Visión Crítica y Esperanzada de Nuestra Educación

8
PLIEGO UNA VISIÓN CRÍTICA Y ESPERANZADA DE NUESTRA EDUCACIÓN MARíA DE LA VáLGOMA Profesora de Derecho Civil Universidad Complutense de Madrid 2.957. 26 de septiembre-2 de aoctubre de 2015 Los informes periódicos del CIS revelan que la educación no figura entre los asuntos que más nos preocupan a los españoles. Los indicadores internacionales de excelencia constatan que tenemos un sistema educativo mediocre, el incremento presupuestario en esta partida no se ha traducido en una mejora del rendimiento y hay otros aspectos, como la tasa de abandono escolar y el paro juvenil, que resultan escandalosos. Recién estrenado un nuevo curso, políticos, docentes y familias tienen ante sí el enorme desafío de mejorar este panorama, porque la educación no es solo una necesidad social y económica, sino, ante todo, un imperativo ético.

description

Pliego de Vida Nueva sobre la educacion

Transcript of Visión Crítica y Esperanzada de Nuestra Educación

PLIEGO

UNA VISIÓN CRÍTICAY ESPERANZADA

DE NUESTRA EDUCACIÓN

María de la VálgoMaProfesora de derecho Civil

Universidad Complutense de Madrid

2.957. 26 de septiembre-2 de aoctubre de 2015

Los informes periódicos del CIS revelan que la educación no figura entre los asuntos que más nos preocupan a los españoles.

Los indicadores internacionales de excelencia constatan que tenemos un sistema educativo mediocre, el incremento presupuestario en esta partida no se ha traducido en una

mejora del rendimiento y hay otros aspectos, como la tasa de abandono escolar y el paro juvenil, que resultan escandalosos.Recién estrenado un nuevo curso, políticos, docentes y familias

tienen ante sí el enorme desafío de mejorar este panorama, porque la educación no es solo una necesidad social y económica, sino, ante todo, un imperativo ético.

PL

IEG

OP

LIE

GO

Movilizados contra el pesimismola educación entre los motivos que más interesan o más preocupan. Ni en los primeros puestos, ni en los segundos, ni en los terceros. rara vez estará antes del décimo.

es cierto que si la pregunta la formulamos individualmente, todos los encuestados dirán que les importa mucho. “¿Cómo no me va a importar si tengo hijos –o nietos–, si soy profesora o maestro, o estudiante, o ministro de educación?” (por cierto, en los periódicos de hoy, 1 de agosto, cuando empiezo a escribir estas líneas, se nos cuenta que el pésimo ministro Wert ha sido “premiado”– no sabemos si por su infausta gestión o por su chulería con toda la comunidad educativa– con un puestazo en París, que lleva asociado un montón de sinecuras y un sueldo mensual de 10.000 euros, todo pagado por el sufrido contribuyente. ¡Una vergüenza!).

en españa tenemos un sistema educativo mediocre. eso al menos nos dicen los indicadores internacionales de excelencia, de los cuales PISa (Program for International Student assessment) es el más conocido y el que hace que, cuando los malos resultados llegan, nos preocupemos unos días por la educación y para que la oposición, sea cual sea, arroje a la cara del gobierno de turno su mal hacer y las consecuencias

que eso tendrá. No es catastrófico, si lo comparamos con otros en peor situación, pero sí mediocre y tirando a malo. Por eso, pero no solo por eso, es necesario y urgente cambiarlo. los resultados de PISa nos sitúan a la cola de la oCde en competencia lectora (480 puntos de media, frente a los 520 de Canadá o Japón), por detrás de países como Polonia, Portugal o grecia y, lo que es peor, sin haber conseguido mejoras significativas en los últimos quince años. es cierto que se dan grandes diferencias entre las distintas comunidades autónomas. en andalucía, Baleares o Canarias están peor que la media. otras comunidades, como Madrid y Castilla y león, están a niveles de Noruega, con 503 puntos.

la igualdad educativa, uno de nuestros puntos fuertes, se ha deteriorado mucho en los últimos años, pero, por extraño que parezca, la mejora del sistema educativo no tiene correlación directa –una vez que se ha llegado a una cantidad aceptable, como es nuestro caso– con el gasto invertido en ella. de 2004 a 2008, el gasto en educación se incrementó en un 33%, sin que por ello se consiguiera mejor rendimiento educativo.

