HISTORIA INSTITUCIONAL - Secretaría de Cultura...

HISTORIA INSTITUCIONALDEL INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURAY TURISMO, 1978- 2003

PATRICIA PECHA QUIMBAY

HISTORIA INSTITUCIONALDEL INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURAY TURISMO, 1978- 2003

LUIS EDUARDO GARZÓNAlcalde Mayor de Bogotá, D.C

ENRIQUE BORDA VILLEGASSecretario General

LUIS MIGUEL DOMÍNGUEZ GARCÍASubsecretario General

GERMÁN RODRIGO MEJÍA PAVONYDirector Archivo de Bogotá

PATRICIA PECHA QUIMBAYAutor

EDWIN HERNÁNDEZ HERNÁNDEZAsistente de Investigación

GYZELA GIRALDO FERNÁNDEZEdición y Coordinación Editorial

LUIS ENRIQUE RODRÍGUEZ BAQUEROCoordinador de investigación

Historias Institucionales

BERNARDO GONZÁLEZ GONZÁLEZDiagramación y armada electrónica

GYZELA GIRALDO FERNÁNDEZCARMEN LUCÍA GONZÁLEZ

Diseño de Carátula

SECRETARÍA GENERALUNIDAD IMPRENTA DISTRITAL

Impresión

ISBN958-97541-9-8

© Primera edición 250 ejemplares 2006Alcaldía Mayor de Bogotá

Impreso en Colombia

PRESENTACIÓN 9

INTRODUCCIÓN 11

I1 ANTECEDENTES 15La Unesco y las políticas culturales a nivel mundial 17

Orígenes de las políticas culturales para Colombia 19

Antecedentes institucionales en cultura y turismo para Bogotá 20La expedición de otras normas sobre cultura y turismo para el Distrito Especial 22Promulgación de un nuevo Estatuto Orgánico para Bogotá 24

El inicio de las políticas culturales para Bogotá 26

2 POLÍTICAS CULTURALES PARA BOGOTÁ 1978-1988 29Redimensión del tema de la cultura en Colombia 31

Creación del Instituto Distrital de Cultura y Turismo –IDCT– 32Funciones básicas del IDCT 32Estructura orgánica del Instituto 33

Evolución del IDCT en su primera década de funcionamiento, 1978-1988 35Consolidación y organización interna del Instituto 37Primeros estatutos orgánicos del IDCT 42La expedición del primer manual de funciones del IDCT 45

Primera restructuración del Instituto en 1988 53La participación ciudadana en los destinos del Distrito Especial 54La reorganización administrativa del IDCT 55

3 EL IDCT DESDE LA DÉCADA DE LOS NOVENTA 61Nueva evolución estructural del IDCT en 1990 63

El IDCT como ente rector de los procesos culturales y turísticos de Bogotá 65

Tercera restructuración del IDCT, 1995-1996 69La influencia del Plan Nacional de Cultura 70El IDCT y el Programa de Cultura Ciudadana 74

La restructuración del IDCT en 1998 82Funciones de las diferentes dependencias 83

La restructuración del IDCT en 2001 86

La gestión del IDCT bajo la segunda administración de Antanas Mockus 92

CONTENIDO

4I N S T I T U T O D I S T R I T A L D E C U L T U R A Y T U R I S M O

Bogotá en acción cultural 2001-2004 94Cifras y logros de la gestión del IDCT en el período 2001-2003 97

Los espacios institucionales del IDCT 103Los escenarios culturales 103

Cinemateca Distrital 103Teatro Jorge Eliécer Gaitán 104Teatro al Aire Libre de la Media Torta 105Planetario Distrital 106Galería Santa Fe 107Museo de Desarrollo Urbano 107Sala Oriol Rangel 108

Los escenarios de formación artística 108Academia Superior de Artes de Bogotá 108Academia Luis Antonio Calvo 108

Los escenarios de investigación 109Observatorio de Cultura Urbana 109Centro de Documentación en Cultura Urbana 109

CONCLUSIONES 111

ANEXOS 117Anexo 1. Cuadro de normatividad referencial IDCT, 1938-2003 119

Anexo 2. Cuadro directores del IDCT y alcaldes de Bogotá, 1978-2005 121

BI FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA 123Fuentes documentales inéditas 125

Fuentes documentales impresas 126

Bibliografía 127

5 H I S T O R I A I N S T I T U C I O N A L

HISTORIA DE LA ADMINISTRACIÓN DISTRITAL DE BOGOTÁ

PRESENTACIÓN

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ES POCO LO QUE HOY SABEMOS SOBRE LA HISTORIA delgobierno de Bogotá. Esta afirmación, debemos admitirlo, es apli-cable a cualquiera de las épocas que han dado forma a la ya largay compleja historia de la ciudad. El por qué de esto puede serlargamente discutido, pero al final no queda otra cosa que elvacío mismo y, lo que es más importante, la urgente necesidadde llenarlo, de corregir el error, de sentar las bases para que esalabor de conocimiento se realice de la mejor y más completaforma posible. Esta colección quiere, precisamente, aportar enesta dirección.

La atención de los investigadores urbanos se ha centrado en laarquitectura, en las producciones y circulaciones, en los conflic-tos, en los servicios públicos, en los ritmos y disciplinas citadinas,en fin, en la siempre difícil relación de lo público con lo privado,para mencionar apenas algunos de los asuntos que hoy sentimosurgentes. Sin embargo, sistemáticamente olvidamos que toda esatrama de tópicos y problemas está atravesada, sin excepción, porlo institucional. En otras palabras, la administración de una ciu-dad es una de las variables que no puede dejar de ser tenida encuenta si queremos entender a la ciudad y, basados en ello, me-jorar nuestra capacidad de regirla.

Conocer a fondo la historia del gobierno de una ciudad significaexplorar en detalle la naturaleza de las instituciones que no solohacen posible ese régimen sino que lo historizan, esto es, que losingularizan en el tiempo y en el espacio. Ahora bien, por lo ge-neral, las instituciones se materializan en entidades pues gober-nar no es en forma alguna una actividad etérea. Es en este senti-do que nos parece extraño el reiterado olvido en que mantenemosa la historia institucional en beneficio de una historia del discur-so, de la representación y, por supuesto, de la ya reconocida his-toria de la política. Por supuesto, no es que éstas no sean impor-tantes, sin duda lo son, pero ¿cómo entender el discurso o lapolítica o, aún más, el Estado, sin detenernos a examinar su ma-terialidad, esto es, el ensamble de entidades, de instituciones,que hacen concreto e históricamente significativo el acto de go-bernar? La respuesta es evidente: las instituciones y, con ellas, elconjunto de leyes y otras disposiciones legales y normativas quelas legitimizan, así como las prácticas, los procesos y las funcio-

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nes que en ellas se realizan y traducen en el espacio un modoespecífico de habitar, dicen del soporte, del ensamble, de la es-tructura que hace viable la duración de una ciudad, esto es, supermanencia en el tiempo.

Esta colección que publica el Archivo de Bogotá con clara con-ciencia de la importancia que tiene la historia institucional, reco-ge de manera sistemática el componente jurídico que sustenta lainstitucionalidad de la ciudad. Son pues, estos materiales, fuenteindispensable para el investigador y una herramienta esencial parael gobernante y el administrador, todavía más cuando hoy el go-bierno de la ciudad está empeñado en su modernización me-diante una profunda reforma administrativa.

ENRIQUE BORDA VILLEGAS

Al menos una cosa en nuestra ciudad era igual a todas lasciudades del mundo: los domingos vacíos e interminables,

tratábamos, inútilmente, de llenarlos con actos insignificantes.

…. Entonces, por un momento, éramos felices en el goce de laociosidad: comíamos con las manos tendidas en la hierba, nos

hacíamos tomar un retrato que el resto de la vida nos sirviera demotivo para reírnos de nosotros mismos, dormíamos a la sombra

de los árboles con la cara cubierta con un sombrero, nosmoríamos de amores inverosímiles…

… por no quedarnos solos en la casa, salíamos en busca deacompañamiento, y a veces éramos felices un domingo a las tres

de la tarde, solos en medio de la muchedumbre….

…. El lunes, una certidumbre nos llenaba de fortaleza: tarde otemprano volvería a ser domingo. Gabriel García Márquez. 1960.

INTRODUCCIÓN

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Con la aparición del proyecto de la ilustración, la concepción deModernidad comenzó a adquirir cuerpo, y el hombre inició latarea de buscar su mayoría de edad, es decir, valerse por sí mis-mo tanto intelectual como socialmente. Para alcanzar dicho ob-jetivo, necesitó volver los ojos hacia su entorno y valorar lo quele era propio, es decir, su cultura. Esta nueva idea de hombregeneró todo un desarrollo civilizatorio a través de un nuevo pro-yecto de sociedad por la vía de la cultura moderna en el sentidode ruptura mental de una época. Sin embargo, no basta un desa-rrollo de las fuerzas productivas, la industrialización, la econo-mía y la política, sin una valoración y un reconocimiento de loque somos, de dónde venimos y lo que nos hace únicos y dife-rentes frente al otro. El hombre se enfrenta a su destino y obrapor sí mismo, pero está condenado a la soledad, de tal maneraque asume ese vacío de una manera valiente, confrontando lascontradicciones de la sociedad, el desvanecimiento de las ideo-logías, la crisis de los fundamentos y la desaparición de los gran-des relatos que otorgaban sentido al mundo moderno. El avancetecnológico e instrumental del hombre no se da en forma simul-tánea con su perfeccionamiento en el sentido ético. No somospeores ni mejores hombres que hace mil años y las masacres noslo recuerdan cada día. Cada vez que nace un ser humano em-pieza el juego por cuestionar su instinto animal y el dominio de

sus coordenadas éticas. Su domesticación se hará mediante losmétodos de interiorización normativa que sólo la cultura puedegarantizar.

El proyecto de la Modernidad entró en América latina de maneraapremiante, generando un sincretismo violento de culturaspremodernas, dentro de un ideal moderno, que se ha extendidohasta hoy en día, cuando la globalización nos obliga aceptar unacondición posmoderna. Pero lo interesante es que en nuestromundo latinoamericano se presentan simultáneamente las dife-rentes dimensiones del tiempo en la cultura. Esa extraña coinci-dencia entre lo premoderno, lo moderno y lo posmoderno almismo tiempo es lo que caracteriza nuestra identidad cultural.Vemos un indígena guambiano o kogui utilizando un transportemasivo como Transmilenio, beneficiándose de las ventajas que leofrece un mundo tecnológicamente avanzado, pero no por elloestá obligado a desnaturalizarse de su identidad cultural. Si bienes cierto que el proceso de civilización mantiene una línea ho-mogénea (celulares, computadores, televisión), las culturas delmundo son diversas e innumerables, lo que provoca una resis-tencia eficaz a la estandarización de lo que somos y lo que pen-samos. De tal manera que en la defensa de esa diversidad cultu-ral se encuentra la posibilidad de alcanzar una sociedad más justay tolerante, concretar un hombre capaz de adquirir esa mayoríade edad, a través de sus representaciones mentales, sistemas devalores, creencias y expresiones del arte y la creatividad.

En Bogotá, junto a modificaciones arquitectónicas, ambientales ypaisajísticas se ha vivido una indudable transformación culturalen las últimas décadas. La preocupación en el Distrito Capital porconsolidar políticas públicas en torno a una mayor participaciónde los ciudadanos en actividades que permitan apropiarse de laciudad como un espacio de creatividad, recreación y goce hagenerado el surgimiento de instituciones como el Instituto Distritalde Cultura y Turismo –IDCT–, que fue concebido en 1978 comoel principal motor de construcción, planeación y ejecución de laspolíticas culturales. La presente reconstrucción histórica se basafundamentalmente en la búsqueda, ubicación, recopilación, aná-lisis y descripción de las diferentes etapas de organización admi-nistrativa por las que ha atravesado esta entidad. Si bien el IDCTreconoce al menos tres grandes etapas en su evolución y transfor-mación orgánica y administrativa, este documento muestra unInstituto que ha atravesado por constantes transformaciones ensu estructura original.

La investigación estableció que el IDCT ha modificado su estructuraorgánico-funcional de manera significativa no menos de cincoveces desde su creación: 1988, 1990, 1995, 1998, y 2001. Estastransformaciones obedecieron principalmente a la redefinición yexposición de políticas internacionales en los aspectos culturalesque redundaron en las entidades culturales de los ámbitos nacio-nales y locales; la especialización de las funciones, prioridades y

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alcances de las instituciones encargadas de la definición, ejecu-ción y evaluación de las políticas de corte cultural y turístico; loscambios en las administraciones distritales, cada una con una vi-sión particular de la gestión cultural, que influyeron en la concep-ción y organización del Instituto y, finalmente, a la introduccióndel concepto de participación ciudadana como mecanismo decontrol e inclusión de la sociedad bogotana en las actividades delIDCT, de acuerdo con las políticas y lineamientos de la adminis-tración distrital.

El interés fundamental del trabajo que se presenta a continua-ción consiste en documentar esas diferentes etapas de organiza-ción de la entidad, estableciendo cuadros orgánicos y funciona-les para entender la complejidad de las transformaciones asumidaspor el IDCT a lo largo de su existencia y los alcances y limitacio-nes de sus procesos de restructuración. Para esto, la investigaciónse ha organizado de acuerdo con tres grandes períodos que do-cumentan la creación y desarrollo del IDCT. En el primero, sepretende dar cuenta del contexto de definición y orientación delas políticas culturales a nivel mundial, a la luz de la ampliaciónde la noción de desarrollo hacia los aspectos sociales y de la inte-gración de la población en el desarrollo de la vida cultural. Asímismo, se documenta el surgimiento de los organismos estatalesresponsables de los asuntos culturales, y que constituyen los an-tecedentes en cultura y turismo para Bogotá.

En segundo lugar, se estudian los primeros diez años de funciona-miento del Instituto, al frente de sus responsabilidades como im-pulsor de la cultura, que estuvieron limitadas a la promoción delas bellas artes, con un acceso muy limitado de público, y a laadministración de los espacios y escenarios culturales que le fue-ron asignados. En la tercera parte del informe se presentan losresultados de la gestión de la entidad desde la década de los no-venta del siglo XX, y particularmente durante la segunda adminis-tración del Alcalde Mayor Antanas Mockus, en que el IDCT seproyectó como protagonista de la concepción, planeación y eje-cución de la actividad cultural del Distrito Capital. Allí también seincluye una breve presentación de los diferentes escenarios des-de los cuales el IDCT ha generado oferta cultural para la ciudad.

La información se presenta en orden cronológico, integrando lainformación de fuentes documentales primarias procedentes delarchivo del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, en donde seconsultaron principalmente las Actas de la Junta Directiva y lasResoluciones de la Dirección, desde la fecha de creación de lainstitución, además de los informes de la Dirección y de la Ofici-na de Planeación. También resultaron fundamentales los datostomados de los actos legislativos y administrativos publicados enlos órganos de difusión del Distrito y la nación, como los librosde Acuerdos del Concejo de Bogotá y el Diario Oficial.

Como fuentes documentales secundarias se consultaron los estu-dios adelantados por el mismo Instituto, así como los planes de

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gobierno de las administraciones Mockus y Peñalosa, que ayuda-ron a entender aspectos de la conformación político-administra-tiva de Bogotá para el período analizado. Para la elaboración deltexto se buscó un apoyo significativo en las normas y políticasrelativas a la cultura y al turismo en los niveles mundial y nacio-nal, generados desde finales de la década de los sesenta del sigloXX, y que mostraron el replanteamiento constante sobre las polí-ticas culturales. Aunque la bibliografía sobre el tema específicodel IDCT es escasa, se cuenta con una tesis elaborada por estu-diantes de administración de empresas, de la Universidad SocialCatólica de la Salle, escrita con base en informes presentados porla dirección del Instituto, y en la observación directa de la situa-ción administrativa a comienzos de los años ochenta, que pre-senta un panorama bastante cercano a la realidad del Institutoen sus primeros diez años de existencia.

Además de constituirse en una herramienta para la organizacióndel patrimonio documental conformado por esta institución, elobjeto de la presente investigación histórica consiste en compilarinformación y ofrecer fuentes documentales que hacen parte dela memoria de Bogotá, sobre diversos temas que están a la espe-ra de ser estudiados por futuros investigadores, para sus reflexio-nes y estudios sobre la ciudad y la cultura.

Esta investigación no hubiera sido posible sin la contribución deEdwin Hernández, politólogo de la Universidad Nacional deColombia, quien participó en el levantamiento de datos y criticópositivamente el trabajo, hasta su culminación. También agrade-cemos la labor adelantada en la Unidad de Investigación y Valo-ración Documental, especialmente a Luis Enrique Rodríguez, porsu orientación y estímulo permanente al trabajo. Por último que-remos reconocer la colaboración de Amparo Rincón, Archivistadel Instituto Distrital de Cultura y Turismo, por facilitar la consul-ta de los documentos de archivo utilizados en esta investigación.

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ANTECEDENTES1

LA UNESCO Y LAS POLÍTICAS CULTURALES A NIVEL MUNDIAL

Para hablar del desarrollo y evolución de las políticas culturales hay que referirseindudablemente a la Unesco, puesto que desde su creación en 1945, esta organiza-ción ha cumplido un papel fundamental en el contexto de definición y orientaciónde las políticas culturales mundiales, toda vez que ha fijado su accionar hacia laimplementación de un diálogo intercultural como estrategia de construcción de paz.La Unesco define la cultura como “el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales ymateriales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social.Engloba no sólo las artes y las letras, sino también los modos de vida, los derechosfundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creen-cias”1 . La visión de cultura como herramienta de pacificación global adquirió unaimportante dimensión hacia los años sesenta –que fue el decenio de la descoloniza-ción y el inicio de la desindustrialización a escala orbital– porque el modelo occiden-tal de desarrollo preponderante en ese tiempo, en el que predominaba el factoreconómico, había empezado a mostrar sus falencias y debilidades y pasó a ser consi-derado como una amenaza potencial para el desarrollo de la diversidad cultural enlos países en vía de desarrollo, debido a que este modelo importado de Europa, eraajeno a las tradiciones locales y provocó una ruptura con estas tradiciones. Con elproceso de autonomía generado en esta época, los pueblos comenzaron a tomarconciencia de sus propios modos de vida, valores y cultura local. Esta actitud cuestio-nó directamente la idea de la modernización como agente que despreciaba lo tradi-cional e implementaba el consumo de productos industriales.

En ese orden de ideas, hacia 1952 la Unesco a través de la Resolución 3.24 llamabaa estimular los estudios tendientes a armonizar la introducción de tecnología moder-na a los países en proceso de industrialización, respetando sus valores culturales paraasegurar el progreso social de los pueblos2. Con esto quedó reivindicado el derechode todos los países a contribuir en el desarrollo de un Estado moderno desde suspropias tradiciones culturales. Esta reivindicación se refrendó en 1966 con la aproba-ción de la Declaración Solemne sobre los Principios de la Cooperación Cultural Inter-nacional bajo el amparo de la Conferencia General de la Unesco. En esta declaraciónse puso de manifiesto que toda cultura tiene una dignidad y un valor que deben serrespetados y protegidos, por lo que todo pueblo tiene el derecho y el deber dedesarrollar su cultura. A partir de ese momento el tema de la cultura entró al discursodel desarrollo mundial, basada en tres supuestos fundamentales:

1. Que los estados miembros de la Naciones Unidas son políticamente soberanos y,al menos en potencia, económicamente autónomos.

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1 Unesco, Informe final de laConferencia Mundial sobrePolíticas Culturales, México,D.F., 26 de julio a 6 de agos-to de 1982, pág. 43.

2 Unesco, Actas de la 16ª Con-ferencia General, París, Im-prenta Polychrome, 1971,Vol. I, pág. 46.



2. Que cada uno de esos estados tiene una “cultura nacional” que debe ser desarro-llada.

3. Que cada uno de esos estados puede “desarrollarse” por separado, lo que en lapráctica significa acercarse a los niveles de vida y desarrollo cultural de los paísesmiembros de la Organización para la Comparación y el Desarrollo Económico(Ocde).

A partir de esta conferencia, se crearon en el ámbito mundial los organismos estatalesresponsables de los asuntos culturales. En Colombia nació Colcultura en 1968 me-diante el Decreto ejecutivo 3154. Este Instituto fue concebido como un estableci-miento público con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio inde-pendiente, cuyas funciones estaban relacionadas con la elaboración, desarrollo ycontrol de planes y programas de carácter cultural con el fin de ser difundidos dentrodel país y en el extranjero en coordinación con los Ministerios de Educación Nacio-nal y de Relaciones Exteriores3.

Para finales de los años sesenta, la Unesco asumió plenamente la responsabilidad deestimular una reflexión acerca de cómo integrar las políticas culturales en las estrate-gias de desarrollo económico y social del Estado moderno. La idea de desarrollo comoobjeto de política nacional empezó a extenderse, principalmente en el sistema de lasNaciones Unidas; al principio su alcance se limitaba a las realidades económicas y seaplicaba casi en forma exclusiva a los países tecnológica y económicamente atrasa-dos. Para los años setenta, la noción de desarrollo se amplió, diversificó y profundizóde manera progresiva hasta englobar los aspectos sociales. Este fue el principal objeti-vo sobre el cual giró la Conferencia Intergubernamental de 1970 celebrada en Veneciay en donde René Maheu, Director General de la Unesco, declaró que “el hombre esel agente y la finalidad del desarrollo, y este hombre no es la abstracción unidimensionaldel Homo economicus; es el ser concreto de la persona en la pluralidad indefinida desus necesidades, de sus posibilidades y de sus aspiraciones [...] por consiguiente, elcentro de gravedad del concepto de desarrollo se ha desplazado de lo económico a losocial y se ha llegado a un punto en que esta mutación empieza a abordar lo cultural”4.

En esta primera Conferencia se concluyó que la diversidad de las culturas nacionales,su singularidad y su originalidad constituían una base esencial para el progreso hu-mano y el despliegue de la cultura mundial, y se recomendó una serie de medidas alos gobiernos y a la Unesco, haciendo énfasis en los aspectos institucionales, admi-nistrativos y financieros de las políticas culturales. Entre las recomendaciones se en-contraba como punto fundamental el involucrar a los artistas en la formulación eimplementación de políticas culturales y explorar principios para aquellos que pu-dieran ser ayudados en el desarrollo de sus talentos. Con el propósito de acelerar laactiva participación de grandes sectores de la población en la creación y desarrollode la vida cultural de sus países, los estados miembros deberían asociarse con lasorganizaciones no gubernamentales en la búsqueda de un posible acercamiento a laelaboración e implementación de sus políticas culturales. Con estas recomendacio-nes quedaba claro que para lograr el desarrollo cultural se hacía necesaria y evidentela participación directa de la sociedad, involucrando activamente a los artistas y a lasorganizaciones destinadas a la fijación de tales políticas5.

Los gobiernos europeos fueron los primeros en seguir las orientaciones culturalesemanadas de la Conferencia de Venecia y en junio de 1972 organizaron en Helsinki(Finlandia) una Conferencia Intergubernamental sobre políticas culturales para Euro-pa. En esta reunión, se hizo hincapié en la cooperación y el intercambio culturales en

3 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Impren-ta Nacional, No. 32691, ene-ro de 1969, págs. 89-90.

4 Unesco, Actas de la 15ª Con-ferencia General, París, Im-prenta Polychrome, 1970,Vol. I, págs. 54-57.

5 Unesco, Actas de la 16ª Con-ferencia General, París, Im-prenta Polychrome 1971,Vol. I, págs. 54-57.


una escala regional, observando que el crecimiento económico de las naciones origi-naba desequilibrios que se manifestaban en una inadaptación cada vez más grandedel hombre a su medio de vida. También quedó claro que el objetivo primordial delos países en el tema cultural no era el progreso cuantitativo, ya que el desarrollo delas sociedades debería tender cada vez más al mejoramiento cualitativo de la vida6 .

Bajo este derrotero cultural, se dio una nueva Conferencia Intergubernamental sobrepolíticas culturales en Yakarta (Indonesia) en 1973. Allí se desarrollaron básicamentelos principios adoptados en las Conferencias de Venecia y Helsinki y se invitó denuevo a los Estados a formular sus objetivos económicos y sociales bajo una perspec-tiva cultural más amplia y a reafirmar los valores que favorecieran la edificación deuna sociedad de identidad “humana”7. Fue tal el auge mundial sobre el desarrollo depolíticas culturales que en la siguiente Conferencia Intergubernamental celebrada en1975 en Accra (África) se avanzó de manera significativa en la extensión de unanoción de cultura más allá de las bellas artes y el patrimonio. En esa oportunidad, seinvitó a los países para que abarcasen de una manera más armoniosa las visiones delmundo, los sistemas de valores y las creencias propias de cada sociedad, por ello enla Declaración Final de esta reunión se puso de manifiesto que la autenticidad cultu-ral y el progreso técnico eran, en la reciprocidad y la complementariedad de susefectos, la garantía más segura del desarrollo cultural de las naciones modernas8.

ORÍGENES DE LAS POLÍTICAS CULTURALES PARA COLOMBIA

En el ámbito colombiano, siguiendo muy de cerca el desarrollo mundial de las polí-ticas culturales, apareció el primer Plan Nacional de Cultura en 1976 en el cual secomenzó a tratar el tema de la descentralización cultural, aunque con innegableslimitaciones sociales y económicas. Un aspecto importante en el acercamiento co-lombiano a la realidad cultural del mundo se dio con la Conferencia Interguberna-mental sobre políticas culturales en América Latina y el Caribe promovida por laUnesco celebrada en Bogotá en 1978. En esta conferencia, se insistió en el mejora-miento global de la vida del hombre y del pueblo a partir de la promoción de unaidentidad cultural nacional.

El nacimiento del Instituto Distrital de Cultura y Turismo –IDCT– estuvo ligado a estaola cultural desencadenada por las diferentes conferencias intergubernamentales so-bre políticas culturales promovidas a nivel mundial desde la década del setenta y queculminaron con la Conferencia Mundial de Mondiacult (México) en 1982, en la quese aprobó la definición de cultura vigente en la institucionalidad cultural mundial. Apartir de este momento se generó una variada documentación sobre orientacionesculturales en las diferentes entidades gubernamentales, tanto distritales como nacio-nales, que permitieron sostener la existencia de un primer período de políticas cultu-rales de y para Bogotá, que van desde 1978 hasta 1990, caracterizado por la perma-nente orientación desde organismos internacionales, principalmente la Unesco.

En Bogotá, y de manera particular desde el IDCT, los lineamientos distritales en estosprimeros años del boom cultural tuvieron que ver, básicamente, con:

Una visión de la cultura limitada a las bellas artes y la cultura popular.La promoción de eventos de la llamada “alta cultura” (teatro, ópera, cine clásico,etc.) con un acceso pobre de público.La inexistencia de un plan o política cultural del gobierno distrital que sólo con-centraba su accionar en una serie de grupos y eventos artísticos.

ANTECEDENTES

6 Unesco, Actas de la 17ª Con-ferencia General, París, Im-prenta Orientaliste, 1973,Vol. I, págs. 103-114.

7 Unesco, Actas de la 18ªConferencia General, París,Imprenta de las PressesUniversitaires de France,1975, Vol. I, págs. 96-125.




La escasa armonización de la política cultural de la ciudad, que estaba desconec-tada de la participación civil y se limitaba a administrar los espacios y escenariosde la cultura en la capital9.

Las críticas sobre la asistencia técnica para el desarrollo mundial de la cultura, en laprimera mitad del siglo XX, estuvieron enfocadas principalmente al olvido de las cul-turas de cada país, de cada región y localidad. Con los desarrollos de las políticasculturales, tanto en el ámbito mundial como en los espacios nacionales y locales, lacultura entró a ser considerada como transversal a todo lo que contribuyera al desa-rrollo de la humanidad, ya no de una manera simple sino sostenible. Todos los esfuer-zos mundiales se centraron en construir una racionalidad orientada a garantizar queel ser humano de las nuevas generaciones pudiera disfrutar tanto o más de la diversi-dad en la que se envolvía el mundo, en cuanto a lo cultural, lo social y lo ambiental.Bajo estas perspectivas el IDCT surgió como la principal entidad en la generación depolíticas culturales y turísticas de Bogotá, aunque con limitaciones bastante conside-rables respecto al auge cultural que marcaba el derrotero mundial.

La administración de las actividades culturales representó una de las fases más diná-micas e importantes dentro del proceso global de gestión del desarrollo cultural enBogotá aunque esta gestión siempre estuvo referida a problemas u obstáculos comu-nes en la administración pública de la cultura. Estos problemas estaban relacionadosprincipalmente con:

Heterogeneidad de la organización administrativa en los niveles nacional, regio-nal y local.Centralización administrativa de las decisiones y concentración geográfica de losrecursos, acciones, programas y servicios culturales.Deficiencias en la coordinación de acciones culturales y poca efectividad paracapitalizar y dinamizar los escasos recursos requeridos para una gestión eficaz delo cultural.Poca incidencia en la inserción de la actividad cultural en las políticas e iniciativasde carácter social.El carácter marcadamente citadino de las actividades culturales y el predominiode concepciones elitistas sobre la acción cultural desempeñada por los gobiernosque excluía otros campos y manifestaciones culturales.Programación cultural dirigida exclusivamente a públicos adultos urbanosLa administración de actividades culturales como simples programas de organiza-ción y realización de espectáculos.Poca o nula participación popular en la planificación, administración y coordina-ción de las actividades culturales de los gobiernos ditritales.Poco financiamiento de la actividad cultural como política nacional o distrital.La exagerada burocracia que predominaba en los entes encargados de ejecutar ypromover las políticas culturales que demandaban la totalidad de los recursospercibidos.

ANTECEDENTES INSTITUCIONALESEN CULTURA Y TURISMO PARA BOGOTÁ

El primer antecedente en cultura y turismo distrital se dio con el Acuerdo 17 de 1938del Concejo de Bogotá que creó la Inspección General de Educación y Propaganda

9 Instituto Distrital de Culturay Turismo, Memorias Semi-nario Distrital “Políticas Cul-turales para Santafé de Bo-gotá”, Fundación Artes sigloXXI Imago. Santafé de Bogo-tá, D.C., 1999, pág 23.


Cultural dependiente de la Secretaría de Gobierno y a cuyo cargo estaría todo lorelacionado con las actividades educativas y del ramo de propaganda cultural delmunicipio. Entre sus funciones principales estaría la organización, funcionamiento ydirección técnica de talleres manuales, institutos profesionales y de comercio, así comola organización de bibliotecas escolares, plazas de deporte, asociaciones deportivas,cursos de información, conferencias y publicaciones relativas a las actividades munici-pales. Esta inspección dependía en su presupuesto de la Alcaldía de Bogotá, queaprobaba y destinaba las partidas para la instrucción pública10. Desde ese momento,la cultura comenzó a fortalecerse como sector público ligado a la educación.

Mediante el Acuerdo 4 de 1939 el Concejo de Bogotá estableció medidas especialescon el fin de canalizar los recursos de los espectáculos al aire libre relacionados conlos establecimientos administrados por el municipio. Este acuerdo dispuso la creaciónde un Fondo Rotatorio destinado a la contratación de espectáculos para el EstadioNemesio Camacho, la Plaza de Toros y el Teatro al Aire Libre. Para tal fin se destinóuna partida inicial proveniente de los fondos municipales y se determinó que con losdineros provenientes de los eventos deportivos celebrados en el estadio se sumarían aeste Fondo y se agregarían además todas las sumas que por concepto de exhibicionesse hicieran en los otros dos establecimientos municipales. Las utilidades generadas sedestinarían a la construcción, adiciones y mejoras de estos escenarios según distribu-ción del alcalde. Este Fondo estaría bajo la administración del Director Municipal deEducación y requeriría de la aprobación de la Alcaldía para efectuar los gastos11.

Un año más tarde, mediante el Acuerdo 28 de 1940, el Concejo de Bogotá determi-nó una nueva administración para estos bienes del Municipio. Se dispuso entoncesque el Estadio Municipal Nemesio Camacho y la Plaza de Toros de Santamaría estu-vieran a cargo de un administrador y de una Junta autónoma compuesta por dosconcejales y el Secretario de Gobierno municipal. Las funciones de esta Junta seríanlas de estudiar y resolver las iniciativas del administrador sobre la promoción deespectáculos y la conservación, adiciones y mejoras de estos escenarios públicosdisponiendo en una forma comercial la mejor explotación de estos bienes. Esta ex-plotación comercial debería armonizar los intereses fiscales con los sociales predomi-nando el aspecto relativo al fomento y estímulo a la educación y a los deportes. Eladministrador estaba facultado para celebrar contratos y efectuar los gastos necesa-rios para cumplir con los objetivos de la Junta; por otro lado, el Teatro al Aire Libresería administrado directamente por la Dirección de Educación Municipal12.

En materia de turismo, el Congreso Nacional mediante la Ley 48 de diciembre 10 de1943, sobre fomento del turismo en la República, elevó la Sección de Turismo quevenía funcionando como dependencia del Ministerio de la Economía Nacional a lacalidad de Dirección General de Turismo y estableció su sede en Cartagena como unintento de atribuir mayor importancia al fomento turístico del país. Esta Direccióncontaba con autonomía y presupuesto propio con lo que se ampliaba significativa-mente su margen de acción. Dentro de las funciones que se le atribuyeron estabacontrolar los servicios brindados a los turistas en los establecimientos hoteleros asícomo vigilar su estado e imponer sanciones a los mismos. Se dieron facultades ten-dientes a la creación de escuelas de camareros, guías y cocineros requeridos para elservicio de la industria de la hotelería y el turismo del país. Los hoteles y balneariospertenecientes a la nación quedaron automáticamente bajo la administración de laDirección General de Turismo, que, a su vez, fomentó la creación de oficinas deturismo municipal y departamental como actividades complementarias de promo-ción turística13.

10 Concejo de Bogotá, Acuer-dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año 1938,Bogotá, Imprenta Munici-pal, 1939, págs. 46-48.



13 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No.25424,diciembre de 1943, págs.885-886.

ANTECEDENTES



Por su parte, el Concejo de Bogotá, mediante el Acuerdo 77 de 1949 creó la Oficinade Servicios Culturales, Espectáculos y Deportes como una entidad dependiente dela Secretaría de Gobierno distrital que cumpliría con sus funciones a través de cincosecciones14:

La Sección de Control de Espectáculos se encargaría de la revisión de los eventospúblicos, de conceder o negar los permisos para la exhibición de cualquier clasede espectáculos públicos y velaría porque estos correspondieran al permiso expe-dido y a los anuncios hechos por las empresas.

La Sección de Extensión Cultural asumiría la promoción de toda clase de actosculturales como conciertos, exposiciones, conferencias o funciones de teatro; poresta razón se encargaría de la administración del Teatro Municipal así como de laorganización de centros culturales y bibliotecas buscando impulsar toda manifes-tación de orden cultural.

La Sección de Servicio Social de Espectáculos y Deportes organizaría periódica-mente eventos gratuitos para las clases populares en el Circo de Toros de Santa-maría, el Estadio Nemesio Camacho, el Teatro al Aire Libre, los estadios popularesy demás lugares apropiados para tal fin; se encargaría además de fomentar losdeportes, orientar su práctica atlética, administrar los gimnasios municipales ypromover la creación de otros gimnasios; también debería impulsar la creaciónde campos deportivos populares y la formación de equipos deportivos en losbarrios de la ciudad.

La Sección Circo de Toros de Santamaría se encargaría de administrar la plaza detoros y de organizar las temporadas taurinas, novilladas, becerradas y festivalestauromáquicos.

Por último, la Sección Estadio Nemesio Camacho tendría la función de adminis-trar el establecimiento y fomentar las prácticas deportivas y promover las activida-des programadas en este escenario.

Los gastos ocasionados por las actividades relacionadas con las funciones de estaOficina se realizarían a través del Fondo Rotatorio de Espectáculos Públicos.

