HumanarEs No. 13

36
año III núm. 13 marzo - abril 2012 Publicación bimestral de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa 30 de abril: Día del niño

description

Revista bimestral de la CEDH

Transcript of HumanarEs No. 13

Page 1: HumanarEs No. 13

año III núm. 13 marzo - abril 2012

Publicación bimestral de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa

30 de abril: Día del niño

Page 2: HumanarEs No. 13

Directorio

Presidente

Dr. Juan José Ríos Estavillo

Consejo Consultivo

Lic. Rubén Beltrán Juárez

Lic. Rafael Cabrera Cortez

Mtro. José Manuel Cebreros Delgado

Lic. Oscar Corral Castro

Lic. Óscar Félix Chávez Carrillo

Lic. Rosa Icela Medina Eusquiano

Lic. Francisco Nicasio Ríos Avendaño

Lic. Juan José Ríos López

Mtro. Arturo Rocha Peralta

Lic. Nivardo Zamora Loaiza

Visitadora General

Lic. Nuria Alejandra González Elizalde

Secretaria Ejecutiva

Dra. Jhenny Judith Bernal Arellano

Secretaria Técnica

Lic. Felisa Valenzuela Soto

Director de Contraloría Interna y

Atención a Víctimas

Lic. Miguel Ángel Valdez Zazueta

Administración

Mtra. Rocío Torróntegui Ibarra

CONSEJO EDITORIAL

Dra. Jhenny Judith Bernal Arellano

Roberto Fernández Echeagaray

Lic. Rafael Cabrera Cortez

Mtro. Gilberto López Alanís

Emb. Enrique Hubbard Urrea

Responsable Editorial

César Augusto Vargas Contreras

Diseño

L.C.C. Rosa Amelia Jiménez Angulo

HumanarES, revista bimestral marzo - abril 2012. Número de

Certificado de Reserva otorgado por el Instituto Nacional del De-

recho de Autor: 04-2010-042912380400-102. Número de Certi-

ficado de Licitud de Título y Contenido: 15007. Domicilio de la

Publicación: Ruperto L. Paliza No. 566 Sur, Col. Miguel Alemán

C.P. 80200, Culiacán, Sinaloa, México. Imprenta: Artes Gráficas

Sinaloenses, S.A. de C.V. Cristóbal Colon No. 1096-A Ote. Col. Las

Vegas, C.P. 80090, Culiacán, Sinaloa, México. Distribuidor: Comi-

sión Estatal de los Derechos Humanos. Ruperto L. Paliza No. 556

Sur, Col. Miguel Alemán, C.P. 80200, Culiacán, Sinaloa, México.

Ma

rzo

- a

bri

l 2

01

2

Ubicación de la CEDH Sinaloa

Ruperto L. Paliza esq. con Ignacio

Ramírez # 566 Sur,

Col. Miguel Alemán

Aquíles Serdán

Jesús G. Andrade

Ruperto L. Paliza

Álvaro Obregón

Estadio Ángel

Flores

Ign

acio

Ra

mír

ez

Foto de portada

PREMIO ISEM A NIÑOS EN CONCURSO DE DIBUJO

El 26 de abril de 2012 se llevó a cabo la ceremonia de premiación del 6º

Concurso Nacional de Dibujo Infantil relacionado con la Donación de Órganos

y Tejidos, en el auditorio del Centro Médico “Lic. Adolfo López Mateos” en la

Ciudad de México. Gabriel J. O´Shea Cuevas, Secretario de Salud y Director

General del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), destacó la

importancia de fortalecer la cultura de donación de órganos.

El 1er. Lugar a nivel nacional fue para la niña Laura Elena Wong Ramírez de

Culiacán, Sinaloa; el 2do. Lugar para Edilberto Ruiz Flores, de Toluca, México,

y el 3er. Lugar para Camila Bueno Melo, de Hermosillo, Sonora. Cabe señalar

que se contó con la participación de nueve estados de la república y que

participaron 190 dibujos nacionales.

Page 3: HumanarEs No. 13

año III núm. 13 marzo - abril 2012

Contenido

Promotoría Itinerante Te ofrece:

Capacitaciones

Pláticas

Talleres

Dinámicas con

niños

Asesorías

Recepción de

quejas y denuncias

Editorial 2

Cumplir 80 años (fragmentos)

Henry Miller

4

ENTREVISTA:

Asociación Sinaloense de

Autismo I.A.P.

6

INSTITUTO DE

INVESTIGACIONES EN

DERECHOS HUMANOS

La mujer sentenciada y los

hijos e hijas que viven la

reclusión

14

La flagrancia equiparada

versus derechos humanos 19

La homofobia y la crueldad

en la formación cultural del

noroccidente mexicano

22

La trata de personas: La

esclavitud de nuestro tiempo 23

Observatorio de seguridad

pública y percepción del delito 27

Derechos humanos en frases 29

Actividades

30 de abril: Día del niño 30

Las opiniones vertidas en los trabajos publicados en esta revista, no necesariamente expresan el criterio ni

reflejan el punto de vista de la CEDH-Sinaloa; todas las opiniones son responsabilidad de los propios autores.

El origen del nombre de nuestra revista HumanarES,

es el plural de la palabra humanar. Humanar significa

«humanizar, hacer a alguien humano, familiar y afa-

ble. Dicho especialmente del Verbo divino: hacerse

Hombre». (Diccionario de la Real Academia Española).

Page 4: HumanarEs No. 13

Editorial

Para conmemorar la fundación de la Organización

Mundial de la Salud (OMS) en el año de 1948, el día 7

de abril de todos los años se celebra el Día Mundial

de la Salud. En este año 2012 se le dedicó el tema de

Envejecimiento y salud, con el lema de: «La buena

salud añade vida a los años».

El propósito de celebrar el día mundial de la salud con

un tema y un lema en específico, es el de estimular,

entre la población de cada país, acciones colectivas

que presten atención especial a la problemática plan-

teada en el contenido emblemático de cada tema, y

emprendan actividades de beneficio general que ayu-

den a alcanzar los objetivos propuestos en cada lema.

El Día Mundial de la Salud del año 2011 fue dedicado

a la resistencia a los antimicrobianos, la cual repre-

senta una seria amenaza para la atención de los en-

fermos hospitalizados y para el control de los padeci-

mientos infecciosos en todo el mundo.

Por supuesto que los resultados de estas campañas a

nivel mundial no se pueden medir ni observar al corto

plazo, puesto que implican una toma de conciencia

plena en el desarrollo de una tenaz voluntad indivi-

dual y colectiva, para la adopción de actitudes perso-

nales y el desarrollo de acciones comunitarias que

requieren ser incorporadas al subconsciente social, a

efecto de cambiar las tendencias que están condu-

ciendo hacia el deterioro medioambiental y, por lo

consiguiente, al empeoramiento de las condiciones de

salubridad pública mundial.

Las acciones colectivas, denominadas también accio-

nes populares, son los procedimientos que se estable-

cen en nuestra Constitución y las leyes secundarias,

que permiten a grupos de ciudadanos luchar jurídica-

mente en los tribunales por la defensa de derechos

difusos o colectivos, que tienen que ver con la protec-

ción del medio ambiente, los derechos del consumi-

dor y la preservación de los espacios públicos, amén

de todos los demás derechos comunes a los seres

humanos de todas las edades. Esta clase de reclamos

sustentados en procedimientos jurídicos y articulados

en ejercicios de civilidad política, es una campaña

permanente alentada por la OMS, con la finalidad de

sembrar un espíritu de participación ciudadana en el

ánimo social de todos los pueblos del mundo, en pro

de la salud y el bienestar en general.

El envejecimiento es un proceso de desgaste que con

la acción del tiempo se presenta en los seres vivos,

produciendo dificultades en las funciones fisiológicas y

modificaciones en los tejidos externos del organismo.

Algunas enfermedades de los seres humanos, como

cierto tipo de trastornos digestivos, circulatorios, auditi-

vos y visuales; determinadas patologías mentales, neu-

romotoras, cognitivas, cardiovasculares, cancerígenas,

óseas y articulares, están íntimamente relacionadas

con el envejecimiento de las personas.

Y no obstante la sucesión de calamidades enumerada

en el párrafo anterior, la esperanza de vida ha aumen-

tado de manera significativa en las últimas siete déca-

das, al grado de que se está presentando una modifi-

cación demográfica sin precedentes. Se estima que,

para el año 2050, las personas mayores de 60 años

alcanzarán una cifra de alrededor de 2 mil millones de

seres humanos en el mundo. Las expectativas de vida

son mayores en los países más evolucionados, no en

el sentido de una ostensible riqueza nacional, sino en

el de que sus sociedades son más funcionales por ser

más igualitarias. Mientras mayor desigualdad exista en

la distribución del ingreso, los problemas de seguridad

social y de salud característicos de la pobreza extrema

crecen, y la esperanza de vida disminuye. Sin embar-

go, en los países denominados en desarrollo también

aumentan las expectativas de vida, calculándose que,

en éstos, la población de la tercera edad se multipli-

cará por cuatro en los próximos 50 años.

La principal preocupación de la OMS y otros organis-

mos internacionales, es la de universalizar políticas

públicas para la prevención de la seguridad social y la

salud de las personas mayores, con la finalidad de ga-

rantizar una etapa de ancianidad digna en los últimos

años de la existencia. Entre las políticas de prevención

más importantes se encuentran la de fijar una pensión

suficiente para cubrir las necesidades elementales, y

la de «fomentar el acceso a los medicamentos básicos

de uso continuo para las personas de la tercera edad,

además de promover el trabajo digno —de acuerdo con

los criterios de la Organización Internacional del Traba-

ENVEJECIMIENTO Y SALUD

Hu

ma

na

rES

2

Page 5: HumanarEs No. 13

jo— gestionando y destinando apoyos crediticios, ca-

pacitación, y programas de comercialización que pro-

muevan una vejez digna y productiva».

Por otra parte, otros organismos públicos defensores

de los derechos humanos, así como organizaciones

no gubernamentales impulsoras de los derechos ciu-

dadanos, han puesto especial atención en plantear y

promover políticas de igualdad y no discriminación en

la vejez; acceso a la justicia para las personas mayo-

res; integridad y erradicación de malos tratos para las

personas de la tercera edad, y participación activa y

directa de los adultos mayores en la vida política y

pública de los Estados.

Para otros organismos internacionales como el Banco

Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional

(FMI), la problemática de la longevidad merece otros

ángulos de apreciación. Para estas instituciones la

esperanza de vida no es motivo de júbilo; la perciben

como una amenaza contra las finanzas públicas de

los Estados Nacionales. No lo han expresado así, pero

para ellos parece ser que la vejez es una «sentina de

escombros, una feroz cueva de náufragos», como dijo

el poeta chileno Pablo Neruda para otros efectos más

humanos. Estos organismos elaboran cálculos finan-

cieros y proyecciones económicas por las que consi-

deran «un riesgo que la gente viva más de lo espera-

do». Lo dicen con amplitud expresiva: «A medida que

las poblaciones envejezcan en las próximas décadas,

consumirán un porcentaje creciente de recursos, ejer-

ciendo presión sobre los balances públicos y privados.

Constituye un riesgo financiero para los gobiernos y

las entidades que ofrecen prestaciones jubilatorias

definidas, que tendrán que pagar más de lo esperado

en pensiones y prestaciones de la seguridad social.»

Refiriéndose a nuestro país, el FMI etiqueta como

“gastos relacionados con el envejecimiento”, al presu-

puesto que se dedica al pago de las pensiones que

las personas mayores ya pagaron con anticipación,

por las aportaciones que hicieron a los distintos Fon-

dos de Pensiones durante los años trabajados en la

etapa de su vida en que fueron —quizá se nos reco-

nozca decirlo así— adultos menores. Dice el FMI que

la vejez de los mexicanos cuesta 400 mil millones de

pesos adicionales, lo que para efectos comparati-

vos —señala— es más de la mitad de la economía del

país. Y propone reducir el monto de las pensiones y

aumentar los años de trabajo, elevando la edad de jubi-

lación.

No puede dejar de sospecharse un tanto cuanto farisai-

ca la preocupación del FMI sobre la salud de las finan-

zas públicas y privadas de nuestro país, cuando lo que

no menciona es que cinco días antes de dar a conocer

estas proyecciones financieras, el Estado mexicano —a

propuesta del Poder Ejecutivo y con la aprobación del

Poder Legislativo— había autorizado incrementar sus

aportaciones anuales al mismo FMI y a su corporativo,

el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a 18 mil

876 millones de dólares, lo que convertido en pesos

mexicanos importa la cantidad de 249 mil 163.2 millo-

nes de pesos al año, lo cual representa más del 62 por

ciento de lo que la salud de la vejez de los mexicanos

cuesta al país.

Actualmente, en el Estado de Sinaloa existe una pobla-

ción cercana a los 200 mil adultos mayores, cuya situa-

ción de vulnerabilidad no es distinta a la de los casi 12

millones que existen en el país. Es decir, que no se en-

cuentran totalmente amparados, como corresponde

hacerlo según los enunciados de Declaraciones Inter-

nacionales en la materia, por las que los Estados nacio-

nales y sus entidades federativas se comprometen «a

incorporar con eficacia el envejecimiento en las estrate-

gias, políticas y acciones socioeconómicas […] recono-

ciendo que las personas, en la medida que envejecen,

deben disfrutar de una vida plena con salud, seguridad

y participación en la vida activa económica, social, cul-

tural y política de sus sociedades».

