El Desconcierto

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Un buen analisis del fallecido geopolitico Gaston Sarno.

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  • EL DESCONCIERTO

    Coronel (R) Hugo Gastn Sarno

    Diciembre de 2007 Primeras palabras. Ediciones URANO S.A. de Barcelona entreg en el ao 2004 al pblico de lectores el libro Teoras del Desconcierto (subtitulado Viaje al fondo de la incertidumbre: los pensadores que disean un futuro global), de Santiago Ramentol. Ese subttulo explica la cantidad de autores, todos ellos de Estados Unidos y de Europa, cuyas ideas sern analizadas. En la contratapa, el comentario de la Editorial condensa as el pensamiento del autor: Se puede prever el futuro?

    Es posible plantearlo con criterios deterministas, como si existiera una relacin automtica entre causa y efecto?

    O tal vez nos movemos en el mundo de la incertidumbre? Podemos modelar el maana?

    Nadie lo sabe. Teoras del desconcierto examina las propuestas de los pensadores contemporneos, analiza el proceso globalizador y sus escenarios, estudia el impacto de los avances cientficos en la sociedad actual y explica por qu el maana es siempre un libro en blanco. La palabra desconcierto encierra desde el ttulo del libro una situacin real y concreta, inmodificable para el autor, que as califica al presente, sumamente complejo, hasta revolucionario por los cambios casi sorprendentes que ponen en duda la vigencia de los usos y tendencias. Las sorpresas parecen representar un elemento que integra inseparablemente la realidad que se vive en las ltimas dcadas. Fue sorprendente la irrupcin de internet? Fue sorprendente la implosin sovitica? Fue sorprendente la miniaturizacin de los ordenadores y su ingreso acompaando a los artefactos domiciliarios? Para millones de personas esas y otras efectivamente fueron sorpresas. No as para algunos observadores que conocan el revs de los decorados. Con todo, no podemos dejar de lado la conclusin del autor, el desconcierto, que merecer a continuacin nuestras reflexiones.

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  • Santiago Ramentol, periodista y Doctor en Ciencias de la Comunicacin, es profesor titular de Comunicacin Cientfica en la Universidad Autnoma de Barcelona. Dirige el Observatorio del Pensamiento Prospectivo e imparte cursos de doctorado y post grado sobre la Sociedad de la Informacin, Comunicacin de la Paz y del Conflicto y Comunicacin Poltica. Es informacin incluida en la primera solapa. Adems de ste, es autor de Los silencios de la ciencia. La Introduccin (Pginas 11 a 36) Posee un ttulo esta Introduccin: Tiene futuro el futuro? Y como subttulo el de dos Premios Nbel: uno de fsica, Einstein, y el otro de Qumica, Ilya Prigonine. Ese interrogante del ttulo comienza a ser explicado por la opinin del autor (SR) sobre la gran dificultad que l encuentra para entender el presente, punto de partida desde el cual deben apoyarse las ideas sobre el porvenir. Y esa gran dificultad reside en comprobar la complejidad del momento en el que vivimos gracias a los conocimientos que se acumulan y reemplazan o condicionan entre s, a las vigencias que de esa manera se abrevian, a la dificultad para asimilar tantos avances y, como consecuencia, la incertidumbre resultante como quien no encuentra un suelo firme sino resbaladizo y tambaleante. Esa incertidumbre suele producir angustia: un sentimiento propio de quienes perdiendo certezas, temen la posibilidad de accidentes y comprueban la ausencia de control sobre conocimientos muy riesgosos que se difunden imprudentemente, de manera que en los desenlaces aparece el azar, la suerte, esa condicin no prospectable de efectos imprevisibles surgidos desde causas desconocidas. Los sucesivos acpites de esta Introduccin conducen al lector por esa incertidumbre: El miedo al vaco (pgina 18), Los motores del cambio (pgina 25), Extraviados en el laberinto de la complejidad (pgina 29). La mencin de Einstein posiblemente se explica porque al comenzar el siglo XX, l inici el desconcierto con la teora de la relatividad, que sorprendi al mundo cientfico a tal punto que en Suecia no se animaron a otorgarle el Premio Nbel, (Se lo dieron posteriormente por el fotn), al comprobar el derrumbe de las ideas de Newton. Adems, se explica la mencin de Ilya Prigonine, autor de El fin de las certidumbres y punto de partida de lo que algunos observadores denominan la nueva ciencia de la complejidad. Al leer esta Introduccin, nosotros pensamos que Renato Descartes nos aconsejara lo siguiente: dividan la realidad en tantas facetas parciales como sea posible (Anlisis) y luego obtengan una conclusin de amplitud general (Sntesis). Pero cuando viva Descartes los momentos eran relativamente tranquilos, los acontecimientos eran pausados, las generaciones sucesivas compartan muchas opiniones y el ritmo histrico no sufra sobresaltos ni arritmias. Hoy en cambio, Descartes se vera en apuros: cuando hubiese terminado de entender una faceta, su razonamiento estara demorado, su anlisis no resultara til porque el tema ha quedado sobrepasado y sin vigencia. Tal como cuando un prototipo de avin, a pesar de estar aprobado y experimentado, no es fabricado porque ha sido superado por otros dos prototipos. Nosotros creemos que deben existir sistemas racionales para aplicarlos a este presente tan complicado, no tanto para individuos sino para equipos de pensadores. Un antiguo pensamiento chino afirmaba: el que se prepara para lo peor, estar siempre mejor preparado para todo. La pregunta consiste en saber si encontrar el desenlace ms perjudicial es un mtodo aceptable. Sera

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  • un mtodo para contratar un seguro de vida, o de accidente o contra incendio, que slo es aplicable cuando los riesgos asoman peligrosamente. La prospeccin debe ser ms ambiciosa, ms profunda y en eso est el gran desafo de la hora actual. Ramentol desea con este libro encontrar las races del presente catico, del miedo y del desconcierto y a partir de all, explorar el futuro. Esto significa que mientras no se entienda con claridad las circunstancias actuales, no es posible pensar en el futuro con una base de partida hundida en la confusin. El Captulo 1: Los guardianes de la puerta. (Pginas 37 a 76). Este Captulo que recorre el pensamiento de las personas que acompaan al Presidente George W. Bush (Condoleezza, Wolfowitz, Rumsafeld y otros), tiene una iniciacin en quien no est en ese equipo: Henry A. Kissinger, del cual SR analiza su primera etapa de estudiante, pensador y escritor y la siguiente, desde 1969 cuando se incorpor a la administracin de Nixon (1969-74) y Gerald Ford (1974-77). El libro Un mundo restaurado (Metternich, Castlereagh y los problemas de la Paz 1812-1822), es su tesis de doctorado en Harvard. Transcurrida la pesadilla napolenica, perturbadora de la situacin europea, la estabilidad fue recuperada restaurada segn el ttulo del libro gracias a un entendimiento poltico logrado entre los vencedores de Napolen, acuerdo multilateral, ejemplo de un sistema internacional vigente por y para conveniencia, reciprocidades y reparto de beneficios entre varios socios poderosos, merced a las conversaciones diplomticas entre los que establecan las reglas del juego y no por una guerra. En Kissinger, doctorndose, surgen dos ideas principales:

    primero, el acuerdo entre varias potencias y reparto de influencias y negocios; y segundo, la actividad del contacto entre los personajes decisivos para poder coexistir, sea

    ese contacto pblico o encubierto, sea elegante o taimado, mucho ms eficaz que una guerra que despertar siempre reivindicaciones.

