TELAM Suplemento Literario 29032012 17

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GUSTAVO NIELSEN El futuro del pasado por Margarita Gutman Página 4 MARIO GOLOBOFF Museo de la novela de la Eterna , de Macedonio Fernández Página 3 SUPLEMENTO LITERARIO TÉLAM I REPORTE NACIONAL AÑO 1 I NÚMERO 17 I JUEVES 29 DE MARZO DE 2012 por Osvaldo Picardo fama La cuesta ¿Quién lee poesía? M e encuentro con un amigo escritor. No es ni muy joven ni muy viejo, está en esa difícil balanza de los 40. Ha publicado hace menos de un año un quinto libro de poemas y se muestra desilusionado con los pobres resultados. Su queja es la misma queja que vengo escuchando desde siempre. “Nadie lee poesía, ni los poetas”. A ese comenta- rio, no es raro que se añada otro en que se descalifica la poesía de alguno publicada en un suplemento literario o en algu- na revista. Esa clase común de contradicción siempre surge en medio de una encendida e idealizada apología del gé- nero lírico o también, de una corriente estética que se siente desplazada o ninguneada. Que “nadie lee poesía” es por lo tanto, una verdad a medias y una simplificación de las numerosas ilusiones del escritor de versos. SIGUE EN LA PÁGINA 2

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La fama cuesta de Osvaldo Picardo

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  • GUSTAVO NIELSEN

    El futuro del pasado porMargarita Gutman

    Pgina 4

    MARIO GOLOBOFF

    Museo de la novela de la

    Eterna, de MacedonioFernndez

    Pgina 3

    SUPLEMENTO LITERARIO TLAM I REPORTE NACIONAL AO 1 I NMERO 17 I JUEVES 29 DE MARZO DE 2012

    por Osvaldo Picardo

    famaLa

    cuesta

    Quin lee poesa?

    Me encuentro con un amigo escritor. No es ni muy joven ni muy viejo, est en esa difcil balanza de los 40. Ha publicado

    hace menos de un ao un quinto libro de poemas y se muestra desilusionado con los pobres resultados. Su queja es la

    misma queja que vengo escuchando desde siempre. Nadie lee poesa, ni los poetas. A ese comenta-

    rio, no es raro que se aada otro en que se descalifica la poesa de alguno publicada en un su plemento literario o en algu-

    na revista. Esa clase comn de contradiccin siempre surge en medio de una encendida e idealizada apologa del g-

    nero lrico o tambin, de una corriente esttica que se siente desplazada o ninguneada. Que nadie lee poesa es por

    lo tanto, una verdad a medias y una simplificacin de las numerosas ilusiones del escritor de versos. SIGUE EN LA PGINA 2

  • 2 REPORTE NACIONAL SLT JUEVES 29 DE MARZO DE 2012

    Cuando esto sucede, trato deentender sin dejarme confundirpor la fama pasajera del espect-culo, o simplemente, por la envi-dia a la que dedic Pablo Nerudauna verborrgica y desmedidaOda: Escrib, escrib slo/ parano morirme./ Y entonces/ ape-nas/ mis versos de muchacho/desterrado/ardieron/en la calle, /me ladr Teodorico/ y me mor-di Ruibarbo.

    La verdad corroborable es quela poesa no es en nuestros tiemposun gnero en igualdad de condi-ciones con la narrativa, as comotampoco lo es la narrativa con res-pecto al cine o el deporte. Hoy, enese sentido, Borges, lgicamenteestara ensombrecido por RogerWaters o Lionel Messi. De esto,don Jorge Luis era muy conscien-te cuando afirmaba que Cervantesfue casi invisible para sus contem-porneos. No se puede pretenderlo contrario, sino corriendo el se-rio riesgo de ingresar de urgenciaa un centro de salud mental.

    Pero adems del reclamo nar-cisista, el aspecto de inequidad ge-nrica se mezcla, en ocasiones,con el intento de definir qu cosaes la poesa: una discusin ontol-gica y/o metafsica llena de capri-chos que no tienen manera de re-solucin sino personal y relativa,antes que universal y absoluta. Laspolmicas ocultan en realidad, unsimblico asalto al poder en unamedida minscula y grosera pa-ra acceder a los medios de comu-nicacin, suplementos literarios,crtica especializada, editorialesextranjeras, premios, becas y sub-sidios. Pocas veces, en la actuali-dad, la polmica entre poetas su-pera el carcter gregario del reba-o o la manada, y aunque sus pro-tagonistas sean jvenes o viejos,nada tiene que ver el anacrnico yremanido problema generacio-nal, ni mucho menos una lecturaatenta de la poesa que se ha recha-zado o legitimado. Hay una ten-dencia a agruparse, a pertenecer ya identificarse que surge del ham-bre de reconocimiento y llega aparecerse a una enfermedad, sinlmites de edad.

