Tecnicas de Negociacion
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Introduccin.
1. Las negociaciones de mejoras laborales . 2
2. La manipulacin en las relaciones laborales... 6
3. La creatividad en las relaciones laborales.. 8
TCNICAS DE NEGOCIACIN
Las negociaciones laborales.
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LAS NEGOCIACIONES LABORALES
Introduccin.
Tras leer y estudiar a fondo el captulo dedicado a las negociaciones
laborales del libro Tcnicas de negociacin, de Fernando de Manuel Das y
Rafael Martnez-Vilanova Martnez, la primera y ms ntida conclusin es la de
que el sentido comn, bsicamente, debera bastar para iniciar, desarrollar y
culminar (satisfactoriamente) una negociacin encaminada a mejorar las
relaciones laborales entre empleado y empleador.
Ms, como reza el dicho, el sentido comn es el menos comn de los
sentidos.
Intereses contrapuestos, circunstancias de mercado coyunturales,
necesidades bsicas, discriminacin positiva o negativa, relaciones de poder
asimtricas, caracteres antagnicos, y todos los etcteras Est claro que las
relaciones laborales no son ms ni menos que relaciones humanas,
especficamente limitadas al terreno laboral.
Es decir: el empleado es una persona, un ser humano, y el jefe o
empleador, tambin. Cul es la diferencia que obliga a particularizar este tipo de
relacin y a distinguirla de otras (que podran ser igualmente especficas) entre
otros campos (niveles) de relacin entre personas? Bsicamente una, en dos:
a) El jefe (la empresa) paga, el jefe (la empresa) manda.
Olvidmonos, si acaso y de momento, de otros condicionantes. Sea usted
un empleado. Tenga usted un cometido, una funcin, dentro de una organizacin
o empresa que le paga un sueldo por ejercerla adecuadamente; lo mismo que decir
que se remunera su trabajo en relacin a los conocimientos aplicados que usted
posee y pone a disposicin de quienes le han contratado. Sea usted, a fin de
cuentas, un profesional, alguien a quien determinada empresa o empleador ha
fichado tal como los equipos de ftbol lo hacen con determinados jugadores: de
usted se espera que rinda suficientemente y que su labor redunde en logros y
resultados que a todos beneficien.
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b) El empleado cobra, el empleado obedece.
A menos que a usted le d lo mismo (algo que, por desgracia, sucede cada
vez con ms frecuencia), sabr por qu y en qu condiciones se le ha contratado.
Tendr una idea clara de cul es su cometido, cul su responsabilidad, cules las
normas, cules los lmites, y, con el tiempo, aprender tambin a conocer cmo
son sus compaeros de trabajo, cmo son sus mandos directos, intermedios y
superiores. Usted se har una idea, una composicin de lugar y se adecuar, s,
se formar una imagen de su empresa, de su rol y de sus expectativas de futuro,
inevitablemente. Y, mientras tanto, trabaje, trabaje y trabaje (por supuesto,
despus tambin).
Lo dems es Psicologa.
Y, desde luego, no hay nada en contra de esta ciencia. Baste D. Jos Luis
Pinillos para cerrar (ms bien abrir) las bocas de quienes la desconsideran.
Simplemente, son tantos los factores, tantas las situaciones y posibilidades que
podran darse a la hora de discutir un aumento o un despido, que los consejos
genricos no traspasan lo que cualquier persona razonable entendera como
obvio. Nada hay detrs.
O s.
Esgrima. Quien alguna vez haya participado en una negociacin dentro del
mbito laboral lo sabe. Y quien no haya tenido ms remedio que ser ponente o
interlocutor de una parte, con objetivos prefijados y bastante rgidos, pues (por
desgracia) lo sabe mejor an. Ponga su inteligencia al servicio del fin ya
determinado, finte, amague, ataque y contraataque, sea elocuente, conceda
aqullos mnimos con los que ya contaba, djese herir levemente, ensee algo de
sangre y, al final, slgase con la suya, con humildad, pero con la suya (no es lo
que dice el libro, el manual, aunque no sea explcito?).
1. Las negociaciones de mejoras laborales.
El captulo sobre el que trabajamos se cie a la negociacin en concreto de
una mejora laboral; lo hace contemplando los puntos de vista del empleador y del
empleado. Desde la ptica del empleador considera que ste debe:
a) Ponerse en la situacin del subordinado.
b) Descubrir cules son los motivos que le impulsan a solicitar la mejora,
clasificndolos en reconocimiento, logro profesional, beneficio
material y estatus.
c) Respetar las motivaciones del subordinado.
