Hacia Una Historiografía Anarquista

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Artículo de la revista Estudios, número 4, sobre la elaboración de una historiografía anarquista.

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  • Estudios | n 4 | 2014/2015 | pp. 69-83. issn: 2254-4577issn: 2254-4577

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    Resumen: La historiografa es el conjunto de mtodos utilizados en el estudio de la historia. Dependiendo de la orientacin del modelo se establecen una serie de criterios, temas y metodologas para la investigacin y el anlisis sobre diversos hechos. Es patente que el trato del anar-quismo por parte de los historiadores ha sido con frecuen-cia determinado por la incomprensin, debida a ignorar su naturaleza, caractersticas y objetivos, realizando su estudio desde conceptos divergentes. Una historiografa anarquista que vaya ms all de las aptitudes individuales de un autor, podra producir trabajos que explicasen con ms exacti-tud tanto la historia del anarquismo en s, como el de la propia humanidad, al estar lo libertario relacionado con el problema del poder y la libertad y, con ello, establecer una historiografa capaz de aportar valiosas contribuciones al estudio del pasado desde una perspectiva nueva, y dar nuevas respuestas a los interrogantes histricos.

    Palabras clave:Palabras clave: Historiografa, Historia Miliilitante, Historiografa, Historia Mililitante, Metodologa, Discurso libertario.Metodologa, Discurso libertario.

    Abstract: Abstract: Historiography is the set of methods used in the ods used in thHistoriography is the set of methods used in the ods used in thstudy of History. A series of criteria, themes and methodo-es and methodstudy of History. A series of criteria, themes and methodo-es and methodlogy for the investigation and analysis of events are establis-vents are establogy for the investigation and analysis of events are establis-vents are estabhed, depending on the orientation of the model. It is clear model. It is clehed, depending on the orientation of the model. It is clear model. It is clthat the study of anarchism by historians has frequently beenhas frequently been that the study of anarchism by historians has frequently beenhas frequently been characterised by misunderstandings, often caused by an igno-characterised by misunderstandings, often caused by an igno-rance of its nature, characteristics and goals. It has often been als. It has often been rance of its nature, characteristics and goals. It has often beenals. It has often been studied from opposing points of view. Th e concern of this Th e concern of thistudied from opposing points of view. Th e concern of this Th e concern of thimovement for the fundamental problem of power and free-of power and free-movement for the fundamental problem o wer and ee-of power and free-

    dom means that an anarchist historiography, going beyond an authors individual abilities, would foster works that might more accurately explain, not only the history of anar-chism, but that of mankind. A historiography would be established thereby that would provide valuable contributions to the study of the past from a new perspective, providing new answer to the big questions in history.

    Keywords: Historiography, Militant History, Methodo-logy, Libertarian discourse.

    Resumo: Historiografi o estas la aro de metodoj uzitaj en la studo de la historio. Depende el la orientio de e la historio. Depende ela modelo oni difi nas serion de kriterioj, temoj kaj odelo oni difi nas serion de kriterioj, tmetodologioj por enketado kaj analizado pri diversaj metodologioj por enketado kaj analizado pri dive

    a traktado pri anarkiismo fare de la historiistoj faktoj. La traktado pri anarkiismo fare de la historiistois ofte determinita de miskompreno, kazita ofte pro estis ofte determinita de miskompreno, kazita ofte pro ofte determinita de miskomprestis ofte determinita de miskompreno, kazita ofte pro

    malkono de la naturo, la karakterojmalkono de la naturo, la karakteroj kaj la celoj de la malkono de la naturo, la karakterojmalkono de la naturo, la karakteroj kaj la celoj de la anarkiismo, kaj pro la realigo de tiu u studo el diveraj anarkiismo, kaj pro la realigo de tiu u studo el diveraj konceptoj. Establante anarkiisman n historiografi on, konceptoj. Establante anarkiisman n historiografi on, oni povus produkti serion de verkoerkoj kiuj klarigu pli oni povus produkti serion de verkoerkoj kiuj klarigu pli precize kaj la historion de anarkiismo mem, kaj tiun de anarkiismo mem, kaj tiun precize kaj la historion de anarkiismo mem, kaj tiune anarkiismo mem, kaj tiunde la propra homaro, estante tio liberecana rilata al la maro, estante tio liberecana rilatade la propra homaro, estante tio liberecana rilata al la maro, estante tio liberecana rilatproblemo de la povo kaj de la libero. Per tio, oni povus emo de la povo kaj de la libero. Peproblemo de la povo kaj de la libero. Per tio, oni povus mo de la povo kaj de la libero. Pestabli historiografi on kapablan havigi valorajn kontri-establi historiografi on kapabestabli historiografi on kapablan havigi valorajn kontri-establi historiografi on kapab

    studo de la pasinteco el nova vidpunkto kaj buojn al la studo dstudo de la pasinteco el nova vidpunkto kaj buojn al la studo dovajn respondojn al la historia demandaro.novajn rovajn respondojn al la historia demandaro.novajn

    losilaj vortoj:losilaj vortoj: historiografi o, aktivula historio, meto-historiografi o, aktivula historio, meto-dologio, liberecana diskurso.dologio, liberecana diskurso.

    Hacia una historiografa anarquistaTowards an anarchist historiography.

    Al anarkiisma historiografi o.

    Francisco Jos Fernndez Andjar (Universidad de Granada).Recibido: 28/08/2014. Aceptado: 26/09/2014

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    El anarquismo no ha estado exento de historiadores. Pero El anarquismo no ha estado exento deal no pretender ser una doctrina dogmtica daba lugar al no pretender ser unaa que los historiadores, que se reconocan como miem-bros de su movimiento, eligieran libremente sus mtodos historiogrfi cos: desde el positivismo hasta el materia-lismo histrico, por no mencionar las ltimas tendencias hacia el post-modernismo o la llamada Hist oria Social. La nica diferencia que les distanciaba de los otros historia-dores no anarquistas era, bsicamente, su interpretacin libre e individual de cada escuela y una explicacin, por no llamar justifi cacin, que realizaban del movimiento y la ideologa anarquistas, debido ms a su militancia que a un papel historiogrfi co real. Todo ello debido a una carencia que hemos notado los que nos hemos dedicado a la historia y mantenemos una interpretacin de esta desde un pensamiento, interpretacin, visin y mtodo distinto al liberalismo, positivismo, marxismo y otras tendencias, pero que fi nalmente acabamos aglutinados dentro de alguna de ellas.

    En relacin a su propia posicin ideolgica, resultaba que el modo de historiar de estos historiadores era distinto, aunque ejercido inconscientemente. Sin reivindicar un e ejercido inconscientememtodo nuevo, elaboraban un discurso diferente, una mtodo nuevo, elaboraban un discurs

    rialismo hist-interpretacin que iba ms all del materialco que a veces incluso negaban y el reconocimiento rico que a veces incluso negaban y el reconoc

    de que el mtodo simplista del positivismo era limitado de que el mtodo simplista del positivismo era lime insufi ciente. Esto es porque en la ideologa del histo-ue en la ideologa del hiriador, hay latentes elementos extra-historiogrfi cos que extra-historiogrfi cos qinconscientemente se aplican en el modo de historiar. en el modo de historiaDe manera que, por ejemplo, la idea de que la economa plo, la idea de que la economno lo determina todo y menos en todos los tiempos y odo y menos en todos los tiemplugares se da una y otra vez en las distintas obras de se da una y otra vez en las distinhistoriadores libertarios. Pero en los ltimos tiempos, historiadores libertarios. Pero en

    s corrientes, o al menos un nmero grande muchas de estas corrienus detalles o caractersticas, estn quedando obsole-de sus detall

    tos en la historiografa actual y, ante los ltimos aportes, se hace necesario la construccin de una nueva que nos sirva coherentemente en la interpretacin de los aconteci-mientos del pasado. El marco de esta teora de la historia no exista ni haba nada parecido antes, ms all de la militancia y simpata del historiador hacia el anarquismo.

