El mundo renacentista en Bomarzo de Manuel Mujica Lainez · El mundo renacentista en Bomarzo de...

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El mundo renacentista en Bomarzo de Manuel Mujica Lainez La novela histórica Bomarzo del escritor argentino Manuel Mujica Lai- nez ha alcanzado un amplia difusión en todo el mundo a través de distin- tas ediciones y traducciones desde su aparición en Buenos Aires el año 19621. Todo comenzó el 13 de julio de 1958. cuando M. Mujica. tras una rápi- da visita al bosque sagrado de Bomarzo y a su conjunto escultórico, em- prendió la tarea de la reconstrucción del mundo renacentista en el que se movió el duque de Bomarzo. Pier Francesco Orsini. Después de un año de documentación y formación M. Mujica dedicó algo menos de dos años y medio a la composición de esta novela, quizá la más significativa de su ac- tividad literaria, aunque el autor sentía predilección por El Unicornio, otra obra dc reconstrucción histórica, en esle caso del mundo medieval, en la que la fantasía tiene más aliento que cii Bormazo 2. en esta última se entre- mezcla la historia y la ficción, pero respetando la verosimilitud que recIa- niaha Aristóteles en su Poética M. Mujica arriesga una interpretación del mundo interior del atormen- tado duque de Bormazo (1512-1572) que se compadece perfectamente con la época que le tocó vivir. El autor no sólo mima como algo suyo a Pier Francesco Orsini sino que también se le nota fascinado por el mundo re- nancentista, f~scinación que transmite al lector que descubre la universali- dad del hombre de esta época- En efecto, la novela tiene como finalidad la narración-descripción estética, semireal-semifabulada de la personalidad del duque de Bomarzo. dentro del contexto de una galeria d ~sonajes significativo del iw>mento, los cuales nos proporcionan las ‘ersas di- 1. Nosotros citamos por la cd. de Seix Barral. Biblioteca Breve, Barcelona 1986. 2. Para datos sobre la persona de M. Mujica en relación con la novela que estudiamos puede verse el «Preliminar» a la traducción española que utilizamos de Marcos-Ricardo Barnatán. 3. Párralos 1460a-1461b. CI? Poética de Aristóteles Ed. trilingúe de y. Garcia Yebra. Ma- drid (Ecl. Gredos) 1974. nf 24-25, págs. 22(1-234. ,4,,ales de literatura hispanoamericana, núm. /8? Ed. Univ. Complutense, Madrid, 1989.

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El mundo renacentistaen BomarzodeManuel Mujica Lainez

La novelahistóricaBomarzodel escritorargentinoManuel Mujica Lai-nezha alcanzadoun amplia difusión en todo el mundoa travésde distin-tas edicionesy traduccionesdesdesu apariciónen BuenosAires el año19621.

Todo comenzóel 13 dejulio de 1958.cuandoM. Mujica.trasunarápi-da visita al bosquesagradode Bomarzoy a su conjuntoescultórico,em-prendióla tareade la reconstruccióndel mundorenacentistaen el que semovió el duquede Bomarzo.PierFrancescoOrsini.Despuésdeun añodedocumentacióny formación M. Mujica dedicóalgo menosde dosañosymedioa la composiciónde estanovela,quizálamássignificativade suac-tividad literaria, aunqueel autorsentíapredilecciónporEl Unicornio, otraobra dc reconstrucciónhistórica,en eslecasodel mundomedieval,en laquela fantasíatiene másalientoquecii Bormazo2.en esta última se entre-mezcla la historia y la ficción, perorespetandola verosimilitudquerecIa-niahaAristótelesen suPoética

M. Mujica arriesgauna interpretacióndel mundointerior del atormen-tadoduquede Bormazo(1512-1572)quese compadeceperfectamenteconla épocaque le tocóvivir. El autor no sólo mima como algo suyo a PierFrancescoOrsini sino que tambiénse le nota fascinadopor el mundore-nancentista,f~scinaciónquetransmiteal lector quedescubrela universali-daddel hombrede estaépoca-En efecto,la novelatienecomo finalidad lanarración-descripciónestética,semireal-semifabuladade la personalidaddel duquede Bomarzo.dentro del contextode unagaleriad ~sonajessignificativo del iw>mento, los cualesnos proporcionanlas ‘ersas di-

1. Nosotros citamos por la cd. de Seix Barral. Biblioteca Breve, Barcelona 1986.2. Paradatossobrela persona de M. Mujica en relación con la novela que estudiamos

puedeverseel «Preliminar» a la traducción española que utilizamos de Marcos-RicardoBarnatán.

