ESCRITOR MUSICAL

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Tan sólo el maestro Francisco Téllez se encontraba desarrollando una ac- tividad similar en la Escuela Supe- rior de Música. Entusiasta, divulgó sus conoci- mientos sobre el jazz a través de di- versos medios de comunicación. En la Ciudad de México trabajó en Te- levisión Cultural como programador y comentarista, donde preparaba un programa para niños junto con otros compañeros. Pero el sueño del maestro siem- pre fue regresar a su tierra natal y así compartir toda la gama de apren- dizaje que ya cargaba a cuestas. Un día de 1976 recibió el llamado del rec- tor de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el motivo era que se planeaba iniciar una licenciatura en música dentro de la citada institu- ción académica. “Mi padre, junto a mi madre y mi hermano, se vienen para acá a San Luis y mi padre empieza a trabajar en el programa para la universidad, donde inclusive ya forma su quinte- to de jazz, en la universidad se em- pieza a crear una cuestión en torno a ello; pero lastimosamente, como todas estas cuestiones de pedago- gía, sabes que en la universidad hay mucha gente que necesita tener una estructura como facultad, pero como casi siempre que se trata de arte, las personas que opinan sobre estas cuestiones no saben nada ni las nece- sidades que esto conlleva. El caso es que él dio clases ahí, pero sólo como laboratorios. Lo de la licenciatura al final no se dio”. En los ochenta, fue solicitado por la Universidad de Guanajuato, don- de trató de hacer lo mismo que en San Luis: formar escuela. ESCRITOR MUSICAL Como pedagogo y conocedor a fon- do de la teoría musical, el maestro potosino también incursionó en el mundo de las letras. Debido a su trabajo de investigación realizó varios ensayos donde plasmaba su amplio conocimiento, convencido de que la música debía de enseñarse también como un lenguaje. En cuanto a sus trabajos edita- dos, Martínez Zapata pudo presen- ciar la edición de dos de sus obras. La primera de ellas fue terminada en 1994, sin embargo se editó hasta el año 2000. Razonamiento técnico de la invención musical espontá- nea fue el primer libro de improvi- sación escrito en español, también se podría describir como un resu- men de lo que el maestro pudo leer a lo largo de su vida. Su otra obra la terminó de es- cribir en 2001, fue La música es así, que aborda el eje de la apreciación musical para el buen aficionado. El jazzista era un fiel creyente de que si se quiere cambiar la mentalidad cultural del país, no sólo los músicos deben de verse preocupados, sino también el público. Su hijo señala que también hizo labores de traducción de muchos textos en inglés, mismos que jamás fueron publicados como traduccio- nes oficiales. Sobresale el ejemplo de La armonía del Siglo XX de Vi- X X cent Persichetti, obra que tradujo durante la década de los setenta. En cuanto a su producción musi- cal destacan una cantata que realizó para la ciudad de San Luis Potosí y dos álbumes: Buscando y Vertientes Encontradas (disco doble). “Su legado es muy grande. En enero de 2013, en el último con- cierto que dio fuera de San Luis, ofreció una gala a cuatro pianos en la Sala Ollin Yoliztl acompañado de Enrique Neri, Abraham Barrera y Mario Patrón. Este fue muy im- portante, porque mucha gente no sabía quién era él. Al final, en San Luis él es el responsable de que la educación musical se haya movido y que haya habido con quien conocer este arte de la música en estas dé- cadas. El legado realmente es que la mayoría de los músicos serios en San Luis, del 2005 para atrás, pasa- ron por sus manos”, finaliza Samuel Martínez. El maestro potosino y precursor del jazz en México, Jorge Martínez Zapata, falleció la madrugada del 6 de septiembre de 2013, tras tres me- ses de lucha contra un tumor biliar. Twitter: @BeatsoulRdz SIGLO NUEVO 69

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Experimentar el vértigo de sus antiguas escaleras de caracol; dar un vistazo de la ciudad al atardecer; quedar ensordecido por el repique de las campanas; maravillarse del impo-nente volcán Mombacho y disfrutar

Tan sólo el maestro Francisco Téllez se encontraba desarrollando una ac-tividad similar en la Escuela Supe-rior de Música.