En un ejercicio imaginario, cabría preguntarse: ¿Qué

podrían hacer las autoridades del Estado mexicano y

del Estado de Sinaloa por los derechos humanos y el

bienestar de los 12 millones y los 200 mil adultos ma-

yores con que cuentan respectivamente, si aquellos

249 mil 163.2 millones de pesos que se entregan

anualmente al FMI y al BID, mejor fuesen dedicados a

la prevención de los achaques de la vejez?

César Augusto Vargas Contreras

Responsable Editorial

ENVEJECIMIENTO Y SALUD “La buena salud añade

vida a los años”

3

HumanarES

Page 6: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

4

Si a los ochenta años no estás tullido o inválido,

si gozas de una buena salud, si aún disfrutas una

buena caminata y una deliciosa comida (con to-

dos sus aderezos), si puedes dormir sin tener que

tomar pastillas, si todavía te inspiran las flores y

las aves así como las montañas y el mar, tú eres

el ser más afortunado y deberías postrarte ante

el amanecer y el anochecer para dar gracias al

buen Dios por su poder salvador y su custodia.

A los ochenta años de edad estoy muy lejos de

ser la persona festiva que fui cuando tenía veinte

o treinta. Yo no querría, definitivamente, volver a

mi adolescencia. La juventud puede ser gloriosa,

pero también es doloroso sobrellevarla. Por lo

demás, lo que es conocido como juventud no es

tal (según mi opinión); es más bien algo así como

una prematura ancianidad.

Yo fui condenado o bendecido con una larga ado-

lescencia. Llegué a una especie de aparente ma-

durez cuando ya había pasado los treinta. Fue

hasta que llegué a los cuarenta años cuando co-

mencé a sentirme joven. Para entonces yo ya es-

taba preparado para esa mi juventud (alguna vez

Pablo Picasso dijo: «Uno empieza su juventud a

los sesenta, y para entonces ya es demasiado

tarde»). A los cuarenta ya había perdido muchas

ilusiones, aunque, afortunadamente no mi entu-

siasmo ni la alegría de vivir, ni mi curiosidad insa-

ciable. Tal vez fue esa curiosidad —sobre cual-

quier cosa y todo— lo que me convirtió en el escri-

tor que ahora soy. Curiosidad que nunca me ha

abandonado. Puedo interesarme por el peor indi-

viduo si me encapricho en escucharlo.

Lo que mucha gente teme de la vejez es la dificul-

tad para hacer nuevos amigos. Pero si uno ha te-

nido la capacidad de hacer nuevos amigos, ya

nunca se pierde por más que se envejezca. El

amor y la amistad, en mi opinión, son las cosas

más valiosas que la vida ofrece.

Tal vez lo más reconfortante de envejecer con

donaire sea la creciente habilidad para no tomar-

se las cosas tan en serio. Una de las grandes dife-

rencias entre un sabio y un predicador está en lo

festivo. La carcajada del sabio viene del estóma-

go. La carcajada del predicador, que es muy rara,

viene del lado equivocado del rostro. El verdadero

sabio —¡y aún el santo!— no se ocupa de moralis-

mos; él está por encima y más allá de esas consi-

deraciones. Es un espíritu libre.

Con la edad avanzada, mis ideales —que general-

mente he negado— están definitivamente altera-

dos. Tengo el ideal de liberarme de los ideales; de

los principios, de los ismos y las ideologías. Quiero

sustraerme al océano de la vida del modo que el

pez se sustrae al mar. Cuando era joven estaba

muy enterado de la situación del mundo. Hoy día,

aunque sigo desvariando y delirando, me contento

simplemente con deplorar la situación de los en-

cuentros. Puede sonar farisaico hablar de esto,

pero significa que me he vuelto más humilde, que

me doy cuenta de mis limitaciones y de las de mis

compañeros. Ya no trato de convertir a la gente

hacia mi punto de vista, ni de que acepten mis

remedios. No me siento superior a quienes pare-

cen tener cerrada la inteligencia. A la maldad po-

demos combatirla, pero ante la estupidez estamos

desamparados.

Creo que la condición ideal para la humanidad es

vivir en un estado de paz, en amor fraternal; pero

debo confesar que no conozco ninguna manera

para lograrlo. Ya he aceptado el hecho de que,

difícil como es, los seres humanos se inclinan a

actuar con los mismos mecanismos con que un

animal se ruboriza. Lo irónico y trágico es que mu-

chas veces actuamos con bajeza respecto a lo

que consideramos como nuestros motivos de dig-

nidad. El animal no se excusa al matar a su presa.

Pero el animal humano puede invocar las bendi-

ciones de Dios para masacrar a sus compañeros;

se olvida de que Dios no está de su lado, sino a un

lado.

(Fragmentos) Cumplir 80 años

Page 7: HumanarEs No. 13

5

HumanarES

Cuando tengo algún problema de salud nunca sé

de qué se trata, pues de lo contrario sólo me es-

taría preocupando y agravaría mi situación. Mu-

chas veces la naturaleza remedia nuestros males

de mejor forma que los médicos. No creo que

exista alguna receta para tener larga vida.

Además, ¿quién quiere vivir cien años? ¿De qué

se trata? Una vida corta y feliz es mucho mejor

que una larga sustentada en el miedo, las

preocupaciones y la vigilancia médica. Con todo

el progreso logrado por la medicina a lo largo de

los años, seguimos teniendo todo un panteón de

enfermedades incurables. Parece que los gérme-

nes y los microbios siguen teniendo la última pa-

labra. Si no podemos mejorar las condiciones en

que vivimos, al menos podríamos ofrecer alguna

salida inmediata y sin dolor. Existe la opción de la

eutanasia. No nos preguntaron si queríamos na-

cer, ¿por qué nos habrían de negar el privilegio

de decidir el fin de nuestra existencia, cuando las

cosas se vuelven insoportables?

Las pérdidas desconsolantes del mundo de hoy

son: el esplendor, la belleza, el amor, la compa-

sión y la libertad. Se ha ido el tiempo de los indivi-

duos grandiosos, los líderes magnos, los grandes

pensadores. En los lugares de éstos, estamos

incubando embriones de monstruos, asesinos,

terroristas. Así, parece innata la violencia, la

crueldad y la hipocresía.

No quiero terminar en un tono amargo. Como mis

lectores lo saben, mi lema ha sido: «Siempre ale-

gre y reluciente». Tal vez por esto sea que nunca

me canso de citar a Rabelais: «Te doy una carca-

jada por todos tus males». Al mirar el pasado de

mi vida (que ha estado llena de momentos trági-

cos) encuentro más comedia que tragedia. Se

trata de esas comedias en las que mientras ríes

se te salen los intestinos y sientes roto el co-

razón. ¿Qué mejor comedia puede haber? Todo

aquel que se toma en serio es un ruin.

La tragedia en que vive la gran

mayoría de los seres humanos es

asunto de otro costal. En esto no

veo ningún elemento cómico.

Cuando hablo de una salida sin

dolor para los millones que sufren,

no me mueve el cinismo ni la falta

de esperanza en la humanidad. La

vida no es lo que está mal sino

este océano en el que nadamos, al

que nos adaptamos o en el que nos

hundimos hasta el fondo. Pero en

nuestro poder de seres humanos es

donde reside la posibilidad de no

ensuciar las aguas de la vida, de

que no destruyamos el espíritu que

nos vivifica.

Literatura y derechos humanos

(Fragmentos) Cumplir 80 años

El novelista estadounidense

Henry Miller (1891-1980)

escribió este texto a los 80

años. El periódico La Jornada

publicó esta traducción de

José Vicente Anaya el domingo

12 de mayo de 1991, año en

que se cumplió el centenario

de su nacimiento.

Page 8: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

6

Entrevistó: César Vargas

Conversación con la Licenciada Beatriz Gaxiola y la C.P. Ana

Bertha Bojorquez, Presidenta y Contadora de ASA, I.A.P.

Asociación Sinaloense de Autismo.

Todos los seres humanos iniciamos la vida con la

manifestación de alguna peculiaridad, alguna

particularidad que en los primeros años de la in-

fancia se expresará con firmeza, llegando a for-

mar parte del carácter sustancial que permane-

cerá invariable durante toda nuestra existencia.

Estas singularidades pueden ser de índole con-

ductual o psicomotora, o bien de naturaleza emo-

cional o cognitiva, y, en mayor o menor grado

—aunque no sea de nuestro agrado ni lo acepte-

mos así—, muchas veces dichas características

se originan en algún trastorno, alguna disfuncio-

nalidad o insuficiencia por cuya levedad pueden

ser superadas a base de disciplinas incorporadas

a nuestros empeños y desempeños, llegando con

el tiempo a pasar desapercibidas como tales.

Sin embargo, no en todos los seres humanos se

da la suerte de superar el efecto de estas pecu-

liaridades. En algunos casos, por la conjunción de

un número no determinado de disfuncionalidades

conectivas, es muy difícil desarrollar todas las

capacidades neuromotoras y cognitivas que per-

miten interactuar socialmente en plenitud de fa-

cultades. Esta es la eventualidad que ocasiona el

síndrome del autismo.

El día 2 de abril se conmemora en todo el mundo

el Día de la Concienciación del Autismo, y en

oportunidad de esta fecha conversamos con la

Licenciada Beatriz Gaxiola y la C.P. Ana Bertha

Bojórquez, Presidenta y Contadora, respectiva-

mente, de la Asociación Sinaloense de Autismo,

I.A.P.

Licenciada Beatriz Gaxiola, desde su punto de vis-

ta y por su propia experiencia: ¿Cómo describe

usted el autismo?

El autismo es el trastorno más severo del desarro-

llo que afecta la evolución de los niños, en cuanto

al área cognitiva. Hay que aclarar que el autismo

abarca un espectro muy amplio, que va desde lo

leve hasta lo severo. Afecta la comunicación de

los niños, considerando que hay niños que no tie-

nen nada de comunicación, ni siquiera sonidos, y

hay niños que sí tienen lenguaje, pero no estructu-

rado, ni lo utilizan de manera apropiada. No inter-

actúan de manera adecuada, a pesar de que sí

articulan un lenguaje. También afecta el área cog-

nitiva en diferentes grados. Algunos niños pueden

integrarse a escuelas regulares, pero hay otros

que no pueden hacerlo. Aquí en la institución te-

nemos casos de niños que terminaron su prepa y

están integrados en profesional, y tenemos niños

que nunca en la vida se han integrado a un aula

de alguna escuela regular, e incluso niños que no

pueden siquiera aprender a escribir. Entonces, el

autismo afecta al área cognitiva de los niños en

diferentes formas. Son niños, son personas que

no están conectadas con la realidad; ellos viven

su propia realidad, perciben el mundo en una for-

ma diferente que nosotros; su sentido común es

pobre, no tienen malicia. Por decirlo así, son ado-

Page 9: HumanarEs No. 13

7

HumanarES

lescentes, son adultos de 21 años que creen en

Peter Pan, que pueden ser asustados o ilusiona-

dos con que va a venir Peter Pan. O sea, viven

como en base a un mundo más imaginario que

real. Y son personas que tienen muchos proble-

mas para expresar sus sentimientos. A muchos,

aunque sean personas con un autismo leve, les

cuesta mucho tener empatía, relacionarse con

otras personas. El problema más grande es ese:

comunicación en el área cognitiva y social. Ellos

tienen el área social muy afectada, les es difícil

interactuar con las personas, entenderlas; ellos

no entienden el mundo igual que nosotros.

¿Qué circunstancias hicieron que ustedes funda-

ran la Asociación Sinaloense de Autismo?

Para empezar, somos mamás de adolescentes

con autismo. Formamos la institución en el año

de 1999, cuando nuestros niños estaban chicos.

Lo que nos motivó a formarla fue que, desafortu-

nadamente, aquí en Sinaloa no existía un lugar

donde se les brindara la atención que ellos re-

querían, ni había personal capacitado en aquel

entonces. Nosotros teníamos un grupo de estu-

diantes de psicología, y algunos psicólogos que

estaban capacitados en las metodologías que

ahora estamos usando, que básicamente son

métodos conductuales en autismo. Pero fuera de

ahí no había esa atención. Y como la atención

que había se daba de manera particular, resulta-

ba muy costosa; se cobraba por hora, y muy cara

la hora. Obviamente, quedaba fuera del alcance

de muchas mamás que tenían niños con autismo

y que no tenían recursos económicos. Entonces,

realmente lo que nos motivó fue lograr que esa

atención no fuera nada más para cuatro o cinco

matrimonios que la estábamos pagando para que

nuestros hijos la recibieran, sino que fuera para

toda la población en general, que cualquier perso-

na que tuviera un niño con autismo tuviera dere-

cho a recibir esa atención y la recibiera efectiva-

mente. Porque el derecho lo tienen, pero si en

aquel entonces se tenía que pagar una cuota muy

considerable para recibir la atención, pues obvia-

mente ellos no podían. Entonces, nosotros quisi-

mos hacer realidad que cualquier niño con autis-

mo pudiera recibir la atención. Eso fue lo que nos

motivó.

Porque todo surgió por esto: una vez yo me en-

contré a la mamá de un hijo con autismo que ya

no podía seguir pagando la atención, llorando fue-

ra de las instalaciones de la psicóloga que nos

atendía, y me dijo: «Yo hasta aquí llegué, ya no

puedo pagar y me voy a mi casa, y a ver qué hago

con él». Ahí fue cuando yo dije: «Por qué se tiene

que ir a su casa nomás porque no tiene dinero?

