Unidad 1

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1 QUINTO CURSO DE LA LICENCIATURA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y DE LA ADMINISTRACIÓN UNIDAD DIDÁCTICA Nº 1. TEMA 1: INSTRUMENTOS BÁSICOS EN EL ANÁLISIS DE LA HACIENDA PÚBLICA. Nota previa El presente documento resume, enfatiza y/o subraya conceptos de interés extraídos de la bibliografía básica indicada como tal en el programa de la asignatura. Se trata de un documento de trabajo realizado para ayudar en el proceso de aprendizaje del alumno/a, y está elaborado a partir de estas referencias. No sustituye, por tanto, a la bibliografía básica, sino que constituye un complemento que, junto con el estudio de las referencias bibliográficas, ayuda a conseguir los objetivos específicos de aprendizaje.

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QUINTO CURSO DE LA LICENCIATURA EN CIENCIAS POLÍTICAS Y DE LA ADMINISTRACIÓN

UNIDAD DIDÁCTICA Nº 1.

TEMA 1: INSTRUMENTOS BÁSICOS EN EL ANÁLISIS DE LA HACIENDA PÚBLICA.

Nota previa

El presente documento resume, enfatiza y/o subraya conceptos de interés extraídos de la bibliografía básica indicada como tal en el programa de la asignatura. Se trata de un documento de trabajo realizado para ayudar en el proceso de aprendizaje del alumno/a, y está elaborado a partir de estas referencias. No sustituye, por tanto, a la bibliografía básica, sino que constituye un complemento que, junto con el estudio de las referencias bibliográficas, ayuda a conseguir los objetivos específicos de aprendizaje.

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I.- INTRODUCCIÓN

El punto de partida de la mayor parte de los modelos económicos es que los agentes analizados intentan alcanzar algún objetivo de forma racional, así por ejemplo los empresarios buscan obtener los máximos beneficios posibles. De la misma manera, a lo largo de los temas que componen el programa de esta asignatura de Hacienda Pública, encontraremos que el Sector Público hará frente a cuestiones en las que tendrá que tomar decisiones. Para saber si el Estado está actuando o no “correctamente” necesitamos contar con criterios de decisión, algunos de los cuales no son más que instrumentos de análisis microeconómico. Para refrescar la memoria de aquellos estudiantes que tengan un tanto arrinconados estos conceptos, se ha decidido introducir este tema en el programa. Por lo tanto, lo que nos disponemos a hacer en este tema 1 es mostrar una serie de herramientas que serán de gran utilidad a lo largo del curso.

II.- OBJETIVOS ESPECÍFICOS Al finalizar esta unidad didáctica el alumno debe ser capaz de:

1. Conocer los conceptos de demandar y ofrecer bienes. 2. Manejar las funciones de demanda y de oferta junto con las principales variables

que influyen en ellas. 3. Distinguir entre funciones y curvas de oferta y demanda. 4. Entender el concepto de equilibrio de mercado. 5. Identificar los conceptos de excedente del consumidor y del productor. 6. Interpretar el significado del excedente del consumidor y del productor. 7. Comprender los principios de las preferencias del consumidor, así como su

representación a través de la función de utilidad. 8. Explicar las restricciones que limitan el comportamiento del consumidor, y el

concepto de conjunto presupuestario. 9. Deducir la elección del consumidor así como las variaciones en el

comportamiento que se producen al variar las restricciones. 10. Interpretar el proceso por el cual las empresas deciden el nivel de producción. 11. Comprender las limitaciones que impiden a una sociedad producir y consumir

todo lo que desearía. 12. Dominar el concepto de frontera de posibilidades de producción. 13. Dibujar la frontera de posibilidades de producción.

III.- ESQUEMA

1- La demanda 1.1 ¿Qué es demandar? 1.2 La curva de demanda. 1.3 La función de demanda. 1.4 Tipología de bienes.

1.4.1 normales o inferiores 1.4.2 sustitutivos o complementarios

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1.5 Movimientos de la curva de demanda. 2- La oferta 2.1 ¿Qué es demandar? 2.2 La curva de oferta 2.3 La función de oferta. 2.4 Movimientos de la curva de oferta. 3- El equilibrio de mercado. 3.1 Alteraciones del equilibrio. 3.2 Precios máximos y mínimos 4- El excedente del consumidor 4.1 Concepto e interpretación. 4.2 Obtención gráfica del excedente del consumidor. 5- El excedente del productor. 5.1 Concepto e interpretación. 5.2 Obtención gráfica del excedente del productor. 6- La función de utilidad y las curvas de indiferencia. 6.1 Las preferencias del consumidor y la función de utilidad. 6.2 Concepto de curva de indiferencia. 6.3 Representación gráfica de las curvas de indiferencia. 7- La restricción presupuestaria. 7.1 Concepto de restricción presupuestaria. 7.2 Obtención de la restricción presupuestaria. 7.3 Representación gráfica de la restricción presupuestaria. 8- El equilibrio del consumidor. 8.1 Obtención del equilibrio del consumidor. 8.2 Interpretación del equilibrio del consumidor. 8.3 Representación gráfica del equilibrio. 9- Las decisiones de producción de la empresa. 9.1 El proceso de maximización de beneficios. 9.2 Condición de maximización de beneficios. 10- La curva de oferta de la empresa competitiva. 10.1 Obtención de la curva de oferta de la empresa competitiva 11- La frontera de posibilidades de producción. 11.1 Obtención de la frontera de posibilidades de producción. 11.2 Puntos alcanzables e inalcanzables. 11.3 La eficiencia económica en la frontera de posibilidades de producción

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IV.- CONTENIDO 1. LA DEMANDA ¿Qué significa demandar? Demandar es estar dispuesto a comprar. Un comprador demanda cuando desea un bien o servicio y además posee los recursos necesarios para tener acceso a él. De esta manera demandar es más que desear tener, porque también implica poder adquirirlo. Un individuo puede desear tener un automóvil Ferrari pero, si no posee medios para adquirirlo, en realidad no demanda este automóvil. Sin embargo, demandar no significa necesariamente comprar. La compra implica que antes ha habido una demanda (tener la intención de comprar) pero requiere, además, el hecho de llevar a cabo efectivamente la adquisición. Por tanto, demandar es estar dispuesto a comprar mientras que comprar es efectuar la adquisición realmente. Muchas veces los dos conceptos coinciden y los individuos compran justo lo que demandan. Otras, demanda y compra pueden no coincidir. Por ejemplo, una persona está dispuesta a comprar melones pero cuando llega al comercio resulta que se han acabado. Esta persona ha demandado pero no ha comprado. Veremos más adelante los motivos por los que la compra de los consumidores puede ser diferente a su demanda. Variables deseadas frente a variables medidas. ¿Qué diferencia hay entre demandar y comprar? Ambas están relacionadas pero la diferencia es que la demanda refleja una intención mientras que la compra constituye una acción. Siguiendo esta línea argumental, la economía distingue entre variables deseadas y variables realizadas. Las variables deseadas (llamadas también planeadas) son aquellas que, como la cantidad demandada, reflejan intenciones de los agentes económicos. Por otro lado, las variables medidas (o contables) son aquellas que, como la compra, se verifican realmente porque muestran las acciones que llevan a cabo los agentes. Parece razonable pensar que los individuos estarán dispuestos a comprar más unidades de un bien cuanto más barato sea éste, es decir, cuanto menor sea el precio de adquisición. Esta regularidad se conoce normalmente como ley de la demanda, e indica la relación inversa que existe entre el precio del producto y la cantidad demandada. Esta relación entre demanda y precio puede expresarse, para un mercado concreto, a través de una tabla de demanda. La tabla de demanda muestra el número máximo de unidades de un bien que todos los consumidores están dispuestos a comprar a cada precio que se tome en consideración. Así la tabla de demanda, que se muestra a continuación, recoge un ejemplo que relaciona las cantidades de bacalao fresco que demandan los consumidores (Xd) a diferentes precios por kilo de bacalao (Px). Por ejemplo, a un precio de 8 euros, la cantidad máxima de bacalao que los consumidores están dispuestos a adquirir es de 2.000 toneladas.

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Tabla 1: Demanda de bacalao. Precio del kilo de

bacalao (Px) Cantidades demandadas

de bacalao (Xd) 10 euros 1.000 Tn. 8 euros 2.000 Tn. 7 euros 3.000 Tn. 6 euros 4.000 Tn. 5 euros 5.000 Tn.

En esta tabla se observa la relación inversa entre precios y cantidades demandadas de bacalao que habíamos apuntado anteriormente. Los individuos están dispuestos a comprar más bacalao si su precio se reduce y disminuyen su disposición a comprar este bien cuando su precio aumenta. Esta relación inversa entre cantidades demandadas y precios también se puede expresar gráficamente mediante lo que se denomina una curva de demanda. Para realizar esta representación mediremos en el eje de ordenadas (vertical) el precio del bien y en el eje de abcisas (horizontal) las cantidades1. El resultado se muestra en la Figura 1. En este ejemplo, la representación gráfica ha resultado una línea recta, pero bien podría haberse obtenido una forma curvada. Figura 1. Curva de demanda de Bacalao correspondiente a la tabla de demanda anterior Es importante recordar que la curva de demanda es una curva de intenciones. La demanda representa las cantidades que los consumidores están dispuestos a comprar a cada uno de los precios pero, como veremos, la cantidad demandada no coincidirá siempre con la que realmente el consumidor adquiere. Además la curva de demanda tiene pendiente negativa (su trazado es decreciente) debido a la relación inversa, ya mostrada, entre precios y cantidades. Hasta el momento hemos considerado que el precio es la única variable que afecta a la cantidad demandada de un bien o servicio. Sin embargo, existen otras variables que también influyen en la demanda como, por ejemplo, el precio de otros bienes, la renta o ingresos, los gustos y el tamaño del mercado. Pasaremos a analizar cada una de ellas por separado. 1 Bien podría representarse al revés. No obstante es una costumbre arraigada entre los economistas representar los precios en el eje vertical y las cantidades en el eje horizontal.

Precio por kilo

X (toneladas de bacalao)

D

5

10

1.000 5.000

6

El precio de otros bienes puede afectar a la demanda del bien en cuestión. ¿Afectaría a la cantidad demandada de bacalao un incremento del precio de las sardinas? Probablemente sí, ya que algunas personas que antes estaban dispuestas a comprar sardinas, al ver que estas se encarecen, desviarán su consumo hacia el bacalao. De este modo, un incremento del precio de las sardinas llevaría a un aumento de la demanda de bacalao. ¿Afectaría a la cantidad demandada de bacalao un incremento del precio del tomate frito? Es posible, siempre que una parte de los consumidores de este pescado lo consuman con tomate. De este modo, al subir el precio del tomate, los consumidores perciben que resulta más caro comer bacalao con tomate y esto puede impulsarlos a reducir la demanda de bacalao. Observamos pues, que un incremento del precio de las sardinas y un incremento en el precio del tomate frito tienen efectos opuestos sobre la demanda de bacalao. Estos sencillos ejemplos nos muestran que muchos de los bienes presentes en la realidad están relacionados entre sí. La existencia de esta relación nos permite clasificar los bienes en a) sustitutivos entre sí, b) complementarios entre sí y c) independientes entre sí. Veamos cada uno de los casos. • Los bienes sustitutivos entre sí son aquellos que, como el bacalao y las sardinas,

permiten satisfacer por separado la misma necesidad. Otros ejemplos de bienes sustitutivos serían la pluma y el lápiz, la mantequilla y la margarina etc. En todos estos casos apreciamos que un aumento del precio de un bien lleva a una reducción de la demanda del propio bien y a un aumento de la demanda de sus sustitutivos. Así, en nuestro ejemplo, el encarecimiento de las sardinas reduce la demanda de este tipo de pescado y aumenta la demanda de bacalao. Por el contrario, el abaratamiento de un bien incrementa la demanda del propio bien y reduce la demanda de sus sustitutivos.

• Los bienes complementarios entre sí son aquellos que, como el bacalao y el tomate,

se utilizan conjuntamente para cubrir una determinada necesidad. Bienes que también se consideran complementarios serían por ejemplo el papel y el lápiz, la sopa y la cuchara, el automóvil y la gasolina etc. En estos casos, si aumenta el precio de un bien, su cantidad demandada disminuiría y, por tanto, sería menor la cantidad requerida del bien complementario. De esta manera, si por ejemplo aumenta el precio del azúcar también disminuiría la cantidad demandada de café si al consumidor le gusta el café con azúcar. Siguiendo el mismo razonamiento una disminución del precio del azúcar llevaría a un incremento de la cantidad demandada de azúcar y también de café.

• Cuando dos bienes no guardan ninguna relación entre sí se dice que son bienes

independientes. En este caso, la variación del precio de uno de ellos no afectaría a la cantidad demandada del otro. Por ejemplo, mucho habría que forzar la imaginación para encontrar alguna relación entre la variación del precio de los paraguas y la demanda de bacalao.

La renta (o ingresos) de que disponen los consumidores es otra variable que puede afectar a la cantidad demandada de un bien. Parece razonable pensar que ante cambios en la renta, los individuos deseen alterar su demanda de los distintos productos. Aunque, a primera vista, parecería que los individuos estarían dispuestos a comprar más cantidad de bienes cuando aumenta su renta, esto no es así en todos los casos. Es posible distinguir dos tipos de bienes: los normales y los inferiores • Los bienes normales se caracterizan porque su cantidad demandada se incrementa al

aumentar los ingresos o renta. Al disfrutar de un mayor poder adquisitivo, el

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consumidor estará dispuesto a comprar una mayor cantidad de este tipo bienes. Ejemplos de bienes normales serían, los discos compactos, los programas para videoconsola, los libros, la ropa etc.