3. Párralos 1460a-1461b. CI? Poética de Aristóteles Ed. trilingúe de y. Garcia Yebra. Ma-drid (Ecl. Gredos) 1974. nf 24-25, págs. 22(1-234.

,4,,ales de literatura hispanoamericana, núm. /8? Ed. Univ. Complutense, Madrid, 1989.

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mensionesde un períodotan rico y polifacéticocomofue el Renacimiento.pero haciéndolopresenteal lector por los procedimientosque luegoveremos.

En estanovela,porello, sonclaramentevisiblestresplanos:al fondo,elmundo irrepetibledel Renacimiento;en relieve los personajesmás repre-sentativosque le dieron vida; y. en primer plano, Pier FrancescoOrsini,duquede Bormazo, síntesisde susvirtudes y contradicciones,pero tam-bién con una psicologíaintimista, atormentaday singular.Todo ello pre-sentadocon unatécnicaliteraria rica en recursostécnicos,comoseñalare-mos.y apoyadaen un estilo arrollador.

EL RENACIMIENTO ITALIANO

El marcohistórico en el quesedesarrollala acciónes el sigloXVI ita-liano.momentoglorioso,peroya decadentedel Renacimientoque,tenien-do comocunay epicentroItalia (s. XIV-XV) se extendiópor todaEuropa.El Renacimientoitalianorepresentael estadopuro deunaconcepcióndelhombre,la vida y la naturalezaqueencontróecoen muchoslugaresde laEuropadel XVI, peroqueen ningúnlugar sevivió conigual intensidaddeexaltación,de emoción,de unción.Quizá sea el momentode la historiaculturaldelhombreen el queéstemostrómásconfianzaen si mismo,en sufuerzay en su inteligencia.Es el «hombrenuevo»que,apoyándosefirme-menteen el pasado,mira sin miedo al progresoy al futuro. En estaexalta-ción del siglo XVI italiano, en el hombrequedefinePicodella Mirandolacomo«simientedetodaslas posibilidades»4creey secomplaceM. Mujica.A esteidealismoen la concepcióndel Renacimientoitaliano le llevó sindudael modelo teórico clásicopropugnadopor Jacob Burchhardt,DicKulíur der Renaissancein Italien, obra publicadaen Basilea en 1860 y quefue traducidaen Argentinaen reiteradasocasiones~,cuyo influjo en M.Mujica (comoen la mayoríade los estudiososy escritoressobreestaépocahasta-hoy

4a-pesar-de-su-antigíied-ad}-esmuy-intenso;El-- modeloestereoti-padodel renacimientoitalianoexpuestoporBurckhardtes ciertamenteto-davíaválido, aunqueparcial6 Burckhardtparecehaberseinclinado,en su

4. De hominis dignitate, cap. 1. editado por E. Cario, Florencia 1942.5. Desde1941, segúnnuestrasnoticias.Utilizamosla edicionde la Ed. Losada,Buenos

Aires, 1944.6. Paralas principalescríticasa esteautor cf FranciscoRico. «Temasy problemasdel

RenacimientoEspañol» en Historia y Crítica de/a Literatura Española. Francisco Rico (cd.).vol. II, Siglos de Oro: Renacimiento, FranciscoLópez Estrada <Dir4. Barcelona. Ed. Crítica,1980,págs.1-27; J. A. Maravalí.«El conceptode Renacimientocomoépoca histórica», en Es-Ludias de Historia del Pensamiento Español (Segundaserie: la Epoca del Renacimiento), Ma-drid, Ed. Cultura Hispánica. 1984. págs. 35-75; reproduce «La época del Renacimiento»pu-Micado en Historia Universal de la Medicina. P. Lain Entralgo (ed.), Madrid,Ed. Salvat.1974,vol. IV, págs.1-19.

