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31 La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El Colegio Mexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Se agradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente el texto original del presente documento, por lo que tanto el contenido como el estilo y la redacción son responsabilidad exclusiva del(de los) autor(es). D.R. c El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec, México. Teléfonos: (72) 18-01-00 y 18-00-56; fax: 18-03-58; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartado postal 48-D, Toluca 50120, México. 1999 Elvia Montes de Oca Navas Presidente Lázaro Cárdenas del Río, 1934-1940. Pensamiento y acción. E-mail: [email protected]

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La colección Documentos de Investigación difunde los avances de trabajo realizados por investigadores de El ColegioMexiquense, A.C., con la idea de que los autores reciban comentarios antes de la publicación definitiva de sus textos. Seagradecerá que los comentarios se hagan llegar directamente al (los) autor(es). Los editores han mantenido fielmente eltexto original del presente documento, por lo que tanto el contenido como el estilo y la redacción son responsabilidadexclusiva del(de los) autor(es). D.R. c El Colegio Mexiquense, A.C., Ex hacienda Santa Cruz de los Patos, Zinacantepec,México. Teléfonos: (72) 18-01-00 y 18-00-56; fax: 18-03-58; E-mail: [email protected] Correspondencia: Apartadopostal 48-D, Toluca 50120, México.

1999

Elvia Montes de Oca Navas

Presidente Lázaro Cárdenasdel Río, 1934-1940.

Pensamiento y acción.

E-mail: [email protected]

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ÍNDICE GENERAL

Pág.

INTRODUCCIÓN 5

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS 6

CÁRDENAS PRESIDENTE 9

Enfrentamiento Cárdenas-Calles 12

Política obrera 15

Reacción de los empresarios a la política laboral de Cárdenas 19

La expropiación petrolera 21

Reforma agraria 23

Reforma educativa 26

El Partido de la Revolución Mexicana 32

REFLEXIONES FINALES 34

FUENTES CONSULTADAS 39

Libros 39

Periódicos 40

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INTRODUCCIÓN

Lázaro Cárdenas gobernó a México del 1o.de diciembre de 1934 al 30 de noviembrede 1940. El sexenio cardenista marcó en

gran medida el desarrollo del México contempo-ráneo. Durante el gobierno de Cárdenas se diouna serie de sucesos que remarcaron con mayorprofundidad y rapidez lo hecho por gobiernosanteriores, para lograr un desarrollo económicoacelerado en México que acabara con formas deproducción y organización anteriores, y quedificultaban el paso franco del capitalismo.

El apoyo que Cárdenas logró de losobreros y de los campesinos, de los profesores yde los burócratas, del ejército y de una buenaparte de los empresarios mexicanos, inclusohasta del Partido Comunista Mexicano que en unprincipio le negó su apoyo, todo aunado a me-didas nacionalistas importantes encabezadas porla expropiación petrolera de 1938, hizo que elgobierno cardenista pudiera avanzar en suproyecto de continuar en México el desarrollo deun modelo capitalista con base en un crecimientoindustrial moderno que respetara la propiedadprivada como parte esencial de su ser, pero queofreciera mejores condiciones de vida altrabajador. Este proyecto requería de una nuevareordenación de las relaciones establecidas entrelos trabajadores y los dueños del capital, de talmanera que el reacomodo propiciara beneficiosmutuos que permitieran alejar el fantasma de la

violencia, presente a lo largo de la historia deMéxico.

Cárdenas escribió en sus Apuntes endiciembre de 1934, siendo ya Presidente deMéxico:

Todo me hace comprender que mi laborserá ardua, que encontraré fuertes obs-táculos oponiéndose a un programa demoralización, de mejoramiento econó-mico de los trabajadores y de reintegra-ción de las reservas del subsuelo. Perotengo fe en que podré resolver todo estoapoyado en el pueblo y en la confianzaque sepa inspirar al país con mis propiosactos.

Lo que Cárdenas se proponía hacer a nivelnacional, lo había hecho antes en Michoacáncuando fue gobernador de 1928 a 1932: funda-ción de escuelas, hospitales, asilos, institucionesde beneficencia, establecimiento de escuelas enhaciendas y ranchos pagadas por los dueños,organizaciones de sociedades de padres defamilia, establecimiento de las escuelas industria-les, organización de los obreros, dotación detierras a los campesinos, supresión de casas dejuego de azar, campañas antialcohólicas, estable-cimiento de escuelas normales regionales ymuchas cosas más que siendo Presidente siguióhaciendo, pero ahora en todo el país.

El gobierno de Cárdenas participó comoun sujeto activo y protagónico en el proceso

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económico mexicano, y todavía lo hizo con ma-yor profundidad que los gobiernos de Obregóny de Calles, con miras a lograr un desarrollo másindependiente del capital extranjero para no caernuevamente en una crisis como la de 1929.

Cárdenas se propuso disminuir losdesequilibrios y las distancias existentes entre losdiversos sectores sociales a través de las institu-ciones gubernamentales, los sindicatos y elpartido.

A partir del reconocimiento de las clasessociales, Cárdenas logró su aglutinamiento ypolitización sin grandes y peligrosas contradic-ciones que pusieran en peligro el desarrollonacional. No se negaron los choques entre lasclases, pero sí se mediaron muchas veces a travésde la intervención del mismo Cárdenas. Cárdenasdesarrolló una política basada en concesiones ycompromisos, más que en un prestigio de granmilitar y ganador de importantes batallas que notenía como sí lo tuvo Obregón, o basado enalianzas con líderes y cabecillas regionales ysindicales como lo hizo Calles. Cárdenas prefirióel sistema de las alianzas con las bases popularesy sus representantes, aunque no fue siempre elconsenso la clave de su gobierno y en ocasionestuvo que utilizar la represión, recordemos comoun ejemplo la rebelión y muerte del generalCedillo.

Este trabajo pretende hacer algo quepuede parecer imposible, narrar en pocaspáginas buena parte de la obra que Cárdenasrealizó durante su gobierno presidencial. Si bienhay mucho escrito sobre el tema, algunos de esosdocumentos se han dedicado más a la interpre-tación del gobierno cardenista que a analizar elpropio pensamiento de Cárdenas. Para estetrabajo utilicé, básicamente, los escritos delpropio Cárdenas en los cuales se manifiestan suspensamientos, pensamientos que en buenamedida explican sus actos.

Este breve trabajo aborda diversos temascomo lo fue la política obrera de Cárdenas y lareacción que tuvieron algunos empresarios, laexpropiación petrolera, la reforma agraria, la re-forma educativa, la formación del Partido de laRevolución Mexicana; atravesado todo ello por

un grave conflicto que se dio entonces y que fueel enfrentamiento que hubo entre Cárdenas yCalles, que a los mexicanos de ese tiempo leshizo temer no sólo por la estabilidad delPresidente, sino por la del propio país. A losmexicanos de los treinta no se les olvidabatodavía el horror de la violencia de la Revoluciónde 1910.

ALGUNOS ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En diciembre de 1933 se realizó en Querétaro laSegunda Convención Ordinaria del PartidoNacional Revolucionario (PNR) para la realiza-ción del Primer Plan Sexenal 1934-1940. Éstasería una de las medidas anunciadas por elpropio Calles para acabar con el caudillismo yentrar en la era de las instituciones.

El Plan Sexenal fue descrito como unafórmula flexible de estructuración estatal, basadaen los intereses y necesidades nacionales, capazde revolver en toda su profundidad los proble-mas que encuentra ante sí el Estado moderno.El plan fue calificado por sus autores ydefensores como nacionalista.

En el plan de gobierno 1934-1940 semezclaron los anhelos revolucionarios nologrados, con viejas ideas de un liberalismo quese creía ahora más avanzado y con idealessocialistas a la manera de los socialistas utópicos.Todo se mezcló en un mundo de conceptos nosiempre aclarados que hablaban de modernidad,nacionalismo, antimperialismo, obrerismo,reforma agraria, colectivismo, anticlericalismo,indigenismo, pacifismo; considerados todoscomo elementos necesarios para acabar con el“exagerado capitalismo explotador”.

En el plan aparecieron frases como“desarrollo colectivo”, “lucha de clases”, “sociali-zación de México”, “agricultura comunal” y otrascuestiones más que de haber sido aplicadashubieran transformado la estructura económicadel país.

El plan tenía cuatro propósitos fundamen-tales: aprovechamiento máximo de la riqueza na-cional, mejoramiento de los ingresos de los

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campesinos y obreros, desarrollo de la industrianacional y logro de una economía autosuficiente.

La reforma agraria tenía en el plan unpapel preponderante, la tierra de los grandeslatifundios aún no afectados sería repartida entrelos capesinos que carecían de ella, pero serespetaría la pequeña propiedad privada. Para-lelo a este desarrollo del campo era necesaria laeducación rural elemental a la que se le daríapreferencia sobre los estudios universitarios ysuperiores. Se requería de una escuela acordecon el proyecto reformista y desarrollistacontenido en el plan.

En el plan el Estado fortaleció su derechode participar no sólo en la vida política y jurídicadel país y como custodio del orden social, sinofundamentalmente en la vida económica deMéxico. Luego el Plan era también un planpolítico de fortalecimiento de un Estado quedescansaba precisa y principalmente en las masasa las cuales se les garantizaban sus derechos yreivindicaciones, dándoles cauce y dirección.

En las reuniones y en las diversas comisio-nes para realizar el plan, se dijo que la Constitu-ción había quitado al Gobierno, representanteoficial del Estado, el carácter de instituciónpuramente política y lo había orientado hacia laacción reguladora de todos los aspectos funda-mentales del país. Estos aspectos comprendíanpreferentemente el económico y el organizativode los diversos sectores sociales importantes parael manejo y destino de la política, apoyado porun sistema educativo que sirviera como mediode integración ideológica y de capacitación parael trabajo productivo.

Se harían estudios serios sobre lascondiciones de producción y apropiación de lariqueza, de las potencialidades económicas delpaís; las condiciones de crédito y la moneda, losmonopolios y otras organizaciones capitalistasperjudiciales para México, todo encaminado alograr formas más justas de reparto equitativo dela riqueza. A esto se le empezó a llamar el“socialismo mexicano”.

En el rubro de economía, el planestablece que “el estado es un egente

activo de gestión y ordenación de losfenómenos vitales del país”, y el princi-pal objetivo del plan es, pues, robustecerla economía nacional, atacando losmonopolios y eliminando el control quesobre ésta ejerce el extranjero. Para elloplantea la nacionalización del subsuelo,la ampliación de las zonas nacionalesde reserva de petróleo, la limitación dela superficie de las concesiones mineras,el control oficial de la industria eléctricay el fomento de las cooperativas indus-triales en manos de los trabajadores, asícomo la regulación estatal de las relacio-nes de los diferentes sectores que inter-vienen en el proceso económico.1

1934 fue un año importante para México.Terminaba el periodo de gobierno del presidenteinterino Abelardo L. Rodríguez y se debía convo-car a elecciones para designar al nuevo presiden-te. Asimismo era urgente acabar con cualquierbrote de rebeldía como la habida en los añosrecientes por la guerra cristera. El país debíaincorporarse al desarrollo del mundo modernode manera pacífica.

México era un pueblo con grandes rezagosaún no superados a pesar del movimiento de1910. Se había pasado ya a la tercera década deeste siglo y lo establecido por la Constitución de1917 como derechos de los mexicanos, conver-tidos todos en ciudadanos libres e iguales, aúnno se había cumplido.

Uno de estos rezagos lo era el problemade la tierra. A pesar de lo hecho en la reforma yreparto agrario en los años anteriores, la tierraseguía concentrada en grandes latifundios, lospeones seguían constituyendo la mayor parte dela población mexicana.

En 1934 había alrededor de 16 millones demexicanos de los cuales 5,165,803 eran los queconstituian la población económicamente activaque representaban un poco más del 31%. El70.25% de la PEA se concentraba en la agriculturay sólo el 14.5% en la industria, el resto se repartía

1 Tiempo de México. Segunda época, núm. 10, 7 de diciembrede 1933.

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en comunicaciones y transportes, comercio yminería.2

La superficie cultivable entonces era de58.910.340 hectáreas las cuales eran sóloutilizadas alrededor del 10%. En la tierra menosproductiva se concentraba la poblacióncampesina, de la que el 70% eran jornaleros queseguían cultivando los productos tradicionalescomo maíz, frijol, trigo, cebada. Sólo los grandeslatifundios producían mercancías para elmercado exterior: henequén, café, tabaco yalgodón principalmente, el resto seguíaproduciendo para un numeroso mercado internopero escaso de recursos necesarios para elconsumo.

Los bosques eran poco explotados parafines industriales y de manera irracional, y eranaprovechados fundamentalmente para la obten-ción de carbón y leña, esto había provocandouna deforestación progresiva y peligrosa.

La baja producción ganadera, casi todadestinada a la exportación, mostraba el escasoconsumo que de carne hacía el pueblo mexi-cano, especialmente los más pobres, cuya dietaseguía basada en el maíz y otros vegetales,además de algunos animales domésticos.

Las industrias extractivas como la mineríay el petróleo, rinden fabulosas utilidadesa las compañías extranjeras que secalculan en 300 millones anuales,equivalentes al 10% del capital invertido,y en cambio poco contribuyen albeneficio y al progreso económico delPaís, ya que no existe proporción entrelas utilidades obtenidas y los salarios,los que sólo alcanzan un promedio del15.25% del valor de la producción.3

Existía una escasa tecnificación en laindustria, lo que provocaba una excesiva impor-tación de productos y maquinaria que encarecía

los productos, reduciendo con ello el número deconsumidores internos.

El comercio en gran escala estabaacaparado por los comerciantes extranjeros,quienes monopolizaban la producción paraencarecer su consumo. El comercio exterior deMéxico seguía siendo básicamente la exportaciónde materias primas y la importación de productosmanufacturados y semielaborados. Algunospaíses europeos como Inglaterra y Holanda eranlos principales compradores. Estados Unidos erael principal vendedor, comprendía el 80% de lasimportaciones mexicanas.

Los medios de comunicación ferroviarios,marítimos y aéreos estaban principalmentecontrolados por el capital extranjero, así sereforzaba la dependencia económica, igual queaumentaban los precios de las mercancías. Lomismo pasaba con el capital financiero, mane-jado en su mayoría también por capitalesextranjeros, que poco apoyo daban al desarrolloeconómico nacional.

Todo esto había provocado un desarrollosocial escaso, así como grandes diferencias entrelos sectores de la población. El problema másagudo se encontraba en las zonas rurales dondelas condiciones de vida de los mexicanos nodiferían mucho de las que se habían tenidodurante el porfiriato, y que en buena medidahabían sido la causa de la Revolución Mexicanade 1910.

Los mexicanos mayores de 10 años eran11,746,043 de los cuales el 59.26% eran analfa-betos, luego se hacía necesaria y urgente unagran campaña de alfabetización, pues ¿cómo sepodía participar en un proyecto modernizadorde producción agropecuaria e industrial con unpueblo con tal índice de analfabetismo y atrasoescolar?

La enseñanza primaria comprendía a niñosde 6 a 14 años que entonces eran 3,477,249, deellos sólo el 52% asistía a la escuela. A esteproblema de escasa población escolar, se lesumaba el de la deserción y el abandono en losprimeros grados de la escuela, siendo mayorentre los pueblos de las zonas rurales y más sieran pueblos indígenas.

2 Estos datos económicos fueron obtenidos del documento:Programa de educación pública del C. Presidente de la RepúblicaGeneral de División Lázaro Cárdenas 1934, localizado en el Archivode la Escuela Normal para Profesores. Toluca, 1934, caja 119,expediente 2219.

