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    Y despus de la violencia que queda? Vctimas, ciudadanos y reparaciones en el

    contexto post-CVR en el Per

    Titulo

    Ulfe Young, Mara Eugenia - Autor/a; Autor(es)

    Buenos Aires Lugar

    CLACSO Editorial/Editor

    2013 Fecha

    Coleccin Becas de Investigacin Coleccin

    Asociaciones; CVR Comisin de Verdad y Reconciliacin; Conflicto armado interno;

    Ciudadana; Vctimas; Comunidades campesinas; Estado; Memoria ; Poltica de

    identidad ; Per;

    Temas

    Libro Tipo de documento

    "http://biblioteca.clacso.org.ar/clacso/becas/20130628122643/Ydespuesdelaviolencia.pdf" URL

    Reconocimiento-No Comercial-Sin Derivadas CC BY-NC-ND

    http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/2.0/deed.es

    Licencia

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    Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)

    Conselho Latino-americano de Cincias Sociais (CLACSO)

    Latin American Council of Social Sciences (CLACSO)

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    Y despus de la violenciaque queda? Vctimas,ciudadanos y reparaciones

    en el contextopost-CVR en el Per

    Mara Eugenia Ulfe Young

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    Y DESPUS DE LA VIOLENCIA

    QUE QUEDA?VCTIMAS, CIUDADANOS Y

    REPARACIONES EN EL CONTEXTOPOST-CVR EN EL PER

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    Otros descriptores asignados por la Biblioteca Virtual de CLACSO:

    Vctimas / Ciudadana / Conflicto armado interno / CVR Comisin de la Verdad yReconciliacin / Asociaciones / Comunidades campesinas / Estado / Memoria /

    Poltica de identidad / Per

    Ulfe Young, Mara Eugenia

    Y despus de la violencia que queda? vctimas, ciudadanos y repara-

    ciones en el contexto post-CVR en el Per. - 1a ed. - Ciudad Autnoma

    de Buenos Aires : CLACSO, 2013.

    E-Book. - (Becas de investigacin / Bettina Levy)

    ISBN 978-987-1891-63-4

    1. Derechos Humanos. 2. Historia Poltica del Per. I. Ttulo

    CDD 323.85

    La Coleccin Becas de Investigacin es el resultado de una iniciativa dirigidaa la difusin de los trabajos que los investigadores de Amrica Latina y el

    Caribe realizan con el apoyo del Programa Regional de Becas de CLACSO.

    Este libro presenta las investigaciones que los autores realizaron en el marcodel concurso de proyectos para investigadores de iniciacin a la investigacinsobre Violencias, seguridad y construccin de ciudadana en Amrica Latina yel Caribeorganizado por el Programa Regional de Becas de CLACSO con el

    apoyo de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional, Asdi.

    Los contenidos de este libro han sido evaluados por un especialista externo ala institucin en un proceso de revisin por pares.

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    Coleccin Becas de Investigacin

    Y DESPUS DE LA VIOLENCIAQUE QUEDA?

    VCTIMAS, CIUDADANOS Y

    REPARACIONES EN EL CONTEXTOPOST-CVR EN EL PER

    Mara Eugenia Ulfe Young

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    La responsabilidad por las opiniones expresadas en los libros, artculos, estudios y otras colaboraciones incumbe exclusivamente a los

    autores firmantes, y su publicacin no necesariamente refleja los puntos de vista de la Secretara Ejecutiva de CLACSO.

    Patrocinado por la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional

    Secretario Ejecutivo de CLACSO Pablo Gentili

    Directora Acadmica Fernanda Saforcada

    Coleccin Becas de Investigacin

    Coordinadora del rea de Promocin de la Investigacin Bettina LevyCoordinadora del Programa de Becas Natalia GianatelliAsistente Magdalena Rauch

    rea de Produccin Editorial y Contenidos Web de CLACSO

    Coordinador Editorial Lucas SablichCoordinador de Arte Marcelo Giardino

    Arte de tapa Marcelo Giardino

    Primera edicinY despus de la violencia que queda? Vctimas, ciudadanos y reparaciones en el contexto post-CVR en el Per

    (Buenos Aires: CLACSO, junio de 2013)

    ISBN 978-987-1891-63-4

    Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales

    Queda hecho el depsito que establece la Ley 11723.

    CLACSOConsejo Latinoamericano de Ciencias Sociales - Conselho Latino-americano de Cincias SociaisEstados Unidos 1168 | C1023AAB Ciudad de Buenos Aires | ArgentinaTel [54 11] 4304 9145 | Fax [54 11] 4305 0875 | |

    No se permite la reproduccin total o parcial de este libro, ni su almacenamiento

    en un sistema informtico, ni su transmisin en cualquier forma o por cualquier

    medio electrnico, mecnico, fotocopia u otros mtodos, sin el permiso previo del editor.

    Este libro est disponible en texto completo en la Red de Bibliotecas Virtuales de CLACSO

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    NDICE

    Lista de Acrnimos | 9

    Introduccin | 11

    Captulo 1: Historias de Lucanamarca | 25

    Comunidad y municipio | 27

    Lucanamarca en tiempos del conflicto armado interno | 32

    COMISEDH | 39

    Captulo 2: Instituciones y Estado:

    vctimas como pobres y las reparaciones

    como propuestas de desarrollo | 43

    El Consejo de Reparaciones y la Comisin

    Multisectorial de Alto Nivel | 48

    Captulo 3: Las experiencias de la reparacin | 53

    La pisci-granja como reparacin econmica colectiva | 58

    Experiencias de la reparacin econmica individual | 65

    Envenciana | 66

    Orfelinda | 74

    Epifania y Benilda | 78

    Captulo 4: Las polticas de reconocimiento

    como agencia poltica y polticas de identidad | 81

    Bibliografa | 89

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    ANFASEP Asociacin Nacional de Familiares de Secuestrados,

    Detenidos, Desaparecidos del PerAPRODEH Asociacin Pro Derechos HumanosCAD Comit de Autodefensa

    CIDH Corte Interamericana de Derechos HumanosCNCVT Consejo Nacional de Calificacin para Vctimas del

    Terrorismo

    COMISEDH Comisin de Derechos Humanos

    CVR Comisin de la Verdad y ReconciliacinCMAN Comisin Multisectorial de Alto Nivel encargada del

    seguimiento de las acciones y polticas del Estadoen los mbitos de la paz, la reparacin colectiva y lareconciliacin nacional

    CR Consejo de ReparacionesDIRCOTE Direccin Contra el Terrorismo

    EPAF Equipo Peruano de Antropologa Forense

    ICTJ International Center for Transitional JusticePCP-SL Partido Comunista Peruano Sendero Luminoso

    PIR Plan Integral de Reparaciones de la CVRRENIEC Registro Nacional de Identificacin y Estado Civil

    RUV Registro nico de Vctimas

    LISTA DE ACRNIMOS

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    INTRODUCCIN*1

    Cuando me fui de inmediato, lo separamos de lo que habahecho guardar, cuando estuvimos terminando de separar

    mis animales, se presentaron en mi estancia y mataron doscarneros para comer, y ni en pedazo me dieron y sacaron las

    300 ovejas del corral de mi madre y se llevaron a la granjacomunal diciendo que nosotros ya no ramos dueos denuestros animales y no me dejaron ni hablar, pese que les

    estuve explicando que yo no tena estancia propia y quecuidaba los animales de mis padres porque era pobre aunquesea que me dejen los mos que son de 50 animales, ah doa

    Segundina (pastora de la familia) me dijo: qu vamos ahacer? dnde para nosotros va haber justicia o algo? me

    dijo mientras yo lloraba cargada de mi hijo, pese a que estaballorando mi hijo de hambre no me dieron nada de comida, y sellevaron todo absolutamente todo y hasta ahora no me dieron

    ni vaca ni nada, ni por lo que he servido a ellos me dieron.

    Envenciana Huancahuari, testimonio brindado a laComisin de la Verdad y Reconciliacin, 2003.

    1 Agradezco a Vera Luca Ros por su asistencia y su arduo trabajo durante el ao 2011,periodo en el cual realizamos esta investigacin de campo con el apoyo de CLACSO.Agradezco tambin a Ximena Mlaga por las revisiones y correcciones de estilo al texto.Mis agradecimientos profundos a los pobladores de Lucanamarca y tambin a CarlosIvn Degregori, Jairo Rivas, Javier Torres, Jo Marie Burt, Hctor Glvez, Cynthia Milton,Olga Gonzlez, Gastn Garatea S.J., Pilar Coll, Rolando Ames, Julie Guillerot, Maricela

    Quispe, Flix Retegui, Caroline Yezer, y mis amigos del Grupo Memoria, Ponciano delPino, Tamia Portugal, Ricardo Caro, Rosa Vera, Sebastin Muoz Njar, Jos CarlosAgero, Gabriel Salazar, Ivn Ramrez y Carolina Garay. Sus comentarios nutren esteestudio y se encuentran en muchas de las ideas aqu expuestas.

    * Mara Eugenia Ulfe Young es Antroploga de la Pontificia Universidad Catlica del Per.Es Doctora en Ciencias Humanas con mencin en antropologa de la Universidad GeorgeWashington, Washington DC, Estados Unidos (2005). Tiene una maestra en Artes de Amrica,frica y Oceana de la Universidad de East Anglia (Sainsbury Research Centre), Norwich,Inglaterra (1995). Ha sido profesora en la Universidad George Washington (WashingtonDC). Actualmente es docente en el departamento de Ciencias Sociales y coordinadora de la

    especialidad de Antropologa en la Pontificia Universidad Catlica del Per. Dirige junto conPonciano del Pino el Grupo de Estudios de Memoria en el Instituto de Estudios Peruanos. Seespecializa en temas de memoria, violencia, y cultura expresiva en Per.

    Su correo electrnico es [email protected]

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    Le su testimonio en el Centro de Informacin para la Memoria Co-lectiva de la Defensora del Pueblo. La haba buscado en Ayacuchoa travs de distintas organizaciones de derechos humanos y asocia-

    ciones de vctimas. Haba buscado su nombre tambin en el Registronico de Vctimas para confirmar que tena el nombre correcto hastaque accidentalmente encontr a su hija en Santiago de Lucanamarca.Ella trabajaba cuidando las habitaciones en el hostal del Municipio.Le pregunt cmo poda contactar a su madre y me dio un nmerode telfono celular al cual llamar en Ayacucho. La crudeza de sutestimonio, su deseo de justicia y su narracin sobre su condicin dehurfana, de hija de juramento, de mujer, de viuda, de vctima habadespertado en m esa necesidad de tener que conocerla y recoger supropia voz. As llegu a Envenciana. Su historia y la de otras per-sonas recogidas en Lucanamarca, Ayacucho y Lima dan vida a estaetnografa. El objetivo de esta investigacin es estudiar el significadode ser o sentirse vctima en el Per despus del conflicto armado in-terno. Ms que una investigacin sobre la condicin de vctima en elPer post Comisin de la Verdad y Reconciliacin (CVR) lo que aquse presenta es una reflexin antropolgica sobre ciudadana, memo-ria y las polticas de reconocimiento que parten desde las vctimasrurales, campesinas y andinas del conflicto armado interno y cmoestas se encuentran (o desencuentran?) con las polticas pblicas

    que nacen del Estado y que deberan repararlas de forma integral.Esta etnografa se centra en el sujeto, en sus historias personales, yno as en la dimensin colectiva de la comunidad.