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amorporestaépoca,másporlos rasgosnovedososqueporlos tradiciona-les, máspor los aspectosartísticoso culturalesque por los socialesy eco-nómicos,máshaciael idealismoquehaciael pragmatismo.M. Mujica haobradoen consecuencia,bien por influjo del modeloestereotipado,bienpor identificacióncon esavisión de la época.Deahí que laspautascultu-ralesdentrode las que semueveRomanoseanlos problemasentrelas re-públicas o tiranías italianas; la vida de los grandespríncipeso pequeñossenores;las luchasentrelinajes por el podersecularo eclesiástico;el fuertetndividualismo imperante;el afánde cultura,de singularidady de gloria;el amora lo bello; la implantaciónde losstudiahumanitatis,dela literaturay la arqueología7;el estudioy dominio de la naturaleza;la «excelencia»como pautadel cultivo dela personay delas relacionessociales;la religio-sidadprofunda.perosubjetiva(de ahí la afición a la magiay a la astrolo-gía)junto a una generalhostilidadhacia la Iglesiacomojerarquía.Cuan-do Pier FrancescoOrsini nos dice de él mismo con relacióna diversosas-pectode suconducta:«yo fui un típico hombredel Renacimiento»<. lo quequieredeciren verdades quese acomodaa algunode los rasgosdel cua-dro pintado por J. Burckhardt.

LOS PERSONAlES

PorlaspáginasdeBomarzopasanen apretadaprocesiónlos personajesmás característicosy caracterizantesde la época,recreadoscon fruiciónpor el autor.Estospersonajessonlas pinceladasdel cuadrovivo querepre-sentaal Renacimientoy quesirvendecontrasteo claroscuroa la figura delduque.Aquí es dondela historia, la erudición, la crónicaalcanzamayorrelieve~,reservándosela fantasíacreadoraparala descripcióndel mundointeriorde PierFrancescoOrsini. Estospersonajesencamanunaclaseso-cial. unaciencia,un arte,un sistemadevida. El autortratadeenredaren latrama—a vecesporprocedimientosvisiblementeficticios— a las persona-lidadesmássignificativasdel sigloXVI, italiano ono italiano-Lostiposes-tereotipadoscomoel CortesanodeB. de Castiglione.el PríncipedeMaquia-velo, el críticoy escépticode Montaigne,el «escolástico»de Cristóbalde Vi-llalón,etc.aparecenencarnadosen personasconcretasy acompañadosdehumanistas,médicos,condorrieri,artistas,escritores,eclesiásticos..no me-nos característicosdel momento.PareceM. Mujica, en estesentido,muypreocupadoporquesus personajesno salgandel retrato«robot»quedel

7. Cuyopapelha sido decisivoen la configuracióndel Renacimiento(segúnlas conoci-dasteoriasdeE. Gariny P. O. Kristeller)tantoa nivel de ideasindividualesosocialescomode su expresión literaria, que era en latín fundamentalmente «como es natural» en palabrasdel propio duque(pág. 115 Cf. también66; 92: 117; 125).

8. Cf págs.30; 205: 236; 260; 288; 362; 381; 659. etc.9. El libro de Burckhardt sirve también, por su gusto colorista por el retrato de los perso-

najes históricos de las distintas clases sociales, de modelo para M. Mujica.

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Renacimientose habíaforjadobajola influenciaparticularde Burckhart.Los Médicis representanla aristocracia;los Orsini y los Colomnalasestir-pesencontradas;Hipólito de Médecisespara M. Mujica el hombreidealdel Renacimientoy para su retrato‘<> utiliza el esquemay los rasgosconqueel Renacimiento(y Burckhardt)describíaa hombrescomoLeón Bat-tista Alberti”; Pierio Valeriano.al queintentabaremedarel preceptordelduquey pequeñodómineprovincianoMesserPandolfo)es el modelo delhumanista12; Miguel Angel, BenvenutoCellini y Tiziano representanalartistarenacentista,así comoel revolucionarioParacelso,a propósitodelcual se haceun admirableresumende la situaciónde la medicinaen estaépoca>, al médico innovador;P. Aretino es el escritorsin escrúpulos4;

Pantasilea‘>la meretrizcultay refinada...Todo ello enmediode un mundozarandeadoporlas luchasentreel Papay el Emperador,entrerepúblicasytiranías,entreseglaresy eclesiásticos,entre familias anstocv-aticas,etc. M.Mujica nos acercaa los diversosescenariosdel Renacimientograciasalprocedimientode desplazaral duquede Florencia,Bolonia. Venecia.Ná-potese incluso Metzy Lepantoy a la técnicadehacernosasistira reunio-nesnumerosasde nobles,condottieri.clérigoso intelectuales(casade losMédicis, coronaciónimperial de CarlosNt bodasen Bomarzo,batalla (leLepanto,círculosliterarios precedidospor un mecenas,etc.).