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d) Escuchar con inters y dedicarle el tiempo necesario.
e) Preparar la entrevista a conciencia.
f) Calibrar las consecuencias de una negativa.
g) Ser asertivo.
h) Ser honesto y no utilizar la manipulacin.
Mientras que desde la ptica del empleado, ste debera:
a) Preparar con minuciosidad la negociacin.
b) Conocer el mercado laboral en su sector.
c) Ser objetivo y fundar sus pretensiones racionalmente, en el contexto
estrictamente laboral.
d) Escuchar y discriminar los argumentos que reciba en contra.
e) Evitar comportamientos o actitudes negativas.
f) Ser paciente.
g) No decir o hacer nada de lo que pudiera arrepentirse ms tarde.
h) Ser asertivo.
i) Razonar y argumentar aportando la mayor cantidad de datos posible.
j) No cerrarse puertas, an en el caso de que decidiera presentar un
ultimtum.
A primera vista no se nos escapa que aparecen numerosas coincidencias en
las listas de aspectos a tener en cuenta para negociar por parte de empleadores y
empleados. La preparacin exhaustiva, el intento de comprensin del punto de
vista ajeno, la correccin en las formas o la asertividad, trmino sobre el que
volveremos a incidir posteriormente.
Sin embargo, es evidente tambin que las posiciones de partida en la
negociacin que ostentan empleador y empleado, son completamente diferentes,
estando aparentemente toda la ventaja del lado del primero. Esto no slo es as
por la palmaria asimetra de la relacin laboral, la mayor informacin de la que
dispone el jefe o su probablemente mayor experiencia profesional, sino adems
porque, a menos que el empleado disponga de otra alternativa, en la mayor parte
de las ocasiones ser el empleador el que decida, quien acepte o deniegue la
solicitud de mejora, al margen de que sus razones para hacerlo puedan parecer o
no justificadas.
De poco sirve argumentar impecablemente la peticin de un aumento de
sueldo si el jefe se descuelga, por ejemplo, con un: comprendo perfectamente
sus razones pero, por desgracia, en este momento la situacin econmica de la
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empresa me obliga a no poder concedrselo. Si el empleado no puede renunciar
a su trabajo, conseguir otro o establecerse por su cuenta, tendr que conformarse
con la respuesta y esperar mejores tiempos. De donde se desprende que existe
otro factor a tener en cuenta que no hemos visto reflejado en el manual, quizs
por ser demasiado obvio: el sentido de la oportunidad o de mejor ocasin.
Efectivamente, el sentido comn nos dicta que existen mejores y
peores momentos para plantear determinadas cuestiones, mxime cuando de
ellas se derivan consecuencias tan importantes como el futuro laboral. En estos
ltimos tiempos en los que en Espaa ha calado hondamente el concepto de
crisis y esta idea ha sido socialmente aceptada, e incluso interiorizada a nivel
individual y por todos los agentes sociales en el marco de las relaciones
laborales, empleadores y empresarios tienen un argumento aadido a la hora de
negociar posibles solicitudes de mejora en el trabajo. No parece oportuno
reivindicar superiores condiciones de empleo cuando colectivos otrora
intocables, como el funcionariado y los pensionistas, han visto congeladas e
incluso rebajadas sus percepciones econmicas, al tiempo que el desempleo en
el pas afecta al veinte por ciento de la poblacin activa.
Quiere decir esto que es necesario esperar a pocas de bonanza para
plantear una peticin de mejora? Claro que no, puesto que a veces no es posible
depender de circunstancias ajenas, en puridad, a una pretensin que debera ser
igual de justa en ausencia de las mismas. Baste con tener en cuenta que:
El argumento circunstancial o coyuntural puede aparecer en algn
momento de la negociacin. Hay que tenerlo previsto y disponer de un
contraargumento ad hoc.
Si unas pretensiones que podran parecer asumibles de plantearse en un
marco circunstancial ms favorable, parecen, por el contrario, exageradas
o superar lo razonable en un momento dado, quizs deberan rebajarse, y,
a menos que sean absolutamente irrenunciables, no presentarse.
