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AJUNTAMENT DE GANDIA Boletín Oficial de la Agrupación Astronómica de la Safor Número 111 (Bimestral) noviembre - diciembre- 2014 AÑO XX HUYGENS Kepler - II Chile 2015

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Boletín oficial de la Agrupación Astronómica de la Safor

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AJUNTAMENT DE GANDIA

Boletín Ofi cial de la Agrupación Astronómica de la Safor

Número 111 (Bimestral)noviembre - diciembre- 2014AÑO XX

HUYGENS

Kepler - IIChile 2015

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A.A.S. Sede Social C/. Pellers, 12 - bajo

46702 Gandía (Valencia)

Correspondencia Apartado de Correos 300 46700 Gandía (Valencia)Tel. 609-179-991 // 960.712.135WEB: http://www.astrosafor.nete-mail:[email protected]

Depósito Legal: V-3365-1999Inscrita en el Registro de Sociedades de la Generalitat Valenciana con el nº 7434y en el Registro Municipal de Asociaciones de Gandía con el num. 134

Agrupación Astronómica de la SaforFundada en 1994

EDITAAgrupación Astronómica de la Safor

CIF.- G96479340EQUIPO DE REDACCIÓN

Diseño y maquetación: Marcelino Alvarez VillarroyaColaboran en este número: Marcelino Alvarez, Joanma Bullón, Josep Julià Gómez,, Angel Requena, Jesús Salvador, Josep Emili Arias.

IMPRIME DIAZOTEC, S.A.

C/. Taquígrafo Martí, 18 - Telf: 96 395 39 0046005 - Valencia

Depósito Legal: V-3365-1999ISSN 1577-3450

RESPONSABILIDADES Y COPIASLa A.A.S. no comparte necesariamente el contenido de los artícu-los publicados.Todos los trabajos publicados en este Boletín podrán ser reprodu-cidos en cualquier medio de comunicación previa autorización por escrito de la dirección e indicando su procedencia y autor.

DISTRIBUCIÓNEl Boletín HUYGENS es distribuido gratuitamente entre los socios de la A.A.S., entidades públicas y centros de enseñanaza de la comarca además de Universidades, Observatorios, centros de investigación y otras agrupaciones astronómicas.Tanto la Sede Social, como la Biblioteca y el servicio de secretaría, permanecerán abiertas todos los viernes de cada semana, excepto

JUNTA DIRECTIVA A.A.S.

Presidente Honorífico:Presidente:

Vicepresidente: Secretario:

Tesorero:Bibliotecario y

Distribución:

José Lull GarcíaMarcelino Alvarez

Enric MarcoMaximiliano Doncel

Jose Antonio CamarenaKevin Alabarta

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Asteroides:Josep Juliá Gómez ([email protected])Planetaria:Angel Ferrer ([email protected])Arqueoastronomía:José Lull García ([email protected])Cielo Profundo:Miguel Guerrero ([email protected] )Efemérides:Francisco Escrihuela ([email protected])Heliofísica: Joan Manuel Bullón ([email protected])Astrofotografía: Angel Requena Villar ([email protected])Cosmología: Francisco Pavía ([email protected])

COMITÉ DE PUBLICACIONESFormado por los coordinadores de sección y el editor, el comité se reserva el derecho a publicar los artículos que considere opor-tunos.

CUOTA Y MATRICULASocios : 45 €Socios Benefactores: 105 €Matrícula de inscripción única : 6 €• Las cuotas serán satisfechas por domiciliación bancaria y se pasarán al cobro en el mes de enero.

• Los socios que se den de alta después de junio abonarán 25 € por el año

corriente.

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Socios que hacen una aportación voluntaria de 105 €Socio nº 2 José Lull GarcíaSocio nº 3 Marcelino Alvarez VillarroyaSocio nº 10 Ángel Requena VillarSocio nº 12 Ángel Ferrer RodríguezSocio nº 14 Jose Antonio Camarena NavarroSocio nº 15 Francisco Pavía AlemanySocio nº 22 Juan García CelmaSocio nº 40 Juan Carlos Nácher OrtizSocio nº 49 Mª Fuensanta López AmengualSocio nº 51 Amparo Lozano MayorSocio nº 58 David Serquera PeyróSocio nº. 94 Maximiliano Doncel MilesiSocio nº 97 Enric Marco SolerSocio nº 102 José Lloret Pérez

Huygens nº111 noviembre - diciembre 2014 Página

Fe de erratas.1) En el número anterior, por despiste del maquetador,

no apareció en el SUMARIO, el artículo que Jesús Salvador escribió sobre Kepler y la mística geométrica del Universo.

2) El año XXI que aparece en la portada debía ser XX.¡Que no se vuelva a repetir!!

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Huygens 111noviembre - diciembre - 2014

4 Editorial

42 Asteroides por Josep Julià por Josep Julià por

40 Efemérides por M. AlvarezLos sucesos mas destacables y la situación de los planetas en el bimestre

32 Galería fotográfica por Angel Requena

El cielo de verano me ha brindado uno de los regalos visuales más bonitos que la naturaleza nos puede proporcionar, una aurora boreal. Cuando ya casi no la esperaba, una tonalidad extraña del cielo me hizo sospechar que lo que estaba presenciando no era algo habitual. Así que apunté a esa zona del cielo, disparé y efectivamente, se trataba de una aurora. Esa noche la suerte estaba de mi lado ya que además conseguí capturar un fenómeno todavía más inusual, el airglow o luminiscencia nocturna.

8 Felicidades AAS por Marcelino Alvarez

Veinte años es una cifra lo suficientemente grande como para que la podamos expresar ya en términos astronómicos, ya que llevamos recorridos 20.0001000.000 de Km. y seguimos...

25 ¿Dónde están? por Josep Emili Arias

Las década de los 70 y 80, en España, fue de auténtico delirio ufológico (OVNIS, platillos volantes, contactos alienígenas) que bien culminó con el caso más emblemático y serio de nuestra historia más reciente, el llamado Incidente Manises1. Incluso hubo un cierto contagio, un gusto por ser protagonista de avistamientos OVNI. Tanto es así, que en sólo unos años, se pasó del “fenómeno” OVNI al llamado “síndrome” OVNI, acuñación que reflejaba lo sobredimensionado que llegó a estar el mito OVNI en España.

9 Kepler (2) por Jesús Salvador

Tras examinar, en la primera parte del artículo, los primeros años de la vida de Kepler, su pintoresca revelación de los sólidos geométricos y los tiempos en los que ayudó a Brahe en Praga, en esta parte segunda (y última) descubriremos cómo nuestro astrónomo alemán halló sus famosas Leyes del movimiento planetario, las vicisitudes personales por las que hubo de pasar hasta sus últimos años,

5 Noticiaas

21 Fichas de Objetos interesantes: Mapas por Joanma Bullon Fichas de objetos interesantes en diversas constelaciones. Encuadernables, mediante la separación

de las páginas centrales

38 Actividades sociales por Marcelino Alvarez

38 Rastrillo

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Boletín de afiliación a la Agrupación Astronómica de la Safor.

DESEO DOMICILIAR LOS PAGOS EN BANCO O CAJA DE AHORROS

BANCO O CAJA DE AHORROS..................................................................................................................................Cuenta corriente o Libreta nº ........... ............ ........ ....................................... Entidad Ofi cina D.C. nº cuentaDomicilio de la sucursal..................................................................................................................................................Población.................................................................................. C.P. .............................. Provincia ................................Titular de la cuenta .......................................................................................................................................................

Ruego a ustedes se sirvan tomar nota de que hasta nuevo aviso, deberán adeudar en mi cuenta con esta entidad los reci-bos que a mi nombre le sean presentados para su cobro por "Agrupación Astronómica de la Safor"

Les saluda atentamente (Firma)

D/Dña ............................................................................. .................................................Domicilio .......................................................................................................................... D.N.I. .........................Población ................................................................ C.P. ............................. Provincia .........................................Teléfono:........................................... ...................... e-mail:........................................................

Inscripción: 6 €Cuota: socio: 45 € al año. socio benefactor: 105 € al año

FEDERACION ESTATAL DE ASTRONOMIA (F.E.A.)

En realidad no recuerdo si era Federación Estatal de Astronomía, o Federación Española de Astronomía. En los dos casos, las siglas son las mismas: F.E.A.

En breves fechas, tendremos la reunión para decidir nuestra permanencia o no a esta Federación, que lleva gestándose desde hace más de 20 años, y todavía no ha nacido.

Pero esta vez, parece que va en serio. Ya hay un grupo que se ha dedicado a preparar los estatutos, a conseguir una sede lo mas digna posible, como es el CSIC, y a contactar con la máxima cantidad de agrupaciones de España.

La pertenencia a una Federación de estas características, nos va a suponer un coste, que no debe ser excesivo, ya que asociaciones de aficionados hay de muchas clases, y sin embargo nos puede favore-cer bastante por el hecho de que cualquier petición que se tenga que hacer, en el sentido de favorecer los cielos oscuros, organizar observaciones populares, congresos, jornadas, etc… si se hacen con el respaldo de la Federación, pueden tener mucha mas influencia, que si se hacen por cada asociación por separado.

Incluso las subvenciones europeas es posible que sean mas fáciles de obtener, si se presentan pro-yectos conjuntos entre varias asociaciones y la propia Federación.

Espero que , aunque nosotros no formáramos parte inicialmente de la misma, por decidirlo así la asamblea si la votación fuera negativa, tenga un gran éxito y llegue a buen fin. Quizás no seamos “socios fundadores” pero siempre nos podemos unir mas adelante, cuando ya las cosas funcionen.

Aunque lo ideal, es estar desde el principio. Para lo bueno y para lo malo.

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Asamblea General Extraordinaria F.A.

Hemos recibido una comunicación del comité encargado de la creación de una federación esta-tal de asociaciones astronómicas, en la que nos piden que revisemos los estatutos que nos han enviado, y veamos la posibilidad de integrarnos en ella, si finalmente se lleva a cabo.

Para decidir lo que hacemos, tenemos la Asamblea General Extraordinaria del día 7 de noviembre, con la convocatoria siguiente:

Estimados/as socios/as:

Por la presente se convoca Asamblea General Extraordinaria, la cual tendrá lugar en la sede de la Agrupación Astronómica de la Safor (Calle Pellers 12 – bajo, Gandia), el día 07 de Noviembre de 2014 a las 20:00 horas en primera convocatoria y a las 20:30 en segunda.

En la reunión se tratará el siguiente orden del día:

1.- Debate y votación sobre el Quorum de la Asamblea

2.- Debate y posterior votación incorporación Federación de Astronomía.

3.- Ruegos y Preguntas.

Aquellos socios/as que no puedan asistir a la reunión tienen la opción de delegar el voto.

Es importante que acudan cuantos mas socios mejor, porque la participación implicará unos gas-tos, que aunque no creo que sean elevados,al final hay que pagar.

Los estatutos, son susceptibles de mejora en varios artículos, y así se lo haremos saber al comi-té encargado de la tramitación de la Federación Astronómica, si la Asamblea decide la incorpora-ción a la Federación.

Expedición Astrofotográfica a Chile 2015Con el fin de dar la máxima publicidad posi-

ble al viaje que estamos preparando para el año próximo, os paso la última información sobre el mismo de la que disponemos:El Norte de Chile (concretamente la región del Desierto de Atacama) es sin duda uno de losmejores lugares del mundo para la observación del cielo. Su aridez y altitud lo convierte en un lugar privilegiado para la astronomía y es allí donde viajaremos para, entre otras cosas, obser-var y fotografiar el cielo austral.La primera parte del programa del viaje transcu-rrirá íntegramente en la ciudad de San Pedro de Atacama donde nos instalaremos durante dos semanas para realizar los trabajos de observación y de astrofotografía. Aprovechando nuestra estan-cia allí visitaremos algunos lugares cercanos a San Pedro tales como los valles de la Muerte y de la Luna en la Cordillera de la Sal.En la segunda parte del programa realizaremos un recorrido (opcional) por el Desierto de Atacama en el que descubriremos las increíbles lagunas alti-plánicas de Miscanti, Chaxa y Meniques, el Salar de Atacama y el abrumador campo geotermal de los géiseres del Tatio.Finalmente, nos adentraremos en la provincia de Sud Lípez de Bolivia donde conoceremos la Laguna Verde, la Laguna Colorada, el Salar de Coipasa y el Salar de Uyuni, el mayor desierto

salado del mundo.

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PLANIFICACIÓN DEL VIAJEDías 6 al 7 de Junio. Vuelo regular a Santiago de Chile y desplazamiento a Calama (vuelo interno).Traslado por carretera a San Pedro de Atacama.

Día 8 de Junio. El primer día en San Pedro de

Atacama (2.430 m. de altitud) lo emplearemos

para conocer este pintoresco pueblo del alti-

plano andino, a la vez que nos recuperamos

del jet-lag y nos aclimatamos a la altitud. De

entre sus principales construcciones destacan

las curiosas iglesias de estilo atacameño.

Por la tarde, realizaremos una excursión para

conocer el Valle de la Muerte y el de la Luna

en la Cordillera de la Sal. En este lugar, famo-

so por sus formas lunares, contemplaremos el

atardecer desde una de sus grandes dunas.

