoAgosto no faltaban las cometas”19

La Cumbre se convirtió así en unsitio ideal no solo para “veranear” sinopara los paseos finisemanales. A partirde 1925 a la Estación, conocida como“de las flores”, llegaba el domingo el“Tren de Recreo” y el sábado el “Trende los casados” el cual retornaba a Caliel domingo, itinerarios que consolidaronesta costumbre para un buen número defamilias, ampliando la posibilidad dedisfrute a sectores que si bien carecíande viviendas de recreo en la región,gracias a las facilidades como medio detransporte que representaba el tren,podían gozar de las bondades del climay del paisaje de la región.

Las condiciones ambientales y laexistencia del ferrocarril fueron sin lugar

a dudas un aspecto fundamental para lalocalización de la Clínica del Dr. E. H.Smith, la cual empezó a funcionar en1925. Según el “Almanaque de losHechos Colombianos” de 1929, este eraun “sitio de operaciones de alta cirugíae ideal para toda clase de enfermedadesque no sean contagiosas... Actúanpermanentemente siete enfermerasgraduadas, tres practicantes y un médicoespecialista para ojos, nariz, garganta,oídos y demás órganos de la cabeza. Elhospital está dotado de cuarenta camasen amplios edificios. Está situado enuno de los lugares más pintorescos y demejor clima del Valle del Cauca, entreCali y Buenaventura, sobre la línea delFerrocarril del Pacífico. Domina unaextensa vista panorámica y solo distaunos pocos pasos de la estación de LaCumbre”. El número de camas descritodesbordaba ampliamente la posibledemanda de la población de habitantes yveraneantes de La Cumbre (aún hoydía) lo que junto a la calificación delpersonal y el gran prestigio de supropietario, operaba como un centrohospitalario a nivel regional, entre otrascosas, el primero de tipo privado.20

Igualmente monjas europeas regentaronun internado para señoritas: el Colegiode San José de la Montaña.

La estrecha relación de La Cumbreno se limitó a los aspectos relativos a lavaloración de un terreno y del trazadode los predios ocupados por las casas delos veraneantes, también compromete asu particular arquitectura de madera.De hecho la mayoría de los alojamientosprovisionales durante la construccióndel Ferrocarril debió recurrir a la maderacomo material a mano, y no obstante laabundancia de maderas en las selvas delPacífico y en la propia cordillera. Lasmaderas utilizables existentes en laCordillera Occidental eran el CominoReal, Comino Crespo, Cedro Negro,Cedro Rojo, Chachajo, Roble, BongoBlanco, Bongo Negro, Barcino, Marfil,Yolombo, Arrayán Blanco, ArrayánGuayabo, Medio comino, Cucharo yChagualo, entre las mejores. En la zonadel Pacifico se encontraban enabundancia Mangle, Caoba, Abarco,Machare y Nato Rojo. Muchas de estas

Balloon frame. Arriba: Construcción Tradicionalpublicado en James H. Monckton: The NationalCarpenter and Builder, New York, 1873);Aplicación para un «English style cottage»,publicado en William H. Ranlett: The Architect,a Series of Original Designs, New York, 1847.

Bungalow Magazine. Revista que difundía el«estilo bungalow». 1910

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XVII cuando creó la British West IndiesCompany para la explotación de las islasocupadas. La incorporación de buenaparte de esta región al Imperio Británico,facilitó que este fuera el espacio para lasmayores mezclas culturales y étnicasdel mundo. A la integración de blancoscon indios y negros en la ocupaciónespañola, se sumó la resultante de lainmigración de hindúes, chinos yjavaneses. Así a los mulatos, mestizos ylos zambos habría que sumar losdoogalas (africano y oriental) y los chino-criollos con todas las posiblesderivaciones y sus consecuenciasculturales evidentes en los distintosidiomas y dialectos, en las mani-festaciones religiosas y musicales.27 Lagran riqueza cultural del Caribe y lasAntillas ha llevado a algunos autorescaribeños como Jean-Pierre Sainton avalorar la singularidad de este proceso,reclamando una consideración de «lacultura antillana, específica y original,no es el resultado de un cruce ni layuxtaposición de las culturas europeas yafricanas, como se suele decir... Elmodo de hábitat antillano es unacreación original».28

El Bungallow es la anglicanización de“banggolo”, la construcción rural deBengala, colonia británica por entonces.Esta era una construcción originalmentede una sola planta cuadrada y simétrica,con galería perimetral - la verandah ovaranda oriental - y techo en pendientea cuatro aguas y que prácticamente erala imagen del poder imperial victorianoque dominaba la mayor parte de la“franja cálida” del planeta, lo que explicaque tanto la “medicina tropical” como eldesarrollo de una “arquitectura tropical”tuviesen un desarrollo como el alcanzadopor el Imperio Británico, puesto que lasposesiones británicas en Africa, India yel Caribe, requerían viviendas adecuadaspara los administradores de los territorioscoloniales.29 A ello obedeció la impor-tancia de desarrollar una arquitecturaadecuada a los climas cálidos tropicalesque incorporó el principio de la ventilaciónforzada, carpinterías y celosías opersianas como sistema de ventilación ycontrol solar, amplios y sombreadoscorredores perimetrales, techos

inclinados y cielorrasos planos quefavorecían el aislamiento térmico.30

Todas estas soluciones hacían de estetipo de construcción un exitoso«sistema» de acondicionamientotérmico, que facilitó su difusión portodas las colonias al que habría quesumar sus particulares formas deimplantación.

Las premisas arquitectónico-urbanasde la colonia española y las coloniasfrancesas e inglesas eran muy distintasy ello tenía efectos en la forma deocupar el territorio pues mientras que enla colonia española, la ciudad erafundamental como forma de dominio yextensión del Imperio español, en lascolonias francesas e inglesas no existíaesta preocupación y el colono prestabamás atención a su lujosa vivienda quedomina la plantación. El patrón deimplantación de construcciones aisladasobedece así más a la tradición anglo-sajona que colonial española.

El investigador panameño Samuel A.Gutiérrez no sólo ha establecido lascorrespondencias formales y técnicasentre las arquitecturas panameñas y delcaribe colombiano, sino que además haidentificado la especificidad de lasrelaciones entre las viviendas de maderade Bocas del Toro y Colón en Panamá ySan Andrés y Providencia, con las desitios tan distintos como Bluefields enNicaragua, Puerto Limón en Costa Rica,Kingston en Jamaica o Nueva Orleansen Estados Unidos.31 Sin duda laconstrucción del Canal de Panamáfacilitó la difusión de los modelos de laarquitectura anglocaribeña permitiendosu adopción en condiciones culturales ygeográficas tan distintas como las de LaCumbre. Como ya hemos mencionado,el “exotismo” de estas construccionesestá relacionado intimamente con suprograma como casa de veraneo.

En este sentido estas casas debíandiferenciarse formalmente de lasresidencias urbanas, pues la familia“viaja” a otro escenario. Por otra parte elhecho de que la mayoría de lospropietarios originales fuerancomerciantes (muchos de ellosinmigrantes extranjeros) les permitiótener contacto directo con este tipo de

Corredor y Puerta Principal, Casa 003, Manzana34. La Cumbre.1920s.

Casa Escocia, La Cumbre. 1920s.

Guardamalletas en lámina de zinc importada enla Casa Escocia. La Cumbre, 1920s

Vista General Casa 003, Manzana 34. La Cumbre.1920s.

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forma, áreas a las que no se les atribuíaimportancia en la producciónagropecuaria, y que no admitían hastaentonces ninguna otra utilidad, eranvaloradas extraordinariamente en suaspecto paisajístico desde el punto devista cultural. En este sentido, hay queresaltar que la consolidación de estasáreas como zonas de “veraneo” nopuedan entenderse además indepen-dientemente de los esfuerzos enca-minados a rentabilizar el territorio.

La disposición de la casi totalidad delas casas de veraneo de La Cumbre a losbordes de la carrilera pone en evidenciala íntima relación de este asentamientocon la historia del Ferrocarril del Pacífico.Es conocida la referencia al cambio deltrazado pues lo lógico es que deberíahaber pasado originalmente por Pavas,el poblado más grande de la región enese entonces y alrededor del cual sehabía centrado la ocupación de la regióndesde época colonial. El crecimiento desu población en el siglo XIX habíallevado a la construcción de una capillaen 1852 por un fraile franciscano, deapellido Bermúdez, nombre por el quesería conocido este caserío por algúntiempo. El cambio de trazado favoreceríaa personas que habían estado vinculadasa la empresa ferroviaria, lo que sometióel tren a un ascenso un poco mayor -quepudo ser evitado- pero a cambio permitióel paso por un sitio de magnífico paisajey un agradable clima (20°C). De hechoel nombre de La Cumbre fue dado porlos ingenieros del ferrocarril a partir delhecho de que la Estación se localizó enel punto más alto de la línea Cali-Buenaventura, a 1591 metros sobre elnivel del mar. La llegada del ferrocarrilcon la construcción de su estación en1913 dio lugar al asentamiento, lo cualpodríamos considerar como el hecho“fundador” de la población que seconstituiría después y cuyo rápidocrecimiento le permitió constituirse encabecera municipal en 1922 relegandoa Pavas. Como señala José Félix Escobar:“Las casas de veraneo fueronconstruidas, con pocas excepciones, alborde de la carrilera. Desde la finca delos jesuitas en La Ventura (a 3 kilómetrosdel pueblo de La Cumbre),visitada con

periodicidad admirable por el padreTroconis, hasta “Cádiz”, ya en la rutaa Cali, se alineaban las casas, primeromuy separadas la una de la otra, despuésapiñadas en la medida en que seacercaban al pueblo”.16

La consolidación de La Cumbrecomo sitio para la recreación está ligadacasi exclusivamente al Tren. El cronistadel Almanaque de los HechosColombianos describe el “paseo” desdeCali resaltando los valores paisajísticosdel Valle del Cauca percibibles desde elTren: “A poco de andar, el tren seacerca a Puerto Isaacs. Después siguehasta la estación de Yumbo. Allí salenunas mujeres a vender pandeyucacaliente... Mientras tanto sacan suslomos en el río, a corta distancia, losvapores que hacen la navegación entreese puerto y el de Cartago, a través demuchas leguas de paisajes divinos...Laparte de línea férrea que va de Cali a LaCumbre raya por el flanco una largacadena de cerros, a una altura desdedonde pueden verse extensas porcionesdel Valle del Cauca. Unas veces a laderecha y otras a la izquierda, según elcapricho de las revueltas, se presenta elrío Cauca como una blanca y yacentedesnudez que se arrebujara con lasfrondas y se abanicara con las alas delas garzas... El tren llega a La Cumbrea la hora de almuerzo...17 Al descenderde La Cumbre, a corta distancia, lalínea férrea llega a un plano de varioskilómetros. Es éste el trayecto que enlazalas estaciones de Bitaco y Lomitas... Detrecho en trecho dominan la vía alegrescasas que ostentan cercados floridos ycanastas de parásitas que se alborotancuando el tren se acerca. Los pasajerossacan la cabeza y algunos hacenseñas...No falta quien salga y tire unramo de flores en un cartucho depapel.”18

Los primeros propietarios fueron ensu mayoría comerciantes caleños.Aunque muchos establecieron vínculosfamiliares con las familias de los viejoshacendados, en su mayoría, al no teneracceso ni estar interesados en las grandespropiedades rurales se inclinaron por lospequeños predios rurales que no impli-caban la inversión de trabajo con fines

Casas de Veraneo de La Cumbre: Lucerna, ElRefugio, Luz Maria, San Fernando, Escocia.Década de los 1920s. Fotos: Arq. J. Gutiérrez.

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Villa Escocia Familia Juri: Fachada Principal, Planta 1er Piso, Planta 2do.Piso. Fachada Lateral. La Cumbre 1920s.

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crecimiento, la industrialización apenasse insinuaba, por lo que no existía el tipode problemas ambientales de lasindustriales europeas, sin embargo lasnuestras presentaban grandesdeficiencias de acueducto yalcantarillado que amenazaban la salud.Por otra parte, ciudades como Bogotá,Medellín y Cali estaban alejadas de lascostas y la incipiente red decomunicaciones no facilitaban eltraslado, lo que hizo que a pesar decierto grado de mimesis, lascircunstancias geográficas y deinfraestructura, implicaran notablesdiferencias con los modelos europeosmencionados. Por ejemplo, aunque lacostumbre del paseo de “baño en río”(existente desde la colonia) tomó unlugar importante en las actividades delos veraneantes de La Cumbre y los ríosGrande, Pavas y Pavitas eran sitios quese frecuentaban con tal objeto, estarutina no podría asimilarse a la de la“cultura de playa” europea, puesto queeste tipo de actividad se hacía en lugaresrelativamente lejos de las casas de recreoy no poseía ninguna adecuaciónarquitectónico-paisajística.

En nuestro caso, los veraneaderospermitían básicamente un “cambio deaire”: para los bogotanos era gozar deun clima más cálido, para los caleñospoder pasar un tiempo en un clima másfresco. Como se registra en el Alma-naque de los Hechos Colombianos: “LaCumbre es el lugar preferido por loscaleños para trasladarse a respirar airepuro en las épocas de veraneo. Semejantea La Esperanza de la línea de Girardot,por la aglomeración frecuente demuchachas bonitas, es todo lo contrarioen cuanto al clima. A la Esperanza se vade Bogotá en busca de calor, mientrasque a La Cumbre se va de Cali en buscade frío”.14

José Félix Escobar cuenta como enla infancia “se nos enviaba a La Cumbrepor el tiempo íntegro de vacaciones, sinbajar a Cali más que algún controlmédico o a la peluquería, porque lospediatras de la época pregonaban lasbondades del cambio de clima. Desdecomienzos de Julio hasta finales deSeptiembre, los muchachos de entonces

adquiríamos “chapas” en las mejillasaunque en realidad, La Cumbre nuncafue realmente un sitio frío... como Silviao el Kilómetro 18”15

El “cambio de aire” que incorporabael paisaje natural como un bien o recursocultural implicó cambios en el espacioregional. En el caso de La Cumbre estoimplicó que una zona de “montaña”,hasta entonces relativamente marginada,se incorporara a las actividadeseconómicas de una forma nueva a travésde la ocupación por parte de loscomerciantes caleños que pretendieronconvertirla en una zona deconstrucciones para el recreo,ocupación distinta de las otras zonas dela cordillera occidental en proceso decolonización en esos años para serdedicadas a actividades rurales de tipoagropecuario. Con la construcción delFerrocarril del Pacífico y la llegada delmismo a Cali en 1915 fue posible laconexión de esta zona montañosa,permitiendo su aprovechamiento desdeel punto de vista económico.

Es importante subrayar la incor-poración de las áreas de montaña a lasrelaciones económicas de la región. Lacordillera Occidental de hecho no habíapresentado mayor atractivo para laactividad agropecuaria, pues se tenía lapercepción de que no eran tierras quepermitieran una actividad agrícola yganadera tan próspera como en elpiedemonte y el valle, a lo que se sumabala inexistencia de adecuadas formas decomunicación y transporte. De hecho laactividad desarrollada en haciendascomo Las Nieves o El Salado en regionespróximas a Cali, eran posibles gracias asu articulación con uno de los precariospasos hacia el Pacífico y sólo hastacomienzos del siglo XX la cordilleraoccidental al norte del actualDepartamento del Valle del Caucaempezó a ser colonizada con finesproductivos por inmigrantes de origenantioqueño. Es así como La Cumbre,gracias al Ferrocarril fue pionera de unnuevo modelo de ocupación como era elde zona de veraneo para ricoscomerciantes de Cali, el cual fue seguido,tras la apertura de la carretera al mar,por Saladito y San Antonio. De esta

Casas de La Cumbre, identificadas por suspropietarios. Fuente La Cumbre, Años Sesenta,Revista Ocidental.1, Calero Tejada. 2. Colegio San José de laMontaña. 3. Escobar Escobar. 4. Zamorano deLemos. 5. Uribe Barbosa. 6. Juri Mercado. 7Abadía Chamat. 8. Rengifo Rivera. 9. UlloaTenorio. 10 Alban Holguin. 11. Gandini Price.12 Semana Tenorio. 13 Tazzioli Caicedo. 14.Romero Camacho. 15. Rojas Rengifo. 16Jaramillo Arango. 17. Rojas Arango. 19.Martinez Posso. 20. Corey Caicedo. 21. NaderEscruceria. 22. Buenaventura Pineda. 23Caicedo Burrowes. 24. Bieler Herrera. 25. DuranRestrepo. 26. Borrero Estela. 27. EscobarMercado. 28. Hormaza Cordoba 29. BuenoHormaza 30. Zorrilla Bonilla 31. LondoñoBarona. 32. Estela Escobar 33. Venegas DeFrancisco. 34. Arango Tavera. 35. HerranMartínez.

Construcción en madera, con cubiertas de Zinc.Hospital del Dr. E. H. Smith, La Cumbre. Fuente:Almanaque de los Hechos Colombianos, 1921.

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construcciones en sus viajes comercialesa través de Panamá, pasando por elCaribe el cual funcionaba como unaespecie de “antesala” del continente. Dehecho estas casas se ornamentaron conelementos importados tanto de Europacomo Norteamérica como “calco-manías” con dibujos para los vidrios,piezas ornamentales metálicas comoapliques, coronas y guarda-malletas,piezas de cerrajería que complementabanla limitada construcción, porcelanasanitaria, fuera del zinc de las cubiertas,la pintura de aceite y la dotación demobiliario y menaje doméstico. Segúnentrevista con Carlos Mercado,historiador y buen conocedor de LaCumbre, en la casa “Escocia”, sin lugara dudas la más grande e imponente detodas estas construcciones y propiedadde José Miguel Juri Abisab (prosperocomerciante de maderas, nacido en Beiruten la época de la colonia francesa) todofué importado excepto las maderas desu construcción.

A pesar de que la arquitecturacaribeña constituye una muy importantereferencia formal, así como las técnicasconstructivas en madera de origenalcanzaron a influir, la mayoría de estascasas mantuvieron tipologías espacialestradicionales como la organización dehabitaciones en línea en forma de “L”muy usual en las construcciones rurales,o la organización alrededor de un patiousual en la ciudad (aunque en menorcantidad). Sólo muy pocasconstrucciones difieren de estos tiposasumiendo formas volumétricascompactas, con espacios interiores dedistribución ya sea de corredor o inclusocon un moderno “hall”.

La presencia de miradores en algunascasas y la disposición de los grandescorredores exteriores comunes a todasellas, enfatizan el uso de la casa comositio de contemplación del paisaje. Untipo de miradores es el de pequeñosvolúmenes cerrados que coronan elvolumen de las cubiertas, otro tipo era elde espacios claramente diferenciadosen los extremos de los corredores, yasea abiertos o cerrados, acusadosvolumétricamente con cubierta propia.En algunas casas todavía se conservan

Villa Lutecia: Vista del acceso. Planta. Fachada Lateral. La Cumbre, 1920s.

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cuales eran de “ricos” o “capitalistas”que habitaban por temporadas en susresidencias campestres, pero que enforma habitual residían en el barrioPrado de Medellín”.8 Según EmmaOssa de Rodríguez, citada por Peralta“esos eran unos señores caserones. Susdueños eran lo más encopetado deMedellín... Tenían grandes salones, lasvajillas y los enseres eran todosimportados y la ropa de cama erafinísima... y, lo más charro de todo, era,como decían los abuelos, verlos llegaren coches tirados a caballo y vestidoscomo unos figurines”. 9 Ricardo Olano,líder cívico y empresarial de Medellín,consignó en sus memorias (escritasentre 1918 y 1935) un completo listadode las villas campestres en el Valle deAburrá, con sus correspondientespropietarios que constituían prácti-camente las familias de la dirigencia deMedellín en la década de 1930.10

Se podría considerar comoprecedente de los “veraneaderos” losbalnearios europeos. Tras el“descubrimiento” de las virtudesterapéuticas del mar a finales del sigloXVIII,11 un siglo después nacieron losbalnearios de la “belle époque” comocentros vacacionales: San Sebastián,Niza, Biarritz, Trouville, Brighton, Baden-Baden, los que tendrían su réplica en losbalnearios suramericanos: Mar del Plata(promovida en su momento como «laBiarritz argentina»), Macuto enVenezuela, Punta del Este en Uruguay,Viña del Mar en Chile, Chorrillos enPerú, entre los más famosos. En Europa,los balnearios primero, y las estacionesde montaña, después, se convirtieron enprivilegiados escenarios del teatro social,que acogían a las elites en las temporadasde ocio del verano y el invierno, por loque se convertían en prestigiososmodelos a seguir. Este tipo deasentamientos con sus “saludables”baños de mar y el aire puro de la montañahabían hecho su aparición gracias a lasideas higienistas en boga en el viejomundo, que asociaban las condicionesambientales a la salud humana.

Los médicos creían por entoncesque las enfermedades se producían pormiasmas: emanaciones o efluvios

infectos desprendidos de lugaresinsalubres y, de acuerdo con estacreencia, se puso en práctica no sólouna serie de medidas urbanas como lasde alejar de las zonas centrales yresidenciales de las ciudades todo focoposible de infección como cementerios,hospitales y mataderos, sino que sepromovió el contacto con la naturaleza:el sol y el aire puro. Con la teoríamicrobiana en el siglo XIX se reforzó laidea de los agentes externos en laproducción de la enfermedad,12

fortaleciéndose las ideas higienistas quevinculaban la acción de estos agentescon las condiciones ambientales. Elcontacto con la naturaleza era promovidoentonces por las ideas del «higienismo»y que recomendaba vivir en contactocon la naturaleza. Los veraneaderosobedecían entonces tanto al espírituromántico de la época como a labúsqueda de mejores y más “saludables”condiciones ambientales.

Aunque en Norteamérica aparecieronbalnearios como Saratoga Springs(1884) y Atlantic City (1887) y CapeMay (New Jersey) y Oak Bluffs enMartha’s Vineyard, (Massachusetts)hacia el cambio de siglo, 13 el “culto a lanaturaleza” y la aspiración de crear enella una “nueva comunidad de sujetos”estaba ya presente en la cultura literariadel “American Renaissance” de Emerson,Thoreau, Whitman, Melville, y en losaspectos programáticos de la obra deAndrew Jackson Downing, tendientes aestablecer un equilibrio ideal entre ciudady campo, integrando orgánicamente laobra humana en la naturaleza. Elencuentro con la naturaleza se concretóen la actividad especulativacomplemen-taria a las distintas empresas ferroviariascomo fué la promoción de viviendacampestre de fines del siglo XIX y sóloa comienzos del siglo XX emergen loscentros vacacionales como los del surde la Florida o los de Californiadesarrollados bajo el modelo del balnearioe igualmente vinculados a operacionesinmobiliarias de los empresariosferroviarios.

Aunque a comienzos del siglo XX enlas principales ciudades Colombianashabían empezado a acelerar su

Balneario de Miramar, Argentina ca. 1910.Postal Antigua.

Estacion de Pasajeros de Apulo, Cundinamarca.Fuente: Revista Credencial.

Hotel Bagatelle, Apulo, Cundinamarca. Fuente:Revista Habitar.

Irlanda. Casa con mirador en La Cumbre. Décadade 1920s. Foto: Arq. Francisco Ramírez Potes.

El culto romántico del paisaje en las Casas deHacienda. Casa con Mirador, Hacienda LaEsmeralda, Ginebra, Valle. Comienzos del SigloXX. Foto: Arq. Francisco Ramírez Potes.

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cuidados jardines, encerrados por cercas,a los que se baja a través de escalerasexternas que suelen tener cierto aire demajestuosidad.

En estas casas no se utilizarontécnicas tradicionales de construccióncomo la mampostería de tapias o adobeso muros de bahareque. Sólo en el casode los sobrecimientos se utilizaronmachones de ladrillo, buscando aislar laconstrucción de la humedad y lasalimañas. Todas las casas de veraneo, laestación, la clínica del Dr. Smith y elcolegio fueron construidas con estruc-turas, cerramientos y pisos de madera.La mayoría de estas construccionesobedecen a lo que los constructores dela Colonización Antioqueña llamaronlocalmente “levantar una casa encuadros”, el cual consistía en unesqueleto en vigas de madera de 4”x4”x3m. Esta estructura se arriostraba condiagonales para evitar los esfuerzos

horizontales y las deformaciones.Posteriormente la edificación era acabadafundamentalmente con tablas (1”x 10”x3m.) que eran usadas en las paredesvertical u horizontalmente, agregandouna tablilla (1”x 2”) como tapa luz, loque obviaba el empleo de maderamachimbreada que garantizase elcerramiento adecuado, solución desa-rrollada en las llamadas “casas deaserrador”. En los cielos se usaba elmismo sistema pero elaborando diseñosgeométricos especiales, en particularornamentando los espacios sociales.

Para los pisos se usaba la mismatabla unida al tope y para los barandalescomo los pies derechos se usó tambiénla madera, recibiendo tallados de distintotipo con fines ornamentales. La unión detodas estas piezas se efectuababásicamente con empalmes y clavos.

La mayoría de los techos de estasconstrucciones son de láminas

Sistema constructivo más generalizado en laarquitectura del Veraneo en La Cumbre. Fotografiadel interior de Villa Flor donde se observa elsistema estructural.Dibujo y fotografía: Arq. Jaime Gutiérrez.

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“retiraban” a las casas de sus haciendas,las que podríamos considerar como unantecedente de las casas de veraneorurales o semi-rurales. Si bien en algunasépocas del año o por razones de salud sebuscaban zonas frescas y aisladas, lamayoría de las estadías de la familia delhacendado estaban vinculadas a losciclos productivos de la hacienda.1

A pesar del carácter genérico de susespacios, la casa de hacienda origi-nalmente no contemplaba en sus usosun carácter recreativo y la relaciónarquitectura-paisaje pasaba más por lanecesidad de expresar simbólicamenteel poder del propietario, pues como bienseñaló Germán Téllez, estas casas repre-sentaban “la más acabada forma dedominio físico: la posesión de latierra”.2 Habría que esperar a mediadosdel siglo XIX para ver aparecer una vidafamiliar cotidiana y una intensa vidasocial en las casas de las haciendas,3 sinembargo todavía no existía una nociónde “tiempo libre” y de “temporada” dedescanso.

Sólo a finales de ese siglo y comienzosdel siglo XX aparecería un elementonovedoso en estas construcciones,evidenciando ya un tipo de uso recreativoacorde con una nueva relación con elpaisaje, como es la inclusión de miradoresacorde con el encuentro romántico conel paisaje, típico de la generaciónrepublicana, como ha señalado SilviaArango: “a finales del siglo XIXencontramos indicios de un cambioprofundo de actitudes hacia lanaturaleza que se manifiesta de diversasmaneras: en pintura, en literatura -sobre todo en poesía- y también enarquitectura. El nuevo sentimiento... sehabía ido formando lentamente durantetodo el siglo, pero no logra plasmarsenítidamente sino con la generaciónrepublicana”.4 Ya la familia de loshacendados veía pasar el tiempo desdelos “miradores” de sus casas de hacienda,contemplando el paisaje del Valle delCauca.

La búsqueda de un cambio en losritmos sociales de citadinos se consolidódurante estos años. Este fenómeno sepresentó en los principales centrosurbanos del país. Por ejemplo, Tomás

Rueda Vargas relata en sus crónicas lavida de “veraneo” de las familiasbogotanas en el sector muy próximo deChapinero: “En diciembre de 1884estalló la guerra civil. Tenía yo cincoaños, y pasábamos el veraneo en unacasita de Chapinero, situada en dondeestá hoy la quinta de Aranjuez. Esebarrio era enteramente rural. Habíaunas pocas casas diseminadas, y apenasese año se había instalado la línea detranvía que lo unía con Bogotá”.5

Aquellas primeras temporadas de“veraneo” semi-rural estabancaracterizados por una fuertesociabilidad familiar. En los textos de losautores costumbristas es posibleencontrar además como esta actividadse desarrollaba en condiciones deausteridad, lo que hace evidente suaparición como una nueva y difundida“necesidad” sociocultural de unassociedades urbanas que semodernizaban.6 Aparecía así lanecesidad de un espacio geográficodiferenciado para el tiempo de ocio,característica de las modernizacionesque agenciaba en la vida social laburguesía emergente.

El retiro al campo como diversión yplacer en una temporada más o menoslarga no se limitó entonces al disfrutedel contacto con el campo por las familiasde los hacendados, sino que el “veraneo”en el campo se constituyó en unaaspiración para otros sectores de lapoblación urbana, en particular de loscomerciantes que prosperaban en estaépoca y los primeros industriales. Laatención a las modas e ideas europeas ynorteamericanas (facilitada por laactividad comercial de importaciones yexportaciones) hizo que se intentarareplicar modelos culturales en los cualeshabría que buscar los antecedentes delnuevo tipo de relación sociedad-naturaleza que acompañó la aparición delos “veraneaderos”.

El “veraneadero” sería unatransformación del retiro del hacendadoen la privacidad de la casa de haciendapor una vida menos aislada en casas derecreo levantadas en parcelas de pequeñotamaño cuyo fin primordial no es laproducción agropecuaria, en lo que

podríamos considerar un asentamientosemi-rural pues las casas están muypróximas relativamente (lo que hoytomaría la forma de una “parcelación”vacacional) y si no hubiese sido por larelativa distancia a un centro urbano,incluso podría considerarse como unaforma de “suburbio”.

De la casa urbana entre medianeras,por un lado y de la casa de hacienda, porotro, se pasó a pequeños palacios deveraneo: las “villas”. Según PeterCollins “si algún tipo de edificio puededecirse que influyó más que otros en lasteorías arquitectónicas desde 1750, sinduda fue la villa. J.C. Loudon en suEncyclopedie of Cottage, Farm andVilla Architecture, la define como “unaresidencia campestre rodeada dejardines”. Una villa, sin embargo, eramás que esto, los comerciantes eindustriales de reciente fortuna laadoptaron como tipo de viviendapredilecto, con lo que se convirtió en lamejor expresión arquitectónica de lasgrandes aspiraciones de la época. Sinduda es por este motivo que Loudonañadía que una villa era también elmedio de obtener, junto a la comodidad,“la satisfacción de exhibir la riqueza yel buen gusto”... La idea general devilla, en el sentido de viviendacampestre, puede encontrarse ya en laantigua Roma. Pero, en un sentidomoderno y más restringido, no aparecehasta 1720 en las casas de campoconstruidas por la aristocracia demediados del siglo XVIII para alternarcon sus amistades”. 7

El modelo de veraneaderosconformados por un conjunto de “villas”es el que siguió La Cumbre en relacióncon Cali, pero también La Esperanza-Apulo en relación con Bogotá, y el áreade Envigado y El Poblado con la muchomás cercana Medellín, donde segúnJaime Andrés Peralta “los alrededoresestaban constituidos por varias casasfincas de las familias pudientes deMedellín, que solían pasar allí susvacaciones. Siguiendo el sentido norte/sur y a lado y lado del carreteable queunía a Medellín con Envigado -pasandoclaro está por el centro de El Poblado-se levantaban grandes mansiones”, las

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importadas de zinc galvanizado. Lamayoría de las estructuras de cubiertason cerchas y cerchas falsas en funciónde la variada volumetría de sus cubiertasy la cambiante geometría de las plantas.La influencia anglocaribe se manifiestaen particular en las ornamentalesguardamalletas de los bordes de lascanales en los aleros. El color es unelemento que juega un papel muyimportante en la definición de los bordesy los elementos ornamentalescontrastando con los planos generalesde los cerramientos de la casa.

La existencia de una forma deconstrucción común y de la reiteraciónde formas organizativas no impidió queexistiese una gran variedad formal, condiferentes volumetrías y detallesornamentales que enfatizan elpintoresquismo buscado en las exóticasimágenes en que se inspiran. Hubo apartir de la copia de modelos el desarrollode una excelente cultura de laconstrucción en madera evidente en lasdistintas soluciones desplegadas. Lacondición receptora no produjo sinembargo réplicas ni de los artefactos nide las prácticas de la arquitecturaanglocaribeña en los cuales se suponeque se ha inspirado, por lo que hay quevalorar, como a través de la adaptaciónen otra latitud, de las formasconstructivas y estilísticas, estas fuerontransformadas y reelaboradas, permi-tiendo un alto grado de creatividad.

La Cumbre, fue la primera expresiónen la región del veraneadero como unaforma de organización social y espacialnueva. Se trata de la aparición de unnuevo tipo de asentamiento basado enuna valorización de elementos naturaleshasta entonces desaprovechados,acompañado de una arquitectura que enningún momento puede considerarse detipo menor.

Peter Collins ha llamado la atenciónsobre este tipo de construccionespintorescas, considerándolas como unode los modelos más influyentes en laconstitución de la arquitectura moderna:“Las villas, por sus dimensionesrelativamente modestas y por susposibilidades de emplazamiento,permitían expresar y explotar las

Villa Flor: Planta y Fachada prinicipal y posterior. La Cumbre, 1920s.

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Arquitecturas del Veraneo:El caso de La Cumbre

* Arquitecto, Profesor Titular, Departamento deProyectos, Escuela de Arquitectura, Universidaddel Valle.**Arquitecto, Profesor Asociado, Departamentode Proyectos, Escuela de Arquitectura,Universidad del Valle.

PATRIMONIO, ARQUITECTURAVERANEO -LA CUMBRE-CONSTRUCCION EN MADERA.

*Francisco Ramírez Potes** Jaime Gutiérrez Paz.

Resumen.Este artículo recoge los resultados

del primer trabajo sobre las Arquitecturasdel Veraneo en la región del Alto Cauca,desarrollada dentro del programaMemoria y Territorio del Centro deInvestigaciones en Territorio,Construcción y Espacio (CITCE) de laFacultad de Artes Integradas de laUniversidad del Valle. Esta línea deinvestigación pretende dar cuenta de untardío tipo de ocupación en un sector dela cordillera occidental como es el de losasentamientos de veraneo La Cumbre,Dapa Alto, Bitaco, San Antonio, Saladito,Las Nieves, El Salado, Queremal, LaBuitrera. Valorar este tipo deasentamientos y arquitecturas cobra graninterés dada la actual tendencia a vincularlas zonas en que se localizan con susvalores ambientales al desarrollo deformas de ecoturismo contempladas enlos Planes de Ordenamiento Territorial(POT), en los que tanto el paisaje comoel patrimonio arquitectónico poseen granatractivo por sus cualidades singulares.

Dentro del patrimonio delsuroccidente colombiano se destaca porsus particulares características unconjunto de casas en el municipio de LaCumbre. Estas se dispusieron a lado ylado de la carrilera del tren, a primeravista presentan elementos formalessimilares a los de la arquitecturaanglocaribeña. El “exotismo” de estasconstrucciones corresponde en buenamedida al objetivo de su programaoriginal: alojar un cambio temporal en lavida de las familias burguesas caleñas acomienzos del siglo XX quienes sedesplazaban a “temperar” o “veranear”a esta región, abandonando la vidacotidiana en la ciudad. Esta actividadimplicaba un total cambio de escenariostanto en lo paisajístico como en loarquitectónico.

Hay que señalar el carácter novedosodel programa de estas construccionespues la sociedad colonial no conoció eltiempo de vacaciones, aunque loshacendados y sus familias dejaban porun tiempo sus casas urbanas y se

Casas de Veraneo frente a la Carrilera. La Cumbre, Valle del Cauca. 1920s. Foto Arq. J. Gutiérrez.

Abstract.This article gathers the results of the

first work about Alto-Cauca´s VacationalArchitecture, developed by the CITCE(Centro de Investigaciones en Territorio,Construccion y Espacio), being part ofthe program Memory and Territory, ofthe Facultad de Artes Integradas of theUniversidad del Valle. This line ofinvestigations pretends to show a latekind of settlement in a wester mountainrange sector such as the ones in LaCumbre, Alto Dapa, Bitaco, San Antonio,Saladito, Las Nieves, Queremal, LaBuitrera.

To value this kind of settlements andits architecture gains interest due to theactual tendency to link the locationszones with and their environmentalvalues with the developed forms ofecological tourism contemplated in thePOT (Plan de Ordenamiento Territorial),in which the singular qualities of thelandscape and architectural inheritancehave great attractive.

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corrientes románticas sin que laimportancia e influencia de éstas debanexagerarse... Muchas característicasdel diseño contemporáneo, como laasimetría, las irregularidades de laplanta, de la distribución de ventanas yde la silueta fueron, inicialmentecaracterísticas de las villas” y en estesentido podríamos ver a La Cumbrecomo un laboratorio que permitió estetipo de evolución. 32

La construcción de nuevas villas deveraneo se detuvo en buena medidadebido a los efectos en el comercio localde la crisis económica de 1929. Cuandose superó este momento de recesión, yala construcción de la carretera aBuenaventura permitió el fácil acceso ala zona de San Antonio y El Saladito, alos que se llegaba rápidamente enautomóvil. El desarrollo de este sectorya se vislumbraba cuando el redactordel Almanaque de los HechosColombianos de 1929 señalaba: “Aquince kilómetros, en las faldas de lacordillera que conduce al mar, en unapermanente primavera, las quintas quese levantan, en el futuro permitirán quesus moradores vivan y pasen la noche ybajen a trabajar a la ciudad de día.Algo semejante a Nueva York, donde seduerme en ‘Up-Town’ y se trabaja en‘Down-Town’...”. Así empezaba a serrelegado el primer veraneadero de laregión, golpeado definitivamente cuandose cerró el servicio del tren de pasajeros,aunque en años recientes se hizo intentosde habilitarlo de nuevo con finesturísticos, aprovechando el enormeatractivo del viejo veraneadero.

Indudablemente una reactivación deeste tipo de actividades pasa hoy por lavaloración y protección de su legadopatrimonial, arquitectónico ypaisajístico.

Villa Elizabeth: Fachada principal, Fachada Posterior. Planta piso bajo y Planta del piso alto. LaCumbre, 1920s.

Villa San Fernando. Fachada y Planta Alta. LaCumbre, 1920s.

Purilia: Planta. La Cumbre, 1913.

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NOTAS

1 Citado por ARBOLEDA, Gustavo. Historiade Cali. Tomo 3. Biblioteca de la Universidaddel Valle 1956. Pag. 92.

2 OP. Cit.Pag. 80.3 Ibidem4 Ibidem5 PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.Noviembre 02 de 1884. No. 78 año IV pág 92.

6 LIBRO CAPITULAR. Febrero 23 de 1809.Tomo 34. Folios 15 y 15v. AHMC: “En laciudad de Santiago de Caly (sic) en veinte ytres de febrero de mil ochocientos nuebe (sic)los S.S. (ilegible) ayuntamiento como lo han deuso y costumbre para tratar las cosaspertenecientes a ambas (ilegible) bien y utilidadde esta República, hicieron (ilegible) a la vistael expediente relativo a la construcción decementerios y dieron la providencia que lespareció corresponde (...)”

LIBRO CAPITULAR. Junio 20 de 1809.Tomo 34. Folio 190. AHMC «(...) YTEM. Semanifestó el expediente sobre cementerios yse acordó dar cuenta al señor gobernadorquedando testimonio.

7 PAPEL PERIODICO ILUSTRADO.Noviembre 02 de 1884. No. 78 año IV pág 92.

8 ARBOLEDA, Gustavo. Historia de Cali.Tomo 3. Biblioteca de la Universidda del Valle

1956. Pag. 2369 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fue. Biblioteca de autoresvallecaucanos. Imprenta Departamental. 1957.Pág. 111

1 0 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111

1 1 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111

12 ARBOLEDA GUSTAVO. Álbumgenealógico ...Pág. 187

1 3 PACHECO MARGARITA ROSA.Revista Historia y Espacio Nº 10. Universidaddel Valle. Pág. 36.

1 4 Op. Cit. Pág. 461 5 Ib.1 6 Op. Cit. Pág. 401 7 BUENAVENTURA MANUEL MARÍA.Del Cali que se fué. Biblioteca de autoresVallecaucanos. Imprenta Departamental.1957. Pág. 111 Y 112

1 8 Op. Cit. Inserto entre pág. 10 y pág. 111 9 Escritura Nª 1441 de septiembre de 1929

Notaría 3 de Cali y escritura Nª 533 de mayo24 de 1938 Notaría 1 de Cali

2 0 Oficio Nª 10 de enero 9 de 1937 – UnidadSanitaria de Cali. Firmado por Alejandro ZeaRocha director de la Unidad Sanitaria.

2 1 El Relator. Periódico, agosto 9 de 1956

2 2 Informe del administrador del cementeriocentral MARCO TULIO COLLAZOS,presentado al Obispo en enero 17 de 1959.

2 3 Carta de octubre 26 de 1961 del PresbíteroMARCO TULIO COLLAZOS dirigida alObispo.

2 4 Apunte del noticiero Ecos de OccidenteEmisión Nª 20.032 de octubre 15 de 1968.RADIO LIBERTADOR. RadiodifusoraH.J.E.C. Cali.

BIBLIOGRAFIA

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- BONILLA, Ramiro, HINCAPIE, Ricardo.Arquitectura religiosa y su importancia urbanaen el Valle del Cauca. Metodología deinvestigación. CITCE 2000.

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- COLCULTURA, Instituto colombiano decultura. Política cultural para los centroshistóricos y el patrimonio inmueble. ediciónúnica. 1990.

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- DEPARTAMENTO ADMINISTRA-TIVO DE PLANEACION, Valle del Cauca,Dane. Municipios del área según fecha defundación y edad a 2002.

- II Encuentro Latinoamericano de Valoracióny Gestión de Cementerios Patrimoniales,Barquisimeto, Venezuela, Noviembre de 2001.

Mausoleo Eloísa Eder, íntegramente en mármol,no solo es el de mayor antigüedad sino el demayor valor escultórico.

Mausoleo Capilla Familia Nader Zacour.

Mausoleo Capilla Familia Caicedo-Gonzalez, obrade Borrero y Ospina, consiste en un limpioparalelepipedo de proporción vertical del quesobresalen a los lados angostos volúmenes demenor altura y retranqueados y en la parteposterior un ábside poligonal. Foto Arq. RicardoHincapié A.

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siglo XVIII. En Historia de la Ciencia y de laTécnica N°27. Ed. Akal, Madrid, 1997.

1 2 La teoría microbiana de las enfermedades seconstruyó entre 1865 y 1885 a través dedistintas investigaciones con las cuales Pasteurbuscó demostrar como las enfermedades estanligadas a gérmenes patógeneos especí-ficos yno simplemente a los miasmas. Esto cambióla nocion sobre el origen de las enferme-dadespues se empieza a investigar el germen concretoque provoca una enfermedad, su va-cuna yprofilaxis.

1 3 Atlantic City fue promocionada como el“Trouville americano”, “mote retumbante”pues el “fenomenal campamento yanqui,comparado con la coqueta ciudad normanda,guarda las mismas proporciones que lagigantesca “Libertad” de Bartholdi, en elpuerto de Nueva York, respecto a la fina obramaestra que corona la columna de la Bastilla”.Groussac, Paul: Mar del Plata en 1887. En Elviaje intelectual. Impresiones de naturaleza yarte. Librería de Jesús Menéndez, BuenosAirs , 1904, p. 143. Citado por Mantobani,José María: Notas sobre el problema de lacreación de los primeros balnearios argentinosa fines del siglo XIX. En Scripta Nova -RevistaElectrónica de Geografía y Ciencias Sociales.Universidad de Barcelona. Nº 11, 1 de diciembrede 1997.

1 4 López, Eduardo: Almanaque de los hechoscolombianos. Bogotá, 1921, p. 300

1 5 Escobar, José Félix: La Cumbre, AñosSesenta. En Revista Occidental No. 215, AñoXXXVI, Cali, 2001, p. 12-13.

1 6 Escobar, J.F: Idem.1 7 De Cali a La Cumbre, En López, E:Almanaque de los hechos colombianos oAnuario Colombiano ilustrado. 1921 p. 300.

18 López, E: Op. Cit. p. 304.1 9 Escobar, J.F: Op. Cit. p. 122 0 López, E: Op. Cit. p. 303.2 1 Este tipo de construcciones se extendióhasta las construcciones mineras del norte deChile, país donde un ingeniero inglés de apellidoCarlow ya había montado el primer aserraderomecánico de Sudamerica. Guarda, Gabriel: LaTradicion de la Madera, Ed. UniversidadCatolica de Chile, 1995 Ver también Lezer,Heinz: Sistema Constructivo Balloon-Frame.En Revista de Arquitectura No. 11. Universidadde Chile, Santiago.

2 2 Marston Fitch se apoya en la tesis doctoralde Walker Field sobre este tema. Ver MarstonFitch, James: American Building 1: The Histo-rical Forces That Shaped It. Schocken Books,Nueva York, 1973, p. 121 y Giedion, Sigfried:Espacio, Tiempo y Arquitectura. Ed. GustavoGilli, Barcelona, 1975.

2 3 Giedion, S: Op. Cit. p. 347-352.2 4 Ver Maas, John: The Gingerbread Age. AView of Victorian America. Greenwich House,Nueva York, 1983.

2 5 Entre los autores más conocidos de estoscatalogos que incluían planos y detallesconstructivos de proyectos estilisticamentemuy variados se destacaban Andrew JacksonDowning, Samuel Sloan y George E.Woodward y Edward Thompson. Para unejemplo ver: Woodward, G y Thompson, E:A victorian housebuilder´s guide (1869)(originalmente publicado como Woodward´sNational Architect) Ed. facsimilar, DoverPublications, Nueva York, 1988. Sloan’sVictorian Buildings. Illustrations and FloorPlans for 56 Residences and Other Structures.Introduction: Harold N. Cooledge. DoverPublications Inc., Nueva York, 1980;Woodward’s Victorian Architecture and RuralArt. American Life Foundation, Watkins,Glen., Nueva York, 1978; A.J. Downing, TheArchitecture of Country Houses, Introduction,J. Steward Johnson. Dover Publications Inc.,Nueva York, 1969.

2 6 Aviso Publicitario, en Comstock, William:Country Housses and seaside cottages ot thevictorian era (1883). Edición facsimilar, DoverPublications, Nueva York, 1989.

2 7 Junto al español, inglés, francés, holandésy danés de los colonos europeos se hablanspanglish, pidgins, patois, creole, papiamento,garífuna y taki-taki entre otros. Junto alcatolicismo y protestantismo se manifiestanla santería cubana, el vudú de Haití, el rastafarijamaiquino o el shangú de Trinidad. Como haseñalado Benítez Rojo, «en el caso del Caribees fácil ver que lo que llamamos culturatradicional se refiere a un interplay designificantes supersincréticos cuyos «centros»principales se localizan en la Europapreindustrial, en el subsuelo aborígen, en lasregiones subsaharianas de Africa y en ciertaszonas insulares y costeras del Asia meridional».Benítez Rojo, Antonio: La isla que se repite.El Caribe y la perspectiva posmoderna.Ediciones del Norte, Hanover, 1989, pág.xxvii.

2 8 Sainton, Jean-Pierre: Aperáu HistoriqueEn Berthelot, Jack y Gaume, Martine:L’Habitat populaire aux Antilles. EditionsPerspectives Créoles, Pointe-á-Pitre, 1982.p. 45.

2 9 Anthony D. King, The Bungalow. TheProduction of a Global Culture. Rutledge &Kegan Paul, Londres, 1984, p. 14 y p. 116

3 0 El papel de la ventilación fue estudiado en1895 por el Dr. John Murray, en el libro: Howto Live in Tropical Africa.

3 1 Gutiérrez, Samuels A: La arquitectura endos archipiélagos caribeños. Estudiocomparado de Bocas del Toro, Panamá; SanAndrés y Providencia, Colombia. EUPAN,Ciudad de Panamá, 1986, y Arquitectura dela época del Canal (1880-1914), y sus paralelosnorteamericanos, franceses y caribeños.EUPAN, Ciudad de Panamá, 1984.

3 2 Collins, P: Op. Cit. p. 37.

NOTAS1 Ver Barney, Benjamín y Ramírez,Francisco: La arquitectura de las Casas deHacienda en el Valle del Alto Cauca. El AncoraEditores, Bogotá, 1994, p. 28.

2 Téllez, Germán: La Casa de Hacienda.Historia del Arte Colombiano, Tomo IV. SalvatEditores, Bogotá, 1975. P. 1109.

3 La vida en las casas de las haciendas estáregistrada en las crónicas de Isaac Holton (LaNueva Granada: veinte meses en los Andes)John Potter Hamilton (Viajes por el Interiorde Colombia) Luciano Rivera y Garrido(Impresiones y Recuerdos) en las novelasMaría de Jorge Isaacs y El Alférez Real deEustaquio Palacios.

4 Arango, Silvia: La naturaleza desde lourbano. Bogotá, la generación republicana.En Re-vista No. 3, Medellín, 1979. p. 10.

5 Rueda Vargas, Tomás: Recuerdos. En PérezSilva, Vicente (compilador) La autobiografíaen Colombia. En Noticias Culturales No. 144.Instituto Caro y Cuervo, Bogotá, 1973, p. 1-8. Otros veraneaderos en el siglo XIX eranLa Mesa de Juan Díaz (Tequendama) y Villeta.

6 Los relatos de los autores costumbristasnos permiten recrear esta situación. Ver:Cordo-vez, Moure José María:Reminiscencias de Santafé de Bogotá. Aguilar,Madrid, 1962. Díaz, Eugenio: Manuela.Biblioteca de literatura colombiana, Ed. LaOveja Negra, Bogotá, 1985. Silva, Ricardo,Artículos de costumbres, Biblioteca BancoPopular, Bogotá, 1973. AAVV:Museo de Cuadros de Costumbres.Variedades y viajes. (Selección de textos deJosé María Vergara y Vergara y demásmiembros de El Mosaico). Biblioteca de ElMosaico, 1866, Biblioteca Banco Popular,Bogotá, 1973.

7 Collins, Peter: Los Ideales de la arquitecturamoderna; su evolución (1750-1950). Ed.Gustavo Gili, Barcelona, 1998. p. 37-38

8 Peralta, Jaime Andrés: Los paisajes que hantejido nuestra historia. Evolución históricadel entorno ambiental y social de El Poblado.Fondo Editorial Universidad EAFIT,Medellín, 2001, p 33 y 34.