LA EXPEDICIÓN DE OTRAS NORMAS SOBRE CULTURA Y TURISMOPARA EL DISTRITO ESPECIAL

Con la reforma a la Constitución Nacional en 1945, Bogotá dejó de ser un municipiomás y empezó a ser Distrito Especial. Sin embargo, y a pesar de su relevancia políticay jurídica, tuvieron que transcurrir nueve años para que se produjera un avancelegislativo en los artículos de la Carta Política referentes al tema de organizaciónadministrativa de la capital de la República. En 1953, el coronel Julio Cervantes,único alcalde militar de Bogotá del siglo XX, aprobó el primer plan regulador para laciudad bajo los lineamientos urbanísticos de Le Corbusier –que incluían ordenaciónde vías de comunicación y separación de tráfico, entre otras– que fueron la base parala distinción administrativa de Bogotá como capital nacional y como capital deCundinamarca.

A través del Decreto 3640 de 1954 se anexaron seis municipios circunvecinos a laciudad (Usme, Suba, Usaquén, Bosa, Fontibón y Engativá) y se organizó al DistritoEspecial de Bogotá como capital del país y del Departamento de Cundinamarca sinsujeción al régimen municipal ordinario. Podría decirse que la aparición de esta nor-ma fue el primer Estatuto Orgánico que tuvo Bogotá y que su promulgación estuvo

14 Concejo de Bogotá, Acuer-dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1949, Bogotá, ImprentaMunicipal, 1950, págs. 195-197.


ligada al fuerte carácter centralista que vivía el país en aquellos años. Este Decretodictó disposiciones relativas a la organización, funciones y atribuciones del ConsejoAdministrativo del Distrito y determinó que el jefe de la administración se llamaríaAlcalde Mayor, que sería nombrado directamente por el Presidente de la República yque este, a su vez, podría designar alcaldes menores en las zonas del Distrito queestimara convenientes para el desarrollo general de la ciudad capital15 .

En el ámbito cultural de la Nación, hacia 1950 el Ministerio de Educación Nacionalcontaba con la Unidad de Alta Cultura compuesta por las Academias Nacionales dela Lengua e Historia, el Departamento de Radiodifusión, los Institutos Caro y Cuervo,Etnológico, Antropológico Social y la Casa Museo Jorge Eliécer Gaitán. A través delDepartamento de Extensión Cultural y Bellas Artes manejaba las respectivas activida-des culturales, entre cuyas funciones resaltaban:

1. Exposiciones artísticas, conciertos y conferencias culturales2. Teatro y cine educativos3. Revistas y publicaciones a través del Fondo Rotatorio4. Feria de libros5. Educación artística relativa al dibujo y canto6. Comisión Nacional de Folclor7. Banda Nacional de Bogotá8. Teatro Colón.

Bajo el gobierno de la Junta Militar se expidió el Decreto Legislativo 272 de 1957 queautorizó al gobierno nacional para organizar una sociedad anónima denominadaEmpresa Colombiana de Turismo S.A. con domicilio en Bogotá. Esta se concibió comouna empresa de economía mixta en la que el Estado tuvo una participación del 51%del capital total. Su objeto principal era el fomento de la industria turística en elámbito nacional y el apoyo a las agencias o empresas encargadas de estas activida-des, por lo que se dispuso que podría establecer sucursales o agencias en el país o enel extranjero. También se autorizó a municipios y departamentos para suscribir ypagar acciones en esta sociedad a la que se traspasarían los hoteles pertenecientes ala nación. Durante su accionar se establecieron incentivos a la inversión y se elabora-ron planes o estrategias para el desarrollo hotelero y turístico colombiano16 . Juntocon estas actividades de acción nacional, y de conformidad con lo dispuesto en laLey 48 de 1943, el Ministerio de Fomento dictó el Decreto 2375 de 1957 que delegóal Distrito Especial de Bogotá facultades para el fomento del turismo en lo relativo ala explotación de eventos y programas distritales de atracción turística y determinóque los recaudos generados por esta explotación deberían destinarse favoreciendo ala construcción, sostenimiento y fundación de centros alimenticios y benéficos paraelevar el nivel de vida del pueblo de la capital17.

En cuanto a la organización de la cultura en el Distrito Especial, el Concejo de Bogotámediante el Acuerdo 58 de 1955 creó la División de Extensión Cultural dependientede la Secretaría de Educación del Distrito como entidad responsable de la programa-ción del Teatro al Aire Libre de la Media Torta, la Academia Luis A. Calvo y los centrosculturales de los barrios Kennedy y Trinidad Galán en los que se dictaban clases detiple, bandola, gramática musical y danzas. Como dependencias adscritas funciona-ban las Escuelas de Teatro, Bellas Artes y Títeres. Esta División coordinaba las activi-dades del Planetario Distrital, la Cinemateca, el Museo de Historia Natural, el Museode Desarrollo Urbano y el Museo Taurino. Además asesoraba los programas de la

15 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No. 28663,enero de 1955, pág. 111-112.

16 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No. 29551,diciembre de 1957, págs.833-834.

17 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No. 29565,noviembre de 1957, pág.1062.

ANTECEDENTES



Orquesta Filarmónica de Bogotá que era un organismo autónomo e independienteen administración y presupuesto. Entre las actividades que se desarrollaban bajo estaDivisión cabe mencionar los concursos de pintura infantil, conciertos de música co-lombiana, proyección de películas en los barrios, elaboración de programas y envíode artistas a los actos culturales solicitados por las Juntas de Acción Comunal y visitasa museos para alumnos de las escuelas distritales, entre otras18.

En el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas se aprobó en 1966 el pactointernacional de derechos económicos, sociales y culturales. A partir de ese momentoel tema cultural se redimensionó tanto en el ámbito nacional como distrital y empe-zaron a aparecer políticas relativas al quehacer cultural de los gobiernos. Las adminis-traciones nacionales y locales abordaron la elaboración y ejecución de planes de es-tudio, fomento y protección del patrimonio cultural, concretándose así los orígenes delas primeras políticas culturales dentro del país. A nivel nacional, se tuvo un antece-dente importante en torno al establecimiento de políticas culturales que más adelantese materializarían con la creación de Colcultura: en julio de 1966 se promulgó en Bogotála Declaración Final de Primer Congreso Nacional de Cultura, convocatoria hecha porla Dirección de Divulgación Cultural del Ministerio de Educación Nacional. Este con-greso, que reunió a trabajadores y agentes de la cultura del país, ventiló temas relacio-nados con “las artes plásticas y arquitectura; antropología y sociología; cultura y turis-mo, literatura y lingüística, folclor y artesanías; historia; música; y teatro”19.

El Acuerdo 3 de 1967 del Concejo de Bogotá creó el Fondo de Desarrollo PopularDeportivo y de Cultura del Distrito Especial cuyas funciones estaban relacionadascon la promoción y construcción de instalaciones para la formación física y la diver-sión deportiva de las clases populares tales como coliseos cubiertos, teatros, pistasatléticas, campos deportivos, piscinas y parques. También serviría como impulso atareas relacionadas con la construcción y rotación de bibliotecas populares, al patro-cinio de actividades encaminadas a la elevación del nivel cultural y deportivo de losciudadanos, como los concursos artísticos, literarios, exposiciones de artes plásticas,representaciones teatrales, de danza y campeonatos deportivos. Se autorizó al Fon-do para promover y coordinar las actividades y programas que adelantaran los clubessociales y deportivos patrocinados por empresas o asociaciones privadas existentesen Bogotá a fin de favorecer a otros sectores de la población. Así mismo se incentivóla construcción de un Coliseo Cubierto para espectáculos populares financiado di-rectamente por los fondos rotatorios municipales20.

PROMULGACIÓN DE UN NUEVO ESTATUTO ORGÁNICO PARA BOGOTÁ

En 1968, bajo el marco de una reforma constitucional, el gobierno nacional legislósobre la administración de las ciudades centralizando el gasto público, con lo que seinició un drástico período de quiebra fiscal en los municipios. Los alcaldes de lasciudades capitales perdieron recursos pero se fortalecieron administrativamente yaque el poder ejecutivo nacional fortaleció la inversión en las grandes ciudades. Fueasí como el Decreto Ley 3133 de 1968 dictó el Estatuto Orgánico de Bogotá, y deter-minó la participación del Distrito Especial en las rentas departamentales y nacionalesdadas sus condiciones de capital en los dos niveles administrativos. A pesar de suimportancia para la administración de la ciudad, la Corte Suprema de Justicia decla-ró inexequibles catorce artículos importantes de esta Norma que tocaban en formadirecta las rentas percibidas por Bogotá; sin embargo, la ciudad se gobernó y admi-nistró con lo poco que quedó de vigencia del Estatuto hasta el año de 1993, fecha enque se expidió el Decreto Ley 142121.

18 Concejo de Bogotá, Acuer-dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1955, Bogotá, Imprenta deBogotá, D.E., 1956, págs.190-200.

19 Úrsula Mena y Ana RosaHerrera, Políticas culturalesen Colombia, M&H edito-ras, Bogotá, 1994, pág. 107.

20 Concejo de Bogotá, Acuerdosexpedidos por el Concejo deBogotá en el año de 1967,Bogotá, Imprenta de Bogotá,D.E., 1968, págs. 3-5.

21 Congreso de la República,Diario Oficial , Bogotá,Imprenta Nacional, No.32690, enero de 1969,págs. 65-67.


El Estatuto Orgánico de 1968 buscó reformar la organización administrativa distritalpara adecuarla a los requerimientos básicos de su desarrollo y proyección institucional,mediante disposiciones relacionadas con recursos fiscales, régimen económico, ser-vicios públicos y agrupación orgánica de sus unidades administrativas. Además deesto se dispuso que la administración del Distrito Especial no estaría sujeta a lasregulaciones de la Asamblea ni a las de la Gobernación de Cundinamarca, con locual se abrió la posibilidad para que Bogotá contara con una autonomía administra-tiva y financiera que respondiera a su elevada condición e importancia geográfica ypolítica. Por ello, se determinaron plenamente sus principales organismos municipa-les: El concejo, la Alcaldía Mayor, las secretarías y departamentos administrativos, lajunta asesora y de contratos y la junta de planeación distrital. Para cada uno de estosorganismos se decretaron sus funciones, alcances y atribuciones políticas, adminis-trativas y jurisdiccionales.

Para este mismo año, por medio del Decreto Nacional 2700 de 1968 se creó laCorporación Nacional de Turismo –Corturismo– como una empresa industrial y co-mercial del Estado encargada de la promoción y control de la industria turística na-cional, remplazando a la Empresa Colombiana de Turismo. Esta entidad se encarga-ba de fijar las políticas nacionales de turismo, así como coordinar planes y proyectoshoteleros. Dentro de sus funciones también estaba la clasificación, reglamentación yotorgamiento de licencias de funcionamiento a todos los establecimientos hotelerosy turísticos. Con el Decreto Nacional 3154 de este mismo año, se creó el InstitutoColombiano de Cultura –Colcultura– y con la iniciación de sus actividades se supri-mieron la División de Divulgación Cultural, el Fondo Rotatorio de Publicaciones y elConsejo de Publicaciones del Ministerio de Educación Nacional. Muchas de sus fun-ciones y organismos dependientes pasaron automáticamente al nuevo ente cultural.Este Instituto fue concebido como un establecimiento público con personería jurídi-ca, autonomía administrativa y patrimonio independiente, cuyas funciones estabanrelacionadas con la elaboración, desarrollo y control de planes y programas de carác-ter cultural con el fin de ser difundidos dentro del país y en el extranjero en coordina-ción con los Ministerios de Educación Nacional y de Relaciones Exteriores22.

Bajo esta nueva organización administrativa, el Concejo de Bogotá creó mediante elAcuerdo 20 de 1968 la Dirección de Turismo de Bogotá cuyo objetivo principal era elimpulso y promoción del turismo hacia la capital del país a escala nacional e interna-cional. Otras de las pretensiones de esta dirección era la integración de los organis-mos de turismo existentes en el Distrito, la creación de incentivos para el avanceprogresivo de la actividad turística distrital y la coordinación de una política deplaneación y fomento del turismo mediante campañas publicitarias. También se leasignaron funciones protocolarias con el fin de servir como instrumento de relacio-nes públicas del gobierno distrital. En cuanto a su estructura administrativa, la Direc-ción de Turismo contaba con una Junta Directiva compuesta de nueve miembros: elAlcalde Mayor, cuatro representantes del Concejo de Bogotá, tres representantes dela Alcaldía y el gerente de la Empresa Colombiana de Turismo. Esta Junta contabacon un presidente, dos vicepresidentes y un director ejecutivo. Su estructura finan-ciera estaba cubierta por un presupuesto elaborado por la Junta Directiva y aprobadopor el gobierno distrital quien asignaba las partidas correspondientes23.

Si bien esta entidad presentó en sus inicios un perfil moderado, su campo de accióny las crecientes responsabilidades obligaron a la administración distrital a darle unmayor carácter institucional otorgándole la calidad de organismo público con plenaautonomía administrativa bajo una nueva denominación. Mediante el Acuerdo 12

22 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No.32646, noviembre de 1968,págs. 364-365.

23 Concejo de Bogotá, Acuer-dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1968, Bogotá, Imprenta deBogotá, D.E., 1969, págs.34-35.

ANTECEDENTES



de 1971 el Concejo de Bogotá suprimió la Dirección de Turismo de Bogotá y creó ensu lugar al Instituto Distrital de Turismo como establecimiento público con personeríajurídica y patrimonio propio cuyas funciones estarían ligadas a la programación, inte-gración, coordinación y financiación de los planes para el fomento y desarrollo delturismo nacional e internacional hacia la ciudad de Bogotá. Además de las funcionesheredadas de la antigua Dirección de Turismo, tendría la facultad de crear y partici-par en la constitución, establecimiento y funcionamiento de empresas comerciales ode economía mixta, destinadas para el desarrollo de políticas de fomento al turismodistrital. Este Instituto también se encargaría de la organización del concurso para laelección de la señorita Bogotá que participaría en el reinado nacional24.

Su estructura administrativa se basaba en una Junta Directiva similar a la de su prede-cesora: el Alcalde Mayor, cuatro representantes del Concejo de Bogotá, tres repre-sentantes de la Alcaldía y el Gerente de la Corporación Nacional de Turismo, quientendría voz pero no voto. El alcalde presidiría la Junta y en sus ausencias seríaremplazado por uno de los dos vicepresidentes. En lo relativo a su componente fi-nanciero, el patrimonio del Instituto estaba formado por las partidas presupuestalesdestinadas por el Concejo de Bogotá y por los auxilios y aportes de las empresasprivada y la oficial25.

Los bienes pertenecientes o administrados por la antigua Dirección de Turismo que-daron bajo su jurisdicción, además de contar con un inmueble de propiedad delDistrito Especial para su establecimiento y un centro de recepción turística en elAeropuerto Internacional El Dorado, donde eran atendidos los turistas por un grupode guías que se encargaban de recibirlos y realizar trámites relacionados conreservaciones de pasajes y de hoteles. También estarían encargados del protocolopara los actos de recepción a personajes ilustres que visitaban la capital y de organi-zar tours para los miembros de las misiones que por diferentes asuntos llegaban aBogotá. Para el desarrollo de estas actividades el Instituto de Turismo contaba conimportantes partidas anuales provenientes de la Lotería de Bogotá26.

EL INICIO DE LAS POLÍTICAS CULTURALES PARA BOGOTÁ

En 1974, como parte de las políticas y actividades de Colcultura, se promulgó unPlan Nacional de Política Cultural que partía de la base de que “la cultura no era sóloel producto refinado de una élite sino que era, en realidad, la esencia misma de laidentidad nacional”, en ese sentido, “recogió la discusión acerca de la existencia deuna cultura colombiana como suma y mestizaje de las diversas culturas nativas queprefiguraban una idiosincrasia propia, que era posible identificar para revalorarla in-terna y externamente”27. A partir de este diagnóstico sería posible conocer las necesi-dades y normas de convivencia de las diferentes comunidades colombianas de ladécada del setenta. Uno de los aspectos importantes de este plan era la argumenta-ción respecto a la conveniencia de convertir a Colcultura en un ministerio que per-mitiera contar con una posición administrativa de alto nivel y poder así disponer derecursos presupuestales, legales y personal ampliamente preparado para enfrentarlas necesidades culturales de la nación. El Plan propendía además por unas medidasde descentralización administrativa con el criterio de afianzar la centralización de loslineamientos de la política de cultura con el fin de ampliar la participación democrá-tica para conocer e inventariar las diversas expresiones culturales, regionales quepermitieran hacer eficiente y eficaz la labor de Colcultura. Estas medidas incluían:

24 Concejo de Bogotá, Acuer-dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1971, Bogotá, Imprenta deBogotá, D.E., 1972, pág. 37.

25 Ibíd.26 Concejo de Bogotá, Acuer-

dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1971, Bogotá, Imprenta deBogotá, D.E., 1972, págs.38-39.

27 Úrsula Mena y Ana RosaHerrera, Políticas culturalesen Colombia, pág. 145.


1. El diseño de un programa de promoción cultural de cobertura nacional a travésde los departamentos, intendencias, comisarías y del Distrito Especial de Bogotá,para la aplicación de la política nacional por medio de las Juntas de Cultura quesirvieran de instrumento asesor y de vínculo en las relaciones con entidadesdecisorias.

2. La creación de Juntas Seccionales de Cultura como órganos superiores de culturaen los departamentos, intendencias, comisarías y el Distrito Especial de Bogotá,integradas por representantes de la comunidad quienes identificarían los valoresculturales propios y característicos de cada sección, formularían políticas y prepa-rarían los programas culturales de acuerdo con la política adoptada por Colcultura.

3. La creación de los centros culturales como organismos que promovieran la forma-ción integral del individuo y el desarrollo cultural de la comunidad mediante laprogramación, información, promoción y ejecución de actividades de acuerdocon las características y condiciones de cada región.

4. La incorporación de la niñez y de la juventud como núcleo y población, objeto dela política cultural, mecanismo de adquisición de una conciencia individual ycolectiva sobre la identidad nacional.

Debido a la reflexión sobre políticas culturales que adoptó el Estado colombiano enel marco del proyecto de desarrollo cultural Colombia-PNUD-Unesco llevado a caboentre 1975 y 1976, Colcultura promulgó el primer plan de política cultural del paíscuyas metas eran reducir las desigualdades de esta índole que se presentan en lasociedad; estimular la actividad de las fuerzas productivas; enriquecer el patrimoniocultural de los colombianos; democratizar efectivamente la cultura, integrarla a lavida cotidiana del trabajador y acrecentar su potencialidad de transformación y decambio28. Bajo estos lineamientos gubernamentales orientó sus gestiones el InstitutoColombiano de Cultura por más de una década.

En el ámbito distrital, se plantearon discusiones sobre la organización del DistritoEspecial de Bogotá. En esa medida, por el Acuerdo 7 de 1977 del Concejo se dicta-ron normas generales para la integración, organización y funcionamiento de la admi-nistración distrital; se crearon categorías para las diferentes entidades descentraliza-das (establecimientos públicos, empresas industriales y comerciales, y sociedades deeconomía mixta) y se clasificaron los trabajadores pertenecientes a la administraciónpública del Distrito. También se dictaron normas para la organización y funciona-miento de las secretarías y departamentos administrativos distritales29. Debido al augede las políticas culturales a escala mundial, es en este momento en que se intentatrazar un horizonte en Bogotá definido por políticas con alto contenido de eficienciay competitividad. Se comenzó a construir el camino en que ninguna organizacióncultural que deseara permanecer en el ámbito distrital pudiera estar en manos de lasseñoras o señores de buena voluntad, como venía sucediendo con la administraciónde las organizaciones públicas dedicadas a los temas de cultura y turismo. El empirismoy altruismo administrativo en estos temas, de tanta importancia y trascendencia mun-dial, empezó su declive. Así las personas que manejaban los entes culturales tanto anivel nacional como distrital que eran empíricas en su accionar debido a la concep-ción de cultura como una forma de beneficencia o relaciones públicas empezaron aser desplazadas por personal capacitado en los aspectos administrativos y con ciertaexperiencia en los manejos financieros públicos o privados. De la concepción decultura como algo bonito o elegante se empezó a transitar, aunque de una manera

28 Ibíd., pág. 151.29 Concejo de Bogotá, Acuer-

dos expedidos por el Conce-jo de Bogotá en el año de1977, Bogotá, Imprenta deBogotá, D.E., 1978, págs.35-59.

ANTECEDENTES

paquidérmica, hacia una cultura como soporte del desarrollo del Estado nación, conuna cultura oficial debido a su condición multicultural y plurilingüe. Colombia cam-bió su concepción de país provincial a causa de las exigencias de la transición delmoderno sistema mundial, más versátil y exigente en donde la competitividad surgiócomo componente directo en la lógica cultural, aunque esta concepción sólo tomóconciencia como política nacional hacia la década de los noventa.



POLÍTICAS CULTURALESPARA BOGOTÁ 1978-1988

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REDIMENSIÓN DEL TEMA DE LA CULTURA EN COLOMBIA

La Unesco siempre ha hecho hincapié en los vínculos entre la cultura y los objetivosmás amplios del empeño humano, actividad que forma parte de un mandato consti-tucional básico. Esta visión sobre la importancia de la cultura adquirió una nuevadimensión en los años sesenta durante el decenio de la descolonización en el ámbitomundial. El modelo de desarrollo que prevalecía entonces ya había puesto de mani-fiesto sus límites y estaba empezando a ser considerado como una amenaza poten-cial para la diversidad cultural. Así, la Unesco asumió la responsabilidad de estimularuna reflexión acerca de cómo integrar las políticas culturales en las estrategias dedesarrollo mediante la realización de conferencias intergubernamentales sobre losaspectos institucionales, administrativos y financieros de las políticas culturales de lospaíses en desarrollo.

La penúltima de esta serie de conferencias regionales fue la Conferencia Interguber-namental sobre las Políticas Culturales en América Latina y el Caribe, que se celebróen Bogotá en enero de 1978. La “Declaración de Bogotá” adoptada por los partici-pantes, insistió en que el desarrollo cultural debería tener en cuenta un mejoramien-to global de la vida cultural del hombre. Esto se lograría con políticas destinadas aintegrar más activamente a la juventud, a los habitantes del campo y la ciudad, y a lamujer en todo quehacer educativo, científico y cultural, a fin de fortalecer la magnatarea de la preservación y el desarrollo de la identidad cultural. Así mismo, se debe-rían iniciar acciones tendientes a la elaboración y práctica de una política culturalque fomentara la libre confrontación de los diversos componentes contribuyendo ala pluralidad cultural de la nación,en forma que se lograra el mutuo enriquecimientode las comunidades para obtener su armoniosa integración30.

En el caso colombiano, se veía la necesidad de ajustar las políticas tanto nacionalescomo locales a las nuevas necesidades culturales de la población y, a su vez, dotarlasde la demanda de bienes y servicios culturales adecuados para satisfacerlas. En esesentido se tornaba inevitable una adecuación progresiva de las diferentes estructurasadministrativas e institucionales de acción cultural para enfrentar esa situación quesolo era el reflejo de los cambios en los imaginarios culturales y administrativos en losque se envolvía el mundo moderno. Este fue el antecedente sobre el cual se crearona nivel mundial organismos culturales públicos desprendidos de los estamentos bu-rocráticos de la educación, que fueron por antonomasia los encargados de proponery ejecutar las políticas relacionadas con el ámbito cultural. En ese orden de ideas,“una etapa de este proceso la constituye la creación de organismos autónomos deacción y fomento cultural, cuya institución legal [...] marca una tendencia hacia la

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separación burocrático-administrativa más acentuada de ambos sectores, el de la Edu-cación y el de los Asuntos Culturales, mediante el desprendimiento del área cultura dela jurisdicción ministerial de educación”31.

CREACIÓN DEL INSTITUTO DISTRITAL DE CULTURA Y TURISMO –IDCT–Bajo estas expectativas mundiales y ante la situación creada por la dispersión de lasactividades culturales y turísticas de Bogotá, por no hablar de la inexistencia de polí-ticas claras en este sentido, el 12 de enero de 1978, Bernardo Gaitán Mahecha,Alcalde Mayor de Bogotá, presentó el proyecto de acuerdo número 3, en el queplanteaba la necesidad de crear el Instituto Distrital para el Turismo, la Cultura, elDeporte y la Recreación, debido a que por esos días corría a cargo de varios organis-mos dispersos la responsabilidad de adelantar pequeñas e inconexas acciones en loscampos cultural, deportivo, recreativo y turístico. Por ejemplo, al Instituto de Desa-rrollo Urbano le correspondía la administración del Teatro Municipal Jorge EliécerGaitán, sin que esta entidad tuviera dentro de sus funciones nada que ver con lapromoción de eventos culturales y recreativos; así mismo, la Lotería de Bogotá admi-nistraba algunos parques, la Secretaría de Educación manejaba el Planetario Distritalcon su Museo de Historia Natural, mientras que el Fondo Rotatorio de Espectáculosadministraba “El Campín”32. La iniciativa de crear un organismo que reuniera todaslas dependencias encargadas de estas labores con el fin de buscar la armonía admi-nistrativa que redundara en una mayor cobertura y participación de la comunidad enlos eventos organizados por el Distrito, fue acogida y aprobada por el Concejo deBogotá mediante el Acuerdo 02 del 14 de febrero de 1978 creando el Instituto Distritalde Cultura y Turismo –IDCT– como un establecimiento público del régimen descen-tralizado, con personería jurídica, autonomía administrativa y patrimonio indepen-diente, sujeto a las normas del derecho público, con domicilio en Bogotá D.E., con elobjetivo de la promoción, programación, integración, coordinación y financiaciónde las actividades culturales y turísticas de la ciudad. Esta entidad remplazaría enfunciones y actividades al Instituto Distrital de Turismo33.

Este Acuerdo señaló que el patrimonio del IDCT estaría constituido por todos losbienes distritales dedicados a las finalidades conferidas a la entidad. Pasarían a sujurisdicción la Cinemateca Distrital, el Planetario Distrital, los Sótanos de la AvenidaJiménez de Quesada, el Teatro al Aire Libre de la Media Torta, los Museos de Desa-rrollo Urbano y Ciencias Naturales, el Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán, las Es-cuelas de Teatro y Artes Plásticas, la Academia Luis A. Calvo y los Centros Culturalesdependientes de la Dirección de Actividad Cultural de la Secretaría de Educación ylos bienes pertenecientes al antiguo Instituto Distrital de Turismo. El producto de losbienes patrimoniales por razón de prestación de servicios o por cualquier otro con-cepto, se tomarían como ingresos propios34.

También harían parte de su titularidad patrimonial los auxilios oficiales, donaciones,partidas presupuestales y participación en contribuciones, tasas e impuestos recibi-dos y destinados por el gobierno distrital para el cumplimiento de las funciones asig-nadas. Así mismo, se le transferiría parte del producto de los ingresos percibidos porconcepto del impuesto al consumo de cigarrillos extranjeros.

FUNCIONES BÁSICAS DEL IDCTPara el cumplimiento de los fines y objetivos propuestos para el IDCT se determina-ron las siguientes funciones:


32 Concejo de Bogotá, Expedien-te de Proyecto de Acuerdonúmero 4, 1978, folios 1-2.

33 Concejo de Bogotá, Analesdel Concejo de Bogotá, Dis-trito Especial, año XLII, No.1184, Bogotá, ImprentaDistrital, D.E., 1981, pág. 1.

34 Ibíd., pág. 2.


a) Formular políticas para el desarrollo cultural de los habitantes del Distrito estimu-lando los valores artísticos, fomentando la práctica de las danzas y el cultivo delfolclor, creando grupos teatrales, apoyando a los existentes y sus agremiaciones,dotando de escenarios a los barrios y auspiciando la enseñanza artística.

b) Difundir y promover las artes, la cultura y las ciencias en el área del Distrito Espe-cial de Bogotá, mediante programas y campañas asequibles a todos los sectoresde la ciudad.

c) Coordinar con otros Institutos oficiales o privados dedicados a estas materias elplaneamiento y ejecución de sus programas

d) Coadyuvar a la financiación y organización de certámenes culturales nacionales einternacionales con sede en Bogotá.

e) Velar por el estricto cumplimiento del Decreto Legislativo 398 de 1955 y su De-creto Reglamentario 1368 del mismo año (relativo a la presentación gratuita deartistas extranjeros).

f) Formular políticas para la promoción turística de la ciudad y coordinar las campa-ñas publicitarias correspondientes.

g) Velar por el cumplimiento de las normas de protección de los monumentos na-cionales y otros bienes inmuebles, zonas o sectores de interés histórico y artísticode la ciudad.

h) Actuar como órgano coordinador de las relaciones públicas del gobierno distritalen todos los actos que protocolariamente corresponden a las autoridades o de-pendencias del Distrito.

i) Crear y participar en la constitución y establecimiento de sociedades de econo-mía mixta, para lograr establecer rentas propias.

j) Estimular la promoción y ascenso de artistas y autores nacionales, mediante lacreación de premios, realización de concursos, etc.

k) Colaborar en la buena marcha de la Orquesta Filarmónica de Bogotá35.

Como objetivos específicos del IDCT en el campo de la cultura, debía prestar elapoyo para la difusión de los valores culturales y artísticos; lograr la mayor participa-ción de la ciudadanía en toda clase de actos culturales y de recreación, de tal modoque esto contribuya a mejorar el nivel de los bogotanos y visitantes; y promover lainvestigación sobre folclor y darlo a conocer a la ciudad. En el campo turístico lecorrespondía resaltar y difundir los diferentes aspectos de la vida de Bogotá y losatractivos turísticos de la ciudad dentro del país y en el exterior y brindar servicios derecepción e información a los turistas. Este servicio se establecería en el AeropuertoInternacional El Dorado y buscaba orientar no solo a los turistas sino también presen-tar a la ciudadanía capitalina los diferentes sitios culturales y de interés público36.

ESTRUCTURA ORGÁNICA DEL INSTITUTO

En cuanto a su estructura y organización, la administración del IDCT estaría a cargo deuna Junta Directiva compuesta por trece miembros y del Director quien sería su re-presentante legal. Este acuerdo de creación estableció que la Junta Directiva del IDCTdeterminaría la estructura orgánica con sujeción a normas de jerarquía específicas: lasUnidades con funciones de asesoría o coordinación se denominarían Comités o Con-sejos; las Unidades de nivel directivo se denominarían Secretaría General y Sub-

35 Concejo de Bogotá, Ana-les del Concejo de Bogotá,pág. 2.

36 Archivo de Bogotá, Fondo:Instituto Distrital de Culturay Turismo, “Informe de labo-res, Oficina de Planeación”,1980, caja 32, carpeta 622,folios 132-135.

POLÍTICAS CULTURALES PARA BOGOTÁ 1978-1988



direcciones; las Unidades operativas o de servicios administrativos internos se deno-minarían Divisiones, Secciones y Grupos; y las Unidades para el estudio o decisión deasuntos especiales se denominarían Comisiones o Juntas. Los actos que expidieran losórganos directivos del IDCT serían considerados, por razón de su naturaleza, comoActos Administrativos y, por consiguiente, estarían sometidos al procedimiento guber-nativo establecido en el Decreto 2733 de 1959 (interposición y resolución de recursoscontra los actos administrativos de las entidades distritales). En cuanto al régimen delpersonal al servicio del IDCT se estableció que todas las personas naturales seríanconsideradas trabajadores oficiales, mientras que los subdirectores, el secretario ge-neral y los jefes de división serían empleados públicos. Los empleados y trabajadoresque prestaban sus servicios en las distintas entidades y dependencias transferidas a laentidad, pasaron a integrar su planta de personal con las mismas condiciones labora-les y a partir de la entrada en funcionamiento del IDCT, la Junta Directiva se encarga-ría de establecer la reglamentación relativa a este régimen administrativo37.

La Junta Directiva se integraría así: el Alcalde Mayor (o su delegado, el Secretario deGobierno), el Secretario de Educación, cuatro representantes del Concejo de Bogo-tá, dos miembros de los estamentos culturales y uno del de turismo (elegidos por elConcejo de ternas enviadas por el alcalde), el gerente de la Corporación Nacional deTurismo (o su delegado, un subgerente), el Director del Instituto Colombiano deCultura (o su delegado, un subdirector), el Personero Distrital y el Director del De-partamento Administrativo de Acción Comunal. El Director del IDCT y el ContralorDistrital también harían parte de la Junta Directiva, teniendo derecho a voz pero sinvoto. El Secretario General del IDCT lo sería también de la Junta Directiva; la Juntapodría sesionar con cinco miembros siempre y cuando estuviera presente un conce-jal. Como órgano supremo de la dirección, a la Junta Directiva se le otorgaron lasfunciones de:

a) Formular la política general de la entidad, en coordinación con los planes dedesarrollo del gobierno distrital.

b) Aprobar los programas anuales de actividades culturales y de turismo y los pro-yectos específicos que sometiera a su consideración el Director del IDCT.

c) Expedir los estatutos orgánicos de la entidad y cualquier reforma que a ellos seintrodujera y someterlos a la aprobación del gobierno distrital.

d) Aprobar el presupuesto de la entidad de conformidad con las normas del CódigoFiscal Distrital y demás disposiciones pertinentes.

e) Autorizar y aprobar los contratos cuya cuantía se fijara en los estatutos.

f) Determinar la estructura interna del organismo, su planta de personal, el régimende remuneraciones y asignaciones y las funciones de las diferentes dependencias.

g) Aprobar los nombramientos de subdirectores, secretario general y jefes de divi-sión propuestos por el director.

h) Aprobar los planes de inversión que se proyectaran en los distintos sectores de suactividad.

La Dirección del IDCT se encargaría de la administración y su función principal seríala de ejercer la representación legal de la entidad. Este funcionario sería agente del AlcaldeMayor, de su libre nombramiento y remoción y tendría las siguientes funciones:

a) Dictar los actos, realizar las operaciones y los contratos que se requieran para elbuen funcionamiento del IDCT, de conformidad con los Acuerdos del Concejo,

37 Concejo de Bogotá, Analesdel Concejo de Bogotá,pág. 3.


las decisiones de la Junta Directiva y las demás disposiciones estatutarias querigen la entidad.

b) Nombrar y remover los empleados públicos del IDCT excepto los subdirectores,secretario general y jefes de división, cuyos nombramientos serían aprobados porla Junta Directiva. Además podría contratar los trabajadores oficiales que requi-riera la entidad.

c) Presentar a consideración de la Junta Directiva el Proyecto de Presupuesto y losplanes y programas que estime convenientes.

d) Presentar anualmente un informe de labores al Concejo Distrital, al Alcalde Ma-yor y a la Junta Directiva y los informes periódicos que ellos le soliciten.

Finalmente, el Acuerdo 02 de 1978 del Concejo de Bogotá dispuso que el IDCTcreara un Fondo Rotatorio destinado a efectuar publicaciones literarias, históricas,didácticas y científicas de aquellos autores que carecieran en forma comprobada derecursos económicos. La Junta Directiva se encargaría de reglamentar este fondo,con una cuantía inicial de quinientos mil pesos, así como de la calificación de lasobras que merecieran publicación con dineros del mismo38.

EVOLUCIÓN DEL IDCT EN SU PRIMERA DÉCADA DEFUNCIONAMIENTO, 1978-1988

El Alcalde Mayor Bernardo Gaitán Mahecha designó como primer Director para elIDCT al arquitecto Mario Noriega, quien estuvo seis meses en el cargo y orientó susgestiones iniciales al reconocimiento y adquisición efectiva de las entidades que sepusieron legalmente bajo la dirección de la entidad. Con base en el Acuerdo decreación emanado del Concejo Distrital, se procedió entonces al establecimiento delInstituto, siendo su director el encargado de determinar las políticas y estructurainterna más conveniente para el logro de los fines y actividades para las que fuecreado. Las Resoluciones del Director del IDCT Nº 1 y 2 de 1978, determinaron losnombramientos de los subdirectores: administrativo y financiero, de Cultura y deTurismo39. La Junta Directiva del Instituto, a través del Acuerdo 2 de 1978, fijó elpresupuesto de rentas e ingresos y gastos de la entidad en veintiseis millones sete-cientos mil pesos (26’700.000), con lo que se daría inicio a la etapa de consolidaciónadministrativa. Con base en este Acuerdo presupuestal, se pudo determinar la es-tructura inicial del IDCT así:

1. Junta Directiva2. Dirección (Oficinas asesoras Jurídica y de Planeación)3. Secretaría General (A cuyo cargo estaban las tres subdirecciones)4. Subdirección Administrativa y Financiera (Divisiones Financiera y Administrativa)5. Subdirección de Cultura (Divisiones de Extensión Cultural, y Artística)6. Subdirección de Turismo (Divisiones de Promoción y Desarrollo Turístico, y de

Servicios Turísticos y Eventos).