aunque en la faceta estrictamente académica, que es la que PISa mide, nuestra situación es mediocre, hay otros aspectos en que es escandalosamente mala. Por ejemplo, en la tasa de abandono escolar, y de paro juvenil. Nuestro sistema educativo se ha convertido en una fábrica de parados. Tenemos un porcentaje de alumnos universitarios superior al de la mayoría de naciones europeas y, en cambio, un porcentaje muy bajo de alumnos de Formación Profesional. década tras década, y ley tras ley, se sigue afirmando que hay que mejorar la Formación Profesional, sin conseguirlo. el resultado es que solo el 48% de los titulados universitarios tienen un empleo conforme a sus estudios. Y ninguna universidad está entre

en todos los países desarrollados hay una gran preocupación por la situación de sus sistemas

educativos. en muchos lugares se han emprendido desde los años 70 ambiciosas reformas, que unas veces han fracasado y otras han tenido éxito. de ambas podemos aprender. Han tenido éxito en Finlandia, reino Unido, Singapur, Polonia, Corea del Sur, por ejemplo. otras, como las de estados Unidos, Francia o españa no lo han logrado. Incluso el papa Francisco ha puesto en marcha la iniciativa Scholas ocurrentes, una red mundial de escuelas fundada en 2013 para promover la vinculación de las escuelas y compartir los mejores proyectos de los centros educativos, apoyar a las escuelas de menos recursos y mejorar así la educación en todo el mundo.

Sir Ken Robinson, un experto internacional en temas educativos, asegura que para intentar mejorar la escuela debemos cumplir tres condiciones previas: 1. Hacer un diagnóstico de la situación. 2. Saber dónde queremos llegar.3. Tener una adecuada teoría

del cambio.

I. CONDICIONES PARA EL CAMBIO

1. Diagnóstico de la situaciónen españa la educación nos importa

muy poco. Sé que esta no es la manera ideal de empezar un artículo que trata de tomarle el pulso a nuestra educación. Trataré de justificar esa inicial y tajante afirmación.

en los informes que el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) hace periódicamente sobre cuáles son los temas que más preocupan a los españoles, suelen aparecer el desempleo –especialmente, entre los jóvenes y entre los mayores de 45 años–, el terrorismo hasta hace muy poco, la situación económica o la corrupción de los políticos. Nunca encontramos

24

las 200 mejores del mundo. Pero no quiero ofrecer una imagen muy sombría. Siempre he dicho que toda persona que se dedique a esta hermosa profesión debe ser optimista o dedicarse a otra cosa. el informe McKinsey, una consultora británica experta en educación, de gran prestigio, lleva por título La educación en España. Motivos para la esperanza. lo importante es que hoy sabemos qué puede cambiarse y cómo hacerlo.

Mejorar la educación no es solo una necesidad social y económica. es, ante todo, un imperativo ético. No hacerlo supondría un perjuicio irremediable para nuestros niños y jóvenes, que tendrían dificultades para integrarse en un mundo que va a ser cada vez más exigente en términos de competencias.

2. ¿Dónde queremos llegar?a pesar de esa situación, los estudios

sobre las reformas que han tenido éxito permiten afirmar que debemos eliminar nuestro pesimismo educativo y proponernos lo que podemos denominar Objetivo CINCO AÑOS. el sistema educativo español podría convertirse en un sistema de alto rendimiento en ese plazo de tiempo y, lo que es más importante, con el presupuesto en educación que teníamos antes de la crisis y que, por lo tanto, entra dentro de las posibilidades españolas. este objetivo podría concretarse en las siguientes metas:

◼ reducir el abandono escolar, que en españa está ahora en el 22,5%, al 12% (el de la Ue es del 11,1%).

◼ Subir 35 puntos en la clasificación PISa (estaríamos así al nivel de Finlandia).

◼ aumentar el número de alumnos excelentes y acortar la distancia entre los mejores y los peores (que es clave para que el sistema avance y sea más igualitario).

◼ Fomentar las habilidades del siglo XXI.

◼ Favorecer que todos los niños y adolescentes puedan alcanzar su máximo desarrollo personal con independencia de su situación económica. la ley federal americana de educación lleva el expresivo título de No child left behind Act. No dejar a ningún niño atrás, para luchar contra la desigualdad y las dificultades de los menos favorecidos.