Finalmente, regresaremos a San Pedro de

Atacama para descansar.

Días 9 al 24 de Junio. En San Pedro de

Atacama nos instalaremos durante 15 días

con el objetivo de realizar nuestro proyecto

astrofotográfico de capturar el mayor número

posible de objetos NGC del cielo austral. El lugar

elegido como campo base para la observación

es el centro San Pedro de Atacama Celestial

Explorations (SPACE).

Ubicado a 7 kilómetros de San Pedro de Atacama,

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éste es un alojamiento formado por

cabañas de 5-6 personas y que dispo-

ne además de una explanada anexa

destinada a la observación. Desde

allí, y rodeados de un impresionan-

te horizonte volcánico, observaremos

todas las noches.

Como guinda del proyecto astronómi-

co, y si al final fuera posible, realizare-

mos una visita al observatorio ALMA,

el cual se encuentra ubicado en el cercano llano

de Chajnantor a más de 5.000 m. de altitud. En

su web anuncian que el observatorio se encuen-

tra aún en construcción y que por el momento no

es posible recibir visitas. No obstante, se espera

abrirlo al público a finales de 2014.

Días 25 de Junio al 4 de Julio. Durante la última

parte del viaje (opcional) haremos un recorrido

de 10 días por el Desierto de Atacama visitando

el Salar de Atacama, las lagunas altiplánicas de

Miscanti, Chaxa y Meniques, la Reserva Nacional

de los Flamencos y los Géiseres del Tatio, sin

duda uno de los campos geotérmicos más gran-

diosos del mundo.

Entrando ya en Bolivia a través de la provincia

de Sud Lípez visitaremos la Reserva Nacional de

Fauna Andina Eduardo Avaroa en la que descubri-

remos, entre otras maravillas, la Laguna Verde, la

Laguna Blanca y la Laguna Colorada, todas ellas

situadas a más de 4.000 m. de altitud.

El recorrido finalizará con las visitas al Salar de

Coipasa y el Salar de Uyuni. Éste último es el

mayor desierto salado del mundo con unos 10.000

km2 de superficie, 120 m. de profundidad y situado

a 3.650 m. de altitud.

Días 5 al 6 de Julio. Vuelo a Santiago de Chile y

regreso a España.

Este programa es provisional y por tanto puede

sufrir algún cambio derivado de aspectos organi-

zativos o de la logística

del viaje.

En total, 30 días inolvi-

dables.

SPACE Atacama LodgeLas casas se encuentran a siete kilómetros del pueblo de San Pedro de Atacama, en el Ayllu de Solor.Destacan por la tranquilidad y el silencio y una amplia vista panorámica hacia la cordillera.Poseen un diseño exclusivo y moderno, con materiales orgánicos como: madera nativa, adobe y paja.Cada casa ofrece: un dormitorio principal matrimonial y uno doble, baños con bañera de hidromasaje y ducha, comedor y cocina completamente equipados, terrazaliving con espectacular vista hacia los volcanes y espacio con asadera, más amplios estacionamientos con sombra.El Lodge se encuentra a pocos metros de Space Obs, el observatorio turístico más importante en Chile. Loshuéspedes tendrán acceso al tour astronómico encondiciones especiales.

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FELICIDADES A.A.S.Marcelino Alvarez Villarroya

[email protected]

Veinte años es una cifra lo suficientemente grande como para que la podamos expresar ya en términos astronómicos, ya que llevamos recorridos 20.0001000.000 de Km. y seguimos... Para terminar esta serie, recupero algunos de los logotipos usados durante todos estos años.

3 noviembre 1994.- Lanzamiento del trasbordador espacial norteamericano Atlantis, con seis astronautas a bordo, para estudiar la capa de ozono.

13 noviembre . 1994.- Disolución del centenario Partido Socialista italiano víctima de la corrupción aparecida con el caso “Tangentopoli”.

9 noviembre- 1994.- en la Compañía para la Investigación de Iones Pesados, en Darmstadt (Alemania) se descubre un nuevo elemento químico: el darmstadio

14 noviembre 1994.- Documento del Papa Juan Pablo II exhortando a la Iglesia a pedir perdón por los errores cometidos en los últimos mil años.

3 diciembre 1994.- en Japón, Sony lanza su primera videoconsola, la PlayStation,

23 de diciembre 1994.- Mario Conde, ex-presidente de Banesto, ingresa en la prisión de Alcalá, bajo acusación de estafa y apropiación indebida.

logo 2006 - 2010 Logos actuales

documento y logotipo de 1996

logo 2000 - 2007

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.

JOHANNES KEPLER y la mística geométrica del universo (2)

Jesús Salvador [email protected]

Tras examinar, en la primera parte del artículo, los primeros años de la vida de Kepler, su pintoresca revelación de los sólidos geométricos y los tiempos en los que ayudó a Brahe en Praga, en esta parte segunda (y última) descubriremos cómo nuestro astrónomo alemán halló sus famosas Leyes del movimien-to planetario, las vicisitudes personales por las que hubo de pasar hasta sus últimos años, así como todo un cúmulo de estudios e intereses variados (magnetismo, óptica, física del universo, distancias y tamaños planetarios, los cometas, las Tablas Rudolfinas, etc.) por los que se sintió atraído y estimulado, siempre con el objetivo de hallar la armonía y el orden de un Cosmos puro y símbolo eterno de la divinidad.

Como decíamos, Johannes Kepler se sintió frustrado

al comprobar que, incluso colocando al Sol en el centro

del sistema solar (haciéndolo, pues, verdaderamente

heliocéntrico), los cálculos se empeñaban en no res-

ponder correctamente a las observaciones de la órbita

marciana. Había unos nueve minutos de arco que no

encajaban por ningún lado. ¿A qué obedecía esta dis-

crepancia?

Quizás, se dijo Kepler en un arranque de genialidad

sin precedentes, había que buscar una alternativa a la

circularidad perfecta. No hay que olvidar que el mismo

Johannes era tremendamente reacio a ello, puesto que el

círculo era la mayor evidencia de perfección geométrica

posible. Aceptar que no era circular el modo en que se

movían los planetas suponía un duro golpe (aunque no

del todo definitivo, desde la mentalidad de Kepler) para

sus ansias de un dios geométrico que aplicaba la mate-

mática sin fisuras a un universo ordenado y riguroso.

Así pues, no viendo más solución y siguiendo esa

intuición tan suya, Kepler volvió a hacer cálculos. Una

y otra vez, puso en prueba distintas formas geométricas,

calculando y recalculando sin descanso (el problema de

la órbita marciana le ocupó un borrador matemático de

más de 900 folios, y con letra pequeña…). Kepler trató

en principio, aún ligado a la tradición, de explicar todo

partiendo de órbitas circulares; y creyó haber encontra-

do una solución a la órbita marciana, aunque después

del entusiasmo inicial se dio cuenta de que no era

compatible con alguna de las observaciones de Brahe.

De hecho, por muchos círculos extra que agregara, las

órbitas calculadas seguían difiriendo de las observadas.

Tras esta decepción, Kepler se vio obligado a aban-

donar el círculo. Hizo probaturas de toda clase: con

una órbita en forma de huevo, con óvalos, con órbitas

estiradas… Volvió una vez al círculo… desesperado,

calculó de nuevo, se vio impotente… rechazó en varias

ocasiones la solución correcta… Hasta que, concentrán-

dose en la forma de elipse, se dio cuenta de que ella

conducía a una ecuación que describía correctamente

lo que tanto anhelaba encontrar. Y que, a la inversa, la

ecuación correcta siempre daba lugar a una elipse. “Los

dos… son lo mismo… ¡ay!, qué torpe he sido”, escribi-

ría más tarde.

Johannes acababa de descubrir, nada más y nada

menos, cómo se movían en realidad los mundos del

universo. Había dado al traste con milenio y medio de

dominio del “hechizo de la circularidad”, como lo define

el historiador de la ciencia A. Koyré. Y este portentoso

descubrimiento había sido un mérito enteramente suyo.

Una elipse es una curva cerrada que resulta de la

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intersección de un plano con un cono. Imaginemos un

cucurucho: pongámoslo de modo que su base descanse

encima de la mesa. Ahora cortemos el cucurucho de

modo que el corte sea paralelo la base; obtendremos, en

las dos partes seccionadas, sendas circunferencias. Pero

si pudiéramos, sin despedazar el cucurucho, hacer un

corte inclinado en el mismo, el resultado de la intersec-

ción sería una elipse.

Generalizando el caso de Marte a los restantes pla-

netas, Kepler definiría su descubrimiento, esta Primera

Ley (figura 7), del modo siguiente, sumamente sencillo

teniendo en cuenta sus demoledoras consecuencias:

“Los planetas se desplazan en órbitas elípticas con el

Sol situado en uno de sus focos”. Fue éste un descu-

brimiento que le traumatizó; como hemos dicho, no

en vano rompía el ideal de perfección celeste que le

había supuesto a la Creación. Pero Kepler no era un

dogmático, ni se cerraba ante los hechos empíricos

que la ciencia, o bien su propio y peculiar método de

descubrimiento, le ponían ante los ojos. En una actitud

que le ennoblece, aceptó dichos hechos, sin importarle

si iban o no en contra de sus más acérrimos y asentados

prejuicios.

La elipse fue el último de los intentos de Kepler,

la solución desesperada, una “carretada de estiércol”

geométrica, como la llamó. Johannes la detestaba, sí,

pero era la forma “real” del movimiento planetario; y la

realidad debía ser aceptada, aunque diera al traste con su

propia cosmovisión. Una actitud valiente y muy noble.

Ahora bien: en todo movimiento circular uniforme,

un cuerpo recorre en el mismo tiempo el mismo ángulo

o una fracción del mismo. Así, para recorrer dos tercios

de la circunferencia se requiere el doble de tiempo que

para recorrer un tercio. Pero, en una órbita elíptica no

sucede lo mismo. Un planeta moviéndose en una elipse,

por ejemplo, barre o abarca en un tiempo dado un área

en forma de cuña, distinta en forma en función de si el

planeta se halla cerca o lejos de la estrella: en el primer

caso, el área es ancha y estrecha, y en el segundo alar-

gada y delgada.

Esta es la Segunda Ley (figura 8) de Kepler que, sin

embargo, fue realmente hallada en primer lugar y a la

que llegó por un procedimiento matemático del todo

incorrecto. Es aún más simple que la Primera, y la pode-

mos enunciar así: “Los planetas barren áreas iguales en

tiempos iguales”.

Figura 7: la Primera Ley del movimiento planetario de Kepler.

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Es posible que, así descritas, estas Leyes no revelen

su importancia ni las profundas consecuencias que tuvie-

ron (y tienen) para nuestra comprensión del Universo.

Como señala Carl Sagan, “quizá tendamos a dejar de

lado estas leyes como meros pasatiempos matemáticos,

que no tienen mucho que ver con la vida diaria. Sin

embargo, estas son las leyes que obedece nuestro plane-

ta mientras nosotros, pegados a la superficie de la Tierra,

volteamos a través del espacio interplanetario. Nosotros

nos movemos de acuerdo con leyes de la naturaleza que

Kepler descubrió por primera vez. Cuando enviamos

naves espaciales a los planetas, cuando estudiamos

estrellas dobles, cuando estudiamos el movimiento de

las galaxias lejanas, comprobamos que las leyes de

Kepler son obedecidas en todo el universo”.

Ambas Leyes las publicó Johannes en una obra que

apareció en 1609, y que es conocida como Astronomia

Nova, título sin duda muy apropiado, dado el carácter

revolucionario de su contenido. El problema de Marte,

y por extensión la cuestión de cómo se movían los pla-

netas alrededor del Sol, había sido definitivamente zan-

jado, resuelto gracias a una teoría que encajaba perfecta-

mente con los datos y las observaciones. Ninguna de las

anteriores había logrado algo semejante. Kepler podía

sentirse satisfecho, porque no sólo había sido capaz

de construir un modelo que posibilitaba confeccionar

tablas de los movimientos planetarios con una precisión

jamás alcanzada previamente sino que, además, sus

intuiciones le habían revelado la órbita física, es decir,

real, que los mundos describían en el espacio.

La Astronomia Nova, como muchos libros precurso-

res e innovadores, no despertó demasiado interés, pese

a su inmenso potencial astronómico. Galileo, sencilla-

mente, no le hizo el menor caso, aunque Kepler le pidió

encarecidamente que le apoyara y publicara su punto de

vista al respecto. Galileo sinceramente ignoró la obra

de Kepler. Es bastante triste comparar las dos actitu-

des contrapuestas de uno de los genios en relación con

el otro. Cuando en 1610, apenas unos meses después

de la publicación de la Astronomia Nova por parte de

Johannes, vio la luz la obra de Galileo Sidereus Nuncius

(El mensajero sideral), que recogía las extraordina-

rias observaciones del pisano, éste le pidió consejo a

Kepler para, así, que su obra tuviera mayor credibilidad.

Johannes salió en defensa de Galileo de modo entusiasta

(fue de los poquísimos que lo hicieron) y le escribió una

carta brindándole todo su apoyo (una carta que luego

Galileo publicaría con el título de Dissertatio cum nun-

Figura 8: la Segunda Ley del movimiento planetario

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cio sidéreo, “Conversación con el mensajero sideral”).