    El filsofo David Hume (s.XVIII), segn lo hall citado haceunos das, reconoca en su Auto-biografa, que el deseo de la fama

    profesores e investigadores uni-versitarios. La dependencia quese genera de esta manera entreunos y otros, no posibilita escri-bir o leer con claridad y enteraconciencia.

    El territorio postergado y mar-ginal del gnero lrico, tiene granparte de su misteriosa singularidadencerrada en esa misma margina-lidad y postergacin. Al contrariode lo que se busca, la soledad y laindiferencia en que se concibe ydesarrolla una obra, muchas vecesalimenta la creacin y la fortalece.Horacio Preler (La Plata, 1929) esun poeta con una decena de librospublicados a lo largo de su vida, eneditoriales sin gran resonancia enel mercado y sin ningn xito deventa. No creo que haya apareci-do en la televisin, en los suple-mentos literarios de los principa-les diarios o en alguna tesis demaestra o doctorado. Su ltimo li-bro La vida se interrogame lo trajo,este verano, un amigo comn,tambin poeta, desde la ciudad delos tilos. As es como circula la ma-yor parte de la poesa argentina, demano en mano y a veces, por co-rreo postal o electrnico.

    Quiero compartir un poemade Preler, de su nuevo libro. Creoque el significado de sus palabrasest fuertemente vinculado a laexperiencia de ellas, pero sin lle-gar a traducirla, sin acabar decompletar el sentido. Y es ah, eneso mismo donde la poesa es mscompleta, porque es siempre loque queda por venir. El poema sellama Espejo sin habitante y dice:Las palabras cayeron sobre lanoche/ pero las horas corrieronigual en el reloj./ Un perro ladra-ba en la oscuridad/ y la lluvia con-tinuaba cayendo/ sobre los te-chos de la ciudad./ Desde hacemucho/ el tiempo doblaba laapuesta./ Solo los recuerdos per-manecen intactos/ royendo la os-cura corteza del pasado./ Qu haquedado de todo?/ Unas mone-das viejas,/ algunas fotografasdesteidas,/ la letra de una tristecancin./ Todo lo dems ser unespejo sin habitante/ todo lo de-ms morir en el olvido..

    No pude leerlo sino hasta ha-ce unas noches. Leer la poesa deotro implica no slo tiempo sinola disposicin de entender que al-go est por ocurrir en nosotros yque eso antes no nos haba ocurri-do. No siempre este horizonte deexpectativas se cumple, perocuando ocurre no se olvida qucosa es la poesa.

    Antes de correr la cortina frente a las calas

    la velocidad se congel en el aire.

    Primero fue uno borroneando las alas

    en el hilo desatado ante un gladiolo.

    El otro cay al lado en rebote pausado

    y giraron trenzando el tallo de la tarde.

    No los habas visto hasta entonces. Luego

    leste que tienen corazones enormes

    para el tamao diminuto de sus cuerpos.

    Y tambin

    que mueren de quietud durante el sueo.

    VIENE DE TAPA

    PICAFLORESPOEMA DE OSVALDO PICARDO

    OSVALDOPICARDO

    Quin lee poesa?

    literaria, pasin que me dominmuchas veces, no ha avinagradoen ningn momento mi nimo, apesar de mis frecuentes desenga-os. El vinagre del que habla, ascomo los desengaos frecuentes,provienen desde hace siglos delmundo de las letras. Entre los mu-chos casos, recuerdo los cincoaos que Fray Luis de Len per-maneci en una celda de la Inqui-sicin donde, por ejemplo, escri-bi: Aqu la envidia y la mentira/me tuvieron encerrado./ Dichosoel humilde estado/ del sabio quese retira/ de aqueste mundo mal-vado,/ y con pobre mesa y casa / enel campo deleitoso / con slo Diosse compasa,/ y a solas su vida pa-sa,/ ni envidiado ni envidioso.

    Los intereses cortesanos y lasintrigas de aqueste mundo mal-vado llevaron a Quevedo y Gn-gora al exacerbado arte de la inju-ria. Hay un soneto imperdible deQuevedo contra Gngora, enque aqul lo define magistral-mente como ste, en quien hoylos pedos son sirenas....