    Cmo se define la vctima en esas condiciones? Dnde quedael ciudadano? Quin se inscribe en el Registro nico de Vctimas oRUV? Cmo caracteriza el RUV a la vctima del conflicto armadointerno? Qu es ser o sentirse vctima en el Per post-Comisin dela Verdad y Reconciliacin, es decir en un periodo de justicia tran-sicional y de entrega de reparaciones o compensaciones por parte

    del Estado?Este estudio parte de una comunidad campesina como Santiago

    de Lucanamarca (provincia de Huancasancos, departamento de Aya-cucho) y considera las relaciones que sus pobladores sostienen con elEstado a travs de instancias que se crearon para compensarlos porser vctimas del conflicto armado interno. As la etnografa toma tam-bin como objeto de estudio el Consejo de Reparaciones (la entidad delEstado encargada del RUV) y la Comisin Multisectorial de Alto Nivel(CMAN, encargada de ejecutar las reparaciones), sus oficinas tanto en

    Ayacucho como los rganos centrales que se encuentran en Lima.Uno de las ms graves constataciones que dej el Informe Final

    de la CVR es que el Estado no se encontraba presente (o como sostiene

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    Degregori tuvo una presencia dbil e ineficaz)2en muchos lugares don-de se dio el conflicto armado interno y Ayacucho no fue la excepcin.El centralismo heredado desde la colonia agrav la distancia no slo

    geogrfica sino sobre todo cultural. En el momento que se dieron loshechos del 3 de abril de 1983, Santiago de Lucanamarca no era unacomunidad ni distrito aislado en el pas. Desde que pobladores de lacomunidad comenzaron a emigrar a la capital del departamento deAyacucho y a ciudades en la costa, se establecieron asociaciones deresidentes fuera de la localidad y estas comenzaron a articular deman-das de la poblacin. Adems, el proceso de distritalizacin se realizatempranamente en 1965. Tenan, lo que Degregori (1993) considera unadbil presencia del Estado y esta se limitaba a contar con algunasinstituciones como el colegio, el municipio, el registro civil, el juzgadode paz (que como representacin comunal sirve de intermedio con elpoder judicial del Estado).

    Pero, contar con presencia del Estado resultaba de procesos ylogros de los propios pobladores, como fue el caso del colegio secun-dario Augusto Salazar Bondi en Santiago de Lucanamarca. Para locual se organizaron comisiones con autoridades y representantes de lacomunidad que emprendan largos viajes desde la comunidad hasta lacapital. Un estudio de Ponciano del Pino (manuscrito 2011) muestra unproceso similar en Uchuraccay (alturas de Huanta, Ayacucho).

    A nivel de la comunidad se tena el reconocimiento y la titulacinde las tierras reapropiadas en el marco de la Reforma Agraria de 1969.3Pero la violencia irrumpi en 1980 dejando procesos truncos, como ladiscusin sobre el estatuto de la comunidad4(que recin se dio en el2011) y gener el quiebre de la vida social. El alcalde actual de Luca-namarca lo explica diciendo que la violencia dej envidia y desconfian-za entre sus paisanos5. En palabras de la ONG Comisin de Derechos

    2 Algunos aos atrs, Carlos Ivn Degregori escribi que debido a la dbil presencia del

    Estado en las provincias, y por la falta de integracin de todas las diferentes poblacionestnicas en un solo movimiento indgena nacional, una vasta mayora de la poblacin seapropia y, as, provee un sentido diferente al concepto de Per (1993: 127).

    3 Se aprovecha el contexto de la Reforma Agraria para recuperar las tierras que estabanadministradas por la cofrada y otras que estaban en poder de dos familias de Huamanga.Pero no hubo una intervencin efectiva del Estado en materia de contar con un proyectode Reforma Agraria en la zona. Vase: Ros (2012).

    4 Como parte de las obligaciones de las comunidades campesinas para con el Estadoinstauradas en el primer periodo de gobierno de Fujimori.

    5 Genaro Quincho, cuando se le pregunta sobre lo que dej la violencia en Lucanamarca,seala: Envidia. Falta decir, Por qu no te has enfrentado? Tu familia hubiera estadorecibiendo pues, t cobarde no te has enfrenado o al final de cuenta has estado de acuerdoporque esos casos pasaron. Ellos eran selectivos. T crees que masacraron as muy a

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    Humanos (COMISEDH), que desde el 2002 inicia un trabajo ininte-rrumpido en la zona, es la ruptura de la institucionalidad poltica en lacomunidad (de ah el proyecto reciente sobre fortalecimiento del tejido

    social). Y es que vctima no es solamente el sufriente que ha perdido unfamiliar, sino el cuerpo social en su conjunto que queda resquebrajado,as como tambin las bases del contrato social partidas despus de tan-ta violencia. De ah la necesidad de ampliar la condicin para incluir alconjunto de la comunidad y tambin para trazar tenuemente los bordesde esta investigacin.

    Hay una dimensin local del conflicto que falta aun estudiarsey es lo que pretende realizarse en esta investigacin. Es importantepreguntarse qu piensan las poblaciones locales sobre reconciliacin,reparaciones y ciudadana. En un estudio del Equipo Peruano de Antro-pologa Forense (EPAF) (2012)6, se encuentra que no hay mucho interslocal en estos temas. Las mayores preocupaciones van por temas dedesarrollo y reconocimiento ciudadano. Se remarca mucho el deseo depoblaciones en comunidades que anhelan pasar de ser vctimas a serciudadanos con derechos y los procesos de recuperacin de su memo-ria para la reconstruccin del tejido social, que qued partido y hastaenfrentado por la violencia. Esto obedece a aquello que Huber (2011)denomina como periodo posclasista, que est caracterizado por unapolitizacin de la cultura en trminos de polticas de identidad. En las

    ltimas dcadas, la idea de clase se ha desarticulado como eje poltico,permitiendo que surjan demandas de corte ms cultural que econmi-co. En palabras del autor, son grupos constituidos en torno a identi-dades que antes eran escondidas, oprimidas o negadas el gnero, laraza, la etnicidad, la religin, la orientacin sexual o la pertenencia aun determinado territorio comenzaron a demandar reconocimientoy participacin en la distribucin de los recursos del Estado. (Huber,2011: 101)

    Emerge un sentido de identidad, un colectivo, a veces como su-

    giere Chatterjee (2008) amorfo y urgente como la sociedad poltica,otras articulado como la sociedad civil. Se produce un contexto dife-rente en el cual las demandas se articulan en torno al tema de la iden-tidad cultural en un sentido ms amplio y dinmico. Es este tambin

    lachampa[sic]? Un lder lucanamarquino, identificaron quines eran esos partidos, sussimpatizantes, quines son porque sino los lderes principales hubieran muerto y hanmuerto los adolescentes mayormente. (Lucanamarca, 29 de agosto de 2011)

    6 El EPAF realiz un conjunto de estudios sobre memoria y violencia en tres comuni-dades ayacuchanas (Sacsamarca, Colcabamba y Hualla). En estos estudios se revela quela memoria es usada en trminos de justicia y tambin de reparacin, entendida comoreconocimiento.

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    el contexto actual en el cual, despus de la CVR se ve el surgimiento deasociaciones de vctimas en el sentido de sociedad civil pero tambin desociedad poltica, articuladas en torno a demandas que muchas veces

    no descansan ni se explican solamente por el conflicto armado inter-no, sino que como memorias relucientes, tienen una densidad histricamayor y profunda. No se trata solamente de demandas que tienen unmatiz cultural o tnico, sino que buscan reconocimientos de una ciu-dadana trunca, perdida o desplazada. Es decir, demandas culturalespor un lado, y demandas polticas, sociales, econmicas, por otro lado.Considero que la idea de reconocimiento abarca estas dimensiones ypor ello es tan compleja en su acercamiento como tema de estudio. Hayunapotica(en el sentido de una dimensin discursiva de formacin)y unapoltica(descrita como una accin) de reconocimiento que es de-sarrollada por los sujetos y que se manifiesta a travs de su vinculacincon el Estado a travs del programa de reparaciones.

    Adems, la condicin de vctima genera un sentido de identidady de pertenencia a un colectivo que puede ser incluso mayor que el dela propia comunidad. Uno de los aspectos que emerge en esta inves-tigacin es que el sujeto rural para poder acceder a sus derechos ciu-dadanos enmarcados en el programa de reparaciones lograr hacerloformando parte de una asociacin de vctimas, como ha sido el casode Envenciana Huancahuari (epgrafe). Es decir, no puede realizarlo

    como un individuo que se acerca por propia voluntad a una entidad delEstado sino que tiene que hacerlo como parte de un grupo. Al mismotiempo, en estas asociaciones de vctimas se observa que la identidadque ah se edifica trasciende las fronteras tnicas, de gnero, de pro-cedencia y de idioma del sujeto. Y, al mismo tiempo, es una condicinque se enmarca bajo el amparo de la definicin oficial como aquellaque se propone en el perfil de vctima en la CVR y el Registro nico deVctimas (RUV) en el Consejo de Reparaciones.

    En este sentido, este estudio forma parte de una serie de nue-

    vos trabajos que intenta investigar una parte de la larga historiade vnculos y relaciones que se establecen entre comunidades cam-pesinas y el Estado. En el caso peruano, estas relaciones estn mar-cadas por momentos especficos como han sido la insercin de laescuela, el reconocimiento de la comunidad, el reconocimiento deldistrito, y la historia de violencia reciente. En Lucanamarca se tieneconciencia de la presencia del Estado a travs de sus institucionesy de la relacin que los migrantes y pobladores tienen con instan-cias de gobierno por iniciativa propia. Para el Estado, Lucanamarca

    emerge como lugar y como poblacin en el momento de la masacreocurrida el 3 de abril de 1983. Pero, incluso en 1983, las muertesocurridas en Lucanamarca quedaron opacadas por la de los ocho

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    periodistas asesinados en Uchuraccay el 26 de enero del mismo ao.Para investigar este ltimo caso el gobierno del Presidente FernandoBelande organiz una comisin investigadora que estuvo dirigida

    por el escritor Mario Vargas Llosa. El caso Lucanamarca aparecetres das despus de lo ocurrido en una nota pequea y con los datosan inciertos7. Veremos que es recin con el trabajo realizado por elequipo de investigacin de la CVR que Lucanamarca se convertir enuna memoria emblemtica de la lucha de una poblacin local contraSendero Luminoso.