Kepler, además, también le ofrecía la confirmación de

las observaciones de los cuatro satélites que orbitaban

a Júpiter gracias a un telescopio que le había prestado

hacía muy poco tiempo el duque Ernesto de Colonia

(algo antes y más adelante el mismo Kepler le pediría

en varias ocasiones uno al sabio pisano, pero éste hizo

siempre caso omiso a su demanda, aunque sí solía

regalar catalejos a la gente noble y a las autoridades).

Kepler publicaría sus observaciones en una obra titula-

da Narratio de observatis quatuor jovis satellitibus, en

aquel año de 1610.

Kepler era quizá el único entusiasta y defensor del

heliocentrismo en la época, además de ser un teórico de

solidez y talento demostrado, pero Galileo despreció a

Johannes, y lo hizo únicamente por sus principios y su

metodología, no por la incorrección de sus resultados.

Una mancha bastante desagradable en la biografía del

sabio pisano, que no suele ser mencionada en los libros

de historia de la Astronomía…

Kepler siguió estudiando sus temas favoritos, a los

que volvió una y otra vez con esfuerzos renovados, y

retomó y analizó nuevamente el tema de los sólidos

pitagóricos que, como hemos dicho, reinterpretó bajo

la luz de la música de las esferas, en su Harmonices

Mundi, publicada en 1619. Pero esta obra, además,

contenía también su Tercera Ley (y última) de los movi-

mientos planetarios.

Recordemos que Johannes se preguntaba por qué

Saturno, estando dos veces más lejos del Sol que

Júpiter, no tardara el doble en completar una vuelta

alrededor de la estrella, sino bastante más. Es decir, lo

que pretendía hallar Kepler era una relación entre la

duración de una revolución completa de un planeta en

torno al Sol y su distancia de éste. Era un tema, como

dijimos, que le venía atormentando desde 1596, desde

su Mysterium Cosmographicum. Kepler mismo nos

cuenta que solucionó la cuestión el “8 de marzo de

1618, pero como los cálculos no me convencían rechacé

la solución al principio; luego volví a la carga, hasta que

el 15 de mayo, en un último asalto, se me disipó la nie-

bla de mi mente […] es absolutamente cierto y exacto

que la relación entre los periodos de dos planetas cua-

lesquiera está precisamente en proporción sesquiáltera

respecto a las distancia medias”. O, como diríamos hoy,

y como reza su Tercera Ley, que “los cuadrados de los

periodos de revolución son proporcionales a los cubos

de los semiejes de sus órbitas”.

Veamos cómo se gestó su descubrimiento, realmente

de un modo casual y muy anticientífico. Si seguimos la

interpretación y la reconstrucción de los hechos según

el historiador Bernard Cohen, lo que hizo Johannes

Kepler fue algo realmente curioso. Sabía que “debía”

haber alguna relación entre esos dos valores: tiempos

de periodos de revolución y distancias medias Sol-pla-

netas. Por lo tanto, empezó a jugar (literalmente…) con

ambos números, pero como no parecía existir relación

alguna entre ellos, tomados como tales, dio inicio a una

serie de conjeturas. Primero elevó unos al cuadrado,

luego otros, pero no había nada significativo. Incluso

le dio por elevar al cubo, pero si así lo hacía tampoco

obtenía nada que valiera la pena. Ahora bien, en un

momento dado, y comparando los cálculos de los cubos

de las distancias medias con el cuadrado de los tiempos,

Kepler dio con algo. Asombrado, vio que ambos valores

eran idénticos para un mismo planeta.

Kepler, por tanto, acababa de descubrir, de modo

matemático, por qué cuanto más distante está un pla-

neta, más lento era su movimiento. Todo obedecía a

una ley matemática sencilla: P2 = a3, donde ‘P’ es el

periodo de revolución alrededor del Sol, en años y ‘a’ la

distancia del planeta al Sol, en las modernas Unidades

Astronómicas (la distancia de la Tierra al Sol, como

todos sabemos). Por ejemplo, para el caso de Mercurio,

el cubo de su distancia media al Sol era de 0,058 y el

cuadrado de su periodo de revolución era, exactamente,

de 0,058 años; en el caso de Júpiter, encontramos que

el primer valor es de 140 Unidades Astronómicas y, el

segundo, de 140 años, etc.

Lo impresionante de esta Ley es que se cumple para

cada planeta, satélite (en relación con el planeta al que

orbita), asteroide o cometa, conocido o aún por conocer.

Así, se pudo aplicar a los cuatro satélites de Júpiter,

descubiertos apenas una década antes (1609) y cuando

en 1781 se descubrió Urano, cuando se hizo lo propio

en 1846 con Neptuno y aún con Plutón (el otrora últi-

mo planeta, hoy planeta enano), en 1930 (justo 3 siglos

después de la muerte de Kepler), todos siguieron la ley

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armónica o Tercera Ley (figura 9) que halló Johannes

en 1618. Esta es una de las más importantes leyes de la

cinemática planetaria y completaba las dos anteriores,

describiendo los movimientos de los cuerpos de los

mundos del Universo.

La importancia de las Tres Leyes nunca puede min-

usvalorarse porque, como señala A. C. Crombie, “pro-

porcionaron una solución definitiva al antiguo problema

de descubrir un sistema astronómico que a la vez salvara

las apariencias y describiera las trayectorias ‘reales’ de

los cuerpos a través del espacio”. Con el modelo plane-

tario de Kepler se describía, finalmente, el Universo de

un modo simple y preciso.

Para Kepler, sus Leyes fueron un espaldarazo fan-

tástico no sólo para la corroboración del heliocentrismo

sino que, y esto fue lo que más valoró y lo que fue moti-

vo de orgullo para él, había podido demostrar con ellas

(esto, claro, era lo que él creía) que el Universo había

sido creado a partir de un plan de simetrías geométricas

supuesto en la música de las esferas. Como vemos,

siempre trataba Johannes de colocar al Creador en su

visión del Universo...

En 1612 Kepler perdió a su esposa, Barbara Müller,

con quien se había casado quince años atrás (y quien

tenía, a la sazón, sólo treinta y siete) y a dos de los cinco

hijos del matrimonio. Kepler nunca sintió mucho afecto

por su mujer: se trataba de un ser, según nuestro per-

sonaje, “graso y simple de espíritu”, con mal carácter.

Un tercer descendiente murió también a los siete años,

sobreviviendo únicamente los hijos Susanne y Ludwig.

También ese mismo año de 1612 su protector, el empe-

rador Rodolfo, abdicó de su cargo, por lo que Kepler se

vio obligado a mudarse de nuevo, esta vez a Linz, donde

se casó posteriormente (no sin antes haber examinado a

conciencia las virtudes y defectos de once candidatas,

haciendo un análisis de los méritos personales… hasta

en esto Johannes era, por así decirlo, matemático…). La

escogida fue Susanne Reuttinger, de 24 años, con la que

engendró siete hijos, de quienes cuatro murieron tem-

pranamente. Sus tres hijos que llegaron a adultos fueron

Cordula, Fridmar y Hildebert. Parece bastante claro,

según relatan sus biógrafos, que Kepler disfrutó mucho

más de este segundo matrimonio que del primero…

Esos años en Linz Kepler los pasó escribiendo trata-

dos de óptica, astrología, haciendo cábalas acerca de la

fecha correcta del nacimiento de Cristo (el 27 de abril

del año 4977 antes de Cristo, según él), estudiando la

caída de los copos de nieve… Y seguiría con sus elu-

cubraciones metafísicas, sus indagaciones astronómicas

y cosmológicas y sus singulares reflexiones teñidas de

misticismo y de anhelo geométrico. En fin, las cosas

habituales en él… Examinemos algunas de ellas breve-

mente.

En cuanto a la óptica telescópica, Kepler inició una

investigación teórica y experimental de la misma gracias

al ejemplar de telescopio que le prestó el duque Ernesto

Figura 9: la Tercera Ley del movimiento planetario.

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de Colonia, y los resultados a los que llegó los publicó

en forma de libro con el título de Dioptrice, en 1611.

Esta obra recoge las bases teóricas de las lentes dobles

convexas convergentes y de las cóncavas convergentes y

cómo se deben combinar para poder elaborar un telesco-

pio como el de Galileo, así como explica y define muy

variados conceptos ópticos (imagen real, imagen virtual,

imágenes verticales e invertidas, etc.). Asimismo, en esa

obra presentó una mejora de su invención, conocida hoy

como el Telescopio de Kepler, en la que dos lentes con-

vexas generan un aumento mayor que la combinación

cóncavas-convexas del modelo galileano.

Por otro lado, Kepler no se limitó a ofrecer una

explicación de cómo se movían los planetas; también

quiso saber por qué, esto es, hallar la causa de que

los mundos poseyeran una velocidad inversamente

proporcional a su distancia al Sol. En cosmologías

anteriores, como la de Tolomeo o incluso en Copérnico,

el movimiento planetario estaba referido a puntos

geométricos inmateriales, ya fueran epiciclos o

excéntricas, pero Kepler pensó, con bastante lógica en

este caso, que debía estar en el Sol mismo, dado que

dicha velocidad de los planetas se debilitaba con la

distancia a la estrella.

Esto suponía rechazar la distinción aristotélica entre

una física terrestre y una celeste: en todo el espacio

interplanetario debía actuar un mismo grupo de leyes.

La Tierra no se separaba del resto del Universo, sino

que había un continuo. “La astronomía forma parte

de la física”, dijo Kepler. Además, esta idea implicaba

introducir un concepto, el de inercia, ya que, una vez se

aceptó que no existían las esferas cristalinas de la cos-

mología aristotélica (Tycho Brahe se había encargado de

arruinarlas), debía haber “algo” que mantuviera unido a

los planetas en su lugar. Kepler abogaba por esta inercia,

una tendencia natural al reposo tanto mayor cuanto más

“voluminoso” sea el cuerpo (el concepto de masa aún

no había cristalizado). La velocidad de un cuerpo sería

la resultante de la proporción entre la fuerza motriz, que

lo mueve, y su inercia.

Kepler tuvo en el magnetismo un aliado y una clave

para explicar las fuerzas que movían los mundos. En

el año 1600, William Gilbert había publicado una obra

muy influyente, titulada De magnete, donde afirmaba

que la Tierra se comportaba como un gran imán, y que

el movimiento de rotación de nuestro mundo se podía

explicar aludiendo al carácter circular de la acción mag-

nética.

En su Astronomia nova, Kepler ya había postulado

acciones inmateriales causantes del movimiento orbital

de los planetas. En particular, habló de que el Sol emitía

una “species motrix”, una virtud motriz que partía de él

haciéndolo girar, y que a través del espacio se extendía a

los orbes planetarios, generando en ellos el mismo efec-

to de movimiento circular. Cuanto más cerca se hallaba

el mundo del Sol, mayor era la fuerza motriz y, por ello,

más rápidamente se desplazaba el planeta. Pero, al ser

este movimiento circular y uniforme, había que explicar

la excentricidad real de las órbitas planetarias. Y aquí es

donde entraba en juego el magnetismo, porque Johannes

concibió al Sol como un gran imán, con uno de sus polos

en su centro y el otro en la superficie. Cada planeta, a

su vez, poseía un eje magnético propio. Por tanto, era la

rotación del Sol sobre sí mismo la causa del movimiento

planetario a su alrededor. Al girar la estrella, las líneas

sobre las que se propaga su fuerza, inicialmente rectas,

se curvaban, arrastrando consigo a los planetas que, en

función de la mayor o menor resistencia o inercia que

Figura 10: portada de la obra de Kepler Dioptrice, de 1611, que recoge sus estudios en materia óptica.

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poseían (su masa, diríamos hoy) se moverían más rápida

o lentamente. En un principio las órbitas generadas por

la fuerza solar serían circulares, pero por la propiedades

magnéticas de cada planeta se trasformarían en elípticas.

De este modo, durante la mitad de su trayecto alrededor

de la estrella el planeta se acercaba a ella, ya que uno de

sus polos magnéticos es atraído por el Sol, mientras en

la otra mitad se alejaba.

Más tarde, en su Epitome astronomiae Copernicanae,

publicado en tres partes (1618, 1620, 1621) Kepler

cambiaría de idea y volvería a enredarse en nociones

teológicas y extrañas que parecía (sólo parecía…) haber

dejado aparte. En efecto, ahora encargaría a “espíritus

motrices” la renovación del “ímpetus” o empuje inicial,

impreso en los mundos por Dios. Aunque el movimien-

to orbital seguía siendo consecuencia de la ‘species

motrix’, ya no había fuerzas magnéticas. La fuerza solar

era concebida como de naturaleza cuasi-magnética, y

los planetas poseían una parte amiga y otra enemiga,

de modo que el Sol los atraía o repelía según estuviera

vuelta hacia la estrella una u otra parte…

Sea como fuere, y aunque Kepler errara en esta

interpretación, la suya fue la primera explicación seria

de los movimientos planetarios en términos de fuerzas

(magnéticas, en este caso). Postuló, por tanto, de forma

pionera, un mecanismo capaz de dar cuenta de la diná-

mica del Sistema Solar.

