CONTRATAPA

Prepotenciade la lenguaardientePgina 4

SUPLEMENTO LITERARIO TLAM I REPORTE NACIONAL AO 2 I NMERO 102 I JUEVES 14 DE NOVIEMBRE DE 2013

LOS SORDOS, DE REY ROSA

Un retrato en crudode la violenciaguatemaltecaPgina 3

Por ir al nortefueal sur

Los aos de Rafael Alberti en la Argentina

2 REPORTE NACIONAL SLT JUEVES 14 DE NOVIEMBRE DE 2013

berti y Mara Teresa Len cami-naron por nuestras calles, remon-taron el Paran y deambularonpor las sierras cordobesas, cuentacmo iban a conocer y ser amigosde artistas y polticos como Ro-dolfo Aroz Alfaro, Ral Gonz-lez Tun, Margarita Xirgu, JuanCarlos Guastavino, Juan L. Ortiz,Lenidas Barletta, Oliverio Gi-rondo, Norah Lange, Lino Spi-limbergo, Ral Soldi y Juan Car-los Castagnino y se refiere a esapoca singular en donde las luchaspor la liberacin de los pueblos seconfundan con el espanto de lasguerras fascistas. Supera, porconsiguiente, los lmites de unadetallada crnica o de una prolijabiografa, para transformarse enel vivo retrato de un tiempo que

R afael Alberti y su compa-era Mara Teresa Le-n, desde las filas delPartido Comunista Es-paol integraron las primeras lneasdel ejrcito republicano durante laguerra civil que azot a ese pas. An-tes de que los verdugos de la falangevencedora pudieran atraparlos, par-tieron hacia el exilio francs. Tampo-co ah pudieron permanecer muchotiempo: los nazis estaban ocupandoFrancia y la cabeza de ambos tenaprecio. Embarcaron rumbo a Chile,con el propsito de hacer una escala depocos das en nuestro pas; se queda-ron aqu por ms de dos dcadas. Porprimera vez se recoge en un libro eltestimonio de aquellos aos.

Cuando omos Enrique Llopisde inmediato pensamos en uncantor, en un juglar, en canciones,en msica. No es un mal pensa-miento: los veintin CDs que lotienen como intrprete dan bue-na muestra de ello. Y aunque coneso bastara para justificar su ra-zn de ser en el espacio del arte yla cultura, Enrique Llopis no sereduce a sus canciones y su voz.Tambin demostr ser un nota-ble bigrafo de enormes poetas.Ah estn Crnica de un semejantey Cielitos de Paraguay, las biogra-fas, que l prefiere llamar Perfi-les, de Hamlet Lima Quintana yde Elbio Romero para demos-trarlo. Y hay ms. Hay un Enri-que Llopis que ha hecho de su vi-da un compromiso militante en laizquierda y el progresismo que,bien se mire, son sinnimos.Tambin escribi acerca de esecompromiso: en 1996 publicAlgunas reflexiones sobre pol-tica cultural, un texto que, tal co-mo su nombre anuncia, recapaci-ta sobre la problemtica que in-quieta a los artistas y creadores de

libros de Rafael Alberti, quien fuemuy importante, no slo en miformacin siempre autodidacta,sino tambin porque con el tiem-po se transform en uno de los pi-lares de mi obra. Tuve la suerte deconocerlo, de quererlo y de traba-jar junto a l. Efectivamente, Elviento que viene y va, se llama elrecital que con poemas de Alber-ti y msica y voz de Llopis lleva-ron a escenarios de Rosario y deBuenos Aires y luego atesoraronen un CD.