No puede ser que no exista un lugar donde se nos

brinde esta atención sin que sea tan costosa». Y

ahí fue cuando nos pusimos a trabajar en la aso-

ciación; así fue que formamos Asociación Sinalo-

ense de Autismo (ASA. I.A.P.). Invitamos a un gru-

po de padres de familia, hablamos con las estu-

Conversación con la Licenciada Beatriz Gaxiola y la C.P. Ana

Bertha Bojorquez, Presidenta y Contadora de ASA, I.A.P.

Asociación Sinaloense de Autismo.

Entrevista “Las personas con autismo SÍ nos

comunicamos, nos esforzamos a diario,

SENTIMOS y no somos ni indiferentes ni vivimos

en nuestro mundo”

Page 10: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

8

diantes de psicología, de entre las cuales se

formó la actual directora que tenemos, que siem-

pre hemos tenido. Hablamos con ellas y les pedi-

mos que nos apoyaran. Obviamente los inicios

son bien fuertes, bien difíciles. Les pedimos que

nos apoyaran porque queríamos atender a todos

los niños y no nada más a unos cuantos, y se soli-

darizaron con nosotros. Empezamos de cero, de

cero bajo cero, pero ellas se comprometieron con

nosotros valorando niños en mi casa. Convoca-

mos a la sociedad en general y de ahí se formó

un grupo de mamás. Todo el material que yo

tenía, que todas las mamás teníamos, lo dona-

mos: mesitas, sillas, material didáctico, todo todo

todo, y comenzamos a trabajar. Así fue que inicia-

mos.

¿Cuánto de la vida de ustedes les ocupa la causa

de los derechos humanos de los niños autistas?

¿Qué puedo contestar? Yo creo que toda la vida,

porque todas las mamás, a dondequiera que nos

paramos, estamos pregonando los derechos de

las personas con discapacidad, con autismo, por-

que siempre se vive algún tipo de incidente, algu-

na cuestión, alguna mirada incómoda, y aprove-

chamos para pregonar que son niños con los mis-

mos derechos que nosotros, y que por ser niños

que les cuesta mucho más trabajo alcanzar sus

logros, deben tener un lugar privilegiado. Porque

están más indefensos que nosotros, tienen que

vencer muchos más retos y superar muchas más

adversidades que nosotros. Entonces, cuando los

veo llegar tan contentos aquí a la Asociación y los

veo que le echan tantas ganas y tienen sus lo-

gros, digo yo: «Ojalá todos fuéramos como ellos;

ojalá todo el mundo pudiéramos vivir las adversi-

dades tan felices, tan contentos, y tan dispuestos

como ellos». Yo siento que nosotros tenemos mu-

cho que aprender de ellos, y que deberían ser un

ejemplo para toda la sociedad en lugar de burlar-

se de ellos, porque vienen al mundo en desventa-

ja. Y porque nosotros tenemos un mundo estructu-

rado para personas regulares, creemos que ellos,

por venir con menos habilidades, tienen menos

derechos; que por eso no deben ser felices, que

deben estar relegados a ciertos espacios y ciertos

tiempos, y no es así. Es decir, nosotros nos hemos

apoderado del mundo creyendo que nos pertene-

ce a los que no tenemos ninguna discapacidad, y

el mundo es de todos; este mundo es de todos por

parejo. Yo agrego que ellos se lo merecen más,

porque ellos tienen que luchar más que nosotros.

A quienes no tenemos ninguna discapacidad, co-

mo que todo se nos da más fácil, pero tenemos

menos carácter y somos más egoístas que ellos.

¿Que cuánto tiempo les dedicamos? Pues yo creo

que a mí y todas las mamás con hijos no nada

más con autismo sino con cualquier discapacidad,

hasta dormidas estamos pregonando sus dere-

chos humanos. Te duermes y te levantas pensan-

do en eso: cómo hacer un cambio. Aprovechas

cualquier cosa: una reunión familiar, un desayuno,

una boda, una piñata, una merienda, una fiesta, la

ida al super, cualquier cosa la aprovechas para

informarles, para sensibilizarlos, para hacerles

saber lo valioso que son las personas con discapa-

cidad, y lo que merecen el respeto de nosotros; la

solidaridad, la ayuda y todo lo que podamos hacer

por ellos, así como deberíamos hacer todo por las

personas regulares. Deberíamos todos respetar-

nos a todos. Porque igual y muchos no tenemos

discapacidades, pero tenemos un genio de la fre-

gada, o somos soberbios, no sé, lo que sea:

desesperados, renegados, quejumbrosos, débiles,

inseguros, lo que sea. Yo siempre he pensado: si

todo el mundo aprendiéramos a tolerar y a respe-

tar, no hubiera problemas.

Y la causa de ASA, la causa de ustedes por los de-

rechos humanos de los seres autistas, ¿es una

causa abierta a todos los seres que sufren este

tipo de discapacidad?

Asociación Sinaloense

La cinta del autismo formada por piezas de

rompecabezas o puzzles representa la

complejidad y misterio del autismo.

Page 11: HumanarEs No. 13

9

HumanarES

Claro que sí. El único requisito que nosotros tene-

mos para abrir las puertas de ASA a cualquier fa-

milia, es que tenga un hijo autista, un primo, un

vecino; el que quiera venir. También atendemos a

personas que tienen otro tipo de trastorno en el

desarrollo, porque el tratamiento que se brinda a

los niños con autismo también les funciona a

ellos. Siendo un trastorno al desarrollo, que tenga

problemas de comunicación, en el área cognitiva,

cualquier tipo de problema, nosotros abrimos las

puertas de ASA. Las puertas de ASA no están ce-

rradas para nadie; están abiertas siempre.

Además, los papás pueden venir a la hora que

quieran a informarse o a presenciar las consul-

tas. Nosotros no somos una empresa, no somos

un negocio: somos una familia para las personas

que se nos quieran unir. Aquí estamos.

Desde que a mí me diagnosticaron que mi hijo a

los tres años tenía autismo, yo tenía hambre de

conocer a otra gente que estuviera viviendo lo

mismo que yo. Es como los grupos de Alcohólicos

Anónimos. Tú estás conviviendo con gente que

pasa los mismos retos, que sufre lo mismo, y

siente y tiene que luchar igual que tú. Y te sientes

más fuerte cuando estás acompañada por al-

guien que sabes que te está entendiendo. Porque

cuando se platica con mamás con hijos con autis-

mo, es como estar hablando en un idioma dife-

rente. Cuando se habla con familias que no tie-

nen autismo, sí te están oyendo y tratando de

comprender, pero nunca se pueden imaginar

realmente lo que uno vive. Ustedes, que no tie-

nen una persona con discapacidad en su casa,

jamás en su vida van a poder imaginar siquiera la

problemática que uno vive día con día, cuando se

tiene un hijo con discapacidad. Me atrevo a decir

que vivir todos los días con una persona con dis-

capacidad es una bendición, es un reto muy gran-

de, es una lección de vida diaria, es una experien-

cia fabulosa. Pero es fuerte, es una experiencia

intensa; se tiene uno que acostumbrar a un ritmo

muy intenso, muy fuerte, y emocionalmente muy

mallugado.

Mi hijo Emilio tiene ahora 19 años y yo, hasta la

fecha, como todas las mamás, seguimos lloran-

do. Siento la depre y me pregunto: «¿Por qué él

no va a poder ser independiente? ¿Por qué él no

va a poder casarse?». Tengo otros tres hijos ado-

lescentes y todos se van al fin de semana típico, a

sus reuniones, y él conmigo: ¿Porqué él no tiene

esas oportunidades de tener amigos, de salir, de

divertirse? Y nunca las va a tener. Por eso digo

que se tiene uno que acostumbrar a siempre te-

ner mallugadita una parte del alma. Y no es que te

sientas deprimido, ni triste, ni decepcionado con

la vida. De ninguna manera. Yo amo a mi hijo, lo

adoro, es lo mejor del mundo para mí, es mi com-

pañero maravilloso. Pero por supuesto que quisie-

ra que no tuviera autismo. Uno aprende a superar

el autismo, pero no a resignarse.

¿Y qué incidencia se tiene en Sinaloa de este tipo

de trastorno?

En Sinaloa, como en todo el mundo, la incidencia

se estima en uno por cada diez mil, pero no se tie-

ne un cálculo preciso, porque a veces la aprecia-

ción es que baja y hay ocasiones que aumenta. Yo

pienso que falta trabajar en el diagnóstico, porque

antes no se oía hablar de autismo. Se hablaba de

trastornos en la conducta, pero no existía la eti-

queta de autista. Porque cuando el autismo es

muy severo tienen conductas inadecuadas, movi-

mientos estereotipados muy repetitivos: se me-

cen, aletean sus manos (el famoso aleteo de los

autistas). Mi opinión es que no creo que el autis-

mo se haya desarrollado. Lo que creo es que aho-

ra sí se diagnostica y por eso sabemos que hay

más autistas que antes. Ahora sí se sabe lo que

es el autismo.

de Autismo I.A.P.

Licenciada Beatriz Gaxiola, Presidenta de ASA, I.A.P.

Page 12: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

10

¿Y qué hacen las autoridades del sector salud

para atender los derechos humanos de los autis-

tas?

Muy buena pregunta. ¿Qué hacen las autoridades

del sector salud? No sé ni qué contestar, porque

nosotros, como institución, tampoco nos hemos

acercado mucho al sector salud. ¿Por qué? Le

voy a decir la verdad. Porque nosotros como insti-

tución no tenemos el gran personal. Nos hemos

dedicado a trabajar atendiendo a los niños. Le

mentiría si dijéramos que hemos pedido una en-

trevista; nunca hemos ido a pedir una entrevista

con el sector salud, a plantearles qué se puede

hacer. Pero yo siento que sí han avanzado, en la

cuestión de que tienen la disposición de hacer

campañas en beneficio de las personas con dis-

capacidad; no precisamente de autismo, sino de

discapacidades en general. Mi opinión es que fal-

ta más acercamiento de nosotros con ellos y de

ellos con nosotros. Tendríamos que hacer una

planeación sobre en qué pueden ellos, como de-

pendencias de gobierno, colaborar con nosotros,

y en qué podemos nosotros, como institución,

colaborar con ellos. Porque nosotros, como insti-

tución, tenemos personal capacitado en autismo.

Pero de hecho sí los están atendiendo. Por ejem-

plo, si usted va al IMSS, por decir, con su niño,

aunque no es muy común que le diagnostiquen

autismo, sí les recetan los medicamentos ade-

cuados. Afortunadamente existen neurólogos que

tienen amplios conocimientos sobre el espectro

autista. Por ejemplo el Doctor Abel Aguilar, del

Hospital Psiquiátrico, y el Doctor Rubén Beltrán

Rivas, del Hospital Pediátrico. Ellos son un gran

apoyo para nosotros, porque diagnostican el au-

tismo en niños y adolescentes que lo padecen, y

nos los canalizan para que reciban en esta institu-

ción la atención terapéutica adecuada. Pero

hablando de las dependencias de gobierno del

sector salud, en general, sería muy interesante

que a partir de esta entrevista se llegara a algún

acercamiento, se hiciera algún planteamiento, se

estableciera alguna medida de apoyo y colabora-

ción para que se atendiera a todos los niños autis-

tas.

A los niños que tienen seguro social, el IMSS les

paga un servicio subrogado para que reciban tera-

pias de lenguaje, pero a ellos les ayuda muy poco

una terapia de lenguaje convencional. Entonces,

las mamás que tienen hijos con autismo, están

solicitando que el IMSS les autorice ese subroga-

do para traer a sus niños aquí, que es donde se

les puede ofrecer el tratamiento adecuado. Por-

que los niños autistas que van creciendo sin reci-

bir las terapias que necesitan, destruyen emocio-

nal y físicamente a una familia si no son atendidos

adecuadamente. Tenemos testimonios de que se

vuelven incontrolables, y aquí mismo tenemos

ejemplos. Si el autismo no se atiende a tiempo

destruye hogares y destruye sociedad, porque al-

gunas familias se desintegran, empezando con

problemáticas entre el papá y la mamá. Hay fami-

lias en las que los demás hijos dejan de estudiar.

Entonces, cuando una familia se desintegra, la

que pierde es la sociedad. Ahí está la importancia

de que los niños autistas reciban la atención ade-

cuada.

¿Y usted qué experiencias pasó, Licenciada Ana

Bertha Bojórquez?

Imagínese la problemática tan grande que se crea

al no recibir oportunamente una terapia adecua-

da, que algunas familias han tenido que adelantar

su jubilación y regresarse a Culiacán para que el

niño sea atendido aquí. ¿Por qué? Porque si no lo

hacen así, su vida se convierte en un caos. Tene-

mos gente de Los Mochis, de La Paz, de Guamú-

chil, que se han venido a vivir aquí. Otro caso es el

de una abuelita que se vino con su nieto; el niño

entró a secundaria, pero se regresaron porque ya

era mucho tiempo. Estuvo sin terapia uno o dos

años, y los volvió locos; hizo destrozo y medio,

hasta que decidieron abandonar el trabajo para

venirse acá a vivir, y aquí está otra vez con noso-

tros.

Alumnos y maestros de ASA, I.A.P. saludan a la sociedad

sinaloense.

Page 13: HumanarEs No. 13

11

HumanarES

Esto yo lo viví, pero aquí mismo, en Culiacán.