    ***La memoria de la historia reciente de Lucanamarca est tambin marcadapor los intentos de la poblacin por recuperar su historicidad y esto pasapor narrar sus testimonios ante la CVR, por los reclamos de justicia y ver-dad y tambin por consideraciones, algunas simblicas, que en este casoespecfico se remiten a la ceremonia pblica de entierro de las vctimasocurrida en el 2002 y a la produccin audiovisualLucanamarca(Crdenasy Glvez, 2006). Es en este contexto que se enmarcan las consideracionesque se generan a partir de reconocerse como vctimas del conflicto armadointerno e inscribirse en el Registro nico de Vctimas (RUV).

    Reconocer/se como vctima del conflicto armado interno tiene

    implicancias sociales, tnicas, culturales y polticas. De un lado, elInforme final de la CVR propone un perfil de vctima (quechuaha-blante o, mejor dicho, no castellano-hablant: esto es indgena, joven,habitante de la sierra o de la selva, pobre). Este perfil traza las ca-ractersticas tnicas y culturales de la vctima, pero sus demandasde identidad se yuxtaponen y traslapan con demandas polticas ysociales de forma ms amplia. Y ah la memoria y el reconocimien-to, como aproximaciones tericas y de reflexin nos ayudan en esteestudio para mirar cmo, de un lado, desde las poblaciones se en-

    cuentran nuevas formas y mecanismos para vincularse institucio-nalmente con el Estado a partir del Registro nico de Vctimas.Y, por otro lado, siglos de centralismo, racismo, discriminacin yexclusin marcan la forma cmo desde el Estado se mira y se traba-ja con las poblaciones locales (del Pino 2011, Mndez 2011, Rnique2004) y ah es donde se hallan las escisiones, fragmentaciones y losprocesos inacabados. Por ello, como narra una colaboradora cercanaa la anterior secretaria ejecutiva de la Comisin Multisectorial de

    7 Terroristas victiman a 45 campesinos de Lucanamarca.El Comercio. Lima, 6 de abril,1983, p.A1.

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    Alto Nivel (CMAN)8, en las instituciones del Estado las reparacionesse perciben como un programa de asistencia social.

    A partir del caso lucanamarquino, esta investigacin contribuye

    a reflexionar sobre la relacin del Estado (peruano) con sus poblacioneslocales, as como pensar de una forma inclusiva y amplia, la accin yla participacin de los sujetos sociales en el conflicto armado internoy sus procesos de restitucin simblica y ciudadana, as como brindarejemplos sobre procesos de reconciliacin a nivel local. Adems, estainvestigacin tambin contribuye tericamente a entender cmo desdela sociedad poltica se articula y se genera un tipo distinto de agenciapoltica (desde la nocin de vctima e imbricado con la idea de recono-cimiento) que permite el ejercicio de una forma diferente de ser ciuda-dano y ciudadana en el contexto de posguerra. Es decir, lo que deberaser interpretado como un derecho ciudadano que es la compensacinse traduce en demandas que histricamente siempre se han realizado alEstado: como puede ser infraestructura, acceso a servicios educativos yde salud, comunicaciones, desarrollo local. En este sentido, uno de losprincipales hallazgos, en un nivel de poltica pblica, de este estudioes que en el contexto peruano, las reparaciones se convierten en estra-tegias que ayudan a soliviantar la pobreza. No alcanzan su objetivoreparador de libertades y ciudadana. Esto puede traducirse tambincomo una lucha por dar voz y nombre a la memoria y su representacin

    a travs del lenguaje. La principal hiptesis de este estudio es que elvocablo vctima solamente se ha insertado como nomenclatura en ellxico del Estado pero no como poltica pblica. Lo contrario se obser-va con la idea de pobreza. Ejemplo de ello son las campaas de luchacontra la pobreza y los programas de asistencia social que se tienendesde el Estado y se implementan en zonas de pobreza extrema comoLucanamarca.9Un elemento adicional es la precariedad de las instan-

    8 Entidad del Estado encargada de otorgar las reparaciones. Hasta el 2011 estuvo adscritaa la Presidencia del Consejo de Ministro (PCM). Desde el 2012 esta institucin y el Consejode Reparaciones pasan al Ministerio de Justicia, especficamente al Viceministerio deDerechos Humanos. Vase Ulfe y Chvez (2012).

    9 Entre los programas de apoyo social del Estado que se encuentran presentes enLucanamarca destacan el Vaso de Leche que es dar desayuno a menores de cinco aos;Programa Juntos que es dar S/.100.00 a familias de escasos recursos y con hijos menores decinco aos. Como seala el ex alcalde Pastor Quincho: no es que toda la presencia de algunasinstituciones estatales haya hecho que la poblacin no participe en su desarrollo, digamos,sino que algunos programas asistencialistas, como es el programa Juntos, Vaso de Leche,comedores populares, todo eso no? Eso como le digo ha debilitado la participacin de la

    comunidad en su conjunto en el desarrollo de la misma poblacin Por qu? Porque si unapersona porque tiene hijo le dan 100 soles, ya no tiene necesidad de trabajar, ya no piensaseguir trabajando y los comedores populares, ya no piensa en cocinar, en cultivar, vaso deleche ya no piensa en preparar su desayuno porque va a municipalidad y recoge su dinero.

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    cias del Estado en poblaciones como Lucanamarca. Y ah ONGs comoCOMISEDH son vistas por la poblacin como una prolongacin de loque el Estado debera hacer (como por ejemplo obras pblicas e infraes-

    tructura) y cuando no lo realizan, entonces son duramente criticados.Sin otras vas, la vctima recurre a la memoria y a su represen-tacin como una forma de expresin. El periodo de la CVR (2001-2003)produjo una ebullicin de la memoria (Gonzales, 2011; Milton, 2007;Ulfe, 2011). Desde la sociedad civil (sobre todo desde las ONG de dere-chos humanos) se aglutinan una serie de propuestas alrededor del temade memoria como puede haber sido la construccin de casas de memo-ria, conmemoraciones y puestas en escena que se generaron desde el te-rreno cultural para mostrar, muchas veces, a la vctima y visibilizar suhistoria. Se daba una confluencia de vctimas y funcionarios de ONGs.Sin embargo, un cambio importante que se observa en estos ltimosaos es cmo al articularse el movimiento de derechos humanos alre-dedor del tema de la reparacin (Scurrah y Bielich, 2011), la vctimarecurre y busca su propia representacin dejando el plano cultural parapasar al terreno de lo poltico, lo social y lo econmico.

    Las reparaciones se instalan en el terreno poltico (y esta es lasegunda hiptesis de trabajo de esta investigacin) y esto obliga a losafectados de la violencia a articular sus demandas en una cultura polti-ca en donde existe una gran distancia entre la norma que se gesta desde

    el Estado y la forma cmo esta se vive y se siente por las propias pobla-ciones. Son los sujetos sociales quienes dotan de sentido y significado alas acciones; son sus experiencias las que construyen los recuerdos; sonsus narraciones las que muestran cmo estos sujetos buscan represen-tarse a s mismos y que no los representen o les otorguen una verdaddiferente. Esto puede traducirse como una lucha por dar voz y nombrea la memoria y su representacin a travs del lenguaje, el cuerpo u otromedio de representacin como puede ser el arte. El reconocimiento, laverdad, la memoria y la reparacin se configuran como los nuevos dra-

    mas sociales que estructuran la vida de los afectados en una sociedadposconflicto (Bruner y Turner, 1986: 43). Es colocar la experiencia y lamemoria de vivir en una sociedad posconflicto en circulacin ubicandoen el centro de estas vivencias el tema de la reparacin, la memoria, laverdad y el reconocimiento y a partir de ellos, las nuevas formas cmose ejerce ciudadana. La reparacin para estos grupos se establece comoun nuevo canal para la ansiada ciudadana: esto es, un mecanismo para

    (Ayacucho, 7 de octubre de 2011). Pastor Quincho critica la forma paternalista de ejecucinde los programas sociales que rompen con la forma de organizacin y trabajo instalado enla comunidad. Desde la toma de gobierno de Ollanta Humala se discute tambin la creacindel Programa Pensin 65 para adultos mayores.

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    su reconocimiento. Hay una agencia que nace a partir de la idea devctima y que se transforma e impulsa a la poblacin a seguir, a lucharpor la verdad y por recuperarse o restituirse socialmente. Esta agencia

    se traduce en esas nuevas formas de ser ciudadano y de mirar desde eldolor y el margen de la sociedad, la nacin y el Estado al que se aspiraconstruir y formar parte. Aqu los proyectos de desarrollo entendidosen trminos de mejoras en la infraestructura y el establecimiento deservicios pblicos comienzan a tener otro sentido, que es colocarlos enel mapa nacional. Uno puede parafrasear a Hannah Arendt y repensarla idea de accin en trminos de comenzar algo nuevo. Pero ese co-menzar de nuevo tendr tambin un significado en trminos de unaorientacin de vida, es decir, en la forma de pensar del sujeto.

    Esta transformacin no es esttica y uno de los puntos que seobserva es que el vocablo y su sentido (la palabra vctima en s) cambiaen el tiempo: durante el tiempo de la violencia poltica eran conside-rados desplazados y ese era el vocablo utilizado para referirse a estegrupo humano por las migraciones masivas que se sucedan desde elcampo hacia las ciudades principales. Luego, y con la intencin de novictimizar a este grupo, durante el periodo de trabajo de la CVR seutiliz el vocablo afectados que sigue vigente, y que adems, coadyu-v a construir una gradiente de afectaciones que se muestra en lasconsideraciones de quines son o no son vctimas del conflicto armado

    interno peruano. Y es debido al Programa Integral de Reparaciones quecomienza a usarse la palabra vctima, que viene con una carga subje-tiva y marginal muy marcada. Vctima en oposicin a un perpetrador,cuando lo que veremos son zonas grises y fronteras que se cruzan.