No es fcil escribir biografas.Se corre peligro de enumerar unavida, la del biografiado o de la bio-grafiada, y realizar un detallado ytedioso informe de esa vida. Fatal-mente, esos libros llevan a la desa-zn a quienes se aventuran a leer-los. Nada de esto sucede con Ra-fael Alberti, La deriva de un mari-nero en tierra argentina, a fuerza debuena escritura, Enrique Llopissigue los pasos del poeta, habla delas dos dcadas en que Rafael Al-

cambiara definitivamente la his-toria contempornea. El gran m-rito de Llopis es el modo en quenarra su historia, la manera en quehace hablar, con su propia voz, acada uno de los personajes que po-ne en escena. As tendremos eltestimonio de quienes acompaa-ron a Rafael Alberti y a Mara Te-resa Len durante sus aos en laArgentina y, de paso, obtendre-mos una singular descripcin dela vastsima actividad cultural ypoltica de aquellos aos.

Cmo y por qu llegaron anuestra tierra? En los seis captu-los que constituyen Breve intro-duccin a los aos de Alberti enEspaa, desde su nacimiento has-ta 1939 y en los dos captulosque configuran El segundo exi-lio, Enrique Llopis ofrece unadetallada crnica de la Espaaprevia a la guerra civil iniciadapor ese oscuro y siniestro generalgallego que se haca llamar Cau-dillo de Espaa por la gracia deDios. Sabremos del indeclina-ble compromiso poltico y mili-tante de Alberti y de su compae-ra Mara Teresa Len, de la odi-sea que ambos vivieron, del peli-gro que los amenazaba sin des-canso, del azar que los trajo has-ta la Argentina, un pas al que ve-nan por unos pocos das y en elque, jams imaginaron, iban apermanecer tantos aos.

Con la habilidad y belleza deun gran artista, Llopis crea un sin-gular mural sobre el cual talla esetiempo. El volumen se completacon fotos inditas y algunos de losmuchos textos que Rafael Alber-ti y Mara Teresa Len publica-ron en diarios y revistas porteasy que, ledos en el tiempo, dan unaclara perspectiva de aquellosaos. En suma, se trata de un li-bro ejemplar que con calidad ybelleza rompe el inexplicable si-lencio que se haba forjado en tor-no a la larga estada en nuestro pas de uno de los mayores poetasen lengua espaola.

VICENTEBATTISTA

todos los tiempos. Msica, poe-sa, poltica e historia conformanRafael Alberti, La deriva de un ma-rinero en tierra argentina, el lti-mo libro de Enrique Llopis.

En su pgina personal (www.enriquellopis.com) Llopis hablade los poetas que lo acompaarondesde su temprana adolescencia:All estaban, como el pan, las po-esas de Pablo Neruda, Len Fe-lipe, Walt Whitman, Pedro Sali-nas, Antonio Machado, FedericoGarca Lorca y de tantos otros,que pasaban de mano en mano yaprendamos de memoria. Poe-mas que bamos recitando en elcolectivo, en nuestras casas o encualquier otro lugar, porque parala poesa es bueno cualquier espa-cio. En esa coleccin estaban los

ROSEN, LA DUDA SOBRE DIOS A TRAVS DE UN ATRACTIVO ESTAFADOR

En su nueva novela Rosen (Sudamericana), DiegoPaszkowski autor de Tesis sobre un homicidio conjugasin estridencias su historia familiar con ficcin y aborda unabsqueda sobre la fe y la ausencia de Dios a travs de lasandanzas de un joven estafador judo, tan atractivo comodesprejuiciado. El libro, cuya tapa est ilustrada con la fotode un Paszkowski nio, es una biografa ficcionada de Max

Rosen protagonista basado en el to del autor que tieneuna vuelta desafiante: el narrador de las alocadasexperiencias, delitos y amoros del joven es un rabino recio,que siente en igual medida atraccin y repulsin por sufigura. La tena en la cabeza desde siempre, es lo que secontaba en mi casa sobre algunos parientes y despusficcionalic, dice Paszkowski sobre su tercera novela.

Por ir al nortefue al surLos aos de Rafael Alberti en la Argentina

JUNTOS. EL VIENTO QUE VIENE Y VA, CON POEMAS DE ALBERTI Y MUSICA DE LLOPIS, FUE GRABADO EN CD EN 2002.