3. Una teoría del cambio educativola tercera condición señalada por

Ken robinson era tener una teoría del cambio educativo. Cambiar un sistema entero es muy complejo, porque influyen muchos factores. las reformas educativas han fracasado muchas veces, porque se pensaba que con cambiar una ley era suficiente. Se olvidaba que hay que contar con la colaboración de aquellos que tienen que ponerla en práctica. la motivación de los docentes y de los padres es esencial para lograrlo.

Para ello tienen que ser conscientes de la necesidad de cambiar, pero también de que serán capaces de hacerlo. Frecuentemente, la inseguridad produce un miedo al cambio y un desconcierto paralizador.

las medidas más eficaces para transformar un sistema educativo son:1. Mejorar la calidad educativa

de las familias.2. aumentar la calidad de los docentes.3. Implicar más a los alumnos.4. Mejorar los equipos directivos.5. Conseguir una estrecha colaboración

entre familias y escuelas.6. Implicar a toda la sociedad,

a la “tribu” entera (probablemente conocerán ese hermoso y sabio proverbio africano que dice “para educar a un niño hace falta la tribu entera”).

II. HOJA DE RUTA PARA MEJORAR LA ESCUELA

Ya hemos fijado los objetivos y descrito las medidas necesarias para conseguirlos. Pero aún tenemos que explicar cómo podemos poner en práctica cada una de esas seis medidas.

1. La función educativa de las familias

el niño comienza su andadura vital en el entorno cálido –salvo excepciones– de la familia. Son los padres los que cubren sus primeras necesidades, los que le consuelan cuando está triste o tiene miedo, los que fomentan y se alegran con cada uno de sus progresos. la familia es donde el niño aprende que existen otras personas, además de él mismo, donde se le enseñan las primeras normas, donde escucha el primer “no”, donde todo es previsible, lo que le hace sentirse seguro. Todo eso mientras el niño es pequeño parece fácil, aunque no lo es en absoluto, porque educar es la tarea más compleja, más difícil, a la que podemos enfrentarnos; y ayudar a los niños a crecer y a desarrollar sus posibilidades, a manejar sus emociones, a adquirir buenos hábitos de todo tipo no es tarea menor. Hay quienes piensan que todo lo que la persona va a ser se construye en los tres primeros años de vida, porque es cuando se forman los cimientos de la personalidad, lo que causa una gran inquietud a los padres y genera el temor a no estarlo haciendo bien (algo

25

26

educativos tratan de averiguar qué dimensiones de la vida familiar están afectando al desarrollo de los niños, y si lo hacen positiva o negativamente; es decir, qué características predicen unos buenos resultados en el desenvolvimiento de los niños y cuáles no. Según las investigaciones más fiables, en especial las llevadas a cabo por Diana Baumrind, el estilo educativo puede describirse ateniéndose a dos parámetros:

a. Grado de exigencia (padres muy controladores y estrictos, frente a los que no exigen nada a sus hijos ni les imponen ningún límite).

b. Grado de calidez afectiva (padres que aceptan a sus hijos y son afectuosos con ellos, frente a padres que rechazan a sus hijos y demuestran poca afectividad).

Combinando estas dos dimensiones, resultan cuatro estilos educativos:

◼ Autoritario (exigencia y frialdad). Son tradicionales y dan mucha importancia a la obediencia a la autoridad, son poco comunicativos y más bien distantes.

◼ Responsable (exigencia y ternura). Son exigentes y afectivamente cálidos.

◼ Permisivo (laxitud y ternura). Poco exigentes y cálidos.

◼ Negligente (laxitud y frialdad). Poco control y bajas expectativas hacia sus hijos y afectivamente fríos.

Naturalmente, estos no son estilos puros, con los límites tan definidos como cuando se hace una clasificación; son aproximaciones que ayudan a saber cómo es la actitud de los padres con respecto a sus hijos. de los citados, el estilo responsable es el que mejor atiende al desarrollo del niño y, por eso, conviene recomendárselo a los padres, aunque muchas veces no es fácil seguirlo porque los hijos hacen

una vez que la intervención termine”. la importancia concedida a la familia explica la aparición de una nueva rama de la pedagogía, el parenting (de difícil traducción, generalmente se traduce por crianza). Se ocupa de estudiar el papel de los padres en la educación y la necesidad que tienen de ser formados para desempeñar ese difícil papel de educadores de la mejor manera posible. los copiosos volúmenes del Handbook of Parenting, dirigido por Marc Bornstein; o los libros de Gottman, Kagan o Brazelton son prueba de este creciente interés.