3 Ibid.

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Las numerosas adhesiones que de todoslos sectores del país he recibido, me obli-gan a aceptar mi postulación de precan-didato a la Presidencia de la Repúblicaque se llevará ante la Convención delPartido Nacional Revolucionario.

En julio de 1933 Cárdenas inició su girapolítica por todo el país como candidato del PNR,prometiendo el ejercio de una administraciónhonesta, y empeñarse en satisfacer las necesida-des agrarias de los campesinos y en mejorar lascondiciones de trabajo de los obreros. A esto iríaunido la aplicación de la reforma educativaconforme al nuevo artículo 3o. de la Constitu-ción, la supresión de juegos prohibidos, el cierrede casas de juego, la intensificación del repartode tierras, el apoyo a las demandas obreras ymuchas cuestiones más, todo, según Cárdenas,con el conocimiento y apoyo de Calles.

El apoyo de Calles a Cárdenas era públicoy abierto, así lo publicaban los periódicos deentonces. Veamos un ejemplo de ello en lopublicado en la primera página de El Universalel 29 de julio de 1933. Calles dijo de Cárdenas alacompañarlo en su gira por Guadalajara:

Yo que conozco a este revolucionario,puedo asegurar que los destinos de laRevolución [se] plasmarán con él enrealidades efectivas y benéficas para lasmasas revolucionarias.

Cárdenas era consciente de que la influen-cia y autoridad de Calles eran un hecho, e inclusoreconocía la necesidad de ser apoyado, no sólopor Calles, sino por los viejos revolucionariosque tenían peso en los nuevos rumbos del país.En una parte de su discurso de aceptación comocandidato del PNR Cárdenas dijo:

Consecuentemente, declaro sin sub-terfugios que asumiré toda la respon-sabilidad oficial del gobierno, si llego apresidirlo, aunque para determinar esaresponsabilidad tuviere que solicitar lacooperación de la experiencia de losviejos y acreditados jefes de la Revolu-

En los años treinta el 14.60% de lapoblación total de México hablaba sólo lenguasindígenas. Sobresalían la lengua náhuatl, lamixteca zapoteca, la maya quiché, la otomí, latotonaca, la tarasca y otras más. La políticaeducativa establecida por el gobierno federaldeterminó que esta situación exigía un tipo deeducación que, sin borrar lenguas y demásformas culturales de los indígenas, éstos fueranintegrados a través de la lengua castellana paraser aptos y capaces e incluirlos en el nuevoproyecto nacional.

En ese ambiente llegó la candidatura deLázaro Cárdenas del Río para ocupar lapresidencia durante el primer periodo sexenaldel México contemporáneo, 1934-1940.

CÁRDENAS PRESIDENTE

Cárdenas fue uno de los cuatro candidatos porlos que se votó el 1o. de julio de 1934. Junto algeneral Cárdenas, apoyado por el PartidoNacional Revolucionario y otros organismospolíticos no adheridos a él, estuvieron AdalbertoTejeda, exgobernador de Veracruz y exsecretariode Gobernación y Comunicaciones, apoyado porel Partido Socialista de las Izquierdas. Antonio I.Villarreal, apoyado por la Confederación Revolu-cionaria de Partidos Independientes y el líderferrocarrilero Hernán Laborde a quien lo apoya-ba el Partido Comunista Mexicano.

Cárdenas mismo cuenta cómo fue sudesignación como candidato a la presidencia porel PNR. Fue en abril de 1933, cuando estaba alfrente de la Secretaría de Guerra y Marina de lacual había tomado posesión el 2 de enero delmismo año, cuando empezó a recibir invitacio-nes para su postulación como candidato a laPresidencia. Obreros, campesinos y partidospolíticos, así como gobernadores, entre los queestaba el mismo hijo de Calles, se inclinaban asu favor. El 6 de junio de 1933, en las primeraspáginas de los diarios del Distrito Federal, sepublicaron las declaraciones de Cárdenas:

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ción; pues no considero moral, ni justo,eliminar ese factor de encauzamiento delas actividades sociales, tan sólo enatención a falsos pudores de indepen-dencia y a la crítica acerba que la torpezay la necedad invocan como argumentosincontrastables cuando censuran nuestradisciplina de partido y nuestro espíritude cuerpo, siendo que en el fondo deesa crítica no hay más que el deseo dedividir a los hombres de la Revolución,para debilitar al gobierno provenientede ella y especular con nuestras disen-siones.4

Se asegura que la campaña electoralemprendida por Cárdenas fue sorprendente, querecorrió alrededor dc 30,000 kilómetros de lasmaneras más diversas, y que llegó hasta los luga-res más alejados y desconocidos de México.

Por todos lados prometió a los campesinosla redistribución de las tierras de los grandeslatifundios y el reparto ejidal, facilidades de cré-dito, obras de infraestructura, organización decooperativas, acabar con los intermediarios.

A los obreros y a los empresarios les ofre-ció reforzar la contratación colectiva, las coope-rativas de producción y consumo, el respeto alas inversiones privadas, mexicanas o extranjeras,siempre y cuando se ajustaran a las leyes del país;la recuperación de las riquezas nacionales.

A todos ofreció, conforme al Plan Sexenal,que el Estado se encargaría de dirigir de la edu-cación pública y privada, combatiría el desordenideológico existente, provocado, principalmente,por el clero católico, intensificaría y modificaríala educación popular. Se estimularía la “escuelasocialista, utilitaria y colectivista”, que prepararaal alumno para la futura producción organizadaen cooperativas, con un profundo amor altrabajo como deber social.

El 10 de febrero de 1934 Cárdenas dijo enVeracruz:

Pero para cumplir con este programa enel que están considerados: impulsar laeducación del pueblo; explotar lasriquezas naturales por nuestros naciona-les mismos; elevar el poder adquisitivode los obreros; la distribución de lastierras a los pueblos que carecen deellas; y desarrollar la industria del paíspor medio de la organización coopera-tiva de los trabajadores, es indispensableque los pueblos se organicen para quelas mismas organizaciones sean el másfuerte sostén de sus propios intereses.5

Se había cumplido lo que Cárdenasescribió en su diario cuando aún era un adoles-cente.

(...) creo que para algo nací. Algo he deser. Vivo siempre con la idea fija de quehe de conquistar fama. ¿De qué modo?No lo sé.6

En la gira Cárdenas expuso sus ideasdesarrollistas modernizadoras, basadas en unfuerte nacionalismo y en nombre de una mayorjusticia social, además de una firme defensa dela soberanía nacional y de las riquezas naturalesde México. Para lograrlo se necesitaba de unPresidente fuerte apoyado por el pueblo.

El Estado intervencionista encarnado en elgobierno de Cárdenas, sólo podría fortalecersey llevar a cabo sus proyectos si contaba con elapoyo de los sectores mayoritarios constituidospor los obreros, campesinos y burócratas perosin enfrentarse con los dueños del capital,aunque en ocasiones pareció que la alianza entreellos era imposible.

Las palabras de Cárdenas, sin salirse de loslineamientos establecidos por la Revolución de1910 y por el Partido Nacional Revolucionario(PNR) y teniendo atrás a Plutarco Elías Calles,hacían pensar que el pueblo todo participaría enlos destinos del país, en el cumplimiento de la

5 Ibid., p. 114.6 Suárez, Luis. Cárdenas: retrato inédito. Testimonios de Amalia

Solórzano de Cárdenas y nuevos documentos, p. 18.

4 Cárdenas, Lázaro. Palabras y documentos públicos de...mensajes, discursos, declaraciones, entrevistas y otros documentos,1928-1940. v. 1, p. 110.

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obra revolucionaria registrada en el Plan Sexenalde Gobierno.

Frente a quienes como Jesús Silva Herzogaseguran que Cárdenas tuvo que tomar serias yriesgosas medidas económicas para poder sacaral país de los efectos de la crisis económicainternacional sucedida a finales de los treinta,otros, por ejemplo Gustavo de Anda, asegura que“(...) Cárdenas no recibió un país en crisis sinoen franca recuperación”.7 Estaban creciendo lasexportaciones, la circulación de bienes, laproducción de servicios, la recaudación deimpuestos, las reservas monetarias, luego, segúnDe Anda, no era necesaria tal participación ycontrol del Estado en la economía del país,acompañada de la proverbial demagogia deCárdenas, que tan sólo desprestigió a losempresarios y los enfrentó a los trabajadores, queno pudieron darse cuenta de que fueronorganizados de tal manera que el que sefortaleció fue el propio Cárdenas y el presiden-cialismo mexicano.

Cárdenas tomó posesión de su gobierno el1o. de diciembre de 1934, su protesta la rindióen el Estadio Nacional. En su discurso de tomade posesión Cárdenas dijo: “Sólo el Estado tieneun interés general y, por eso, sólo él tiene unavisión de conjunto. La intervención del Estado hade ser cada vez mayor, cada vez más frecuente ycada vez más a fondo”.8

En ese mismo discurso también hablónuevamente de las condiciones de marginacióny explotación económica, política y moral en laque vivían los trabajadores, especialmente los delcampo; las profundas desigualdades existentesen México y de las cuales podía dar cuenta, nosólo ahora, sino durante la gira que hizo por elpaís y que había durado varios meses. Condicio-nes de vida que hacían ver que a la Revoluciónle faltaba mucho por hacer, por quienes todavíavivían ajenos a toda civilización material yespiritual, “(...) sometidos a una alimentación, auna indumentaria y a un alojamiento inferiores

e impropios de un país que, como el nuestro,tiene recursos materiales suficientes paraasegurar una civilización más justa”.9 Era necesa-rio aplicar nuevas formas de vida que abarcaranla política, la economía, la moral, y, sobre todola educación.

Para ayudar a resolver este serio pro-blema, tenemos el reciente programaque aparece en la plataforma del movi-miento revolucionario: fomentar y orga-nizar la explotación de nuestros recursosnaturales bajo las normas y sistemas desocialización, iniciadas claramente en elplan sexenal.10

Sin embargo, se tenía poca confianza en lalibertad de acción que pudiera tener el nuevopresidente. Se aseguraba que Cárdenas, igual quelos tres presidentes anteriores a él, iba a sermanejado por Calles. El nuevo gabinete confir-maba estas sospechas, en él se habían incluidopersonas leales a Calles como lo era el mismoBassols, aunque se le reconocía como intelectualde gran valía. Bassols fue nombrado Secretariode Hacienda y Crédito Público. El propio hijo deCalles, Rodolfo Elías Calles, fue nombrado Secre-tario de Comunicaciones y Obras Públicas, eneste caso sólo eran lazos de parentesco los queexplicaban su presencia en el gabinete. Tal vezesto provocó que poco se pudiera haber hechodurante 1935.

Probablemente para afirmar su autoridady no la de Calles, cuando Cárdenas tomó pose-sión como Presidente de México, decidió sacarla casa presidencial del Castillo de Chapultepecpara pasarla a la “Casa de la hormiga”, que,según se dice, eran los baños de los caballos delgeneral Amaro. Cárdenas la bautizó como “Lospinos”, por el recuerdo de una huerta en Tacám-baro, Mich.

9 Ibid., p. 138.10 Ibid., p. 139.

7 Anda, Gustavo de. El cardenismo. Desviación totalitaria de laRevolución Mexicana, p. 94.

8 Lázaro Cárdenas. Palabras ... ob. cit., v. 1, p. 139.

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Enfrentamiento Cárdenas-Calles

En todas las fuentes consultadas escritas por elpropio Cárdenas y por quienes sobre él y sugobierno lo han hecho, no deja de resaltarse loseñalado como el enfrentamiento peligroso quetuvieron Cárdenas y Calles, este último consi-derado entonces como “El jefe máximo de laRevolución”.

En el conflicto Calles-Cárdenas la sociedadmexicana se dividió en bandos y cada quientomó partido, al principio, al menos, los más seinclinaron por Calles. Calles dio una entrevista aEzequiel Padilla en donde aludió al peligro quesignificaban las divisiones paternalistas.

En una parte de la entrevista, Calles dijo:

Está sucediendo exactamente lo quesucedió en el periodo del presidenteOrtiz Rubio. Un grupo se decía ortizru-bista y otro callista. En aquellos tiempos,inmediatamente que supe estos inciden-tes, traté personalmente y por conductode mis amigos de conjurarlos; peropudieron más los elementos perversos,que no cejaron en su tarea hasta eldesenlace de los acontecimientos queustedes conocen. Actualmente, en laCámara de Diputados se ha hecho esalabor personalista de una manera francay abierta y conozco los nombres dequienes la mueven: todos los que tratande dividirnos hacen una labor pérfida...La historia reciente de nuestra políticanos ha enseñado, con acopio de expe-riencia, que las divisiones paternalistassólo conducen al desastre final; debie-ron, pues, suprimirse en las Cámaras esascategorías injustificadas de cardenistasy callistas; y de cardenistas de primera,de segunda y de última hora. Cuandocomienza la división de los grupos abase de personas, toman parte de estasdecisiones, primero, los diputados,senadores, gobernadores y ministros y,por último, el ejército. Como consecuen-

cia, el choque armado y el desastre dela nación.11

Calles criticó a los obreros y sus innume-rables huelgas, así como a sus organizacionesque estaban “ofreciendo en numerosos casosejemplos de ingratitud”. Las huelgas sólo daña-ban al país, tanto al inversionista como altrabajador. Calles dijo: “vamos para atrás, paraatrás retrocediendo siempre”, eso era injusto,pues el país está guiado por “un ciudadanohonesto y amigo sincero de los trabajadores,como el general Cárdenas”. Navarrete y Lom-bardo Toledano, líderes de los trabajadores, “sonquienes dirigen el desbarajuste”, esto no era sólouna ingratitud al Presidente que los protegía, sinouna traición al país; líderes que a la mera horano iban a responder y “somos los soldados de laRevolución los que tenemos que defender sucausa”.

El 12 de junio de 1935 el diario Excélsiorpublicó las “Patriotas declaraciones de PlutarcoElías Calles”, El Nacional se negó a hacerlo.

Unos meses antes, en la entrevista queCárdenas concedió a Ezequiel Padilla en abril de1935 y que apareció en la primera página delExcélsior el 13 del mismo mes, el Presidentehabía negado que México fuera al comunismo oque fuera la doctrina que guiara su administra-ción. Cárdenas calificó su gobierno de constitu-cionalista y aseguró que pronto acabaría elreajuste trabajo-capital, cesando así las huelgasy los enfrentamientos que se estaban dando, alalcanzarse el equilibrio entre ambos factores dela producción. Cárdenas agregó:

Debemos combatir al capitalismo, a laescuela liberal capitalista que ignora ladignidad humana en los trabajadores ylos derechos de la colectividad; pero elcapital que se ajusta a las nuevas normasde justicia distributiva, que garantizabuenos salarios y cumple los derechosesenciales de las clases trabajadoras, ese

11 Dulles, John W.F. Ayer en México. Una crónica de laRevolución (1919-1936), p. 582.

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capital merece las plenas garantías y elestímulo del gobierno.

Cárdenas habló de un capitalismo colabo-rador en favor de un interés común, no de unenemigo irreconciliable del trabajo que sólo pro-ducía una estéril lucha de clases que debilitaríaa la nación entera.

Sin embargo las divisiones se dieron demanera cada día más profunda, entre los políti-cos del PNR, los integrantes de las cámaras, losdirigentes laborales, los gobernadores. LombardoToledano trató de ignorante a Calles por acusarloa él de ser la causa de los conflictos laborales quese estaban dando.

La cosa llegó a un punto extremo cuandoCárdenas solicitó su renuncia a los miembros desu gabinete, para poder tener la libertad absolutade elegir uno nuevo, integrado por personas lea-les a él, más que a Calles.

