Publicacionespecial01

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La crisis no es culpa del Pueblo... ¡ QUE PAGUEN LOS RICOS ! Publicación especial del Movimiento al Socialismo Publicación especial 1 - Enero 2009 Propuestas del CAREF - 2 - Respuestas del Movimiento Obrero - 3 - ¿De dónde viene la crisis? - 4 - Se prepara para la ofensiva el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha Para enfrentar la agresión que representan las propuestas del Consejo Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal (CAREF), el pasado 12 de enero se constituyó el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha. Ante el llamado de la Coordinadora Sindical, un nutrido grupo de orga- nizaciones sindicales, sociales, ambientales y políticas se dio cita en el Colegio de Abogados, en Miramar, para discutir las formas de enfren- tar la nueva ofensiva patronal. Luego de escuchar un informe de la Coordinadora Sindical en el que se resumieron las propuestas del llamado “Informe Carrión”, sobre 250 representantes de más de 40 organizaciones acordaron por unanimidad crear el Frente Amplio para coordinar los esfuerzos de lucha. También se presentó y aprobó un ambicioso plan de lucha, que fue suplementado por una gran cantidad de sugerencias del público. Posterior a la asamblea, el Frente Amplio tuvo su primera reunión el lunes 19 de enero en el local de la UTIER. En esta reunión, se eligió a un grupo de portavoces y se aprobó una estructura para el funcionamiento del frente. Entre las primeras actividades a celebrarse por el Frente Amplio, se encuentra la organización del piquete al mensaje del gobernador Fortuño a la Asamblea Legislativa. Al cierre de esta edición, todavía el gobernador no había confirmado la fecha de su mensaje.

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Respuestas del Movimiento Obrero ¿De dónde viene la crisis? Se prepara para la ofensiva el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha Publicación especial 1 - Enero 2009 - 4 - - 2 - - 3 -

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La crisis no es culpa del Pueblo...

¡QUE PAGUEN LOS RICOS!Publicación especial del Movimiento al Socialismo

Publicación especial 1 - Enero 2009

Propuestas delCAREF

- 2 -

Respuestas delMovimiento Obrero

- 3 -

¿De dónde vienela crisis?

- 4 -

Se prepara para la ofensiva el Frente Amplio de Solidaridad y LuchaPara enfrentar la agresión que representan las propuestas del Consejo Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal (CAREF), el pasado

12 de enero se constituyó el Frente Amplio de Solidaridad y Lucha. Ante el llamado de la Coordinadora Sindical, un nutrido grupo de orga-nizaciones sindicales, sociales, ambientales y políticas se dio cita en el Colegio de Abogados, en Miramar, para discutir las formas de enfren-tar la nueva ofensiva patronal.

Luego de escuchar un informe de la Coordinadora Sindical en el que se resumieron las propuestas del llamado “Informe Carrión”, sobre 250 representantes de más de 40 organizaciones acordaron por unanimidad crear el Frente Amplio para coordinar los esfuerzos de lucha. También se presentó y aprobó un ambicioso plan de lucha, que fue suplementado por una gran cantidad de sugerencias del público.

Posterior a la asamblea, el Frente Amplio tuvo su primera reunión el lunes 19 de enero en el local de la UTIER. En esta reunión, se eligió a un grupo de portavoces y se aprobó una estructura para el funcionamiento del frente. Entre las primeras actividades a celebrarse por el Frente Amplio, se encuentra la organización del piquete al mensaje del gobernador Fortuño a la Asamblea Legislativa. Al cierre de esta edición, todavía el gobernador no había confirmado la fecha de su mensaje.

Página 2 La crisis no es culpa del pueblo...

Las propuestas del Comité CarriónEl nuevo gobernador hizo claro rápidamente

que, si bien fue electo con el voto del pueblo, su gobierno estará controlado por los privilegiados. En las elecciones del 2008, parte del pueblo tra-bajador prestó su voto a la candidatura de For-tuño. Cansado de las medidas antiobreras, de ataques a sindicatos y del deterioro de servicios esenciales, intentaron darle una lección a la ad-ministración del PPD.