9 Peralta, J.A. Op. Cit. p. 34.1 0 Ver tambien Botero Gómez, Fabio: CienAños de la Vida de Medellín. Medellín, 1990.Gómez de Cárdenas, Anita: Medellín, loslocos años. Una mirada a la década de losveinte a través de los diarios de un testigo.Universidad Pontificia Bolivariana. Medellín.

1 1 Sobre el tema ver: Corbin, Alain: El territoriodel vacío. Occidente y la invención de la playa(1750-1840). Grijalbo-Mondadori, Barcelona,1993. AAVV: Historia de la Vida PrivadaVIII. Sociedad burguesa: aspectos concretosde la vida privada. Ed. Taurus, Madrid, 1991.Urteaga Gonzalez, J. Luis: Naturaleza, Climay Civilización. Ideas Medioambientales en el

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Mudejarismo y Arquitectura en laNueva Granada, Siglo XVIII

*Benjamín Barney Caldas

* Arquitecto. Profesor Jubilado, Universidad delValle. Maestría en Historia Andina de laUniversidad del Valle.

PATRIMONIO, ARQUITECTURA ,TORRE MUDEJAR

Resumen.

Lo que caracteriza la arquitectura delXVIII en la Nueva Granada es sumudejarismo, especialmente en el vallegeográfico del Alto Cauca en donde, enCali, hay una obra excepcional: la TorreMudéjar. El Barroco y el Neoclasicismo,impulsados por los Borbones en España,son prácticamente inexistentes aquí. Estemudéjarismo cobra característicaspropias en Hispanoamérica,especialmente en la Nueva Granada y enel valle del Alto Cauca, por lo tardío node su aparición, que se inicia con laconquista, pero si de su clímax casi tressiglos después de que a desaparecido enla Península Ibérica. Aquí se expresa enlas casas urbanas y en las numerosashaciendas de la región, cuyasconstrucciones son justamente de estaépoca. Esta tradición islámica, que no sereduce a la arquitectura, sino que estapresente en la lengua, la comida, elvestido y algunas costumbres, no hasido casi valorada ni estudiada.

Abstract.

What characterises the XVIII centuryarchitecture of Nueva Granada is themudéjar, specially in the geographicalvalley of the Alto Cauca, where in thecity of Cali there is an exceptionalconstruction: the Torre Mudéjar. TheBaroque and Neoclassicism, promotedby the Borbons of Spain are practicallyun-existent here. The mudéjar gains itsown characteristics in Hispanoamerica,specially in Nueva Granada, not becauseof its late presence that started duringthe conquest, but because of its climaxalmost three centuries after it haddisappeard in the Iberic Peninsula. Hereit is expressed in the urban homes and inthe numerous haciendas of the region ,constructions that justly belong to thisepoch. This islamic tradition that notonly reduces to architecture, but that ispresent in language, food, clothing andcustoms, has not been valued or studied.

Mudejarismo y arquitectura en laNueva Granada, siglo XVIII.

La importación de la arquitecturaespañola comenzó con el último Góticoy la decoración plateresca, estilos quedejaron manifestaciones en la Catedralde la isla de Santo Domingo (ca.1521-37) y de inmediato pasaron al continentejunto con otra corriente traida -elmudéjar- que arraigó profunda yprolongadamente. A veces limitado a lascubiertas en artesa, cuyos mejoresejemplos están hoy en Colombia yVenezuela (PEVSNER, N. 1980, PP.286 y 287), el mudéjar en América ysobre todo en pleno siglo XVIII, comoes el caso del Virreinato de la NuevaGranada, es a primera vista sorprendenteya que no solamente Hispanoaméricasiempre se ha sentido lejos de lo islámico,no en vano fue aquí que se concretó elImperio Español y se expandió el españoly el catolicismo, sino que el estilo habíadesaparecido en la Península Ibérica

El mudéjar en América y sobre todo en pleno siglo XVIII, como es el caso de la Nueva Granada, es aprimera vista sorprendente ya que no solamente Hispanoamérica siempre se ha sentido lejos de loislámico, sino que el estilo había desaparecido en la Península Ibérica desde el siglo XVI.

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*Arquitecto, Magister Administración deEmpresas, Universidad del Valle. Profesor Titular,Departamento de Tecnología de la Construcción,Escuela de Arquitectura, Universidad del Valle.

**Ingeniera Civil, Universidad del Valle. Ph.D.,Ingeniería Civil, Universidad de Michigan.Profesor Titular, Escuela de Ingeniería Civil yGeomática, Universidad del Valle.

MATERIALES, SISTEMAS, VIVIENDA,SISMORRESISTENCIA, MUROSTENDINOSOS , HOMOLOGACION

Materiales y Sistemas alternativospara la vivienda. Los Muros Tendinosos

*Luis Humberto Casas Figueroa**Patricia Guerrero Zúñiga

1. Resumen.El presente artículo ha sido elaborado

con base al proyecto denominado“Propuesta para Homologar el SistemaConstructivo de Muros Tendinosos deacuerdo a la NSR-98” formulado y endesarrollo por parte de las Escuelas deArquitectura y de Ingeniería Civil yGeomática y la Federación Nacional deCafeteros. En este se revisa a nivelmundial la necesidad de investigar acercade los materiales y sistemas cons-tructivos y a partir de esta revisión seevalúa el estado del arte y comomateriales y sistemas constructivosautóctonos han sido desplazados. Seestudia la situación nacional en cuantoal déficit de vivienda y como se havenido abocando éste, para poste-riormente introducir aspectos de ordentecnológico relacionados con nuestraubicación geográfica en zona de riesgosísmico y el comportamiento de lasedificaciones y las alternativas en cuantoa sistemas constructivos y materialesusados que han presentado un buen

nivel de respuesta ante eventos sísmicos.Finalmente se plantea lo relacionado conel sistema de Muros Tendinosos, sistemadiseñado y creado en la Universidad delValle y utilizado por la Federación deCafeteros en la construcción de más deseiscientas (600) viviendas en los últimosdiez años con resultados positivos en eltiempo en cuanto a estabilidad y dura-bilidad y el cual se está evaluando teóricay experimentalmente para ser homo-logado de acuerdo a la NSR-98.2. Abstract.

This article is extracted from theproposal of the ongoing project “Proposalto homologate the construction systemon Muros Tendinosos according tocolombian specifications for buildingconstruction, NSR-98”.This joint projectinvolves the schools of Architectureand Civil Engineering from theUniversidad del Valle and the ColombianCoffee Federation (FederacionColombiana de Cafeteros). The articlereviews the state of the art on materialsand construction systems, and it shows

the necessity to investigate on traditionalsystems and materials that have beenforgotten. The national situation is studiedwith respect to the shortcoming of livingunits and how the government hasresponded to this demand. It also reviewstechnical aspects related to the hazardsof these construction systems related totheir geographical location. Because thisis a highly seismic area, the articlereviews buildings, materials andconstruction systems that show a goodseismic performance. Finally, the articlepresents the construction system calledMuros Tendinosos. The system wascreated in the Universidad del Valle andit has been used by the Colombian CoffeeFederation to the construction of morethan 600 living units for the last tenyears. The behavior of this system hasshowed to be very safe for gravity andseismic loads during the last seismicevents. Its stability and durability isbeing evaluated theoretically andexperimentally to look forward for itshomologation by the NSR-98.

Urbanización La Independencia-Municipio de Restrepo, Valle. Vista del conjunto.Fuente: Arq. Mauricio Medina.

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Pero el parentesco formal con laarquitectura popular castellana oandaluza puede encontrarse en muchosejemplos neogranadinos.

Su mudejarismo es corroborable entechumbres, sobre todo en susestructuras de par y nudillo, facilitadaspor la disponibilidad de abundantemadera, pero también en pisos, manejodel agua, uso de azulejos, decoración dela carpintería, e incluso en la técnica dela tapia pisada, tanto como en susvolúmenes cúbicos, el planismo de susfachadas y la directriz acodada (que sequiebra), constantes en toda laarquitectura colonial hispanoamericana.

Este «mudejarismo» y su dificultadde clasificación, caracterizan nuestraarquitectura colonial, según SantiagoSebastián (SEBASTIÁN, S. 1965, PP.20 Y SS).

De origen hispanomusulmán , y enúltimas islámico, parte aquí de formasibéricas permaneciendo sus modelos

desde la Conquista hasta después delfinal de la Colonia (CHUECA GOITIA,F. 1979, P. 174). Considerando lo tardíode sus más importantes y abundantesmanifestaciones, sería quizás pertinentecomenzar a llamarlo «mudéjaramericano».

El mudéjar.

La palabra, que existe por lo menosdesde el siglo XIV para designar a losmusulmanes sometidos a los cristianosy afincados en su territorio, esrelacionada con un tipo de arquitecturaen un texto de Manuel de Assas publicadoapenas en 1857 en el SeminarioPintoresco Español.

Pero, fue José Amador de los Ríosquien posteriormente introdujo el términoen la historia del arte en su discurso deingreso a la Real Academia de BellasArtes de San Fernando, refiriéndolo a la

síntesis entre los estilos históricosoccidentales y la arquitecturahispanomusulmana.

La influencia del arte hispano-musulmán en la arquitectura de laReconquista generó en España elmozárabe, que adapta las solucionescalifales a las construcciones cristianas.Arcos de herradura, bóvedas de arcoscruzados y gallonadas que se imbrican,en edificios de variada planimetría, condobles ábsides, plantas poligonales yespacios contiguos, cuadrangulares ycompartimentados pero manteniendo laorganización axial de las basílicas.

El mozárabe se extendió tanto enterritorio musulmán como cristiano,desde Galicia a Cataluña. El mudéjar,por su parte, es una forma posterior detratar los estilos europeos desde latradición hispanomusulmana yconstituye la fusión de estas doscorrientes opuestas.

Los edificios mudéjares, si bien sonobras cristianas, fueron levantados poralarifes de las tres religiones (judíos,musulmanes y cristianos) que convivíanen la España medieval.

La simbiosis de Románico, Gótico yRenacimiento, con el concepto espacialy el tratamiento del muro típicamentehispanos, engendra el románico deladrillo, el Gótico mudéjar y el EstiloCisneros, en los que se ha dividido laarquitectura mudéjar pero que no agotanlos grados de fusión de las dos grandescorrientes. Las diferencias regionales,la diversidad tipológica y las distintasclases sociales que construyeron enmudéjar, hacen de este estilo el máspeculiar de la arquitectura española.

El mudejarismo en la NuevaGranada.

La Nueva Granada, con razón, hasido llamada por Diego Angulo «LaMudéjar».

Pero aquí esta rica tradición no es ladel mudéjar de ladrillo de Castilla yAragón, sino la del blanco, sobrio yencalado de Andalucía, como afirmaGraziano Gasparini (GASPARINI, G.1985, P. 164).

Iglesia de Santa Barbara de Monpox, S. XVIII, una notable torre con balcón que pudo utilizarse parafunciones de exteriorización del culto. Fuente. Iberoamérica Tradiciones, Utopías y Novedad Cristiana

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Es muy sugestivo el rasgo islámico en nuestracultura, especialmente en el Valle del Alto Cauca,desafortunadamente no estudiado, que insinúanpalabras y acentos, monturas y aperos de caballos,dulces y comidas y algunos tipos humanos ycomportamientos, y que por supuesto corroborala Torre Mudéjar y el mudejarismo de suarquitectura colonial y de tradición colonial.Fotos Arq. Erick Figueroa.

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NOTAS

1 « Conjunto de principios organizativosarticulados que aparecen en forma recurrenteen ejemplos arquitectónicos y sonindependientes de la forma particular o estiloque asumen.» (FONSECA, L. ySALDARRIAGA, A. 1985, P. 14).

2 Materialización en el edificio de un tipo(CRUZ, N. 1994).

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En ciertos lugares presentacaracterísticas muy similares a las de laarquitectura venezolana, como enMompox (CORRADINE, A. 1989),ciudad a la que la navegación por el ríoMagdalena le dió jerarquía comercial(que luego perdió) durante el XVIII,cuando se levantaron allí templos deestructura maderera con portadas-tapade piñón y la notable torre octogonal,con balcón externo, de Santa Bárbara,posiblemente una capilla abierta(GUTIÉRREZ, R. 1992). Aunque yadesde el inicio de la Colonia se sabe quealgunos españoles trajeron de Castillaazulejos y vidrieras, (como Díaz deJaramillo para su casa de Tocaima,mencionada en El Carnero de JuanRodríguez Freile) las primeras muestrasdel estilo conservadas en el virreinatoson los artesonados. Pero sus mejoresejemplos son tardíos pues las primerasy elementales construcciones pocoaguantaron el fuerte clima y los sismosfrecuentes de muchas de sus regiones.

Las diversidades regionales de laarquitectura en el territorio de la actualColombia nacen de su geografía, la quedificulta mucho sus comunicaciones.Aunque se mantiene el trazado ortogonalinicial de las ciudades y sus elementosestructuradores, como templos,conventos y plazas, las condicionespropias del proceso de aculturaciónhicieron que el mudejarismo presentaraaquí fenómenos y procesos diferentes alos de la Península y el resto deHispanoamérica, determinados por losrecursos disponibles, el clima y el paisajelocales, que produjeron un desarrollosencillo y austero y explican la apariciónde características propias y ciertaautenticidad.

Este mudejarismo se reitera en otrosrasgos formales además de artesones ycolumnas ochavadas, como las que sepueden ver en el convento del SantoEcce Homo cerca a Villa de Leyva.

Son abundantes las cubiertas de pary nudillo con tirantes doblesornamentados con lacerías de influenciaislámica -definidas sin duda por elconocimiento de tratados como el de la«Carpintería de lo blanco»- en las iglesiasy casas de Cartagena (TÉLLEZ, G. y

MOURE, E. 1983), Mompox (TÉLLEZ,G. 1995), Popayán, Santa Fé deAntioquia, la Candelaria en Bogotá ySanta Marta, una ciudad cuyo centrohistórico esta lleno de azoteas y patiosmuy parecidos a los del sur de España yel Magreb (GALLOTTI, J. 1926).

El debate.

La discusión sobre el origen delmudejarismo en Hispanoamérica, suanacronismo y características, ha sidoextensa. Sebastián explica estas últimassimplemente por la presunta inexistenciade moros conversos en América(SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 20 Y SS),pero lo cierto es que vinieron, como loindica, el que su inmigración estabaestrictamente excluida. Sólo en 1543 seexpidió la Real Cédula (Leyes de Indias,libro VII, título V, ley XXVIII) que loprohibía pero entre los conquistadoresllegaron muchos descendientes de moroscomo lo indican nombres y apellidos(TOUSSAIN, M. P. 9).

Eugenio Barney-Cabrera plantea otraposibilidad, no excluyente: «[…] espresumible que la influencia mahometanaen la ornamentación de iglesias […]durante la colonia tenga su causa en losobrajes de los negros mahometanosimportados por los mercaderes deesclavos.» (BARNEY -CABRERA, E.1977, P.71). Mario J. Buschiazzo,recuerda que en Quito los templos de

Santo Domingo y San Francisco tienenartesonados típicamente mudéjares, yque «[…]hay tal cantidad deornamentación mudéjar en cielorasos,arrimaderos, retablos, etc. que esevidente que hubo toda una colonia deartífices moriscos, cuyas enseñanzasllegaron probablemente hasta Sucre, otraciudad donde también hay profusión deartesonados mudéjares de gran calidad».Y habla de una «gran cantidad deobreros y soldados moriscos que huboen Lima desde los primeros días de laconquista»; estos datos, concluye,explicarían el posible origen oriental delos balcones de cajón limeños, cerradoscon celosías y anota como son muyparecidos a los «mucharabís» que seven en oriente, por lo que «[…] no es deextrañar que esta curiosa solucióntuviese un origen oriental, aun cuandoalgunos investigadores sostienen queprovienen de las islas Canarias dondetambién se usaron esos balcones […]este presunto orientalismo se asocia conlas costumbres que tuvieron las mujeresde Lima -las famosas tapadas- de salir ala calle con un velo que les cubría lamitad del rostro[…]» (BUSCHIAZZO,M. 1961, PP. 77 y 87). Por su parteGasparini anota que: «El Mudéjar, queen España termina su ciclo con losReyes Católicos, prolonga su existenciaen América hasta el siglo XIX […] Lostechos de pares y nudillos, canes, tirantesy decoraciones de lacerías que a lo largo

Iglesia de San Francisco de Quito, en su convento funciono desde el S. XVI una de las mas notablesescuelas de capacitación de artesanos indígenas. Fuente. Iberoamérica Tradiciones, Utopías y NovedadCristiana

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Por lo demás, la torre posiblementese enjalbegó después de laIndependencia, poco después de habersido construida, tapando su originaltsebka trabajada en ladrillo, y su posiblepintura rojiza, como resultado de lasnuevas tendencias clasicistas de finalesdel siglo XVII (PEVSNER, N. 1989, P.216 ), a partir de las cuales algunascatedrales españolas, como la deGranada, fueron blanqueadas comotambién se hizo en Hispanoamérica. Estastendencias desde luego llegaron aColombia, en donde se han descubiertopinturas murales del XVI debajo devarias capas de cal en diversos edificios,como la casa cural de Guacarí, la llamadaCasa del Fundador, en Tunja, y la iglesiade Sutatausa en Boyacá.

El ladrillo a la vista se utilizo enColombia a todo lo largo del siglo XIXpero al servicio del neoclásico, comodice Sebastian (SEBASTIAN, S. 1965,P. 54), y la realidad es que en Cali, apartede la nueva San Francisco, que es másrenacentista que neo clásica, como loreconoce el mismo Sebastian , no haynada de este estilo diferente a algunosarcos rebajados que se superpusieron alas ventanas de dintel de madera de lascasas de alto de la Plaza de la Constitución,hoy Parque de Caicedo (que es comoesta escrito el ilustre apellido en la placadel monumento del prócer al que estádedicada); o los extraordinarios «arcosrebajados» tallados en los dinteles de lasventanas de San Antonio, en Florida,Valle, en la que su arco triunfal de mediopunto lo es de cañabrava y repellado conboñiga y barro.

Práctica común en la región yantecedente directo no solo de esosenchapes imitando ladrillo reciénmencionados sino de la pesada lightconstruction con que aquí seautodescrestan algunos jóvenesarquitectos de revista.

Una tradición viva.

Es muy sugestivo ese rasgo islámicoen nuestra cultura, especialmente en elvalle del Alto Cauca, desafortunadamenteno estudiado, que insinúan palabras yacentos, monturas y aperos de caballos,

dulces y comidas y algunos tiposhumanos y comportamientos, y que porsupuesto corrobora la Torre Mudéjar yel mudejarismo de su arquitecturacolonial y de tradición colonial, haciéndolala más representativa e interesante deCali y su región, por sus modelosdiversos, no sólo peninsulares, sustransculturaciones, eclectisismo yanacronismos. Ojalá (del árabe: wa-sáAlläh: y quiera Dios) se lo estudiaramás. Su influencia se manifiesta hastahoy, como curiosamente se puede veren muchos de los mejores ejemplos de laarquitectura residencial moderna,contemporáneos del californiano, perosobre todo los de la década de 1960,como en algunas casas de Eladio Muñozy de Borrero Zamorano y Giovanelli, yalgunos edificios modernos eclécticoscomo la Escuela de Enfermería deGermán Cobo, pos modernos antes delposmoderno. Además de sus volúmenespuros (que la arquitectura moderna debeal mediterráneo islámico), no sonedificios exentos rodeados deantejardines y aislamientos laterales yposteriores, como correspondería a susmodelos funcionalistas europeos ynorteamericanos (que paradójica peroexplicablemente sí los tienen las casasespañol californiano) sino queparamentan las calles y se organizanalrededor de patios como las casascoloniales. Se encuentran tambienornamentaciones planistas en ladrillo,como en el puente del Conservatorio enel que se copiaron los losanges de laTorre Mudejar, pero también en edificiosmodernos, que vendrían a ser nadamenos que versiones inconscientes peroafortunadas de la tsebka.

Finalmente, hay en el barrio de SanAntonio una interesante y muy recienterecreación posmoderna (nopostmodernista) de esta arquitecturahistorisista y mestiza y tan nuestra.Desgraciadamente, también se puedever su trivialización insensible eignorante. Han sido desafortunados losintentos de reproducir casas «coloniales»en muchas viviendas del sur de Cali, elllamado guatavitismo, o de repetir laTorre Mudéjar, como se hizopobremente en el ICESI.

Es evidente que, como dice HermannBroch, «nada puede satisfacer con tantafacilidad esta nostalgia del ayer históricocomo el kitsch […]» (BROCH, H. 1974,P.428). Mucha arquitectura pseudo-posmoderna se aproximó en Cali a finalesdel siglo XX al romanticismo sentimentaldel XIX, que Broch liga históricamenteal kitsch (BROCH, H. 1974, P.434), quees cuando entre nosotros, con la llamadaarquitectura republicana, empieza esteviraje de lo auténtico a lo falso, de lobello a lo complaciente, de lo serio a lofrívolo. Si bien se acepta, para bien ymás para mal, el valor de la arquitecturacolonial, poca atención se le ha dado asus influencias y mucho menos a sutradición mudéjar, es decir, hispano-musulmana.

La enorme importancia de la TorreMudéjar y las casas de hacienda estribano solo en ellas mismas sino en susenseñanzas. Es necesario estudiar másla Torre aunque ya nadie toque en ella el«ángelus» a las cuatro de la madrugadani la «queda» a las nueve de la noche,sonidos antiguos de Cali de que hablaMario Carvajal y que oyó de niño CarlosMercado quien además la recuerdaamarilla (y no rojiza), como se ve en lafotografía a colores de la pintura de E.Masías que guarda celosamente junto asus recuerdos. Lo que no sería extrañopues no solo Cali sino otras ciudades,como Cartagena, fueron pintadas deamarillo, a finales del XIX y principiosdel XX, por razones higiénicas: paraespantar los mosquitos; era la época enque el paludismo y la fiebre amarillapusieron a prueba los trabajos en elCanal de Panama.

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de los Siglos XVII y XVIII repiten laexperiencia de la carpintería mudéjar enun gran número de obras, no tienenningún nexo cronológico con la vida delas formas «[…] La presenciaextemporánea del mudejarismo enAmérica durante los siglos XVII y XVIIIprolonga la vida de antiguas tradicionesformales y técnicas abandonadas enEspaña desde el siglo XVI y plantea elproblema fenoménico de la coexistenciade formas pertenecientes a épocasdiversas en la misma obra. El fenómenode la coexistencia de formasextemporáneas con formas más actualeses habitual en las colonias americanas[…]» Además, como tambien anotaGasparini, el mudéjar sobrevivió en lasartes menores, la cerámica yprincipalmente en la carpintería llamada«de lo blanco» (GASPARINI, G. 1985,P. 165). Como dice Diego Angulo (en:SEBASTIAN, S. 1965, P. 59):

De antiguo se viene reconociendoque quienes construyeron la Capilla Realde Cholula tenían en su memoria losbellos efectos de perspectiva de lasnumerosas naves de la Mezquita deCórdoba, y si en el aspecto constructivoeste caso debe considerarse excepcional,en lo decorativo las manifestacionesmudéjares son frecuentes. El alfiz, queen algún caso se quiebra, es marco usualen las puertas de los monasteriosmejicanos del siglo XVI, y los listelesparalelos de abolengo almohade sonigualmente frecuentes. Estos listeles eranlo último que contemplaba el maestro decantería o el fraile misionero que, alembarcar en Sevilla, desde la popa de lanave que había de conducirle a Indias,dirigía las miradas a las torres de la bellaciudad andaluza.

La cuestión de la arquitectura mudéjarno está resuelta del todo en la medida enque en algunas regiones, tanto en Españacomo en Hispanoamérica, se hace difícilprecisar hasta donde llegan las influenciasislámicas y cuales son, sin contar conque el término sigue denotando su viejocontenido étnico (VALDÉSFERNÁNDEZ, M. 1984. PP. 31 y 40).En las colonias obedece además a lasparticularidades del fenómeno deadaptación ya que, por su condición

receptora, tendieron a aceptar elementosde diversos orígenes y épocas. Comodice George Foster, «la prioridad en laaceptación de una forma puede excluirla aceptación de otras, de tal manera quela sola procedencia de una formaimportada y aceptada puede serdecisiva del carácter formal deactividades posteriores» (en:GASPARINI, G. 1985, P. 149). Estoexplicaría el anacronismo delmudejarismo en la Nueva Granada en lasegunda mitad del XVIII, es decir casiya tres siglos después de que el estilo hacaducado en la Península Ibérica, perotambien su persistencia hasta hoy,principalmente en el valle del Alto Cauca,en donde es más notable. La falta decontacto directo de esta región conEspaña e incluso con la misma Santa Fede Bogotá -con la que el intercambio eramínimo comparado con el que semantenía con la región minera del Chocóy del Pacífico, y con Quito y el Virreinatodel Perú- así como su pobreza, generaronuna cierta marginalidad respecto aldesarrollo arquitectónico español, eincluso el virreinal, manteniendo lospocos modelos, técnicas y formasoriginales por largo tiempo, queoriginaron tipos, patrones y tradicionesparticulares.

El mudejarismo en el Valle del AltoCauca.

A finales del siglo XVIII, tan influidopor la estética barroca, se manifestaronaquí claramente dos tendenciasartísticas: una de carácter académico yotra de raigambre popular. Laarquitectura vallecaucana -al contrariode la de Popayán, ciudad muy abierta alos influjos europeos, donde se impusola directamente importada por el alemánSimón Schenherr y el español AntonioGarcía- está cargada de rasgosmudéjares.

Se sabe de constructores calificadosen la región ya desde el siglo XVII comoGregorio Sánchez Medina, «maestro decantería y albañilería», quien hacia 1600trabajaba en la reconstrucción de laiglesia matriz de Cali (ARBOLEDA, G.1956, T.1, P. 144).

Pero con el trabajo de AntonioGarcía, quien «en 1772 reconstruía[otra vez debido a los temblores] laiglesia matriz de San Pedro»(SEBASTIÁN, S. 1965, P. 56) y elpopayanejo Marcelino Pérez de Arroyo,culto y clasicista diseñador en la décadade 1790 de la nueva iglesia de SanFrancisco en Cali, queda claro como losarquitectos «profesionales» en el suroccidente de la actual Colombia fueronreservados para la arquitectura religiosay, ocasionalmente, para algunasresidencias urbanas en Popayán.

La preparación académica fue ajenaa las casas urbanas y las haciendas dela región, lo que generó una soluciónpragmática. Maestros improvisados oalarifes con oficio, en su mayoríaanónimos, desarrollaron aquí unaarquitectura en medio de una gran

Antigua portada de la iglesia de San Agustín, Cali,Fuente Centro de Documentación CITCE

Capilla Real de Cholula. La cuestion de laarquitectura mudejar no esta resuelta del todo enla medida que en algunas regiones, tanto enEspaña como en Hispanoamerica, se hace dificilprecisar hasta donde llegan las influenciasislamicas y cuales son, sin contar con que eltermino sigue denotando su viejo contenidoetnico. Foto. Arq. Francisco Ramirez Potes.

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Si bien el XVIII es el siglo del mudéjaren la Nueva Granada (en México y Perúes tambien el XVII) no lo es tanto el desus ciudades cuya traza, que data delXVI, es producto de un diseño deliberado-y clásico- y no de una tradición popular,pero es muy significativo que tanto laTorre Mudéjar como la de San Agustínse levantaron en plena calle, razón por lacual se demolió esta última en 1925 paraampliar la CR. 4ª.

Entonces las ciudades se ensanchanpero ya muchas veces con otraarquitectura: la imitación del neoclásico.

La arquitectura en general enColombia, especialmente en Cali, secaracteriza por haber sido siemprehistoricista, incluso en el siglo XX.Cuando la aldea colonial, de formasmudéjares, del siglo XVIII, setransforma a principios del XX en laciudad capital del nuevo Departamentodel Valle, después de pasar por unfrustrado deseo neoclásico, se levantanedificios representativos de construccióny función modernas pero de formashistoricistas (Góticas, Renacentistas,Neoclásicas,... incluso mudéjares).

Cuando sufre un tercer impulsodemográfico y económico, hacia 1950,se recurre esta vez a una arquitecturamoderna pero siguiendo el EstiloInternacional que ya se dejaba atrás enlos países desarrollados, y para losJuegos Panamericanos de 1971 setransforma una vez más siguiendoformas urbanas ya reevaluadas: lazonificación, la autopista urbana, la vía,la torre (para cualquier cosa), el centrocomercial o de servicios y las unidadescerradas de habitación; tendenciasexacerbadas y corrompidas por elnarcotráfico a finales del siglo XX.

Una tradición falsa.

La efectiva escenografía de Acuñacontribuyó a que muchos restauradoresquitaran los revoques, y dejaranexpuestos maderos, ladrillos y piedrasen muchos edificios coloniales, comoen la casa de Marisancena en Cartago(ya nuevamente repellada y blanca comose veía en una fotografía vieja halladarecientemente por Ricardo Hincapié).

Posteriormente la afirmación de SilviaArango de que uno de los aspectos másinteresantes de la Torre Mudejar erahaber iniciado la tradición del ladrillo a lavista en la ciudad, la que vio continuadaen la iglesia nueva de San Francisco y enel moderno Colegio de Santa Libradapara justificar su uso en el edificio de laFES, de 1980, de Rogelio Salmona,Pedro Mejía, Raúl H. Ortiz y Jaime Vélez(ARANGO, S. 1989, PP. 81 a 83),generalizó esta creencia equivocada. Lamoda en realidad se trajo de Bogotá conel intento facilista de algunos arquitectoscaleños de trasladar la belleza de laarquitectura moderna bogotana,especialmente la de Salmona, sinconsiderar los diferentes clima y paisajede Cali, tanto urbano como natural, perosobre todo su luz y colores.

Para peor de males pronto muchosaquí pasaron a enchapar los murosimitando ladrillo visto y hasta serecubrieron con frágiles «fachaletas»edificios existentes, en contra de lasnormas de sismoresistencia,despropósito que se siguió defendiendopor algunos, entre ellos Fernando Correa,director de la revista «Habitar» de ElTiempo, basándose en la falsa tradicióndel ladrillo visto en la ciudad.

La realidad es que comparados conel total de la arquitectura colonial del

país, los volúmenes de ladrillo a la vistade la Torre Mudéjar son notablesexcepciones y no ejemplos de unatendencia dominante, aún para su época,como lo ha señalado Téllez (TÉLLEZ,G. 1991, P. 327) , incluso en el valle delAlto Cauca y en Cali. Si bien en lasegunda mitad del XVIII el uso delladrillo y la teja cocidos es generalizadoen las casas de hacienda y urbanas delvalle del Alto Cauca, el ladrillo es repelladoy encalado. Por otro lado, la fachadaprincipal de San Francisco nuevo estabarepellada o al menos revitada, como seaprecia en varias fotografías viejas yconfirman las huellas de su remoción, yno con su ladrillo a la vista, como lo dejóel maestro Acuña en su intervención de1936.

Sin embargo, sus fachadas lateralesprobablemente nunca alcanzaron a serrepelladas, como lo muestra la presenciade sus apeos (huecos dejados para losandamios), que nunca se taparon, cuya«involuntaria» belleza, junto con loslosanges de la Torre Mudéjar reciéndestapados por él, pudo inducir a Acuñaa retirar el repello de todo el conjunto.

Por su parte el claustro e iglesia deSan Agustín fueron blancos como lo fuetotalmente San Antonio hasta que seremovió el repello de su espadaña haceunas décadas (LENIS, A. 1989 ).

Las condiciones propias del proceso de aculturación hicieron que el mudejarismo presentara aquífenómenos y procesos diferentes a los de la península y el resto de Hispanoamérica, determinados porlos recursos disponibles, el clima y el paisaje locales, que produjeron un desarrollo sencillo y austeroy explican la aparición de características propias y cierta autenticidad. Foto Centro de DocumentaciónCITCE.

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estrechez de recursos, sencilla, reposaday sin fantasías decorativas, que produjouna estética austera, imponente, sencilla,rigurosa y eficaz.

La generalización, en la segunda mitaddel XVIII, del ladrillo, la teja árabe y lascubiertas de par y nudillo, caracterizarála que hoy se conoce en Colombia comoarquitectura colonial y es justamente deesta época que se conservan la mayoríade sus pocos ejemplos y, en el valle delAlto Cauca, los más antiguos, debido alo perecedero de las precariasconstrucciones anteriores de techo depalma y a las condiciones sísmicasregionales que dieron pronto cuenta demuchas de ellas, incluso las másrecientes; la iglesia y el convento deSanto Domingo, por ejemplo, seconstruyen en 1738 pero un siglo despuésestaban ruinosos y hubo que derrumbarla torre.

En Cali acusan un fuertemudejarismo la iglesia y convento deSan Agustín (destruidos en las décadasde 1970 y 1960 respectivamente) y laespadaña de la capilla de San Antonio(SEBASTIÁN, S. 1965. P. 54)asimismomuchas casas de hacienda y unas pocasurbanas del XVIII y la primera mitad delXIX, que aún quedan. Pero la obra másinteresante es sin duda la Torre Mudéjarde la iglesia vieja de San Francisco deCali, cuyo trabajo de ladrillo se puedeapreciar tambien en la laboriosa portadaprincipal de la iglesia parroquial, hoycatedral, de Buga (lamentablemente contodo el ladrillo a la vista después de laintervención de Diego Salcedo, en ladécada de 1960) y San Francisco, en lamisma ciudad, en la cual sólo la antiguatorre sería originalmente en ladrillo vistosegún una vieja fotografía mencionadapor Sebastian (SEBASTIAN, S. 1965,P. 71); (su restaurador, tambienSalcedo, acertó esta vez cuando sólodejó a la vista su fina ornamentación deladrillo). En Cartago y Popayán tambiénse recurrió con frecuencia al ladrillovisto pero solamente para las moldurasy otros detalles.

Algunas iglesias, como la deDominguillo, cerca a Santander deQuilichao, son versiones más sencillas,de carácter meramente funcional, pero

aún allí contrasta en sus fachadas elladrillo con el blanco del paramentomural (SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 20 y21). Gracias al gran desarrollo que tuvoy al aislamiento de la región, quedan aunmuchos otros ejemplares muy bienconservados (SEBASTIÁN, S. 1965,P. 41). Dadas sus particularidades, estaarquitectura no puede ser valorada dentrode los términos tradicionales yacademicistas de la historia y de laarquitectura culta ni clasificarse en unode sus estilos ni períodos. Sus rasgosmudéjares, ingenuos y sencillos (la TorreMudéjar es excepcional) hay queabordarlos a partir de aquellos conceptosque le son genéricos -sus modelos,tipos, patrones y tradiciones particulares-y afrontando sin prejuicios laespecificidad de su estética. Es un arterealizado en el marco de una culturaconstructiva popular generalizada, ysurgido de las exigencias del paisaje y elclima, la escasez de recursos, y lascircunstancias; y construidorústicamente con materiales deleznables,fundamentalmente madera, escuadraday/o redonda, y tierra en forma de tapiapisada, adobes, ladrillos cortados y tejas«arabes», materiales precisamentepredilectos del mudéjar. El uso de lapiedra tallada constituyó una excepciónpues solo se empleó como contrastecromático aparejada con el ladrillo.

Ejemplares únicos en el arte colombianoson los pilares monolíticos de la antiguacasa caleña de los Otoya (SEBASTIÁN,S. 1965, P. 95). Los cantos rodadosfueron utilizados para los cimientos,cuando fue posible, y los más pequeñospara algunos pisos de las pesebreras. Eltrabajo de la madera, empleada parapiederechos, ventanas, celosías,balaústres y estructuras de cubierta,que respondían bien a la naturalezainestable del suelo, es su mudejarismomás aparente.

La casa urbana.

Los ejemplos más interesantes en laNueva Granada están en Cartagena. Allíse encuentran casas, como la delmarqués de Valde Hoyos, similares a lasde México, Cuba y Venezuela, congalerías de pies derechos y corredores-balcón internos, planta baja con locales,cochera cerca a la calle y cocina ydepósitos hacia el solar; entresuelo paraoficinas, segundo piso con habitacionesy salones y, finalmente, el mirador.Casas que producen una imagen deciudad que, con sus balcones de maderavolados, recuerda a la de las IslasCanarias.

La casa del marqués de San Jorge enBogotá (hoy Museo del Banco Popular)está estratificada en corte y planta,

Capilla de San Antonio, la espadaña es totalmente de ladrillo y consta de tres cuerpos, el segundoalberga las campanas en dos vanos de medio punto,Cali. Fuente Centro de Documentación CITCE

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la ampliación y mejora de muchas casasde hacienda, precisamente, mediante eluso ya mencionado de ladrillo cortado,tejas de barro y cubiertas de par ynudillo. En el siglo siguiente se siguióutilizando el ladrillo en las construccionescaleñas, pero la arquitectura de raigambrepopular fue sustituida en los edificiosmás importantes por la culta yrenacentista, cuyo más destacadoejemplo es la iglesia nueva de SanFrancisco, iniciada en 1803, al fin deperíodo colonial, y terminada, en 1827,en plena Independencia. Los diferentesperíodos identificables no sonenmarcables en fechas precisas y noresponden a los cambios políticos pueslas condiciones generales de la coloniase mantienen hasta la segunda mitad delsiglo XIX y muchas construccionesque se inician después de laIndependencia no se diferencian de lasdel siglo XVIII.

Después, el Neoclasicismo o mejor,la búsqueda de su imagen, borró de ellostodo mudejarismo a tal punto que elconvento y capillas de La Merced, sonlo único que quedó en Cali de la época dela Conquista. Pero la tradición colonialmudéjar permaneció a lo largo del sigloXIX en las construcciones domésticas,como se ve en unas pocas casas detradición colonial que quedan, como lade Hernan Martínez Satizábal, de finalesdel siglo, y sobre todo en las muchísimaspero hasta hace poco desconocidashaciendas vallecaucanas.

El mudejarismo será lo quecaracterice nuestra arquitectura colonial,pero no limitado a un ciclo histórico,sino como una constante que se prolongahasta mediados del siglo XX en que sepresenta, dentro del llamado españolcaliforniano de las décadas de 1940 y1950, venido de Estados Unidos o elneocolonial venido de España(concretamente de la ExposiciónUniversal de Sevilla de 1934, en la que sedictaminó el reencuentro de la MadrePatria con sus antiguas Colonias) rasgosy aun edificios neomudéjares como lacasa Urdinola-Uribe, de Alvaro CaleroTejada, y la companía Colombiana deTabaco, de Joseph Martens, ambos dela década de 1940.

Este mudejarismo fue comenzado aestudiar por Sebastian, pero sigue siendonecesario aclarar su contenido cuandose refiere a la arquitectura de formasmudéjares que se hace en Hispano-américa cuando ya el estilo original hacemucho tiempo ha desaparecido en laPenínsula Ibérica. El mudéjar ibéricopermaneció latente, si se quiere, hastaque fue posible llevarlo a cabosignificativamente en cantidad y calidad,pero con todas las diferencias que implicael paso dos o tres siglos.

Es imprescindible considerar lasdiferencias que existen entre el estilooriginal y su versión americana ya queno se trata de un revival (antes de losrevivales) ni de una simple manifestacióntardía del estilo. Es una arquitectura deformas mudéjares transformada por lascircunstancias, clima y paisaje,temblores y escasez de recursos, inclusoa veces a fondo, dentro de la cual laTorre Mudéjar es una obra excepcional.

Además no son obras menores porhaber sido construidas sin arquitectos,ser modestas y no contar prácticamentecon ninguna documentación, al contrariode sus modelos ibéricos y norteafricanos, mucho más grandes y sobre

los cuales hay abundante información.Bruno Zevi advierte cómo ladiferenciación «entre arquitectura yedilicia, entendiendo la primera comoactividad creadora y la segunda comoproducción artesanal en masa, es siempreincierta» (ZEVI, B. 1969, P. 94).

La importancia de esta arquitecturaevidencia las limitaciones de una visiónmuseográfica de la cultura, inclinada aseñalar monumentos dignos de preservara los que se atribuyen valorespreconcebidos que, como señala JuanAntonio Ramírez, son «[…] reflejo deuna sociedad fundamentada en unadialéctica maniquea que acentúaartificialmente los contrastes entre elbien y el mal (en todos los terrenos),entre la violencia y la estabilidad […]entre la prosperidad y la recesión […],la cultura y la ignorancia [en la que] ladivisión de los objetos se hace igualmentenecesaria, y un criterio axiológico designo impositivo pretende dividirlos enartísticos y no artísticos, consagrandodos actitudes humanas ante ellos: laadoración y el desprecio; y también dosespacios: el museo y el vertedero.»(RAMÍREZ, J, A. 1981, P. 261). Perohay más: las cornisas de la Torre Mudéjarson extrañas a la arquitectura mudéjar,española e iberoamericana, y a losalminares almohades pero estánpresentes en el campanario renacentistaque Hernán Ruiz añadió a La Giralda afinales del XVI. Esta y los alminares deLa Kutubiyya de Marrakech y lamezquita de Hassan en Rabat, y engeneral los alminares almohades, tienensus paramentos a plomo, al contrario delos del África Occidental que estánsensiblemente inclinados hacia adentro,presu-miblemente por estar construidosen tapia pisada, como lo están, tambiénhacia adentro, pero con menorinclinación, los de la Torre Mudéjar.

Otro aspecto interesante es elretranqueo de las dos partes de su cuerposuperior a la manera del escalonamientosucesivo de los faros romanos,totalmente inexistente en los alminarescuadrados del occidente islámico, peropresentes en el de la mezquita aljama deQayrawan, del 724.

El mudejarismo será lo que caracterice nuestraarquitectura colonial, pero no limitado a un ciclohistórico, sino como una constante que seprolonga hasta mediados del siglo XX. FotoCentro de Documentación CITCE.

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disponiendo al frente el área principal yal fondo la zona de servicio en tres pisos.Las soluciones espaciales para llegar alentresuelo desde el descanso de laescalera, y la presencia de puentes ybalcones de caja, son de sumo interés.Las cubiertas de artesones mudéjares delos recintos principales que hay enCartagena o Mompox reiteran solucionesexistentes en Cuba.

En Zipaquirá los balcones voladoscrean el paisaje de un pueblo que tiene lapeculiaridad de una clara división, enpleno siglo XVIII, de su poblaciónespañola e indígena.

En Santa Fé de Antioquia y enPopayán, los patios se amplian congalerías de pies derechos de madera quelos rodean definiendo sitios de estar,distintos a las meras circulaciones,mediante la tamización del sol con lavegetación y el aprovechamiento de laventilación cruzada (GUTIÉRREZ, R.1992, PP. 147 a 149).

Los modelos de las casas coloniales,como las que formaban el marco decualquier Plaza Mayor del virreinato,son, inobjetablemente, las cons-trucciones populares anónimasespañolas, principalmente las andaluces,herederas de la cultura visigoda y de lacultura islámica (árabe y beréber) y, enúltimas, de la tradición romana (GARCÍAMERCADAL, F. (SF), P. 63).

Las casas que se observan en España,desde Madrigal de las Altas Torres, enplena Castilla, hasta Sanlúcar deBarrameda en la costa Andaluza, son,«no los antecedentes, sino lo mismo enesencia, que la arquitectura ruralneogranadina» como lo ha indicadoGermán Téllez y en muchos casosresultan coetáneas «puesto que entreunas y otras no hay evolucióntecnológica ni estilística digna demención.» Unas y otras son encerradasen sí mismas, se desarrollan alrededorde uno o varios patios y se destacan porsu intimidad, manejo de la luz y sorpresaen el recorrido.

Están conformadas por edificacionesde una o dos plantas y se caracterizanpor el grosor de sus muros encalados, loque contribuye a mejorar sus condicionesambientales.

Sus cubiertas son de madera y tejasy sus pavimentos de ladrillo y guijarros.El acceso se realiza a través de un granportón y el subsiguiente zaguán(TÉLLEZ, G. 1975, P. 1115).

Tipológicamente la casa urbana delValle del Alto Cauca corresponde a variosrecintos mas o menos uniformes,indiferenciados y en hilera, unidos porcorredores interiores, alrededor de unoo dos patios independientes, a los que seabren las puertas (no hay ventanas) dealcobas y salones, conectados porzaguanes y el primero de ellos con lacalle. La crujía que da a ella, que conformacon las otras casas de la manzana suparamento, cuenta con altas ventanasenrejadas que permiten la mirada discretapero vigilante de la ciudad (VASQUEZ,E. 1980, PP. 30 Y SS).

Los patios, sobre todo los posteriores,están sembrados de arbustosornamentales y frutales que dotan alambiente de frescura, tranquilidad yreposo. En el inicio del período colonial,predomina un piso pero en el siglo XVIIIya aparecen muchas de dos.

La casa de hacienda.

En la Nueva Granada como en elPerú, las órdenes religiosas poseíannumerosas haciendas para mantener suscomunidades, templos, conventos yescuelas. Muy importantes fueron lasde los jesuitas (que lograron notablesadelantos agropecuarios) pero con suexpulsión en 1767 se perdió la nociónintegradora del conjunto en favor de laautosuficiencia de cada unidadproductiva.

Diferentes de las haciendas mejicanasy brasileñas, más grandes y elaboradas,la continuidad en las haciendasneogranadinas entre los cultivos, potrerosy corrales, jardines, patios y galerías,crea secuencias espaciales que integranlas casas a su paisaje sin recurrir a laespectacularidad de emplazamiento ydominio visual que caracteriza a lascusqueñas, por ejemplo.

En cambio, tienen una gradación delos accesos, puertas, recorridos, y unosconjuntos volumétricos, que seencuentran también en Chile y Argentina.

Pero es la modulación introducida por eluso de la madera, a juicio de RamónGutiérrez, la que les da a las haciendasneogradinas su gran calidad expresiva ysu particularidad dentro deHispanoamérica (GUTIÉRREZ, R.1992, PP. 325 y SS). Sin embargo nohay que olvidar que todas ellas sonreelaboraciones de la experiencia traídapor los conquistadores españolesadaptadas a los recursos y posibilidadestecnológicas de cada lugar.

En la Nueva Granada subsisten unaspocas haciendas coloniales cerca deSanta Marta, incluyendo la muyelaborada de San Pedro Alejandrino,algunas en los Santanderes y bastantes

Es notable el evidente mudejarismo de las casasde hacienda del valle del alto Cauca y su grannumero: cerca de cien, de las cuales unasveinticinco son de gran interés, muchas de lascuales tuvieron capillas y trapiches, de los cualessubsisten algunos. Hacienda La Concepcion,Planta, Detalle puerta de la Capilla.

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(SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 54 a 64),se dio cuenta de que en los cuerpossuperiores se ocultaban los interesantesdibujos y encargó su reposición al pintorLuis Alberto Acuña, restauradoraficionado, junto con la restauración deotros monumentos coloniales de laregión, entre ellos, Santo Domingo y lashaciendas de El Paraíso y Cañas Gordas,cuyo baño fue posiblemente diseñadopor el mismo Acuña (TÉLLEZ, G. 1975.P. 1130), quien posteriormente intervinoen Tunja la casa de Juan de Vargas en1952, entre otros edificios coloniales enBoyacá. Comparando el estado actualde la torre con los grabados mencionadosy fotografías existentes, de finales delXIX o principios del XX, se puedeconcluir que además de levantar losantepechos y modificar los arcos de losvanos superiores que alojan lascampanas, Acuña fue el que enchapócon mosaicos la base de la cúpula. Perofue otro el que elevó sobre esta lospequeños pináculos interiores de talmanera que quedaron más altos que losque están más afuera, o está errado elgrabado de André como lo está en otrosdetalles como el número de hiladas desemi losanges del cuerpo superior endonde pone cuatro cuando son diez.

Pero es evidente que Acuña hizoconstruir unas elaboradas claves en losarcos del cuerpo superior, como sepuede deducir de su carácter puramenteestético, pues detras están los arcos demedio punto, cosa que no se puedeafirmar del pequeño óculo que hoyaparece en el primer cuerpo en elparamento que prolonga la fachada de laiglesia, que más parece obedecer arazones funcionales, dar luz, y que no seve en el grabado de André. Las formasque Acuña seleccionó para los nuevosarcos y claves, como de Las mil y unanoches, obedecen más al afán de hacermás «oriental» el conjunto, gusto muycomún de la generación llamada enColombia «republicana», que a restaurarlos sencillos vanos que se ven en elgrabado, y es probable que pintara derojo pálido (como el de la Kutubiyya deMarrakech) los cuerpos inferiores, queposiblemente encontró blancos,encalados.

También es probable que toda latorre fuera de color como se puedeinferir de una pintura de 1924 de un talE. Masías, reproducida en duotono enTertulias del “Cali Viejo”(VARIOS.1995, P. 31) y que la pintura roja estuvieradebajo del encalado y Acuña larestaurara. Sin embargo hay que advertirque en la pintura de Masías la Torre esmucho más vertical, lo que habla de laslicencias que se permitió el pintor, o suslimitaciones. Lo que sí queda claro esque Acuña pretendía -y lo logró-configurar una larga fachada urbanapara lo cual eliminó, para que todohiciera juego con la torre, el revoque dela nueva iglesia de San Francisco yrevistió de ladrillo visto la fachada lateralde la iglesia vieja. En ésta, que era mássencilla, como se puede ver en lasfotografías, repitió motivos, arcos yclaves y diseñó una nueva puerta lateral,mediante un arco de herradura falso. Lamediagua que tapaba parcialmente latorre, había sido eliminada conanterioridad, dice Carlos Mercado.Sebastián afirma que el ingreso lateralera un arco conopial, aunque«desfigurado por un absurdo arcoherradura» (SEBASTIÁN, S. 1965, P.62).

El hecho es que la transformación deesa sencilla puerta del perdón en unaatractiva portada «morisca» engaña apropios y extraños al punto de queaparece como contemporánea de la torreen la Historia de la arquitectura enColombia, de Silvia Arango, primero eimportantísimo esfuerzo totalizadorhecho en este campo en el país y por lotanto no exento de este tipo de errores(ARANGO, S. 1989, P. 78).

Conclusiones.