    Borges tambin, segn BioyCasares, fue implacable con Cor-tzar o Sbato. A El tnel lo desca-lifica como una obrilla y a Casatomada como un cuento fracasa-do. Los casos pueden llegar anuestros das sin demasiado esfuer-zo de la memoria. Todos conoce-mos algn chisme del ambienteque puede daar a algn colega;aunque, entre nosotros, es siemprems comn el boicot del silencio.

    Dejando de lado, por un mo-mento, el catlogo de ejemplos denuestras debilidades humanas,me parece mejor preguntar qu eslo que se espera cuando se escri-be. La enorme diversidad de jui-cios estticos en la historia y andentro de nuestra contempora-neidad dificultan encontrar unaregla que sirva para comprendercon algn fundamento el valor dela poesa. No hay veredicto un-

    nime, libre de prejuicio e inte-reses. Es por eso que mi ami-go escritor y sus colegas noentienden sino que la nicaforma de alcanzar valor lite-rario debe estar decidida-mente en procurarse laaceptacin de los dems.Se vive entonces, depen-diente de la opinin ajena,

    como lo hace una vecinachismosa, y se reclama la

    aprobacin de un pblico queapenas si existe entre condes-

    cendientes amigos poetas, crti-cos rudimentarios de revistas y

    famaLa

    cuesta

  • verosmil, lo pueril verosmil.Macedonio impugna la con-

    cepcin antropocntrica del per-sonaje como sujeto de aventurasen un mundo semejante al real.Crea el personaje que no existe,Deunamor, el No Existente Ca-ballero, cuya consistente fantasaes garanta de firme irrealidad, yjunto a l los personajes efecti-vos, los personajes frgiles, losdesechados ab initio y muchosotros por el estilo, donde no faltatambin el personaje perfecto,por genuina vocacin, contentode ser personaje, y cuyo nombrees, naturalmente, Simple.

    Descentra lo personal de la re-gin del arte, postula un extraa-miento: lo que para el marxistaBertolt Brecht fue necesidad dedistanciamiento y de objetividaddel espectador, con el objeto delograr una correcta elaboracindel juicio crtico y una participa-cin ms consciente en la vida so-cial, para el as catalogado idea-lista Macedonio fue tambin im-periosa necesidad de problemati-

    zacin, de separacin, de lucidez:En el momento en que el lectorcaiga en la Alucinacin, ignomi-nia del Arte, yo he perdido, no ga-nado lector/.../...ante lo difcilque es evitar la alucinacin de rea -lidad, mcula del arte, he creadoel nico personaje hasta hoy na-cido, cuya consistente fantasa esgaranta de firme irrealidad en es-ta novela indegradable a real: elpersonaje que no figura.

    Museo termina con un Pr-logo final titulado Al que quieraescribir esta novela, y donde, an-ticipndose en muchos aos aUmberto Eco, deja autorizado atodo escritor futuro de impulso ycircunstancias que favorezcan unintenso trabajo, para corregirlo yeditarlo libremente, con o sinmencin de mi obra y nombre.No ser poco el trabajo. Suprima,enmiende, cambie, pero si acaso,que algo quede.

    Fue un adalid de subversionesculturales y literarias en pocas deanhelo de otras transformacio-nes, de otros cambios queridos.

    Museo de la novela de la Eterna, de Macedonio Fernndez

    JUEVES 29 DE MARZO DE 2012 SLT REPORTE NACIONAL 3

    Museo de la novela de laEternaes un texto queMacedonio pensaba

    publicar y hacer vender junto aAdriana Buenos Aires; este llevaracomo subttulo ltima novelamala y aqul primera novelabuena, con un prlogo en co-mn titulado Lo que nace y loque muere; en comn, ya que enel proyecto macedoniano no setrataba de dos textos sino de unosolo, el que justamente demos-trara en esa indisolubilidad suconsistencia. No sabemos quimpedimentos frustraron la em-presa; acaso para la poca fueradescabellada.