    Creemos que es necesario superar esta situacin de ambi-gedad y defi nir una prctica que se ha estado realizando una y otra vez, aunque a menudo inconsciente o contra-dictoriamente, por la falta de una teora de la historia del

    anarquismo. Construir un marco terico que expliqueunas identidades y actividades que hasta ahora se han vistodesde unas visiones e interpretaciones que terminan, en la mayor parte de los casos, caricaturizndolas o, en el mejorde los casos, malinterpretndolas. Al mismo tiempo, daruna explicacin al origen del Estado, de las formas dedominio y de las desigualdades sociales, otorgando unsentido de las relaciones de poder en la historia para la sociedad desde la perspectiva libertaria. Se tratara deintentar pasar del simple bando de historiadores a una historiografa capaz de dar una explicacin coherente dela historia con el marco interpretativo de muchos inves-tigadores y estudiosos. Este sera el intento de aportaruna teora anarquista historiogrfi ca, es decir, elaborar lospuntos esenciales entendiendo cules son los ejes princi-pales en el que gira el pensamiento crata. Es una tarea nueva, casi partiendo desde cero, en el que se espera queel presente escrito contenga limitaciones y fallos, a costa de que surjan otras publicaciones y trabajos que posterior-mente superen estos primeros pasos. Hay excepciones quemuestran algunos antecedentes, por ejemplo, un artculode Nico Berti (1975) titulado El anarquismo: en la historia,pero contra la historia. Este interesante y pionero trabajoser traducido al castellano en una versin abreviada conel ttulo Sobre historiografa anarquista. Otros intentoscomo el artculo de Manuel de la Torre (2010) tituladoContra el fetichismo obrero intenta superar la historiografa y discurso marxista dentro del anarquismo.

    Asimismo, Gastn Leval (1978) escribi un texto publi-cado pstumamente titulado El Estado en la Historia queaes un antecedente directo de lo que pretendemos presen-tar, pero est centrado en la interpretacin histrica delEstado, que obviamente no es toda la historia. En untado,sentido semejante, Kropotkin (2000) dio una confe-entido rencia, luego publicada por escrito, titulada rencia, l El Estado

    apel histricoy su pap . Finalmente, Rudolf Rocker (1977)

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    escribi Nacionalismo y CulturaNacionalismo y Cultura como una historia de como una historia de las ideas polticas y sociales desde una perspectiva crtica y sociales desde una perspectiva crtica y anarquista. Sin embargo, se centra en la diferencia y centra en la diferencia yoposicin entre nacionalismo y cultura, pero ya presenta un captulo dedicado a la insufi ciencia de las interpre-taciones histricas.

    Se da la difi cultad aadida de que dentro del anarquismo predomina la heterodoxia y distintas corrientes tan dispa-res que, a veces, incluso colisionan entre s, como se puede dar entre las tendencias cercanas al primitivismo o a la mecanoclasa y el anarcosindicalismo o el anarquismo clsico, que confan en la ciencia o el progreso. Sin embargo, creemos que existen algunos nexos muy gene-rales en comn que pueden hacer valer una historiogra-fa y servir metodolgicamente para todas las corrientes del anarquismo. Sin perjuicio de la diversidad que habr y debe haber dentro de tal tendencia historiogrfi ca, hay una serie de puntos esenciales que podran supo-ner desde nuestra perspectiva unas primeras lneas de cohesin:

    1. El marco interpretativo y defi nitorio de esta histo-riografa es la problemtica de las relaciones de poder entendido como las diferentes formas de dominio de unos sobre otros. Estas formas, o sus ausencias, con su contraposicin frente a la Liber-er-tad, determinan cada tipo de perodo histrico qo que conocemos del pasado en los variados lugargares del mundo. John Stuart Mill (1970) ya exprpres una idea semejante sobre la Historia: La lucha entre la ucha entre la libertad y la autoridad es el rasgo ms saliente de las saliente de lapocas histricas.

    2. Las desigualdades sociales y econmicas en la Histo-icas en la Hisria derivan de las relaciones de poder que aparecen der que aparecprincipalmente con el surgimiento del Estado comoo del Estado como medio de control, que gestiona la eescasez y exceden-tes de diversos recursos a la vez que soluciona los que soluciona los diversos confl ictos entre una poblacin cada vez ms acin cada vez mcreciente y compleja cultural, econmica y social-onmica y social-mente (Childe, 1996).

    3. El poder se basa tanto en factores ececonmicos como sociales, polticos, culturales y otrosos muchos. Algu-nos de estos componentes puede preredominar sobre otros, pero no hay manera de calculalarlo con preci-sin, siendo tales valoraciones ciertammente subjeti-vas a la vez que muy generales y complplejas, por su

    indeterminacin. La interrelaciin de estos factores, la resistencia a ellos, su escasez yy limitaciones, su xito y alcance, estudiada desde la Historia, esta-blece las caractersticas generaleerales de las diferentes pocas, periodizaciones y localizaciones. Rechazamos es y localizaciones. Rechazamos el econmico-centrismo que, aunque nos permite ico-centrismo que, aunque nos pever diversos fenmenos, nos impide ver otros.ver diversos fenmenos, nos impide

    44. n del poder, entendido como insti-Desde la aparicin del po, se repite una pauta en todas sus modalidades tucin, se repit

    que es la existencia en todo momento de una relacin queentre opresor y oprimido. Dentro de las complejida-des de la actividad humana pueden ser, a la vez o en otro momento, lo contrario, invirtindose el papel. Esta dualidad no se corresponde entre los indivi-duos, sino entre las funciones, el objeto, no el sujeto. No es algo intrnseco, evidentemente, en la esen-cia de nadie, sino un producto social. Existen unas estructuras polticas y econmicas que confi guran la sociedad y establecen una situacin de opresin y explotacin sobre los grupos humanos que marcan exp

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    las principales caractersticas de estas relaciones, ya las principales caractersticas de de una forma establecida y permanente, elaborando de una forma establas primeras formas sociales, con sus correspondien-ltes traducciones en los distintos perodos histricos: castas, estamentos, clases sociales.

    5. Los confl ictos entre estos grupos sociales en accin y reaccin en las relaciones de poder es el motor de la Historia (pero no toda la Historia), tal comoala conocemos hoy. El hecho objetivo, basado en lasrelaciones polticas, sociales, culturales y econmicasque defi nen a cada grupo o individuo, no tiene porqu corresponderse con la conciencia de cada unode ellos sobre su situacin y las distintas identida-des que se elaboran en torno a ello. Ello no evita las contradicciones producidas por los individuos,donde la mentalidad y los problemas cotidianos sonde tal magnitud y diversidad que se presentan reac-ciones a menudo imprevisibles por reglas socialesprestablecidas, cuyo determinismo negamos, aunques afi rmamos su infl uencia.

    6. Distincin entre Estado y sociedad. Han existido,existen y pueden existir sociedades sin Estado. La presencia de Estados en algunas sociedades no deter-resencia de Estados en algu

    presente en todos losmina, en absoluto, que est presende la Sociedad.casos y sea un proceso o fi n necesario de l

    El Estado es parte de la Sociedad, pero la SociedadEl Estado es parte de la Sociedad, pero la Sno es parte del Estado. De la sociedad nace y seado. De la sociedad nacedesarrolla el Estado, pero tambin su muerte. Elero tambin su muerteEstado es el conjunto de instituciones, organismos instituciones, organismy personal, que ejerce el poder, con un gobierno, ooder, con un gobierno,varios de ellos, a la cabeza. El gobierno es parte delbeza. El gobierno es parte dEstado, pero no es todo el Estado, y el Estado no esno es todo el Estado, y el Estado nsolo el gobierno (Clastres, 2010; Diamond, 1974;el gobierno (Clastres, 2010; DiamWWeber, 2005).