Cárdenas dijo a sus colaboradores:

Señores: ustedes conocen la situaciónpolítica, verdaderamente grave, que hasido creada por las declaraciones delseñor general Calles. Conocen ya mi cri-terio al respecto y cómo estoy dispuestoa cumplir el programa de la Revoluciónsin dar importancia a críticas ni amaniobras que nada significan ante losintereses de la nación. En tal virtud, ydeseando absoluta libertad para resolverla crisis, he de agradecerles se sirvanpresentarme, de inmediato, sus renun-cias a los cargos en que bondadosa-mente han venido ayudándome. Graciaspor todo y... buenas noches señores.12

En los Apuntes de Cárdenas se nota que yase venía avisando este malestar del Presidentecontra Calles y sus seguidores. Cárdenas escribióen sus notas personales el 28 de abril de 1935:

Intensa campaña se viene haciendo encontra del Gobierno en todo el país porelementos partidarios del general Calles.

Estos individuos que con su conductainmoral han traicionado a la Revolucióny al propio general Calles dirigenandanadas de intrigas en contra delGobierno al sentir que pierden susposiciones de lucro.13

Los amigos del general Calles que están enel gabinete, escribió Cárdenas, insisten en quesiga participando en la política del país, con ellosólo lograrían perder a Calles y a ellos mismos.Para Cárdenas no era desconocido que diputa-dos, senadores y secretarios de gobierno iban yvenían de Cuernavaca o de donde estuviera Ca-lles para entrevistarse con él, y consultarleasuntos de política nacional.

El presidente Cárdenas no evadió el hechode hablar con Calles para “invitarlo” a no seguirescuchando a quienes lo implicaban en el te-rreno político, que él, como expresidente ya nodebía de intervenir.

En dos entrevistas que he tenido con elgeneral Calles le he expresado laconveniencia para el Gobierno y para élmismo de retirarse de los políticos y meha contestado: “Ya me canso de decirlesa éstos... que me dejen en paz”.14

Los mexicanos de entonces se preocupa-ron aún más por el ya inevitable rompimientoentre Calles y Cárdenas y el temor de que seprovocara la caída del Presidente pues se pen-saba que, de darse el enfrentamiento total,Cárdenas sería el perdedor. Sin embargo y conaquello de que quien pega primero gana,Cárdenas tomó al fin una decisión radical: Callessería expulsado del país.

El 9 de abril de 1936, Cárdenas giró lasinstrucciones para que Plutarco Elías Calles, LuisN. Morones, Luis León y Melchor Ortega, fueranexpulsados de México, acusados de actos subver-sivos como la posesión ilegal de armas y lavoladura del tren de Veracruz, sucedido unosdías antes y en el que hubo 13 muertos y 18

12 Blanco Moheno, Roberto. Tata Lázaro. Vida, obra y muertede Cárdenas, Múgica y Carrillo Puerto, pp. 160-161.

13 Cárdenas, Lázaro. Obras I. Apuntes 1913-1940. T. I, p. 317.14 Ibid., p. 318.

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heridos, para sembrar la desconfianza y el temoren todo el país y provocar una nueva guerra civil.

Cárdenas escribió ese mismo día en susApuntes: “Mucho reflexioné para tomar esta de-terminación y hube de disciplinar mi condiciónsentimental, por lo que se refiere al señor gene-ral Calles, y obrar como responsable de losdestinos de la Nación”. El culpable fue Calles,pues, “(...) como hombre de experiencia, debíahaberse evitado este trance a que él sabía podíaconducirlo su presencia en el país (...)”,15 y noescuchar a sus aduladores que fomentaron en élla pasión y la ambición por el poder.

El 11 de abril se publicaron las declaracio-nes de Cárdenas:

El Ejecutivo a mi cargo ha venido obser-vando con toda atención las incesantesmaniobras que algunos elementospolílicos han desarrollado en el País, enlos últimos meses, encaminados aprovocar un estado permanente dealarma y desasociego social.

Mientras dichas maniobras secontrajeron a una campaña difamatoria,en la República y en el extranjero, contralos miembros de la actual Administracióny los sistemas por ella implantados,sostuve el firme propósito -que hicepúblico inicialmente- de proceder en elcaso sin precipitación alguna, conabsoluta serenidad, y diferí la interven-ción del Poder Público cuando de modoinequívoco se advirtiese que los autoresde esa agitación persistían en su tareadisolvente.

Pero cuando la situación hallegado a extremos tales en los que sinrecato alguno, estos elementos mantie-nen una labor delictuosa que tiende aestorbar la marcha de las instituciones ya frustrar los más nobles fines del Estado,contrariando, además el sentido denuestra lucha social, ha parecidoindispensable al Ejecutivo Federalabandonar su actitud vigilante y adoptarmedidas de emergencia, a fin de evitar a

la Nación trastornos de mayor magnitudque, de no conjurarse, amenazarían conquebrantar la organización misma de lacolectividad y podrían poner en peligro,inclusive, las conquistas alcanzadas, atrueque de tantos sacrificios en nuestrosmovimientos reivindicadores.

En esa virtud, consciente de susresponsabilidades, el Gobierno quepresido y deseoso de apartarse de la-mentables precedentes que existen enla historia de nuestras cruentas luchaspolíticas, en las que frecuentemente seha menospreciado el principio derespeto a la vida humana, estimo quelas circunstancias reclamaban, pormotivo de salud pública, la inmediatasalida del territorio nacional, de losseñores Plutarco Elías Calles, Luis N.Morones, Luis L. León y Melchor Ortega.Palacio Nacional, 10 de abril de 1936. ElPresidente de la República, LázaroCárdenas.16

La sombra de Calles se había desvanecidoy su influencia política había sido anulada porCárdenas, aunque éste achacara la actitud deCalles a sus “falsos amigos”, que le gritaron siem-pre “Tú eres el rey”. Por mi parte -dijo Cárdenas-seguiré la misma línea de gobierno que iniciédesde el principio y que Calles criticó.

En la prensa de Los Ángeles a través delcorresponsal de la Prensa Asociada en México,Clark Lee, el mismo 11 de abril dio la noticia dela expulsión de Calles y de su llegada a LosÁngeles. Calles declaró nuevamente que su salidase debió por haberse opuesto a la política deCárdenas que era “francamente comunista”.

Calles negó a la prensa poseer la inmensafortuna que se le atribuía, 150 millones de pe-sos. También negó que volvería a ocupar lapresidencia como se rumoraba en México y deque preparaba un levantamiento contra Cárdenaspara ocupar su lugar. Dijo que regresaría aMéxico cuando “Dios permita un cambio de lasituación”.

15 Ibid., pp. 338-339. 16 Excélsior. 11 de abril de 1936.

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Las declaraciones de Calles provocarongran confusión, ¿no había hecho él, cuandoPresidente, una guerra abierta contra la iglesia,especialmente la católica?, ¿no era consideradoel enemigo número uno del clero católico?,entonces ¿ahora por qué imploraba a Dios comosalvador de México?

Lombardo Toledano fue uno de los quemás criticaron esta posición novedosa en Callesde hombre religioso “quien ahora invoca a Dioscuando ayer perseguía impacablemente a todaclase de creyentes”.

Lombardo Toledano dijo en un mitinobrero realizado el 12 de abril en apoyo aCárdenas

Dios no traerá a Calles a México, y siviene, el proletariado lo esperará y loarrojará de nuevo.17

A Cárdenas le fueron enviados mensajes defelicitación de todos los rumbos del país ysectores sociales. Inmediatamente se iniciaron lostrámites para poder dar de baja al general Callesen el escalafón del ejército mexicano; se reco-pilaron pruebas para demostrar que Calles habíaparticipado en el atentado contra el tren deVeracruz para desestabilizar al gobierno, y,especialmente, lograr la destitución de Cárdenas.

¿Hasta dónde eran ciertas las acusacionesde Calles contra Cárdenas de querer llevar aMéxico por los rumbos del comunismo? ¿No setrató de una reformulación de las relaciones deproducción y de la acumulación de la riqueza,enmarcado en una conveniente red de relacionessociales y políticas, dirigido todo por la presenciapoderosa de Cárdenas? Octavio Ianni dice alrespecto:

Bajo el gobierno [de] Cárdenas el Estadoparece estar un poco adelante de lasfuerzas político-económicas del país.Debido a la diversidad y a los antagonis-mos de esas fuerzas, además del hechode que ninguna de ellas tuvo peso

suficiente para imponerse a las otras, esegobierno pudo movilizar los mediospolíticos-administrativos del Estadoburgués y dinamizar el conjunto de laformación social capitalista.18

Cuando Calles salió expulsado del país, laparticipación del gobierno encabezado porCárdenas se amplía y profundiza en los campospolítico y económico. Esto se manifestó en losucedido con los ferrocarriles y las empresaspetroleras, en la reestructuración del partido delgobierno para integrar a los campesinos, obreros,funcionarios, empleados y militares. en su par-ticipación en la regulación de las relaciones deproducción en las inversiones públicas, en elapoyo al capital privado, en la reforma agraria,en su participación abierta en los asuntos agrí-colas, industriales, financieros, educativos.

Política obrera

En este escenario, los sindicatos formados porobreros y campesinos tuvieron una importanteparticipación, especialmente hasta 1938. Lossindicatos de los trabajadores se comportaron nocomo meros espectadores como lo habían sidoen la década anterior, sino como protagonistascentrales no sólo representando a sus sectores,sino participando activamente en los rumbos delpaís, aunque fuera a través de un sistemacorporativo autoritario vertical, pues las decisio-nes fundamentales siguieron siendo tomadas porun poder centralizado presidencialista, que enunión con las cúpulas sindicales, favoreció elapoyo de los trabajadores a cambio de logroslaborales y mejores condiciones de vida.

Para contribuir al desarrollo de laorganización obrera, se procuró laformación y crecimiento de grandessindicatos, representativos del interésprofesional en las distintas ramasindustriales, y el resultado de esta labor,se evidencia en la fuerza actual de esta

17 Tiempo de México. Segunda Época, núm. 12, 12 de abril de1936.

18 Ianni, Octavio. El Estado capitalista en la época de Cárdenas,p. 14.

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clase de agrupaciones, que han logradomejoramiento económico y social.19

El apoyo que Cárdenas obtuvo de lostrabajadores lo empujó para ir más a fondo y conmayor velocidad en la aplicación de su progra-ma, contenido en el Plan Sexenal de Gobierno.

Al contrario de lo que Calles y sus segui-dores pensaron, el gran movimiento en que sevieron envueltos los trabajadores en su procesode organización durante 1935 y 1940 no debilitóa Cárdenas y a su gobierno, al contrario. Esto fueposible gracias al control ejercido por los líderesde los trabajadores, y al carisma que Cárdenasiba construyendo alrededor de su persona y desu figura como Presidente.

Cárdenas anunció su política laboral-estataldurante su gira electoral. En el discurso quepronunció en Durango el 30 de junio de 1934declaró que se impulsaría la organizacióncooperativista de los trabajadores: “(...) quecapacitará a los trabajadores para la conquista delas fuentes de riqueza y de los instrumentosproductivos, que es el ideal de la doctrinasocialista de la Revolución”.20 Pero mientras nose lograra lo anterior, era necesario llevar a cabolas acciones y los principios del plan sexenal quemarcaba una economía dirigida y regulada porel Estado, que liberaría al país de la economíacolonial que lo había mantenido en el atraso. Sinembargo esto no significaba que los capitalesextranjeros no serían vistos con buenos ojos enMéxico, siempre y cuando se ajustaran a las leyesde la Revolución, respetaran el gobierno mexica-no, corriendo la misma suerte que los mexicanos.

En el discurso que Cárdenas pronunció enVillahermosa, Tab., el 25 de marzo de 1934,gobernada entonces esa entidad por TomásGarrido Canabal, Cárdenas habló de su idea deformar una gran central obrera:

Es por esto también que no descansaréen repetir constantemente, como lo hago

hoy, que se realice la organización delos trabajadores en un frente único, enel que todos se tiendan la mano y dentrodel que, con particularidad, sean acogi-das las agrupaciones que, por ignoranciao indolencia, están aún divorciadas deeste propósito de organización general,pues en otra forma será sumamentedifícil poderlos conducir con éxito porel camino de su plena emancipacióndentro de los cauces que con tantoacierto ha señalado la Revolución en suplan sexenal.21

La economía nacional debía crecer. Laindustria contaba en 1935 con un total de 7 619establecimientos fabriles, pero pocos realmentepodían ser considerados como tales y la mayoríade los verdaderos y grandes establecimientosindustriales seguía en manos de capitalesextranjeros. El sector industrial debía aumentarsu peso en la economía mexicana, fortalecién-dose a la vez una burguesía nacional que hicierafrente al capital extranjero, al menos en mejorescondiciones que las que había al inicio delgobierno de Cárdenas. Esto fue logrado en buenaparte, al menos en lo que al número de estableci-mientos industriales corresponde, los cuales casise duplicaron para 1940 con respecto a 1935, en1940 los establecimientos fabriles eran 13 510.Los créditos bancarios para el apoyo a laindustria aumentaron de 39 754 millones de pe-sos en 1934 a 245 680 millones en 1940.

La industria mexicana debía fortalecersepara reducir la dependencia que se tenía de laextranjera, especialmente de la norteamericana.

Asimismo Cárdenas ofrecía su total apoyoa todos los trabajadores cuyas demandas norebasaran la capacidad económica de lasempresas, con “exigencias desorbitadas”, y cla-maba por “la unidad a toda costa”.

Cárdenas pronunció un discurso ante lostrabajadores de San Luis Potosí el 26 de febrerode 1936, en él dijo:

21 Ibid., p. 124.

19 Cárdenas, Lázaro. Seis años de gobierno al servicio de México,1934-1940, p. 384.

20 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 132.

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La política del gobierno está dirigida amantener el equilibrio entre los factoresque intervienen en la producción queson el trabajo y el capital. Para que eseequilibrio sea estable, es necesario querepose en una ancha base de justiciasocial y en un elevado espíritu de equi-dad que presida las relaciones obrero-patronales.22

El desarrollo industrial fue apoyado conimportantes obras de infraestructura construidaspor el gobierno. Otra vía fueron las exencionesfiscales que se hicieron a las industrias nuevas,así como a las importaciones y exportaciones queayudaran el crecimiento industrial del país. Estoexplica el decreto del 30 de diciembre de 1939que ofreció atractivas ventajas fiscales a losinversionistas tanto nacionales como extranjeros.

Sin embargo, no fue fácil el crecimientoeconómico del país. Durante el sexenio de Cár-denas se tuvieron grandes problemas económi-cos, políticos y sociales que pusieron en jaquesu gobierno. como lo fue la creciente inflación,el poco y efectivo control de los precios así comode la emisión de dinero, las devaluaciones delpeso mexicano, la necesidad que hubo de acudira préstamos bancarios; todo hizo que el costo dela vida del trabajador subiera de un 100% en 1934a un 160% en 1940.

Cárdenas pregonó desde su gira electoralla necesidad de formar una organización únicade los obreros para su propio beneficio. Estainvitación dio resultados en el Congreso de Unifi-cación Nacional del Movimiento Obrero, celebra-do en la ciudad de México del 21 al 24 de febrerode 1936 y en el que se acordó la creación de laConfederación de Trabajadores de Mexico (CTM),desapareciendo así la Confederación General deObreros y Campesinos de México (CGCOM), surgidaa finales dc 1933 cuando se pudo anular a LuisN. Morones del movimiento obrero y su deca-dente Confederación Regional Obrera Mexicana(CROM).

La CTM nombró como secretario general aVicente Lombardo Toledano, quien logró vincu-

lar organismos obreros de muy diversas tenden-cias.