A la inversa, no parece especialmente malicioso aprovechar una etapa de
crecimiento o de buenos resultados en la empresa para solicitar una mejora si ya
se haba previsto plantearla (sobre todo si quien lo pretende ha tenido que ver
con la prosperidad del negocio). El conocimiento personal de quien va a
decidir sobre la peticin no es tampoco desdeable, al menos en las empresas
pequeas y medianas; del mismo modo que no se manifiesta alegra en un
entierro, tampoco se le pide al jefe un aumento en uno de esos das que tiene a
veces o cuando se sabe que atraviesa un momento de grave preocupacin por
motivos personales, o cuando padece un fuerte dolor de muelas
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Quizs en el fondo lo ms destacable sea la coincidencia en la manera en
que empleador y empleado deberan acercarse a la negociacin, en la presumible
actitud personal de honestidad y de respeto a las reglas, en la tica que de
ambos debiera esperarse y en la tcita prohibicin de utilizar tretas y malas artes
a lo largo del proceso negociador. Esto se enlazar enseguida con lo que se
conoce (a lo mejor no tanto) como manipulacin, pero antes quiz conviniese
separar de nuevo las figuras de empleador y empleado para atribuirles aspectos
deseables que, en funcin de sus respectivos roles, recogiesen esa buena
intencin inicial a la hora de negociar. As, el empleador perfecto (o casi),
sera aquel que:
a) Nunca tuviera que sentarse a negociar mejoras laborales. La
perogrullada consiste en que no tendra que hacerlo porque ya se habra
ocupado de ello antes de que se lo solicitasen. Aquello de: Garca, voy
a subirle el sueldo, slo se observa en la publicidad televisiva. Y, sin
embargo, no cabe duda de que un jefe observador, conocedor de sus
empleados (de sus defectos, virtudes, capacidades, peculiaridades),
sabra incentivar, valorar y situar progresivamente a cada uno en su
justo lugar, sin descontentos, ya que la vala profesional y humana de
este superjefe hara que sus decisiones fueran siempre respetadas. Es
menos raro encontrar, por el contrario, personas que slo ven a sus
subordinados cuando estos necesitan pedirles algo.
b) Se preguntase si hay alguna razn achacable a la empresa (de direccin,
estructura, funcionamiento interno, etc.) o a s mismo, dentro de sus
responsabilidades, que obligue a un empleado a solicitar una mejora, sea
por disfuncin orgnica o simple omisin.
c) Mantuviese la disposicin a confiar en que la solicitud que le formule el
empleado parte de un motivo legtimo, y comprenderlo.
d) No dejase dudas sobre la decisin final ni sobre las razones por las que
es tomada, sin escurrir el bulto o dar largas Lo contrario sera una
imperdonable falta de respeto.
Y el empleado, por su parte:
a) No debera solicitar una mejora laboral sin estar convencido de
merecerla.
b) Habra de saber distinguir el plano personal del profesional en la
relacin que mantenga con su jefe, tratando de olvidarse del primero.
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La asertividad, o el arte de decir no sin agresividad, sera otra cualidad
comn, de entre las deseables, a empleadores y empleados. Lo primero que se
nos ocurre es que el trabajador que presenta una solicitud de mejora laboral no
va a decir que no a la misma; puede suceder que la parte empresarial le
ofrezca unas condiciones ligeramente superiores a aquellas en las que se
encuentra, y el contratado las rechace por parecerle insuficientes. De todos
modos, y sin rizar el rizo, parece claro que la asertividad, desde el punto de vista
del empleador, consistira en la denegacin de la solicitud planteada, pero de un
modo en que el trabajador no se sintiera tratado de manera injusta o
discriminatoria, argumentando la negativa con razones objetivas y de manera
clara y comprensible, y no cerrando la puerta a futuras peticiones. Por parte del
empleado, la asertividad (no dentro del proceso negociador, sino ya ante la
respuesta desfavorable) tendra que ver ms bien con la capacidad de encajar
el rechazo a su pretensin de forma positiva, no tomndoselo como una afrenta
personal y procurando centrarse en posibles soluciones o alternativas, superar el
mal trago y, de continuar en el puesto de trabajo, mantener el nivel de
rendimiento en tanto que aparezca la oportunidad.
2. La manipulacin en las relaciones laborales.
Buena parte del captulo que aqu se desarrolla est dedicado a la
manipulacin, a las pautas que siguen los directivos y los subordinados
manipuladores y a las maneras de defenderse de este modo trapaz de conseguir
los fines perseguidos.