    Historia militante: objetividad, subjetividad, honestidadDados estos puntos, quizs sea momento de sentar algu-nas pinceladas sobre la objetividad y la subjetividad, sibien quizs resulte ya un tema manido en la Universi-dad y con algunas conclusiones claras. Creemos que la objetividad no existe entre los historiadores hoy da nien lo que sabemos del pasado historiogrfi co. Lo cual nojustifi ca renunciar a las pretensiones de ser objetivo: la objetividad debe ser nuestro objetivo, nuestra referencia,

    nuestra inspiracin. Reconociendo que no podemos ser objetivos, al menos podemos intentar ser honestos. La historiografa anarquista no debe consistir en escribir una historia rosa del anarquismo, ni justifi car todo lo que ha hecho el movimiento libertario, ni engaar por motivosde proselitismo o propaganda. Consiste en interpretarlos acontecimientos histricos, tanto los propios delmovimiento anarquista, como todos aquellos fuera delmovimiento, que abarcara incluso la historia antigua y ms all, desde una perspectiva, teora e interpretacinanarquista. Es decir, explicar procesos como el origen delEstado y su desarrollo, el fenmeno del Patriarcado, lasguerras y otras muchas cuestiones ms, desde una pers-pectiva crtica con el poder, el dominio y la autoridad.Sin elaborar por esa posicin interpretativa un sermncontra el poder, s debera describir su desarrollo desdenuestra lectura, para que pueda aportar, en lo posible,un conocimiento utilizable en el presente o en el futuro,en el sentido de que resulte un ejemplo inspirador, una aportacin social o, sencillamente, saber lo que se pueda para evitar los resultados prcticos que se han dado enel pasado y que la Historia nos muestra con claridad, nosolo a los historiadores, sino al conjunto de la poblacin.

    Reivindicar la objetividad no es el rechazo de la historia militante, o de los historiadores militantes. Un militantepuede ser objetivo, o mejor dicho, intentarlo, al mismonivel que cualquier historiador no comprometido.Sabemos que en Historia se engaa, manipula, tergiversa o se yerra, no solo por motivos ideolgicos, sino tambinpor motivaciones profesionales, personales, econmicas-clasistas, religiosas (La ciudad de Dios de San Agustn),serostratismo, chovinistas, por encargos de superiores, y otras muchas razones ms. Es injusto acusar de subjetivi-dad a los militantes cuando en la propia Universidad y en todo el mundo acadmico pasa lo mismo, e inclusocon ms frecuencia, por motivos econmicos o editoria-les, entre otros. Con todo, no pretendemos negar los casosde intento de adaptacin de la realidad a la ideologa, y no al revs, como podra ser. El no ajustarse o la incomo-didad no supone un cambio de los principios esenciales de la ideologa. En todo caso, de una auto-revisin. La ideologa no es ms que un sistema de ideas que gira en torno a unos principios. Si no se corresponden contornla realidad puede ocurrir que quede obsoleta o se reco-a realidanozca el error, pero lo ms comn, segn la experiencia nozca el

    el presente, es el ajuste o la reinterpretacin, porhasta el

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    no mencionar que siempre hay que distinguir entre las contradicciones tericas y las contradicciones histricas, individuales, personales o circunstanciales, que no tienen por qu guardar relacin con los principios ideolgicos que sirven como marco interpretativo. Por lo que, desde estas lneas, no entendemos la necesidad de falsear la historia por un simple temor a un empaamiento del anarquismo como fi losofa social. Como humanos nos debemos, en primer lugar, a la verdad, o mejor dicho, al intento de llegar a ella, que es, en la prctica, lo mismo, por lo menos en el campo cientfi co y metodolgico de un conocimiento que se debe contrastar porque es de todos y no de ni para unos pocos. Creemos que si unos defi enden el anarquismo es porque consideran que con ello defi enden la humanidad. Por ello, a ella y a la la verdad en general, nos debemos.

    En realidad, incluso la situacin cultural, liningstica, mental y social en la que nacemos y crecemos, en cada mos, en cada parte del mundo, son condicionantes que van subjeti-e van subjetivando a cada persona del mundo, y con ello, a cada histo-lo, a cada histriador. Por eso, el historiador siempre ser subjetivo, por r subjetivo, pmucho que intente esforzarse. Por ejemplo, todos ellos mplo, todos elcomparten la visin antropocntrica frente a un mundoente a un mundo habitado por todo tipo de animales yy formas de vida. Creemos que eso ya es un condicionante que provocar nte que provocar que ningn historiador vea negativamente la ocupacin de nte la ocupacin dun terreno a costa del desalojo de la vida animal pre-exis-da animal pre-exis-tente, aunque solo se trate de insectos. Todo historiador ver negativamente las enfermedades poor su accin en los humanos, as como las pandemias como acontecimientos histricos. No vamos a entrar en si estas sububjetividades son adecuadas o no, pero s lo mencionamos papara sealar que son subjetividades, aunque no lo percibamosos como tal. En el mismo momento que utiliza un discurso deteterminado se

    presta ms atencin a unos detalles que a otros; o cuando presta ms atencin a unos detalles que a otros; o cuando sigue una bibliografa distinta est construyendo, aunque sigue una bibliografa distinta est construyendo, aunque sea inconscientemente, una subjetividad. Toda historia se realiza desde una interpretacin, la cual es, necesaria-mente, subjetiva. Cierto es que no son los mismos grados de subjetividad si los comparamos con los que suelen causar polmica en las academias, pero estos pequeos detalles son tan numerosos que son los que posteriormente construyen esos edifi cios tan altos, cuyas cimas son las que suelen debatirse en los medios intelectuales.

    Con todo esto, no defendemos un relativismo donde todo es verdad desde distintos enfoques. No todo es cierto y podemos estar seguros de muchas certezas y errores sin necesidad de ser dogmticos. Pero las diferentes lecturas de la historia responden a las distintas visiones que hay dentro de las sociedades actuales, por lo que es necesario buscar herramientas coherentes entre unos y otros y, en este caso, el anarquismo ha sido una de las posiciones ms conocidas y destacadas desde hace ya casi dos siglos. De esta forma, podemos responder a diversas cuestiones que se plantean desde estas perspectivas.

    Objetos y propuestas de estudio

    da historiografa presta ms atencin a unos campos Toda historiografa presta ms atencin a unos campos y objetivos de estudio segn su proy objetivos de estudio segn su propia naturaleza. La Historia Social se centra en las personnas que conforman el grueso de la sociedad y que no se mmencionan en los grandes relatos de reyes y generales. Ses. Sin ser exhaustivos, hemos pensado en las siguientes posibilidades como iguientes posibilidades como muy interesantes para una historiografa que responda es para una historiografa que respa la preocupacin del anarquismo en torno a la libertad reocupacin del anarquismo en toy el poder, sin perjuicio de otras propuestas de estudio:y el poder, sin perjuicio de ot

    1. uraleza y el origen de los confl ictos que se dan La naturaleza yen la Historia.en l

    2. Las desigualdades sociales que se desarrollan en los grupos humanos a travs de la Historia.

    3. El origen y desarrollo de los estados, de los gobiernos, del poder y de las jerarquas sociales. El concepto de la autoridad.

    4. El proceso de la especializacin en las sociedades humanas (a nivel de lo laboral, de la edad y del gnero). La formacin de distintas clases sociales.

    5. 5 El problema de la escasez de los recursos, de su control y su relacin con el desarrollo demogrfi co.co

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    6. 6. Implantacin y aceptacin de los modelos de domi-Implantacin y aceptacin de losnio social por parte de la poblacin.nio social por parte

    7. 7 Distincin entre las distintas formas de relaciones de poder entre los hombres: clan, sbditos, ciudadana, esclavitud, servidumbre.

    8. Distincin entre los diferentes modos de grupos sociales: estamento, casta, clase.

    9. Los pasos de la autoridad de un hombre a la obedien-cia a un concepto: Dios, Ley, Nacin.

    Todas estas cuestiones se plantean porque desde la historiografa anarquista toman una posicin donde se establece que los confl ictos se dan como resultado de las desigualdades sociales que se generan en las distintas formas de autoridad y dominio, donde sobresalen los casos de la sumisin de las mujeres, la explotacin del hombre por el hombre y la guerra.