    Posteriormente y cuando escribi sobre Estados Unidos, sus ideas evolucionaron. Afirm que los intereses norteamericanos deban estar por encima de todo y, sus aliados, no merecern voz ni voto. Este concepto destruy aquel orden multilateral. Fue fcil escribirlo para quien no estaba obligado a ponerlo en prctica. Eso est incluido en su libro Armas nucleares y poltica internacional, libro que Nixon llevaba bajo el brazo cuando se dej fotografiar. En 1969, antes de incorporarse al gobierno republicano, escribi un pequeo volumen, Poltica exterior americana, donde afirm que el mundo era revolucionario y muy peligroso en esos momentos y necesitaba un acuerdo internacional para establecer un sistema, antes de que el sistema sea impuesto por una catstrofe. SR no menciona que en las pginas finales de este pequeo libro, Kissinger ubica a Estados Unidos al frente del sistema mundial, equilibrndolo, mientras que cada regin necesita contar con un pas delegado de Estados Unidos y regulador del orden local. Este sistema geopoltico se populariz con el nombre de los pases llave de cada regin. Nombrado Consejero de Seguridad Nacional por Nixon, Kissinger encontr ya un mundo bipolar, con una Unin Sovitica nuclearmente poderosa y acompaada por una importante rea de influencia exterior. La poltica kissingeriana respet esa bipolaridad: cada poderoso en su mundo, manteniendo un enlace coordinador para ese sistema mundial, de manera que las diferencias fueran

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  • menores y, en ltimo caso, dirimidas afuera, en el tercer mundo. Nacieron as las conversaciones SALT. Preocupado por el podero estratgico sovitico, Kissinger logr que Nixon desembarcara en Pekn y que la China comunista entrara en el sistema internacional como contrapeso a la influencia sovitica, porque Mao no aceptar ser subordinado de Kruschev1. Acompaado Estados Unidos por Europa y Japn, desde ese momento tambin con China, el sistema internacional iba deslizndose hacia el mundo multipolar como el de aquel Mundo restaurado -, menos riesgoso que el bipolar con tantos actores menos autnomos y ms dependientes, que segn Kissinger, deban depender econmicamente unos de los otros para perder libertad de accin, frente a la tentacin de asumir una aventura unilateral. Este sistema deba responder a los acuerdos laterales y no a las Naciones Unidas ni a tribunales internacionales. Esa estabilidad sera el resultado de una realpolitik, donde se juzga la poltica por sus resultados y no por la tica de sus procedimientos. En la pgina 48, SR informa que Kissinger se preocup por un nuevo tipo de guerra: subversiva e interna en un pas. SR acompaa las duras crticas que recibi Kissinger por sus ideas deshumanizadas y procedimientos arteros. Recuerda al lector el libro Juicio a Kissinger donde Christopher Hitchens lo califica de criminal de guerra. Las Memorias que public buscaban limpiar su imagen, ticamente deteriorada, que no pudo ni siquiera limpiar el Premio Nbel de la Paz que se le otorg en 1973. El equipo de la Administracin Bush hijo, (Condoleezza, Rumsfeld, Wolfovitz, Kagan y otros), a raz de la implosin sovitica de 1991 y de los atentados del 11 de septiembre de 2001, son continuadores y ejecutores de Kissinger para la preeminencia de Estados Unidos, para la subalternizacin de sus aliados, desprecio de las instituciones y tribunales internacionales, con la capacidad de intervenir militarmente para sostener sus intereses nacionales. Varios de estos miembros formaron parte del equipo que prepar el Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, que contrastaba con el libro Auge y cada de las grandes potencias de Paul Kennedy. Segn ese Proyecto, Estados Unidos se aislaba como un poder unilateral. Slo el Reino Unido lo acompaaba como socio. La actual Administracin recibi el adjetivo de halcones, cuyas ideas consisten en que Estados Unidos debe actuar como potencia imperial. Esta conducta ha producido los primeros entendimientos euro-asiticos contra el mundo anglosajn, y a la vez, las primeras ideas sobre el declive americano en sus propios pensadores. Kissinger se ha recluido en sus propios asuntos privados desde la poca de Reagan y ocasionalmente, se hace recordar por algunos artculos sobre Estados Unidos y la realidad mundial. SR lo califica ahora de llanero solitario, mientras los halcones conservan sus ideas de primera potencia como sus verdaderos guardianes y ejecutores. El Captulo 2: El globalismo trilateral (Pginas 77 a 128) Este Captulo est concebido para analizar el pensamiento prospectivo de Zbigniew Brzezinski (ZB), particularmente comparndolo con el de Kissinger. SR sintetiza las grandes ideas de ZB alrededor de tres temas:

    1 Mao conduca la larga marcha cuando Kruschev era un simple empleado.

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  • - El pasaje de la poca industrial hacia la poca posindustrial (su libro La era tecnotrnica).

    - El fracaso del sistema comunista (su libro El gran fracaso), tema al que nosotros agregamos la ofensiva inspirada por l, para quebrar a la Unin Sovitica.

    - Y tercero, la sociedad global que no respeta fronteras: poca posnacional.

    A estos tres temas nosotros agregamos un cuarto: El papel de Estados Unidos en el Mundo y el sistema mundial (sus libros El juego estratgico (Game Plan) y La supremaca de Estados Unidos y sus imperativos geoestratgicos).