JUEVES 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 SLT REPORTE NACIONAL 3

El escritor guatemaltecoRodrigo Rey Rosa visitaestos das Buenos Airespara presentar su ltima novela,Los sordos, que bajo la aparienciade un thriller deja al descubiertola cruda realidad de Guatemala,dividida entre la ancestral comu-nidad maya y el mundo de losblancos, en el marco de una vio-lencia extrema.

A partir de la desaparicin deun nio sordo y de la joven hija deun banquero rico, que al principiono parecen vinculados, se des-arrolla esta novela publicada porAlfaguaraque en su trama expo-ne la realidad de un pas en el quela violencia cotidiana obliga a laclase dirigente a depender deguardaespaldas, mientras los cam-pesinos sobreviven como pueden.

Sin embargo, esa realidad lace-rante transcurre en un universoambiguo donde nada es lo que pa-rece: un hospital puede ser un lu-gar para sacarle rganos a nios in-dgenas o para curar la sordera deuno de ellos. Un lugar para atontarcon drogas a una paciente o ayu-darla a liberarse de un padre tirano.

Rey Rosa nace en Guatemalaen 1958 y luego de finalizar susestudios reside en Nueva York,donde se matricula en una escue-la de cine. Conoce a Paul Bowles(1910-1999) en su taller de Ma-rruecos; el escritor le traduce sustres primeras obras al ingls y en-seguida fue conocido en el mun-do anglosajn.

Entre sus libros figuran las no-velas El cojo bueno, Que me matensi..., La orilla africana, Caballeriza,El material humanoy Severina; losrelatos Ningn lugar sagrado, Otrozoo y Siempre juntos y otros cuentos.

En una entrevista con Tlam,Rey Rosa cont que su regreso aGuatemala, luego de 15 de aosde ausencia, le permiti ver deuna manera evidente la vida en unpas con dos realidades.

Esas realidades, la comunidad ma-ya y el mundo de los blancos, pare-cen irreconciliables en la novela... S, el regreso me permiti ver conms crudeza el cisma de esos mun-

Yo quera una historia que to-cara esos lmites de verosimilitud,pero no esa psicosis burguesa deun tipo que reacciona as frente asu quiebra. Quera contar un en-tramado que estuviera en esa di-mensin, ese era mi ambiente, yuna cosa me llevo a otra hasta lle-gar a la tierra de los mayas.

El ttulo Los sordos remite a una ca-racterstica de los personajes, ca-da uno ensimismado en su mundosin ver a los otros que los ro dean,como un dilogo de sordos...Cuando escrib esa palabrita en laintroduccin la ltima semana deescritura, dije ste es el ttulo dela novela. Todos son sordos a losdems.

La lengua es lo nico que que-da como emblema, cohesin y re-sistencia de esas culturas. Eso re-salta. Son 22 etnias mayas con dis-tintas lenguas que no son arm-nicas entre s. Tienen conflictoshistricos. Los espaoles en su rolde conquistadores se aliaron con

dos y de dos grupos de lenguas queno tienen nada en comn y quehan vivido paralelamente por si-glos; yo no saba al escribir que ibaa terminar en el Occidente del te-rritorio, donde se asienta la mayo-ra de la poblacin maya.

De hecho, haban ocurridodos o tres cosas muy inverosmi-les en la ciudad: Yo no quera es-cribir sobre eso, pero quera es-cribir ese mundo de blancos, don-de lo inverosmil es lo cierto.

Hubo un crimen muy sonadode un abogado, que pas por Har-vard y Oxford. Se llamaba Rodri-go Rosenberg y l hizo publicarun video, que se reparti el da desu muerte (mayo de 2009): Si us-ted est viendo ese video, yo estoymuerto y los responsables son elpresidente de Guatemala, su se-cretario privado y la primera da-ma. Despus se descubri que lplane su propio asesinato.

unos para ponerlos contra losotros. Eso queda en la memoria.

Siempre los datos de la realidadlocal se entreveran con la ficcinEs una bsqueda deliberada?La considero una novela realistaaunque en un pas con tan diferen-tes estratos nada se puede abarcarcon una sola mirada. A veces loque se cuenta parece, no hechos,sino alucinaciones. Siempre meha gustado ese lmite de no sabersi ests en este mundo o en otro.