Entusiasta, divulgó sus conoci-mientos sobre el jazz a través de di-versos medios de comunicación. En la Ciudad de México trabajó en Te-levisión Cultural como programador y comentarista, donde preparaba un programa para niños junto con otros compañeros.

Pero el sueño del maestro siem-pre fue regresar a su tierra natal y así compartir toda la gama de apren-dizaje que ya cargaba a cuestas. Un día de 1976 recibió el llamado del rec-tor de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, el motivo era que se planeaba iniciar una licenciatura en música dentro de la citada institu-ción académica.

“Mi padre, junto a mi madre y mi hermano, se vienen para acá a San Luis y mi padre empieza a trabajar en el programa para la universidad, donde inclusive ya forma su quinte-to de jazz, en la universidad se em-pieza a crear una cuestión en torno a ello; pero lastimosamente, como todas estas cuestiones de pedago-gía, sabes que en la universidad hay mucha gente que necesita tener una estructura como facultad, pero como casi siempre que se trata de arte, las personas que opinan sobre estas cuestiones no saben nada ni las nece-sidades que esto conlleva. El caso es que él dio clases ahí, pero sólo como laboratorios. Lo de la licenciatura al fi nal no se dio”.

En los ochenta, fue solicitado por la Universidad de Guanajuato, don-de trató de hacer lo mismo que en San Luis: formar escuela.

ESCRITOR MUSICAL

Como pedagogo y conocedor a fon-do de la teoría musical, el maestro potosino también incursionó en el

mundo de las letras. Debido a su trabajo de investigación realizó varios ensayos donde plasmaba su amplio conocimiento, convencido de que la música debía de enseñarse también como un lenguaje.

En cuanto a sus trabajos edita-dos, Martínez Zapata pudo presen-ciar la edición de dos de sus obras. La primera de ellas fue terminada en 1994, sin embargo se editó hasta el año 2000. Razonamiento técnico de la invención musical espontá-nea fue el primer libro de improvi-sación escrito en español, también se podría describir como un resu-men de lo que el maestro pudo leer a lo largo de su vida.

Su otra obra la terminó de es-cribir en 2001, fue La música es así, La música es así, La música es asíque aborda el eje de la apreciación musical para el buen afi cionado. El jazzista era un fi el creyente de que si se quiere cambiar la mentalidad cultural del país, no sólo los músicos deben de verse preocupados, sino también el público.

Su hijo señala que también hizo labores de traducción de muchos textos en inglés, mismos que jamás fueron publicados como traduccio-nes ofi ciales. Sobresale el ejemplo de La armonía del Siglo XX de Vi-La armonía del Siglo XX de Vi-La armonía del Siglo XXcent Persichetti, obra que tradujo durante la década de los setenta.

En cuanto a su producción musi-cal destacan una cantata que realizó para la ciudad de San Luis Potosí y dos álbumes: Buscando y Vertientes Encontradas (disco doble).

“Su legado es muy grande. En enero de 2013, en el último con-cierto que dio fuera de San Luis, ofreció una gala a cuatro pianos en la Sala Ollin Yoliztl acompañado de Enrique Neri, Abraham Barrera y Mario Patrón. Este fue muy im-portante, porque mucha gente no sabía quién era él. Al fi nal, en San Luis él es el responsable de que la educación musical se haya movido y que haya habido con quien conocer

este arte de la música en estas dé-cadas. El legado realmente es que la mayoría de los músicos serios en San Luis, del 2005 para atrás, pasa-ron por sus manos”, fi naliza Samuel Martínez.

El maestro potosino y precursor del jazz en México, Jorge Martínez Zapata, falleció la madrugada del 6 de septiembre de 2013, tras tres me-ses de lucha contra un tumor biliar. Twitter: @BeatsoulRdz

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