    LA METODOLOGAEntiendo la etnografa como una investigacin antropolgica y un ejer-cicio poltico. Descrita como estar ah (Geertz, 1983), la etnografacaracteriza el trabajo antropolgico basado en el recojo de informacin

    en el mismo lugar (in situ). En esta investigacin parto de un enfoqueetnogrfico, uso la etnografa como mtodo y como producto o texto:

    ETNOGRAFA COMO MTODOI. EL CAMPO

    La nocin de campo ha sido cuestionada desde la antropologa, ya queal mismo tiempo que define la accin de recojo de informacin, es laque brinda la experiencia de ser antroplogos y de producir conoci-miento antropolgico (Gupta y Ferguson, 1997). El campo cada vez es

    ms desterritorializado y esta etnografa no es la excepcin. Adems,como Dennis Tedlock y Bruce Mannheim escriben: una vez que lacultura es vista como emergiendo de una relacin dialgica entonces

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    es la etnografa que se revela surgiendo del fenmeno cultural (o in-tercultural), producida, reproducida, y revisada en los dilogos que sedan entre investigadores de campo y nativos. (1995: 2).Esta es una

    etnografa multilocal que parte de una comunidad campesina, Santia-go de Lucanamarca, y arriba a dos entidades del Estado, el Consejo deReparaciones, rgano encargado del Registro nico de Vctimas y laComisin Multisectorial de Alto Nivel (CMAN) encargada de entregarlas reparaciones.

    II. LOS SUJETOS

    Tomo a los sujetos sociales como agentes productores de historia ycomo agentes polticos que interactan entre s. En el mapa de actoresse incluyen las instituciones estatales y las instituciones locales talescomo la comunidad campesina o la asociacin de vctimas. Tambin esde suma importancia considerar a las ONG, en Lucanamarca trabajaCOMISEDH institucin que cumple un rol de articular a la comunidadcon el Estado.

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    III. LAS HERRAMIENTAS

    Dos corpus de informacin conforman el grueso del material recogidoy que puede ser organizado en material de archivos y repertorios. Estos

    materiales dialogan con las notas de los cuadernos de campo, entre-vistas adicionales a las realizadas por la CVR a las mismas personasy material recogido durante el trabajo de campo. Entiendo el materialde archivo como las fuentes documentales encontradas en centros dedocumentacin y los repertorios como las prcticas performticas yvisuales recogidas durante el trabajo de campo.

    A continuacin se presentan dos cuadros: el primero muestra larelacin de entrevistas realizadas durante el trabajo de campo, as comouna breve descripcin de la funcin de la persona, cargo o caracters-tica y la fecha y lugar de la entrevista; el segundo cuadro muestra larelacin y explicacin de los documentos (fuentes primarias) de leyes,decretos y reglamentos para la implementacin del programa de repa-raciones. Adems, se incluye la relacin de beneficiarios de las repara-ciones econmicas individuales en Lucanamarca.

    ETNOGRAFA COMO PRODUCTO

    Como producto, la etnografa est imbuida en un proceso poltico en elcual las unidades narrativas, las historias recopiladas y sus interpreta-ciones tienen un componente poltico. Cuando el terror teje su camino

    en una comunidad, escribe Kimberly Theidon sobre Ayacucho, laspalabras no son mera informacin las palabras se convierten en armasy plantear una pregunta (en estas condiciones) significa que uno debehacer algo con la respuesta. (2002: 37-38; traduccin propia). Uno noes el investigador que hace su trabajo a la distancia; tampoco es aquelque objetivamente deja de cuestionar ciertas acciones. Investigacionessobre violencia y memoria enfrentan al investigador a la accin, a com-prometerse con los sujetos sociales con quienes desarrolla el trabajo.Surge un problema tico y es qu hacer con la informacin recogida,

    cmo escribir sobre ella, cmo escribir sobre vivencias personales queson tan complejas que muestran precisamente las zonas grises de unconflicto armado interno lleno de vaivenes, donde las vctimas se vuel-ven en ciertos momentos en victimarios y dnde el anlisis debe dejarde polarizar para priorizar la polifona de voces disonantes? Aqu sepresentan cuestionamientos de orden metodolgico: cmo abordar unestudio de violencia y memoria; cmo acercarse al sujeto herido; quhacer luego con la informacin.

    Entiendo el estudio de la memoria y la etnografa como un pro-

    ceso dialgico en el cual participan distintos actores, eventos, objetos ydiscursos de maneras diferentes. En el proceso de revelar los restos dela sociedad peruana son mis propias memorias del periodo de violencia

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    poltica las que son cuestionadas y contrastadas con aquellas expresa-das por los pobladores, por ello aparezco en el texto como investigado-ra. El estudio de memoria y violencia requiere el compromiso tico y

    poltico del investigador, un compromiso que no puede ser dejado delado al terminar la investigacin. Se trabaja con temas muy sensibles,datos muy privados y es la poblacin misma de Lucanamarca que recla-ma, adems, se les devuelva los resultados de la investigacin.

    Como mandato, la Comisin de la Verdad y Reconciliacin notuvo entre sus objetivos la judicializacin de casos. Los nombres y losrelatos recogidos en los testimonios y entrevistas a profundidad realiza-dos por la Comisin son reales. Mi intencin es mostrar la complejidaddel proceso de reparacin y recuperacin de ciudadana en una pobla-cin posguerra en el Per. Esta intencionalidad emerge en las historiasseleccionadas como casos de estudio en el tercer captulo y en la formacmo ha sido diseado el ndice.

    Este estudio considera cuatro estrategias de investigacin:

    1) Un estudio sobre violencia que parte del marco conceptualde la memoria y la agencia, debe considerar los sujetos comoagentes, como productos y productores de historia. La memo-ria es accin cultural y accin poltica. Hay una intencionali-dad en la forma como se construye el recuerdo de un periodo

    de violencia que se inscribe en la voluntad de no caer o repetirlos mismos errores. Pero el tema de la memoria requiere en-marcarse en una densidad histrica ms profunda que debeacompaarse de un rigor etnogrfico y metodolgico (incluyeel trabajo de archivo y, en este caso, el conocimiento de la histo-ria de la comunidad). Especficamente, propongo en el marcode lo que Partha Chatterjee propone como sociedad poltica,entender cmo se movilizan fuerzas desde grupos subalternos(vctimas = no ciudadanos) para negociar demandas sociales

    y reconocimientos de ciudadana. Estos son grupos de interscon los cuales el Estado no negocia de la misma manera; msbien buscan influenciar en la forma como son gobernados.

    2) La violencia deja huellas y heridas, y se convierte en un filtroa travs del cual repensamos nuestras identidades (locales ycolectivas). En esta investigacin busco estudiar cmo unasociedad se enfrenta con este problema; cmo un grupo deindividuos se debaten entre los recuerdos y una poltica esta-tal que parece promover la amnesia colectiva. Esto me lleva aconsiderar la produccin etnogrfica como una herramientade ejercicio poltico en la cual negociamos significados. Pero

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    oficina en Lucanamarca. En el segundo captulo se presenta el progra-ma de reparaciones. Se trata de una descripcin actualizada sobre eltrabajo de registro o inscripcin en el RUV, las reparaciones econmi-

    cas individuales y colectivas y el proceso actual en el que se encuentrala CMAN y el Consejo de Reparaciones. Las experiencias sobre la re-paracin y la vida en Lucanamarca post-CVR estructuran el captulotercero. Ah se detallan las motivaciones y las agendas personales ygrupales sobre reconocimiento y ciudadana y finalmente lo que paraellos es sentirse vctima del conflicto armado interno. Por ltimo, en elcaptulo cuarto se presentan reflexiones sobre la idea de ser y sentirsevctima en el Per y el largo proceso de la reconciliacin nacional. Aqutambin se teoriza sobre las polticas de reconocimiento.

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    Me llamo Tefanes Allccahuamn Vlchez, soy comopersona en vivo y en directo, descendiente de los caciquesprincipales de Lucanamarca, de Cristbal Allccahuamn

    y de Agustina Allccahuamn. Fue en 1570 y en 1898,esta astilla funciona ahora como personal de la Oficina

    de Registro del Estado Civil de Lucanamarca y comotambin Secretara General de la Municipalidad distrital

    de Lucanamarca, desempeando tambin cargo adicional,Jefe de la oficina de contravenciones del Estado del

    Estado peruano en incursin de rentas () al prximo aoprcticamente estar cumpliendo pues 30 aos al servicio

    de esta comunidad, Lucanamarca y esto significa que elpueblo de Lucanamarca me ha dado oportunidades.

    Tefanes Allcahuamn, Lucanamarca (entrevista

    recogida en el 2002 por Hctor Glvez para eldocumentalLucanamarca).

    En el momento en que se dieron los hechos del 3 de abril de 1983, San-tiago de Lucanamarca no era una comunidad ni distrito aislados en elpas. Desde que pobladores de la comunidad comenzaron a emigrar ala capital del departamento de Ayacucho y a ciudades en la costa a ini-cios del siglo XX, se establecieron asociaciones de residentes fuera de

    la localidad y estas comenzaron a articular demandas de la poblacin.Tenan lo que Degregori (1993) considera una dbil presencia del Es-tado que, como fue mencionado anteriormente, se limitaba a contar con

    Captulo 1

    HISTORIAS DE LUCANAMARCA

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    algunas instituciones como el colegio, el municipio, el registro civil, eljuzgado de paz (que como representacin comunal sirve de intermediocon el poder judicial del Estado)10. Es decir, se trataba de una localidad

    alejada por las pobres vas de acceso y comunicacin, pero no aislada.Pero, contar con presencia del Estado resultaba, como se veren este captulo, de procesos y logros de los propios pobladores. PastorQuincho, tres veces alcalde de la localidad, y uno de los gestores y pri-mer director del colegio Salazar Bondy de Lucanamarca, cuenta los via-jes, los petitorios y las solicitudes que hicieron a la UGEL en Ayacuchoy en Lima. Estos haban comenzado con las solicitudes desde iniciosde 1980. Unas semanas despus de la masacre, en abril de 1983, PastorQuincho recibe la comunicacin de la creacin del colegio secunda-rio. As los jvenes ya no tendran que viajar hasta Huancasancos paraasistir al conocido Colegio Los Andes. Quincho narra cmo AnanasSumari le comunica la resolucin de creacin del colegio:

    Ah est tu colegio. T mismo lo haces funcionar. Y me rea-signa como director del colegio. Me responsabiliza como ges-tor del colegio. A ti no te falta nada, t eres de la zona, no scmo haces funcionar. Si no haces funcionar este colegio sedisuelve. Llego a Lucanamarca y cojo la nmina de oficio yagarro los que hace 5 aos atrs han salido. En una asamblea

    decimos este colegio se ha creado porque nosotros mismo he-mos insistido. Y con una promocin de treinta y cinco (35)empezamos a funcionar. Se crea de Oficio el colegio pero nohaba infraestructura.