    La historiografa anarquista en los diferentes perodos histricosPara responder a todas estas problemticas, la historiogra-Para responder a todas estas problemtica

    de sus distintas fa hace una interpretacin de la Historia y de s de desarrollo:fases de desarrollo:

    Prehistoria: Donde la humanidad se divide en de la humanidad se dividiversos, pequeos y heterogneos grupos que heterogneos grupos sobreviven en comunidad y unas relaciones sociales d y unas relaciones sociadirectas, con formas de autoridad muy informales, utoridad muy informalepobres, distintas y hasta inexistentes, y cuando se asta inexistentes, y cuando dan, normalmente se relacionan con el carcter mente se relacionan con el carpersonal de los individuos, siendo por tanto espo-onal de los individuos, siendo porrdicas y poco fi rmes. En algunos casos, como estu-rdicas y poco fi rmes. En alg

    res en sociedades primitivas (2010, 37-58; di Clastres en so165-167; 217-223), esa autoridad era un concepto 165-16muy distinto al que manejamos nosotros, siendo a menudo algo ms consensuado que solo se poda aplicar a muy pocas facetas de la vida y que, en caso de provocar desacuerdos entre el resto del grupo, era arrebatada y negada, pues no era una autori-dad ni permanente ni vitalicia Adems, su fuerza se basaba en la confi anza y el prestigio, dos estados que surgen tan rpidamente como caen. En algunos casos pueden aparecer casos de caudillismo. En otros casos, una especie de gerontocracia cuyo poder es de carcter consultivo. Y en otros tantos, la autori-

    dad es prcticamente inexistente. Pero de un modo uotro, normalmente se estn dando el funcionalismo y la especializacin de las tareas que debe realizar elgrupo, que originalmente se repartan espontnea-mente entre todos, siendo los ms pequeos y losms mayores los nicos con tratos diferentes por suprctica incapacidad. Ser posteriormente cuandose va dando la especializacin entre los cazadores,las mujeres y, en general, determinadas actividades econmicas.

    Antigedad: Es fundamental porque es cuandose da, en diversas partes del mundo, el origen delEstado y de las estructuras autoritarias en s. Hay diversas teoras de cmo se van formando estos y aparecen los grupos de poder. Segn se desprendede Gordon Childe (1996, 133-136; 174-175) pareceser que es la necesidad de gestionar y controlar losescasos recursos existentes en determinadas regio-nes, como en Sumeria o Egipto, donde incluso elacceso al agua era limitado o exigente de control,lo que fue provocando que surgiera un grupo quedecidiese los permisos, que en principio no seranmuy restrictivos, pero que se usaran, sin duda,contra los individuos que actuasen contra el restode la comunidad, siendo el castigo la limitacin del acceso al agua potable, obra en fi n de la comu-nidad y sus trabajos de drenaje y pozos. En el Niloes fundamental la organizacin del trabajo para eladecuado desarrollo de los cultivos. Una segunda teora apunta hacia el desarrollo de la especializa-cin econmica, especialmente entre la agricultura,ci

    nerando unos excedentes que no podan ser consu-genidos por la poblacin local, dando la posibilidadmid

    e intercambiarlo por remanentes de distinto tipode

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    con otros grupos, generando una especie de sistema otros grupos, generando una especie de sistema de trueque que dar lugar a formas primitivas de que dar lugar a formas primitivas de comercio y mercado. Este supervit, fruto del trabajo upervit fruto del trabajoque no se consume inmediatamente y con el que se especula para generar una riqueza que da mayor poder dentro de las relaciones sociales en el grupo, generar la necesidad de crear unas estructuras socia-les que reconozcan la pertenencia de esos excedentes a una determinada comunidad, grupo social o indi-viduo. Es el nacimiento de las primeras formas de propiedad (Proudhon, 2002, 78-79), un concepto an ms rudimentario de lo que vivimos hoy, pero que ser sufi ciente para reivindicar la necesidad de la creacin de una estructura social que garantice y reconozca esa propiedad a sus legtimos dueos frente a robos de ladrones que no han participado en la produccin o no han colaborado en la comu-nidad. Una tercera posibilidad es el aumento demo-grfi co que va generando una mayor complejidad en la sociedad (Childe, 1996, 176), necesitando para su gestin y funcionamiento la generacin de unas estructuras sociales que traten a todos por igual, ya que el crecimiento de la poblacin los coloca en una situacin donde todos ya no se conocen. La confi anza en ese aparato deba ser respondida con sabidura y objetividad para resolver las necesidades y confl ictos de una sociedad cada vez ms imprevi-vi-sible y compleja que ya no poda ser contestada pda por grupos humanos que se negaban a seguir el nl noma-dismo o, si lo seguan, no se separaban dn del resto del grupo. Con todo, se darn casos en sociedades n sociedades sedentarias, donde grupos sociales descontentos se escontentos smarchan para fundar otro grupo o ciudad, como ciudad, comes el conocido caso de la colonizacin griega en acin griega el Mediterrneo. Para la defensa sistemtica de la sistemtica depropiedad privada emergente, no basta solo con labasta solo con la coaccin de un proto-Estado quee terminar sin-dolo, sino la confi guracin de un cdigo legislativo cdigo legislativo que establezca unas normas de convivencia tutelada nvivencia tuteladpor el gobierno. Es as como surge el Cdigo de urge el Cdigo deHammurabi y las fi losofas del OOrden de Confu-cio en China. Sin embargo, en ttodas estas lneas e interpretaciones es evidente queue en un mundo vasto hay ejemplos que marcan formrmas y lneas de desarrollo distintas. Finalmente, en la Antigedad se pueden estudiar las caractersticas dede los primeros estados y su desarrollo. Hay cuatro mododelos claros:

    en primer lugar, el Estado de las monarquas orienta-en primer lugar, el Estado de las monarquas orienta-les inspiradas con el derecho divino, al relacionar los les inspiradas con el derecho divino, al relacionar los antepasados de los monarcas con algn Dios o ente sobrenatural, situados especialmente en los mbitos mesopotmicos y, por supuesto, Egipto; en segundo lugar, las ciudades-Estado fundamentadas en cons-tituciones ciudadanas, muy presentes en el mundo heleno y mediterrneo; en tercer lugar, las sociedades con un Estado escasamente formado o inexistente, ms bien comunales, que se encuentran en el mundo no civilizado, en la mayor parte de Europa, frica, Asia y Europa, especialmente en el mundo celta y germnico, entre otros muchos ejemplos ms y que aglutinan una diversidad de formas de autoridad que abarcan desde caudillos, jefes, lderes y consejos, en general informales o hasta temporales, hasta modelos tribales o comunales con una diversidad muy extensa y que sera de gran inters para el estudio de prece-dentes de sociedades no estatales y, potencialmente, sin autnticas bases autoritarias; en cuarto lugar, el Estado tpicamente romano, fundamentado en el derecho y la legislacin ms all del mbito local y que evolucionar a una quinta y defi nitiva forma: ucionar a una quinta y del Imperio. Esta es la expresin, no de una forma el Imperio. Esta es la expresin, no de un

    poltica poltica de una sociedad, sino la expresin polna entidad superior a la sociedad para aglutinar de una entidad superior a la sociedad para aglutina

    a muchas de ellas. Basndose en el modelo oriental, a muchas de ellas. Basndose en el modelo oriental, cuyo concepto divino es asimismismo supra-social, es lo que asume Roma de una maneera mixta al haber elementos jurdicos con su modedelo y que marcar el trnsito de la sociedad antiguntigua y esclavista a la medieval, especialmente tras el Decreto Imperial de nte tras el Decreto Imperial de Adscripcin a la Tierra y la evolucin del sistema n a la Tierra y la evolucin del siclientelar al vasallaje. Esto constituir las primeras clientelar al vasallaje. Esto constitu

    mo. Mientras tanto, en Oriente, races del feudalismo. Msurge como un Estado cada vez ms burocra-China surge co

    tizado, en crecimiento constante, que guarda seme-tizadjanzas con el modelo romano.