    Public No toda es vigilia la delos ojos abiertos (1928), Papeles de re-cienvenido (1929), Una novela quecomienza (1941). El texto que pormuchos motivos se considera ma-yor, Museo de la novela de la Eterna(1967, pstumo), se debe al gene-roso trabajo de busca, recopila-cin y ordenamiento seguido porsu hijo, Adolfo de Obieta. Es unaelaboracin terico-prctica ad-mirable (y anticipada en dcadasa las reflexiones del Nouveau Ro-man, que revolucionaron la escri-tura de la novela) sobre el arte deescribir, el tema en la narracin,sus personajes, su autor. Museo...es una novela en la que poco secuenta, y a travs de sus 56 prlo-gos, 20 captulos y algunos ttulosaislados, se intenta dar cuerpo a loque bien ha llamado No Jitrik lanovela futura.

    Porque lo que se pone en telade juicio, en la redaccin misma,es la concepcin de la novela. Nocaben, con referencia al arte o a lanarrativa, las ms mnimas dudasen el espritu de Macedonio; suspersonajes son caballeros-no-existentes, puesto que l no con-funde los planos: Yo quiero queel lector sepa siempre que est le-yendo una novela y no viendo unvivir, no presenciando vida, yms adelante justifica sus accionespara desafiar con lo artstico lo

    MACEDONIO. UNA ELABORACIN SOBRE EL ARTE DE ESCRIBIR, EL TEMA NARRATIVO, LOS PERSONAJES Y EL AUTOR.

    BRIZUELA. UNA MISMA NOCHE.

    En su flamante novela El espritu de mis padres sigue subiendoen la lluvia, Patricio Pron vincula una multiplicidad deregistros de la crnica a la catarsis y de la novela policial a labiografa que le permiten resignificar la historia de su padre,un militante cuyas ideas marcaron el pulso de la vida familiar,atravesada por el miedo y el horror impuesto por la dictadura.La novela, recin editada por el sello Mondarori, se inicia

    UNA NOVELA SOBRE LAS TRAMAS DE LA MEMORIA

    cuando un joven escritor radicado en Europa regresa a laArgentina para acompaar a su padre enfermo: as, loslargos tiempos de la agona se convertirn en un pretextopara indagar en la biografa paterna, atravesada por lamilitancia y la vida en clandestinidad durante la ltimadictadura militar.

    JULIETA GROSSO

    MARIOGOLOBOFF

    Yo quiero que el lector

    sepa siempre que est

    leyendo una novela y no

    viendo un vivir, no

    presenciando vida.

    E l escritor argentino Leo-poldo Brizuela fue galar-donado este lunes con el Pre-mio Alfaguara de Novela2012 dotado con 175.000 d-lares por su obra Una mismanoche, una reflexin sobre ladictadura militar que fue ele-gida entre los 785 manuscritospresentados.

    El jurado, presidido por laescritora espaola Rosa Mon-tero e integrado por MontxoArmendriz, Lluis Morral,Jurgen Dormagen, AntonioOrejudo y Pilar Reyes, realizel anuncio a travs de una vi-deoconferencia desde Madridde la que participaron en si-multneo distintos pases deAmrica Latina, entre ellos laArgentina, que cont con lapresencia del ganador ni biense conoci el fallo.

    Presentada bajo el ttulo Larepeticin, la novela cuenta la his-toria de un escritor que un da estestigo de un asalto a la casa desus vecinos por parte de la poli-ca y ese incidente abre el diquede sus recuerdos: en el ao1976, durante la dictadura mi-litar, esa misma casa haba sufri-do un ataque.

    De este modo, Leonardo, elnarrador de la historia, un escri-tor de 40 aos, decide escribiruna novela para rescatar y exor-cizar ese pasado que dej unahuella imborrable en su memo-ria de adolescente, una histo-ria inspirada en hechos rea les,revel el propio Brizuela.

    LeopoldoBrizuela ganel PremioAlfaguara deNovela 2012

  • El futuro medido me-diante el deshojado delas flores es tan azaro-so como las chances en

    la ruleta: si te toca par, no te quie-re, si te toca impar, s. Es como elfuturo que encuentra Margaritaen sus hallazgos; algo de mequiere, algo de no me quiere:una hiptesis caprichosa que talvez nunca se convierta en maa-na, pero que es lindo practicarlapara mantener alerta la fe. Tengouna pila de libros en mi bibliote-ca sobre el ao 2000 escritos enlos sesenta y setenta; casi ningnautor acert nada. Pero quin lesquita lo bailado de haber imagi-nado lo que vendra relajada ydespreocupadamente, por as de-

    cirlo: a pata suelta. Y de vez encuando aparece algo que se cum-ple, entonces, chapeau!.