EL DUQUE DE BOMARZO

Perotantoel fondorenacentistacomoel baile incesantede personajesque le danvida sirven de baseparahacerresaltarla figura poderosadelduquede Bomarzo.quees la queda cohesiónal mundorenacentistades-crito. Es esencialpercibir queel sigloXVI italiano estávisto con losojos dePier FrancescoOrsini (detrásde los queestántambiénlos de M. Mujica).Por ello la clavede la novelaesentenderla figura enigmáticade estehom-bre que es el querecrea—con sus deformaciones—estemundo.

1) Cuandoel duquecontemplasu retrato pintado por LorenzoLoRo,lleva a cabounaacto de autoanálisisdecisivoparacomprendersu perso-na: «Mc reconocíplenamenteen laconmovedorafigura, en su máscaradeencendidoalabastro.Así erayo detriste,de extraño,de indeciso,de soña-dor, de turbio y de añorante.Un príncipe intelectual,un hombrede esaépoca,pocomenosquearquetípico,situadoentrela EdadMedia místicayel Hoy ahito de materia; simultáneamentepreocupadopor lascosasdela

10. Págs.96-9711. CI. 1. Burckhardt, op. dt. págs. 118-119y la breve biografía que nos transmimer L. A.

Muratori. Reruni italicarum Scriptorcv, Mediolani 1751. vol. 25, págs. 2S.5-304.12. Págs. 114 ss.; 125-126; 129.13. Págs. 319 ss.14. Págs.333-334; 380.15. Págs. 141 ss.

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tierralascivay por lasde un másallá problemático;blandoy fuerte,ambi-ciosoy vacilante,dueñode la eleganciaqueno seaprendey de aquellaqueenseñan los textos; deshojador de rosas mustias, amigo del lagarto lujurio-soy de la salamandrainmortal. La giba, la cargabestial, dolorosa,no estápresenteen el lienzo pero —y de ahí una de las maravillasdel arte deLotto—, pesasobreél, invisible, sobresudonosuraespiritual,sobresu at-mósferametafísica»~ Así seveíaestapersonalidadcomplejay contradic-toria, síntesisdel hombredel Renacimiento,aunquecon rasgospeculia-res¼«Debodecirleal lector»—insistenuestroprotagonistaI~... «hastalasaciedad,paraquemecomprendabien,queen el siglo XVI yo fui un hom-bre esencialmentecaracterísticode mi época, ni mejor ni peor que elresto».

Con criterio freudianoM. Mujica quierehacemoscomprender(por-que. comoluegoveremos,se identificaconmuchosaspectosde lapersonadelduque)quelavida delprotagonistavienedeterminaday gira entorno asu defectofísico: la jorobaqueatormentabay condicionabasucarácteryconducta.El precisamenteque,comohombredel Renacimiento,amabalabelleza,el refinamiento,lo perfectoy quequedagozarjubilosamentede lavida, se sintió feo y despreciadotodasuvida: «Mi honory fealdady mi pa-sión porlabellezaen loshumanos,en los objetos,en losjuegosde la poe-sía,queme produjodesengañosy amargurasperole dio a mi vida un tonoexaltadoy cierta atormentadagrandiosidad,procedede mi horror a mímismoy del ascoresultantequeme causabacualquieraberraciónteratoló-gica»~<). Nadiele pudoquerer,porquesumadrehabíamuertoalañode sunacimientoy su padrey sushermanos,comohombresde armas,lo consi-derabanunaafrentaa sulinaje,un «monstruo»,comodecíasu padre.Sóloencontrórefugioen laabuelapaterna,DianaOrsini,queleenseñóavaler-se en la vida (inclusocon el asesinato)no por la fuerza,sinoporla astuciacipica de los débiles.Desdeniño Pier FrancescoOrsini fue unapersonasiempreal acechoparasalvarsuvida y su posición,atacandosiempredeflanco los puntosdébilesde susenemigosen la «selvaoscura»de suexis-tencia~<.Estadeformidadiba adesencadenaraccionesimprevisiblese ibaa ser responsablede las másdisparesactitudesdel duque.