    Santiago de Lucanamarca es un distrito desde 1965 y es una comunidadcampesina que, como narra la presentacin de Tefanes Allaccahua-man, puede trazar con orgullo

    su historia hasta inicios del periodo colonial. A nivel de la comu-

    nidad se tena el reconocimiento y la titulacin de las tierras reapropia-das en el marco de la Reforma Agraria de 1969.11Cuando llega Senderoy se instala en la localidad desde 1982, los procesos comunales y demanejo y administracin municipal se quedan truncos. La discusin

    10 Algunos aos atrs, Carlos Ivn Degregori escribi que debido a la dbil presencia delEstado en las provincias, y por la falta de integracin de todas las diferentes poblacionestnicas en un solo movimiento indgena nacional, una vasta mayora de la poblacin seapropia y, as, provee un sentido diferente al concepto de Per (1993: 127).

    11 Se aprovecha el contexto de la Reforma Agraria para recuperar las tierras que estabanadministradas por la cofrada y otras que estaban en poder de dos familias de Huamanga.Pero no hubo una intervencin efectiva del Estado en materia de contar con un proyectode Reforma Agraria en la zona.

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    sobre el nuevo Estatuto Comunal se dio en agosto de 2011.12La violenciaes vivida de distintas maneras en la localidad. La elite local, fuerte porsu posesin de ganados, pastizales y tierras de cultivo, se mantiene en

    la asuncin de cargos pblicos en estos aos pero se debilita y ya nologra generar consensos a nivel local.El alcalde actual de Lucanamarca lo explica sealando que la

    violencia como se refieren cotidianamente al periodo del conflictoarmado interno vivido en Per entre 1980 y 2000dej envidia y des-confianza entre sus paisanos.13Hay una ruptura de la institucionalidadpoltica y social en la localidad. Adems, es importante sealar quemuchos de los muertos eran personas notables en la vida poltica dela localidad, como los tres desaparecidos en Cangallo en 1984 y cuyoscasos no aparecen en el Informe Final de la CVR. Como Rossel Huari-pacar, encargado de la oficina del Registro Nacional de Identificaciny Estado Civil (RENIEC) en Lucanamarca, dice: los tres eran nuestrasautoridades; eran personas notables. Nos duele mucho que han desa-parecido. (Lucanamarca, 4 de octubre de 2011). Estos jvenes formanparte de la misma generacin que aquella de los lderes senderistasasesinados en Lucanamarca. Ah se perdi una generacin de lderesy autoridades y hasta el momento se siente ese vaco en la conduccinpoltica y social de la localidad.

    Sin embargo cuando uno hoy en da escucha el nombre Luca-

    namarca, este se asocia a muerte. Y ser de Lucanamarca, como dicePastor Quincho, equivala a ser identificado como terruco, que es laforma coloquial para referirse a senderista o miembro del Partido Co-munista del Per Sendero Luminoso (PCP-SL). Esta es la historia deLucanamarca.

    COMUNIDAD Y MUNICIPIOLa comunidad de Santiago de Lucanamarca est ubicada en el distritode Lucanamarca, comprendido dentro de la provincia de Huancasan-

    cos a 3,400 msnm. El distrito limita con los distritos de Sarhua, Taulliy Sancos. Segn el ltimo censo del 2008 realizado por el Instituto Na-

    12 Vase Ros (20012). Como parte de las obligaciones de las comunidades campesinaspara con el Estado instauradas en el primer periodo de gobierno de Fujimori.

    13 Genaro Quincho tambin lo explica de la misma forma cuando se le pregunta sobre loque dej la violencia en Lucanamarca. l dice: Envidia. Falta decir Por qu no te hasenfrentado? Tu familia hubiera estado recibiendo pues, t cobarde no te has enfrenado oal final de cuenta has estado de acuerdo porque esos casos pasaron. Ellos eran selectivos.

    T crees que masacraron as muy a lachampa[sic]? Un lder lucanamarquino, identifi-caron quines eran esos partidos, sus simpatizantes, quines son porque si no los lderesprincipales hubieran muerto y han muerto los adolescentes mayormente. (Lucanamarca,29 de agosto de 2011).

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    cional de Estadstica e Informtica en el Censo Nacional de Poblaciny Vivienda 2009, el distrito de Santiago de Lucanamarca, muestra unapoblacin de 2675 habitantes.

    Fotografa1: Regin Ayacucho, provincia de Huancasancos. Mapa tomado del portal del Ministerio de

    Transportes y Comunicaciones del Per.

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    Fotografa 2: Provincia de Huancasancos. Mapa tomado del portal del Ministerio de Transportes y

    Comunicaciones del Per.

    La comunidad de Lucanamarca ascendi a la categora de distrito el 29de enero de 1965 por la Ley N15410 durante el gobierno del arquitectoFernando Belande Terry. Una fotografa del ex Presidente Belandellegando a caballo a Huancasancos se encuentra en la oficina del muni-cipio. Belande es tambin el presidente ms recordado en esta zona delpas, ya que Accin Popular, su partido, fue uno de los primeros en pro-mover la Reforma Agraria (Heilman, 2010: 120-147). Es precisamentedurante este periodo que la comunidad es reconocida como municipio

    distrital y como tal, el Estado reconoci como anexos de Lucanamarcaa la comunidad de San Jos de Huarcaya, San Antonio de Julo, SantaRosa de Ccocha, Asuncin de Erpa y San Martn de To Pampa.14

    Este cambio ha sido favorable para la comunidad en cuanto areconocimiento por parte del Estado, pero ha trado consigo el de-bilitamiento de las autoridades comunales. En tanto las autoridadesmunicipales son elegidas democrticamente por voto popular y son re-

    14 Aos ms tarde, durante el segundo periodo de gobierno del mismo presidente, Huan-

    casancos por Ley N 23928 20 de setiembre de 1984 sera elevada a la categora de pro-vincia del departamento de Ayacucho conformada por los distritos de Sancos, Carapo,Sacsamarca y Santiago de Lucanamarca, logrando as su separacin de la legislacin dela provincia de Vctor Fajardo.

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    conocidas como servidores del Estado, mientras que las autoridadescomunales son elegidas en asamblea y representan la organizacin in-dgena y campesina que queda relegada. Es ms, aqu queda pendiente

    un estudio ms profundo sobre micropoltica del poder a nivel local yaque las tareas y funciones de las autoridades y el status de stas es muycomplejo a este nivel y muestra tambin las negociaciones y afiliacionesen tanto lo que est en juego es la identidad de la comunidad.

    El debilitamiento de la comunidad se hace ms notorio durantey luego del periodo de conflicto armado interno que coincide con elaumento de los presupuestos de los municipios locales.15En el periodode la creacin del municipio, la comunidad mostr su vigencia comorgano ejecutor activo. Era a travs de la organizacin comunal que serealizaron trabajos de infraestructura y se coordinaba para las distin-tas celebraciones festivas. Una de las obras ms recordadas fue la cons-truccin de una trocha carrozable con destino a Huancasancos, obrapara la que los lucanamarquinos trabajaron con sus propias manos ysin intervencin del Estado. Fue por esa trocha que cabalg el presi-dente Belande en su primer mandato cuando arrib a Huancasancos.Pero la violencia acaba con una generacin de varones que estabandestinados a guiar a la comunidad y servir en el municipio. Ademslos odios y rencores que se expresan en frases como la envidia, hacenque la gente pierda confianza entre s. Es la metfora de la organiza-

    cin como un cuerpo en este caso, quebrado que debera llevarnosa ampliar la nocin de vctima para incluir ah la organizacin social.

    A partir de 1995 la organizacin comunal quedar an ms debi-litada con el ingreso del presupuesto a los municipios. De alguna mane-ra el epgrafe de este captulo muestra cmo si bien el municipio existacomo registro para el Estado, la organizacin comunal asuma las fun-ciones del municipio y reciba un estipendio a travs de FONCOMN.Pero esta relacin cambia cuando el municipio empieza a tener un pre-supuesto asignado por el poder central. Comienza as un crecimiento

    paulatino del aparato estatal con ms regidores que perciben un salariomientras que la organizacin comunal se mantendrad honorem. Ade-ms, este periodo coincide con el primer momento de la posguerra: en1994 se retira el destacamento de la polica de Lucanamarca que habasido instalado en 1983, despus de la masacre y se acentan rivalidadesentre familias por haber pertenecido a uno de los bandos del conflictoarmado interno, sobre todo al lado de los senderistas.

    Durante el trabajo de campo se encontr que la poblacin reco-noce tambin otros motivos por los cuales el sistema de organizacin

    comunal en la actualidad ya no opera de la misma forma. Dentro de

    15 Vase el documento de trabajo de Hernndez, Huber y Ziga (2011).

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    estas, se reconocen tres justificaciones principales. Hemos mencionadoya dos de ellas, la primera es la desconfianza generada por el periodode violencia, la segunda es el aumento de presupuesto que entra para el

    distrito y una tercera y de la cual nos ocuparemos a cabalidad en esteestudio son los cambios que llegan luego del arribo de la CVR (2001-2003), investigacin que marca un tiempo de reconciliacin.

    Precisamente ser desde el 2002 que la organizacin no guberna-mental Comisin de Derechos Humanos (COMISEDH) instalar en Lu-canamarca una oficina que sirve de enlace con el Estado. Al conversarcon los pobladores y preguntarles por los elementos que han alteradola organizacin comunal o que han hecho que la convivencia tome unrumbo distinto, las respuestas han resaltado en muchos casos los ta-lleres de capacitacin de autoridades, los talleres de empoderamientode mujeres en torno a temas de violencia familiar, talleres a los niossobre temas de derechos humanos, as como cuidados personales y cui-dados de cultivos, entre otras actividades, que organizaba COMISEDH.Estas actividades son vistas por la mayora de los entrevistados comonegativas. Este rechazo puede deberse a que esta ONG no realiza obrasmateriales, es decir infraestructura, que es lo que en ltima instanciaespera la poblacin. Para los pobladores de Lucanamarca, COMISEDHno se comporta como enlace real con el Estado en tanto no se ma-nifiesta como ste a travs de obras concretas y visibles a corto plazo.