gran parte de los hábitos que componen el carácter se adquieren en la convivencia familiar. aspectos tan importantes para su formación y para su futuro como soportar el esfuerzo, enfrentarse a los problemas, aplazar la recompensa, resistir la frustración, comunicarse adecuadamente o experimentar sentimientos solidarios y compasivos no se improvisan, sino que se van adquiriendo poco a poco, a lo largo de un proceso que los padres –y con ellos los demás agentes sociales que intervienen y colaboran en la educación– deben estimular y dirigir. la familia es también la primera transmisora de conocimientos y de valores, entre ellos los religiosos.

la buena intención no basta, y muchos padres y madres se encuentran desorientados, escuchan mensajes contradictorios y no saben cómo actuar. Por eso, son importantes las iniciativas que hay para ayudar a las familias en esta compleja área. los padres educan como pueden, es decir, con estilos diferentes, según sea su carácter, sus creencias, su situación, la educación que ellos recibieron, sus circunstancias personales y otros muchos factores. las investigaciones sobre los estilos

que los padres, y más concretamente las madres, pensamos con excesiva frecuencia). a los que se inquietan demasiado podría recomendarles un libro de Judith R. Harris, Por qué los padres no pueden educar. Según esta autora americana, las dos grandes influencias educativas son los genes y el grupo de iguales, lo que deja poco campo de acción a los padres. el libro generó en estados Unidos grandes debates, entre los detractores y los partidarios, pero es positivo decir a los padres que ellos solos no pueden educar, como tampoco puede hacerlo la escuela sola. es la correlación de ambos factores, la familia y la escuela, además de toda la sociedad, la que colabora en la educación de los niños.

Pero hablamos de padres o familias como si se tratase de entidades homogéneas, cuando la gran transformación que ha sufrido la familia como institución en los últimos treinta años ha sido enorme. Hoy, junto a la familia tradicional, clásica, nuclear, compuesta por padres e hijos, se dan otros muchos tipos de familia –monoparental, homosexual, reconstituida–, que introducen muchos matices. Pero, sea el tipo de familia que sea, todas tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos y “procurarles una formación integral”, sean estos naturales, adoptivos o engendrados por las nuevas técnicas reproductivas, entre las que el derecho no establece distinción alguna. Todos los hijos tienen los mismos derechos ante la ley. “la filiación matrimonial y la no matrimonial, así como la adoptiva, surten los mismos efectos, conforme a las disposiciones de este código”, dice el art. 108 del Código Civil.

los estudios sobre educación de finales del siglo pasado y de lo que llevamos de este inciden en la eficacia educativa de la familia, pero sin dejar de dar una enorme importancia al entorno. Un importante pedagogo, Urie Bronfenbrenner, ha dicho que “la familia parece ser el sistema más efectivo y económico para fomentar y mantener el desarrollo del niño. Sin la implicación familiar, cualquier intervención es probablemente un fracaso, y los pocos efectos que se consiguen desaparecerán posiblemente

PL

IEG

O

27

grandes chantajes (las rabietas son una manifestación) y son manipuladores cuando no consiguen lo que quieren. Hay que mantenerse firme y no caer en su juego. T. Berry Brazelton, uno de los pediatras mas prestigiosos de estados Unidos, insiste continuamente en ello. “después de la ternura, la disciplina es la cosa más necesaria”. disciplina es enseñanza, no castigo. el objetivo es que el niño conozca los límites, y cada ocasión de disciplina es una ocasión de aprender”. el tema de la disciplina y de la exigencia, el miedo a convertirlo en autoritarismo –tan distinto de la autoridad– ha producido serias confusiones con nefastos efectos. Una generación de padres permisivos, cuya consecuencia ha sido la aparición de niños tiranos, niños “rey”, en que todo gira a su alrededor. este error educativo ha llevado incluso a que en nuestro país se prohíba a los padres, hasta por ley, corregir a los hijos. la facultad de corrección que tenían los padres,

una función puramente pedagógica, se suprimió del Código Civil en el año 2007. Hasta esa fecha, el Código decía de un modo muy matizado y cuidadoso: “los padres podrán corregir razonable y moderadamente a sus hijos”. Pues que lo sepan los padres: por ley no pueden corregir a sus hijos. el legislador hizo semejante dislate, al parecer, para evitar la violencia física. Pero corregir es simplemente señalar lo que se ha hecho mal y poder así enmendarlo. Si los padres no pueden hacerlo, no pueden tampoco educar. en Cataluña se han dado cuenta de ello y, en su reciente Código Civil, han introducido el derecho a corregir de los padres, por ser algo fundamental a la hora de educar a sus hijos.