2) «A todoslos vástagosde familiasdistinguidasse leshacia su horós-copo, dandoestolugaren ocasionesaquealgunosse pasasenmediavidabajola coacciónde vaticiniosqueno se cumplian»,dice J. Burckhardt21.En el casode PierFrancescoOrsini fue SandroBenedetto,el astrólogode

16. Pág. 362.17. Por ello buena parte de los pequeños o grandes señores renacentistas descritos por J.

Burckhardt (págs. 28 Ss.: 34 ss.) recuerdan el sistema y norma de vida del duque Orsini.18. Pág. 548.19. Págs. 28-3<).20. AM la considerael duque(pág. 23). Parala descripciónidealizadade la abuelacf

págs.21-23.21. Op. cii. pág. 420.

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su tío Nicolásel condottiero,el encargadode establecerun horóscopoqueresultósorprendentedebidoa queen él sele otorgabaunavida ilimitada22,aunquecomo a muchosde suscontemporáneosal duquetampocose lecumplió este designio.Pero es sintomáticoen unaépocaqueparecenocreeren la inmortalidad(y quela sustituyeconla famay la gloria)23queclduquereafirme supersonalidady su singularidadcon un don único. Laidea dela inmortalidadserá susecretocontrael complejode inferioridadprovocadopor sudeformaciónfísica: «Mi vida entera,a partir del instanteen queSandroBenedettole comunicóa mi incrédulopadre mi destinoprodigioso,estuvogobernadapor el misterio de este anuncio.Comounalámparamágica,de cegadoraluz, la promesase balanceósobremi frentedondequierame hallase.Era algotan mío, queesaclaridadparecíasurgirde mis entrañas...Ahoraentendíapor fin su razón,queno penetréen misañosmozos,cuandoimaginéqueelprivilegio extraordinarioqueme aisla-ba entremis semejantesteníapor sola metala eternaconsagraciónde miorgullo de hijo de unarazaolímpicay mi triunfo sobrela carnecontrahe-chaqueme habíaasignadola fatalidad...»24 Momentotrágicoparael du-queen estaperspectivaresultadescubrirque iba a morir como cualquierotro mortaly quehabíaluchadoen balde:«el duquePierFrancescoOrsi-ni, .. asombrado,murió de veneno,sin originalidad,comocualquierprín-cipe del Renacimiento»25

3) Lo grotescoes queelduquehabíaconsagradotodasuvida ala bús-quedadeesainmortalidad,paralo quesacrificóhacienday amigos.Porlaastrología,la magia,la alquimia—tan demodaen el Renacimientoitalia-no, a pesardelas protestasdela iglesiay la enérgicarefutaciónde intelec-tualescomoPico della Mirandola26buscacondesesperaciónel instrumen-to de la inmortalidad.El duquecreeen las sonesvergilianes2~,en los dia-blos28,enlas recetasde amor29,en la astrologíaM, perosobretodoen la al-quimia, personificadaen las teoríasdel alquimistaJuanDastyn,con lasquepretendelograr la pócima de la inmortalidad3’.

22. Cf pág. 15.23. Sobre eí problema de la creencia del Renacimienlo italiano en la inmortalidad (el

propio León X se vió obligarlo a decretar una constitución reafirmando la inmortalidaddelalma).cf hormazo, pág. 338; J. Burckhard, op. cii, 417 ss.; 447 Ss.; PO.Kristeller, «La inmor-talidad del alma» en El pensamiento renacentista ysusfuentex México. F.C.E.. 1982. págs. 245-262.

24. Pág.668.25. Pág.676.26. Cf. Bomarzo.pág. 17; 3. Burckhardi, op. ch. 425 ss.; Además véase E. Garin, «Magia y

Astrologíaen la cultura del Renacimiento», en Medioevo y Renacimiento, Madrid, Taurus.1981, págs.112-139.