Vivía en Barrancos. No me recibieron a mi hijo

Julián en la escuela, pudiendo aprovechar su me-

moria y su capacidad para aprender. Renuncié a

mi trabajo, cambié de residencia, me vine a vivir

a otra colonia e iniciamos esto de la Asociación.

Tuve que hacer un giro de 180 grados en mi vida

para poder atenderlo. Lo pude hacer porque mis

hijos estaban chiquitos. Pero a la gente que deja

pasar el tiempo, que no está informada, que no

tiene oportunidad por lo que sea, se le vuelve un

conflicto muy grave.

Y hablando de la sociedad, licenciada Gaxiola:

¿Qué grado de concienciación perciben ustedes

de la sociedad sinaloense, de sus instituciones

públicas y privadas, hacia la causa que ustedes

encabezan?

¿Qué grado? Pues yo pienso que cada año gana-

mos un grado, la verdad. Porque también hemos

trabajado mucho para eso. Por ejemplo, ahorita

que Ana Bertha comentaba de las escuelas, no-

sotros hemos hecho una gran labor. La directora

de la institución está capacitando a maestros de

las escuelas oficiales, para que entiendan lo que

es el autismo, y para que les abran las puertas a

los niños autistas que tienen capacidad de apren-

der. No cualquier niño autista se integra. Aquí en

la institución se preparan para esa integración, y

se han hecho campañas de información, de pro-

moción, de sensibilización muy intensas en toda

la sociedad; hemos visitado muchas institucio-

nes, muchas escuelas. La directora de la asocia-

ción da pláticas, conferencias en guarderías, en

todos lados y, sinceramente, la verdad es que la

sociedad sinaloense sí está dispuesta a colabo-

rar. Yo siento que la sociedad está cada día más

sensible en este sentido, más solidaria con las

causas de la discapacidad. ¿Nos falta? ¡Nos falta

mucho! Pero como institución tenemos que agra-

decer que donde quiera que nos paramos a infor-

mar la gente se sensibiliza. Nos hemos llevado

experiencias bien padres de la sociedad sinaloen-

se; de gentes que incluso se nos aparecen aquí

en la institución a ofrecer cómo nos pueden ayu-

dar, que si qué pueden hacer por los niños, lo

cual a mí se me hace algo fabuloso. En las institu-

ciones educativas nos han abierto las puertas;

los niños responden increíblemente. Los niños se

emocionan y se solidarizan. La verdad que sí. Y

también todas las empresas a las que vamos. La

verdad es que en todos lados nos reciben bien.

¿Y los ayudan económicamente?

Sí, nos ayudan económicamente. Tenemos patro-

cinadores, muchos, muchos patrocinadores para

los niños, de diferentes cantidades, pero sobre

todo de muy buena fe, con mucho corazón. Por-

que no es nada más lo económico, que desde lue-

go cuenta, y mucho. Porque, obvio, tenemos que

pagar todo: terapeutas, capacitaciones, material

didáctico, agua, luz, todo lo que necesitamos para

poder dar una terapia adecuada. Pero también es

muy importante la manera en que dan su aporta-

ción, que la dan con el corazón. Dan la aportación

económica, pero aparte se están involucrando con

la causa, se están solidarizando con los niños, se

familiarizan con los niños. Se interesan de sus lo-

gros. No es nada más dar el dinero: están partici-

pando con nosotros en la causa de los niños. Eso

es lo más padre. Y eso es lo que más nos anima a

jamás bajar los brazos, a siempre estar trabajan-

do por la defensa de la discapacidad: que se les

respeten sus derechos humanos, que la gente los

conozca, que sepan que existen, lo que sienten, lo

que viven; que sepan de sus logros y cómo los

consiguen. Y pues nos ganamos el respeto y la

solidaridad de la gente.

¿Están satisfechas con el servicio que ustedes

ofrecen a la humanidad?

Licenciada Beatriz Gaxiola (de pié) y C.P. Ana Bertha Bojorquez

Page 14: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

12

Al mil. Ahí sí que al mil, porque tenemos un equi-

po de trabajo increíblemente bien integrado. Son

terapeutas que respetan al mil los derechos

humanos de los niños. Y digo eso porque a mí me

tocó recibir terapia particular, y sentir cómo hay

terapeutas que aplican métodos inadecuados

para un autista. Aquí las muchachas trabajan con

niños, trabajan con adolescentes, no trabajan

con autistas. O sea, que no los etiquetan. Ellas

aprenden a conocer al ser humano integral, con

todo y el autismo, pero no nada más al autista.

Aquí todos los días se les da calidad de vida, se

les da amor, comprensión, solidaridad. Se les da

todo. Y se les da terapia. Aquí no estamos viendo

nada más conductas inadecuadas, habilidades

que quieran aprender; no: estamos viendo a los

niños completitos, y queremos que sean felices.

No nada más que tengan logros o sigan conduc-

tas adecuadas: queremos que cada día de su vi-

da, cada instante de su vida, sean felices. Y que

vivan plenamente ellos y sus familias. Por eso

aquí trabajamos de manera integral con papás,

mamás y hermanos, con maestros y con ellos.

Nosotros no nada más atendemos a los niños.

Tenemos Escuela para Padres, tenemos Talleres

para los hermanos, y estamos capacitando a los

maestros. Las terapeutas no están nada más

aquí; van a las casas a ver cómo se comportan

los niños en el hogar, y a ver qué programas se

van a aplicar allá. Aquí, la oficina de la directora

es de puertas abiertas. Los papás pueden llegar

todos los días a llorar, pero no pueden decir: «Me

siento perdido, me siento incomprendido». No;

aquí se les ofrece ayuda integral. Y para las tera-

peutas, mis respetos, porque profesional y huma-

namente son lo mejor. Aquí son la segunda familia

de todos. Y no lo digo yo; se lo puede preguntar a

cualquier mamá. Los niños vienen fascinados a

las terapias.

¿Cuántos niños atienden?

Actualmente atendemos a 107 niños, pero

además hacemos trabajo comunitario. Los grupos

de terapeutas también visitamos las colonias,

hacemos valoraciones, se dan terapias, se capaci-

ta a los papás. O sea, vamos a las colonias porque

hay muchos que tienen problemáticas más fuertes

y por muchos motivos les es difícil venir todos los

días a la institución. Entonces, nosotros vamos a

ellos. Es un trabajo fascinante de las terapeutas,

de las mamás, porque aquí no es por una: todas

colaboramos. Esta institución está parada porque

somos un equipo enorme y muy entusiasta. Aquí

todas somos importantes.

¿Desea usted agregar algo?

Nada más agradecerle mucho a la CEDH-Sinaloa,

porque va a poner un granito de arena para los

derechos humanos de los niños autistas, de todas

las personas con autismo. Las campañas que

hacemos son permanentes; todo el año estamos

viendo cómo y a dónde vamos, pero claro, siempre

hay gente que nos pregunta: «¿Autismo? ¿Qué es

eso?». Entonces decimos: «¡Más duro! ¡Más duro!

¡Más campaña!». Porque hay mucha gente que

todavía no conoce el autismo. Y creo que a través

de esta entrevista mucha gente se va a enterar,

así es que le agradecemos infinitamente a la

CEDH Sinaloa.

ENTREVISTA CON Asociación Sinaloense de Autismo

Los colores brillantes de la cinta del autismo, representan la

diversidad de razas y formas en las que se pueden presentar este

trastorno. Las piezas también representan esa pieza faltante para

tener algo completo y porque se siga investigando acerca del tema

Page 15: HumanarEs No. 13

ENTREVISTA CON Asociación Sinaloense de Autismo

Búscanos!

La CEDH Sinaloa en:

“Con esta Red la

CEDH

Sinaloa busca

mantener un

contacto

cercano con los

usuarios”

La información y el conocimiento se tornan hoy en día pilares básicos de cualquier grupo social. Un pueblo que

no promueve estos elementos, está destinado a quedarse relegado en cuanto al desarrollo y la inclusión con la

comunidad internacional.

El conocimiento en torno a los derechos de las personas es clave en el logro de una sociedad solidaria, toleran-

te, respetuosa y afectuosa con sus integrantes. De esto, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sina-

loa (CEDH) tiene plena convicción, por lo que se ha dado a la tarea de priorizar a través de diversas vías, meca-

nismos de promoción, estudio y divulgación de los derechos de las personas.

El institucional boletín electrónico es uno de dichos mecanismos, la presente Revista HumanarES es otro más,

nuestra Maestría en Derechos Humanos se suma también, así como las publicaciones (libros), las constantes

capacitaciones en torno a temas diversos de derechos humanos, la página electrónica institucional, trípticos,

dípticos, foros, congresos, seminarios, etc.

No conformes con esto, nos preguntábamos cómo llegar a más personas con información especializada y que

las barreras comunes como la falta de personal, de recurso, la distancia y particularmente las dificultades que

implican la convocatoria a beneficiarios de la información, no constituyeran más una limitante.

de la Comisión Estatal de los Derechos de la Comisión Estatal de los Derechos de la Comisión Estatal de los Derechos

Humanos de SinaloaHumanos de SinaloaHumanos de Sinaloa

CONOCE LA RED DE PARTICIPACIÓN CONOCE LA RED DE PARTICIPACIÓN CONOCE LA RED DE PARTICIPACIÓN DERECHOS Y HUMANOS DERECHOS Y HUMANOS DERECHOS Y HUMANOS

Fue así que se planteó la posibilidad

de conformar una página electrónica,

diferente a la página institucional ya

conocida, pero vinculadas por la

finalidad que persiguen. Surgió así

REPADYH: Red de Participación

Derechos y Humanos.

Se busca que cualquier persona logre a través de este mecanismo, obtener los servicios que presta la

CEDH Sinaloa desde la comodidad de su casa, de su oficina o de cualquier ciber café, con sólo encender

una computadora. Deseamos que en tiempo real, a través de un chat, usted tenga acceso al personal

que presta sus servicios en esta Institución y plantee dudas, comentarios, solicitudes de asesorías, inclu-

sive, externe alguna problemática en torno a posibles violaciones a sus derechos o de cualquier persona.

Encontrará además en esta red, cursos sobre diferentes temas en materia de derechos humanos, nove-

dades legislativas en torno a derechos humanos, noticias relacionadas con derechos humanos, video

conferencias, entre muchos otros recursos de transmisión del conocimiento que favorecerán el impulso

de la educación a distancia.

Podrán tener acceso a esta Red a través de la página electrónica institucional

(www.cedhsinaloa.org.mx) por medio del link correspondiente.

Page 16: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

14

La mujer sentenciada y los hijos e hijas que viven la reclusión Jhenny Judith Bernal Arellano*

Las mujeres que han cometido conductas delic-

tuosas y que han sido sujetas a una investiga-

ción, procedimiento y resolución condenatoria por

tribunales competentes, al serles establecidas

sanciones privativas de la libertad, deben cumplir

éstas en lugares diferenciados al que cumplen su

sentencia con esta modalidad de pena los varo-

nes. Así lo determina el artículo 18 de la Constitu-

ción Política de los Estados Unidos Mexicanos en

la parte final del segundo párrafo:

“….Las mujeres compurgarán sus penas

en lugares separados de los destinados a los

hombres para tal efecto.”

No existe en el mencionado numeral otra referen-

cia expresa de la situación que debe prevalecer

en torno a las mujeres procesadas o sentencia-

das en las prisiones mexicanas. Sin embargo, en-

tendemos que el contenido del artículo 18 Consti-

tucional en cuanto al reconocimiento de dere-

chos y condiciones dignas de estancia en las pri-

siones del país, les es aplicable en igualdad de

circunstancias tanto al hombre como a la mujer.

Se da en caso de internas que son sentenciadas

cuando están embarazadas, o de aquellas que se

embarazan durante el periodo de reclusión y tie-

nen a sus hijos e hijas durante el cumplimiento

de su sentencia. En este caso, las leyes que rigen

la vigencia y funcionalidad del sistema peniten-

ciario mexicano no han sido uniformes en esta-

blecer normas y reconocer los derechos de este

grupo poblacional, relacionadas con sus circuns-

tancias de encierro.

Los Estados de la República Mexicana al ser autó-

nomos, tienen la facultad de expedir su propia

normativa para regir los diferentes aspectos de la

vida social, funcional y estructural del propio Esta-

do, y en el ámbito de las consecuencias jurídicas

del delito, esto no se exceptúa. De este modo, ca-

da entidad federativa del país mexicano cuenta

con una propia y muy particular ley que regula la

aplicación de las penas privativas de la libertad.

Carecemos de una ley general que precise y deje

establecido cuáles son los lineamientos generales

que regirán la vida en las prisiones del país. Con-

tamos con una ley federal, que no es lo mismo

que general, pues no obliga a las entidades fede-

rativas a seguir patrones estructurales o funciona-

les. Por tanto, cada entidad federativa se encuen-

tra en la libertad de delinear aspectos básicos de

la vida al interior del sistema y régimen peniten-

ciario implantado dentro de su territorio.

Este es el caso que permea en el trato a las muje-

res procesadas y sentenciadas. Existe una com-

pleta diferenciación en las entidades federativas

en cuanto a la regulación de su situación y dere-

chos al interior de los penales, particularmente en

cuanto al tema de los descendientes menores de

edad. En este contexto, me permití realizar un

análisis para comprobar cuál es la posición que

guarda el reconocimiento de los derechos de la

mujer en relación con la guarda y cuidado de los

hijos e hijas al interior de las prisiones del país.