    Es importante mencionar que en Lucanamarca y en generalen la regin de Ayacucho las organizaciones no gubernamentalesde derechos humanos no llegan desde el periodo de trabajo de laCVR sino que varias llegaron durante el conflicto mismo, es decirdesde la dcada de 1980. En el contexto post CVR puede observarsecmo estas organizaciones respondern a una agenda internacionalaplicada en zonas post conflicto con temas de justicia transicionaly dignificacin simblica y econmica para las vctimas. As, en Lu-canamarca se observa cmo esta agenda influye en la construccin

    de espacios de memoria, en el recojo de historias y testimonios, enla construccin de monumentos y el establecimiento de fechas con-memorativas de los episodios ms trgicos ocurridos en el lugar. Esdecir, es un panorama de reparaciones simblicas que no es niconi exclusivo para Lucanamarca sino que puede extrapolarse a otrascomunidades y regiones al menos del pas (Yezer, 2007) en el cualel sujeto vctima no tiene una accin o participacin activa sino quese le relega al plano de un narrador de hechos que se organizan y sereivindican desde las ONG, y en el caso de la CVR desde el Estado.

    Se quiere dar voz a las vctimas para que narren sus historias perolas ONG y sus colaboradores quedan como los intermediarios de sudiscurso y de su accin. Foucault (2009) habla sobre un poder que

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    se irradia desde un centro y acta en las personas disciplinando susdiscursos, sus cuerpos y hasta sus miradas. El poder se canaliza atravs de instituciones y se instala de una manera sutil en las per-

    sonas. En el caso peruano el inters de las ONG era presentar estasotras voces en contraposicin a una memoria oficial de lo sucedidoen el Per en la dcada de 1980. Pero son voces, son textos, docu-mentales que no son producciones de los propios actores sino que sevuelven documentos que pasan por el filtro de la agenda de la orga-nizacin no gubernamental.

    Luego de este momento de intervencin de las ONG de derechoshumanos, el panorama en las comunidades se torna ms participativo.Se buscar vincular a las vctimas en las actividades que realizan lasinstituciones. As, desde 2009 en Lucanamarca se realizaron talleresparticipativos de liderazgo y actividades, como la implementacin depequeos biohuertos y granjas de cuyes y gallinas. Sin embargo, en estecontexto las vctimas no tienen un rol tan activo, se sigue asumiendoun rol de proteccin y de cuidado por parte de las ONG que a su vez seenfrenta por la falta de inters y gratificacin de la poblacin por lo quese est haciendo. Es decir, mientras los pobladores estn agotados deasistir a los talleres, los encargados de llevarlos a cabo sienten que sulabor no es agradecida y mucho menos aprovechada. Es comn escu-char por parte de los trabajadores de la ONG las quejas y las llamadas

    de atencin que expresan los pobladores, sobre todo en momentos enlos que estn bajo efectos del alcohol.

    Para Pastor Quincho la llegada de las ONG si ha sido importan-te porque considera que han logrado regular la venta de alcohol en elpueblo. En los talleres criticaban el maltrato infantil y el maltrato ala mujer, prcticas comunes en la comunidad. Pero COMISEDH se haido de Lucanamarca en mayo del 2012. Ser interesante conocer cmose desenvuelve la comunidad y el municipio sin su asesora tcnica niimpulso por recordar la masacre de 1983.

    LUCANAMARCA EN TIEMPOS DEL CONFLICTO ARMADO INTERNOLa entrada del Partido Comunista del Per-Sendero Luminoso(PCP-SL) a la comunidad no fue precipitada o agresiva. La ideolo-ga fue calando poco a poco a travs de la educacin. Eran los estu-diantes que salan a otros distritos a estudiar y los profesores quevenan de fuera los que empezaron a introducir la doctrina maosta,marxista, leninista y pensamiento Gonzalo. Por estos aos, losprofesores gozaban de un alto prestigio dentro de las comunidades,

    esto se deba no slo a la importancia que tenan sus ctedras sinoa que tambin hacan de intermediarios entre el Estado y la comu-nidad. La escuela y la instruccin siempre han significado acceso

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    al Estado letrado. En Lucanamarca, son los hijos de la elite localquienes accedieron a la educacin. Lucanamarca no contaba concolegio secundario y muchos fueron a Huanacasancos, Cangallo,

    Huancapi o el mismo Ayacucho, por lo que mantenerlos fuera decasa implicaba grandes gastos econmicos que no todas las familiaspodan afrontar.

    En el distrito vecino de Huancasancos se encontraba el colegioLos Andes, uno de los principales centros de adoctrinamiento polti-co del PCP-SL y parte del eje de desarrollo del Comit Zonal Centraldel PCP-SL (cfr. Informe final de la CVR, 2003). El colegio secundarioLos Andes de Huancasancos se convirti desde fines de los setenta enun bastin del PCP-SL. Ah se dictaban clases y talleres enseando lafilosofa maosta, marxista, leninista y pensamiento Gonzalo. Ahenseaba el profesor Juan Lpez Liceras que luego tendr un papelprotagnico en el liderazgo senderista en la zona.

    En Lucanamarca la presencia de la ideologa senderista comien-za a sentirse desde inicios de la dcada de 1980 y sern los estudiantesquienes propalarn la ideologa. Era un discurso nuevo para la locali-dad. En las discusiones se manifestaban y discutan las diferencias queexistan entre ricos y pobres, la desigualdad era un tema preponderanteen Lucanamarca donde hasta hoy existe una elite muy fuerte. Los sen-deristas proponan la idea de un cambio en la estructura del Estado

    y una redistribucin del poder y de los bienes. Es un discurso que alcomienzo atrajo a muchas personas de la comunidad, sobre todo a losjvenes que se sintieron llamados a trabajar para lograr estos fines.

    En esta misma poca la comunidad se encontraba muy alejadade la capital de la provincia por no contar con una carretera sino ni-camente con una trocha carrozable la cual se deterioraba fuertementecon las lluvias. Tampoco contaba con un medio de comunicacin nicon sistema de radio (Sarmiento 1998:53-54). Los estudiantes debancaminar grandes distancias para llegar al colegio.

    Sarmiento sostiene la hiptesis de que el PCP-SL se establece enLucanamarca dado que esta comunidad est en la cima de un cerro,y si uno se sita en la cima tiene una visin controladora de toda lazona. El autor sostiene tambin que la permanencia del PCP-SL en lacomunidad se debe a que sta se convirti en un eje econmico ya quesali de la tutela de Huancasancos y empez a tener un vnculo msestrecho con la costa (Sarmiento 1998:55). Este vnculo se mantuvohasta hoy, ya que una de las rutas actuales para llegar a Lucanamarcapasa a travs de Ica, que es una ciudad al sur de Lima, en la costa. El

    eje econmico que describe Sarmiento provena de una lite local fuerteque controlaba la tenencia de tierras para la agricultura y los pastosnaturales para el ganado. Esta misma lite tambin ostentaba el poder

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    poltico. Eran las autoridades a nivel interno de la comunidad y tenanun prestigio tambin a nivel de la zona; eran reconocidos como ricospor comuneros provenientes de las partes bajas del valle.

    Cuentan en Lucanamarca que la llegada de PCP-SL se realiza demanera pacfica. Entran a la comunidad empezando a formar parte deella. Adems de los estudiantes, la ideologa cala entre quienes tenanmenos ganado y menos tierras. Para inicios de 1980 estas eran las fa-milias que tena un promedio de 0 y 15 hectreas de terreno.

    En el ao 1982 militantes del PCP-SL procedentes de Huanca-sancos entraron a Santiago de Lucamanarca y nombraron a Olegarioy a Wilber Curitumay como mandos en la regin, convirtiendo as aldistrito de Santiago de Lucanamarca en una zona liberada. Estoimplic que retiraran a las autoridades municipales y las autoridadesde la comunidad; en su reemplazo instalaron a estos hermanos, queeran de la localidad, como lderes del Partido. El PCP-SL sola haceresto para contar con aliados de poder en las localidades. Muchasveces estos mandos senderistas eran acompaados por personajes defuera que servan de intermediarios con lderes que se encontrabanen otras localidades.Los hermanos Curitumay eran estudiantes queestaban postulando a la Universidad Nacional de San Cristbal deHuamanga y pertenecan a la Asociacin de Residentes Lucanamar-quinos en la ciudad de Huamanga. Sin embargo, estos no llegaron

    a ingresar a la universidad. Entre los comentarios de los poblado-res recogidos por la CVR se dice tambin que Olegario se mete eneste grupo por resentimiento y frustracin por no haber ingresadoa la universidad. (Sarmiento 1998: 56-57; Informe final de la CVR,2003). No hay una narracin uniforme ni comn sobre la presenciasenderista en Lucanamarca. Es un secreto, parafraseando a OlgaGonzlez (2011), del cual nadie da cuenta. En vez de describir cmose viva en ese tiempo, los pobladores pasan a narrar la masacre.

    Hay varios eventos que se describen en el Informe final de la CVR

    y que conducen a que la poblacin de Lucanamarca tome la decisinde capturar y asesinar a los lderes senderistas. Como se seala en elinforme de Arons, Koc y Cndor (manuscrito: 43), los senderistas co-menzaron a realizar arrasamientos de ganados, esto es tomar ganadode la comunidad, que luego repartan a las poblaciones de comunidadesde las zonas bajas.16Como sealan testimonios de pobladores de la zonarecogidos por la CVR:

    16 Aqu hay varios puntos simblicos en discusin: primero, es el enfrentamiento histricoen la zona del valle del ro Pampas entre las comunidades de alturas como Lucanamarca queeran vistas como ricas frente a las comunidades del valle que eran descritas como pobres.Segundo, estas condiciones se entremezclan tambin con condiciones raciales y tnicas.

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    repartan a otros pueblos por qu si era nuestro? (Eze-quiel Tacas, 50 aos, Lucanamarca).17

    Nos han succionado con carne, con lea, con todo. Nos hanrobado, no podamos ni progresar. Cuando regres, cuandome fui a la universidad, cuando me invitaron a estar aqu tenafuturo. Yo estudi docente cuando estaba autoridad all porgeneracin, en el Instituto Pedaggico de Huamanga. Nos hanfracasado y muchos as se fracasaron. Ahora los ganados ven-didos hasta en barato, muchos han vendido, han fiado, hanrecuperado? Ya no, a m (...) Nadies quera sembrar, nadiesquera sembrar ganado ac. (CVR, 2003)

    Estas redistribuciones de ganado y los abusos que los lderes senderis-tas comienzan a cometer asesinando a lderes comunales precipitaronla reaccin de la poblacin local frente a Sendero.18Por ejemplo, lapoblacin de Sacsamarca se organiza para enfrentar a SL aprovechan-do los carnavales en febrero de 1983 para llevar a cabo su revuelta. Elobjetivo era lograr que los senderistas bailen y se emborrachen para quela poblacin pueda atacar. En la noche cuando todos estaban embria-gados, la poblacin asesina a los dirigentes senderistas, encarcelan alos otros. Pero algunos dirigentes logran escapar a Sancos e informan

    al comit popular de esa localidad. Al da siguiente se movilizan y serenen en la plaza central de Sancos y marchan hacia Sacsamarcacapturan cerca de 40 personas y las someten a juicio popular. Sinembargo, una comisin de pobladores haba pedido esa misma nocheintervencin del ejrcito que ya actuaba en la zona desde enero de 1983.Llegan los miembros del ejrcito, los senderistas se dispersan. Estabandirigidos por Juan Lpez Liceras (camarada Vctor) que se repliega consus hombres en las punas. Luego bajan a Sancos pero no se imaginaronel ataque frontal de la poblacin que los agarra a pedradas. Les quitan

    las armas y los asesinan. Al da siguiente llega el ejrcito y sella unarelacin formal con la comunidad nombrando en los cargos pblicos apersonas de confianza.