2. El papel esencial de profesoradolos niños aprenden continuamente

y por muchos caminos, pero la escuela es un lugar privilegiado para poder hacerlo, ya que su finalidad es enseñar,

formar al niño. Mejorar el sistema escolar es la manera más segura de que el sistema educativo en general mejore. estamos en la sociedad del aprendizaje, en la que los saberes cambian muy rápidamente, como cambian los métodos de aprender y de acceder a los conocimientos, pero seguimos enseñando de la misma manera que lo hemos hecho siempre. la carrera docente es un desastre, en la educación primaria, secundaria y no digamos en la universitaria.¿ Por qué enseñan igual los profesores que cuando empezaron? ¿Por la resistencia al cambio que casi todos experimentamos? No, o no solo. Un profesor en su aula puede iniciar un cambio educativo, con independencia de las leyes, de los condicionamientos políticos o económicos, si quiere y si tiene libertad para hacerlo. Pero si lo lleva a cabo solo, tendrá un impacto educativo muy reducido. Tampoco es mala voluntad por parte del profesorado; simplemente, no saben cómo hacerlo y nadie se preocupa en seguir formándoles una vez que son profesores.

Todas las reformas que han tenido éxito se han basado en la acción de los docentes. el canadiense Michael Fullan, uno de los grandes expertos en cambios educativos, escribe: “Pese a lo que se dice, la sociedad todavía no ha intentado en serio utilizar la formación del profesorado como herramienta para mejorar. Bajo la retórica superficial, no parece haber una creencia firme o el convencimiento de que la inversión en la formación del profesorado pueda dar resultados”. el país cuyo sistema educativo es considerado como el mejor, Finlandia, cuida muchísimo a su profesorado. los mejores estudiantes, los de expedientes académicos más brillantes, quieren ser profesores. en españa, todo lo contrario. eso tiene que ver no solo con los sueldos –tampoco los fineses tienen sueldos altísimos–, sino con las creencias de la sociedad y con el prestigio social que tiene el hecho de ser profesor. Con respecto a las creencias que la sociedad tiene, puedo decirles que, en una encuesta que se hizo hace unos años a los alumnos de la Universidad Complutense, sobre cuáles creían ellos que eran las razones de sus profesores para dedicarse a

28

del profesorado para enfrentarse al cambio, aprender de él y ayudar a los alumnos en un mundo cambiante y cada vez más complejo es esencial para el futuro desarrollo de las sociedades. “Necesitamos una nueva mentalidad que permita a los educadores convertirse en agentes, y no en víctimas del cambio”, ha escrito Fullan. los educadores no pueden llevar a cabo esta tarea solos. el trabajo del profesor es hoy mucho más complejo que antes. debe responder a las necesidades de una población estudiantil diversa y cambiante, a una tecnología que se transforma de un curso para otro, a las exigencias de perfección de todos los sectores de la sociedad, pero tenemos que insistir en que los profesores, no una ley, ni un ministro, ni nadie de fuera, sino ellos son los que deben hacer el cambio que la sociedad demanda, y prepararse para ello. en españa hay aproximadamente unos 650.000 profesores .¿Cómo no van a poder cambiar las cosas si de verdad quieren hacerlo?

3. Implicar más a los alumnosen todo el mundo occidental se

constata un creciente desinterés entre los alumnos. Creen que lo que se enseña en las escuelas no sirve para nada y está muy lejos de sus intereses personales. debemos hacer que los contenidos resulten mas acordes con esos intereses y también sean más útiles, que tengan sentido para ellos. en muchos lugares se están ensayando metodologías más activas, currículos reformulados para que mantengan una mayor relación con la vida real, enseñanza por proyectos que estimulan el interés y la creatividad de los alumnos. Se está dando cada vez más importancia a los aspectos emocionales de la educación, a la educación diferenciada, como, por ejemplo, atendiendo a las inteligencias múltiples (Howard Gardner). asimismo, la utilización de las nuevas tecnologías en el aula puede tener una efecto motivador poderoso. los cambios pedagógicos dentro de las escuelas demuestran que se puede mejorar la educación sin esperar a las mejoras gubernamentales. Son buenos ejemplos los cambios introducidos por los jesuitas en sus colegios, el modelo implantado por el Colegio Montserrat de Barcelona

suspenso al no ayudar a mejorar las condiciones que harían posible el éxito. es un círculo vicioso que nadie ha tratado de romper. Solo si la enseñanza es de alta calidad puede contribuir a la formación de ciudadanos capaces de dirigir sus vidas y relacionarse con los que los rodean, en un mundo que cambia continuamente. la formación del profesorado, además de insuficiente, no está orientada hacia el aprendizaje permanente.