El objetivo inmediato de la nacienteorganización consiste en cumplir el pro-grama social de la revolución, aunquede manera mediata y última su compro-miso es abolir el sistema capitalista.23

Los propósitos inmediatos de la CTM seríanluchar por el derecho de huelga, asociaciónsindical, reunión y manifestación pública, asícomo la libre propaganda escrita y verbal y ladisolución de los viejos sindicatos gremiales,apoyo al nacionalismo de Cárdenas, pero sinperder su propia “independencia con respectoal gobierno”. La CTM hizo un llamado a todos lostrabajadores del país a unirse a ella para formaruna gran y única organización nacional.

En el Congreso de Unificación Nacionaldel movimiento obrero, celebrado enesta ciudad desde el pasado 21 hasta eldía de ayer, se acordó la creación de laConfederación de Trabajadores deMéxico, movimiento que lleva a la desa-parición de la prestigiada ConfederaciónGeneral de Obreros y Campesinos deMéxico. Vicente Lombardo Toledano fuenombrado secretario general de la nuevacentral, que está formada por lasorganizaciones que el año pasadointegraron el Comité Nacional deDefensa Proletaria. Este comité logró, enun periodo de especial excitación -quehizo crisis en el mes de junio pasado [elconflicto de Cárdenas con Calles y otrospolíticos más]-, vincular núcleos obrerosde muy diversas tendencias, los cualesmanifestaron la fortaleza de su unión enlas gigantescas movilizaciones dediciembre. Sólo han quedado fuera dela CTM, la Confederación Regional ObreraMexicana y la Confederación General deTrabajadores.24

22 Ibid., pp. 193-194.

23 Tiempo de México. Segunda Epoca, núm. 11, 25 de febrerode 1936.

24 Ibidem

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Según sus dirigentes, la CTM lucharía poruna sociedad sin clases, por la desaparición delcapitalismo, etc. Como tácticas, usaría la huelga,el boicot, la manifestación pública y la “acciónrevolucionaria”.25 “Sería un organismo “indepen-diente” del poder público; “impediría la intromi-sión en sus nacientes filas de elementos quepretendan arrastrarla a fines políticos”. Su lemasería: “por una sociedad sin clases”; se lucharíacontra el imperialismo y la guerra, por lasreivindicaciones inmediatas de los trabajadores(mejores salarios, reducción de la jornada, etc.);buscaría la posesión de los medios de produc-ción por los obreros, pronunciándose contra elservicio militar y `por la implantación del segurosocial por patrones y el Estado´”.26

La CTM sería más tarde el frente obrero másimportante en la historia de México, al ser elpunto de apoyo fundamental del gobiernocardenista, y al sintetizar los avances organiza-tivos que hasta entonces habían logrado lostrabajadores mexicanos. Cárdenas tenía ahora unorganismo institucionalizado que representaba alsector laboral, cuya creciente unidad organizativapodía ofrecer un fuerte apoyo político a surégimen, a la vez que introducir mejoras materia-les para la clase obrera.

La CTM después corrigió sus primerasexpresiones, no se trataba de abolir la propiedadprivada ni de llevar a los trabajadores al poder,para ello la clase obrera mexicana no tenía laconciencia social, política e ideológica necesariapara establecer una sociedad sin clases, sino quese trataba de fortalecer alianzas con el gobiernopara garantizar y reforzar sus derechos. Dealguna manera la CTM se alejó de sus viejasagrupaciones y líderes, CROM y Morones especial-mente, pero no de sus principios reformistas.

Con el surgimiento de la CTM y su abiertaalianza con Cárdenas, el Presidente logrará uninmenso apoyo para llevar a cabo su gobierno.

Respecto al desarrollo y apoyo a la indus-tria, Cárdenas declaró que estimularía su

desarrollo tanto para su propio progreso, comopara “la prevención del problema de los desocu-pados”. Oficialmente se reconocía que en el paíshabía 300 000 obreros sin trabajo, resultado aúnde lo sucedido a finales de los treinta.

Esto sería posible sólo si los trabajadoresse unificaban en un gran organismo laboral queacabara con sus divisiones y los fortaleciera.

Todos los trabajadores serían sindicaliza-dos conforme a la ley, pues sólo así se protege-rían contra la explotación. Esta incorporación delos trabajadores a las organizaciones sindicales,unidos en una gran central, Cárdenas lo habíaexperimentado desde 1928 cuando fue goberna-dor de Michoacán, ahí organizó la ConfederaciónRevolucionaria Michoacana del Trabajo, atacó lossindicatos blancos y defendió el contrato colec-tivo de trabajo.

Si Portes Gil y Ortiz Rubio se habíanenfrentado con las organizaciones trabajadoras,sobre todo con la CROM, considerada como unorganismo que podía convertirse en un instru-mento de presión y oposición a la política delpresidente en turno, manejada la Confederaciónpor líderes fuertes como lo fue Morones, Cárde-nas convirtió esas organizaciones en fuerzas polí-ticas de apoyo a su gobierno en nombre de lanación, aglutinándolas aún más. Los trabajadoresse salieron un tanto del control de los líderes ypartidos políticos locales, para constituirse eninmensas confederaciones como la CTM y serparte de un solo partido oficial nacional.

En el gobierno de Cárdenas, los sindicatos,especialmente los que conformaron la CTM, seconvencieron de que eran partícipes activos enlas grandes decisiones de la política nacional, nosólo la que se relacionaba con los trabajadores.El sindicato fue actor y no mero espectador delas decisiones gubernamentales en una alianzaque pronto se convertiría en subordinación ma-nifestada en el consenso pasivo, el clientelismoy si fue necesaria hasta la represión.

Durante el gobierno de Cárdenas lostrabajadores manejaron muy bien la estrategia delas alianzas, pero esto no significó que lograransu autonomía y defensa de un proyecto propioy original, sino que se fortalecieron mutuamente:

25 Medin, Tzvi. Ideología y praxis política de Lázaro Cárdenas,p. 78.

26 Iglesias, Severo. Sindicalismo y socialismo en México, p. 74.

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el presidencialismo de Cárdenas y el sindicalismode los trabajadores.

Cárdenas mismo hizo un balance generalde su actuación en su último informe de gobier-no rendido el 1o. de septiembre de 1940. En loque al Departamento del Trabajo se refería dijo:

El país fue testigo de cómo el EjecutivoFederal encaminó a los trabajadoreshacia la obtención efectiva de cuanto laley les otorga; así como del apoyo a lasdemandas legítimas de aquéllos hastahacer del respeto a las mismas una situa-ción orgánica; y por eso ahora, tambiéntestifica la nación los propósitos y losactos del gobierno para que a ese logrode derechos corresponda una fecundacomprensión y realización de deberes,como medio estabilizador no sólo de losintereses económicos, que redundan enprosperidad material, sino también enlos altos intereses del espíritu humano,que significan entendimiento, coopera-ción y justicia para tranquilidad y gran-deza de la patria.27

Cárdenas no perjudicó ni bloqueó alcapitalismo, únicamente estableció nuevascondiciones de funcionamiento. Esto explica elcrecimiento que tuvo tanto la inversión públicacomo la privada de 1930 a 1940 y que se puedever en el suguiente cuadro:

Reacción de los empresarios a la política laboralde Cárdenas.

Sin embargo, del otro lado del proceso de laproducción, los patrones le declararon la guerraa Cárdenas, ante el temor de que los obrerosavanzaran de manera incontenible, fortalecidospor el apoyo que hacia ellos mostraba elPresidente, y que se hacía presente en el alud dehuelgas obreras que se dieron por todos losrumbos del país, huelgas que casi todas fuerondeclaradas como legales y existentes por las Jun-tas de Conciliación, apoyando con ello a lostrabajadores más que a los empresarios.

El hecho de que Cárdenas reconociera ylegalizara al Partido Comunista casi inmediata-mente de que tomara posesión, “(...) desató unacampaña anticomunista por parte de losempresarios encabezados por los de Monterrey.Se decía que los “obreros rojos” dirigidos porLombardo Toledano rompían la armonía entre elcapital y el trabajo contando con la complicidaddel gobierno”.29

Los patrones regiomontanos declararon unparo laboral en febrero de 1936 con miras a de-rrocar al gobernador Morales Sánchez, “protec-tor de los obreros rojos”.

Monterrey era uno de los centrosindustriales más importantes de la República ylos empresarios y sus partidarios salieron a lascalles llevando en las manos carteles que teníanescritas frases tales como: “abajo el comunismo”,“queremos que nuestros hijos sean mexicanos”,“Pueblo no te dejes corromper por el oro delSoviet”.

Cárdenas viajó a Monterrey y frente a losempresarios que habían declarado el paro en susempresas pronunció sus famosos 14 puntos queseñalaban la política laboral de su gobierno.Cárdenas afirmó, frente a la acusación de losempresarios de que eran los comunistas losresponsables del caos nacional, que más dañohabían hecho “los fanáticos que asesinan profe-sores” y sin embargo había que tolerarlos. A losempresarios les advirtió que sus agitaciones no27 Cárdenas, Lázaro. Palabras y documentos públicos de ...

Informes de Gobierno y Mensajes Presidenciales de Año Nuevo, 1928,1940, v. 2, p. 22-192.

28 Ianni, Octavio. ob. cit., p. 126. 29 León, Samuel. “Los prolegómenos de la alianza”, p. 443.

Inversión pública y privada(Millones de pesos)

Año Total Pública Privada

1930 216 82 1341935 377 143 2341940 773 316 45728

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se convirtieran en banderillas políticas pues ello“nos llevará a una lucha armada”, finalmenteCárdenas les sentenció:

14. Los empresarios que se sientanfatigados por la lucha social, puedenentregar sus industrias a los obreros o algobierno. Eso será patriótico; el parono.30

Sin embargo, Cárdenas advirtió al mismotiempo a los trabajadores:

Las clases obreras saben que no puedenapropiarse de las fábricas y demásinstrumentos de trabajo, porque nocuentan por ahora, ni con la capacidadtécnica de dirección suficiente, ni con eldominio financiero que se requiere parael éxito de un empeño de tal magnitud.31

A las palabras de Cárdenas los empresariosrespondieron:

(...) no entregaremos ni podemosentregar nuestras fábricas, nuestrasnegociaciones y nuestras empresas,porque tenemos una misión y unaresponsabilidad que cumplir, porque lasleyes nos amparan y porque en multitudde casos no somos sino administradoresde bienes ajenos que se invierten bajola protección de esas leyes.32

Los patrones, según ellos, pedían tan sóloigualdad ante la ley aunque se tratara de elemen-tos sociales distintos. A la petición de ser tratadoscomo iguales, patrones y trabajadores, Cárdenascontestó a los empresarios:

Otorgar tratamiento igual a dos partesdesiguales, no es impartir justicia niobrar con equidad. La legislación sobreel trabajo, como es sabido, tiene en to-dos los países un carácter tutelar respec-to de los trabajadores, porque tiende a

reforzarlos ante su debilidad frente a lafuerza de la clase patronal, para acercarselo más posible a soluciones de justiciaefectiva.33

En esa misma respuesta que dio a lospatronos, Cárdenas definió a las huelgas como“fenómenos propios del reacomodo de losfactores de la producción”, que si se resolvíancon “espíritu comprensivo y justiciero”, a la pos-tre producirían “beneficios a la economía engeneral”. Las huelgas sólo serían perjudiciales sirebasaban la capacidad económica de la empresaen cuestión.

Finalmente los empresarios se declararon“dispuestos a colaborar con el gobierno deCárdenas” y a mejorar las condiciones de sus tra-bajadores, siempre y cuando se les dierangarantías.

En los periódicos nacionales aparecierondiversos editoriales que siguieron atacando lapolítica económica de Cárdenas; uno de ellos lofirmó Archivaldo Eloy Pedroza en el que afirmóque:

Graves consecuencias ha traído y seguirátrayendo la odiosa campaña comunista,tales como el retiro de capitales grandesy pequeños, el retroceso de la cultura,el abandono de la explotación delsubsuelo -minería y petróleo- la muertede infinidad de industrias, especialmentede mexicanos.34

Políticos importantes como Emilio PortesGil, expresidente y excolaborador del propioCárdenas, calificó el actuar de Cárdenas comomás propio de un líder que de un verdaderoPresidente. “Esto, a pesar de todas las grandesrealizaciones que ha hecho para la Revolución,dejará mucho que desear como administrador;pero el agitador seguirá teniendo entre las masasun gran prestigio”.35

Frente a las acusaciones de los empresariosregiomontanos de parar la producción, además

30 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 192.31 Ibid., p. 190.32 León, Samuel. ob, cit., p. 449.

33 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 202.34 El Universal. 28 de junio de 1937.35 Portes Gil, Emilio. Quince años de política mexicana, p. 221.

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de que con ello se incrementaría la salida de ca-pitales extranjeros de México, al final del sexeniode Cárdenas quedó demostrado que solamentede 1939 a 1940 la inversión de capitales en laindustria se había incrementado cinco veces más,lo que significaba que la política de Cárdenas noatentaba contra los empresarios apoyando a lostrabajadores, sino que finalmente fueron lospatrones los que resultaron más beneficiadosgracias al incremento de la producción, la dis-minución de costos y el aumento de la capacidadde consumo de los trabajadores.

En lo económico la burguesía industrialexperimentó su mayor crecimiento des-de la revolución; así, entre 1935 y 1940se crearon 6 594 empresas, es decir, casise duplicó el número de las anterior-mente existentes; el número de obrerosempleados en la industria pasó de 138041 en 1935 a 389 953 en 1940; el prome-dio de obreros empleados por empresasubió de 19.96 a 28.74, mostrando obvia-mente un crecimiento de tamaño medioy posiblemente el uso más intensivo delcapital constante.36

La expropiación petrolera

Cárdenas reforzó el apoyo de muchos mexicanostodavía más con la expropiación de los Ferroca-rriles Nacionales de México en junio de 1937 yla del petróleo en marzo de 1938, yendo aún másallá cuando sucedió la rebelión de SaturninoCedillo en San Luis Potosí. Con respecto a la ex-propiación de los ferrocarriles, se dijo entonces:

El día de ayer, el gobierno federalexpropió formalmente los FerrocarrilesNacionales de México, al entrar en pose-sión del 49% de las acciones que todavíaestaban en manos de particulares. Estamedida acabará con la ambigüedad orga-nizativa de la empresa ferrocarrilera,pues en algunos casos se la considerabaempresa privada, y en otros, oficial,

situación que condujo a un sinnúmerode dificultades.

El decreto de expropiación decla-ra que la organización y el funciona-miento de los ferrocarriles son factoresde suma importancia para el progresoeconómico y social del país, y por ello–concluye– la nación asume la propie-dad exclusiva de todos los bienes de laempresa en cuestión. Este importantí-simo paso se apoyó en la Ley de expro-piación del 25 de noviembre del añopasado, la cual especifica las condicionesque deben concurrir para que se efec-túen las expropiaciones previstas en elArtículo 27 constitucional. Las justifica-ciones más importantes de esta medidase refieren a la defensa, conservación,desarrollo y aprovechamiento de losrecursos naturales, y a la distribuciónequitativa de la riqueza, actualmenteacaparada por unos cuantos en perjuiciode la colectividad. Esta ley autoriza alpoder público para que constituya em-presas estatales como resultado de lasexpropiaciones.37

Con respecto a la expropiación petrolera,ésta ya se venía anunciando desde años anterio-res a 1938, o al menos era bastante evidente elapoyo de Cárdenas a todos los obreros, y en estecaso a los petroleros.

Cárdenas escribió en sus Apuntes el mismo18 de marzo de 1938:

En el acuerdo colectivo celebrado hoy alas 20 horas comuniqué al Gabinete quese aplicará la ley de expropiación a losbienes de las compañías petroleras porsu actitud rebelde, habiendo sidoaprobada la decisión del EjecutivoFederal.