Esta estructura reflejó las disposiciones emanadas del Concejo de Bogotá en el Acuerdode creación de la entidad que determinaba las actividades básicas y la razón de suexistencia, es decir, actividades relacionadas con la cultura y el turismo.

Con el cambio de Alcaldía en 1978 –que quedó en manos de Hernando DuránDussán– vino la correspondiente rotación en la Dirección del IDCT siendo Cecilia

38 Ibíd., págs. 3-4.39 Archivo Instituto Distrital de

Cultura y Turismo, Libro deResoluciones de la Direc-ción, abril a diciembre de1978, s.f., págs. 1-3.




Fernández de Pallini la sucesora de Mario Noriega. Debido a este inevitable cambioadministrativo que trajo consigo una nueva forma de entender la organización delInstituto, sumado a la precariedad de las finanzas de la misma administración públicadistrital, el proyecto de Instituto que pretendió agrupar bajo una misma organizaciónadministrativa todos los aspectos relacionados con actividades culturales y turísticasde Bogotá, debió resignarse con ser una entidad de bajo perfil y dedicada a ejecutarlas acciones cotidianas heredadas por las diferentes dependencias que se le adjudi-caron, como programación de conciertos, proyecciones de cine y organización decelebraciones distritales. Esto se refleja en la producción documental de los primerosaños del Instituto, cuyos actos administrativos estuvieron orientados básicamente haciala incorporación, movilización y ubicación de personal de la entidad. El cambio en laadministración distrital, además del exiguo presupuesto que le fue asignado en prin-cipio, hizo que la organización interna del IDCT fuera básica y que tardara casi diezaños en determinar su primera estructuración.

Durante su etapa de consolidación la entidad careció de una sede propia para lasoficinas encargadas de la administración general. Geográficamente, en su organiza-ción física hacía honor a su característica de entidad distrital descentralizada: la sede“principal” se encontraba ubicada en la carrera 7ª Nº 27-52, segundo piso; en eseespacio funcionaban las oficinas de la Dirección General, Asistencia de Dirección,Subdirección Administrativa, Oficina Jurídica, Secretaría General, División Financie-ra, Sección de Presupuesto, Sección de Contabilidad, Sección de Tesorería, Oficinade Recepción, Radicación de Correspondencia y Oficina de Prensa. En el edificio delPlanetario Distrital ubicado en la carrera 7ª con calle 26 funcionaba la Subdirecciónde Turismo y la Oficina de Conservación de Monumentos. En otro espacio ubicadoen la carrera 7ª Nº 22-47 funcionaban las oficinas de la Subdirección de Cultura,División de Extensión Cultural, Sección Artística, División Administrativa y Oficina dePlaneación. La Sección de Servicios Generales funcionaba en la carrera 7ª Nº 22-4440. Con esta descripción puede apreciarse la dispersión característica del IDCT ensu etapa originaria.

Con el nombramiento de Cecilia Fernández de Pallini como Directora del IDCT, susacciones administrativas siguieron orientadas hacia el establecimiento de una organi-zación interna de acuerdo con los lineamientos del Concejo de Bogotá. Uno de losprimeros trámites administrativos relativos al funcionamiento organizacional fue lacreación de un cuerpo colegiado para la asesoría de la Dirección en la adquisición debienes y contratación de servicios necesarios para la puesta en marcha de la actividadinstitucional. La Resolución Nº 36 de 1978 del Director del IDCT determinó la crea-ción, composición y funciones del Comité de Compras que estaba integrado por:

1. El Director del IDCT (quien lo presidiría)2. Los Subdirectores3. Los Jefes de la División Administrativa y Financiera4. El Jefe de Servicios Generales (quien haría las veces de Secretario) y el Auditor

Fiscal de la Contraloría Distrital. Estos funcionarios asistirían con voz pero sin voto.

Este Comité tendría como funciones asesorar a la Dirección en la definición de polí-ticas para la adquisición de bienes y contratación de servicios; recomendar la apro-bación de compras de una cuantía superior a cincuenta mil pesos; asesorar a la JuntaDirectiva en la obtención de bienes por sumas superiores a quinientos mil pesos yproveer sobre las condiciones de pliegos de cargos para las licitaciones privadas opúblicas; presentar a la Dirección o a la Junta Directiva los estudios que se le enco-

40 Rosalía Cala Flórez y Luis Al-berto Ruiz Delgado, Basespara la reorganización admi-nistrativa del Instituto deCultura y Turismo del Distri-to Especial de Bogotá, Tesis,Universidad Social Católicade la Salle, Facultad de Ad-ministración de Empresas,Bogotá, 1982, pág. 34.


mendaran y; darse su propia reglamentación. La Resolución estableció disposicionesrelativas a las cuantías y requisitos exigidos para los trámites de compra de bienes yservicios; también determinó que las decisiones se adoptarían por la coincidencia deno menos de tres de sus miembros41.

Desde la creación del Instituto, la Oficina de Planeación se convirtió en la dependen-cia principal de apoyo para la Dirección, toda vez que ésta se erigió como la oficinaasesora que tenía a su cargo la labor de identificar necesidades, seleccionar aspectosprioritarios, describir y evaluar recursos, presentar alternativas concretas sobre la ad-ministración y hacer el seguimiento del proceso. Además de estas funciones, la Ofici-na de Planeación debía atender los estudios y sugerencias sobre los programas en lasáreas de cultura y turismo así como analizar y evaluar los aspectos organizativos inter-nos de la entidad para efectuar las modificaciones correspondientes. En el informede labores presentado por esta oficina durante la dirección de Cecilia Fernández dePallini (1978-1979) se ilustran de manera clara las políticas y funciones que definie-ron el accionar del IDCT en su etapa de conformación. Dicho documento exponíaque “la organización general del Instituto ha pretendido equilibrar el desarrollo de lostemas fundamentales de cultura y turismo. Se ha querido hacer posible que los ingre-sos puedan generarse en turismo y lleguen a subsidiar las actividades culturales”42.

Se evidenciaba así la precariedad presupuestal con la que inició labores el Instituto yque limitó de una manera enorme su gestión inicial. Además de la inestabilidadfinanciera, debió lidiarse con falencias de tipo administrativo debido a la inexistenciade un manual de funciones que orientara las acciones de las diversas dependencias,esto debido a la misma génesis con que se vio enfrentado el Instituto en sus inicios.En el mismo informe de Planeación se pone de manifiesto que esta oficina pretendiósatisfacer los requerimientos de la Dirección consecuente con su papel de oficinaasesora en asuntos de planificación administrativa, aun cuando se le otorgaban fun-ciones y desempeños, como oficina operativa, diferentes de su deseable posiciónevaluativa dentro del esquema organizacional. A esta oficina se debe el primer orga-nigrama del IDCT en 1978 y varios proyectos de manuales de funciones que carecie-ron de un valor significativo por cuanto no respondían adecuadamente con las res-ponsabilidades y alcances reales de las distintas dependencias. Así mismo, el IDCTprocuró establecer mecanismos para asegurar la continuidad de las acciones, evitan-do así que las fluctuaciones a que se ven sujetas las instituciones del Estado represen-ten para el Instituto la discontinuidad que siempre se producirá con los cambiospolíticos en prejuicio final de los servicios prestados. Con esta precisión queda claroque la actividad administrativa del Instituto estuvo sujeta, desde su creación, a lasinevitables posturas políticas de los encargados de la administración distrital.

Las primeras acciones administrativas del IDCT se centraron en el establecimiento deun soporte económico que le permitiera cumplir con los objetivos para los cuales fuecreado. El primer mecanismo utilizado por el IDCT para su refinanciación consistióen gran medida en la congelación de cargos; siete cargos fueron suprimidos y otrostantos empleados fueron removidos de sus puestos de trabajo. Esta actitud generó enestos una sensación de inestabilidad que posteriormente desembocaría en la organi-zación del Sindicato de Empleados (Sintracultur) en el mes de abril de ese mismoaño. Al finalizar éste, de 247 cargos creados solo 218 estaban ocupados por ellos43 .

Otra de las políticas iniciales del IDCT se centró en la difusión de su existencia me-diante estrategias de promoción de eventos en los que se mencionaba su nombrecomo ente organizador, pero principalmente a través de la publicación de un órganoinformativo de difusión institucional. Apareció entonces la publicación mensual del

41 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deResoluciones de la Direc-ción, 1978, págs. 3-4.

42 Archivo de Bogotá, Fondo:Instituto Distrital de Cultu-ra y Turismo, 1980, folios132-135.

43 Rosalía Cala Flórez y LuisAlberto Ruiz Delgado. Basespara la reorganización admi-nistrativa, pág 42.




IDCT y la Alcaldía Mayor de Bogotá denominada Culturismo, en la cual se consigna-ban las actividades relacionadas con las funciones y tareas ejecutadas por períodos,además de presentarle a la ciudadanía sus acciones y políticas relativas a las activida-des culturales y turísticas de la capital. En el boletín Nº 4 del año 1981, es posiblehallar los primeros programas y campañas emprendidos por el IDCT para el desarro-llo de sus funciones. En este ejemplar se menciona que la política central tenía comoobjetivo en sus comienzos lograr integrar todos los focos de cultura que manejaba elInstituto, en una estructura coherente y funcional que permitiera a la ciudadaníaidentificar con claridad la entidad que se ocupaba oficialmente de fomentar el movi-miento cultural y turístico de Bogotá. Con este fin se incluyeron en esta estrategiainicial dos de las salas culturales de mayor importancia en la capital como el TeatroMunicipal Jorge Eliécer Gaitán y la Cinemateca Distrital. Además de estas, se utilizóen las actividades culturales del IDCT el Teatro al Aire Libre de la Media Torta, y sefundó la Galería Santa Fe de Bogotá, situada en una amplia sala del Planetario deBogotá44.

Otras dependencias como el Planetario Distrital y el Museo de Desarrollo Urbanofueron objeto de unas políticas de identificación ciudadana en un intento del IDCTpor ocuparse de las instituciones que se pusieron bajo su tutela antes que proponerla creación de otras nuevas. Las actividades iniciales de la entidad estuvieron relacio-nadas con la dotación de elementos e insumos a las Academias con sede propia yque se encontraban en óptimo estado; remodelación y restauración de aquellas quepresentaban problemas de estructura física. Con este fin se destinaron importantesrubros para el mantenimiento y adecuación de escenarios y oficinas y para la posiblecreación de una escuela de capacitación para los profesores de las diferentes Acade-mias con el fin de cubrir los vacíos en su instrucción45.

44 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Informa-tivo Culturismo, número 4,Bogotá, D.E., febrero de1981, pág. 1.

45 Rosalía Cala Flórez y LuisAlberto Ruiz Delgado. Ba-ses para la reorganización,pág. 15.

En la Sala de música Oriol Rangelubicada en las instalaciones delPlanetario Distrital, fueron pro-gramados variados conciertoscomo una forma de dar mayorutilización de los servicios cultu-rales prestados por el IDCT.Muestra de ello, fue el “Concier-to de música de cuerda” ofreci-do en agosto de 1981.

Fotografía de Eliseo RúaFuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 13, Foto No. 1.

CONSOLIDACIÓN Y ORGANIZACIÓN INTERNA DEL INSTITUTO

Desde su creación el IDCT centró su objetivo general en alcanzar desarrollos propor-cionados de los dos temas básicos encomendados a su manejo: cultura y turismo.Básicamente, se pretendió llevar al alcance de la población general de la ciudad elacceso a las oportunidades culturales que, en forma normal, dados sus altos costossolo serían asequibles a una mínima proporción de la comunidad” también se buscó“promover los valores locales y que a partir del servicio a las necesidades de los


visitantes de la ciudad, sea posible conseguir recursos propios. El informe de Planeaciónde 1980 demuestra que para el logro de este objetivo fundamental se estructurarona su vez objetivos específicos por subdirecciones y divisiones y definía los aspectosfinancieros para su desarrollo46:

Subdirección Administrativa: Su objetivo se dirigió dentro del Instituto y consistióen el manejo de los recursos humanos, físicos y económicos, para cumplir por mediode su funcionamiento con los objetivos generales de los temas de la cultura y elturismo encomendados al IDCT. Tenía las siguientes divisiones:

División Financiera: Manejaba los recursos físicos y económicos del Instituto velan-do por su asignación y correcta ejecución presupuestal. Para su funcionamientorequería de las transferencias desde el nivel distrital.

División Administrativa: Manejaba los recursos humanos del Instituto y para pro-veer las mejores posibilidades físicas, también administraba la asignación de servi-cios de mantenimiento y dotación. Se sostendría por las transferencias distritales.

Subdirección de Cultura: Sus funciones estaban encaminadas a desarrollarse enexterior del Instituto, para llevar hasta el alcance de la población general oportunida-des de participación artística, conocimientos generales científicos y asistencia a espec-táculos y eventos, cuyo valor normal restringiría su accesibilidad social. Dependíande ella las oficinas de:

División Artística. Buscaba poner al alcance de la población oportunidades departicipación y apreciación de actividades artísticas, plásticas, musicales y escénicasa través de las Escuelas de Danzas folclóricas, Artes, Teatro, Títeres y Cerámica, yde las Academias Luis A. Calvo y Emilio Murillo. Sus fuentes de financiación proven-drían de recursos propios por matrículas y por mayores transferencias distritalescomo resultado de mejoras en el nivel académico.

División Científica. Pretendía llevar en la forma más clara posible un compendiode las apreciaciones y logros de la ciencia para la información de la población y asu ilustración general, a través del Planetario Distrital y los Museos de HistoriaNatural, y Desarrollo Urbano. Contaría con recursos propios derivados de la ven-ta de boletas de entrada a los establecimientos y transferencias para inversiones.

División de Divulgación Cultural. Buscaba poner al alcance de la población es-pectáculos vivos o filmados que ofreciendo la oportunidad recreativa a la pobla-ción, lograran también mejorar su capacidad de apreciación de tales eventos, através de la Cinemateca Distrital y los Teatros Jorge Eliécer Gaitán y Media Torta.Se sostendría por recursos propios generados por venta de boletería de sus esta-blecimientos.

Subdirección de Turismo: Dicha entidad buscó ampliar el mercado turístico, procu-rando valorar y optimizar los recursos turísticos y características de la ciudad, ademásde coordinar y facilitar la información sobre los recursos disponibles para ofrecer alvisitante y finalmente, promover y orientar para la población en general la aprecia-ción de valores y recursos de la comunidad, mostrando así la formación de nuevosflujos turísticos. Las siguientes divisiones estaban sujetas a su control:

División de Desarrollo Turístico. Procuraba la evaluación de los recursos turísticosde la ciudad y la región para maximizar su importancia y posibilidades de utiliza-ción para propios y extraños, derivándose de ello el incremento de estos. Su fi-nanciación estaría dada por transferencias distritales mientras se organizaran losmecanismos para la consecución de recursos propios.





División de Servicios Turísticos. Su objetivo era organizar y ofrecer al visitante dela ciudad a nivel oficial o particular la información básica sobre la infraestructuray recursos de la ciudad y asesorarlo para su consecución y búsqueda. Realizabainventario y actualización de los recursos disponibles y atendía los reclamos y elbanco de documentos perdidos. Sus fuentes de financiación estarían determina-das por recursos propios emanados de reservaciones y otros servicios turísticos.

División de Promoción Turística. Buscaba informar y ampliar el conocimiento dela población de la ciudad, sobre los recursos y valores propios. Organizaba paralas diversas entidades posibilidades para el desarrollo de actividades y eventospor realizar en grupos específicos, tales actuaciones permitirían la creación denuevos flujos turísticos. Se financiaría a través de recursos propios provenientesde la organización de eventos.

Debido a las limitaciones presupuestales del gobierno distrital el IDCT debió presentardesde su creación, varias propuestas de financiación al Concejo de Bogotá para laobtención de los recursos necesarios a fin de cumplir con los objetivos propuestos. Estaspropuestas giraban en torno a temas como la destinación del 1% del presupuesto distritalde la época para el funcionamiento del Instituto, transferencias del impuesto de cineen Bogotá, partidas para proyectos de interés social (trenes, caminos y educación cívi-ca), transferencias de fondos desde la Corporación Nacional de Turismo, creación deimpuestos de consumo turístico por servicios en hoteles y restaurantes47.

Resumiendo, entre 1978 y 1982 los servicios prestados por el IDCT tenían una claraidentificación respecto al objeto de desarrollo en las dos áreas fundamentales decultura y turismo. En el área de cultura se adelantaron eventos que permitieron elacceso directo del público a los diferentes bienes culturales de la entidad: espectácu-los en vivo como presentaciones artísticas y funciones teatrales, proyección de pelí-culas y sesiones de cineclubes, organización de recitales, festivales y concursos demúsica, conciertos didácticos, seminarios, conferencias y exposiciones. En cuanto alárea de educación artística se programaron cursos de educación formal de uno a seissemestres de clases en las academias y escuelas de la entidad y cursos de apreciacióncinematográfica en la Cinemateca Distrital. También se adelantaron acciones en elárea de la protección y conservación del patrimonio cultural como limpieza y restau-ración de monumentos, mantenimiento e inventario de museos. Dentro del área deturismo las acciones estuvieron encaminadas principalmente a la prestación de servi-cios a los visitantes y turistas nacionales y extranjeros para procurar una estadía másgrata. En ese sentido, se organizaron actividades como la recepción de visitantesnacionales y extranjeros, realización de documentales sobre sitios turísticos de Bogo-tá, participación en ferias turísticas internacionales, promoción de reinados, estable-cimiento de un puesto de información en el Aeropuerto El Dorado, tours por laciudad, capacitación de personal en aspectos turísticos y servicios de reservación dehoteles y pasajes48.

Durante sus primeros años de existencia el IDCT no registró cambios o hechos tras-cendentales que marcaran etapas definidas en su evolución orgánica y funcional.Este tiempo fue destinado a una fase de consolidación y organización interna querespondía tanto física como administrativamente a las necesidades y al objeto de sucreación que era reunir bajo una misma perspectiva administrativa al conjunto dedependencias dedicadas al fomento de la cultura y el turismo distritales. Por estarazón, en este período se evidencia una falta total de elementos administrativos talescomo estatutos orgánicos o manuales de funciones que, sin duda alguna constituye-ron una falencia importante afrontada por el IDCT en sus inicios. En su informe de

47 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Oficinade Planeación, Informe ge-neral de labores de la Ofici-na de Planeación, 1979, s.f.pág. 5.

48 Rosalía Cala Flórez y LuisAlberto Ruiz Delgado. Ba-ses para la reorganización,pág 27.


actividades de 1979, la Oficina de Planeación explicaba que a casi dos años de sucreación “el Instituto Distrital de Cultura y Turismo, todavía no había encaminado susesfuerzos hacia el análisis detenido de un plan para el desarrollo cultural de Bogotá”49.

Para 1979, la Oficina de Planeación del Instituto había identificado varios ejes proble-máticos en cuanto a la manera de organización y administración de la entidad, querequerían soluciones inmediatas para el mejor aprovechamiento de los recursos físi-cos, humanos y económicos con que contaba el IDCT en las áreas administrativa, culturaly turística. Dentro de las soluciones que se plantearon en ese entonces estaban:

Buscar la unificación física y la suficiente dotación de sus dependencias adminis-trativas.

Procurar el establecimiento de las normas y reglamentaciones para procedimien-tos y métodos del desempeño de actividades.

Revisar y manejar, con base en la experiencia laboral de la entidad, una reorgani-zación de la planta de personal para llevarla al servicio civil.Revisar el organigrama general de la entidad.

Procurar la integración del centro de información científica en el Planetario yconsolidar la comisión científica hacia la presentación de una visión dinámicamenteintegrada de las ciencias, desde el macro hasta el micro y desde las ciencias queestudian lo inerte hasta aquellas que trabajan con los aspectos orgánicos.

Desarrollar la integración del Planetario y el Parque de la Independencia buscan-do hacer de este último un muestrario de la flora nativa colombiana para la pro-moción de esos valores en los visitantes extranjeros y para el fomento de respetoy culto de la naturaleza en los nativos.

Llevar a cabo el programa de los Centros Culturales aun cuando en un principioesté limitado a unos pocos, pero sabiendo que a través de ellos debe descentra-lizarse la cultura y que su principal orientación debe ser para la creación de unapoblación sufrida y urgida de iniciarse en la vida y cultura urbanas.

Reorganizar el Museo de Desarrollo Urbano como Museo de Bogotá, constituyén-dolo en el eje de acción del Instituto en el barrio de La Candelaria y para comple-mentar desde la Subdirección de Turismo, los propósitos del proyecto de acuerdode la Comisión de La Candelaria.

En 1981 se programaron variadoseventos culturales nacionales e in-ternacionales en los escenariosdel Instituto. Los Carrangueros deRáquira se presentaron en el mesde mayo en el Teatro al Aire Librede la Media Torta para celebrar el“Día de las Madres”.

Fotografía de Manuel MorenoFuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 1, Foto No. 50.





Adecuar los puestos de información turística en el Aeropuerto El Dorado paraprestar debidamente los servicios y advertir desde allí a los turistas las medidas deseguridad y la prestación de servicios del Instituto.

Iniciar el estudio de las adecuaciones al patrimonio por La Candelaria como ac-ción turística del Instituto en la ciudad, y la promoción y coordinación de talesvalores en colaboración con Colcultura y las universidades.

Establecer permanentemente seguimiento, asesoramiento y servicios para la reali-zación de eventos culturales y turísticos en la ciudad, solucionando los aspectos detransporte, instalaciones físicas para convenciones e información sobre infraestruc-tura disponible de habitaciones, restaurantes y programas culturales o turísticos50.

En 1982 el IDCT se trasladó a una sede propia en el costado norte del edificio dondefuncionaba la Alcaldía Mayor, centralizando allí todas las dependencias administrati-vas a excepción del Almacén General y la Sección de Mantenimiento que siguieronlocalizadas en la carrera 7ª Nº 22-44. Con este acontecimiento empezó a evidenciar-se la necesidad de una organización interna más adecuada para el desarrollo de susactividades. En un análisis efectuado en ese mismo año, por estudiantes de la Facul-tad de Administración de Empresas de la Universidad de la Salle, se establecieron losprincipales problemas y causas de la situación relacionada con la carencia de defini-ción del soporte administrativo organizacional de la entidad. En primer lugar, se de-terminó que uno de los principales factores que influyeron para que el IDCT notuviera una evolución orgánica importante se debió a las mismas circunstancias enque fue creado, es decir, a la pretensión de agrupar una serie de componentes to-mando espacios físicos y personal de diferentes entidades con problemas propiosque dificultaron significativamente el establecimiento de políticas orientadas haciauna misma dirección. Otros aspectos mencionados tenían que ver con la problemá-tica presupuestal ya que el IDCT tenía unas obligaciones desproporcionadas conrespecto a los ingresos y partidas que se percibían para su funcionamiento. Así mis-mo se encontró insuficiencia de recursos humanos y en muchas ocasiones compo-nentes de ineficiencia de los mismos que desde luego dificultaban su crecimiento ydesarrollo administrativo; esto se manifestaba primero en desorden administrativopor la inexistencia de funciones específicas para las dependencias y cargos y las dife-rentes diligencias administrativas dentro de la entidad. Por último, se argumentó quelos problemas propios de todo organismo de reciente creación, debido a la falta deexperiencia e infraestructura administrativa y física, fueron condicionantes importan-tes en el cumplimiento de los objetivos propuestos en las áreas de cultura y turismo anivel distrital. La inexistencia de políticas definidas del IDCT en el desarrollo de susprogramas de cultura y turismo se debió a que la mayoría de los esfuerzos de susprimeras administraciones estuvo encaminada exclusivamente a la administraciónde los bienes y escenarios heredados a la entidad y su campo de acción en las políti-cas sobre cultura y turismo estaba reducido a los designios de las entidades guberna-mentales de orden nacional51.

PRIMEROS ESTATUTOS ORGÁNICOS DEL IDCTCon este complejo panorama administrativo, debieron adelantarse gestiones inme-diatas para solucionar estos inconvenientes, ya que la Dirección de la entidad teníaproblemas para realizar los actos administrativos necesarios por carecer de disposi-ciones estatutarias propias. Así, cuatro años después de su creación y a través delAcuerdo 01 de 1982 la Junta Directiva del IDCT aprobó sus primeros estatutos. Enellos se consignaron los aspectos relativos a su naturaleza y domicilio, objetivos y

50 Ibíd.51 Rosalía Cala Flórez y Luis

Alberto Ruiz Delgado, Basespara la reorganización, págs.33-34.


funciones, dirección y administración, estructura interna, Comité de Compras, régi-men jurídico de adquisición de bienes y régimen del personal. Todos estos aspectosrecogían ante todo los lineamientos determinados en el Acuerdo 02 de 1978 delConcejo de Bogotá relativo a la creación del IDCT. Estos Estatutos Orgánicos no va-riaron sustancialmente con respecto a los lineamientos del Acuerdo de creación ysólo hicieron algunas precisiones respecto al objetivo principal del IDCT, que consis-tía en la promoción del bienestar de la comunidad a través del desarrollo de activida-des culturales y turísticas en el territorio del Distrito Especial de Bogotá52.

Con respecto a la Junta Directiva, en los estatutos se estableció que sesionaría por lomenos dos veces al mes en la fecha en que ella misma determinara y extraordinaria-mente cuando lo convocara el Alcalde Mayor o cuatro o más de sus miembros. Po-drían asistir a sus reuniones ordinarias y extraordinarias cuando así lo determinara laJunta: los Subdirectores, los Asesores y demás funcionarios que fueran invitados aellas; las Actas de sus reuniones serían firmadas por el Presidente y el Secretario, unavez fueran aprobadas por la Corporación y se legajarían en un libro especial numera-do y rubricado en cada una de sus páginas. Los actos expedidos por este organismose denominarían Acuerdos. Las funciones de los diferentes estamentos se establecie-ron de la siguiente manera:

Funciones de la Junta Directiva

a Formular la política general de la entidad, en coordinación con los planes dedesarrollo del gobierno distrital.

b) Aprobar los programas anuales de actividades culturales y de turismo y los pro-yectos específicos que sometiera a su consideración el Director del IDCT.

c) Expedir los Estatutos orgánicos de la entidad y cualquier reforma que a ellos seintrodujera y someterlos a la aprobación del gobierno distrital.

d) Aprobar el presupuesto de la entidad de conformidad con las normas del CódigoFiscal Distrital y demás disposiciones pertinentes.

e) Autorizar y aprobar los contratos cuya cuantía excediera de $1.000.000, diferen-tes de los de obras públicas.

f) Determinar la estructura interna del Organismo, su planta de personal, el régimende remuneraciones y asignaciones y las funciones de las diferentes dependencias.

g) Aprobar los nombramientos de subdirectores, Secretario General y jefes de divi-sión propuestos por el Director.

h) Aprobar los planes de inversión que se proyectaran en los distintos sectores de suactividad.

i) Posesionar a los Directivos del IDCT.

52 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 1982-1985, s.f. pág. 1.

En 1982, las diferentes dependencias del IDCTse trasladaron a su sede propia, ubicada en lacarrera 8 Nº. 9-83, conocida como Casa de losComuneros.

Fuente: Archivo fotográfico IDCT.Oficina Asesora de Comunicaciones.




El Director del IDCT tomaría posesión de su cargo ante el Alcalde Mayor. El Secreta-rio General, los subdirectores, los asesores, el asistente de dirección y los jefes dedivisión lo harían ante el Director.

Funciones del Director

a) Dirigir, coordinar y controlar el personal y las demás actividades de la entidad, deacuerdo con los Estatutos Orgánicos y las disposiciones de la Junta Directiva.

b) Presentar a la Junta Directiva a más tardar el quince de agosto de cada año, elProyecto de Presupuesto de Ingresos y Gastos y los Planes de Inversión de laentidad.

c) Ejecutar el presupuesto del IDCT y presentar a la Junta Directiva los proyectos detraslados y adiciones presupuestales que sean necesarios.

d) Someter a la Junta Directiva las modificaciones de los Estatutos que considereconvenientes para el normal funcionamiento de la entidad.

e) Someter a la aprobación del gobierno distrital los estatutos aprobados por la JuntaDirectiva, lo mismo que sus modificaciones.

f) Someter a la aprobación de la Junta Directiva la planta de personal y sus modifica-ciones, el régimen de salarios y las funciones de las diferentes dependencias.

g) Delegar de acuerdo con las normas que determine la Junta Directiva, algunas desus facultades en los funcionarios de la entidad hasta el nivel de jefes de división.

h) Contratar el personal necesario para el IDCT, de acuerdo con las normas legales.i) Aprobar y suscribir los contratos cuya cuantía no excediera de un millón de pesos

diferentes de los de Obras Públicas y suscribir los de competencia de la JuntaDirectiva.

j) Presentar trimestralmente a la Junta Directiva informe sobre la ejecuciónpresupuestal y la ejecución financiera de la entidad.

Los actos administrativos de este funcionario se denominarían Resoluciones.

Incompatibilidades: los miembros de la Junta Directiva y el Director del IDCT nopodrían durante el ejercicio de sus funciones ni dentro del año siguiente de su retiro,por sí mismos ni por interpuesta persona celebrar contrato alguno con aquel, ni ges-tionar ante él negocios propios o ajenos. Tampoco podrán intervenir por ningúnmotivo y en ningún tiempo en negocios que hubiere conocido o adelantado duranteel desempeño de sus funciones y por razón de su cargo. Además de las inhabilidadese incompatibilidades previstas en los estatutos, quedaban comprendidas las que re-gulaban las Leyes y el Código Fiscal.

En lo relacionado con la estructura interna del Instituto, se estableció como nomen-clatura de las Unidades del IDCT, que las que ejercieran funciones de asesoría ocoordinación se denominarían Comités, y cuando incluyeran personas ajenas al IDCTse denominarían Consejos; las de nivel directivo se llamarían secretaría general osubdirecciones; las operativas que incluyeran los servicios administrativos internos sedenominarían divisiones, secciones o grupos.

Régimen de Personal:

Serían empleados públicos (además del Secretario General, los subdirectores y losjefes de división) el director y los asesores.

La descripción de funciones específicas de cada clase de cargo y el señalamientode requisitos mínimos para su ejercicio se especificarán en el Manual de Funcio-


nes que expediría el IDCT por medio de Resolución emanada de la Dirección yaprobada por la Junta Directiva.

Los empleados y trabajadores del IDCT se afiliarían a la Caja de Previsión Social deDistrito y al Fondo de Ahorro y Vivienda Distrital para la atención de los serviciosmédicos y asistenciales y el pago de las prestaciones sociales respectivamente.

Conformación del Comité de Compras: el Comité de Compras estaría integrado porlos siguientes funcionarios quienes actuarían con voz y voto: el Director del IDCT(quien lo presidiría), el Secretario General, el Subdirector Administrativo y Financieroy el Asesor Jurídico. Asistirían también al Comité el Jefe de la División Administrativa(quien haría las veces de Secretario) y el Auditor Fiscal ante el IDCT. Estos funciona-rios actuarían con voz pero sin voto. Otros funcionarios podrían ser invitados siem-pre y cuando por razón de su cargo pudieran contribuir a una mayor ilustraciónsobre los asuntos tratados. Las decisiones del Comité se tomarían por la mayoríaabsoluta de sus miembros53 .

Para hacerse una idea acerca de la organización inicial y evolución del IDCT, en susprimeros años de existencia, se puede apreciar el organigrama 1 y el cuadro 1 deevolución orgánica del Instituto en el período 1978-1982.

LA EXPEDICIÓN DEL PRIMER MANUAL DE FUNCIONES DEL IDCTLa aprobación de los estatutos en 1982 demostró que el IDCT estaba evolucionando,aunque de manera tardía, en cuanto a su estructura orgánica y funcional, pero fuecon la expedición del Manual de Funciones, a través del Acuerdo 23 de 1983 de laJunta Directiva, donde se especificó de manera más precisa la forma de organizaciónfuncional de la entidad en sus primeros años de gestión al frente de las actividadesculturales y turísticas bogotanas. El establecimiento de este manual de funciones anivel de cargos supuso un conocimiento real de la planta de personal del IDCT por loque a lo largo de sus 132 páginas puede apreciarse la descripción exacta de las activi-dades y responsabilidades de cada uno de los funcionarios vinculados a la entidad.

Entre sus principales novedades, respecto a la organización funcional implementadadesde su creación, estaba la aparición de una Oficina de Prensa adscrita a la Direc-ción que se encargaba de asesorar al director sobre aspectos relacionados con losmedios de comunicación para que estos participaran en las actividades del Instituto;también se encargaba de coordinar con los directores de los medios de comunica-ción la divulgación de las actividades culturales y científicas; desprendida de la ante-rior responsabilidad, debía velar por la oportuna entrega a los medios de comunica-ción de los boletines, fotografías, artículos y demás material relacionado con lasactividades del Instituto. Como puede verse, esta oficina se encargó inicialmente detoda la actividad propagandística de la entidad, con lo que se reforzaba la política dedifusión de las diferentes actividades e impulsaba la creación de un imaginario socialen el que el IDCT era el organismo distrital de mayor participación en los aspectosculturales y turísticos de la ciudad.

En cuanto a la Subdirección Administrativa y Financiera, pasó a tener tres divisionesbásicas de funcionamiento. A las divisiones Financiera y Administrativa se sumó ahorala de Personal –cuya base era la antigua sección del mismo nombre– con lo que se reflejóuna notoria preocupación por el cumplimiento de las disposiciones normativas yestatutarias sobre la administración de personal de la entidad, además de ejecutar elcontrol sobre el cumplimiento y aplicación de la planta de personal determinada porel manual de funciones. Como ejercicios específicos de esta División estaban la rea- 53 Ibíd., pág. 9.




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CUADRO 1EVOLUCIÓN ORGÁNICA DEL IDCT 1978-1982

NIVEL 0 NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3 NIVEL 4 NIVEL 5

Junta Directiva Dirección {Cr. Ac. Asesoría Jurídica {{Cr. Ac. 02/1978 02/1978, Concejo +F. Inf. Planeación/Concejo Btá} ; Btá} ;{+F. Ac. 1979, IDCT}{+F. Ac. 01/1982, 01/1982, IDCT}IDCT}

Asesoría dePlaneación {+F.Inf. Planeación/1979, IDCT}Comité de Compras{Cr. Res. 36/1978,IDCT} ; {+F. Ac.01/1982, IDCT}

Secretaría General Subdirección División Financiera Sección{+F. Inf. Planeación Administrativa y {+F. Inf. Planeación/ presupuesto y/1979, IDCT} Financiera {+F. Inf. 1979, IDCT} contabilidad {+F.