• Los bienes inferiores, se caracterizan porque su cantidad demandada disminuye al

aumentar la renta. Es decir, a diferencia de los bienes normales, el consumidor está dispuesto a comprar una menor cantidad de estos bienes cuando aumentan los ingresos que percibe. La razón que sustenta este comportamiento es la sustitución de unos productos por otros. Cuando se dispone de una renta reducida se consumen ciertos bienes que, al aumentar los ingresos, van siendo sustituidos por otros que llevan asociados una mayor calidad o un mayor prestigio. Por ejemplo, al aumentar la renta de una familia modesta es posible que esta familia decida consumir menos patatas o arroz y una mayor cantidad de carne. También es posible que, ante el aumento de ingresos, esta misma familia utilice menos el transporte público y pueda disponer de un automóvil propio. En este ejemplo, las patatas, el arroz o el transporte público serían bienes inferiores.

Lo que conocemos como gustos de los consumidores afecta también a la demanda de bienes. Como es fácilmente observable, un producto en concreto puede resultar asequible y, sin embargo, el consumidor puede no desear consumirlo, dado que no se adapta a sus gustos o preferencias. Sin embargo, las preferencias por unos determinados productos pueden cambiar a lo largo del tiempo debido a modas, publicidad, nuevos hábitos o costumbres etc. Por tanto, la cantidad demandada de un bien puede aumentar, cuando cambian los gustos a favor de ese bien, o disminuir cuando el cambio de gustos se produce en contra del bien en cuestión. Un buen ejemplo es la gran cantidad de alimentos y bebidas bajos en calorías que han aparecido en el mercado ante la mayor preocupación de la población por cuidar su salud y su aspecto físico. El número de consumidores o tamaño del mercado afecta también a la cantidad de un bien que, entre todos los consumidores, desean comprar. Cuanto mayor sea el mercado, es decir, cuanto mayor sea el número de consumidores, mayor será la cantidad demandada. Ahora que sabemos que hay otras variables que pueden afectar a la cantidad demandada podemos preguntarnos ¿cómo es posible dibujar una curva de demanda en la que tan sólo afecta el precio del producto a la cantidad demandada? La respuesta es que a lo largo de una curva de demanda puede variar el precio del bien pero se mantienen constantes, la renta, los gustos, los precios de los otros bienes y el tamaño del mercado. Dicho de otro modo, para trazar la curva de demanda es imprescindible aplicar la cláusula ceteris paribus, es decir, puede variar el precio del bien pero todo lo demás debe permanecer constante. La función de demanda y la curva de demanda

Acabamos de analizar un conjunto variopinto de variables que influyen sobre la cantidad que está dispuesto a consumir un individuo. Podemos ahora considerar que es posible encontrar una relación matemática que nos muestre la cantidad que el consumidor está dispuesto a adquirir en relación con todas las variables previamente descritas. Esta relación se denominará función de demanda y la podemos expresar de la siguiente manera:

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Función de demanda Xd = f (PX, Po, R, G, Z....) Siendo Xd − la cantidad demanda del bien X PX − el precio del bien X Po − el precio de otros bienes R − el nivel de renta o ingresos de los consumidores. G − los gustos o preferencias de los consumidores Z − el tamaño del mercado o número de consumidores que participan en el intercambio. La representación gráfica de la función de demanda utilizando un plano no es posible ya que, en esta función, la cantidad demandada depende de muchas variables. Sin embargo, ya estudiamos previamente que la curva de demanda sí podía representarse ¿Cuál es la diferencia? Que en la curva, la cantidad demandada tan sólo depende del precio del bien mientras que en la función aparecen muchas otras variables ¿Qué relación existe entre la curva de demanda y la función de demanda? Puede definirse la curva de demanda como una función en la que, a excepción del precio del propio bien, todas las demás variables que condicionan la decisión de consumo se mantienen constantes. Cuando existen unas variables que influyen directamente en una relación pero que no se consideran al realizar un determinado análisis, decimos que se está aplicando la denominada cláusula ceteris paribus. Así, la curva de demanda es una función de demanda en la que la cantidad demandada de un bien depende únicamente del precio de propio bien, manteniendose constante el resto de variables (ceteris paribus) que pueden afectar a la cantidad que los consumidores están dispuestos a adquirir. Por tanto

Curva de demanda Xd = f (PX, todo lo demás constante....) Esto quiere decir que, a lo largo de una curva de demanda, varía el precio del bien pero no cambia la renta ni el precio de otros bienes ni los gustos ni el tamaño del mercado.

El estudio de las variables que pueden influir sobre la demanda de un bien va a permitir diferenciar los efectos que tendrá sobre la curva de demanda un cambio en el precio del propio bien de los ocasionados por modificaciones del resto de variables que hemos analizado. Así, cuando cambia alguna de las variables distintas al precio del bien (y que se han considerado constantes al trazar la curva de demanda), como es el caso de la renta, los gustos, o los precios de los otros bienes, la curva de demanda se desplazaría, cambiando su posición en el plano. En este caso, se dice que se ha producido una variación de la demanda.

Supongamos que aumentan los ingresos de los consumidores ¿Cómo cambiaría la curva de demanda de discos (compactos) musicales. Parece razonable pensar que, con más ingresos, los consumidores demandarán más discos que antes a cada uno de los precios posibles. La curva de demanda se desplazará hacia la derecha. Observamos en la figura 2 que, a cualquier precio, los consumidores desean comprar más discos que antes. Por ejemplo, antes del cambio a un precio P0 la cantidad demandada era X0 (punto A) mientras que, después del cambio, la cantidad demandada ha ascendido a X1 (punto B).

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Figura 2. Desplazamiento de la curva de demanda cuando aumenta la renta y el bien considerado es normal Por otra parte, si cambia el precio del bien, pero se mantienen constantes los ingresos, los precios de los demás bienes, los gustos y el tamaño del mercado tendremos movimientos a lo largo de la curva de demanda. Estos movimientos se denominan variaciones de la cantidad demandada. Los cambios en el precio del propio bien ¡nunca desplazan la curva de demanda! Es muy importante no confundir los desplazamientos de la curva con movimientos a lo largo de la curva de demanda. Así, por ejemplo, considerando la figura 3, si el precio de los discos musicales disminuyese de P0 a P1 la cantidad demandada aumentaría de X0 a X1. Sin embargo, el cambio se produce como un movimiento a lo largo de la curva de demanda desde el punto A hasta el punto B.

Figura 3. Movimiento a lo largo de la curva de demanda por una disminución del precio del bien X.

P

D0

D1

B A P0

X0 X1 X

P

P0

P1

X0 X1 X

D

A

B

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2. LA OFERTA DE UN BIEN. Para estudiar la oferta de bienes es necesario acercarse al comportamiento de los productores que son los que venden bienes y servicios en el mercado. El objetivo que persiguen estos agentes es obtener beneficios a partir de los procesos productivos que desarrollan. Ofrecer es estar dispuesto a vender, concepto que no debe confundirse con el de vender. Ofrecer es tener la intención mientras que vender es hacerlo realmente.

De una forma generalizada se puede observar que los productores están dispuestos a vender una mayor cantidad de producto cuanto mayor es el precio al que lo pueden vender. Esta regularidad económica se denomina ley de la oferta, y permite deducir la existencia de una relación positiva entre el precio y la cantidad que están dispuestos a vender los empresarios. Esta relación puede recogerse en una tabla de oferta, que indica el número de unidades de un bien que los productores están dispuestos a vender a cada uno de los precios. Siguiendo con el ejemplo que utilizamos para estudiar la demanda, la Tabla que a continuación se detalla, relaciona las toneladas de bacalao fresco que están dispuestos a vender todas las empresas de un país (Xo) a cada precio por kilo (Px).

Tabla 2: Oferta de bacalao Precio del kilo de bacalao (Px)

Cantidades ofrecidas de bacalao (Xo)

10 euros 5.000 Tn. 8 euros 4.000 Tn. 7 euros 3.000 Tn. 6 euros 2.000 Tn. 5 euros 1.000 Tn. Esta relación entre cantidades ofrecidas y precios también se puede expresar gráficamente mediante lo que se denomina una curva de oferta, que muestra la cantidad máxima que están dispuestos a vender los productores de un bien a cada uno de los precios. La relación que vincula a estas dos variables es directa (o positiva), es decir, cuanto mayor sea el precio de venta mayor será la disposición de los productores a sacar cantidades al mercado. Esto queda reflejado en la pendiente positiva de la curva de oferta, tal como muestra la Figura 4.

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Figura 4: Curva de oferta de bacalao. Al igual que la curva de demanda, la curva de oferta también es una curva de intenciones. Como tal, muestra las cantidades máximas que los productores están dispuestos a vender a cada uno de los precios, ¡no las cantidades que se venden realmente! Como ocurría con la curva de demanda, los productores están dispuestos a vender todas las cantidades situadas a la izquierda de la curva de oferta pero no a la derecha, ya que esta curva indica las cantidades máximas.

Hasta este punto hemos considerado que las decisiones de llevar más o menos producto al mercado dependen solamente del precio que alcanza el producto. Sin embargo existe un conjunto de variables que pueden afectar a esta decisión. Entre estas variables cabe destacar:

- El estado de la tecnología. Gracias a una mejora tecnológica se puede llegar a

producir una mayor cantidad de producto utilizando una menor o igual cantidad de recursos que antes del cambio. Si se utilizan menos recursos, la empresa podrá producir de forma más barata. Por ello, si no se modifica ninguna otra condición relacionada con la producción, las mejoras tecnológicas incrementarán las cantidades que, a cada precio, los productores desean sacar al mercado. Por ejemplo, una modificación genética permite obtener una semilla con mayor rendimiento y eleva la oferta de productos agrícolas.

- Los precios de los factores productivos. Los factores productivos son los

recursos que utiliza la empresa para poder obtener el producto final. Cuanto más caros sean estos factores, más cara resultará la producción y menor el beneficio que les reportará a los empresarios vender a un precio determinado. Por tanto, ante un aumento del precio de los factores, la cantidad ofrecida se reducirá. Así, frecuentemente tenemos referencias en la prensa acerca de la evolución del precio del petróleo y de sus efectos sobre los sectores productivos.

O

5.000 1.000

10

5

P

X

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- Los impuestos sobre las ventas. ¿Qué ocurre cuando el gobierno aplica un

impuesto sobre las ventas? Sería el caso, por ejemplo del impuesto sobre el valor añadido (IVA), cuya cuantía los empresarios sólo recaudan. Este impuesto encarece el precio de venta de los productos pero no implica un mayor beneficio para los empresarios: esto llevará a una reducción de la oferta a cada precio pagado por el consumidor.

- El número de empresas que participan en este mercado. Cuanto más elevado

es el número de empresas que producen y venden, mayor será la cantidad ofrecida de este producto en un determinado momento del tiempo.

A lo largo de una curva de oferta cambia el precio del bien pero se mantienen constantes, todas las demás variables que pueden afectar a la cantidad ofrecida, es decir, los precios de los factores productivos, la tecnología, los impuestos y el número de empresas participantes. Dicho de otro modo, para trazar la curva de oferta se aplica también la cláusula ceteris paribus (puede variar el precio del bien pero todo lo demás se mantiene constante). La función de oferta y la curva de oferta. Al igual que hicimos con la demanda, podemos encontrar una relación matemática que nos muestre las cantidades de un bien que las empresas están dispuestas a vender dependiendo de todas aquellas variables que pueden afectar a esta decisión. Esta relación se denomina función de oferta y se expresará de la siguiente forma: Función de oferta X0 = g (Px , t , Pf , imp , N) Siendo X0 = la cantidad ofrecida del bien X Px = el precio del bien X t =el estado de la tecnología en la producción del bien X imp= impuestos sobre ventas Pf =el precio de los factores de producción N = el número de empresas que actúan en este mercado.

Cuando introdujimos la curva de oferta, señalamos que se trata de una relación entre el precio del bien y la cantidad ofrecida. Una vez considerada la definición de la función de oferta podemos observar que la curva de oferta no es más que una función de oferta en la que la única variable explicativa que se considera es el precio del propio bien y, por tanto, el resto de las variables que condicionan esta decisión se mantienen constantes. Para trazar la curva de oferta, estamos aplicando otra vez la cláusula ceteris paribus.

Curva de oferta X0 = g (Px , todo lo demás constante)

Esto quiere decir que, a lo largo de una curva de oferta, varía el precio del bien pero no cambia la tecnología ni los impuestos sobre ventas ni el precio de los factores productivos ni el número de empresas que venden este producto.