Una cuestión, muy relacionada con la anterior, que

también interesó a Kepler fue la gravedad. Él la concibió

como una influencia recíproca entre los cuerpos mate-

riales que tendería a unirlos. La fuerza que sostiene a

los planetas no está dirigida por el Sol, y no es atractiva,

sino que únicamente desarrolla el movimiento; todo

depende de la rotación, es la rotación de un cuerpo lo

que permite que otros se muevan a su alrededor. De no

rotar el Sol, no girarían en torno suyo, y de no hacerlo

la Tierra, tampoco la Luna nos orbitaría a nuestro alre-

dedor. Esta noción de la gravedad como disposición de

cuerpos a atraerse es similar a la del magnetismo, y es

curioso que, aun cuando relacionara el magnetismo y la

fuerza motriz solar y el movimiento planetario, no diera

el paso siguiente y sospechara que era la gravedad la

Figura 11: un par de páginas de la obra de Kepler Epitome astronomiae Copernicanae, resumen puesto al día del copernicanismo y sus desarrollos posteriores, fue una obra muy leída y apreciada.

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razón de dicho movimiento. Con ello se habría anticipa-

do a Isaac Newton en medio siglo…

El Epitome de Kepler fue una de sus obras más

leídas y valoradas, y entre 1630 (fecha de la muerte de

Johannes) hasta 1650 fue el libro de cabecera de muchos

astrónomos, que adoptaron la elipse como modo correc-

to para la trayectoria planetaria, aunque la mayoría de

ellos, sin embargo, optaron por declinar la base física

kepleriana que posibilitaba dichos movimientos. A

finales de siglo hubo numerosos científicos que plantea-

ron una astronomía física teórica que incluían fuerzas

de atracción, pero, eso sí, muy lejanas ya a aquellas

species motrix casi espirituales de Johannes, así como

el concepto cartesiano de inercia. Tras ellos llegó el

turno final, el de Isaac Newton, que en sus Principia

Mathematica, de 1687, fue capaz de derivar de las Leyes

planetarias de Kepler una teoría fundamentada en la

noción de la gravitación universal. Es decir, Newton se

basó en Kepler para dar la explicación definitiva de la

dinámica del Universo.

Las predicciones realizadas a partir de las tres leyes

keplerianas resultaron bastante satisfactorias, teniendo

en cuenta que no necesitaron del conocimiento de las

distancias reales de los planetas al Sol, sino de las relati-

vas. No obstante, en una de las últimas obras de Kepler,

la mencionada Epitome astronomiae Copernicanae

(figura 11), en donde, como menciona el título, se hace

un compendio de la astronomía coperni-

cana (completada con las aportaciones de

Johannes y los descubrimientos telescó-

picos de Galileo), Johannes realiza una

aportación propia para la distancia Tierra-

Sol, a partir de la cual era posible deducir

la que separaba a los otros mundos de la

estrella (esta obra, por cierto, fue incluida

en el Index de los Libros Prohibidos por

la Iglesia Católica). Pero, naturalmente,

lo hizo siguiendo el “método Kepler”…

Veámoslo.

En la antigüedad se había determi-

nado que la distancia Tierra-Sol era de

unas 1.200 veces la del radio terrestre.

Johannes decidió examinar si esa estima-

ción era correcta y se puso a cavilar cómo

poder calcularla. En un argumento que se

puede calificar como poco menos que “verbal”, Kepler

afirma los siguiente: puesto que la Tierra es un lugar en

el que viven seres capaces de determinar las dimensio-

nes del Universo, éste valor “debe” tener relación con el

tamaño de la misma Tierra. En concreto, sigue dicien-

do Kepler, el cociente entre los volúmenes Sol-Tierra

“debe” coincidir con el cociente entre la distancia Sol-

Tierra y el radio de nuestro mundo. A partir, pues, de

la idea de la armonía geométrica del Universo (resulta

ya obvio que fue, ése, el principio rector que guió vir-

tualmente toda la obra del gran alemán, como estamos

viendo), Kepler calculó que la distancia Tierra-Sol era,

realmente, 3.600 veces el radio de nuestro planeta. Esta

estimación aumentaba considerablemente el tamaño del

Sistema Solar, pero Johannes, que pensaba con su cálcu-

lo haber dilatado mucho el tamaño de aquel, desconocía

que, realmente, el valor real era siete veces mayor que el

suyo (por tanto, veinte veces mayor que el supuesto por

los antiguos desde los tiempos de Hiparco y Tolomeo).

De haberlo sabido, hubiera quedado boquiabierto...

De igual modo, Kepler especuló con otros tamaños

y distancias. Por ejemplo, la distancia que nos separaba

de la esfera de las estrellas fijas (que él aún estimó como

una esfera sólida, al contrario de lo que otro visionario

como Giordano Bruno había imaginado por la misma

época) era, según Johannes, equivalente a 60 millones

de veces el radio terrestre (también aquí se habría que-

Figura 12: el cometa más conocido, el Halley, en su último paso por el perihelio, fotografiado el 8 de marzo de 1986.Todos los cometas de perio-do corto, como lo es el Halley, siguen igualmente las órbitas elípticas propuestas por Kepler. (NASA/W. Liller)

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dado asombrado al saber que, incluso la estrella más

cercana a nosotros, está más de cien veces más lejos que

esa distancia). El radio del Sol, por su parte, era según

Kepler quince veces mayor que el terrestre (aquí tam-

bién se quedó corto, pues es 100 veces mayor).

Por otro lado Johannes estudió los cometas (figura

12), a los que dedicó un tratado publicado en 1619.

Sostuvo, como ya hiciera el, en este sentido, precursor

Tycho Brahe, que no eran cuerpos originados en la

atmósfera terrestre, como se había creído hasta hacía

poco por la opinión de Aristóteles, sino que procedían

del espacio celeste, y puesto que se mostraban una vez

para no volver a aparecer (aún tenía que nacer Edmond

Halley para demostrar lo contrario…), era de suponer

que seguían trayectorias rectilíneas (Kepler, nuevamen-

te, se habría mostrado orgulloso si hubiera sabido que

los cometas de periodo corto, con órbitas cerradas de

menos de 200 años de duración, también siguen sus Tres

Leyes). Para obtener algún ingreso extra y mantener

su prestigio como astrólogo, Kepler publicó otro libro

más popular que contenía predicciones, algunas de tin-

tes desastrosos, que ocurrirían en breve plazo, y en las

que señalaba la influencia de los cometas en las vidas

humanas. Era la época de la Guerra de los Treinta Años,

tiempo de revueltas, crisis y persecuciones ideológicas

y religiosas; no resultaba en exceso complicado recoger

algún suceso trágico y vincularlo con la aparición de

los astros con cabellera ni (para un astrólogo talentoso

como Johannes) imaginar algún otro futuro ligado al

mismo fenómeno.

En el ámbito personal, hacia 1620, la madre de

Kepler, Katherine, fue acusada de brujería por una anti-

gua amiga. Johannes acababa de escribir la que quizá

es la primera novela de ciencia ficción, una especie de

alegoría de un viaje lunar con tintes autobiográficos, que

tituló Somnium (El Sueño), en el que daba rienda suelta

a su imaginación y en el que afirmaba que su madre tenía

“contactos” con espíritus. Kepler sólo quería difundir su

libro a un círculo de conocidos y eruditos, y le envió un

ejemplar manuscrito al barón Von Volckersdorff. Según

parece, el barón le habló del libro a su barbero, y éste

chismorreó algo a su hermana Ursula. Ursula fue, en

tiempos, la mejor amiga de la madre de Kepler, aunque

entonces ambas estaban a la greña porque Ursula abortó

el fruto de una relación extramatrimonial, comentando

el hecho a Katherine, quien lo comentó a su vez a su

hermano y, de ahí, se extendió a todos, con el consi-

guiente perjuicio para la reputación de Ursula. Para salir

airosa, ésta afirmó que no había abortado de ninguna

manera, sino que tenía dolores y malestar sencillamente

porque Katherine la había embrujado. A partir de aquí,

las acusaciones de otras gentes contra Katherine fueron

en aumento (se recordó que ésta había sido criada por

una tía que murió en la hoguera… precisamente acusada

de brujería), y aunque la madre de Kepler (que recor-

demos era curandera) puso un pleito contra su antigua

amiga, siguió paseándose por las calles sin dejar de

brindar remedios hechos con hierbas, drogas y puede

que hasta alucinógenos… Fue detenida e interrogada

en varias ocasiones en Württemberg, y aunque Kepler

hizo ver que él había sido matemático de la corte del

emperador, sus credenciales no sirvieron de mucho en

un primer momento porque su madre fue enviada a la

cárcel y encadenada en 1620.

Finalmente, ante la negativa de la madre a admitir y

confesar su brujería, fue amenazada de tortura, de la que

se salvó gracias a la mediación de su hijo, que afortuna-

damente pudo sacarla de la prisión y ponerla en libertad.

Murió unos meses después, en 1621, y Johannes siem-

pre se sintió culpable, en parte, de su proceso a causa de

lo que decía de ella en el Somnium, aunque lo cierto es

que su madre hizo méritos suficientes por sí misma para

que las iras burocráticas y fanáticas cayeran sobre ella

sin necesidad de que su hijo ayudara en nada.

Mencionemos, como trabajo final de nuestro per-

sonaje, que Johannes pudo completar en 1627, tras un

quehacer laborioso y muy engorroso, la confección de

unas Tablas, a las que llamó Rudolfinas en honor al que

fuera su protector, Rodolfo II. En este encargo (figu-

ra 13), que Brahe le había pedido antes de morir casi

tres décadas antes, Kepler permite la determinación de

cualquier cuerpo celeste en cualquier tiempo, además

de poder predecir la aparición de otros sucesos, como

eclipses, etc. Gracias a estas Tablas, la precisión en las

predicciones aumentó considerablemente, ya que las

anteriores databan de casi un siglo antes, elaboradas por

Erasmus Reinhold a partir a los estudios de Copérnico.

Una de las predicciones que dichas Tablas efectua-

ban era la de los tránsitos de los planetas Mercurio y

Venus en el año 1631. Mientras que el segundo no fue

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visible en las latitudes europeas, el de Mercurio sí fue

contemplado por Pierre Gassendi. Así, aunque Johannes

no pudo comprobarlo por sí mismo (pues fallecería

pocos meses antes), gracias a sus Leyes del movimiento

planetario y a las Tablas por él confeccionadas, el plane-

ta efectivamente pasó por delante del disco solar apenas

con unas horas de diferencia respecto a la anunciada

por Kepler, una confirmación espectacular a su teoría y

un refrendo de primer nivel a su ciencia, independiente-

mente del modo y el procedimiento con los que hubiera

llegado a ella.

Hay muchos otros matices y sorpresas científicas

(o cuasi científicas, diríamos) en la vida de Johannes

Kepler, pero este artículo no pretende ser más que una

introducción y en la bibliografía hay más información,

y muy completa, sobre Johannes, de modo que a ella

remitimos para quien desee profundizar en este singular

personaje. Por otro lado, es muy interesante también la

página de la Wikipedia (en su versión inglesa, eso sí)

de nuestro autor, en la que se detallan, además, muchas

más anécdotas y hechos históricos.

Hacia 1630 Kepler estaba casi en la ruina y decidió a

ir a ver al emperador para hablarte de sus emolumentos

aún no cobrados. Hasta entonces había estado viviendo

en Sagan, una ciudad silesiana dominada por el duque

de Wallenstein. Hizo en viaje a caballo, y poco después

empezó a sentirse indispuesto, sin haber logrado que

le pagaran lo acordado (el último tramo de su vida fue

un intento constante por recibir apoyo económico, sin

demasiado éxito). Al cabo de dos semanas de llegar a

Ratisbona sin que el emperador accediera a sus ruegos,

Johannes Kepler moría, a los 59 años, el 15 de noviem-

bre de 1630. Su sepultura fue destruida por la Guerra

de los Treinta Años, pero es sabido que en su epitafio,

compuesto por él mismo, podía leerse: “Medí los cielos

y ahora mido las sombras. Mi mente tenía por límite los

cielos; mi cuerpo descansa encerrado en la Tierra”.

Nancy Hathaway describe así a Kepler: “fue una

figura extravagante en muchos sentidos, una com-

binación de las antiguas creencias medievales y de las

matemáticas modernas […] pero sin él nunca hubiera

creado Isaac Newton la teoría de la gravedad, ni existiría

la ciencia tal como la conocemos”. Hay otros que lam-

entan la extraña metodología de Johannes, deseosos de

que hubiera llegado a sus primorosos hallazgos de man-

era más empírica y menos intuitiva, más convencional.

Entre ellos, el primer gran historiador de la ciencia

astronómica, Jean-Baptiste Delambre, quien afirma:

“nos sorprende y aflige descubrir que fueron razonami-

entos como éstos los que llevaron a Kepler a enunciar

sus admirables leyes”. Carl Sagan, sin embargo, nos

dice: «Kepler confiaba en que un día existirían naves

celestes con velas adaptadas a los vientos del cielo,

“navegando por el firmamento llenas de exploradores

que no temerían la inmensidad del espacio”. Hoy en día

esos exploradores, hombres y robots, utilizan […] como

guías infalibles, las tres leyes del movimiento planetario

que Kepler aportó durante toda una vida de descubrim-

ientos y de trabajo personal».