Page 17: HumanarEs No. 13

Artículo

15

HumanarES

La mujer sentenciada y los hijos e hijas que viven la reclusión

Las mujeres conforman tan sólo el 5% de la po-

blación penitenciaria nacional1. Este porcentaje

tan dispar en relación con el que ocupan los varo-

nes, ha servido de excusa para que la atención

de las demandas de la población femenil de los

reclusorios sea postergada. Gran parte de estas

mujeres comparten reclusorios con los varones,

sólo separadas por una malla ciclónica. El Gobier-

no mexicano no ha centrado su atención a la pro-

blemática de las mujeres. De las 456 prisiones

que funcionan en el país, tan sólo 13 de éstas

son exclusivamente para mujeres.

En este contexto, los espacios asignados a las

mujeres son en proporción al que ocupan los va-

rones, muy reducidos, limitando con ello en pri-

mer término una estancia adecuada en cuanto a

la posibilidad de la disposición de espacios para

el deporte, la educación, el trabajo y la capacita-

ción para el mismo, vulnerándose de esta mane-

ra derechos constitucionales.

En relación con la guarda y cuidado de los hijos e

hijas, la regulación detectada en las leyes especí-

ficas de la materia no fue nada alentadora.

Debo especificar que la gran mayoría de las leyes

son omisas en cuanto a determinar si los hijos e

hijas de las mujeres internas pueden permanecer

al cuidado de sus madres en los centros peniten-

ciarios. Existe una ausencia de regulación muy

desafortunada en este sentido. La maternidad

entendida como un proceso natural de vida de

las personas, particularmente de las mujeres, y

como un derecho humano inherente a la naturale-

za de las mismas no puede verse desatendida,

como está ocurriendo en la legislación de muchas

entidades federativas de la República Mexicana.

Tal es el caso de Baja California, Baja California

Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Distrito Fede-

ral, Durango, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Estado

de México, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quin-

tana Roo, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Tlax-

cala.

Existen Estados que sí contemplan la posibilidad

de que particularmente las mujeres sentenciadas

mantengan por un periodo de tiempo a sus hijos e

hijas bajo su cuidado al interior de las prisiones. El

punto es que los periodos de tiempo concedidos

para esta labor, no ha sido determinado de mane-

ra uniforme en cada entidad federativa.

Tenemos el caso de Estados como Aguascalien-

tes, Chiapas y nuestro Sinaloa, que sólo permiten

el cuidado de los menores de edad hasta el cum-

plimiento de los seis meses de edad. Coahuila, en

su Ley de Ejecución de Sanciones Privativas y Res-

trictivas de la Libertad, establece un periodo hasta

el primer año de vida del infante.

La Ley que regula la Ejecución de las Sanciones

Penales de Nuevo León, contempla que los hijos e

hijas puedan permanecer con su madre interna

hasta los tres años cumplidos, y llama la atención

de manera favorable que también contempla la

necesidad de una separación gradual del menor

de edad, circunstancia ésta no contemplada en

“El amor de madre, no lo limitan las rejas”

Page 18: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

16

ninguna otra normatividad en la materia. Ahora

bien, se considera que es necesario prestar facili-

dades para que los menores de siete años de

edad ejerzan contacto cotidiano con la madre in-

terna, por considerar que se trata de cuestiones

fundamentales para su desarrollo; sin embargo

no se especifica en qué consistirán tales facilida-

des.

Tamaulipas comparte con Nuevo León el mismo

criterio en cuanto al tiempo permitido de estancia

de los hijos. Guerrero por su parte, determina que

será hasta los primeros cuatro años de vida de

los infantes que podrán permanecer al lado de la

madre al interior de las prisiones.

Igual término establece la Ley de Ejecución de

Sanciones Penales del Estado de Michoacán. In-

clusive, prevé que en caso de que menores de

cuatro años de edad hijos de las mujeres inter-

nas que no tengan familiar directo que se respon-

sabilice de su guarda y custodia fuera de prisión,

podrán ingresar a ésta para el cuidado directo de

la madre. Merece especial señalamiento la exis-

tencia de un Capítulo de esta Ley destinado a la

atención y trato que recibirán mujeres e hijos en

estado de reclusión, y los beneficios de salud y

nutrición que se determinan para éstos.

Zacatecas establece que será hasta que el infan-

te cumpla cinco años de edad que se permitirá

su estancia al lado de su madre reclusa. Queréta-

ro, por su parte, otorga el término más amplio

para la estancia de hijos de madres internas en

las prisiones del Estado, siendo éste hasta cum-

plir los siete años de edad.

La Ley de Ejecución de Sanciones del Estado de

Veracruz no determina, de manera precisa en su

texto, el tiempo en que el infante permanecerá al

lado de la madre. Remite este tema tan particular

al Reglamento correspondiente de la Ley. Esta

circunstancia, considero en lo personal, no debe

darse de esta manera, puesto que un Reglamen-

to para ser modificado no requiere de la formali-

dad y de la rigidez que se exige para la modifica-

ción, creación, derogación o abrogación de una

Ley expedida por un cuerpo parlamentario, lo que

puede traer como consecuencia que este tema

tan importante se maneje al antojo del Ejecutivo

y pueda variar de administración en administra-

ción, generándose con esto incertidumbre y, pro-

bablemente, manejos discrecionales en el tema.

El caso del Estado de Yucatán es muy peculiar,

puesto que no establece de manera precisa el

tiempo en que los hijos de las mujeres internas

permanecerán dentro de prisión, pero además,

amplía el derecho de tener a sus hijos con ellos a

los internos varones. Es la única entidad federati-

va que contempla este supuesto, lo que en lo par-

ticular no me perece negativo. Lo que si considero

en ese tenor es lo general que se encuentra re-

dactada la norma, puesto que no determina si la

estancia de dichos menores de edad será en cen-

tros penitenciarios especiales o, en su caso, en

aquellos clasificados como de mínima seguridad,

así como tampoco se precisa qué tipo de valora-

ciones se realizarán para determinar y autorizar

que un hombre sentenciado quede a cargo del

cuidado de sus hijos e hijas a la par del cumpli-

miento de su sentencia.

Es un tema de cuidado donde en todo momento y,

por supuesto, también en tratándose de determi-

nar si la madre es apta o no para el cuidado de su

descendencia, lo que debe dirigir la determinación

de la autoridad en estos casos es necesariamente

el interés superior del menor. Esto es, que la es-

tancia del pequeño o pequeña al lado de su ma-

dre o padre prisioneros, repercuta en el bienestar

de su desarrollo. Esto trae como consecuencia la

ineludible necesidad de verificar en cada caso en

concreto, si la relación del ascendiente con su

descendiente es benéfica o no para el infante, ya

que de no ser así, tendrán que tomarse medidas

para evitar afectaciones en la integridad física y/o

emocional de ese menor. Por tanto, ante el dere-

cho de la madre o del padre de permanecer al la-

do de su criatura, lo está primero el derecho del

infante a serle garantizada su seguridad, bienes-

tar y óptimo desarrollo.

Llaman la atención algunas particularidades de-

tectadas en las normas de algunos Estados de la

República, en cuanto al trato que brindan a las

mujeres internas que han sido madres reciente-

mente.

Baja California, por ejemplo, en su Ley de Ejecu-

Page 19: HumanarEs No. 13

17

HumanarES

ción de Penas y Medidas Judiciales, establece la

posibilidad de que una mujer que tenga hijos y/o

hijas menores de edad, pueda serle conmutada

la sanción privativa de la libertad por una en li-

bertad, una vez cumplida la mitad de su condena.

Igual circunstancia se encuentra prevista en la

Ley correspondiente del Estado de Tlaxcala.

Baja California Sur, por su parte, en su Ley de Eje-

cución de Sanciones y Medidas de Seguridad,

otorga el derecho a la mujer embarazada o ma-

dres con hijos y/o hijas menores de seis meses

de edad, de suspender la ejecución de la pena

privativa de la libertad, en tanto que dichas condi-

ciones perduren. Claro, tomándose las precaucio-

nes debidas para evitar la fuga de la mujer.

En similares circunstancias prevé la Ley de Pre-

vención y Readaptación Social del Estado de Coli-

ma, la posibilidad de que a la mujer en estado de

gravidez pueda serle sustituida provisionalmente

la pena de prisión por tratamiento en libertad,

durante el embarazo y 45 días posteriores al mis-

mo.

En el Estado de Nayarit, de conformidad con el

numeral 151 fracción IV de la Ley de Ejecución

de Sanciones Penales, Medidas de Seguridad y

Prisión Preventiva, se prevé el otorgamiento del

indulto a las mujeres que reúnen los siguientes

requisitos:

Las mujeres que tengan uno o varios hijos que

sean menores de edad o con capacidades dife-

rentes a la presentación de la solicitud si le ha

sido impuesta una sanción privativa de la libertad

que no exceda de dos años, o si excediere y no es

mayor de diez años, hayan cumplido la mitad de

dicha sanción;…

La normativa federal en la materia (Ley que esta-

blece las Normas Mínimas sobre Readaptación

Social de Sentenciados) a través de un párrafo

sexto adicionado recientemente (de fecha 19 de

enero de 2012) al artículo tercero, estableció que

las mujeres internas en reclusorios federales

podían hacerse cargo del cuidado de sus hijos e

hijas hasta la edad de 6 años, considerando en

todo momento el interés superior del menor.

No desconozco que las leyes especializadas en la

protección y reconocimiento de los derechos de

los infantes en el Estado de Sinaloa, de la Repúbli-

ca Mexicana, así como de normas internacionales

en la materia reconocen como derecho humano

de la población infantil el crecer y desarrollarse al

amparo de sus padres, al seno de su familia. Sin

embargo, insisto, cuando las condiciones que pre-

valecen en esa familia o entre los padres no son

favorables para el bienestar y desarrollo óptimo

del menor de edad, deben buscarse las alternati-

vas más favorables para éste.

Para favorecer un embarazo en condiciones ade-

cuadas, la ley federal en comento determina la

existencia de atención médica y ginecológica, así

como atención especializada al momento del par-

to y con posterioridad a éste.

Para evitar que las condiciones de encierro de la

madre afecten el desarrollo de sus hijos dentro de

prisión, la Ley Federal en la materia determina la

necesidad de la existencia de atención pediátrica,

educación inicial y preescolar, hasta la edad de 6

años.

A excepción del Estado de Michoacán, no se regu-

la de manera expresa en ninguna de las leyes co-

mentadas, si a los menores hijos e hijas que na-

Momentos de convivencia familiar en reclusión

Page 20: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

18

cieron antes del ingreso de la madre a prisión

puede serles permitido el ingreso para su cuida-

do de parte de su madre. Este es un tema delica-

do, puesto que el mismo derecho de ser ama-

mantados, cuidados y queridos por su progenito-

ra, tienen los que nacieron con su madre en si-

tuación de encierro, como los que no (nótese que

en este caso se debe ponderar primero el dere-

cho del hijo antes que el de la madre, o, en todo

caso, no debe considerarse que el ingreso del

menor de edad constituye un premio para la mu-

jer). De tal manera, que estos pequeños y peque-

ñas quedan excluidos de este derecho, salvo en

aquellas entidades federativas en las que es po-

sible el otorgamiento del indulto a la madre, o la

conmutación de la sanción, al tener como consi-

deración que éstas tienen hijos o hijas en una

edad que requieren de su cuidado y atención.

Como usted puede apreciar estimado lector, exis-

te una regulación nada uniforme en cuanto al te-

ma que nos ocupa y es tan alto el porcentaje de

las entidades federativas que guardan silencio en

la materia y tan diferenciada la manera en que se

aborda la problemática en aquellas entidades

que si lo regulan, que por ser el presente un te-

ma que incide en los derechos humanos de la

niñez, considero que debiera regularse de mane-

ra expresa en la Constitución Política Nacional, o,

en su defecto, plasmarse dicha regulación en una

norma general que señale el camino a cada enti-

dad federativa en cuanto al reconocimiento de

los derechos que perviven a la reclusión, particu-

larmente el de los hijos e hijas de la población

reclusa. De esta manera el derecho humano de

la niñez no quedaría sujeto a regulaciones discre-

cionales.

*Secretaria Ejecutiva de la CEDH Sinaloa, Doctora en Derecho por la

UNAM.

1 www.segob.gob.mx

Page 21: HumanarEs No. 13

19

HumanarES

Artículo

LA FLAGRANCIA

EQUIPARADA versus

DERECHOS HUMANOS

Para introducirnos en el tema trataré de demos-

trar que el establecer un tiempo o límite en la le-

gislación secundaria para reglamentar la figura

de la flagrancia equiparada, es anticonstitucional.

La figura de la flagrancia es la privación de liber-

tad de la persona en el momento de cometer el

hecho ilícito, lo que coloquialmente se dice: “lo

agarraron con las manos en la masa”; es la forma

en que se hace referencia a que se está come-

tiendo un hecho ilícito. En cambio, la flagrancia

equiparada es la que plasmó en el Código Proce-

sal Penal el legislador, y la duración de ese acto

lo extendió a términos excesivos, o principalmen-

te no permitidos en la Carta Magna. Los positivis-

tas dicen que el único derecho es el que crea el

Estado. Si la legislación principal nada más orde-

na que se reglamente la Constitución Política de

los Estados Unidos Mexicanos, mas los principios

jurídicos dicen que no está permitido excederse

cuando se reglamenta porque sería como darle

un cheque en blanco al legislador, el cual regla-

mentaría sin limitación alguna. Y esto es como lo

marca Carlos Silva1 cuando señala que: “el cons-

tituyente hace encargos al legislador en el senti-

do de que desarrolle legislativamente un precep-

to constitucional con la finalidad de tornarlo ple-

namente aplicable, eficaz.” El problema se da

cuando se olvidan los principios de la ciencia jurí-

dica y se genera el exceso.