Y lo mismo ocurre con los directores de centros. el informe TalIS, un estudio internacional que examina diversos aspectos de la enseñanza a través de encuestas a los profesores y a los directores de centros educativos de educación Secundaria, ha comprobado que en españa el 44% de los directores de centros no han recibido ningún tipo de formación para desempeñar sus tareas, ni ha seguido ningún curso sobre liderazgo. Con estos mimbres es casi milagroso que lo puedan hacer bien. Sin embargo, la calidad de los equipos directivos tiene una enorme importancia. dirigir un centro es una tarea que exige una gran capacidad de organizar, mandar, buscar alianzas.

en nuestro país todo el mundo en el universo educativo parece descontento: alumnos, profesores, directores de centro, padres… Cada colectivo culpa de su frustración al otro: los padres a los profesores, los profesores a los padres y a sus hijos, todos a la televisión, o al Ministerio. Pero la capacidad

la enseñanza, casi el 80% respondió que “porque no podían dedicarse a otra cosa”.

en Finlandia, para acceder al profesorado no basta con tener los conocimientos necesarios de la materia que se va a impartir, sino que se tiene en cuenta especialmente el “perfil” del candidato, su experiencia, su vocación, la razón por la que desea dedicarse a la enseñanza. lo mismo ocurre en otro de los países con mejor sistema educativo, como es Canadá. al preguntarles su objetivo como educadores, casi todos tienen un criterio moral: mejorar la sociedad, cambiar las cosas, ayudar a los niños a ser mejores, acompañarles en su desarrollo, hacer buenos ciudadanos. la formación es continua; y la colaboración entre profesor, resto de la escuela, padres y sociedad, muy alta. en españa habría que establecer una carrera docente, que sirva para distinguir los buenos de los malos profesores, como hacen los mejores sistemas educativos.

en mi opinión –y en la de muchos otros–, es la asignatura pendiente en nuestro país: la formación y la evaluación de la tarea del profesor. en más de 40 años que llevo en la Universidad, nadie me ha dicho nunca si mis clases son buenas, malas o regulares; nadie ha entrado en mi clase para ver lo que estoy haciendo. Inimaginable que esto pudiera pasar en cualquier empresa. el único feedback que tengo es el de antiguos alumnos que me encuentro y me cuentan lo que hacíamos en clase, o por qué las clases les eran útiles o se lo pasaban bien. Nunca nadie ha venido a supervisarme, lo que entiendo que es muy cómodo para el profesor, pero me parece ilógico. actualmente, se puede evaluar a un profesor, solo si voluntariamente se presta a ello, pero a lo que se da más importancia es al uso de las tecnologías. ¿es realmente lo más importante?

la formación del profesorado, entendida como un proceso continuado, es, a la vez, la mejor solución y el peor problema de la educación actual.

Fullan dice que la sociedad ha suspendido a los profesores en los dos sentidos de la expresión. les suspende por no conseguir mejores resultados y, al mismo tiempo, los mantiene en

PL

IEG

O

29

o por las escuelas municipales de lleida. los premios a los proyectos educativos entregados por la Fundación SM o los Premios a la acción Magistral de la Fundación de ayuda contra la drogadicción demuestran que, cuando un profesor o una escuela quieren cambiar, pueden hacerlo.

en los últimos años se ha discutido mucho sobre el contenido de los currículos, que en españa están sobrecargados. la Unión europea ha establecido un sistema de “competencias” transversales, que no acaba de asimilarse bien. en todo el mundo se investiga sobre las “destrezas del siglo XXI”, que incluyen conocimientos básicos, y también las denominadas non cognitive skills, que incluyen competencias emocionales y operativas.