    El historiador Steve Stern (2002) define memoria emblemti-ca como una historia recordada por un hecho especifico y un grupogrande de personas para quienes tiene distintos significados. En estesentido, el levantamiento de Sacsamarca es importante para los pobla-dores de Lucanamarca que lo ven como una posibilidad para seguir e

    17 Arons, Koc, Cndor, manuscrito, p. 43.

    18 La reconstruccin de los hechos es tomada del informe final de la CVR (2003) y del es-tudio a profundidad elaborado para la CVR por Arons, Koc y Cndor (manuscrito, 2002).

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    imitar. Al mismo tiempo, la CVR inscribe las rebeliones ocurridas enSacsamarca, Huancasancos y Lucanamarca en una agenda de temaspolticos ms amplios. Las visibiliza y ah tambin Lucanamarca se

    convierte en el caso emblemtico porque adems, y como se ver msadelante, es tomada como ejemplo para mostrar la violencia demencialde Sendero Luminoso. Nuevamente cuando el brazo poltico del PCP-SL pretende acceder como partido en el Jurado Nacional de Eleccio-nes del Per en el 2012 bajo el nombre de Movimiento por Amnista yDerechos Fundamentales (MOVADEF), aparece el caso Lucanamarcanombrado en distintos medios (Ulfe, 2012). Pero este nombrar es tam-bin un ejercicio de colonizar y petrificar el nombre con el hecho sinreconocer la historia de lucha del pueblo frente a Sendero Luminoso.

    Es tambin por esta visibilidad que tiene el caso que tomo Lu-canamarca como el lugar para realizar esta investigacin. Es una po-blacin donde hubo un estudio a profundidad de la CVR, se realizaronexhumaciones y devoluciones de cuerpos con entierros simblicos enlos que participa el presidente Alejandro Toledo, se realiza una misa enla capital, se narra los hechos en un documental, y el caso sirve para lasentencia de los lderes senderistas. Se dispone de informacin sobrela poblacin, lo sucedido y la localidad pero esto tambin implica unreto metodolgico ya que se trata de individuos que estn cansados deser entrevistados porque han brindado sus testimonios ante la CVR y

    organizaciones de derechos humanos.Todos los entrevistados en Lucanamarca se refieren o cuentan

    una parte de lo sucedido el 3 de abril de 1983. En base al informe dela CVR, al manuscrito de Arons, Cndor y Koc, y a varias entrevistasrealizadas elaboro este recuento de los hechos:

    El 24 de febrero de 1983 la patrulla del ejrcito incursiona demanera sorpresiva en Lucanamarca. Los senderistas presentes en lalocalidad se repliegan. Hubo un enfrentamiento y muere un impor-tante mando senderista, el camarada Nelson. Una vez controlada la

    situacin, el Ejrcito nombra nuevas autoridades en la zona. As es queLucanamarca decide enfrentarse a Sendero Luminoso y capturar allder senderista. El 22 de marzo de 1983 el camarada scar (OlegarioCuritumay) es conducido a la plaza central. Aqu hay distintas versio-nes: unos dicen que hubo una asamblea comunal para decidir qu hacercon l (pero no hay registros escritos). Otros sostienen que los antiguoscolaboradores de scar deciden terminar con su vida.

    La muerte de scar deviene en la venganza del PCP-SL y marcael fin de la breve historia de este en la zona. Ese ao hubo fenmeno

    del Nio y no haba sido buen ao para los pastos. Dos semanas mstarde, el 3 de abril de 1983 el PCP-SL entra a la comunidad de Luca-namarca desde las partes altas asesinando un total de 69 comuneros,

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    que fueron las personas que encontraron a su paso. Hubo entre ellosmujeres, nios y ancianos. En este hecho participan integrantes de lamasa movilizada de las comunidades bajas del ro Pampas. Algunos

    se salvaron, como se ver ms adelante. La imagen de uno de ellos, Ed-mundo Camana, se convertir aos despus en una de las fotografasemblemticas de la exposicin Yuyanapaq Para Recordar, que acompael informe final de la CVR.19

    Un nio da la voz de alerta de la llegada del ejrcito. Los senderis-tas se repliegan. El ejrcito llega al tercer da al mando del general Cle-mente Noel, jefe del comando conjunto poltico militar de Ayacucho. Elestudio a profundidad de la CVR indica que el operativo senderista contraLucanamarca estuvo al mando del cuadro senderista Hildebrando PrezHuarancca, un conocido escritor peruano. Esta accin, como describe elpropio Abimael Guzmn en la Entrevista del siglo (entrevista realizada allder senderista en la clandestinidad en 1988 y que publicada enEl Diario,el rgano oficial del PCP-SL), fue planificada por la Direccin Central delPCP-SL, que estaba bajo su mando. El caso de Lucanamarca ser de granimportancia para la CVR puesto que formar parte del juicio que se leseguir al lder senderista y su posterior sentencia.20

    Como dice el estudio a profundidad que realiza la CVR para lazona, este episodio marca un punto de inflexin en el proceso de laviolencia poltica basado en la represin hacia las poblaciones que se

    deciden enfrentar a Sendero, a lo que se le denomina la poltica de arra-samiento. Lucanamarca se vuelve un estudio importante para la CVRporque marca el inicio de una serie de sublevaciones de poblacioneslocales frente a Sendero Luminoso.

    Sin embargo, el caso de la matanza de Lucanamarca se ve medi-ticamente opacado por el caso del asesinato a los periodistas en Uchu-raccay (norte de Ayacucho), que tuvo lugar el 26 de enero del mismoao. Como ya se mencion, en peridicos de Lima de 1983 las noticiasque aparecen no muestran claridad sobre el nmero de muertos. Es

    mucho despus de la masacre que se sabe con certeza el nmero exactode vctimas fatales.

    19 Caso del seor Celestino Ccente, cuyo verdadero nombre es Edmundo Camana. SobreYuyanapaqvase Poole y Rojas (2010) y Milton y Ulfe (2011).

    20 El juicio (conocido tambin como Megaproceso) a Abimael Guzmn transcurri entresetiembre de 2005 y julio de 2006 y concluye con cadena perpetua. En el 2006 un grupovinculado a Sendero Luminoso publica en un portal de Internet un documento que formaparte de la defensa judicial a Guzmn. Este documento se titula Breves notas aclarato-

    rias acerca de los tergiversados hechos de Lucanamarca en la guerra popular del Per.Vase, http://www.pagina-libre.org/MPP-A/Textos/Gonzalo/10_06_Lucanamarca.html.Visualizado el 16 de febrero de 2011. En este documento el PCP-SL insiste en que losasesinatos cometidos en Lucanamarca fueron un exceso.

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    No s, cundo a veces decimos, cuando tenemos faltas estbien, qu castigaban a la gente que cometan alguna falta, seemborrachaban, pegaban o robaban (Ponciano Huaripacar,

    CVR, 2002)

    En el 2002 la llegada de la CVRtrajo muchos cambios a la comunidad.Es el segundo lugar en el que se realizan exhumaciones como parte delproceso de investigacin. Los cuerpos exhumados recibieron un entie-rro digno en una ceremonia en la que estuvo el presidente AlejandroToledo y un gran grupo de representantes del Estado, haciendo de stauna ceremonia cvica.

    Las investigaciones de la Comisin son apoyadas por COMISE-DH. Esta institucin junto con la fiscala acompaa todo el proceso deintervencin en la comunidad. Son trabajadores, muchos de ellos volun-tarios, los que recogen las entrevistas en esta zona y los que toman unregistro de las vctimas. La ONG tambin fue la encargada de realizarun informe narrativo sobre la matanza, para este tomaron en cuenta loshechos relatados en las entrevistas y tuvieron que hacer una seleccinde las que seran ms adelante las 69 vctimas. Es segn sus investiga-ciones y su criterio que se establece el nmero de vctimas fatales deeste evento. Ya que si bien hubo vctimas que fallecieron en distintascircunstancias y momentos, estas no formaron parte del total de las

    vctimas del 3 de abril. Como veremos ms adelante este categorizacintambin es complicada y trae conflictos y rivalidades en la comunidad.Por ejemplo, mientras atendamos una asamblea comunal en la que sedebata el tema del Estatuto Comunal una de las quejas de un grupo decomuneros era el porqu conmemorar slo a las vctimas de 3 de abrily no a las del 17 de febrero, fecha en la que tambin fueron asesinadosdos lderes comunales.

    El proceso de exhumacin y entrega de cuerpos cont con unadocumentacin visual de todo el proceso. Los directores de cine, Hctor

    Glvez y Carlos Crdenas, frecuentaron la zona desde los inicios deltrabajo de la CVR, hasta la entrega oficial de los cuerpos. El producto deeste minucioso trabajo con entrevistas y acompaamiento de la pobla-cin en el proceso dio como resultado un documental titulado Luca-namarca. Este documental narra la historia de la masacre recogiendolas percepciones de los pobladores sobre lo ocurrido.

    El documental se convierte as en una suerte de reparacin sim-blica. El director de cine, Hctor Glvez, nos cont que luego de la pro-yeccin de la pelcula en la comunidad una seora se acerc al hermano

    del lder senderista y le pidi disculpas por todo lo que la comunidadhaba hecho contra l y su familia. En estos casos vemos como estasrepresentaciones pueden servir tambin para que la poblacin tenga

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    otra mirada de lo que ocurri y sirva hasta cierto punto para generaren algunos niveles una micro-reconciliacin.

    Las consecuencias inmediatas no son lo nico que gener el

    documental, sino que este tambin se ha convertido en un materialimportante para la comunidad, tanto para los comuneros como paralos residentes de Lima y Huamanga. Estos grupos tienen presente elmaterial cuando se trata de hablar de la comunidad o de rememorar el3 de abril. Se organizan proyecciones del video en fecha importantescomo la conmemoracin del 3 de abril.