Ante la flagrancia delictiva se nos faculta para

aprehender de manera lícita y válida a cualquier

persona que veamos cometer un delito.

De manera literal, dispone el artículo dieciséis

constitucional2: “Cualquier persona puede detener

al indiciado en el momento en que esté cometien-

do un delito o inmediatamente después de haber-

lo cometido, poniéndolo sin demora a disposición

de la autoridad más cercana y ésta con la misma

prontitud a la del Ministerio Público.

Ahora bien, en la Carta Magna, en el artículo die-

ciséis, párrafo quinto, último punto, dice que

“existirá un registro inmediato de la detención”3.

Un poco antes de avanzar a hablar de la flagran-

cia, no pasó desapercibido que cuando se detiene

a una persona, la autoridad no cumple con el

mandato constitucional señalado anteriormente

respecto al registro de la detención, y en base a

las quejas que se documentan en la Comisión Es-

tatal de los Derechos Humanos de Sinaloa, es la

razón por la que se emitió la Recomendación Ge-

neral número seis con el título: “El informe policial

homologado,” en la cual se menciona que: “Estas

prácticas arraigadas deben de ser prevenidas y

erradicadas, ya que desatienden principios de ac-

tuación básicos exigibles a los servidores públi-

cos”; también principios básicos de la ciencia jurí-

dica. Y es recomendable leerla porque nos da va-

rios puntos de partida, pero uno de ellos es la au-

todeterminación. Con esto se pretende que el lec-

tor sea autodidacta.

Juan Carlos Coronel Melchor* “Casi con las manos en la masa”

Page 22: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

20

La flagrancia se da cuando detienen al autor, es

decir, quien realiza hechos ilícitos. El hecho ilícito

es el género, porque es todo lo contrario a las le-

yes de orden público o a las buenas costumbres,

y el delito es la especie, el cual se da cuando se

reúnen los cinco elementos que lo caracterizan,

que son: conducta (acción u omisión) típica, anti-

jurídica, culpable, imputable, y a los elementos

del tipo son otros, pero esta es la diferencia entre

el género y la especie.

Ahora bien, por acusación, denuncia o querella,

según el diccionario de la lengua Española4, la

acusación es “escrito o discurso en que se acu-

sa”; por denuncia, “noticia que de palabra o por

escrito se da a la autoridad competente de que

se ha cometido un hecho ilícito o un delito”; por

querella, “acusación ante juez o tribunal compe-

tente con que se ejecutan en forma solemne y

como parte en el proceso de la acción penal con-

tra el o los responsables de un delito”.

Por lo que el legislador ordinario equiparó a la

acusación en la denuncia, y a la querella como

aquel requisito de procedibilidad, pero el proble-

ma es que creó la clasificación de los delitos en

base a la atribución de perseguirlos. Lo que tam-

bién quedó al arbitrio del legislador, ya que cons-

titucionalmente no se dice cuáles son los delitos

graves ni cuáles se perseguirán de oficio o por

querella. Claro que en los de oficio se persiguen

por una facultad implícita en el artículo veintiuno

constitucional, que ordena que la investigación

de los delitos incumbe al Ministerio Público y sin

que se satisfaga ningún presupuesto procesal, y

en el titulo segundo, que comprende los artículos

del 112 al 127 del Código de Procedimientos Pe-

nales para el Estado de Sinaloa, ordena que el

Ministerio Público y la policía Ministerial están

obligados a proceder a la investigación de los de-

litos perseguibles de oficio de que tenga conoci-

miento, sin necesidad de que la denuncia haya

sido ratificada, en tanto que los delitos persegui-

bles a petición de parte se requerirá ese requisito

de procedibilidad, y que exprese la voluntad de

que se investigue y se castigue al autor del delito.

Ahora bien, en cuanto al párrafo diez del artículo

dieciséis Constitucional y el primero del artículo

diecinueve, se estipula en el primero que: “ningún

indiciado podrá ser retenido por el Ministerio

Público por más de cuarenta y ocho horas, plazo

en que deberá ordenarse su libertad o ponérsele a

disposición de la autoridad judicial”. En cuanto al

segundo: “ninguna detención ante autoridad judi-

cial podrá exceder del plazo de setenta y dos

horas a partir de que el indiciado sea puesto a su

disposición”. En estos términos me ubico para di-

ferenciar en qué momentos se mencionan plazos

para la detención, mas de ninguna manera que el

legislador secundario señale que puede crear la

figura de la flagrancia equiparada como lo plasma

en el artículo ciento dieciséis del Código de Proce-

dimientos Penales para el Estado de Sinaloa.

ARTÍCULO 116. En los casos de delito flagrante,

cualquier persona puede detener al indiciado po-

niéndolo sin demora a disposición de la autoridad

inmediata y ésta, con la misma prontitud, a la del

Ministerio Público.

Se considerará que hay delito flagrante cuando el

indiciado:

a. Es detenido en el momento de estarlo come-

tiendo;

b. Es perseguido material e inmediatamente des-

pués de ejecutado el delito; o

c. Es señalado como responsable por la víctima,

algún testigo presencial de los hechos o quien

hubiere participado con él en la comisión del

delito, y se encuentre en su poder el objeto,

instrumento o producto del delito, o bien apa-

rezcan huellas o indicios que hagan presumir

fundadamente su participación en el delito;

siempre y cuando se trate de un delito grave,

así calificado por este Código, y no hayan

transcurrido setenta y dos horas, contadas a

partir de la comisión de los hechos delictivos.

Flagrancia equiparada versus

Page 23: HumanarEs No. 13

En esos casos, el Ministerio Público iniciará des-

de luego la averiguación previa y bajo su respon-

sabilidad, según procediere, decretará la reten-

ción del indiciado si el delito es perseguible de

oficio o perseguible previa querella u otro requisi-

to equivalente que ya se encuentre satisfecho, o

bien, ordenará la libertad del detenido.

La violación de esta disposición, hará penalmen-

te responsable al Ministerio Público o funcionario

que decrete indebidamente la retención, y la per-

sona así detenida será puesta en inmediata liber-

tad.”

Por lo anterior podemos percatarnos que los inci-

sos a) y b) sí están redactados conforme a la

Constitución Política de los Estados Unidos Mexi-

canos, pero el inciso c), excede las pretensiones

del constituyente, razón que lo torna anticonstitu-

cional, ya que el legislador ordinario va más allá

de la pretensión constitucional al señalar una du-

ración en la detención flagrante de setenta y dos

horas no autorizado por la Carta Magna.

Sin pasar desapercibido que las presunciones o

indicios de las que habla la reglamentación se-

cundaria no está permitida constitucionalmente

en los delitos que no sean graves o urgentes, ya

que se los autoriza en esos términos pero trasto-

can con el principio de presunción de inocencia,

el cual perdura mientras no se declare la respon-

sabilidad mediante sentencia emitida por el juez

de la causa.

Por lo que se concluye que el inciso c) del artículo

116 del Código de Procedimientos Penales para

el Estado de Sinaloa es anticonstitucional, en ba-

se a lo dispuesto por la Carta Magna en su artícu-

lo 16, porque se reforma el dictado constitucional

ampliando por presunción o por equiparación la

flagrancia al ordenar la duración hasta por seten-

ta y dos horas contraviniendo la protección cons-

titucional del derecho a la libertad. *Promotor ejecutivo de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sina-

loa.

1 Báez Silva, Carlos. La inconstitucionalidad por omisión legislativa en México,

Biblioteca Porrúa de Derecho Procesal Constitucional, 1° edición, México,

2009.

2 Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos artículo 16 párrafo

quinto.

3 Recomendaciones Generales Número 5 atención a víctimas del delito (Derecho Humano a la Legalidad) y 6 El Informe Policial Homologado (Partes

Informativos Policiales), editado por la Comisión Estatal de los Derechos Huma-

nos Sinaloa, Pagina.73, México, 12 de septiembre 2011.

4 Diccionario Enciclopédico Usual Larousse, ediciones, Larousse S.A. de C.V.

Segunda Edición, 2006.

Derechos Humanos Concurso de dibujo infantil del

Consejo Pro Cultura de

Donación de Órganos de

Sinaloa, I.A.P. DONA VIDA

1

2

Patricia Agramón Mondaca, 12 años Titulo: Amemos juntos una nueva vida

3

Oscar Pérez Montoya, 6 años Titulo: Donar es dar vida

Laura Elena Wong Ramírez, 11 años

Titulo: Da vida a los demás

Con el objetivo de que los niños y niñas conozcan

acerca de la donación y trasplante de órganos y

tejidos, el Consejo Pro Cultura de Donación de

Órganos, I.A.P. convocó por segunda ocasión al

Concurso Estatal de Dibujo. Los que a continua-

ción se muestran son los dibujos que obtuvieron

los tres primeros lugares

Page 24: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

22

Hoy que lo tradicionalmente prohibido aparece como

normal, nos sorprende la naturalidad con que un hom-

bre de empresas imperiales españolas del siglo XVI,

relate de manera directa cómo enfrentó una situación

inédita para sus acciones de formación espacial del

noroeste mexicano.

En efecto, Nuño Beltrán de Guzmán, Presidente que

fue de la primera Real Audiencia de México, nada me-

nos que el representante jurídico del Imperio Español,

al incursionar por las tierras de los teules chichimecas

al occidente de la capital del virreinato de la Nueva Es-

paña en el año de 1529, que a la postre resultaría en la

fundación de villas en su largo recorrido hasta el San

Miguel de Culiacán en 1531, topó con un aguerrido

hombre vestido de mujer que lo impactó por su valentía

y virilidad al enfrentarse cuerpo a cuerpo con los solda-

dos y nativos invasores.

Nuño inició su recorrido ya en desgracia, y con un juicio

de residencia a cuestas, dejó testimonio en su carta

dirigida a la Sacra, Católica y Cesárea Magestad en

1530. Ahí anotó parte de sus acciones, todas llenas de

extrema violencia y crueldad.

El texto que a continuación seleccioné y que sirve a

nuestro propósito, se encuentra en un libro existente

en los repositorios del Archivo Histórico General del Es-

tado de Sinaloa.

Nuño incluyó un pasaje relativo a enfrentamientos con

nativos michoacanos en el siguiente tono: “…y estubie-

ron más de dos horas peleando, que nunca los pudie-

ron romper, defendiendo la entrada con sus arcos y

flechas y espadas y palos, á los ballesteros; al fin les

entraron, y hirieron al capitán Vázquez de tres flecha-

zos que el uno fué malo y al licenciado Diego Núñez,

que es médico y cirujano de este ejército, y á otros

compañeros; mataron los más de ellos, y los otros se

echaron a nado, de donde no dejaban de flechar, con

tanto esfuerzo y ánimo, como si fueran españoles; y

toparon de la otra parte al capitán Verdugo, que

yo había mandado quedar hasta que el campo pasase,

que los acabó, y trajo mucha gente de hombres y muje-

res y niños; entre esta gente que en esta isleta se de-

fendió, peleó un hombre en ábito de mujer, tan bien y

tan animosamente, que fué el postrero que se tomó, de

que todos estaban admirados de ver tanto corazón y

esfuerzo en una muger, porque se pensaba que así lo

era por el ábito que traía, y después de tomado, bióse

ser hombre, y queriendo saber la cabsa porque traía el

ábito de muger, confesó que desde chequito lo havía

acostumbrado y ganava su vida con los hombres al ofi-

cio, por donde mandé que fuese quemado y así lo fué;

bolbí al real y trabajé por hacer benir los señores princi-

pales…” (Crónicas de la Conquista del Reino de la Nue-

va Galicia en el territorio de la Nueva España. INAH-

Jalisco. 1963:35).

Después de tan singular relato, resulta difícil juzgar las

acciones de los actores de aquella historia; el contexto

de la empresa guzmaniana es de extrema violencia, se

jugaba la vida y la muerte y más si la iglesia católica de

ese tiempo veía, en el pecado nefando, la presencia de

seres para ellos diabólicos que debían ser eliminados a

toda costa.

Aparte el ánimo de Nuño estaba perturbado, por el pron-

to arribo de su acérrimo enemigo Hernán Cortes, que

venía envestido de nuevas prendas de marques para el

valle de Antequera en Oaxaca y con el título de Capitán

General para nuevas empresas de conquista.

Sin embargo, quemar un humano, que defendió su cau-

sa con honor reconocido, fue faltar a los códigos ele-

mentales de la guerra que se estaba librando, más en

esos tiempos donde el “otro” fue visto por él desde el

punto de vista utilitario. Parece por el texto, que la saña de Nuño sobre el gue-

rrero del hábito, se debió más a la condición homo-

sexual del natural michoacano que a su extraordinaria

disposición para la lucha.

¿Podemos llamarlo homofóbico, desde nuestra perspec-

tiva y tiempo? Me parece que sí, porque la violencia ex-

hibida en ese hombre con apariencia de mujer, comple-

ta la insensibilidad extrema a que se había llegado. La

exacerbada condición a la crueldad que Nuño exhibió

desde que se adentró en el espacio noroccidental fue

notoria; quemó pueblos, arrancó brazos, piernas y nari-

ces como castigo, aperreó a los nativos y martirizó a los

caciques, aparte de marcar como esclavos a un sinnú-

mero de naturales.