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El estudio de las variables que pueden influir sobre la oferta de un bien permite diferenciar los efectos que tendrá sobre la curva de oferta un cambio en el precio del propio bien de los ocasionados por modificaciones del resto de las variables. Así, cuando cambia alguna de las variables distintas al precio del bien (y que se han considerado constantes al trazar la curva de oferta), como es el caso de la tecnología, los precios de los factores, los impuestos sobre la producción o en el número de empresas, la curva de oferta se desplazaría, cambiando su posición en el plano. En este caso, se dice que se ha producido una variación de la oferta. Por el contrario, cuando cambia el precio del bien en cuestión, la curva de oferta no se desplaza sino que se produce un movimiento a lo largo de la curva de oferta. En este caso se habla de variaciones de la cantidad ofrecida. Analicemos estos cambios con dos ejemplos:

a) ¿Cómo cambia la curva de oferta de bacalao si se incrementa el precio del

combustible de los barcos? El incremento del precio del combustible supone un encarecimiento de un factor de producción. Esto hace que, para un determinado nivel de precios, el margen que le queda al empresario se haya visto menguado, lo que lleva a que ahora los productores desean producir y vender menos bacalao que antes a cualquier precio. La curva de oferta se desplazará hacia la izquierda como queda recogido en la Figura 5.a. Podemos observar que, antes del cambio, los productores ofrecían la cantidad X0 a un precio P0 mientras que después del cambio, a este mismo precio P0 tan sólo ofrecen X1. Decimos entonces que se ha producido una variación de la oferta.

b) ¿Qué variaciones se producirán al disminuir el precio del bacalao? Si, tal como

recoge la figura 5.b, el precio del bacalao disminuye de P0 a P1, los productores reducirán la cantidad que desean producir y vender pero este movimiento tendrá lugar a lo largo de la curva. Ahora decimos que se ha producido una variación de la cantidad ofrecida.

Figura 5. Desplazamiento de la curva frente a movimiento a lo largo de la curva de oferta 5.a 5.b

P P

X X X0 X0 X1 X1

P0 P0

P1

O

O

O1

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3. EL EQUILIBRIO DEL MERCADO Una vez analizadas las intenciones de compradores y vendedores, es hora de ver como éstas interactúan entre sí. Para ello, continuaremos con nuestro ejemplo de la oferta y la demanda de bacalao. La tabla 3 presenta conjuntamente las tablas de oferta y demanda ¿Qué observamos cuando las comparamos? Que existen precios para los que las intenciones de compradores y vendedores no son compatibles ya que las cantidades demandas y ofrecidas no coinciden. También observamos que existe un precio para el que ambas intenciones son compatibles pues coinciden las cantidades demandas con las ofrecidas. Examinemos esto con mayor detalle. Tabla 3. Oferta y demanda de forma conjunta Precio del kilo de bacalao (Px)

Cantidades demandas de bacalao (Xd)

Cantidades ofrecidas de bacalao (Xo)

Situación

10 euros 1.000 Tn. 5.000 Tn. Exceso de oferta = 4.000 Tn. 8 euros 2.000 Tn. 4.000 Tn. Exceso de oferta = 2.000 Tn. 7 euros 3.000 Tn. 3.000 Tn. Demanda = oferta → equilibrio 6 euros 4.000 Tn. 2.000 Tn. Exceso de demanda = 2.000 Tn. 5 euros 5.000 Tn. 1.000 Tn. Exceso de demanda = 4.000 Tn.

Si el precio fuese de 10 euros, se ofrecerían 5.000 toneladas de bacalao pero tan sólo se demandarían 1.000. Por tanto, habría 4.000 toneladas que se quedarían sin vender. Decimos entonces que, a un precio de 10 euros, existe un exceso de oferta en una cuantía de 4000 toneladas. Por el contrario, si el precio fuese de 6 euros, se demandarían 4.000 toneladas pero tan sólo se ofrecerían 2.000. Por tanto, la gente sólo podría comprar 2.000 y los compradores se quedarían con deseos insatisfechos de comprar otras 2000. Decimos entonces que, a un precio de 6 euros, existe un exceso de demanda en una cuantía de 2.000 toneladas. Tan sólo el precio de 7 euros puede colmar los deseos de compradores y vendedores conjuntamente, ya que a este precio lo que se desea vender coincide con lo que se desea comprar. Este precio para el que coincide la cantidad demandada con la cantidad ofrecida se denomina precio de equilibrio. En el precio de equilibrio no hay exceso de oferta ni exceso de demanda. Observamos en la tabla que a precios superiores existe exceso de oferta mientras que a precios inferiores hay exceso de demanda. La cantidad, tanto ofrecida como demandada, que corresponde al precio de equilibrio (3.000 toneladas) se denomina cantidad de equilibrio. Existe exceso de demanda en un mercado cuando las cantidades demandadas superan a las cantidades ofrecidas y exceso de oferta cuando las cantidades ofrecidas son superiores a las cantidades demandadas. El precio de equilibrio es aquel al que coinciden las cantidades demandadas con las ofrecidas, es decir, aquel al que no existe exceso de oferta ni de demanda. Cuando el precio quede fijado en 7 euros diremos que el mercado se encuentra en equilibrio. Se define el equilibrio de mercado como aquella situación en la que coinciden las cantidades ofrecidas con las demandadas es decir, son compatibles los

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deseos e intenciones de compradores y vendedores. Esta situación también se conoce como vaciado de mercado, ya que ningún participante ha quedado con deseos insatisfechos de comprar o vender. Este concepto de equilibrio se denomina también equilibrio económico para distinguirlo de otros tipos de equilibrio que veremos más adelante. Al representar en un gráfico las curvas de oferta y demanda conjuntamente, puede observarse, como ocurre en la Figura 6, que el precio de equilibrio es aquel en que se cortan las curvas de oferta y demanda. También puede comprobarse gráficamente que a precios superiores al precio de equilibrio existe exceso de oferta ya que a estos precios la oferta queda más a la derecha que la demanda. Por el contrario, a precios inferiores al de equilibrio hay exceso de demanda ya que es la curva de demanda la que queda más a la derecha. Figura 6. El equilibrio de mercado El equilibrio de mercado es aquella situación en la que coinciden las cantidades ofrecidas con las demandadas, es decir, aquella en la que se establece el precio de equilibrio. Esta cantidad, tanto ofrecida como demandada, que corresponde al precio de equilibrio se denomina cantidad de equilibrio. Gráficamente, el equilibrio de mercado (y el precio de equilibrio) corresponden al punto en el que se cortan la curva de oferta y la de demanda. A precios superiores al de equilibrio existe exceso de oferta mientras que a precios inferiores hay exceso de demanda. La pregunta que debemos formularnos ahora es ¿cuál es el precio que fijará el mercado? Vamos a ver que este será el precio de equilibrio ya que existen fuerzas en el mercado que empujan hacia él. En concreto, si el precio es superior al de equilibrio existirán fuerzas que lo empujarán en sentido descendente. Por el contrario, si el precio es inferior al de equilibrio, estas fuerzas van a empujarlo en sentido ascendente. Observamos que si el precio es superior al de equilibrio, por ejemplo si el precio del bacalao fuese de 8 euros, los vendedores ofrecerían 4000 toneladas mientras que los consumidores demandarían sólo 2000 toneladas. Aparecería en este caso un exceso de oferta de producto. Los empresarios se percatan de que no pueden vender toda la cantidad que desean y tenderán a rebajar el precio del producto para poder venderlo. Según el precio va bajando las posiciones de oferentes y demandantes van acercándose

O

D

X

P

Exceso de oferta

Exceso de demanda

10

5

1.000 5.000

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ya que a precios menores los consumidores estarán dispuestos a consumir más mientras que los productores a producir menos. Mientras siga persistiendo el exceso de oferta, el precio irá bajando hasta que se alcance el precio de equilibrio. En este sentido puede argumentarse que el mercado tiende a empujar el precio hacia su nivel de equilibrio, que corresponde a 7 euros en este ejemplo. Lo contrario sucederá cuando el precio sea inferior al de equilibrio. A un precio de 6 euros la cantidad que los consumidores están dispuestos a adquirir es de 4000 toneladas, cifra que duplica las 2.000 toneladas que los productores están dispuestos a vender. Aparece entonces un exceso de demanda del bien. Ante esta situación los compradores observan que no pueden comprar todo lo que desean, lo que hace que algunos propongan unos precios superiores para asegurarse, de alguna manera, de que van a poder seguir consumiendo el producto en cuestión. Es fácil observar que según sube el precio las posiciones de oferentes y demandantes se van acercando. En la medida en que sube el precio los consumidores están dispuestos a comprar cada vez una cantidad menor del bien mientras que los productores tienen cada vez un incentivo a vender más. Mientras continúe manteniéndose el exceso de demanda, el precio seguirá subiendo y sólo se detendrá cuando desaparezca dicho exceso, es decir cuando se alcance el precio de equilibrio que es de 7 euros en este ejemplo. Por tanto, cuando el precio sea distinto del que corresponde al nivel de equilibrio, las fuerzas del mercado tenderán a empujarlo hacia este nivel. Dicho de otro modo, el precio en un mercado tenderá a aquel precio en el que se cortan la curva de oferta y la de demanda. Cuando el precio es superior al de equilibrio aparece un exceso de oferta y, como consecuencia, el mercado empuja este precio en sentido descendente. Si, por el contrario, el precio es inferior al de equilibrio, aparece un exceso de demanda y, como consecuencia, el mercado empuja el precio en sentido ascendente. Por tanto, el propio funcionamiento del mercado lleva a que el precio tienda hacia el de equilibrio y, con ello, que desaparezcan los posibles excesos de oferta y demanda del bien. ¿Cómo se produce en la realidad el ajuste hacia el equilibrio? El ajuste del precio hacia el equilibrio es visible en algunas ocasiones como subastas de objetos, lonjas de venta de pescado, bolsa de valores etc. En estos casos, los compradores y vendedores se reúnen en un lugar y momento determinados para fijar precios y cantidades. A veces, los bienes salen a la subasta con un precio inferior al de equilibrio, situación que genera un exceso de demanda. Esto lleva a que los compradores comiencen a pujar proponiendo precios más altos hasta llegar a un punto en el que los deseos de los agentes coinciden, es decir se llega a la situación que hemos descrito como de equilibrio. En otros casos, ocurre lo contrario, es decir la subasta comienza con un precio superior al de equilibrio, lo que genera exceso de oferta. Los vendedores, en este caso, van reduciendo el precio progresivamente hasta que algún demandante acepta comprar. Pocas veces, sin embargo, el mercado funciona a través de subastas que podamos observar. En general, nos encontramos con situaciones en que las pujas realizadas por demandantes u oferentes no son explícitas, de manera que no puede observarse el proceso de acercamiento hacia el punto de equilibrio, aunque desde un punto de vista económico exista realmente este proceso.

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Una vez que el mercado ha alcanzado el equilibrio se produce el intercambio. Ahora ya podemos hablar de cantidades compradas y cantidades vendidas, que son las realmente intercambiadas. Cuando el precio del bacalao se ha fijado en 7 euros, los consumidores están dispuestos a comprar 3.000 toneladas y compran 3.000 toneladas a 7 euros el kilo. Por su parte, los productores están dispuestos a vender 3.000 toneladas y venden 3.000 toneladas a 7 euros el kilo. Por tanto, una vez en el punto de equilibrio de mercado y realizado el intercambio, coinciden las cantidades demandadas, compradas, ofrecidas y vendidas: todas ellas son 3000, que en este caso es la cantidad de equilibrio. Una vez alcanzado el equilibrio, el mercado procede al intercambio en el que coinciden las cantidades ofrecidas, demandas, compradas y vendidas con la cantidad de equilibrio. Ya sabemos cómo establece el mercado el precio y la cantidad que se intercambia. Sin embargo, los precios cambian a lo largo del tiempo y se sabe que las cantidades que se compran y venden también lo hacen. Se trata ahora de averiguar las causas de estos cambios que, como veremos continuación, tendrán su origen en circunstancias que modifican el equilibrio de un mercado. Cuando estudiamos la demanda y la oferta, llegamos a la conclusión de que, para dibujar las correspondientes curvas, era necesario mantener constantes todas aquellas variables que pudieran afectar a la demanda o la oferta a excepción del precio del bien en cuestión. Es lo que conocíamos como la cláusula ceteris paribus ¿Qué ocurría cuando cambiaba el valor de alguna de estas variables? Que se desplazaba la curva, fuese esta la de oferta o la de demanda. Cuando consideramos el mercado, un desplazamiento de una de las curvas o de ambas a la vez va a modificar el equilibrio. Como resultado aparecerá uno nuevo en el que tanto el precio como la cantidad pueden ser distintos de los valores iniciales. Vamos a considerar dos ejemplos en los que se produce un cambio que desplaza alguna de las curvas. 1.- Variación del equilibrio de mercado por un desplazamiento de la curva de demanda hacia la derecha. Tal como puede observarse en la figura 7. el mercado del bien X (bien normal) se encuentra inicialmente en equilibrio con un precio P0 y una cantidad X0. Si aumenta la renta o ingresos de los individuos la curva de demanda se desplaza hacia la derecha. Tras este cambio, el precio inicial, P0, ya no seguirá siendo un precio de equilibrio ya que, a este precio, la nueva cantidad demandada X2 es superior a la ofrecida, que sigue siendo X0. Como consecuencia, el mercado comienza a empujar el precio en sentido ascendente hasta que, finalmente, el exceso de demanda desaparece y se alcanza un nuevo equilibrio allí donde se cortan la nueva curva de demanda con la curva de oferta. La nueva situación de equilibrio lleva asociados un mayor precio (P1) y una mayor cantidad (X1) respecto a la situación inicial. Los precios han funcionado en este caso transmitiendo información y creando incentivos para que los agentes económicos actúen. Al aumentar la disposición a comprar este bien por parte de los consumidores, el mercado debía trasmitir a los productores la información de que se requería más producto y, además, crear los incentivos para que los empresarios produjesen más. Esto ocurre cuando, debido al exceso de demanda, los precios comienzan a subir impulsando a los productores a vender más. Los precios tienen también la propiedad de racionar los bienes escasos: ante una situación de escasez, los precios reaccionan subiendo, por lo que algunos consumidores se retiran del mercado.