Planeación/1979, Inf. Planeación/IDCT} 1979, IDCT}

Sección deTesorería {+F. Inf.Planeación/1979,IDCT}

División Sección de PersonalAdministrativa {+ {+F. Inf.F. Inf. Planeación/ Planeación/1979,1979, IDCT} IDCT}

Sección ServiciosGenerales {+F. Inf.Planeación/1979,IDCT}

Subdirección de División Artística Academia Luis A.Cultura {+F. Inf. {+F. Inf. Planeación/ Calvo {Vpt: Ac. 02/Planeación/1979, 1979, IDCT} 1978, Concejo Btá}IDCT}

Academia de ArtesPlásticas {Vpt: Ac.02/1978, ConcejoBtá}Academia de Teatro{Vpt: Ac. 02/1978,Concejo Btá}Academia deDanza {Vpt: Ac.02/1978, ConcejoBtá}Centros CulturalesKennedy y TrinidadGalán {Vpt: Ac. 02/1978, Concejo Btá}

División Científica Sección Planetario{+F. Inf. Planeación/ Distrital {Vpt. Ac.1979, IDCT} 02/1978, Concejo

Btá}Museo de CienciasNaturales {Vpt. Ac.02/1978, ConcejoBtá}Museo deDesarrollo Urbano{Vpt. Ac. 02/1978,Concejo Btá}

División de Sección TeatroDivulgación Cultural Jorge Elécer Gaitán{+F. Inf. Planeación/ {Vpt. Ac. 02/1978,1979, IDCT} Concejo Btá}




CUADRO 1EVOLUCIÓN ORGÁNICA DEL IDCT 1978-1982 (CONTINUACIÓN)


SecciónCinematecaDistrital {Vpt. Ac.02/1978, ConcejoBtá}Teatro al Aire Librede la Media Torta{Vpt. Ac. 02/1978,Concejo Btá}

Subdirección de División de Sección PatrimonioTurismo {Vpt: Desarrollo Turístico {Vpt. Ac. 02/1978,Ac. 02/1978, {Vpt. Ac. 02/1978, Concejo Btá}Concejo Btá} ; Concejo Btá} ;{+F. Inf. Planeación/ {+F. Inf. Planeación/1979, IDCT} 1979, IDCT}

SecciónConservación {Vpt.Ac. 02/1978,Concejo Btá}Sección ProgramasEspeciales {Vpt. Ac.02/1978, ConcejoBtá}

División de Sección EducaciónPromoción Turística Cívica {Vpt. Ac. 02/{Vpt. Ac. 02/1978, 1978, Concejo Btá}Concejo Btá} ;{+F. Inf. Planeación/1979, IDCT}

Sección de Eventos{Vpt. Ac. 02/1978,Concejo Btá}

División de Servicios Sección RecepciónTurísticos {Vpt. Turística {Vpt. Ac.Ac. 02/1978, 02/1978, ConcejoConcejo Btá} ; Btá}{+F. Inf. Planeación/1979, IDCT}

Sección Control einfraestructura{Vpt. Ac. 02/1978,Concejo Btá}

Convenciones: +F: más funciones -F; menos funciones Cr: creada Sp: separada a nivel funcionalVpt: viene por traslado Cbn: cambia de nombre Fs: fusionada Pi: permanece igual

Fuentes: Concejo de Bogotá, Acuerdo 02 de febrero 2 de 1978; Dirección IDCT, Resolución 36 de septiembre 22 de 1978;Oficina de Planeación IDCT, Informe de labores 1978-1979, marzo 30 de 1979; Junta Directiva IDCT, Acuerdo 02 de octubre 28de 1982.

lización de estudios referentes a la clasificación de cargos, traslados, ascensos, selec-ción y vinculación de empleados y el adelanto de los procesos disciplinarios al perso-nal conforme al Reglamento Interno de Trabajo, convenciones o laudos arbitrales54.

Al analizar el manual de funciones de 1983, se aprecia una modificación importantedentro de la Subdirección de Cultura que unificó en la División de Divulgación Cien-tífica y Cultural a las dos dependencias que tenían a su cargo estas actividades. Estodemostró la especificidad de esta Subdirección en cuanto al ejercicio de sus activida-des desde la creación del Instituto. De la misma forma, la Subdirección de Turismo sevolvió más simple en su estructuración interna y ahora a través de la División de Pro-gramación y Servicios Turísticos coordinaba todo lo relacionado con la actividad en elárea turística del IDCT. En el organigrama 2 y el cuadro 2 evolutivo de la institución,54 Ibíd., pág. 20-52.


generado a partir del manual de funciones establecido con el Acuerdo 23 de la JuntaDirectiva del IDCT, puede apreciarse la estructuración de la entidad en aquellos años.

Esta estructuración orgánico-funcional se mantuvo hasta 1988, época en la cual seadelantó dentro de la Institución la primera gran reforma estructural desde su crea-ción. Hacia 1984 con Myriam Garzón de García como Directora del Instituto seinició la descentralización de lo académico en la entidad. Debido a su paso por otrasdependencias, en las que se empapó del manejo académico, impulsó toda la activi-dad artística que involucraba el accionar del Instituto hacia la población bogotana;para ello promovió el Plan de Desarrollo Cultural Comunitario que trataba de res-tructurar todas las Escuelas de Arte del Distrito que eran muy importantes en esemomento, a través de un plan concertado con la Universidad Pedagógica, el Depar-tamento Administrativo de Bienestar Social y la Secretaría de Educación. Así se logróque todas las escuelas de arte ubicadas en diversas partes de la ciudad pudieranreflejarse y llevar expresiones artísticas a los barrios, lo que produjo grandes avancesen el campo académico55.

En el informe de su gestión dejaba claro el interés que se presentó por parte del IDCTde clarificar programas turísticos y culturales que con mínimas inversiones alcanza-ran toda la importancia que la ciudad capital requería. En ese orden de ideas, secalcularon inversiones mínimas de mantenimiento y remodelación para las diferen-tes sedes y escenarios de propiedad del Instituto, por un valor cercano a los ochentamillones de pesos (80’000.000), todos con miras a ofrecer más y mejores servicios ala comunidad56. Una vez más las limitaciones de tipo presupuestal estaban a la ordendel día respecto al condicionamiento del avance en las actividades y objetivos en eldesarrollo de la gestión cultural y turística del IDCT.

A pesar de no contar con un decidido apoyo económico distrital, ya que la únicafuente de financiación del Instituto de ese entonces provenía del impuesto a loscigarrillos extranjeros, que se perdió por resoluciones del nivel nacional, el Institutodesarrolló actividades culturales como exposiciones en los museos que atrajeron grancantidad de visitantes a estos establecimientos, e inició el proceso de consecucióndel antiguo Palacio de la Merced que más tarde sería la sede de la Academia Superiorde Artes de Bogotá. De la misma forma, se trató de maximizar la actividad en losescenarios del Instituto a pesar de las falencias económicas.

Una medida significativa que permitió ampliar el número de eventos en diferentesescenarios de la ciudad fue el Decreto 0974 de 1969, expedido durante la alcaldía deVirgilio Barco, en el cual se obligaba a los artistas extranjeros a realizar funcionesgratuitas en el Teatro al Aire Libre de la Media Torta. Para el año 1979, el alcaldeHernando Durán Dussán modificó el artículo 5º del decreto, obligando a los artistasextranjeros que hicieran actuaciones en Bogotá, a presentarse gratuitamente en lasfechas y horas y en el sitio público y popular que determinara el IDCT, tales comocoliseos, el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, el Teatro al Aire Libre de la Media Torta, cárce-les, salones comunales, entre otros. De esta manera, durante más de diez años, en losescenarios del IDCT se ofreció al público bogotano una programación de espectácu-los con artistas nacionales y extranjeros que comenzaron a propiciar el interés de losciudadanos por la apropiación de los espacios públicos para el desarrollo de activida-des culturales.

En síntesis, durante la primera década de existencia, el IDCT orientó sus gestionesprincipalmente hacia su consolidación como organismo público rector de toda laactividad cultural en Bogotá mediante una estructura orgánica básica compuesta por

55 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, PeriódicoDC, Bogotá, febrero de2003, pág. 6

56 Archivo de Bogotá, Fondo:Instituto Distrital de Culturay Turismo, “Informe de Ac-tividades 1985-1986”, Ofi-cina de Planeación, 1986,caja 3, carpeta 29, folios 93-112.




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CUADRO 2EVOLUCIÓN ORGÁNICA DEL IDCT 1983


Junta Directiva Dirección {P.I. Asesoría Jurídica{P.I. Ac. 23/1983, Ac. 23/1983, IDCT} {+F. Ac. 23/1983,IDCT} IDCT}

Asesoría dePlaneación{+F. Ac. 23/1983,IDCT}Comité de Compras{P.I. Ac. 23/1983,IDCT}Asistencia deDirección{Cr. Ac. 23/1983,IDCT}Oficina de Prensa{Cr. Ac. 23/1983,IDCT}

Secretaría General Grupo Archivo y{+F. Ac. 23/1983, CorrespondenciaIDCT} {Cr. Ac. 23/1983,

IDCT}Subdirección División Financiera Sección deAdministrativa y {+F. Ac. 23/1983, PresupuestoFinanciera IDCT} {Sp.+F. Ac. 23/{+F. Ac. 23/1983, 1983, IDCT} IDCT}

Sección deContabilidad {Sp.+F. Ac. 23/1983,IDCT}Sección de Tesorería{+F Ac. 23/1983,IDCT}

División Sección deAdministrativa Servicios Generales{+F. Ac. 23/1983, {+F. Ac. 23/1983,IDCT} IDCT}División de Personal{Sp.+F. Ac. 23/1983,IDCT}

Subdirección de División de CinematecaCultura {+F. Ac. 23/ Divulgación Distrital1983, IDCT} Científica y Cultural {+F. Ac. 23/1983,

{Fs. Cbn: +F. Ac. 23/ IDCT}1983, IDCT}

Teatro Jorge EliécerGaitán {+F. Ac. 23/1983, IDCT}Planetario Distrital{+F. Ac. 23/1983,IDCT}Museo de HistoriaNatural {Cbn:+F.Ac. 23/1983,IDCT}Centro de Estudiossobre Bogotá{Cbn:+F. Ac. 23/1983, IDCT}Museo AntonioNariño {Vpt: Ac.23/1983, IDCT}Galería de Arte deBogotá {Vpt: Ac.23/1983, IDCT}




Banda Sinfónica{Vpt: Ac. 23/1983,IDCT}Sección CulturaPopular y CentrosComunitarios{Cbn:+F. Ac. 23/1983, IDCT}

División Artística Escuela de Danzas{+F. Ac. 23/1983, FolclóricasIDCT} {Cbn:+F. Ac. 23/

1983, IDCT}Escuela Superior deArtes {Cbn:+F. Ac.23/1983, IDCT}Escuela Superior deTeatro {Cbn:+F.Ac. 23/1983,IDCT}Academia Luis A.Calvo {+F. Ac. 23/1983, IDCT}Academia EmilioMurillo {Vpt: Ac.23/1983, IDCT}Escuela de Títeres{Vpt: Ac. 23/1983,IDCT}Escuela deCerámica {Vpt: Ac.23/1983, IDCT}

Subdirección de División de Coordinación deTurismo {+F. Ac. 23/ Programación y Capacitación y1983, IDCT} Servicios Turísticos Divulgación Cívica

{Cbn: +F. Ac. 23/ {Cbn: +F. Ac. 23/1983, IDCT} 1983, IDCT}

Coordinación deInfraestructura yControl deSeguridad {Cbn:+F.Ac. 23/1983,IDCT}Coordinación deProgramas yEventos Especiales{Cbn Fs: +F. Ac.23/1983, IDCT}

CUADRO 2EVOLUCIÓN ORGÁNICA DEL IDCT 1983 (CONTINUACIÓN)



Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 23 de junio 14 de 1983.

una Junta Directiva, una Dirección General, las Subdirecciones de Turismo, Cultura yAdministrativa, y las oficinas asesoras Jurídica y de Planeación. Esta primera etapa deorganización obedeció a un propio proceso de definición estructural que estuvo en-marcado por la fusión y anexión de instituciones con parte de sus funcionarios, en unintento por agrupar el turismo y la cultura que estaban dispersos en varias institucio-nes distritales, además de las limitaciones presupuestales propias de la administraciónpública de aquellos años, lo cual significó que la entidad ocupara un perfil relativa-mente bajo dentro del gobierno distrital y se limitara a la administración de los espa-cios y escenarios que se pusieron bajo su jurisdicción por disposiciones del Concejode Bogotá.


PRIMERA RESTRUCTURACIÓN DEL INSTITUTO EN 1988Luego de la Conferencia Mundial sobre políticas culturales realizada en México en1982 –donde se definió la institucionalidad de la cultura a escala mundial– la Unescodeclaró la década 1988-1997 como el Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural,el cual se enfocó hacia cuatro objetivos principalmente: reconocer la dimensión cul-tural del desarrollo, afirmar y enriquecer las identidades culturales, aumentar la par-ticipación en la vida cultural, y fomentar la cooperación cultural internacional. Du-rante esta década se impulsó el desarrollo de nuevas redes en el sector cultural yademás se reforzó la colaboración entre las organizaciones que prestaban asesoría enmateria de políticas culturales. También surgió la mayor parte de los programas mun-diales dedicados a la formación de “gestores culturales”; éstos nacieron como agen-tes culturales para asumir las posiciones de liderazgo en temas relacionados con laspolíticas, formulación, administración y ejecución de proyectos culturales. Duranteeste período creció el número de empresas públicas y privadas dedicadas a la cultu-ra, con lo que se revelaron las “industrias culturales”.

En el ámbito colombiano, después del período postfrentenacionalista y más exacta-mente durante el gobierno de Belisario Betancur (1982-1986) confluyó una serie defactores que pusieron a la orden del día temas polémicos como la descentralización,la regionalización y la participación. Esto generó nuevos escenarios e imaginariosadministrativos, políticos, sociales y económicos que desencadenaron en uno de loshechos más importantes en la historia reciente del país: la elección popular de alcal-des. El Acto legislativo número 01 de 1986 estableció la elección popular de alcaldesa partir de marzo de 1988. Se estipuló que el período de las alcaldías sería de dosaños sin posibilidad de reelección, que el alcalde se convertiría en jefe de la adminis-tración pública en su circunscripción, responsables de los Acuerdos del ConcejoMunicipal y Jefe de la Policía. La Ley 12 de 1986 conocida como ley de fortaleci-miento fiscal local se promulgó para descentralizar administrativamente los munici-pios, con lo cual se dio un nuevo giro a la concepción de las políticas sociales enBogotá57. Las anteriores normas son parte de un conjunto de acciones encaminadasa consolidar la democracia representativa para luego hacerla avanzar hasta la demo-cracia participativa mediante la descentralización y la presencia activa de las comu-nidades en la vida municipal.

La descentralización representativa iniciada en 1986 y que terminó con la figura dela democracia participativa, en el seno de la elección popular de alcaldes, fue unproceso que implicó:

La descentralización política expresada en la elección popular de alcaldes y en laparticipación comunitaria a través de las comunas en las juntas administradoraslocales (Ley 78 diciembre 30 de 1986).

La descentralización fiscal fundamentada en la transferencia del IVA a los munici-pios por parte de la nación, y la posibilidad de éstos para generar sus propiosrecursos a través del impuesto predial y los de industria y comercio (Decreto Ley1333 abril de 1986).

La descentralización administrativa plasmada en el estatuto básico de la adminis-tración municipal (Ley 11 de enero de 1986 y Decreto Ley de enero 15 de 1987).

La descentralización regional, que busca la integración de las regiones colombia-nas de acuerdo con características socioculturales, más que a criterios meramentepolíticos. (Proyecto de reforma constitucional, Art. 2, 44,49, 134, 139, 157).

57 Senado de la República,Historia de las Leyes, Bogo-tá, Imprenta Nacional, legis-latura de 1986, tomo II,págs. 11-29.




LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA EN LOS DESTINOS DEL DISTRITO ESPECIAL

La Ley 11 de 1986, Ley de Reforma Municipal, buscaba asegurar permanentementela presencia ciudadana y la activa participación comunitaria en la vida municipal, asícomo fortalecer la autonomía administrativa y fiscal de las células locales, moderni-zar las instituciones político-administrativas de los municipios en todo lo relacionadocon su organización y funcionamiento, y erradicar las prácticas indebidas y abusos,gracias a las medidas moralizadoras de algunas de sus disposiciones. Así, establecióentre otros, la creación de las Juntas Administradoras Locales. Sin embargo, el Conse-jo de Estado dejó sin piso legal el Acuerdo reglamentario para Bogotá, con el argu-mento de que en virtud de su condición de Distrito Especial, la ley no aplicaba parael caso de la ciudad.

Este enredo jurídico, sumado a la poca voluntad y desacuerdo entre las principalesfuerzas políticas, congeló el tema de descentralización en la ciudad58.

En este ambiente de incertidumbre se dieron las primeras experiencias de participa-ción ciudadana: en 1986, con un ejercicio liderado por la Alcaldía Mayor con apoyode un proyecto de cooperación técnica del Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo (PNUD), se adelantó un ejercicio de análisis de presupuesto para tressectores de la ciudad. En los Talleres Zonales, nombre que se le dio a esta práctica, seubicaron los primeros elementos para los planes de desarrollo local y de fortaleci-miento de la organización comunitaria para la definición y control del gasto público.Las entidades distritales ensayaron nuevas relaciones no clientelistas con las organi-zaciones comunitarias, permitiendo reflexiones sobre cómo instrumentar en Bogotálos procesos de descentralización, sobre los cuales se tenían muchas expectativas.Posteriormente, se ensayaron otros ejercicios de participación ciudadana, como losadelantados por la Alcaldía Mayor en 1989, para los sectores más pobres de cincoalcaldías menores. Los intentos por institucionalizar canales de relación entre la ad-ministración y las comunidades, se vieron afectados por las dificultades de modificarlos comportamientos sectoriales de las entidades y por la continuidad de las prácticasclientelistas de intermediación entre el ciudadano y las instituciones.

La llegada de Andrés Pastrana a la Alcaldía Mayor para dirigir los destinos de la capi-tal por designios del electorado, fue para el sector cultural bogotano un cambio muyimportante porque implicó un reconocimiento de la ciudad y con ello, los grandesproyectos nacionales dieron paso a actividades y programas que buscaron dimensionarlo local y construir ciudadanía. No en vano el plan de desarrollo del alcalde Pastranaestuvo centrado en la formación de ciudad basado en las actividades culturales pro-movidas desde el gobierno distrital59.

Con esta redimensión de la democracia en la que se le entregaba un papel fundamen-tal a la sociedad como copartícipe directa de la gestión distrital y local, el IDCT salióde su letargo administrativo, y realizó su primera gran restructuración desde su crea-ción. Con Alberto Upegui como Director del Instituto, vino una etapa de renovaciónadministrativa que buscaba centrar su gestión con criterios de eficiencia aunque, comoen los años anteriores, la difícil situación presupuestal fue un condicionante impor-tante en el desarrollo de las actividades del Instituto. Al inicio de esa Dirección, elInstituto estaba “básicamente sin presupuesto y así debió operar durante todo el año.La ciudad tenía abandonados muchos escenarios y posibilidades de divulgación cul-tural. El Teatro Jorge Eliécer Gaitán estaba dedicado al cine, así que hubo que restau-rarlo para realizar espectáculos organizados por el mismo IDCT. Durante el período1988-1990, se realizó una campaña de moralización de la entidad impulsada desdela misma Dirección ya que cuando Alberto Upegui llegó a este cargo “el IDCT tenía

58 Ibíd.59 Andrés Pastrana Arango,

Dos años de gestión porBogotá 1988-1990, Bogotá,Alcaldía Mayor de Bogotá,1991, págs. 80-81.


muchos problemas de corrupción: allí se robaba, se vendían horas extras y se comer-ciaba con elementos de propiedad del Instituto”60, por lo que fue necesario realizaruna tarea de saneamiento de la administración y crear un ambiente distinto paraadelantar los programas y políticas que pretendía emprender la administración distrital.

LA REORGANIZACIÓN ADMINISTRATIVA DEL IDCTCon el Acuerdo 39 de 1988, la Junta Directiva del IDCT, efectuó una reorganizaciónde la burocracia de la entidad mediante la cual modificó primero la orientación delas subdirecciones que había manejado el Instituto desde sus orígenes. Con una nue-va nomenclatura orgánica –que elevaba nominalmente a las divisiones a la categoríade unidades– se mantuvo la Subdirección Administrativa y Financiera con las Unida-des de Servicios Administrativos, Personal y Financiera, pero ahora se sumaba unanovedosa dependencia que influiría de manera significativa en la administración dela entidad. Se trataba de la Unidad de Sistemas, que buscaba propender por la utili-zación de los recursos humanos existentes, descargando al personal calificado detareas repetitivas y dotando a los niveles operativos y asistenciales de moderna instru-mentación, por lo que esta dependencia sería la encargada de asesorar a la Direc-ción del IDCT en la implantación de una red local de información realizada modular-mente para la planificación general de la entidad. La principal tarea que se pretendióimpulsar desde esta Unidad de Sistemas fue la de coordinar las telecomunicaciones,el paquete de inventarios, el manejo de la red, el área de autoedición y la venta deboletería de los diferentes escenarios por computador. De esta manera se fortalecíael área de sistemas logrando una mayor eficiencia en las tareas que a diario invo-lucraban gran cantidad de personal, tiempo y recursos61.

El cambio más significativo se dio en la reorganización de las Subdirecciones de Cul-tura y de Turismo que eran la base funcional del Instituto. Éstas seguirían bajo latutela de la Secretaría General de la entidad pero fusionadas ahora en la SubdirecciónOperativa, que manejaría cinco Unidades en las que se distribuirían las actividadesbásicas y los escenarios del IDCT:

Espectáculos: Teatros Jorge Eliécer Gaitán y Media Torta, Centros Culturales y laBanda Sinfónica

Cultural y Científica: Planetario Distrital (Sala Oriol Rangel, Sala Colombia, Gale-ría de Arte de Bogotá y Sala Rafael Pombo); y Museos de Ciencia Natural y de laCiudad

Desarrollo Cultural de la Comunidad: Enseñanza Artística (Escuelas de Teatro,Artes y Cerámica, Danzas y Ballet; y Academias Luis A. Calvo y Emilio Murillo) yPromoción de la Comunidad

Cine y Medios Audiovisuales: Cinemateca Distrital (Cineclubes, Fonoteca y Mu-seo de la Palabra)

Turismo: Puesto de información cultural y artística; y Servicios Turísticos62.

Adicional a este cambio operativo, la Dirección reunió bajo su tutela a un grupo depersonal especializado para cumplir funciones de asesoría en los diferentes camposde acción en los que se involucraban las tareas fuertes del IDCT, que se mantendríandurante el período 1988-1990 como entes consultores institucionales. Una de estasasesorías era la Programación y Coordinación que además de controlar y ejecutar lasdecisiones del Comité de Planeación, se encargaría de elaborar y mantener una de-tallada memoria de las actividades pasadas y futuras del Instituto y velar por su opor-

60 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, PeriódicoDC, Bogotá, febrero de2003, pág. 6.

61 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 1988, folios 87-120.

62 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 1983, s.f. pág. 87-103.




tuno y eficiente rendimiento. Otro de los ejes programáticos determinados por elInstituto en esos años fue un acercamiento más real a la comunidad de los barrios,por eso la Asesoría de Programas Especiales era la encargada de preparar y ejecutarlos programas y campañas diferentes a las normalmente desarrolladas por el Institu-to, en forma especial planes de acercamiento a la comunidad del arte y la cultura.

Para desarrollar el plan de difusión de las actividades, el IDCT contaría con la Aseso-ría de Relaciones Interinstitucionales que serviría de enlace con las demás institucio-nes nacionales e internacionales para promover e intercambiar programas, así comopara coordinar con los diferentes organismos públicos y privados los planes y progra-mas del Instituto. De la misma forma, la Asesoría de Divulgación, Publicaciones,Prensa y Relaciones Públicas coordinaría con los directores de los medios de comu-nicación la divulgación, propaganda y publicidad de las actividades culturales y turís-ticas emprendidas por la entidad. A esta Asesoría además se le otorgaron las funcio-nes de centralizar la organización y realización de ruedas de prensa, inauguraciones,desayunos, veladas artísticas, atención a personalidades, Juntas Directivas y celebra-ciones programadas por y en el IDCT; exaltar y conmemorar de manera especialfechas de importancia para los empleados del Instituto; y servir de enlace protocola-rio con la Alcaldía Mayor de Bogotá.

Con esta nueva organización administrativa y funcional, el Instituto reorientó susactividades hacia la búsqueda de una identidad institucional que le permitiera exten-der sus acciones principalmente hacia la población menos favorecida con los planesy programas distritales y nacionales, con miras a la extensión de la formación culturaly turística de Bogotá. Por esta razón las actividades más significativas de este períodofueron las relacionadas con los “Festivales de Cultura Popular” que se convirtieron enescenarios ideales en los que los artistas de las localidades presentaron y divulgaronsu trabajo ante la comunidad. La intención de este programa consistía en propiciar elacercamiento entre gestores culturales, artistas y la administración distrital, y dio comoresultado un inventario extenso de la actividad cultural en la ciudad63.

Adicionalmente, se inició un plan para la recuperación de los escenarios del Institutocon el fin de realizar espectáculos diversos y de fácil acceso a la población bogotana.De este período son los musicales en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán y eventos como laAntología de la Zarzuela y la Apoteosis Colombiana. En ese sentido, se inauguró laSala Oriol Rangel, que de ser un depósito pasó a ser un escenario cultural en el queexistía una programación de música colombiana cada martes. Fue tal el éxito deestos eventos musicales por su variedad, calidad y accesibilidad que a partir de en-tonces se programaron con mayor asiduidad en los escenarios administrados por elInstituto. Todo esto demostró que el IDCT poseía la infraestructura necesaria parahacer grandes espectáculos –de su propia producción– y que también podría llevar-los a los barrios y comunidades a pesar de los obstáculos económicos que rodearonlas actividades administrativas en ese período.

Esta estructuración orgánica rigió un par de años el IDCT, en los que se dedicó funda-mentalmente a consolidar su gestión dentro de las actividades culturales del Distrito.Para inicios de 1990, al Acuerdo 09 de la Junta Directiva estableció las funciones delas dependencias del Instituto con base en la estructura orgánica vigente, con lo quese avanzó bastante en la consolidación de las dependencias, funciones específicas ycargos de la entidad. El organigrama 3 y el cuadro 3 de evolución orgánica de eseperíodo ilustran los alcances de la reforma administrativa adelantada.



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Junta Directiva Dirección {-F. Ac. Comité de{P.I. Ac. 39/1988, 39/1988, IDCT}; Planeación {Cbn:IDCT}; {P.I. Ac. 09/ {+F. Ac. 09/1990, -F. Ac. 39/1988,1990, IDCT} IDCT} IDCT}; {-F. Ac. 09/

1990, IDCT}Auditoría Interna{Cr. Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 09/1990, IDCT}Comité de Personal{Cr. Ac. 39/1988,IDCT} Comité deRelaciones Laborales{Cbn:+F. Ac. 09/1990, IDCT}

Asesoría deProgramación yCoordinación{Cr. Ac. 39/1988,IDCT}; {+F. Ac. 09/1990, IDCT}Asesoría deProgramasEspeciales {Cbn:-F. Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 09/1990, IDCT}Asesoría deRelacionesInterinstitucionales{Cr. Ac. 39/1988,IDCT}; {+F. Ac. 09/1990, IDCT}Asesoría deDivulgación yPublicaciones{Cbn: +F. Ac. 39/1988, IDCT}Asesoría deDivulgación,Publicaciones,Relaciones Públicasy Prensa {Cbn:+F. Ac. 09/1990,IDCT}Asistencia deDirección {P.I.Ac. 39/1988, IDCT};{+F. 09/1990, IDCT}

Secretaría General Oficina Jurídica{-F. Ac. 39/1988, {Vpt: Cbn: -F.IDCT}; {-F. 09/ Ac. 39/1988, IDCT};1990, IDCT} {+F Ac. 09/1990,

IDCT}Subdirección Junta de ComprasAdministrativa y {Vpt: Cbn: -F. Ac.Financiera 39/1988, IDCT}{-F. Ac. 39/1988, Comité deIDCT}; {+F Ac. 09/ Compras {Cbn:1990, IDCT} +F. Ac. 9/1990,

IDCT}Unidad de Servicios Sección deAdministrativos Compras y{Cbn: -F. Ac. 39/ Suministros {Cr. Ac.1988, IDCT}; 9/1990, IDCT}{+F Ac. 09/1990,IDCT}

CUADRO 3EVOLUCIÓN ORGÁNICA DEL IDCT 1988-1990



Sección deAlmacén eInventarios {Cr. Ac.9/1990, IDCT}Sección Archivo yCorrespondencia{Vpt. Cbn: +F. Ac.9/1990, IDCT}Sección deServicios Generales{+F. Ac. 9/1990,IDCT}

Unidad de Personal Sección Hojas de{Cbn: +F. Ac. 39/ Vida {Cr. Ac. 9/1988, IDCT}; 1990, IDCT}{+F. Ac. 9/1990,IDCT}

Sección Nóminas{Cr. Ac. 9/1990,IDCT}Sección TrabajoSocial {Cr. Ac. 9/1990, IDCT}

Unidad Financiera Sección de{Cbn: +F. Ac. 39/ Presupuesto {+F.1988, IDCT}; Ac. 9/1990, IDCT}{+F. Ac. 9/1990,IDCT}

Sección deContabilidad {+F.Ac. 9/1990, IDCT}Sección deTesorería {+F. Ac.9/1990, IDCT}

Unidad de Sección de SistemaPlaneación y Integral deSistemas {Cr. Ac. 39/ Información {Cr.1988, IDCT} Ac. 9/1990, IDCT}Unidad de Sistemas{Cbn:+F. Ac. 9/1990,IDCT}

Sección deAdministraciónIntegral deOperaciones deEquipos {Cr. Ac. 9/1990, IDCT}

Subdirección Unidad de Teatro Jorge EliécerOperativa {Cr. Espectáculos {Cr. Gaitán {Vpt: Ac.Fs: Ac. 39/1988, Sp: Ac. 39/1988, 39/1988, IDCT};IDCT}; {P.I. Ac. 9/ IDCT}; {-F. Ac. 9/ {P.I. Ac. 9/1990,1990, IDCT} 1990, IDCT} IDCT}

Teatro al Aire Librede la Media Torta{Vpt. Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 9/1990, IDCT}Centros Culturales{Vpt. Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 9/1990, IDCT}Banda Sinfónica deBogotá {Vpt. Ac.39/1988, IDCT};{P.I. Ac. 9/1990,IDCT}




Unidad Cultural y Planetario DistritalCientífica {Cbn: {+F. Ac. 39/1988,+F. Ac. 39/1988, IDCT}; {P.I. Ac. 09/IDCT}; {-F. Ac. 09/ 1990, IDCT}1990, IDCT}

Museo de CienciaNatural {Cbn:+ F.Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 09/1990, IDCT}Museo de laCiudad {Cbn: Ac.39/1988, IDCT};{P.I. Ac. 09/1990,IDCT}

Unidad de Enseñanza ArtísticaDesarrollo Cultural {Cbn: Ac. 39/de la Comunidad 1988, IDCT}; {P.I.{Cr. Ac. 39/1988, Ac. 09/1990,IDCT}; {-F. Ac. 09/ IDCT}1990, IDCT}

Promoción a laComunidad {Cr.Ac. 39/1988,IDCT}; {P.I. Ac. 09/1990, IDCT}

Unidad de Cine y CinematecaMedios Audiovisuales Distrital{Cr.Sp: Ac. 39/1988, {Vpt: +F. Ac. 39/IDCT}; {+F. Ac 09/ 1988, IDCT}; {P.I.1990, IDCT} Ac. 9/1990, IDCT}Unidad de Turismo{Vpt.Cbn:+F Ac.39/1988, IDCT};{-F. Ac. 09/1990,IDCT}




Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 39 de noviembre 23 de 1988; Junta Directiva IDCT, Acuerdo 09 de febrero 21 de 1990.



EL IDCTDESDE LA DÉCADA DE LOS NOVENTA

3

NUEVA EVOLUCIÓN ESTRUCTURAL DEL IDCT EN 1990Bajo el paradigma del Decenio Mundial de la Cultura –cuyo programa de acción searticulaba en torno a objetivos como la dimensión cultural del desarrollo, el enrique-cimiento de las identidades culturales, la participación de la vida cultural y la coope-ración cultural internacional– Colcultura propuso en 1990 un plan de política culturaldenominado Nueva orientación de una política cultural para Colombia, que “preten-día ser un esfuerzo de formulación y ejecución de políticas culturales [...] acorde conlas características de nuestro patrimonio cultural, las necesidades del desarrollo econó-mico y social del país, las metas de bienestar de la comunidad y los requerimientos delafianzamiento democrático, bajo una concepción clara y explícita del papel del Estadoen la promoción y preservación de la cultura”64. Este plan generó un amplio debatesobre la responsabilidad estatal frente a la cultura en temas específicos como la vio-lencia y la democracia, que eran los mismos lineamientos que se desataban en elorden internacional. Entre los objetivos y estrategias de acción presentados estaban:

Incorporar la dimensión cultural en los planes de desarrollo y en el proceso dedescentralización administrativa contemplando la variedad de las culturas regio-nales y étnicas y la especificidad de sus necesidades, la formación de una culturacívica, la afirmación de la tolerancia política y la articulación de los requerimientosdel desarrollo cultural a los procesos de descentralización administrativa del país.

Integrar la cultura con la educación, la formación democrática y el desarrollo dela ciencia y la tecnología reconociendo al sistema educativo como vehículo ópti-mo de reproducción y transformación cultural en el cual los docentes son agentesculturales capitales, en que los contenidos curriculares deben dar cuenta de latradición cultural, los avances tecnológicos y científicos, los derechos humanos,los valores democráticos y la responsabilidad ecológica.

Fomentar la creación artística, la investigación sobre los procesos culturales y laformación de talentos reconociendo la necesidad de implementar instrumentos ymecanismos para: consolidar la coordinación y concertación de políticas de pro-moción de la acción cultural entre los organismos estatales y privados; optimizarla utilización de la infraestructura física de las instituciones públicas, privadas ycomunitarias, y de los medios masivos de comunicación; y fortalecer los mecanis-mos gubernamentales y privados para la financiación de actividades culturales.

Ampliar y mejorar la reproducción y difusión de la cultura por medios masivoscuyo objetivo era mejorar la calidad de los medios y mensajes de difusión masiva,para ampliar su participación en la promoción cultural y democratizar el accesode la población a ellos. Para tal efecto se previó continuar la ampliación de la

63

64 Úrsula Mena y Ana RosaHerrera, Políticas culturalesen Colombia, págs. 159-160.



promoción cultural en los medios de comunicación; revisar la legislación sobre eluso de espacios radiales en la difusión de la cultura; establecer nuevos mecanis-mos de cooperación entre el Estado y la empresa privada que permitan apoyar lasindustrias culturales; concertar con los empresarios privados la ejecución de pro-gramas para aumentar la cobertura del cine, el libro y la prensa para contrarrestarla difusión masiva de la televisión y la radio.

Preservar el patrimonio cultural de la nación, con el fin de conservar, restaurar ydivulgar el patrimonio de los colombianos. Para ello se consideró un programa defortalecimiento de las instituciones especializadas como bibliotecas patrimonia-les, archivos, museos y centros de documentación, que permitiera la actualiza-ción del inventario de entidades y proyectos relacionados con la acción cultural.

Mejorar la cooperación cultural con organismos de América Latina y el Caribepara cualificar e intensificar el intercambio cultural regional mediante el perfec-cionamiento de la coordinación entre los entes intergubernamentales nacionalesy extranjeros.

Mejorar la capacidad de coordinación y de gestión de las instituciones culturales,buscando responder a las nuevas exigencias de la descentralización política yadministrativa mediante procesos de restructuración y modernización de la ges-tión institucional de la cultura aplicada a todos los ámbitos, permitiendo desarro-llar los criterios de coordinación y ejecución que orientaran e incrementaran laeficiencia de la asociación de esfuerzos gubernamentales, departamentales, mu-nicipales y locales.

EL IDCT COMO ENTE RECTOR DE LOS PROCESOS CULTURALESY TURÍSTICOS DE BOGOTÁ

Con el antecedente de este plan de acción nacional y bajo la Alcaldía de Juan MartínCaicedo Ferrer, el IDCT emprendió una nueva etapa de reorganización interna bus-cando consolidarse como ente rector de los procesos culturales y turísticos de Bogo-tá. Así, con la llegada de Doris Ángel de Echeverri a la Dirección en junio de 1990, laorganización administrativa del Instituto sufrió una nueva e importante transforma-ción. En el Acuerdo 37 de 1990, la Junta Directiva estableció una estructura orgánicay determinó las funciones de sus dependencias. En el ámbito directivo algunas de lasantiguas asesorías de la Dirección se convirtieron en oficinas conservando sus funcio-nes. Tal es el caso de las oficinas de Divulgación, Prensa y Publicaciones, Planeación,Auditoría Interna y Relaciones Interinstitucionales y Protocolo. Una transformaciónorganizacional y funcional de marcada importancia en esta restructuración radicó enel hecho de que la Secretaría General del IDCT dejó de tener bajo su jurisdicción alas Subdirecciones y estas pasaron a depender directamente de la Dirección. Bajoesta nomenclatura se conservaron la Subdirección Administrativa y Financiera, y laantigua Subdirección Operativa dio paso a cuatro “nuevas” subdirecciones, cadauna con unas funciones y tareas específicas:

1. Subdirección Académica (Rector). Además de ser la máxima autoridad académi-ca y ejecutiva recogía –en una División Académica (Vicerrectoría) – a las Escuelasy Academias que funcionaban en el Instituto, para coordinar y supervisar su fun-cionamiento.