27. Pág. 170.28. Págs.200-203;391-393.29. Págs.260-261.30. Págs.303-304;491.31. Págs. 340 Ss.; 590 Ss.; 667-670.

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4) También fue responsablela deformidaddel duquede la construc-ción del sorprendenteconjuntoescultóricodel SacroBosque.Por un ladorepresentabanestasesculturasla fuerzadela quecarecía:«Porserpeque-ño y contrahecho,anhelabalo desmesurado,la abrumadorabellezaformi-dablequetriunfa sobrelasmezquitasproporcionescorrientesy cuyasom-bra, a semejanzadela deuna grandiosanube,anulalo demás»32;porotro,mostrabansu afán de supervivencia:«Mi vida... mi vida transfiguradaensímbolos..,salvadaparalas centurias.,eterna..,imperecedera».«Rodeadoporellas (lasesculturas),no podría morir, no moriría. Habríaescritoun li-brode piedray yo seríala materiadeeselibro impar»r~ Encasaunade lasesculturasde Homarzoquisosimbolizarel duqueun episodiode suvida ysussueños.En ellas leyó M. Mujica parareconstruiren su fantasíala bio-grafia agitadadel protagonista.

5) Inclusola aficción humanísticadel duque,su amorpor la culturayla literaturalatinasquecultivó de la manodeMesserPandolfoy de FieroValeriano,lo quele llevó a serun expertoarqueólogo,un eruditoconversa-dor y un culto poeta,tantoen lengualatinacomovulgart tieneunamoti-vación distintade la de suscoetáneos:«mis contemporáneosdel Renaci-miento fueron hacia los noblesvestigiosde las culturasanteriores,movi-dospor el mimetismohelénicoe imperialquecaracterizóa aqueltiempo;por el afánde sabery establecerlos cánonesde la exactahermosurafor-mal quedifundierongriegosy romanos;o simplementepor la ambiciónaristocráticade poseerobrasúnicasy codiciadas.Yo lo hice por razonesmáscomplejas.Quizásesperéquela proximidadde esossobrevivientesar-moniososactuaríasobremí como unaterapéuticamágica;qui±ascalculéque, sumergiéndomeen un mar de belleza,rodeándomede mármolesrít-micos hastadesaparecerdetrásde susentrelazadasaparíenetas,...lograríaolvidarmede mí mismo»~>.

6) Secompletael cuadrodel príncipedel Renacimientointeresadoporla antiguedad,amigode sabiosy de prosay modosrefinadosconunaen-cendidaconcienciade ranciaestirpe36, inspiradapor la abuelaDianaOr-smipara«robustecermi flaquezaconmodelosgloriososy trágicosquemecaldearíancomo vino de cepaantiquísimay me impulsaríana enfrentarloslaberintosdela existenciaconel denuedoviril propiodemi casta.insu-llándomeeficazmente,másallá de la moral y de los convencionalismosquereverenciamos,unainvulnerabilidad...»~. El linaje Orsini,editusursae,

32. Pág. Sótí.33. Pág. 567.34. Siguiendo eí procedimiento de la imitado y la aemulatio clásicas y renacentistas. Cf

FernandoLázaroCarreter,«Imitacióny originalidaden la poéticarenacentista»enHist. yCrítica de la literatura española, FranciscoRico (cd.) op. cit. págs. 9 1-97.

35. Págs.30-31.36. l-Iecbo notableen un momentoen el que se tiende a la nivelación de clases. Cf J.

Burckbardt.op. cir. 291 ss.37. Pág.23.

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fue unaayudainestimableen la vida del duqueque leproporcionórecur-sos,seguridady protección.Fueun modomásde superarsucomplejodeinferioridady dedarimpunidada unapersonalidadcapazdematar—conla dagao el venenotípico del Renacimientoitaliano— no sólo a sus ene-migos,sino inclusoa sushermanossin sentirescrúpulos,incapazde amarni siquieraa suesposaJulia Farnese(la posesiónfue fruto dela infidelidadprovocada),cuya delicadeza,finura y cultura la convertíanen prototipotambiénde mujer—de élite naturalmente—de la época.Pier FrancescoOrsini fue un hombre de turbia sexualidad,introvertido. excéptico yegoista.