    ZB rechazaba el pensamiento de Kissinger (y el de los halcones) de un poder imperial despreciando a los aliados y a las instituciones internacionales. Su idea central consista en compartir el poder con otras grandes potencias, particularmente con Europa y Japn - su sistema trilateral - en el cual el liderazgo norteamericano era aceptado proporcionando y distribuyendo beneficios y responsabilidades. Ese liderazgo norteamericano deba apoyarse en constituir el centro de la revolucin tecnotrnica, de la investigacin cientfica, del desarrollo tecnolgico y del humanismo racional. El sistema trilateral as concebido era, ante todo, antisovitico, pero tendiente a obligar a Mosc a incorporarse a un conjunto mundial de cooperacin y entendimiento internacional, quebrando su resistencia y autonoma. Confiaba ZB que si la URSS continuaba con su sistema interior, no podr asimilar la revolucin tecnotrnica ni se adaptara a la nueva situacin mundial (y agregaba: si la URSS no acepta le quedarn muy pocos clientes). El llamado para que la URSS entrara en el sistema mundial, fue acompaado por una serie de energas inspiradas por ZB que, como entran en el rea de la accin y no del pensamiento, SR no las menciona en ste, su libro sobre el desconcierto. En su libro El juego estratgico las ideas de ZB afirman que el enfrentamiento bipolar no ha conducido a resultados favorables, porque no se consigui superar el podero estratgico sovitico y porque se ha levantado en ambos bandos un sistema inutilizable de armas terribles, como para destruir la vida en el planeta. Debe emplearse una estrategia distinta. Con este nuevo enfoque, ZB llama la atencin sobre la vulnerabilidad del frente interno sovitico:

    - La cohesin est lograda a la fuerza en un sistema policial-dictatorial. - La ideologa comunista es impuesta coercitivamente. - No existe bienestar: los presupuestos soviticos se emplean principalmente en el podero

    militar, policial y para apoyo de sus satlites. - La clase dirigente comunista (Nomenclatura) est corrompida y apegada a sus beneficios

    personales. - Las religiones ortodoxa e islmica estn fuertemente controladas y sus fieles las profesan

    clandestinamente. - Existen numerosos sntomas para evadirse de la dura realidad interior: alcoholismo,

    prostitucin, drogas, y fugas al exterior. Por lo tanto, el frente interno sovitico es vulnerable y contra l, debe ser dirigida una nueva estrategia de Estados Unidos.

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  • Muchos observadores coinciden en establecer que esa ofensiva antisovitica comenz con introducirle usos e instrumentos que fomentan el bienestar, pero sobre todo por una penetracin religiosa, en la inteligencia de que las creencias religiosas en la URSS, apoyan los nacionalismos y por lo tanto, la fractura poltica interior. As, se afirm que el papado de un cardenal polaco - Juan Pablo II - por primera vez en tantos siglos de pontfices italianos, permiti irradiar un fuerte catolicismo en el mismo Pacto de Varsovia es decir, detrs de la Cortina de Hierro, mundo ocupado por las guarniciones soviticas que se transmiti ms all, hacia los pueblos eslavos ortodoxos. Adems, en el Golfo Prsico se cumpla el sistema kissingeriano del pas llave, pues el Irn del Sha era el pas ms poderoso de la regin y protega la salida normal y sostenida de los hidrocarburos. Merced a disturbios interiores en Irn, el Presidente Carter aconsej al Sha alejarse de all, circunstancia que fue aprovechada para reemplazar al monarca con un fantico musulmn, el Ayatollah Komeini, cuyo enrgico islamismo se irradi y penetr en las repblicas islmicas soviticas. Tanto la penetracin del catolicismo como del islamismo, representaron fuertes influencias antisoviticas, anticomunistas y de apoyo a los nacionalismos locales. Cuando Brzezinski recorri la regin para pulsar los resultados de este brusco cambio poltico-religioso, se encontr en Jordania con el entonces monarca, el rey Hussein, quien le recrimin haber expulsado al Sha, tranquilizador de toda la regin. Dijo el Monarca jordano que la respuesta de Brzezinski fue enrgica: me retorci el brazo y me orden que todos tendran que aceptar a Komeini, porque as lo determin Washington. En esa poca del gobierno de Carter, el partido comunista afgano derroc al gobierno en Kabul y comenz en ese pas una inestabilidad cruenta. En diciembre de 1979 las fuerzas soviticas invadieron Afganistn para restablecer el orden y al comunismo en el poder. La poblacin local llamados los mujaidines - resistieron tenazmente y desarrollaron una lucha que desgast a los soviticos en una guerra irregular, con prdidas ininterrumpidas. Mosc, desde Gorbachov en 1985, no pudo soportar el esfuerzo econmico y financiero para sostener el rea de sus satlites y tampoco esa guerra en Afganistn, ordenando la retirada y abandono del suelo afgano en 1989. Esa resistencia mujaid fue apoyada por Estados Unidos, indirectamente, utilizando la intermediacin del servicio de inteligencia de Pakistn, que les provey de una moderna logstica de armamentos. En 1989, cuando los soviticos abandonaron Afganistn, los mujaidines, con Osama bin Laden se enteraron que haban sido usados por Estados Unidos contra los soviticos. As, Washington fabric dos nuevos enemigos: el Irn de Komeini antes aliado con el Sha y ahora a Osama bin Laden antes su aliado en Afganistn. Aos despus, interrogado por la Revista Le Nouvel Observateur, ZB reconoci que Estados Unidos haba equipado a los combatientes afganos contra la ocupacin comunista, con la intencin de obligar a Mosc a introducirse en el conflicto2. ZB era sovietlogo:agredir a la 2 El dilogo fue registrado y difundido en varias publicaciones. Rescatamos los siguientes prrafos: Le Nouvel Observateur (NO): El ex director de la CIA, Robert Gates, lo afirma en sus Memorias: los servicios secretos norteamericanos comenzaron a ayudar a los mujaidines afganos seis meses antes de la intervencin sovitica. En esa poca Usted era el consejero del Presidente Carter y su papel fue clave en este asunto. Lo confirma? Zbigniew Brzezinski (ZB): S. Segn la versin oficial de la historia, la ayuda de la CIA a los mujaidines se inici en el ao 1980, es decir, luego que el ejrcito sovitico invadiera a Afganistn el 24 de diciembre de 1979. Pero la realidad mantenida en secreto hasta hoy, es muy distinta: fue el

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  • URSS a la que Kissinger respetaba era toda una obsesin y tras esa intencin logr que sus ideas fueran llevadas a la prctica. Ms que pensador, ZB era un hombre de accin para hacer cumplir sus ideas. El prestigio de ZB haba crecido cuando David Rockeffeler cre en 1973 la Comisin Trilateral, con l a su frente. Su oposicin a la poltica de los halcones qued confirmada recientemente. En el ao 2006 y ante una audiencia ante el Senado de Estados Unidos, ZB explic que tal vez, podra ocurrir un segundo gran atentado en el territorio norteamericano, tomndolo como pretexto para comenzar la guerra contra Irn, hacindolo responsable. Los observadores captaron la indirecta: el primer atentado del 11 de septiembre de 2001 fue utilizado para invadir Afganistn, atentado sospechado de ser tolerado o peor aun, autoimpuesto? ZB aprovechaba en su eufemstica acusacin, que el presidente Bush haba mentido como pretexto para invadir Irak en el ao 2003. Mentira otra vez? El lector puede entender que las ideas prospectivas de ZB se asemejan a las de Kissinger: aunque tienen diferencias, ambos han tratado de llevarlas a la prctica. SR, antes de finalizar este Captulo, rescata las ideas para Una tercera va de Anthony Giddens, ms all de una izquierda y de una derecha, va que deba dar respuesta a cinco temas: 1) La globalizacin avasalladora; 2) La relacin entre la libertad individual y la comunidad; 3) La vieja divisin: ni una izquierda ni una derecha; 4) La capacidad de la actividad poltica, y 5) Los problemas ecolgicos. Esta va que, con su humanismo se aproximada a las ideas de Brzezinski, no tuvo xito.