La Torre Mudéjar de Cali, es el máslogrado ejemplo, y el más culto, sinduda, de la arquitectura mudéjar quefloreció en la Nueva Granada, en lasegunda mitad del siglo XVIII. Por sercoetánea de San Agustín y San Antonio,como ya se dijo, Sebastián infiere quehubo en la comarca un activo focomudéjar por esa época (SEBASTIÁN,S. 1965, P. 60), idea que se refuerza por

La base de la torre Mudéjar es un cuadrado desolo 6 metros de lado y carece de plataforma ysus apenas 24 metros de altura están divididosatipicamente en cuatro cuerpos, mediantecornisas (variantes del diente de perro común enla región, pero mucho mas elaboradas) muysalientes las tres superiores. Foto Arq. ErickFigueroa.

El mudéjar es una forma de tratar los estiloseuropeos desde la tradición hispano-musulmanay constituye la fusión de estas dos corrientesopuestas. Foto Centro de Documentación CITCE

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en el altiplano cundiboyacence; pero esnotable el evidente mudejarismo de lasdel Valle del Alto Cauca y su grannúmero: cerca de cien, de las cualesunas veinticinco son de gran interés,muchas de estas tuvieron capillas ytrapiches, de los cuales subsistenalgunos.

En ellas no hay influencias negroafricanas y, aparte de la explotación delsuelo en diversos pisos térmicos, quecomparten con el «ayllú andino» y algunasotras coincidencias, no se encuentranen su trazo, emplazamiento o disposiciónfuncional, condicionamientos debidos aasentamientos indígenas previos, los quesí se ven, por ejemplo, en los recintosincaicos de la hacienda de San Agustíndel Callao al pie del Cotopaxi en Ecuador,como anota Gutiérrez (GUTIÉRREZ,R. 1992, PP. 325 y SS). Construidas lasmás antiguas en tapia pisada y despuésde adobes, se comenzaron a dotar depisos de ladrillo tablón, cubiertasmudejares de par y nudillo y tejas debarro, sólo a partir de la segunda mitaddel siglo XVIII.

Las casas de hacienda del Valle delAlto Cauca son parte muy importante dela herencia cultural de una región cuyabase económica ha sido agraria, y en laque la han jugado un papel principalcomo hecho económico y social. Suscasas no son solamente una viviendasino un símbolo.

Muy conocidas algunas, como ElParaíso gracias a María, de Jorge Isaacs,y Cañasgordas a El Alférez Real, deEustaquio Palacios, y La Concepción deAmaime, por su importancia y belleza,las casas de hacienda se destacandominando el paisaje vallecaucano yconstituyen la mayor riqueza yparticularidad del patrimonioarquitectónico de la región (BARNEY,B. y RAMÍREZ, F. 1994). Las casas dehacienda ratifican -como lo ha señaladoTéllez- el dominio de la tierra y lajerarquización del latifundista respecto alos habitantes de pueblos y ciudades(TÉLLEZ, G. 1975, PP. 1109 y SS).

Construidas según el mismo modelode los cortijos andaluces y extremeñoscoetáneos, son la vivienda señorial quese impone cuando las grandes

encomiendas se transforman enverdaderas unidades productivas a partirdel siglo XVIII, tomando patrones yformas características en las que lomudéjar nó solo está en las cubiertassino tambien en la talla de piederechos yzapatas.

Sus volúmenes, pocos y grandessólidos platónicos, tan caros a laarquitectura islámica, que se sumanmediante una sencilla combinación,reflejan los espacios interiores al tiempoque conforman su perfil exterior.

La intensidad de las fachadas estádeterminada por la ligereza de loscorredores, enmarcados entre la pesadezde la techumbre y la solidez del pequeñobasamento, y con la masa de los blancosmuros que les sirven de fondo.Composición que es enfatizada por loangosto de los escasos vanos y lasecuencia eficaz de lo lleno a lo vacío, delo liso a lo rugoso.

La ausencia de recursos ornamentaleses reemplazada por el ritmo de los llenosy vacíos; por el enfrentamiento de laluminosidad de los cerramientos blancoscon la fuerte y amplia sombra de losaleros, acentuada por la madera a la vistao pintada de su carpintería.

El color, la textura, el ritmo y laforma se unen en los diferentescomponentes y elementos de laconstrucción.

El color oscuro de sus tejas contrastacon los variados verdes de la vegetacióncircundante y se recorta nítidamentecontra el cielo lechoso típico del valle delAlto Cauca.

Siempre cerca del agua, estánrecorridas por acequias y muchas tienenatarjeas para conducirla y recodos depiedra o ladrillo para hacerla sonar.AntonMoreno, cerca a Popayán, esnotable por sus jardines con arbustos,flores y aguas que murmuran en suscanales, recodos y estanques, queevocan, océano y años de por medio, losde la Alhambra y El Generalife de Granaday a los que se podrían dedicar tambienlas dos primeras estrofas de un poemaáulico de Ibn Zamrak en la Sala de lasDos Hermanas en el Patio de LosLeones del bello palacio nazarí(GRABAR, O. 1990, P. 144):

Jardín yo soy que la belleza adorna:Sabrás mi ser si mi hermosura miras.

La de las casas de hacienda es unarquitectura en evolución; con el tiempoy la experiencia se mejoran las versionestradicionales y surgen nuevas, máselaboradas y que responden mejor alclima, los recursos y las condiciones deuso y significado, pero sin variaresencialmente su imagen genérica,siguiendo diversos tipos,1 que conformanunas cuantas versiones tipológicas,2 y

El Puente de Cali, Grabado de Edouard André. Fuente America Pintoresca.

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mediante cornisas (variantes del dientede perro común en la región, como en latorre del Salado, pero mucho máselaboradas), muy salientes las tressuperiores.

El primer cuerpo es prácticamenteun cubo, pero los intermedios tienensorprendentemente sus paramentosinclinados hacia adentro (como en elcuerpo único de los alminares de tapia

pisada del África musulmana como el dela mezquita de Bobo Diuolasso enBurkina Faso, que ni siquiera dan cabidaal almuédano y cuya tsebka esta suplidapor una evidente exageración de losmaderos que amarran transversalmentela tapia pisada de que esta hecho); elcuarto, con sus costados nuevamente aplomo, está dividido en dos partes siendola de arriba más pequeña en planta,como lo es también el tercer cuerpo conrespecto al segundo (como en los farosromanos). De esta manera se reduce susección progresivamente y la torre se vemucho más esbelta de lo que en realidades. Tambien es sutilmente diferente, alrodearla, debido a que sus cuatroparamentos, aunque muy parecidos, noson iguales y tienen distintas relacionescon la nave de la iglesia.

El primer cuerpo está pintado y tienesus caras totalmente planas con sumampostería de ladrillos sinrecubrimiento, y las juntas a ras (revitadose llama localmente este procedimiento),igual que el segundo cuerpo. En éste,sus ventanas cuadradas, en la fachadaalineada con la de la iglesia y en laparalela a su nave, tienen extraños dintelesde piedra.

El tercer cuerpo presenta pañosformados por la superposición de dosladrillos trapezoidales de lados ondulantesunidos por sus bases rectas, formandocuriosos losanges (rombos en posiciónvertical que producen un fuerte efectode claroscuro) como los llama Sebastián(SEBASTIAN, S. 1965, PP. 62 y 63), esdecir, nada menos que la tsebka, de losque se desconocen antecedentes no soloen el país sino en Hispanoamérica; en elcentro de cada paño, a excepción delque da a nave de la iglesia, por donde seaccede a la torre desde su techumbre através de un vano rematado por un arcode medio punto, se abre un óculocoronado por unas tribunitas salientesde ladrillo cortado, igual que el de lascornisas, a manera de repisas (como enla torre del Salado) sin otra función quela decorativa; el trasdós de los óculos,de ladrillos, tiene el aspecto de unaestrella de quince puntas.

En la parte inferior del cuarto cuerpo,el campanario propiamente dicho, se

aprecia una división tripartita (típica delos alminares almohades) para dar cabidaa los vanos que alojan las campanas; suspequeños arcos trilobulados (como elque existió en la puerta de la iglesia deSan Agustín) arrancan en la cornisa quedivide las dos partes de este cuerpo(como en la torre del Salado) y su partesuperior, apuntada, es una modificaciónposterior; la tsebka cubre aquí solo latotalidad de la parte superior y estáformada por hiladas de los mismosladrillos trapezoidales del tercer cuerpopero colocados en una sola orientaciónformando semi losanges; en las jambasde los vanos y junto a los esquínales hayfajas de losanges; en la cara que da a lanave, el vano (posiblemente original) esmás pequeño y con un sencillo arco demedio punto, y se encuentra sobre dosvanos geminados, de igual tamaño entresi y con el superior, que se inician en laparte alta del tercer cuerpo.

Las esquinas de los tres cuerpossuperiores se forman también con losladrillos trapezoidales, pero en loscornisamentos aparecen otros,semicirculares. Una cúpula semiesféricacorona la torre (como en los alminaresmás antiguos), revestida de pizarras ycon un tambor en su base enchapado(posteriormente) con azulejos verdes yazules, y dos pináculos de cerámica encada esquina.

Las campanas actuales son del sigloXIX y están dedicadas a la Virgen de laAnunciación, de donde tomó su actualnombre la iglesia, según Sebastián, puesantes fue Nuestra Señora de Lourdes,según Carlos Mercado.

La intervención de Acuña.

El grabado atribuido a André, de1876, y el del bogotano Julio Flórez, de1883, muestran la Torre Mudéjar aúnintacta (GIRALDO JARAMILLO. 1960,P. 48), pero en 1889 sufrió una reformaen la que, según Sebastián, fue cubiertacon yeso la ornamentación de losanges(la tsebka) pero también pudo ser en1924 cuando el arquitecto italianoMauricio Ramelli intervino la iglesia. En1936, García Vásquez, al contemplar elgrabado de Flórez, cuenta Sebastián

La intervención de Acuña, El maestro Acuñapretendía - y lo logro - configurar una largafachada urbana para lo cual elimino, para quetodo hiciera juego con la torre, el revoque de lanueva iglesia de San Francisco y revistió de ladrillovisto la fachada lateral de la iglesia vieja.

Claustro y Torre Mudejar San Francisco-CaliFuente. Arquitectura Colonial en Popayan yValle del Cauca, Santiago Sebastian.

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fundamentalmente dos variables: casasde un piso y casas de dos pisos, o de«alto».

El sencillo cuerpo inicial, decorredores periféricos de madera ylargas fachadas al norte y sur, paraevitar el sol en el «plan» del valle, y sucubierta a cuatro aguas, las identifica.Posteriormente son ampliadas siguiendoun eje acodado, por una o más alas,tambíen de cuatro aguas pero de menoraltura, a las que se adosan mediaguasque jerarquizan y dinamizan losconjuntos, y les dan su aire pintoresco.Por supuesto algunas se construyen yacon sus respectivas naves como loindica el empate de sus cubiertas. Engeneral suelen desarrollarse en torno aun patio abierto conformado solo pordos, o máximo tres lados, prolongandoasí su arquitectura hacia el entorno y elpaisaje y desplegándola a la brisa que larefresca.

Sus naves rectangulares agrupan enuna sola crujía tres o más recintosindiferenciados y en hilera, cuyasfunciones varían de acuerdo con lasnecesidades, unidos por los corredoresen cuyos extremos, que pronto secierran o se construyen ya así, selocalizan «silleros» (cuartos de aperos ymonturas) y despachos.

Las de tradición colonial se encuentranhasta mediados del siglo XIX; porejemplo, la casa de El Hatico, de 1828,es igual a las construcciones colonialesanteriores, y son seguidas por algunasde «transición» y finalmente están las«republicanas» prácticamente ya aprincipios del XX.

Pero en general todas participan demás de un período, como es el caso deEl Hato, en la que están presentescaracterísticas de los tres. En el detransición los cambios obedecen a ladisminución de los recursos disponiblesy a modificaciones en el uso generadaspor la Independencia, lo que implicó laoptimización de algunos patrones y no lavoluntad de un cambio formal; elrepublicano ya es decididamente unarenovación formal y simbólica, peroparcial.

Los alrededores de Cali, en lasestribaciones de los Farallones y en la

banda occidental del Río, fueron unaregión ganadera, con muchas haciendasde las que quedan unas 18 casas, 14 delas cuales de alguna importancia. Trescoloniales de dos pisos en el plan, seis detransición de un piso en el plan, algunasde las cuales fueron «casas de potrero»de la hacienda de Cañasgordas, y cincode un piso en la cordillera; del períodorepublicano solamente sobrevivePiedragrande (BARNEY, B. yRAMÍREZ, F. 1994).

La Torre Mudéjar de Cali.

Esta construcción, la másrepresentativa de Cali -o debería serlo-cuyo delicado trabajo de ladrillo recuerdaalguna de las torres de Teruel, en España,no tiene parangón en Hispanoamérica,como anota Gutiérrez, en donde losfranciscanos dejaron innumerables ymaravillosas iglesias y conventos(GUTIÉRREZ, R. 1992, PP. 142 a 146).Es considerada por Sebastián el«monumento […] más importante delmudejarismo arquitectónico neogra-nadino [y] punto culminante de esteestilo en el Valle del Cauca»(SEBASTIAN, S. 1965; P. 54). De ellase puede decir que «su bella estructuraha pasado ya a proverbio y su alabanza

está en los labios de todos», como diceotro poema áulico en la sala de Las DosHermanas. Pero nos hemosacostumbrado tanto a su nombre que yano nos dice nada, y la realidad es quetodavía no ha sido valorada como mereceen una visión general del arte hispano-americano y es prácticamentedesconocida fuera del país.

La torre no es única, pues existiótambien la de San Agustín, construidaen 1765 y que se puede ver en fotografíasviejas y, algo lejos de Cali, en la haciendade El Salado, existe otra, aun cuandopobre y mal intervenida a finales de ladécada de 1980. Pero lo que esextraordinario en la torre de la iglesiavieja de San Francisco de Cali es quecasi todo en ella más que mudéjar eshispanomusulmán. Este alminar vueltocampanario ha sido explicado por lapresencia en Cali de un «moro liberto»de nombre Pedro Umbás, leyenda querecogió Manuel María Buenaventura(BUENAVENTURA, M.M. SF.), elcual estaría enterrado debajo de la torresegún una tradición oral recogida porCarlos Mercado, vecino de siempre delmonumento. Sin embargo, DemetrioGarcía Vázquez, historiador ypatrocinador de su restauración siendoGobernador del Departamento del Valledel Cauca, insiste en que «la suposicióndel ‘moro liberto’ debe desecharse, yaque las Leyes de Indias prohibíancategóricamente la emigración deberberiscos o moros conversos aAmérica» (GARCÍA VÁSQUEZ, D. P.24), coincidiendo en esto con Sebastián.

No existen referencias documentalessobre su construcción pero se sabe quela iglesia vieja de San Francisco fueterminada en 1764, lo que lleva a pensarque fue contemporánea o posterior. Elviajero francés Edouard André, que visitóCali en 1876, habla del «tono dorado»que el paso del tiempo le ha imprimido asus muros y recoge de los franciscanosla versión, posiblemente oral, según creeSebastián, de que la torre fue construidaen 1773 por un arquitecto llamado Pablovenido de la Península. Sin embargo, elúnico arquitecto español que estaba poresa época en la ciudad era el yamencionado Antonio García.

La torre mudéjar, es considerada por SantiagoSebastián el “monumento […] más importantedel mudejarismo arquitectónico neogranadino [y]punto culminante de este estilo en el Valle delCauca”. Grabado de Edouard André. FuenteAmerica Pintoresca.

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Otra tradición dice que la torre fueconstruida por un esclavo, y se sabe queen 1788 trabajaba en San Pedro el esclavomulato Ignacio Camacho como oficialde albañil.

Aunque este nombre es diferente delde la tradición que recogió André no espor esto improbable que hubieraintervenido en la obra.

También se ha supuesto que el talPablo pudo ser un hermano franciscanopero las historias de la orden no hablande otras obras suyas. Sebastián,basándose en las investigaciones delsiglo XVIII de Jaime Jaramillo Uribe,plantea la hipótesis de que el constructorfue un esclavo mulato de nombre tambiénPablo, oficial de alarife, quien trató dedirigir en Cali una sublevación deesclavos en 1772, lo que conciliaría,según él, lo recogido por André y por latradición local. Y nada impide pensarque este esclavo alarife tuviera «lainfluencia mahometana en laornamentación de iglesias [de] los negrosmahometanos importados por losmercaderes de esclavos» de que hablaEugenio Barney-Cabrera (BARNEY-CABRERA, E. 1977, P. 71).

Como dice Octavio Paz (PAZ, O.1993, PP. 93 y 94):

La política ibérica en el Nuevo Mundoreproduce punto por punto la de losmusulmanes en el Asia Menor, India, elNorte de África y la misma España: laconversión, ya sea por las buenas o asangre y fuego. Aunque parezca extraño,la evangelización de América fue unaempresa de estilo e inspiraciónmahometanos. […] La pasiónconstructora de unos y otros no fuemenos intensa que su rabia destructoray obedeció a la misma razón religiosa.Los monumentos dejados por losmusulmanes en la India no se parecen alos que levantaron en América losEspañoles y los portugueses pero susignificación es análoga: primero eltemplo-fortaleza (iglesia o mezquita) ydespués las grandes obras civiles yreligiosas.

La arquitectura obedece al ritmohistórico: ocupación, conversión yorganización.

Los modelos.

Los alminares del período almohade(1156 a 1198), evidentes modelos de laTorre Mudéjar, presentan unaplataforma, el paralelepípedo principal,un cuerpo menor y un remate. El primeroes el de la Kutubiyya de Marrakech, quecon una altura cinco veces superior a subase ya es muy vertical.

Su mampostería tosca está revestidapor un revoque con pintura rojiza.

Sus grandes paños se decoran conlos vanos dobles, abrazados por un arcociego, que iluminan las rampas. En elcuerpo superior aparecen los arcosentrecruzados formando rombos -latsebka - que en la Giralda de Sevilla y enla torre de Hassan en Rabat constituyenel motivo recurrente de la decoración.Este hubiera sido el más alto de todos,con más de 70 metros, pero quedóinterrumpido a los 44.

A partir de un cierto nivel la tsebkaocupa los lados enteros, con enormespaños encima de arquerías ciegaslobuladas, en lugar de la usual divisióntripartita.

Esta fórmula, simple y efectiva, seadoptará en el alminar de la Kasba deMarrakech y en muchos otros enMarruecos. Entre los alminaresalmohades están, además, el de la antiguamezquita de Cuatrohabitan en Bollullos,hoy Ermita de la Mitación, y la torre dela iglesia de San Marcos, ambos enSevilla, y la torre del castillo de Aracena(CHUECA GOITIA, F. 1979 a, P. 343)todos, pues, en el sur de España.

La Giralda fue el alminar de lamezquita aljama, en cuyo emplazamientose encuentra ahora la enorme catedralde Sevilla. Fue comenzado, con piedrareaprovechada, por Ahmad ibn Baso en1184, último año de vida del califa AbuYa’qub Yusuf, lo que originó pronto suparalización.

Las obras fueron reemprendidasalgunos años más tarde, por el alarife Alíde Gomara, con ladrillo cocido,adaptando admirablemente sudecoración, de gran perfección, a dichomaterial. Para 1195 ya debía estaracabada. Es de planta cuadrada, de 16metros de lado, y tiene una altura superiora los 50. Sus paramentos son lisos hastala mitad del primer cuerpo; luego sedividen en las habituales tres calles: en lacentral están los vanos y en las lateralesbellos paños, conformados cada unopor una tsebka de ladrillo colocadadentro de anchos recuadros rectan-gulares, que con gran acierto acusan suverticalidad. La plataforma superior fuemuy afectada por un terremoto en 1355y, entre 1520 y 1568, se alteró total peroejemplarmente con un bellísimo rematecon linterna, que añadió Hernán Ruizpara que fuera el campanario de lacatedral. A este se asciende por unarampa caballera construida alrededor desiete habitaciones centrales superpuestase iluminadas por ventanas con arcoslobulados y de herradura (MICHELL,G. 1985, P. 214).

El edificio.

La base de la Torre Mudéjar es uncuadrado de solo 6 metros de lado ycarece de plataforma y sus apenas 24metros de altura están divididosatipicamente en cuatro cuerpos,

La arquitectura vallecaucana - al contrario de lade Popayan, ciudad muy abierta a los influjoseuropeos, donde se impusieron directamenteimportados por el Alemán Simón Schenherr y elEspañol Antonio García - esta cargada de rasgosmudéjares. Foto. Centro de DocumentacionCITCE.

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fundamentalmente dos variables: casasde un piso y casas de dos pisos, o de«alto».

El sencillo cuerpo inicial, decorredores periféricos de madera ylargas fachadas al norte y sur, paraevitar el sol en el «plan» del valle, y sucubierta a cuatro aguas, las identifica.Posteriormente son ampliadas siguiendoun eje acodado, por una o más alas,tambíen de cuatro aguas pero de menoraltura, a las que se adosan mediaguasque jerarquizan y dinamizan losconjuntos, y les dan su aire pintoresco.Por supuesto algunas se construyen yacon sus respectivas naves como loindica el empate de sus cubiertas. Engeneral suelen desarrollarse en torno aun patio abierto conformado solo pordos, o máximo tres lados, prolongandoasí su arquitectura hacia el entorno y elpaisaje y desplegándola a la brisa que larefresca.

Sus naves rectangulares agrupan enuna sola crujía tres o más recintosindiferenciados y en hilera, cuyasfunciones varían de acuerdo con lasnecesidades, unidos por los corredoresen cuyos extremos, que pronto secierran o se construyen ya así, selocalizan «silleros» (cuartos de aperos ymonturas) y despachos.

Las de tradición colonial se encuentranhasta mediados del siglo XIX; porejemplo, la casa de El Hatico, de 1828,es igual a las construcciones colonialesanteriores, y son seguidas por algunasde «transición» y finalmente están las«republicanas» prácticamente ya aprincipios del XX.

Pero en general todas participan demás de un período, como es el caso deEl Hato, en la que están presentescaracterísticas de los tres. En el detransición los cambios obedecen a ladisminución de los recursos disponiblesy a modificaciones en el uso generadaspor la Independencia, lo que implicó laoptimización de algunos patrones y no lavoluntad de un cambio formal; elrepublicano ya es decididamente unarenovación formal y simbólica, peroparcial.

Los alrededores de Cali, en lasestribaciones de los Farallones y en la

banda occidental del Río, fueron unaregión ganadera, con muchas haciendasde las que quedan unas 18 casas, 14 delas cuales de alguna importancia. Trescoloniales de dos pisos en el plan, seis detransición de un piso en el plan, algunasde las cuales fueron «casas de potrero»de la hacienda de Cañasgordas, y cincode un piso en la cordillera; del períodorepublicano solamente sobrevivePiedragrande (BARNEY, B. yRAMÍREZ, F. 1994).

La Torre Mudéjar de Cali.

Esta construcción, la másrepresentativa de Cali -o debería serlo-cuyo delicado trabajo de ladrillo recuerdaalguna de las torres de Teruel, en España,no tiene parangón en Hispanoamérica,como anota Gutiérrez, en donde losfranciscanos dejaron innumerables ymaravillosas iglesias y conventos(GUTIÉRREZ, R. 1992, PP. 142 a 146).Es considerada por Sebastián el«monumento […] más importante delmudejarismo arquitectónico neogra-nadino [y] punto culminante de esteestilo en el Valle del Cauca»(SEBASTIAN, S. 1965; P. 54). De ellase puede decir que «su bella estructuraha pasado ya a proverbio y su alabanza

está en los labios de todos», como diceotro poema áulico en la sala de Las DosHermanas. Pero nos hemosacostumbrado tanto a su nombre que yano nos dice nada, y la realidad es quetodavía no ha sido valorada como mereceen una visión general del arte hispano-americano y es prácticamentedesconocida fuera del país.

La torre no es única, pues existiótambien la de San Agustín, construidaen 1765 y que se puede ver en fotografíasviejas y, algo lejos de Cali, en la haciendade El Salado, existe otra, aun cuandopobre y mal intervenida a finales de ladécada de 1980. Pero lo que esextraordinario en la torre de la iglesiavieja de San Francisco de Cali es quecasi todo en ella más que mudéjar eshispanomusulmán. Este alminar vueltocampanario ha sido explicado por lapresencia en Cali de un «moro liberto»de nombre Pedro Umbás, leyenda querecogió Manuel María Buenaventura(BUENAVENTURA, M.M. SF.), elcual estaría enterrado debajo de la torresegún una tradición oral recogida porCarlos Mercado, vecino de siempre delmonumento. Sin embargo, DemetrioGarcía Vázquez, historiador ypatrocinador de su restauración siendoGobernador del Departamento del Valledel Cauca, insiste en que «la suposicióndel ‘moro liberto’ debe desecharse, yaque las Leyes de Indias prohibíancategóricamente la emigración deberberiscos o moros conversos aAmérica» (GARCÍA VÁSQUEZ, D. P.24), coincidiendo en esto con Sebastián.

No existen referencias documentalessobre su construcción pero se sabe quela iglesia vieja de San Francisco fueterminada en 1764, lo que lleva a pensarque fue contemporánea o posterior. Elviajero francés Edouard André, que visitóCali en 1876, habla del «tono dorado»que el paso del tiempo le ha imprimido asus muros y recoge de los franciscanosla versión, posiblemente oral, según creeSebastián, de que la torre fue construidaen 1773 por un arquitecto llamado Pablovenido de la Península. Sin embargo, elúnico arquitecto español que estaba poresa época en la ciudad era el yamencionado Antonio García.

La torre mudéjar, es considerada por SantiagoSebastián el “monumento […] más importantedel mudejarismo arquitectónico neogranadino [y]punto culminante de este estilo en el Valle delCauca”. Grabado de Edouard André. FuenteAmerica Pintoresca.

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Otra tradición dice que la torre fueconstruida por un esclavo, y se sabe queen 1788 trabajaba en San Pedro el esclavomulato Ignacio Camacho como oficialde albañil.

Aunque este nombre es diferente delde la tradición que recogió André no espor esto improbable que hubieraintervenido en la obra.

También se ha supuesto que el talPablo pudo ser un hermano franciscanopero las historias de la orden no hablande otras obras suyas. Sebastián,basándose en las investigaciones delsiglo XVIII de Jaime Jaramillo Uribe,plantea la hipótesis de que el constructorfue un esclavo mulato de nombre tambiénPablo, oficial de alarife, quien trató dedirigir en Cali una sublevación deesclavos en 1772, lo que conciliaría,según él, lo recogido por André y por latradición local. Y nada impide pensarque este esclavo alarife tuviera «lainfluencia mahometana en laornamentación de iglesias [de] los negrosmahometanos importados por losmercaderes de esclavos» de que hablaEugenio Barney-Cabrera (BARNEY-CABRERA, E. 1977, P. 71).

Como dice Octavio Paz (PAZ, O.1993, PP. 93 y 94):

La política ibérica en el Nuevo Mundoreproduce punto por punto la de losmusulmanes en el Asia Menor, India, elNorte de África y la misma España: laconversión, ya sea por las buenas o asangre y fuego. Aunque parezca extraño,la evangelización de América fue unaempresa de estilo e inspiraciónmahometanos. […] La pasiónconstructora de unos y otros no fuemenos intensa que su rabia destructoray obedeció a la misma razón religiosa.Los monumentos dejados por losmusulmanes en la India no se parecen alos que levantaron en América losEspañoles y los portugueses pero susignificación es análoga: primero eltemplo-fortaleza (iglesia o mezquita) ydespués las grandes obras civiles yreligiosas.

La arquitectura obedece al ritmohistórico: ocupación, conversión yorganización.

Los modelos.

Los alminares del período almohade(1156 a 1198), evidentes modelos de laTorre Mudéjar, presentan unaplataforma, el paralelepípedo principal,un cuerpo menor y un remate. El primeroes el de la Kutubiyya de Marrakech, quecon una altura cinco veces superior a subase ya es muy vertical.

Su mampostería tosca está revestidapor un revoque con pintura rojiza.

Sus grandes paños se decoran conlos vanos dobles, abrazados por un arcociego, que iluminan las rampas. En elcuerpo superior aparecen los arcosentrecruzados formando rombos -latsebka - que en la Giralda de Sevilla y enla torre de Hassan en Rabat constituyenel motivo recurrente de la decoración.Este hubiera sido el más alto de todos,con más de 70 metros, pero quedóinterrumpido a los 44.

A partir de un cierto nivel la tsebkaocupa los lados enteros, con enormespaños encima de arquerías ciegaslobuladas, en lugar de la usual divisióntripartita.

Esta fórmula, simple y efectiva, seadoptará en el alminar de la Kasba deMarrakech y en muchos otros enMarruecos. Entre los alminaresalmohades están, además, el de la antiguamezquita de Cuatrohabitan en Bollullos,hoy Ermita de la Mitación, y la torre dela iglesia de San Marcos, ambos enSevilla, y la torre del castillo de Aracena(CHUECA GOITIA, F. 1979 a, P. 343)todos, pues, en el sur de España.

La Giralda fue el alminar de lamezquita aljama, en cuyo emplazamientose encuentra ahora la enorme catedralde Sevilla. Fue comenzado, con piedrareaprovechada, por Ahmad ibn Baso en1184, último año de vida del califa AbuYa’qub Yusuf, lo que originó pronto suparalización.

Las obras fueron reemprendidasalgunos años más tarde, por el alarife Alíde Gomara, con ladrillo cocido,adaptando admirablemente sudecoración, de gran perfección, a dichomaterial. Para 1195 ya debía estaracabada. Es de planta cuadrada, de 16metros de lado, y tiene una altura superiora los 50. Sus paramentos son lisos hastala mitad del primer cuerpo; luego sedividen en las habituales tres calles: en lacentral están los vanos y en las lateralesbellos paños, conformados cada unopor una tsebka de ladrillo colocadadentro de anchos recuadros rectan-gulares, que con gran acierto acusan suverticalidad. La plataforma superior fuemuy afectada por un terremoto en 1355y, entre 1520 y 1568, se alteró total peroejemplarmente con un bellísimo rematecon linterna, que añadió Hernán Ruizpara que fuera el campanario de lacatedral. A este se asciende por unarampa caballera construida alrededor desiete habitaciones centrales superpuestase iluminadas por ventanas con arcoslobulados y de herradura (MICHELL,G. 1985, P. 214).

El edificio.

La base de la Torre Mudéjar es uncuadrado de solo 6 metros de lado ycarece de plataforma y sus apenas 24metros de altura están divididosatipicamente en cuatro cuerpos,

La arquitectura vallecaucana - al contrario de lade Popayan, ciudad muy abierta a los influjoseuropeos, donde se impusieron directamenteimportados por el Alemán Simón Schenherr y elEspañol Antonio García - esta cargada de rasgosmudéjares. Foto. Centro de DocumentacionCITCE.

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en el altiplano cundiboyacence; pero esnotable el evidente mudejarismo de lasdel Valle del Alto Cauca y su grannúmero: cerca de cien, de las cualesunas veinticinco son de gran interés,muchas de estas tuvieron capillas ytrapiches, de los cuales subsistenalgunos.

En ellas no hay influencias negroafricanas y, aparte de la explotación delsuelo en diversos pisos térmicos, quecomparten con el «ayllú andino» y algunasotras coincidencias, no se encuentranen su trazo, emplazamiento o disposiciónfuncional, condicionamientos debidos aasentamientos indígenas previos, los quesí se ven, por ejemplo, en los recintosincaicos de la hacienda de San Agustíndel Callao al pie del Cotopaxi en Ecuador,como anota Gutiérrez (GUTIÉRREZ,R. 1992, PP. 325 y SS). Construidas lasmás antiguas en tapia pisada y despuésde adobes, se comenzaron a dotar depisos de ladrillo tablón, cubiertasmudejares de par y nudillo y tejas debarro, sólo a partir de la segunda mitaddel siglo XVIII.

Las casas de hacienda del Valle delAlto Cauca son parte muy importante dela herencia cultural de una región cuyabase económica ha sido agraria, y en laque la han jugado un papel principalcomo hecho económico y social. Suscasas no son solamente una viviendasino un símbolo.

Muy conocidas algunas, como ElParaíso gracias a María, de Jorge Isaacs,y Cañasgordas a El Alférez Real, deEustaquio Palacios, y La Concepción deAmaime, por su importancia y belleza,las casas de hacienda se destacandominando el paisaje vallecaucano yconstituyen la mayor riqueza yparticularidad del patrimonioarquitectónico de la región (BARNEY,B. y RAMÍREZ, F. 1994). Las casas dehacienda ratifican -como lo ha señaladoTéllez- el dominio de la tierra y lajerarquización del latifundista respecto alos habitantes de pueblos y ciudades(TÉLLEZ, G. 1975, PP. 1109 y SS).

Construidas según el mismo modelode los cortijos andaluces y extremeñoscoetáneos, son la vivienda señorial quese impone cuando las grandes

encomiendas se transforman enverdaderas unidades productivas a partirdel siglo XVIII, tomando patrones yformas características en las que lomudéjar nó solo está en las cubiertassino tambien en la talla de piederechos yzapatas.

Sus volúmenes, pocos y grandessólidos platónicos, tan caros a laarquitectura islámica, que se sumanmediante una sencilla combinación,reflejan los espacios interiores al tiempoque conforman su perfil exterior.

La intensidad de las fachadas estádeterminada por la ligereza de loscorredores, enmarcados entre la pesadezde la techumbre y la solidez del pequeñobasamento, y con la masa de los blancosmuros que les sirven de fondo.Composición que es enfatizada por loangosto de los escasos vanos y lasecuencia eficaz de lo lleno a lo vacío, delo liso a lo rugoso.

La ausencia de recursos ornamentaleses reemplazada por el ritmo de los llenosy vacíos; por el enfrentamiento de laluminosidad de los cerramientos blancoscon la fuerte y amplia sombra de losaleros, acentuada por la madera a la vistao pintada de su carpintería.

El color, la textura, el ritmo y laforma se unen en los diferentescomponentes y elementos de laconstrucción.

El color oscuro de sus tejas contrastacon los variados verdes de la vegetacióncircundante y se recorta nítidamentecontra el cielo lechoso típico del valle delAlto Cauca.

Siempre cerca del agua, estánrecorridas por acequias y muchas tienenatarjeas para conducirla y recodos depiedra o ladrillo para hacerla sonar.AntonMoreno, cerca a Popayán, esnotable por sus jardines con arbustos,flores y aguas que murmuran en suscanales, recodos y estanques, queevocan, océano y años de por medio, losde la Alhambra y El Generalife de Granaday a los que se podrían dedicar tambienlas dos primeras estrofas de un poemaáulico de Ibn Zamrak en la Sala de lasDos Hermanas en el Patio de LosLeones del bello palacio nazarí(GRABAR, O. 1990, P. 144):

Jardín yo soy que la belleza adorna:Sabrás mi ser si mi hermosura miras.

La de las casas de hacienda es unarquitectura en evolución; con el tiempoy la experiencia se mejoran las versionestradicionales y surgen nuevas, máselaboradas y que responden mejor alclima, los recursos y las condiciones deuso y significado, pero sin variaresencialmente su imagen genérica,siguiendo diversos tipos,1 que conformanunas cuantas versiones tipológicas,2 y

El Puente de Cali, Grabado de Edouard André. Fuente America Pintoresca.

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mediante cornisas (variantes del dientede perro común en la región, como en latorre del Salado, pero mucho máselaboradas), muy salientes las tressuperiores.

El primer cuerpo es prácticamenteun cubo, pero los intermedios tienensorprendentemente sus paramentosinclinados hacia adentro (como en elcuerpo único de los alminares de tapia

pisada del África musulmana como el dela mezquita de Bobo Diuolasso enBurkina Faso, que ni siquiera dan cabidaal almuédano y cuya tsebka esta suplidapor una evidente exageración de losmaderos que amarran transversalmentela tapia pisada de que esta hecho); elcuarto, con sus costados nuevamente aplomo, está dividido en dos partes siendola de arriba más pequeña en planta,como lo es también el tercer cuerpo conrespecto al segundo (como en los farosromanos). De esta manera se reduce susección progresivamente y la torre se vemucho más esbelta de lo que en realidades. Tambien es sutilmente diferente, alrodearla, debido a que sus cuatroparamentos, aunque muy parecidos, noson iguales y tienen distintas relacionescon la nave de la iglesia.

El primer cuerpo está pintado y tienesus caras totalmente planas con sumampostería de ladrillos sinrecubrimiento, y las juntas a ras (revitadose llama localmente este procedimiento),igual que el segundo cuerpo. En éste,sus ventanas cuadradas, en la fachadaalineada con la de la iglesia y en laparalela a su nave, tienen extraños dintelesde piedra.

El tercer cuerpo presenta pañosformados por la superposición de dosladrillos trapezoidales de lados ondulantesunidos por sus bases rectas, formandocuriosos losanges (rombos en posiciónvertical que producen un fuerte efectode claroscuro) como los llama Sebastián(SEBASTIAN, S. 1965, PP. 62 y 63), esdecir, nada menos que la tsebka, de losque se desconocen antecedentes no soloen el país sino en Hispanoamérica; en elcentro de cada paño, a excepción delque da a nave de la iglesia, por donde seaccede a la torre desde su techumbre através de un vano rematado por un arcode medio punto, se abre un óculocoronado por unas tribunitas salientesde ladrillo cortado, igual que el de lascornisas, a manera de repisas (como enla torre del Salado) sin otra función quela decorativa; el trasdós de los óculos,de ladrillos, tiene el aspecto de unaestrella de quince puntas.

En la parte inferior del cuarto cuerpo,el campanario propiamente dicho, se

aprecia una división tripartita (típica delos alminares almohades) para dar cabidaa los vanos que alojan las campanas; suspequeños arcos trilobulados (como elque existió en la puerta de la iglesia deSan Agustín) arrancan en la cornisa quedivide las dos partes de este cuerpo(como en la torre del Salado) y su partesuperior, apuntada, es una modificaciónposterior; la tsebka cubre aquí solo latotalidad de la parte superior y estáformada por hiladas de los mismosladrillos trapezoidales del tercer cuerpopero colocados en una sola orientaciónformando semi losanges; en las jambasde los vanos y junto a los esquínales hayfajas de losanges; en la cara que da a lanave, el vano (posiblemente original) esmás pequeño y con un sencillo arco demedio punto, y se encuentra sobre dosvanos geminados, de igual tamaño entresi y con el superior, que se inician en laparte alta del tercer cuerpo.

Las esquinas de los tres cuerpossuperiores se forman también con losladrillos trapezoidales, pero en loscornisamentos aparecen otros,semicirculares. Una cúpula semiesféricacorona la torre (como en los alminaresmás antiguos), revestida de pizarras ycon un tambor en su base enchapado(posteriormente) con azulejos verdes yazules, y dos pináculos de cerámica encada esquina.

Las campanas actuales son del sigloXIX y están dedicadas a la Virgen de laAnunciación, de donde tomó su actualnombre la iglesia, según Sebastián, puesantes fue Nuestra Señora de Lourdes,según Carlos Mercado.

La intervención de Acuña.

El grabado atribuido a André, de1876, y el del bogotano Julio Flórez, de1883, muestran la Torre Mudéjar aúnintacta (GIRALDO JARAMILLO. 1960,P. 48), pero en 1889 sufrió una reformaen la que, según Sebastián, fue cubiertacon yeso la ornamentación de losanges(la tsebka) pero también pudo ser en1924 cuando el arquitecto italianoMauricio Ramelli intervino la iglesia. En1936, García Vásquez, al contemplar elgrabado de Flórez, cuenta Sebastián

La intervención de Acuña, El maestro Acuñapretendía - y lo logro - configurar una largafachada urbana para lo cual elimino, para quetodo hiciera juego con la torre, el revoque de lanueva iglesia de San Francisco y revistió de ladrillovisto la fachada lateral de la iglesia vieja.

Claustro y Torre Mudejar San Francisco-CaliFuente. Arquitectura Colonial en Popayan yValle del Cauca, Santiago Sebastian.

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disponiendo al frente el área principal yal fondo la zona de servicio en tres pisos.Las soluciones espaciales para llegar alentresuelo desde el descanso de laescalera, y la presencia de puentes ybalcones de caja, son de sumo interés.Las cubiertas de artesones mudéjares delos recintos principales que hay enCartagena o Mompox reiteran solucionesexistentes en Cuba.

En Zipaquirá los balcones voladoscrean el paisaje de un pueblo que tiene lapeculiaridad de una clara división, enpleno siglo XVIII, de su poblaciónespañola e indígena.

En Santa Fé de Antioquia y enPopayán, los patios se amplian congalerías de pies derechos de madera quelos rodean definiendo sitios de estar,distintos a las meras circulaciones,mediante la tamización del sol con lavegetación y el aprovechamiento de laventilación cruzada (GUTIÉRREZ, R.1992, PP. 147 a 149).

Los modelos de las casas coloniales,como las que formaban el marco decualquier Plaza Mayor del virreinato,son, inobjetablemente, las cons-trucciones populares anónimasespañolas, principalmente las andaluces,herederas de la cultura visigoda y de lacultura islámica (árabe y beréber) y, enúltimas, de la tradición romana (GARCÍAMERCADAL, F. (SF), P. 63).

Las casas que se observan en España,desde Madrigal de las Altas Torres, enplena Castilla, hasta Sanlúcar deBarrameda en la costa Andaluza, son,«no los antecedentes, sino lo mismo enesencia, que la arquitectura ruralneogranadina» como lo ha indicadoGermán Téllez y en muchos casosresultan coetáneas «puesto que entreunas y otras no hay evolucióntecnológica ni estilística digna demención.» Unas y otras son encerradasen sí mismas, se desarrollan alrededorde uno o varios patios y se destacan porsu intimidad, manejo de la luz y sorpresaen el recorrido.

Están conformadas por edificacionesde una o dos plantas y se caracterizanpor el grosor de sus muros encalados, loque contribuye a mejorar sus condicionesambientales.

Sus cubiertas son de madera y tejasy sus pavimentos de ladrillo y guijarros.El acceso se realiza a través de un granportón y el subsiguiente zaguán(TÉLLEZ, G. 1975, P. 1115).

Tipológicamente la casa urbana delValle del Alto Cauca corresponde a variosrecintos mas o menos uniformes,indiferenciados y en hilera, unidos porcorredores interiores, alrededor de unoo dos patios independientes, a los que seabren las puertas (no hay ventanas) dealcobas y salones, conectados porzaguanes y el primero de ellos con lacalle. La crujía que da a ella, que conformacon las otras casas de la manzana suparamento, cuenta con altas ventanasenrejadas que permiten la mirada discretapero vigilante de la ciudad (VASQUEZ,E. 1980, PP. 30 Y SS).

Los patios, sobre todo los posteriores,están sembrados de arbustosornamentales y frutales que dotan alambiente de frescura, tranquilidad yreposo. En el inicio del período colonial,predomina un piso pero en el siglo XVIIIya aparecen muchas de dos.

La casa de hacienda.

En la Nueva Granada como en elPerú, las órdenes religiosas poseíannumerosas haciendas para mantener suscomunidades, templos, conventos yescuelas. Muy importantes fueron lasde los jesuitas (que lograron notablesadelantos agropecuarios) pero con suexpulsión en 1767 se perdió la nociónintegradora del conjunto en favor de laautosuficiencia de cada unidadproductiva.

Diferentes de las haciendas mejicanasy brasileñas, más grandes y elaboradas,la continuidad en las haciendasneogranadinas entre los cultivos, potrerosy corrales, jardines, patios y galerías,crea secuencias espaciales que integranlas casas a su paisaje sin recurrir a laespectacularidad de emplazamiento ydominio visual que caracteriza a lascusqueñas, por ejemplo.

En cambio, tienen una gradación delos accesos, puertas, recorridos, y unosconjuntos volumétricos, que seencuentran también en Chile y Argentina.

Pero es la modulación introducida por eluso de la madera, a juicio de RamónGutiérrez, la que les da a las haciendasneogradinas su gran calidad expresiva ysu particularidad dentro deHispanoamérica (GUTIÉRREZ, R.1992, PP. 325 y SS). Sin embargo nohay que olvidar que todas ellas sonreelaboraciones de la experiencia traídapor los conquistadores españolesadaptadas a los recursos y posibilidadestecnológicas de cada lugar.

En la Nueva Granada subsisten unaspocas haciendas coloniales cerca deSanta Marta, incluyendo la muyelaborada de San Pedro Alejandrino,algunas en los Santanderes y bastantes

Es notable el evidente mudejarismo de las casasde hacienda del valle del alto Cauca y su grannumero: cerca de cien, de las cuales unasveinticinco son de gran interés, muchas de lascuales tuvieron capillas y trapiches, de los cualessubsisten algunos. Hacienda La Concepcion,Planta, Detalle puerta de la Capilla.

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(SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 54 a 64),se dio cuenta de que en los cuerpossuperiores se ocultaban los interesantesdibujos y encargó su reposición al pintorLuis Alberto Acuña, restauradoraficionado, junto con la restauración deotros monumentos coloniales de laregión, entre ellos, Santo Domingo y lashaciendas de El Paraíso y Cañas Gordas,cuyo baño fue posiblemente diseñadopor el mismo Acuña (TÉLLEZ, G. 1975.P. 1130), quien posteriormente intervinoen Tunja la casa de Juan de Vargas en1952, entre otros edificios coloniales enBoyacá. Comparando el estado actualde la torre con los grabados mencionadosy fotografías existentes, de finales delXIX o principios del XX, se puedeconcluir que además de levantar losantepechos y modificar los arcos de losvanos superiores que alojan lascampanas, Acuña fue el que enchapócon mosaicos la base de la cúpula. Perofue otro el que elevó sobre esta lospequeños pináculos interiores de talmanera que quedaron más altos que losque están más afuera, o está errado elgrabado de André como lo está en otrosdetalles como el número de hiladas desemi losanges del cuerpo superior endonde pone cuatro cuando son diez.

Pero es evidente que Acuña hizoconstruir unas elaboradas claves en losarcos del cuerpo superior, como sepuede deducir de su carácter puramenteestético, pues detras están los arcos demedio punto, cosa que no se puedeafirmar del pequeño óculo que hoyaparece en el primer cuerpo en elparamento que prolonga la fachada de laiglesia, que más parece obedecer arazones funcionales, dar luz, y que no seve en el grabado de André. Las formasque Acuña seleccionó para los nuevosarcos y claves, como de Las mil y unanoches, obedecen más al afán de hacermás «oriental» el conjunto, gusto muycomún de la generación llamada enColombia «republicana», que a restaurarlos sencillos vanos que se ven en elgrabado, y es probable que pintara derojo pálido (como el de la Kutubiyya deMarrakech) los cuerpos inferiores, queposiblemente encontró blancos,encalados.

También es probable que toda latorre fuera de color como se puedeinferir de una pintura de 1924 de un talE. Masías, reproducida en duotono enTertulias del “Cali Viejo”(VARIOS.1995, P. 31) y que la pintura roja estuvieradebajo del encalado y Acuña larestaurara. Sin embargo hay que advertirque en la pintura de Masías la Torre esmucho más vertical, lo que habla de laslicencias que se permitió el pintor, o suslimitaciones. Lo que sí queda claro esque Acuña pretendía -y lo logró-configurar una larga fachada urbanapara lo cual eliminó, para que todohiciera juego con la torre, el revoque dela nueva iglesia de San Francisco yrevistió de ladrillo visto la fachada lateralde la iglesia vieja. En ésta, que era mássencilla, como se puede ver en lasfotografías, repitió motivos, arcos yclaves y diseñó una nueva puerta lateral,mediante un arco de herradura falso. Lamediagua que tapaba parcialmente latorre, había sido eliminada conanterioridad, dice Carlos Mercado.Sebastián afirma que el ingreso lateralera un arco conopial, aunque«desfigurado por un absurdo arcoherradura» (SEBASTIÁN, S. 1965, P.62).

El hecho es que la transformación deesa sencilla puerta del perdón en unaatractiva portada «morisca» engaña apropios y extraños al punto de queaparece como contemporánea de la torreen la Historia de la arquitectura enColombia, de Silvia Arango, primero eimportantísimo esfuerzo totalizadorhecho en este campo en el país y por lotanto no exento de este tipo de errores(ARANGO, S. 1989, P. 78).

Conclusiones.

La Torre Mudéjar de Cali, es el máslogrado ejemplo, y el más culto, sinduda, de la arquitectura mudéjar quefloreció en la Nueva Granada, en lasegunda mitad del siglo XVIII. Por sercoetánea de San Agustín y San Antonio,como ya se dijo, Sebastián infiere quehubo en la comarca un activo focomudéjar por esa época (SEBASTIÁN,S. 1965, P. 60), idea que se refuerza por

La base de la torre Mudéjar es un cuadrado desolo 6 metros de lado y carece de plataforma ysus apenas 24 metros de altura están divididosatipicamente en cuatro cuerpos, mediantecornisas (variantes del diente de perro común enla región, pero mucho mas elaboradas) muysalientes las tres superiores. Foto Arq. ErickFigueroa.

El mudéjar es una forma de tratar los estiloseuropeos desde la tradición hispano-musulmanay constituye la fusión de estas dos corrientesopuestas. Foto Centro de Documentación CITCE

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estrechez de recursos, sencilla, reposaday sin fantasías decorativas, que produjouna estética austera, imponente, sencilla,rigurosa y eficaz.

La generalización, en la segunda mitaddel XVIII, del ladrillo, la teja árabe y lascubiertas de par y nudillo, caracterizarála que hoy se conoce en Colombia comoarquitectura colonial y es justamente deesta época que se conservan la mayoríade sus pocos ejemplos y, en el valle delAlto Cauca, los más antiguos, debido alo perecedero de las precariasconstrucciones anteriores de techo depalma y a las condiciones sísmicasregionales que dieron pronto cuenta demuchas de ellas, incluso las másrecientes; la iglesia y el convento deSanto Domingo, por ejemplo, seconstruyen en 1738 pero un siglo despuésestaban ruinosos y hubo que derrumbarla torre.