    COMISEDHLa ONG Comisin de Derechos Humanos (COMISEDH) acompa todoel proceso de recojo y sistematizacin de informacin de la CVR, pero alterminar su trabajo en el 2004 su director firm un acuerdo con el mu-nicipio de Lucanamarca (cuando Pastor Quincho estaba de alcalde) paraquedarse a trabajar en la localidad. Durante este tiempo se organiz laAsociacin de Vctimas de la Masacre del 3 de abril de 1983. En esta seinscribieron como miembros a la mayora de la poblacin quienes duranteun tiempo trabajaron en metas conjuntas con la ONG. La ONG consiguifinanciamiento internacional de la cooperacin alemana para donar unhorno de pan para la comunidad. Supuestamente este sera utilizado parabeneficio de todos y luego que se terminen los sacos de harina donados,

    lo nico que tendan que poner sera los insumos. Para esto capacitaron aunos cuantos pobladores en la produccin de pan y en el manejo del horno.Lamentablemente este horno se descompuso y no est en funcionamiento.

    Luego de entregado el Informe final de la CVR en agosto de 2002,COMISEDH vuelve a Lucanamarca. Esta vez con un proyecto distinto:recoger historias orales y representaciones grficas de lo que fue elperiodo de violencia para la poblacin lucanamarquina. Este proyectodur dos aos, entre el 2006 y el 2007 y ah trabajaron los antroplogosayacuchanos Edilberto Jimnez y Yovani Alfaro. Ellos no residan en

    la comunidad pero s pasaban largas temporadas en ella y es gracias asu trabajo que se public el libroLucanamarca: memorias de nuestropueblo(Lima, 2007). En esta edicin se combina el testimonio con eldibujo. Para esta publicacin COMISEDH organiz un concurso dedibujo y pintura con los escolares a quienes les pidieron retratar elperiodo del conflicto armado interno. Era un proyecto de recuperacinde memorias y dignificacin de las vctimas y que incluy adems deorganizar la asociacin, establecer la creacin de una casa de memoriaque nunca lleg a funcionar.

    Como parte de este proyecto, COMISEDH recibi un financiamien-to especial de la cooperacin alemana para el diseo de un monumentoque conmemore a las vctimas. Edilberto Jimnez, quien es tambin ar-

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    tista (retablista)21es quien se encarg de llevarlo a cabo junto con AntonioQuincho (escultor, ms adelante se narrar su historia). Pidieron autoriza-cin al presidente de la comunidad y al alcalde para definir el lugar dnde

    ira el monumento. En una conversacin con Pastor Quincho este cuentaque se autoriza la construccin de dos monumentos: uno a un lado de laplaza para todos los cados durante todo el periodo de violencia y en el quese incluyen tambin los nombres de los senderistas y otro monumento enMuylacruz, en la carretera Lucanamarca-Huancasancos, como recordato-rio de los comuneros que fallecieron trabajando en la carretera.

    Edilberto Jimnez a su vez menciona lo difcil que fue disearel monumento de la plaza. No llegaban a ningn consenso hasta queAntonio Quincho sugiri que se trate de una apacheta, un conjunto depiedras que se colocan a los lados de caminos como seales o marcas decaminantes y transentes. En este monumento colocaron los nombresde todas las vctimas de Lucanamarca. Edilberto dice que hubo unagran discusin sobre si incluir o no los nombres de los lderes sende-ristas. Al final decidieron colocarlos pero detrs del monumento, en laparte que no es la ms visible desde el centro de la plaza.

    Fotografa 3: Plaza de Lucanamarca y monumento de la memoria. Tomada por la autora.

    21 Vase Jimnez, 2009.

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    Terminado este proyecto COMISEDH no perdi contacto con la comu-nidad, y con fondos de la Comunidad Europea inici un segundo granproyecto: Acciones para el fortalecimiento del tejido social, para la bue-

    na gobernanza y la promocin del desarrollo en el distrito de Santiagode Lucanamarca, Ayacucho. Es con la ejecucin de este proyecto quese han venido realizando diversos talleres de capacitacin de lderes enlas Escuelas de lderes, instalacin de Fito-toldos y la promocin de laaprobacin del Estatuto Comunal. Para esto se trabaja junto a la muni-cipalidad, la junta comunal, las autoridades de los diversos anexos, lasescuelas y la poblacin en general.

    COMISEDH se ha convertido casi en una autoridad en el pueblo, for-ma parte de todas las actividades ya sea brindando asesora o parti-cipando en la toma de decisiones. Es tambin una organizacin quesirve de mediadora con el Estado en trmites de presupuesto partici-pativo y fue a travs de esta institucin que los pobladores lograroninscribirse en el Registro nico de Vctimas. Es tambin a travs deCOMISEDH que los pobladores reciben sus certificados y asesora enel tema de reparaciones.

    En este caso, la presencia de la CVR (tambin ltimamentela presencia de COMISEDH) apoya bastante ms que a nada

    a que la comunidad siga organizado, conozca sus derechos,conozca sus deberes y que siga trabajando, siga apostando porel desarrollo de su pueblo pero todo esto tambin depende dela participacin de la autoridad. Por ejemplo, yo le digo queCOMISEDH en el 2004, la iniciativa de la municipalidad que seha suscrito, se ha buscado alianzas estratgicas con otras insti-tuciones estatales para que a travs de ellos, con ayuda de ellosse pueda lograr ms presupuesto ms que nada y COMISEDHsiempre a nivel de Lima, todava con el doctor Pablo Rojas

    [director ejecutivo de COMISEDH], hemos llegado a todos losministerios con mayor facilidad, a todos los ministerios del go-bierno, al Congreso; hemos llegado gracias al apoyo de ellos y afirmar convenios pero esto tena que ser a travs de proyectosy yo cuando era alcalde llevaba mis proyectos de construccinde agua potable, de irrigacin, de electrificacin, etc., y decael pueblo necesita este servicio, entonces apyenos. Entonces,como digo, a nivel de ministerio de salud, de educacin, selograban esos convenios y una vez firmados los convenios solo

    era cuestin de hacer seguimiento y se ejecutaba pues no?(Pastor Quincho, Huamanga, 20 de agosto de 2011).

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    La presencia de COMISEDH se encuentra en todo nivel de toma dedecisiones en la comunidad y el municipio. Hasta mayo del 2012COMISEDH tuvo una pequea oficina en el edificio del municipio

    que se mantena abierta durante el da para que los pobladores seacerquen con sus consultas sobre todo en materia de reparaciones.COMISEDH no es vista como un programa ms de asistencia social,lo cual traza una gran diferencia de lo que realiza el Estado en zonasrurales: no da dinero, no construye obras, ms bien organiza talleresde capacitacin de lderes, talleres con mujeres, que son criticadospor las autoridades masculinas.

    En un estudio reciente, Tamia Portugal (manuscrito, 2011) plan-tea que para los pobladores de Putis (Huanta, norte de Ayacucho), elperiodo de conflicto armado interno a pesar de las muertes les significalgo positivo en trminos de colocarlos en el mapa sociopoltico delEstado y ser potenciales beneficiarios de programas sociales y obraspblicas. El reconocimiento para ellos pasa por una idea de desarro-llo local a nivel de infraestructura y comunicaciones. Esto tambinse encuentra en Lucanamarca. Si bien el conflicto armado interno espercibido como un momento desastroso de su historia porque desarti-cula la organizacin y deja truncos procesos que estaban encaminados,adems se rompe la confianza entre los mismos pobladores y entre lapoblacin y los forneos, si se percibe el reconocimiento en trminos de

    desarrollo individual que para su localidad. Un ejemplo de esto es que lapoblacin ve en el Estatuto de la comunidad que se aprob en setiembrede 2011, una herramienta previa a la titulacin individual de las tierras.Y esto tambin afectar la forma cmo se perciben las reparaciones.

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    Despus de la cada del rgimen fujimorista en el 2000 y durante el go-bierno de transicin de Valentn Paniagua es que en el Per se recuperael Estado de derecho y el respeto por los derechos humanos. En esteperiodo el Per regresa a la competencia de la Corte Interamericana deDerechos Humanos y se ratifican importantes tratados internacionales(Guillerot y Magarrell, 2006: 22). En ese momento y bajo un pedido es-pecial del entonces ministro de Justicia del Per, Diego Garca Sayn, seplantea disear un programa integral de reparaciones no dinerariaspara 159 casos que en ese momento estaban en revisin en la Corte

    Interamericana de Derechos Humanos.El 4 de junio de 2001 se promulga el Decreto Supremo que crea

    la Comisin de la Verdad. Esta es ratificada por el entrante presidente,Alejando Toledo, quien modifica su nombre por Comisin de la Verdad yReconciliacin (CVR) y con ello un nuevo mandato (la reconciliacinnacional). Pero tambin desde el Ejecutivo se llama al Estado a atenderla dimensin poltica de las reparaciones por medio de la creacin deun programa, que ser el Programa Integral de Reparaciones, tambinconocido como PIR (Guillerot y Magarrell, 2006: 22)21.

    21 Guillerot y Magarrell consideran que este programa toma como base el Informe elab-orado por el Centro Internacional de Justicia Transicional (ICTJ) y la Asociacin Pro

    Captulo 2

    INSTITUCIONES Y ESTADO: VCTIMASCOMO POBRES Y LAS REPARACIONESCOMO PROPUESTAS DE DESARROLLO

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    El Informe final de la CVR llega a conclusiones devastadoras:reconoce como principal perpetrador al Partido Comunista del Per-Sendero Luminoso (PCP-SL), se estima que el nmero total de vctimas

    es 69.280 personas y se elabora un perfil de vctima. Para esto ltimose resaltan cinco brechas insondables que afectan al Per y que el PCP-SL us y manipul: la condicin de pobreza y exclusin social de lasvctimas; la violencia no afect a todos por igual y hubo una brechageogrfica distinguindose algunos departamentos dnde la violenciafue ms fuerte que en otros como ocurri en Ayacucho, Junn, Huanca-velica, Apurmac y Hunuco; una brecha tnica-racial que muestra queel 75% de vctimas hablaba un idioma indgena y una brecha educativabasada en el 68% de las vctimas tienen un nivel educativo inferior a laeducacin secundaria o era analfabeta.

    En agosto del 2003 el presidente de la CVR, Salomn Lerner Fe-bres, present al Estado y la sociedad peruana el Informe Final. En elltimo Tomo, de las conclusiones y recomendaciones, se propone unprograma integral de reparaciones (Plan Integral de Reparaciones oPIR) como derecho y poltica de reconocimiento desde el Estado. En el2004 se conforma la Comisin Multisectorial de Alto Nivel (CMAN) quequeda adscrita a la Presidencia del Consejo de Ministros y que luego,en el 2012, pa