Una vez electo, Fortuño creó un Comité Asesor de Reconstrucción Económica y Fiscal (CAREF) presidido por Richard Carrión, Presi-dente del Banco Popular. Clara señal de que este sería un gobierno de los ricos. Carrión, además de banquero, ya tenía experiencia como socio de la política de privatización, como fue el caso de la Telefónica. Esta gente es experta en con-vertir los ataques al pueblo en oportunidad para sus negocios privados. El CAREF es un club ex-clusivo. Todos sus integrantes son empresarios. Tenemos un gobierno de, por y para las grandes empresas. Quieren que nosotros paguemos por la crisis. Quieren usar la crisis para aumentar sus ganancias a costa de nuestros salarios, de los ser-vicios que recibimos, de nuestros empleos.

Para comprobarlo basta mirar las propuestas del CAREF. Sólo se proponen tres medidas que afectan a las grandes empresas: una moratoria temporal a ciertos créditos contributivos, una so-bretasa contributiva de apenas un 5 % a ciertas personas de altos ingresos y la auto imposición de una contribución sobre las propiedades inm-uebles. Estas medidas no tocan las exenciones bajo la Ley de incentivos, bajo la cual empresas

multinacionales extraen de Puerto Rico más de 30 mil millones cada año. Ahí está la mayor con-centración de riqueza, en manos de empresas que se han enriquecido durante décadas. Eso no lo tocan. El resto de las medidas van dirigidas a echarle la carga de la crisis a la clase trabajadora y al pueblo en general. Por ejemplo:

Aumentar los impuestos y arbitrios que 1. el pueblo trabajador ya paga sobre la gasolina, el petróleo crudo, cigarrillos, y bebidas alcohólicas, y crear nuevos im-puestos sobre teléfonos celulares. Estos son impuestos regresivos: usted no gana lo mismo que los ricos, pero usted pagará lo mismo que los ricos.

Reducir la cubierta de la reforma de salud, 2. racionando el acceso a salas de emergen-cia y otros servicios. Por supuesto, Carrión y sus empresarios no se verán afectados. Ellos tienen sus servicios de salud de cali-dad asegurados.

Reducción del 10% de los gastos en las 3. agencias de gobierno, de forma que em-peorará la calidad, celeridad y alcance de los servicios que el pueblo recibe.

Congelar plazas y no llenar las de perso-4. nas que se retiren en el sector público, con igual efecto de reducir servicios, además de aumentar el desempleo, dado que el sector privado no es capaz de crearlos.

Despedir empleados irregulares y transi-5. torios y a las personas empleadas a partir del julio de 2008, sin establecer criterios para que no se afecten servicios. Muchos trabajadores irregulares (Autoridad de Carreteras, por ejemplo) proveen ser-vicios importantes y llevan años en sus puestos.

Sería fácil alargar esta lista de ataques a los salarios, los empleos y el bienestar de la clase trabajadora. Por otro lado, el gobierno pretende entregarle lo que queda del sector público a las llamadas Alianzas Público-Privadas. Este mod-elo de privatización se viene implantando en la práctica en algunas agencias (AEE, AAA, UPR, etcétera).

La clase empresarial no tiene proyecto pro-pio. No proveen empleos en el sector privado. No han creado industria ni agricultura propias. Critican la empresa pública, pero no han creado nunca un sector privado vigoroso. Viven de enchufarse al gobierno con contratos. Viven de la especulación. Viven de prestarle servicios al capital extranjero que cada año se lleva miles de millones de dólares en ganancias. Por eso sus propuestas carecen de toda perspectiva. Tan sólo aumentarán el desempleo y la miseria y los impuestos que paga el pueblo. No estimularán en nada el crecimiento económico. Sólo ellos se harán más ricos a costa de todo el país.

Ante el gobierno de los empresarios hay que organizar la oposición del pueblo trabajador. Ante la falta de perspectivas desde arriba ten-emos que empezar a elaborar nuestras propues-tas desde abajo. La clase empresarial del país actúa unida en defensa de sus intereses. Los tra-bajadores y trabajadoras tenemos que hacer lo mismo. La clase empresarial se une y actúa a pe-sar de sus diferencias sectoriales. La clase traba-jadora debe hacer lo mismo. A la unidad de los empresarios tenemos que responder con nues-tra unidad: la unidad del pueblo trabajador.

¿Qué es el Movimiento al Socialismo?