Simplificando, podríamos decir que se esboza una separación entre la “educación como instrucción” y la “educación como formación del carácter”, que ha sido muy desarrollada sobre todo en estados Unidos. Se define el “carácter”, siguiendo el modelo de Aristóteles, como el conjunto de hábitos aprendidos, que pueden ser intelectuales (por ejemplo, el hábito de razonar), afectivos o éticos. Con ello, han recuperado la gran tradición de las “virtudes”, que nosotros hemos desdeñado con una gran falta de sensatez. Me da mucha envidia ver la importancia que la american Psychological association y toda la corriente de la Positive Psychology da a las virtudes, a las “fortalezas humanas”. en lugar de poner el acento en los fallos de la persona, fijarse en sus fortalezas.

la formación del carácter amplía el campo de la educación. Por ejemplo, en una parte importante de las escuelas de secundaria de estados Unidos se incluye en el currículo el learning service, el aprendizaje a través de acciones sociales altruistas. Consideran que las conductas solidarias o de voluntariado forman parte de la educación básica. lo mismo sucede con la “educación espiritual”. la ley de educación inglesa, un país de clara educación laica, incluye la “educación espiritual”, que ha sido definida como aquel tipo de conocimiento, emociones y hábitos que responden a las grandes preguntas e intereses de los seres humanos, y que no son respondidas por la ciencia. Incluyen la estética, la religión, la ética y las preguntas por el sentido de la vida. Uno de los grandes especialistas españoles en este tema es Francesc Torralba, colaborador de esta revista, cuyo libro Inteligencia espiritual recomiendo.

4. Los equipos directivosel papel de los equipos directivos

de los centros es reconocido en todos los países avanzados, pero no en españa. en especial, en los países anglosajones hay una amplia bibliografía sobre grandes directores de colegio –principals– y el modo en que han sabido enfrentarse a los problemas. Han de saber organizar bien el centro, impulsar una mejora continua, relacionarse bien con las familias y buscar alianzas externas a la escuela, con otros centros, con las administraciones locales, con las empresas de la zona, con los servicios de asistencia social o con el sistema de salud.

5. La difícil e imprescindible relación familia-escuela

Siempre me he preguntado por qué si ambas instituciones tiene el mismo fin –educar a los niños–, en lugar de colaborativas, se muestran como antagónicas.

en españa la relación se ha deteriorado en los últimos años. la falta de atribución de autoridad al profesor, que por regla general hacen las familias, incluso ante sus hijos, lo que es sumamente negativo para ellos, ha llevado a enfrentamientos, desautorizaciones y hasta agresiones por parte de los padres a algunos profesores, cuando estos corregían a un niño (“a mi niño que no me lo toque nadie”, aunque fuera una mera corrección o una mala calificación que el padre o madre consideraba injustificada). esto, que hubiera sido insólito hace un par de generaciones, es un problema, que incluso ha tenido que entrar en el Código Penal para considerar que una agresión a un profesor es una agresión a un agente de la autoridad. Una pena. la escuela se cierra en sí misma y no quiere lo que considera como intromisiones, y ambos, padres y profesores, sienten desconfianza unos de otros.

la colaboración que existe en los países con un buen sistema demuestra que los beneficios de esta cooperación son enormes, para todos, pero muy en especial para niños y jóvenes.

el department of education de ontario desarrolla desde 2010 una política para involucrar a los padres que ha tenido mucho éxito. las cuatro estrategias que utilizan son:

30

–algo fundamental– cuando se enfrente al alcohol o a las drogas, pero no podemos cerrar los ojos a la realidad: más del 45% de niños confiesa haber probado el alcohol antes de los 11 años. la información sobre los peligros de un consumo temprano del alcohol no les frenará, porque los jóvenes tienen una baja percepción del riesgo; y, al revés, puede ser contraproducente, porque se pueden sentir mayores o más vivos enfrentando riesgos. aquí será necesaria la implicación de la sociedad. Si se permite o no se permite beber en la calle, y en qué condiciones, si se proporcionan o no otras alternativas. No son los padres, ni la escuela, por más que lo intenten, quienes pueden resolver estos problemas. es necesaria la implicación de toda la tribu, de toda la sociedad. Concretamente, en el tema del alcohol hay ciudades en españa que han tratado de resolverlo, aunque aún no tenemos resultado de las acciones emprendidas.