En Cali acusan un fuertemudejarismo la iglesia y convento deSan Agustín (destruidos en las décadasde 1970 y 1960 respectivamente) y laespadaña de la capilla de San Antonio(SEBASTIÁN, S. 1965. P. 54)asimismomuchas casas de hacienda y unas pocasurbanas del XVIII y la primera mitad delXIX, que aún quedan. Pero la obra másinteresante es sin duda la Torre Mudéjarde la iglesia vieja de San Francisco deCali, cuyo trabajo de ladrillo se puedeapreciar tambien en la laboriosa portadaprincipal de la iglesia parroquial, hoycatedral, de Buga (lamentablemente contodo el ladrillo a la vista después de laintervención de Diego Salcedo, en ladécada de 1960) y San Francisco, en lamisma ciudad, en la cual sólo la antiguatorre sería originalmente en ladrillo vistosegún una vieja fotografía mencionadapor Sebastian (SEBASTIAN, S. 1965,P. 71); (su restaurador, tambienSalcedo, acertó esta vez cuando sólodejó a la vista su fina ornamentación deladrillo). En Cartago y Popayán tambiénse recurrió con frecuencia al ladrillovisto pero solamente para las moldurasy otros detalles.

Algunas iglesias, como la deDominguillo, cerca a Santander deQuilichao, son versiones más sencillas,de carácter meramente funcional, pero

aún allí contrasta en sus fachadas elladrillo con el blanco del paramentomural (SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 20 y21). Gracias al gran desarrollo que tuvoy al aislamiento de la región, quedan aunmuchos otros ejemplares muy bienconservados (SEBASTIÁN, S. 1965,P. 41). Dadas sus particularidades, estaarquitectura no puede ser valorada dentrode los términos tradicionales yacademicistas de la historia y de laarquitectura culta ni clasificarse en unode sus estilos ni períodos. Sus rasgosmudéjares, ingenuos y sencillos (la TorreMudéjar es excepcional) hay queabordarlos a partir de aquellos conceptosque le son genéricos -sus modelos,tipos, patrones y tradiciones particulares-y afrontando sin prejuicios laespecificidad de su estética. Es un arterealizado en el marco de una culturaconstructiva popular generalizada, ysurgido de las exigencias del paisaje y elclima, la escasez de recursos, y lascircunstancias; y construidorústicamente con materiales deleznables,fundamentalmente madera, escuadraday/o redonda, y tierra en forma de tapiapisada, adobes, ladrillos cortados y tejas«arabes», materiales precisamentepredilectos del mudéjar. El uso de lapiedra tallada constituyó una excepciónpues solo se empleó como contrastecromático aparejada con el ladrillo.

Ejemplares únicos en el arte colombianoson los pilares monolíticos de la antiguacasa caleña de los Otoya (SEBASTIÁN,S. 1965, P. 95). Los cantos rodadosfueron utilizados para los cimientos,cuando fue posible, y los más pequeñospara algunos pisos de las pesebreras. Eltrabajo de la madera, empleada parapiederechos, ventanas, celosías,balaústres y estructuras de cubierta,que respondían bien a la naturalezainestable del suelo, es su mudejarismomás aparente.

La casa urbana.

Los ejemplos más interesantes en laNueva Granada están en Cartagena. Allíse encuentran casas, como la delmarqués de Valde Hoyos, similares a lasde México, Cuba y Venezuela, congalerías de pies derechos y corredores-balcón internos, planta baja con locales,cochera cerca a la calle y cocina ydepósitos hacia el solar; entresuelo paraoficinas, segundo piso con habitacionesy salones y, finalmente, el mirador.Casas que producen una imagen deciudad que, con sus balcones de maderavolados, recuerda a la de las IslasCanarias.

La casa del marqués de San Jorge enBogotá (hoy Museo del Banco Popular)está estratificada en corte y planta,

Capilla de San Antonio, la espadaña es totalmente de ladrillo y consta de tres cuerpos, el segundoalberga las campanas en dos vanos de medio punto,Cali. Fuente Centro de Documentación CITCE

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la ampliación y mejora de muchas casasde hacienda, precisamente, mediante eluso ya mencionado de ladrillo cortado,tejas de barro y cubiertas de par ynudillo. En el siglo siguiente se siguióutilizando el ladrillo en las construccionescaleñas, pero la arquitectura de raigambrepopular fue sustituida en los edificiosmás importantes por la culta yrenacentista, cuyo más destacadoejemplo es la iglesia nueva de SanFrancisco, iniciada en 1803, al fin deperíodo colonial, y terminada, en 1827,en plena Independencia. Los diferentesperíodos identificables no sonenmarcables en fechas precisas y noresponden a los cambios políticos pueslas condiciones generales de la coloniase mantienen hasta la segunda mitad delsiglo XIX y muchas construccionesque se inician después de laIndependencia no se diferencian de lasdel siglo XVIII.

Después, el Neoclasicismo o mejor,la búsqueda de su imagen, borró de ellostodo mudejarismo a tal punto que elconvento y capillas de La Merced, sonlo único que quedó en Cali de la época dela Conquista. Pero la tradición colonialmudéjar permaneció a lo largo del sigloXIX en las construcciones domésticas,como se ve en unas pocas casas detradición colonial que quedan, como lade Hernan Martínez Satizábal, de finalesdel siglo, y sobre todo en las muchísimaspero hasta hace poco desconocidashaciendas vallecaucanas.

El mudejarismo será lo quecaracterice nuestra arquitectura colonial,pero no limitado a un ciclo histórico,sino como una constante que se prolongahasta mediados del siglo XX en que sepresenta, dentro del llamado españolcaliforniano de las décadas de 1940 y1950, venido de Estados Unidos o elneocolonial venido de España(concretamente de la ExposiciónUniversal de Sevilla de 1934, en la que sedictaminó el reencuentro de la MadrePatria con sus antiguas Colonias) rasgosy aun edificios neomudéjares como lacasa Urdinola-Uribe, de Alvaro CaleroTejada, y la companía Colombiana deTabaco, de Joseph Martens, ambos dela década de 1940.

Este mudejarismo fue comenzado aestudiar por Sebastian, pero sigue siendonecesario aclarar su contenido cuandose refiere a la arquitectura de formasmudéjares que se hace en Hispano-américa cuando ya el estilo original hacemucho tiempo ha desaparecido en laPenínsula Ibérica. El mudéjar ibéricopermaneció latente, si se quiere, hastaque fue posible llevarlo a cabosignificativamente en cantidad y calidad,pero con todas las diferencias que implicael paso dos o tres siglos.

Es imprescindible considerar lasdiferencias que existen entre el estilooriginal y su versión americana ya queno se trata de un revival (antes de losrevivales) ni de una simple manifestacióntardía del estilo. Es una arquitectura deformas mudéjares transformada por lascircunstancias, clima y paisaje,temblores y escasez de recursos, inclusoa veces a fondo, dentro de la cual laTorre Mudéjar es una obra excepcional.

Además no son obras menores porhaber sido construidas sin arquitectos,ser modestas y no contar prácticamentecon ninguna documentación, al contrariode sus modelos ibéricos y norteafricanos, mucho más grandes y sobre

los cuales hay abundante información.Bruno Zevi advierte cómo ladiferenciación «entre arquitectura yedilicia, entendiendo la primera comoactividad creadora y la segunda comoproducción artesanal en masa, es siempreincierta» (ZEVI, B. 1969, P. 94).

La importancia de esta arquitecturaevidencia las limitaciones de una visiónmuseográfica de la cultura, inclinada aseñalar monumentos dignos de preservara los que se atribuyen valorespreconcebidos que, como señala JuanAntonio Ramírez, son «[…] reflejo deuna sociedad fundamentada en unadialéctica maniquea que acentúaartificialmente los contrastes entre elbien y el mal (en todos los terrenos),entre la violencia y la estabilidad […]entre la prosperidad y la recesión […],la cultura y la ignorancia [en la que] ladivisión de los objetos se hace igualmentenecesaria, y un criterio axiológico designo impositivo pretende dividirlos enartísticos y no artísticos, consagrandodos actitudes humanas ante ellos: laadoración y el desprecio; y también dosespacios: el museo y el vertedero.»(RAMÍREZ, J, A. 1981, P. 261). Perohay más: las cornisas de la Torre Mudéjarson extrañas a la arquitectura mudéjar,española e iberoamericana, y a losalminares almohades pero estánpresentes en el campanario renacentistaque Hernán Ruiz añadió a La Giralda afinales del XVI. Esta y los alminares deLa Kutubiyya de Marrakech y lamezquita de Hassan en Rabat, y engeneral los alminares almohades, tienensus paramentos a plomo, al contrario delos del África Occidental que estánsensiblemente inclinados hacia adentro,presu-miblemente por estar construidosen tapia pisada, como lo están, tambiénhacia adentro, pero con menorinclinación, los de la Torre Mudéjar.

Otro aspecto interesante es elretranqueo de las dos partes de su cuerposuperior a la manera del escalonamientosucesivo de los faros romanos,totalmente inexistente en los alminarescuadrados del occidente islámico, peropresentes en el de la mezquita aljama deQayrawan, del 724.

El mudejarismo será lo que caracterice nuestraarquitectura colonial, pero no limitado a un ciclohistórico, sino como una constante que seprolonga hasta mediados del siglo XX. FotoCentro de Documentación CITCE.

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de los Siglos XVII y XVIII repiten laexperiencia de la carpintería mudéjar enun gran número de obras, no tienenningún nexo cronológico con la vida delas formas «[…] La presenciaextemporánea del mudejarismo enAmérica durante los siglos XVII y XVIIIprolonga la vida de antiguas tradicionesformales y técnicas abandonadas enEspaña desde el siglo XVI y plantea elproblema fenoménico de la coexistenciade formas pertenecientes a épocasdiversas en la misma obra. El fenómenode la coexistencia de formasextemporáneas con formas más actualeses habitual en las colonias americanas[…]» Además, como tambien anotaGasparini, el mudéjar sobrevivió en lasartes menores, la cerámica yprincipalmente en la carpintería llamada«de lo blanco» (GASPARINI, G. 1985,P. 165). Como dice Diego Angulo (en:SEBASTIAN, S. 1965, P. 59):

De antiguo se viene reconociendoque quienes construyeron la Capilla Realde Cholula tenían en su memoria losbellos efectos de perspectiva de lasnumerosas naves de la Mezquita deCórdoba, y si en el aspecto constructivoeste caso debe considerarse excepcional,en lo decorativo las manifestacionesmudéjares son frecuentes. El alfiz, queen algún caso se quiebra, es marco usualen las puertas de los monasteriosmejicanos del siglo XVI, y los listelesparalelos de abolengo almohade sonigualmente frecuentes. Estos listeles eranlo último que contemplaba el maestro decantería o el fraile misionero que, alembarcar en Sevilla, desde la popa de lanave que había de conducirle a Indias,dirigía las miradas a las torres de la bellaciudad andaluza.

La cuestión de la arquitectura mudéjarno está resuelta del todo en la medida enque en algunas regiones, tanto en Españacomo en Hispanoamérica, se hace difícilprecisar hasta donde llegan las influenciasislámicas y cuales son, sin contar conque el término sigue denotando su viejocontenido étnico (VALDÉSFERNÁNDEZ, M. 1984. PP. 31 y 40).En las colonias obedece además a lasparticularidades del fenómeno deadaptación ya que, por su condición

receptora, tendieron a aceptar elementosde diversos orígenes y épocas. Comodice George Foster, «la prioridad en laaceptación de una forma puede excluirla aceptación de otras, de tal manera quela sola procedencia de una formaimportada y aceptada puede serdecisiva del carácter formal deactividades posteriores» (en:GASPARINI, G. 1985, P. 149). Estoexplicaría el anacronismo delmudejarismo en la Nueva Granada en lasegunda mitad del XVIII, es decir casiya tres siglos después de que el estilo hacaducado en la Península Ibérica, perotambien su persistencia hasta hoy,principalmente en el valle del Alto Cauca,en donde es más notable. La falta decontacto directo de esta región conEspaña e incluso con la misma Santa Fede Bogotá -con la que el intercambio eramínimo comparado con el que semantenía con la región minera del Chocóy del Pacífico, y con Quito y el Virreinatodel Perú- así como su pobreza, generaronuna cierta marginalidad respecto aldesarrollo arquitectónico español, eincluso el virreinal, manteniendo lospocos modelos, técnicas y formasoriginales por largo tiempo, queoriginaron tipos, patrones y tradicionesparticulares.

El mudejarismo en el Valle del AltoCauca.

A finales del siglo XVIII, tan influidopor la estética barroca, se manifestaronaquí claramente dos tendenciasartísticas: una de carácter académico yotra de raigambre popular. Laarquitectura vallecaucana -al contrariode la de Popayán, ciudad muy abierta alos influjos europeos, donde se impusola directamente importada por el alemánSimón Schenherr y el español AntonioGarcía- está cargada de rasgosmudéjares.

Se sabe de constructores calificadosen la región ya desde el siglo XVII comoGregorio Sánchez Medina, «maestro decantería y albañilería», quien hacia 1600trabajaba en la reconstrucción de laiglesia matriz de Cali (ARBOLEDA, G.1956, T.1, P. 144).

Pero con el trabajo de AntonioGarcía, quien «en 1772 reconstruía[otra vez debido a los temblores] laiglesia matriz de San Pedro»(SEBASTIÁN, S. 1965, P. 56) y elpopayanejo Marcelino Pérez de Arroyo,culto y clasicista diseñador en la décadade 1790 de la nueva iglesia de SanFrancisco en Cali, queda claro como losarquitectos «profesionales» en el suroccidente de la actual Colombia fueronreservados para la arquitectura religiosay, ocasionalmente, para algunasresidencias urbanas en Popayán.

La preparación académica fue ajenaa las casas urbanas y las haciendas dela región, lo que generó una soluciónpragmática. Maestros improvisados oalarifes con oficio, en su mayoríaanónimos, desarrollaron aquí unaarquitectura en medio de una gran

Antigua portada de la iglesia de San Agustín, Cali,Fuente Centro de Documentación CITCE

Capilla Real de Cholula. La cuestion de laarquitectura mudejar no esta resuelta del todo enla medida que en algunas regiones, tanto enEspaña como en Hispanoamerica, se hace dificilprecisar hasta donde llegan las influenciasislamicas y cuales son, sin contar con que eltermino sigue denotando su viejo contenidoetnico. Foto. Arq. Francisco Ramirez Potes.

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Si bien el XVIII es el siglo del mudéjaren la Nueva Granada (en México y Perúes tambien el XVII) no lo es tanto el desus ciudades cuya traza, que data delXVI, es producto de un diseño deliberado-y clásico- y no de una tradición popular,pero es muy significativo que tanto laTorre Mudéjar como la de San Agustínse levantaron en plena calle, razón por lacual se demolió esta última en 1925 paraampliar la CR. 4ª.

Entonces las ciudades se ensanchanpero ya muchas veces con otraarquitectura: la imitación del neoclásico.

La arquitectura en general enColombia, especialmente en Cali, secaracteriza por haber sido siemprehistoricista, incluso en el siglo XX.Cuando la aldea colonial, de formasmudéjares, del siglo XVIII, setransforma a principios del XX en laciudad capital del nuevo Departamentodel Valle, después de pasar por unfrustrado deseo neoclásico, se levantanedificios representativos de construccióny función modernas pero de formashistoricistas (Góticas, Renacentistas,Neoclásicas,... incluso mudéjares).

Cuando sufre un tercer impulsodemográfico y económico, hacia 1950,se recurre esta vez a una arquitecturamoderna pero siguiendo el EstiloInternacional que ya se dejaba atrás enlos países desarrollados, y para losJuegos Panamericanos de 1971 setransforma una vez más siguiendoformas urbanas ya reevaluadas: lazonificación, la autopista urbana, la vía,la torre (para cualquier cosa), el centrocomercial o de servicios y las unidadescerradas de habitación; tendenciasexacerbadas y corrompidas por elnarcotráfico a finales del siglo XX.

Una tradición falsa.

La efectiva escenografía de Acuñacontribuyó a que muchos restauradoresquitaran los revoques, y dejaranexpuestos maderos, ladrillos y piedrasen muchos edificios coloniales, comoen la casa de Marisancena en Cartago(ya nuevamente repellada y blanca comose veía en una fotografía vieja halladarecientemente por Ricardo Hincapié).

Posteriormente la afirmación de SilviaArango de que uno de los aspectos másinteresantes de la Torre Mudejar erahaber iniciado la tradición del ladrillo a lavista en la ciudad, la que vio continuadaen la iglesia nueva de San Francisco y enel moderno Colegio de Santa Libradapara justificar su uso en el edificio de laFES, de 1980, de Rogelio Salmona,Pedro Mejía, Raúl H. Ortiz y Jaime Vélez(ARANGO, S. 1989, PP. 81 a 83),generalizó esta creencia equivocada. Lamoda en realidad se trajo de Bogotá conel intento facilista de algunos arquitectoscaleños de trasladar la belleza de laarquitectura moderna bogotana,especialmente la de Salmona, sinconsiderar los diferentes clima y paisajede Cali, tanto urbano como natural, perosobre todo su luz y colores.

Para peor de males pronto muchosaquí pasaron a enchapar los murosimitando ladrillo visto y hasta serecubrieron con frágiles «fachaletas»edificios existentes, en contra de lasnormas de sismoresistencia,despropósito que se siguió defendiendopor algunos, entre ellos Fernando Correa,director de la revista «Habitar» de ElTiempo, basándose en la falsa tradicióndel ladrillo visto en la ciudad.

La realidad es que comparados conel total de la arquitectura colonial del

país, los volúmenes de ladrillo a la vistade la Torre Mudéjar son notablesexcepciones y no ejemplos de unatendencia dominante, aún para su época,como lo ha señalado Téllez (TÉLLEZ,G. 1991, P. 327) , incluso en el valle delAlto Cauca y en Cali. Si bien en lasegunda mitad del XVIII el uso delladrillo y la teja cocidos es generalizadoen las casas de hacienda y urbanas delvalle del Alto Cauca, el ladrillo es repelladoy encalado. Por otro lado, la fachadaprincipal de San Francisco nuevo estabarepellada o al menos revitada, como seaprecia en varias fotografías viejas yconfirman las huellas de su remoción, yno con su ladrillo a la vista, como lo dejóel maestro Acuña en su intervención de1936.

Sin embargo, sus fachadas lateralesprobablemente nunca alcanzaron a serrepelladas, como lo muestra la presenciade sus apeos (huecos dejados para losandamios), que nunca se taparon, cuya«involuntaria» belleza, junto con loslosanges de la Torre Mudéjar reciéndestapados por él, pudo inducir a Acuñaa retirar el repello de todo el conjunto.

Por su parte el claustro e iglesia deSan Agustín fueron blancos como lo fuetotalmente San Antonio hasta que seremovió el repello de su espadaña haceunas décadas (LENIS, A. 1989 ).

Las condiciones propias del proceso de aculturación hicieron que el mudejarismo presentara aquífenómenos y procesos diferentes a los de la península y el resto de Hispanoamérica, determinados porlos recursos disponibles, el clima y el paisaje locales, que produjeron un desarrollo sencillo y austeroy explican la aparición de características propias y cierta autenticidad. Foto Centro de DocumentaciónCITCE.

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En ciertos lugares presentacaracterísticas muy similares a las de laarquitectura venezolana, como enMompox (CORRADINE, A. 1989),ciudad a la que la navegación por el ríoMagdalena le dió jerarquía comercial(que luego perdió) durante el XVIII,cuando se levantaron allí templos deestructura maderera con portadas-tapade piñón y la notable torre octogonal,con balcón externo, de Santa Bárbara,posiblemente una capilla abierta(GUTIÉRREZ, R. 1992). Aunque yadesde el inicio de la Colonia se sabe quealgunos españoles trajeron de Castillaazulejos y vidrieras, (como Díaz deJaramillo para su casa de Tocaima,mencionada en El Carnero de JuanRodríguez Freile) las primeras muestrasdel estilo conservadas en el virreinatoson los artesonados. Pero sus mejoresejemplos son tardíos pues las primerasy elementales construcciones pocoaguantaron el fuerte clima y los sismosfrecuentes de muchas de sus regiones.

Las diversidades regionales de laarquitectura en el territorio de la actualColombia nacen de su geografía, la quedificulta mucho sus comunicaciones.Aunque se mantiene el trazado ortogonalinicial de las ciudades y sus elementosestructuradores, como templos,conventos y plazas, las condicionespropias del proceso de aculturaciónhicieron que el mudejarismo presentaraaquí fenómenos y procesos diferentes alos de la Península y el resto deHispanoamérica, determinados por losrecursos disponibles, el clima y el paisajelocales, que produjeron un desarrollosencillo y austero y explican la apariciónde características propias y ciertaautenticidad.

Este mudejarismo se reitera en otrosrasgos formales además de artesones ycolumnas ochavadas, como las que sepueden ver en el convento del SantoEcce Homo cerca a Villa de Leyva.

Son abundantes las cubiertas de pary nudillo con tirantes doblesornamentados con lacerías de influenciaislámica -definidas sin duda por elconocimiento de tratados como el de la«Carpintería de lo blanco»- en las iglesiasy casas de Cartagena (TÉLLEZ, G. y

MOURE, E. 1983), Mompox (TÉLLEZ,G. 1995), Popayán, Santa Fé deAntioquia, la Candelaria en Bogotá ySanta Marta, una ciudad cuyo centrohistórico esta lleno de azoteas y patiosmuy parecidos a los del sur de España yel Magreb (GALLOTTI, J. 1926).

El debate.

La discusión sobre el origen delmudejarismo en Hispanoamérica, suanacronismo y características, ha sidoextensa. Sebastián explica estas últimassimplemente por la presunta inexistenciade moros conversos en América(SEBASTIÁN, S. 1965, PP. 20 Y SS),pero lo cierto es que vinieron, como loindica, el que su inmigración estabaestrictamente excluida. Sólo en 1543 seexpidió la Real Cédula (Leyes de Indias,libro VII, título V, ley XXVIII) que loprohibía pero entre los conquistadoresllegaron muchos descendientes de moroscomo lo indican nombres y apellidos(TOUSSAIN, M. P. 9).

Eugenio Barney-Cabrera plantea otraposibilidad, no excluyente: «[…] espresumible que la influencia mahometanaen la ornamentación de iglesias […]durante la colonia tenga su causa en losobrajes de los negros mahometanosimportados por los mercaderes deesclavos.» (BARNEY -CABRERA, E.1977, P.71). Mario J. Buschiazzo,recuerda que en Quito los templos de

Santo Domingo y San Francisco tienenartesonados típicamente mudéjares, yque «[…]hay tal cantidad deornamentación mudéjar en cielorasos,arrimaderos, retablos, etc. que esevidente que hubo toda una colonia deartífices moriscos, cuyas enseñanzasllegaron probablemente hasta Sucre, otraciudad donde también hay profusión deartesonados mudéjares de gran calidad».Y habla de una «gran cantidad deobreros y soldados moriscos que huboen Lima desde los primeros días de laconquista»; estos datos, concluye,explicarían el posible origen oriental delos balcones de cajón limeños, cerradoscon celosías y anota como son muyparecidos a los «mucharabís» que seven en oriente, por lo que «[…] no es deextrañar que esta curiosa solucióntuviese un origen oriental, aun cuandoalgunos investigadores sostienen queprovienen de las islas Canarias dondetambién se usaron esos balcones […]este presunto orientalismo se asocia conlas costumbres que tuvieron las mujeresde Lima -las famosas tapadas- de salir ala calle con un velo que les cubría lamitad del rostro[…]» (BUSCHIAZZO,M. 1961, PP. 77 y 87). Por su parteGasparini anota que: «El Mudéjar, queen España termina su ciclo con losReyes Católicos, prolonga su existenciaen América hasta el siglo XIX […] Lostechos de pares y nudillos, canes, tirantesy decoraciones de lacerías que a lo largo

Iglesia de San Francisco de Quito, en su convento funciono desde el S. XVI una de las mas notablesescuelas de capacitación de artesanos indígenas. Fuente. Iberoamérica Tradiciones, Utopías y NovedadCristiana

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Por lo demás, la torre posiblementese enjalbegó después de laIndependencia, poco después de habersido construida, tapando su originaltsebka trabajada en ladrillo, y su posiblepintura rojiza, como resultado de lasnuevas tendencias clasicistas de finalesdel siglo XVII (PEVSNER, N. 1989, P.216 ), a partir de las cuales algunascatedrales españolas, como la deGranada, fueron blanqueadas comotambién se hizo en Hispanoamérica. Estastendencias desde luego llegaron aColombia, en donde se han descubiertopinturas murales del XVI debajo devarias capas de cal en diversos edificios,como la casa cural de Guacarí, la llamadaCasa del Fundador, en Tunja, y la iglesiade Sutatausa en Boyacá.

El ladrillo a la vista se utilizo enColombia a todo lo largo del siglo XIXpero al servicio del neoclásico, comodice Sebastian (SEBASTIAN, S. 1965,P. 54), y la realidad es que en Cali, apartede la nueva San Francisco, que es másrenacentista que neo clásica, como loreconoce el mismo Sebastian , no haynada de este estilo diferente a algunosarcos rebajados que se superpusieron alas ventanas de dintel de madera de lascasas de alto de la Plaza de la Constitución,hoy Parque de Caicedo (que es comoesta escrito el ilustre apellido en la placadel monumento del prócer al que estádedicada); o los extraordinarios «arcosrebajados» tallados en los dinteles de lasventanas de San Antonio, en Florida,Valle, en la que su arco triunfal de mediopunto lo es de cañabrava y repellado conboñiga y barro.

Práctica común en la región yantecedente directo no solo de esosenchapes imitando ladrillo reciénmencionados sino de la pesada lightconstruction con que aquí seautodescrestan algunos jóvenesarquitectos de revista.

Una tradición viva.

Es muy sugestivo ese rasgo islámicoen nuestra cultura, especialmente en elvalle del Alto Cauca, desafortunadamenteno estudiado, que insinúan palabras yacentos, monturas y aperos de caballos,

dulces y comidas y algunos tiposhumanos y comportamientos, y que porsupuesto corrobora la Torre Mudéjar yel mudejarismo de su arquitecturacolonial y de tradición colonial, haciéndolala más representativa e interesante deCali y su región, por sus modelosdiversos, no sólo peninsulares, sustransculturaciones, eclectisismo yanacronismos. Ojalá (del árabe: wa-sáAlläh: y quiera Dios) se lo estudiaramás. Su influencia se manifiesta hastahoy, como curiosamente se puede veren muchos de los mejores ejemplos de laarquitectura residencial moderna,contemporáneos del californiano, perosobre todo los de la década de 1960,como en algunas casas de Eladio Muñozy de Borrero Zamorano y Giovanelli, yalgunos edificios modernos eclécticoscomo la Escuela de Enfermería deGermán Cobo, pos modernos antes delposmoderno. Además de sus volúmenespuros (que la arquitectura moderna debeal mediterráneo islámico), no sonedificios exentos rodeados deantejardines y aislamientos laterales yposteriores, como correspondería a susmodelos funcionalistas europeos ynorteamericanos (que paradójica peroexplicablemente sí los tienen las casasespañol californiano) sino queparamentan las calles y se organizanalrededor de patios como las casascoloniales. Se encuentran tambienornamentaciones planistas en ladrillo,como en el puente del Conservatorio enel que se copiaron los losanges de laTorre Mudejar, pero también en edificiosmodernos, que vendrían a ser nadamenos que versiones inconscientes peroafortunadas de la tsebka.

Finalmente, hay en el barrio de SanAntonio una interesante y muy recienterecreación posmoderna (nopostmodernista) de esta arquitecturahistorisista y mestiza y tan nuestra.Desgraciadamente, también se puedever su trivialización insensible eignorante. Han sido desafortunados losintentos de reproducir casas «coloniales»en muchas viviendas del sur de Cali, elllamado guatavitismo, o de repetir laTorre Mudéjar, como se hizopobremente en el ICESI.

Es evidente que, como dice HermannBroch, «nada puede satisfacer con tantafacilidad esta nostalgia del ayer históricocomo el kitsch […]» (BROCH, H. 1974,P.428). Mucha arquitectura pseudo-posmoderna se aproximó en Cali a finalesdel siglo XX al romanticismo sentimentaldel XIX, que Broch liga históricamenteal kitsch (BROCH, H. 1974, P.434), quees cuando entre nosotros, con la llamadaarquitectura republicana, empieza esteviraje de lo auténtico a lo falso, de lobello a lo complaciente, de lo serio a lofrívolo. Si bien se acepta, para bien ymás para mal, el valor de la arquitecturacolonial, poca atención se le ha dado asus influencias y mucho menos a sutradición mudéjar, es decir, hispano-musulmana.

La enorme importancia de la TorreMudéjar y las casas de hacienda estribano solo en ellas mismas sino en susenseñanzas. Es necesario estudiar másla Torre aunque ya nadie toque en ella el«ángelus» a las cuatro de la madrugadani la «queda» a las nueve de la noche,sonidos antiguos de Cali de que hablaMario Carvajal y que oyó de niño CarlosMercado quien además la recuerdaamarilla (y no rojiza), como se ve en lafotografía a colores de la pintura de E.Masías que guarda celosamente junto asus recuerdos. Lo que no sería extrañopues no solo Cali sino otras ciudades,como Cartagena, fueron pintadas deamarillo, a finales del XIX y principiosdel XX, por razones higiénicas: paraespantar los mosquitos; era la época enque el paludismo y la fiebre amarillapusieron a prueba los trabajos en elCanal de Panama.

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Pero el parentesco formal con laarquitectura popular castellana oandaluza puede encontrarse en muchosejemplos neogranadinos.

Su mudejarismo es corroborable entechumbres, sobre todo en susestructuras de par y nudillo, facilitadaspor la disponibilidad de abundantemadera, pero también en pisos, manejodel agua, uso de azulejos, decoración dela carpintería, e incluso en la técnica dela tapia pisada, tanto como en susvolúmenes cúbicos, el planismo de susfachadas y la directriz acodada (que sequiebra), constantes en toda laarquitectura colonial hispanoamericana.

Este «mudejarismo» y su dificultadde clasificación, caracterizan nuestraarquitectura colonial, según SantiagoSebastián (SEBASTIÁN, S. 1965, PP.20 Y SS).

De origen hispanomusulmán , y enúltimas islámico, parte aquí de formasibéricas permaneciendo sus modelos

desde la Conquista hasta después delfinal de la Colonia (CHUECA GOITIA,F. 1979, P. 174). Considerando lo tardíode sus más importantes y abundantesmanifestaciones, sería quizás pertinentecomenzar a llamarlo «mudéjaramericano».

El mudéjar.

La palabra, que existe por lo menosdesde el siglo XIV para designar a losmusulmanes sometidos a los cristianosy afincados en su territorio, esrelacionada con un tipo de arquitecturaen un texto de Manuel de Assas publicadoapenas en 1857 en el SeminarioPintoresco Español.

Pero, fue José Amador de los Ríosquien posteriormente introdujo el términoen la historia del arte en su discurso deingreso a la Real Academia de BellasArtes de San Fernando, refiriéndolo a la

síntesis entre los estilos históricosoccidentales y la arquitecturahispanomusulmana.

La influencia del arte hispano-musulmán en la arquitectura de laReconquista generó en España elmozárabe, que adapta las solucionescalifales a las construcciones cristianas.Arcos de herradura, bóvedas de arcoscruzados y gallonadas que se imbrican,en edificios de variada planimetría, condobles ábsides, plantas poligonales yespacios contiguos, cuadrangulares ycompartimentados pero manteniendo laorganización axial de las basílicas.

El mozárabe se extendió tanto enterritorio musulmán como cristiano,desde Galicia a Cataluña. El mudéjar,por su parte, es una forma posterior detratar los estilos europeos desde latradición hispanomusulmana yconstituye la fusión de estas doscorrientes opuestas.

Los edificios mudéjares, si bien sonobras cristianas, fueron levantados poralarifes de las tres religiones (judíos,musulmanes y cristianos) que convivíanen la España medieval.

La simbiosis de Románico, Gótico yRenacimiento, con el concepto espacialy el tratamiento del muro típicamentehispanos, engendra el románico deladrillo, el Gótico mudéjar y el EstiloCisneros, en los que se ha dividido laarquitectura mudéjar pero que no agotanlos grados de fusión de las dos grandescorrientes. Las diferencias regionales,la diversidad tipológica y las distintasclases sociales que construyeron enmudéjar, hacen de este estilo el máspeculiar de la arquitectura española.

El mudejarismo en la NuevaGranada.

La Nueva Granada, con razón, hasido llamada por Diego Angulo «LaMudéjar».

Pero aquí esta rica tradición no es ladel mudéjar de ladrillo de Castilla yAragón, sino la del blanco, sobrio yencalado de Andalucía, como afirmaGraziano Gasparini (GASPARINI, G.1985, P. 164).

Iglesia de Santa Barbara de Monpox, S. XVIII, una notable torre con balcón que pudo utilizarse parafunciones de exteriorización del culto. Fuente. Iberoamérica Tradiciones, Utopías y Novedad Cristiana

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Es muy sugestivo el rasgo islámico en nuestracultura, especialmente en el Valle del Alto Cauca,desafortunadamente no estudiado, que insinúanpalabras y acentos, monturas y aperos de caballos,dulces y comidas y algunos tipos humanos ycomportamientos, y que por supuesto corroborala Torre Mudéjar y el mudejarismo de suarquitectura colonial y de tradición colonial.Fotos Arq. Erick Figueroa.

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NOTAS

1 « Conjunto de principios organizativosarticulados que aparecen en forma recurrenteen ejemplos arquitectónicos y sonindependientes de la forma particular o estiloque asumen.» (FONSECA, L. ySALDARRIAGA, A. 1985, P. 14).

2 Materialización en el edificio de un tipo(CRUZ, N. 1994).

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Mudejarismo y Arquitectura en laNueva Granada, Siglo XVIII

*Benjamín Barney Caldas

* Arquitecto. Profesor Jubilado, Universidad delValle. Maestría en Historia Andina de laUniversidad del Valle.

PATRIMONIO, ARQUITECTURA ,TORRE MUDEJAR

Resumen.

Lo que caracteriza la arquitectura delXVIII en la Nueva Granada es sumudejarismo, especialmente en el vallegeográfico del Alto Cauca en donde, enCali, hay una obra excepcional: la TorreMudéjar. El Barroco y el Neoclasicismo,impulsados por los Borbones en España,son prácticamente inexistentes aquí. Estemudéjarismo cobra característicaspropias en Hispanoamérica,especialmente en la Nueva Granada y enel valle del Alto Cauca, por lo tardío node su aparición, que se inicia con laconquista, pero si de su clímax casi tressiglos después de que a desaparecido enla Península Ibérica. Aquí se expresa enlas casas urbanas y en las numerosashaciendas de la región, cuyasconstrucciones son justamente de estaépoca. Esta tradición islámica, que no sereduce a la arquitectura, sino que estapresente en la lengua, la comida, elvestido y algunas costumbres, no hasido casi valorada ni estudiada.

Abstract.

What characterises the XVIII centuryarchitecture of Nueva Granada is themudéjar, specially in the geographicalvalley of the Alto Cauca, where in thecity of Cali there is an exceptionalconstruction: the Torre Mudéjar. TheBaroque and Neoclassicism, promotedby the Borbons of Spain are practicallyun-existent here. The mudéjar gains itsown characteristics in Hispanoamerica,specially in Nueva Granada, not becauseof its late presence that started duringthe conquest, but because of its climaxalmost three centuries after it haddisappeard in the Iberic Peninsula. Hereit is expressed in the urban homes and inthe numerous haciendas of the region ,constructions that justly belong to thisepoch. This islamic tradition that notonly reduces to architecture, but that ispresent in language, food, clothing andcustoms, has not been valued or studied.

Mudejarismo y arquitectura en laNueva Granada, siglo XVIII.

La importación de la arquitecturaespañola comenzó con el último Góticoy la decoración plateresca, estilos quedejaron manifestaciones en la Catedralde la isla de Santo Domingo (ca.1521-37) y de inmediato pasaron al continentejunto con otra corriente traida -elmudéjar- que arraigó profunda yprolongadamente. A veces limitado a lascubiertas en artesa, cuyos mejoresejemplos están hoy en Colombia yVenezuela (PEVSNER, N. 1980, PP.286 y 287), el mudéjar en América ysobre todo en pleno siglo XVIII, comoes el caso del Virreinato de la NuevaGranada, es a primera vista sorprendenteya que no solamente Hispanoaméricasiempre se ha sentido lejos de lo islámico,no en vano fue aquí que se concretó elImperio Español y se expandió el españoly el catolicismo, sino que el estilo habíadesaparecido en la Península Ibérica

El mudéjar en América y sobre todo en pleno siglo XVIII, como es el caso de la Nueva Granada, es aprimera vista sorprendente ya que no solamente Hispanoamérica siempre se ha sentido lejos de loislámico, sino que el estilo había desaparecido en la Península Ibérica desde el siglo XVI.

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*Arquitecto, Magister Administración deEmpresas, Universidad del Valle. Profesor Titular,Departamento de Tecnología de la Construcción,Escuela de Arquitectura, Universidad del Valle.

**Ingeniera Civil, Universidad del Valle. Ph.D.,Ingeniería Civil, Universidad de Michigan.Profesor Titular, Escuela de Ingeniería Civil yGeomática, Universidad del Valle.

MATERIALES, SISTEMAS, VIVIENDA,SISMORRESISTENCIA, MUROSTENDINOSOS , HOMOLOGACION

Materiales y Sistemas alternativospara la vivienda. Los Muros Tendinosos

*Luis Humberto Casas Figueroa**Patricia Guerrero Zúñiga

1. Resumen.El presente artículo ha sido elaborado

con base al proyecto denominado“Propuesta para Homologar el SistemaConstructivo de Muros Tendinosos deacuerdo a la NSR-98” formulado y endesarrollo por parte de las Escuelas deArquitectura y de Ingeniería Civil yGeomática y la Federación Nacional deCafeteros. En este se revisa a nivelmundial la necesidad de investigar acercade los materiales y sistemas cons-tructivos y a partir de esta revisión seevalúa el estado del arte y comomateriales y sistemas constructivosautóctonos han sido desplazados. Seestudia la situación nacional en cuantoal déficit de vivienda y como se havenido abocando éste, para poste-riormente introducir aspectos de ordentecnológico relacionados con nuestraubicación geográfica en zona de riesgosísmico y el comportamiento de lasedificaciones y las alternativas en cuantoa sistemas constructivos y materialesusados que han presentado un buen

nivel de respuesta ante eventos sísmicos.Finalmente se plantea lo relacionado conel sistema de Muros Tendinosos, sistemadiseñado y creado en la Universidad delValle y utilizado por la Federación deCafeteros en la construcción de más deseiscientas (600) viviendas en los últimosdiez años con resultados positivos en eltiempo en cuanto a estabilidad y dura-bilidad y el cual se está evaluando teóricay experimentalmente para ser homo-logado de acuerdo a la NSR-98.2. Abstract.

This article is extracted from theproposal of the ongoing project “Proposalto homologate the construction systemon Muros Tendinosos according tocolombian specifications for buildingconstruction, NSR-98”.This joint projectinvolves the schools of Architectureand Civil Engineering from theUniversidad del Valle and the ColombianCoffee Federation (FederacionColombiana de Cafeteros). The articlereviews the state of the art on materialsand construction systems, and it shows

the necessity to investigate on traditionalsystems and materials that have beenforgotten. The national situation is studiedwith respect to the shortcoming of livingunits and how the government hasresponded to this demand. It also reviewstechnical aspects related to the hazardsof these construction systems related totheir geographical location. Because thisis a highly seismic area, the articlereviews buildings, materials andconstruction systems that show a goodseismic performance. Finally, the articlepresents the construction system calledMuros Tendinosos. The system wascreated in the Universidad del Valle andit has been used by the Colombian CoffeeFederation to the construction of morethan 600 living units for the last tenyears. The behavior of this system hasshowed to be very safe for gravity andseismic loads during the last seismicevents. Its stability and durability isbeing evaluated theoretically andexperimentally to look forward for itshomologation by the NSR-98.

Urbanización La Independencia-Municipio de Restrepo, Valle. Vista del conjunto.Fuente: Arq. Mauricio Medina.

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3. Materiales, evolución y uso.

En casi todo el mundo han existidorecursos naturales, sea de origen mineralo vegetal, que han permitido durantemuchos siglos la construcción deviviendas; sin embargo estos materiales,sus técnicas y su uso se han idoperdiendo sustituyéndose por otros yotras, sin entrar a valorar su incidenciasocial, cultural y económica. En muchoscasos estos nuevos materiales por elconsumo energético de producciónindustrial, el transporte de la materiaprima base y el posterior traslado delproducto, componente o elemento de laedificación al sitio de trabajo resultan sermás costosos que los materialesautóctonos.

Actualmente existe un desco-nocimiento de los recursos naturalescon que contamos y en especial de losrecursos que no son petro químicos, niminerales metálicos ya que éstos notienen mayor interés por parte delmercado internacional.

En documentos de la Organizaciónde Naciones Unidas para el DesarrolloIndustrial-ONUDI-1 se plantea la nece-sidad de investigar para la industria de laconstrucción acerca de:

• La utilización de materiales ysubproductos locales.

• Conservación de recursosnaturales y energéticos.

• Aumento de la durabilidad y lapiroresistencia de los materiales deconstrucción autóctonos.

• Tecnologías apropiadas.• Aplicación de técnicas de

control de calidad para el mejor uso delos recursos naturales y energéticos.

En relación con los materiales deconstrucción, dicho documento planteacomo prioridades el estudio y uso de:

1. Tierra (arcilla, adobe, laterita).2. Cemento, cal, yeso y puzolanas

(fábricas sencillas, materias primaslocales y empleo de combustible para lacalcinación).

3. Concreto, ferrocemento,ladrillos, bloques, elementospremoldeados.

4. Madera, bambú, otrosproductos y subproductos vegetales.

Si nos remitimos a nuestros orígenes,los grupos sedentarios del períodoprehispánico se asentaron en los vallesgeográficos de la región occidental y laregión central y en el área andina dondese usaron la tierra y la madera sin pro-cesar como materiales de construcción,para posteriormente en el períodocolonial mezclar las raíces prehispánicascon los aportes hispanos y africanos; dela península ibérica se recibe la técnicade la tapia, proveniente de los árabes yde África se revitaliza el bahareque. Enel siglo XIX aparecen nuevastecnologías, pero continúa el predomi-nio de las construcciones de tierra, eladobe se utiliza en construccionesurbanas de uno o dos pisos hasta laintroducción del ladrillo cocido y delcemento, los cuales se usan a pesar desus costos porque permiten construirmuros estructurales y de cerramientoen menor tiempo y con mínimomantenimiento.

Actualmente en nuestro país, losmateriales más conocidos y utilizadosen la industria de la construcción son elcemento y sus derivados, el acero enforma de varillas, láminas, perfiles ymallas electrosoldadas, la arcilla en formade ladrillos para muros y losas, la maderay por último la cerámica.

El cemento es usado funda-mentalmente para elaborar morteros yconcretos simple o armado; el acerocomo refuerzo, o para estructuras deacero en forma de esqueleto (vigas ycolumnas), como láminas dobladas,planas para el uso de cubiertas o comoparte de la armadura en entrepisos.

En los últimos 30 años se hanincorporado desarrollos tecnológicos deproducción de componentes y elementospara la construcción de edificaciones enconcreto armado vaciado en formaletasmetálicas o en paneles prefabricados enplanta fija o pie de obra, obteniendoeconomía en el uso de materiales, queconjuntamente con el diseño de procesosrepetitivos y fáciles de controlar hanpermitido disminuir costos deproducción y mejorar los niveles decalidad de las edificaciones.

Imagen 01, Sistema de Muros de Carga. Fuente, Bustamante H. Edgar Normatividad y Generalidadesde la NSR 18.

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Archivos de arquitectura yurbanismo

Ideas iniciales y primeras experiencias*Olga Cecilia Eusse González

* Estudiante de Arquitectura, Décimo SemestreEscuela de Arquitectura, Universidad del Valle.Proyecto OTTO MOLL Consolidación del Archivo y Centro de Documentación. CITCE.

ARCHIVO -FUENTES DOCUMENTALES-CONSERVACIÓN -ARQUITECTURA.

ESTACIÓN DE BUENAVENTURA, Patios en 1927. Fondo Ferrocarril del Pacífico. Colección deMapas y Planos de 1910 a 1960. Archivo Otto Moll. CITCE - Universidad del Valle.

Resumen.

Este artículo, basado en la ponenciarealizada para el Primer Foro deEstudiantes de Historia del 2.001, en laUniversidad del Valle, se proponedesarrollar algunos temas puntualessobre los archivos temáticos, para elcaso, los de Arquitectura y Urbanismo.

En el desarrollo de éstos seconsiderará desde la cuestión general delos “archivos temáticos”, pasando porlos documentos que le son propios a lasactividades de las disciplinas tratadas,finalmente, se hará una referencia aexperiencias en este campo y sepresentarán algunas ideas que destacanla importancia de estos archivos para lainvestigación en Arquitectura,Urbanismo y otras disciplinas que tienencomo objeto de estudio: el territorio, loshechos construidos y los entornos quesurgen de estos: la ciudad y la región.

Abstract.

This article is based in a text for theFirst History Students’ Forum 2.001, inUniversidad del Valle. Its purpose is todevelop a few specific topics about“thematic files”, in this case ofArchitecture and Urbanism.

The development will go from thegeneral issues concerning thematicfiles, continuing with the documentsthat are characteristic to the activities ofthis disciplines, and finally, a fewreferences of experiences in the field.Along with this, several ideas that makeevident the importance of this files onresearch projects, not only inArchitecture and Urbanism, but also inother disciplines that have as a studyobject: territory, built facts and theenvironments that result from this: thecity and the region.

Introducción.

Uno de los fenómenos mássobresalientes en las sociedadescontemporáneas está relacionado con lacapacidad de reproducir cada vez másuna gran cantidad de información endiferentes soportes y encontrarle a éstautilidad. Otro fenómeno, casi paralelo,se relaciona con la búsqueda de mediosefectivos para la conservación de esainformación que diariamente esreproducida, y sobre todo, de la que yaha sido elaborada en el pasado cercanoo remoto. En esta tendencia devaloración de las fuentes documentalesestá inscrito el sentido de los archivos,y en especial, de los archivos temáticosque serán de los que nos ocuparemos enlas próximas páginas.

Abordar este tema implica pasar portres aspectos que son pertinentes parasu desarrollo: Primero, se expondránalgunas ideas acerca del archivo yalgunos conceptos asociados a lareflexión de la disciplina archivística.

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Sin embargo la introducción de estastecnologías que habían sido utilizadasen la reconstrucción de Europa despuésde la guerra para resolver los problemasde vivienda, en muchos casos fuenegativa, pues se trató de unatransferencia de tecnología que ademásde no estar adaptada al medio, no podíaser usada para solucionar el déficit de lapoblación de bajos recursos, ya que loscostos excedían las posibilidadeseconómicas de las familias a las que ibandirigidos estos programas, además, enmuchos casos se trataba de tecnologíasen desuso que obligaban a la compra deequipos o insumos de las industrias enlos países de origen.

4. La vivienda, déficit, políticas delestado.

“La gran mayoría de la poblaciónlatinoamericana utiliza un cobijoautoproducido que manifiesta carenciasen su planeamiento y ejecución. Entrelas principales deficiencias técnicas dela autoproducción destacan la falta deeconomía y racionalización en el uso demateriales constructivos, seleccionadosen aras de expectativas irreales; laignorancia de técnicas modernas otradicionales adecuadas al entorno y alas condiciones socio-económicas; yobviamente la desvinculación decualquier intento de investigación ydesarrollo tecnológico. La construcciónde espacios mínimos mal diseñadosgenera problemas de funcionalidad enla vida cotidiana, y está alejada de todanormativa relacionada con la estabilidadestructural, lo que implica riesgosadicionales en caso de sismos u otrosfenómenos destructivos naturales.Procedimientos de construccióndesfasados de la capacidad organizativade los propios usuarios les somete a unexcesivo desgaste sico-social y físico”2 .

La población de bajos ingresos, sinacceso a las tecnologías modernas,busca resolver su problema de vivienda,como lo anotaba la cita anterior, a travésde su propio esfuerzo, utilizandotecnologías tradicionales e improvisadas.

Las tradicionales en muchos casosno se adaptan a las nuevas condicionesde crecimiento de la ciudad y lasimprovisadas corresponden a solucionesprecarias que reflejan el bajo nivel deingreso, y la inestabilidad, dado el tipo deocupación de la tierra; por otro lado,existe una falta de apoyo técnico yeconómico en todos los casos. El déficitapremiante de espacio construido, elproblema del desempleo, hacen necesarioplantear otras alternativas que conllevenal uso de tecnologías mas apropiadas anuestras condiciones y que hagan posiblecon los medios de que disponemos laconstrucción de viviendas, que por unlado, satisfagan la necesidad de hábitat ypor otro lado incorporen mano de obra.

El crecimiento de nuestras ciudadesproducto entre otros del desequilibrioentre el campo y la ciudad, la migraciónpor efecto de la violencia, el bajo ingresopercapita de amplios sectores de lapoblación, y la baja productividad de lasociedad en su conjunto agravan elproblema de la vivienda en Colombia, sudéficit cuantitativo y cualitativo.

Se estima que en Colombia mas del75% de las viviendas han sido construidassin la intervención de profesionales, sincumplir normas de construcción, conmateriales locales y con mano de obraprincipalmente de los propios usuariosde las viviendas; esta modalidad deconstrucción es característica del medio

rural, pero es muy frecuente también enzonas urbanas.

Si miramos esta situación desde elmedio rural, la poca atención del Estado,la concentración en las zonas urbanasde fuentes de trabajo y recursos de todoorden, impiden que el campo se desarrolley hacen que la ilusión por unas mejorescondiciones de vida muevan a sushabitantes a migrar hacia las ciudades.

Si a lo expuesto anteriormente leagregamos la implementación delproceso de modernización del Estado, laapertura económica y sus efectos en losprincipales centros urbanos del país,podemos afirmar que hasta el momentono se han generado mejores niveles decompetitividad, ya que la brecha entrelos ingresos rurales y urbanos hancrecido de manera acelerada durante losúltimos años.

“La tendencia hacia la concentraciónde la población en las zonas urbanascontinua; en 1995 la población de lascabeceras municipales alcanzó un totalde 28 millones, el 75% de la poblacióntotal. Anualmente el número dehabitantes urbanos crece en 860.000 yel 60% se localiza en los once principalescentros urbanos con su respectivo áreametropolitana; otras manifestaciones deprocesos urbanos regionales fun-damentales para alcanzar unaorganización territorial favorable para laapertura y desarrollo son los ejes urbanos

Imagen 02, Vivienda en Bambu,Urbanización Divina Providencia, Manizales-CaldasFoto: Revista Escala Nº 172.