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Figura 7: Variación del equilibrio cuando aumenta la renta del consumidor y el bien X es normal 2.- Variación del equilibrio de mercado por un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha. Se produce una mejora tecnológica en la producción del bien X en un mercado que se encuentra inicialmente en equilibrio en el punto A. Este cambio genera un desplazamiento de la curva de oferta hacia la derecha. Como consecuencia, al precio inicial P0 aparece un exceso de oferta. Ahora, lo que los empresarios desean vender al precio P0, es decir, X2, es superior a la cantidad X0 que los consumidores desean adquirir. P0 ha dejado de ser un precio de equilibrio ya que ahora da lugar a un exceso de oferta. Como consecuencia, el mercado comienza a empujar el precio en sentido descendente hasta que, finalmente, desaparece este exceso de oferta y se alcanza un nuevo equilibrio allí donde se cortan la nueva curva de oferta con la curva de demanda. Comparando con la situación inicial, el nuevo equilibrio lleva asociados un precio inferior (P1) y una cantidad superior (X1). Los precios han funcionado, de nuevo, transmitiendo información y creando incentivos para que los agentes económicos actúen. El mercado debía trasmitir a los consumidores la información de que resulta ahora más barato y más fácil producir este bien y crear los incentivos para que los consumidores compren más. Esto ocurre cuando, debido al exceso de oferta, los precios comienzan a bajar impulsando a los consumidores a demandar más cantidad.

P

P1

P0

X0 X1 X2 X

O

D1

D0

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Figura 8: Variación del equilibrio cuando la curva de oferta se desplaza hacia la derecha. En los apartados anteriores se han estudiado situaciones en las que se producían excesos de oferta o de demanda transitorios que el mercado resolvía variando el precio hasta alcanzar un nuevo equilibrio. Vamos a ver en este apartado que algunas actuaciones de las autoridades pueden conducir a que estos excesos de oferta y demanda permanezcan indefinidamente. Concretamente, las autoridades pueden intervenir en el mercado mediante la regulación de precios, esto es, estableciendo un precio máximo (prohibición de vender a un precio superior al fijado) o un precio mínimo (prohibición de vender a un precio inferior al fijado). Estudiaremos por separado las consecuencias de cada uno de ellos y concluiremos que, cuando la cantidad ofrecida y la cantidad demandada sean diferentes entre sí, de forma permanente, va a predominar el lado corto, esto es, la menor de las dos cantidades es la que determinará la compra y la venta. También estudiaremos en que casos la regulación de precios es relevante para el mercado y en que casos es irrelevante. Un precio máximo constituye una prohibición de vender a precios superiores al establecido. Siguiendo con el ejemplo del mercado de bacalao ¿que sucedería si las autoridades estableciesen un precio máximo de 6 euros, prohibiendo la venta a un precio superior? Tal como se observa en la figura 9, a este precio (Pmax ) que es inferior al de equilibrio, la cantidad demanda, (4.000 Tn), supera a la cantidad ofrecida (2000 Tn). Ante este exceso de demanda, los precios subirían si se dejase al mercado actuar. Pero ahora esto no es posible ya que la prohibición impide que el precio supere los 6 euros. Ante esto, el precio se mantendrá en 6 euros. Con el precio máximo fijado en 6 euros ¿cuánto se va a comprar y a vender? Los consumidores comenzarán a comprar hasta que se acabe lo que ha salido al mercado, que es 2.000 toneladas. Por tanto, serán 2.000 toneladas las que se comprarán y venderán. Cuando no coinciden la cantidades demandadas y ofrecidas y los precios no pueden variar para ajustar esta diferencia, las compras y las ventas coincidirán con la menor de estas cantidades (el lado corto del mercado). En este caso, la cantidad comprada y vendida coincide con la ofrecida, que es el lado corto (2.000 toneladas). Sin embargo, como los consumidores siguen deseando 4.000 toneladas, continúa el exceso

P0

P1

X0 X1 X2 X

P

D

O

O1

20

de demanda. Como consecuencia del precio máximo, este exceso de demanda, de 2.000 toneladas, se ha convertido en permanente y hablamos ahora de escasez. No hay equilibrio económico ya que, aunque las cantidades compradas y las vendidas coinciden, las cantidades demandas y ofrecidas son diferentes. Existe, por tanto una situación de desequilibrio de mercado. Figura 9: Introducción de un precio máximo Pero queda aún una pregunta sin responder en esta situación ¿Cómo se repartirá esta mercancia escasa entre los consumidores? En nuestro ejemplo los compradores desean 4.000 toneladas pero tan sólo salen al mercado 2.000. Se mostró anteriormente que el mercado resuelve el problema de la escasez a través de los precios. Cuando una mercancía es escasa, la elevación del precio actúa como mecanismo de racionamiento impulsando a algunos compradores a retirarse. Finalmente, se lleva la mercancía los que están dispuestos a pagar más por ella. Sin embargo, con la introducción de un precio máximo el sistema de precios no puede funcionar adecuadamente y, por tanto, debe ser sustituido por otros sistemas de asignación diferentes del mercado. Por ejemplo, pueden aparecer colas, o filas de personas esperando en el exterior del comercio, de tal manera que se lleva la mercancía quien primero llega. Las colas constituyen un sistema de asignación alternativo al mercado: en lugar de llevarse la mercancía los que están dispuestos a pagar más, se la llevan aquellos que están dispuestos a esperar más tiempo. Adicionalmente a la regulación de precios, las autoridades pueden establecer el mecanismo de las cartillas de racionamiento, que limita la cantidad de un bien que puede comprar cada persona. Este mecanismo, alternativo al mercado, tiene el objetivo de repartir equitativamente el bien escaso entre los consumidores. En otras ocasiones pueden aparecer compradores y vendedores que no acaten la prohibición e, ilegalmente, compren y vendan al precio de equilibrio: en este caso se habla de mercado negro. Es fácil deducir que el establecimiento de un precio máximo superior al de equilibrio, no tiene efecto alguno en el mercado. La razón la encontramos en que el precio máximo prohibe vender a precios superiores a este nivel, pero permite vender a un precio inferior a él como sería, en este caso, el de equilibrio. Si se establece un precio máximo

Precio max=6

P

X

O

D

Precio eq=7

2.000 3.000 4.000

21

superior al de equilibrio, el mecanismo de mercado llevaría el precio hacia el de equilibrio. Diríamos en este caso que el precio máximo sería irrelevante para el mercado. Tan sólo es relevante el precio máximo cuando se sitúa por debajo del equilibrio. Cuando las autoridades establecen un precio máximo (o prohibición de vender a un precio superior al fijado) y este precio máximo es inferior al de equilibrio, se produce una situación de desequilibrio permanente en el que la cantidad demandada supera a la cantidad ofrecida (escasez). Las cantidades compradas y vendidas coincidirían con las ofrecidas, que en este caso constituyen el lado corto del mercado. Ante el exceso de demanda deben a aparecer otros mecanismos distintos del mercado (colas, cartillas de racionamiento etc.) para repartir el producto. Equilibrio económico frente a equilibrio contable. En el ejemplo de precio máximo que hemos analizado no existía equilibrio económico y, sin embargo, las cantidades compradas coincidían con las vendidas. Esta última situación se conoce como un equilibrio contable ¿Cuál es la diferencia con el equilibrio económico? Un mercado se encuentra en equilibrio económico (o simplemente en equilibrio) cuando coinciden las intenciones de los participantes, es decir, de consumidores (demanda) y de productores (oferta). Por tanto, siguiendo nuestras definiciones anteriores, esta definición de equilibrio se realiza utilizando variables deseadas (o planeadas), es decir variables que nos muestran lo que oferentes y compradores están dispuestos a hacer. Por el contrario, el equilibrio contable contempla la igualdad de variables que muestran lo que ocurre realmente en un mercado, como son las compras y las ventas. Este tipo de variables se denominaban variables medidas o contables. Como conclusión, el equilibrio económico, se refiere a la igualdad de variables deseadas, esto es, al hecho de que antes de que se lleven a cabo las acciones, las intenciones de las dos partes sean compatibles. Por el contrario, el equilibrio contable refleja el hecho de que las acciones coincidan, pero esto ocurre siempre ya que, por definición, las compras coinciden siempre con las ventas: no es posible un intercambio sin haya tanto un comprador como un vendedor. Por consiguiente, el concepto relevante de equilibrio en economía es el de equilibrio económico. Por su parte, un precio mínimo es una prohibición de vender a un precio inferior al establecido. Si se fija el precio mínimo (Pmin) del bacalao en 8 euros, aparecería un desequilibrio ya que los productores desearían vender 4.000 toneladas mientras que los consumidores sólo estarían dispuestos a comprar 2.000 toneladas (Figura 10). La cantidad máxima que puede intercambiar es el lado corto del mercado, que en este caso corresponde a la demanda (2.000 toneladas). Pero esta cantidad es inferior a la que ofrecen los productores a ese mismo precio (4.000 toneladas), apareciendo 2000 toneladas de pescado que, al no poder venderse, constituyen un excedente de producción.

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Figura 10: Introducción de un precio mínimo Paralelamente al caso anterior, la fijación de un precio mínimo inferior al de equilibrio no tendría efecto alguno. El mercado llevaría, en este caso, el precio hacia el de equilibrio. Diríamos en este caso que el precio mínimo sería irrelevante para el mercado. Tan sólo es relevante el precio mínimo cuando se sitúa por arriba del equilibrio. Cuando se fija un precio mínimo (o prohibición de vender a un precio inferior al fijado), y este precio mínimo es superior al de equilibrio, aparece un exceso de oferta permanente o excedente. Las cantidades compradas y vendidas coincidirían, en este caso, con las demandadas (lado corto). 4. EL EXCEDENTE DEL CONSUMIDOR El excedente del consumidor es la diferencia entre la cantidad que un individuo está dispuesto a pagar y la que realmente paga. En otras palabras, es el beneficio o valor total que reciben los consumidores por encima de lo que pagan por el bien. El excedente del consumidor se puede calcular muy fácilmente una vez se conoce la curva de demanda. Concretamente se obtendría por medio del área situada debajo de la curva de demanda y encima de la recta que representa el precio de compra del bien.

X

P O

D

Precio mínimo = 8

Precio equilibrio =7

2.000 3.000 4.000

23

Figura 11: El excedente del consumidor

El excedente del consumidor tiene importantes implicaciones en economía. Cuando se suman los excedentes del consumidor de muchas personas, se mide el beneficio agregado que obtienen los consumidores comprando los bienes en el mercado. Asimismo cuando se combina con el excedente de los productores, que definiremos en el apartado siguiente, es posible evaluar no sólo los costes y los beneficios de distintas estructuras de mercado sino también de las medidas económicas que alteran la conducta de los consumidores y de las empresas en el mercado. 5. EL EXCEDENTE DEL PRODUCTOR El excedente del productor es la diferencia entre el precio de mercado de un bien y el coste marginal de producción de todas las unidades producidas (como veremos en un posterior apartado, en un contexto de competencia perfecta, la curva de costes marginales corresponde a la curva de oferta de la empresa). Del mismo modo que el excedente del consumidor mide el área situada debajo de la curva de demanda del individuo y encima del precio del producto, el excedente del productor mide el área situada encima de la curva de oferta del productor y debajo del precio de mercado.

P

X

Precio de equilibrio

D

Excedente del consumidor

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Figura 12: El excedente del productor

Hemos visto en el apartado anterior que el excedente del consumidor mide el beneficio neto total de los consumidores, del mismo modo el excedente del productor es una medida análoga en el caso de los productores. Algunos empresarios producen unidades con un coste exactamente igual al precio de mercado. Sin embargo, otras podrían producirse con un coste inferior al precio de mercado y se producirían y venderían incluso aunque éste fuera más bajo. Por lo tanto, los productores disfrutan de un “excedente” por la venta de esas unidades. En el caso de cada unidad, este excedente es la diferencia entre el precio de mercado que percibe y el coste marginal de producir esta unidad. 6. LA FUNCIÓN DE UTILIDAD Y LAS CURVAS DE INDIFERENCIA Preferir exige tener criterio, esto es, ser siempre capaz de comparar dos alternativas o combinaciones de bienes. Es necesario, por tanto, que el consumidor sea capaz de ordenar, según su preferencia, todas las combinaciones de bienes, independientemente de que pueda adquirirlas o no. Para ello, ante cualquier par de combinaciones será siempre capaz de determinar si prefiere una de ellas, la otra o si es indiferente entre las dos. Esta propiedad de las preferencias se conoce como el principio de ordenación completa, ya que las combinaciones de bienes quedan completamente ordenadas según la preferencia del consumidor. Es importante señalar que las preferencias están siempre definidas entre todas las combinaciones de bienes, con independencia que sean accesibles o no. Por ello, las preferencias son independientes de los precios y de la renta.