El Movimiento al Socialismo (MAS) se fundó el 14 de septiembre del 2008, como resultado de la fusión de cuatro organizaciones socialistas: el Taller de Formación Política, el Proyecto de Trabajo Político, la Juventud de Izquierda Re-volucionaria y el Partido Revolucionario de los Trabajadores-Macheteros, así como un grupo de compañeros(as) en su carácter individual, con el objetivo de unir esfuerzos para la for-mación de un nuevo proyecto político revolu-cionario que aspire a la toma del poder y a la transformación social de nuestro país.

Para más información sobre el MAS, comu-níquese al correo electrónico: [email protected] o visite www.masenlucha.org

P IQUETE ALMENSAJE DELGOBERNADOR

5:00 PM(lado sur del Capitolio)

SIGA PENDIENTE A LOS MEDIOS PARA LA

FECHA

¡BASTA yA DE ABUSOSCONTRA EL

PUEBLO TRABAJADOR!

Página 3¡QUE PAGUEN LOS RICOS!

El gobierno de Fortuño no ha perdido tiempo en mostrar su verdadero carácter. En pocos días, las sonrisas y promesas del proceso electoral han dado paso al anuncio de una feroz agresión contra el pue-blo trabajador. A paso acelerado, un sector creciente de la población deja de ver el resultado electoral con esperanza para contemplarlo con recelo y descon-fianza. Toca a los sectores organizados – sindicatos, grupos comunitarios, estudiantiles, agrupaciones po-líticas - dar forma a esa creciente desconfianza y con-vertirla en una fuerza de resistencia y oposición cons-ciente y efectiva. Este es, más claramente que nunca, un gobierno de los patronos, por los patronos y para los patronos. Hace falta un movimiento del pueblo, por el pueblo y para el pueblo trabajador. Para cons-truirlo son necesarios varios elementos. Entre estos se encuentran:

Una campaña efectiva de explicación y denuncia 1. de las medidas propuestas por el Informe Carrión: los nuevos impuestos y arbitrios regresivos (gaso-lina, celulares, por ejemplo), el encarecimiento y racionamiento de servicios esenciales (reforma de salud), los ataques al empleo y la calidad de servicios (la congelación de plazas y despidos en el gobierno), la agresión a conquistas salariales de las cuales se benefician no sólo los empleados públicos sino muchas otras personas vinculadas a estos (congelación de convenios colectivos).

Hay que denunciar 2. las llamadas “alianzas público-privadas”, ori-ginalmente propues-tas por el PPD, como la nueva modalidad de la privatización de los servicios públicos. Debemos explicar que, lejos de ser un intento de rescatar al gobierno con las supuestas eficiencias del sector privado, es en realidad un nue-vo intento de usar re-cursos públicos para rescatar la empresa privada y parásita, que ha demostrado ser incapaz de gene-rar empleo y activida-des productivas por su cuenta.

De igual forma hay que demostrar las limitacio-3. nes y ambigüedad de algunas de la propuestas que, a primera vista, pueden parecer simpáticas. Por ejemplo, se propone una moratoria de inte-reses al pago de contribuciones atrasadas. Pero esto puede ser la ventana para dejar sin castigo la evasión de grandes empresas millonarias. Se suspenden algunos beneficios contributivos, pero no se incluye a las empresas que operan bajo la Ley de Incentivos, es decir las que gene-ran las mayores ganancias.

Por otro lado, hay que explicar como, capitalizan-4. do el descontento con los partidos existentes, se

propone eliminar el fondo electoral. Pero esto no reducirá el poder de los partidos, sólo conso-lidará el poder del los partidos con más fondos privados, es decir los partidos de los ricos. Cíni-camente, los ricos usan el descontento con las colectividades actuales para consolidar el poder de sus partidos y evitar la organización de otros partidos de oposición.

La agresión abierta del gobierno facilita la de-nuncia de sus propuestas. Pero para que esa denun-cia sea efectiva son necesarios varios elementos:

El gobierno cuenta con presentar al movimiento 1. sindical como un sector aislado y minoritario y con presentarse a sí mismo como representan-te de todo el pueblo. Es necesario romper ese engaño: el movimiento sindical tiene que con-vertirse y actuar como representante de todo el pueblo, pues todo el pueblo, no sólo los trabaja-dores sindicalizados, se verán afectados por estas medidas. Al mismo tiempo es necesario demos-trar que el gobierno es quien representa a una minoría arrogante y privilegiada.