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Las actividades comprendidas en lasegunda fase son las siguientes:

• Adaptación del sistema a lascomunidades: zona rural y urbana.Trabajo arquitectónico con la comunidady con las ONGs interesadas.

• Difusión del sistema a través decharlas a los gremios, a las comunidadesrurales, a las Jal locales, y otros.

• Preparación y difusión decartilla que enseñe a construir y optimizarla construcción con muros tendinosos.

NOTAS

1 UNCHS-Hábitat. “Producción demateriales de construcción en pequeña escalaen el contexto del sector económico noestructurado”. Organización de NacionesUnidas para el Desarrollo Industrial -ONUDI-Primera consulta sobre la industria de losmateriales de construcción, pp. 1-39, Atenas-Grecia, 1985.

2 SALAS SERRANO, Julián. Resultados dela discusión colectiva, parte 3: ViviendaLatinoamericana, página 203. Libro “Viviendoy construyendo tecnologías para viviendas deinterés social”, Programa Iberoamericano deCiencia y Tecnología para el Desarrollo -CYTED-. Editorial Escala. Santafé de Bogotá,1994.

3 Plan de Desarrollo Económico 1999-2002.“Para construir la Paz”. Presidencia de laRepública de Colombia.

4 MOGOLLÓN SEBAS, Jaime. Bahareque:Cultura Sísmica del Eje Cafetero Colombiano,pág. 17. Revista El Cable, Departamento deArquitectura, Universidad Nacional,Manizales, marzo de 2000.

5 SUPELANO, Pedro, THOMAS M.,Alvaro. “Muros Tendinosos”, ProyectoMadera, desarrollo investigativo No. 1.Facultad de Arquitectura, Universidad delValle, 1989.

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regionales, el desarrollo urbanofronterizo, los sistemas urbanos deapoyo y promoción de las zonas deproducción agrícola y zona de economíaen enclave”3.

Todos estos hechos han provocadoy seguirán provocando un aumentocreciente en las demandas urbanas, lascuales han adquirido volúmenes ydimensiones para lo que no está preparadanuestra economía y su dinámicaproductiva.

Pareciera ser que abocar el tema dela vivienda rural estuviera fuera decontexto, puesto que todas las políticasy acciones estatales se dirigen a la ciudad,para dar vivienda al obrero, al desplazado,al marginado, al emigrante; fomentandoentonces la megalopolis, y aumentandoel hambre, la miseria y el deteriorosocial.

Las precarias condiciones del hábitatrural, hacen necesario formular accionesconducentes al mejoramiento físico, queorienten un proceso de satisfacción denecesidades de los pobladores del mediorural, tanto de la vivienda, como de lainfraestructura de saneamiento básico,utilizando tecnologías alternativas otradicionales mejoradas.

El déficit cualitativo y cuantitativodel espacio habitable en el medio ruraldebe contrarrestarse con políticas delEstado que incentive al poblador rural apermanecer en su hábitat y a desestimarsu migración.

Las acciones del Estado han sidoorientadas a transferir modelos del hábitaturbano al medio rural con implicacionesen cuanto a pérdida de identidad físico-social y cultural retomando el texto delarquitecto Antonio Fernández Alba ensu libro En las gradas de Epidauros,“propiciamos hechos para que el hombrehabite espacios y soporte moradasconstruidas sin proyecto de lugar”.

Ante esta situación, se hace necesariorealizar acciones y proyectos que seanacordes con el entorno físico-social ycultural de la región. (Ver Imagen 02).

Aunque la arquitectura en términosgenerales no tiene tendencias univer-salmente compartidas, en el caso de lavivienda de interés social y la viviendarural, se hace indispensable por un lado

la consideración del aprovechamientoeficiente de recursos disponibles comouno de los principios relevantes y porotro la progresividad como elementoesencial para alcanzar mejores nivelesde vida. Esta condición plantea lanecesidad de conocer las posibilidadestanto tecnológicas como expresivas delos sistemas constructivos, a fin depermitir su adecuado manejo tanto desdeel punto de vista de comportamiento, yresistencia como de las condiciones deconfort, mantenimiento, valores estéticosy otros.

De igual manera, es importanteconsiderar las variables de índole culturalpara la aceptación de las tecnologíasempleadas, ya que la resistencia alcambio puede ser uno de los factores delfracaso de la aplicación de propuestasque aún cuando son muy eficientes, nologran introducirse en la técnicaconstructiva popular.

5. Situación geográfica, compor-tamiento estructural,sistemasalternativos.

En Colombia merece especialatención el problema del comportamiento

de las edificaciones ante el sismo y losniveles de seguridad que puedengarantizar estas a los usuarios, ya quegran parte del país es sísmicamenteactivo por su ubicación en la zona andinade alta actividad sísmica lo que hacevulnerable las construcciones,encontrándose antecedentes desde 1785con el sismo de Cúcuta, el de 1983 enPopayán, y el último del siglo pasadoArmenia 25 de Enero de 1999, quemuestran como nuestras poblacionesson vulnerables y propensas a eventossimilares.

A raíz del sismo de Popayán, elgobierno colombiano emitió el Decreto1.400 de 1984, Código deConstrucciones, con el propósito deproteger la vida y salvaguardar laspropiedades; luego de 13 años se vio lanecesidad de actualizarlo con base aexperiencias obtenidas en sismosposteriores expidiéndose la NSR-98.

La NSR-98 define el comportamientosísmico de los sistemas estructurales deacuerdo con su capacidad de disipar odispersar la energía cuando seencuentran en una situación extremaque los lleve al punto máximo deelasticidad o rango inelástico.

Esta capacidad de disipar energíaclasifica la norma como mínima,moderada o especial. Además actualizael mapa de zonas de amenaza sísmica enColombia (alta, intermedia, baja), yclasifica los sistemas estructurales deacuerdo a su comportamiento sísmicoen cuatro:

1. Sistema de muros de carga(ver Imagen 01).

2. Sistema de pórtico.3. Sistema combinado.4. Sistema dual.

“El sismo del 25 de enero de 1999con epicentro en la ciudad de Armeniaen el Departamento del Quindío,evidenció de nuevo la alta vulnerabilidadsísmica de las edificaciones menoresconstruidas sin cumplir los requisitosbásicos de diseño sismorresistente ypuso también en evidencia que lasedificaciones diseñadas y construidasatendiendo los requisitos de la NSR-98

Imagen 03, Detalle constructivo del MuroTendinoso con estructura en MaderaGrafico: Revista Escala Nº 172.

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El sistema constructivo de MurosTendinosos para ser homologado comoun sistema constructivo seguro yfuncional debe evaluarse sucomportamiento a las solicitaciones deuso diario y a las solicitaciones sísmicas;ésta homologación la hace la ComisiónPermanente del Código Colombiano deConstrucciones Sismo-Resistentes,NSR-98. Para su efecto se estárealizando el estudio respectivo quecomprende ensayos y validacionesteóricas con base en modelosexperimentales y analíticos de losmateriales constitutivos y de loselementos estructurales, los cualespermitirán llevar a cabo análisisparamétricos para la optimización deldiseño, racionalización de uso de losmateriales y nuevas formas masadaptadas a los patrones culturales delas diferentes zonas del país y de estemodo hacer mas confortable la viviendademostrando que el sistema tiene unbuen comportamiento sismorresistentey por lo tanto es un sistema seguro.

Con la evaluación del sistema deMuros Tendinosos se busca nosolamente obtener su homologación sinotambién que éste se incluya en la próximaversión del Código en el Título E paraviviendas de uno y dos pisos, como unsistema aprobado y con los requisitos yespecificaciones adecuadas para suconstrucción; estas especificacionesdeben garantizar la construcción deedificaciones funcionales, económicasy seguras.

El proyecto consta de dos fases, laprimera consiste en el desarrollo de lasactividades experimentales y desarrollosteóricos que prueben los beneficios delsistema, y lograr obtener la aprobacióndel sistema por parte de la comisióncorrespondiente de la Norma Sismo-Resistente Colombiana, y en la segundafase la optimización de los diseños tantoarquitectónicos como estructurales, contrabajo de difusión y asesoría dentro delas comunidades más necesitadas, conel fin de conseguir la aceptación culturaldel sistema.

Las actividades a desarrollar en laprimera fase son las siguientes:

• Evaluación de los proyectosconstruidos.

• Caracterización de losmateriales

• Construcción de prototipospara ensayos a escala

• Mediciones dinámicas ambien-tales a los dos tipos de construcción entendinosos: madera y metal, con el fin dedeterminar sus propiedades dinámicas ycalibrar los modelos teóricos.

• Pruebas experimentalesestáticas en marco de ensayo y pruebasdinámicas.

• Confrontación de los resultadosexperimentales con los teóricos paradesarrollar un modelo teórico apropiadopara el estudio paramétrico y deoptimización.

• Presentación de los resultadosa la Comisión Permanente para lograr laaprobación del sistema.

• Presentación del sistema y de lametodología utilizada para lahomologación en una conferencianacional de estructuras y en unainternacional.

Imagen 08, Urbanización Buenaventura, vista del conjunto-corregimiento de Miravalle-Municipio deLa Victoria, Valle.

Imagen 09, Casa Campesina , Municipio de Caicedonia, Valle. Reconstrucción sismo de Armenia,Muro Tendinoso con estructura metálica.

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presentaron un comportamiento sísmicoaceptable, garantizando la vida a losusuarios y preservando el patrimonio delos propietarios, tal como se puedereafirmar en el siguiente texto: Enreciente escrito Las viviendas del ejecafetero y el terremoto del 25 de enero,el autor decía:

«La cultura sísmica local y eldesarrollo de nuevas formas debahareque permitieron que obras de granimportancia se comportaran excelen-temente ante el sismo del 25 de enero.

El punto crítico para la magnitud deldesastre lo conformaron las cons-trucciones de viviendas populares deuno y dos pisos, debe ser entonces eltema de investigación y desarrollo en unfuturo inmediato: nuevos sistemasseguros y que garanticen la inversión envivienda de las clases menosfavorecidas».

Nuevos sistemas se han venidoproponiendo como pudimos apreciarloen reciente visita al patio de modelos enel Club Cafetero del Quindío en Calarcá.Se aprovechó el bahareque en suliviandad, su flexibilidad y su ductilidadque se han expresado con nuevas formasy/o con nuevos materiales; conestructuras metálicas y muros laminaressecos, o con estructuras de guadua y/omadera y muros de mallas metálicasrevocadas, que aplican además la

coordinación dimensional y modular,reduciendo de paso los costos. Podemosasí repetir el viejo adagio, la necesidadcrea órganos, en el Eje Cafetero lassoluciones constructivas posteriores ala tragedia han sido creativas”4 .

En este sentido las Escuelas deArquitectura, Ingeniería Civil yGeomática y la Federación de Cafeteros,viene desarrollando el proyecto parahomologar el sistema de murostendinosos de acuerdo a la NSR-98.Este sistema fue creado hace mas de 10años por los profesores Pedro Supelano,q.e.p.d. y Alvaro Thomas, de la Facultadde Arquitectura de la Universidad delValle; se basa en el tradicional bahareque,al cual se le han cambiado algunosmateriales y se le han introducidoconceptos y técnicas modernas paramejorar su comportamiento.

La idea del sistema tendinoso estámanejada en la clasificación de lossistemas estructurales propuesta porFelix Cardellac desde 1910, Filosofía delas Estructuras.

6. El sistema de muros tendinosos,su homologación.

El Sistema de Muros Tendinosos sepuede clasificar como sistema de murosconfinados de carga, donde la estructura

base consiste en un aporticado de madera,guadua o acero, que al construir eltendinoso integralmente a esta estructuralos convierte en muros de carga. Estácompuesto por mortero armado sobrealambre de púas y costales (bolsas defique) confinado por columnas y vigasde madera, guadua o de ángulosmetálicos.

“La propuesta es crear una estructuracon tendones con alambres de púas,entre parales de la estructura tradicionalde madera; fijar un costal de fique de ojogrande, “papero” (Imagen 03, 04), a laestructura con puntillas y repellar sobreel costal, usándolo como un sistema deformaleta absorbente (encofradoabsorbente permanente). El champeadoinicial se realiza con una mezcla aguada1:3 por ambos lados, y el repello acabadocon una mezcla 1:3 ó 1:4, dependiendode la calidad de la arena hasta un espesorde 4.5 cm. Estas verdaderas láminasarmadas, integradas a través de las grapasy las puntillas a la estructura tradicionalde madera, se convierten en unaestructura de láminas rígidas, conarticulaciones flexibles, dadas por elentramado que sostiene y ordena esarigidez”5 .

El sistema constructivo de MurosTendinosos se ha usado con éxito en laconstrucción de viviendas de uno y dos

Imagen 04, Proceso de construcción con Muros Tendinosos con estructura metálica. UrbanizaciónBuenaventura, corregimiento de Miravalle-Municipio de La Victoria, Valle.Fuente: Arq. Mauricio Medina.

Imagen 05, Urbanización Samaria-FederaciónColombiana de Cafeteros, Municipio deCaicedonia, Valle

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pisos especialmente en zonas rurales.Una de estas experiencias positivas lasha tenido la Federación de Cafeteros enel Departamento del Valle del Cauca,con más de 600 soluciones de viviendasconstruidas y entregadas en veredas deTulua, Trujillo, Restrepo, Caicedonia ySevilla desde 1990. (Imagen 05, 06, 07)

El buen comportamiento estructuralde este sistema constructivo se pudocomprobar en visita realizada a lasprimeras viviendas construidas hace 10

años por la Federación, algunas de ellasen la zona de influencia del sismo deArmenia 1999. En las cuales no seencontraron grietas, ni daños estruc-turales. De acuerdo a datos obtenidosdel equipo de proyectos de la Federaciónde Cafeteros (Arq. Mauricio Medina),se ha podido incrementar la coberturasocial en el campo de vivienda en laszonas rurales de los municipios del Valledel Cauca por las economías encontradasal hacer uso del sistema de MurosTendinosos.(Ver Imagen 08, 09)

A pesar de las ventajas, y el buencomportamiento observado, este sistemano puede usarse para construirurbanizaciones en las cabecerasmunicipales, ya que de acuerdo a la ley400 de 1987 los proyectos deben seraprobados previamente a suconstrucción y ejecución por lasCuradurías locales, las cuales no puedenextender la licencia de construcción aun sistema que no está incluido en elCódigo Colombiano de ConstruccionesSismo-Resistentes, NSR-98, como esel caso de los Muros Tendinosos. Deigual forma y por la misma razón laspersonas que aspiran a obtener auxiliosoficiales para solucionar su problema devivienda no pueden usar un sistemaconstructivo sin estar reconocido por laNSR-98.

Un ejemplo de lo anterior se tiene enla pasada convocatoria paraconstrucción de 20.000 viviendas en lazona afectada por el sismo del ejecafetero, con una inversión de $270.000millones de pesos, la cual se cerró el 25de abril de 2000; los sistemas que resultenfavorecidos deben estar aprobados porla Comisión Permanente para el Régimende Construcciones Sismo-Resistente.La construcción en Muros Tendinososofrece una alternativa de vivienda dignay económica a las personas que no hanresuelto esta necesidad básica, o quehan sido desplazados por causa de lacrisis que atraviesa el país con laconsiguiente generación de cordones demiseria en las cabeceras municipales.

Adicionalmente este sistema puedeser llevado a cabo por auto-construccióncon la ventaja de que la comunidadqueda capacitada para adicionar áreas asus viviendas, construir servicioscomplementarios, tales como quioscoscomunitarios,tanques de almace-namiento de agua que mejoran ydignifican su calidad de vida.

Entre los requisitos exigidos paraobtener la homologación del sistema seencuentra la necesidad de presentarresultados experimentales y modelosteóricos calibrados con respuestassatisfactorias a solicitaciones estáticasy dinámicas.

Imagen 06, Urbanización La Paz-Municipio de Trujillo, Valle. Fuente: Arq. Mauricio Medina

Imagen 07, Urbanización Los Laureles-Municipio de Bolivar, Valle.

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presentaron un comportamiento sísmicoaceptable, garantizando la vida a losusuarios y preservando el patrimonio delos propietarios, tal como se puedereafirmar en el siguiente texto: Enreciente escrito Las viviendas del ejecafetero y el terremoto del 25 de enero,el autor decía:

«La cultura sísmica local y eldesarrollo de nuevas formas debahareque permitieron que obras de granimportancia se comportaran excelen-temente ante el sismo del 25 de enero.

El punto crítico para la magnitud deldesastre lo conformaron las cons-trucciones de viviendas populares deuno y dos pisos, debe ser entonces eltema de investigación y desarrollo en unfuturo inmediato: nuevos sistemasseguros y que garanticen la inversión envivienda de las clases menosfavorecidas».

Nuevos sistemas se han venidoproponiendo como pudimos apreciarloen reciente visita al patio de modelos enel Club Cafetero del Quindío en Calarcá.Se aprovechó el bahareque en suliviandad, su flexibilidad y su ductilidadque se han expresado con nuevas formasy/o con nuevos materiales; conestructuras metálicas y muros laminaressecos, o con estructuras de guadua y/omadera y muros de mallas metálicasrevocadas, que aplican además la

coordinación dimensional y modular,reduciendo de paso los costos. Podemosasí repetir el viejo adagio, la necesidadcrea órganos, en el Eje Cafetero lassoluciones constructivas posteriores ala tragedia han sido creativas”4 .

En este sentido las Escuelas deArquitectura, Ingeniería Civil yGeomática y la Federación de Cafeteros,viene desarrollando el proyecto parahomologar el sistema de murostendinosos de acuerdo a la NSR-98.Este sistema fue creado hace mas de 10años por los profesores Pedro Supelano,q.e.p.d. y Alvaro Thomas, de la Facultadde Arquitectura de la Universidad delValle; se basa en el tradicional bahareque,al cual se le han cambiado algunosmateriales y se le han introducidoconceptos y técnicas modernas paramejorar su comportamiento.

La idea del sistema tendinoso estámanejada en la clasificación de lossistemas estructurales propuesta porFelix Cardellac desde 1910, Filosofía delas Estructuras.

6. El sistema de muros tendinosos,su homologación.

El Sistema de Muros Tendinosos sepuede clasificar como sistema de murosconfinados de carga, donde la estructura

base consiste en un aporticado de madera,guadua o acero, que al construir eltendinoso integralmente a esta estructuralos convierte en muros de carga. Estácompuesto por mortero armado sobrealambre de púas y costales (bolsas defique) confinado por columnas y vigasde madera, guadua o de ángulosmetálicos.

“La propuesta es crear una estructuracon tendones con alambres de púas,entre parales de la estructura tradicionalde madera; fijar un costal de fique de ojogrande, “papero” (Imagen 03, 04), a laestructura con puntillas y repellar sobreel costal, usándolo como un sistema deformaleta absorbente (encofradoabsorbente permanente). El champeadoinicial se realiza con una mezcla aguada1:3 por ambos lados, y el repello acabadocon una mezcla 1:3 ó 1:4, dependiendode la calidad de la arena hasta un espesorde 4.5 cm. Estas verdaderas láminasarmadas, integradas a través de las grapasy las puntillas a la estructura tradicionalde madera, se convierten en unaestructura de láminas rígidas, conarticulaciones flexibles, dadas por elentramado que sostiene y ordena esarigidez”5 .

El sistema constructivo de MurosTendinosos se ha usado con éxito en laconstrucción de viviendas de uno y dos

Imagen 04, Proceso de construcción con Muros Tendinosos con estructura metálica. UrbanizaciónBuenaventura, corregimiento de Miravalle-Municipio de La Victoria, Valle.Fuente: Arq. Mauricio Medina.

Imagen 05, Urbanización Samaria-FederaciónColombiana de Cafeteros, Municipio deCaicedonia, Valle

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pisos especialmente en zonas rurales.Una de estas experiencias positivas lasha tenido la Federación de Cafeteros enel Departamento del Valle del Cauca,con más de 600 soluciones de viviendasconstruidas y entregadas en veredas deTulua, Trujillo, Restrepo, Caicedonia ySevilla desde 1990. (Imagen 05, 06, 07)

El buen comportamiento estructuralde este sistema constructivo se pudocomprobar en visita realizada a lasprimeras viviendas construidas hace 10

años por la Federación, algunas de ellasen la zona de influencia del sismo deArmenia 1999. En las cuales no seencontraron grietas, ni daños estruc-turales. De acuerdo a datos obtenidosdel equipo de proyectos de la Federaciónde Cafeteros (Arq. Mauricio Medina),se ha podido incrementar la coberturasocial en el campo de vivienda en laszonas rurales de los municipios del Valledel Cauca por las economías encontradasal hacer uso del sistema de MurosTendinosos.(Ver Imagen 08, 09)

A pesar de las ventajas, y el buencomportamiento observado, este sistemano puede usarse para construirurbanizaciones en las cabecerasmunicipales, ya que de acuerdo a la ley400 de 1987 los proyectos deben seraprobados previamente a suconstrucción y ejecución por lasCuradurías locales, las cuales no puedenextender la licencia de construcción aun sistema que no está incluido en elCódigo Colombiano de ConstruccionesSismo-Resistentes, NSR-98, como esel caso de los Muros Tendinosos. Deigual forma y por la misma razón laspersonas que aspiran a obtener auxiliosoficiales para solucionar su problema devivienda no pueden usar un sistemaconstructivo sin estar reconocido por laNSR-98.

Un ejemplo de lo anterior se tiene enla pasada convocatoria paraconstrucción de 20.000 viviendas en lazona afectada por el sismo del ejecafetero, con una inversión de $270.000millones de pesos, la cual se cerró el 25de abril de 2000; los sistemas que resultenfavorecidos deben estar aprobados porla Comisión Permanente para el Régimende Construcciones Sismo-Resistente.La construcción en Muros Tendinososofrece una alternativa de vivienda dignay económica a las personas que no hanresuelto esta necesidad básica, o quehan sido desplazados por causa de lacrisis que atraviesa el país con laconsiguiente generación de cordones demiseria en las cabeceras municipales.

Adicionalmente este sistema puedeser llevado a cabo por auto-construccióncon la ventaja de que la comunidadqueda capacitada para adicionar áreas asus viviendas, construir servicioscomplementarios, tales como quioscoscomunitarios,tanques de almace-namiento de agua que mejoran ydignifican su calidad de vida.

Entre los requisitos exigidos paraobtener la homologación del sistema seencuentra la necesidad de presentarresultados experimentales y modelosteóricos calibrados con respuestassatisfactorias a solicitaciones estáticasy dinámicas.

Imagen 06, Urbanización La Paz-Municipio de Trujillo, Valle. Fuente: Arq. Mauricio Medina

Imagen 07, Urbanización Los Laureles-Municipio de Bolivar, Valle.

Page 55: CITCE ISSN 0124-0331 Revista - Univallecms.univalle.edu.co/citce/images/descargas/REVISTA-CITCE-4.pdf · Olga C. Eusse G. Estudiante Arquitectura Universidad del Valle. Jorge Ramos.

Revista CITCERevista CITCE

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regionales, el desarrollo urbanofronterizo, los sistemas urbanos deapoyo y promoción de las zonas deproducción agrícola y zona de economíaen enclave”3.

Todos estos hechos han provocadoy seguirán provocando un aumentocreciente en las demandas urbanas, lascuales han adquirido volúmenes ydimensiones para lo que no está preparadanuestra economía y su dinámicaproductiva.

Pareciera ser que abocar el tema dela vivienda rural estuviera fuera decontexto, puesto que todas las políticasy acciones estatales se dirigen a la ciudad,para dar vivienda al obrero, al desplazado,al marginado, al emigrante; fomentandoentonces la megalopolis, y aumentandoel hambre, la miseria y el deteriorosocial.

Las precarias condiciones del hábitatrural, hacen necesario formular accionesconducentes al mejoramiento físico, queorienten un proceso de satisfacción denecesidades de los pobladores del mediorural, tanto de la vivienda, como de lainfraestructura de saneamiento básico,utilizando tecnologías alternativas otradicionales mejoradas.

El déficit cualitativo y cuantitativodel espacio habitable en el medio ruraldebe contrarrestarse con políticas delEstado que incentive al poblador rural apermanecer en su hábitat y a desestimarsu migración.

Las acciones del Estado han sidoorientadas a transferir modelos del hábitaturbano al medio rural con implicacionesen cuanto a pérdida de identidad físico-social y cultural retomando el texto delarquitecto Antonio Fernández Alba ensu libro En las gradas de Epidauros,“propiciamos hechos para que el hombrehabite espacios y soporte moradasconstruidas sin proyecto de lugar”.

Ante esta situación, se hace necesariorealizar acciones y proyectos que seanacordes con el entorno físico-social ycultural de la región. (Ver Imagen 02).

Aunque la arquitectura en términosgenerales no tiene tendencias univer-salmente compartidas, en el caso de lavivienda de interés social y la viviendarural, se hace indispensable por un lado

la consideración del aprovechamientoeficiente de recursos disponibles comouno de los principios relevantes y porotro la progresividad como elementoesencial para alcanzar mejores nivelesde vida. Esta condición plantea lanecesidad de conocer las posibilidadestanto tecnológicas como expresivas delos sistemas constructivos, a fin depermitir su adecuado manejo tanto desdeel punto de vista de comportamiento, yresistencia como de las condiciones deconfort, mantenimiento, valores estéticosy otros.

De igual manera, es importanteconsiderar las variables de índole culturalpara la aceptación de las tecnologíasempleadas, ya que la resistencia alcambio puede ser uno de los factores delfracaso de la aplicación de propuestasque aún cuando son muy eficientes, nologran introducirse en la técnicaconstructiva popular.

5. Situación geográfica, compor-tamiento estructural,sistemasalternativos.

En Colombia merece especialatención el problema del comportamiento

de las edificaciones ante el sismo y losniveles de seguridad que puedengarantizar estas a los usuarios, ya quegran parte del país es sísmicamenteactivo por su ubicación en la zona andinade alta actividad sísmica lo que hacevulnerable las construcciones,encontrándose antecedentes desde 1785con el sismo de Cúcuta, el de 1983 enPopayán, y el último del siglo pasadoArmenia 25 de Enero de 1999, quemuestran como nuestras poblacionesson vulnerables y propensas a eventossimilares.

A raíz del sismo de Popayán, elgobierno colombiano emitió el Decreto1.400 de 1984, Código deConstrucciones, con el propósito deproteger la vida y salvaguardar laspropiedades; luego de 13 años se vio lanecesidad de actualizarlo con base aexperiencias obtenidas en sismosposteriores expidiéndose la NSR-98.

La NSR-98 define el comportamientosísmico de los sistemas estructurales deacuerdo con su capacidad de disipar odispersar la energía cuando seencuentran en una situación extremaque los lleve al punto máximo deelasticidad o rango inelástico.

Esta capacidad de disipar energíaclasifica la norma como mínima,moderada o especial. Además actualizael mapa de zonas de amenaza sísmica enColombia (alta, intermedia, baja), yclasifica los sistemas estructurales deacuerdo a su comportamiento sísmicoen cuatro:

1. Sistema de muros de carga(ver Imagen 01).

2. Sistema de pórtico.3. Sistema combinado.4. Sistema dual.

“El sismo del 25 de enero de 1999con epicentro en la ciudad de Armeniaen el Departamento del Quindío,evidenció de nuevo la alta vulnerabilidadsísmica de las edificaciones menoresconstruidas sin cumplir los requisitosbásicos de diseño sismorresistente ypuso también en evidencia que lasedificaciones diseñadas y construidasatendiendo los requisitos de la NSR-98

Imagen 03, Detalle constructivo del MuroTendinoso con estructura en MaderaGrafico: Revista Escala Nº 172.

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El sistema constructivo de MurosTendinosos para ser homologado comoun sistema constructivo seguro yfuncional debe evaluarse sucomportamiento a las solicitaciones deuso diario y a las solicitaciones sísmicas;ésta homologación la hace la ComisiónPermanente del Código Colombiano deConstrucciones Sismo-Resistentes,NSR-98. Para su efecto se estárealizando el estudio respectivo quecomprende ensayos y validacionesteóricas con base en modelosexperimentales y analíticos de losmateriales constitutivos y de loselementos estructurales, los cualespermitirán llevar a cabo análisisparamétricos para la optimización deldiseño, racionalización de uso de losmateriales y nuevas formas masadaptadas a los patrones culturales delas diferentes zonas del país y de estemodo hacer mas confortable la viviendademostrando que el sistema tiene unbuen comportamiento sismorresistentey por lo tanto es un sistema seguro.

Con la evaluación del sistema deMuros Tendinosos se busca nosolamente obtener su homologación sinotambién que éste se incluya en la próximaversión del Código en el Título E paraviviendas de uno y dos pisos, como unsistema aprobado y con los requisitos yespecificaciones adecuadas para suconstrucción; estas especificacionesdeben garantizar la construcción deedificaciones funcionales, económicasy seguras.

El proyecto consta de dos fases, laprimera consiste en el desarrollo de lasactividades experimentales y desarrollosteóricos que prueben los beneficios delsistema, y lograr obtener la aprobacióndel sistema por parte de la comisióncorrespondiente de la Norma Sismo-Resistente Colombiana, y en la segundafase la optimización de los diseños tantoarquitectónicos como estructurales, contrabajo de difusión y asesoría dentro delas comunidades más necesitadas, conel fin de conseguir la aceptación culturaldel sistema.

Las actividades a desarrollar en laprimera fase son las siguientes:

• Evaluación de los proyectosconstruidos.

• Caracterización de losmateriales

• Construcción de prototipospara ensayos a escala

• Mediciones dinámicas ambien-tales a los dos tipos de construcción entendinosos: madera y metal, con el fin dedeterminar sus propiedades dinámicas ycalibrar los modelos teóricos.

• Pruebas experimentalesestáticas en marco de ensayo y pruebasdinámicas.

• Confrontación de los resultadosexperimentales con los teóricos paradesarrollar un modelo teórico apropiadopara el estudio paramétrico y deoptimización.

• Presentación de los resultadosa la Comisión Permanente para lograr laaprobación del sistema.

• Presentación del sistema y de lametodología utilizada para lahomologación en una conferencianacional de estructuras y en unainternacional.

Imagen 08, Urbanización Buenaventura, vista del conjunto-corregimiento de Miravalle-Municipio deLa Victoria, Valle.

Imagen 09, Casa Campesina , Municipio de Caicedonia, Valle. Reconstrucción sismo de Armenia,Muro Tendinoso con estructura metálica.

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Sin embargo la introducción de estastecnologías que habían sido utilizadasen la reconstrucción de Europa despuésde la guerra para resolver los problemasde vivienda, en muchos casos fuenegativa, pues se trató de unatransferencia de tecnología que ademásde no estar adaptada al medio, no podíaser usada para solucionar el déficit de lapoblación de bajos recursos, ya que loscostos excedían las posibilidadeseconómicas de las familias a las que ibandirigidos estos programas, además, enmuchos casos se trataba de tecnologíasen desuso que obligaban a la compra deequipos o insumos de las industrias enlos países de origen.

4. La vivienda, déficit, políticas delestado.

“La gran mayoría de la poblaciónlatinoamericana utiliza un cobijoautoproducido que manifiesta carenciasen su planeamiento y ejecución. Entrelas principales deficiencias técnicas dela autoproducción destacan la falta deeconomía y racionalización en el uso demateriales constructivos, seleccionadosen aras de expectativas irreales; laignorancia de técnicas modernas otradicionales adecuadas al entorno y alas condiciones socio-económicas; yobviamente la desvinculación decualquier intento de investigación ydesarrollo tecnológico. La construcciónde espacios mínimos mal diseñadosgenera problemas de funcionalidad enla vida cotidiana, y está alejada de todanormativa relacionada con la estabilidadestructural, lo que implica riesgosadicionales en caso de sismos u otrosfenómenos destructivos naturales.Procedimientos de construccióndesfasados de la capacidad organizativade los propios usuarios les somete a unexcesivo desgaste sico-social y físico”2 .

La población de bajos ingresos, sinacceso a las tecnologías modernas,busca resolver su problema de vivienda,como lo anotaba la cita anterior, a travésde su propio esfuerzo, utilizandotecnologías tradicionales e improvisadas.

Las tradicionales en muchos casosno se adaptan a las nuevas condicionesde crecimiento de la ciudad y lasimprovisadas corresponden a solucionesprecarias que reflejan el bajo nivel deingreso, y la inestabilidad, dado el tipo deocupación de la tierra; por otro lado,existe una falta de apoyo técnico yeconómico en todos los casos. El déficitapremiante de espacio construido, elproblema del desempleo, hacen necesarioplantear otras alternativas que conllevenal uso de tecnologías mas apropiadas anuestras condiciones y que hagan posiblecon los medios de que disponemos laconstrucción de viviendas, que por unlado, satisfagan la necesidad de hábitat ypor otro lado incorporen mano de obra.

El crecimiento de nuestras ciudadesproducto entre otros del desequilibrioentre el campo y la ciudad, la migraciónpor efecto de la violencia, el bajo ingresopercapita de amplios sectores de lapoblación, y la baja productividad de lasociedad en su conjunto agravan elproblema de la vivienda en Colombia, sudéficit cuantitativo y cualitativo.

Se estima que en Colombia mas del75% de las viviendas han sido construidassin la intervención de profesionales, sincumplir normas de construcción, conmateriales locales y con mano de obraprincipalmente de los propios usuariosde las viviendas; esta modalidad deconstrucción es característica del medio

rural, pero es muy frecuente también enzonas urbanas.

Si miramos esta situación desde elmedio rural, la poca atención del Estado,la concentración en las zonas urbanasde fuentes de trabajo y recursos de todoorden, impiden que el campo se desarrolley hacen que la ilusión por unas mejorescondiciones de vida muevan a sushabitantes a migrar hacia las ciudades.

Si a lo expuesto anteriormente leagregamos la implementación delproceso de modernización del Estado, laapertura económica y sus efectos en losprincipales centros urbanos del país,podemos afirmar que hasta el momentono se han generado mejores niveles decompetitividad, ya que la brecha entrelos ingresos rurales y urbanos hancrecido de manera acelerada durante losúltimos años.

“La tendencia hacia la concentraciónde la población en las zonas urbanascontinua; en 1995 la población de lascabeceras municipales alcanzó un totalde 28 millones, el 75% de la poblacióntotal. Anualmente el número dehabitantes urbanos crece en 860.000 yel 60% se localiza en los once principalescentros urbanos con su respectivo áreametropolitana; otras manifestaciones deprocesos urbanos regionales fun-damentales para alcanzar unaorganización territorial favorable para laapertura y desarrollo son los ejes urbanos

Imagen 02, Vivienda en Bambu,Urbanización Divina Providencia, Manizales-CaldasFoto: Revista Escala Nº 172.

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Las actividades comprendidas en lasegunda fase son las siguientes:

• Adaptación del sistema a lascomunidades: zona rural y urbana.Trabajo arquitectónico con la comunidady con las ONGs interesadas.

• Difusión del sistema a través decharlas a los gremios, a las comunidadesrurales, a las Jal locales, y otros.

• Preparación y difusión decartilla que enseñe a construir y optimizarla construcción con muros tendinosos.

NOTAS

1 UNCHS-Hábitat. “Producción demateriales de construcción en pequeña escalaen el contexto del sector económico noestructurado”. Organización de NacionesUnidas para el Desarrollo Industrial -ONUDI-Primera consulta sobre la industria de losmateriales de construcción, pp. 1-39, Atenas-Grecia, 1985.

2 SALAS SERRANO, Julián. Resultados dela discusión colectiva, parte 3: ViviendaLatinoamericana, página 203. Libro “Viviendoy construyendo tecnologías para viviendas deinterés social”, Programa Iberoamericano deCiencia y Tecnología para el Desarrollo -CYTED-. Editorial Escala. Santafé de Bogotá,1994.

3 Plan de Desarrollo Económico 1999-2002.“Para construir la Paz”. Presidencia de laRepública de Colombia.

4 MOGOLLÓN SEBAS, Jaime. Bahareque:Cultura Sísmica del Eje Cafetero Colombiano,pág. 17. Revista El Cable, Departamento deArquitectura, Universidad Nacional,Manizales, marzo de 2000.

5 SUPELANO, Pedro, THOMAS M.,Alvaro. “Muros Tendinosos”, ProyectoMadera, desarrollo investigativo No. 1.Facultad de Arquitectura, Universidad delValle, 1989.

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3. Materiales, evolución y uso.

En casi todo el mundo han existidorecursos naturales, sea de origen mineralo vegetal, que han permitido durantemuchos siglos la construcción deviviendas; sin embargo estos materiales,sus técnicas y su uso se han idoperdiendo sustituyéndose por otros yotras, sin entrar a valorar su incidenciasocial, cultural y económica. En muchoscasos estos nuevos materiales por elconsumo energético de producciónindustrial, el transporte de la materiaprima base y el posterior traslado delproducto, componente o elemento de laedificación al sitio de trabajo resultan sermás costosos que los materialesautóctonos.

Actualmente existe un desco-nocimiento de los recursos naturalescon que contamos y en especial de losrecursos que no son petro químicos, niminerales metálicos ya que éstos notienen mayor interés por parte delmercado internacional.

En documentos de la Organizaciónde Naciones Unidas para el DesarrolloIndustrial-ONUDI-1 se plantea la nece-sidad de investigar para la industria de laconstrucción acerca de:

• La utilización de materiales ysubproductos locales.

• Conservación de recursosnaturales y energéticos.

• Aumento de la durabilidad y lapiroresistencia de los materiales deconstrucción autóctonos.

• Tecnologías apropiadas.• Aplicación de técnicas de

control de calidad para el mejor uso delos recursos naturales y energéticos.

En relación con los materiales deconstrucción, dicho documento planteacomo prioridades el estudio y uso de:

1. Tierra (arcilla, adobe, laterita).2. Cemento, cal, yeso y puzolanas

(fábricas sencillas, materias primaslocales y empleo de combustible para lacalcinación).

3. Concreto, ferrocemento,ladrillos, bloques, elementospremoldeados.

4. Madera, bambú, otrosproductos y subproductos vegetales.

Si nos remitimos a nuestros orígenes,los grupos sedentarios del períodoprehispánico se asentaron en los vallesgeográficos de la región occidental y laregión central y en el área andina dondese usaron la tierra y la madera sin pro-cesar como materiales de construcción,para posteriormente en el períodocolonial mezclar las raíces prehispánicascon los aportes hispanos y africanos; dela península ibérica se recibe la técnicade la tapia, proveniente de los árabes yde África se revitaliza el bahareque. Enel siglo XIX aparecen nuevastecnologías, pero continúa el predomi-nio de las construcciones de tierra, eladobe se utiliza en construccionesurbanas de uno o dos pisos hasta laintroducción del ladrillo cocido y delcemento, los cuales se usan a pesar desus costos porque permiten construirmuros estructurales y de cerramientoen menor tiempo y con mínimomantenimiento.

Actualmente en nuestro país, losmateriales más conocidos y utilizadosen la industria de la construcción son elcemento y sus derivados, el acero enforma de varillas, láminas, perfiles ymallas electrosoldadas, la arcilla en formade ladrillos para muros y losas, la maderay por último la cerámica.

El cemento es usado funda-mentalmente para elaborar morteros yconcretos simple o armado; el acerocomo refuerzo, o para estructuras deacero en forma de esqueleto (vigas ycolumnas), como láminas dobladas,planas para el uso de cubiertas o comoparte de la armadura en entrepisos.

En los últimos 30 años se hanincorporado desarrollos tecnológicos deproducción de componentes y elementospara la construcción de edificaciones enconcreto armado vaciado en formaletasmetálicas o en paneles prefabricados enplanta fija o pie de obra, obteniendoeconomía en el uso de materiales, queconjuntamente con el diseño de procesosrepetitivos y fáciles de controlar hanpermitido disminuir costos deproducción y mejorar los niveles decalidad de las edificaciones.

Imagen 01, Sistema de Muros de Carga. Fuente, Bustamante H. Edgar Normatividad y Generalidadesde la NSR 18.

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Archivos de arquitectura yurbanismo

Ideas iniciales y primeras experiencias*Olga Cecilia Eusse González

* Estudiante de Arquitectura, Décimo SemestreEscuela de Arquitectura, Universidad del Valle.Proyecto OTTO MOLL Consolidación del Archivo y Centro de Documentación. CITCE.

ARCHIVO -FUENTES DOCUMENTALES-CONSERVACIÓN -ARQUITECTURA.

ESTACIÓN DE BUENAVENTURA, Patios en 1927. Fondo Ferrocarril del Pacífico. Colección deMapas y Planos de 1910 a 1960. Archivo Otto Moll. CITCE - Universidad del Valle.

Resumen.

Este artículo, basado en la ponenciarealizada para el Primer Foro deEstudiantes de Historia del 2.001, en laUniversidad del Valle, se proponedesarrollar algunos temas puntualessobre los archivos temáticos, para elcaso, los de Arquitectura y Urbanismo.

En el desarrollo de éstos seconsiderará desde la cuestión general delos “archivos temáticos”, pasando porlos documentos que le son propios a lasactividades de las disciplinas tratadas,finalmente, se hará una referencia aexperiencias en este campo y sepresentarán algunas ideas que destacanla importancia de estos archivos para lainvestigación en Arquitectura,Urbanismo y otras disciplinas que tienencomo objeto de estudio: el territorio, loshechos construidos y los entornos quesurgen de estos: la ciudad y la región.

Abstract.

This article is based in a text for theFirst History Students’ Forum 2.001, inUniversidad del Valle. Its purpose is todevelop a few specific topics about“thematic files”, in this case ofArchitecture and Urbanism.

The development will go from thegeneral issues concerning thematicfiles, continuing with the documentsthat are characteristic to the activities ofthis disciplines, and finally, a fewreferences of experiences in the field.Along with this, several ideas that makeevident the importance of this files onresearch projects, not only inArchitecture and Urbanism, but also inother disciplines that have as a studyobject: territory, built facts and theenvironments that result from this: thecity and the region.

Introducción.

Uno de los fenómenos mássobresalientes en las sociedadescontemporáneas está relacionado con lacapacidad de reproducir cada vez másuna gran cantidad de información endiferentes soportes y encontrarle a éstautilidad. Otro fenómeno, casi paralelo,se relaciona con la búsqueda de mediosefectivos para la conservación de esainformación que diariamente esreproducida, y sobre todo, de la que yaha sido elaborada en el pasado cercanoo remoto. En esta tendencia devaloración de las fuentes documentalesestá inscrito el sentido de los archivos,y en especial, de los archivos temáticosque serán de los que nos ocuparemos enlas próximas páginas.

Abordar este tema implica pasar portres aspectos que son pertinentes parasu desarrollo: Primero, se expondránalgunas ideas acerca del archivo yalgunos conceptos asociados a lareflexión de la disciplina archivística.

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Es un hecho que una labor sinreflexión y sin teorización está casi quecondenada a hundirse en sus problemasy detener así sus desarrollos (Sánchez,1998).

Segundo, se entrará en el temaespecífico de los documentos de laArquitectura y el Urbanismo, empezandocon un documento en particular: el plano,luego los que en el oficio son susderivados. Éstos se identificarán endetalle para asignarle, de esta forma, lascaracterísticas partículares a los archivostratados. Por último, se desarrollará loreferido a la importancia de los archivosde Arquitectura y Urbanismo en elejercicio de la profesión, y sobre todo,de la investigación. Se revisarán algunasexperiencias y se finalizará con unasconclusiones que buscan, más quecerrar el tema, plantear algunascuestiones que puedan darle un mayoralcance.

e instrumentos, es una actitud definidapor una sociedad frente a sus bienesmateriales.

Teniendo en cuenta las implicacionesde la cultura en la valoración yconservación de los bienes, es pertinentepreguntar: Qué significa conservar enuna sociedad contemporánea en la queel volumen de producción dedocumentos es enorme, y que además,cuenta con sofisticados soportesmagnéticos y redes de información derelativo fácil acceso? Cuál es el soporteoriginal de los documentos que ya no seproducen directamente en el papel ?. Detodo lo que se busca conservar, qué esrealmente representativo y necesario, yfinalmente, son proporcionales a lacantidad de información disponible, losalcances y el rigor en la producción deconocimiento de las comunidadescientíficas hoy en día? Estas preguntas,si bien no podrían resolverse en esteartículo, es preciso plantearlas ya quedefinen algunos rumbos importantes enla reflexión acerca del trabajo en losarchivos y las labores de investigaciónque en éstos se propician.

Dejando el tema de la conservaciónpara posteriores, y seguramentecomplejas discusiones, se puede entraren el aspecto organizativo de losarchivos. En principio se anota queorganizar es el primer paso hacia laconservación (Garcia, 1997). En elarchivo, la documentación más que porsus características físicas y deinformación tiene valor, también, por elcontexto en el que ha sido elaborada.

Imagen 1: Planta, alzado y sección Vivienda entabiques de madera, argamasa y listoneado demadera. Tomado de: Catalogo de SistemasConstructivos. (1990) Santiago de Chile: Cyted-d. Pp: 48.

Imagen 2: Perspectiva. Vivienda en tabiques demadera, argamasa y listoneado de madera.Tomado de: Catalogo de Sistemas Constructivos.(1990) Santiago de Chile: Cyted-d. Pp: 48.

1. Los archivos temáticos:Arquitectura y urbanismo.

Para empezar es convenienteidentificar una idea general acerca de loqué son los archivos en cuestión, ideasobre la que se pretende avanzar parallenar así, de más sentido y precisión. Setiene que los archivos son recintosorganizados para la conservación de losdocumentos que surgen y respaldan lasdiversas actividades de una institución,o el ejercicio de una profesión o unoficio. La importancia de la conservaciónde estos documentos está en el valorcultural que tienen como patrimoniomueble y tangible de una sociedad ocomunidad determinada, por sucapacidad testimonial sobre prácticascotidianas y especializadas a diferentesniveles y, en consecuencia de todo esto,por su permanente vigencia comofuentes para la enseñanza y lainvestigación, en este caso, histórica,teórica, técnica y formal de laArquitectura, el Urbanismo y múltiplesdisciplinas que problematizan yreflexionan sobre los hechosconstruidos. De acuerdo con lo anterior,son tres los grandes aspectos oproblemas que plantea la cuestión de losarchivos de Arquitectura y Urbanismo,éstos pueden resumirse en las siguientesnociones: conservación, organizacióny documentación.

De la primera se puede anotar queconservar es una acción que se matizacon la cultura, de ésto hablan las prácticasde reutilización no ortodoxa con las quese intenta readaptar de forma constantela idea original para la que se concibió elobjeto, en este sentido se tiene referenciadesde los antiguos palimpsestos(Miralles, 1971) hasta las modernasreutilizaciones de edificios. Opuesto aésto, está la conservación ortodoxa ocientífica en la cual predominan losvalores materiales del objeto, “en estaconservación predomina más, lo que elrestaurador interpreta como originalmás que la preservación de los valoreshistóricos añadidos” (Sánchez, 1998:6).Ambas ponen en evidencia que conservarmás que un asunto de técnicas, métodos

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en las ciencias de la información,restauradores, entre otros. En el CITCE,está en proceso la consolidación delArchivo y Centro de Documentación.Con este proyecto y la experienciaobtenida se puede vislumbra laposibilidad de iniciar un trabajo conjuntocon otras unidades académicas yentidades que permita impulsar las tareaspertinentes en la creación y organizaciónde archivos de temáticos.

NOTAS

1 La Norma General para la DescripciónArchivística, ICONTEC 4095, determina ydefine todos los campos a partir de los cualesse logra una caracterización completa de losdocumentos en sus aspectos físicos, deproducción, contexto y organización en elarchivo.

2 “La categoría venustas (belleza) estásubdividida en seis conceptos básicos: laOrdenación –en griego, taxis-, la Disposición–en griego, diathesis-, la Euritmia, la Simetría,el Ornamento y la Distribución –en griego,oeconomia-“. (Kuhn, 1994:29)

3 Proyecto completo en: EISENMAN, Peter.(1995) “Zones of undecidability: Theinterstitial figure”. En: ANYBODY,Argentina. Pp. 18 - 24.

4 Proyecto completo en: GEHRY, Frank.(2.000) “Emociones fuertes”. En: Obras deConsumo Nº 74. Barcelona: Arquitectura Viva.Pp. 32 – 39.

5 Las construcciones son el resultado de unaserie de procesos que se van articulando encuatro etapas. Éstas son: 1. Trabajospreliminares, 2. Elaboración del Proyecto, 3.Gestión y 4. Ejecución. (Hildesheimer,1986:18 - 23).

6 “Este Acuerdo se puede consultar en:Reglamento General de Archivos, 2ª edición,Santafé de Bogotá, Archivo General de laNación, 1997. Páginas 86 y 87”. (Con.tactoNº 7. 1997. Archivo General de la Nación)

7 Ver: Inventario de Mapas y Planos de 1910a 1960. (2002) Cali: Archivo y Centro deDocumentación OTTO MOLL–CITCE-Universidad del Valle.

8 Ver: Descripción Archivística y Diagnósticodel Estado de Conservación de la Colección dePlanos y Mapas de 1910 a 1960. (2001). Cali:Archivo y Centro de Documentación OTTOMOLL - CITCE- Universidad del Valle.

BIBLIOGRAFÍA

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Para organizar los archivos dosprincipios se tienen en cuenta: la entidadproductora y el orden de producción delos documentos dentro de ella (IcontecNTC 4095).

Con esto, el archivo genera réplicasde las instituciones, de sus actividades yprocesos a partir de los documentos quequedan de ellas, y son a su vez,organizados. En el archivo nada se hacecon conservar si no se genera un ordenlegible y una sistematización clara quehaga posible la ubicación del material, suconsulta y estudio.

Por último se tiene, unos de losmotivos de esta reflexión: ladocumentación. Podemos entender pordocumento, la unidad conformada pordos elementos físicos: un soporte -papelcalco, opaco o tela- y una materiasoportada -tintas minerales o sintéticas-(Guerrero, 1994); de la coherencia deeste conjunto resulta una informaciónregistrada en su respectivo mediolingüístico o gráfico. A parte de ésto,están presentes unas condiciones deelaboración que son de las que se partepara su organización -origen, tipo dedocumento y fecha-1. Son estascaracterísticas físicas y de contexto las

que le asignan al documento mas que unvalor cultural, un potencial cultural, elcual no se agota en la utilidad particularque pueda ofrecer a algunos de losmúltiples estudios que se hagan a partirde él.