X

O P

Precio de equilibrio

Excedente del productor

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Principio de ordenación completa de las preferencias

Ante dos combinaciones de bienes, por ejemplo Combinación A = (13 bocadillos, 6 refrescos) Combinación B = (3 bocadillos, 10 refrescos) el consumidor es capaz siempre de saber si a) prefiere A a B, b) prefiere B a A o c) es indiferente entre A y B. Cada individuo tiene sus propias preferencias. No obstante, existen algunas regularidades que permiten representar en un modelo algunas características que son comunes a todos los consumidores. En primer lugar, las preferencias, para ser consistentes, deben cumplir el principio de transitividad, esto es, ante tres combinaciones A, B, C si el consumidor prefiere la A a la B y prefiere la B a la C obligatoriamente debe preferir la A a la C. Lo mismo debe cumplirse cuando se mantiene indiferente entre A y B y le da igual B que C: entonces debe ser indiferente entre A y C. También debe cumplirse, por este principio, que si es indiferente entre A y B pero prefiere B a C debe preferir obligatoriamente A a C. En definitiva, la transitividad debe cumplirse para una relación de preferencia entre cestas de bienes, para una relación de indiferencia y para una combinación de ellas. Principio de transitividad de las preferencias. Ante tres combinaciones de bienes A, B, C Si prefiere A a B y prefiere B a C → preferirirá A a C Si es indiferente entre A y B y es indiferente entre B y C → será indiferente entre A y C Si prefiere A a B y es indiferente entre B y C → preferirá A a C Si es indiferente entre A y B y prefiere B a C → preferirá A a C Además, se observa generalmente que todos preferimos consumir más a consumir menos. Es lo que se conoce como el principio de no saturación. Este principio establece que el individuo preferirá aquellas combinaciones que incluyan mayor cantidad de ambos bienes a aquellas que contengan menor cantidad. Entre dos opciones que contengan la misma cantidad de uno de los bienes, el consumidor preferirá aquella que contenga mayor cantidad del otro bien.

1) Ante dos combinaciones de bienes A, B: A = (3 refrescos, 2 bocadillos ) B = (2 refrescos, 1 bocadillo) El consumidor preferirá A a B ya que la combinación A contiene una mayor cantidad de los dos bienes 2) Ante dos combinaciones de bienes C, D: C = (5 refrescos, 2 bocadillos )

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D = (5 refrescos, 1 bocadillo) El consumidor preferirá C a D ya que la combinación C contiene la misma cantidad de refrescos y una mayor cantidad de bocadillos. 3) Ante dos combinaciones de bienes E, F: E = (3 refrescos, 1 bocadillo) F = (4 refrescos, 1 bocadillo) El consumidor preferirá F a E ya que la combinación F contiene la misma cantidad de bocadillos y una mayor cantidad de refrescos Sin embargo, el principio de no saturación no puede aplicarse para comparar dos combinaciones en las que cada una de ellas contiene una mayor cantidad de un bien pero una menor cantidad del otro. Una forma muy ilustrativa de representar gráficamente las preferencias del consumidor consiste en tomar una cesta de bienes y buscar todas las demás combinaciones ante las que el individuo se encuentra indiferente a esta cesta. Una vez conocidas todas se trazaría línea que pase por todas. Este conjunto de combinaciones ante las que el consumidor se muestra indiferente se denomina curva de indiferencia. Una Curva de indiferencia representa el conjunto de combinaciones de bienes ante las que el consumidor es indiferente. ¿Cómo puede obtenerse una curva de indiferencia? En el ejemplo del individuo de nuestro ejemplo, ya conocemos dos: la J y la E pero se pueden encontrar más si se conocen las preferencias. Partiendo de la combinación J, que contiene 10 refrescos, 3 bocadillos se puede realizar un experimento hipotético: quitar al individuo un refresco (se queda con 9) y preguntarle cuantos bocadillos adicionales debe recibir para compensar esa pérdida. La respuesta podría ser, por ejemplo, 1. Existe entonces otra combinación indiferente a la anterior y será de 9 refrescos, 4 bocadillos. Puede seguirse el experimento quitando cada vez un refresco más y preguntando de nuevo. Tabla 4: Combinaciones de bienes ante las que el consumidor se muestra indiferente

Combinación

Refrescos Bocadillos

J 10 3 K 9 4 L 8 6 D 7 8 E 6 13

El consumidor del ejemplo se encontraría indiferente entre recibir a) 10 refrescos y 3 bocadillos (combinación J) o b) 9 refrescos y 4 bocadillos (combinación K) o c) 8 refrescos y 6 bocadillos (combinación L), etc. La curva de indiferencia obtenida, a la que llamaremos I1, puede representarse gráficamente como una línea decreciente y convexa hacia el origen, tal como se hace en la figura 13. Es decreciente porque el consumidor desea consumir los dos bienes, de manera que si pierde alguna cantidad de uno de ellos, hay que compensarle entregándole alguna cantidad del otro bien para que

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se mantenga indiferente. El motivo de la convexidad, esto es, de que la línea no sea una recta sino una curva combada hacia el origen se verá a continuación. Figura 13: Curva de indiferencia. El número de bocadillos que hay que entregar para compensar exactamente la pérdida de un refresco (y que el consumidor del ejemplo se mantenga indiferente) se denomina Relación Marginal de Sustitución (RMS) y puede calcularse como:

X∆Y∆

Xbien sadicionale unidadesYbien sadicionale unidadesRMS

eindiferent osemanteniénd eindiferent osemanteniénd

−=−=

El signo negativo delante de la fracción es simplemente una forma de garantizar que su signo será positivo ya que sin él el valor es negativo. La razón la encontramos en que, a lo largo de una curva de indiferencia cuando el incremento del bien X es positivo, el del bien Y será negativo y viceversa. Por propia definición, la relación marginal de sustitución coincide con la pendiente de la curva de indiferencia (en valor absoluto) ya que la pendiente de una curva se calcula dividiendo el incremento de la variable que se mide en ordenadas entre el incremento de la variable que se mide en abcisas.

La relación marginal de sustitución (RMS) indica el número de unidades de un bien con las que hay que compensar al consumidor por la pérdida de una unidad del otro bien, de forma que se mantenga indiferente con el cambio, es decir, sobre la misma curva de indiferencia. La RMS coincide con la pendiente de la curva de indiferencia en valor absoluto.

En la tabla 5 se recoge el cálculo de la relación marginal de sustitución para el caso anterior. Se observa que no siempre se compensa la pérdida de un refresco con la misma cantidad bocadillos. De hecho, hay que entregar al individuo tantos más bocadillos para

Bocadillos

Refrescos

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compensar la pérdida de un refresco cuantos menos refrescos le queden. Este es un fenómeno observado en las preferencias de los individuos: valoramos más una unidad del bien cuantas menos unidades tengamos de él. Dado que la pendiente de la curva de indiferencia coincide en valor absoluto con la relación marginal de sustitución, la consecuencia de que la relación marginal de sustitución vaya cambiando es que la curva de indiferencia no es ya una recta sino una curva convexa hacia el origen de coordenadas.

Tabla 5: La Relación Marginal de Sustitución

Una curva de indiferencia es decreciente y convexa hacia el origen. Esto se debe a que la Relación Marginal de Sustitución va cambiando a lo largo de una curva: hay que compensar al consumidor con un número mayor de unidades de un bien cuanto menos unidades le queden del otro bien. Tomando otra combinación inicial de bienes, por ejemplo la A en lugar de la J de la figura, es posible repetir el experimento y obtener otra curva de indiferencia, la I3 de la figura 14. El punto A es preferido al J dado que contiene mayor cantidad de los dos bienes (principio de no saturación). Aplicando el principio de transitividad también los puntos que son indiferentes a A (curva I3 ) serán preferidos a todos los que son indiferentes a J (curva I1). Realizando la misma operación con el punto C, que es preferido a J, pero menos preferido que A, se obtiene la curva de indiferencia I2. Todos los puntos de esta última curva son preferidos a los de la curva I1 pero menos preferidos que los de la I3. Variando la combinación inicial de bienes y repitiendo el experimento es posible obtener muchas más curvas de indiferencia. Todas ellas en su conjunto forman el mapa de curvas de indiferencia, que representa todas las preferencias del consumidor. El principio de no saturación y el de transitividad garantizan que las combinaciones de bienes de las curvas más alejadas del origen son preferidas a las de las más cercanas. A lo largo de la misma curva de indiferencia el consumidor es indiferente entre todas las combinaciones de bienes que la conforman.

Combinaciones de bienes ante las que el

consumidor se muestra indiferente

Aumento (∆) de refrescos y de

bocadillos

Relación marginal de sustitución

Refrescos Bocadillos ∆ Refrescos

∆ Bocadillos

RMS = − (∆Boc. /∆Ref.)

10 3 - - - 9 4 -1 1 1 8 6 -1 2 2 7 9 -1 3 3 6 13 -1 4 4

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Figura 14: Mapa de curvas de indiferencia ¿Pueden cortarse dos curvas de indiferencia? Dos curvas de indiferencia del mismo mapa no pueden cortarse. Si lo hiciesen no podrían cumplirse simultáneamente los principios de transitividad y no saturación. 7. LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA Observamos todos los días que cada persona, cada consumidor compra varios tipos de bienes, cada uno de ellos en una cantidad distinta. Nosotros mismos estamos decidiendo constantemente que productos compramos y que cantidad de cada uno de ellos. La elección del consumidor consiste precisamente en decidir las cantidades de cada uno de los bienes que se está dispuesto a comprar. Esta decisión consiste en varios pasos. El primero de ellos consiste en plantear las posibilidades: ¿qué puedo comprar y qué no? Esto se puede analizar considerando las posibles combinaciones o cestas de bienes. Una cesta o combinación de bienes está constituida por un conjunto de cantidades de todos los bienes posibles. Naturalmente que las cantidades de algunos bienes en la cesta pueden ser cero. Tres ejemplos de cesta o combinación de bienes: Primera combinación: 3 kg. de carne, 2 kg. de pescado, 8 manzanas y 5 naranjas. Segunda combinación: 5 kg. de carne, 4 kg. de pescado, 3 manzanas y 7 naranjas. Tercera combinación: 2 kg. de carne, 9 kg. de pescado, 6 manzanas y 6 naranjas. ¿Puede un consumidor comprar cualquier combinación o cesta de bienes? Naturalmente no, ya que sus ingresos son limitados y los productos tienen un precio no gratuito. Por ello, existirán unas combinaciones de bienes que están al alcance del individuo

Bocadillos

Refrescos

I3

I2 I1

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(accesibles) y otras que no (inaccesibles). La renta limitada y los precios de los productos determinan la restricción a la que se enfrenta el consumidor. ¿Qué combinaciones puede comprar el consumidor y cuales no? Analizaremos el problema aquí con un sencillo ejemplo en el que el consumidor elige tan sólo entre dos bienes.

Ejemplo: Un estudiante de hacienda pública dispone de una renta de 40 euros semanales. Puede gastarla en dos bienes: - Refrescos: precio de cada refresco, 2 euros. - Bocadillos: precio de cada bocadillo, 4 euros. Dados los precios, cada combinación de bienes representa un gasto. Este gasto está determinado por el número de unidades monetarias necesarias para adquirir cada combinación de bienes y podría calcularse sumando el gasto necesario para comprar los refrescos y el correspondiente a los bocadillos. Por su parte, el gasto en cada uno de los bienes puede calcularse multiplicando el precio del bien por el número de unidades que integran la cesta. Gasto en una combinación de bienes = gasto en refrescos + gasto en bocadillos Gasto en refrescos = (precio del refresco) x (número de refrescos) Gasto en bocadillos = (precio del bocadillo) x (número de bocadillos) La restricción del consumidor consiste en que su gasto total no puede superar su renta o ingresos. Así, si la renta es superior o igual al gasto, la combinación es accesible, esto es, puede ser comprada. Si la renta es inferior al gasto, la combinación es inaccesible: no puede ser comprada. Tabla 6: El conjunto presupuestario

Combi-nación

Número de

refrescos

Número de Bocadillos

Gasto en Refrescos Precio = 2

Gasto en bocadillos Precio = 4

Gasto total

Renta = 40 euros ¿accesible?

¿Pertenece al conjunto

presupuestario?

A 5 5 2 · 5 = 10 4 · 5 = 20 30 Accesible (Renta > Gasto) Si B 20 0 2 · 20 = 40 4 · 0 = 0 40 Accesible (Renta = Gasto) Si C 0 10 2 · 0 = 0 4 · 10 = 40 40 Accesible (Renta = Gasto) Si D 10 5 2 · 10 = 20 4 · 5 = 20 40 Accesible (Renta = Gasto) Si E 10 10 2 · 10 = 20 4 · 10 = 40 60 Inaccesible (Renta < Gasto) No F 5 10 2 · 5 = 10 4 · 10 = 40 50 Inaccesible (Renta < Gasto) No G 3 5 2 · 3 = 6 4 · 5 = 20 26 Accesible (Renta > Gasto) Si H 10 2 2 · 10 = 20 4 · 2 = 8 28 Accesible (Renta > Gasto) Si

Aquellas combinaciones que el consumidor puede comprar (accesibles) constituyen el conjunto presupuestario. En la tabla estas serían las combinaciones A, B, C, D, G, H aunque sería posible encontrar muchas otras. Por el contrario, las combinaciones inaccesibles se hallan fuera del conjunto presupuestario. Estas serían E, F aunque encontraríamos también más. El conjunto presupuestario está constituido por aquellas combinaciones de bienes que son accesibles para el consumidor.