Es cierto que, ante todo, habra que dejar claro qu se entiende y qu no por
manipulacin en el marco de una negociacin laboral. Hay una lnea muy fina
que separa la manipulacin de la argumentacin lcita y, a veces, la diferencia
slo est en la intencin con que se ponen de relieve determinados
razonamientos. Existe, claro, la manipulacin evidente, cercana al chantaje, en
la que no se oculta la intencin de conseguir el objetivo con recursos tan obvios
como la amenaza directa, pero hay tambin otras formas de manipulacin
mucho ms sutiles tales como el recurso a los sentimientos (factores emotivos),
el ocultamiento de informacin, la adulacin disfrazada de reconocimiento, el
halago interesado, etc.
Como es sabido, una de las claves que marcan la diferencia entre un buen
negociador y otro no tan bueno, es la capacidad de persuadir, de convencer. En
determinadas reas de una organizacin empresarial, como la de ventas, la
conversacin persuasiva es una habilidad poco menos que indispensable.
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Persuadir consiste en influir en el interlocutor para que ample o modifique sus
percepciones e incorpore el punto de vista que se le ofrece, de forma voluntaria,
convirtindolo en el suyo propio y adhirindose al mismo, por medio de la
argumentacin y el razonamiento elocuente. Es una herramienta bsica en
comercializacin y no tiene nada que ver con mentir o engaar. Todos los
negociadores conocen perfectamente los instrumentos y mecanismos utilizables
y permitidos, slo que algunos los manejan mejor que los dems y por ello
adquieren ventaja; esto es perfectamente lcito.
Hasta qu punto esta premisa es aplicable a una negociacin sobre mejora
laboral? No es fcil contestar a esta cuestin. El objetivo del empleador, en
principio, no es negar la peticin del empleado, dado que es posible que pierda
ms que gane tomando esa decisin. Para el empleado, en cambio, siempre el
objetivo ser el de conseguir su pretensin, por lo que dirigir todas sus acciones
y recursos a este fin; sin embargo, como la negociacin no se produce de igual
a igual, sabe que el resultado no depende de sus propias habilidades. En este
tipo de gestin, la nica forma de ganar-ganar se produce cuando el
empleado obtiene lo que solicita y, al mismo tiempo, el empleador sigue
considerndose beneficiado, sea por haber conservado a un buen profesional, o
sea porque la eficiencia del empleado es superior a la mejora que se le concede
(o ambas cosas).
El manual define la manipulacin como () una forma de emplear
medios sutiles para conseguir nuestros fines, estos medios pueden incrementar
su virulencia hasta convertirse en chantajes emocionales, falsedades, etc., con
el fin de generar miedo, vergenza u otros sentimientos parecidos en la parte
contraria, que ayudan al manipulador a conseguir sus fines, remarcando que
la manipulacin se da, bsicamente, en las relaciones de poder desiguales.
Bien, pues esto ltimo es lo que sucede siempre en una negociacin de
mejora laboral. La asimetra en la relacin jefe-empleado hace que el proceso en
s mismo est viciado de partida. Ya que la capacidad de decidir corresponde
slo a una parte, es sta la que puede manipular a la otra con ms facilidad.
Asimismo, con esta innata capacidad del ser humano para la justicia potica o
de ponerse en el lugar del ms dbil, da la sensacin de que al empleado
podra permitrsele jugar un poquito menos limpio, por aquello de equilibrar
las fuerzas y reducir la desventaja.
Queda bastante claro en el punto 5 del tema, donde slo hay dos consejos
para defenderse de la manipulacin que ataen al directivo: observacin y
asertividad, mientras que al subordinado se le recomienda, adems, rehuir la
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confrontacin, no frustrarse ni perder la autoestima y, en el peor de los casos,
acoger la posibilidad de cambiar de empresa. El empleado es la parte ms dbil,
por donde se romper la cuerda si se tensa demasiado.
La asertividad, la empata, la escucha activa, el diagnstico de la situacin,
la conversacin efectiva, son, segn fundamentados tratados de Psicologa,
tiles valiosos para la interrelacin social, aplicables tambin al mbito
especfico de las relaciones laborales. Se pretende que en los intercambios de
informacin, en los procesos negociadores o en las interconexiones estructurales
de las empresas subyazcan la tica y la honestidad como punto de partida. Es un
loable objetivo.