Qu garantiza la supervivenciade esas culturas?Lo mismo que a los dems, esta-mos en el mismo barco y ellos hanresistido con sus lenguas, tradicio-nes, memoria y leyes como el te-ma de la justicia de los mayas, queno se ha roto todava y que se re-monta a la poca precolombina.

Una justicia que ahora es legal,

aunque muchos congresistas queestuvieron de acuerdo para queas afuera, hoy se arrepienten, esuna nueva constitucin declaradapoco antes de que se firmara lapaz. Creo que es el tratado 189 dela OIT que permite la autonomade decisin de los pueblos indge-nas. Y la firmaron.

No es fcil, la gente indgena espor lo menos el 50 por ciento de lapoblacin, para algunos es incons-titucional, pero figura en la consti-tucin. Claro que hay problemas,el Estado no garantiza un intrpre-te para quien est siendo juzgado.Y en las crceles y en los psiquitri-cos mucha gente no sabe por quest ah. Y eso pasa por no hablar elespaol. Guatemala tiene el ndi-ce de analfabetismo ms alto des-pus de Hait y corresponde a per-sonas que no saben leer ni escribiren espaol. Hay una resistencia vo-luntaria a no aprender.

Qu pasa con los mayas que fue-ron incorporados al ejrcito du-rante la guerra civil (1980-1996)?Los que pasaron por los PAC (Pa-trullas de autodefensa civil crea-das por el Ejrcito de Guatemalacomo parte de la poltica con-trainsurgente) ejercen su derechode manera antimaya, propugnanel linchamiento. En Occidentehay uno por semana si no hayms. Generalmente linchan cri-minales, ladrones o violadores.

Hace cinco aos un relator dela ONU dijo: Si yo fuera crimi-nal elegira Guatemala para hacercarrera, debido a la impunidadaltsima. Hoy en da muere msgente por arma de guerra que du-rante la guerra que sufri el pas.

La gente est consciente queno da para ms. El general JosEfran Ros Montt que gobernde facto el pas entre 1981 y 1982fue condenado por genocida re-cin el ao pasado y el 20 de mayopasado la Corte Suprema anul lasentencia. El fue el responsable dela masacre o desaparicin del 30por ciento de la poblacin maya.Los nmeros son apabullantes.

Con este escenario de fondo Qupermite la literatura? La ficcin hecha con seriedad teimpide la falsedad interior. Hayque ser muy escrupuloso en nofalsear la realidad.

MORACORDEU

Un retrato en crudode la violenciaguatemalteca

Los sordos, de Rodrigo Rey Rosa

JVENES DESOLADOS Y REDES MAFIOSAS EN LA NUEVA NOVELA DE WILLIAMS

La historia de un grupo de jvenes marginados quedeambula por un escenario patagnico entrando y saliendode telaraas tejidas por mafiosos y corruptos, sostiene latrama vertiginosa del ltimo libro del escritor chubutenseAriel Williams, El cementerio de cigarrillos, ubicado entre lanovela de intriga, el thriller y el policial. Nacido en Trelew en1967, Williams suma su nueva novela publicada por la

editorial cordobesa Raz de Dos, a una produccin queincluye narrativa (la novela Daier Chango, ms algunoscuentos repartidos en revistas), poesa (Los Fronterantes,Lomasombra), y prosa potica (Discurso del contador degusanos). El nudo argumental de El cementerio de cigarrillosenfoca una franja social que se mueve en los mrgenes,entre una tierna ingenuidad y una violencia cruda.

LOS SORDOS. ES UNA NOVELA REALISTA, AUNQUE EN MI PAS NADA SE PUEDE ABARCAR CON UNA SOLA MIRADA.