31

Ahora bien, dentro de las combinaciones accesibles existen algunas en las que el consumidor no se gasta toda la renta, como pueden ser A, G, H. Si se decidiese por una de esas cestas, el consumidor se quedaría con algunos euros en el bolsillo después de comprar. Dicho de otra manera, no estaría comprando el máximo que le permiten sus ingresos. Por el contrario tendría que gastar toda su renta para adquirir las combinaciones (B, C, D). Estas cestas sí representan situaciones en las que el consumidor compra el máximo posible. En nuestro ejemplo, estas combinaciones se caracterizan porque el consumidor se gasta en ellas los 40 euros de que dispone. El conjunto de todas estas combinaciones de bienes en las que el consumidor se gasta toda su renta constituye la recta de balance o línea de presupuesto.

Las combinaciones máximas de bienes que el consumidor puede adquirir, son aquellas en las que se gasta toda su renta y constituyen la recta de balance o línea de presupuesto. Es posible representar gráficamente las posibilidades de este consumidor. Las combinaciones de la tabla anterior en las que el consumidor se gasta toda su renta, forman una recta decreciente (recta de balance) que corta los ejes en 20 refrescos y 10 bocadillos. Las combinaciones que resultan inaccesibles se sitúan a la derecha de la recta de balance mientras que las accesibles se sitúan sobre la misma recta, si el consumidor gasta toda su renta, o a la izquierda si no la gasta. Por tanto, gráficamente el conjunto presupuestario está constituido por los puntos del triángulo formado por la recta de balance y los ejes de coordenadas.

Figura 15: El conjunto presupuestario

Una propiedad de la recta de balance es que refleja la relación a la que se intercambian dos bienes en el mercado o precio relativo. Puede observarse tanto en la tabla como en la figura que, gastando toda su renta, si el consumidor desea un bocadillo adicional debe renunciar a dos refrescos o si desea un refresco adicional debe renunciar a medio bocadillo. Esto no es más que la relación a la cual el mercado intercambia los dos

Bocadillos

Refrescos

Combinaciones inaccesibles

Combinaciones accesibles

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bienes: un bocadillo por dos refrescos o un refresco por medio bocadillo. Esto resulta fácil de comprobar. Un vendedor de bocadillos que desease refrescos comprobaría que vendiendo un bocadillo obtendría 4 euros con los que podría comprar dos refrescos. Por su parte, un vendedor de refrescos que desease bocadillos comprobaría que vendiendo un refresco obtendría 2 euros con los que podría comprar medio bocadillo. La relación a la que se intercambian bocadillos por refrescos, esto es, el número de refrescos por un bocadillo puede calcularse dividiendo el precio de los bocadillo por el de los refrescos (4 euros / 2 euros = 2 refrescos por bocadillo) y viceversa (2 euros / 4 euros = ½ de bocadillo por refresco). Como se verá en el siguiente apartado con mayor profundidad, este precio relativo queda reflejado por la pendiente de la recta de balance, esto es, la disminución del número de bocadillos cuando los refrescos aumentan en una unidad que en este caso es de ½ .

¿A qué relación intercambia el mercado los dos bienes? Si el precio del bocadillo es 4 euros y el del refresco 2 euros:

a) ¿Cuántos refrescos se intercambian por un bocadillo?

Un bocadillo ⎯⎯⎯ →⎯ a vendese 4 euros ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ →⎯ comprarpermiten que dos refrescos:

1 bocadillo ⎯⎯⎯⎯⎯ →⎯ por aintercambi se 2 refrescos

Puede calcularse como precio del bocadillo / precio del refresco = 4 / 2 = 2

Precio relativo (o relación de intercambio) = 2 refrescos por cada bocadillo

b) ¿Cuántos bocadillos se intercambian por un refresco?

Un refresco ⎯⎯⎯ →⎯ a vendese 2 euros ⎯⎯⎯⎯⎯⎯ →⎯ comprarpermiten que medio bocadillo:

1 refresco ⎯⎯⎯⎯⎯ →⎯ por aintercambi se ½ bocadillo

Puede calcularse como precio del refresco / precio del bocadillo = 2 / 4 = ½

Precio relativo (o relación de intercambio) = ½ bocadillo por cada refresco

La pendiente de la recta de balance refleja el precio relativo de dos bienes, esto es, la relación a la cual estos dos bienes se intercambian en el mercado. Con el fin de que nuestro análisis sirva para estudiar cualquier par de bienes, desarrollaremos aquí un enfoque más general y formalizado del ejemplo anterior. Para ello, en lugar de un ejemplo concreto consideraremos el caso genérico de un consumidor que dispone de unos ingresos o renta (R) para gastar en dos bienes (X, Y) cuyos precios son respectivamente Px , Py . Llamando X a la cantidad que compra del bien X e Y a la correspondiente cantidad del bien Y, el gasto total en el que incurre el consumidor es Gasto total = Px · X + Py · Y:

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La situación del consumidor es:

Dispone de una renta o ingresos = R Elige entre dos bienes: X, Y X – cantidad del bien X Y – cantidad del bien Y Px – Precio del bien X Py – Precio del bien Y Gasto en el bien X = Px · X Gasto en el bien Y = Py · Y Gasto total = (gasto en el bien X) + (gasto en el bien Y) = Px · X + Py · Y Para el ejemplo del estudiante del apartado anterior, llamando a los refrescos X, llamando Y a los bocadillos y siendo 2 euros el precio de los refrescos y 4 euros el de los bocadillos, el gasto total sería: Gasto total = 2 X + 4 Y La restricción que limita el comportamiento de este consumidor consiste en que no puede gastar más que la renta (R) que posee. Por tanto, el conjunto de combinaciones accesibles de bienes X, Y estará formado por todas aquellas cestas cuyo gasto asociado no supere la renta del consumidor esto es: R ≥ Px · X + Py · Y (Renta o ingresos ≥ Gasto total en los dos bienes) La anterior expresión se conoce como la restricción presupuestaria del consumidor. La renta del consumidor se considera dada y los precios de los bienes los determina el mercado. Por tanto, los precios de los bienes y la renta son las constantes de la ecuación. Las combinaciones de X, Y que satisfacen la anterior expresión constituyen el conjunto presupuestario o combinaciones de cantidades de estos dos bienes que el individuo puede comprar. En el ejemplo del apartado anterior, en el que el estudiante dispone de 40 euros, la restricción y el conjunto presupuestario se expresan como: 40 ≥ 2 X + 4 Y El conjunto presupuestario reúne a todas las combinaciones de bienes que son accesibles para el consumidor dados los precios de los bienes (Px , Py ) y la renta o ingresos del consumidor (R ). Su expresión analítica se obtiene como el conjunto de combinaciones de X,Y que cumplen la restricción presupuestaria, esto es, R ≥ Px · X + Py · Y , siendo el segundo miembro el gasto total en los dos bienes. Las cantidades máximas de bienes que puede adquirir el consumidor serán aquellas en las que gaste toda su renta:

R = Gasto total

34

R = Px · X + Py · Y Estas combinaciones constituyen la recta de balance o línea de presupuesto. Esta recta representa la frontera de posibilidades de adquisición de bienes por parte del consumidor y puede escribirse también, despejando la cantidad de Y como:

XPP

PRY

y

x

y

−=

Para el ejemplo del estudiante que elegía entre bocadillos y refrescos, la expresión de la recta de balance será:

40 = 2 X + 4Y o, también Y = 10 − 0,5 X Esta recta de balance puede representarse mediante un gráfico en el que el eje de abcisas mide las cantidades del bien X y el eje de ordenadas las cantidades del bien Y. Como se observa en la figura 16, la recta de balance corta al eje de ordenadas en R/Py que es la cantidad máxima del bien Y que el consumidor puede comprar cuando no compra ninguna unidad del bien X. Un significado similar tiene R/Px que es el lugar donde la recta de balance corta al eje de abcisas y representa el número máximo de unidades del bien X que el consumidor puede adquirir si no compra ninguna unidad del bien Y. La recta de balance es la frontera del conjunto presupuestario pues separa las combinaciones accesibles (aquellas situadas sobre la recta de balance y a la izquierda de ella) de las inaccesibles (las situadas a la derecha). Estas últimas combinaciones están fuera del alcance del consumidor ya que su adquisición requiere un gasto que es superior a la renta que posee el consumidor. ¿Dónde corta la recta de balance a los ejes de coordenadas? Si el consumidor se gasta toda su renta o ingresos en el bien X (no compra nada de Y), entonces

R = Px · X + Py · 0 ; R = Px · X por tanto xP

RX =

Si el consumidor se gasta toda su renta o ingresos en el bien Y (no compra nada de X), entonces

R = Px · 0 + Py · Y; R = Py · Y por tanto yP

RY =

Conclusión: la recta de balance corta a los ejes en R/Px , R/Py En el ejemplo del estudiante con 40 euros y Px = 2 , Py = 4, los puntos de corte son: Cantidad máxima de X = 40 / 2 = 20 ;

35

Cantidad máxima de Y = 40 / 4 = 10 La pendiente de la recta de balance (en valor absoluto) puede calcularse como la cantidad representada por el punto de corte con el eje de ordenadas dividida por la cantidad representada por el punto de corte con el eje de abcisas:

y

x

x

y

PP

PRPR

absoluto)(en valor pendiente ==

La pendiente representa el precio relativo de ambos bienes, esto es, el número de unidades del bien Y que se intercambian por una unidad del bien X en el mercado. En el ejemplo de los refrescos y los bocadillos, la pendiente de la recta de balance es ½ ya que cada refresco se intercambia por medio bocadillo. Figura 16: La recta de balance La recta de balance está constituida por las combinaciones de bienes que son accesibles para el consumidor cuando se gasta toda su renta. Forma, por tanto, la frontera superior del conjunto presupuestario. Su expresión algebraica es: R = Px . X + Py . Y. Los puntos de corte con los ejes de ordenadas y abcisas son respectivamente R/Py , R/Px La pendiente de la recta de balance (en valor absoluto) representa el precio relativo de ambos bienes (Px / Py) . El consumidor ya sabe lo que puede comprar y lo que no puede. También conoce la relación a la cual se intercambian los bienes. Pero esta situación no se mantiene siempre igual. De hecho, los precios varían con cierta frecuencia y los ingresos del individuo

X

Y

R/PX

R/PY

PX/ PX

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pueden cambiar también. Los cambios de precios pueden dar lugar a una variación de los precios relativos de los bienes y, al modificar el gasto asociado a cada combinación de bienes, pueden hacer que las posibilidades del consumidor se modifiquen. Algunas combinaciones que antes podían ser compradas pueden resultar inaccesibles después del cambio o viceversa. Por su parte, los aumentos o disminuciones de la renta llevarán a que el consumidor vea ampliadas o reducidas las combinaciones accesibles respectivamente. En resumen, la recta de balance (y con ella el conjunto presupuestario y las posibilidades del consumidor) se mueve cuando cambian los precios o la renta. Lo más sencillo para averiguar lo que ocurre en cada caso es prestar atención al movimiento que se produce en la recta de balance. Así, sabiendo que los puntos de corte con los ejes son (R/Px R/Py) cada cambio en precios y renta permitirá conocer la variación de dichos puntos de corte y dibujar la nueva recta. Es necesario entonces responder, ante cada cambio, a las dos preguntas siguientes: a) ¿Se han ampliado o se han reducido las posibilidades de elección del consumidor

después del cambio? Si la recta de balance se desplaza hacia la derecha, aumentando el tamaño del conjunto presupuestario y posibilitando al individuo acceder a combinaciones de bienes que antes eran inaccesibles, diremos que se han incrementado las posibilidades del consumidor o que ha aumentado su poder adquisitivo. Si, por el contrario, la recta de balance se desplaza hacia la izquierda, reduciendo el tamaño del conjunto presupuestario e impidiendo al individuo acceder a combinaciones de bienes que antes eran accesibles, diremos que se han reducido las posibilidades del consumidor o que ha disminuido su poder adquisitivo.

b) ¿Han cambiado los precios relativos de los bienes? Dado que la pendiente de la recta

de balance refleja los precios relativos de los bienes ( Px /Py), cuando la recta cambie de pendiente los precios relativos variarán. En concreto, si la recta de balance se vuelve más plana podemos afirmar que el bien X se ha abaratado relativamente con respecto al bien Y o, lo que es lo mismo, que el bien Y se ha abaratado relativamente con respecto al bien X. Lo contrario concluiríamos si la recta hace más inclinada. Si la recta de balance se desplaza paralelamente, la pendiente no cambia y los precios relativos se mantienen.