El gobierno sabe que sus medidas atacan al pue-2. blo. Sabe que habrá descontento. Sabe que ha-brá declaraciones públicas y algunos piquetes de protesta. Sabe que habrá peticiones de reunio-nes con legisladores. Todas esas cosas hay que

hacerlas. Pero hay que entender que no bastarán para detener al gobierno. Es necesario un plan escalonado de lucha, un plan a largo plazo de resistencia, que empiece por la oposición a estas medidas y vaya elaborando propuestas al pueblo trabajador. Debemos organizar las reuniones del movimiento sindical, ambiental, comunitario, es-tudiantil y demás para elaborar nuestras propias propuestas y exigencias. Esta será la base para un Programa del pueblo trabajador contrapues-to al de los empresarios.

Este enfrentamiento va para largo. La crisis ac-3. tual en Puerto Rico y el mundo será duradera. Los golpes como los ya anunciados continuarán.

En respuesta hay que desempolvar todas las ar-mas de lucha del pueblo trabajador (piquetes, pi-quetes al mediodía, paros breves o más extensos, caravanas) y habrá que inventar algunas nuevas. El gobierno patronal ha declarado estado de emergencia, el movimiento sindical y todos los movimientos sociales en nuestro País también debemos declararnos en estado de emergencia.

El gobierno cuenta con nuestra división. Apues-4. ta a que el movimiento sindical no podrá dar una respuesta coordinada a su agresión. Tene-mos que construir una verdadera unidad en la acción. Nos separan posiciones distintas sobre di-versos temas importantes. Esa discusión es inelu-dible. Pero esa discusión no quita que todos los sectores nos veremos afectados por la medidas propuestas. Por otro lado, nadie, por su cuenta, puede detener esta ofensiva patronal. Solo la ac-ción conjunta y la movilización militante activa puede detenerla. La Coordinadora Sindical, la Central Puertorriqueña de Trabajadores, la AFL-CIO y la coalición Change to Win, deben trabajar todas en esa dirección. El MAS tiene posiciones que no coinciden con algunas de las direcciones de estas organizaciones, pero reconocemos que todas son organizaciones de trabajadores. y to-das son necesarias para esta lucha. Con todas estamos dispuestos a trabajar hoy en respuesta a esta agresión. Es un acto de defensa propia

para el pueblo trabajador. Así nos parece que debemos entenderlo todos y todas. Los patronos de todos los parti-dos e inclinaciones se unen para atacarnos. Tenemos que hacer los mismo si que-remos resistir efectivamente y tener perspectivas de triunfo. Como indicamos, esta crisis no será breve.

Por lo pronto, hay que elaborar un plan conjunto de acciones inmediatas mientras se consideran las medidas propuestas, un plan en caso de un cierre patronal del go-bierno y un plan de lucha más a largo plazo.

Desde esta perspectiva el MAS intensificará su labor

de educación, de movilización y de participación en todas las iniciativas que apunten en la dirección de una respuesta efectiva del pueblo trabajador. Si algo demuestra el 2008 es como el pueblo trabajador no se puede liberar de un partido patronal (el PPD) apoyando otro partido patronal (el PNP). Sólo nos podremos liberar de los partidos patronales cuan-do contemos con un partido de trabajadores y de las comunidades. Es necesario construir un partido del pueblo trabajador que sea amplio y democrático y que pueda darle expresión política a la oposición que se manifiesta en las luchas obreras, comunitarias, estudiantiles, ambientales, de la mujer y de otros sec-tores. Invitamos a todas y todos los que compartan esta perspectiva a ponerse en contacto con el MAS.

Ante las propuestas patronales: ¡Unidad y Lucha para Vencer!