A las 22 horas di a conocer porradio a toda la Nación el paso dado porel Gobierno en defensa de su soberanía,reintegrndo a su dominio la riquezapetrolera que el capital imperialista havenido aprovechando para mantener al

36 Durand, Víctor Manuel. La ruptura de la nación, p. 28.

37 Tiempo de México. Segunda época, núm. 12, 24 de junio de1937.

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país dentro de una situación humillan-te.38

A diferencia de lo afirmado por algunosinvestigadores sobre “la repentina decisión deCárdenas de expropiar el petróleo”, Adolfo Gillyen su libro El cardenismo, una utopía mexicana,al igual que Lorenzo Meyer y Wendell C. Gor-don, establece que la expropiación fue el“resultado de años de esfuerzo en este sentido”.39

En este proceso de recuperación de losbienes propios de la nación como lo había esta-blecido la Constitución de 1917, no es descabe-llado pensar que los profesores hicieron una la-bor de difusión de estas ideas que, de algunamanera, estaban preparando la expropiaciónpetrolera.

En marzo de 1938 sucedió la expropiaciónpetrolera. A los niños de todas las escuelas delpaís, por indicaciones del secretario VázquezVela, se les explicaría lo que estaba sucediendo.Los maestros buscarían el apoyo de “jóvenesimportantes” para que dieran conferencias a susalumnos sobre los hechos.

Después vino el problema del pago de ladeuda petrolera. Se les pidió su apoyo a todoslos mexicanos y también a los escolares. El Con-sejo Técnico de Educación Primaria constituyó elComité de Organización de la Cooperación Es-colar en apoyo al pago de la deuda. Losprofesores Emilia Valmori y Juventino Naranjopresentaron un proyecto para la emisión debonos y timbres escolares, a fin de que laaportación que se lograra de los estudiantes fueraorganizada bajo el debido control oficial. Lacampaña tuvo éxito, se recibió apoyo económicode niños de todo el país para el pago de ladeuda, a la vez que le hacían patente a Cárdenassu apoyo moral. El Presidente de México debíamostrar a nacionales y extranjeros que era unpresidente fuerte gracias al apoyo del pueblo.

Al término de 1938 nadie había olvidadola expropiación petrolera realizada ese año. Elexgobernador de Kansas, Henry J. Allen, hizo

declaraciones atrevidas cuando dijo que, si no sedetenía a Cárdenas, haría de México una nuevanación comunista al sur del Bravo: “Cárdenas, sino lo detienen, decidirá nacionalizar todos losbienes de México”.40

El temor por nuevas expropiaciones fuecalmado por el mismo Cárdenas al declarar que“No hará el gobierno más expropiaciones”.41 Estoapareció en grandes titulares para calmar aquienes aseguraban que las expropiacionescontinuarían y que ningún empresario estabaseguro. Pero el Presidente seguía adivirtiendo“(...) que no estaba dispuesto a tolerar actos derebeldía que vayan en contra de los intereses delpueblo y en desprestigio de México”.42

Esto se reforzó cuando en 1939 aparecióun decreto dirigido al fomento de industriasnuevas, invitando a nuevos empresarios a invertiren México a cambio de una serie de facilidadesfiscales y de importación de maquinaria, asícomo acceso al capital bancario estatal.

Gustavo de Anda, en una de sus tantascríticas hechas a Cárdenas señala con respecto ala expropiación petrolera:

Tanto la huelga como la expropiaciónfueron actos premeditados por el go-bierno del general Lázaro Cárdenas. Laprimera, para justificar la segunda. Elentusiasmo provocado por las promesasde redención del cardenismo a través deagentes y propagandistas políticos, im-pidió a los trabajadores de aquellas bienconstituidas y florecientes unidadesproductoras ver con claridad el fracasoque les aguardaba.43

Además lo acusaba de estar en contra delos dueños del capital, sólo así se explicaban lasexpropiaciones realizadas por Cárdenas, espe-cialmente la del petróleo.

En el balance que Cárdenas hizo de supropia actuación como Presidente en el docu-

38 Cárdenas, Lázaro. Obras... ob. cit., T. I, p. 390.39 Gilly, Adolfo. El cardenismo, una utopía mexicana, p. 19.

40 Excélsior. 19 de noviembre de 1938.41 Excélsior. 2 de diciembre de 1938.42 Durand, Víctor Manuel, ob. cit., p. 28.43 Anda, Gustavo de. ob. cit., p. 1.

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mento Seis años de gobierno al servicio deMéxico, se lee:

En el sincero deseo de arreglar elequilibrio de las fuerzas antagónicas deacuerdo con el carácter protector parala clase trabajadora, que abiertamentecontiene la legislación del trabajo, no seperdió de vista el valor de la otra fuerza,la del capital, ni menos la importanciade los intereses generales y esencialesde la comunidad. No hubo animosidadni hostilidad alguna hacia esta otrafuerza, y puede la gestión del Departa-mento [del Trabajo] enorgullecerse dehaber llegado en la mayoría de los casosa un arreglo satisfactorio para ambaspartes contendientes.44

Reforma agraria

Desde que Cárdenas fue gobernador deMichoacán, insistía en que los campesinos debíanorganizarse para trabajar a la manera de coopera-tivas. Como presidente del PNR en 1930, Cárdenassalió en defensa del ejido, contra quienes yahablaban de su fracaso, incluido el propio Calles.Cárdenas reafirmaba que el fraccionamiento dela tierra sería la base de la prosperidad del país.

En el mensaje que como candidatopronunció el 1o. de mayo de 1934, Cárdenas lesdijo a los campesinos:

Primeramente se ha propuesto facilitarelementos económicos y de trabajo alagricultor para llevar a cabo la explota-ción de la tierra, creando en BancoNacional de Crédito Agrícola que no sólorefacciona numéricamente las activi-dades del campo, sino que trata deintroducir una modernización completaen los sistemas de cultivo y como com-plemento, crear canales propios dedistribución de los productos para quelos rendimientos de la agricultura dejende beneficiar casi exclusivamente a los

intermediarios en la distribución y loscampesinos aprovechen los beneficiosde las transacciones, ya que son elloslos productores directos de la riquezaagrícola del país y cuyo beneficio es unode los principales postulados delprograma del partido que ha creado laRevolución.45

A esto es a lo que se le llamaría reformaintegral, pues no sólo sería el reparto de la tierraa los campesinos, sino que junto con ella se ledaría el apoyo económico, refaccionario y decapacitación necesario. Cárdenas dijo en un dis-curso en el ejido de Tres Palos, Gro., el 17 demayo de 1934:

Para la resolución del problema agrariono entiendo la simple entrega de lastierras a los campesinos. El poderpúblico está obligado a prestar a losejidatarios toda ayuda moral y materialpara que prosperen económicamente ypara que liberen su espíritu de la igno-rancia y los prejuicios. En las banderasde la Revolución por la cual hemosvenido luchando y por la cual personal-mente [lo] he hecho desde 1913, estáescrito que debe entregarse la tierra y laescuela a los campesinos. Con el créditorefaccionario, la implantación de moder-nos sistemas de cultivo y la explotaciónde nuevos productos, con el programadel antialcoholismo y antifanatismo,queda completo el programa revolucio-nario, en materia agraria.46

El reparto de tierra que hizo Cárdenas yacomo presidente tuvo muchos enemigos, porsupuesto los principales fueron los terratenientesafectados. Varios campesinos, lo mismo que ma-estros socialistas, habían sido asesinados porencabezar movimientos agrarios. Cárdenas ofre-ció entonces que:

Entregaré a los campesinos el máusercon el que hicieron la Revolución, para

44 Cárdenas, Lázaro. Seis... ob. cit., p. 383.

45 Cárdenas, Palabras... ob. cit. v. 1, p. 126.46 Ibid., p. 128.

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que la defiendan, para que defiendan elejido y la escuela.47

Al igual que los obreros, los campesinosdebían organizarse y unificarse para ser fuertes,sólo así se podía llevar a cabo la reforma agraria.El 28 de agosto de 1938 se llevó a cabo elCongreso de Unificación Campesina de dondesurgió la Confederación Nacional Campesina(CNC).

Cárdenas, a diferencia de Obregón y Ca-lles, no concibió al ejido sólo como un comple-mento en los ingresos del campesino, cuyafuente principal de ingreso sería el salario querecibiera en las grandes y productivas haciendasen las que seguiría trabajando; para Cárdenas elejido era un elemento fundamental de la estruc-tura del sistema en su conjunto y debería tenerun gran peso social en cuanto liberara al traba-jador del patrón, y un peso económico en tantoproduciría para el consumo propio, para elmercado nacional y hasta para el extranjero.

El ejido ya no es solamente una formade propiedad territorial, ni una fase enla evolución de los sistemas de trabajo;es la célula básica de la estructuraciónrevolucionaria que funciona como unaorganización parcelaria o colectiva deacuerdo con las condiciones naturales,la calidad de las tierras, la precipitaciónpluvial, la disciplina que imponen lossistemas de irrigación, la variedad ouniformidad de los cultivos, el uso delcrédito y la maquinaria, la cooperaciónpara facilitar las ventas, etcétera.48

Luis Cabrera, autor de la famosa ley del 6de diciembre de 1915, ley que de alguna maneramarcó el inicio de la reforma agraria oficial, fueun fuerte crítico de la política agraria de Cárde-nas. Cabrera concibió al ejido como complemen-to del ingreso del jornalero y también deexistencia efímera, mientras se crearan fuertessistemas en pequeño de explotación agrícola que

sustituyeran a las grandes extensiones. El ejidoera entonces un puente provisional entre lapequeña y la mediana explotación agrícola, estono lo compartió Cárdenas.

Con respecto al indígena, principal despo-seído de la tierra, Cárdenas refutaba a quienesdecían que su atavismo era la causa de su situa-ción de atraso y marginación, no era su carácteratávico y conservador, sino sus condiciones demiseria e ignorancia lo que lo mantienía en sucondición de marginado. El indígena debía serde los principales beneficiados con la reformaagraria. No se trataba de conservar al indio, decíaCárdenas, tampoco de indigenizar a México, sinode mexicanizar al indio.

No es exacto que el indígena sea refrac-tario a su mejoramiento, ni indiferenteal progreso. Si frecuentemente no exte-rioriza su alegría ni su pena, ocultandocomo una esfinge el secreto de sus emo-ciones [al propio Cárdenas lo apodaron“La esfinge”], es que está acostumbradoal olvido en que se le ha tenido; cultivacampos que no compensan su esfuerzo;mueve telares que no lo visten; cons-truye obras que no mejoran sus condi-ciones de vida; derroca dictaduras paraque nuevos explotadores se sucedan y,como para él sólo es realidad la miseriay la opresión, asume una actitud deaparente indiferencia y de justificadadesconfianza.49

No faltó quienes dijeron que lo que Cárde-nas estaba haciendo con el reparto de tierras, laorganización de los campesinos, y especialmentela organización de cooperativas agrícolas deproducción como las de La Laguna, Yucatán yChiapas entre otras, era a la manera como loestablecía es sistema comunista de producción,no la Revolución de 1910 y la Constitución de1917. A ello Cárdenas contestó:

La Revolución Mexicana es un movi-miento sui generis; no copia ninguna

47 Ibid., p. 129.48 Ibid., p. 417. 49 Ibid., pp. 403-404.

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doctrina ni ningún movimiento extran-jero; es más antigua que cualquiera otrade Europa o de América. México aspiraa implantar una democracia de trabaja-dores; no intentamos, como dicen losenemigos del régimen, implantar unadictadura; todos sabemos que el tempe-ramento del pueblo no lo admitiría;comprendiéndolo así, la Revolución haplanteado el camino a seguir y por ellopropugna porque sea el nuestro unpueblo civilista, con plena organizaciónde una democracia en que se tengalibertad de acción y política social.50

La propiedad privada limitada no seríaobstaculizada, se buscaría la convivencia de tressistemas distintos de tenencia de la tierra: lapequeña propiedad privada, el ejido y las tierrascomunales. Lo mismo que en el terreno de laindustria en donde Cárdenas repetía que noestaba en contra de los poseedores del capital,aquí tampoco estaba en contra de los poseedoresde la tierra, pero sí de su concentración en unacuantas manos a la manera del porfiriato,quedando mucha de esa tierra en condición deociosa por no ponerla a producir.

El gobierno está interesado en ayudar alos ejidatarios, como lo está también,para los pequeños propietarios, a los quedebemos considerar, igualmente, comofactores decisivos en la extinción dellatifundio, ya que con su esfuerzopersonal han contribuido a una mejordistribución de la propiedad.51

Se modificó el Código Agrario y las leyescorrelativas para suprimir intermediarios yasegurar relaciones directas entre productores yconsumidores. Con las reformas y las nuevasleyes agrarias, se dio al traste con los fracciona-mientos simulados, se agilizó la tramitaciónnecesaria de los campesinos, se dotó de tierra alos peones acasillados en el lugar en el queradicaban. Se estudiaron e inventariaron los

terrenos baldíos nacionales para ser repartidos,se construyeron obras de irrigación y de aprove-chamiento de aguas, hubo repoblamiento yredistribución de la población rural, se reinte-graron a mexicanos residentes en el extranjeropara radicarlos en tierras irrigadas, se difundieronenseñanzas prácticas relacionadas con la agricul-tura. Se organizaron a los ejidatarios en socie-dades locales de crédito y en cooperativas deproducción, consumo y venta. Se creó el BancoNacional de Crédito Ejidal para créditos de avío,con un propósito no bancario sino de serviciode la colectividad a los campesinos. El BancoNacional de Crédito Agrícola se designó paraapoyar a los pequeños y medianos propietariosagrícolas. Se crearon los Almacenes Nacionalesde Depósito, éstas fueron algunas de las medidastomadas por el gobierno cardenista, que acom-pañaron al reparto de tierras.

Durante el presente sexenio se entre-garon más de 10.651 ejidos definitivosamparando 18.352,275 hectáreas para1.020,594 campesinos, sumados a lasdotaciones que con anterioridad se habí-an conferido, forman un total de 13,091ejidos, para 1.442,895 campesinos, conuna superficie total de 25.324,558 hec-táreas, quedan aún en propiedad privada15.500,000 de hectáreas, comprendiendopequeñas propiedades en cultivo, pro-tegidas por nuestra Constitución.52

De aquí se puede deducir lo que hizo lareforma agraria encabezada por Cárdenas.

Cárdenas insistía en que, además del repar-to de tierra a quienes no la tenía y sí la hacíanproducir, había que modernizar la producciónagropecuaria. Se debía de pasar de una agricul-tura básicamente extensiva, a una intensiva ytecnificada.

Frente a las críticas que se hicieron a lareforma agraria encabezada por Cárdenas, ha-ciéndola ver como la causante de la baja pro-ductividad del campo mexicano, Cárdenas mis-mo, ya no siendo Presidente, en un discurso pro-

50 Ibid., p. 260.51 El Nacional. 3 de mayo de 1938. 52 Cárdenas, Lázaro. Seis... ob. cit., p. XIV.

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nunciado en Jiquilpan, Mich., el 1o. de enero de1941 dijo:

En la actualidad, aunque lo nieguen losenemigos de la Revolución, ha aumen-tado la producción, como ha aumentadotambién el consumo, siendo la produc-ción muy superior a cuando existían loslatifundios.53

El reparto de la tierra, según Cárdenas,nunca debía ser considerado como un error.

Reforma educativa

Con respecto a la reforma educativa de 1934 enla que se estableció la educación socialista,Cárdenas depositaba en la escuela la esperanzade que sería un auténtico instrumento que iríamás allá de sus aspectos pedagógicos y acadé-micos, que favorecería una gran reestructuracióneconómica y social, consecuencia de la elevaciónintelectual y moral de las masas, así como de sucapacitación técnica-prática.