    Medievo: La Edad Media supone un episodio espe-cial en la Historia, en un escenario: el Viejo Mundo, o ms bien, Europa y el Mediterrneo, ya que el fenmeno no se repite en el conjunto del resto del globo. Es un ejemplo claro de las distintas formas de relaciones de dominio que rompe el esquema gobierno-poblacin y la visin del poder como enti-dad centralizada y absolutista. En la Edad Media da

  • Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar

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    son los particulares los depositarios de los roles de son los particulares los depositaautoridad y servidumbre. Es un sistema altamente autoridad y serviddescentralizado que sigue una pirmide que va desde dlos reyes, emperadores y el Papa, a los seores locales, quienes, efectivamente, ejercan el poder sobre la poblacin y contaban con una gran independencia. Todo ello en un contexto de unas instituciones pol-ticas casi sin Estado, ya que los poderes de los reyes eran insufi cientes y no contaban con ninguna buro-cracia extensa ni conjunto de instituciones propias del poder civil. El Estado se limitaba prcticamente a la fi gura del rey, sus colaboradores ms cercanos, una serie de especialistas de nmero muy limitado, y, quizs, sus vasallos y siervos ms directos. Tambin exista una dualidad en el poder que ejerca con la Iglesia, entendida como el poder espiritual frente al poder de los monarcas, defi nido como terrenal. Del mismo modo, complicados sistemas de herencias se aplicaban sobre las propiedades y los territorios que a menudo cambiaban de mano, se concentra-ban tierras en unos pocos (al menos sobre el papel) y las fronteras y reinos vean constantes cambios. Lo cual no impidi que esta poca sea la inspira-o cual no impidi que es

    alismos que surgirn a cin de casi todos los nacionalismodeal romntico, partir del siglo XIX, infl uidos por el ideal

    fenmeno resultado de la descomposicin y frag-fenmeno resultado de la descomposicinmentacin del Imperio Romano y la creciente evolu-rio Romano y la creciente ecin del idioma latino en distintas lenguas en cada en distintas lenguas en cterritorio. La profunda dispersin social producir dispersin social producculturas en lo que fue otrora el territorio imperial rora el territorio imperiromano. La base del sistema feudal es el vasallaje, es istema feudal es el vasallaje, decir, el pacto que se da entre un noble inferior con que se da entre un noble inferior uno superior, donde este ltimo, propietario de unas superior, donde este ltimo, propietierras, el feudo, ceda una parte al primero a cambio tierras, el feudo, ceda una pa

    n, impuestos, tributos y la obligacin de de sumisin, impacudir a las armas cuando lo requiriera el Seor. El acudir asegundo pilar es la servidumbre. Este modelo ir desarrollando las mentalidades e ideales en torno al honor, el amor y la fi delidad al seor. Debido al desmoronamiento de las estructuras imperiales en numerosas partes, la poblacin se vio obligada a auto-organizarse, impulsando formas organizati-vas asamblearias y de participacin directa, si bien con limitaciones como la participacin exclusiva del cabeza de familia, es decir, un representante de la unidad familiar, lo cual conllevaba la no parti-cipacin de las mujeres o nios, salvo que no se

    encontrara presente el padre. Esta realidad popularestuvo presente tanto en el campo sin seores comoen muchas de las incipientes ciudades medievalesy es una buena lnea de investigacin para el estu-dio de las relaciones de poder. Del mismo modo,la Edad Media presenta dos ejemplos especialesdel poder autoritario: el Papado y el Sacro Impe-rio Romano Germnico (y su hermano oriental: el Imperio Bizantino, que dur 1000 aos ms y marca casi toda la cronologa de la Edad Media), entidadessupra-nacionales con una capacidad poltica muy compleja. Al margen de todo esto, hay que tener en cuenta la realidad del mundo islmico, netamenteurbano, frente a una Europa rural. Lo cual no evitla fragmentacin poltica de los musulmanes y lasluchas de poder entre los califas y los emires, ascomo el ejemplo claro, en Espaa, de las taifas, que repiten el proceso feudal. El mundo urbano soloafect localmente a la poltica y a la economa, y al comercio a un nivel ms general. Es interesanteseguir, asimismo, los gremios como constituyentesde la economa urbana, el desarrollo de los produc-tores y las formas de poder que viven los trabajadoresorganizados dentro de ellos.

    Edad Moderna: La concentracin de las rique-zas conllev la concentracin poltica. El modelodescentralizado del medievo pas a un modelocompletamente centralizado en torno a la monar-qua; los seores feudales pierden poder a favor delrey. Hobbes escribe sobre la razn del Estado en suLeviatn y Maquiavelo separa la poltica de la moral,escribiendo un ensayo sobre cmo gobernar bajoel protagonismo de un Prncipe. Son las bases deuna nueva forma de las relaciones de poder, desa-rrollndose hasta la Monarqua Absolutista que ir dando forma estable a los reinos y pases tal comolos conocemos hoy. Es la forma clsica de gobiernoautoritario, de arriba a abajo, centralizado y funda-mentado en la fuerza. Pero, en suma, el poder sigue concentrado en la persona del rey, al ser el reino propiedad suya y de su dinasta. Quedan, con todo,restos de la poca feudal anterior y ciertas caracte-rsticas como los sistemas de herencia, aunque losrs

    evos reyes ya van desarrollando distintas leyes para nuetablecer su poder en todas las estructuras polticas,estaromoviendo una centralizacin como modelo mspr

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    efi ciente y necesario para aprovechar todas las fuerzas militares frente a los enemigos. Surgen polticamente los Tres Estamentos, los Tres Estados, constituidos por la nobleza, el clero y el pueblo. Anteceden-tes y comparables a las clases sociales de hoy, pero con una movilidad menor, al estar constituidos no solo por su nivel econmico, sino tambin por su posicin jurdica. Hay una desigualdad en cuanto a las riquezas, pero tambin en cuanto a los privile-gios polticos, legales y sociales. La Edad Moderna contiene otro elemento fundamental para enten-der nuestro presente: el desarrollo del colonialismo como medio de explotacin y opresin de todos los pueblos del mundo bajo el dominio europeo y occi-dental. Causar transformaciones en sociedades que ue no han seguido el mismo proceso histrico e intintro-ducirn en ellas nuevas prcticas e ideas. En gn general formar, no solo la supremaca poltica y ecoeconmica de Occidente, sino tambin un sentimiento y reco-ento y reco-nocimiento de la superioridad del varn blanco y arn blanco ycristiano y, con ello, unos valores nuevos fundamen-vos fundametados en el inicio del Renacimiento, el colonialismo el colonialismconsiguiente, el desarrollo del capitalismo con los pitalismo con grandes fl ujos de riquezas y del comercio en general,mercio en general, el surgimiento de las grandes ciuddades y, posterior-mente, una etapa fi nal marcada por la Ilustracin por la Ilustracin que formar las bases ideolgicas para el liberalismo para el liberalismy la nueva sociedad que se avecinaba. Intentando ser ba. Intentando serun instrumento efi caz para el Desppotismo Ilustrado y racional, o en sectores ms radicalles, para el bienes-tar del ser humano, la Ilustracin mmarcar unas ideas fundamentales que an hoy estamosos arrastrando: el progreso, la ciencia, la separacin de lolos tres poderes, la idea del individuo natural, que pasa aa a un contrato social, los conceptos sobre la propiedadad, la necesi-

    dad de la educacin, la separacin de la religin con dad de la educacin, la separacin de la religin con la poltica, el antropocentrismo, el racionalismo e la poltica, el antropocentrismo, el racionalismo e incluso el universalismo. Todos estos valores propi-ciarn unos nuevos deseos de libertad, de criticismo, de rechazo a la supersticin, de negacin de la irra-cionalidad y la injusticia y de la reivindicacin de la igualdad de todos los hombres. A partir de ello, surgieron una serie de revueltas que no se limitarn a una resistencia o rechazo visceral sino que encon-trarn unas ideas nuevas en la que fundamentar sus aspiraciones, abarcando una nueva envergadura y dando paso a la rebelin de esclavos en el Hait, la Guerra de Independencia de las Trece Colonias y la Revolucin francesa que marcar la ruptura del Antiguo Rgimen, dando paso a una nueva poca.