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ConozCa a los EnEmigos dEl PuEblo

Cuando una persona o un grupo de personas actúa para perjudicar los mejores intereses del pueblo se convierten en “ENEMIGOS DEL PUEBLO”. Los mi-embros del llamado “Consejo Asesor de Reconstruc-ción Económica y Fiscal” (CAREF) son un ejemplo de esto. Su intención: hacer a los ricos más ricos y perju-dicar los intereses del pueblo pobre y trabajador. Son peligrosos para tu salud. Conócelos:

• Richard L. Carrión - Presidente del Consejo y Princi-pal Oficial Ejecutivo, Popular, Inc.• Alejandro Ballester - Presidente, Ballester Herma-nos, Inc.• Rodolfo A. Colberg - Asesor de Negocios; Socio Administrador, Ernst & Young Puerto Rico LLC (1989-2008)• Atilano Cordero Badillo - Presidente, Supermerca-dos Grande/Empresas Cordero Badillo• Gilberto Del Valle - Socio, Deloitte & Touche LLP• Daneris Fernández - Vice Presidenta, Merck y Presi-dente del Pharmaceutical Industry Association• Teresita Fuentes - Socia, Ernst & Young Puerto Rico LLC; Pasada Secretaria Auxiliar de Rentas Internas • José Ramón González - Pasado Presidente, Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico • William Lockwood Benet - Pasado Presidente Y Vicepresidente, Banco Gubernamental de Fomento para Puerto Rico• Luis Miranda - CEO, Universal Group• Manuel R. Pietrantoni - Socio, Pietrantoni, Mén-dez & Álvarez LLP• Marcos Rodríguez Ema - Pasado Presidente, Ban-co Gubernamental de Fomento para Puerto Rico• Xenia Vélez Silva - Senior Tax Counsel, McConnell Valdés LLC; Pasada Secretaria de Hacienda• José R. Vizcarrondo - Presidente, Desarrollos Met-ropolitanos

Atravesamos una crisis económica profunda. Pero las crisis de una sociedad como la nuestra, la sociedad capitalista, tienen aspectos particulares, que debemos entender. En el pasado, las crisis se debían a hechos naturales que limitaban la pro-ducción y provocaban hambre y pobreza. Pero en la sociedad capitalista, las crisis tienen un aspecto curioso: ningún desastre ha destruido las fábricas, inundado las tierras, o secado los cultivos. Pero la miseria y la pobreza aumentan. Las fábricas cier-ran y los trabajadores van al desempleo. Parecería que sobran fábricas y mercancías. Pero no sobran en términos de las necesidades de la comunidad. Se trata de que no pueden funcionar como fuente de ganancia privada. Ahora las crisis no se deben a fuerzas naturales, sino a la manera en que está or-ganizada la sociedad capitalista. La crisis demuestra que el capital no es capaz de manejar la economía que el mismo capitalismo ha creado.

Esta no es la primera crisis de este tipo. El capita-lismo ha vivido más de una veintena de crisis, algu-nas más profundas que otras. En fin: la crisis es parte del sistema. Se debe a sus contradicciones internas. Pensemos, por ejemplo, en lo siguiente: suponga-mos, como planteamos los socialistas, que la ganan-cia del capital proviene de la explotación del trabajo. Es trabajo no pagado que pasa de manos del traba-jador al patrono. Por otro lado, sabemos que el cap-italismo tiende a mecanizar la producción, es decir, a incrementar la inversión de capital por trabajador empleado. Pero si la ganancia proviene del trabajo, lo segundo tenderá a reducir la tasa de ganancia sobre la inversión total. y con la reducción de la ganancia entra en crisis la economía capitalista. No es raro entonces que la economía capitalista entre en crisis periódicamente. Para entenderlo hay que empezar por reconocer que la ganancia es trabajo no pagado. Hay que ver que ésta es una crisis de esa forma particular de explotar a los trabajadores. Vemos también por qué quieren solucionar la crisis exprimiéndolos aún más.

A medida que el capital se ha extendido, la cri-sis adquiere una dimensión más extensa. Cuando estalló la gran depresión de 1929, se reconoció por un tiempo que la intervención del estado sería nec-esaria para rescatar al sistema de su crisis. Esa fue la llamada política keynesiana, apoyada en las ideas de John Maynard Keynes, que también incluía al-gunas conquistas del pueblo trabajador, como la garantía de ciertos servicios públicos o legislación protectora del salario y los empleos. Pero las políti-cas neoliberales vinieron a desmantelar todo eso. Esas políticas que ganaron terreno con las victorias de Thatcher, en Inglaterra en 1979, y Reagan, en Estados Unidos, en 1980, desmantelaron reglamen-taciones, privatizaron empresas públicas y atacaron programas que redistribuían ingreso del gran capi-tal a otros sectores. Sin duda, lograron golpear los niveles de vida del pueblo, pero también desataron las contradicciones inescapables del capitalismo.