Nuño, versado en leyes, no pudo sustraerse a su condi-

ción cultural ni a su circunstancia de invasor, que lo con-

virtieron en el primer promotor homofóbico del norocci-

dente mexicano.

La homofobia y la crueldad en la

formación cultural del Noroccidente Mexicano. “El hábito no hace al monje”

Refrán Gilberto J. López Alanís

Page 25: HumanarEs No. 13

23

HumanarES

Zhai, ciudadana china, llegó a México con la promesa de que

tendría un buen trabajo en la empresa KBL Group Internacio-

nal, en una fábrica instalada en Guanajuato. Ella no obtuvo

el buen trabajo que le prometieron. En cambio, le secuestra-

ron su vida durante varios meses, obligándola a trabajar

más de 12 horas diarias de lunes a domingo, con la mínima

concesión de salir –una vez a la semana, algunas horas– a

dar un paseo a la ciudad, vigilada por personal de la empre-

sa para que no escapara. Le estaba prohibido conversar con

compañeros de trabajo mexicanos, enfermarse, embarazar-

se, mientras que sus papeles migratorios estaban retenidos

por los directivos de la fábrica. Hasta que un día logró esca-

par…

Maritza, salvadoreña de 25 años, fue “enganchada” por co-

yotes (traficantes de indocumentados) que le prometieron

ayudarla a transitar la geografía mexicana para cruzar la

frontera a Estados Unidos, consiguiéndole un supuesto tra-

bajo temporal mientras avanzaba en su recorrido. Para su

infortunio, el “trabajo temporal” que le esperaba a Maritza, y

al que fue obligada por sus captores, fue el peor de su vida:

en un bar de Tapachula fue obligada a prostituirse por 15

dólares con camioneros o choferes. Después de dos meses

de tortura, ella logró darse a la huida…

Historias como las de Zhai y Maritza le dan rostro al cálculo

frío pero aterrador de los 800 mil casos de adultos y los 20

mil de menores anuales (según la Red Nacional de Refugio),

que son víctimas del delito de trata de personas en nuestro

país, dejando ganancias de al menos 372 mil millones de

pesos al año para las bandas de traficantes. Se trata del ter-

cer ilícito en México –después del tráfico de drogas y de ar-

mas– más redituable económicamente.

Pero, ¿qué es la trata de personas y en qué consiste? Debi-

do a la expresión un tanto suave con la que se denomina a

lo que en realidad es “la esclavitud moderna”, es importante

que retomemos con precisión los conceptos de trata de per-

sonas que se han establecido en trata-

dos y convenios internacionales de de-

rechos humanos.

A nivel internacional, la trata de perso-

nas se encuentra regulada en la Con-

vención de las Naciones Unidas Contra

la Delincuencia Organizada Transnacio-

nal y sus dos protocolos: Tráfico Ilícito

de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, y el

protocolo para Prevenir, Reprimir y San-

cionar la Trata de Personas, especial-

mente Mujeres y Niños. En este último,

también llamado Protocolo de Palermo,

la trata de personas se define como “la

captación, el transporte, el traslado, la

acogida o la recepción de personas,

recurriendo a la amenaza o al uso de la

fuerza u otras formas de coacción, al

rapto, al fraude, al engaño, al abuso de

poder o de una situación de vulnerabili-

dad o a la concesión o recepción de

pagos o para beneficios para obtener el

consentimiento de una persona que

tenga autoridad sobre otra, con fines

de explotación”. En ese sentido, la ex-

plotación puede ser con fines diversos;

por ejemplo: para trabajo forzoso, por-

nografía infantil, prostitución, turismo

sexual, adopción ilícita, matrimonio ser-

vil, trata para órganos, entre otros fines

absolutamente abominables.

LA TRATA DE PERSONAS: la esclavitud de nuestro tiempo

Aleida Hernández*

Page 26: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

24

LA TRATA DE PERSONAS: La esclavitud de nuestro tiempo

Existe diferencia entre el tráfico de personas y la

trata de personas. Mientras la primera consiste

en un negocio que supuestamente ayuda a per-

sonas a cruzar fronteras sin los documentos de

visado que las leyes del país por el que se

transita exige, la trata de personas involucra el

sometimiento a la realización de actos contra la

voluntad de la persona. La confusión entre uno y

otro delito es que muchas veces el tráfico de per-

sonas termina en alguna situación de trata de

personas; es decir, en situaciones de trabajo for-

zoso, prostitución u otra condición de someti-

miento contra la voluntad.

En nuestro país el tema es gravísimo, aunque

aún no recibe la atención que realmente se mere-

ce. Según la Oficina de las Naciones Unidas para

el control de las Drogas y la Prevención del Delito

(ONUDD), y el Reporte de Trata de Personas del

Departamento de Estado de Estados Unidos de

América, México está catalogado como fuente,

tránsito, y destino para la trata de personas, con

fines de explotación sexual comercial y trabajo

forzado. Somos el segundo país que más vícti-

mas de trata provee a Estados Unidos, y el princi-

pal consumidor mundial de personas en situación

de trata con cualquier fin. Al menos son 47 las

redes que se dedican a este ilícito, y sus principa-

les rutas incluyen los estados de Veracruz, Chia-

pas, Puebla, Oaxaca, Tlaxcala, Baja California,

Chihuahua, Guerrero y Quintana Roo, así como

países de Centroamérica como Guatemala, Hon-

duras y El Salvador.

Actualmente en la Cámara de Diputados se está

discutiendo una nueva propuesta de ley para com-

batir la trata de personas, la cual abrogaría la ley

vigente para prevenir y sancionar la trata de per-

sonas, por tener lagunas jurídicas evidentes y por

sus insuficiencias.

La trata de personas es un problema muy delica-

do, que involucra corrupción de las autoridades de

todos los niveles; policías coludidos con las redes

de tratantes, y una organización criminal en franco

crecimiento, que se aprovechan de las mayores

vulnerabilidades que puede tener un ser humano:

extrema pobreza, déficits educativos y culturales,

e inmigración ilegal con la aspiración de mejorar

sus condiciones de vida. Y encima, que todo les

suceda en un Estado corrupto y corruptor.

El final de las historias de Zhai y Maritza, si bien

no tuvieron un final del todo feliz, sí lograron esca-

par de la esclavitud del siglo XXI; pero no es la re-

gla: hay miles que en este momento no son due-

ños ni dueñas, ni de su cuerpo ni de su vida.

*Dra. en Derecho. Académica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Page 27: HumanarEs No. 13

Convivencia, Seguridad Ciudadana y Derechos, una trilogía urgente Que hay qué atender

25

HumanarES

Actualmente el Estado de Sinaloa enfrenta un

grave problema de seguridad que sugiere fomen-

tar las bases para resolverlo. Tomemos en cuenta

que nuestra entidad federativa carece de una Ins-

tancia Estatal que vigile, monitoree y sistematice

el índice delictivo que se presenta en todos y ca-

da uno de los municipios que lo integran. Por ese

motivo es necesario implementar un Sistema de

cuantificación, organización y registro delictual,

con el objeto de profundizar en el fenómeno real

existente, para que a partir de ahí se puedan cre-

ar auténticos programas de prevención del delito,

epistemológicos y con perspectiva humanista. En

este sentido, el término de Seguridad Ciudadana

tiene un significado normativo. Describe una si-

tuación ideal que probablemente es inexistente

en cualquier lugar del mundo pero que funciona

“como un objetivo a perseguir”. [González, Patri-

cia (2003), Seguridad ciudadana]. Así mismo, El

PNUD [Programa de las Naciones Unidas para el

Desarrollo (2006)] define la seguridad ciudadana

como “la condición personal, objetiva y subjetiva,

de encontrarse libre de violencia o amenaza de

violencia o despojo intencional por parte de

otros”.

Conocemos de antemano que existen institucio-

nes que realizan algunas actividades de campo

para aportar datos de la situación delincuencial

que se vive. Sin embargo, estos informes son par-

ciales y ligeros para llegar a conocer el fondo de

la realidad que nos invade. Además, es compren-

sible que el factor tiempo, entre el evento delicti-

vo y su registro, dificulta la toma de decisiones

funcionales y la definición de prioridades. A éste

asunto señala el Instituto Interamericano de De-

rechos Humanos: “El Instituto Interamericano de

Derechos Humanos (IIDH) considera que todos los

Estados de la región deben diseñar e implementar

una política nacional de seguridad ciudadana, me-

diante la cual se establezcan de manera clara las

responsabilidades de las autoridades territoriales

y de las agencias de seguridad, justicia y defensa

de los Estados”.

Todo esto conlleva a concretar que es importante

que se realice una recopilación de información de

manera oportuna, precisa, sistemática y confiable,

que nos arroje indicadores que ayuden a ejecutar

las acciones siguientes:

Planear, ejecutar, monitorear y evaluar el im-

pacto de las estrategias preventivas que se de-

riven de su funcionamiento.

Asignar y coordinar más eficientemente los es-

casos recursos humanos, técnicos y materiales

de que disponen las instituciones que atienden

el problema;

Apoyar la participación activa de la ciudadanía

a nivel local, así como permitir algún grado de

control ciudadano sobre las políticas de seguri-

dad, y

promover el conocimiento y la investigación so-

bre la inseguridad ciudadana en el país.

Hay otras ciudades que ya están trabajando en

éstos observatorios ciudadanos. Tenemos el caso

de El observatorio Ciudadano de Jalisco, el cual

pretende dotar a la urbe de información de cali-

dad para contribuir a la toma de mejores decisio-

nes en base al conocimiento del panorama del

Observatorio de Seguridad

Pública y Percepción del

Delito. UNA NECESIDAD CIUDADANA.

Arturo y Adriana Jazmín Rocha Peralta*

LA TRATA DE PERSONAS: La esclavitud de nuestro tiempo

Page 28: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

26

Estado, y así gobernadores, empresarios y organi-

zaciones sociales, logren una mejor convivencia

social. El académico del ITESO, David Gómez

Álvarez, es quien encabeza “Jalisco Cómo Va-

mos”.

http://www.informador.com.mx/jalisco/2010/251427/6/

arrancan-las-actividades-del-observatorio-ciudadano-jalisco-como-

vamos.htm

A. Líneas de acción

En ésta propuesta no se trata de crear un registro

nuevo, sino de sumar los datos e indicadores que

ya existen, dar un valor agregado retomando la

información que ya existe, para convertirla en

fuente de conocimiento y acciones preventivas.

Estos son algunos de los contenidos que podrían

contemplar éste sistema:

Registro de información para tomar decisiones

útiles.

Boletines elaborados por administradores del

sistema.

Información sobre artículos de investigación

que se producen sobre el tema.

Reportes de periódicos nacionales.

Datos de investigadores nacionales.

Sitios de internet para facilitar búsquedas de

información.

B. Las características del Sistema:

Lo anterior obedece a crear un sistema de pro-

gramación consensuada para que sea:

a. Aceptado por las instituciones que lo utilizarán.

b. Sencillo y flexible para que lo use la sociedad

en general.

c. Oportuno en recolección de datos.

d. Sensible para detectar problemas de interés.

e. Que disgregue y permita conocer las carac-

terísticas de las víctimas, sus victimarios (si

procede) y el contexto, en tiempo y espacio, en

que se produjeron los hechos delictivos regis-

trados, y

f. Razonable en su costo.

g. Como funciona.

Para solidificar los objetivos es necesario imple-

mentar dos líneas de acciones:

1. La creación de un Consejo Consultivo Interinsti-

tucional (CCI), compuesto por representantes

de los organismos que proporcionarán informa-

ción al sistema o que toman decisiones en el

campo de estudio.

2. El establecimiento de una Unidad Técnica (UT).

Funciones:

Concretar un compromiso que garantice el su-

ministro de información con la periodicidad,

desagregación, oportunidad y calidad requeri-

das.

Concientizar a los diferentes niveles jerárqui-

cos sobre las bondades del sistema.

Establecer el proceso gradual que supondrá el

desarrollo del sistema para lograr su funciona-

miento, sostenibilidad y permanencia.

Dar respaldo político y garantizar la calidad

técnica del sistema.

Aprobar la inclusión de la información, así co-

mo de nuevos miembros.

Revisar y analizar los resultados (indicadores)

que proporcione el sistema.

Servir como canal de información para la toma

de decisiones.

Por su parte, la UT debe estar compuesta por pro-

fesionales expertos en el tema y con capacidad

para administrar el sistema. Las funciones enco-

mendadas podrán ser las siguientes:

Crear, organizar, recolectar, procesar y actuali-

zar la base de datos, con el mayor grado posi-

ble de desagregación, consistencia y compara-

bilidad internacional.

Evaluar los mecanismos de recolección de in-

formación y diseñar estrategias eficientes para

su introducción al sistema.

Uniformar definiciones, cifras e indicadores a

nivel nacional e internacional.

Evaluar los datos recolectados.

Elaborar reportes periódicos que ofrezcan:

Información tabulada en forma de Cuadros,

gráficos o sistemas georreferenciados.

Información que permita la formulación efi-

ciente de políticas y facilite la labor preventi-

va de los cuerpos policiales y de otras insti-

tuciones involucradas.

Page 29: HumanarEs No. 13

27

HumanarES

Análisis e interpretación de los fenómenos

relacionados con la inseguridad ciudadana.

Datos y herramientas metodológicas para

monitorear y evaluar, de manera desagre-

gada, el impacto de los programas de pre-

vención y disminución de la inseguridad.