    Edad Contempornea: Tras la Revolucin fran-cesa aparece la sociedad moderna marcada por la idea del progreso, el desarrollo de la ciencia, la soberana popular, la concepcin de la nacin, la eliminacin de privilegios polticos (pero mante-niendo los econmicos), la desaparicin de los esta-mentos y el surgimiento de las clases sociales; un y el surgimiento de las clcrecimiento demogrfi co sin precedentes, la indus-crecimiento demogrfi co sin precedentes,

    nto de la trializacin (con el consiguiente surgimiento de trabajadora), la desaparicin de los gremios, clase trabajadora), la desaparicin de los gremios

    la desruralizacin y urbanizacin, la privatizacin la desruralizacin y urbanizacin, la privatizacin de los recursos comunales, cononstitucionalismo y, fi nalmente, el nuevo Estado commo representante y herramienta de toda la poblacin que adquiere, por medio de la tecnologa, la particarticipacin ciudadana y el conocimiento. Un alcance de poder jams visto Un alcance de poder jams visto previamente, ni tan siquiera durante el absolutismo, e, ni tan siquiera durante el absolutestablecindose como rgimen predominante la stablecindose como rgimen p

    amentaria, basada en los principios democracia parlamentariustracin de la separacin de los tres poderes y de la Ilustraci

    el modelo poltico de la representatividad por exper-el mtos a travs de elecciones de la poblacin capacitada. En este nuevo mundo, donde se llama a la partici-pacin poltica al pueblo, se producen una serie de contradicciones y crisis constantes, que marcan el surgimiento del movimiento anarquista como tal y su destacado desarrollo histrico posterior hasta el presente. Aparecen los conceptos de la izquierda y derecha poltica, inspirados en las posiciones donde se sentaban los parlamentarios jacobinos y giron-dinos para deliberar en la Asamblea Nacional; la din

  • Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar

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    idea del Estado del terror de Robespierre, como idea del Estado del terror de una necesidad para la defensa del bienestar de la una necesidad parpoblacin; se impone el liberalismo en el mundo occidental; surgen las diferentes ideologas polticas destacando el marxismo y el anarquismo as como los movimientos nacionalistas; se producen procesos de independencia de naciones y Estados y, en el siglo XX, surge el fascismo, los estados del bienestar y las hegemonas polticas. Se vive la experiencia de las dos grandes guerras mundiales y la constitucin de los confl ictos blicos y armados a gran escala, supo-niendo gran nmero de participantes y de vctimas que marcar un nuevo mundo sin precedentes en el pasado histrico.

    Aportaciones de otras corrientes historiogrfi casPara el desarrollo de esta historiografa anarquista se cuenta con aportaciones de otros modelos historiogrfi -cos. Hasta entonces, los historiadores anarquistas haban estado practicando un modo libre de historiografa marxista que sin duda continuar infl uenciando mucho ta que sin duda continuaren cuanto a su enfoque materialista, relacionado con la en cuanto a su enfoque materialista, rel

    as y los confl ic-lucha de clases, las condiciones econmicas ys por los modos de produccin. Siendo los principales tos por los modos de produccin. Siendo los pri

    sujetos de la historia del anarquismo los trabajadores, los sujetos de la historia del anarquismo los trabajadorecampesinos y los marginados, este enfoque sigue teniendo , este enfoque sigue tenieuna importancia capital, incluso entre el lumpenprole-uso entre el lumpenprotariado que, aunque no se distinga por ser parte de los tinga por ser parte de loproductores, ocupan una posicin consecuente con las posicin consecuente con lcondiciones productivas. El anlisis del poder siempre uctivas. El anlisis del poder siemest relacionado con las condiciones econmicas, pues cionado con las condiciones econes por el hecho econmico como fundamentalmente se es por el hecho econmico como

    ominio de las clases privilegiadas sobre el establece el dominio do de la poblacin.resto de la p

    La Historia Social es otra buena aportacin, quizs ms importante que la marxista, al tomar como objeto la sociedad en su conjunto frente a la historia poltica, donde sobresalen los grandes hombres: polticos, reyes, militares, hroes, lderes y hombres del Estado, cuerpos polticos, etc. En nuestros esfuerzos por distinguir la sociedad del Estado y subrayar el papel histrico de la gente en general, es obvia la relacin fl uida entre una historiografa anarquista y esta rama historiogrfi ca. La Historia desde abajo, concepto relacionado con la

    Historia Social, es un modo de narracin que se centra enlas personas ordinarias: los trabajadores, los pobres y loshumildes, es decir, los que suelen ser el sujeto que prota-goniza el anarquismo, as como estudios concretos sobrelos grupos sulbalternos, marginados y/o confl ictivos. La Historia Cultural, por su parte, hace aportaciones inte-resantes, al mostrar los modos de vida y las mentalidadesde las sociedades en pocas y lugares determinados y, conello, revela numerosos aspectos, a menudo insospechados,de la conducta y la vida de la gente, incluidos los traba-jadores, los campesinos y las mujeres.

    Resultara interesante, asimismo, la aplicacin de la micro-historia en temas del anarquismo que sirvan a su vez para estudios sobre cmo se conceba la libertad, la violencia, ocmo se activaban las estructuras, relaciones y formas delpoder. La microhistoria es una rama de la historia socialque propone el estudio de situaciones, personas y acon-tecimientos muy concretos en una reduccin de escalaque en un anlisis ms generalizado y ordinario pasara inadvertido. Con el estudio de una forma tan concreta y particular, se mezcla a la vez lo cotidiano con lo raro, ya que cada caso suele tener sus peculiaridades. Un ejemploparadigmtico es El queso y los gusanos de Carlo Ginzburg s(1981) donde, a travs de los procesos inquisitoriales quese ejercen contra un molinero denunciado, extraemos la particular cosmovisin de un hombre sencillo del sigloXVI que compara el universo y la creacin con cosas tancotidianas para l como es un queso con sus agujeros, oDios y los ngeles representados por gusanos surgidos porgeneracin espontnea. Del proceso extraemos otroseneramuchos detalles de su vida y de su mentalidad, talesmuchos como el reduccionismo interpretativo de los jueces o la como el

    mediatizacin de la cultura popular en las ideas delclara m

  • Estudios | n 4 | 2014/2015 | pp. 69-83. issn: 2254-4577issn: 2254-4577

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    molinero. Es una microhistoria que no pretende por s o. Es una microhistoria que no pretende por s mismo suplantar la macrohistoria, el gran relato histrico. a macrohistoria, el gran relato histrico. Se trata de reclamar un espacio que, por su grado, pasara que por su grado pasaraignorado por las formas comunes de historiar. Para hacer este tipo de historia, sin embargo, se requiere una base de conocimientos histricos generales para contextualizar lo que se va a investigar, por lo que al fi nal, siempre hay una relacin complementaria. Con todo, un conjunto de microhistorias nos pueden revelar un buen panorama general, si bien no es su pretensin en s. En el anar-quismo, podramos ordenar las investigaciones en este sentido, desde un sentido de abajo a arriba, a medida que se multiplican y se pueden comparar, reconociendo el localismo y los niveles concretos de la realidad histrica.

    Anlisis del poder y de la dominacinEn la Historia podemos extraer detalles muy interesan-tes para conocer la naturaleza y el comportamiento del poder. De tal forma, se pueden analizar los diferentes medios que usa para establecerse y justifi carse, siendo una buena lnea de investigacin y trabajo que puede aportar la historiografa anarquista para las inquietudes y necesi-dades sociales del presente. Algunos casos y ejemplos, y no son todos, son:

    Orden: La justifi cacin primordial del control, de de la coaccin, del gobierno y del Estado es el estabtable-cimiento de un orden que no puede ser impmpuesto de otra forma por parte de los grupos huhumanos. Orden que promulga el monopolio de fi jar la cohe-fi jar la cohe-sin entre los individuos organizados en sociedad. s en sociedadOrden que da prioridad al bien comn y general de n y general dtodos, frente al egosmo y la irracionalidad de los onalidad de individuos. Orden que esconde el lobo de Hobbes lobo de Hobby que deriva este concepto a la razn de Estadorazn de Estado como dispositivo ideolgico que jjustifi ca la accin gubernamental. Los mitos suelen adjudicar siem-n adjudicar siem-pre un profeta, primer hombre o hroe, que trae el hroe, que trae eprimer cdigo de leyes para los seres humanos, el seres humanos, elcual se justifi ca por venir de un seser superior, y no por el acuerdo entre todos. El conncepto de heren-cia que se deriva de la idea de propopiedad, tambin tiene que ver con el inters de la estababilidad poltica.