CONCLUSIÓN

Tenemos que librarnos del discurso pesimista sobre la educación, que en el fondo encubre un sistema de excusas. Si no se puede cambiar, ¿para qué voy a esforzarme? Por eso, el objetivo principal de este artículo ha sido mostrar que podemos tener un sistema educativo de alto rendimiento en un plazo muy corto. Me parece importante que los ciudadanos conozcamos esa posibilidad, para exigir a los políticos, a los docentes, a las familias y a la ciudadanía en general que se pongan en marcha. Necesitamos una movilización educativa de la sociedad –sostiene José Antonio Marina–, que proteja, apoye, estimule y exija a nuestra escuela. Usted también puede formar parte de ese movimiento social, que será el único capaz de cambiar nuestro sistema educativo.

estructurada y concebida para el aprendizaje y la formación de niños y adolescentes. ambos tipos tienen la finalidad de educar. Pero hay otro tipo de educación, lo que se entiende por educación informal, es decir, la que llevan a cabo aquellos agentes que no pretenden educar, pero que educan –o maleducan– a su pesar. Un ejemplo que todos entendemos sería el de los medios de comunicación. dado la fuerza e influencia que hoy tienen, su importancia es enorme. antes, en una sociedad en general más homogénea, con familias con fuerte autoridad y cerradas, la influencia de la familia era muy fuerte. Hoy, cuando niños y jóvenes pasan horas ante el televisor, ante el ordenador o ante videojuegos, están sometidos a un sinfín de influencias, muchas de ellas negativas. el prestigio que una sociedad concede a un cantante a un futbolista, o a un “famoso” participante en un programa basura, puede dar al traste con lo que los padres han tratado de inculcar a sus hijos, sobre quiénes son las personas que merecen ese prestigio. También la publicidad, en una sociedad consumista, tiene mucha influencia. durante mucho tiempo guardé anuncios dirigidos a jóvenes, generalmente para “desmontarlos” con mis alumnos. recuerdo uno de una marca automovilística, que, presentando su último modelo, decía: “Si no lo tienes ya es porque no quieres”, frente a la imagen de un joven de unos 18 años. Hay que explicar a los chicos lo que es publicidad engañosa, y también que en la vida no se consigue todo lo que uno quiere, y, desde luego, no sin esfuerzo.

Hay muchos problemas en la educación que ni padres ni escuela pueden resolver por sí solos, y es necesaria la anuencia de la sociedad. Pensemos, por ejemplo, en el llamado “botellón”. Yo podré formar el carácter de mi hijo para ayudarle a decir no

◼ Estrategia 1: clima escolar. Trata de lograr un clima escolar positivo, de bienvenida, en el que todas las sugerencias parentales se animen, valoren y escuchen. Que incluya a los recién llegados y a los que están en situación de desventaja.

◼ Estrategia 2: eliminar barreras. Se pretende que los padres puedan participar plenamente en el aprendizaje de sus hijos. el centro permanece abierto fuera del horario escolar para la realización de actividades, sean organizadas por la escuela o por los propios padres.

◼ Estrategia 3: apoyo para los padres. Proporciona a los padres destrezas y herramientas para poder apoyar el aprendizaje de sus hijos. Se les ayuda con tutorías cuando lo necesitan.

◼ Estrategia 4: participación de los padres. Se apoya la participación de los padres en talleres y en otros recursos que les lleven a compartir información sobre los niños y poder así darles un mayor apoyo. Se incluye a los padres en la toma de decisiones de la escuela.

Se ha visto que esta colaboración familia-escuela ha alcanzado logros que sin ella no se hubieran conseguido: mejora en el trabajo académico, actitud del niño más positiva hacia la escuela, mayor asistencia al colegio, menos problemas de comportamiento y tasas más elevadas de graduación de los estudiantes. los beneficios para los profesores también son muchos, ya que se sienten más apoyados por los padres, porque estos entienden lo que está sucediendo en la clase, ayudan a que hagan mejor las tareas en casa, comparten la responsabilidad en el éxito de sus hijos y en el trabajo del profesor. Con esta colaboración las escuelas se conectan con la sociedad, y están más unidas a la comunidad que las rodea. en muchos casos, se forma una red de apoyo que puede proporcionar servicios que los estudiantes necesitan a través de empresas, agencias y servicios comunitarios.

6. La implicación de la tribu enteraHasta ahora hemos visto la educación

por parte de los padres (lo que se entiende por educación no formal) y la educación por parte de la escuela, la educación formal por excelencia,

PL

IEG

O