    Los ltimos prrafos estn dedicados a pensadores para una prospectiva humanista (democracia y derechos humanos): Huntington, Robert A. Dalh, Alvin Toiffler y Fukuyama. El Captulo 3: Noticias desde la incertidumbre (Pginas 129 a 185) 3 de julio de 1979 que el Presidente Carter firm la primera directiva sobre la asistencia clandestina a los opositores del rgimen pro sovitico de Kabul. Aquel da le escrib una nota al presidente en la que le explicaba que en mi opinin aquella ayuda provocara la intervencin de los soviticos (...). No empujamos a los rusos a intervenir, pero conscientemente aumentamos las probabilidades de que lo hicieran. LNO: Cuando los soviticos justificaron su intervencin afirmando que luchaban contra una injerencia secreta de los Estados Unidos nadie les crey, sin embargo haba un fondo de verdad. No lamenta nada hoy? ZB: Lamentar qu? Esa operacin secreta era una excelente idea. Tuvo como efecto atraer a los rusos hacia la trampa afgana, y usted quiere que lo lamente? El da en que los soviticos cruzaron oficialmente la frontera afgana escrib al presidente Carter en esencia:Esta es nuestra oportunidad de darle a la URSS su Vietnam (....) LNO: Tampoco lamenta Usted haber favorecido el integrismo islmico, haber entregado armas y asesora a futuros terroristas? ZB: Qu es lo ms importante ante la mirada de la historia mundial, los talibanes o la cada del imperio sovitico? Algunos islamistas excitados o la liberacin de Europa Central y el fin de la Guerra Fra?.

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  • El Captulo comienza con Francis Fukuyama (FF), el pensador norteamericano que ha recibido las ms duras crticas se le lleg a decir que le faltaba sentido comn y tambin, el apoyo acadmico y editorial. SR nos dice que FF, como Hegel y como Marx, confa en que la Historia tiene direccin y desenlace en una meta: preguntaba cunto falta? Cul es esa meta? Pero le preguntan: y despus? FF afirm que en su trayectoria la Historia progresaba alcanzando el sistema democrtico en numerosos pueblos y en la economa liberal de mercado, desprendindose del comunismo gracias a su fracaso. Las crticas surgieron de inmediato: cmo se le ocurre congelar la Historia en una situacin perfecta? Y a continuacin, cmo sigue? Daniel Bell y Toffler le avisaron a FF que el fracaso comunista no fue provocado por el capitalismo. Y Paul Kennedy se sinti despreciado por cuanto en esa meta no caban el auge y cada. Huntington fue mucho ms all: en su artculo El choque de las civilizaciones (Revista Foreing Affairs, jul-ago 1993), afirm que en lugar de un desemboque pacfico haban comenzado nuevos conflictos peligrosos, pero esta vez no entre Estados, sino entre civilizaciones, atizados por fundamentalistas y simultneo con la brecha entre ricos y pobres, matizado todava por la intencin de algunos Estados para obtener armas terribles y de resistirse contra la peligrosa occidentalizacin del planeta. Aun cuando el choque huntingtoniano es objetable, sus ideas provocaron una verdadera demolicin sobre FF: a tal extremo que muchos se rieron y burlaron del americano-japons, al que slo le quedaron algunos aplausos desde miembros del capitalismo. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 proporcionaron un apoyo espectacular al choque de civilizaciones, pero con una salvedad que SR destaca claramente: El equipo de Bush con Condoleezza en la Secretara de Estado, no aceptaban ese choque pero hicieron todo lo posible para provocarlo con su agresiva y soberbia respuesta: se burlaron de las Naciones Unidas y de los tribunales internacionales, vulneraron derechos humanos, torturaron prisioneros, iniciaron una guerra ilegtima, establecieron la doctrina de una guerra preventiva (anticipada, definiendo unilateralmente quin era o iba a ser enemigo), mintieron pblicamente, de hecho se convirtieron en fiscal y gendarme mundial, y sostuvieron que toda persona era sospechosa por el solo hecho de ser de origen rabe o islmica. Enseguida comentaremos cmo FF revis sus ideas. Pero el que lo hizo fue Paul Kennedy en su nuevo libro Hacia el siglo XXI, de 1993, donde, dejando a un lado el destino de las naciones como principales actores histricos, pas a colocar en un primer plano la revolucin cientfica y tecnolgica, la explosin demogrfica, las masas inmigrantes, la desocupacin, la destruccin del medio ambiente y las diferencias entre ricos y pobres. En suma, las dinmicas globales pasaban sobre las fronteras y subalternizaban el papel de los Estados, aunque hay algo que no entr en esta clasificacin: el poder de las principales potencias que, al margen de la subalternizacin, eran origen de la dinmica mundial. Desde la dcada de 1960 fue apareciendo, segn SR, Un espejismo llamado ao 2000, que prcticamente logr encandilar a varios pensadores obsesionados con un final feliz. Herman Kahn y Anthony Wiener en El ao 2000 y Hacia el ao 2000, confiaron en una tendencia hacia una versin secular del humanismo, en las innovaciones cientficas y tecnolgicas, y en un crecimiento econmico incesante, con un optimismo y ceguera que despreciaba el riesgo originado en los conocimientos ms peligrosos. Para ellos el ao 2000 significaba una nueva belle epoque. No fueron los nicos optimistas.

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  • Estos dos autores aceptaron la clasificacin que Walt Whitman Rostow haba hecho ubicando a los Estados en cinco niveles segn el desarrollo (su libro Las etapas del crecimiento econmico):

    sociedades tradicionales, sociedades en condiciones previas al despegue, sociedades en situacin de despegue, sociedades en camino hacia la madurez, y por fin sociedades en la era del consumismo de masas,