8. EL EQUILIBRIO DEL CONSUMIDOR

La economía propugna la racionalidad de los agentes económicos: fijado su objetivo los agentes pondrán los medios necesarios para lograrlo. En el caso del consumidor, se considerará que este puede elegir entre diversas combinaciones de cantidades de bienes. De este modo, el individuo a) ordenará las alternativas de consumo según sus preferencias b) se planteará sus posibilidades, limitadas por unas restricciones (su renta es limitada y los bienes no son gratuitos ya que tienen un precio positivo) y c) efectuará la elección de aquella opción que prefiere dentro de las posibilidades que tiene. Así se hablará de un comportamiento maximizador sujeto a unas restricciones. Cuando cambien las restricciones, es decir, varíen los precios de los bienes o la renta, cambiará también la elección del individuo. Un aumento de los ingresos, o renta del consumidor, incrementará las posibilidades de elección permitiendo pasar a otra opción de consumo que antes era imposible. Las posibilidades de consumo se reducirán, por el contrario, cuando se incremente el precio de uno de los

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bienes consumidos. En este caso, manteniéndose los ingresos constantes, el sujeto podrá comprar menos cantidades de bienes que antes. La racionalidad consiste en una forma de comportamiento en la que existe coherencia entre los fines que desean conseguirse y los medios que se ponen para lograrlos. El consumidor toma su elección guiado por unas preferencias y limitado por unas restricciones: elige lo que prefiere dentro de lo que puede. ¿Cómo elige el consumidor? Si es racional, entre dos combinaciones accesibles elegirá la que prefiere. Ahora bien, si la que prefiere es inaccesible, es decir, no puede comprarla por no disponer de los recursos suficientes, tendrá que elegir la otra. La elección considerará simultáneamente lo que se desea y lo que se puede alcanzar. La racionalidad del consumidor llevará a que éste elija lo que más prefiera dentro de sus posibilidades. Figura 17: La elección del consumidor. Entre las combinaciones que han sido señaladas con una letra, el consumidor prefiere, en primer lugar, la combinación A, que está sobre la curva de indiferencia más alejada del origen. Su preferencia segunda se encuentra en los puntos C, B, la tercera en los puntos D, E, F, J y en último lugar los puntos G, H. En lo que a las posibilidades se refiere, las combinaciones C, D, E, G, J resultan accesibles (ya que se encuentran en el interior del conjunto presupuestario o en su frontera) mientras que el resto de las combinaciones se encuentran fuera de las posibilidades del consumidor.

X

Y

R/PX

R/PY

I4

I3

I1

I2

A

B

C

D

E

F

H

JG

38

Tabla 7: Preferencias, posibilidades y elección.

Combinación Orden en la preferencia

Posibilidades Elección (cantidades demandadas)

A 1º inaccesible B 2º inaccesible C 2º accesible Xc ,Yc D 3º accesible E 3º accesible J 3º accesible F 3º inaccesible G 4º accesible H 4º inaccesible

¿Cual es la combinación más preferida dentro del conjunto presupuestario? El punto C, aquel en el que una curva de indiferencia es tangente a la recta de balance: es el punto dentro del conjunto presupuestario en el que se alcanza la curva de indiferencia más alejada del origen. Existen mejores opciones para el consumidor pero no son alcanzables con su renta. Se le presentan también al consumidor otras opciones alcanzables pero son menos preferidas. Este punto C se denomina punto óptimo o de equilibrio del consumidor y define las cantidades del bien “X” y las cantidades del bien “Y” que el consumidor demanda, que en este caso serán (Xc,Yc). La condición de tangencia en la elección permite utilizar una conocida propiedad geométrica: en el punto de tangencia las pendientes de la curva de indiferencia y de la recta de balance son equivalentes. Por tanto, en este punto, la relación marginal de sustitución (pendiente de la curva de indiferencia) es igual al cociente de precios de los bienes o precio relativo (pendiente de la recta de balance). Por tanto, en este punto, se cumple que la relación a la que el consumidor está dispuesto a sustituir los dos bienes y mantenerse indiferente es exactamente igual a la relación que se intercambian los bienes en el mercado. En el punto óptimo se verificará que:

y

x

PPRMS = (en el punto que elige el consumidor)

Elección del consumidor: el consumidor elige aquel punto en el que una curva de indiferencia es tangente a la recta de balance. En este punto óptimo la relación marginal de sustitución es igual al precio relativo de los bienes. La combinación elegida representa la demanda de ambos bienes. Una vez que el consumidor ha elegido su combinación óptima y, por tanto, su demanda de los dos bienes, esta elección puede variar cuando cambien las condiciones que determinan sus posibilidades, esto es, cuando cambie su renta o el precio de los bienes. En algunos casos se producirán cambios que, por ampliar sus posibilidades, permitirán al consumidor elegir otra combinación más preferida pero que antes era inaccesible. En otros casos, los cambios reducirán las posibilidades del consumidor, que ya no podrá seguir eligiendo la combinación anterior y tendrá que trasladarse a otra menos preferida.

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Ante un incremento de su renta, la recta de balance se desplaza hacia la derecha incrementándose las posibilidades de elección del consumidor. Después del cambio se puede acceder a combinaciones de bienes que están situadas en curvas de indiferencia superiores y, por tanto, son preferidas a la que eligió con anterioridad. Vamos a considerar ahora el efecto que, sobre la elección del consumidor, tiene la variación del precio de uno de los bienes. Al aumentar el precio del bien X, la recta de balance girará en el sentido de las agujas del reloj. Las posibilidades de elección del consumidor han disminuido. El óptimo se sitúa ahora en un punto en el que el individuo demanda una menor cantidad del bien X. La cantidad demandada del bien X disminuye como consecuencia del incremento de precio. Dado que tan solo ha variado el precio del bien X y todas las demás variables (el precio del bien Y, la renta) se han mantenido constantes (ceteris paribus), es posible construir un gráfico que recoja la relación de causalidad entre la variación del precio del bien X y la variación de su cantidad demandada. En este gráfico la combinación inicial de precio y cantidad y la combinación final, que hemos obtenido, son dos puntos distintos de una curva de demanda individual. Variando de forma continua el precio del bien y observando las cantidades elegidas del bien X sería posible trazar la curva de demanda del bien X para el consumidor que hemos considerado, tal como se hace en la siguiente figura. Figura 18: La curva de demanda La curva de demanda individual de un bien puede trazarse modificando el precio de ese bien, manteniendo el resto de los precios y la renta constantes, y observando las nuevas cantidades de ese bien que el consumidor elige. La curva de demanda de mercado de un bien se obtiene como la agregación de las demandas de ese bien por parte de todos los individuos. La cantidad demandada a un

D

P

X

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precio determinado es la suma de las demandas de todos los individuos participantes en el mercado a ese precio.

9. LAS DECISIONES DE PRODUCCIÓN DE LA EMPRESA

Cuando se observa el comportamiento de los agricultores al vender sus productos, se advierte una diferencia fundamental con respecto a los empresarios industriales: mientras que éstos últimos suelen tener cierta capacidad (que puede ser mucha o poca) para fijar el precio de sus productos, los agricultores, por lo general, deben vender al precio que marca el mercado, sin posibilidad de alterarlo. Estos sectores en los que el productor carece de posibilidades para afectar al precio de su producto se denominan mercados de competencia perfecta. En este apartado estableceremos las características que definen estos mercados y estudiaremos el comportamiento de las empresas que participan en ellos. ¿Cómo se comporta la empresa que actúa en un mercado de competencia perfecta? La economía considera que el objetivo de la empresa es la obtención de un máximo beneficio, siendo éste la diferencia entre los ingresos por ventas y los costes de producción. Dado que el objetivo de la empresa es obtener el beneficio económico máximo y no puede afectar al precio del producto, el comportamiento racional llevará a fijar el nivel de producción que maximiza el beneficio, dado el precio vigente en el mercado. Este nivel de producción óptimo para la empresa es el que se trataremos de determinar en los apartados siguientes. En el modelo que vamos a desarrollar sobre la competencia perfecta consideraremos una serie de condiciones que posee este tipo de mercado. Todas estas condiciones de los modelos raramente se cumplen de forma estricta en la realidad, pero la capacidad explicativa se mantiene en la medida en que las características de los mercados reales se asemejen a los supuestos ideales del modelo de competencia perfecta.

Características de los mercados de competencia perfecta Las características de los mercados de competencia perfecta surgen de la respuesta a las cuatro preguntas siguientes: 1.- ¿Cuántas empresas participan en el mercado? En un mercado de competencia perfecta actúa un gran número de empresas. Cada una de ellas vende una cantidad que representa una proporción muy pequeña en el total. Por tanto, el mercado está atomizado. Es por ello muy importante distinguir, en este mercado, la situación de una empresa de la situación general del sector. 2.- ¿El producto obtenido por todas las empresas es idéntico? Los bienes generados por todas las empresas en un mercado de competencia perfecta son idénticos, es decir, los consumidores no son capaces de identificar la empresa que ha fabricado un producto ni de distinguirlo de los que producen otras. Por tanto, en un mercado competitivo se producen y venden bienes homogéneos. 3.- ¿Qué grado de capacidad tiene cada empresa para fijar el precio del producto cuando actúa individualmente? Dado que el producto es homogéneo y el mercado se encuentra atomizado, ninguna empresa puede influir, individualmente, sobre el precio de venta. Se

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dice, por ello, que las empresas competitivas deben aceptar el precio que marca el mercado o que ningún participante tiene poder de mercado. Cada empresa vende su producto al precio que ha fijado el equilibrio de mercado ¿Por qué a ese precio y no a cualquier otro? Si esta empresa aplica un precio superior al de mercado, da por hecho que no va a poder vender nada de su producción, puesto que los consumidores saben que hay otras empresas que están elaborando un producto idéntico y lo venden a un precio menor. 4.- ¿ Existen barreras de entrada o salida del sector? No. Cualquier empresa que lo desee puede entrar o salir del mercado. Por tanto, la competencia perfecta se caracteriza por la inexistencia de barreras de entrada. Esta característica se conoce también como libre concurrencia. No obstante, las empresas no pueden cambiar instantáneamente de sector ya que necesitan un tiempo para hacerlo. Por ello, se define el corto plazo en un mercado competitivo como aquel en el cual las empresas no pueden entrar o salir de un sector mientras que se define el largo plazo como aquel en el que se puede entrar o salir. Un mercado de competencia perfecta se caracteriza por la participación de un elevadísimo número de empresas que venden productos homogéneos. Cada empresa representa una parte minúscula de la producción total: el mercado está atomizado. Ninguna empresa puede influir sobre el precio del producto, que viene fijado por el mercado. Las empresas pueden entrar y salir libremente del sector ya que no existen barreras de entrada, es decir,

hay libre concurrencia. Sin embargo, dado que hace falta un tiempo para poder cambiar de

sector, esta libre concurrencia no se materializa a corto plazo sino a largo plazo.

Por razones de simplificación, en el mercado en competencia perfecta se introducirán dos supuestos adicionales. El primero de ellos es que todos los agentes que participan en un mercado, ya sean consumidores o productores, tienen información perfecta, es decir, "todos conocen todo de todos". El segundo de los supuestos es que las empresas son idénticas, esto es, todas tienen las mismas funciones de producción y costes. Aunque no se haga referencia explícita, siempre se aplicarán estos dos supuestos para construir los modelos. Al igual que cualquier otra empresa, el objetivo de la empresa en competencia perfecta es la maximización del beneficio económico. Dado que los precios están dados, la empresa fijará el nivel de producción que haga máximo este beneficio. Se trata entonces de averiguar cual es este nivel de producción. Es importante insistir en que, en adelante, el concepto de beneficio de una empresa estará referido al beneficio económico (no al beneficio contable) y se calculará como la diferencia entre los ingresos y los costes económicos (no los costes contables).

La empresa en competencia perfecta tiene como objetivo la maximización del beneficio económico, que se calcula como la diferencia entre los ingresos totales y los costes totales económicos. Beneficio económico = Ingresos de la empresa − Costes totales (económicos) El primer paso para analizar los beneficios es estudiar la evolución los costes y de los ingresos de la empresa y su relación con el nivel de producción.

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Los ingresos de la empresa están constituidos por el número de unidades monetarias (euros) que la empresa obtiene cuando vende su producción. Es posible reproducir para los ingresos el análisis realizado para el producto y los costes. Así, se definirán para los ingresos unas magnitudes totales, medias y marginales. El ingreso total (IT) se calcula como resultado de multiplicar el precio de venta (P) por la cantidad vendida (X). La empresa competitiva no tiene poder alguno para fijar el precio de venta del bien por ella elaborado, es decir, lo toma como dado. Por ello, al analizar el comportamiento de la empresa, el precio (P) se considera una constante, una magnitud que queda fuera de la capacidad de decisión de la empresa.

Ingreso Total = Precio de venta por Cantidad vendida IT = P · X El Ingreso Medio (IMe) muestra la cantidad que la empresa obtiene, por término medio, por cada unidad vendida del producto. Se calcula dividiendo el ingreso total entre el número de unidades producidas y vendidas.

producidas unidades de Número totalIngreso = medio Ingreso = Precio del producto

Si la empresa vende todas las unidades del producto al mismo precio, el ingreso medio siempre es igual al precio. El Ingreso Marginal (IMg) es la cantidad en que se incrementa el ingreso total de una empresa cuando la producción aumenta en una unidad. Se calcula dividiendo el incremento del ingreso total entre el incremento del número de unidades producidas.

producto del Precio producidas unidades de número del Aumento

totalIngreso del Aumento = marginal Ingreso =

Si la empresa no tiene capacidad para afectar al precio del producto (competencia perfecta), el ingreso marginal coincide con el precio. El motivo consiste en que, como ya hemos señalado, en competencia perfecta la empresa vende siempre al mismo precio, con independencia del número de unidades vendidas. Así, si aumenta en una unidad la producción, sus ingresos se incrementan justo en lo que recibe por esa unidad adicional, que es el precio. Los mercados no competitivos se van a caracterizar justo por lo contrario, es decir, porque el precio y el ingreso marginal serán distintos. Realizando el mismo tipo de análisis para los costes tenemos que: El coste total esta constituido por el valor total de los factores que utiliza la empresa. El coste medio o unitario mide el coste promedio por unidad de producto. Si llamamos X al volumen de producción tenemos que:

Coste totalCoste medio = Número de unidades producidas

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Por último el coste marginal muestra el incremento del coste total cuando aumento en una unidad el producto. El coste marginal puede definirse también como el coste de la última unidad producida.