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LUIS SOTO

CONTRATAPA4 REPORTE NACIONAL SLT JUEVES 14 DE NOVIEMBRE DE 2013 DIRECTOR DEL SUPLEMENTO LITERARIO TLAM: CARLOS ALETTO SLT.TELAM.COM.AR

nn. Te voy a dar un puntazo enla persiana, grita. Y si en ese mo-mento entra una pandilla de pes-quisas dice: los reloji de abani-co. Jams dir: al socaire exami-n a los corchetes, jams.

Arlt se varea para no apartar-nos del lunfardo y en otra Agua-fuerte: Silla en la vereda, diceencanto mafioso, dulzura mis-tonga y arriesga con ilusin ba-ratieri. nico punto cuestiona-ble el tal baratieri, que parecems propio de una seora que re-gatea el precio de los broccoli enuna feria de barrio que de los pio-neros del lunfardo a comienzosdel siglo XX: ladrones y compa-dritos, con fecunda contribucinde los inmigrantes. Dice fulerael inventor de las medias de goma,conjuga el verbo estrilar y rema-ta con turro (palabra que pues-to en anticensor, elegira quien fir-ma esta nota). Cmo olvidar alPolaco Goyeneche en la pelcu-la Sur cuando entregado a laaoranza de su mina la llama tu-rrita ma. Guarda esquirlas dedeshonesto y malintencionado lode turro, pero no renuncia a latibia categora de par que se otor-ga al compinche de andanzas nosiempre santas, ni a la ternura quese trasmite boca a boca en el susu-rro amoroso. No es casual que unade las novelas de Arlt se titule Los

lanza lla mas. Espadas co-mo labios, dice Vi -cente Aleixandre.Palabras co mo

lla mas, impo-ne Ro berto

Arlt.

El filoso humor de Ro-berto Fontanarrosa seatrevi a tajear la almi-donada solemnidaddel Congreso de la Lengua Espa-ola (edicin 2004) con su com-posicin sobre las malas pala-bras. Ingenio y desparpajo mar-caron el tono de la teora, plena-mente probada por el decir coti-diano. Su exposicin arranc in-contenibles carcajadas de los pre-sentes, incluidos el mismo Fonta-narrosa y Jos Claudio Escribano(habitante del estrado, vaya uno asaber con qu investidura, segnmuestra un tape que peridica-mente ofrece el canal Encuentro).Dibujante, cuentista, creador depiezas de teatro en un acto, elNegro Fontanarrosa logr unaclamorosa consagracin del voca-blo mierda como base esencialdel dilogo entre los hombres.Curiosamente (o no) se dice queKirchner se abrig en l en la res-puesta al mensajero.

Pasaron 9 aos y en la edicin2013 del congreso, que acaba deconcluir, fue el poeta Juan Gel-man uno de los escritores hispa-noamericanos a quienes se enco-mend un aporte para integrar elAtlas Sonoro de Palabras Autc-tonas. Cumpliendo el rol de anti-censor instituido por el tata de In-odoro Pereyra, Gelman vot porboludo. Es un trmino muypopular y dueo de una gran am-bivalencia. Ha venido perdiendoel sentido insultante que lo carac-terizaba, pues referencia a unapersona tonta, estpida o idio-ta. En los ltimos tiempos tam-bin se lo emplea entre amigos

sar la belleza que ensea a amar aun idioma). Poco despus, sietedcadas antes del brillante mon-logo de Fontanarrosa, un extraor-dinario narrador echara sobre eltapete una serie de palabras de sa-boreada riqueza. En una de susAguafuertes porteas, Roberto Arltsale al cruce de una denuncia deJos Mara Monner Sans (el tex-to data de 1932) que adverta:nuestro idioma enfrenta mo-mentos crticos: la moda del gau-chesco pas y ahora se cierne laamenaza del lunfardo, lxico deorigen espurio; altos valores inte-lectuales realizan, felizmente, unaeficaz obra depuradora.