2. La arquitectura y sus documentos.

La Arquitectura supone, de formaesquemática, la aplicación de lasnociones de firmeza, orden y comodidadal espacio y los elementos que loconforman (Vitruvio,2000); esteproceso se hace posible en larepresentación de ideas, antes que éstastomen su forma definitiva comoconstrucción. Este detenerse en larepresentación, no es otra cosa que usarlos medios gráficos e incluso lingüísticos,a través de los cuales la idea puedeempezar a visualizarse de maneraaproximada a su verdadera dimensión;con la representación, la idea deja deestar solamente en la cabeza delarquitecto, se pone en términosgenéricos y convencionales a partir delos cuales se hace posible su lecturaobjetiva y crítica (Olson, 1998).

Una de las primeras formas derepresentación a la que nos remite lateoría y la práctica de la Arquitecturason las mencionadas por Vitruvio en sutratado De Architectura Libri Decem,escrito en Roma en el siglo I a.C.; enéste, se desarrolla el concepto de bellezaa partir de seis categorías2 .

Una de ellas es la Disposición(Dispositio), entendida “como el arregloconveniente de todas las partes, de suerteque colocadas según las qualitas(módulos), formen un conjuntoelegante” (Vitruvio, 2000:69) . Ese“arreglo conveniente” se logra determinara partir de tres formas de representaciónque en griego reciben el nombre deideas, éstas son: la Ichnographia que esla planta reducida con un compás y así,trazada a escala; la Orthographia que esel alzado frontal a escala y laScaenographia que corresponde a “larepresentación en perspectiva de lafachada y de las partes laterales deledificio por el concurso de todas laslíneas visuales a un punto central”(Vitruvio, 2000:70) (Ver Imagen 1 y 2).Vitruvio pone en evidencia, en este pasaje,una cercanía entre formas derepresentación e ideas y denota laimportancia de éstas en la coherenciadel proyecto; esta cercanía está dadapor algo más complejo que la simplerelación de medio y fin; es decir, para élla idea implica una forma derepresentación; representación queempieza a ser la idea misma y, enconsecuencia, la obra.

Ni los sorprendentes descu-brimientos de la perspectiva, ni el dibujocomputarizado han desvirtuado lasformas de representación de ideasexpuestas por Vitruvio; tan solo en elsiglo XVIII, cuando se empieza a tenermás conciencia sobre los problemas decirculación, seguridad e higiene en lascalles, se hace contundente, cierto rigortécnico en los cortes y secciones de losedificios urbanos (Kuhn, 1994:196) (VerImagen 3). El plan de dibujo para elarquitecto contemporáneo, aún con losadelantos tecnológicos, las nuevasformas de expresión y las geometríasempleadas, sigue siendo muy similar;muestra de ello son los dibujos de Peter

Imagen 3: Profil d´une Rue. Pierre Pate (1769). Tomada de: GALINDO, Jorge. (2000) Historia yTeoría de la Arquitectura. Texto guía curso. Cali: Universidad del Valle.

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mismos. Este acervo, que asciende a4.000 planos y mapas, 5.500 fotografías,550 imágenes digitales y 900 documentosescritos, es el patrimonio documentaldel CITCE con el que se está actualmenteorganizando el archivo y el centro dedocumentación con énfasis enArquitectura y Urbanismo de la regiónSur-Occidente.

En el proceso de organización delarchivo se han adelantado dos tareas; laprimera tiene que ver con un inventariogeneral en el que se ha logrado establecercuál es el volumen y las característicasde la colección principal: la planimétrica.Ésta, que reúne la mayoría de losproyectos del Centro, tiene variassecciones que van de acuerdo al sitiodonde se han desarrollado los trabajos:Cali, Caloto, Cartago, Ciudades Varias,Pacífico, Puerto Tejada, Tumaco y Valledel Cauca. Este material de soporte,cuyos fondos son diversos estáorganizado de acuerdo a las institucionesproductoras, siendo los más recientes yvoluminosos: I.G.A.C., DANE yPlaneación Municipal de Cali, y los másantiguos: Ferrocarril del Cauca,Ferrocarril del Pacífico, FerrocarrilesNacionales y Secretaría de ObrasPúblicas. A estos últimos, queconforman la colección de Mapas y

Planos de 1910 a 1960, por las fechasextremas de su elaboración, actualmentese les adelanta un trabajo de descripciónarchivística y diagnóstico de estado deconservación8 .

Conclusiones.

La importancia de los archivos deArquitectura y Urbanismo estárespaldada por el valor que susdocumentos tienen en la consolidaciónde un saber especializado. Ellos sontestimonio de procesos culturales y“portadores de valores históricos,estéticos y tecnológicos”15 que danrespaldo a las prácticas sociales yacadémicas de las generaciones actualesy futuras.

Por otro lado, está el aportesignificativo que los archivos hacen altrabajo de investigación e intervenciónen las ciudades y las regiones del país,esto está muy relacionado con un puntocrucial en la políticas archivística: losarchivos no pueden tener una funciónpasiva en la sociedad, sino que tienenque ser uno de los más claros respaldosa la actividad académica e investigativa.En este sentido los archivos deArquitectura y Urbanismo no puedenentenderse como un museo de curiososdocumentos, sino, que de la mano conlos esfuerzos para su creación tiene queir el impulso a los proyectos deinvestigación y a la valoración y correctautilización de la fuentes documentalescomo un instrumento de conocimiento.

Si bien en el país ya se han iniciadoproyectos de archivos temáticos, sobretodo en Arquitectura, es importanterealizar una labor conjunta en la que sepuedan fijar criterios de conservación yestablecer referencias comunes para ladescripción y la catalogación del material,esto pasa por una tarea primordial que esla identificación de la estructura dentrode la que se realizan las actividades de laArquitectura y el Urbanismo. En esteaspecto, el trabajo del Consejo Nacionalde Arquitectura y Profesiones Afinespara fijar las reglamentaciones per-tinentes, es un punto de partida ineludible,lo mismo que la legislación nacional paratrámites y ejecución de proyectos.

De acuerdo a lo anterior se tienenentonces, dos campos de acción: por unlado, está el trabajo puntual en variosarchivos ya creados y en proceso, en loscuales se realizan programas deinventarios y catalogaciones particulares;en otro sentido, está la necesidad de unorden de actividades que, a nivel general,fije unas rutas para el trabajo específicocon los documentos en cuestión; estosserán mejor conservados y consultadossi las experiencias puntuales seintercambian y los problemas generalesse discuten entre las entidadesinteresadas.

Lograr un trabajo colectivo en estesentido puede ser el producto de unadiscusión previa que resuelva lossiguientes puntos:

• Definir la estructura orgánica de lasactividades de la Arquitectura y lasprofesiones afines para lograr entenderel orden y los procesos que acompañanla creación de los documentos de interés.

• De acuerdo a lo anterior, identificaren detalle los documentos de interés, lostipos de soportes, las técnicas, mediosde expresión, su importancia y suubicación en la estructura a la quepertenecen.

• Con las experiencias de algunosarchivos ya consolidados o en proceso,reconocer cuales son sus fondos, suscatalogaciones y los inconvenientes másapremiantes en la conservación de losdocumentos.

• Fijar criterios para la producción denuevos documentos, teniendo en cuentalos nuevos soportes y las facilidades deconservación, todo esto dentro del marcode los Programas de ConservaciónPreventiva.

• Evaluar cuál es el estado de lainvestigación en Arquitectura yUrbanismo en Colombia y fijar cuálesserían los aportes hechos por los archivospara la intensificación de esta labor y elmejoramiento de sus productos.

Estos elementos, pueden ser el puntode partida para un trabajo que logreorganizar los archivos de Arquitectura yUrbanismo a nivel regional y nacional.Esta labor que no se restringe a lasdisciplinas en cuestión, requiere delconcurso de historiadores, especialistas

Imagen 11: Fachada actual. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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Eisenman en los que complejos espacioscomo los proyectados para la Iglesia dePeregrinación en Roma para el año 2.000,se desarrollan a partir de las tradicionalessecciones y plantas sobrepuestas3 , o elcaso del Experience Music Project4 enSeattle, la extraña y sinuosa formaconstruida tiene su equivalente enrepresentaciones planimétricas deplantas convencionales (Ver Imágenes4, 5 y 6). En ellos, aún contando con lasmodelaciones en tres dimensioneslogradas por los programas de animacióny con los recorridos virtuales que sepueden reproducir en sofisticadosequipos, persiste el dibujo plano del quenos habla Vitruvio en su tratado. Lasrazones son dos: la primera y másimportante, se relaciona con la capacidadde síntesis de los planos. En éstos, elterritorio o el espacio construido y suselementos se representan a través detrazos convencionales y símbolos,

volviéndose un modelo conceptual quepuede así abstraerse, estudiarse y hastaconstruirse.

La segunda, se deriva de la anterior,y responde a una razón práctica quetiene que ver con los procesos de gestióny construcción en los que el plano es unelemento de fácil manipulación.

En él es posible consignar una granparte de la información técnica requeridapara evaluar y realizar la obra.

Se tiene, entonces, como documentomás frecuente en la práctica de laArquitectura, el plano. Éste se puededefinir como un dibujo del edificio o delespacio, aproximado por la proporcióno la escala, el cual logra mostrar losdetalles del conjunto y de las partes apartir de representaciones en plantas,cortes, fachadas y perspectivas(Hildesheimer, 1986); es, en otraspalabras, un texto gráfico con sentidocompleto que desarrolla una idea en unsolo documento, y por sí mismo, permitedar cuenta de lo que se quiere expresar,aunque para su lectura se requieranconocimientos de algunas convencionesdel dibujo técnico y arquitectónico.

No obstante, teniendo en cuenta laimportancia de los planos, éstos no sonsuficientes para desarrollar el proyectoarquitectónico o urbano; se requierenotros documentos que describan dediferentes formas los hechosconstruidos, de acuerdo a la etapa en laque estos se encuentren5. Estos seríanlos siguientes:

• Croquis, bocetos, esquemas,estudios: son dibujos, modelos y textosproductos de las primerasmanifestaciones de la idea; hacen parte

de la etapa preliminar en la que sedefinen los aspectos decisivos de unproyecto, los cuales tienen que ver conla implantación, el programa de espacios,la volumetría, los materiales y el sistemaestructural.

• Las maquetas: son modelostridimensionales a escala, en ellas seintenta visualizar algunos aspectoscomo la implantación, las proporcionesgenerales y de los elementos en suconjunto, además, de las relacionesespaciales internas y externas. Seconstruyen en la etapa preliminar y enla del proyecto.

• Planos: son dibujos técnicos a escalaen los que de forma rigurosa se planteaun hecho arquitectónico o urbano. Sepuede hablar de cuatro tipos: losarquitectónicos o urbanos, en los que seexpone una propuesta de diseño ointervención; los de levantamiento, queson la representación de algo construido;los de valoración, que surgen del análisisdel estado de conservación de una obray los de restitución que hacen referenciaal supuesto estado de una edificiomutilado o destruido (Hildesheimer,1986:21). Este material se elabora deforma definitiva en la etapa del proyecto,en la cual se ajustan las ideas inicialescon memorias, detalles técnicos,medidas, y especificaciones sobre elterreno.

• Presupuestos, programación,especificaciones técnicas, contratos yconvenios: son documentos sintéticosdel proyecto que lo definen y lo describena partir de diversas variables: costo,cronograma de ejecución, materialesrecomendados o términos de aprobación

Imagen 4: Plantas: Experience Proyect Music.Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras deConsumo Nº 74. España: Arquitectura Viva.Pp.34.

Imagen 5: Corte: Experience Proyect Music. Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras de ConsumoNº 74. España: Arquitectura Viva. Pp.38.

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la importancia del conjunto en laconsolidación de la trama urbana delsector en el que se encuentra (Hincapie,2.002). De forma paralela a estaindagación, se empezó un trabajo sobrela construcción en su estado actual, éstaconsistía en el levantamientoarquitectónico del conjunto y eldiagnóstico de su estado deconservación, en ambas labores se estabaproducieno un nuevo conocimientosobre el edificio, y a su vez, informacióny documentación actualizada. Con loanterior y el trabajo histórico con fuentesdocumentales se plantearon losargumentos que respladaban laconservación del conjunto y seestablecieron los criterios para larecuperación y las diferentes etapas yproyectos que harían parte de laejecución de ésta.

Esta experiencia generó un necesariointerés sobre este tipo de construccionesque tienen una considerable incidenciaen la estructura de las ciudades, ademásde un repertorio formal y arquitectónicoque hasta ahora ha sido muy pocoestudiado en la región.

La existencia de archivos deArquitectura y Urbanismo permite,entonces, que la investigación que notoma como única referencia el objetoconstruido, empiece a tener másrecursos documentales para realizarse(Galindo, 2000). En ésta, el edificio o elespacio urbano, es un evento que nocontiene todos los datos necesarios parasu comprensión; éstos desbordan laevidencia construida y se encuentran,también, en los documentos que dantestimonio de las actividades y procesospropios de la obra y su entorno. Este tipode estudio que logra un acercamiento ala obra desde su contexto cultural, arrojainteresantes visiones sobre loconstruido, revalorando así la disciplinay sus supuestos. Sin embargo, intentarestudios partiendo del objeto y losdocumentos que lo respaldan tiene elproblema de la dispersión del material ysu mala conservación. Es difícil, por lafalta de conciencia entre losprofesionales, encontrar expedientescompletos de los edificios o de las obrasurbanas; además, en muchas ciudades

del país aún no hay entidades losuficientemente organizadas de controlfísico o planeación que logren concentraro al menos, tener registro de lasconstrucciones, las obras realizadas ysu transformación.

3.1. Experiencias actuales en laconservación documental.

Desde hace algunos años se percibeun interés creciente por generar políticasy acciones encaminadas a laconservación del patrimonio documentaldel país y de las regiones en particular.Muestra de ésto es la Ley 80 de 1989,“que sin ser una ley de archivos, sentólas bases para la construcción de unapolítica archivística moderna” (A.G.N.,1994:12) y dio pie para la creación delArchivo General de la Nación. Dadoeste antecedente, la Constitución Políticade 1991 y las Leyes 200 y 190 de 1995plantean la necesidad de crear losArchivos Generales del Municipio y unSistema Nacional de Archivos. Unareciente respuesta a esta iniciativa, ennuestro medio, es la creación en el Valledel Cauca del Archivo Fílmico yFotográfico, además de la gestión en losmunicipios en lo que se refiere a laconsolidación del Archivo Histórico -Bugalagrande, Cali y Cartago-. Con todoesto hay un ambiente en el cual seempieza a valorar las fuentesdocumentales como parte constitutivade una memoria que se consolida endiversas actividades culturales. Lasventajas que proporciona la organizaciónsistemática de los documentos, sucuidadosa conservación y el fácil accesoque así se logra, redundan en beneficiode la enseñanza en todos los niveles y dela investigación desde las diferentesdisciplinas.

En el ambiente universitario, lasdinámicas académicas e investigativasgeneran un interés puntual hacia diversostipos de documentos; para el caso de laArquitectura, el Urbanismo, la Geografía,la Historia y algunas Ingenierías, se haceapremiante la necesidad de ubicar losdocumentos de diversa naturaleza(Cartográfica, planimétrica, fotográficay bibliográfica) que den indicios en eltiempo de tres elementos claves: el

territorio, lo construido, y el entornogenerado por el conjunto de estos: laciudad y la región.

Para el caso particular de laArquitectura, los intentos por procurarpara los documentos un juicioso trabajoarchivístico tiene varios referentes en elpaís; por un lado está la sección demapas y planos antiguos y las planotecasdel Inscredial, I.C.T., Escuelas Distritalese Invías en el Archivo General de laNación, además del apoyo que éste haprestado a diferentes instituciones comola antigua EDIS, la Secretaría de ReformaUrbana y a la Sociedad Colombiana deArquitectos Seccional Bogotá en laconformación de sus archivos; elMinisterio de Cultura ha iniciado unproyecto de conservación y recuperacióndocumental, con este se busca lacreación de un Sistema de InformaciónPatrimonial en el que se registre lainformación planimétrica, fotográfica yescrita de 650 edificios declaradosmonumentos nacionales, lo mismo para11 mil bienes culturales de diversa índole.

En la Universidad del Valle, el Centrode Investigaciones en Territorio,Construcción y Espacio – CITCE- de laFacultad de Artes Integradas, en 15años de labor ha realizado diversosproyectos de investigación y deintervención urbana y arquitectónica enla región Sur-Occidente. Estos trabajoshan dejado como resultado una serie dedocumentos producto de los proyectosy otros que han sido soporte de los

Imagen 10: Incendio 1964. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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y licencias para la construcción.Constituyen la base para realizar la etapade gestión del proyecto y lograr losmedios para la ejecución.

• Bitácoras de obra, actas, informesde interventoría, contabilidad: sondocumentos de la construcción; en ellosse registra el desarrollo periódico deltrabajo para lograr su control yevaluación y la verificar la fidelidad conla que se está desarrollando respecto alproyecto original. Este material haceparte de la etapa de ejecución(Hildesheimer,1986).

Todo ésto muestra las etapas deltrabajo y los documentos que en ellas seproducen. Estos grupos de documentosson elaborados de acuerdo a lainformación que contienen los planos ymuchos de ellos sólo es posibleinterpretarlos si se tiene conocimientode la obra que ha determinado suproducción y que los planos sintetizan.Además del plano, se emplea en laformulación de un proyecto urbano oarquitectónico, un material de soportecon información ya elaborada, que puedeser, según la necesidad, mapas delterreno o de la región, fotografías yaerofotografías, textos de referencia ydocumentación, los cuales guardanindependencia como documentosrespecto al proyecto, ya que en suobservación se logra tomar una serie dedecisiones generales que no se registrandirectamente en ellos, sino en el materialque se produce en la elaboración de laobra completa.

Se infiere, entonces, que el archivode Arquitectura y Urbanismo a diferenciade otros archivos es visiblementeheterogéneo en sus documentos, haydiversidad de soportes y técnicas querequieren diferentes condiciones deconservación. Esto puede crearinconvenientes en la conformación deunidades archivísticas completas:cuando se intenta mantener unida lainformación sobre un mismo proyectoo hecho construido, hay planos, textos,fotos, dibujos de diferente tamaño.Pensar en guardar todo esto en unmismo legajo o carpeta implicaría lograrun mismo tamaño para todo el material,

o con su formato original depositarlo enun mismo sitio. Lo primero llevaría aldeterioro del material que tenga queplegarse y la segunda opción generaríaun desperdicio de espacio que en elarchivo es valioso.

El Archivo General de la Nación, conbase en el Acuerdo 011 de 19966, hacereferencia a la conservación del materialgráfico (dibujos, croquis, planos,fotografías, ilustraciones, pictografías,códices, prensa, entre otros) que vienecon la documentación escrita oindependiente, y fija como criterio deconservación la necesidad de separar elmaterial gráfico o fotográfico, dellingüístico; ésto, para lograr disponer elprimero totalmente extendido enplanotecas o en casos de dimensionesextremas, en rollos con núcleos rígidos.Esta medida, que desde hace años seviene aplicando en la organización dedocumentos, ha llevado a que muchosregistros gráficos que acompañan lostextos recuperados en los archivos seextravíen de forma definitiva en esta

Imagen 6: Perspectiva: Experience Proyect Music. Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras deConsumo Nº 74. España: Arquitectura Viva. Pp.38.

separación, “...es así que en el AHNB elFondo llamado Poblaciones Varias delArchivo Colonial incluye 11 tomos dedocumentos y menciona la presencia decinco planos, de los cuales ningunoestá... faltan mapas ligados a unacontecer del cual desafortunadamentese divorciaron cuando el dibujo se separódel documento escrito y se mandó a lamapoteca” (Aprile-Gniset, 1993:26). Sefija así, una característica importantepara los archivos de Arquitectura yUrbanismo, la necesidad de tener basesde datos precisas y catalogacionescuidadosas que logren cruzar lainformación de grupos de documentosseparados por sus características físicasy por la optimización de su conservación.

Otro aspecto decisivo tiene que vercon los formatos de los planos, losmapas y las aerofotografías, los cualesson poco convencionales y pueden llegara tener grandes dimensiones.

Tal es el caso de los planos delFerrocarril del Cauca. Un grupo de ellos,elaborado en 1914, mostraba todo el

Imagen 7: Transformaciones sucesivas del frontis. San Antonio de Padua, Santander de Quilichao.Colección Fotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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recorrido de la vía férrea de Cali aPopayán a escala 1:1.000, en éste seespecificaba el nombre de lospropietarios de las tierras por las que ibaa pasar la ruta. Uno de los planos de esteproyecto, el tramo Cali–Santander deQuilichao, del kilómetro 0 al 34, tieneuna longitud de 6.00 mts7 . Ejemploscomo éstos son extremos y no escasos

en las planimetrías de principio de siglo,cuando se disponía de papel en formascontinuas. Sin embargo, ahora, losformatos estandarizados derivados delpliego generan mayor uniformidad enlos documentos que pueden guardarseen planotecas preferiblementehorizontales; (éstas son las que menosintervención le exigen al documento ensu depósito).

Por último está lo referido al tamañode los archivos. En la práctica de laArquitectura y el Urbanismo se tienen,entonces, archivos voluminosos por eltamaño de los documentos, pero también,por los requerimientos de la mismaactividad. En promedio un proyecto demenor envergadura, sólo en planos puedeaportar unas 6 unidades documentales;de esta situación se deriva otra que tieneque ver con los espacios para depósitoy consulta: ambos requieren dimensionesgenerosas en las cuales los documentosde gran formato puedan ser guardadosy consultados con comodidad para evitarasí el deterioro del soporte, los rollos olos grandes paquetes.

3. El sentido de los archivos dearquitectura y urbanismo.

La teoría y la práctica confluyen enla Arquitectura y el Urbanismodiferenciando cada una de ellas susresultados; existe, por un lado, el espacioproyectado que se hace concreto en elterritorio intervenido, pero por otra parte,hay una serie de conocimientos técnicosy teóricos que logran darle respaldo a lasactividades de planificar, proyectar yconstruir. Se tiene entonces, con laArquitectura y el Urbanismo, laposibilidad de transformar el espaciourbano o rural a diferentes niveles: a laescala de un edificio o a la escala de unaciudad o región; los procesos que enestas intervenciones se dan, cambianconstantemente el paisaje, ya que estánsujetos a unas dinámicas culturales enlas cuales el espacio esta redefiniéndosede forma permanente en sus usos, susignificado y sus especificacionestécnicas.

Esta condición variable de la obraarquitectónica y urbana, evita que sepueda hablar de productos definitivos ycrea la necesidad de abordar su estudio,bien sea para la intervención o para lainvestigación desde su dimensiónhistórica. Es preciso, para entender elpresente del objeto de estudio,reconstruir su pasado; el edificio y elespacio urbano no se logran entendersólo a partir de su situación actual, puesen ésta no se registra más que una de lasmúltiples versiones que se tendrían deellos si se revisa su proceso en el tiempo(Ver Imagen 7).

Teniendo en cuenta lo anterior, elarchivo de Arquitectura y Urbanismoresulta de vital importancia para elejercicio de la profesión en todos susniveles, pues permite la creación demodelos de las obras a partir de losdocumentos que se van acumulandocon las intervenciones, las restauraciones(Ver Imágenes 8 y 9),los desastres (VerImagen 10) o las reinterpretaciones desus elementos o del conjunto (Ver Imagen11); en éstos se puede leer el edificio oel espacio en sus cambios, suscaracterísticas mas sobresalientes y sepueden definir las partes a intervenir ylos periodos o etapas a estudiar.

Para comprender mejor lasimplicaciones de esto, se puede tomarcomo referencia el trabajo desarrolladoen Cali en el Cementerio Católico Central(CITCE, 2001). Su objetivo era laformulación del Plan de RecuperaciónIntegral del Camposanto; para laelaboración de éste se empezó con elreconocimiento en el tiempo de laarquitectura y la implantación urbanadel conjunto, esto a través de losdocumentos notariales, fotográficos,hemerográficos y testimoniales quedaban cuenta de la forma inicial delcementerio y los cambios que habíatenido en diferentes épocas por diversascausas. Con este trabajo se logródeterminar, para la edificación, sietefases de desarrollo con suscaracterísticas más relevantes, seestableció el alto valor arquitectónicoque tenía la primera obra y sudeformación en el tiempo, y se constató

Imagen 8: Fachada en 1937. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

Imagen 9: Fachada en 1939. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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y licencias para la construcción.Constituyen la base para realizar la etapade gestión del proyecto y lograr losmedios para la ejecución.

• Bitácoras de obra, actas, informesde interventoría, contabilidad: sondocumentos de la construcción; en ellosse registra el desarrollo periódico deltrabajo para lograr su control yevaluación y la verificar la fidelidad conla que se está desarrollando respecto alproyecto original. Este material haceparte de la etapa de ejecución(Hildesheimer,1986).

Todo ésto muestra las etapas deltrabajo y los documentos que en ellas seproducen. Estos grupos de documentosson elaborados de acuerdo a lainformación que contienen los planos ymuchos de ellos sólo es posibleinterpretarlos si se tiene conocimientode la obra que ha determinado suproducción y que los planos sintetizan.Además del plano, se emplea en laformulación de un proyecto urbano oarquitectónico, un material de soportecon información ya elaborada, que puedeser, según la necesidad, mapas delterreno o de la región, fotografías yaerofotografías, textos de referencia ydocumentación, los cuales guardanindependencia como documentosrespecto al proyecto, ya que en suobservación se logra tomar una serie dedecisiones generales que no se registrandirectamente en ellos, sino en el materialque se produce en la elaboración de laobra completa.

Se infiere, entonces, que el archivode Arquitectura y Urbanismo a diferenciade otros archivos es visiblementeheterogéneo en sus documentos, haydiversidad de soportes y técnicas querequieren diferentes condiciones deconservación. Esto puede crearinconvenientes en la conformación deunidades archivísticas completas:cuando se intenta mantener unida lainformación sobre un mismo proyectoo hecho construido, hay planos, textos,fotos, dibujos de diferente tamaño.Pensar en guardar todo esto en unmismo legajo o carpeta implicaría lograrun mismo tamaño para todo el material,

o con su formato original depositarlo enun mismo sitio. Lo primero llevaría aldeterioro del material que tenga queplegarse y la segunda opción generaríaun desperdicio de espacio que en elarchivo es valioso.

El Archivo General de la Nación, conbase en el Acuerdo 011 de 19966, hacereferencia a la conservación del materialgráfico (dibujos, croquis, planos,fotografías, ilustraciones, pictografías,códices, prensa, entre otros) que vienecon la documentación escrita oindependiente, y fija como criterio deconservación la necesidad de separar elmaterial gráfico o fotográfico, dellingüístico; ésto, para lograr disponer elprimero totalmente extendido enplanotecas o en casos de dimensionesextremas, en rollos con núcleos rígidos.Esta medida, que desde hace años seviene aplicando en la organización dedocumentos, ha llevado a que muchosregistros gráficos que acompañan lostextos recuperados en los archivos seextravíen de forma definitiva en esta

Imagen 6: Perspectiva: Experience Proyect Music. Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras deConsumo Nº 74. España: Arquitectura Viva. Pp.38.

separación, “...es así que en el AHNB elFondo llamado Poblaciones Varias delArchivo Colonial incluye 11 tomos dedocumentos y menciona la presencia decinco planos, de los cuales ningunoestá... faltan mapas ligados a unacontecer del cual desafortunadamentese divorciaron cuando el dibujo se separódel documento escrito y se mandó a lamapoteca” (Aprile-Gniset, 1993:26). Sefija así, una característica importantepara los archivos de Arquitectura yUrbanismo, la necesidad de tener basesde datos precisas y catalogacionescuidadosas que logren cruzar lainformación de grupos de documentosseparados por sus características físicasy por la optimización de su conservación.

Otro aspecto decisivo tiene que vercon los formatos de los planos, losmapas y las aerofotografías, los cualesson poco convencionales y pueden llegara tener grandes dimensiones.

Tal es el caso de los planos delFerrocarril del Cauca. Un grupo de ellos,elaborado en 1914, mostraba todo el

Imagen 7: Transformaciones sucesivas del frontis. San Antonio de Padua, Santander de Quilichao.Colección Fotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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recorrido de la vía férrea de Cali aPopayán a escala 1:1.000, en éste seespecificaba el nombre de lospropietarios de las tierras por las que ibaa pasar la ruta. Uno de los planos de esteproyecto, el tramo Cali–Santander deQuilichao, del kilómetro 0 al 34, tieneuna longitud de 6.00 mts7 . Ejemploscomo éstos son extremos y no escasos

en las planimetrías de principio de siglo,cuando se disponía de papel en formascontinuas. Sin embargo, ahora, losformatos estandarizados derivados delpliego generan mayor uniformidad enlos documentos que pueden guardarseen planotecas preferiblementehorizontales; (éstas son las que menosintervención le exigen al documento ensu depósito).

Por último está lo referido al tamañode los archivos. En la práctica de laArquitectura y el Urbanismo se tienen,entonces, archivos voluminosos por eltamaño de los documentos, pero también,por los requerimientos de la mismaactividad. En promedio un proyecto demenor envergadura, sólo en planos puedeaportar unas 6 unidades documentales;de esta situación se deriva otra que tieneque ver con los espacios para depósitoy consulta: ambos requieren dimensionesgenerosas en las cuales los documentosde gran formato puedan ser guardadosy consultados con comodidad para evitarasí el deterioro del soporte, los rollos olos grandes paquetes.

3. El sentido de los archivos dearquitectura y urbanismo.

La teoría y la práctica confluyen enla Arquitectura y el Urbanismodiferenciando cada una de ellas susresultados; existe, por un lado, el espacioproyectado que se hace concreto en elterritorio intervenido, pero por otra parte,hay una serie de conocimientos técnicosy teóricos que logran darle respaldo a lasactividades de planificar, proyectar yconstruir. Se tiene entonces, con laArquitectura y el Urbanismo, laposibilidad de transformar el espaciourbano o rural a diferentes niveles: a laescala de un edificio o a la escala de unaciudad o región; los procesos que enestas intervenciones se dan, cambianconstantemente el paisaje, ya que estánsujetos a unas dinámicas culturales enlas cuales el espacio esta redefiniéndosede forma permanente en sus usos, susignificado y sus especificacionestécnicas.

Esta condición variable de la obraarquitectónica y urbana, evita que sepueda hablar de productos definitivos ycrea la necesidad de abordar su estudio,bien sea para la intervención o para lainvestigación desde su dimensiónhistórica. Es preciso, para entender elpresente del objeto de estudio,reconstruir su pasado; el edificio y elespacio urbano no se logran entendersólo a partir de su situación actual, puesen ésta no se registra más que una de lasmúltiples versiones que se tendrían deellos si se revisa su proceso en el tiempo(Ver Imagen 7).

Teniendo en cuenta lo anterior, elarchivo de Arquitectura y Urbanismoresulta de vital importancia para elejercicio de la profesión en todos susniveles, pues permite la creación demodelos de las obras a partir de losdocumentos que se van acumulandocon las intervenciones, las restauraciones(Ver Imágenes 8 y 9),los desastres (VerImagen 10) o las reinterpretaciones desus elementos o del conjunto (Ver Imagen11); en éstos se puede leer el edificio oel espacio en sus cambios, suscaracterísticas mas sobresalientes y sepueden definir las partes a intervenir ylos periodos o etapas a estudiar.

Para comprender mejor lasimplicaciones de esto, se puede tomarcomo referencia el trabajo desarrolladoen Cali en el Cementerio Católico Central(CITCE, 2001). Su objetivo era laformulación del Plan de RecuperaciónIntegral del Camposanto; para laelaboración de éste se empezó con elreconocimiento en el tiempo de laarquitectura y la implantación urbanadel conjunto, esto a través de losdocumentos notariales, fotográficos,hemerográficos y testimoniales quedaban cuenta de la forma inicial delcementerio y los cambios que habíatenido en diferentes épocas por diversascausas. Con este trabajo se logródeterminar, para la edificación, sietefases de desarrollo con suscaracterísticas más relevantes, seestableció el alto valor arquitectónicoque tenía la primera obra y sudeformación en el tiempo, y se constató

Imagen 8: Fachada en 1937. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

Imagen 9: Fachada en 1939. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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Eisenman en los que complejos espacioscomo los proyectados para la Iglesia dePeregrinación en Roma para el año 2.000,se desarrollan a partir de las tradicionalessecciones y plantas sobrepuestas3 , o elcaso del Experience Music Project4 enSeattle, la extraña y sinuosa formaconstruida tiene su equivalente enrepresentaciones planimétricas deplantas convencionales (Ver Imágenes4, 5 y 6). En ellos, aún contando con lasmodelaciones en tres dimensioneslogradas por los programas de animacióny con los recorridos virtuales que sepueden reproducir en sofisticadosequipos, persiste el dibujo plano del quenos habla Vitruvio en su tratado. Lasrazones son dos: la primera y másimportante, se relaciona con la capacidadde síntesis de los planos. En éstos, elterritorio o el espacio construido y suselementos se representan a través detrazos convencionales y símbolos,

volviéndose un modelo conceptual quepuede así abstraerse, estudiarse y hastaconstruirse.

La segunda, se deriva de la anterior,y responde a una razón práctica quetiene que ver con los procesos de gestióny construcción en los que el plano es unelemento de fácil manipulación.

En él es posible consignar una granparte de la información técnica requeridapara evaluar y realizar la obra.

Se tiene, entonces, como documentomás frecuente en la práctica de laArquitectura, el plano. Éste se puededefinir como un dibujo del edificio o delespacio, aproximado por la proporcióno la escala, el cual logra mostrar losdetalles del conjunto y de las partes apartir de representaciones en plantas,cortes, fachadas y perspectivas(Hildesheimer, 1986); es, en otraspalabras, un texto gráfico con sentidocompleto que desarrolla una idea en unsolo documento, y por sí mismo, permitedar cuenta de lo que se quiere expresar,aunque para su lectura se requieranconocimientos de algunas convencionesdel dibujo técnico y arquitectónico.

No obstante, teniendo en cuenta laimportancia de los planos, éstos no sonsuficientes para desarrollar el proyectoarquitectónico o urbano; se requierenotros documentos que describan dediferentes formas los hechosconstruidos, de acuerdo a la etapa en laque estos se encuentren5. Estos seríanlos siguientes:

• Croquis, bocetos, esquemas,estudios: son dibujos, modelos y textosproductos de las primerasmanifestaciones de la idea; hacen parte

de la etapa preliminar en la que sedefinen los aspectos decisivos de unproyecto, los cuales tienen que ver conla implantación, el programa de espacios,la volumetría, los materiales y el sistemaestructural.

• Las maquetas: son modelostridimensionales a escala, en ellas seintenta visualizar algunos aspectoscomo la implantación, las proporcionesgenerales y de los elementos en suconjunto, además, de las relacionesespaciales internas y externas. Seconstruyen en la etapa preliminar y enla del proyecto.

• Planos: son dibujos técnicos a escalaen los que de forma rigurosa se planteaun hecho arquitectónico o urbano. Sepuede hablar de cuatro tipos: losarquitectónicos o urbanos, en los que seexpone una propuesta de diseño ointervención; los de levantamiento, queson la representación de algo construido;los de valoración, que surgen del análisisdel estado de conservación de una obray los de restitución que hacen referenciaal supuesto estado de una edificiomutilado o destruido (Hildesheimer,1986:21). Este material se elabora deforma definitiva en la etapa del proyecto,en la cual se ajustan las ideas inicialescon memorias, detalles técnicos,medidas, y especificaciones sobre elterreno.

• Presupuestos, programación,especificaciones técnicas, contratos yconvenios: son documentos sintéticosdel proyecto que lo definen y lo describena partir de diversas variables: costo,cronograma de ejecución, materialesrecomendados o términos de aprobación

Imagen 4: Plantas: Experience Proyect Music.Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras deConsumo Nº 74. España: Arquitectura Viva.Pp.34.

Imagen 5: Corte: Experience Proyect Music. Tomada de: GEHRY, Frank. (2000) Obras de ConsumoNº 74. España: Arquitectura Viva. Pp.38.

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la importancia del conjunto en laconsolidación de la trama urbana delsector en el que se encuentra (Hincapie,2.002). De forma paralela a estaindagación, se empezó un trabajo sobrela construcción en su estado actual, éstaconsistía en el levantamientoarquitectónico del conjunto y eldiagnóstico de su estado deconservación, en ambas labores se estabaproducieno un nuevo conocimientosobre el edificio, y a su vez, informacióny documentación actualizada. Con loanterior y el trabajo histórico con fuentesdocumentales se plantearon losargumentos que respladaban laconservación del conjunto y seestablecieron los criterios para larecuperación y las diferentes etapas yproyectos que harían parte de laejecución de ésta.

Esta experiencia generó un necesariointerés sobre este tipo de construccionesque tienen una considerable incidenciaen la estructura de las ciudades, ademásde un repertorio formal y arquitectónicoque hasta ahora ha sido muy pocoestudiado en la región.

La existencia de archivos deArquitectura y Urbanismo permite,entonces, que la investigación que notoma como única referencia el objetoconstruido, empiece a tener másrecursos documentales para realizarse(Galindo, 2000). En ésta, el edificio o elespacio urbano, es un evento que nocontiene todos los datos necesarios parasu comprensión; éstos desbordan laevidencia construida y se encuentran,también, en los documentos que dantestimonio de las actividades y procesospropios de la obra y su entorno. Este tipode estudio que logra un acercamiento ala obra desde su contexto cultural, arrojainteresantes visiones sobre loconstruido, revalorando así la disciplinay sus supuestos. Sin embargo, intentarestudios partiendo del objeto y losdocumentos que lo respaldan tiene elproblema de la dispersión del material ysu mala conservación. Es difícil, por lafalta de conciencia entre losprofesionales, encontrar expedientescompletos de los edificios o de las obrasurbanas; además, en muchas ciudades

del país aún no hay entidades losuficientemente organizadas de controlfísico o planeación que logren concentraro al menos, tener registro de lasconstrucciones, las obras realizadas ysu transformación.

3.1. Experiencias actuales en laconservación documental.

Desde hace algunos años se percibeun interés creciente por generar políticasy acciones encaminadas a laconservación del patrimonio documentaldel país y de las regiones en particular.Muestra de ésto es la Ley 80 de 1989,“que sin ser una ley de archivos, sentólas bases para la construcción de unapolítica archivística moderna” (A.G.N.,1994:12) y dio pie para la creación delArchivo General de la Nación. Dadoeste antecedente, la Constitución Políticade 1991 y las Leyes 200 y 190 de 1995plantean la necesidad de crear losArchivos Generales del Municipio y unSistema Nacional de Archivos. Unareciente respuesta a esta iniciativa, ennuestro medio, es la creación en el Valledel Cauca del Archivo Fílmico yFotográfico, además de la gestión en losmunicipios en lo que se refiere a laconsolidación del Archivo Histórico -Bugalagrande, Cali y Cartago-. Con todoesto hay un ambiente en el cual seempieza a valorar las fuentesdocumentales como parte constitutivade una memoria que se consolida endiversas actividades culturales. Lasventajas que proporciona la organizaciónsistemática de los documentos, sucuidadosa conservación y el fácil accesoque así se logra, redundan en beneficiode la enseñanza en todos los niveles y dela investigación desde las diferentesdisciplinas.

En el ambiente universitario, lasdinámicas académicas e investigativasgeneran un interés puntual hacia diversostipos de documentos; para el caso de laArquitectura, el Urbanismo, la Geografía,la Historia y algunas Ingenierías, se haceapremiante la necesidad de ubicar losdocumentos de diversa naturaleza(Cartográfica, planimétrica, fotográficay bibliográfica) que den indicios en eltiempo de tres elementos claves: el

territorio, lo construido, y el entornogenerado por el conjunto de estos: laciudad y la región.

Para el caso particular de laArquitectura, los intentos por procurarpara los documentos un juicioso trabajoarchivístico tiene varios referentes en elpaís; por un lado está la sección demapas y planos antiguos y las planotecasdel Inscredial, I.C.T., Escuelas Distritalese Invías en el Archivo General de laNación, además del apoyo que éste haprestado a diferentes instituciones comola antigua EDIS, la Secretaría de ReformaUrbana y a la Sociedad Colombiana deArquitectos Seccional Bogotá en laconformación de sus archivos; elMinisterio de Cultura ha iniciado unproyecto de conservación y recuperacióndocumental, con este se busca lacreación de un Sistema de InformaciónPatrimonial en el que se registre lainformación planimétrica, fotográfica yescrita de 650 edificios declaradosmonumentos nacionales, lo mismo para11 mil bienes culturales de diversa índole.

En la Universidad del Valle, el Centrode Investigaciones en Territorio,Construcción y Espacio – CITCE- de laFacultad de Artes Integradas, en 15años de labor ha realizado diversosproyectos de investigación y deintervención urbana y arquitectónica enla región Sur-Occidente. Estos trabajoshan dejado como resultado una serie dedocumentos producto de los proyectosy otros que han sido soporte de los

Imagen 10: Incendio 1964. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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Para organizar los archivos dosprincipios se tienen en cuenta: la entidadproductora y el orden de producción delos documentos dentro de ella (IcontecNTC 4095).

Con esto, el archivo genera réplicasde las instituciones, de sus actividades yprocesos a partir de los documentos quequedan de ellas, y son a su vez,organizados. En el archivo nada se hacecon conservar si no se genera un ordenlegible y una sistematización clara quehaga posible la ubicación del material, suconsulta y estudio.

Por último se tiene, unos de losmotivos de esta reflexión: ladocumentación. Podemos entender pordocumento, la unidad conformada pordos elementos físicos: un soporte -papelcalco, opaco o tela- y una materiasoportada -tintas minerales o sintéticas-(Guerrero, 1994); de la coherencia deeste conjunto resulta una informaciónregistrada en su respectivo mediolingüístico o gráfico. A parte de ésto,están presentes unas condiciones deelaboración que son de las que se partepara su organización -origen, tipo dedocumento y fecha-1. Son estascaracterísticas físicas y de contexto las

que le asignan al documento mas que unvalor cultural, un potencial cultural, elcual no se agota en la utilidad particularque pueda ofrecer a algunos de losmúltiples estudios que se hagan a partirde él.

2. La arquitectura y sus documentos.

La Arquitectura supone, de formaesquemática, la aplicación de lasnociones de firmeza, orden y comodidadal espacio y los elementos que loconforman (Vitruvio,2000); esteproceso se hace posible en larepresentación de ideas, antes que éstastomen su forma definitiva comoconstrucción. Este detenerse en larepresentación, no es otra cosa que usarlos medios gráficos e incluso lingüísticos,a través de los cuales la idea puedeempezar a visualizarse de maneraaproximada a su verdadera dimensión;con la representación, la idea deja deestar solamente en la cabeza delarquitecto, se pone en términosgenéricos y convencionales a partir delos cuales se hace posible su lecturaobjetiva y crítica (Olson, 1998).

Una de las primeras formas derepresentación a la que nos remite lateoría y la práctica de la Arquitecturason las mencionadas por Vitruvio en sutratado De Architectura Libri Decem,escrito en Roma en el siglo I a.C.; enéste, se desarrolla el concepto de bellezaa partir de seis categorías2 .

Una de ellas es la Disposición(Dispositio), entendida “como el arregloconveniente de todas las partes, de suerteque colocadas según las qualitas(módulos), formen un conjuntoelegante” (Vitruvio, 2000:69) . Ese“arreglo conveniente” se logra determinara partir de tres formas de representaciónque en griego reciben el nombre deideas, éstas son: la Ichnographia que esla planta reducida con un compás y así,trazada a escala; la Orthographia que esel alzado frontal a escala y laScaenographia que corresponde a “larepresentación en perspectiva de lafachada y de las partes laterales deledificio por el concurso de todas laslíneas visuales a un punto central”(Vitruvio, 2000:70) (Ver Imagen 1 y 2).Vitruvio pone en evidencia, en este pasaje,una cercanía entre formas derepresentación e ideas y denota laimportancia de éstas en la coherenciadel proyecto; esta cercanía está dadapor algo más complejo que la simplerelación de medio y fin; es decir, para élla idea implica una forma derepresentación; representación queempieza a ser la idea misma y, enconsecuencia, la obra.

Ni los sorprendentes descu-brimientos de la perspectiva, ni el dibujocomputarizado han desvirtuado lasformas de representación de ideasexpuestas por Vitruvio; tan solo en elsiglo XVIII, cuando se empieza a tenermás conciencia sobre los problemas decirculación, seguridad e higiene en lascalles, se hace contundente, cierto rigortécnico en los cortes y secciones de losedificios urbanos (Kuhn, 1994:196) (VerImagen 3). El plan de dibujo para elarquitecto contemporáneo, aún con losadelantos tecnológicos, las nuevasformas de expresión y las geometríasempleadas, sigue siendo muy similar;muestra de ello son los dibujos de Peter

Imagen 3: Profil d´une Rue. Pierre Pate (1769). Tomada de: GALINDO, Jorge. (2000) Historia yTeoría de la Arquitectura. Texto guía curso. Cali: Universidad del Valle.

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mismos. Este acervo, que asciende a4.000 planos y mapas, 5.500 fotografías,550 imágenes digitales y 900 documentosescritos, es el patrimonio documentaldel CITCE con el que se está actualmenteorganizando el archivo y el centro dedocumentación con énfasis enArquitectura y Urbanismo de la regiónSur-Occidente.

En el proceso de organización delarchivo se han adelantado dos tareas; laprimera tiene que ver con un inventariogeneral en el que se ha logrado establecercuál es el volumen y las característicasde la colección principal: la planimétrica.Ésta, que reúne la mayoría de losproyectos del Centro, tiene variassecciones que van de acuerdo al sitiodonde se han desarrollado los trabajos:Cali, Caloto, Cartago, Ciudades Varias,Pacífico, Puerto Tejada, Tumaco y Valledel Cauca. Este material de soporte,cuyos fondos son diversos estáorganizado de acuerdo a las institucionesproductoras, siendo los más recientes yvoluminosos: I.G.A.C., DANE yPlaneación Municipal de Cali, y los másantiguos: Ferrocarril del Cauca,Ferrocarril del Pacífico, FerrocarrilesNacionales y Secretaría de ObrasPúblicas. A estos últimos, queconforman la colección de Mapas y

Planos de 1910 a 1960, por las fechasextremas de su elaboración, actualmentese les adelanta un trabajo de descripciónarchivística y diagnóstico de estado deconservación8 .

Conclusiones.

La importancia de los archivos deArquitectura y Urbanismo estárespaldada por el valor que susdocumentos tienen en la consolidaciónde un saber especializado. Ellos sontestimonio de procesos culturales y“portadores de valores históricos,estéticos y tecnológicos”15 que danrespaldo a las prácticas sociales yacadémicas de las generaciones actualesy futuras.

Por otro lado, está el aportesignificativo que los archivos hacen altrabajo de investigación e intervenciónen las ciudades y las regiones del país,esto está muy relacionado con un puntocrucial en la políticas archivística: losarchivos no pueden tener una funciónpasiva en la sociedad, sino que tienenque ser uno de los más claros respaldosa la actividad académica e investigativa.En este sentido los archivos deArquitectura y Urbanismo no puedenentenderse como un museo de curiososdocumentos, sino, que de la mano conlos esfuerzos para su creación tiene queir el impulso a los proyectos deinvestigación y a la valoración y correctautilización de la fuentes documentalescomo un instrumento de conocimiento.

Si bien en el país ya se han iniciadoproyectos de archivos temáticos, sobretodo en Arquitectura, es importanterealizar una labor conjunta en la que sepuedan fijar criterios de conservación yestablecer referencias comunes para ladescripción y la catalogación del material,esto pasa por una tarea primordial que esla identificación de la estructura dentrode la que se realizan las actividades de laArquitectura y el Urbanismo. En esteaspecto, el trabajo del Consejo Nacionalde Arquitectura y Profesiones Afinespara fijar las reglamentaciones per-tinentes, es un punto de partida ineludible,lo mismo que la legislación nacional paratrámites y ejecución de proyectos.

De acuerdo a lo anterior se tienenentonces, dos campos de acción: por unlado, está el trabajo puntual en variosarchivos ya creados y en proceso, en loscuales se realizan programas deinventarios y catalogaciones particulares;en otro sentido, está la necesidad de unorden de actividades que, a nivel general,fije unas rutas para el trabajo específicocon los documentos en cuestión; estosserán mejor conservados y consultadossi las experiencias puntuales seintercambian y los problemas generalesse discuten entre las entidadesinteresadas.

Lograr un trabajo colectivo en estesentido puede ser el producto de unadiscusión previa que resuelva lossiguientes puntos:

• Definir la estructura orgánica de lasactividades de la Arquitectura y lasprofesiones afines para lograr entenderel orden y los procesos que acompañanla creación de los documentos de interés.

• De acuerdo a lo anterior, identificaren detalle los documentos de interés, lostipos de soportes, las técnicas, mediosde expresión, su importancia y suubicación en la estructura a la quepertenecen.

• Con las experiencias de algunosarchivos ya consolidados o en proceso,reconocer cuales son sus fondos, suscatalogaciones y los inconvenientes másapremiantes en la conservación de losdocumentos.

• Fijar criterios para la producción denuevos documentos, teniendo en cuentalos nuevos soportes y las facilidades deconservación, todo esto dentro del marcode los Programas de ConservaciónPreventiva.

• Evaluar cuál es el estado de lainvestigación en Arquitectura yUrbanismo en Colombia y fijar cuálesserían los aportes hechos por los archivospara la intensificación de esta labor y elmejoramiento de sus productos.

Estos elementos, pueden ser el puntode partida para un trabajo que logreorganizar los archivos de Arquitectura yUrbanismo a nivel regional y nacional.Esta labor que no se restringe a lasdisciplinas en cuestión, requiere delconcurso de historiadores, especialistas

Imagen 11: Fachada actual. San Antonio dePadua, Santander de Quilichao. ColecciónFotográfica, Archivo OTTO MOLL –CITCE-.

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Es un hecho que una labor sinreflexión y sin teorización está casi quecondenada a hundirse en sus problemasy detener así sus desarrollos (Sánchez,1998).