    Miedo: Las obras de Delumeau (2002)2) y de Gonz-lez Duro (2003; 2007) relatan la impoportancia del

    miedomiedo en la historia del mundo occidental. Es obvio en la historia del mundo occidental. Es obvio que, ante el peligro externo y las mltiples amenazas, que, ante el peligro externo y las mltiples amenazas, se animase a que hubiera una clase social armada dedicada profesionalmente a la defensa y proteccin. Esto lo vemos, por ejemplo, en el feudalismo con el benefi cium, donde se supona que los campesi-nos eran los benefi ciados ya que conseguan un seor que los defendiera de los pillajes y saqueos. Del mismo modo, una sociedad aterrada y asustada por la guerra, las enfermedades y los desastres, es propensa a buscar hombres poderosos que solucio-nen los problemas, como ya sealaba Fulberto de Chartres en su carta a Guillermo Duque de Aquita-nia en torno al ao 1020 (Ganshof, 1982, 131-132) cuando se refi ere a la justicia de las obligaciones del siervo con respecto a su seor.

    Conquista: Es la forma ms conocida, bsica y primitiva del poder. El uso de la fuerza para esta-blecer la superioridad y, con ello, el dominio pol-tico (Aristteles, 1988, 59) se traduce en el interior de una sociedad con la represin, y en el exterior frente a otras sociedades con la guerra. Precisa-a otras sociedades con lamente, por la naturaleza de las operaciones militares, mente, por la naturaleza de las operaciones

    obras, es que exigen rapidez en las decisiones y maniobrade con ms facilidad aparece el reconocimiento donde con ms facilidad aparece el reconocimiento

    de la autoridad de alguien. Entre las tribus germanas de la autoridad de alguien. Entre las tribus germanas primitivas, bastante democrticacas, elegan, en tiem-pos de guerra, a un lder que los ddirigiera a la guerra (Tcito, 2007, VII). Del mismo mmodo, en la antigua sociedad romana, elegan a un din dictador en tiempos de guerra (Bravo, 1998, 39). La prolongacin de 998, 39). La prolongacin de los perodos blicos conllevara, naturalmente, un s blicos conllevara, naturalmentestablecimiento del gobierno militar que posterior-stablecimiento del gobierno milita

    tira en un gobierno civil debido a mente se convertira en upetuacin y a la ampliacin de sus funciones su perpetuaci

    y control. Del mismo modo, el discurso de la supe-y corioridad natural y gentica sobre los ms dbiles, en una realidad o naturaleza fundamentada en la lucha y la supervivencia, ser el discurso habitual de un darwinismo social; un discurso que, como no poda ser de otra manera, encaja perfectamente con la ideologa de las lites (Huxley, 1893). Posterior-mente aparecern discursos polticos que entienden el progreso humano y la estabilidad demogrfi ca y econmica a travs de las guerras (Hegel, 2000, 378; 385-386).38

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    Relaciones personales y favores:Relaciones personales y favore En su Discursosobre la servidumbre voluntariasobre la servidumbr , La Botie analiza elproblema de la sumisin, aparentemente consentida,de las personas del pasado y de su poca que contra-deca, a su parecer, la condicin y voluntad delibre del ser humano. Tras analizar crticamente la etirana y la dominacin, fundamenta su conclusinen varias causas que han llevado a la servidumbrevoluntaria, entre las que sobresale una muy inte-resante: las relaciones que se han ido tejiendo entrelas personas por medio de los favores. Tambinseala la fuerza de la tradicin, y es que cuandotodos nacen viendo lo que ya existe, dan por hechoque es lo natural. Asimismo, entiende que el poderenvilece y hace cobardes a las personas por lo que, a pesar de ser mayora, consienten. Al fi nal, la sumi-sin voluntaria es la principal causa del estado deopresin que viven.

    Conocimiento: Desde La Repblica de Platn siem-apre se ha visto como un modelo poltico ideal elgobierno de los sabios, por entenderse que son losms capaces para esa gestin que conlleva responsa-ms capaces para esa gestin

    imientos. En muchasbilidad y necesidad de conocimiengrado de geron-sociedades primitivas exista cierto grad

    tocracia ante la idea de que los ms ancianos, y portocracia ante la idea de que los ms ancianotanto ms experimentados, eran los que tenan ms ntados, eran los que tenanconocimientos: primero para aconsejar, luego para o para aconsejar, luego pgobernar. Es interesante ver el mito de las tres edadeser el mito de las tres edaden la cultura griega: la Edad de Oro es la ms anti-ad de Oro es la ms antgua y tambin la ms esplndida; a continuacins esplndida; a continuacila Edad de Plata, y fi nalmente la Edad de Piedra.ata, y fi nalmente la Edad de PiePuede que haya una relacin ms que estrecha entrede que haya una relacin ms que ela cosmovisin de este mito y la gerontocracia, quela cosmovisin de este mito

    pone a la visin que ofrece el progreso. Ense contrapone a lageneral, hasta Bakunin (2000, 33-35) reconoci la generalautoridad de un entendido o profesional en una materia concreta como un experto en una especiali-dad ejerciendo su trabajo, pero siempre indic queesa autoridad era diferente porque en cualquiermomento quien recurre a esa confi anza la puedeabandonar cuando desee y, adems, no conlleva el dominio ni la autoridad en otros aspectos de la vida o la realidad. Sin embargo, ms tarde, espe-cialmente en el siglo XX, con la tecnifi cacin dela sociedad y la emergencia de la ciencia al amparode los gobiernos, sabemos que el conocimiento es

    usado como un medio de control social, por medio de agencias especiales de informacin de la polica, espas, acadmicos que son promocionados como una especie de clases privilegiadas, el papel de los medios de comunicacin que fi ltran la informacin que conocen y, por supuesto, el uso, con lupa, de la vieja prctica de la censura. Foucault (1980) hizo distintos anlisis hacia las formas micro del poder que iban ms all del Estado y las clsicas clases privi-legiadas. Especialmente, realiz sus anlisis en torno a las instituciones como la crcel, el hospital o el manicomio. Si bien, lo que diferencia el gobierno del Estado es precisamente que el Estado es el conjunto de las instituciones que organizan el gobierno para su funcionamiento. Pero Foucault se refera tambin a las relaciones sociales entre hombres y mujeres, patrn y trabajador, cuerdo y loco. Es cierto que es una repeticin, desde una perspectiva ms marxista, de la clsica crtica del anarquismo a todas las formas de autoritarismo que repite desde el siglo XIX. Con todo, la calidad del anlisis foucaultiano y sus obser-vaciones son una importante aportacin a la histo-riografa anarquista y los estudios sobre las formas del poder.