    Gutman es una investigadorade la UBA, pero tambin es unaMargarita que predice el futuro.Los libros de Gutman nos tienenacostumbrados a una incertidum-bre divertida y son volmenes demuchos ptalos. Tengo dos arri-ba de mi escritorio Buenos Aires1910: Memoria del porveniry el re-ciente Buenos Aires, el poder de laanticipacin. El primero es el cat-logo de una hermosa muestra queGutman hizo en el Abasto. Estauspiciado por la universidad p-blica, el Fondo Nacional de lasArtes y el Iied (Instituto Interna-cional de Medio Ambiente yDesa rrollo de Amrica Latina).

    los medios de difusin masiva deotra poca, donde a los redacto-res y a la gente les importaba elprogreso con verdadera euforia.Se podra decir que esperabancon ansiedad esos futuros, casi todos optimistas y benignos.Desho jando la margarita sin de-jar de creer en que ella nos ama.Progreso!, esa palabra que noshabamos olvidado en la memo-ria, y pareca imposible de resuci-tar para la Argentina. Ese sustan-tivo maravilloso que nos incorpo-ra al mundo con holgura, como eldel futuro que pas que muestranestos libros. Hecho por argenti-nos con imaginacin y polenta.

    Argentinos que fueron, comotambin seremos nosotros, untiempito en el tiempo.

    Casi todos los temas all tratadosen textos, fotos y grabados sonacerca de la vida de porteos e in-migrantes en 1910. Los ttulosson: Puertas del ro y puertas dela tierra, Vivir en los barrios,Construir la gran capital, Laeuforia del centenario. Es en es-te ltimo captulo que al libro se

    le cuelan veinte pginas descri-biendo la idea que esos porteostenan del 2010. Son extractos denotas y dibujos de Caras y Caretas,La vida moderna, P.B.T. y pginasdel almanaque Peuser. Hay gen-te volando, puentes inmensos,trfico desquiciado, dirigibles,veredas mviles, mquinas impo-sibles y autopistas en las alturas.Hay chistes, pero tambin hay di-bujos de arquitectos. Como dis-

    puesta a cumplir el presagio de loque vendra, Margarita Gutmanedit una ilustracin de ArturoEusevi fechada el 25 de mayo de1910 para la tapa: rascacielos, ca-lles areas y varios niveles de ciu-dad en altura. Esas 20 pginas en600 le comieron el libro.

    Sabra Margarita que su pr-

    ximo proyecto estara integradosolamente por notas e imgenesdel futuro metropolitano en el pri-mer centenario? Las 20 pginascrecieron hasta ser 800, y el pua-do de imgenes del libro anteriorse convirti en un par de cientosseleccionadas de ms de 7.000 re-vistas locales y extranjeras que cir-cularon por nuestra ciudad hasta1920. Muestran la diversidad, lacreatividad, el humor y la excita-cin que manifestaban las mlti-ples expectativas de un promisoriofuturo urbano, dice la contratapade la preciosa edicin de Infinito.

    Las imgenes de este libropueden predecir mucho o nada.No son una investigacin sobre elfuturo, solamente opiniones en

    GUSTAVO NIELSEN

    CONTRATAPA

    El futuropor Margarita Gutman

    4 REPORTE NACIONAL SLT JUEVES 29 DE MARZO DE 2012 DIRECTOR DEL SUPLEMENTO LITERARIO TLAM: CARLOS ALETTO SLT.TELAM.COM.AR

    El poeta, antroplogo, ambientalista y traductorestadounidense Gary Snyder, consigue en Todaslas palabras para decir roca, coleccin de algunasde sus piezas lricas, casi parientes de latonalidad zen, la sobriedad y concentracinpropias de esa disciplina espiritual, en la quehombre y naturaleza componen una unidad.

    El libro, publicado por la casa Gog&Magog, esttraducido por la tambin poeta Barbara Belloc, y est acompaado por una introduccin muy esclarecedora; considerado parte fundantede la beat generation, esta etiqueta slo es uno de los aspectos de su produccin.

    PABLO E. CHACN

    TODAS LAS PALABRAS PARA DECIR ROCA

    En 1910 se imaginaba

    una Buenos Aires con

    puentes inmensos, trfico

    desquiciado, dirigibles,

    veredas mviles,

    mquinas imposibles y

    autopistas en altura.

    Progreso!, esa palabra que

    nos habamos olvidado en

    la memoria, y pareca

    imposible resucitar para la

    Argentina. Ese sustantivo

    maravilloso que nos

    incorpora al mundo...

    del pasado