Crear, consolidar y organizar el acopio de bi-

bliografía sobre la temática.

Generar información cualitativa por medio del

trabajo de campo (estudios de observación,

etnográficos o similares).

Planear una encuesta periódica de victimiza-

ción para:

Medir el fenómeno por una vía alternativa,

Evaluar la cifra oculta que arrojan los dife-

rentes registros, y

Conocer los niveles de percepción de inse-

guridad de la ciudadanía.

A éste respecto Lucia Dammert en su libro Pers-

pectivas y dilemas de la seguridad ciudadana en

América Latina (2007) dice: “El Observatorio ciu-

dadano es una instancia autónoma cuyos objeti-

vos están la de compilar, observar y evaluar la

información sobre seguridad pública, referente al

desempeño, las acciones y posturas de las ins-

tancias que directa e indirectamente participan e

inciden en la actuación de seguridad pública y

procuración de justicia”.

D. Desarrollar una estrategia de trabajo

Una vez establecida, la CCI podrá fortalecer el

Observatorio de la Seguridad Ciudadana desarro-

llando una estrategia inicial de trabajo dirigida a:

Realizar un trabajo de concienciación política,

con el fin de lograr la voluntad de los jerarcas

de cada institución y el apoyo que requiere el

proyecto.

Promocionar el Observatorio de la Seguridad

Ciudadana como un instrumento interinstitu-

cional e interdisciplinario, capaz de facilitar el

conocimiento científico sobre la inseguridad y

la toma de decisiones para prevenirla.

Efectuar un análisis legal de las competen-

cias de cada institución productora de infor-

mación, con el propósito de determinar las

limitaciones que enfrenta cada una de ellas

en materia de divulgación y suministro de in-

formación.

Liderar un esfuerzo de capacitación inter e in-

terinstitucional para lograr el apoyo del perso-

nal involucrado en el suministro de informa-

ción.

Hacer un inventario de los recursos tecnológi-

cos y humanos disponibles en cada institución

y con capacidad para fortalecer el sistema.

Determinar un mínimo de información cuanti-

tativa, es decir, variables que serán incluidas

en el sistema, con niveles de desagregación

suficientes, para que el Observatorio de la Se-

guridad Ciudadana entre en funcionamiento.

La UT, bajo la supervisión de la CCI, liderará los

aspectos operativos de inicio del sistema y su per-

manencia. Para ello se requiere que siga una es-

trategia de trabajo no lineal, cuyas etapas sean

consecuencia unas de otras, pero que tengan la

virtud de retroalimentarse constantemente, para

funcionar como un círculo virtuoso que se fortale-

ce con la operación diaria. La estrategia incluye

desarrollar un proceso de conceptualización del

sistema, realizar un diagnóstico de las estadísti-

cas existentes, seleccionar y recolectar las varia-

bles, procesar los datos y confeccionar boletines.

El Observatorio Ciudadano de Seguridad Pública y

Percepción del Delito se concibe como un sistema

que será útil para la toma de decisiones. Por este

motivo, el acceso a la información por medios mo-

dernos (Internet, por ejemplo) debería estar garan-

tizado para las instituciones participantes. Sin em-

bargo, dado que también cumplirá la función de

informar, se estima conveniente crear una página

web, con acceso restringido, para el público en

general y particularmente para investigadores in-

teresados en el tema. Con referencia a ésta situa-

ción señala Erik Alda (España) en su libro Cual es

la salida: La Agenda Inconclusa De La Seguridad

Ciudadana) (2007) “es necesario Realizar un ba-

lance de la participación de los diferentes actores

(instituciones públicas, iniciativa privada, organi-

zaciones de la sociedad civil, etc.) en materia de

seguridad pública. Formular propuestas e iniciati-

vas orientadas a fortalecer la seguridad pública”.

CONCLUSIONES.

Los actuales índices de violencia y criminalidad en

el Estado de Sinaloa han posicionado a la seguri-

Page 30: HumanarEs No. 13

Hu

ma

na

rES

28

dad ciudadana como una de las principales de-

mandas de la sociedad. Esta situación es el resul-

tado de un proceso que lleva ya varias décadas,

en el que han coincidido diversos factores de tipo

social, económico, cultural e institucional que

operaron como posibilitadores para la generación

o reproducción de diferentes formas de compor-

tamientos violentos, en relación directa con la

agudización de las consecuencias de modalida-

des delictivas que ponen en riesgo el efectivo

ejercicio de algunos derechos humanos.

Dice (José M. Rico, Laura Chinchilla - 2002 Segu-

ridad ciudadana en América Latina: hacia una

política integral). “En conclusión, el Observatorio

Ciudadano de Seguridad debe ser una palanca

de evolución de conceptos y métodos asociados

a las políticas de seguridad y a su evaluación”

El factor seguridad - inseguridad pública en la ciu-

dad ha sido determinante a la hora de planificar

o, mejor dicho debiera haber sido determinante a

la hora de planificar políticas públicas al respec-

to. Dado que los números, estadísticas y valores

que conocemos a diario sobre la realidad violenta

que sucede en nuestras calles son alarmantes,

creemos que es necesario y urgente determinar

herramientas útiles para que las políticas públi-

cas se definan basándose en métodos cuantifica-

bles.

Por ese motivo nace el OCSEPU Observatorio de

Seguridad Ciudadana y Percepción del delito en

Mazatlán que pretendemos sea un programa a

nivel estatal, pues mediante su sistema de orga-

nización, cuantificación registro y cursos taller en

derechos humanos, derechos fundamentales,

cultura de la legalidad y denuncia ciudadana y de

desarrollo humano con la formación de valores;

podremos crear medidas de prevención epistémi-

cas y humanistas que coadyuven en la disminu-

ción de la inseguridad ciudadana.

*Académicos de la Universidad Autónoma de Sinaloa

Bibliografía.

Erik Alda (España) en su libro Cual es la salida: La Agenda Inconclusa De La

Seguridad Ciudadana) (2007).

Lucia Dammert en su libro Perspectivas y dilemas de la seguridad ciudadana

en América Latina (2007.

El académico del ITESO, David Gómez Álvarez, es quien encabeza “Jalisco

Cómo Vamos”.http://www.informador.com.mx/jalisco/2010/251427/6/

arrancan-las- actividades-del-observatorio-ciudadano-jalisco-como-

vamos.htm.

González, Patricia (2003), Seguridad ciudadana.

José M. Rico, Laura Chinchilla - 2002 Seguridad ciudadana en América Lati-

na: hacia una política integral.

Page 31: HumanarEs No. 13

VEJEZ «Yo pienso que no es justo, que la llamada tercera edad a los

60 años es demasiado prematura.»

Laura de Parma

29

HumanarES

Derechos humanos en frases

«Quien conserva la facultad de ver la belleza

no envejece.»

Franz Kafka

«Una bella ancianidad es, ordinariamente, la

recompensa de una bella vida.»

Pitágoras

«Cuando me dicen que soy demasiado viejo

para hacer una cosa, procuro hacerla

enseguida.»

Pablo Picasso

«Los que en realidad aman la vida son aque-

llos que están envejeciendo.»

Sófocles

DISCAPACIDAD «No es la discapacidad lo que hace

difícil la vida, sino los pensamientos

y acciones de los demás.»

«La discapacidad no está en las

personas faltas de una parte de

su cuerpo, está en la mente de

muchas que se dicen sanas.»

«No tengo complejos de ninguna clase; la vida sigue y yo también. Lo único

que quiero es que me miren con dignidad.»

Anónimos

Page 32: HumanarEs No. 13

30 de abril: Día del niño

30

Ya sabes que tienes derecho a la alimentación… pero sabes cual es

tu deber detrás del derecho a los alimentos?

Tú deber es: Comer de manera balanceada, no dejar de lado verduras y frutas, aunque en

ocasiones estos nos te gusten mucho. Tienes que comerlos. Tus padres no te darán de co-

mer nada que le haga mal a tu organismo, es su responsabilidad

alimentarte correctamente y es tu deber comer todos los

alimentos que ellos te proporcionen.

Todos los niños y las niñas

tienen derecho a la educación

Cuando estas estudiando tienes muchos

deberes que cumplir. Hablemos del respe-

to que debes de tenerle a tus maestros y

compañeros. No se vale portarse mal con

los maestros, así como respetas a tus pa-

dres, así se respeta también a los maes-

tros. A tus compañeros no les debes decir

cosas feas que los haga sentir mal, como

por ejemplo, groserías, insultos, apodos y

demás cosas que sean para herir sus sen-

timientos

1. Platícanos que alimentos son los que NO te

gustan. Escríbelos en este espacio y después

pregúntale a alguno de tus padres o la perso-

na que te cuida si esos alimentos que no te

gustan le pueden hacer daño a tu organismo.

Page 33: HumanarEs No. 13

31 Actividades 2. Cuidar el medio ambiente también es una de tus deberes,

Qué propones para el cuidado del medio ambiente?

3. Lee la siguiente historia.

5. El agua es un bien necesario para la salud, pero es escaso, por

eso hay que cuidarla. ¿Tú la cuidas? Responde lo siguiente.

4. ¿Qué haces tú para obtener el agua?

Page 34: HumanarEs No. 13

Actividades CEDH Sinaloa

Capacitación a elementos de seguridad

pública en Escuinapa, Sinaloa.

Plática con jóvenes en Preparatoria UAS

Guamúchil, Sinaloa.

Distribución de material con servidores

públicos de El Fuerte, Sinaloa.

Plática con jóvenes en COBAES 49 en el

Llano de los Rochín en Badiraguato, Sin.

Capacitación para maestros “Taller para la

vida creativa” en Villa Juárez, Navolato, Sin.

Conferencia sobre los derechos de los

Jóvenes en CBTIS 152, Escuinapa, Sinaloa.

Capacitación a ministerios públicos en las

instalaciones de la PGJE en Culiacán, Sin.

Dinámicas con niños en la Esc. Prim. Dr.

Luis G. de la Torre en Sinaloa de Leyva, Sin.

Plática con jornaleros agrícolas en la

comunidad de Sauz de Baymena, Choix,

Sinaloa.

Plática con jóvenes en CONALEP,

El Rosario, Sinaloa.

Dinámicas con niños. Esc. Sec. Fed. Benito

Juárez, Chametla, Rosario, Sinaloa.

Conferencia sobre derechos humanos a

alumnos de la UdeO campus El Rosario,

Sinaloa.

Page 35: HumanarEs No. 13

01-800-672-92-94

5. Contar con una narración de los

hechos que se consideran violato-

rios a los Derechos Humanos, esta-

bleciendo el nombre de la autori-

dad presuntamente responsable.

6. Entregarse, de ser posible, acom-

pañada de todos los documentos

con que la persona cuente para

comprobar la violación a los Dere-

chos Humanos.

7. Es importante mencionar que todos

los servicios que la CEDH propor-

ciona son gratuitos; para solicitar-

los no es necesaria la ayuda de un

abogado, ya que este organismo

público autónomo cuenta con per-

sonal capacitado para auxiliar,

orientar y asesorar jurídicamente a

quien lo requiera.

Para que la CEDH pueda tramitar

una queja , ésta deberá:

1. Ser presentada por escrito en las

instalaciones de la CEDH, o enviar-

se por correo o por fax. En casos

urgentes se admitirán las quejas no

escritas que se formulen por otro

medio de comunicación, como el

teléfono o e-mail; en esos casos,

únicamente se deberán mencionar

los datos mínimos de identifica-

ción. Cuando se trate de menores

de edad o de personas que no pue-

dan escribir, pueden presentar su

queja oralmente.

2. Dirigirse a la CEDH, o a su Presi-

dente, Dr. Juan José Ríos Estavillo,

y solicitar expresamente la inter-

vención de este organismo.

3. Estar firmada o presentar la huella

digital del interesado; la CEDH no

admite comunicaciones anónimas.

Por ello, si en primer momento el

quejoso no se identifica o no firma

su escrito de queja, deberá ratifi-

carlo dentro de los tres días si-

guientes a su presentación.

4. Contener los datos mínimos de

identificación, como son: nombre,

apellidos, domicilio y, de ser posi-

ble, un número telefónico en el que

se pueda localizar a la persona a la

cual le han sido o le están violando

sus derechos fundamentales, o, en

su caso, los datos de la persona

que presenta la queja.

¿Cómo presentar una queja

en la CEDH?

Si alguna autoridad te ha violentado algún derecho, y deseas

recibir orientación o presentar una queja, acude o llama a la

Comisión Estatal de los Derechos Humanos.

Aquí te podemos ayudar.

Page 36: HumanarEs No. 13

CEDH

CEDH

Lada gratuita

01-800-672-92-94

Consulta en internet

www.cedhsinaloa.org.mx

Tus derechos son nuestra fuerza!

Oficina Central

Oficinas Regionales

ZONA NORTE

Niños Héroes #781 sur

Col. Bienestar,

Los Mochis, Ahome, Sin.

Teléfono (668) 817-02-25

ZONA SUR

Amistad #1166, Int. 3,

Col. López Mateos,

Mazatlán, Sin.

Teléfono (669)986-85-99

ZONA DEL EVORA

Edif. Cinema del Valle,

local 10, Col. Morelos

Guamúchil, Sinaloa

Teléfono (673)732-80-04

Ruperto L. Paliza #566 sur

Col. Miguel Alemán,

Culiacán, Sinaloa.

Teléfonos

(667)752-24-21 y 752-25-75

e-mail:

informació[email protected]

¿DÓNDE ESTAMOS?