Segundo, se entrará en el temaespecífico de los documentos de laArquitectura y el Urbanismo, empezandocon un documento en particular: el plano,luego los que en el oficio son susderivados. Éstos se identificarán endetalle para asignarle, de esta forma, lascaracterísticas partículares a los archivostratados. Por último, se desarrollará loreferido a la importancia de los archivosde Arquitectura y Urbanismo en elejercicio de la profesión, y sobre todo,de la investigación. Se revisarán algunasexperiencias y se finalizará con unasconclusiones que buscan, más quecerrar el tema, plantear algunascuestiones que puedan darle un mayoralcance.

e instrumentos, es una actitud definidapor una sociedad frente a sus bienesmateriales.

Teniendo en cuenta las implicacionesde la cultura en la valoración yconservación de los bienes, es pertinentepreguntar: Qué significa conservar enuna sociedad contemporánea en la queel volumen de producción dedocumentos es enorme, y que además,cuenta con sofisticados soportesmagnéticos y redes de información derelativo fácil acceso? Cuál es el soporteoriginal de los documentos que ya no seproducen directamente en el papel ?. Detodo lo que se busca conservar, qué esrealmente representativo y necesario, yfinalmente, son proporcionales a lacantidad de información disponible, losalcances y el rigor en la producción deconocimiento de las comunidadescientíficas hoy en día? Estas preguntas,si bien no podrían resolverse en esteartículo, es preciso plantearlas ya quedefinen algunos rumbos importantes enla reflexión acerca del trabajo en losarchivos y las labores de investigaciónque en éstos se propician.

Dejando el tema de la conservaciónpara posteriores, y seguramentecomplejas discusiones, se puede entraren el aspecto organizativo de losarchivos. En principio se anota queorganizar es el primer paso hacia laconservación (Garcia, 1997). En elarchivo, la documentación más que porsus características físicas y deinformación tiene valor, también, por elcontexto en el que ha sido elaborada.

Imagen 1: Planta, alzado y sección Vivienda entabiques de madera, argamasa y listoneado demadera. Tomado de: Catalogo de SistemasConstructivos. (1990) Santiago de Chile: Cyted-d. Pp: 48.

Imagen 2: Perspectiva. Vivienda en tabiques demadera, argamasa y listoneado de madera.Tomado de: Catalogo de Sistemas Constructivos.(1990) Santiago de Chile: Cyted-d. Pp: 48.

1. Los archivos temáticos:Arquitectura y urbanismo.

Para empezar es convenienteidentificar una idea general acerca de loqué son los archivos en cuestión, ideasobre la que se pretende avanzar parallenar así, de más sentido y precisión. Setiene que los archivos son recintosorganizados para la conservación de losdocumentos que surgen y respaldan lasdiversas actividades de una institución,o el ejercicio de una profesión o unoficio. La importancia de la conservaciónde estos documentos está en el valorcultural que tienen como patrimoniomueble y tangible de una sociedad ocomunidad determinada, por sucapacidad testimonial sobre prácticascotidianas y especializadas a diferentesniveles y, en consecuencia de todo esto,por su permanente vigencia comofuentes para la enseñanza y lainvestigación, en este caso, histórica,teórica, técnica y formal de laArquitectura, el Urbanismo y múltiplesdisciplinas que problematizan yreflexionan sobre los hechosconstruidos. De acuerdo con lo anterior,son tres los grandes aspectos oproblemas que plantea la cuestión de losarchivos de Arquitectura y Urbanismo,éstos pueden resumirse en las siguientesnociones: conservación, organizacióny documentación.

De la primera se puede anotar queconservar es una acción que se matizacon la cultura, de ésto hablan las prácticasde reutilización no ortodoxa con las quese intenta readaptar de forma constantela idea original para la que se concibió elobjeto, en este sentido se tiene referenciadesde los antiguos palimpsestos(Miralles, 1971) hasta las modernasreutilizaciones de edificios. Opuesto aésto, está la conservación ortodoxa ocientífica en la cual predominan losvalores materiales del objeto, “en estaconservación predomina más, lo que elrestaurador interpreta como originalmás que la preservación de los valoreshistóricos añadidos” (Sánchez, 1998:6).Ambas ponen en evidencia que conservarmás que un asunto de técnicas, métodos

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en las ciencias de la información,restauradores, entre otros. En el CITCE,está en proceso la consolidación delArchivo y Centro de Documentación.Con este proyecto y la experienciaobtenida se puede vislumbra laposibilidad de iniciar un trabajo conjuntocon otras unidades académicas yentidades que permita impulsar las tareaspertinentes en la creación y organizaciónde archivos de temáticos.

NOTAS

1 La Norma General para la DescripciónArchivística, ICONTEC 4095, determina ydefine todos los campos a partir de los cualesse logra una caracterización completa de losdocumentos en sus aspectos físicos, deproducción, contexto y organización en elarchivo.

2 “La categoría venustas (belleza) estásubdividida en seis conceptos básicos: laOrdenación –en griego, taxis-, la Disposición–en griego, diathesis-, la Euritmia, la Simetría,el Ornamento y la Distribución –en griego,oeconomia-“. (Kuhn, 1994:29)

3 Proyecto completo en: EISENMAN, Peter.(1995) “Zones of undecidability: Theinterstitial figure”. En: ANYBODY,Argentina. Pp. 18 - 24.

4 Proyecto completo en: GEHRY, Frank.(2.000) “Emociones fuertes”. En: Obras deConsumo Nº 74. Barcelona: Arquitectura Viva.Pp. 32 – 39.

5 Las construcciones son el resultado de unaserie de procesos que se van articulando encuatro etapas. Éstas son: 1. Trabajospreliminares, 2. Elaboración del Proyecto, 3.Gestión y 4. Ejecución. (Hildesheimer,1986:18 - 23).

6 “Este Acuerdo se puede consultar en:Reglamento General de Archivos, 2ª edición,Santafé de Bogotá, Archivo General de laNación, 1997. Páginas 86 y 87”. (Con.tactoNº 7. 1997. Archivo General de la Nación)

7 Ver: Inventario de Mapas y Planos de 1910a 1960. (2002) Cali: Archivo y Centro deDocumentación OTTO MOLL–CITCE-Universidad del Valle.

8 Ver: Descripción Archivística y Diagnósticodel Estado de Conservación de la Colección dePlanos y Mapas de 1910 a 1960. (2001). Cali:Archivo y Centro de Documentación OTTOMOLL - CITCE- Universidad del Valle.

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Las jaulas urbanas de Cali y ladimensión simbólica de losespacios en la arquitectura

* Antropólogo, Profesor, Facultad de CienciasSociales y Económicas, Universidad del Valle.

*Elías Sevilla Casas1

Eran unos treinta jóvenes dispuestosa aguantar tres horas de calor en el feo“taller” del primer piso de su Escuela deArquitectura. Cumplían con uno de losactos académicos que estudiantes ymaestros habían programado para darcontenido a la “Asamblea Permanentesin clases” de la protesta profesoral. Ellugar, alumbrado por tubos fluorescentesy repleto de sillas plásticas blancasordenadas frente a una mesa de fórmica,era apenas apropiado para el tema de latarde: los cerramientos en malla y alambrede púa, en reja metálica, o en limonacho(con alma de malla) que han convertidola ciudad de Cali en una lamentablecolección de jaulas y corrales. Cuatroprofesores sentados a la mesa, tresarquitectos y un antropólogo, esperabanpara iniciar sus comentarios magistralesy responder a las preguntas. Se abrió lasesión con la lectura de una nota deprensa sobre el tema. Luego, lasdiapositivas que ampliaban la descripcióndel tema dejó en los asistentes una vagasensación de opresión y desconsuelo.

A esto hemos llegado, por lainseguridad que reina en la ciudad, tantoen los asentamientos pobres del Distritocomo en las mansiones del sectorelegante de la ciudad. La gente tiene quedefenderse porque las autoridadesresultan incapaces. La delincuenciadesbordada obliga a proteger la vida ylos bienes que la sustentan por encimade cualquier exigencia de estética opaisaje. De los comentarios deduje quelos arquitectos al diseñar en Cali parecenubicarse en un continuum que tiene dosextremos. El primero deja que laimaginación opere en la abstracción delpapel o la pantalla, y traslada a losusuarios, individuales o corporativos, laresolución de su problema de seguridad.Los resultados son deprimentes, comolo muestran las diapositivas.

El segundo hace reconocimiento dela agobiante realidad social e integra aldiseño alguna solución que disimula laconnotación de jaula para perros: seconvierten en corrales. Los diseños nodejan de asesinar el paisaje, esta vez en

forma menos brutal, con dosis largas,muy largas, de rectilíneas verdes,opresoras, inamistosas, ofensivas parael peatón que las bordea. Parece que laprimera tendencia es la más favoreciday es la continuum. En términos másteóricos, se aconsejó ajustar el diseñodel espacio físico a las constriccionesdel espacio social. O, lo que es lo mismo,a conjugar la abstracción del espacioarquitectónico con las exigenciashistóricas, sociales, de los lugareshabitados por humanos. Se dijo que erasintomática de la tendencia criticada lacostumbre hacer las maquetas sin gente,porque la gente perturba la pureza deldiseño. “Por allí comienza el horror”,fue el resumen sutil, fino como unalfiler, de la autocrítica. Quedó, pues, enel ambiente la idea de que el espaciofísico y el espacio social son las dosdimensiones del ejercicio de laarquitectura y que se deben haceresfuerzos para trabajarlos equili-bradamente en las obras concretas quese contratan para la ciudad.

Imagen de la Cra. 4a Cali. Fuente. Archivo Fotografico y Filmico del Valle del Cauca.

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Virginia Woolf, Chicago,Tumbichucue y Cali.

Bien conocida es la doctrina de laEscuela Sociológica de Chicago2 sobrela vida urbana, aquel dominio en que lacomunidad dejó de serlo para convertirseen sociedad. Redfield resumió la doctrinaen la cacofónica frase del “folk-urbancontinuum.” Antes, en el polocomunitario, o folk, coincidían lacomunidad de vida con la comunidad desentido, y el tejido social hecho de normascuya legitimidad se respetaba, hacíainnecesaria la barrera física, porque lasmarcas simbólicas, al estilo de las marcasde tiza enunciadas por Virginia Woolf,cumplían bien su cometido.

El dominio simbólico emergía enestos contextos tradicionales como latercera dimensión del espacioarquitectónico, la que da alimentohumanístico y soporte valorativo a lasdos primeras.

Esta tercera dimensión es la que a mijuicio ha sido olvidada en los esquemasde solución propuestos para las jaulas yalambradas.

Física, social y simbólica son, pueslas tres las dimensiones del espacio que–cuando pasa de la abstracción del papelo pantalla a la concreción histórica decualquier lugar habitado por humanos—imponen un reto creativo a la imaginacióndel arquitecto.

Quise en mi intervención, hecha enun día internacional de la mujer, volvera las páginas de una mujer maravillosacomo Virginia Woolf para fortalecer lavigencia de este dominio simbólico delque la racionalidad tecnológica masculina—burda en el usuario lego o refinada enel arquitecto funcional— ha suprimidola fuerza potencial.

Allí anida, aparentemente inocua,hecha de simple tiza, la solucióncivilizadora de nuestros problemascotidianos con el espacio y el tiempoconcretos, en este caso con las jaulas.Ensayos iluminadores como ThreeGuineas o A Room for One´s ownresultaban fértiles en este desierto de laimaginación arquitectónica que apuntasólo a la piedra —o al cemento, o alhectométrico seto con mallas en su

entraña— como solución funcional alos problemas de la seguridad urbana.Al final de la serie de conferenciasrecogidas en A Room for One´s ownVirginia concluía, con referencia a unade sus más fuertes tesis de escritora —la de la sensibilidad especial de la mujercomo contraparte del logos masculino—y a la conexión de esa sensibilidad con ladimensión simbólica, sobre “el mundode la realidad”, ese reino brumoso delsentido tácito en donde trabajan lospoetas:

Les dije en el curso de este ensayoque Shakespeare tuvo una hermana;pero no la busquen en la vida delpoeta por Sidney Lee. Murió joven –y, lástima, no escribió una palabra.Está enterrada allá donde ahoraparan los autobuses, frente alElefante y el Castillo. Creo sinembargo que esta poetisa, que nuncaescribió una palabra y está enterradaen el cruce de calles, vive todavía.Vive en usted y en mí, y en muchasotras mujeres que no están aquí estanoche porque están lavando platos yacostando niños. Pero vive; porquelos grandes poetas no mueren; sonpresencias continuas; necesitan sólola oportunidad de caminarencarnados en nosotros. Estaoportunidad, pienso yo, viene ahoraen el poder que le otorgamos. Porquecreo que si vivimos otro siglo, oparecido –y estoy hablando de lavida común que es la vida real no lavida separada que llevamos comoindividuos—y tenemos quinientosaños para nosotras y una habitaciónpara nosotras; si tenemos el hábitode la libertad y la valentía de escribirlo que sentimos; si escapamos unpoco de la ordinaria sala de recibo yvemos a los seres humanos no en surelación con los otros sino en relacióncon la realidad; y también el cielo, ylos árboles y lo que haya en ellos; y

si vemos más allá del duende deMilton, porque ningún ser humanonos debe tapar la vista; y si afrontamosel hecho, porque se trata de un hecho,de que no hay brazo del cualprendernos, de que caminamos solasy de que nuestra relación es con elmundo de la realidad y no sólo con elmundo de hombres y mujeres, entoncesvendrá la oportunidad de que lapoetisa muerta que fue la hermana deShakespeare dirá en persona lo quesiempre dijo.3

Creo que son muy pocas en el mundolas comunidades que encarnan el idealextremo folk, aunque hay aproxi-maciones que, con pesar de los puristas,no dejan de tener sus delincuentes. Pudeexperimentarlo en Tumbichucue, unpequeño resguardo de la CordilleraCentral caucana, en el Suroeste deColombia.4

Allí las cercas son para los puercosy las vacas, que prefieren los tallostiernos de las sementeras a los durosbejucos de los rastrojos comunales, ynada saben de símbolos y normas.

Para la gente los símbolos, y lasnormas que los concretan, tienenvigencia hasta el punto de que nadie robaun durazno por maduro que esté y alalcance de la mano. Además, no lo roba,porque el visitante sabe que detrás dealgún árbol hay un niño o una viejita quelo mira y mira desde que apareció en elcamino de la entrada. El sustratosimbólico halla su expresión en la normasocial que en este caso reposa en lamirada humilde, pero persistente y firme,de la viejita o el niño.

No es la Arcadia amerindia quealgunos citadinos se imaginan pero síuna combinación armónica de manejodel espacio en el orden simbólico y enlos arreglos sociales, acogidos,respetados, florecientes, en la medidaen que están conectados con el humusde las estructuras simbólicas.

Pero también allí esos arreglossociales están siempre amenazados. Allítambién hay puertas que se cierran en lanoche o cuando los dueños se van a lamontaña. Los candados se volvieroncomunes ante las osadías de los ladrones

La gente tiene quedefenderse porque las

autoridades resultanincapaces.

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Libros

Cuando nace Edgar Vásquez en Cali, la ciudad cuenta con menos de 150.000habitantes y cuando escribe su libro tiene más de 2’000.000, es decir el autor escribede una ciudad que ha visto hacerse con él, experiencia que difícilmente tienenciudadanos de otras latitudes. Esta situación es su ventaja y al mismo tiempo sumayor dificultad: la imposibilidad de tomar distancia con relación a los hechos,mirarlos en perspectiva; por esta razón, a diferencia de su primer libro sobre Calien el siglo XIX 1, mucho mas riguroso conceptualmente, este es más anecdóticoy descriptivo.

El libro se desarrolla a partir de tres temas fundamentales del desarrollo urbano:la ciudad examinada desde su base económica local-regional; el proceso deurbanización y sus múltiples consecuencias y finalmente, de la evolución de lasinfraestructuras viales y de los servicios públicos, temas todos cruciales encualquier indagación urbana en nuestro medio y que el autor utiliza como hiloconductor, manteniendo el análisis de los mismos, vigente a lo largo de los cuatroperíodos sobre los cuales desarrollla su trabajo de una manera amena.

Llama la atención que este es un libro abierto, sin conclusión, parece estarnosdiciendo que la historia continua y hasta aquí llega el testimonio del autor. Este hechoes una critica pero más allá de ella, la obra consigna y analiza hechos y vivenciasimportantes, de tal manera que en el futuro el libro de Edgar Vásquez será, por lovariado y amplio de su información, fuente obligada de consulta de todo investigadorserio interesado sobre Cali y su desarrollo urbano.

1 Vásquez Edgar. Historia del Desarrollo de Cali. Cali Universidad del Valle, 1982.

Arq. Ramiro Bonilla S.

Edgar Vásquez BenítezHistoria de Cali en el siglo 20.Sociedad, economía, cultura yespacio.Editores: Darío Henao Restrepo, PacíficoAbella MillánCali, Colombia 200122,0 x 24,0 cms, 320 páginas.Ilustraciones en B/N.ISBN958-33-2904-5

Reseñas

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que aprendieron a hacer fechorías cuandofueron a La Plata, Huila, a la cogienda decafé.

“Pero estos sinvergüenzasaprenderán vergüenza cuando el Cabildolos regañe en público, si es que deseanpermanecer en el resguardo. Dicen queen el pasado les daban juetazos, pero yahace años que no se juetea a nadie.¡Cómo cambian las costumbres, doctorElías!” (Y el doctor Elías saboreaba undurazno, regalado por la viejecita,mientras escuchaba su discurso musitadoen un castellano que adolecía de dejos ysolecismos impuestos por el nativoNasa).

Decía la doctrina ortodoxa deChicago que en el polo mítico urbano nohabía comunidad sino sólo sociedad.Esta se definía como un haz de relacionesfuncionales parciales sostenidas porindividuos desarraigados, quienes sólolograban ser tratados como personastotales en los espacios cerrados de susviviendas nucleares. Según ese mitohiperurbano, en la sociedad prima la fríafuncionalidad y sólo en las viviendas yalgunos reducidos segmentos urbanospervive mal que bien el sentimiento.Cuando éste desaparece, y con él laconexión con el substrato simbólico, lasnormas mínimas de convivenciaciudadana cuentan al menos con elrespaldo efectivo de la ley, y siguensiendo respetadas por razones diferentes:el espacio social mantiene entoncesprecaria correspondencia con el espaciofísico minuciosamente regulado.Suficientes como barreras sociales parael gran conjunto de la vida pública, lasnormas comunes, digamos las cebraspintadas de blanco de las intersecciones,dan al arquitecto y urbanista un margenrelativamente amplio para sus ejerciciosde diseño.

Cuando se incumple la ley o ella sevuelve inoperante, surge ineluctable lanecesidad de las barreras físicas, cuyadegradante exageración expusieron lasdiapositivas de Cali ... hasta llegar averdaderos remedos de campos deconcentración y de jaulas para homínidospre-sapiens. Pero, en contra el mitohiperurbano, encuentro que Tumbi-chucue, como prototipo folk, en últimas,

no está tan lejos de Chicago si se le miraen microescala.

Durante años recorrí comoantropólogo en ejercicio variados barriosen la ciudad y encontré que habíacomunidades de inmigrantes quereinventaban, demarcadas por linderosétnicos, precarias comunidades de viday de sentido: eran barrios polacos,lituanos, italianos, rusos, chicanos,boricuas, y otros más. También había,desde luego, desastres parecidos a losdel Distrito de Aguablanca: eran menoslos de ancestro europeo y más los dechicanos, boricuas, y sobre todo deafrodescendientes.

Obviamente, la opresión de la antiguaesclavitud y las secuelas del nuevoimperialismo hallaban innegableexpresión en el mayor núcleo urbano delMidwest.

En las comunidades organizadas sedefendía el reinvento de convivenciasocial y simbólica mediante conveniosplasmados en normas y símbolosremozados, por acuerdos entreinstituciones como la policía local, lasiglesias, las escuelas y las asociacionescívicas y de padres de familia. Hasta allíla analogía con Tumbichucue.

Porque, ocasionalmente, comoocurrrió en el Cicero de Al Capone en losaños de 1930, esa civilidad precaria querescataba el sentimiento y el símboloestaba, en últimas, resguardada pormetralletas que se transportaban,disimuladamente, en estuches de violines.

La delincuencia y el crimenorganizado a escala, alejaban entonces ala gran ciudad de la pequeña comunidadindígena (hasta cuando, por desgracia,llegó a las montañas colombianas laréplica “máfica” del narcotráfico, sussecuelas, y sus asociaciones infames).

Dejamos entonces Tumbichucuepara acercarnos a Cali como término decomparación.

En los barrios desreglados, laspandillas, las famosas gangs de Chicago,hacían respetar a sangre y fuego sudemarcado territorio, pero la depredación–cuando acosaba el hambre o el deseode lujos pasajeros— se revertía acualquiera que transitara desprevenidopor sus callejones interiores. Esos gruposque se originan como de autodefensabarrial, como se ha comprobado enChicago y en Cali, entran en una lógicaperversa que se vuelve incapaz dereconocer límites; se vuelveautodestructiva, particularmente cuandose combina la violencia con el consumode substancias. Entonces ningunasolidaridad, ni siquiera la primaria ydoméstica, resiste su cáustico poder.5

Con la industrialización de la primeraparte del siglo veinte, Cali, la aldea tri-racial vigilada por tres cerros abandonódefinitivamente su perfil comunitario yentró en la categoría de ciudadmasificada. La ubica José Luis Romerodentro del patrón de América Latina, y laprecisa para Cali la “Historia” de EdgarVásquez.6

La inmigración atraída por el augeindustrial se vio acrecida por la expulsiónque forzó la violencia de mitad de siglo.El flujo no ha cesado, al contrario haaumentado en las últimas décadas. Losindios del sur de Colombia y losafrodescendientes del Pacífico hancopado los cerros laterales y las tierrasinundables del Distrito. La fuerzadisruptora del traslado y asentamientocaótico no ha hecho sino acentuar lafragmentación de los originarios arregloscampesinos entre comunidad de vida ycomunidad de sentido. El llamado alorden social que intentaron por décadaslos dirigentes cívicos y filantrópicosbajo el motto de la “Cali cívica” encontróeco ambiguo y letal en el motto de la“Cali limpia” que quiso por la fuerzaerradicar el desorden que siguió a lalección cívica jamás aprendida. Lainfluencia local del narcotráfico, con suexcesiva dosis de vulgaridad consumistay su búsqueda desaforada del dinero acualquier precio no hizo sino acentuar

Según ese mitohiperurbano, en la sociedad

prima la fría funcionalidad y sólo enlas viviendas y algunos reducidossegmentos urbanos pervive mal

que bien el sentimiento.

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Los autores presentan este texto como el primer volumen destinado a divulgarlos resultados de una prolongada investigación del grupo Hábitat Pacífico delCITCE, realizada en varios ámbitos de la región del Pacífico colombiano; comarcade Nuquí, bahía y ciudad de Tumaco, costa y ciudad de Buenaventura, río Atratocentral, río San Juan.

El propósito de este ensayo es ilustrar con un caso preciso, prototípico ygeográficamente muy definido, el proceso de poblamiento y de colonización agrariadel litoral que ocurrió a fines del siglo XIX y se fortaleció durante el siglo XX; ydescribir sus principales manifestaciones espaciales.

La primera parte reseña la forma cómo las corrientes migratorias procedentesde los ríos mineros, con su traslado y cambio de ámbitos geográficos, entran aconstruir sus hábitats con nuevas perspectivas económicas y formas genuinas deorganización social. También explica cómo la peculiar dinámica demográfica deintercambios entre asientos, genera y favorece el nacimiento de las diversas aldeasde la bahía, y cómo luego estas logran constituirse en una sociedad unificada decomarca.

De allí en adelante los autores examinan detalladamente y mediante sucesivasencuestas y observaciones in situ, el proceso socio histórico vivido durante un siglocompleto, por uno de los caseríos playeros.

Es de destacar el capítulo dedicado al análisis del patrón de emplazamiento delos asientos proto urbanos, y la manera como la posesión patrimonial del sueloproductivo y residencial genera su forma, su trazado, su morfología, auspicia larelación entre espacio cerrado privativo y espacio abierto colectivo, e influyenotablemente en sus transformaciones espaciales y residenciales posteriores.

Igualmente es de resaltar el extenso capítulo dedicado a las moradas y suarquitectura. Reconstruye, a través de un siglo y de seis generaciones, unasecuencia que se inicia con las tradiciones vernáculas y el albergue primitivo enmateriales vegetales locales, y llega hasta la introducción de prácticas sociales yconstructivas modernas, articuladas con la búsqueda de mejores condiciones dehabitabilidad.

Terminando el proceso, en las postrimerías del siglo XX el caserío experimentalas múltiples contradicciones que orientan y enmarcan su difícil inserción en lasociedad colombiana moderna.

ReseñasPublicaciones del CITCE

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Gilma Mosquera TorresJacques Aprile-GnisetHábitats y sociedades del Pacífico“La Bahía de Solano”.Ed. Centro de InvestigacionesTerritorrio, Construcción y Espacio-CITCE-Univalle.Cali, Colombia, 2002.24,5 x 17,5 cms, 380 páginas.lustraciones en B/N.ISBN 958-96762-4-3Investigación y publicación con el apoyode Colciencias.

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una tendencia que se había incubado,desde mitad del siglo, en la entrañamercantil de la ciudad.

En ésta pareció predominar un ethosprosaico y mercenario. Se adelgazó a talpunto la dimensión social, ese arregloprecario entre individuos que se respetanal menos por temor a la ley, que tambiénse afectó, al parecer, el delicadosubstrato simbólico, o la terceradimensión, aquella que distingue a lospuercos y vacas de los seres humanos,en cualquier parte del mundo. Por ellolas barreras físicas, brutales en la formade alambradas de púas, o las disimuladasvallas verdes (de entraña tambiénalambrada) substituyeron las marcas detiza y los arreglos sociales citadinos. Yallí estamos, desde el Distrito deAguablanca hasta las mansionesamuralladas de Ciudad Jardín.

La excepcional capacidad perceptivade poetas y mujeres.

Alguien podría diagnosticar en eldeterioro del paisaje urbano una especiede regresión filogenética que tiene comoefecto, o causa, —da lo mismo— eladormecimiento de la sensibilidadhumana frente al lenguaje de lossímbolos.

Sin esta sensibilidad que da soporte alas normas sociales que regulan el espaciosocial –ejemplificado por las cebras delas intersecciones viales—estas normasllegan a ser inocuas, pues su soporteprecario es el castigo ... y éste puedetambién escamotearse en el trámite de lacontemporánea corrupción de lascostumbres. ¿Qué puede esperarse delas autoridades si éstas también hanentrado en el juego mercenario y prosaicodel interés inmediato traducible a dinero?

El recurso, como se ha visto en elcaso de los arquitectos socialmentesensibles, es disimular una largaalambrada con exteriores vegetales.

Por ello concluí de la discusión sobreel enjaulamiento de Cali que había ciertaresignación derrotista ante los hechos,como si la causa civilizadora, cuya raízes la sensibilidad a los símbolos, estuvierairremediablemente en bancarrota.

Pero no creo en la consolidación dela barbarie porque todavía existen poetasy mujeres. Mi argumento no es unrecuento superficial y oportunista –en eldía internacional de las mujeres—de lasexageradas vociferaciones de algunasfeministas que simplemente quisieranjugar a la revancha con los hombres(puede haber barbaries ginocéntricas).Tampoco revive el sentimentalismodulzón derivado del romanticismo, pueséste se hizo insostenible después delHolocausto (T. Adorno), en nuestradesolada Waste Land (T. S. Eliot),habitado por El hombre sin atributos (R.Musil). Para exponer mi argumentovuelvo a Virginia Woolf en Three Guineasy con ella rescato el permanente valor dela genuina poética romántica. Al lado delrecuerdo de la hermana de Shakespeare,Virginia evoca el de DorothyWordsworth, como la ve su hermano elpoeta, el que es tan famoso porque supoescuchar la voz profunda que tienen loslugares concretos, los naturales ysolitarios, y los construidos y habitadospor hombres y mujeres:

She gave me eyes, she gave meears; And humble cares, and delicatefears; A heart, the fountain of sweettears; And love, and thought, andjoy.7

En el diario de Dorothy aparece estafina descripción en prosa:

Cuando estábamos en los bosquesallende Gowbarrow Park vimos unosnarcisos a la orilla del agua.Imaginamos que el lago habíatransportado las semillas a la orilla yque la pequeña colonia había así

florecido en el lugar. Pero cuandoavanzamos había más y más, y aúnmás bajo las ramas de los árboles, yvimos que había un largo cinturón deellos a lo largo del lago, tan anchocomo un bucle de carretera rural.Nunca había visto narcisos tan belloscomo los que crecían entre las piedrasmusgosas y sobre ellas, algunosreposaban sus cabezas sobre laspiedras como dejando su pesadumbreen la almohada y el resto jugueteabay brincaba y danzaba, y parecíanreírse del viento que soplaba sobreellos y sobre el lago, parecían tandichosos, siempre mirando y siemprecambiando.8

William, con su maestría de la palabra,lo resume en una pincelada:

When all at once I saw a crowd, Ahost, of golden daffodils.

Y agrega el toque lírico, perfecto, desu propio sentimiento:

They flash upon that inward eyeWhich is the bliss of solitude; Andthen my heart with pleasure fills, Anddances with the daffodils 9

Virginia da tres guineas de limosnairónica al importante señor que la habíainvitado a colaborar con los señoresingleses en la prevención de la guerra.Insiste en su idea de que las mujerescolaboran pero han decidido seguir almargen de la Sociedad Interior, la queestá más allá del círculo de tiza que losvarones trazaron para demarcar suámbito público en donde se discuten lascosas importantes para ellos, las deldinero, de la política, y la guerra.

Allá se llevan secuestrados a losjóvenes hermanos, tan queridos de lashermanas pensantes, para que se vistancon los ridículos atuendos de susceremonias, con las plumas amarillas yrojas, que proclaman sus grados yostentosas distinciones; para queaprendan a pensar y a manejar la palabraen los cerrados círculos.

Mientras tanto ellas siguen pensandofrom hand to mouth mientras mueven el

Con la industrializaciónde la primera parte del siglo veinte,Cali, la aldea tri-racial vigilada por

tres cerros abandonódefinitivamente su perfilcomunitario y entró enla categoría de ciudad

masificada.

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NOTAS

1 Correo: [email protected] Sobre la doctrina de Chicago y sus

interpretaciones, como mito urbano, dentrode nuestro contexto, véase Anthony P. Cohen,The symbolic construction of community.London: Tavistock, 1985, pp. 21-38.

3 Virginia Woolf, A room of one’s own. London:Penguin Modern Classics, 1973 [1928], p.111-112.

4 Elías Sevilla Casas, La pobreza de los excluidos:economía y sobrevivencia en un resguardoindígena del Cauca, Colombia. Quito: Ethnos,1986.

5 Ver para Chicago la serie de informesactualizados en http://www.dc.state.fl.us/pub/gangs/chicago.html; la compleja historiaen http://www.uic.edu/orgs/kbc/ganghistory/ganghistory.html. Para Cali reciente, GildardoVanegas, Cali, tras el rostro oculto de laviolencia. Cali: Ministerio de Salud; Alcaldíade Cali; Cisalva, 1998; y Fernando Urrea yPedro Quintín, “Segregación urbana y violenciaen Cali: los jóvenes del Distrito de Aguablanca.Anuario de Investigaciones. 2001:319-338,Cidse, Universidad del Valle, 2002.

6 José Luis Romero, Latinoamérica: las ciudadesy las ideas. México: Siglo XXI Editores, 1976;Edgar Vásquez, Historia de Cali en el siglo 20:sociedad, economía, cultura y espacio. Cali:Edición Privada/Artes Gráficas del Valle.

7 Ella me dio ojos, ella me dio oídos; / Y cuidadoshumildes, y temores delicados; / Un corazón,la fuente de dulces lágrimas; / Y amor, ypensamiento, y dicha. “The sparrow’s nest”,Poetical works, edited by Thomas Hutchinson,Oxford: Oxford University Press, 1969.Traducción de ESC.

8 Journal, 15 April 1802. Fuente:http://www.dickinson.edu/~nicholsa/Romnat/dorothy.htm. Traducción de ESC.

9 Cuando de improviso los vi todos / Un ejército,de dorados narcisos. [...] Fulguran sobre lamirada interna / Que es el arrobamiento de lasoledad; / Y entonces mi corazón se llena deplacer / Y danza con los narcisos. WilliamWordworth, “Poems of the Imagination”, “XII,I wandered lonely as a cloud”. Poetical Works,edited by Thomas Hutchinson, Oxford:Oxford University Press, 1969. Traducciónde ESC.

10 Aurelio Arturo, “Canción de la noche callada”.Obra e imagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

11 Aurelio Arturo, “La ciudad de Almaguer”.Obra e imagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

12 Aurelio Arturo, “Morada al sur”. Obra eimagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

13 Virginia Woolf, A room for one´s own. London:Penguin, 1973, p. 87. Traducción de ESC.

14 Piedad Bonnet, “Soledades”. La PalabraViva. http://caribe.udea.edu.co/~hlopera/pb.html.

15 Maurice Merleau-Ponty, Phénoménologiede la perception. Paris: Gallimard, 1976.

16 Alfred North Whitehead, “The romanticreaction”. Science and the modern world:Lowell Lectures, 1925. New York: TheMacmillan Company: 109-138

17 Dan Sperber, Rethinking symbolism.Cambridge: Cambridge University Press, 1975.

18 Marc Augé, Non-lieux: introduction à uneanthropologie de la surmodernité. Paris:Éditions du Seuil, 1992.

19 Charles Baudelaire, “Paysage”. Les Fleurs dumal. Paris: Gallimard, Livre de Poche, 1947.

20Nicanor Parra, “Los poetas bajaron delOlimpo”, en: http://www.geocities.com/Athens/Forum/9770/Parra.html

21 Nicanor Parra, “Recuerdos de Juventud,”Poemas y Antipoemas, en: http://www.uchile.cl/cultura/parra/antologia/indexpoemas.html

22 “El peregrino,” De Poemas y Antipoemas,en: http://www.uchile.cl/cultura/parra/antologia/indexpoemas.html

23 Dana Buntrock, “Shigeru Ban: ethicalexperimenter.” Architecture 85(10):104-106,1996. Ver también Shigeru Ban y EmilioAmbasz, Shigeru Ban. Princeton N. J.:Princeton Architectural Press, 2001.

24 Max Black, “Models and Archetypes”.Models and metaphors: studies in languageand philosophy. Ithaca: Cornell UniversityPress, 1962, pp. 219-243.

25 William Wordsworth, “The Wanderer”;“Excursion” Book 1: vv450-470. PoeticalWorks, edited by Thomas Hutchinson. Oxford:Oxford University Press, 1969.

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cucharón en la cocina y balancean lacuna. Habrá que esperar muchas décadaspara que la mujer pueda llevar a lapalabra el resultado de su rumiarcentenario y pueda expresar, como lohacen los hombres, los secretos que hanarrancado de las cosas y lugares.

Pero no pierde la esperanza porquelos poetas, y las poetas, no mueren.Ellas prestaron sus ojos y sensibilidad asus hermanos – a los Williams(Shakespeare y Wordsworth), a RenéChateaubriand una Lucila, a los Rosetti(Dante Gabriel y William Michael) unaCristina, y –aquí en la Colombiaromántica—a José Asunción una Elvira.Démosles cien años más, reclamaVirginia, y serán capaces de hablar porsí mismas con elocuencia comparable.

Algunas, durante los quinientos añosanteriores, lo han hecho, contra viento ymarea, desde fuera del círculo de tiza.Virginia repasa entonces el calvarioliterario y la calidad, incomprendida lasmás veces, de las pioneras en su propianación: Lady Winchilsea, CharlotteBrontë, Emily Brontë, Jane Austen,George Eliot, y Christina Rosetti.

La esperanza de Virginia tiene basesmás amplias porque ella se remonta, dela mano de Coleridge, a un campoandrógino en donde las mentes másgrandes intercambian cerebros dehombres y mujeres. Allí los poetas –ypor poetas entiendo los que están encontacto directo con el substratosimbólico que hoy ha sido adelgazadopor el prosaísmo rampante—sebenefician sin restricciones de lascapacidades que en el mundo de todoslos días aparecen adscritos a hombres ya mujeres.

Por ello es posible encontrar agenuinos poetas hombres a quienes nose les conoce una hermana predilecta,aunque sí mujeres fantásticas que losrodearon de imaginación desde queestaban niños. Es el caso del gran poetacolombiano Aurelio Arturo quien resumesu obra en tres versos magníficos:

Yo amé un país y de él traje unaestrella que me es herida en el costado,y traje un grito de mujer entre micarne.10

Arturo aprendió de sus mujeres —desu madre y de su nodriza negra, y de ladoncella mítica con quien despierta allado en sus noches balsámicas— a mirarel profundo sentido de los lugarescotidianos (Y en la voz de las mórbidasmujeres / reclinado, mil años meadormía11):

En el umbral de roble demoraba,hacía ya mucho tiempo, mucho tiempomarchito, un viento ya sin fuerza, unviento remansado que repetía unayerba antigua, hasta el cansancio.

Y yo volvía, volvía por los largosrecintos que tardara quince años enrecorrer, volvía.

Y hacia la mitad de mi canto medetuve temblando, temblandotemeroso, con un pie en una cámarahechizada, y el otro en la orilla delvalle donde hierve la noche estrella,la noche que arde vorazmente en unallama tácita.12

Debió de aprender porque, en ladistribución del trabajo civilizador,hombres y mujeres –siguiendo elargumento de Virginia—tienen distintassensibilidades.

Porque las mujeres han estadosentadas dentro de casa todos estosmillones de años, de tal modo queahora las mismas paredes estánpenetradas de su fuerza creativa, queen efecto ha sobrecargado losladrillos y el cemento de unacapacidad que se transmite a los

lapiceros, los pinceles, los negocios yla política. Pero esta fuerza creativadifiere grandemente del podercreativo de los hombres. Y uno debeconcluir que habría un millar delástimas si fuera impedida oderrochada, porque fue ganadadurante siglos dentro de la másdrástica disciplina, y no hay nadaque la reemplace. Sería un millar delástimas si las mujeres escribierancomo los hombres, o vivieran comolos hombres, o parecieran hombres,porque si los dos sexos son taninadecuados, considerando lavastedad y variedad del mundo,¿cómo sería con uno sólo de ellos?13

La sensibilidad de las mujeres por loslugares, aquellas concreciones delespacio que los varones volvimosabstractos en nuestros diseñosfuncionales, se manifiesta en su plenoencanto cuando emerge una poeta.Leamos con cuidado la descripción de“Soledades” en Piedad Bonnet, la jovenautora colombiana:

Exacto y cotidiano el cielo sederrama como un oscuro vino, seagazapa a dormir en los zaguanes,endurece los patios, los postigos,enciende las pupilas de los gatos. Enlas mezquinas calles minuciososgolpean los pasos de la frágilsolterona que sabe que no hay luz ensu ventana. En el aire hay olor a colhervida y detrás de la ropa queaporrea la piedra un canto de mujerabre la noche.14

Esa “realidad” que está más allá delas relaciones de individuos conindividuos en los escritos de VirginiaWoolf aquí se derrama como un oscurovino, duerme en los zaguanes, enciendelas pupilas de los gatos, y acompaña lospasos en la calle de la frágil solterona.

Una dimensión que sólo ellas, lasmujeres, y los que aprenden de ellas,están en capacidad de percibir y degustar,como se degusta el viejo vino. Son loslugares, que encarnan los espacios abs-tractos de los arquitectos, los espaciosfísicos dibujados en papel, y los espaciossociales, surgidos de la relación entre

Alguien podríadiagnosticar en el deterioro

del paisaje urbano una especie deregresión filogenética que tiene

como efecto, o causa, —da lo mismo—

el adormecimiento de lasensibilidad humana

frente al lenguajede los símbolos.

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modernas y sobremodernas, tambiéntransitan hoy los dominios públicos,estén ellos dentro o fuera del círculo detiza.

¿Será una propuesta ilusa la de acudiral substrato simbólico como solución alos problemas que plantean las jaulas ylas interminables cercas verdes? El poderde los símbolos, como eventos o cosasque se apoyan en materialidadesconcretas para sobrepasar la fuerza bruta(la que utilizan los puercos y las vacas)no ha decaído, aunque en veces sintamosla opresión inconfesable de ladesesperanza. Las experiencias deCaldono y Bolívar en el Cauca frente a labrutalidad de las balas y cilindros de gascargados de metralla, y las del alcaldeMockus en su ya larga historia dereeducación de Bogotá, son pruebafehaciente de que el repositorio simbólicono ha perdido su capacidad y su enormepotencialidad frente a la barbarie. Puedenperderse si las desestimamos. Y lasperdemos específicamente frente a lasjaulas y corrales verdes de nuestrasciudades, si los arquitectos se olvidan dela tercera dimensión en sus cotidianosejercicios de diseño.

¿Cómo hacer para recuperar esatercera dimensión? Ese es el reto a laimaginación de los poetas arquitectos.No soy tan osado como para proponerderroteros precisos a su imaginaciónprofesional, mezcla de técnica y poética.Sólo apunto como el amigo caminantede William Wordsworth, a la dimensiónoculta de la reserva simbólica, como élapuntó su bastón de punta de hierro a lagruta oculta por helechos en dondereposaba el agua fresca.25 En laUniversidad del Valle se ha discutidomucho sobre si la arquitectura debe o nopertenecer a una Facultad de Artes.

Esta discusión a mi entender correal margen de un hecho que me pareceindiscutible: la arquitectura es un nobleoficio y también una de las bellas artes.Como oficio conoce y aplica losrequerimientos técnicos que imponenlas necesidades, hábitos y condicionesconcretas de la cotidianidad de losusuarios de lugares privados y públicosde la ciudad; y respeta la naturaleza,alcances y limitaciones de los materiales

implicados. En ello está en juego lacompetencia profesional del arquitectopara dar adecuado manejo a lasdimensiones físicas y sociales del espaciocomo objeto de diseño. Como artista, elarquitecto se asocia a los demás poetasque son la avanzada de la humanidad.Pertenece a los que miran más allá de lainmediatez, ingenua o técnica, pararecuperar y hacer dar frutos frescos alpatrimonio simbólico. Sobre éste debenreposar, conectadas por retículasinnumerables y sutiles, las solucionespropuestas en las dimensiones físicas ysociales, aquellas que parecen hoyacaparar la atención de los diseñadoresy de los defensores al ultranza de laseguridad en el espacio urbano.

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individuos. Más allá – en el ámbito sóloaccesible a poetas y mujeres (y no atodas las mujeres, pues algunas entraronal círculo de tiza, y otras no piensanmientras mueven el cucharón o lacuna)—está la tercera dimensión de laarquitectura, la que esconde la solucióncivilizada a la barbarie de las jaulas.

La arquitectura y su conexión conlos lugares.

Los lugares son los puntos deexperiencia humana en que se concretanlas nociones cartesianas del espacio ydel tiempo. Merleau-Ponty15 losdenominó lugares antropológicos y losopuso a los espacios abstractos,llamados geométricos.

Alfred North Whitehead pensóparecido y habló de los lugares concretosde la experiencia ingenua, de surefinamiento simbólico en la experienciapoética (uno de sus ejemplos fue,precisamente, William Wordsworth), yde su contraste con la simplificaciónabstracta de la ciencia cartesiana quedisecciona el lugar en sus componentessimples del espacio y del tiempo paraque sean susceptibles de tratamientomatemático.

El resultado son simplicidadesfuncionales que son excelentes paraciertos propósitos de conocimientogeneral pero que esconden, para muchosla falacia del total y mejor conocimiento.Whitehead nos recuerda que éste, entoda su riqueza, se mueve libre entre laabstracción de la ciencia y la pulsacióndel sentimiento íntimo de los lugaresvividos, en donde se esconde el substratosimbólico que leen las mujeres(pensantes) y los poetas (o artistas). Porello estaba tan agradecido con WilliamWordsworth quien tuvo la estupendacapacidad de escuchar y hacernosescuchar, en sus poemas, sinsentimentalismos, la delicada voz de loslugares.16

El arte y la poesía son pues loscuradores de la riqueza simbólica delmuseo civilizador de la humanidad, y ala vez los anticipadores dinámicos(porque los museos miran al pasado) de

nuevas formas de relación entre loshumanos y el substrato profundo del“conocimiento tácito” propio de lasestructuras simbólicas.

Ese conocimiento tácito, que hundesus raíces en el humus ambiguo perofértil de las ensoñaciones, los sueños ylos mitos, adquiere nitidez en la linearidadcuadriculada del conocimiento científicopero a costa de la riqueza significante,que se pierde en el proceso simplificadordel conocimiento cartesiano.

Las enciclopedias culturales recogenese conocimiento y se alimentan, enforma permanente cuando no están endecadencia, del sustrato simbólico queles transmite sentido y valor.17 MarcAugé18 ha trabajado sistemáticamente lacuestión de los lugares hoy en día. Hablade una forma de “lugar” propio de lasobremodernidad que él denomina “nolugares” y que define como lugares delanonimato y espacios vividos de lasoledad contemporánea. Esos “nolugares” se entretejen en nuestras vidasde hoy con los lugares antropológicosdefinidos por Merleau-Ponty, de los queson la contraparte; sería impensable, oinsoportable hasta el suicidio, laexistencia exclusiva de los no lugares.

Augé hacen entonces la relacióncuidadosa del papel que los poetaspremodernos y modernos han jugado enla anticipación de la experiencia de loslugares repositorios de la riquezasimbólica de la humanidad. Su ejemplopredilecto es el poema Tableaux Parisiensde Baudelaire como prototipo de larelación del ser humano moderno –quesalía del romanticismo decimonónico—con la ciudad. Esta, a pesar del desarrolloindustrial, vista desde la mansarda de

donde el poeta mira con el mentón entrelas manos, sigue mostrando talleres quecantan y que charlan, chimeneas ycampanarios que son los mástiles de laciudad, y cielos abiertos que hacen soñarcon la eternidad:

Les deux mains au menton, duhaut de ma mansarde, Je verrail´atelier qui chante et qui bavarde;Les tuyaux, les clochers, ces mâts dela cité, Et les grands ciels qui fontrever d’éternité.19

Una tarea para quien desee seguir lapropuesta de Augé es buscar en poetasde hoy, inmersos en la sobremodernidady disueltos en el anonimato, instanciascorrespondientes a los Tableaux deBaudelaire. Nicanor Parra, por ejemplo,el antipoeta de Chile, bajó a los poetas delOlimpo,

Para nuestros mayores La poesíafue un objeto de lujo Pero paranosotros Es un artículo de primeranecesidad: No podemos vivir sinpoesía.

A diferencia de nuestros mayores-Y esto lo digo con todo respeto-Nosotros sostenemos Que el poeta noes un alquimista El poeta es un hombrecomo todos Un albañil que construyesu muro: Un constructor de puertasy ventanas.20

pero no los eximió de su destino,

Yo iba de un lado a otro, esverdad,Mi alma flotaba en las callesPidiendo socorro, pidiendo un pocode ternura; Con una hoja de papel yun lápiz yo entraba en los cementeriosDispuesto a no dejarme engañar.Daba vueltas y vueltas en torno almismo asunto, Observaba de cercalas cosas O en un ataque de ira mearrancaba los cabellos.21

Porque sigue habiendo una pequeñadiferencia (que he denominadoprosaísmo)

Ustedes se peinan, es cierto,ustedes andan a pie por los jardines,

La sensibilidadde las mujeres por los

lugares, aquellas concrecionesdel espacio que los varones

volvimos abstractos en nuestrosdiseños funcionales,se manifiesta en su

pleno encanto cuandoemerge una poeta.

71

Debajo de la piel ustedes tienen otrapiel, Ustedes poseen un séptimosentido. Que les permite entrar y salirautomáticamente.

Pero yo soy un niño que llama asu madre detrás de las rocas, Soy unperegrino que hace saltar las piedrasa la altura de su nariz, Un árbol quepide a gritos se le cubra de hojas.22

Habría que insistir en esta búsqueda—como lo hace Augé y como lo hizoBaudelaire—para hallar corres-pondencia, dentro del paisaje público dela ciudad, entre los lugares de lapremodernidad romántica, íntimos yllenos de sentimiento —como una placitacon asientos de piedra— y los “nolugares”, centros comerciales,aeropuertos, calles para automóviles yno para peatones, que proliferan en lasobremodernidad; y hallar para éstos,como lo intenta Parra, su terceradimensión.

Sería osado de mi parte, cuandoescribo y pienso al lado de profesoresarquitectos, hacer un comentario sobrela relación de los grandes poetasarquitectos con los lugares de lapremodernidad, modernidad ysobremodernidad. Una nota breve sobreel “experimentador ético”23 y poético deestructuras de papel, Shigeru Ban, essuficiente como ejemplo. Nacido enJapón, pero formado en Nueva York,Ban ha impresionado a sus colegasarquitectos del mundo por la osadía y lasimplicaciones de su trabajo con papel,que es “la madera evolucionada”.

Sí, como se oye, casas de papel,casas desnudas como se las ha llamado.Los tubitos de papel, como los del papeltoilet o las servilletas de cocina, le dieronla idea de utilizar ese material, totalmentereciclable y maleable, para crear espaciosque –muy en la tradición japonesa— queson definidos pero a la vez redefinibles,con sólo mover las livianas estructuras.La solución “en papel”, flexible, livianay reciclable, lo hizo famoso cuando elterremoto de Kobe en 1995 le indujo unaoculta e indirecta sensación de culpaarquitectónica al ver los destrozos ydaños causados por la caída de laspesadas construcciones de concreto.

Se propuso, con la colaboración demuchos voluntarios, ayudar a suspaisanos a organizar albergues seguros,livianos, y baratos con materiales dedesechos industriales, sobre todo conpapel, aunque no desdeña ahora losnovísimos productos plásticos. Y almismo tiempo, pudo dar cuerpoconcreto, y revolucionario, a la tradiciónjaponesa de conectar lo de adentro y lode afuera ... con simples tubos de papel.