En los primeros discursos de Cárdenascomo Presidente se manifiesta una mezcla debuenos deseos. Cárdenas se presenta ansioso porrealizar acciones de justicia aún no cumplidas. Enel campo educativo se retoman los programas eideas de Vasconcelos y su cruzada cultural, laescuela como medio de redención de los másdesvalidos, especialmente los indígenas. Ideasmoralistas mezcladas con económicas, propó-sitos de un mejoramiento de todo el país, no sólode los más poderosos, capacitación técnica de losproductores; de todo ello debía ocuparse laescuela socialista.

En este proyecto modernizador, los profe-sores iban a tener un papel muy importante:

Por esto el gobierno a mi cargo estimarálos nobles esfuerzos que en este sentido

lleven a cabo los trabajadores de la ense-ñanza rectificando a la escuela antigua,cuyo fin era preparar a los individuospara luchar contra sus semejantes ycreando una escuela nueva en la que,educados los alumnos bajo una actividaden común, puedan sentir, entender yamar la transformación pacífica de lasnormas sociales que hay que esgrimirpara llegar al terreno de bienestareconómico y moral que ambicionamospara México.54

La escuela procuraría una sociedad másigualitaria, además, dentro de un sentido de soli-daridad y acción combativa, se encauzaría a lasmasas para desterrar la idolatría y los prejuiciosindividualistas dominantes; para lograrlo era im-prescindible una obra sistemática de capacitaciónmagisterial que preparara a los nuevos maestrosy capacitara, según los lineamientos de la nuevareforma educativa, a los que estaban ya enejercicio hasta formar un todo homogéneodirigido hacia el mismo fin: la instauración de laescuela socialista, marcada en la reforma edu-cativa del 13 de diciembre de 1934 a través de lacual se estableció la educación socialista en elpaís.

Cárdenas insistía en la necesidad de pre-parar técnicos adecuados para la explotación delas riquezas que se pensaba hacer, así como laindustrialización del país, técnicos capaces deimpulsar la explotación de nuevas fuentesproductivas y participar en la dirección de lasempresas. De aquí la necesidad de estimular unaenseñanza “ulilitarista y colectiva” que prepararaa los alumnos para la producción cooperativa yfomentara en ellos el amor al trabajo como un“deber social”.

En 1934 Cárdenas anotó en sus apuntes:

La escuela de México necesita [un]programa que enseñe al niño lo querealmente le sea úlil en su mayor edad.Hay que educarlo en contacto con la na-turaleza; inculcarle la ideología de la

54 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 143.

53 Cárdenas, Lázaro. Palabras y documentos públicos de...mensajes, discursos, declaraciones, entrevistas y otros documentos.1941-1970. v. 3, p. 15.

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Revolución Mexicana; prepararlo para eltrabajo colectivizado, toda vez queMéxico debe lograr su desarrollo por elpropio esfuerzo organizado de losmexicanos. De seguir México con unsistema individualista perderemos deaprovechar las riquezas naturales y lasventajas agrícolas e industriales queofrece el país.55

Se trataba de establecer una escuela prácti-ca encaminada al conocimiento de las modernastécnicas de producción y explotación de losrecursos industriales y agrícolas, así como unanueva organización de los productores que lespermitiera defender sus derechos constituciona-les y laborales, que redundaría en mejorescondiciones de vida y una mejor distribución dela riqueza, sin que por ello tuvieran que temerlos empresarios; no así los terratenientes pues lareforma agraria y el reparto de los latifundios ibaa ser un hecho, así como la organización de loscampesinos en cooperativas.

Era necesario establecer la escuela únicadirigida por el Estado, y crear un nuevo magis-terio convertido en guiador social que penetraraen todo el tejido social.

En el primer mensaje de año nuevo queCárdenas envió a la nación, lo. de enero de 1935,hizo otra vez alusión a lo que era y se esperabade la educación socialista:

Educar la conciencia de la niñez y de lajuventud, inculcar en sus cerebros unainterpretación racional del universo;hacer entender que el control de losfactores económicos de la vida implicael control de la vida misma, de dondese desprende la necesidad imperiosa deerigir una organización social que inclu-ya entre sus actividades el régimen deciertos instrumentos económicos, comoel capital agrícola y el industrial que nopueden ser equitativamente utilizadoscuando se encuentran en manos exclusi-vamente de particulares; hacer entenderque el individuo ha de tener en cuenta

las necesidades de la colectividad pre-ferentemente a los intereses egoístas declases privilegiadas, encauzar la actividadde las generaciones futuras conforme anormas que les permitan desligarse deyugos tradicionales que impedirían sudesarrollo integral; difundir la convicciónde que las prácticas socialistas, en su as-pecto moral, representan el medio paralograr la verdadera libertad individual y,en su aspecto económico, implican unsistema que pondrá fin a la explotaciónmediante las limitaciones adecuadas ala apropiación de la propiedad privada;luchar contra la incultura en todas lasregiones de la República; difundir la en-señanza en condiciones que capacitenprácticamente a nuestros campesinos ytrabajadores para hacer progresar suscondiciones de vida y sus sistemas detrabajo; derivar la actividad de nuestropueblo, en las horas de descanso oesparcimiento, a prácticas deportivas yartísticas, que mejoren y fortalezcannuestra raza.56

En ese mismo mensaje, el Presidente anun-ció, entre otras cosas, que el ramo de educaciónhabía sido aumentado considerablemente supresupuesto, comparado con el año anterior. Losprofesores rurales habían sido eficaces colabo-radores de los campesinos en su lucha por elreparto de tierras, desgraciadamente, se anota enel mensaje, quince maestros rurales habían sidoasesinados por “elementos reaccionarios y faná-ticos”. Se seguía trabajando en los centros noc-turnos de educación para la incorporación de lostrabajadores; se había reformado el plan deestudios de las escuelas secundarias, introdu-ciendo en ellas la nueva reforma. Funcionaba yala Escuela número uno “Hijos del Ejército”, lanúmero dos se inauguraría en Pátzcuaro, des-pués se abrirían la tres y la cuatro en San LuisPotosí y Guadalajara, respectivamente. Estasescuelas eran para facilitar a los hijos de los

55 Cárdenas, Lázaro. Obras... ob. cit., T. I, p. 298.

56 Cárdenas, Lázaro. Palabras y documentos públicos de...Informes de gobierno y mensajes presidenciales de año nuevo. 1928-1940, v. 2, p.206.

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militares la enseñanza primaria, pues para ellosera difícil hacerlo por sus constantes traslados.

Se habían hecho ediciones de libros abajísimos precios para el uso de las escuelas. Seestaba trabajando para que los gobiernos localesaplicaran, por lo menos, un 40% de sus presu-puestos a la educación popular.

La escuela procuraría una sociedad másigualitaria. Dentro de un sentido de solidaridady acción combativa se encauzaría a las masaspara desterrar la idolatría y los prejuicios indivi-dualistas dominantes, por ello se necesitaba deun “maestro nuevo”.

En el discurso que Cárdenas pronunció enUruapan, Mich., el 2 de agosto de 1935, cuandose había puesto ya en práctica la reforma educa-tiva, y la pregunta obligada fue ¿cuál era el nuevopapel del maestro, especialmente del rural?Cárdenas contestó:

La misión del maestro no ha deconcretarse en el recinto de la escuela.Su misión en el orden social exige sucolaboración para el cumplimientointegral del programa de la Revolución.El maestro rural es un guía del campe-sino y del niño y debe interesarse por elmejoramiento de los pueblos. El maestroha de auxiliar al campesino en su luchapor la tierra y al obrero en la obtenciónde los salarios que fija la ley para cadaregión.57

El profesor debía participar como líderactivo en la transformación social de México, asícomo en hacer realidad una distribución másequitativa de los productos y las utilidadesproducidas por el trabajo humano. Los maestrossocialistas, a través de la escuela socialista, debíancombatir el fanatismo y capacitar a los alumnospara una mejor concepción y cumplimiento desus deberes para con la colectividad, fortalecerla lucha social para interactuar activamente comofactores de la producción económica, capacita-dos técnica e ideológicamente.

Por diversos rumbos del país, especial-mente en las entidades del centro y norte se atacóduramente a la escuela socialista, hasta ahíllegaba Cárdenas para explicar él mismo lo quesignificaba la reforma educativa. Así habló a loshabitantes reunidos el 16 de febrero de 1936 enCiudad Guerrero, Tamaulipas:

En toda la República he encontrado unhaz de voluntades como el que aquí seestá haciendo palpable. Y en este mismoacto, que congrega a todos los sectoresde esta población, es oportuno que yodeclare a ustedes que no es atributo delgobierno, ni está dentro de sus propó-sitos combatir las creencias ni el credode cualquier religión. Se ha dicho quela educación socialista combate la reli-gión y arranca a los hijos del amor desus padres. Esto es mentira.

La educación socialista combateel fanatismo, capacita a los niños parauna mejor concepción de sus deberespara con la colectividad y los preparapara la lucha social en la que habrán departicipar cuando alcancen la edadsuficiente para intervenir como factoresen la producción económica.

En los centros de mayor inculturase ha hecho una propaganda en contrade la escuela socialista, diciendo quecombate la religión; pero esta propa-ganda es sólo una tendencia política.Combatir el fanatismo no quiere decirque se combatan las creencias del pue-blo ni el credo de cualquier religión; sinodestruir los prejuicios que mantienen ala juventud en la ignorancia e impidenel progreso y la prosperidad del país.58

Igual que Bassols, Cárdenas afirmaba quesin atacar abiertamente a la iglesia, la católica, elfanatismo y la superstición irían acabándose, enla medida en que avanzara la educación socialistabasada en la razón, la ciencia y la experimenta-ción.

La nueva escuela socialista, especialmentela rural, y la enseñanza que en ella impartían los

57 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 172. 58 Cárdenas, Lázaro. Ideario Político, p. 208.

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maestros, iba desde la alfabetización y castellani-zación, hasta nuevas formas de organizacionessociales productivas -cooperativas-, pasando porel aprendizaje de nuevas ténicas de trabajoagrícola que les permitiera a los campesinosorganizar mejor y dinamizar sus actividadesproductivas.

Se enseñaba a los niños, hasta elmomento en que eran capaces de cogeruna herramienta, a cultivar la parcela dela escuela colectivamente, a atender elganado y a asumir la responsabilidadconjunta en el caso de colmenas y ár-boles frutales. La escuela rural estabareemplazando a la iglesia del pueblo co-mo centro de la vida comunal. Donde-quiera que podía lograr sus propósitos,atacaba los problemas agrícolas, desalubridad y culturales de poblacióncomo una sola unidad.59

La escuela socialista combatió el fanatismoreligioso, el monolingüismo indígena con la en-señanza bilingüe, no destruyó la organización ycultura indígena; atacó los restos de las organi-zaciones oligárquicas a la vez que incorporónuevos contingentes de productores organizadosbajo los lineamientos del gobierno de Cárdenas.

Cárdenas escribió frecuentemente “se tratade mexicanizar al indio”, incorporándolo a losnuevos rumbos del país y de la producción. Elindio, el campesino, el mestizo, el obrero, todosbajo el nombre de ciudadanos, pertenecientes auna determinada clase social comprometida conel todo. El indio ya no considerado como etnia,sino como miembro de una cooperativa, unsindicato, una organización.

Por otro lado, la educación superior enMéxico, según Cárdenas, conservaba anacronis-mos que se venían arrastrando desde la Colonia,pues era para la educación de las minorías cultaso semicultas de un país económicamenteatrasado. Por ello debían implantarse nuevossistemas de educación técnica y profesional.

En vez de encuadrar las enseñanzasdentro de los tipos tradicionales de lasviejas carreras que son clásicas en nues-tro país, es menester -planteando correc-tamente la cuestión, en términos natu-rales- que la organización de los estudiosse derive de un examen cuidadoso delas necesidades de la colectividad enmateria de trabajo técnico, lo mismo res-pecto a las diversas clases de profesionesque hayan de crearse, que al volumende alumnos que para cada una de ellasquepa admitir en cada región de laRepública, y -lo que es más importante-acerca de las condiciones y caracterís-ticas que deban reunir los alumnos, paragarantía de un adecuado ejercicio profe-sional futuro.60

Se requería de una supeditación de losestudios técnicos y profesionales a las necesi-dades colectivas e intereses nacionales, evitandola concentración que entonces existía especial-mente en el Distrito Federal; de ahí la urgenciade distribuir la educación superior, para repartirsus beneficios por las diversas regiones del país.

El gobierno de Cárdenas utilizaría losrecursos económicos necesarios para lograr lanueva educación superior, se encargaría no sólode proporcionarla, sino, de ser necesario, cubri-ría las necesidades personales de vestido yalimentación de los alumnos mientras estuvieranestudiando, hasta que empezaran a ejercer sufunción productiva.

Frente a la necesidad de una educacióntécnica superior de alta calidad, Cárdenas decía:

La educación superior debe abandonarsus orientaciones a favor de las profe-siones liberales para hacerse eminente-mente técnica. En cada centro industrialy al lado de cada gran factoría, [debesurgir] una escuela técnica para los asala-riados.

Datos estadísticos de valor apo-yan esta necesidad: 100.000 extranjeroscontrolan un 99% de las industrias ex-

59 Ianni, Octavio. ob. cit., p. 104. 60 Cárdenas, Lázaro. Ideario... ob. cit., p. 217.

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tractivas y un 60% de las de transforma-ción, haciendo que las utilidades de laproducción se repartan entre el 0.71%de la población total de México.

Por otra parte, frente a la necesi-dad que nuestros campos y las industriasestablecidas en México tienen de técni-cos debidamente capacitados para des-plazar a los extranjeros; frente, también,al imperio con que las masas proletariasreclaman hombres emergidos de su senoque posean conocimientos necesariospara conducirlos al usufructo de la rique-za pública; se muestra una plétora deprofesionistas liberales, ligados a la bur-guesía, que no son sino materia primapara la formación de clases parasitariaso que integran lo que se ha caracterizadoen nuestro medio como “proletario inte-lectual”, esto es, como grupos flotantesde profesionistas que se ven obligadosa trabajar en actividades distintas de lasque vocacionalmente eligieron, osten-tándose en la mayor parte de los casoscomo aspirantes a puestos burocráticosde exigua categoría.61

Así se anunciaba ya la creación del InstitutoPolitécnico Nacional, del que se dijo que “(...)significa una esperanza para todo el pueblo ypara los jóvenes que anhelan un México mejor”.62

Las críticas a la Universidad Nacional einstituciones semejantes, su formación de profe-sionales tradicionales: abogados, médicos, inge-nieros, procedentes de sectores medios y altos,y su alejamiento, hasta entonces, de los sectorespopulares y de sus necesidades fundamentales,provocó la desconfianza hacia ellos de diversossectores sociales. Más que teóricos de alta cali-dad, decían, se necesitaban técnicos de elevadapreparación científica, capaces de dirigir losprocesos directivos del país. Así nació el InstitutoPolítécnico Nacional sin un decreto oficial quelo creara.

En el IPN se formarían profesionistastécnicos acordes con las necesidades del sistemaeconómico moderno, se formarían esos profesio-nales en las escuelas superiores de Construcción,de Ingeniería Mecánica y Eléctrica, de IngenieríaTextil y de Comercio y Administración, así comoen la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas yen el Instituto Técnico Industrial. El IPN sería parala capacitación técnica superior de los jóvenes ysería un elemento importante para el progresonacional.