    Era esta ltima caracterizada por la urbanizacin, la prioridad del sector terciario de la economa, el tiempo libre y el ocio. Kahn y Wiener agregaron que el sistema capitalista tena respuestas para todos los problemas. La dcada de 1970, con la suspensin de la convertibilidad del dlar en 1971 y la primera crisis del petrleo de 1973, cay como un balde de agua helada (permita el lector estos trminos) y dio un verdadero susto a todos los optimistas. Sin embargo, estos insistieron: la etapa del malestar continuar hasta el fin del siglo XX, pero no ms all. Daniel Bell se sum a los que, con algunas variables, pensaban ya que la revolucin tecnolgica terminara con la sociedad industrial y se entrara en la posindustrial de las sociedades ms avanzadas (sus libros El advenimiento de la sociedad posindustrial y Las contradicciones culturales del capitalismo). Los Estados eran clasificados cada vez ms por sus conocimientos y menos por sus productos brutos, porque el poder estar ligado a la capacidad cientfica. Despus de Bell, SR analiza el pensamiento de los Toffler. En El shock del futuro de la dcada de 1970, ellos reconocieron la transicin entre la industria y la posindustria, pero con una aceleracin de los cambios acumulados en tiempos breves, que provocaran dificultades en entenderlos y asimilarlos, adaptacin distinta segn la lograsen en distintos pueblos. En La tercera ola, Toffler dividi la Historia en tres grandes perodos:

    el de las sociedades primitivas y agrcolo-ganaderas; el de la sociedad industrial; y el de la sociedad posindustrial,

    donde los avances cientficos y tecnolgicos sern la clave del desarrollo. Al margen de la opinin de SR, esta divisin de la Historia se apoya en los instrumentos de produccin econmica y sus consecuencias en todos los sectores y actividades humanas, lo cual se asemeja a la concepcin marxista. Dejan fuera de consideracin otras divisiones histricas, por ejemplo: antes y despus de Jesucristo, antes o despus de Mahoma o todava antes y despus de Coln o bien antes y despus de Gutenberg y su imprenta3. Por lo tanto, las olas tofflerianas representan un criterio histrico arbitrario y discutible. Sin embargo, ese oleaje ha sido difundido y empleado en el mundo gracias al gigantesco apoyo editorial. En El cambio del poder pesaba ms la calidad y no la cantidad y la calidad tecnolgica influira en Las guerras del futuro. Despus de recorrer las ideas de los que se apoyaban en los cambios cientficos y tecnolgicos hacia una sociedad de conocimientos avanzados, SR regresa a FF, el autor que

    3 Recuerdo mi poca del secundario con la edad antigua, Oriente, Gracia y Roma, la edad media, divisiones histricas antes de Toffler.

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  • contest a sus crticos con un balance final donde dijo: a pesar de todo, la democracia y la economa de mercado eran las nicas alternativas viables para la humanidad. Pero ms que el avance hacia una sociedad posindustrial, como afirmaban muchos de sus crticos, l sostena el avance hacia una sociedad de la informacin, denominacin que no ofreca cambios en la profundidad de la sociedad tecnotrnica o posindustrial. Y en su sociedad de la informacin, FF tuvo un continuador en Manuel Castells con su libro La era de la informacin: economa, sociedad y cultura. Sin embargo, esos choques intelectuales continuaron. Allan Bloom afirm que la civilizacin de Estados Unidos estaba en su decadencia final (rock, sexo, odios, drogas). Y Harold Bloom (El canon occidental) anunci un perodo de anarqua cultural en el mundo. Finalmente, FF tuvo que aceptar los aspectos negativos que se registraban en la democracia y en el mercado: el aumento de la delincuencia, la inseguridad, la decadencia de la solidez familiar, el aumento de la pobreza y de la criminalidad, la cada de la moral y propuso la necesidad de una alternativa protectora de los valores como concesin para neutralizar tantas crticas y burlas. Rescat siempre a Huntington como el mejor de sus crticos. SR finaliza el Captulo tal como lo titul: en la incertidumbre. Confiesa no saber cmo ser el futuro porque los cambios se interfieren entre s, aunque despert la atencin hacia tres revoluciones: la biogentica, la cuntica y la informtica, cuyos desenlaces no aparecan claros. La biogentica permitira intervenir en la composicin y origen de la vida, con sus beneficios y con sus peligros. Loa cuntica permitira el control del tiempo, del espacio y de la materia. Y la informtica permitira obtener instrumentos cada vez ms pequeos y ms inteligentes. Los atentados del 11 de septiembre de 2001 introdujeron negros nubarrones en todas las revoluciones, al agregar algo que ningn pensador haca concebido: la catstrofe. Piense el lector las consecuencias si los aviones, en vez de estrellarlos contra las torres gemelas, lo hubieran hecho contra usinas nucleares: el dao, la conmocin, las muertes, habran representado un desastre mil veces peor. Captulo 4: : Borrasca en el mar de la tranquilidad. Pginas 187 a 254. SR analiza aqu las ideas de otra clase de pensadores, aquellos que afirman el beneficio que recogen en la globalizacin las grandes empresas transnacionales, sin instituciones que puedan controlarlas; donde las Naciones Unidas son menospreciadas; donde las normas internacionales son de aplicacin aleatoria (sino escandalosa), segn los intereses de las grandes potencias, donde el libre comercio es en realidad un proteccionismo contra los pases pobres; donde los que huyen de regiones socialmente inhspitas encuentran barreras infranqueables y donde cualquier grupo fanatizado puede imponer el terror. SR entonces ha elegido as pensadores que captan la cruda realidad mundial y aspiran por un mundo ms justo; pensadores que son adjetivados como opositores a la globalizacin por el inhumanismo que ella encierra, por la competencia feroz que ella ha originado y pensadores que afirman que otro mundo es posible. Ignacio Ramonet escribi Un mundo sin rumbo: crisis de fin de siglo, donde diagnostic que haba aparecido con la cada del comunismo un pensamiento llamado nico (la economa neoliberal), que coloc al mercado como rbitro superior para las marginaciones econmicas y sociales, incluso dentro de los pases ricos. Evidentemente, para Ramonet la democracia dejaba de ser un enunciado simple y determinante que encubra la falta de dignidad en la que viva la mitad de

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  • la poblacin mundial, que ocultaba adems la gran asimetra social que creca, agigantando la miseria. SR incorpora a esta visin los clculos hechos por Jeffrey D. Sachs: Estados Unidos dedica anualmente 450.000 millones de dlares al gasto militar y slo 12.000 millones para fomentar el desarrollo de los pases pobres. Puede bombardear Somala, Afganistn e Irak, pero parece mal equipado para ayudarlos a desarrollarse. Y volviendo a Ramonet, SR pregunta cmo vivirn en el ao 2.050 dos mil millones ms de habitantes, en una situacin de hambre y enfermedades; afirma que se debe desconfiar de los medios de comunicacin controlados por las grandes corporaciones pues difunden un panorama mundial desinformado. Noam Chomsky se agreg a esta crtica; exista, dijo, una democracia controlada por una lite privilegiada, con el pensamiento nico de Ramonet (la economa por encima de la poltica, masas adoctrinadas, mentes seducidas y persuasin generalizada). Tomando la frase otro mundo es posible, muchos crticos y representantes de pueblos desesperados se haban reunido en Porto Alegre. SR rene a continuacin a varios disconformes:

    Theodore Roszak (El nacimiento de una contracultura de 1968); Herbert Marcuse4 colaborador de la CIA (patrn altamente peligroso y agresivo); Kenneth E. Boulding (que advirti sobre el dao medioambiental) y el agotamiento de la

    capacidad para absorber contaminaciones y basuras); Robert L. Huilbroner (tan pesimista como Boulding hasta llegar a temas apocalpticos); Paul R. Ehrlich (famoso por su libro La bomba de la poblacin del que vendi tres

    millones de ejemplares y El final de la opulencia, escrito con su esposa). En 1972 fue aprobada en Estocolmo la Carta de la Tierra, donde se difunda el derecho a la dignidad de las generaciones futuras; desarrollo sostenible, proteccin del medio ambiente, erradicacin de la pobreza, objetivos todos ellos a escala internacional. Aquellos pensadores de las dcadas de 1950 y 1960 jams imaginaron la crisis energtica siguiente, ni la escasez de materias primas, ni la degradacin del medio ambiente, ni la crisis econmica ni el empobrecimiento creciente. Pensaban dentro de la burbuja de cristal del optimismo. Nosotros agregamos algo ms: los ensayos nucleares en ambos bandos, que tampoco los asustaban. Muy poco despus el dlar cay un 10% (cambio de paridad con el oro5 y se produjo la primera gran crisis petrolera).