Quiere usted dejarse de ma-canear? tira Arlt un jab de iz-quierda en ese texto, titulado Elidioma de los argentinos. Esoscaballeros de la obra depuradoraforman una pavorosa coleccinde engrupidos, si me permite lapalabreja. Son tipos que con mi-ras a las fotos de los suplementosliterarios se hacen retratar junto auna pila de libros para quese compruebe de vi-su que los vol-menes que hanescrito sumanuna altura ma-yor de la de suscuerpos. En elsegundo roundArlt consideraque la gramticase parece muchoal boxeo. Y pasa aexplicar. Cuando unseor sin condicionesaprende a boxear lo nicoque hace es repetir los gol-

pes que le ensea el profesor. Siotro seor luce su destreza y sinajustarse a las lecciones, hace unapelea magnfica los crticos excla-man: ese hombre saca golpes detodos los ngulos. De ms est de-cir que el que escapa de la gram-tica del boxeo con golpes que sa-ca de todos los ngulos, le rompeel alma al correcto discpulo querepite prolijamente el mtodo delprofesor. Con los pueblos y elidioma ocurre lo mismo. Los pue-blos bestias se perpetan en sulengua. Sin ideas nuevas que ex-presar, no precisan palabras nue-vas. Los pueblos que como elnuestro estn en continua evolu-cin sacan palabras de todos losngulos. Un pueblo impone su ar-te, su industria y su idioma porprepotencia. Nada ms. Last Re-ason, Flix Lima, Fray Mocho yotros han influido ms sobrenuestra lengua que todos los ma-caneos filolgicos y gramaticales.En Brasil muchos trminos dellunfardo porteo se han hecho

populares. Cuandoun malandrn le vaa dar una puala-da en el pecho aun consocio nodice: voy aubicar mi dagaen tu ester-

como un comodn de complici-dad, ofreci razones. Cuntosde los fieles lectores que sostienenla vigencia de los versos de Clerabuey podan imaginar que Gel-man se jugara por boludo?Tantos como los que slo sabende l por las fotos que lo muestranluchando por esclarecer la des-aparicin de su hija en tierra uru-guaya, o por las columnas de po-ltica internacional que publicaPgina/12. Seguramente muchosmiles ms que los que siguen con-movidos por el poema en queGelman canta al amor en slonueve palabras: ests en m co-mo la madera en el palito.

Interesados en las actas delpretencioso y linajudo congresosus miembros han definido al es-paol como una lengua polif-nica y policntrica suponen quelos aportes de Fontanarrosa yGelman son los nicos en estamateria a cargo de escritores ar-gentinos. Hay antecedentes quelo desmienten. En 1927 el diarioCrticahizo una encuesta sobre eltema: llegaremos a tener unidioma propio?. El resultado fuenegativo. No slo no se llegara,hubo quienes profetizaron lascalamidades que nos acarreara entodos los rdenes de la vida. En-tre los consultados estaban Ricar-do Rojas, Roberto J. Payr, Ma-nuel Glvez, el joven Jorge LuisBorges y Jos Antonio Saldas (s-

te se despach con un dic-tamen lapidario para

el lenguaje popular:carece de alcur-

nia suficientepara expre-

PRESENTAN UN LIBRO SOBRE LA VIDA DE CERVANTES ILUSTRADO POR REP

Miguel de Cervantes Saavedra, natural de Alcal deHenares, del catedrtico espaol Jos Manuel Luca Megase ilustrado por el dibujante Rep, se presentar en el marcodel Festival Cervantino. Qu fcil sera si tuviramostestimonio de su voz, si hubiramos conservado retratos,documentos, retazos de esa vida que un da llev el nombrede Miguel y el apellido de Cervantes Saavedra, rese el

autor sobre el libro. Con tapa amarilla y el dibujo de undesgarbado Quijote en trazos negros, el libro publicado porla Editorial Azul un emprendimiento que surgi del FestivalCervantino relata de una manera atractiva la vida delescritor alcaleo. Algunos de los captulos del libro son: Los primeros pasos, La batalla de Lepanto, El cautiverioen Argel, Escritor de comedias y novelas pastoriles.

mierda

turro

boludo

Prepotencia de la lenguaardiente

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