Aumento del coste totalCoste marginal = Aumento del número de unidades producidas

¿Qué cantidad producirá la empresa en competencia perfecta en el corto plazo? Vamos a considerar que el mercado competitivo ha fijado un determinado precio para el producto y que, dado que nos encontramos a corto plazo el número de empresas es fijo. Por tanto, la empresa individual tomará el precio como dado y establecerá el nivel de producción que haga máximo el beneficio. Para determinar este nivel de producción óptimo utilizaremos el ejemplo recogido por la siguiente tabla. Una empresa que produce caramelos conoce los costes totales, en euros, que implica producir cada cantidad. El precio al que puede vender cada tonelada es de 5 mil euros, independientemente del número de unidades producidas ¿Qué cantidad producirá esta empresa?

Tabla 8: Elección de la empresa competitiva Producción (Toneladas

de caramelos)

Coste Total

(Miles de euros)

Coste total medio

(Miles de euros)

Coste Marginal (Miles de

euros)

Precio

(Miles de euros)

Ingreso Total

(Miles de euros)

Ingreso Marginal (Miles de

euros)

Beneficio (Miles de

euros)

Aumento del Beneficio

(Miles de euros)

1 14 14,0 -- 5 5 5 − 9 -- 2 19 9,50 5 5 10 5 − 9 +1 3 22 7,33 3 5 15 5 − 7 +2 4 24 6,00 2 5 20 5 − 4 +3 5 25 5,00 1 5 25 5 0 +4 6 27 4,50 2 5 30 5 3 +3 7 30 4,29 3 5 35 5 5 +2 8 34 4,25 4 5 40 5 6 +1 9 39 4,33 5 5 45 5 6 0 10 45 4,50 6 5 50 5 5 −1 11 52 4,73 7 5 55 5 3 − 2 12 60 5,00 8 5 60 5 0 − 3 13 69 5,31 9 5 65 5 − 4 − 4 14 79 5,64 10 5 70 5 − 9 − 5 15 90 6,00 11 5 75 5 − 15 − 6

El beneficio se obtiene, para cada nivel de producción, como la diferencia entre el valor de los ingresos totales y el correspondiente a los costes totales. Puede observarse que la producción que hace máximo el beneficio es aquella en la que el precio (que coincide siempre con el ingreso marginal) se iguala con el coste marginal. La empresa en competencia perfecta obtiene un beneficio máximo cuando fija el nivel de producción que iguala el precio al coste marginal. La condición de máximo beneficio se expresa como: P = CMg No obstante, resulta más ilustrativo estudiar el caso de una empresa que se plantea la fijación del nivel de producción como una decisión secuencial. Es decir, partiendo de

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cero unidades, decide sucesivamente si aumentar en una unidad adicional su nivel de producción o no hacerlo, de manera que cuando decide no aumentarlo más, es ese el nivel de producción que ha fijado ¿Cuándo decidirá seguir aumentando la producción? Siempre que esa unidad adicional haga crecer el beneficio ¿Cuándo decidirá no producir esa unidad adicional? Cuando producirla no incremente ya el beneficio o lo haga disminuir. Ya que el beneficio es la diferencia entre el ingreso y el coste, para saber si este beneficio aumenta o disminuye, la empresa debe comparar el ingreso que proporciona esa unidad adicional con el coste que supone. Si aporta más ingreso que coste, el beneficio crecerá y la empresa decidirá producir esa última unidad. Si aporta más coste que ingreso, el beneficio disminuirá y la empresa decidirá no producirla. Lo relevante es entonces preguntarse cuales son los ingresos y costes nuevos por cada unidad adicional. Dado que el ingreso marginal coincide con el precio, es precisamente el precio la aportación a los ingresos de la última unidad producida. Por su parte, el coste de producción de la última unidad es el coste marginal, que sería su aportación a los costes. En competencia perfecta, la última unidad producida aporta a los ingresos de la empresa un valor equivalente al precio mientras que el coste de producción de esta última unidad es el coste marginal. ¿Debe la empresa producir una unidad adicional? Si el precio es superior al coste marginal el empresario advierte que puede incrementar su beneficio al aumentar su producción en una unidad ya que lo que obtiene en ingresos por esa última unidad (el precio) es superior a lo que le cuesta producirla (el coste marginal). Por tanto, en este caso la empresa decidirá producir esta unidad adicional. Si el precio es igual al coste marginal el empresario percibe que el beneficio no varía al aumentar su producción en una unidad ya que lo que obtiene en ingresos por esa última unidad (el precio) es igual a lo que le cuesta producirla (el coste marginal). Por tanto, en este caso, la empresa será indiferente entre producir o no esta unidad adicional. Sin embargo, cuando el precio es ya inferior al coste marginal, la empresa observa que al aumentar la producción en una unidad su beneficio disminuye ya que lo que obtiene por esa última unidad (el precio) es inferior a lo que le cuesta producirla (el coste marginal). Por tanto, en este caso, la empresa decidirá no producir ya esta última unidad. Como conclusión, el beneficio crece hasta el punto en el que el precio es igual al coste marginal y disminuye a partir de este punto. Por consiguiente, el beneficio es máximo en el punto en el que se igualan precio y coste marginal. Será en este punto donde la empresa decida no producir la unidad adicional fijando aquí su producción.

10. LA CURVA DE OFERTA DE LA EMPRESA COMPETITIVA Si la empresa competitiva intenta maximizar sus beneficios, elegirá su nivel de producción en aquel punto en que el precio sea igual al coste marginal. Este es el nivel de producción que se conoce como óptimo o de equilibrio de la empresa. Individualmente la empresa no puede modificar el precio pero, pueden ocurrir circunstancias en el mercado que lleven a una variación del precio. Si esto ocurre y el precio varía, la empresa modificará su nivel de producción para seguir maximizando su beneficio. En efecto, tal como ilustra la Figura 19, si el precio fuese P1 la empresa decidiría producir X1, mientras que si el mercado

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llevase el precio a P2, la empresa desearía aumentar la producción hasta X2, dado que en ambos casos se igualaría el precio al coste marginal de producción. Figura 19: La curva de oferta de la empresa competitiva Si, la curva de oferta es aquella que mostraba la cantidad que los vendedores estaban dispuestos a producir y vender a cada precio del producto, ahora se comprueba que la curva de coste marginal de una empresa competitiva recoge exactamente la misma información que la curva de oferta, pero en este caso para una empresa individual. Se considera, por tanto, que la curva de oferta de la empresa competitiva coincide con la curva de coste marginal. 11. LA FRONTERA DE POSIBILIDADES DE PRODUCCIÓN La Frontera de Posibilidades de Producción es un modelo que indica las combinaciones máximas de bienes que puede producir una sociedad con unos factores de producción y una tecnología dados. Cuando el análisis se simplifica a dos bienes, esta frontera puede representarse gráficamente como una curva cóncava hacia el origen de coordenadas que separa las combinaciones accesibles (las situadas sobre la frontera o a la izquierda de esta) de las combinaciones accesibles (aquellas situadas a la derecha de la frontera)

O

X

P

P1

P2

X1 X2

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Figura 20: La frontera de posibilidades de producción Las combinaciones de producción accesibles pueden clasificarse en: a) ineficientes, que son aquellas situadas a la izquierda de la frontera y en las que la

sociedad no utiliza todos los recursos o lo hace de una forma inadecuada. b) Eficientes, situadas sobre la frontera y en ellas la sociedad utiliza todos los recursos de

la mejor manera posible. La pendiente de la frontera (Relación Marginal de Sustitución Técnica, RMST) ilustra el concepto de coste de oportunidad de producir una mayor cantidad de uno de los bienes, que es la cantidad del otro bien a la que hay que renunciar. Este coste de oportunidad es creciente ya que en general, las unidades adicionales de un bien que se desean obtener van costando cada vez más unidades del otro bien. Tanto la concavidad como el coste marginal creciente (que son manifestaciones del mismo fenómeno) tiene su origen en la ley de rendimientos decrecientes. La ley de rendimientos decrecientes sostiene que si se produce con cantidades fijas de un factor y se van añadiendo unidades sucesivas de otro factor, llegará un momento a partir del cual los incrementos de la producción serán cada vez menores. La frontera de posibilidades de producción se desplaza hacia la derecha, aumentando las posibilidades de una sociedad, cuando aumentan los recursos disponibles o mejora la tecnología. No se desplaza cuando la sociedad decide utilizar recursos que se encontraban ociosos.

Alimentos

Vestidos

Combinaciones inaccesibles

Combinaciones accesibles

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Figura 21: Desplazamientos de la frontera de posibilidades de producción.

V.- BIBLIOGRAFÍA BÁSICA BLANCO J.M y J. AZNAR (2004) INTRODUCCIÓN A LA ECONOMÍA. McGraw Hill MANKIW N.G. (2004) PRINCIPIOS DE ECONOMÍA. McGraw Hill PINDYCK R.S y D.L. RUBINFELD (2001) MICROECONOMÍA. Prentice Hall. ROSEN (2002) HACIENDA PÚBLICA. McGraw Hill

VI.- ACTIVIDADES El seguimiento de los materiales debería ser teórico-práctico, es decir, estudiar el concepto y aplicarlo a las cuestiones o ejercicios que a continuación se proponen.

VII.- EJERCICIOS

1.- Comente la veracidad o falsedad de las siguientes afirmaciones: • La curva de demanda nos indica las cantidades que los individuos compran a

cada nivel de precios. • La diferencia entre una curva y una función de demanda es que la primera se

puede representar gráficamente y la segunda no. • Si el bien X es inferior, al incrementarse la renta su curva de demanda se

desplazará hacia la izquierda.

Vestidos

Alimentos

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• Si disminuye el precio de la gasolina, es de esperar que la curva de demanda de automóviles se desplace hacia la izquierda.

2.- Señale los desplazamientos de la curva de oferta del bien Y si:

• Disminuye el precio de las materias primas. • Aumenta el precio del bien Y • Aumentan los salarios de los trabajadores. • Disminuyen las tarifas eléctricas que pagan las empresas.

3.- Suponga que el mercado del café es competitivo. Analice los efectos que sobre el precio y la cantidad de equilibrio tienen los cambios que se citan a continuación describiendo el proceso generado hasta alcanzar el nuevo equilibrio. Utilice gráficos: a) Se incrementan los salarios de los trabajadores agrícolas. b) Aumenta la renta de los individuos (se considera que el café es un bien inferior) c) Se descubre una semilla más productiva. 4,- Dibuje en un gráfico una curva de oferta y otra de demanda. Establezca un precio máximo inferior al de equilibrio y señale en el gráfico: a) la cantidad demandada. b) La cantidad ofrecida. c) La cantidad comprada. d) la cantidad vendida. La cantidad comprada y vendida coinciden, ¿por qué? Se le ocurre alguna situación en que esto no ocurra. 5.- Suponga que el Sr Z consume 20 litros de gasolina a la semana. Se establece un impuesto de la gasolina del 10%. Utilizando el concepto de excedente del consumidor muestre cómo ha evolucionado el bienestar del Sr Z. 6.- Comente la veracidad o falsedad de las siguientes afirmaciones:

• Que un consumidor prefiera una cosa u otra depende sólo de los precios. • Una curva de indiferencia es un conjunto de combinaciones de bienes ante las

consumidor se muestra indiferente. • Todas las combinaciones de consumo accesibles para el consumidor están

situadas sobre la recta de balance. • Se dice que el consumidor es racional porque no gasta toda su renta sino que

ahorra para situaciones futuras. 7.- Comente la veracidad o falsedad de las siguientes afirmaciones:

• Si dos individuos compran combinaciones distintas de bienes podemos decir que tienen diferentes gustos.

• El consumidor racional elegirá siempre aquella combinación de bienes en la que la curva de indiferencia más alejada posible del origen toque al conjunto presupuestario.

8.- Suponga que el consumidor X cuenta con una renta R y los precios de los dos bienes que puede comprar son Px y Py. a) Dibuje la restricción presupuestaria y señale algunas combinaciones de bienes que puede comprar y otras que no.

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b) Dibuje los desplazamientos de la recta de balance ante: • Un incremento de Px • Un incremento de la renta. • Un incremento de los precios Px y Py.

c) Dibuje una situación en la que el consumidor X estaría maximizando su utilidad daba la restricción presupuestaria definida en el apartado a. 9.- Explique la diferencia entre beneficio económico y beneficio contable. 10.- Explique los motivos por los que un empresario maximizador del beneficio en un mercado competitivo producirá aquella cantidad que iguale el precio al coste marginal. 11.- ¿Por qué la curva de costes marginales es la curva de oferta de la empresa competitiva? 12.- Comente la veracidad o falsedad de las siguientes afirmaciones:

• La frontera de posibilidades de producción se desplaza hacia la derecha si aumentan los recursos productivos.

• Se produce con eficiencia cuando es posible aumentar la producción de todos los bienes.

• Cuando disminuye el desempleo de un país, la frontera de posibilidades de producción se desplaza hacia la derecha.

VIII.- SOLUCIONES A LOS EJERCICIOS Con el propósito de que la comunicación entre profesora y alumno sea lo más constante y fluida posible, se considera pertinente que el alumno se ponga en contacto con la profesora para obtener las soluciones de este primer bloque de ejercicios.