2. Subdirección de Turismo. A través de las Divisiones de Promoción y DesarrolloTurístico, y de Servicios Turísticos, se encargaría de proponer y efectuar políticasde promoción, prestación y capacitación en servicios turísticos.


3. Subdirección de Artes Escénicas y Musicales. A su cargo estarían las actividadesdel Teatro Jorge Eliécer Gaitán y de la División de Espectáculos (Teatro de la Me-dia Torta, Banda Sinfónica, y Coros y Grupos).

4. Subdirección de Fomento y Desarrollo. Con las Divisiones de DescentralizaciónComunitaria, Bibliotecas y Museos, Cinemateca Distrital, y Planetario Distrital, seencargaría de asesorar a la Dirección en la elaboración de planes y programaspara el fomento, desarrollo y difusión de la cultura popular, además de realizar,fomentar, coordinar y difundir programas relacionados con museos, bibliotecas,salas de proyección y de actividad artística65.

Para analizar más detenidamente el esquema organizacional asumido por el IDCTcon la restructuración, basta mirar tanto el organigrama 4 final de aquella etapa ad-ministrativa, así como su cuadro 4 de evolución orgánica.

Desde la perspectiva planteada por Colcultura en cuanto a la reorientación de laactividad descentralizada de la cultura y con la finalidad de integrar la cultura con laeducación para que los docentes tuvieran un papel importante como agentes cultu-rales de la nación –y bajo el marco de reorganización interna adelantada en eseperíodo por el IDCT– la Junta Directiva, mediante el Acuerdo 15 de 1991 creó laAcademia Superior de Artes de Bogotá –Asab– como una respuesta concreta a loslineamientos de la política nacional cultural y respondiendo a los objetivos trazadospara la cultura en la sociedad colombiana y al papel que el Estado debía asumir enlos procesos educativos del país. Esta nueva entidad educativa fusionaría las Escuelasde Artes, Ballet, Danza y Teatro, y las Academias Luis A. Calvo y Emilio Murillo, paracontinuar ofreciendo los servicios de educación artística no formal. De la mismaforma, comenzaría a prestar los servicios de educación artística formal, medianteconvenios con la Universidad Distrital y con la Secretaría de Educación de Bogotá66.

Posteriormente, con el proceso de transición política ocurrido con la expedición dela nueva Constitución Nacional de 1991, se promovió un nuevo concepto de laactividad cultural acorde con los aspectos fundamentales de la evolución de la socie-dad colombiana. Bajo el paradigma de una apertura económica, se apostó por eldoble reto de conservar la identidad cultural y de asimilar las diferentes manifesta-ciones de todos los colombianos en igualdad de oportunidades, como fundamentode la nacionalidad. tomando al municipio como escenario natural de la cultura. Conesta nueva concepción, la cultura sufrió una redefinición en torno a su accionar so-cial. De la simple divulgación de las Bellas Artes se transitaría hacia una búsquedasistemática de apoyo a las formas de expresión y de creación ciudadanas, así mismo,de una noción conservacionista del patrimonio se pasaría a un escenario en el que ladefensa del patrimonio debería ser responsabilidad de todos los ciudadanos. Bajoesta perspectiva, también se promovería la investigación cultural –limitada en eseentonces a disciplinas e instituciones– de la totalidad de los procesos socioculturalesdel país en una perspectiva interdisciplinaria que correspondiera con las políticasgubernamentales sobre ciencia y tecnología.

Bajo esta obligación constitucional de promover y fomentar el acceso a la cultura detodos los colombianos en igualdad de oportunidades, se buscó la reorganización,modernización y descentralización del sector y las decisiones culturales. El gobiernodispuso como primera acción en ese sentido la modernización de Colcultura debidoa su condición de principal ente rector de la actividad y las políticas culturales. Anivel distrital y con la puesta en marcha del régimen político de descentralizaciónadministrativa del país –adoptado desde mediados de la década de los ochenta– la

65 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 1990, s.f. págs. 1-91.

66 Archivo Instituto Distritalde Cultura y Turismo, Librode Acuerdos de la Junta Di-rectiva, 1991, s.f. pág. 3-4.

EL IDCT DESDE LA DÉCADA DE LOS NOVENTA



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Junta Directiva {P.I. Ac. Dirección General {Cbn: Comité de Compras y37/1990, IDCT} Ac. 37/1990, IDCT} Adquisiciones {Vpt:

Cbn: -F. Ac.37/1990,IDCT}Comité deCoordinación {Cbn: +F.Ac.37/1990, IDCT}

Oficina de Divulgación,Prensa y Publicaciones{Cbn:+F. Ac. 37/1990,IDCT}Oficina Jurídica {Vpt:+F. Ac. 37/1990, IDCT}Oficina de Planeación Sección Planes y{Cbn: +F. Ac. 37/1990, Programas {Cr.Ac. 37/IDCT} 1990, IDCT}

Sección Organización yMétodos {Cr.Ac. 37/1990, IDCT}

Oficina de AuditoríaInterna {+F. Ac. 37/1990, IDCT}Oficina de RelacionesInterinstitucionales yProtocolo {Cbn: +F. Ac.37/1990, IDCT}

Secretaría General{-F. Ac. 37/1990, IDCT}Subdirección Comité de RelacionesAdministrativa y Laborales {Vpt: -F. Ac.Financiera {+F Ac. 37/ 37/1990, IDCT}1990, IDCT}

División de Servicios Sección de Compras yAdministrativos {Cbn: Suministros {+F. Ac. 37/+F. Ac. 37/1990, IDCT} 1990, IDCT}

Sección de Almacén eInventarios {-F. Ac. 37/1990, IDCT}Sección deComunicaciones yArchivo {Cbn: +F. Ac.37/1990, IDCT}Sección de Transporte yServicios Generales{Cbn: +F. Ac. 37/1990,

IDCT}División de Sección Registro yAdministración de Relaciones LaboralesPersonal {Cbn: -F. Ac. {Cr.Fs: Ac. 37/1990,37/1990, IDCT} IDCT}

Sección de Selección,Capacitación y BienestarSocial {Cbn: +F. Ac. 37/1990, IDCT}

División de Sistemas Sección Análisis dee Informática {Cbn: Sistemas {Cbn: +F. Ac.+F. Ac. 37/1990, IDCT} 37/1990, IDCT}

Sección Procesamientode Datos {Cbn: +F. Ac.37/1990, IDCT}

División Financiera Sección de Presupuesto{Cbn: +F. Ac. 37/1990, {+F. Ac. 37/1990,IDCT} IDCT}

Sección de Contabilidad{+F. Ac. 37/1990,IDCT}Sección de Tesorería{+F. Ac. 37/1990,IDCT}

Subdirección División Académica Sección Registro yAcadémica {Cbn: +F. {Cr. Ac. 37/1990, Control Académico {Cr.Ac. 37/1990, IDCT} IDCT} Ac. 37/1990, IDCT}


NIVEL 0 NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3 NIVEL 4





Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 37 de agosto 10 de 1990.

Escuela de Bellas Artes{+F. Ac. 37/1990,IDCT}Escuela de Teatro {+F.Ac. 37/1990, IDCT}Academia Luis A. Calvo{+F. Ac. 37/1990,IDCT}Academia Emilio Murillo{+F. Ac. 37/1990,IDCT}Academia de Ballet{Cbn: +F. Ac. 37/1990,IDCT}

Subdirección de Turismo División Promoción y{Cbn: +F. Ac. 37/1990, Desarrollo TurísticoIDCT} {Cbn: +F. Ac. 37/1990,

IDCT}División de ServiciosTurísticos {Cr. Ac. 37/1990, IDCT}

Subdirección de Artes Teatro Jorge EliécerEscénicas y Musicales Gaitán {+F. Ac. 37/{Cbn: +F. Ac. 37/1990, 1990, IDCT}IDCT}

División de Espectáculos Teatro al Aire Libre de la{Cr. Ac. 37/1990, IDCT} Media Torta {+F. Ac.

37/1990, IDCT}Banda Sinfónica deBogotá {+F. Ac. 37/1990, IDCT}Coros y Grupos {Cr. Ac.37/1990, IDCT}

Subdirección de División de Promoción a laFomento y Desarrollo Descentralización Comunidad {Vpt: +F.Cultural {Cr. Sp: Ac. 37/ Comunitaria {Cr. Ac. 37/ Ac. 37/1990, IDCT}1990, IDCT} 1990, IDCT}

Proyectos Especiales{Cr. Ac. 37/1990,IDCT}Medios Audiovisuales{Cr. Ac. 37/1990,IDCT}

División Bibliotecas Museo de Cienciay Museos {Cr. Ac. 37/ Natural {Vpt. Ac. 37/1990, IDCT} 1990, IDCT}

Museo de la Ciudad{Vpt. Ac. 37/1990,IDCT}

División CinematecaDistrital {Cbn: +F. Ac.37/1990, IDCT}División Cultural y Sala Oriol Rangel {P.I.Científica Planetario Ac. 37/19/1990, IDCT}Distrital {Cbn: +F. Ac.37/1990, IDCT}

Sala Colombia {P.I. Ac.37/1990, IDCT}Sala Rafael Pombo {P.I.Ac. 37/1990, IDCT}Galería de Arte deBogotá {P.I. Ac. 37/1990, IDCT}Cúpula {+F. Ac. 37/1990, IDCT}




ciudad de Bogotá quedó por fuera de los lineamientos político-administrativos queregían a escala nacional. Este vacío jurídico se llenó provisionalmente con la Ley 08de 1991, al establecer que las normas que regían para los demás municipios del paísfueran adoptadas para la capital, pero tendría que pasar un par de años más paraque Bogotá contara con una herramienta jurídica y constitucional que le permitieraadelantar un proceso de reordenamiento administrativo en lo relativo a la adminis-tración central desde los niveles nacional, departamental y distrital, debido a su triplecondición de ente capital.

TERCERA RESTRUCTURACIÓN DEL IDCT, 1995-1996En 1991, la nueva Constitución Política consagró el Capítulo IV –Artículos 322-331–a disposiciones sobre el Distrito Capital, y fue con base en estos artículos que laciudad se salvó del riesgo de quedar nuevamente a la espera de un desarrollo legisla-tivo para efectos de su organización administrativa interna67. El artículo transitorio enmención establecía que si en los dos años siguientes a la promulgación de la cartapolítica de 1991, el Congreso no hubiere dictado el Estatuto Orgánico de Bogotá, loharía el gobierno nacional. Debido a esta razón, el Estatuto Orgánico de Bogotá estácontenido en el Decreto Ley 1421 de 1993, dictado por éste porque –según el ex-alcalde Jaime Castro– fue la única manera como se pudo vencer la pereza legislativaque había mostrado el Congreso de la República para con la ciudad. Pereza o silen-cio legislativo, porque durante prácticamente 50 años las Cámaras no habían tenidoa bien ocuparse de la ciudad para efectos de organizar su gobierno y su administra-ción. Hasta la aparición de este Estatuto ésta vivía un verdadero limbo institucionaltoda vez que existía un gran vacío que debían enfrentar los alcaldes mayores enrelación con el gobierno y la administración de la ciudad.

Los aspectos más relevantes de este Estatuto Orgánico para la ciudad fueron elautoavalúo como mecanismo de liquidación del Impuesto Predial Unificado, la de-claración bimestral del Impuesto de Industria y Comercio, la creación de la VeeduríaDistrital, el cobro de la valorización por beneficio general –que permitió comenzar asuperar un atraso en el desarrollo de la infraestructura vial de la ciudad–, y la adop-ción de amplias facultades de fiscalización y de control en materia tributaria. Deigual forma, otorgó unas herramientas que permitieron fortalecer la descentraliza-ción y la gestión administrativa del Distrito Capital, sentando las bases para unasnuevas relaciones entre la Administración Distrital y Concejo de Bogotá y para con-formar la representación técnica en las Juntas de las Empresas Públicas.

Parte importante del Estatuto fue la utilización de herramientas administrativas en lo-gros específicos plasmados en materia de lucha contra la corrupción. Este documentoorgánico también proveyó las bases para la organización y funcionamiento de las Jun-tas Administradoras Locales –JAL–, la división del territorio en Localidades y se le otor-gó al Concejo de Bogotá la función de definir las competencias y funciones para la or-ganización y participación de la comunidad en la gestión de la ciudad. De la mismamanera, el Decreto Ley 1421 de 1993 creó las veinte localidades para Bogotá y le asignófunciones especiales al Alcalde Local y a las Juntas Administradoras Locales entre las quesobresalen la elaboración de planes de desarrollo local y la administración de los pre-supuestos descentralizados. Esta sería la base administrativa sobre la cual girarían lasacciones del IDCT en la mitad de la década de los noventa aunque, como venía acon-teciendo desde su creación, sin contar con los recursos presupuestales requeridos paralograr una mejor y más eficiente gestión del tema cultural de la capital68.

67 Presidencia de la Repúbli-ca, Constitución Política deColombia, Bogotá, Impren-ta Nacional, 1991, págs.138-141.

68 Alcaldía Mayor de Bogotá,Secretaría General, EstatutoOrgánico de Bogotá D.C.,Concordancias normativas ydesarrollo jurisprudencial ydoctrinario, Bogotá, Impren-ta Distrital, 2001.




Según las palabras de Gloria Triana, directora del IDCT en 1992, el Instituto al igual quelas demás entidades distritales debió realizar una “administración de la pobreza”, al nocontar con los recursos necesarios para su eficiente funcionamiento. En la alcaldía deJaime Castro, se empezó una transformación de Bogotá en lo referente al “saneamientode las finanzas públicas (ya que la ciudad estaba quebrada financieramente), se estable-ció un Estatuto Orgánico y se pensó la ciudad a futuro. En cuanto a la cultura, la situaciónera dramática en relación con el presupuesto y además había un desequilibrio muy grandeentre los gastos de funcionamiento y los gastos de inversión”69.

Durante aquellos difíciles años y ante la falta de recursos para invertir en los progra-mas del IDCT, se impulsaron proyectos de “cultura alternativa” ya que eran importan-tes para abrir espacios a las personas que no tenían fácil acceso a la actividad cultural.Bajo una perspectiva multicultural y pluriétnica apoyada desde la Dirección del Insti-tuto, el período 1992-1993 fue para la entidad el año de las identidades culturales yen el que se hizo un reconocimiento público a las personas destacadas de las culturasindígena y afrocolombiana; también se hizo un reconocimiento a las mujeres desta-cadas en los diferentes campos culturales a nivel distrital. De este período procede laconsolidación de la actividad de difusión de las acciones del IDCT a través de losmedios masivos de comunicación como la televisión y la radio. Apareció entonces“Crónica Urbana” como el primer espacio televisivo del Instituto, cuyo objetivo erahacer la historia documental de la ciudad para ser presentada en los canales públicos.

LA INFLUENCIA DEL PLAN NACIONAL DE CULTURA

Con el Plan Nacional de Cultura impulsado en el período 1992-1994 denominado“Colombia: el camino de la paz, el desarrollo y la cultura hacia el siglo XXI” se atra-viesa por una nueva etapa “en la que el robustecimiento de los valores democráticosy la recuperación del sentido de convivencia pacífica y tolerante, es un imperativo deprimer orden, en el que la cultura tiene un papel de enorme importancia, para apoyarel proceso dinámico de la creación y afirmación de la identidad nacional, respetar losderechos fundamentales de la vida y construir un país cada día más justo y creativo”70 .Para dar cumplimiento a estas políticas generales se siguieron las líneas programáticasrelacionadas con estrategias de descentralización y modernización del sector cultu-ral, la responsabilidad compartida, la participación comunitaria, acciones de estímu-lo a la cultura, y revisión del marco jurídico. Con estas perspectivas se propuso elestablecimiento del Sistema Nacional de Cultura y Desarrollo Institucional del sectorcon base en la descentralización cultural y siguiendo los lineamientos de la divisiónpolítico-administrativa del país. Este Sistema cultural se conformaría a través de losConsejos regionales, departamentales y municipales y su financiación se haría a tra-vés de fondos mixtos para la cultura y las artes. Adicional a ello, Colcultura atravesa-ba una nueva etapa de reordenamiento y modernización, que obligaría a elaborar yformular un programa de desarrollo institucional de promoción, apoyo y estableci-miento de las redes de servicios culturales y sectoriales. Bajo este paradigma, adelan-taban programas de:

Formación y capacitación artística y cultural, mediante la adecuación de la edu-cación formal orientada por una reforma curricular.Creación de centros de formación artística y cultural o de refuerzo a la estructurade los existentes.Realización de talleres nacionales permanentes en artes escénicas y musicales,literatura, artes plásticas y audiovisuales, defensa y conservación del patrimoniocultural, gestión y administración de la cultura.




Capacitación de los maestros como promotores culturales.Publicación de material didáctico como cartillas, manuales, textos y materialaudiovisual.Premiación a nivel nacional concertada con departamentos, municipios y otrasentidades consistentes en sumas en efectivo, becas de especialización, adquisiciónde obras de arte y ediciones para conformar nuevas colecciones bibliográficas.Realización de festivales, muestras, encuentros y salones nacionales incluyendomanifestaciones populares de cultura.Ayudas para infraestructura y dotación de centros culturales, mediante créditosblandos y fomento de microempresas culturales.Realización de programas de investigación sobre problemas colombianos; juven-tud y familia, conflicto social y medio ambiente, modelos culturales y reinserción,transformación cultural y vida urbana, arqueología y patrimonio arqueológico.Realización de simposios, congresos y foros nacionales sobre antropología e his-toria.Promoción y ejecución de los convenios internacionales existentes.Proyección de la conformación de Consejos de Cultura en comunidades colom-bianas en el exterior y que hagan parte del Sistema Nacional de Cultura.Promoción del intercambio de productos culturales mediante el impulso a conve-nios bilaterales y multilaterales sobre importación-exportación de productos cultu-rales.Promoción de una política de desarrollo cultural en las fronteras colombianas queactive acciones concretas de integración de las comunidades para el conocimien-to, creación y disfrute de la cultura binacional, a través de iniciativas como aper-tura de bibliotecas y centros de documentación fronterizos; estímulo y apoyo aencuentros binacionales de comunidades indígenas, dramaturgos, escritores, his-toriadores y músicos.Impulso de la comunicación y promoción de la cultura mediante la revisión delcurrículo en las facultades de comunicación social; realización de seminarios deactualización cultural para comunicadores; producción de programas de radio ytelevisión que permitan la cooperación de la comunidad; generación de campa-ñas nacionales de promoción de la cultura; realización de programas de integra-ción intergeneracional, campañas de lectura y publicaciones periodísticas sobrela actividad de Colcultura.

Bajo la óptica gubernamental de administración cultural descentralizada se crearonlos Consejos de Cultura departamentales, municipales, distritales y nacional, todosellos englobados en el Sistema Nacional de Cultura. Estos Consejos se constituyeroncomo organismos asesores en los ámbitos departamental y local para el diseño de laspolíticas culturales71. Así, el Consejo de Cultura de Bogotá coordinaba las actividadesque efectuaba el IDCT en el ámbito distrital y determinaba los criterios para designarlos recursos provenientes del Fondo Mixto para la promoción de la cultura y las artes,mediante la planeación, la definición de políticas y la evaluación de las iniciativasculturales de la entidad. Además servía como intermediario entre el IDCT y las distin-tas organizaciones dedicadas al sector cultural y turístico a través de la concertacióninterinstitucional y ciudadana, enmarcadas en la autonomía territorial en materia dedesarrollo cultural de acuerdo con su contexto histórico, político, económico y geo-gráfico. Esto implicaba una dinámica constante de acciones autónomas y concerta-das entre el IDCT y las poblaciones objeto de las políticas.

71 Colcultura, Plan Nacional deCultura 1992-1994, Bogotá,1992, págs. 10-16.




El Consejo de Cultura de Bogotá debía, además, cumplir con otras funciones relacio-nadas con el desarrollo de políticas macroculturales del país como asesorar a Colculturay al gobierno en la definición y formulación de las políticas culturales; fomentar eldesarrollo cultural; proteger y difundir el patrimonio cultural; servir de mecanismode coordinación para las actividades en el sector cultural del Distrito Capital; promo-ver toda clase de eventos culturales; determinar los criterios generales para la asigna-ción de los recursos del Fondo Mixto para la Promoción de la Cultura y las Artes aescala distrital; recomendar al IDCT y otros organismos culturales la presentación deprogramas y proyectos que por su dimensión, amplia cobertura e importancia supe-ran la capacidad de financiación y de gestión del Distrito; revisar las actuaciones delFondo Mixto y hacer recomendaciones para su mejor desempeño; vigilar el cumpli-miento de los planes, programas y proyectos de carácter cultural; recomendar a lasautoridades la realización de consultas populares de interés cultural y de desarrolloregional; promover la creación y modernización de las organizaciones culturales pú-blicas y privadas; fijar las directrices para la elaboración del plan de desarrollo cultu-ral y gestionar su articulación a los planes de desarrollo departamentales y distritales72.

Para 1995, debido a la descentralización administrativa exigida en el Estatuto Orgá-nico de Bogotá –expedido un par de años atrás–, el IDCT se obligó a crear frentes detrabajo hacia las localidades dando inicio a un proceso de diversidad cultural haciaestos sectores específicos de la ciudad. Con el desarrollo del Sistema Distrital deCultura, bajo la primera alcaldía de Antanas Mockus, se inició un proceso de parti-cipación ciudadana que fue en constante ascenso hasta ser el programa bandera dela administración distrital. Debido a que el eje del programa de gobierno de la alcal-día giraba en torno a la “cultura ciudadana” el IDCT, bajo la dirección de PaulBromberg, debió tener un rol importante asumiendo un papel que rompió con elénfasis de la oferta artística y se abrió paso hacia la investigación de ciudad, la orga-nización del sistema cultural del Distrito y la pedagogía ciudadana73 . Ello exigió larestructuración inmediata del Instituto, con lo cual debió reducirse en burocracia ycrecer en servicios. La Dirección del Instituto a través de la Resolución 257 de 1995adoptó un nuevo manual de funciones cuyo fin era la definición de las competen-cias, responsabilidades y funciones específicas de los empleados de la entidad; elprincipal cambio estructural se dio con la reducción drástica de la nómina de perso-nal con la que contaba el Instituto para ejercer sus funciones y, derivada de ello, la

En desarrollo de políticas deconcertación entre los sectorespúblico y privado se generaronintercambios culturales a travésde ferias, encuentros, foros, con-ciertos y presentaciones de carác-ter internacional, como la reali-zada por la “Ópera de Pekín” enabril de 2001.

Fotografía de Eliseo RúaFuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 14, Foto No. 4.

72 Ibíd.73 Alcaldía Mayor de Bogotá,

Decreto número 295 (junio1 de 1995), por el cual seadopta el plan de desarrolloeconómico, social y de obraspúblicas para Santa Fe deBogotá, D.C., 1995-1997 –Formar Ciudad, Bogotá,1995, págs. 33-38.


recomposición de la estructura orgánica para adaptarse a las “nuevas” necesidadesadministrativas.

En cuanto a la Dirección General, esta contó con cuatro oficinas asesoras en lascuales giraban algunos de los aspectos administrativos de soporte institucional, supri-miéndose la oficina de Auditoría Interna. Estas oficinas eran: Jurídica, Control Inter-no, Relaciones Interinstitucionales e Internacionales y Planeación. La aparición de laLey 87 de 1993, que establecía las normas para el ejercicio del control interno de lasentidades y organismos del Estado, vio reflejada esta disposición con el estableci-miento de la oficina de Control Interno del IDCT que tenía el encargo de verificarque el sistema de control interno estuviera formalmente establecido dentro del Institu-to, basado en el desarrollo de las funciones y en particular en aquellos cargos quetuvieran responsabilidad de mando, y también se encargaría de evaluar y verificar laaplicación de los mecanismos de participación ciudadana que en desarrollo del man-dato Constitucional y legal diseñara el IDCT74.

Otro cambio importante se dio en la parte operativa del Instituto. De cinco subdi-recciones existentes en 1990 se pasó a tres:

Subdirección Administrativa y Financiera: Permaneció igual que en la restructuraciónanterior, es decir, con las Divisiones de Servicios Administrativos, Financiera, Admi-nistración de Personal, y Sistemas e Informática. Seguía manteniendo el volumen dela actividad administrativa de la entidad, en los aspectos relacionados con la direc-ción y coordinación de las actividades conexas con los asuntos financieros, de admi-nistración de personal, suministros, sistemas y servicios administrativos de la Entidad.

Subdirección Académica: Bajo su tutela estaría la Academia Superior de Artes deBogotá (creada en 1991) y la Academia Luis A. Calvo. Se encargaría de asistir a laDirección en la coordinación y supervisión del funcionamiento de las Academias oCentros de Educación no formal del Instituto, en los aspectos administrativos, acadé-micos y docentes.

Subdirección de Fomento y Desarrollo Cultural: Asumiría las funciones de la anti-gua Subdirección de artes escénicas y musicales y se conformaría por cinco divisio-nes para el desarrollo de sus actividades:

División Desarrollo Cultural Comunitario que se encargaría del apoyo cultural enlas localidades, además de dirigir el apoyo y asesoría a las Juntas Administradorasy demás autoridades locales en la elaboración y ejecución de planes, programas yproyectos para el desarrollo cultural local.

División Patrimonio y Eventos Especiales que realizaría actividades relacionadascon el Teatro Jorge Eliécer Gaitán, la Banda Sinfónica y el Coro de Bogotá.

División Científica que tendría a su cargo al Planetario Distrital y al Museo deHistoria Natural con su programación y actividades.

División de Comunicaciones que impulsaría las actividades de la CinematecaDistrital así como las funciones relacionadas con la promoción en televisión yradio de las actividades de la entidad.

División Cultural que adelantaría las actividades del Museo de Desarrollo Urbano.

División de Turismo que continuaría con las funciones de realizar, apoyar, coordi-nar y evaluar programas, eventos y programas locales, nacionales e internaciona-les para consolidar la imagen de la ciudad y la concientización turística de lapoblación.

74 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deResoluciones de Dirección,1994-1997, s.f. pág. 1.




Una visión más estructurada de la reorganización administrativa adelantada en 1995en el IDCT, se puede analizar en el organigrama 5 y el cuadro evolutivo 5 de aque-llos años, que muestran fielmente el resultado final del proceso administrativo ade-lantado.

EL IDCT Y EL PROGRAMA DE CULTURA CIUDADANA

El IDCT se convirtió entonces en la entidad de mayor relevancia para la administra-ción distrital, por ser el sustento administrativo de la gestión del programa de Culturaciudadana impulsado en la capital, hizo que se saltara de “un instituto pobre” a un“instituto rico” que pasó en pocos años a manejar una suma importante en miles demillones de pesos de presupuesto anual. Debido a este reconocimiento institucional,para el IDCT ya no eran suficientes los servicios prestados desde sus dependenciassino que debió ampliar su capacidad a través de organizaciones privadas, con lo cualse obligó a coordinar con otras entidades oficiales o privadas, el planeamiento yejecución de sus programas culturales y turísticos. Esto significó la realización u organi-zación, mediante la figura de la cooperación interinstitucional, de certámenes culturalesde carácter nacional e internacional que tuvieron como sede a la ciudad de Bogotá.Con ello se redefinió el papel principal del IDCT como organismo generador deprocesos de participación para la definición de políticas de desarrollo cultural de loshabitantes del Distrito Capital.

En esta lógica cultural, el IDCT debió avanzar rápidamente en la gestión de sus recur-sos administrativos, financieros y operativos para fortalecer su accionar en el espec-tro institucional. Fue así como en 1996, la entidad asumió una nueva reorganizaciónadministrativa que buscaba maximizar su organización interna y la gestión de lostemas culturales asociados principalmente a la participación cultural ciudadana. Conel Acuerdo número 8 de la Junta Directiva, el IDCT adoptó una nueva estructurainterna cuyo objetivo era la maximización de las actividades base de la entidad,contra la reducción de cargos y funciones de algunas dependencias. Con esta nuevaestructuración se produjo la adopción de un nuevo manual de funciones y requisitospor cargos a través de la Resolución 407 de la Dirección. La argumentación dada porel Director Paul Bromberg para la realización de esta nueva reorganización estabaligada a la depuración administrativa del Instituto ya que este tenía “una relaciónmuy conflictiva con el sector privado, es decir, con personas independientes que ges-

La Academia Superior de Artesde Bogotá, impulsó la formacióny capacitación de artistas en elDistrito. Los estudiantes de artedramático representaron la obra“Asamblea de Mujeres” en no-viembre de 1999.

Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 10, Foto No. 4.


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Junta Directiva Dirección General {-F. Oficina Jurídica {P.I.{P.I. Res. 257/1995, Res. 257/1995, IDCT} Res. 257/1995, IDCT}IDCT}

Oficina de ControlInterno {Cr. Res. 257/1995, IDCT}Oficina de RelacionesInterinstitucionales eInternacionales {Cbn:+F. Res. 257/1995,IDCT}Oficina de Planeación{-F. Res. 257/1995,IDCT}

Secretaría General {+F.Res. 257/1995, IDCT}Subdirección División de Servicios Sección de Compras yAdministrativa y Administrativos {P.I. Res. Suministros {+F. Res.Financiera {+F. Res. 257/1995, IDCT} 257/1995, IDCT}257/1995, IDCT}

Sección de Almacén eInventarios {+F. Res.257/1995, IDCT}Sección deComunicaciones yArchivo {-F. Res. 257/1995, IDCT}Sección de Transporte yServicios Generales {-F.Res. 257/1995, IDCT}

División Financiera {P.I. Sección de PresupuestoRes. 257/1995, IDCT} {+F. Res. 257/1995,

IDCT}Sección de Contabilidad{+F. Res. 257/1995,IDCT}Sección de Tesorería{+F. Res. 257/1995,IDCT}

División deAdministración dePersonal {+F. Res. 257/1995, IDCT}División de Sistemas eInformática {+F. Res.257/1995, IDCT}

Subdirección Académica Academia Superior de{-F. Res. 257/1995, Artes de Bogotá {Cr. Fs:IDCT} Ac. 15/1991, IDCT}

Academia Luis A. Calvo{P.I. Res. 257/1995,IDCT}

Subdirección de Fomento División de Desarrolloy Desarrollo Cultural{+F. Cultural ComunitarioRes. 257/1995, IDCT} {Cbn: +F. Res. 257/

1995, IDCT}División Patrimonio y Teatro Jorge EliécerEventos Especiales Gaitán {P.I. Res. 257/{Cbn: - F. Res. 257/ 1995, IDCT}1995, IDCT}

Teatro al Aire Libre de laMedia Torta {P.I. Res.257/1995, IDCT}Banda Sinfónica deBogotá {P.I. Res. 257/1995, IDCT}





Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 15 de marzo 15 de 1991; Dirección IDCT, Resolución 257 de septiembre 5 de 1995.

Coro de Bogotá {P.I.Res. 257/1995, IDCT}

División Científica Planetario Distrital{Cbn: +F. Res. 257/ {Vpt. Res. 257/1995,1995, IDCT} IDCT}

Museo de HistoriaNatural {Vpt: Res. 257/1995, IDCT}

División de Cinemateca DistritalComunicaciones {Cbn: {Vpt: Res. 257/1995,+F. Res. 257/1995, IDCT}IDCT}

Televisión {Cr. Sp: Res.257/1995, IDCT}Radio {Cr.Sp: Res. 257/1995, IDCT}

División Cultural Museo de Desarrollo{Cr. Sp: Res. 257/1995, Urbano {Vpt: Res. 257/IDCT} 1995, IDCT}División de Turismo{Cbn. +F. Res. 257/1995, IDCT}



tionan recursos para sus proyectos culturales y viven de eso [...] Estaba además llenode procedimientos administrativos innecesarios para tratar de justificar una nómina enun instituto que no tenía la capacidad de inversión”75. Bajo esta nueva etapa de reorga-nización administrativa, la Dirección de la entidad redujo el número de las oficinasasesoras a tres y les dio la categoría de Unidades (Control Disciplinario, Control Inter-no y Planeación). También se eliminó la Secretaría General y en su lugar se establecióla Subdirección General, dependiente de la Dirección General, que tenía bajo sujurisdicción las Subdirecciones y un par de oficinas específicas76:

Oficina de Comunicaciones: Se encargaría de diseñar, coordinar y poner en marchaun sistema de información masiva sobre la programación artística y cultural del Institu-to; atender las relaciones con los medios de comunicación y proyectar la imageninstitucional; y desarrollar canales formales de comunicación interna, procurandofortalecer la identificación y compromiso de los funcionarios con los planes y proyec-tos del Instituto.

Unidad de Proyectos Especiales: Dentro de sus funciones estaban apoyar la ejecu-ción y fomento de actividades artísticas en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán buscandohacer de este escenario un centro cultural y artístico al servicio de los habitantes de laciudad; apoyar las funciones de de ampliación y catalogación de las colecciones delMuseo de Historia Natural; realizar labores concertadas con entidades cuyo objetose relacionara con las acciones del Planetario; proponer y apoyar la realización deeventos y actividades propiciando el conocimiento, difusión y sensibilización al len-guaje cinematográfico; clasificar y mantener el archivo fílmico propiedad de laCinemateca Distrital. En otras palabras, a esta Unidad pertenecían los principalesescenarios y actividades del Instituto.

75 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, PeriódicoDC, Bogotá, febrero de2003, pág. 7

76 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deResoluciones de Dirección,1994-1997, pág. 1-2.




Al mismo tiempo, la Subdirección General tenía bajo su cargo las tres Subdireccionesexistentes (Administrativa y Financiera, Académica y, Fomento y Desarrollo Cultural),pero con variaciones en la organización interna de cada una de ellas: las antiguasSecciones pasaban ahora a la categoría de Coordinaciones mínimas requeridas parael funcionamiento de cada Subdirección. Para analizar mejor este cambio estructuralrespecto de la anterior restructuración, conviene mirar el organigrama 6 resultantede esta etapa administrativa y su correspondiente cuadro 6 orgánico evolutivo.

Otro aspecto fundamental en la estructuración de 1996, radicó en la aparición de laUnidad Especial Observatorio de Cultura Urbana que se erigió como sostén de laspolíticas institucionales y distritales de participación cultural ciudadana. A esta Uni-dad le fue asignado el Museo de Desarrollo Urbano y dentro de sus objetivos y fun-ciones principales se encontraban: construir una estructura pluridisciplinaria de obser-vación, investigación y sistematización rigurosa y periódica de información socioculturalsobre la ciudad; fomentar y adelantar investigaciones en el área de la cultura urbanaque orientaran en acciones sobre el espacio público y la vida cotidiana de los ciuda-danos; promover la reflexión y discusión permanente en materia de cultura urbanade la Administración Distrital; construir un sistema de información especializado parala ciudad en el tema de la cultura urbana (génesis del Centro de Documentación enCultura Urbana que a partir de 2003 funcionaría en las instalaciones del Archivo deBogotá); y definir los criterios técnicos y normas museológicas sobre la imagen y con-servación de las piezas y colecciones del Museo de Desarrollo Urbano y velar por sufuncionamiento77. Cabe anotar que en el proceso de restructuración administrativaadelantado en este período, no se hizo ninguna mención sobre la ubicación orgánicao funcional de la antigua División de Turismo; por esta razón en el organigrama pre-sentado no se establece ninguna identificación a ese respecto.