Aunque su cuerpo quedara encerrado en la Tierra, sus

Figura 13: una página de las Tablas Rudolfinas. Aparecen con-signados gran cantidad de datos, obtenidos por Kepler tras un extenuante trabajo. (Master and Fellows of Trinity College, Cambridge)

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ideas y sus nociones extraordinarias son bien visibles en

lo alto del cielo. Y no sólo metafóricamente, puesto que

en 2009 la NASA puso en el espacio (y en órbita alrededor

del Sol), la misión Kepler (figura 14), que contaba

con un telescopio para examinar y descubrir planetas

extrasolares, y sobretodo mundos similares a la Tierra.

El telescopio dejó de funcionar en mayo del año pasado,

al estropearse dos de sus cuatro giróscopos necesarios

para orientar la nave pero, a fecha de junio de 2014,

gracias a sus observaciones se han logrado confirmar

la existencia de 974 nuevos planetas muy diversos

(planetas similares a Júpiter calientes, supertierras,

planetas orbitando alrededor de sistemas dobles, etc.).

Por si fuera poco, hay más de 3.600 candidatos a la

espera de su confirmación (o refutación) definitiva.

Johannes Kepler se habría entusiasmado al saber que ha

dado nombre a un telescopio capaz de revelar que hay

muchos más planetas de los que se había supuesto y,

en particular, que sus resultados arrojan una probable y

sorprendente cantidad de exoplanetas similares a nuestra

Tierra en la Vía Láctea (una estimación, puede que algo

exagerada pero no por ello menos estimulante, del

Centro Astrofísico Harvard-Smithsonian, en EE.UU.,

y basada en los datos de la misión Kepler, calcula el

número de dichas exotierras... ¡¡en 17.000 millones!!).

Johannes Kepler rompió los esquemas a muchos.

Recordemos la apatía de Galileo ante sus escritos,

señal de que incluso un talento como el del genio

pisano puede obcecarse en no reconocer a un igual si

no anda por su mismo camino. Iconoclasta y solitario,

Figura 14: impresión artística del Telescopio Kepler, lanzado por la NASA el 5 de marzo de 2009, el Año Internacional de la Astronomía. Sus observaciones han permitido hallar centenares de nuevos planetas en la Vía Láctea y reelaborar las estima-ciones del número de mundos similares a nuestro planeta que hay en dicha galaxia. (NASA)

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Kepler siguió una senda enteramente propia de estudio

del Universo, una combinación de intuición, mística

geométrica y racionalismo científico a caballo entre

dos épocas. Sus ideas, nociones y descubrimientos,

revolucionaros y singulares, fueron las que necesitaba

el mundo occidental para, definitivamente, dejar atrás la

antigua cosmología (e incluso, la ideología) geocéntrica

y así abrirse paso, tras siglos de estancamiento, al

moderno conocimiento del Universo.

-Bibliografía:

-CROMBIE, A. C., Historia de la Ciencia: de San

Agustín a Galileo, 2 vol., Alianza Editorial, Madrid,

1974.

-DI TROCCHIO, F., El genio incomprendido, Alianza,

Madrid, 1999.

-FERNÁNDEZ, T., Montesinos, B., El desafío del

universo, Espasa-Calpe, Madrid, 2007.

-FERRIS, T., La aventura del Universo, Crítica, Barcelona, 2007.

-GRIBBIN, J., Historia de la Ciencia (1543-2001),

Crítica, Barcelona, 2003.

-HATHAWAY, N., El universo para curiosos, Crítica,

Barcelona, 1996.

-KRAGH, H., Historia de la cosmología, Crítica,

Barcelona, 2008.

-MÍNGUEZ PÉREZ, C., Filosofía y ciencia en el

Renacimiento, Síntesis, Madrid, 2006.

-NORTH, J., Historia Fontana de la Astronomía y la

Cosmología, FCE, México, 2001.

-SAGAN, C., Cosmos, Planeta, Barcelona, 1980.

-SELLÉS, M., SOLÍS, C., La revolución científica,

Síntesis, Madrid, 1994.

-SOLÍS, C., SELLÉS, M., Historia de la ciencia,

Espasa-Calpe, Madrid, 2005.

Figura 7.-(http://upload.wikimedia.org/wikipedia/

commons/c/c9/Kepler1.gif)

Figura 8.-(http://upload.wikimedia.org/wikipedia/

commons/7/75/Kepler2.gif)

Figura 9.- (http://m.teachastronomy.com/astropediai-

mages/KeplerThirdLaw.jpg)

Figura 10.- (http://www.kanazawa-it.ac.jp/dawn/

photo/161101.jpg)

Figura 11.- (http://library.lehigh.edu/omeka/archive/

files/820defcf2d033ac46627026a07502f0c.jpg)

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Fueron unos años donde si unos pastores o agriculto-

res contemplaban despavoridos el fogonazo cegador de

un bólido (meteoroide) su testimonio -bajo la influencia

sugestiva del momento- y una ávida prensa sensaciona-

lista, predisponían a que el suceso tomase una deriva

ufológica. Se llegó a decir que la fenomenología OVNI

era un performance introducido y difundido por los últi-

mos gobiernos del régimen franquista y de la transición

con el propósito de relajar y desviar las fuertes tensiones

sociales y políticas derivadas de la crisis económica por

las crisis del petróleo de 1973/1979 y el malestar y desa-

zón por el terrorismo etarra. Pero, claro, también esto

cabe tomarlo dentro del mito conspiranoico.

La necesidad de misterio y de creencias

El psiquiatra Carl Gustav Jung en su obra Un mito

moderno. De cosas que se ven en el cielo (1958) postuló

una teoría para explicar el por qué resulta más desea-

ble que los OVNI’s sean naves extraterrestres que no

cualquier otro fenómeno conocido. Sin entrar en con-

sideraciones propias del libro, es un hecho constatado

que la necesidad de misterio y de asombro es bastante

consustancial con el ser humano. El hecho de resolver

una realidad paranormal con una argumentación lógica

y plausible, resta fantasía y encanto. Existen personas

convencidas que la Luna, en ciertas fases, les confiere

energía, bienestar y estímulos positivos. Para, ellas, la

Luna es una terapia. La medicina oficial lo rechaza.

Es muy obvia esa necesidad congénita de “creencias”,

hay un deseo innato de creer. Los hay quienes veneran

su signo zodiacal, su horóscopo. Estudios paleoantro-

pológicos avalan la hipótesis que en la línea evolutiva

sapiens la creencia -el manifestar y depositar fe en las

cosas- tuvo un papel determinante en el triunfo y la

supremacía del homo sapiens frente al neandertal (fun-

ción del arte simbólico). Tal vez, el factor “fe” y “creen-

cias” quedó impreso en algún lugar de nuestro genoma.

Al inicio de la década de los 70 del siglo pasado

los rotativos sensacionalistas europeos (entre ellos el

español, El Caso) empleaban estas coletillas en pos del

exigido rigor informativo en la redacción testimonial

de supuestos avistamientos ufológicos: «…, ninguno

de los presentes disponía de cámara fotográfica», «…,

la intensa luz cegadora que emitía quemó todo el nega-

tivo», «Los nervios y el estado de ansiedad nos dejó

paralizados». Esta prensa sensacionalista confeccionaba

un periodismo especializado en casos de criminalidad,

homicidios, de avistamientos OVNI, de contactos con

“pequeños hombrecillos verdes” y algunas abducciones.

Hoy, por el contrario, vivimos la era de la información

y la informática y disponemos de un exceso de informa-

ción en tiempo real que queda almacenada pudiendo ser

contrastada.

.

La instantaneidad y globalización del uso de las nuevas tecnologías avalan la paradoja de Fermi:

¿Dónde están?Josep Emili Arias

[email protected]

Las década de los 70 y 80, en España, fue de auténtico delirio ufológico (OVNIS, platillos volantes, contactos alienígenas) que bien culminó con el caso más emblemático y serio de nuestra historia más reciente, el llamado Incidente Manises1. Incluso hubo un cierto contagio, un gusto por ser protagonista de avistamientos OVNI. Tanto es así, que en sólo unos años, se pasó del “fenómeno” OVNI al llamado “síndrome” OVNI, acuñación que reflejaba lo sobredimensionado que llegó a estar el mito OVNI en España. Hoy, toda esta fenomenología OVNI/UFO está en clara decadencia.

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Cuando el planeta lo tenemos monitorizado

Retomando al físico experimental Enrico Fermi (1901-

1954) cuánto le hubiese gustado a este Premio Nobel

vivir la presente época de las nuevas tecnologías, donde

tanto hubiese visto ratificada su implacable sentencia,

¿Dónde están todas esas evidencias y manifestaciones

de civilizaciones extraterrestres que, de forma tan feha-

ciente, dicen que visitan nuestro planeta?. (Imagen 1).

A mediados de los años 50 -unos años antes de

ser formulada la Ecuación Drake- el físico nuclear

Enrico Fermi planteó a sus colegas de trabajo, de

forma coloquial y desenfadada esta tan sensata para-

doja: «Si hay tantas civilizaciones avanzadas ahí fuera,

¿dónde están?». La paradoja de Fermi exponía la con-

tradicción que hay entre las estimaciones especula-

tivas que sostienen una alta probabilidad de existen-

cia de civilizaciones inteligentes, en nuestra galaxia,

y la ausencia de evidencia de dichas civilizaciones.

Ni siquiera los costosos programas de radioescucha en

busca de señal radioeléctrica artificial/inteligente en el

rastreo del espacio profundo, como fueron el Proyecto

SETI (Search for Extra Terrestrial Intelligence), la

versión doméstica del seti@home, su posterior sus-

tituto el Proyecto Phoenix y similares programas,

todos ellos dieron un rotundo silencio por respuesta.

Hoy día, todas las manifestaciones celestes, atmosfé-

ricas y a ras de suelo, en un altísimo porcentaje, están y

quedan monitorizadas de forma global y desde muchos

espectros, desde el óptico, el infrarrojo, el radioeléc-

trico, con radares de última generación, las redes de

satélites y de rastreo de radiotelescopios; manteniendo,

así, una vigilancia constante de la baja y alta atmosfera y

parte del espacio exterior. Y, a ras de suelo, disponemos

de la óptica de nuestros teléfonos inteligentes, y los hay

con las gafas google glass. Así también, una infinidad de

webcams exteriores instaladas en casi todos los rincones

del mundo. Las webcams de gran angular instaladas

en estaciones meteorológicas y de estudio atmosférico

pertenecientes a redes de organismos estatales e inter-

nacionales (AEMET, Euromet, NOAA). Las

webcams de control de tráfico distribuidas por

las redes de carreteras, autopista, rotondas, pla-

zas y parques. Las webcams instaladas en las

lunas delanteras de los vehículos de servicios

públicos de transporte y en vehículos privados;

junto a otras muchas webcams exteriores insta-

ladas por la administración local, en colegios,

universidades, aeropuertos. Las paseantes y

voladoras cámaras del Google earth no han

registrado todavía ningún “hombrecillo verde”

ni platillos volantes asentados en jardines ni

sobre cimas montañosas. Cualquier meteoroide

de roce tangencial y los entrantes de bólidos

son registrados por las redes de cámaras CCD/webcams

de alta definición instaladas por multitud de organismos

meteorológicos, astronómicos y medioambientales. En

España, al igual que en otros muchos países, existe la

operativa red de estaciones para la detección óptica de

bólidos y meteoritos, Red Española de Investigación

sobre Bólidos y Meteoritos (Spanish Photographic

Meteor Network) (Imágenes 3 y 4). Incluso en mares y

océanos algunas boyas marinas de registro meteoclimá-

tico llevan visión webcam en tiempo real.

La entrada del meteorito ruso de Chelyabinsk el

15/Feb/2013, al igual que otras recientes entradas de

meteoros en territorio ruso, obtuvo una corroboración

espacio/temporal de múltiples testimonios independien-

tes, pues tal suceso quedó visualizado y monitorizado

por móviles particulares, webcam fijas y las incorpora-

das en la luna delantera de los vehículos2. Por el contra-

rio los avistamientos de platillos volantes, de ingenios

extraterrestres y de visitas de alienígenas no obtienen la

corroboración documental/gráfica de testimonio múlti-

ple. Muchas explosiones lumínicas de bólidos (meteo-

roides) fueron asimiladas como manifestaciones de

naves extraterrestres. (Imagen 2)

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Huygens nº 111 noviembre - diciembre 2014 Página 27

En toda la segunda mitad del s. XX los avistamientos

OVNI eran en su gran mayoría relatos orales, la apor-

tación gráfica -no manipulada- era escasísima. Hoy

nuestro planeta, tanto desde el exterior como desde el

interior y a ras de suelo lo tenemos monitorizado en

tiempo real y no sólo con las grandes tecnologías sino

también desde las “nuevas tecnologías domésticas”, los

móviles inteligentes. Es aquí y ahora donde hay que

actualizar y reformular la pregunta de Enrico Fermi

formulada hace más de medio siglo: ¿Dónde están esas

evidencias de tantos avistamientos y de visitas alieníge-

nas que proliferaban hace unas décadas?, ¿evaluaron

nuestra civilización humana y nos dieron por imposible,

largándose a otros sistemas estelares?.