TECNICA LITERARIA

Parala reconstruccióndel mundorenacentistay la vida del duqueOr-smi, M. Mujica ha utilizado algunosregistrostécnicosliterarios que,a lavez queevitan lasequedadde la erudicióny dandimensiónde movimien-to a la acción, le permitensuperarlos limites que el génerobiográficotmpone.

Lo primeroque se adviertees unasólida documentaciónen la épocahistóricade la novela,que, segúnsabemos,duró un añoaproximadamen-te. Estadocumentaciónabarcóaspectosmuy diversosde la cultura: arte.letras,religión, política,etc. Erí el aspectometodológico,comoya hemosseñalado,el influjo de .1. Burchkardtes muy visible en ocasiones.

Es plenamentecaracterísticodel Renacimientoitaliano el gustoporlaautobiografia.quepermite,en palabrasdeJ. Burckhardt3t«describirjuntoala másabigarradavida exterior,la propia intimidad,conmovedoramen-te». M. Mujica utiliza en consonanciacon los gustosde la épocala auto-biografia, la narraciónen primerapersonaparadescribir, a travésde losojosy sentimientosdel duqueOrsini. la civilización del siglo XVI italiano.

Lo másllamativosin duda,en estesentido,es la sensacióncrecienteamedidaqueavanzala novelade queM. Mujica, al describirnosel mundode Pier FrancescoOrsini, lo está haciendoa travésde suspropios senti-mientos.No se trataya de que.comoes natural,el autornos transmitasuvisión de esaépocaa travésde las palabrasdelduque.La sensaciónes queM. Mujica ha puestopartedc sussentimientosenel almadel duque.lo quees consecuenteconla declaraciónde quesus libros sonsus confesiones3~.

Cuandoel duqueOrsini hablaen primerapersonadesu yo, suyo a menudoquiere decirOrsini-Mujica. Por ello puededecir M. Mujica: «La muertedebeserasí: comoun chapuzónen unapileta dc aguahelada..,pero,des-puésdebessalirnadando..,y volverásal mundo,no convertidoen un caba-lío o en unapalmera,sino en otro serhumano...CuandoescribíBomarzo,

38. Op. rit págs. 273.39. CI? Marcos-Ricardo Barnatán en el «Preliminar» a Bomarzo ya citado pág. 9.

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por ejemplo,esaimpresiónquetuve de haberestadoallí y dehabervividola vida de esehombre..»”.

La creenciaen la inmortalidadde PierFrancescoOrsini se confundeconlacreenciaenla reencarnacióndeM. Mujica. El duqueconsiguióvivirparasiemprey en el siglo XX se reencarnóen el escritorargentinocon sugrandezay sus debilidades.«Yo he gozadodel inescrutableprivilegio, si-glos mástarde—y conello se cumplió,sutilmente,la promesade SandroBenedetto,porquequienrecuerdano ha muerto—de recuperarlavida dis-tantede Vicino Orsini, en mi memoria,cuandofue hacepocoa Bomarzo,conun poetay un pintor, y el deslumbramientome devolvióen tropel lasimágenesy las emocionesperdidas.En unaciudadvastay sonora,situadaen el opuestohemisferio..,rescatemi historia,a medidaquedevanabalaásperamadejaviejísimay reivindicaba,día a día y detallea detalle,mi vi-da pasada.la vida quecontinuabaviva en mí. Así se realizólo queme au-guró en Venecia...unamonjavisionariade Murano.a quien deboestapro-fecía queningunode nosotrosentendióa la sazóny queatribuimosa sumísticalocura:Dentro detanto tiempoqueno lo mide/ohumano,elduquesemirará a sí mismo..»~ el escritor,que se introduceincluso en ocasionesdentrodela novela y hablaen primerapersona.describelos pensamientosdel duquecomo algo vivido por él, como algo personal.