En la fundación del IPN influyó grande-mente la decisión de Cárdenas y también la parti-cipación de Juan de Dios Bátiz, para quien laeducación tecnológica superior era un factor pri-mordial como factor de desarrollo y crecimientoeconómico.

La creación del Instituto Politécnico Nacio-nal fue explicada por Cárdenas:

Para cumplir con una de las tareasimperativas de la Revolución, fue creadoen 1937, el Instituto Politécnico Nacio-nal, donde el alumnado además de a-prender artes y oficios, estudia carrerasprofesionales y subprofesionales, secapacita técnica y biológicamente paraintervenir en el proceso de produccióny se forman especialistas en distintasramas de investigación científica ytécnica llamados a impulsar la economíadel país mediante una explotaciónmetódica de nuestra riqueza potencial.63

Ya no se trató sólo del mejoramiento eco-nómico y cívico como lo hubiera querido Calles,sino la educación como medio necesario y eficazpara la lucha en beneficio de los trabajadores. Nosólo una capacitación técnica, sino una capaci-tación social que hiciera que los mexicanos seidentificaran con los sectores productivos e hicie-ran suyos sus proyectos; no sólo de mejoramien-to material de sus condiciones de vida, sino desu propia organización y posición fundamentalen la nueva organización social mexicana.

61 Secretaría de Educación Pública. La educación pública enMéxico. Desde el 1o. de diciembre de 1934 hasta el 30 de noviembrede 1940, v. 1, p. 473.

62 El Nacional. 1o. de mayo de 37. 63 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 2, p. 188.

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Sin embargo y a pesar de los esfuerzos quese hicieron, nunca antes registrados en la expan-sión de la educacion especialmente la rural, elcrecimiento de la población superó al crecimien-to del sistema educativo y, según el censo nacio-nal, en 1940 había dos millones más de analfa-betas que en 1930.

A pesar de que en números absolutos nose logró lo planeado, en números relativos ycomparándolo con lo hecho por los gobiernosanteriores a Cárdenas, en el campo de la educa-ción pública, fue notoriamente superior lo reali-zado durante el sexenio 1934-1940. La memoriadel gobierno cardenista: Seis años de gobierno alservicio de México 1934-1940 así lo prueba.

Ya para los dos últimos años del sexeniode Cárdenas, especialmente el último, las actitu-des y mensajes de la política educativa, habíanbajado de tono y eran atenuados bajo un len-guaje más conciliador y menos agresivo. Cárde-nas mismo, en su último informe, 1o. de septiem-bre de 1940, habló ya de una actitud solidaria delos alumnos con todos los componentes de lasociedad mexicana. La escuela, tal parece querecuperaría su carácter utilitario y de capacitaciónpara la producción, dejando de lado el formativoy combativo a la vez que integrador de unaconciencia de clase.

Frente a lo sucedido en los años anterioresrespecto a la reforma educativa, Cárdenas expre-só:

Queda a la responsabilidad de los padresde familia inculcar libremente en el senodel hogar las creencias que mejor Iesparezcan. La escuela no impone sinoexplica; y, bajo la acción gubernamental,se trata de evitar que la cátedra seconvierta en un factor de disociaciónsusceptible de provocar, como ha venidoprovocando hasta ahora, luchas san-grientas ante el problema fundamentalde la distribución de la riqueza.64

La educación sería, además de su carácterutilitario, el arma más eficaz para la conciliación

de todos los elementos de la sociedad mexicana.Reaparecieron las exaltaciones a la Patria, a lanación y a la unidad, la estabilidad y la concordiacomo salvadoras de México. Al maestro se levolvió a dar su carácter de “apóstol amoroso yconciliador”, ejemplo de moralidad y de trabajo,defensor de ideales comunes, de nuestrastradiciones y valores históricos que llamaba a laarmonía y a la unión. El discurso político sevolvió exaltador de las virtudes cívicas de lospueblos, como medio para salir avante en losdiríciles momentos internacionales que entoncesse vivían.

La situación internacional se veía cada vezmás difícil. La invasión de Etiopía por Italia, lade China por Japón, el reforzamiento de laalianza de los países del eje, todo avisaba unaconflagración mundial que hacía todavía másdifícil la situación de todos los pueblos impli-cados, incluido México que se había ya ganadola desconfianza de los capitales tanto nacionalescomo extranjeros por las expropiaciones de losrecursos petroleros, ferrocarriles y tierras, ademáspor la reforma educativa a la que se le había im-plantado el calificativo de socialista.

Se necesitaba reforzar la paz nacional queasegurara la inversión de capitales. Una pazamenazada al interior por la escasez de recursosy de confianza de los inversionistas, y al exteriorpor la guerra mundial que se aproximaba.

México, igual que el resto de los países,estaba preocupado por los nubarrones con losque se anunciaba la Segunda Guerra Mundial.Había que abogar por la paz. El 29 de septiembrede 1939 aparecieron diversos telegramas en laprensa mexicana firmados por Cárdenas yenviados a Hitler:

Siguiendo el sentir del pueblo mexicano,considero de mi deber apelar de lamanera más sincera al juicio sereno devuestra Excelencia, a fin de evitar unaconflagración pues creo que en losmomentos actuales en que las nacionesnecesitan consagrar sus energías a larealización de propósitos de justiciasocial y bienestar general, no puede ser

64 Ibid., p. 318.

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la guerra benéfica para ningún país quese vea envuelto en un conflicto armado.

Esto dificultaba aún más la situación de porsí ya difícil del país, debido a la escasez de capi-tales para invertir en la producción y, en buenaparte, a la desconfianza que la escuela socialistahabía despertado en diversos sectores de lasociedad mexicana.

Una de las críticas más conocidas que sehizo a la educación socialista, fue la de SamuelRamos aparecida en la obra Veinte años deeducación en México, publicada en la revista Hoyen 1939.

Samuel Ramos estableció que los linea-mientos correctos de la educación en Méxicoestaban aún por encontrarse y aplicarse, y queel mejor camino que se había establecido fue elseñalado por Vasconcelos. Las escuelas rurales,las escuelas técnicas y las agrícolas dedicadas ala capacitación de especialistas calificados parala explotación y desarrollo industrial de losrecursos mexicanos, las misiones culturales, laeducación estética, todo encaminado al desarro-llo equilibrado del país, hizo que Vasconcelosrealizara una gran campaña educativa, de talimportancia, dijo Ramos que “hay que confesarque desde que Vasconcelos se ausentó de laSecretaría de Educación, parece que el espíritu yla inteligencia han huido”.65

La crítica fundamental de Ramos a laescuela socialista era por estar dirigida por una“teoría importada”, propia de realidades que noera la mexicana y que incluso en aquéllas yaestaba en decadencia. ¿Cómo se quería aplicaren México una educación socialista cuando elresto de la estructura social, especialmente laeconomía, no lo era?

Ramos escribió frecuentemente:

Mientras vivamos del plagio de teoríasajenas, estamos perdidos.

Es indiscutible que Cárdenas y quienespropusieron la reforma educativa proponían un

cambio en los contenidos y fines de la educación,acordes con los nuevos cambios económicosdados en México, ubicado ya en un camino deindustrialización y recuperación de sus recursosnaturales, así como en la modernización de laproducción en el campo, la organización colecti-vista de los productores que les permitieramejores formas de hacer frente a los cambios quese avecinaban, la fuerte organización sindical delos trabajadores, la reforma agraria, etc. Pero deeso, a pensar que Cárdenas y sus seguidoresestaban dispuestos a hacer realidad el verdaderosocialismo en nuestro país, desde la escuela, lasreformas legislativas y la elaboración de un plande acción, hay una gran distancia.

Cárdenas hasta el final de su gobiernoconfiaba en la misión redentora y civilizadora dela escuela mexicana. Aún después de que habíadejado de ser el Presidente de México, en susApuntes escribió en enero de 1940: “Hagamos decada cantina una escuela y de cada iglesia unauniversidad”.

El Partido de la Revolución Mexicana

Un suceso político importante fue que en marzode 1938, a iniciativa fundamentalmente de Cárde-nas, cambió de nombre el PNR y apareció el Par-tido de la Revolución Mexicana. El licenciadoLuis I. Rodríguez fue nombrado presidente delnuevo partido que comprendía a los sectoresobrero, campesino, militar y popular.

El 30 de marzo de 1938 nació el Partido dela Revolución Mexicana (PRM) con el lema “Poruna democracia para los trabajadores”. Con latransformación del Partido oficial, la políticaindividualista pasó a un segundo plano, y el PRM

apareció como un administrador de corporacio-nes, más que como un administrador de masas,manteniéndolas aisladas entre sí, pero bajo ladirección del Estado. El nuevo partido no signi-ficó únicamente un cambio de nombre del ante-rior PNR, sino una fuerza política que no sólorepresentaba a los trabajadores, sino que ahoraestaba integrada por ellos. En la época de su for-mación, el nuevo partido, según sus dirigentes,

65 Ramos, Samuel. Veinte años de la educación en México, p.82.

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incluía a más de cuatro millones de mexicanos:1 250 000 del sector obrero, 2 500 000 del campe-sino, 500 000 del popular y 55 000 del militar.

En el nuevo PRM la CTM tuvo que compartirsu liderazgo con la CROM y la CGT, sus antiguosopositores.

Los cuatro sectores del PRM: campesinos,obreros, militares y trabajadores al servicio delEstado y miembros de sociedades profesionales,aceptaron un pacto que los obligaba a no ejecu-tar acto alguno de naturaleza político-electoral,si no era a través del PRM, conservando cada sec-tor su autonomía, dirección y disciplinas internaspara su acción política, pero regulados todos porel partido.

El 18 de diciembre de 1937 Cárdenaspronunció un discurso en el Distrito Federal. Estediscurso fue uno de los más claros en los que serefirió al PRM, cuando se habló de la necesidadde formar un organismo político poderoso:

Para ello es indispensable que loscampesinos de toda la nación sigan in-corporados en las filas de la organizaciónpolítica con actos determinativos de suvoluntad; que los obreros manuales in-gresen al partido a fin de que con sularga práctica societaria, su disciplina sin-dical y su reconocido espíritu colectivis-ta, aparte de su masa numérica, contri-buyan con los demás elementos del par-tido a la defensa decidida de las conquis-tas proletarias; que se incorporen lasmujeres en general, como sector tras-cendentalísimo para el complemento dela acción conjunta de la población enmaterias sociales y políticas, a efecto deque se elimine para siempre la injusticiatradicional de relegar a términos inferio-res a la mitad del componente humanoy con él a la parte más noble y estimablede nuestra sociedad; que los trabajado-res intelectuales que aspiren honrada-mente a encauzar las actividades de lacolectividad por senderos de éxito y debeneficio general y a defender a la partedébil de la sociedad de las agresionesdel despotismo o de la opresión en cual-quier forma que ésta se manifieste, ven-

gan a formar parte del instituto de la Re-volución; que las agrupaciones juvenilesrepresentativas del mayor entusiasmo ydel mayor desprendimiento humano ac-túen en las filas del partido para que seplasme anticipadamente la personalidadde los futuros ciudadanos y que al entrara la vida pública se encuentren debida-mente preparados y orientados en unsentido útil a los demás. Y venga tam-bién el ejército, no como masa delibe-rante o como corporación clasista querecordara a una doctrina odiosa inhe-rente a una casta especial, sino comouna reintegración ciudadana que condisciplina colectiva y alto pensamientode patriotismo y dignidad, que es la nor-ma del ejército, siga respaldando lasopiniones mayoritarias y velando por elmantenimiento e integridad de la Cons-titución y de la ley, ya que es necesarioque toda función democrática se guíe yse derive de los principios escritos y vo-tados libremente por los organismosrepresentativos del pueblo.66

En El Nacional el 3 de abril de 1938 apa-reció con grandes letras la noticia del nacimientodel Partido de la Revolución Mexicana con suprimer presidente Luis I. Rodríguez, quien era elsecretario particular de Cárdenas.

Hacia finales de su sexenio Cárdenas se-guía con el dedo en el renglón señalando lainjusticia económica que seguía prevaleciando,y llamaba ahora al PRM a continuar con lo iniciadoen diciembre de 1934.

También el PRM reconocía la desigualdadexistente entre los sectores sociales, pero tam-bién recomendaba no forzar su enfrentamientohasta las últimas consecuencias, sino buscar lasuperación gradual de las injusticias sociales, yla necesidad de hacer de México una patria fuer-te, rica, capaz de sustraerse a influencias extrañasque podían entorpecer la transformación inter-na.67 Se reiteró que la Revolución había dejadoatrás su etapa destructiva y que ya estaba en

66 Cárdenas, Lázaro. Palabras... ob. cit., v. 1, p. 272.67 Excélsior. 2 de febrero de 1940.

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plena etapa reconstructiva, a la que ningún bienle hacía la demagogia disolvente.

El nuevo candidato del PRM para el sexenio1940-1946, después de muchas especulaciones,fue Manuel Ávila Camacho quien ganó las elec-ciones, elecciones calificadas de fraudulentas, lomismo que en su momento fueron calificadas lasque llevaron al propio Cárdenas a la Presiden-cia. El mismo Ávila Camacho, siendo candidatoa la Presidencia, en un discurso que pronuncióen Chihuahua habló de la necesidad de “(...)reconstruir el país bajo las nuevas normas decolaboración social y no de enfrentamientos.Antes que nada hay que ser mexicanos”68

En la primera página de El Nacional del 26de noviembre de 1940 aparecieron las declara-ciones de Cárdenas donde afirmó que la Revolu-ción no había concluido su misión, pero que nodebía temerse un cambio en su trayectoria puesél solamente había respetado las leyes y cumpli-do con el Plan Sexenal elaborado por el PNR.

Al sucederle Ávila Camacho en la Presi-dencia, Cárdenas dijo:

Entrego el gobierno en manos de unhombre modesto nacido de la Revolu-ción, al general Ávila Camacho, amigosincero de los obreros y conocedor delos grandes problemas nacionales.69

Llegaba a su fin el sexenio de Cárdenas. Unpeligro para el logro de la paz había sido lacandidatura de Juan Andrew Almazán quienpuso en riesgo la campaña, las elecciones y eltriunfo de Ávila Camacho.

En diciembre de 1940 se publicó en losdiarios que Cárdenas se retiraba por completo dela política mexicana, sería agricultor en las costasdel Pacífico, no volvería a hacer declaración algu-na, así se le elogiara o se le atacara. No considera-ría como rectificación a lo hecho por él nada quehiciera el nuevo gobierno, se sentía satisfechopor la forma pacífica en que transmitía el podera su sucesor, y creía haber hecho todo lo quehumanamente había sido posible hacer.

A lo largo de su sexenio, Cárdenas habíamantenido su ideal de una mayor justicia socialy mejor reparto de las riquezas producidas porel trabajo humano, a través de bienes materialeso de mejores salarios. Los problemas que setuvieron a lo largo de su gobierno, la naciona-lización de los ferrocarriles, la distribución degrandes latifundios y el ensayo de nuevas formasde producción agrícola como había sucedido enLa Laguna, la expropiación petrolera, entrealgunos hechos, pudieron haber cambiado losrumbos de su polílica, pero no se desvió en elfondo de sus principios.