Con toda esta monitorización, instantaneidad y glo-

balidad que supone todo este conjunto de nuevas tec-

nologías -como ojos fehacientes que vigilan el planeta-,

poco a poco, vamos poniendo luz donde otros insisten

en perpetuar el misterio. Por tanto, también con nuestros

teléfonos móviles inteligentes -de acceso Internet- esta-

mos contribuyendo a legitimar y validar la Paradoja de

Fermi ya que siempre tenemos a mano ese dispositivo

tecnológico con el cual plasmar y evidenciar, de forma

óptica, cualquier suceso de naturaleza anómala.

Pese a todo, las convocatorias, quedadas y concentra-

ciones OVNI/UFO continuaran impartiéndose, pues su

clarividencia y agudeza visual son muy superiores al

resto de los humanos. Sobra toda argumentación lógica

ante el deseo de querer creer en el mito OVNI/alieníge-

nas. Cosa peor, fue cuando en la última década del mile-

nio (años 90) surgieron peligrosos grupos doctrinales

ufológicos de perfil muy adictivo, las llamadas “sectas

ufológicas” (La Nueva Era, Nueva Acrópolis) casi siem-

pre compartiendo la misma premisa: «Los extraterres-

tres vienen a salvarnos». Recordemos que el paso del

gran cometa Hale-Boop (1997), indujo la creación de la

secta autodestructiva Heaven’s Gate.

Crear incertidumbres ajenas y colectivas, vende

El motivo y la razón de estos multimedia y editoriales

pro-ufológicos, de lo paranormal y de teorías conspi-

ranoicas (ej. la revista Año Cero y el televisivo Cuarto

Milenio) nunca es la de resolver y esclarecer, sino la de

continuar generando misterio, enturbiar la realidad y

recrearse en la fascinación y el asombro. Su formación

no está basada en la divulgación puesto que hay una

notoria incapacidad de mostrar aportaciones concluyen-

tes. Su máxima siempre es que el misterio no hay que

resolverlo, los misterios han de perdurar en el tiempo,

dan de comer.

Por supuesto que en nuestro mundo real se dan realida-

des paranormales y sobrenaturales pero la ciencia -con las

limitaciones del conocimiento humano- intenta aplicar

la lógica, la experimentación y la estadística, pero ellos

no van por estos caminos, a ellos no les interesa aplicar

el mínimo método científico. Ellos se ciñen más con el

antónimo de divulgar, es decir, confundir y enmarañar.

Un ejemplo de estas argucias en los multimedia de lo

paranormal fue el tratamiento que le dieron a la noticia

del descubrimiento de la “partícula de Higgs”. No divul-

garon nada respecto a la transcendencia que supone el

hallazgo de la partícula de Higgs descubierta en el Gran

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colisionador de hadrones (LHC) del CERN, en Ginebra.

Estos multimedia de lo paranormal se limitaron a inducir

miedos e incertidumbre, recreándose en difundir rebus-

cadas e insospechadas hipótesis sobre si Suiza corría el

peligro de saltar por los aires como consecuencia de la

generación de micro agujeros negros por las continuas

aceleraciones y colisiones de hadrones en las entrañas

del subsuelo suizo. Generar miedo colectivo vende.

No podemos negar la existencia de otras civilizacio-

nes avanzadas

¿Existen extra-civilizaciones avanzadas?, la pregun-

ta es clasificada como de tipo existencial, totalmente

sujeta a la fe. Por tanto no tiene sentido científico,

no es verificable, no es falsable. Sin embargo, la otra

pregunta: ¿Nos han visitado los extraterrestres?, ésta

ya es falsable, admite el método, podemos contrastar

su certidumbre, si bien se dan las corroboraciones de

testimonio múltiple.

Lo que sí se pretende negar y deslegitimar es toda esa

proliferación de tantos y tantos supuestos avistamientos,

de tantas visitas de extraterrestres y de abducciones que

dicen que han acontecido en nuestro planeta.

Aunque, tal vez, en algún momento y lugar, tuvo que

existir alguna(s) civilización(es) mucho más avanzada(s)

que la nuestra. El universo tiene casi 14.000 m. a., un

tiempo suficiente para que los pobladores de los prime-

ros sistemas estelares desarrollen la tecnología necesaria

para lanzarse a explorar la galaxia. Sólo hay que pensar

lo que nuestra evolución humana ha conseguido en

menos de 200.000 años.

Pero iniciarse en viajes interestelares por la galaxia

no es tarea nada fácil, pues estos viajes interestelares

exigen un imparable desarrollo tecnológico que va

obligatoriamente liga-

do a la longevidad del

planeta y de la propia

especie. Hay que evitar

la posible autoaniquila-

ción por codicias y gue-

rras. Tiene que haber un

compromiso global de

cooperación en dicho

proyecto donde prime

el interés colectivo, no

malbaratando recursos y energías en intereses indivi-

duales, chovinistas y de nacionalismos. Pues la enver-

gadura de dicho proyecto tecnológico supone un gran

derroche energético y de recursos, tal vez, inasumibles

por el propio planeta.

La vida simple es inevitable en el universo

De hecho, en el año 2010 fueron descubiertas en las

nubes del medio interestelar y en la envoltura de pro-

toestrellas, complejas moléculas orgánicas prebióticas,

el antraceno (un PAH’s), el naftaleno, el dimetil éter,

el cianuro de vinilo y otras complejas moléculas de

carbono. Pero los exobiólogos a la hora de plantear los

patrones de búsqueda de vida en otras partes del univer-

so se ven bastante limitados por nuestra concepción bio-

céntrica de la vida. Nuestra mente es poco innovadora

en plantear otras formas de vida más creativas. Estamos

todavía muy condicionados a buscar sobre nuestros

mismos patrones biológicos, es decir, fundamentamos

el concepto de vida sobre la súper-enlazante molécula

del carbono y que por imperativo ha de desarrollarse en

un planeta rocoso por el que fluya el agua líquida como

disolvente. Tal vez debiéramos ser más creativos a la

hora de definir y delimitar el concepto de vida.

Con el paso del tiempo y las eras geológicas, de la

materia inerte surgieron las primeras macromoléculas

complejas que presentaban una incipiente facultad de

autoreplicarse. Una vez emergido el concepto de vida,

pasamos de la procariota a la eucariota. Y, luego, de los

seres unicelulares a los pluricelulares. Más tarde vino la

explosión cámbrica, esa súbita eclosión de la diversidad

pluricelular. De un sistema nervioso precario evolucio-

namos a una compleja cerebración, y de ésta a la inte-

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ligencia superior y la conciencia. Los mecanismos que

rigen los saltos de complejidad biológica no están del

todo claro a qué obedecen, pero lo observado en nuestro

planeta todo parece indicar que la vida es consustancial

con esta complejización, donde la vida misma muestra

una tenaz voluntad en que la vida simple evolucione

hacia formas más complejas, con mayores funcionali-

dades.

Sabemos que los primeros registros de presencia de

vida unicelular en la Tierra se sitúan dentro de la hor-

quilla de 3.800/4.400 m.a.. Dado que la Tierra se formó

hace, aproximadamente, 4.600 m.a. y que desde hace

4.400 m.a. existe una corteza sólida y con abundante

agua, es evidente que el surgimiento de la vida se dio

con bastante inmediatez después de que se dieran las

mínimas condiciones geoquímicas óptimas.

No conocemos bien cuál es el origen inicial de la vida

en la Tierra, si fue producto de la panspermia, o bien,

por propia abiogénesis (surgiendo de nativas moléculas

inorgánicas). Sea cual sea su origen, lo cierto es que la

vida arraigó en la Tierra en cuanto le fue posible.

Por tanto, es muy probable que la vida simple sea un

proceso químico inevitable en otras partes del universo;

si bien, su complejidad evolutiva hacia la inteligencia

superior y la conciencia sea un proceso bastante extraor-

dinario, quizás atípico. Un suceso bastante menos pro-

bable, aunque no negable.

Incluso los virus, esos micro-paquetes de información

genética -entre lo inerte y lo vivo- tienen el empeño

y la perseverancia de adherirse a una célula anfitriona

para adueñarse de su aparato reproductor e introducir su

software genético y, así, replicarse de forma desmedida.

Además, una vez el virus se ha activado (con vida) éste

ya es capaz de realizar modificaciones en su envoltura

proteica (enmascarando sus proteínas de unión) con el

propósito de engañar a los anticuerpos y a la propia

célula. Esta parásita y maliciosa macromolécula -defi-

nida entre lo inerte y lo vivo- manifiesta una voluntad

inherente de perpetuarse como espécimen vivo. Este

incansable empeño en preparar estrategias para sobre-

vivir que manifiestan muchos microorganismos simples

-como los virus, bacterias y los microbios extremófilos-

da a la vida una gran disponibilidad de oportunidades

para propagarse por el universo.

Hubo una coyuntura muy predispuesta a aceptar

la civilización marciana

En la transición del s. XIX al XX la martemanía se

adueño de Europa y especialmente de EEUU donde el

delirio marciano pasó, en tan solo unas pocas décadas,

del romanticismo literario a la histeria colectiva. En

1898 fue publicada la obra literaria La guerra de los

mundos, la invasión de Londres por alienígenas mar-

cianos, escrita por el londinense H. G. Wells. Pero en

1938, este clásico de la ciencia ficción, fue adaptado

como guión radiofónico por un joven Orson Welles que

desde la CBS neoyorquina tuvo el atrevimiento de radiar

tal adaptación como una retrasmisión en tiempo real

el día antes de la Noche de Halloween (30/Oct/1938).

Su estremecedora versión de que el país estaba siendo

invadido por alienígenas marcianos causó un desboca-

do histerismo y de pánico colectivo en ciudades como

Nueva Jersey y Nueva York. La sociedad estadounidense

estaba muy sugestionada en todo lo referente a Marte.

La imaginación de la propia opinión pública, el aporte

de ficción literaria y, sobre todo, unas desafortunadas

interpretaciones científicas alentaron y afianzaron la

creencia que nuestro vecino Marte estaba habitado por

una civilización avanzada.

La fascinación por el planeta Marte vino determinada

por una coyuntura de condicionantes socio-culturales

y de erradas interpretaciones científicas. En 1877 el

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astrónomo Giovanni Schiaparelli afirmó la existencia

de líneas rectas en la superficie de Marte, a las que

llamó canali (surcos). En los primeros años del s. XX,

en EEUU, un adinerado astrónomo llamado Percival

Lowell cautivado por los trabajos de Schiaparelli sobre

Marte y desde su propio observatorio en Flagstaff

(Arizona), con su potente refractor de 24 pulgadas,

asentó la teoría de que Marte poseía una red de canales

en su superficie, añadiendo que estos tenían un origen

artificial que no natural. Lowell defendía a capa y espa-

da la existencia de una civilización avanzada marciana,

en su libro Marte y sus canales (1906). No fue hasta

1965, con las primeras fotografías del orbitador Mariner

IV, cuando fueron tumbados todos estos ilusorios «cana-

les artificiales» propuestos por Lowell.

El 10/Nov de 1907, el New York Times publica una

entrevista realizada en Paris al prestigioso astrónomo y

divulgador francés Camille Flammarion, donde el tre-

mendo titular era: «Los marcianos probablemente sean

más avanzados que nosotros», y se exponía más abajo:

«Estos moradores inteligentes de Marte deben de haber

intentado comunicarse con la Tierra». Flammarion tam-

bién creía firmemente, al igual que su contemporáneo

norteamericano Percival Lowell con el que mantenía

comunicación epistolar, que en Marte existía una civi-

lización avanzada, unos «moradores muy inteligentes».

Ya en 1862 había publicado su libro, La pluralidad de

los mundos habitados.

En el primer cuarto de s. XX el serial de cómics,

Los cuentos de Marte, Las historias de Barsoom y La

princesa de Marte, del escritor Edgar Rice Burroughs,

engancharon plenamente con el lector norteamerica-

no, eran obras de género fantástico ambientadas en el

romanticismo de un moribundo Marte.

En febrero de 1901 el científico autodidacta Nikola

Tesla, desde el semanario Collier’s Weekly expone en

su artículo -Comunicando con los planetas- que desde

su laboratorio de Colorado Springs (Colorado, EEUU)

detectó señales inusuales y repetitivas, de naturaleza

distinta a las observadas en tormentas y ruido terres-

tre, «…, y que podían ser comunicaciones extrate-

rrestre de radio provenientes de Venus o de Marte».

En 1939, en un número de la revista National

Geographic se llegó afirmar, «En Marte puede

haber grandes extensiones de vegetación, pero que

es sumamente dudoso que allí existan marcianos».

El “incidente Roswell”

El “incidente Roswell” en Nuevo México en julio

de 1947, un supuesto accidente de una nave de origen

extraterrestre, supuso el gran revulsivo en la ufolo-

gía moderna. La hipótesis más plausible, respaldada

y documentada es la de que tal suceso fue la caída e

impacto de uno de los globos de prueba del secretísimo

Proyecto Mogul iniciado ese mismo año, más concre-

tamente el llamado vuelo #4. Unos experimentales

globos estratosféricos para uso exclusivo militar y que

desarrollaba EEUU en una base cercana a Roswell.