    Eficacia: El poder siempre se ha justificado por actuar con eficacia. Amparados en su capacidad organizativa y de ejecucin, el poder se vehiculiz a travs de jefes y potentados, que estaran en la cspide de un sistema de especialistas que permiti-ra funcionar a la sociedad en su conjunto. Con el paso del tiempo, todos esos especialistas se el

    nvierten en personas autorizadas que, en base a conconfi anza depositada en ellos, adquieren una posi-la c

    in de superioridad con respecto al resto que resulta ci

  • Estudios | n 4 | 2014/2015 | pp. 69-83. issn: 2254-4577issn: 2254-4577

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    prcticamente incontestable. Asimismo, las fi losofas cticamente incontestable. Asimismo, las fi losofas utilitaristas preconizadas por Bentham conceban la reconizadas por Bentham conceban la poltica por lo til que fuera para alcanzar la felicidad a para alcanzar la felicidady bienestar de las personas, dejando a un lado el valor de la libertad. Tal idea conllev la defensa del parla-mentarismo, frente a la arbitrariedad de los reyes, pero no por una concepcin de la libertad en s, sino por la efi cacia de unos especialistas que a su vez entendan las necesidades de la poblacin y se guia-ban moralmente. Mill moderaba esta postura pero, nuevamente partidario de la utilidad, justifi caba el despotismo en las sociedades atrasadas, donde un dspota que pensase por sus sbditos poda superar la difi cultad del progreso espontneo de su pueblo. Aunque Mill daba ms prioridad a la libertad que Bentham y vea mejor la insatisfaccin de un hombre a la satisfaccin de un cerdo, nuevamente justifi caba antes la efi cacia y bienestar en s, sobre la libertad de un pueblo embrutecido e ignorante. Esto se debe a que, en fi n, el objetivo era la felicidad y no la libertad, ignorando las enseanzas de las distopas del siglo XX que eran capaces de satisfacer fsica e intelectualmente al ser humano, pero no permitir-les su autodesarrollo por medio de la libertad. En este sentido, existe abundante y valiosa literatura en torno a las distopas cuyo factor negativo era la sfalta de libertad real, pero que satisfacan los deseos eos y hedonismo de la poblacin, facilitndoles hahasta drogas, como es el caso de Un mundo feliz de Ae Aldous zHuxley.

    Progreso: El Estado y el gobierno se han visto como an visto comofruto del progreso y el avance humano, frente al mano, frente salvajismo atrasado, catico y criminal de los primi-nal de los primtivos. Bajo el imaginario de una sociedad sin leyes ociedad sin leydonde se permita el asesinato y la arbitrariedad indi-arbitrariedad indi-vidual, se conceba el gobierno yy el Estado como una entidad benefactora de proteccin de todos los ccin de todos los integrantes de la comunidad. El desarrollo intelec-desarrollo intelectual, humanista y cognitivo ha llevado a formas ms vado a formas mscomplejas y desarrolladas de la esstructura estatal y de las formas del sistema poltico. La reproduccin intelectual de la Ilustracin conlleev la propuesta de soluciones y programas sociales qque solo podan ser aplicados por un gobierno que, een su poca, se manifestaba por las monarquas absoolutistas, pero ilustradas, cultas y benefactoras. Sin emembargo, los

    valores de sus fi losofas encerraban otros principios valores de sus fi losofas encerraban otros principios que tambin defendan otros sistemas polticos que que tambin defendan otros sistemas polticos que vinculaban la soberana al total de la poblacin y ponan en duda el origen divino de los monarcas, aunque en cambio racionalizaban la necesidad de su gestin y gobierno. No fue difcil pensar que sus funciones podan ser suplantadas por otras formas polticas inspiradas en otros tiempos, como las democracias de la Antigua Grecia o las asambleas de las ciudades y pueblos medievales, que an muchos recordaban y, en especial, el liberalismo burgus que les resultaba mucho ms interesante y acorde con sus intereses polticos, sociales y econmicos.

    Dios: Hablamos de Dios como podemos hablar de otra idea que establece la inteligibilidad de algo superior a la realidad material o perceptible. Baku-nin, en Dios y el Estado, establece la idea de Dios como la fuente primaria ideolgica del concepto de autoridad (Bakunin, 2000, 26-27). Se trata de una idealizacin de la capacidad y benefi cencia del poder que crean los hombres para defender los privilegios por medio de una idea sublime, manifestada en su io de una idea sublime, minfi nitud y perfeccin. Como hemos mencionado infi nitud y perfeccin. Como hemos men

    u poder anteriormente, los monarcas justifi caban su poluto por medio del derecho divino, la propaga-absoluto por medio del derecho divino, la propaga

    cin de mitos sobre el origen de su estirpe (Eneas, cin de mitos sobre el origen de su estirpe (Eneas, Minos, Jinmu...) o la deifi cacinn misma (Gigamesh, Ptomoleo II, Antoco II). Durantnte miles de aos se ha convertido en la fuente y justiifi cacin principal de autoridad y an mantiene hoe hoy mucha fuerza en lugares como el mundo islmico o estadounidense, ndo islmico o estadounidense, determinando la moral y la idea del bien y del mal.ndo la moral y la idea del bien y de

    Comunidad: principal caracterstica del fascismo La principantar fundir, confundir y mezclar la sociedad es intentar fun

    con el Estado, por ser su forma ms coherente y conevolucionada por sus propios argumentos y razo-nes. Mussolini insista continuamente en su famosa frase de 1927: Todo en el Estado; nada contra el Estado, nada fuera del Estado. Ah se concibe el totalitarismo poltico y se justifi ca, zanjando por fi n los confl ictos histricos que el propio autor italiano reconoca entre la sociedad y el Estado, que enten-da que era causada porque el Estado, entonces, no representaba realmente la comunidad nacional del pueblo y su soberana, algo que a su parecer, su de

  • Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar Hacia una historiografa anarquista. Francisco Jos Fernndez Andjar

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    modelo poltico solucionara al confl uir los intereses modelo poltico solucionara al cde ambos. Kjelln (1917) entenda que el Estado era de ambos. Kjelln (una constitucin natural de la propia sociedad y que, por tanto, era una forma de vida, un organismo, derivando desde aqu el concepto de biopoltica, que posteriormente usara Foucault, y el de geopo-ltica. La mayor parte de los partidarios del Estados entienden este como algo propio de nuestra natu-raleza, como una reproduccin del instinto de las hormigas en hacer hormigueros. El monopolio de la sociedad por parte del Estado es un elemento clave en su justifi cacin. Pero la biopoltica a menudo es recurrida por elementos autoritarios pero no nece-sariamente estatales. Sin usar ese trmino, Nietzsche us un concepto semejante al pretender una sociedad organizada en torno a la desigualdad natural, privi-legiando una nueva aristocracia de la que surgira el ubermensch (Esteban Enguita, 2004). Finalmente, hno han faltado intentos de explicar la historia desde comunidades raciales (Gobineau, 1966).

    Tradicin: La costumbre ha sido considerada por numerosas sociedades como fuente de derecho merosas sociedades c

    ms all de derecho o base de la propia sociedad ms de la tradicin alguno. Es innegable la importancia de

    en numerosos pueblos y sociedades. Seguramente en en numerosos pueblos y sociedades. Segurampocas muy antiguas fue el primer nexo de unin de s fue el primer nexo de uniun colectivo humano como modo de confi gurar una omo modo de confi gurar propia identidad y cohesin social. La antigedad de n social. La antigedad la tradicin o de una costumbre se entenda como umbre se entenda comuna manifestacin de su validez y utilidad social, por su validez y utilidad social, polo que aumentaba su peso y fuerza. Especialistas de taba su peso y fuerza. Especialistauna comunidad podan aparecer como los represen-comunidad podan aparecer como tantes de la tradicin, con la consiguiente autoridad tantes de la tradicin, con la

    ibuye a su persona.que se atribuye a s

    ConclusionesEn el presente texto hemos sealado algunas ideas que podran constituir un primer acercamiento para el intento de defi nicin y concepcin de una historiografa anar-quista, que pueda aportar abundantes y valiosos elemen-tos de anlisis, interpretaciones e investigaciones de lascausas del desarrollo histrico. No es un trabajo impres-cindible: al fi n y al cabo, la produccin historiogrfi ca sigue su curso, se investiga y se obtienen resultados, bien o mal interpretados, pero disponibles para el lector. Existen

    numerosos historiadores del anarquismo. Pero creemos que respondemos a la sensacin de muchos investigado-res que, desde la perspectiva libertaria, se sentan extra-os dentro del panorama general en la Historia al ver que se centran en un elemento que no interesa tanto a las otras historiografas como es el poder y la libertad y,por ello, no se reconocan bajo ninguna corriente. En general, eran irremediablemente sealados como parte, ms o menos heterodoxa, de la historiografa marxista o del materialismo histrico. Creemos que con el presente trabajo podemos situar mejor una referencia, un enfoque, que, sin embargo, siempre estuvo ah.

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