Con esta estructuración administrativa el IDCT asumió un papel relevante en la ad-ministración distrital por cuanto rompió con el énfasis de la oferta artística y se abriópaso hacia la cultura de la investigación de ciudad apoyándose fuertemente en elSistema Distrital de Cultura, impulsando procesos pedagógicos encaminados hacia laconcientización y exploración ciudadana en los temas culturales y artísticos. Con laprioridad distrital de formar ciudad a través de la cultura ciudadana, el Instituto bus-có redefinir su gestión en torno al conjunto de costumbres, acciones y reglas mínimascompartidas que generaran sentido de pertenencia, facilitaran la convivencia urbanay condujeran al respeto del patrimonio común y al reconocimiento de los deberes yderechos ciudadanos.

Por esta razón, en este período se avanzó significativamente en la gestión con otrasentidades cuyos objetivos eran de la misma índole del fortalecido IDCT, para impul-sar y consolidar el sector cultural. Debido a la inclusión del tema de la cultura ciudadanadentro de las políticas fuertes del gobierno distrital, se empezó a transitar hacia unavisión cultural del trabajo institucional del IDCT sobre la ciudad y como parte de estalabor se generaron percepciones ciudadanas sobre el espacio público que pasó aconvertirse en un escenario para la recreación. Un ejemplo de ello son todos losprogramas “al parque” que adelantó el Instituto de manera periódica desde enton-ces. Desprendido de lo anterior, se avanzó en el proyecto de las Casas CulturalesLocales como apoyo y extensión de las actividades artísticas y culturales a cargo de laentidad y los intentos de dinamización de las redes culturales existentes en la ciudad.

Con la conformación de un equipo interdisciplinario “que tenía como objetivo levan-tar una propuesta metodológica, al tiempo de ir materializando, ordenando y sistema-tizando el proceso de reflexión, se da inicio al proceso de restructuración del sector77 Ibíd., pág. 10-14.


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Junta Directiva Dirección General Comité de Dirección{+F. Ac. 8/1996, {+F. Ac. 8/1996, {Cr. Ac. 8/1996,IDCT} IDCT} IDCT}

Comité Sistema deControl Interno {Cr.Ac. 8/1996, IDCT}

Unidad Asesora dePlaneación {Cbn:+F. Ac. 8/1996,IDCT}; {+F. Res.407/1996, IDCT}Unidad Asesora deControl Interno{Cbn:+F. Ac. 8/1996, IDCT}Unidad Asesora deControl DisciplinarioInterno {Cr. Ac. 8/1996, IDCT}

Subdirección Unidad de Proyectos Teatro Jorge EliécerGeneral {Cbn. Especiales {Cbn: Gaitán {P.I. Res.+F. Ac. 8/1996, +F. Res. 407/1996, 407/1996, IDCT}IDCT} IDCT}

Museo de HistoriaNatural {Vpt. Res.407/1996, IDCT}Planetario Distrital{Vpt. Res. 407/1996, IDCT}CinematecaDistrital {Vpt. Res.407/1996, IDCT}Teatro al Aire Librede la Media Torta{P.I. Res. 407/1996,IDCT}

Unidad Especial Museo deObservatorio Desarrollo UrbanoCultura Urbana {Cr. {Vpt. Res. 407/Ac. 8/1996, IDCT}; 1996, IDCT}{+F. Res. 407/1996,IDCT}

Oficina deComunicaciones{Cbn: -F. Res. 407/1996, IDCT}Subdirección CoordinaciónAdministrativa y RecursosFinanciera {-F. Ac. Humanos {Cbn: +F.8/1996, IDCT} Res. 407/1996,

IDCT}CoordinaciónRecursos Financieros{Cbn: +F. Res. 407/1996, IDCT}CoordinaciónRecursos Físicos{Cbn: +F. Res. 407/1996, IDCT}CoordinaciónContratación {Cr.Res. 407/1996,IDCT}

Subdirección Academia SuperiorAcadémica {+F. de Artes de BogotáAc. 8/1996, IDCT} {+F. Res. 407/1996,

IDCT}


Academia Luis A.Calvo {+F. Res.407/1996, IDCT}

Subdirección de CoordinaciónFomento y Música {Cr. Res.Desarrollo Cultural 407/1996, IDCT}{-F. Ac. 8/1996,IDCT}

CoordinaciónPlásticas yAudiovisuales {Cr.Res. 407/1996,IDCT}CoordinaciónEscénicas yLiteratura {Cr. Res.407/1996, IDCT}




Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 8 de agosto 22 de 1996; Dirección IDCT, Resolución 407 de septiembre 16 de 1996.

cultural y del Instituto, el que implicó inicialmente abordar como elemento de re-flexión, la realidad del sector cultural del Distrito y la actual realidad urbana, enten-diendo que la situación particular se mueve e interactúa con otros contextos; con losque hay coincidencias frente a la misión y objetivos, al menos de una manera formal”78.

Con la inclusión del tema cultural dentro de las políticas fuertes del gobierno distrital,se inició desde 1995 una etapa de fortalecimiento institucional del IDCT debido a suproyección dentro del ámbito de las políticas relacionadas con la participación, in-vestigación y evaluación ciudadanas. Con el proceso de restructuración interna y laredefinición de su misión cultural, el énfasis de la evolución del Instituto desde esosaños estuvo centrado en el desarrollo de actividades que involucraban las artes plás-ticas, la literatura, la música y demás expresiones artísticas, mediante la definición deunas políticas y estrategias de fomento, investigación, divulgación, formación y pre-servación de la acción cultural en Bogotá. Por ello en este período se estimularonfuertemente valores artísticos y ciudadanos, además de darle un gran fomento a lapráctica de las danzas y el cultivo del folclor urbano, creando grupos teatrales, apo-yando los existentes y dotando de escenarios y espacios culturales a los barrios paraauspiciar de esta manera la enseñanza artística en el ámbito local. Bajo esa dinámicase pretendió darle prioridad a la investigación y al fomento de los diversos procesos yexpresiones culturales, propiciando el acceso de los ciudadanos a los beneficios de laproducción y el disfrute cultural en los ámbitos local y metropolitano; así mismo, seadelantaron tareas relacionadas con la protección y el enriquecimiento del patrimo-nio cultural de Bogotá en concordancia con los principios de la Constitución Políticade 1991, reconociendo y concertando los múltiples esfuerzos existentes con las dife-rentes entidades dedicadas al sector cultural.

78 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Oficinade Planeación, Memoria delproceso de restructuración,1996, s.f.




LA RESTRUCTURACIÓN DEL IDCT EN 1998Al finalizar el Decenio Mundial para la Cultura, quedó de manifiesto el crecientereconocimiento internacional de las dimensiones culturales del desarrollo, por loque en este período se creó la Comisión Mundial de Cultura y Desarrollo que marcóun hito en el fomento de los enfoques, proyectos y programas culturales. En su infor-me mundial de 1995, esta Comisión recogió los avances en materia de cultura ydesarrollo tratados en las Conferencias Intergubernamentales promovidas por laUnesco desde 1968. Este informe denominado “Nuestra Diversidad Creativa” se-ñalaba que la humanidad tiene ante sí un desafío en cuanto a la adopción de nuevasformas de pensar, actuar y organizarse en sociedad, es decir, en nuevas formas devivir. Este supuesto se determina porque en el mundo actual, todas las relaciones quelos individuos daban por sentadas están experimentando una reformulación y unareconstrucción profundas. Bajo este paradigma, cualquier política de desarrollo debeser profundamente sensible hacia la cultura y estar inspirada por la propia cultura,esto permitirá definir y aplicar una política de cohesión cultural que mantenga uni-das a las sociedades multiétnicas haciendo un mejor uso de las realidades, oportuni-dades y alcances que brinda este pluralismo en una sociedad.

El informe hacía énfasis en que esto solo sería posible si se aplicaban políticas depromoción de la creatividad en el gobierno y la política, en la tecnología, la industriacultural y las finanzas, en la educación y en el desarrollo social comunitario. Losmedios de comunicación tendrían un papel importante en este esquema en la medi-da en que se utilizaran para abrir oportunidades de comunicación entre los habitan-tes, reduciendo el espacio cultural entre ricos y pobres mediante la información.Finalmente se exponía que el desarrollo cultural requería una nueva investigaciónque prestara atención a la, hasta la fecha, olvidada integración de la cultura, el desa-rrollo y las diferentes formas de organización política79.

Con esos antecedentes internacionales, la expedición de la Ley 397 de 1997 –LeyGeneral de Cultura–, trajo una nueva perspectiva cultural en el ámbito nacional ydistrital. Esta ley nacional desarrolló algunos artículos de la Constitución Política rela-tivos al fomento de la actividad cultural de la nación y por ello dictó normas sobrepatrimonio cultural, fomentos y estímulos a la cultura; y además creó el Ministerio dela Cultura80. El país empezaba a vincularse activamente al desarrollo de políticas cul-

Realizado desde 1995, “Rock alParque” es considerado el festi-val gratuito más importante enAmérica Latina.

Fuente: Archivo fotográfico IDCTOficina Asesora deComunicaciones.

79 Comisión Mundial de Cul-tura y Desarrollo, Nuestradiversidad creativa, España,Unesco, 1997, pág. 11.

80 Congreso de la República,Diario Oficial, Bogotá, Im-prenta Nacional, No. 43102,agosto de 1997, pág. 1-8.


turales de carácter internacional. De esta misma fecha es el nacimiento del FondoMixto para la Promoción de la Cultura y las Artes de Bogotá, empresa de economíamixta destinada a la consecución de recursos para la cultura de la ciudad que, debi-do a malos manejos administrativos, desapareció hacia el año 2001.

Más adelante, en la Conferencia Intergubernamental sobre Políticas Culturales parael Desarrollo realizada en Estocolmo (Suecia) en 1998, confluyeron todos los discur-sos sucedidos durante veintiocho años de conferencias y se recogieron de maneraprecisa los frutos paradigmáticos en materia de cultura producidos por el deceniocultural mundial. En esa oportunidad se confirmó la importancia de llevar la culturade la situación “marginal” en que se encontraba hacia el núcleo de la decisión polí-tica de las naciones, en pro del desarrollo sostenible. El denominado “Plan de Ac-ción” de Estocolmo imprimió una nueva lógica de las políticas culturales en el ámbitomundial, al afirmar que el desarrollo sostenible y el auge de la cultura dependenmutuamente. En esa medida, los gobiernos nacionales y locales deben “propenderpor la defensa de las culturas locales y regionales impulsando su propio dinamismo ydesarrollo [...] el gobierno y la sociedad civil deben aspirar a lograr una asociación másestrecha para la elaboración y puesta en práctica de políticas culturales que esténintegradas a las estrategias del desarrollo81.

En líneas generales, el Plan de Acción Mundial promulgado en Estocolmo contem-plaba varias actividades básicas, contribuyendo así en los temas culturales relativos ala política del desarrollo:

Investigación e intercambio de información: se debía propiciar el fortalecimientode la investigación, procurando su acercamiento con las comunidades que gestionanla política cultural. La Unesco contribuiría a esta tarea con información internacionalcomparativa sobre políticas y prestaciones culturales desplegadas por los gobiernos,los sectores no gubernamentales y entes privados; así como compartiría prácticas eideas innovadoras en la implementación y gestión política de la cultura.

Asesoría gubernamental y defensa de las políticas culturales: se iniciarían activi-dades de asesoría para gobiernos y otros gestores culturales, para ayudar a fortalecersus propias capacidades para la formulación e implementación de políticas. Al haceresto, se estimularía el interés y el compromiso respecto al objetivo de proporcionarmarcos políticos más amplios y así identificar los medios por los cuales pudiesenconseguirse con efectividad. Se incorporaría también un entrenamiento para lograrun mejor manejo y administración de las instituciones culturales, específicamente enlo relativo a cobertura y eficiencia administrativa.

Con lo anterior quedaba claro que en el Programa de Políticas Culturales para elDesarrollo impulsado a escala global, las protagonistas serían las “empresas cultura-les” de los gobiernos nacionales y locales; así mismo, se promovería un mejor mane-jo y administración de éstas en la medida que la efectividad administrativa significa:competitividad, garantía de resultados, adecuada formulación de políticas, planes,programas, proyectos, infraestructura adecuada y consecución suficiente de recur-sos. En esa medida, es la empresa cultural la forma de garantizar calidades y comoconsecuencia de ello, la maximización de la gestión cultural de los gobiernos.

FUNCIONES DE LAS DIFERENTES DEPENDENCIAS

Bajo la influencia del paradigma mundial de eficiencia de la gestión cultural, el IDCTemprendió una nueva reorganización administrativa en 1998, impulsada a su vezpor la expedición de la Ley General de Cultura y por el cambio en la administración

81 Ministerio de Cultura, Co-lombia, La cultura como fi-nalidad del desarrollo, Bogo-tá, 2002, págs. 15-16.




de la Alcaldía Mayor. Adriana Mejía, designada como Directora del IDCT, bajo elmandato del alcalde Enrique Peñalosa, impulsó la restructuración de la entidad. Así,mediante el Acuerdo 11 de la Junta Directiva se promulgó la adopción de nuevosestatutos y modificaciones en la función orgánica del Instituto. Como un intento defacilitar la gestión de la entidad y para dinamizar sus procesos administrativos inter-nos, se establecieron siete oficinas asesoras básicas dependientes directamente de laDirección, cada una con unas funciones y tareas específicas82:

Oficina Asesora de Planeación: Dirigiría el proceso de planeación, de acuerdo conel plan de desarrollo Distrital y la reglamentación interna expedida; asesoraría y co-ordinaría a las dependencias en la elaboración del plan de gestión interna y mejora-miento institucional y en el diseño de los indicadores; y asesoraría la elaboración deestudios sobre desarrollo y estructura organizacional, nomenclatura y clasificación deempleos, escala de remuneración, planta de personal, métodos y sistemas de infor-mación de la entidad.

Oficina Asesora de Control Interno: Verificaría que el sistema de control internoestuviera formalmente establecido dentro de la organización y que su ejercicio fueraintrínseco al desarrollo de las funciones de todos los cargos; verificaría que los con-troles definidos para los procesos y actividades se cumplieran por parte de los res-ponsables en su ejecución y en especial la aplicación del régimen disciplinario; yfomentaría la formación de una cultura del control para el mejoramiento continuodel cumplimiento de la misión institucional.

Oficina Asesora de Control Disciplinario Interno: Esta oficina se encargaría deconocer, en primera instancia, los procesos disciplinarios de su competencia adelan-tados contra los servidores públicos del IDCT, a excepción del Director; tambiénejercería un control disciplinario preventivo, mediante campañas de divulgación dela normatividad disciplinaria dentro de la entidad; y acorde con las políticas anti-corrupción nacionales y distritales, asesoraría a la Dirección en la definición de lapolítica referida a la moralización y lucha contra la corrupción administrativa.

Oficina Asesora Ejecutiva de Localidades: Velaría por el cumplimiento de las disposi-ciones relativas a la celebración de convenios administrativos de cofinanciación ocomodato (Decreto 176 de 1998) que celebrara la entidad en el ejercicio de susfunciones; también asesoraría a la Dirección General en los procesos contractualesque se llevaran a cabo en el IDCT, coordinando así los procesos de contratación,supervisión, pago y liquidación de los proyectos que se aprobaran con cargo a losFondos de Desarrollo Local.

Oficina Asesora de Comunicaciones: Cuya función principal era apoyar a la Direc-ción General y a las dependencias de la entidad en la divulgación de los planes,programas, proyectos y en la ejecución de actividades informativas y publicitarias; enesa medida, sería la encargada de diseñar y programar la producción audiovisual eimpresión documental de información sobre el Instituto y el material de prensa, ra-dio y televisión y además debería coordinar y realizar campañas de comunicacióninterna tendientes a generar un clima laboral favorable, mística de servicio y sentidode pertenencia entre los funcionarios.

Oficina Asesora de Investigación de Ciudad: Entre sus funciones estarían construiruna estructura pluridisciplinaria de observación, investigación y sistematización rigu-rosa y periódica de información sociocultural sobre la ciudad; de esa manera, busca-ría fomentar y adelantar investigaciones en torno al tema de ciudad que orientaranlas acciones de las entidades gubernamentales y no gubernamentales, promoviendo

82 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 1998-1999, s.f. págs12-20.


así la reflexión y discusión permanente en materia de cultura urbana de la Adminis-tración Distrital.

Oficina Asesora de Proyectos Especiales: Su función básica sería la de participar enel diseño, coordinación, planeación y ejecución de actividades para el desarrollo delos proyectos señalados por el Instituto como especiales, además de dirigir la red derelaciones de la oficina y demás dependencias o entidades distritales que participa-ran de las actividades del IDCT.

Bajo esta nueva nomenclatura administrativa la antigua Subdirección General (crea-da en el anterior proceso de restructuración) le dio paso nuevamente a la SecretaríaGeneral que volvió a depender de la Dirección y además tuvo bajo su responsabili-dad las funciones de la Oficina Jurídica de la entidad. Respecto a las Subdirecciones,en esta restructuración se establecieron cinco, ya que la Academia Superior de Artesde Bogotá adquirió una nomenclatura similar propia:

Subdirección de Cultura: A través de las Divisiones de Arte Dramático, Artes Plásti-cas, Danza, Literatura, Música y Descentralización, se encargaría de asesorar a la Di-rección en la formulación de políticas y estrategias para el desarrollo de la cultura y lasartes en la ciudad y proponer los proyectos correspondientes; gestionar ante las enti-dades públicas y privadas la consecución de recursos para desarrollar sus funciones; ydiseñar y ejecutar políticas y actividades culturales en las localidades además de brin-dar apoyo a sus iniciativas.

Subdirección de Turismo: Después de no ser tomada en cuenta en el proceso orga-nizacional anterior, retoma sus acciones para realizar, apoyar, coordinar y evaluarprogramas, eventos y programas locales, nacionales e internacionales para consolidarla imagen de la ciudad y la concientización turística de la población.

Subdirección Eventos, Salas y Escenarios: Remplaza en funciones a la antigua Uni-dad de Proyectos Especiales en lo relativo a orientar la acción institucional en torno ala realización de eventos culturales o científicos de carácter metropolitano, así comoasesorar a la Dirección en la programación y ejecución de las actividades científicas yservicios culturales que se realicen en las diferentes salas y escenarios del Instituto(Teatros Jorge Eliécer Gaitán y Media Torta, Cinemateca y Planetario distritales).

Subdirección Administrativa y Financiera: Conserva las cuatro coordinaciones des-prendidas del proceso anterior (Recursos Humanos, Físicos, Financieros, y Sistemas)

En el Teatro Jorge Eliécer Gaitánse programaban a lo largo del añoeventos de fomento al arte y lacultura de carácter internacional.En 1999, la Compañía Tango,Vals Tango se presentó con suobra “Fiesta en el Umbral”.

Fotografía de Carlos Mario Lemay Juan Camilo Segura.Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 2, Foto No. 21.




encargándose básicamente de dirigir y coordinar las actividades relacionadas con laadministración de los recursos de la entidad, además de diseñar y administrar lossistemas de correspondencia y archivos de los documentos del Instituto.

Academia Superior de Artes de Bogotá: Toma la nomenclatura de Subdirección,cuyas funciones de coordinar y supervisar el funcionamiento de sus programas edu-cativos en los aspectos administrativos y académicos se realizarían a través de unaSecretaría Académica y las Coordinaciones de los diferentes programas (artes musi-cales, escénicas, plásticas y extensión) y una Coordinación Administrativa.

Tanto el organigrama 7 como el cuadro evolutivo 7 de este nuevo proceso, muestranlos alcances de la restructuración administrativa adelantada en el IDCT en 1998.

Esta restructuración del IDCT, retomó la visión de la ciudad como escenario culturalya que “los espacios propios de la ciudad no necesariamente eran reconocidos comoescenarios culturales. Adicionalmente se podían identificar esfuerzos individuales muyvaliosos, pero no existía una articulación muy clara entre las iniciativas de las diversasentidades que desarrollaban actividades culturales en la ciudad”83. En este período laadministración distrital tenía bajo su política la exaltación de la ciudad como unescenario vivo y, a su vez, como un espacio de encuentro para mostrar formas dife-rentes de apropiar y sentir la ciudad. La gestión del IDCT se centró entonces encumplir con una función de demostración de la ocupación de espacios públicos conactividades culturales, buscando así lograr un mayor sentido de pertenencia, mejo-rando significativamente los niveles de interacción entre los ciudadanos de diferen-tes estratos, generando una concepción de orgullo de lo que significaba ser ciudada-no de Bogotá, contribuyendo de esta manera a la construcción de ciudad, a pesar deque las políticas distritales en cultura no siempre tuvieron una línea de continuidaddeterminada.

LA RESTRUCTURACIÓN DEL IDCT EN 2001En el ámbito mundial se siguieron promoviendo las políticas de desarrollo cultural yfue así como el “Foro sobre Cultura y Desarrollo” auspiciado por el Banco Interame-ricano de Desarrollo en 1999, presentó nuevas contribuciones en la concepción cul-tural mundial. En esta reunión internacional se lanzaron propuestas que tenían comopunto común la búsqueda de un desarrollo cultural más participativo, específicamenteen la generación de políticas latinoamericanas y del tercer mundo, ya que la observa-ción de las políticas y temas culturales que se realizaron algunos años atrás demostra-ron que “la cuestión social en América Latina no se puede seguir planteando en térmi-nos de pobreza (precariedad económica), sino sobre todo de exclusión social(marginación del proyecto colectivo)”84. En ese sentido, se deberían impulsar la ela-boración de programas de desarrollo cultural de una forma en que los beneficiariosde estos programas fueran agentes sociales que adquirieran una importancia cadavez mayor. En otras palabras, en el ámbito global seguían promoviéndose estrategiasen el tema cultural que involucraran activamente a la población objeto de las dife-rentes políticas y actuaciones culturales, en el que fuera posible concebir el desarro-llo como un proceso destinado a acrecentar la libertad de cada individuo en el logrode sus aspiraciones esenciales. La gestión cultural debería propender entonces porun desarrollo que utilizara el potencial de la memoria cultural para ponerla al servi-cio de la calidad de vida, la creación y la producción de conocimiento, garantizándo-se así la protección de los derechos culturales de los individuos. Sólo así se podríalograr un desarrollo cultural generador de prosperidad económica y social.


84 Ministerio de Cultura, Co-lombia, La cultura como fi-nalidad, pág. 16.


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Junta Directiva {P.I. Ac. 11/ Dirección General {P.I. Ac. 11/ Oficina Asesora de Planeación1998, IDCT} 1998, IDCT} {Cbn: +F. Ac. 11/1998, IDCT}

Oficina Asesora de ControlInterno {Cbn: P.I. Ac. 11/1998,IDCT}Oficina Asesora de ControlDisciplinario Interno {Cbn: -F.Ac. 11/1998, IDCT}Oficina Asesora Ejecutiva deLocalidades {Cr. Ac. 11/1998,IDCT}Oficina Asesora deComunicaciones {Cbn: +F. Ac.11/1998, IDCT}Oficina Asesora deInvestigaciones de Ciudad{Cbn: -F. Ac. 11/1998, IDCT}Oficina Asesora de ProyectosEspeciales {Cr. Ac. 11/1998,IDCT}

Secretaría General {Cbn: +F. Oficina Asesora Jurídica {Cr.Ac. 11/1998, IDCT} +F. Ac. 11/1998, IDCT}Subdirección de Cultura División de Arte Dramático{Cbn: -F. Ac. 11/1998, IDCT} {Cr. Sp: Ac. 11/1998, IDCT}

División de Artes Plásticas {Cr.Sp: Ac. 11/1998, IDCT}División de Danza {Cr. Ac. 11/1998, IDCT}División de Literatura {Sp: Ac.11/1998, IDCT}División de Música {P.I Ac. 11/1998, IDCT}División de Descentralización{Cr. Ac. 11/1998, IDCT}

Subdirección de Turismo{+F. Ac. 11/1998, IDCT}Subdirección de Eventos Salas División Teatro Jorge Eliécery Escenarios {Cbn: -F. Ac. 11/ Gaitán {Cbn: Ac. 11/1998,1998, IDCT} IDCT}

División Teatro al Aire Libre dela Media Torta y otros Espacios{Cbn: Ac. 11/1998, IDCT}División Cinemateca Distrital{Cbn: Ac. 11/1998, IDCT}División Planetario Distrital{Cbn: Ac. 11/1998, IDCT}

Subdirección Administrativa Coordinación Recursosy Financiera {P.I. Ac. 11/1998, Humanos {P.I. Ac. 11/1998, IDCT} IDCT}

Coordinación Recursos Físicos{P.I. Ac. 11/1998, IDCT}Coordinación RecursosFinancieros {P.I. Ac. 11/1998,IDCT}Coordinación de Sistemas {P.I.Ac. 11/1998, IDCT}

Academia Superior de Artes Secretaría Académica {Cr. Ac.de Bogotá {Cbn: +F. Ac. 11/ 11/1998, IDCT}1998, IDCT}

Coordinación Programa deArtes Musicales {Cr. Ac. 11/1998, IDCT}


NIVEL 0 NIVEL 1 NIVEL 2 NIVEL 3


Con base en este contexto cultural mundial, en el que seguían en boga las prácticasculturales que involucraran la participación directa de los ciudadanos, el IDCT ade-lantó en el año 2001 una nueva visión de sus funciones respecto de la poblaciónobjeto de sus actividades y se lanzó hacia un nuevo esquema de reorganizaciónadministrativa, enlazada con los criterios de eficiencia y efectividad, así como lapotencialización de sus políticas culturales y turísticas en el Distrito Capital. Con elregreso de Antanas Mockus a la Alcaldía Mayor –y la consecuente reactivación de lapolítica distrital de cultura ciudadana– Rocío Londoño se encargó de la DirecciónGeneral de la entidad e inició una nueva etapa de restructuración administrativa.

La estructura organizacional del IDCT se modificó ya que las nuevas metas insti-tucionales exigieron la modernización administrativa de la entidad, así como laoptimización de procesos, la búsqueda de mayores valores agregados en la gestión yel fortalecimiento de la gestión social y ambiental. Esta nueva fase orgánico-funcionalbuscó el reforzamiento y reconocimiento institucional a la vez que impulsó un pro-ceso de ajuste de las funciones específicas a cargo de cada una de las dependencias.El Acuerdo 2 de 2001 de la Junta Directiva modificó de nuevo la estructura orgánicadel Instituto. A simple vista podía apreciarse una simplificación de dependenciasmientras que la concentración de funciones recaía directamente sobre seis depen-dencias del nivel subdirectivo que se encargarían de ejecutar las acciones objeto dela razón de ser del IDCT. A nivel asesor, de las siete dependencias establecidas con larestructuración anterior, la Dirección contaría a partir de ahora con cuatro oficinas.Se conservaron las Oficinas Asesoras de Planeación, Comunicaciones y Publicacio-nes, y Ejecutiva de Localidades; también se elevó a esta categoría la Oficina Jurídica.Las funciones del sistema de control interno de la entidad fueron asumidas por laDirección General85.

En cuanto a la parte operativa se mantendrían en funciones las Subdirecciones deTurismo; Administrativa y Financiera; Eventos y Escenarios; y la Academia Superiorde Artes de Bogotá. La Subdirección de Fomento a las Artes y las Expresiones Cultu-rales asumió las funciones de la antigua Oficina Asesora de Proyectos Especiales,mientras que se rescató el Observatorio de Cultura Urbana como dependencia en-cargada de promover un esquema pluridisciplinario de observación, investigación ysistematización rigurosa y periódica de información sociocultural sobre la ciudad. A

Coordinación Programa deArtes Escénicas {Cr. Ac. 11/1998, IDCT}Coordinación Programa deArtes Plásticas {Cr. Ac. 11/1998, IDCT}Coordinación Programa deExtensión {Cr. Ac. 11/1998,IDCT}Coordinación Administrativa{Cr. Ac. 11/1998, IDCT}




Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 11 de noviembre 19 de 1998.

85 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deAcuerdos de la Junta Direc-tiva, 2000-2002, s.f. pág. 2.




este Observatorio le correspondía además la función de desarrollar, a través del Cen-tro de Documentación, actividades de salvaguarda y difusión de la memoriainstitucional distrital y memoria documental urbana, que más adelante daría origenal Centro de Documentación en Cultura Urbana que abrió sus puertas al públicodesde septiembre de 2001 y, al finalizar la segunda administración de Antanas Mockus,pasó a hacer parte del recién creado Archivo de Bogotá.

El organigrama 8 y respectivo cuadro 8 de evolución orgánica del 2001, muestran unIDCT con una estructura organizacional simple que se ha mantenido hasta la fecha.

A partir de esta reorganización administrativa, el IDCT ha transitado hacia un perío-do de adaptación y especialización de su planta de personal. Esto es apreciable yaque desde ese entonces lo que se haya en su normativa interna son adiciones almanual específico de funciones y requisitos de los empleos de la planta global delIDCT. Estas pequeñas modificaciones al esquema funcional, mas no en el estructural,han considerado la naturaleza global de la planta de cargos de la entidad y teniendoen cuenta esta situación se van realizando los ajustes necesarios. Estos se presentanbásicamente en la distribución del personal de las diferentes dependencias que con-forman la estructura orgánica para que sean coherentes con las necesidades realesdel Instituto y por ello, se han requerido constantes adiciones al manual de funcionesy requisitos expedido por la Resolución 410 de 2001 de la Dirección General. Poresta razón, se han hecho –hasta agosto de 2003– cerca de quince adiciones al ma-nual de funciones y requisitos para los cargos de la planta de personal del IDCT,dependiendo de las necesidades del Instituto en los últimos dos años.

Podría decirse que el manual de funciones es la “carta de navegación” organizacionalde la entidad por ser el documento que recoge la especificidad de las actividadesrelacionadas con la gestión cultural y turística del IDCT. Mediante la Resolución 410de 24 de agosto del 2001 se adoptó el manual específico de funciones y requisitospara los empleos de la planta global del Instituto que continuaba vigente para 2005.Como objetivos de este manual de funciones están: determinar las funciones y requi-sitos de los distintos empleos que componen la planta global de cargos del IDCT; ydotar a la administración del Instituto, de un instrumento técnico administrativo deactualización permanente para la modernización y el mejoramiento del sistema deadministración de personal del Instituto, para instrumentar la aplicación e imple-mentación de la carrera administrativa y los procesos de capacitación y bienestarencaminados a conseguir que la entidad disponga de un equipo humano altamentepreparado, motivado y comprometido con los objetivos del Instituto. El contenidode este manual, sus modificaciones o adiciones constituyen el medio oficial de infor-mación, y reglamento interno del IDCT sobre descripción de las funciones y requisi-tos establecidos para el desempeño de los empleos que componen la planta de car-gos de la entidad86.

Cuando se trata de modificar el manual para adicionar funciones o requisitos a losempleos actuales o por incorporación de nuevos niveles, denominaciones, grados ocategorías, los cambios deben ser integrados al manual por la Subdirección Adminis-trativa y Financiera en coordinación con la Oficina Asesora de Planeación una vezsean autorizados por el acto administrativo correspondiente.

86 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Libro deResoluciones de Dirección,2001, s.f. pág. 1-174.


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Junta Directiva {P.I. Ac. Dirección General {+F. Ac. Oficina Asesora de Planeación2/2001, DCT} 2/2001, IDCT} {+F. Ac. 2/2001, IDCT}

Oficina Asesora Jurídica {P.I.Ac. 2/2001, IDCT}Oficina Asesora deComunicaciones yPublicaciones {Cbn: +F. Ac. 2/2001, IDCT}Oficina Asesora de Ejecutiva deLocalidades {P.I. Ac. 2/2001,IDCT}

Secretaría General {P.I. Ac. 11/1998, IDCT}Subdirección de Fomento alas Artes y las ExpresionesCulturales {Cbn: +F. Ac.2/2001, IDCT}Subdirección de Eventos yEscenarios {Cbn: -F. Ac.2/2001, IDCT}Subdirección de Turismo{+F. Ac. 2/2001, IDCT}Academia Superior de Artesde Bogotá {+F. Ac. 2/2001,IDCT}Observatorio de CulturaUrbana {Cbn: +F. Ac. 2/2001,IDCT}Subdirección Administrativa Grupo Interno de Recursosy Financiera {+F. Ac. 2/2001, Humanos {Cr. Res.19/2003,IDCT} IDCT}

Grupo Interno de RecursosFinancieros {Cr. Res.19/2003,IDCT}Grupo Interno de RecursosFísicos {Cr. Res.19/2003,IDCT}Grupo Interno de Sistemas {Cr.Res.19/2003, IDCT}



LA GESTIÓN DEL IDCTBAJO LA SEGUNDA ADMINISTRACIÓN DE ANTANAS MOCKUS

En el año 2001, con el regreso a la administración distrital del alcalde Antanas Mockus,las políticas culturales de Bogotá se enmarcaron dentro de los parámetros trazadospor la Constitución Política, La Ley General de Cultura y la reglamentación existentepara tal efecto en el Distrito Capital. En ese sentido, con la conformación del SistemaDistrital de Cultura –apoyado por el Consejo Distrital de Cultura, los Consejos Loca-les y los Consejos de las áreas artísticas– se rescataron espacios de concertación parala formulación de las políticas culturales en la ciudad. El IDCT fue el encargado decoordinar el Sistema Distrital de Cultura, para el cual acordó las políticas generales ydictó las normas técnicas, administrativas y reglamentarias pertinentes para su buenfuncionamiento. Este Sistema promovió cambios en la relación entre el Estado y laciudadanía, ampliando las posibilidades de participación de artistas, organizaciones


Fuentes: Junta Directiva IDCT, Acuerdo 11 de noviembre 19 de 1998.


y entidades culturales y artísticas de naturaleza privada o estatal en los asuntos públi-cos. Así, se constituyó en una herramienta esencial para fortalecer y encauzar losesfuerzos de la Administración distrital y la comunidad hacia propósitos comunes,posibilitando que esta última se beneficiara directa y oportunamente. El resultado deeste ejercicio democrático, que permitió a los sectores culturales trabajar en conjun-to, articulando acciones, encontrando beneficios comunes y proponiendo modelosurbanos que se nutrieran de diversos aportes y que procuraran construir una ciudadque garantizara una mejor calidad de vida para sus habitantes, fue la aparición de undocumento distrital sobre políticas culturales titulado “Bogotá en Acción Cultural”.

La dirección del IDCT, en cabeza de Rocío Londoño Botero, resaltó este texto comoun logro de vital importancia para la administración de cultura en Bogotá, toda vezque pretendió “obligar” al gobierno distrital a impulsar medidas tendientes a la con-solidación de políticas culturales de corto, mediano y largo plazos que integraran a laciudadanía a partir del reconocimiento de su diversidad y multiculturalidad. En esesentido, se partió del supuesto de reconocer las diferentes manifestaciones culturalesque ocurren en el la ciudad y la importancia de lo público en la creación de nuevosciudadanos como base fundamental del desarrollo de Bogotá87 . Las políticas cultura-les de Bogotá debieron responder entonces a varios factores, que interactuaban parala definición de estrategias, planes y programas:

Ligarse a los preceptos culturales constitucionales, la Ley Nacional de Cultura,Planes de Ordenamiento Territorial y de Gobierno de los ámbitos nacional y distrital.Integrarse a una propuesta de desarrollo intercultural para la capital, a partir delreconocimiento de la diferencia.Relacionarse con la concepción descentralizada del Sistema Distrital de Cultura yde la ciudad, como instrumento que permita la democracia y el empoderamientode los ciudadanos frente a los asuntos que le competen.Pensarse dentro del marco de una sociedad globalizada, pero teniendo en cuentalas particularidades tanto locales como de la ciudad en su conjunto, permitiendoasí el rescate o la construcción de una identidad como ciudad.