En cuanto el alienígena accidentado y supuestamente

hallado en este “incidente” y la filmación de su supuesta

autopsia de 17 minutos, resultó ser un auténtico fraude.

Pasados bastantes años fue anunciada, a bombo y pla-

tillo, su proyección oficial para el 5 de mayo de 1995

en el Museo de Londres. Todo un montaje mediático

bien orquestado por el lobby UFO, influyente grupo

de presión con el objetivo de la exaltación ufológi-

ca, para que esta fenomenología adquiriese un nuevo

brío, un excelente marketing para editoriales, venta de

libros, programas y debates en cadenas de televisión,

merchandising y otros multimedia de lo paranormal.

La única autopsia realizada a un cuerpo extraterrestre

fue hecha por la NASA/JPL en 1996, al meteorito marcia-

no ALH84001 con la intención de hallar alguna evidencia

microbiológica fósil que pudo existir en el primiti-

vo Marte. No se obtuvieron resultados concluyentes.

Pero lo que más ha dado de sí el “incidente Roswell”

fue la implantación del llamado turismo ufológico que

tan buenos ingresos da a esta ciudad. En Roswell, desde

1990, está el mayor museo de referencia del mundillo

OVNI, el International UFO Museum.

Otra credulidad venida de los cielos, los “chemtrails”Por extraño que nos parezca en pleno s. XXI, en la

actual era de la informática y la información, todavía hay bastante gente crédula que respalda absurdas y rocambolescas conspiraciones como la fenomenología de los “chemtrails”, estelas químicas en los cielos. Unas supuestas redes secretas de fumigación química que -sin ningún pudor y a plena luz del día- esparcen unos avio-nes “fantasma” en la alta atmosfera, con un propósito gubernamental no conocido e inconfesable. Se oponen a aceptar la explicación más sencilla, más lógica y con-cluyente a toda esta proliferación y exuberancia de este-

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las que desprenden los motores de combustión de los aviones, sobre todo en determinados días. Tal peculiar configuración de persistentes y anchísimas estelas en los cielos, llamados cirrus artificiales, únicamente respon-den a determinadas variables climatológicas en la alta troposfera, como son niveles altos de humedad del aire y caídas de presión atmosférica en altura. El misterio y la conspiración gubernamental quedan desvanecidos.

A los crédulos por vocación siempre les fascina creer que sus gobiernos les ocultan cosas. Qué curioso que sea la misma corriente conspiranoica que cuestiona y objeta sobre el primer alunizaje de Armstrong y Aldrin en la Luna (Apolo 11). La imaginación siempre será libre.

La inédita foto del OVNI de la SaforInédito y extrañísimo documento gráfico del que se

omite toda referencia de su autoría. Esta inédita foto, supuestamente, esta datada en «1913 (aprox)», donde el OVNI presenta más definición que la propia montaña que sobrevuela (el Mondúver). Esta foto está inserta-da en la página 65 del libro, donde se exponen cuatro leyendas urbanas cuyo protagonista es la montaña más emblemática de la comarca de la Safor (Valencia). El redactor de las leyendas al pie de foto es el artista plástico contemporáneo, Eduard Ibáñez, recopilador de estas cuatro fotos. Lo que más llama la atención es el poco celo profesional mostrado por el tal fotógrafo profesional al no querer divulgar su extraordinaria foto, «Esta fotografía había estado oculta hasta hoy», hasta la publicación de este libro, en el año 2.000.

El libro en cuestión es, Campanes (de) fi de segle.

La Safor, inici del III mil·lenni. Ed. Mancomunitat de Municipis de la Safor, 2000. Coord. CEIC Alfons el Vell, pág. 65.

Disponible en la Sección local, Biblioteca Central de Gandía. Leed la leyenda pie de foto, y juzgad. (Imagen 5).

Notas:1 -. El “Incidente Manises”, del 11/Nov/1979, siempre

se le ha tenido una alta consideración incluso en los medios más escépticos por el hecho de que sus prota-gonistas, pilotos y resto de tripulación, eran personas con probado nivel de conocimientos y preparadas para soportar situaciones de pánico y estrés. Si la tripulación del Super-Caravelle del vuelo JK-297 (TAE) entró en un círculo de sugestión colectiva que les desbordó, tal situa-ción psíquica sería una consideración de segundo nivel, pues la aviación comercial no sube a los cielos a batallar o/y defenderse. Lo cierto es, que fueron acosados en pleno vuelo con unas maniobras intimidatorias realiza-das por un Objeto No Identificado, «unas extrañas luces rojas», cuya tal presencia celeste estuvo visualmente corroborada -en un mismo espacio/tiempo- por dos tes-timonios independientes a la vez, la del personal de tie-rra y control del aeropuerto de Manises y por el capitán del Mirage F-1, en vuelo. El Super-Caravelle ya hacía más de una hora que había tomado tierra en Manises.

Este “incidente” sí fue y es reconocido como pro-bada manifestación OVNI, de origen desconocido.

El Incidente Manises nunca fue aclarado, «sin explica-ción posible», ni desde la investigación militar ni desde la investigación civil. Se buscaron otros rocambolescos actores para la escena, como las cuatro torres de com-bustión de la refinería de Escombreras, en Cartagena (Murcia). Lo cierto es, que en este caso y en otros muchos, hay una tendencia a sobrevalorar la presencia del artefacto extraterrestre y subestimar la posibili-dad de la ingeniería humana. Bien cabe suscitar estas preguntas: ¿Por qué estas agresiones intimidatorias se realizan en la oscuridad de la noche?. ¿Por qué estos Objetos no Identificados no intimidan a plena luz del día?. Pues, a la intendencia extraterrestre le debiera dar igual, manifestarse de día que de noche. ¿Se pretendía ocultar algo visual de tal extraordinaria ingeniería?.

2 -. En la Confederación Rusa, y países de su influen-cia, es costumbre y norma llevar instaladas webcams en la luna delantera en los vehículos, por motivo de exigencias de las compañías aseguradoras de vehículos y también para man-tener vigilancia y control de ruta, a los vehículos de empre-sas, de transporte, reparto paquetería, transportes de segu-ridad, ambulancias.

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El cielo de verano me ha brindado uno de los regalos visuales más bonitos que la naturaleza nos puede proporcionar, una aurora boreal. Cuando ya casi no la esperaba, una tonalidad extraña del cielo me hizo sospechar que lo que estaba presenciando no era algo habitual. Así que apunté a esa zona del cielo, disparé y efectivamente, se trataba de una aurora. Esa noche la suerte estaba de mi lado ya que además conseguí capturar un fenómeno todavía más inusual, el airglow o luminiscencia nocturna.

Coordinado por Ángel [email protected]

01-Aurora boreal desde Stanley Michell Hut La primera toma de esta galería corresponde a una de las primeras fotos aurorales obtenidas la noche del 27 de Agosto de 2014. Hasta ese momento ninguna señal en el cielo hacía presagiar nada. En la imagen se aprecia claramente el tono verdoso de la auro-ra justo por debajo de la constelación de Cassiopea. La toma fue obtenida por Ángel Requena desde el refugio Stanley Mitchell (Parque Nacional de Yoho, Canadá) empleando una Nikon D60 con un objetivo de 18 mm. El ajuste de la toma fue de 50” de tiempo de exposición (TE) e ISO3200.

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03- Cráter Posidonius En esta otra magnífica captura Ximo nos muestra un cráter menos conocido pero también muy espectacular, el Posidonius. El cráter es circular y muy parecido en cuanto a tamaño a Platón. Además, está también recubierto por una capa de lava basáltica pero, a diferencia del anterior, el fondo de éste está más craterizado y modelado. La toma fue realizada el 26 de Julio de 2014 desde l’Olleria (Valencia). Usó para ello un telescopio Meade LX200 de 12” a F25 y una cámara ASI 120 mm. con filtro R. El tiempo de exposi-ción fue de 30 ms por frame, 14 fps (frames per second) y 600 frames capturados. La imagen final fue procesada con FireCapture, AutoStakkert, Registax y Adobe Photoshop.

02-Cráter PlatónXimo Camarena nos envía esta fantástica imagen de uno de los cráteres lunares más conocidos y observados, el Platón. El cráter, de unos 100 km. de diámetro, es prácticamente circular y como se puede apreciar en la imagen, el fondo del cráter es completamente llano debido a que está recubierto por una capa de lava basáltica, mucho más oscura que las áreas circundantes. La toma fue reali-zada el 14 de Septiembre de 2014 desde l’Olleria (Valencia). Usó para ello un telescopio Meade LX200 de 12” a F25 y una cámara ASI 120 mm. con filtro R. El tiempo de exposición fue de 24 ms por frame, 30 fps (frames per second) y 1700 frames capturados. La imagen final fue procesada con FireCapture, AutoStakkert, Registax y Adobe Photoshop

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Huygens nº 111 noviembre - diciembre 2014 Página 34

05- Nebulosa del Águila (M16)Nuevamente, Joanma y Ángel obtuvieron esta otra toma de una nebulosa también muy conocida del cielo de verano, la nebulosa del Águila (M16). Se denomina así por la curiosa forma que ha adoptado el hidrógeno gaseoso al ser excitado por la luz estelar circundante. La toma la obtuvieron el 26 de Julio de 2014 desde las instalaciones del Centro Astronómico del Alto Turia (CAAT) en Aras de los Olmos (Valencia) y usaron una cámara Canon EOS 600D acoplada a foco directo de un telescopio refractor Teleskop-Service TS de 102 mm. de abertura a F/7. La toma final es el resultado de la combinación de 2 tomas de 4’ de TE en total e ISO6400

04-Nebulosa de la Laguna (M8)Joanma Bullón y Ángel Requena colaboraron juntos para obtener esta bonita toma de la conocidísima Nebulosa de la Laguna (M8). El resplandor rojo de la imagen se debe a la luz estelar de alta energía que choca contra el hidrógeno gaseoso interestelar mientras que los filamentos de polvo oscuro que rodean a la nebulosa se crearon en las atmósferas de estrellas gigantes frías y en los restos de las explo-siones de supernovas. La toma la obtuvieron el 26 de Julio de 2014 desde las instalaciones del Centro Astronómico del Alto Turia (CAAT) en Aras de los Olmos (Valencia) y usaron para ello una cámara Canon EOS 600D acoplada a foco directo de un telescopio refractor Teleskop-Service TS de 102 mm. de abertura a F/7. La toma es una imagen de 30” de TE e ISO6400.

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07- ISS y meteoroEn esta curiosa imagen, Jesús Peláez captura la estela que deja la ISS así como la de un meteoro (que no perseida). La toma la obtuvo el 18 de Agosto de 2014 desde el Observatorio de Alcor (Burgos) y usó una Canon EOS 1000D modificada con un objetivo Samyang de 14 mm. F/2.8 sobre trípode. La toma final es el resultado de la combinación de 3 tomas de 54” c.u. Más información en el enlace http://www.astrobin.com/114399/

06- Cometa Jacques y la estrella granateLa noche del 30 de Agosto de 2014 se dió la curiosa circunstancia de que el cometa Jacques pasaba junto a la que William Herschel denominó Garnet Star (Estrella Granate), una brillante y bonita estrella roja. Para acabar de completar esta preciosa toma, en el campo aparece centrada la nebulosa IC1396, sin duda una oportunidad que nuestro amigo Jesús no podía dejar pasar. La imagen la obtuvo desde el Observatorio de Padilla (Burgos) y usó una Canon EOS 600D con un objetivo de 200 mm. a F/2.8 sobre montura Losmandy G11. La toma final es el resultado de la combinación de 10 tomas de 120” c.u. (20 minutos de tiempo de integración) e ISO1600, con darks (8), flats (8) y bias (8). Más información en el enlace http://www.astrobin.com/117844/

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08- Ares y AntaresLos últimos días de Septiembre se produjo una curiosa conjunción en el cielo occidental, nada menos que Marte (Ares), como era conocida por los griegos, se encontró a muy poca distancia de Antares. Lo anecdótico de este hecho es que para los griegos Antares (Ανταρης) era el rival o lo opuesto de Ares (Anti Ares), debido sobre todo a su color rojizo y a su parecida magnitud. La curiosa imagen la obtuvo Jesús Peláez desde el Observatorio de Padilla (Burgos) el 26 de Septiembre de 2014 y usó una Canon EOS 600D con un objetivo de 50 mm.

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09- Aurora boreal desde Stanley Mitchell Hut Y esta imagen pertenece a una de las últimas fotos aurorales que Ángel Requena pudo obtener la noche del 27 de Agosto de 2014 antes de que la batería de la cámara se agotase. La toma fue obtenida desde el refugio Stanley Mitchell (Parque Nacional de Yoho, Canadá) empleando una Nikon D60 con un objetivo de 18 mm. El ajuste de la toma fue de 60” de tiempo de exposición (TE) e ISO3200.