    John K. Galbraith advirti sobre la inestabilidad de los precios y pregon el control estatal sobre los mecanismos econmicos bsicos.

    4 Marcuse, al margen de SR, representa para nosotros con su hombre nuevo un personaje con ideas en descomposicin, adems de haber sido el caotizador de las sociedades para derrumbarlas desde adentro con los estudiantes colricos de las ciencias sociales universitarias y as hacer a esas sociedades presa fcil de las grandes cadenas bancarias y grandes empresas. Saba Marcuse para quin trabajaba? 5 La onza de oro pas de valer 38 dlares a 395, aos despus.

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  • Paul A. Samuelson reconoci que la economa no logr un remedio eficaz contra la presin alcista de los costos. Exista un desconcierto econmico. Apareci una nueva palabra, estanflacin: crecimiento econmico con inflacin, pero continuaba el gran desequilibrio entre ricos y pobres.

    SR sintetiza as lo ocurrido entre 1971 y 1973: se desmoron la sociedad opulenta y consumista; su marcha pareca una nave a la deriva con grandes consecuencias para los pases del Tercer Mundo, al aumentar sus deudas. Mientras se dejaba tierra sin cultivar y se destruan alimentos para sostener sus precios, millones de seres humanos padecan hambre. Mientras tanto, los dos bandos del mundo bipolar controlaban sus reas de influencia y continuaban con sus desarrollos armamentistas, respetados recprocamente por la doctrina Kissinger, doctrina por la cual tambin se vigilaba y amenazaba cualquier rebelin desde pases del Tercer Mundo. SR destaca la perversidad de la CIA, organismo desde el cual se imagin el poder que poda alcanzar Estados Unidos gracias a la escasez de alimentos: los pases pobres continuaran dependiendo de los alimentos cedidos o vendidos por las grandes potencias agrcolas y as Estados Unidos iba a adquirir un poder poltico y econmico gracias a la nueva arma de los alimentos. La situacin tan comprometida de la dcada de 1970, agrega SR, tambin ocurra en la rbita sovitica: faltaban productos de primera necesidad y Mosc necesitaba obtenerlos en el exterior y adquirir tecnologa occidental, gracias a la venta de su petrleo. Cuando lleg 1968, los tanques soviticos ocuparon Praga, mientras Washington miraba para otro lado respetando los lmites establecidos en Yalta; a pesar de que el Presidente Johnson fue avisado antes de la invasin, nada se hizo, ni siquiera difundirlo al mundo ni a los checos. Era la aplicacin de la doctrina Breznev de soberana limitada (aceptada luego por Kissinger), donde las palabras tenan significados muy particulares; la ayuda mutua entre Estados Socialistas, quera decir el derecho a intervenir en los asuntos internos de otro, con pedido previo del gobierno reconocido (aunque el gobierno de Praga no lo pidi, igual invadieron); por el internacionalismo proletario, en realidad deba entenderse que desde Mosc se decida la tarea interior de los partidos comunistas en todos los pases y la soberana limitada era el resultado de ese internacionalismo. SR pasa por alto la cuenta de Sustitucin de 1980, que signific un golpe sovitico muy duro para la economa occidental6. Y a principios de esa dcada SR afirma que la situacin no

    6 Nosotros lo transcribimos a continuacin del trabajo Antiterrorismo y Petrleo, ISBN 987-43-5473-9, publicado en la pg. Web de la Escuela de Defensa Nacional como Nmero 81 de la Coleccin Acadmica: Entre el 16 y el 23 de abril de 1980, se produjo en Hamburgo la reunin llamada de la Cuenta de Sustitucin. Su objetivo consista en refundar el sistema monetario de aquel viejo Breeton Wood, que haba sido destruido por los dos shocks petroleros de 1973 y 1979, por los cuales el barril subi su precio de 4/6 dlares hasta sobrepasar los 30 dlares, con algn pico todava superior. Esta situacin haba producido una desmonetizacin en los pases compradores de crudo y una fiebre de emisionismo sin respaldo.

    El delegado de Estados Unidos a esa reunin inform que, depositados en los bancos centrales de todos los pases, existan en ese momento 800 mil millones de dlares sin respaldo.

    El presidente de la reunin, Henry Spaak, dio a conocer el plan de sustitucin de toda esa moneda. El plan durara 10 aos, rescatando 80.000 millones por ao y

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  • estaba para bromas. La realidad econmica en crisis no sala del desconcierto. Una respuesta del Massachussets Institute of Technology recibi el ttulo de Los lmites del Crecimiento; Informe al Club de Roma sobre el predicamento de la humanidad. Sus conclusiones pesimistas aceptaban la continuacin de la crisis durante 40 aos ms, con hambre, enfermedades y muertes. Las principales vctimas estaran en los pases ms pobres, aunque sus efectos llegaran a todo el mundo. A pesar de que Los lmites del Crecimiento recibieron varias crticas, SR afirma que los problemas que all se planteaban eran fcilmente comprobables y en general, comenz a crecer el pesimismo por la inhumanidad de las armas terribles, la destruccin del medio ambiente, la

    reemplazndolos con Derechos Especiales de Giro o bien con papel oro, sistema que debera ser apoyado por las monedas de los 16 pases ms desarrollados.

    Se haba resuelto dar el anuncio oficial el da 23, pero no fue posible porque ese mismo da, reunida la OPEP en Pars y con el apoyo de la URSS como principal exportador de crudo, lanzaron un nuevo shock petrolero subiendo el precio del barril a 42 dlares. Spaak entonces anunci que el plan quedaba en suspenso hasta que se modificara el sistema poltico mundial. Hasta hoy - ao 2.000 - nunca se produjo una sustitucin y se contina emitiendo sin respaldo.

    Aquellos 800.000 millones de 1980 han aumentado a razn de aproximadamente un billn (billn de los nuestros, no anglosajones) y medio por ao, considerando los gastos improductivos: armamentismo y sobre todo los grandes subsidios agrcolas de Estados Unidos y de Europa, de manera que la cifra total de dlares sin respaldo podra ser equivalente a todo el producto bruto mundial.