Partiendo de un diagnóstico cultural en el que Bogotá concentró la mayor cantidadde población como centro urbano del país, la caracterización de la ciudad como una“región de regiones” con diferentes referentes culturales y expresiones multiculturalesde distintas manifestaciones tanto colombianas como extranjeras –y aprovechandoque la capital presenta una alta concentración de centros culturales como bibliote-cas, casas de la cultura, museos, teatros, galerías de arte, universidades, organizacio-nes y asociaciones culturales y comunitarias, artistas de todas las expresiones, redesculturales, cajas de compensación–, se propusieron políticas culturales que respon-dían a la realidad de la situación cultural de Bogotá, recogiendo los planteamientosde la Ley General de Cultura y las recomendaciones de la Unesco. Las líneas deacción sobre las cuales se debían poner en práctica estas políticas fueron:

Reconocimiento de la cultura como valor universal y de nuestras culturas comoparte integral de dicho valor.

Reconocimiento y legitimación de la pluralidad y diversidad cultural.

Estímulo a la producción, gestión y creación cultural y apoyo a través de la educa-ción, la difusión y la investigación.

Afirmación de la identidad nacional y protección a las tradiciones de las comuni-dades negras, indígenas, personas con limitaciones y pueblo ROM (gitano).

87 Instituto Distrital de Culturay Turismo, Políticas cultura-les para Bogotá, 2001-2004,Bogotá, 2001, págs. 5-14.




Democratización del acceso a bienes y servicios culturales.Difusión y apoyo a las distintas manifestaciones artísticas y culturales teniendo encuenta las expresiones de las comunidades afrocolombianas, indígenas, ROM yde personas con limitaciones y sus cultores en los medios de comunicación.Recuperación de la importancia de lo público para el debate ciudadano.Aplicación de las recomendaciones sobre la salvaguarda de la cultura tradicional ypopular de la Unesco.

BOGOTÁ EN ACCIÓN CULTURAL 2001-2004Bajo este específico contexto sociocultural, se organizaron las diferentes políticas te-niendo en cuenta líneas temáticas bien determinadas que recogían y reconocían losaspectos positivos logrados en materia de cultura en la ciudad en las últimas adminis-traciones, potenciando los desarrollos de las localidades como base fundamental enla construcción de ciudadanía desde lo local hacia la ciudad en su conjunto.

Organización del sector cultural en el Distrito Capital: Buscó el fortalecimientodel sector cultural a través de la consolidación y el fortalecimiento del Sistema Distrital,los sistemas locales de cultura y los consejos de las áreas artísticas. Para ello, se debedesarrollar la normativa existente de acuerdo con la realidad del sector cultural de laciudad, dando cumplimiento al compromiso de las autoridades locales en relacióncon el apoyo logístico para el funcionamiento de los consejos locales de cultura. Dela misma forma, se debe impulsar la constitución de redes de gestores, artistas, casasy centros culturales a nivel local, que potencien la capacidad de organización y desa-rrollo del sector, con participación de todas las poblaciones.

Formación y/o capacitación para el desarrollo cultural: Busca desarrollar,potencializar y democratizar espacios de crecimiento humano integral en valorespara la reconciliación, la concertación y la convivencia pacífica, y en conocimientospara la creación y disfrute del arte y la cultura a través de la profesionalización de losartistas; la cualificación y reconocimiento de los artistas y públicos; el desarrollo deprocesos de formación sobre cultura y artes de las diferentes poblaciones sociocultu-rales; la implementación de programas de formación en valores que posibiliten supráctica a través de ejercicios vivenciales y artísticos que promuevan el diálogo, latolerancia, el respeto por la diferencia, la resolución de conflictos y el ejercicio de lademocracia; el establecimiento de un plan de formación y capacitación artística para

Dentro de la programación anualde eventos “Al Parque”, se pro-gramaban espacios de encuentropara la puesta en práctica denormas de convivencia a travésdel arte y la cultura. Las elimina-torias de “Ópera al parque” dejulio de 2001, se realizaron en elTeatro Jorge Eliécer Gaitán.

Fotografía de Eliseo Rúa.Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 6, Foto No. 9.


Bogotá en coordinación con las instituciones, organizaciones y comunidad artísticaen general; continuar con los procesos de formación para la prestación de los servi-cios de turismo y con los recorridos de reconocimiento de la ciudad para prestadoresde servicios; la creación de un diplomado y/o especializaciones sobre gestión y ani-mación sociocultural para miembros de los consejos y del sector cultural; y crearmecanismos de formación que aporten a la formación de una conciencia y responsa-bilidad pública y ciudadana del equipo humano de los medios de comunicaciónciudadanos y comunitarios.

Patrimonio cultural: Busca recuperar y construir identidad a partir del reconocimien-to, protección y divulgación del patrimonio natural y cultural a través de la visibilizacióny recuperación de memoria sobre la existencia del patrimonio natural; la recupera-ción del patrimonio en cumplimiento de lo establecido en el plan de ordenamientoterritorial; el diseño de mecanismos de estímulos contemplados en la Ley General deCultura; reconocimiento, elaboración y difusión de los patrimonios culturales de laslocalidades; la implementación de programas educativos en primaria y secundaria,para el reconocimiento y disfrute del patrimonio del Distrito; la institucionalizaciónde la semana del patrimonio; el diseño de programas de concientización sobre carác-ter y valor público del patrimonio del Distrito, haciendo del patrimonio cultural elprincipal atractivo turístico cultural de la ciudad; y recuperar la memoria sonora, vi-sual y escrita resultado del trabajo de los medios de comunicación comunitarios yciudadanos que harán parte del patrimonio cultural y se conservarán en casas de lacultura y centros culturales especializados88.

Fomento al arte y la cultura: Busca acrecentar y consolidar los hábitos de consumoy creación artística y cultural de los bogotanos mediante la democratización del ac-ceso a los bienes y servicios culturales a través de la implementación de un programade semilleros e industrias culturales; el establecimiento y financiación de bolsas depremios, becas, concursos locales y distritales para el desarrollo de las áreas artísticas;el diseño y consolidación desde el sector público y privado de una imagen de Bogotácomo atractivo turístico y cultural; el desarrollo de espacios de concertación entre elsector público y privado para generar intercambios culturales a través de ferias, en-cuentros, foros, conciertos y festivales de carácter local, distrital, nacional e interna-cional; el diseño de programas para fomentar el respeto por las normas y la auto-rregulación como principios de convivencia ciudadana; la consolidación de Bogotácomo escenario cultural iberoamericano; apoyar y potenciar la organización y desa-rrollo de centros y/o grupos de investigación en medios de comunicación comunita-rios y ciudadanos, que permitan rescatar, proteger y proyectar la memoria histórica,cultural y política de las localidades.

Promoción y divulgación de la cultura: Busca informar, promover y movilizar a laciudadanía hacia la participación y construcción del desarrollo cultural de la ciudad através de la promoción de la normativa y de los planes y programas culturales; lautilización de medios masivos y la promoción y utilización de medios comunitarios yciudadanos de comunicación para incrementar la demanda y fomentar la participa-ción del sector en los distintos espacios de concertación y/o decisión; la creación decentros de información cultural para cada una de las localidades; y propiciar unalegislación que contemple un plan estratégico de medios de comunicación comuni-tarios y ciudadanos.

Infraestructura cultural: Busca potenciar el aprovechamiento óptimo de la infraes-tructura existente y proporcionar nuevos espacios para la producción, promoción,formación y disfrute del arte y la cultura a través del rescate del espacio público 88 Ibíd., págs. 15-17.




como lugar de encuentro de todos; el reconocimiento y apropiación del medio am-biental como elemento central de la formación de un nuevo ciudadano; la continua-ción del proyecto Casas de la Cultura que permita la descentralización de la accióncultural en el Distrito Capital; la utilización de la infraestructura existente en las loca-lidades como salones comunales, centros comunitarios, salas concertadas y centrosculturales; el diseño de un programa de mantenimiento de la infraestructura culturaldel Distrito a corto, mediano y largo plazos; la promoción y desarrollo de la infraes-tructura móvil y virtual; el desarrollo de infraestructura integral, multifuncional y contecnologías adecuadas; y programas que incorporen a los ciudadanos y sus espaciospara el préstamo de servicios culturales barriales.

Investigación: Busca proporcionar conocimiento sobre el desarrollo cultural de la ciu-dad para planear, definir políticas y aportar conocimiento para la mejor comprensiónde la vida ciudadana a través de la priorización de las investigaciones dependiendo delas necesidades de las líneas temáticas; la actualización periódica de los diagnósticosculturales existentes; y apoyar a través de los medios de comunicación comunitarios yciudadanos, los procesos de investigación relacionados con la formación de opiniónsobre el debate de público y los procesos culturales de las localidades89.

Estas líneas y políticas de acción cultural solo se hacían posibles mediante la imple-mentación de una serie de estrategias que permitieran el logro de los fines y objetivospropuestos: descentralización, participación, comunicación, financiación y controlsocial. Como primera estrategia se planteó el desarrollo de las políticas culturales demanera descentralizada, mediante los procesos adelantados en las alcaldías locales.Esta descentralización cultural permitiría el empoderamiento de la comunidad y delos ciudadanos en la toma de decisiones, cuyo espacio de concertación serían losconsejos locales de cultura; también buscaría niveles de complementariedad parapotenciar el impacto de los programas y proyectos. El IDCT necesitó definir un por-centaje de su presupuesto para aplicarse autónomamente en el marco de las políti-cas culturales locales, dentro de unos parámetros bien establecidos. Así, esta estrate-gia debió concertar la política cultural que formaría parte del plan de desarrollo de laciudad, partiendo de los procesos de planeación del desarrollo de las localidades.

La participación comunitaria y ciudadana es un componente central para la planeación,formulación y ejecución de los proyectos culturales. La comunidad y los consejos

En desarrollo de una política de consoli-dación de hábitos de consumo cultural,en el Teatro Jorge Eliécer Gaitán se pro-gramó el “Callejón de exposiciones sobreGabo” en mayo de 2000.

Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 7, Foto No. 4.

89 Ibíd., pág. 20.


locales de cultura deben participar en los procesos de planeación de las localidades,ejerciendo la función de vigilancia y control en la ejecución de los respectivos planes,programas y proyectos, para aumentar el grado de transparencia y efectiva utiliza-ción de los recursos. En ese sentido, el Consejo Distrital de Cultura deberá propiciarlos espacios necesarios para la concertación con la administración distrital de laspolíticas propuestas en los planes de desarrollo.

Las políticas culturales de la ciudad deben ser impulsadas a través de amplios proce-sos de comunicación que permitan democratizar la información y lograr la moviliza-ción del sector frente a su problemática propia. En ese orden de ideas, se debeimpulsar la utilización de los medios masivos de comunicación para dar a conocer lapolítica cultural de la ciudad y su ejecución. Esto permitirá la cualificación de laparticipación cultural en el desarrollo de Bogotá. Dentro de esta estrategia, tambiénestá el propiciar la utilización de medios alternativos de comunicación que permitanaumentar la movilización del sector cultural frente a sus acciones y problemas.

La financiación de las políticas culturales del Distrito Capital debe involucrar tanto losrecursos públicos como privados y en ese sentido conviene buscar que el Estadoasuma su responsabilidad frente al desarrollo cultural retribuyendo la participacióndel sector cultural en el PIB. De la misma forma, se debe reactivar el funcionamientode manera eficiente del Fondo Mixto para la Cultura y las Artes de Bogotá. Otra líneade acción de esta estrategia está en la implementación de la “estampilla procultura”como un mecanismo de financiación cultural para la ciudad y, finalmente, se debengenerar programas que permitan el acceso a diferentes fuentes de recursos tantonacionales como internacionales.

La estrategia relacionada con el control social debe impulsar la vigilancia y direcciónque el sistema de cultura tiene diseñado tanto en el nivel distrital como en el local. ElIDCT y los consejos locales deberán rendir cuentas a la ciudadanía sobre los avanceslogrados en materia cultural para la ciudad, así como de los principales problemaspresentados en la ejecución de las políticas culturales. En otras palabras, la ciudada-nía debe ejercer una función de veeduría de la ejecución del gasto público en culturaen los niveles local y distrital. En ese sentido, se obliga al IDCT a realizar asambleasanuales informativas sobre la ejecución de las políticas trazadas para el sector culturalen la ciudad; así mismo, deberá informar trimestralmente a la ciudadanía sobre laejecución del plan de acción institucional y el desarrollo de los distintos programas yproyectos.

CIFRAS Y LOGROS DE LA GESTIÓN DEL IDCTEN EL PERÍODO 2001-2003

Bajo este contexto de acción cultural distrital, el IDCT presentó a la ciudadanía engeneral y de manera periódica a través de la Oficina Asesora de Comunicaciones, elperiódico institucional y el portal web, los informes de actividades y ejecución de susprogramas y planes institucionales con el fin de dar cumplimiento a los lineamientosdel documento sobre políticas culturales 2001-2004. En ese sentido, el informe degestión y resultados del año 2001 mostró que “aparte del cambio de gobierno y de larenovación de una parte del equipo directivo, el IDCT tuvo que afrontar una complejarestructuración que para unos implicó la pérdida de su empleo y para otros, másresponsabilidades y más trabajo. Sin embargo, la respuesta de quienes hicieron partede la planta del Instituto y de aquellos que laboraron por contrato estuvo a la altura delas metas establecidas en el nuevo Plan de Desarrollo ‘Bogotá para vivir todos delmismo lado’ y de los retos fijados internamente”90.

90 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Oficinade Planeación, Informe degestión y resultados año2001, pág. 15.




Dentro de los principales logros de la entidad en ese período están:

Desconcentración de la programación cultural y aumento del acceso de los bogo-tanos a los eventos diseñados por el Instituto.

Consolidación del proyecto “Cultura en Común” en las localidades donde residela población de menores recursos económicos y se expandió a las bibliotecas elTunal y el Tintal.

Programación de la Esquina del Movimiento, los Asaltos de Danza y los eventos AlParque en diferentes lugares y escenarios de la ciudad, que permitió llegar a nue-vos públicos.

Difusión de los programas culturales a través del Canal Capital, lo cual hizo posi-ble que estos eventos masivos fueran vistos por más de un millón de personas queno concurrieron a ellos. Así mismo, la Oficina Asesora de Comunicaciones brindóa los medios de comunicación la información sobre la programación de eventoscon lo cual se dio una amplia difusión a la actividad cultural en la ciudad.

En materia de Cultura Ciudadana, la labor estuvo centrada en la coordinacióninterinstitucional de los programas y proyectos de este importante objetivo, asícomo también en el diseño y puesta en marcha del sistema de medición de loscomportamientos, las actitudes y las percepciones que mayor incidencia tienenen la convivencia y la seguridad de la ciudad capital.

Superación de la meta de ingresos propios en un 30%, a pesar de la reducción delpresupuesto, a través de la gestión del equipo directivo, en particular de laSubdirección de Eventos y los coordinadores del Planetario Distrital, el TeatroJorge Eliécer Gaitán, la Cinemateca y la Media Torta.

Realización de concursos artísticos y apoyo a más de 50 organizaciones y proyec-tos culturales contribuyendo así con las políticas de fomento artístico y de la diná-mica cultural de la ciudad. Por otra parte, las comparsas de las localidades fueronuna rica muestra de diversidad cultural y de diferentes visiones de pluralidad delpaís y de la ciudad.

En el tema de turismo se lograron alianzas con los agentes públicos y privados queprestan servicios turísticos en la ciudad y la región de Cundinamarca. Además se

En el marco de la política insti-tucional de democratización delacceso a bienes y servicios cultu-rales, los festivales de asistenciamasiva “Al Parque”, brindaronuna amplia gama de posibilida-des culturales a los habitantes deBogotá.

Fotografía de Eliseo Rúa.Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 17, Foto No. 8.


programaron jornadas de planeación estratégica y talleres de capacitación, se brindóapoyo a la Unidad Exportadora de Servicios Turísticos y al programa Salud Capi-tal. Se celebró el Día del Patrimonio, al que concurrieron más de 70.000 perso-nas. Igualmente, se destaca la incorporación de 11 localidades y 16 municipios enlos planes de fomento al turismo y una mayor coordinación y cooperación entrela Subdirección de Turismo y las demás áreas de trabajo del IDCT.

Elaboración de un documento institucional de propuesta de reforma del SistemaDistrital de Cultura. Allí se dio a conocer el proceso para la reforma de la normati-va del Sistema Distrital de Cultura y para la elección de nuevos consejos que serealizaría en el año 2002. Otros documentos mostraron la cuantificación de lainformación relacionada con la ampliación del proceso de participación del sectoren el desarrollo cultural de la ciudad, y el diseño de las metodologías para agilizaciónde pactos en las localidades y para la capacitación en derechos de autor.

También se llevaron a cabo actividades de atención de puestos de informaciónturística y de visitantes a los Museos en el programa “Siga, esta es su casa”. De lamisma forma, se realizaron recorridos para niños en Museos de la ciudad y seprogramaron actividades de formación y divulgación en temas de ciudad a travésdel Museo de Desarrollo Urbano.

Se desarrollaron tres programas de formación en artes plásticas, artes musicales yarte dramático. También se concluyó el proceso de análisis curricular del progra-ma de artes musicales y se impulsó el fortalecimiento del convenio suscrito con laUniversidad Distrital “Francisco José de Caldas”. Finalmente, se logró la adquisi-ción definitiva de la sede la Academia Superior de Artes de Bogotá (Palacio de LaCapuchina).

En cuanto a los temas archivísticos, se evaluó y seleccionó un espacio en los Sóta-nos de la Avenida Jiménez, como lugar más adecuado para la implementación delarchivo central de la entidad. En ese sentido, se realizaron las adecuaciones nece-sarias y se dotó de módulos de estantería apropiada para la disposición de toda ladocumentación que se conservaría en ese lugar. También se expidió normativainstitucional que adopta los reglamentos de archivo y el sistema de administra-ción de documentos. Se realizaron además, actividades de actualización en ma-nejo de estos a algunos funcionarios de la entidad.

Con base en estos resultados, que superaron muchas veces las expectativasinstitucionales, el IDCT pretendió su reconocimiento en el ámbito cultural deBogotá, siguiendo con los parámetros y políticas culturales fijados en el desarrollocultural del Distrito91.

Para el año 2002 hubo un incremento en la promoción de la demanda cultural res-pecto al año 2001:

N° DE EVENTOS N° DE ASISTENTES

2001 2002 2001 20024.764 10.174 1.592.202 2.190.690

Fuente: IDCT, Informe Oficina de Planeación, 2003.

91 Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, Oficinade Planeación, Informe degestión y resultados año2002, págs. 3-15.




Esto demuestra una superación de la meta de democratización de la oferta cultural.Lo anterior fue posible a través de la programación en escenarios ubicados en espa-cios con predominio de los estratos 1 y 2 que se aumentó en 51.301 asistentes, paraalcanzar una cobertura de 398.118 personas más que el año anterior. Otro avanceimportante en cobertura cultural fue la creación de 98 “clubes de lectores” que tu-vieron la participación de 22.968 personas. En el Informe de Logros del año 2002, esposible encontrar grandes avances en la gestión cultural propiciada desde el IDCT. Encuanto a los programas de formación artística, se logró la formulación y concertacióncon la Universidad Distrital del proyecto de facultad de artes. Así mismo se motivó eldesarrollo del proyecto de intervención arquitectónica del Edificio de la Asab. Acor-de con las políticas de difusión y divulgación cultural de la entidad, se logró la conso-lidación de dos medios masivos de comunicación. Por una parte, surge el “PeriódicoD.C.” como herramienta de difusión de las actividades del IDCT con un tiraje pornúmero de 100.000 ejemplares; de otro lado el programa televisivo “Encuentro”,con una audiencia promedio de 49.000 televidentes por programa, se constituyócomo la gran novedad audiovisual de la entidad. De este período son también laspublicaciones: Memorias del Plan de Desarrollo, Memorias de la Noche de las Muje-res, Facsímil de la Ley de Abolición de la Esclavitud, Libro Testamentos Indígenas yCartilla Resistencia Civil. También se realizaron exposiciones itinerantes sobre el de-sarrollo de Bogotá con 449.629 asistentes, además se hizo entrega de cuatro Premiosde Literatura y se elaboraron catálogos de exposiciones.

En lo referente a la organización del sector cultural del Distrito Capital, se adelantó laexpedición del Decreto 221 de 2002, por el cual se reformó el Sistema Distrital deCultura con la participación de más de 6.000 personas vinculadas al sector (cita).Igualmente, se impulsaron las elecciones en 27 consejos de cultura en las que 272consejeros fueron elegidos entre 11.626 inscritos y 6.251 votantes. Esto significó unincremento en la participación ciudadana del 297% en la elección, con respecto a laselecciones celebradas en 1999. Además se efectuaron gestiones para la concertacióndel anteproyecto de presupuesto 2003 con el Consejo Distrital de Cultura. En el áreade fomento de la competitividad del sector turístico, se lograron resultados impor-tantes como la sistematización de diagnósticos locales y estrategias para el desarrolloturístico de 11 localidades con potencial turístico; la elaboración de estadísticas deturismo distritales; la realización de programas de formación en desarrollo turísticolocal y regional; la apertura de un nuevo puesto de información turística en la sedeadministrativa del IDCT; y la definición territorial de la zona turística regional con laparticipación de 23 municipios y la Gobernación de Cundinamarca.

Para consolidar los programas de información e investigación sobre temas urbanos ydivulgación científica se difundieron los resultados de la primera aplicación del Siste-ma de Medición de Cultura Ciudadana y se propició la realización de tres investiga-ciones: cultura ciudadana, cultura política y organización sindical en Bogotá. Otrologro importante en este campo fue la medición de los eventos culturales organiza-dos por el IDCT con sus respectivos sondeos de opinión ciudadana. Como estrategiade apoyo a la actividad cultural de las localidades, el IDCT realizó veinte comparsaslocales, veinte encuentros multiculturales en las localidades y propició la celebraciónde cinco pactos sociales en las localidades de La Candelaria, Rafael Uribe Uribe, SanCristóbal, Engativá y Bosa.

Como los principales logros de la gestión del año 2002, el Instituto encaminó susacciones hacia la promoción y difusión de los 125 eventos realizados por el IDCT endiferentes medios masivos de comunicación además de brindar apoyo técnico per-


manente a actividades y campañas de cultura ciudadana a otras entidades del Distri-to y actividades de resistencia civil de la Alcaldía Mayor y ONG. A nivel decomercialización institucional se proyectó la “construcción de un sistema de recono-cimiento de la Entidad y sus actividades ante la comunidad, con el objeto de conseguirla participación y cofinanciación por parte de patrocinadores externos, que a su vezcontribuyeran a multiplicar la acción del Instituto y el reconocimiento de la gestiónentre la ciudadanía”92. Resultado de estas gestiones institucionales, se consiguieronpatrocinios por 58 millones de pesos en efectivo y 495 millones en canjes. Tambiénse inició dentro de la entidad un proceso de sistematización que permitiera el desa-rrollo avanzado de un salto tecnológico y cultural, producto de un trabajo que conju-gara los aspectos administrativo y misional, involucrando a todos los servidores de laentidad. De la misma manera, y acorde con las necesidades de profesionalización dela planta de personal, se proyectó la implementación de un proceso de capacitaciónque respondiera a los requerimientos institucionales y personales e involucrara atodos los servidores del IDCT.

Al entrar el año 2003, el IDCT en su calidad de promotor permanente de la actividadcultural del Distrito Capital continuó focalizando sus actuaciones hacia el cubrimien-to de las políticas de acción institucional que le permitieran seguir consolidando suimagen en los ámbitos local y distrital. Hasta el primer semestre del año presenta losresultados de su gestión en la que se aprecian de manera precisa los logros de laoferta cultural de la ciudad respecto del mismo período del año anterior, a través delofrecimiento de programas culturales en escenarios y espacios públicos:

Total Oferta Cul-tural en escenariosubicados en zonascon predominio deestratos 1 y 2.

Incluye las coberturas alcanzadas a tra-vés de los siguientes programas: Culturaen común, Paraderos para libros paraparques, Clubes de lectores, Lo que deboa los libros, presentaciones de danza yCasas de la Cultura (sólo para 2002.)

2002 A 2003 AJUNIO 30 JUNIO 30

1.511 157.508 2.408 203.939

Fuente: IDCT, Informe Oficina de Planeación, 2004

En el balance administrativo del Instituto para el período 2001-2003, se informaron,entre otros, los siguientes logros en torno a los productos de dicha gestión:

Información e investigaciones sobre temas urbanos, con énfasis en procesos cul-turales y divulgación científica.Programas de promoción de la participación ciudadana en la gestión.Eventos en escenarios públicos.Programas en medios masivos para la difusión y divulgación cultural.Apoyo otorgado a artistas y organizaciones culturales para la generación de pro-ductos artísticos y la realización de eventos culturales.Programas, cursos y talleres de formación artística.Escenarios culturales mantenidos.Programas dirigidos a mejorar la calidad de los bienes y servicios turísticos y agenerar condiciones favorables para su comercialización93.

92 Ibíd.93 Archivo Instituto Distrital de

Cultura y Turismo, Oficinade Planeación, Balance deGestión 2001-2003, pág. 4.


NºEVENTOS

NºASISTENTES

OBSERVACIONESPROGRAMANº

EVENTOS

NºASISTENTES



No son pocos los logros que en materia cultural, académica y turística se le abonan alIDCT en el desarrollo de sus actividades bajo la administración de Rocío Londoño.Esto se debe a la mejor destinación de los recursos financieros con que cuenta laentidad. Al contrario de lo acontecido en el Instituto hasta 1995, en la actualidad losgastos de funcionamiento están en el orden del 25% del total del presupuesto asigna-do a la entidad, mientras que los gastos de inversión representan un significativo 75%restante de los recursos presupuestados. Esto indica una enorme racionalización delgasto por parte de la administración de la entidad. En esa medida, el IDCT al ser elsoporte del programa de gobierno sobre cultura ciudadana, tiene una envidiable“fortaleza institucional, no sólo porque tiene una burocracia muy calificada, sino por-que se ha convertido en una necesidad para la ciudad”94. A lo anterior debe sumarseel hecho de que la oferta cultural del Distrito –que posee en el IDCT a su más grandepromotor– tiene mucho peso en el desarrollo de las actividades cotidianas de laciudadanía bogotana y por esa razón, la definición del presupuesto de la entidadtiene ahora un marco legal y jurídico que obliga a su concertación los consejos decultura que son los representantes de la población en el Sistema Distrital de Cultura.

Otro indicador de esa gestión, puede apreciarse en los avances que se obtuvieron enmateria de coberturas y costos para alcanzar los resultados y productos mostradospor el IDCT en este período:

PRODUCTO UNIDAD NO. DE ASISTENTES/ COSTO PROMEDIODE MEDIDA PARTICIPANTES/ BENEFICIARIO ($)

VISITANTES/TELEVIDENTES

Información e investigacionessobre temas urbanos y divul-gación científicaProgramas de promoción dela participación en la gestiónculturalEventos en escenariospúblicosProgramas de radio y televi-sión y otros medios masivospara la difusión y la divulga-ción culturalApoyo a organizaciones parala realización de eventos cul-turalesProgramas de educación ar-tística

Programas dirigidos a mejo-rar la calidad de los bienes yservicios turísticos de Bogotá

Eventos de divulgacióncientífica

Centros de informacióncultura local

Eventos artísticos

Programas de televisiónPeriódico cultural

Nº Organizaciones cultu-rales sin ánimo de lucroapoyadasProgramas de educaciónformalProgramas de educaciónno formalPuntos de informaciónturísticaJornadas de observaciónpara el reconocimientodel patrimonio

335.802 945

46.259 1.642

1.425.505 4.399

1.974.112 2351.200.000 70

96 31.453.244

1.283 1.847.878

2.867 383.719

57.997 3.992

189.501 364

Sólo se contemplaron recursos de inversión IDCT a precios corrientes 2003, sin incluir los de funcionamiento de la entidad.Fuente: Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo, Oficina de Planeación, Balance de Gestión 2001-2003, pág. 12.



Podría decirse que la gestión del IDCT en los años 2001 a 2003 si bien ha hechoénfasis en el desarrollo de la cultura como espectáculo, también ha ofrecido unacantidad considerable de incentivos para la creación artística y literaria a la vez quebrinda un apoyo importante en las áreas de capacitación e investigación, y fomentadiversas actividades pedagógicas y académicas contribuyendo así a la conservación ydivulgación del patrimonio cultural. Si se habla del cubrimiento social de las accionesdel IDCT, debe indicarse que “las actividades del Instituto se realizan no solo enBogotá y sus localidades, sino también en los municipios anexos al Distrito Capital yestán dirigidas a toda la población desde el estrato uno al seis, incluyendo niños,jóvenes, adultos y tercera edad, al igual que segmentos deprimidos de la sociedadcomo la población carcelaria y recicladores”95. Para finalizar, es posible apreciar que apesar de los cambios en la administración distrital de los últimos años, el IDCT se hacaracterizado por la continuidad de sus programas y planes a lo largo de los cuales senota la coherencia por parte de la entidad para demostrar la claridad de sus objetivosy la existencia de verdaderas políticas culturales que redundan en un reconocimien-to institucional que refuerzan su razón de ser dentro del ámbito distrital para hacersecargo de la constante demanda cultural que afronta Bogotá como principal centro deconcentración de la más grande variedad poblacional del país.

El programa “Paraderos para li-bros, para parques” hace partede la iniciativa pedagógica delIDCT, que ofrece espacios deconsulta bibliográfica fuera delos colegios y las bibliotecas pú-blicas.

Fuente: Archivo fotográfico IDCT.Oficina Asesora deComunicaciones.

LOS ESPACIOS INSTITUCIONALES DEL IDCTAl hablar de los espacios institucionales del IDCT es necesario hacer una separaciónde acuerdo con los diferentes objetos y actividades que envuelven la actuación delInstituto a nivel distrital. En ese sentido, se podrían agrupar a los diferentes espaciosculturales con que cuenta la entidad en tres grandes escenarios: culturales, de forma-ción y de investigación.

LOS ESCENARIOS CULTURALES

CINEMATECA DISTRITAL

Desde 1971 la Cinemateca Distrital de Bogotá acompaña a los cinéfilos y cinemato-grafistas de Colombia en su descubrimiento de las miradas propias y del patrimonio

95 Ivonne Hatty, Mecenazgoen Colombia y financiaciónde la cultura, Bogotá, Círcu-lo de Lectura Alternativa,2003, pág. 172.




cinematográfico de la humanidad. Desde su origen la Cinemateca se propuso seruna sala en la que se divulgara el cine universal, se apoyaran las diversas manifesta-ciones audiovisuales, se realizara una labor pedagógica en torno al séptimo arte y secreara un archivo con las condiciones apropiadas para la preservación del patrimo-nio fílmico. La primera sede de la Cinemateca Distrital estuvo ubicada en las instala-ciones del Planetario Distrital. En octubre de 1976, la Cinemateca Distrital se trasla-dó a su sede actual (Carrera 7 No. 22-79), diseñada por el maestro Jacques Mosseri.Con la creación del IDCT la Cinemateca, con el fin de asegurar la continuidad delproyecto y aumentar su impacto en la capital, pasó a ser parte de este Instituto96.

Tras treinta años de historia, el interés de la Cinemateca consistió en seguir apoyandotoda expresión audiovisual de Colombia y presentar al público nacional lo mejor y másprovocador de las imágenes en movimiento del mundo. Desde la Cinemateca se hangenerado propuestas para el desarrollo del material audiovisual nacional, siempre conmirada crítica y con la complicidad que tan difícil camino requiere. Dentro de lospropósitos de la Cinemateca también estaba el de desarrollar espacios de formación,exhibición, preservación y divulgación, a través del fortalecimiento de su sede como cen-tro cultural, del establecimiento de programas en espacios alternos ubicados por todala ciudad (cinemateca rodante, programas de exhibición y formación) y de la genera-ción de propuestas y alianzas con otras instituciones de Colombia y del mundo.

TEATRO JORGE ELIÉCER GAITÁN

Un improvisado teatro adaptado en el solar de la iglesia de Santa Clara por el actor ypromotor italiano Francisco Zenardo, marcó la necesidad de crear un espacio paralas manifestaciones artísticas de la Bogotá de 1885. Así, el 15 de febrero de 1890 ybajo la dirección del maestro Rosa, la compañía italiana de ópera Azzali inauguró enBogotá el Teatro Municipal con la obra “El trovador”. La sociedad santafereña saludócon entusiasmo la apertura de este segundo espacio dedicado a la cultura, despuésdel Teatro Colón. Este espacio cultural, que hasta los años treinta y cuarenta gozó deun gran prestigio entre las clases populares, se constituyó en uno de los escenariosque vio nacer el teatro nacional centenarista de la primera mitad del siglo XX, ya quese consolidó como el sitio de encuentro y expresión de los bogotanos y fue, además,el sitio escogido por el líder Jorge Eliécer Gaitán para promover su movimiento polí-tico. A pesar de ello en 1952, cuatro años después de la muerte del líder liberal, ymotivado por razones políticas con implicaciones de seguridad nacional, el Presiden-te de la República Laureano Gómez ordenó la demolición del Teatro Municipal.

El Teatro Colombia, una hermosa y espaciosa sala dedicada a las maravillas del sépti-mo arte e inaugurada el 20 de junio de 1940 con la película “Primer amor” de DianaDurbin y un concierto de Pedro Vargas, fue el escenario perfecto para revivir el espí-ritu del antiguo Teatro Municipal. En 1971 el Distrito adquirió el Teatro Colombia y el8 de marzo de 1973 lo reinauguró y bautizó con el nombre de Teatro Municipal JorgeEliécer Gaitán. En vista de que el teatro, desde su construcción, había sido concebidopara la proyección de películas, rápidamente empezaron a aparecer problemas parala presentación de espectáculos en vivo. Cierres y remodelaciones fueron las cons-tantes durante varios años, hasta que en 1988, gracias al aporte del gobierno japo-nés, se renovó la infraestructura del teatro y se lo dotó de modernos equipos deiluminación y sonido. En el año 2000, después de una remodelación total de la sala,el teatro se convirtió en el Centro Cultural Teatro Municipal Jorge Eliécer Gaitán97 .

Para 2003, este espacio funcionaba como una dependencia de la Subdirección deSalas y Eventos del Instituto Distrital de Cultura y Turismo, y constituía, sin duda

96 Cinemateca Distrital, Cine-mateca Distrital 1971-1976,Bogotá, 1976, pág. 5.

97 Instituto Distrital de Culturay Turismo, Historia del Tea-tro Municipal, Bogotá, Pana-mericana, 1998.


alguna, uno de los centros culturales más importantes de la capital, donde conver-gían diferentes actividades y expresiones artísticas que tuvieron lugar en la sala prin-cipal, el Teatrino y el Callejón de las Exposiciones de Gas Natural, ubicadas en lacarrera 7 N° 22-47.

TEATRO AL AIRE LIBRE DE LA MEDIA TORTA

En las primeras décadas del siglo XX, Bogotá crecía de manera desordenada. Lasmigraciones de personas del campo a la ciudad se multiplicaban gracias a una espe-ranza depositada en los nuevos procesos de industrialización. Como centro de aten-ción, la capital acogía habitantes que no tenía dónde acomodar, por lo que empeza-ban a marcarse fuertes diferencias en la población en cuanto al acceso a bienesmateriales y culturales. En 1936, durante el mandato distrital del caudillo liberal Jor-ge Eliécer Gaitán, y con ocasión del IV Centenario de Bogotá, se planearon en laciudad múltiples actividades para contribuir con una expansión ordenada. Dentrode este plan se pensó en la fundación de un teatro público y gratuito que cubriera lasnecesidades de recreación de los nuevos habitantes. Siendo alcalde municipal Gus-tavo Santos, el Consejo Británico obsequió a la ciudad la construcción de un teatroen un terreno anteriormente adquirido por el municipio en la Avenida Circunvalarcon calle 18. Así, el 13 de agosto de 1938, en un acto al que asistieron, entre otros,el Presidente de la República Eduardo Santos, los ministros del gabinete, los miem-bros del cuerpo diplomático y consular de Inglaterra e importantes personalidadesde la colonia inglesa residente en Bogotá, se le entregó oficialmente a los bogotanosel Teatro al aire libre “La Media Torta”, por medio del señor Mr. Pascke Smith, minis-tro de Inglaterra. En sus inicios, este espacio cultural era el único escenario de recrea-ción y esparcimiento para las clases obreras y los vecinos del sector, quienes asistíanmasivamente todos los domingos a presenciar los diferentes programas artísticos y aparticipar en las transmisiones radiales en directo que se hacían en ese entonces.