Estaperspectivadela inmortalidady de la intemporalidadda ocasiónal novelistaparautilizar el recurso,como autoromniscientey omnipoten-te. de trascenderlasbarrerastemporalesde suépocay poderutilizar datosdc tiemposfuturos,aspectoestequedesconcertaráal lector, si no seapreci-bede estatécnica.De esta manerase consiguendosefectossorprendentes.En primerlugarunasensacióndecercaníay deactualidadajenaa la auto-biografíade un personajedel siglo XVI: el lector estáenel Renacimientoyen el siglo XX. Puedecontemplarlas dosépocasdesdesu punto de vistacomoun todounitario.En segundolugar, la introducciónenescenade da-tosy hechosde épocasposterioresal Renacimiento(pueslos anterioressesabenpor la Historia). Sólo asíse puedeentenderqueel duquecite, porejemplo,entresusfuentesdeformaciónun libro deEugenioD’Ors oque,apropósitode la lécturadeAriosto y otros autoresde la épocacomente(noscomenteevidentemente)que«Mi sensibilidadha reaccionadosiempredela mismamanera,y si hoy meatraenlos escritoresmásdiversos,de Dantey Shakespearey Góngoraa Prousty Joycey Virgnia Wolf(y tambiénal za-randeadoy admirableautordeLo/ita) es...por la sal de ironía terrible...»42~

Cuandoel agobiante,pormomentos,clima cerradoe interioristaqueserespiraen Bomarzoal relatarnosel duquesus sentimientos,se haceabru-mador,M. Mujica utiliza el reiteradorecursode hacerlesalirde Bomarzo.Es asícornoentranen escenaBolonia.Metz o Lepanto.Esteprocedimien-

40. lbidem. pág. 9.41. Págs.675-676.42. CI. Págs. 26 y 124. Otros ejemplos en págs. 34: 47: 16S~ 473; 675-676, etc.

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to permiteal autorhacerinterveniren la accióna otrospersonajes—cuyasimpatía o contrastecon el duque completanla configuración de supersonalidad—,muestraotrosescenariosdel variadomundorenacentistay, sobretodo, presentanuevasfacetasdel duqueen susrelacionessocialesextrafamiliares.

Sin embargo,el afándeM. Mújica porpresentaral lector los persona-jes máscaracterísticoscontemporáneostiene en ocasionesun aire dema-siadoartificial. Paratraera colación,por ejemplo,a Cervantes,lo hacein-terveniren unareyertacallejeraen Messina,durantela preparaciónde labatalladeLepanto,salvandode la muerteal duquedeOrsini y obsequián-doleconunaedicióndelas obrasde GarcilasodelaVega publicadaelañoanterior.Todavíafaltabanmásde treintaañosparala edicióndelQuijoteyMiguel de Cervantesno era conocidotodavíaliterariamente~~.La mismasensaciónse experimentaantelas relacionesdel duqueconParacelso.B.Cellini. Miguel Angel. P. Aretino, CarlosV, etc.¾.

Esteprocedimientole sirve inclusoa M. Mujica paraintroducir en lanovela pasajescélebresde obrasfamosasen sumomento.Es significativo,porejemplo,cómoestableceun encuentroentreel duquey MarceloPalin-genio (Pier Angelo Manzolli) que le va a permitir transcribirentera45lahistóriadela intervenciónde tosdemoniosenla vidahumanaqueesteau-tor cuentaen su Zodiacusvitae~.

Estosson,en nuestraopinión,algunosdelos puntosclavesquepuedenayudaracomprendermejorestanovelahistórica,quesuperalaslimitacio-nesdel génerograciasa unaseriede recursostécnicos,algunosmuy nove-dosos,quenos hacenir del pasadoal presente,de la historiaa la ficción.de lo vivido a lo soñado.Todoello, porotro lado,dentrodela prosaprecio-sistay vigorosaquecaracterizaa ManuelMujica Lainez,muertoen 1984ala esperade supróxima reencarnación.

ENRIQUE MONTERO CAXTELLEUniversidadde Valladolid

(España)

43. Págs.636-6-40.44. Resulta llamativa por improbable la insistencia de M. Mujica en la atribución de la

célebresecuenciamedieval mes ¿rae al cardcnal Latino por ser hijo de una Orsini, Cf Págs.34; 65; 193.

45. Págs.200-201.46. CL Marcelli Palingenii Stellati, Zodiacus vitae, Basileae1543, libro X. págs. 320-324.