En la negociacin de mejora laboral, y para huir de tentaciones
manipuladoras, aadiramos un matiz, resumido en la frase: se debe convencer
con la verdad. Quiere decir que, al momento de detectar que la argumentacin
comienza a enmadejarse, que aparecen razones como cadas del cielo para
sustentar el discurso, o que empieza a dispararse la improvisacin, conviene
detenerse y recapacitar unos instantes para preguntarse si se est siendo honrado.
Vencer no es convencer, pero, convenciendo, siempre se vence; de otro modo,
quizs, sin sensacin de triunfo, pero de un modo que, a la larga, dicen que
reporta mayores satisfacciones.
3. La creatividad en las relaciones laborales.
Frecuentemente nos encontramos con personas que aseguran pasarlo mal
ejerciendo su empleo, omos quejas acerca de horarios inflexibles, rutina,
carga de trabajo, exigencia, etc. Muchas empresas han desarrollado
mecanismos para que sus empleados desempeen su cometido en condiciones
ms humanas, al darse cuenta de que la productividad y la eficiencia no
dependen tan slo del nmero de horas que se cumplen, sino, antes, de otros
factores tales como la capacidad de concentracin o la tranquilidad a la hora de
acometer tareas, que se dan con mayor facilidad en ambientes relajados y
motivadores. Podra decirse que este tipo de empresas han aplicado la
creatividad al cambiar los modos de trabajo, lo que seguramente se refleje en sus
cuentas de resultados.
No se cambia lo que no es necesario. Durante la industrializacin europea,
desde finales del siglo XVIII y hasta bien entrado el XX, la maquinizacin y la
produccin en cadena transformaron por completo los sistemas de trabajo, y el
ritmo de produccin aument casi tan rpidamente como la despersonalizacin
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en las relaciones laborales, lo que, como es sabido, produjo el nacimiento de
una nueva clase social y, ms tarde, enormes y sangrientos conflictos sociales.
De lo que, por supuesto, se ha aprendido.
Si bien el denominado estado del bienestar (que paulatinamente va
erosionndose) an garantiza en nuestro entorno las condiciones bsicas por
debajo de las cuales podra hablarse de abuso, resulta complicado imaginar
cmo podra aplicar la creatividad en su trabajo una operaria de la industria
conservera, por poner un ejemplo.
Es cierto que gran parte de las tareas que se realizan en el mbito laboral
terminan por hacerse tediosas, tan cierto como que a muchas personas la
repeticin les produce seguridad, o que en determinados campos de
especializacin, la excelencia se adquiere con la prctica continuada y montona
de mtodos comprobados.
El manual proporciona un par de buenos ejemplos acerca de cmo
solventar una situacin difcil o bloqueada con resultados ptimos, a cuyo
travs semeja aparecer, sesgado, el concepto ya tratado de asertivismo, puesto
que todos los actores de las situaciones que se ejemplifican obtienen beneficio.
Para ello se recomienda, en primer lugar, dejar la mente abierta, no desechando
ninguna idea o posible solucin por descabellada que parezca; en segundo lugar,
sugiere dejar volar la imaginacin, pero con mtodo. Los mtodos mostrados
son los de apuntar todas las ideas nuevas que aparezcan, analizarlas y quedarse
con las vlidas; imaginar posibles situaciones que pudieran plantearse y tratar de
buscar soluciones; con colaboradores, aplicar la tcnica de la tormenta de
ideas desarrollndola en fases, sistema que genera mltiples ideas por
asociacin. Existen muchos otros sistemas para el desarrollo de la creatividad,
aunque no todas tienen sentido en el contexto que tratamos.
S nos parece que al hablar de creatividad en las relaciones laborales, se
incluye un aspecto imprescindible: el de la obtencin de un beneficio. Trtese de
una corporacin a la hora de expandirse, trtese de una pequea empresa que
desea maximizar su potencial, trtese de un directivo afrontando un problema; a
la postre, la remocin del obstculo se conseguir encontrando una solucin
beneficiosa para los intereses de quien la halla (si conviene a los dems tambin,
mucho mejor). En ocasiones, se alude a quienes trabajan en publicidad buscando
y aportando ideas con el nombre de creativos; puede parecer que son personas
con plena libertad para imaginar, lucubrar y concebir, pero tras estos
visionarios hay campaas a veces de alto riesgo econmico, en las que el xito
o el fracaso son trminos cuantificables.
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Nos parece que quienes tienen toda la libertad del mundo para imaginar,
porque el factor econmico no est presente en el proceso (al menos en los
autnticos), no son creativos, se llaman creadores.