A través del tiempo, y contra todas las adversidades físicas, este escenario se fueconsolidando como una de las mejores alternativas de oferta cultural para el sectorpopular de Bogotá. Entre principios de los años sesenta y finales de los setenta, seconvirtió en un espacio idóneo para la presentación de los más importantes y reco-nocidos artistas internacionales que eran contratados para hacer conciertos en nues-tro país, entre los que se cuentan: Celia Cruz, Julio Iglesias, Leonor González Mina,

Para optimizar el aprovechamien-to del Teatro al aire Libre de laMedia Torta como lugar de difu-sión cultural para los bogotanos,para marzo de 1981 se adelanta-ban los trabajos de remodelaciónde su Concha Acústica.

Fotografía de Manuel Moreno.Fuente: Archivo de Bogotá Fondofotográfico IDCT.Álbum 1, Foto No. 1.




Piero, Raphael y Nelson Ned. Durante los años siguientes, la Media Torta entró en unlargo período de recesión, en el cual, además del visible deterioro de su planta física,su imagen se resquebrajó progresivamente entre la ciudadanía.

Con la inclusión del Teatro al IDCT en 1978, se replantearon los esquemas de pro-gramación y se remodelaron sus instalaciones. En 1981 se aumentó su capacidad de3.000 a 10.000 espectadores. A pesar de los significativos resultados de este nuevoproyecto, entre los que se encuentran la permanente afluencia de público los finesde semana a los eventos culturales, la apertura de nuevas franjas de programación yla notable recuperación de la planta física, la Media Torta continuó siendo un espaciosubutilizado. La dificultad de acceso, la inseguridad del sector, la insuficiencia deservicios, la heterogeneidad de criterios de programación y la escasa difusión de loseventos, dificultaron el óptimo aprovechamiento de este importante escenario de lacapital.

Entre 1997 y 1998, el IDCT –a través del proyecto “Cultura Ciudadana” del progra-ma de gobierno del alcalde Antanas Mockus– asumió de nuevo el reto de fortalecery revalorizar la imagen de la Media Torta, con el ánimo de convertir este espacio enun escenario competitivo y en un proyecto cultural sólido y adecuado para las nece-sidades de la ciudad. Desde entonces, el proyecto comprendió tanto el desarrollo deactividades de fomento y promoción de las diferentes manifestaciones artísticas re-gionales y urbanas, como la dinamización de los procesos que contribuyeran al reco-nocimiento y respeto por la diversidad cultural98.

PLANETARIO DISTRITAL

En 1967, el alcalde Virgilio Barco Vargas propuso al Concejo de Bogotá la construc-ción de un planetario que contribuyera el progreso científico y cultural de la ciudad.Pensando en las necesidades que planteaba el avance de la ciencia y la tecnología,en septiembre de 1968 se protocolizó un préstamo otorgado por el Banco Cafeteropara la construcción del edificio en la carrera 7 con calle 26, y se formalizó un conve-nio con la Federación de Cafeteros de Colombia para la adquisición de los equipos,la administración y la cesión de los ingresos para el pago de la deuda. Una vez per-feccionados los trámites legales, se inició la construcción del edificio, que culminódieciocho meses después. Durante este tiempo, se realizó la importación de los equi-pos –comprados a la casa Veb Carl Zeiss de Jena, Alemania– y se inició su montajeentre octubre y diciembre de 1969 por personal especializado enviado por el fabri-cante con la colaboración de técnicos colombianos. La administración distrital nom-bró como primer director del Planetario de Bogotá a Clemente Garavito Baraya y elacto de inauguración se llevó a cabo el lunes 22 de diciembre de 1969. Este eventoestuvo enmarcado dentro de las celebraciones del Sesquicentenario de la CampañaLibertadora y de uno de los acontecimientos científicos que por aquella época revo-lucionó los campos de la astronomía y la astronáutica: la llegada del hombre a la lunael 20 de julio de 1969.

Desde 1978, el Planetario formó parte del IDCT y bajo su edificación también seencontraron importantes centros culturales como la Galería Santa Fe, el Museo deDesarrollo Urbano y la Sala Oriol Rangel. La administración distrital emprendió unproceso de remodelación del inmueble entre diciembre de 1999 y septiembre de2000, con lo que se mejoró la planta física y el auditorio de la cúpula de proyeccio-nes donde se realizan las funciones de astronomía, se instaló una tienda de obse-quios, se construyó un moderno restaurante-café con sala de Internet, una terraza deobservaciones astronómicas y se reacondicionaron las áreas para exposiciones99.

98 Instituto Distrital de Culturay Turismo, Crónica del Tea-tro al Aire Libre de la MediaTorta, Bogotá, 2001.

99 Universidad Jorge Tadeo Lo-zano, “El Planetario Distri-tal”, en: Agenda Cultural,No. 119, Bogotá, enero de2001, pág. 31.


GALERÍA SANTA FE

Fundada en 1978, la Galería Santa Fe se ubicó en el segundo piso del edificio delPlanetario Distrital. Desde entonces, este escenario cultural ha funcionado como unespacio importante para la difusión del arte contemporáneo colombiano y ha conta-do con una programación permanente que cambia cada mes. La Galería exhibe a lolargo de su programación anual una serie de muestras enmarcadas dentro de lasprácticas artísticas contemporáneas, haciendo énfasis en el arte joven colombiano.Dentro de sus exposiciones se han consolidado muestras tan relevantes como elSalón de Artistas Jóvenes, el Premio Luis Caballero, la Muestra Universitaria Distritalde Artes Plásticas, y exposiciones por convocatoria realizadas tanto en la GaleríaSanta Fe como en su Sala Alterna.

El Salón de Artistas Jóvenes se ha afianzado como un evento importante para la difu-sión del trabajo de las nuevas generaciones de creadores plásticos; mientras que elPremio Luis Caballero, creado en 1996 con el fin de abrir un espacio para albergar losproyectos de los artistas de la llamada “Generación Intermedia”, tiene como objetivoinvitar a una apropiación directa de las características específicas del espacio de laGalería, a través de una serie de exposiciones individuales de obras que deben serconceptualizadas específicamente para dicho sitio. La programación se ha comple-mentado con una serie de exposiciones colectivas e individuales que nacieron deproyectos de investigación en curaduría o que formaron parte de concursos públicos.

En líneas generales, la Galería Santa Fe ha cumplido con las funciones de contribuir, através de sus muestras, a ampliar el panorama local de la plástica contemporánea co-lombiana; crear un espacio de reflexión y cuestionamiento de la realidad colombianaa partir del encuentro con las obras; fortalecer el desarrollo y la difusión de las artes plás-ticas por medio de convocatorias públicas a través de la Gerencia de Artes Plásticas delInstituto Distrital de Cultura y Turismo; generar un acercamiento más directo con elpúblico por medio de visitas guiadas; y fomentar la participación ciudadana.

Como actividades complementarias a las exposiciones, en la galería se han realizadocharlas y conversatorios dictados por los artistas o curadores de las exposiciones, queamplían el campo de reflexión y brindan un espacio para la reunión y la deliberacióndel público interesado. Además de esto, se programaron periódicamente ciclos deproyección de videoarte con el fin de promover y divulgar este género; también seorganizaron conferencias con ponentes internacionales sobre distintos campos de lasartes y sobre instituciones y exposiciones recientes en el exterior.

MUSEO DE DESARROLLO URBANO

En 1968, durante la administración de Virgilio Barco como alcalde de Bogotá, seconsideró importante crear un espacio dedicado a preservar las memorias de lasintervenciones urbanas, y que permitiera contextualizar históricamente las obras pú-blicas realizadas en la ciudad por el Instituto de Desarrollo Urbano, creado un añoantes. De esta forma, nació el Museo de Desarrollo Urbano. Luego de tres décadasde funcionamiento, distintos aspectos llevaron a que el proyecto museográfico fueraclausurado. Sin embargo, el 20 de septiembre del año 2000, el Museo de DesarrolloUrbano reabrió sus puertas en el edificio del Planetario Distrital, iniciando así unanueva etapa en su accionar, concebido como un espacio cultural que permitiera elencuentro de diferentes experiencias de la vida urbana, generara una reflexión sobrela ciudad y aportara en la construcción de la identidad y la memoria de los bogota-nos. En este espacio se ha aprendido mediante diversos dispositivos y estrategiaspedagógicas, a descubrir e investigar la ciudad a través de un valioso acervo docu-




mental, gráfico y cartográfico, de valor patrimonial. En el año 2003, el Museo deDesarrollo Urbano dio paso al Museo de Bogotá, ofreciendo una nueva opción cul-tural que representara a la ciudad ante los habitantes. Desde entonces, se ha dedica-do a recopilar las memorias de la historia de la ciudad, por medio de la colección deobjetos, planos históricos, fotografías, películas y videos.

SALA ORIOL RANGEL

La Sala Oriol Rangel adoptó su nombre en 1998 en homenaje a uno de los compo-sitores y pianistas más representativos de la música nacional. Desde su creación estasala, ubicada en el Planetario Distrital, ha sido sede de temporadas de conciertos,foros, tertulias y punto de encuentro de artistas plásticos, escritores, bailarines, acto-res y cineastas. Se le ha considerado la segunda sala de conciertos para música decámara o de salón más importante de Bogotá, después de la sala de la Biblioteca LuisÁngel Arango del Banco de la República.

LOS ESCENARIOS DE FORMACIÓN ARTÍSTICA

ACADEMIA SUPERIOR DE ARTES DE BOGOTÁ

Con la creación del IDCT, se integraron bajo su tutela las Academias de Música Emi-lio Murillo y Luis A. Calvo, las Escuelas de Artes, Danza, Teatro y Títeres, que funcio-naban en el Distrito Especial. En 1991, en el marco de la restructuración administra-tiva del IDCT, fue creada la ASAB mediante el Acuerdo número 15 de la Junta Directiva,como una dependencia del Instituto, para atender la demanda de servicios de edu-cación artística de la ciudad y del país. Esta Academia se constituyó a partir de lasantiguas escuelas y academias, a excepción de la Luis A. Calvo. Gracias a un conve-nio con la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, ha preparado profesionalesen Artes Plásticas y Visuales, Artes Musicales y Artes Escénicas con énfasis en direc-ción, actuación y danza contemporánea. El principal desafío de la Asab, consistió enbrindar a cada uno de sus estudiantes educación formal a nivel superior de excelentecalidad, que le permitiera explorar, descubrir y desarrollar una visión personal delarte, así como una expresión propia y genuina. La Academia dio una respuestaformativa a los intereses y a la vocación de los jóvenes, con la exigencia y proyecciónque requería la carrera artística, el desarrollo colombiano y los retos del nuevo siglo.Aprender a controvertir su trabajo, reconocer el arte, la historia y la vida de otrosartistas, para convertirse en su propio crítico y profesor, han sido los caminos delestudiante en la Asab100.

El Palacio de la Merced, ubicado en la carrera 13 N° 14-69, ha albergado a la Acade-mia Superior de Artes de Bogotá. Este edificio que se levantó sobre el que fuera unconvento y un hospicio para la niñez desamparada, fue diseñado en 1923, por elarquitecto bogotano Carlos José Lascano Berti bajo un estilo neoclásico francés, yclasificado como monumento nacional en 1989. El palacio y la vecina iglesia de LaCapuchina, forman un conjunto arquitectónico excepcional, portador de una largahistoria que va desde las épocas en que Antonio Nariño buscaba seguridad para susmanuscritos de traducción de los Derechos del Hombre, hasta cuando, siendo elcolegio Departamental de la Merced, vio educarse a las mejores maestras del país.

ACADEMIA LUIS ANTONIO CALVO

Desde su fundación en 1957, la academia de música Luis A. Calvo ha preservado lamemoria y la vigencia de la música popular colombiana a través de una reconocida

100Instituto Distrital de Culturay Turismo, Centros y activi-dades culturales de Santaféde Bogotá, Bogotá, 2000,pág. 50.


labor pedagógica y cultural en la capital del país, permitiendo a los capitalinos, reco-nocerse en la riqueza de sus tradiciones, contribuyendo a la identidad y prolonga-ción de las expresiones de tradición musical. En 1959, tomó el nombre de AcademiaLuis A. Calvo, en honor al insigne compositor santandereano y en 1978, pasó a for-mar parte del recién creado Instituto Distrital de Cultura y Turismo. En 1979, seinauguró la sede que ocupó desde entonces, en la carrera 9 No. 52-52.

Desde aquella época, se han fortalecido intercambios culturales con países comoVenezuela y Ecuador y se han realizado conciertos periódicos denominados “Viernesde Concierto” en el auditorio de la Academia.

LOS ESCENARIOS DE INVESTIGACIÓN

OBSERVATORIO DE CULTURA URBANA

El Observatorio de Cultura Urbana se creó en 1996 con el propósito de generarconocimiento sobre los comportamientos, actitudes y percepciones compartidos porlos habitantes de Bogotá y que han determinado las formas y la calidad de la convi-vencia ciudadana e influido sobre el respeto del patrimonio común, facilitado o difi-cultado el reconocimiento de los derechos y deberes ciudadanos. Uno de los propó-sitos del observatorio ha sido contribuir con la orientación y evaluación de las políticasimplementadas por la administración distrital, relacionadas con la cultura urbana.Para el cumplimiento de este objetivo el Observatorio ha promovido y financiado lainvestigación científica en torno a los temas de ciudad. De esta forma, las principalesactividades de trabajo adelantadas por el Observatorio, desde su sede ubicada en lacarrera 8 con calle 10, han estado relacionadas con la promoción de la investigaciónsobre cultura urbana, el montaje de sistemas de información sobre cultura urbana, larealización de encuestas de opinión y sondeos de percepción de las políticas y accio-nes de la administración distrital y la medición de la oferta y la demanda cultural enlos eventos organizados por el IDCT. La experiencia del Observatorio introdujo comopráctica innovadora, el uso de las herramientas de la investigación académica en ladefinición de políticas públicas.

CENTRO DE DOCUMENTACIÓN EN CULTURA URBANA

El observatorio también propició la conformación de un Centro de Documentaciónespecializado en cultura urbana. En enero del año 2000, la Secretaría de GobiernoDistrital y el IDCT firmaron un convenio para adelantar el montaje y puesta en fun-cionamiento del Centro de Documentación “Bogotá Punto de Encuentro”. El Centroabrió sus puertas al público el 24 de septiembre de 2001, con el fin de ofrecer a laadministración distrital un mecanismo ágil y moderno que permitiera coordinar lainformación bibliográfica generada por las entidades distritales. En su sede ubicadaen la calle 9 No. 4-75, prestaba los servicios de consulta en sala, préstamointerbibliotecario, proyección de audiovisuales, asesoría en investigación sobre ciu-dad, servicio de Internet para consulta de otras bases de datos especializadas, con-sulta telefónica y fotocopia de documentos. Debido a la especificidad de la informa-ción que conservaba, este espacio se dio a conocer como Centro de Documentaciónen cultura urbana.

El acervo documental del Centro procedía principalmente de las entidades fundado-ras: la Secretaría de Gobierno de Bogotá y el Instituto Distrital de Cultura y Turismo,aunque también conservaba documentos de otras entidades del Distrito y, en menorproporción, de entidades nacionales y privadas. En concreto se trataba de informes


de las investigaciones contratadas por el IDCT o la Secretaría de Gobierno, y delibros y revistas que se habían adquirido por compra o donación. Además, el Centrode Documentación contaba con una importante colección audiovisual conformadapor videograbaciones de los eventos organizados por la Subdirección de Cultura delIDCT como Festivales de Danza, de teatro, Ciclos de conciertos, Festivales “Al Par-que”, comparsas, Celebración del Cumpleaños de Bogotá, entre otros. También seconservaban en el Centro de Documentación programas de televisión y programasradiales como Encuentro, Crónica Urbana, DC Cuenta, Palabra Ciudadana, Encuen-tros locales y Mi Barrio, entre otros.

Para el año 2003, el Proyecto Archivo de Bogotá propuso la creación de un centro dedocumentación sobre Bogotá; conociendo la existencia del Centro existente en elObservatorio de Cultura Urbana, la Secretaría General propuso aunar esfuerzos yfortalecer el centro existente, proyectando la constitución de un centro de documen-tación para Bogotá. Así, en agosto del año 2003, el Centro de Documentación enCultura Urbana pasó a hacer parte del Archivo de Bogotá y a funcionar en el segundopiso de sus instalaciones ubicadas en la calle 5 No. 5-75101.

101Archivo Instituto Distrital deCultura y Turismo, “Se mue-ve la memoria de Bogotá”,en: Periódico DC, Bogotá,junio de 2003, pág. 5.



CONCLUSIONES

DEBIDO AL AUGE DEL DESARROLLO DE LAS POLÍTICAS CULTURALES en el ámbito mundial,los gobiernos nacional y distrital se obligaron a involucrarse activamente en procesosde centralización de la función cultural en entidades creadas para tal fin. A nivel na-cional surgieron instituciones como Colcultura, transformada luego en el Ministerio deCultura, mientras en el ámbito distrital fue el Instituto Distrital de Cultura y Turismo quelideró las políticas y prácticas en el sector cultural de Bogotá. Desde su aparición el IDCTdebió afrontar dificultades para lograr su unidad institucional ya que su creación im-plicó la fusión de varias entidades, escenarios, escuelas y centros culturales que impi-dieron una articulación rápida de todas estas “instituciones” bajo un mismo ente cen-tralizador. En sus primeros años de vida el Instituto funcionó como un conjuntoheterogéneo de actividades teóricamente conectadas entre sí pero desarticuladas enla práctica debido a la mecanización de las funciones desarrolladas por cada una desus partes integrantes. Pasaron varios años antes que la institución lograra una cohe-rencia acorde con los objetivos y funciones para las cuales fue creada.

La realidad cultural urbana de los últimos veinticinco años, ha implicado variados ycontinuos procesos de reformas administrativas dentro de la entidad. Estas transfor-maciones orgánico-funcionales han estado orientadas a dotar al Instituto de una es-tructura organizacional y una planta de personal adecuada para dar cumplimiento asu accionar en los temas base de su gestión: cultura y turismo. En ese sentido, seobserva una cantidad considerable de cambios y modificaciones en su planta depersonal y en su estructura orgánica, que tuvieron lugar más como producto de rea-lidades externas al Instituto y, en la mayoría de los casos, determinada por procesosde cambio en la administración distrital. Esta dinámica discontinua de programas yestrategias de dirección del IDCT, además de la escasa reflexión urbana de los proce-sos culturales impidió por dos décadas que el Instituto se dotara de una formainstitucional que fuera capaz de dar respuesta a las demandas de la sociedad bogota-na, que eran fiel reflejo de la realidad política y administrativa del país.

Bajo el modelo estatal centralista, el Instituto se convirtió por muchos años –al igualque todas las demás dependencias distritales y nacionales– en un fortín electoral queproporcionaba una gran oferta de empleos mediante el cambio de votos que fueaprovechado por diversos sectores políticos, en especial antes del proceso de elec-ción popular de alcaldes. Esta circunstancia produjo en el IDCT consecuencias gravesen su proceso de consolidación y reconocimiento institucional debido al desmesura-do aumento en su burocracia que trajo consigo problemas de corrupción administra-tiva y una pérdida evidente en la eficiencia y calidad de los servicios prestados.

Según diagnósticos realizados en la década de los noventa, justo antes de una reformaestructural importante, se manifestaba que las primeras estructuras orgánicas del Ins-

113



tituto, mostraban una planta de personal destinada exclusivamente al cumplimientode funciones administrativas, ya que existían tantas dependencias como funcioneshubiera por realizar. Esto indicaba la desproporción administrativa y operativa en cuantoa las funciones y objetivos para los que fue creado el IDCT y permitía concluir que elrecurso humano de la entidad se había concentrado históricamente en labores queno tenían que ver con los fines y actividades institucionales. En muchas de las re-formas estructurales adelantadas dentro del Instituto se pensó solo en términos for-males o administrativos, dejando de lado una reflexión juiciosa y seria sobre los pro-cesos y alcances del sector cultural distrital acordes con las realidades urbanas quepermitieran lograr una respuesta eficiente a las exigencias culturales y turísticas ve-nidas desde los diferentes sectores de la población.

La lenta modernización de todo el aparato estatal, también se reflejó en la pausadatransformación de la entidad. Esta tendencia fue modificándose durante la décadade los años noventa, en la medida en que la administración distrital comenzó a im-pulsar cambios en las organizaciones públicas y privadas teniendo como fundamentola flexibilidad para la adecuación a las demandas de la sociedad urbana contemporá-nea. Este hecho provocó la inevitable transición hacia un sistema administrativo yorganizacional basado en un tipo de institución más flexible, operativa y centrada enel conocimiento de sus funciones y tareas. Bajo esta perspectiva las restructuracionesdel IDCT de comienzos del siglo XXI, se han enriquecido por el proceso de descen-tralización y participación impulsado por los gobiernos nacional y distrital. Así mis-mo, se han articulado dentro de las funciones de la Institución temas como el controly la vigilancia para garantizar el eficiente desempeño y actuación de la entidad.

En particular, el IDCT estuvo vinculado directamente con los programas y políticasdel gobierno distrital de las administraciones Mockus - Bromberg – Peñalosa – Mockus,que insistieron en la ampliación de la oferta cultural y en la participación ciudadanapara la orientación de diversos eventos artísticos, dirigidos a un público amplio ydiverso. Sin embargo, al mismo tiempo, sus políticas económicas y sociales se vieroncomprometidas con el proyecto neoliberal de reducción del Estado, recorte en elgasto social y privatización en la oferta de servicios, las cuales afectaron directamentea los sectores populares que se vieron cada vez más asediados por la aplicación demedidas antipopulares como la recuperación del espacio público a costa de los ven-dedores ambulantes y el alza de impuestos, entre otras. Debido al influjo del proyec-to de “culturización ciudadana”, que fue el eje de esas administraciones y en el queel Instituto se convirtió en soporte institucional, la entidad debió orientar su gestiónhacia la adecuación de una estructura administrativa que respondiera a las necesida-des culturales de la ciudad y de sus ciudadanos, y que contribuyera a racionalizar elgasto, aumentar su capacidad de planeación y control y fortalecer su capacidad ad-ministrativa mediante criterios de transparencia, productividad, competitividad, pro-fesionalismo, descentralización, eficiencia y eficacia.

Hasta la reforma de 1996 la situación organizacional y funcional del IDCT permitió elreconocimiento de puntos críticos dentro de la entidad:

No existía un modelo de gestión articulado que involucrara los procesos de direc-ción, administración y operación de las actividades y fines del Instituto.Ausencia de planes de desarrollo que permitieran la proyección de la entidad; losprocesos desarrollados se planeaban en un corto plazo dependiendo de la asigna-ción de los recursos del nivel central.Problemas en la obtención de financiación para los programas y pago de las obli-gaciones contraídas por la Institución.


Variados recortes presupuestales en los programas de inversión que se reflejabanen el incumplimiento de los mismos y en el retroceso administrativo general.Ausencia de programas y planes consolidados para la difusión y promoción de lasactividades base desarrolladas por el IDCT.Escaso desarrollo del componente informático, vital para la consolidación admi-nistrativa y operacional.Ausencia de manuales de funciones y procedimientos y, en general, de reglamen-tación específica sobre la administración del recurso humano institucional.Ausencia de un verdadero sistema de control interno que permitiera la interaccióny comunicación institucionales.Escaso nivel de coordinación con las entidades del nivel distrital y nacional.La administración de personal no respondía con las necesidades, objetivos y finesde la entidad.Desborde de la estructura orgánica (piramidal) y generación de diferentes estruc-turas de hecho que dificultaban el seguimiento de procesos y la fluidez de lacomunicación administrativa entre sus dependencias.Vacíos en la gestión administrativa debido a la definición de funciones por nivelesque producían duplicación innecesaria de labores.Altos grados de estabilidad y especificación de funciones que conducían al estan-camiento individual del personal debido a la mecanización de labores.Escaso nivel de formación profesional de la planta de personal.Bajo nivel de motivación del personal de la entidad que refleja un deterioro en sucompromiso con la Institución.Las asignaciones salariales no eran competitivas en el mercado laboral, en compa-ración con otras entidades, lo que generaba inconformidad y desmotivación en elpersonal.

Por esta razón, podría decirse que la mayoría de los procesos de restructuracióninterna que sufrió el IDCT a lo largo de sus primeros veinticinco años de existencia y,principalmente las reformas administrativas ocurridas entre los años 1995 y 2001, seorientaron hacia la armonización de las diferentes tareas y actividades adelantadasdentro de la entidad con el fin de elevar el nivel de eficiencia y eficacia en los proce-sos de gestión culturales y administrativos. En ese sentido, se puede apreciar que elInstituto enfocó los esfuerzos de sus últimas tres administraciones al logro de unosobjetivos puntuales: en primer lugar, a un redimensionamiento de la gestión median-te la definición de mecanismos precisos en la administración de los recursos financie-ros, físicos y humanos con que contaba la entidad; en segunda instancia, se buscó laformulación de una estructura operativa más plana con unas funciones bien defini-das en cada una de sus actividades base, con el fin de adecuar la organización admi-nistrativa a las circunstancias bajo las cuales le correspondía actuar al IDCT en unmomento determinado; en último término, la entidad procuró la reducción de laactividad puramente ejecutora de actividades culturales y se concentró en laestructuración de su actividad y sus funciones bajo una óptica de eficiencia y eficaciade sus proyectos y programas. Para reforzar cada uno de estos objetivos, se buscó elfortalecimiento de los procesos de dirección, planeación y control, al mismo tiempoque procuró obtener márgenes de rentabilidad social y económica, previendo laproyección de sus escenarios propios y los del Distrito como verdaderos centros cul-turales para la promoción y apoyo de las expresiones culturales y artísticas en Bogotá.

CONCLUSIONES

ANEXOS

CUADRO DE NORMATIVIDAD REFERENCIAL IDCT1938 - 2003

ANEXO 1

AÑO ENTIDAD NORMA FUENTE

1938

1943

1949

1955

1967

1968

1971

1978

1978

1978

1982

1983

1984

1988

Secretaría deGobierno DistritalMinisterio de laEconomía Nacional

Secretaría deGobierno DistritalSecretaría deEducación DistritalDistrito Especial deBogotá

Distrito Especial deBogotáDistrito Especial deBogotá

Distrito Especial deBogotá

Instituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y Turismo

Acuerdo 17Concejo de BogotáLey 48 CongresoNacional

Acuerdo 77Concejo de BogotáAcuerdo 58Concejo de BogotáAcuerdo 3Concejo de Bogotá

Acuerdo 20Concejo de BogotáAcuerdo 12Concejo de Bogotá

Acuerdo 2Concejo de Bogotá

Acuerdo 2 JuntaDirectiva IDCTResolución 38Dirección IDCTAcuerdo 1 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 23 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 3 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 39 JuntaDirectiva IDCT

Creación de la Inspección General deEducación y Propaganda CulturalCreación de la Dirección General deTurismo con sus oficinas departamentales omunicipalesCreación de la Oficina de ServiciosCulturales, Espectáculos y DeportesCreación de la División de ExtensiónCulturalCreación del Fondo de Desarrollo PopularDeportivo y de Cultura del Distrito Especialde BogotáCreación de la Dirección de Turismo deBogotá D.E.Creación del Instituto Distrital de Turismo ysupresión de la Dirección de Turismo deBogotáCreación del Instituto Distrital de Cultura yTurismo y supresión del Instituto Distritalde TurismoAprobación del presupuesto de rentas eingresos y gastos del IDCTCreación del Comité de Compras ydeterminación de sus funcionesAprobación de Estatutos y funcionamientode los órganos de dirección del IDCTEstablecimiento del Manual de Funcionesdel IDCTReglamentación del funcionamiento de laCinemateca DistritalEstablecimiento de la estructura orgánica yfuncional del IDCT

119



AÑO ENTIDAD NORMA FUENTE

1990

1990

1991

1992

1994

1995

1996

1996

1997

1998

1998

2001

2001

2003

Instituto Distrital deCultura y Turismo

Instituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoAlcaldía Mayor deBogotá

Instituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y TurismoInstituto Distrital deCultura y Turismo

Instituto Distrital deCultura y Turismo

Acuerdo 9 JuntaDirectiva IDCT

Acuerdo 37 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 15 JuntaDirectiva IDCTResolución 3262Alcalde Mayor

Resolución 1 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 3 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 2 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 8 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 15 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 2 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 11 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 2 JuntaDirectiva IDCTAcuerdo 10 JuntaDirectiva IDCT

Resolución 19Dirección GeneralIDCT

Establecimiento del Manual de Funcionesde las dependencias y organismos asesoresdel IDCTEstablecimiento de la Estructura Orgánicadel IDCTCreación de la Academia Superior de Artesde Bogotá –Asab–Aprobación de una modificación a laEstructura Orgánica y Planta de Personaldel IDCTExpedición de Estatutos para el IDCT

Aprobación de Estatutos para el IDCT

Modificación de la Estructura Orgánica yPlanta de Personal del IDCTAdopción del Estatuto y la EstructuraInterna del IDCTModificación y aclaración del Acuerdo 8de 1996Adopción de los Estatutos y Modificaciónde la Estructura Orgánica del IDCTAdopción de los Estatutos y Modificaciónde la Estructura Orgánica del IDCTModificación de la estructuraorganizacional y funcional del IDCTModificación de los Acuerdos 1 y 2 de2001 sobre modificaciones a los Estatutos yEstructura OrganizacionalCreación de Grupos Internos de Trabajodel IDCT


CUADRO DE DIRECTORES DEL IDCTY ALCALDES DE BOGOTÁ1978-2005

ANEXO 2

AÑO MES DIRECTOR DEL IDCT ALCALDE MAYOR

1978 feb-sept Mario Noriega Bernardo Gaitán Mahecha

1978-1979 sept-mar Cecilia Fernández de Pallini Hernando Durán Dussán

1979 marzo Pilar Santamaría Reyes (E) Hernando Durán Dussán

1979-1982 abril-agos María Paulina Espinosa de López Hernando Durán Dussán

1979 diciembre Francisco Cajiao Restrepo (E) Hernando Durán Dussán

1980 junio Hernán Puyana Iriarte (E) Hernando Durán Dussán

1980 octubre Pilar Santamaría Reyes (E) Hernando Durán Dussán

1981 febrero Pilar Santamaría Reyes (E) Hernando Durán Dussán

1981 junio Guillermo Bueno Miranda (E) Hernando Durán Dussán

1981 noviembre Leopoldo Rincón Silva (E) Hernando Durán Dussán

1982 mayo/agos Leonor Támara Gómez (E) Hernando Durán Dussán

1982-1984 sept-julio Isadora Jaramillo de Norden Augusto Ramírez Ocampo

1982-1983 dic-feb Marco Tulio Gutiérrez (E) Augusto Ramírez Ocampo

1983 mayo Genoveva Carrasco (E) Augusto Ramírez Ocampo

1983 agosto Genoveva Carrasco (E) Augusto Ramírez Ocampo

1984-1986 agos-agos Myriam Garzón de García Diego Pardo Koppel

1984 diciembre Carlos Osorio Isaza (E) Diego Pardo Koppel

1984-1985 dic-enero Luz Myriam Cifuentes Rodríguez (E) Diego Pardo Koppel

1986 agos-sept José Joaquín Herrera Pérez (E) Diego Pardo Koppel

1986 septiembre Beatriz Hincapié Molina (E) Diego Pardo Koppel

1986-1987 sept-enero Milena Esguerra Rojas Julio César Sánchez

1987 enero Aquiles Velandia (E) Julio César Sánchez

1987-1988 feb-mayo Martha Fernández de Soto Julio César Sánchez

1987-1988 dic-enero Rafael Lomo Gómez (E) Julio César Sánchez

1988-1990 junio-junio Alberto Upegui Acevedo Andrés Pastrana Arango

1989 enero Rafael Jiménez (E) Andrés Pastrana Arango

ANEXOS



AÑO MES DIRECTOR DEL IDCT ALCALDE MAYOR

1989 enero Francisco de la Font de León (E) Andrés Pastrana Arango

1989 octubre Cecilia Tobito Acevedo (E) Andrés Pastrana Arango

1990 marzo Cecilia Tobito Acevedo (E) Andrés Pastrana Arango

1990 mayo Cecilia Tobito Acevedo (E) Andrés Pastrana Arango

1990-1992 junio-junio Doris Ángel de Echeverri Juan Martín Caicedo Ferrer

1990 ago-sept Guillermo Tolosa Santos (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1991 enero Guillermo Tolosa Santos (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1991 sept-oct Guillermo Tolosa Santos (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1991-1992 dic-enero Guillermo Tolosa Santos (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1992 abril Guillermo Tolosa Santos (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1992 junio Alejandro Uribe (E) Juan Martín Caicedo Ferrer

1992-1993 julio-oct Gloria Triana Jaime Castro

1992 julio Bertha Quintero (E) Jaime Castro

1993 oct-nov Bertha Quintero (E) Jaime Castro

1993-1994 nov-dic Fernando Ruiz Jaime Castro

1993 diciembre Benjamín Afanador (E) Jaime Castro

1995-1997 ene-abril Paul Bromberg Zilberstein Antanas Mockus Sivickas

1997 abril Norma Constanza Muñoz (E) Paul Bromberg Zilberstein

1997 mayo-dic Norma Constanza Muñoz Paul Bromberg Zilberstein

1998 ene-agos Ángela Catalina Meza Cevallos Enrique Peñalosa Londoño

1998 agosto Jaime Abraham García Enrique Peñalosa Londoño

1998-2000 sept-dic Adriana Mejía Enrique Peñalosa Londoño

2001-2003 ene-dic Rocío Londoño Botero Antanas Mockus Sivickas

2004 ene-jun Laura Restrepo Luis Eduardo Garzón

2004-2005 Julio Martha Senn Luis Eduardo Garzón

FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

FUENTES DOCUMENTALES INÉDITAS

Archivo de Bogotá, Fondo: Instituto Distrital deCultura y Turismo, “Informe de labores,Oficina de Planeación”, 1980.

Archivo de Bogotá, Fondo: Instituto Distrital deCultura y Turismo, “Informe de Activida-des 1985-1986”, Oficina de Planeación,1986.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Libro de Acuerdos de la Junta Directiva,1982-1985.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Libro de Acuerdos de la Junta Directiva,1988.





Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Libro de Resoluciones de la Dirección,abril a diciembre de 1978.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Libro de Resoluciones de Dirección,1994-1997.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Libro de Resoluciones de Dirección,2001.

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Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Oficina de Planeación, Informe generalde labores de la Oficina de Planeación,1979.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Oficina de Planeación, Memoria del Pro-ceso de restructuración, 1996.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Oficina de Planeación, Informe de ges-tión y resultados año 2001.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Oficina de Planeación, Informe de ges-tión y resultados año 2002.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Oficina de Planeación, Balance de Ges-tión 2001-2003.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Periódico DC, Bogotá, febrero de 2003.

Archivo Instituto Distrital de Cultura y Turismo,Periódico DC, Bogotá, junio de 2003.

125




FUENTES DOCUMENTALES IMPRESAS

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Concejo de Bogotá, Acuerdos expedidos por elConcejo de Bogotá en el año de 1949,Bogotá, Imprenta Municipal, 1950.

Concejo de Bogotá, Acuerdos expedidos por elConcejo de Bogotá en el año de 1955,Bogotá, Imprenta de Bogotá, D.E., 1956.





Concejo de Bogotá, Anales del Concejo de Bo-gotá, Distrito Especial, año XLII, No.1184, Bogotá, Imprenta Distrital, D.E.,1981.

Concejo de Bogotá, Expediente de Proyecto deAcuerdo número 4, 1978.

Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 25424, di-ciembre de 1943.

Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 28663, ene-ro de 1955.

Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 29551, di-ciembre de 1957.

Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 29565, no-viembre de 1957.

Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 32646, no-viembre de 1968.



Congreso de la República, Diario Oficial, Bogo-tá, Imprenta Nacional, No. 43102, agos-to de 1997.

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