    En el FMI se modific en aquella oportunidad la Carta de Fundacin para permitir el ingreso de Arabia Saudita, de manera que los petrodlares ingresaron al sistema sostenido por un acuerdo entre los jeques de Riad por un lado, y por otro lado, Estados Unidos asociado con el petrleo ruso (en aquel entonces la URSS), producindose un cogobierno dentro del FMI. Qu significa todo eso? Una guerra despiadada sin caonazos, que contina en este mundo multipolar. Es decir, las leyes del poder en lugar de las leyes de la economa.

    En el FMI se sabe que esta situacin de ninguna manera puede durar mucho. En algn momento puede producirse una catstrofe financiera de alcance mundial. Se sabe que esto ocurrir, pero no se sabe cundo. (Contina)

    Esta situacin mundial tan precaria y enemistada, est apuntalada polticamente as: con la mayora de pases que deben respetar sus deudas externas obligatorias, bajo amenaza; con un comercio suficientemente activo; con las presiones polticas necesarias; y con el control poltico de los recursos crticos que evitan la mayor vulnerabilidad de los pases que mandan, que por ahora es el petrleo. Aqu est lo geopoltico, inmerso en una lucha planetaria.

    Se ha desatado un sistema de usura institucionalizada polticamente. Los narcodlares forman parte del sistema: no pueden ser expulsados. Cualquier hecho de resonancia mundial, cualquier desacomodamiento del equilibrio mundial, puede desatar la catstrofe financiera con sus consecuencias imaginables. Pero tambin la catstrofe puede nacer desde los yacimientos de hidrocarburos. (Versin del delegado del Gobierno argentino a aquella reunin, Seor Reynaldo Bandini).

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  • injusticia de un grupo de pases ricos que vivan con lujos, mientras dos tercios de la humanidad eran pobres. Sicco L. Mansholt escribi el libro La crisis de la civilizacin, muy desesperanzado y pesimista, donde afirm, ante la inoperancia e indiferencia de tantos actores, Slo una gran catstrofe que actuase como un electro shock, podra sacudir de tal forma a las gentes para que despertasen. No se llegar a nada sin que sobrevenga una catstrofe. All no termin la alarma. SR agrega a Mihajlo Merasovic y a Eduard Pestel, autores de La humanidad en la encrucijada, donde identificaban diez reas geogrficas en las que analizaron el hambre, la poblacin, la energa, la escasez de materias primas y las relaciones econmicas internacionales. En resumen, afirmaron que toda la humanidad estara amenazada si no se resolva el conjunto de problemas representados por la crisis, situacin que segn los dos autores, ya reciba el ttulo de profeca del juicio final. Aurelio Peccei, presidente del Club de Roma, comparta esas conclusiones y en el tercer informe del Club (1976) reclam un cambio radical bajo el ttulo Reestructuracin del Orden Internacional, conocido como Proyecto RIO, coordinado por el holands Jan Tinbergen, Premio Nbel de Economa, formado en la misma escuela que Paul A. Samuelson, otro Premio Nbel de Economa, pero separados por sus distintas opiniones sobre los trabajos del Club de Roma. En sus ideas prospectivas, Tinbergen detectaba cuatro grandes tendencias a escala mundial: 1) La explosin cientfica; 2) Las grandes diferencias entre ricos y pobres; 3) La polarizacin poltica e ideolgica; y 4) Las amenazas del medio ambiente. Ambos economistas eran partidarios de una economa mixta donde deban conciliarse la libertad individual con el planeamiento a largo plazo. Tinbergen coordin el tercer informe del Club de Roma, cuyo objeto era diagnosticar el orden internacional en los siguientes 40 aos (1975-2015). El informe admita la armona entre diversos intereses, sobre todo los que correspondan a las dependencias de los pases subdesarrollados, defendiendo el establecimiento de un Nuevo Orden Econmico Internacional con cambios fundamentales (Galbraith estara de acuerdo). John Kenneth Galbraith es el siguiente pensador que incluye SR, sintetizando los tres grandes temas de sus libros: 1) La economa de Estados Unidos y en el mundo capitalista; 2) La preocupacin por el pasado y el futuro; y 3) Sus memorias y sus obras de actividad diplomtica y poltica.

    Su pensamiento inclua una democratizacin en todas las estructuras del Estado, rechazaba el modelo neoliberal que se estaba convirtiendo en un dogma suicida (ms tarde, pensamiento nico), le preocupaba la brecha entre ricos y pobres, rechazaba la autonoma del mercado que, desregulando, provocaba marginacin y destruccin, sealando el peligro de dejar los asuntos colectivos en manos del mercado; prevena el peligro representado por las grandes empresas que aspiraban a disponer de los mecanismos de control social amenazando al sector pblico, poder omnmodo que exiga la intervencin de un Estado regulador. Su testamento est representado en su libro Una sociedad mejor.

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  • Las preocupaciones de Galbraith eran tambin las del Club de Roma, que produjo otro informe ms en 1979, donde se acord que la Civilizacin se estaba asentando en el egosmo, en el dominio, en la exaltacin de la competitividad, valores que deban ser reemplazados. Ese informe contena datos estremecedores, nos dice SR: se gasta setenta veces ms en equipar un soldado que en educar a un nio, rumbo contradictorio de los seres humanos. Se aceptaba en otro aspecto, que ante tantas situaciones cambiantes, era muy difcil la adaptacin del sistema de aprendizaje, cuyas enseanzas tendan a perpetuar el sistema. SR incluye a un compatriota barcelons, Federico Mayor Zaragoza nacido en 1934, creador y presidente de la Fundacin Cultura de Paz, organismo que bregaba por la libertad y la justicia internacionales. Comprenda una reunin de todos los movimientos pacifistas que surgieron en el mundo desde 1945, sobre todo con las ideas de Bertrand Russell y Albert Einstein, por las cuales los cientficos deban asumir responsabilidades que, hasta esos momentos slo haban contribuido a exacerbar el enfrentamiento bipolar con armas terribles. Tal vez la afirmacin de que, con el empleo de esas armas se producira en el planeta un largo invierno nuclear, fue lo que aconsej el desarme recproco y controlado de esas armas. Desde la pgina 236, SR hace un balance del anlisis sobre los pensadores que pusieron de relieve la inhumanidad creada por la globalizacin. Mientras los ricos disfrutaban y los conservadores se mantenan en el pensamiento nico, La nave espacial Tierra hace aguas por diversas grietas y el horizonte estaba cubierto de brumas y el maana se haba estropeado . El Premio Nbel de Economa Joseph E. Stiglitz en su libro El malestar de la globalizacin, atac duramente al FMI. Stiglitz y otros destrozaron el mito del mercado que slo funcionaba correctamente bajo una dictadura como la de Pinochet y la de China, con la salvedad decimos nosotros - de la sociedad sovitica, donde rein un mercado de baja calidad y ayudado por un mercado negro conducido por los mismos jerarcas comunistas totalmente corrompidos. Hasta George Soros, gran especulador, lleg a admitir que el fundamentalismo del mercado era inmoral. Y Noam Chomsky, el enfant terrible como crtico hacia los Estados Unidos, afirm que como estaba ordenada la sociedad internacional, el mundo se diriga hacia la barbarie, barbarie que no era creada por el terrorismo internacional sino tambin por las grandes potencias. Chomsky afirmaba que desde la cada del comunismo, Estados Unidos se dedicaba a imponer el libre mercado en todo el mundo como un internacionalismo liberal de un imperialismo global, para lo cual cumpla un despliegue militar en todo el mundo, que aceleraba sus gastos de defensa. No fueron estos los nicos pensadores que destrozaron el mito del mercado. Tambin lo hicieron: Noem Klein (No logo y Barreras y ventanas); Susan George (El informe Lugano; sobre la conservacin del capitalismo en el siglo XXI); Alain Touraine (Cmo salir del liberalismo?); Pierre Bourdie (Contrafuegos). SR emplea un concepto medieval: lo aplica a las teoras prospectivas que vaticinan un retroceso de la civilizacin cientfica y tecnolgica, por el caos de una sociedad shockeada por el permanente estado de cambio: disolucin de los vnculos sociales, privatizacin del poder, y retorno a conflictos sangrientos entre competidores. Y en esa lnea, SR incluye las ideas de Edgard Morin y Roberto Vacca. Tambin Humberto Eco haba planteado la existencia de un paralelismo entre la Europa medieval y la sociedad contempornea, sobre todo por la creciente inseguridad, el surgimiento de sectas marginales, el carcter superficial de la cultura, el recurso al principio de