En Puerto Rico, nadie expresó esta ideología mejor que Pedro Rosselló: ¡que el mercado decida! Ahora vivimos el fruto de esa política.

La crisis actual, que comenzó como una crisis financiera, es el fruto esplendoroso del neoliberal-ismo. Si bien se abrió paso a nivel del capital finan-ciero, sus efectos ya comenzaron a sentirse en los sectores industriales de la producción y en el au-mento acelerado del desempleo.

Puerto Rico tiene una economía completamente eslabonada con la economía mundial a través de su dependencia con Estados Unidos. La economía de la isla está dominada por grandes compañías multi-nacionales. El año pasado se llevaron de Puerto Rico más de 34 mil millones de dólares en ganancias. Esta es la otra cara de la moneda de la crisis fiscal que afecta al gobierno. La crisis es real. Pero si el go-bierno no toca las ganancias del gran capital, ¿será sorprendente que carezca de recursos para cumplir con sus obligaciones, o que pretenda costearlas a costa de los ingresos de los trabajadores? Esta crisis es fruto de una política de décadas de dependencia del capital extranjero y de incentivos contributivos para atraerlo. Pero eso no es todo. Es una crisis abar-cadora que incluye toda la estructura del coloniaje.

Tomemos un aspecto de la crisis fiscal: la deu-da pública. De 2002 a 2008, se duplicó de $28 a $46.7 mil millones. El endeudamiento del gobier-no se debe, de acuerdo a la ideología neoliberal, a una nómina pública monumental, ineficiente, que ha ocupado espacios que le corresponden a la empresa privada. Pero eso es buscar la fiebre en la sábana. No es que el gobierno sea muy grande. Es que el sector privado es enano. Bajo la relación colonial Puerto Rico siempre ha tenido, no sólo una economía capitalista, sino una economía capitalista colonial, raquítica y dependiente. Los empresarios del patio, expresión de ese raquitismo, no pueden entenderlo.

Nuestra economía nunca ha tenido una exten-sión coherente, mediante la combinación de traba-jos diferenciados que vinculen la agricultura con la industria urbana. Ha sido una economía limitada en que la división del trabajo en su nivel más general, el vínculo entre la ciudad y el campo, nunca han existido de forma desarrollada y amplia. Junto con el proceso de industrialización de Operación Manos a la Obra, comenzó una acelerada desaparición de la agricultura. Este nudo de nuestra crisis, de dimen-sión histórica, no puede olvidarse. Opera sobre el presente como algo reprimido y olvidado que sigue manifestándose de diversas formas.

Es decir, nuestra economía carga con el fantas-ma de una ausencia: más de 200,000 empleos per-didos en el sector agrícola en menos de cuarenta años. ¿Por qué los empresarios no hablan de esta pérdida cuando se refieren al gigantismo guber-namental? Sobre esa debacle agrícola opera otra

crisis. ¿Qué sucedió con Operación Manos a la Obra? Desde la crisis de 1974-75, con la liquidación del proyecto petroquímico, el sector industrial se es-tancó. Luego, con la desaparición de la Sección 936, ese sector se ha reducido de manera alarmante con la pérdida de más de 40,000 empleos.

Toda la retórica sobre el llamado gigantismo gubernamental es un intento por esconder esa di-mensión más amplia de la crisis, con su profundo carácter colonial. Con esa explicación, se pretende que la crisis se pague con recortes y encarecimiento de servicios, despidos y más impuestos al pueblo. Es decir que la pague la clase trabajadora y los sectores empobrecidos. Que no quepa duda: de lo que se trata es de un empeoramiento decisivo, y de larga duración, de las condiciones de vida de la inmensa mayoría del pueblo. Si no se organizan las fuerzas de la mayoría, una minoría, sin proyecto de futuro, nos impondrá el camino de un empobrecimiento absoluto.

¿De dónde viene la crisis? Sus dimensiones locales y mundiales