Sus obras –de exposición, o deservicio a causas muy concretas comodesastres naturales (Japón, Turquía) oguerras (Ruanda)—plantean impor-tantes retos a la imaginación tecnológicay humanística de los que aún estánabiertos a crear, no al simple replicar.

Puedo apuntar entonces que quieneshan sobresalido en la historia de lacivilización han sido los que hanmantenido, y hecho florecer en susdiseños, una relación poética con elsubstrato simbólico que es el patrimoniomás precioso de la humanidad. En esesubstrato se esconde, como dije, laesperanza de solución al prosaísmorampante y físicamente opresor de lasjaulas urbanas y de las larguísimassecuencias lineales verdes (con alma dealambrada) que asesinan el paisajeurbano. Nada más deprimente, decíamosal mirar las diapositivas, que una calledemarcada por dos líneas verdes,paralelas, inhumanas, en cualquier sectorbarrial del sur de la ciudad.

En otras palabras, los verdaderosarquitectos poetas, trabajaron con latriple dimensión del espacio arquitec-tónico, el físico que atiende a laslimitaciones y potencialidades de losvarios materiales; el social que atiende alas realidades históricas de la relación deindividuos entre sí y de las presiones que

ejercen los intereses concretos sobrelos lugares vividos; y el simbólico delque derivan, como de reserva inagotable,nuevos modos de mirar y significar ydar valor a la combinación más adecuadade los espacios físicos y sociales.

La necesidad que tiene el arquitectode ceñirse a una escala hace que susmodelos (en el sentido de Max Black24)se mantengan cercanos de la concreciónde los lugares. Esta cercanía es reforzadapor la necesidad técnica–en el arquitectoresponsable—de ajustarse a lapotencialidad y limitación de losmateriales.

En otras palabras, al arquitecto ensus modelos se le ahorra el riesgo de unvuelo libre hacia modelos más abstractos(los análogos, los matemáticos y losteóricos de Black). Pero corre el riesgoinverso de quedarse en la mirada ingenuay empobrecida del sentido común, o enla simplemente técnica de un buenejercicio de Autocad, si no trasciende,con mirar de poeta, la experienciacotidiana, sea ésta en la versión ingenua,o en la elaboración electrónica. Debeleer, como Wordsworth, comoBaudelaire, como Arturo, como Ban, loque está más allá de la inmediatez dellugar simplemente vivido, del materialsimplemente medido en su capacidad deresistencia, o de la versatilidad de líneasgeométricas en la pantalla. En elloayudará, como fue sugerido por lareferencia de Virginia Woolf a lasmujeres, la experiencia femenina,resultado de millones de años de contactoestrecho con los espacios cotidianos.

La limitación –a la que también aludióVirginia—es que la experiencia de lasmujeres con los espacios públicos esinédita, porque esos espacios fueronsecuestrados por los varones, racionalesy funcionales al extremo, detrás delcírculo de tiza. El arquitecto debe trabajarlos espacios privados del ordendoméstico en su relación dialógica conlos espacios semipúblicos de losconjuntos residenciales, y con lospúblicos propiamente dichos.

Queda por tanto un campo abierto ala creación, por parte de las crecientesgeneraciones de mujeres arquitectas,que como muchas otras mujeres

La necesidad quetiene el arquitecto de

ceñirse a una escala haceque sus modelos se mantengan

cercanos de la concreciónde los lugares.

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individuos. Más allá – en el ámbito sóloaccesible a poetas y mujeres (y no atodas las mujeres, pues algunas entraronal círculo de tiza, y otras no piensanmientras mueven el cucharón o lacuna)—está la tercera dimensión de laarquitectura, la que esconde la solucióncivilizada a la barbarie de las jaulas.

La arquitectura y su conexión conlos lugares.

Los lugares son los puntos deexperiencia humana en que se concretanlas nociones cartesianas del espacio ydel tiempo. Merleau-Ponty15 losdenominó lugares antropológicos y losopuso a los espacios abstractos,llamados geométricos.

Alfred North Whitehead pensóparecido y habló de los lugares concretosde la experiencia ingenua, de surefinamiento simbólico en la experienciapoética (uno de sus ejemplos fue,precisamente, William Wordsworth), yde su contraste con la simplificaciónabstracta de la ciencia cartesiana quedisecciona el lugar en sus componentessimples del espacio y del tiempo paraque sean susceptibles de tratamientomatemático.

El resultado son simplicidadesfuncionales que son excelentes paraciertos propósitos de conocimientogeneral pero que esconden, para muchosla falacia del total y mejor conocimiento.Whitehead nos recuerda que éste, entoda su riqueza, se mueve libre entre laabstracción de la ciencia y la pulsacióndel sentimiento íntimo de los lugaresvividos, en donde se esconde el substratosimbólico que leen las mujeres(pensantes) y los poetas (o artistas). Porello estaba tan agradecido con WilliamWordsworth quien tuvo la estupendacapacidad de escuchar y hacernosescuchar, en sus poemas, sinsentimentalismos, la delicada voz de loslugares.16

El arte y la poesía son pues loscuradores de la riqueza simbólica delmuseo civilizador de la humanidad, y ala vez los anticipadores dinámicos(porque los museos miran al pasado) de

nuevas formas de relación entre loshumanos y el substrato profundo del“conocimiento tácito” propio de lasestructuras simbólicas.

Ese conocimiento tácito, que hundesus raíces en el humus ambiguo perofértil de las ensoñaciones, los sueños ylos mitos, adquiere nitidez en la linearidadcuadriculada del conocimiento científicopero a costa de la riqueza significante,que se pierde en el proceso simplificadordel conocimiento cartesiano.

Las enciclopedias culturales recogenese conocimiento y se alimentan, enforma permanente cuando no están endecadencia, del sustrato simbólico queles transmite sentido y valor.17 MarcAugé18 ha trabajado sistemáticamente lacuestión de los lugares hoy en día. Hablade una forma de “lugar” propio de lasobremodernidad que él denomina “nolugares” y que define como lugares delanonimato y espacios vividos de lasoledad contemporánea. Esos “nolugares” se entretejen en nuestras vidasde hoy con los lugares antropológicosdefinidos por Merleau-Ponty, de los queson la contraparte; sería impensable, oinsoportable hasta el suicidio, laexistencia exclusiva de los no lugares.

Augé hacen entonces la relacióncuidadosa del papel que los poetaspremodernos y modernos han jugado enla anticipación de la experiencia de loslugares repositorios de la riquezasimbólica de la humanidad. Su ejemplopredilecto es el poema Tableaux Parisiensde Baudelaire como prototipo de larelación del ser humano moderno –quesalía del romanticismo decimonónico—con la ciudad. Esta, a pesar del desarrolloindustrial, vista desde la mansarda de

donde el poeta mira con el mentón entrelas manos, sigue mostrando talleres quecantan y que charlan, chimeneas ycampanarios que son los mástiles de laciudad, y cielos abiertos que hacen soñarcon la eternidad:

Les deux mains au menton, duhaut de ma mansarde, Je verrail´atelier qui chante et qui bavarde;Les tuyaux, les clochers, ces mâts dela cité, Et les grands ciels qui fontrever d’éternité.19

Una tarea para quien desee seguir lapropuesta de Augé es buscar en poetasde hoy, inmersos en la sobremodernidady disueltos en el anonimato, instanciascorrespondientes a los Tableaux deBaudelaire. Nicanor Parra, por ejemplo,el antipoeta de Chile, bajó a los poetas delOlimpo,

Para nuestros mayores La poesíafue un objeto de lujo Pero paranosotros Es un artículo de primeranecesidad: No podemos vivir sinpoesía.

A diferencia de nuestros mayores-Y esto lo digo con todo respeto-Nosotros sostenemos Que el poeta noes un alquimista El poeta es un hombrecomo todos Un albañil que construyesu muro: Un constructor de puertasy ventanas.20

pero no los eximió de su destino,

Yo iba de un lado a otro, esverdad,Mi alma flotaba en las callesPidiendo socorro, pidiendo un pocode ternura; Con una hoja de papel yun lápiz yo entraba en los cementeriosDispuesto a no dejarme engañar.Daba vueltas y vueltas en torno almismo asunto, Observaba de cercalas cosas O en un ataque de ira mearrancaba los cabellos.21

Porque sigue habiendo una pequeñadiferencia (que he denominadoprosaísmo)

Ustedes se peinan, es cierto,ustedes andan a pie por los jardines,

La sensibilidadde las mujeres por los

lugares, aquellas concrecionesdel espacio que los varones

volvimos abstractos en nuestrosdiseños funcionales,se manifiesta en su

pleno encanto cuandoemerge una poeta.

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Debajo de la piel ustedes tienen otrapiel, Ustedes poseen un séptimosentido. Que les permite entrar y salirautomáticamente.

Pero yo soy un niño que llama asu madre detrás de las rocas, Soy unperegrino que hace saltar las piedrasa la altura de su nariz, Un árbol quepide a gritos se le cubra de hojas.22

Habría que insistir en esta búsqueda—como lo hace Augé y como lo hizoBaudelaire—para hallar corres-pondencia, dentro del paisaje público dela ciudad, entre los lugares de lapremodernidad romántica, íntimos yllenos de sentimiento —como una placitacon asientos de piedra— y los “nolugares”, centros comerciales,aeropuertos, calles para automóviles yno para peatones, que proliferan en lasobremodernidad; y hallar para éstos,como lo intenta Parra, su terceradimensión.

Sería osado de mi parte, cuandoescribo y pienso al lado de profesoresarquitectos, hacer un comentario sobrela relación de los grandes poetasarquitectos con los lugares de lapremodernidad, modernidad ysobremodernidad. Una nota breve sobreel “experimentador ético”23 y poético deestructuras de papel, Shigeru Ban, essuficiente como ejemplo. Nacido enJapón, pero formado en Nueva York,Ban ha impresionado a sus colegasarquitectos del mundo por la osadía y lasimplicaciones de su trabajo con papel,que es “la madera evolucionada”.

Sí, como se oye, casas de papel,casas desnudas como se las ha llamado.Los tubitos de papel, como los del papeltoilet o las servilletas de cocina, le dieronla idea de utilizar ese material, totalmentereciclable y maleable, para crear espaciosque –muy en la tradición japonesa— queson definidos pero a la vez redefinibles,con sólo mover las livianas estructuras.La solución “en papel”, flexible, livianay reciclable, lo hizo famoso cuando elterremoto de Kobe en 1995 le indujo unaoculta e indirecta sensación de culpaarquitectónica al ver los destrozos ydaños causados por la caída de laspesadas construcciones de concreto.

Se propuso, con la colaboración demuchos voluntarios, ayudar a suspaisanos a organizar albergues seguros,livianos, y baratos con materiales dedesechos industriales, sobre todo conpapel, aunque no desdeña ahora losnovísimos productos plásticos. Y almismo tiempo, pudo dar cuerpoconcreto, y revolucionario, a la tradiciónjaponesa de conectar lo de adentro y lode afuera ... con simples tubos de papel.

Sus obras –de exposición, o deservicio a causas muy concretas comodesastres naturales (Japón, Turquía) oguerras (Ruanda)—plantean impor-tantes retos a la imaginación tecnológicay humanística de los que aún estánabiertos a crear, no al simple replicar.

Puedo apuntar entonces que quieneshan sobresalido en la historia de lacivilización han sido los que hanmantenido, y hecho florecer en susdiseños, una relación poética con elsubstrato simbólico que es el patrimoniomás precioso de la humanidad. En esesubstrato se esconde, como dije, laesperanza de solución al prosaísmorampante y físicamente opresor de lasjaulas urbanas y de las larguísimassecuencias lineales verdes (con alma dealambrada) que asesinan el paisajeurbano. Nada más deprimente, decíamosal mirar las diapositivas, que una calledemarcada por dos líneas verdes,paralelas, inhumanas, en cualquier sectorbarrial del sur de la ciudad.

En otras palabras, los verdaderosarquitectos poetas, trabajaron con latriple dimensión del espacio arquitec-tónico, el físico que atiende a laslimitaciones y potencialidades de losvarios materiales; el social que atiende alas realidades históricas de la relación deindividuos entre sí y de las presiones que

ejercen los intereses concretos sobrelos lugares vividos; y el simbólico delque derivan, como de reserva inagotable,nuevos modos de mirar y significar ydar valor a la combinación más adecuadade los espacios físicos y sociales.

La necesidad que tiene el arquitectode ceñirse a una escala hace que susmodelos (en el sentido de Max Black24)se mantengan cercanos de la concreciónde los lugares. Esta cercanía es reforzadapor la necesidad técnica–en el arquitectoresponsable—de ajustarse a lapotencialidad y limitación de losmateriales.

En otras palabras, al arquitecto ensus modelos se le ahorra el riesgo de unvuelo libre hacia modelos más abstractos(los análogos, los matemáticos y losteóricos de Black). Pero corre el riesgoinverso de quedarse en la mirada ingenuay empobrecida del sentido común, o enla simplemente técnica de un buenejercicio de Autocad, si no trasciende,con mirar de poeta, la experienciacotidiana, sea ésta en la versión ingenua,o en la elaboración electrónica. Debeleer, como Wordsworth, comoBaudelaire, como Arturo, como Ban, loque está más allá de la inmediatez dellugar simplemente vivido, del materialsimplemente medido en su capacidad deresistencia, o de la versatilidad de líneasgeométricas en la pantalla. En elloayudará, como fue sugerido por lareferencia de Virginia Woolf a lasmujeres, la experiencia femenina,resultado de millones de años de contactoestrecho con los espacios cotidianos.

La limitación –a la que también aludióVirginia—es que la experiencia de lasmujeres con los espacios públicos esinédita, porque esos espacios fueronsecuestrados por los varones, racionalesy funcionales al extremo, detrás delcírculo de tiza. El arquitecto debe trabajarlos espacios privados del ordendoméstico en su relación dialógica conlos espacios semipúblicos de losconjuntos residenciales, y con lospúblicos propiamente dichos.

Queda por tanto un campo abierto ala creación, por parte de las crecientesgeneraciones de mujeres arquitectas,que como muchas otras mujeres

La necesidad quetiene el arquitecto de

ceñirse a una escala haceque sus modelos se mantengan

cercanos de la concreciónde los lugares.

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cucharón en la cocina y balancean lacuna. Habrá que esperar muchas décadaspara que la mujer pueda llevar a lapalabra el resultado de su rumiarcentenario y pueda expresar, como lohacen los hombres, los secretos que hanarrancado de las cosas y lugares.

Pero no pierde la esperanza porquelos poetas, y las poetas, no mueren.Ellas prestaron sus ojos y sensibilidad asus hermanos – a los Williams(Shakespeare y Wordsworth), a RenéChateaubriand una Lucila, a los Rosetti(Dante Gabriel y William Michael) unaCristina, y –aquí en la Colombiaromántica—a José Asunción una Elvira.Démosles cien años más, reclamaVirginia, y serán capaces de hablar porsí mismas con elocuencia comparable.

Algunas, durante los quinientos añosanteriores, lo han hecho, contra viento ymarea, desde fuera del círculo de tiza.Virginia repasa entonces el calvarioliterario y la calidad, incomprendida lasmás veces, de las pioneras en su propianación: Lady Winchilsea, CharlotteBrontë, Emily Brontë, Jane Austen,George Eliot, y Christina Rosetti.

La esperanza de Virginia tiene basesmás amplias porque ella se remonta, dela mano de Coleridge, a un campoandrógino en donde las mentes másgrandes intercambian cerebros dehombres y mujeres. Allí los poetas –ypor poetas entiendo los que están encontacto directo con el substratosimbólico que hoy ha sido adelgazadopor el prosaísmo rampante—sebenefician sin restricciones de lascapacidades que en el mundo de todoslos días aparecen adscritos a hombres ya mujeres.

Por ello es posible encontrar agenuinos poetas hombres a quienes nose les conoce una hermana predilecta,aunque sí mujeres fantásticas que losrodearon de imaginación desde queestaban niños. Es el caso del gran poetacolombiano Aurelio Arturo quien resumesu obra en tres versos magníficos:

Yo amé un país y de él traje unaestrella que me es herida en el costado,y traje un grito de mujer entre micarne.10

Arturo aprendió de sus mujeres —desu madre y de su nodriza negra, y de ladoncella mítica con quien despierta allado en sus noches balsámicas— a mirarel profundo sentido de los lugarescotidianos (Y en la voz de las mórbidasmujeres / reclinado, mil años meadormía11):

En el umbral de roble demoraba,hacía ya mucho tiempo, mucho tiempomarchito, un viento ya sin fuerza, unviento remansado que repetía unayerba antigua, hasta el cansancio.

Y yo volvía, volvía por los largosrecintos que tardara quince años enrecorrer, volvía.

Y hacia la mitad de mi canto medetuve temblando, temblandotemeroso, con un pie en una cámarahechizada, y el otro en la orilla delvalle donde hierve la noche estrella,la noche que arde vorazmente en unallama tácita.12

Debió de aprender porque, en ladistribución del trabajo civilizador,hombres y mujeres –siguiendo elargumento de Virginia—tienen distintassensibilidades.

Porque las mujeres han estadosentadas dentro de casa todos estosmillones de años, de tal modo queahora las mismas paredes estánpenetradas de su fuerza creativa, queen efecto ha sobrecargado losladrillos y el cemento de unacapacidad que se transmite a los

lapiceros, los pinceles, los negocios yla política. Pero esta fuerza creativadifiere grandemente del podercreativo de los hombres. Y uno debeconcluir que habría un millar delástimas si fuera impedida oderrochada, porque fue ganadadurante siglos dentro de la másdrástica disciplina, y no hay nadaque la reemplace. Sería un millar delástimas si las mujeres escribierancomo los hombres, o vivieran comolos hombres, o parecieran hombres,porque si los dos sexos son taninadecuados, considerando lavastedad y variedad del mundo,¿cómo sería con uno sólo de ellos?13

La sensibilidad de las mujeres por loslugares, aquellas concreciones delespacio que los varones volvimosabstractos en nuestros diseñosfuncionales, se manifiesta en su plenoencanto cuando emerge una poeta.Leamos con cuidado la descripción de“Soledades” en Piedad Bonnet, la jovenautora colombiana:

Exacto y cotidiano el cielo sederrama como un oscuro vino, seagazapa a dormir en los zaguanes,endurece los patios, los postigos,enciende las pupilas de los gatos. Enlas mezquinas calles minuciososgolpean los pasos de la frágilsolterona que sabe que no hay luz ensu ventana. En el aire hay olor a colhervida y detrás de la ropa queaporrea la piedra un canto de mujerabre la noche.14

Esa “realidad” que está más allá delas relaciones de individuos conindividuos en los escritos de VirginiaWoolf aquí se derrama como un oscurovino, duerme en los zaguanes, enciendelas pupilas de los gatos, y acompaña lospasos en la calle de la frágil solterona.

Una dimensión que sólo ellas, lasmujeres, y los que aprenden de ellas,están en capacidad de percibir y degustar,como se degusta el viejo vino. Son loslugares, que encarnan los espacios abs-tractos de los arquitectos, los espaciosfísicos dibujados en papel, y los espaciossociales, surgidos de la relación entre

Alguien podríadiagnosticar en el deterioro

del paisaje urbano una especie deregresión filogenética que tiene

como efecto, o causa, —da lo mismo—

el adormecimiento de lasensibilidad humana

frente al lenguajede los símbolos.

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modernas y sobremodernas, tambiéntransitan hoy los dominios públicos,estén ellos dentro o fuera del círculo detiza.

¿Será una propuesta ilusa la de acudiral substrato simbólico como solución alos problemas que plantean las jaulas ylas interminables cercas verdes? El poderde los símbolos, como eventos o cosasque se apoyan en materialidadesconcretas para sobrepasar la fuerza bruta(la que utilizan los puercos y las vacas)no ha decaído, aunque en veces sintamosla opresión inconfesable de ladesesperanza. Las experiencias deCaldono y Bolívar en el Cauca frente a labrutalidad de las balas y cilindros de gascargados de metralla, y las del alcaldeMockus en su ya larga historia dereeducación de Bogotá, son pruebafehaciente de que el repositorio simbólicono ha perdido su capacidad y su enormepotencialidad frente a la barbarie. Puedenperderse si las desestimamos. Y lasperdemos específicamente frente a lasjaulas y corrales verdes de nuestrasciudades, si los arquitectos se olvidan dela tercera dimensión en sus cotidianosejercicios de diseño.

¿Cómo hacer para recuperar esatercera dimensión? Ese es el reto a laimaginación de los poetas arquitectos.No soy tan osado como para proponerderroteros precisos a su imaginaciónprofesional, mezcla de técnica y poética.Sólo apunto como el amigo caminantede William Wordsworth, a la dimensiónoculta de la reserva simbólica, como élapuntó su bastón de punta de hierro a lagruta oculta por helechos en dondereposaba el agua fresca.25 En laUniversidad del Valle se ha discutidomucho sobre si la arquitectura debe o nopertenecer a una Facultad de Artes.

Esta discusión a mi entender correal margen de un hecho que me pareceindiscutible: la arquitectura es un nobleoficio y también una de las bellas artes.Como oficio conoce y aplica losrequerimientos técnicos que imponenlas necesidades, hábitos y condicionesconcretas de la cotidianidad de losusuarios de lugares privados y públicosde la ciudad; y respeta la naturaleza,alcances y limitaciones de los materiales

implicados. En ello está en juego lacompetencia profesional del arquitectopara dar adecuado manejo a lasdimensiones físicas y sociales del espaciocomo objeto de diseño. Como artista, elarquitecto se asocia a los demás poetasque son la avanzada de la humanidad.Pertenece a los que miran más allá de lainmediatez, ingenua o técnica, pararecuperar y hacer dar frutos frescos alpatrimonio simbólico. Sobre éste debenreposar, conectadas por retículasinnumerables y sutiles, las solucionespropuestas en las dimensiones físicas ysociales, aquellas que parecen hoyacaparar la atención de los diseñadoresy de los defensores al ultranza de laseguridad en el espacio urbano.

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una tendencia que se había incubado,desde mitad del siglo, en la entrañamercantil de la ciudad.

En ésta pareció predominar un ethosprosaico y mercenario. Se adelgazó a talpunto la dimensión social, ese arregloprecario entre individuos que se respetanal menos por temor a la ley, que tambiénse afectó, al parecer, el delicadosubstrato simbólico, o la terceradimensión, aquella que distingue a lospuercos y vacas de los seres humanos,en cualquier parte del mundo. Por ellolas barreras físicas, brutales en la formade alambradas de púas, o las disimuladasvallas verdes (de entraña tambiénalambrada) substituyeron las marcas detiza y los arreglos sociales citadinos. Yallí estamos, desde el Distrito deAguablanca hasta las mansionesamuralladas de Ciudad Jardín.

La excepcional capacidad perceptivade poetas y mujeres.

Alguien podría diagnosticar en eldeterioro del paisaje urbano una especiede regresión filogenética que tiene comoefecto, o causa, —da lo mismo— eladormecimiento de la sensibilidadhumana frente al lenguaje de lossímbolos.

Sin esta sensibilidad que da soporte alas normas sociales que regulan el espaciosocial –ejemplificado por las cebras delas intersecciones viales—estas normasllegan a ser inocuas, pues su soporteprecario es el castigo ... y éste puedetambién escamotearse en el trámite de lacontemporánea corrupción de lascostumbres. ¿Qué puede esperarse delas autoridades si éstas también hanentrado en el juego mercenario y prosaicodel interés inmediato traducible a dinero?

El recurso, como se ha visto en elcaso de los arquitectos socialmentesensibles, es disimular una largaalambrada con exteriores vegetales.

Por ello concluí de la discusión sobreel enjaulamiento de Cali que había ciertaresignación derrotista ante los hechos,como si la causa civilizadora, cuya raízes la sensibilidad a los símbolos, estuvierairremediablemente en bancarrota.

Pero no creo en la consolidación dela barbarie porque todavía existen poetasy mujeres. Mi argumento no es unrecuento superficial y oportunista –en eldía internacional de las mujeres—de lasexageradas vociferaciones de algunasfeministas que simplemente quisieranjugar a la revancha con los hombres(puede haber barbaries ginocéntricas).Tampoco revive el sentimentalismodulzón derivado del romanticismo, pueséste se hizo insostenible después delHolocausto (T. Adorno), en nuestradesolada Waste Land (T. S. Eliot),habitado por El hombre sin atributos (R.Musil). Para exponer mi argumentovuelvo a Virginia Woolf en Three Guineasy con ella rescato el permanente valor dela genuina poética romántica. Al lado delrecuerdo de la hermana de Shakespeare,Virginia evoca el de DorothyWordsworth, como la ve su hermano elpoeta, el que es tan famoso porque supoescuchar la voz profunda que tienen loslugares concretos, los naturales ysolitarios, y los construidos y habitadospor hombres y mujeres:

She gave me eyes, she gave meears; And humble cares, and delicatefears; A heart, the fountain of sweettears; And love, and thought, andjoy.7

En el diario de Dorothy aparece estafina descripción en prosa:

Cuando estábamos en los bosquesallende Gowbarrow Park vimos unosnarcisos a la orilla del agua.Imaginamos que el lago habíatransportado las semillas a la orilla yque la pequeña colonia había así

florecido en el lugar. Pero cuandoavanzamos había más y más, y aúnmás bajo las ramas de los árboles, yvimos que había un largo cinturón deellos a lo largo del lago, tan anchocomo un bucle de carretera rural.Nunca había visto narcisos tan belloscomo los que crecían entre las piedrasmusgosas y sobre ellas, algunosreposaban sus cabezas sobre laspiedras como dejando su pesadumbreen la almohada y el resto jugueteabay brincaba y danzaba, y parecíanreírse del viento que soplaba sobreellos y sobre el lago, parecían tandichosos, siempre mirando y siemprecambiando.8

William, con su maestría de la palabra,lo resume en una pincelada:

When all at once I saw a crowd, Ahost, of golden daffodils.

Y agrega el toque lírico, perfecto, desu propio sentimiento:

They flash upon that inward eyeWhich is the bliss of solitude; Andthen my heart with pleasure fills, Anddances with the daffodils 9

Virginia da tres guineas de limosnairónica al importante señor que la habíainvitado a colaborar con los señoresingleses en la prevención de la guerra.Insiste en su idea de que las mujerescolaboran pero han decidido seguir almargen de la Sociedad Interior, la queestá más allá del círculo de tiza que losvarones trazaron para demarcar suámbito público en donde se discuten lascosas importantes para ellos, las deldinero, de la política, y la guerra.

Allá se llevan secuestrados a losjóvenes hermanos, tan queridos de lashermanas pensantes, para que se vistancon los ridículos atuendos de susceremonias, con las plumas amarillas yrojas, que proclaman sus grados yostentosas distinciones; para queaprendan a pensar y a manejar la palabraen los cerrados círculos.

Mientras tanto ellas siguen pensandofrom hand to mouth mientras mueven el

Con la industrializaciónde la primera parte del siglo veinte,Cali, la aldea tri-racial vigilada por

tres cerros abandonódefinitivamente su perfilcomunitario y entró enla categoría de ciudad

masificada.

73

NOTAS

1 Correo: [email protected] Sobre la doctrina de Chicago y sus

interpretaciones, como mito urbano, dentrode nuestro contexto, véase Anthony P. Cohen,The symbolic construction of community.London: Tavistock, 1985, pp. 21-38.

3 Virginia Woolf, A room of one’s own. London:Penguin Modern Classics, 1973 [1928], p.111-112.

4 Elías Sevilla Casas, La pobreza de los excluidos:economía y sobrevivencia en un resguardoindígena del Cauca, Colombia. Quito: Ethnos,1986.

5 Ver para Chicago la serie de informesactualizados en http://www.dc.state.fl.us/pub/gangs/chicago.html; la compleja historiaen http://www.uic.edu/orgs/kbc/ganghistory/ganghistory.html. Para Cali reciente, GildardoVanegas, Cali, tras el rostro oculto de laviolencia. Cali: Ministerio de Salud; Alcaldíade Cali; Cisalva, 1998; y Fernando Urrea yPedro Quintín, “Segregación urbana y violenciaen Cali: los jóvenes del Distrito de Aguablanca.Anuario de Investigaciones. 2001:319-338,Cidse, Universidad del Valle, 2002.

6 José Luis Romero, Latinoamérica: las ciudadesy las ideas. México: Siglo XXI Editores, 1976;Edgar Vásquez, Historia de Cali en el siglo 20:sociedad, economía, cultura y espacio. Cali:Edición Privada/Artes Gráficas del Valle.

7 Ella me dio ojos, ella me dio oídos; / Y cuidadoshumildes, y temores delicados; / Un corazón,la fuente de dulces lágrimas; / Y amor, ypensamiento, y dicha. “The sparrow’s nest”,Poetical works, edited by Thomas Hutchinson,Oxford: Oxford University Press, 1969.Traducción de ESC.

8 Journal, 15 April 1802. Fuente:http://www.dickinson.edu/~nicholsa/Romnat/dorothy.htm. Traducción de ESC.

9 Cuando de improviso los vi todos / Un ejército,de dorados narcisos. [...] Fulguran sobre lamirada interna / Que es el arrobamiento de lasoledad; / Y entonces mi corazón se llena deplacer / Y danza con los narcisos. WilliamWordworth, “Poems of the Imagination”, “XII,I wandered lonely as a cloud”. Poetical Works,edited by Thomas Hutchinson, Oxford:Oxford University Press, 1969. Traducciónde ESC.

10 Aurelio Arturo, “Canción de la noche callada”.Obra e imagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

11 Aurelio Arturo, “La ciudad de Almaguer”.Obra e imagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

12 Aurelio Arturo, “Morada al sur”. Obra eimagen. Bogotá: Biblioteca BásicaColombiana, 1977.

13 Virginia Woolf, A room for one´s own. London:Penguin, 1973, p. 87. Traducción de ESC.

14 Piedad Bonnet, “Soledades”. La PalabraViva. http://caribe.udea.edu.co/~hlopera/pb.html.

15 Maurice Merleau-Ponty, Phénoménologiede la perception. Paris: Gallimard, 1976.

16 Alfred North Whitehead, “The romanticreaction”. Science and the modern world:Lowell Lectures, 1925. New York: TheMacmillan Company: 109-138

17 Dan Sperber, Rethinking symbolism.Cambridge: Cambridge University Press, 1975.

18 Marc Augé, Non-lieux: introduction à uneanthropologie de la surmodernité. Paris:Éditions du Seuil, 1992.

19 Charles Baudelaire, “Paysage”. Les Fleurs dumal. Paris: Gallimard, Livre de Poche, 1947.

20Nicanor Parra, “Los poetas bajaron delOlimpo”, en: http://www.geocities.com/Athens/Forum/9770/Parra.html

21 Nicanor Parra, “Recuerdos de Juventud,”Poemas y Antipoemas, en: http://www.uchile.cl/cultura/parra/antologia/indexpoemas.html

22 “El peregrino,” De Poemas y Antipoemas,en: http://www.uchile.cl/cultura/parra/antologia/indexpoemas.html

23 Dana Buntrock, “Shigeru Ban: ethicalexperimenter.” Architecture 85(10):104-106,1996. Ver también Shigeru Ban y EmilioAmbasz, Shigeru Ban. Princeton N. J.:Princeton Architectural Press, 2001.

24 Max Black, “Models and Archetypes”.Models and metaphors: studies in languageand philosophy. Ithaca: Cornell UniversityPress, 1962, pp. 219-243.

25 William Wordsworth, “The Wanderer”;“Excursion” Book 1: vv450-470. PoeticalWorks, edited by Thomas Hutchinson. Oxford:Oxford University Press, 1969.

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que aprendieron a hacer fechorías cuandofueron a La Plata, Huila, a la cogienda decafé.

“Pero estos sinvergüenzasaprenderán vergüenza cuando el Cabildolos regañe en público, si es que deseanpermanecer en el resguardo. Dicen queen el pasado les daban juetazos, pero yahace años que no se juetea a nadie.¡Cómo cambian las costumbres, doctorElías!” (Y el doctor Elías saboreaba undurazno, regalado por la viejecita,mientras escuchaba su discurso musitadoen un castellano que adolecía de dejos ysolecismos impuestos por el nativoNasa).

Decía la doctrina ortodoxa deChicago que en el polo mítico urbano nohabía comunidad sino sólo sociedad.Esta se definía como un haz de relacionesfuncionales parciales sostenidas porindividuos desarraigados, quienes sólolograban ser tratados como personastotales en los espacios cerrados de susviviendas nucleares. Según ese mitohiperurbano, en la sociedad prima la fríafuncionalidad y sólo en las viviendas yalgunos reducidos segmentos urbanospervive mal que bien el sentimiento.Cuando éste desaparece, y con él laconexión con el substrato simbólico, lasnormas mínimas de convivenciaciudadana cuentan al menos con elrespaldo efectivo de la ley, y siguensiendo respetadas por razones diferentes:el espacio social mantiene entoncesprecaria correspondencia con el espaciofísico minuciosamente regulado.Suficientes como barreras sociales parael gran conjunto de la vida pública, lasnormas comunes, digamos las cebraspintadas de blanco de las intersecciones,dan al arquitecto y urbanista un margenrelativamente amplio para sus ejerciciosde diseño.

Cuando se incumple la ley o ella sevuelve inoperante, surge ineluctable lanecesidad de las barreras físicas, cuyadegradante exageración expusieron lasdiapositivas de Cali ... hasta llegar averdaderos remedos de campos deconcentración y de jaulas para homínidospre-sapiens. Pero, en contra el mitohiperurbano, encuentro que Tumbi-chucue, como prototipo folk, en últimas,

no está tan lejos de Chicago si se le miraen microescala.

Durante años recorrí comoantropólogo en ejercicio variados barriosen la ciudad y encontré que habíacomunidades de inmigrantes quereinventaban, demarcadas por linderosétnicos, precarias comunidades de viday de sentido: eran barrios polacos,lituanos, italianos, rusos, chicanos,boricuas, y otros más. También había,desde luego, desastres parecidos a losdel Distrito de Aguablanca: eran menoslos de ancestro europeo y más los dechicanos, boricuas, y sobre todo deafrodescendientes.

Obviamente, la opresión de la antiguaesclavitud y las secuelas del nuevoimperialismo hallaban innegableexpresión en el mayor núcleo urbano delMidwest.

En las comunidades organizadas sedefendía el reinvento de convivenciasocial y simbólica mediante conveniosplasmados en normas y símbolosremozados, por acuerdos entreinstituciones como la policía local, lasiglesias, las escuelas y las asociacionescívicas y de padres de familia. Hasta allíla analogía con Tumbichucue.

Porque, ocasionalmente, comoocurrrió en el Cicero de Al Capone en losaños de 1930, esa civilidad precaria querescataba el sentimiento y el símboloestaba, en últimas, resguardada pormetralletas que se transportaban,disimuladamente, en estuches de violines.

La delincuencia y el crimenorganizado a escala, alejaban entonces ala gran ciudad de la pequeña comunidadindígena (hasta cuando, por desgracia,llegó a las montañas colombianas laréplica “máfica” del narcotráfico, sussecuelas, y sus asociaciones infames).

Dejamos entonces Tumbichucuepara acercarnos a Cali como término decomparación.

En los barrios desreglados, laspandillas, las famosas gangs de Chicago,hacían respetar a sangre y fuego sudemarcado territorio, pero la depredación–cuando acosaba el hambre o el deseode lujos pasajeros— se revertía acualquiera que transitara desprevenidopor sus callejones interiores. Esos gruposque se originan como de autodefensabarrial, como se ha comprobado enChicago y en Cali, entran en una lógicaperversa que se vuelve incapaz dereconocer límites; se vuelveautodestructiva, particularmente cuandose combina la violencia con el consumode substancias. Entonces ningunasolidaridad, ni siquiera la primaria ydoméstica, resiste su cáustico poder.5

Con la industrialización de la primeraparte del siglo veinte, Cali, la aldea tri-racial vigilada por tres cerros abandonódefinitivamente su perfil comunitario yentró en la categoría de ciudadmasificada. La ubica José Luis Romerodentro del patrón de América Latina, y laprecisa para Cali la “Historia” de EdgarVásquez.6

La inmigración atraída por el augeindustrial se vio acrecida por la expulsiónque forzó la violencia de mitad de siglo.El flujo no ha cesado, al contrario haaumentado en las últimas décadas. Losindios del sur de Colombia y losafrodescendientes del Pacífico hancopado los cerros laterales y las tierrasinundables del Distrito. La fuerzadisruptora del traslado y asentamientocaótico no ha hecho sino acentuar lafragmentación de los originarios arregloscampesinos entre comunidad de vida ycomunidad de sentido. El llamado alorden social que intentaron por décadaslos dirigentes cívicos y filantrópicosbajo el motto de la “Cali cívica” encontróeco ambiguo y letal en el motto de la“Cali limpia” que quiso por la fuerzaerradicar el desorden que siguió a lalección cívica jamás aprendida. Lainfluencia local del narcotráfico, con suexcesiva dosis de vulgaridad consumistay su búsqueda desaforada del dinero acualquier precio no hizo sino acentuar

Según ese mitohiperurbano, en la sociedad

prima la fría funcionalidad y sólo enlas viviendas y algunos reducidossegmentos urbanos pervive mal

que bien el sentimiento.

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Los autores presentan este texto como el primer volumen destinado a divulgarlos resultados de una prolongada investigación del grupo Hábitat Pacífico delCITCE, realizada en varios ámbitos de la región del Pacífico colombiano; comarcade Nuquí, bahía y ciudad de Tumaco, costa y ciudad de Buenaventura, río Atratocentral, río San Juan.

El propósito de este ensayo es ilustrar con un caso preciso, prototípico ygeográficamente muy definido, el proceso de poblamiento y de colonización agrariadel litoral que ocurrió a fines del siglo XIX y se fortaleció durante el siglo XX; ydescribir sus principales manifestaciones espaciales.

La primera parte reseña la forma cómo las corrientes migratorias procedentesde los ríos mineros, con su traslado y cambio de ámbitos geográficos, entran aconstruir sus hábitats con nuevas perspectivas económicas y formas genuinas deorganización social. También explica cómo la peculiar dinámica demográfica deintercambios entre asientos, genera y favorece el nacimiento de las diversas aldeasde la bahía, y cómo luego estas logran constituirse en una sociedad unificada decomarca.

De allí en adelante los autores examinan detalladamente y mediante sucesivasencuestas y observaciones in situ, el proceso socio histórico vivido durante un siglocompleto, por uno de los caseríos playeros.

Es de destacar el capítulo dedicado al análisis del patrón de emplazamiento delos asientos proto urbanos, y la manera como la posesión patrimonial del sueloproductivo y residencial genera su forma, su trazado, su morfología, auspicia larelación entre espacio cerrado privativo y espacio abierto colectivo, e influyenotablemente en sus transformaciones espaciales y residenciales posteriores.

Igualmente es de resaltar el extenso capítulo dedicado a las moradas y suarquitectura. Reconstruye, a través de un siglo y de seis generaciones, unasecuencia que se inicia con las tradiciones vernáculas y el albergue primitivo enmateriales vegetales locales, y llega hasta la introducción de prácticas sociales yconstructivas modernas, articuladas con la búsqueda de mejores condiciones dehabitabilidad.

Terminando el proceso, en las postrimerías del siglo XX el caserío experimentalas múltiples contradicciones que orientan y enmarcan su difícil inserción en lasociedad colombiana moderna.

ReseñasPublicaciones del CITCE

Libros

Gilma Mosquera TorresJacques Aprile-GnisetHábitats y sociedades del Pacífico“La Bahía de Solano”.Ed. Centro de InvestigacionesTerritorrio, Construcción y Espacio-CITCE-Univalle.Cali, Colombia, 2002.24,5 x 17,5 cms, 380 páginas.lustraciones en B/N.ISBN 958-96762-4-3Investigación y publicación con el apoyode Colciencias.

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Virginia Woolf, Chicago,Tumbichucue y Cali.

Bien conocida es la doctrina de laEscuela Sociológica de Chicago2 sobrela vida urbana, aquel dominio en que lacomunidad dejó de serlo para convertirseen sociedad. Redfield resumió la doctrinaen la cacofónica frase del “folk-urbancontinuum.” Antes, en el polocomunitario, o folk, coincidían lacomunidad de vida con la comunidad desentido, y el tejido social hecho de normascuya legitimidad se respetaba, hacíainnecesaria la barrera física, porque lasmarcas simbólicas, al estilo de las marcasde tiza enunciadas por Virginia Woolf,cumplían bien su cometido.

El dominio simbólico emergía enestos contextos tradicionales como latercera dimensión del espacioarquitectónico, la que da alimentohumanístico y soporte valorativo a lasdos primeras.

Esta tercera dimensión es la que a mijuicio ha sido olvidada en los esquemasde solución propuestos para las jaulas yalambradas.

Física, social y simbólica son, pueslas tres las dimensiones del espacio que–cuando pasa de la abstracción del papelo pantalla a la concreción histórica decualquier lugar habitado por humanos—imponen un reto creativo a la imaginacióndel arquitecto.

Quise en mi intervención, hecha enun día internacional de la mujer, volvera las páginas de una mujer maravillosacomo Virginia Woolf para fortalecer lavigencia de este dominio simbólico delque la racionalidad tecnológica masculina—burda en el usuario lego o refinada enel arquitecto funcional— ha suprimidola fuerza potencial.

Allí anida, aparentemente inocua,hecha de simple tiza, la solucióncivilizadora de nuestros problemascotidianos con el espacio y el tiempoconcretos, en este caso con las jaulas.Ensayos iluminadores como ThreeGuineas o A Room for One´s ownresultaban fértiles en este desierto de laimaginación arquitectónica que apuntasólo a la piedra —o al cemento, o alhectométrico seto con mallas en su

entraña— como solución funcional alos problemas de la seguridad urbana.Al final de la serie de conferenciasrecogidas en A Room for One´s ownVirginia concluía, con referencia a unade sus más fuertes tesis de escritora —la de la sensibilidad especial de la mujercomo contraparte del logos masculino—y a la conexión de esa sensibilidad con ladimensión simbólica, sobre “el mundode la realidad”, ese reino brumoso delsentido tácito en donde trabajan lospoetas:

Les dije en el curso de este ensayoque Shakespeare tuvo una hermana;pero no la busquen en la vida delpoeta por Sidney Lee. Murió joven –y, lástima, no escribió una palabra.Está enterrada allá donde ahoraparan los autobuses, frente alElefante y el Castillo. Creo sinembargo que esta poetisa, que nuncaescribió una palabra y está enterradaen el cruce de calles, vive todavía.Vive en usted y en mí, y en muchasotras mujeres que no están aquí estanoche porque están lavando platos yacostando niños. Pero vive; porquelos grandes poetas no mueren; sonpresencias continuas; necesitan sólola oportunidad de caminarencarnados en nosotros. Estaoportunidad, pienso yo, viene ahoraen el poder que le otorgamos. Porquecreo que si vivimos otro siglo, oparecido –y estoy hablando de lavida común que es la vida real no lavida separada que llevamos comoindividuos—y tenemos quinientosaños para nosotras y una habitaciónpara nosotras; si tenemos el hábitode la libertad y la valentía de escribirlo que sentimos; si escapamos unpoco de la ordinaria sala de recibo yvemos a los seres humanos no en surelación con los otros sino en relacióncon la realidad; y también el cielo, ylos árboles y lo que haya en ellos; y

si vemos más allá del duende deMilton, porque ningún ser humanonos debe tapar la vista; y si afrontamosel hecho, porque se trata de un hecho,de que no hay brazo del cualprendernos, de que caminamos solasy de que nuestra relación es con elmundo de la realidad y no sólo con elmundo de hombres y mujeres, entoncesvendrá la oportunidad de que lapoetisa muerta que fue la hermana deShakespeare dirá en persona lo quesiempre dijo.3

Creo que son muy pocas en el mundolas comunidades que encarnan el idealextremo folk, aunque hay aproxi-maciones que, con pesar de los puristas,no dejan de tener sus delincuentes. Pudeexperimentarlo en Tumbichucue, unpequeño resguardo de la CordilleraCentral caucana, en el Suroeste deColombia.4

Allí las cercas son para los puercosy las vacas, que prefieren los tallostiernos de las sementeras a los durosbejucos de los rastrojos comunales, ynada saben de símbolos y normas.

Para la gente los símbolos, y lasnormas que los concretan, tienenvigencia hasta el punto de que nadie robaun durazno por maduro que esté y alalcance de la mano. Además, no lo roba,porque el visitante sabe que detrás dealgún árbol hay un niño o una viejita quelo mira y mira desde que apareció en elcamino de la entrada. El sustratosimbólico halla su expresión en la normasocial que en este caso reposa en lamirada humilde, pero persistente y firme,de la viejita o el niño.

No es la Arcadia amerindia quealgunos citadinos se imaginan pero síuna combinación armónica de manejodel espacio en el orden simbólico y enlos arreglos sociales, acogidos,respetados, florecientes, en la medidaen que están conectados con el humusde las estructuras simbólicas.

Pero también allí esos arreglossociales están siempre amenazados. Allítambién hay puertas que se cierran en lanoche o cuando los dueños se van a lamontaña. Los candados se volvieroncomunes ante las osadías de los ladrones

La gente tiene quedefenderse porque las

autoridades resultanincapaces.

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Libros

Cuando nace Edgar Vásquez en Cali, la ciudad cuenta con menos de 150.000habitantes y cuando escribe su libro tiene más de 2’000.000, es decir el autor escribede una ciudad que ha visto hacerse con él, experiencia que difícilmente tienenciudadanos de otras latitudes. Esta situación es su ventaja y al mismo tiempo sumayor dificultad: la imposibilidad de tomar distancia con relación a los hechos,mirarlos en perspectiva; por esta razón, a diferencia de su primer libro sobre Calien el siglo XIX 1, mucho mas riguroso conceptualmente, este es más anecdóticoy descriptivo.

El libro se desarrolla a partir de tres temas fundamentales del desarrollo urbano:la ciudad examinada desde su base económica local-regional; el proceso deurbanización y sus múltiples consecuencias y finalmente, de la evolución de lasinfraestructuras viales y de los servicios públicos, temas todos cruciales encualquier indagación urbana en nuestro medio y que el autor utiliza como hiloconductor, manteniendo el análisis de los mismos, vigente a lo largo de los cuatroperíodos sobre los cuales desarrollla su trabajo de una manera amena.

Llama la atención que este es un libro abierto, sin conclusión, parece estarnosdiciendo que la historia continua y hasta aquí llega el testimonio del autor. Este hechoes una critica pero más allá de ella, la obra consigna y analiza hechos y vivenciasimportantes, de tal manera que en el futuro el libro de Edgar Vásquez será, por lovariado y amplio de su información, fuente obligada de consulta de todo investigadorserio interesado sobre Cali y su desarrollo urbano.

1 Vásquez Edgar. Historia del Desarrollo de Cali. Cali Universidad del Valle, 1982.

Arq. Ramiro Bonilla S.

Edgar Vásquez BenítezHistoria de Cali en el siglo 20.Sociedad, economía, cultura yespacio.Editores: Darío Henao Restrepo, PacíficoAbella MillánCali, Colombia 200122,0 x 24,0 cms, 320 páginas.Ilustraciones en B/N.ISBN958-33-2904-5

Reseñas

Libros

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Las jaulas urbanas de Cali y ladimensión simbólica de losespacios en la arquitectura

* Antropólogo, Profesor, Facultad de CienciasSociales y Económicas, Universidad del Valle.

*Elías Sevilla Casas1

Eran unos treinta jóvenes dispuestosa aguantar tres horas de calor en el feo“taller” del primer piso de su Escuela deArquitectura. Cumplían con uno de losactos académicos que estudiantes ymaestros habían programado para darcontenido a la “Asamblea Permanentesin clases” de la protesta profesoral. Ellugar, alumbrado por tubos fluorescentesy repleto de sillas plásticas blancasordenadas frente a una mesa de fórmica,era apenas apropiado para el tema de latarde: los cerramientos en malla y alambrede púa, en reja metálica, o en limonacho(con alma de malla) que han convertidola ciudad de Cali en una lamentablecolección de jaulas y corrales. Cuatroprofesores sentados a la mesa, tresarquitectos y un antropólogo, esperabanpara iniciar sus comentarios magistralesy responder a las preguntas. Se abrió lasesión con la lectura de una nota deprensa sobre el tema. Luego, lasdiapositivas que ampliaban la descripcióndel tema dejó en los asistentes una vagasensación de opresión y desconsuelo.

A esto hemos llegado, por lainseguridad que reina en la ciudad, tantoen los asentamientos pobres del Distritocomo en las mansiones del sectorelegante de la ciudad. La gente tiene quedefenderse porque las autoridadesresultan incapaces. La delincuenciadesbordada obliga a proteger la vida ylos bienes que la sustentan por encimade cualquier exigencia de estética opaisaje. De los comentarios deduje quelos arquitectos al diseñar en Cali parecenubicarse en un continuum que tiene dosextremos. El primero deja que laimaginación opere en la abstracción delpapel o la pantalla, y traslada a losusuarios, individuales o corporativos, laresolución de su problema de seguridad.Los resultados son deprimentes, comolo muestran las diapositivas.

El segundo hace reconocimiento dela agobiante realidad social e integra aldiseño alguna solución que disimula laconnotación de jaula para perros: seconvierten en corrales. Los diseños nodejan de asesinar el paisaje, esta vez en

forma menos brutal, con dosis largas,muy largas, de rectilíneas verdes,opresoras, inamistosas, ofensivas parael peatón que las bordea. Parece que laprimera tendencia es la más favoreciday es la continuum. En términos másteóricos, se aconsejó ajustar el diseñodel espacio físico a las constriccionesdel espacio social. O, lo que es lo mismo,a conjugar la abstracción del espacioarquitectónico con las exigenciashistóricas, sociales, de los lugareshabitados por humanos. Se dijo que erasintomática de la tendencia criticada lacostumbre hacer las maquetas sin gente,porque la gente perturba la pureza deldiseño. “Por allí comienza el horror”,fue el resumen sutil, fino como unalfiler, de la autocrítica. Quedó, pues, enel ambiente la idea de que el espaciofísico y el espacio social son las dosdimensiones del ejercicio de laarquitectura y que se deben haceresfuerzos para trabajarlos equili-bradamente en las obras concretas quese contratan para la ciudad.

Imagen de la Cra. 4a Cali. Fuente. Archivo Fotografico y Filmico del Valle del Cauca.

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