REFLEXIONES FINALES

Indiscutiblemente que Cárdenas se ganó unapoyo social difícilmente visto antes, especial-mente de las organizaciones de los trabajadores.A diferencia de Calles, Cárdenas puso en prácticaotros recursos para obtener ese apoyo. En lugarde la represión utilizada por Calles, Cárdenasutilizó la Constitución del 17 y leyes derivadasde ella, así como el Plan Sexenal 1934-1940, éstasfueron las bases legales que justificaron yexplicaron sus acciones. Durante su gobierno seotorgaron mayores derechos a los trabajadores yse les repartieron tierras a los campesinos, perosus demandas no fueron total y originariamentegestadas al interior de ellos mismos constituidosya como una clase social auténtica que sereconociera como tal, sino a través de los orga-nismos gubernamentales como lo fueron lasgrandes centrales de obreros, campesinos y buró-cratas, así como los sectores que conformaron elPartido de la Revolución Mexicana, partido queincorporó a todos los sectores sociales, incluidoel ejército, al lado de los campesinos, los obreros,los burócratas y clases medias, todos en el mismopartido del gobierno pero por separado, depen-diendo su actuación como corporaciones de laadhesión que sus líderes, tanto del partido comode sus sindicatos, mostraran al propio Cárdenas.

Los obreros y los campesinos se integraronen cada sector partidista con base en el argumen-to de que seguían caminos distintos, luego cada

68 El Universal. 30 de mayo de 1940.69 Excélsior. 26 de noviembre de 1940.

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quien debía estar organizado en un sectordiferente pero que finalmente pertenecían almismo partido y apoyaban al mismo gobernante.Los obreros luchaban por hacer cumplir loestablecido en el artículo 123 de la Costitución yen la Ley Federal del Trabajo de 1931. Loscampesinos luchaban porque se cumpliera loestipulado en el artículo 27 y se llevara a cabo lareforma agraria hasta sus últimas consecuencias.Los campesinos luchaban en sus sindicatos y enel partido por la distribución de la tierra, losobreros lo hacían por mejores condiciones detrabajo; ambos, obreros y campesinos, no seidentificaron como miembros de una mismaclase y como luchadores de intereses comunesque los identificara como iguales.

La política económica del gobierno deCárdenas fue principalmente para apoyar elcrecimiento del capital y de la propiedad privada.

Los trabajadores fueron organizados enestrecha y mutua colaboración con el Estadoencarnado en el presidente Cárdenas. Los traba-jadores fueron convencidos de que sus interesesy los del gobierno encabezado por Cárdenaseran los mismos, y ambos: trabajadores y Presi-dente, encarnaban los intereses de todo México.

Los buenos resultados de la política laboralde Cárdenas pueden probarse, por ejemplo, através de la productividad del trabajador queaumentó considerablemente, especialmente si seconsideran los años 1930 y 1940. La media deproductividad del trabajador ocupado fue de 2903 en 1930 y de 3 422 en 1940.

La Ley Federal del Trabajo alcanzó sumáximo esplendor como instrumento de controljurídico durante el gobierno de Cárdenas, coloca-da como mediadora entre el trabajo y el capitala través de la juntas de conciliación y arbitraje, ala vez que funcionó plenamente como instru-mento legal y legitimador de las relacionesestablecidas entre los trabajadores y los dueñosdel capital.

Gracias a los sindicatos y a las confedera-ciones sindicales los obreros se fortalecieron alinterior. Los campesinos vieron realizada la refor-ma agraria y el reparto de tierras como no sehabía hecho antes, al frente un presidente fuerte

apoyado por ellos mismos. Una burguesía nacio-nal todavía débil frente a la extranjera, peromenos que como estaba al inicio del gobiernode Cárdenas, todo acompañado por un creci-miento industrial de 5.4% entre 1935 y 1940. Losprincipales pilares que sostuvieron al país fueron:el presidencialismo ejercido por Cárdenas, elpartido del gobierno y la organización corpora-tiva de los trabajadores, especialmente de losburócratas, de los campesinos y de los obreros.

A partir de 1938, lograda la alianza y elapoyo de los obreros y los campesinos, esnotoria la baja que el Estado tiene con respectoa las concesiones hacia los más necesitados.Había que limitar las concesiones otorgadas a lostrabajadores, so pena de que sucediera una nue-va crisis económica que entorpeciera el creci-miento económico de México. No se podía satis-facer indefinidamente las demandas de lostrabajadores sin afectar con ello la acumulacióndel capital. El pacto social se había logrado,ahora era necesario limitar las concesiones ydemandas laborales para permitir el crecimientosostenido del capital, que, según la política ofi-cial, redundaría en mejores condiciones de vidapara todos, una vez que se habían mejorado lascondiciones de trabajo y las relaciones estable-cidas entre los trabajadores y los empresarios,regidos por las leyes laborales mexicanas, estan-do todos convencidos de que era necesaria suparticipación en el diseño y mantenimiento delas políticas generales del Estado Mexicano.

Las acciones de Cárdenas consideradas co-mo fundamentales durante su gobierno, algunoslas calificaron como meras maniobras políticaspara fortalecer el poder del Estado mexicano, y,especialmente, el de Cárdenas mismo. “Aconse-jado de un séquito de intelectuales marxistas,inexpertos en los asuntos del gobierno e ignoran-tes de la realidad nacional, Cárdenas convirtió enconsigna gubernamental el postulado de ladistribución equitativa de la riqueza (...)”70

cuando ésta, según De Anda, daba los primerospasos hacia su logro sostenido.

70 Anda, Gustavo de. ob. cit., p, 99.

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Para Gustavo de Anda la salida de Callesse explicaba, no como lo hicieron aparecer losdefensores de Cárdenas, por ser un opositor aldesarrollo y consolidación de las masas trabaja-doras, sino por oponerse al gigantesco aparatoburocrático creado por Cárdenas y sobre el cualfincaba su seguridad.

Cárdenas, conforme con De Anda, obsta-culizó el libre desarrollo del capital privado po-niendo “al descubierto sus propósitos francamen-te socialistas de su política”. Cárdenas siguió unaestrategia contraria al desarrollo del capitalismo.“La primera condición de esta estrategia era eldesprestigio del capitalismo, al que había quenegarle todo su carácter progresivo, declararloexplotador de las masas, hambreador del pueblo,reaccionario enemigo de la Revolución, aliadodel capital extranjero, heredero de todas las tradi-ciones negativas de nuestra historia, sucesor delos antiguos hacendados, latifundista embozado,clerical obscurantista, gachupín franquista, nazivergonzante, hijo de Maximiliano y de PorfirioDíaz y enemigo de Benito Juárez”.71

Lo cierto fue que siendo la sociedad mexi-cana una sociedad constituida por clases sociales,Cárdenas buscó la convivencia y colaboración detodas ellas en un proyecto único, que se decíaque resumía el ideario de la Revolución. Las cla-ses no desaparecerían, pero su permanencia seríaasegurada a través de una protección política yjurídica otorgada y vigilada desde el Estado. Locontrario, desaparición de las clases y lucha entreellas, pensaba Cárdenas, sería la anarquía.

Queriendo hacer un juicio más justo de laobra de Cárdenas, Héctor Aguilar Camín la cali-fica como una utopía:

Cárdenas y el cardenismo fueron sobretodo una utopía, la rápida y vertiginosaaparición de un país posible atento a laspulsaciones más hondas de su historiareal e imaginada, y a sus necesidadeslargamente aplazadas y oprimidas, peronunca extirpadas.72

Utopía que “(...) define una disposicióndel ánimo que, más allá de los límites impuestospor la realidad social inmediata y sus posibili-dades, quiere traer a ella un ideal intemporal eilimitado”.73

Cárdenas llevó al extremo las posibilidadesde movilización política de todos los sectores ac-tivos de la sociedad, tal vez, como dice AguilarCamín, por eso buena parte del sexenio fuegriterío y caos.

Con respecto al cambio observado en losúltimos discursos de Cárdenas, Arnaldo Córdovaasegura que no hubo rompimiento o claudica-ción en las ideas del Presidente, y que siemprefue tras la “utopía mexicana”: ni capitalismo nicomunismo.

Para Cárdenas el desarrollo de Méxicono se daba ni como desarrollo capitalistani como desarrollo socialista en el sen-tido marxista. La Revolución perseguíala construcción de una sociedad iguali-taria, pero no debía desembocar en unaorganización comunista de la economíay de la polílica. Ni capitalismo ni comu-nismo: tal será la aspiración revolucio-naria.74

Algunos periódicos de la época, al hacerun balance general del gobierno de Cárdenas alllegar a su término dijeron:

Una de las cuestiones que no podemospasar desapercibidas en este instante esjustamente la de la industrialización. Unagran transformación se ha efectuado enel país: ahora sí es un hecho nuestroingreso en la modernidad, por lo que aeste rubro se refiere. El gobierno se en-cargó de construir la infraestructura, y lainiciativa privada nacional echó a andarsus fábricas, estimulada por la oportu-nidad de obtener grandes utilidades ycon pocos riesgos. La población rural sevuelve urbana, los obreros sustituyen a

71 Ibid., p. 100.72 Aguilar Camín, Héctor. Saldos de la Revolución, p. 173.

73 Gilly, Adolfo. ob. cit., p. 293.74 Córdova, Arnaldo. La política de masas del cardenismo, p.

177.

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los artesanos y nuestro territorio modi-fica su paisaje con carreteras, nuevas víasférreas, postes telegráficos y telefónicos,nuevos muelles y grandes presas ycanales. Las ciudades han crecido inusi-tadamente, y numerosas empresas seesparcen por todos lados, particular-mente en nuestra ciudad, en Monterreyy en Guadalajara.75

A pesar de los adelantos económicoslogrados, Cárdenas continuó sus críticas a la in-justa situación social del México de los cuarentas.El 26 de noviembre de 1946 escribió en susApuntes:

En México no debiera haber magnatesni mendigos. Una justa distribución dela riqueza pública daría bienestar a todoslos hogares y traería la paz al espíritudel pueblo mexicano, cuyo tempera-mento no es para ver pacientemente sumiseria frente a la opulencia.76

En 1949 Cárdenas escribió lo que llamóPostulados emancipadores:

I. La miseria, la ignorancia, las enferme-dades y los vicios esclavizan a los pue-blos;II. A cada quien en relación a su trabajo,y todos según sus necesidades de pan,casa, vestido, salud, cultura y dignida-des;III. Obtener la máxima eficiencia, con elmínimo de esfuerzo y la más equitativadistribución de la riqueza:IV. Sin gran producción, no hay amplioconsumo, ni gran industria, ni economíapoderosa, ni bienestar colectivo, ninación soberana;V. Todo Estado moderno exige unatécnica dirigida hacia la abundancia debienes esenciales y de equipos eficientesde cultivo, de transformación, de comu-nicaciones, de cambio y de cultura:

VI. Suprimir lo superfluo para que nadiecarezca de lo necesario y se evite quelos ricos se hagan más ricos y los pobresmás pobres;VII. Contra la patria, nadie. Por la patria,todo;VIII. Todos somos servidores de lascausas de la libertad, la democracia y elprogreso;IX. Las reformas avanzadas son victoriasde las fuerzas del bien sobre el mal ensus luchas por la redención de losoprimidos;X. Sólo la justicia social garantiza la pazy la felicidad humana.77

Se puede ver en este “decálogo” de Cárde-nas una mezcla que va desde posiciones mora-listas, socializantes, de justicia social, hastaremembranzas de Morelos y sus “Sentimientos dela Nación”, pasando por un nacionalismo ydefensa de la democracia y la libertad, comocaminos para el progreso y el bienestar de losmexicanos.

Para Cárdenas, la Revolución de 1910todavía tenía “saldos” importantes que pagar, porlo tanto aún no había terminado en su faseconstructiva, habiendo ya pasado antes por lademoledora por la cual ya no se debía pasarjamás. Así escribió en diciembre de 1954:

Hay quienes piensan que la RevoluciónMexicana quedó liquidada para dar pasoal progreso, a la industrialización, lasgarantías al capital, etcétera.

Pueden pensar así los que tienenpan, casa, coche, cine, etcétera, pero nola masa que vive en condiciones preca-rias y muchas familias sin contar con loindispensable para su subsistencia y nopor falta de capacidad de trabajo de ellosmismos, sino por la carencia de fuentesde trabajo que el régimen de la Revolu-ción está obligado a satisfacer.78

Sin una agricultura moderna y florecienteno podría levantarse una industria pesada y lige-

75 Tiempo de México. Segunda época, núm. 13, 30 de noviembrede 1940.

76 Cárdenas, Lázaro. Obras I. Apuntes 1941-1956, T. II, p. 222.

77 Ibid., p. 342.78 Ibid., p. 588.

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ra y sin ambas no se podría consolidar una inde-pendencia económica y política.

Cárdenas se quejó amargamente en uno desus escritos de 1958, de los técnicos e intelectua-les, que habiendo entendido el ideario social dela Revolución, no habían colaborado en su reali-zación. De ahí la falta de cumplimiento cabal enla reforma agraria, que se había quedado “amedias” como lo demostraba la miseria en la queaún estaba el campesino. “Los intelectuales ytécnicos en los puestos públicos han desviado laorganización sindical hacia el sindicalismo“blanco” y en materia educativa han dejado quese imponga en la mayoría de los centrosparticulares una educación sin una finalidadconcreta para que la niñez y la juventud puedanformar en su mayor edad una unidad paraengrandecer a México”.79

Cárdenas, echando ojos hacia atrás,recordó los ataques que se le hicieron durantesu gobierno al intentar establecer un sistemasocial imposible para las condiciones del Méxicode entonces, asimismo, respondió a las acusacio-nes que se hacía en los cincuentas a todos losque criticaban el sistema vigente, y que erancalificados de “rojos y comunistas”. Cárdenas es-cribió en sus apuntes en noviembre de 1958: “Elerror de los ignorantes y lo tendencioso de lasdirectivas organizadas contra el comunismo, esestarle llamando “comunismo” a la pobreza ydesesperación en que viven los pueblos”.80 Losantecedentes ideológicos de la RevoluciónMexicana de 1910, decía Cárdenas, no fueron lasideas comunistas sino la miseria del pueblo.

En sus Apuntes Cárdenas escribió en 1961:

Y ¿qué es el comunismo? “la bruja”, “lallorona”, “el diablo”, con que antigua-mente se quería asustar a los niños;niños que ya hombres adultos han vistoque “el diablo”, “la llorona”, “las brujas”,sólo existen en la mente de los embauca-dores, y al comunismo como una doctri-na económica, que está transformando

la vida cultural y económica de los pue-blos, de la que no tienen por qué asus-tarse. Que si nuestros pueblos tratan dedesarrollarse de acuerdo con sus peculia-ridades, al verse agobiados por la mise-ria, se les orilló a ir a solicitar el trabajoal propio infierno, confeccionado por losdueños de “la gloria” y privilegiados dela tierra.

Cárdenas siguió hablando de lo convulsio-nado que vivía el capitalismo durante los sesen-tas, debido a su “inevitable e irreversible deca-dencia”, en la medida en que se acentuaban lasinjusticias, “características del régimen”.

Nosotros no estamos proponiendo elcomunismo. Pero declaro que el comu-nismo será construido en este paíscuando el pueblo lo quiera. No es unadoctrina extraña a ningún pueblo; perosólo cada pueblo puede decidir su des-tino. Lo que es evidente es que la teoríacomunista de la sociedad es, antes quenada, una doctrina de emancipacióneconómica, una teoría que se proponeelevar al pueblo al más alto nivel.81

El problema de la democracia en Mexico,no sólo la política, fue una preocupación per-manente para Cárdenas. En una carta escrita en1960 dijo:

Sin el equitativo reparto de la riqueza,en relación con la calidad del trabajoproductivo y la satisfacción de las nece-sidades vitales, no habrá verdaderademocracia.82

La democracia política tiene su base en laeconómica. Por sí sola, la democracia política esimposible de alcanzar.

79 Ibid., pp. 189-190..80 Cárdenas, Lázaro. Obras I. Apuntes 1957-1966, T. III. p. 65.

81 Cárdenas, Lázaro... Ideario... ob. cit., p. 98.82 Cárdenas, Lázaro. Epistolario. v. II, p. 101.

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