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10- Airglow desde Stanley Mitchell Hut El airglow o luminiscencia nocturna es un raro fenómeno luminoso producido por la excitación de los átomos presentes en la atmófera (en este caso sólo el oxígeno). A diferencia de la aurora que aparece y se desarrolla generalmente en latitudes boreales, el airglow puede apararecer en cualquier latitud cubriendo prácticamente todo el cielo. Como para apreciarla visualmente es necesario una buena adaptación a la oscuridad, este fenómeno no se pudo apreciar hasta bien entrada la noche y la percepción visual fue la de una tenue capa grisácea que llegó incluso a atenuar la Vía Láctea. La toma fue obtenida por Ángel Requena desde el refugio Stanley Mitchell (Parque Nacional de Yoho, Canadá) empleando una Nikon D60 con un objetivo de 18 mm. El ajuste de la toma fue de 45” de tiempo de exposición (TE) e ISO3200.

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Notas importantes: Las observaciones del día 25 o 27 de noviembre son excluyentes. Si el primer día no se puede observar, se hará el

segundo.1. Es posible que se incluyan actos especiales, con colegios, público en general, o conferencias durante este año.

Se anunciarán oportunamente, y se comunicarán por medio de la lista de correos.2. Pueden haber cambios importantes. Confirmar siempre con la página web.

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Noviembre & diciembre

Los sucesos más destacables:

Noviembre2014:11:01 13:43 Mercurio máxima elongación al oeste ( 18.66°)2014:11:03 01:49 La luna en el perigeo ( 367938 km)2014:11:06 23:25 Luna llena2014:11:13 01:46 Venus en conjunción con Saturno , 1.54° S de Saturno 2014:11:14 04:02 Júpiter en cuadratura2014:11:14 15:21 la Luna en conjunción con Júpiter , 5.05° S de Júpiter 2014:11:14 16:19 Cuarto menguante2014:11:15 03:02 La luna en el apogeo ( 404292 km)2014:11:18 09:38 Saturno en conjunción2014:11:21 19:21 la Luna en conjunción con Mercurio, 1.89° N de Mercurio2014:11:22 06:54 la Luna en conjunción con Saturno , 1.24° N de Saturno 2014:11:22 13:34 Luna nueva2014:11:23 03:20 la Luna en conjunción con Venus , 3.92° N de Venus 2014:11:26 03:25 Mercurio en conjunción con Saturno , 1.63° S de Saturno 2014:11:26 09:08 la Luna en conjunción con Marte , 6.52° N de Marte 2014:11:27 05:19 Neptuno en cuadratura2014:11:27 22:20 La luna en el perigeo ( 369907 km)2014:11:29 11:08 Cuarto creciente

Diciembre2014:12:06 13:29 Luna llena2014:12:08 10:39 Mercurio en conjunción superior2014:12:12 01:24 la Luna en conjunción con Júpiter , 4.90° S de Júpiter 2014:12:12 23:54 La luna en el apogeo ( 404552 km)2014:12:14 13:53 Cuarto menguante2014:12:19 22:12 la Luna en conjunción con Saturno , 1.52° N de Saturno 2014:12:21 23:52 Solsticio de invierno2014:12:22 02:39 Luna nueva2014:12:22 17:01 la Luna en conjunción con Mercurio, 7.03° N de Mercurio2014:12:23 04:21 la Luna en conjunción con Venus , 6.14° N de Venus 2014:12:24 17:59 La luna en el perigeo ( 364780 km)2014:12:25 05:39 la Luna en conjunción con Marte , 5.55° N de Marte 2014:12:28 19:33 Cuarto creciente

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Lluvias de meteoros

Las Leónidas: La noche del 16 de noviembre hasta el amanecer del 17.

La famosa lluvia de meteoros Leónidas ha producido unas de las mejores tormentas de meteoros en toda la historia – por lo menos una durante esta época, en 1966 – con tasas tan altas como miles de meteoros por minuto durante un período de 15 minutos. Durante esa noche en 1966, los meteoros cayeron como tormenta, aunque brevemente. Algunos quienes atestiguaron la tormenta de meteoros Leónidas relataron que se sintieron como si tuvieran que aferrarse al suelo, tan fuerte fue la impresión de que la Tierra volara por el espacio, vadeando el corriente de meteoros. Los meteoros, emanaron de un punto singular en el cielo – el punto radiante – en este caso en la constelación Leo (el León). Tormentas de meteoros Leónidas recurren a veces en ciclos de 33 o 34 años, pero las Leónidas del cambio de siglo – aunque maravillosas para muchos observadores – no fue comparable a la par con la lluvia de 1966. Durante la mayoría de los años, el León gimotea en vez de rugir, produciendo un máximo de alrededor de 10-15 meteoros por hora durante una noche oscura.Las Leónidas aumentan en cantidad después de la medianoche y muestran las mayores cantidades de meteoros justo antes del amanecer. En 2014, la Luna en menguante no interferirá mucho con la lluvia. La mañana de pico será el 17 de noviembre – o posiblemente el 18 de noviembre.

Las Gemínidas: el 13-14 de diciembre, desde la media tarde hasta el amanecer..

Radiando desde cerca de las estrellas brillantes Cástor y Pólux en la constelación Géminis (los Gemelos), la lluvia de meteoros Gemínidas es una de las mejores lluvias de meteoros visible en el hemis-ferio norte o sur. Hay una abundancia de meteoros, competiendo las Perseidas de agosto, con quizás 50 hasta 100 meteoros visibles por hora a su pico. Además, los meteoros Gemínidas son muchas veces brillantes, aunque, si hay una luna brillante, muchos meteoros podrían ser ofuscados por la luz de la luna. Estos meteoros son muchas veces tan buenos en la tarde como en las horas entre la medianoche y el amanecer. En 2014, la luna menguante interferirá un poco con la lluvia de meteoros, pudiendo observar durante las horas de la tarde antes la salida de la luna. La mejor opción es observar el 12-13 de diciembre y el 13-14, desde la media tarde (9 a 10 p.m.) hasta el amanecer.Inicio astronómico del invierno de 2014-2015

El invierno de 2014-2015 comenzará el lunes 22 de diciembre a las 0h 3m hora oficial peninsular, según cálculos del Observatorio Astronómico Nacional (Instituto Geográfico Nacional - Ministerio de Fomento). Esta estación durará 88 días y 23 horas, y terminará el 20 de marzo de 2015 con el comienzo de la pri-mavera. El día 20 de marzo habrá un eclipse total de Sol que será visible como parcial desde España.

Durante el invierno de 2014-2015, los planetas Venus y Marte serán fácilmente visibles mirando hacia el oeste tras la puesta de Sol, y Saturno se vera hacia el sur-este antes del amanecer. Júpiter se verá entrada la noche, y el 6 de febrero estará en oposición, momento en el que alcanzará su máximo brillo anual y saldrá por el este en el momento en que el Sol se ponga por el oeste.

Fuentes: espanol.earthsky.org astrored.org fomento.gob.es

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NOVIEMBRE/DICIEMBRE 2014por Josep Julià

APROXIMACIONES A LA TIERRA

Objeto Nombre Fecha Dist. UA Arco Órbita

2014 TL17 2014 Nov. 1.86 0.050184 1-opposition, arc = 2 days 2014 SJ142 2014 Nov. 2.12 0.120459 1-opposition, arc = 10 days 1987 WC 2014 Nov. 3.73 0.124874 5 oppositions, 1987-2014 2012 CO46 2014 Nov. 5.75 0.133636 1-opposition, arc = 28 days 2009 VR44 2014 Nov. 5.99 0.03785 1-opposition, arc = 10 days 2014 NZ64 2014 Nov. 6.17 0.132191 1-opposition, arc = 2 days 2010 XX 2014 Nov. 6.22 0.01376 1-opposition, arc = 8 days 2014 MQ67 2014 Nov. 7.61 0.129278 1-opposition, arc = 8 days 2010 WT 2014 Nov. 9.85 0.169433 2 oppositions, 2010-2012 2001 WF49 2014 Nov. 10.34 0.1133 1-opposition, arc = 11 days (138852) 2000 WN10 2014 Nov. 11.43 0.126143 14 oppositions, 2000-2013 2014 HW 2014 Nov. 11.72 0.181740 1-opposition, arc = 3 days 2000 LG6 2014 Nov. 14.22 0.1641 1-opposition, arc = 3 days 2009 LD 2014 Nov. 14.35 0.05477 1-opposition, arc = 3 days 2014 TS16 2014 Nov. 14.43 0.151696 1-opposition, arc = 3 days 2014 TZ 2014 Nov. 15.09 0.160962 1-opposition, arc = 3 days 2007 AB2 2014 Nov. 15.41 0.119737 4 oppositions, 2007-2014 2000 WC1 2014 Nov. 15.48 0.1027 2 oppositions, 2000-2005 2012 VE26 2014 Nov. 15.50 0.116504 1-opposition, arc = 0 days 2012 XS111 2014 Nov. 15.90 0.131063 1-opposition, arc = 33 days 2012 VG5 2014 Nov. 16.24 0.144504 1-opposition, arc = 10 days 2013 YH48 2014 Nov. 18.94 0.116428 1-opposition, arc = 4 days 2009 BS5 2014 Nov. 21.98 0.08643 1-opposition, arc = 16 days 2005 SX4 2014 Nov. 22.07 0.187154 2 oppositions, 2005-2014 2005 UH3 2014 Nov. 22.48 0.114196 5 oppositions, 2005-2014 2013 WR45 2014 Nov. 25.29 0.156969 1-opposition, arc = 25 days 2011 UP91 2014 Nov. 26.98 0.191209 2 oppositions, 2011-2014 2010 OC101 2014 Nov. 28.38 0.137681 2 oppositions, 2010-2014 2011 AH37 2014 Dec. 1.56 0.173334 2 oppositions, 2011-2014 2014 SF145 2014 Dec. 2.94 0.061366 1-opposition, arc = 8 days 2012 FV35 2014 Dec. 3.33 0.159089 1-opposition, arc = 7 days 1998 XX2 2014 Dec. 3.92 0.196235 6 oppositions, 1998-2014 2006 SY217 2014 Dec. 4.36 0.163402 2 oppositions, 2006-2014 2014 JV54 2014 Dec. 4.96 0.096899 1-opposition, arc = 12 days 2010 TK7 2014 Dec. 5.83 0.197096 3 oppositions, 2010-2012 2008 WJ60 2014 Dec. 8.19 0.163785 2 oppositions, 2008-2013 2012 LA11 2014 Dec. 11.28 0.057617 2 oppositions, 2012-2013 2014 JR24 2014 Dec. 14.16 0.189916 1-opposition, arc = 7 days 2014 MR5 2014 Dec. 14.17 0.152941 1-opposition, arc = 4 days 2003 MM 2014 Dec. 14.46 0.140179 3 oppositions, 2002-2014 2005 XV77 2014 Dec. 16.59 0.130429 3 oppositions, 2005-2013 2006 AB3 2014 Dec. 18.10 0.148716 1-opposition, arc = 3 days 2014 KF39 2014 Dec. 18.76 0.112239 1-opposition, arc = 44 days 2008 WM64 2014 Dec. 20.48 0.159537 2 oppositions, 2008-2012 2014 LW14 2014 Dec. 22.43 0.074059 1-opposition, arc = 28 days 2012 YK 2014 Dec. 23.38 0.044650 1-opposition, arc = 21 days 2008 UR 2014 Dec. 26.69 0.07884 1-opposition, arc = 5 days 2013 YT102 2014 Dec. 29.55 0.147221 1-opposition, arc = 5 days 2011 CP4 2014 Dec. 29.92 0.183897 4 oppositions, 2002-2012 2012 UV136 2014 Dec. 30.26 0.101579 3 oppositions, 2012-2014 2014 QK434 2014 Dec. 31.00 0.135848 1-opposition, arc = 96 days

Fuente: MPCDatos actualizados a 04/11/14

La mayoría de éstos asteroides suelen tener pocas observaciones, lo que se traduce en órbitas con

un elevado grado de incertidumbre. Por ello, es recomendable obtener las efemérides actualizadas en:

http://www.minorplanetcenter.net/iau/MPEph/MPEph.html

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SERVICIOS MENSAJERÍA

URGENTE LOCAL PROVINCIAL REGIONAL NACIONAL

INTERNACIONAL

ASTEROIDES BRILLANTES Las efemérides de los asteroides más brillantes en: http://www.heavens-above.com/Asteroids.aspxque corresponde a la fantástica web Heavens-above.

Contra- Sagitario y SerpensY la foto de la contraportada nos muestra una impresionante región de nuestra galaxia, la zona de Sagitario y Serpens. Se aprecian claramente las nebulosas de la Laguna (M8) y la Trífida (M20), abajo a la derecha, y la del Águila (M16) y la Omega (M17), arriba en el centro. La toma fue realizada por Jesús Peláez desde el Observatorio de Alcor (Burgos) el 24 de Agosto de 2014 y usó una Canon EOS 600D con un objetivo Samyang de 85 mm. a F/1.4. La toma final es el resultado de la combinación de 32 tomas de 180” c.u. (1.6 horas de tiempo de integración) e ISO1600, con darks (12), flats (10) y bias (10). Más información en el enlace http://www.astrobin.com/118454/

67/P-Churyumov-Gerasimenko.-La siguiente imagen dimensiona el tamaño de esta hermosa piedra cósmica que tiene un período orbital de 6.4 años y un período de rotación de 12.7 años.

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