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  • autoridad y por el puro formalismo de las reflexiones intelectuales (El Apocalipsis del ao 2000: entramos en la Edad Media, de 1972). En las ltimas pginas de este Captulo, SR cita a:

    Neil Postman (Tecnpolis, al estilo de Tiempos Modernos de Chaplin) donde vea trasladar la soberana social a la tecnologa. Fue demoledora su obra Divirtmonos hasta morir; el discurso pblico en la poca del show business; a

    Armand Mattelart (La cultura contra la democracia?; Agresin desde el espacio; La televisin alternativa; Multinacionales y sistemas de comunicacin, La internacional publicitaria y otros).

    En resumen, los grandes medios de comunicacin eran instrumentos estratgicos de poder para controlar la mente del pblico, hasta distrayndolos con espectculos, pecando por un exceso de informacin banal e inconsistente. Es evidente, agrega SR que se acumulan los riesgos y que se sigue sin encontrar una respuesta. Termina con una pregunta: acaso no haba una salida a este laberinto?. Veremos qu respuestas agrega SR en el siguiente Captulo. Nosotros creemos que aqu debe hacerse un alto. Es realmente til la comparacin entre el contenido de los Captulos 3 y 4. Cuando desde Descartes se comenz a ponerle laureles a la razn, convirtindola en el dolo y el instrumento decisivo para llegar a una sociedad idealizada en el progreso, sin el auxilio de Dios, la situacin planteada por pensadores idealistas (Captulo 3) y pensadores realistas (Captulo 4), parece un choque contra la realidad, una venganza tal vez de un factor que no fue valorado oportunamente: la razn condicionada siempre por los criterios distintos que caracterizan a tantos seres humanos, inmersos en cientos de opiniones diferentes y hasta en oposicin, prisioneros de sus pasiones, incluidas las mejores mentes. En el desconcierto que plantea SR y comprobando tanta disparidad entre los pensadores ms reconocidos, la pregunta asoma naturalmente: quin tiene razn? Y algunos agregan: Si as difieren las mentes ms lcidas, en quin confiaremos? El lector podr definir luego de leer el siguiente captulo, en quin no se debe confiar. Captulo 5 El futuro es posible (Pginas 255 a 309). SR establece al comienzo de este Captulo una de las trampas del pensamiento nico: no solamente despojarnos de alternativas, sino ocultarnos nuestra capacidad para preparar un futuro. Viene a ser entonces el fin de la historia, como la hubiera imaginado Francis Fukuyama (FF) con una perfecta combinacin entre democracia poltica y mercado. La realidad exige saber que en muchos casos la democracia tiende a deteriorarse, afirma SR, con la corrupcin, la creacin de rganos secretos y poderosos, formas sutiles para manipular la voluntad popular y presencia de entidades que logran imponer su poder por encima de las estructuras representativas, etc.. Y todava el autor nos agrega: Muchos polticos son autnticos productos de laboratorio, fabricados a partir de informes encargados a expertos en imagen. Nadie escapa a las reglas del llamado enfticamente marketing poltico. El anlisis que hace SR sobre los regmenes democrticos todava es ms extenso, donde aparece la crisis de credibilidad. En un enfoque completamente distinto al de los idealistas, el autor incluye a:

    Soren Kierkegaard (su angustia existencial); Friedrich Nietzsche (el superhombre al frente de la especie); Carl Gustav Jung (la nostalgia del mito);

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  • Oswald Spengler (su pesimismo histrico convirti a las civilizaciones en seres que crecen, maduran y decaen);

    Martn Heidegger (el hombre destinado a morir); Juan Paul Sartre (los seres humanos llevan un camino hacia la nada y la destruccin).

    Siguen a continuacin los autores que establecieron la teora de la evolucin:

    Charles Darwin y Alfred R. Wallace, mediante la seleccin natural. Herbert Spencer aplic esa teora a los modelos sociales explicando todos los fenmenos

    humanos. Por eso, la evolucin produjo desigualdad unos, mejores que otros lo cual era natural y para algunos, algo deseable. Aparecen enseguida los que encararon la gentica y sus resultados sociales:

    MacFarlaine Burnet propona concebir la biologa como una ciencia auxiliar de las ciencias sociales.En suma, el fenmeno es tpico de una era de crisis y desfase entre las realidades polticas y los avances de la ciencia y la tecnologa, crisis que agregaba no slo desconcierto sino miedo al cambio, miedo al vaco absoluto, desconfianza humana hacia el porvenir, mientras el miedo originaba poder para protegerse.

    Herman Kahn haba llegado a estudiar cmo convertir a la poblacin de Estados Unidos en un sector mayoritario pero conformista, presto a respaldar las polticas ms conservadoras. Y con tantas fallas y tantos proyectos, la democracia perfecta de Fukuyama quedaba muy lejos, porque muchos autores han dado vueltas alrededor de este concepto nuclear, sin encontrar un remedio eficaz contra los trastornos que le afectan, entre ellos Robert A. Dahl, Norberto Bobbio, Pier Luigi Zampetti, Jrgen Habermas, Alain Touraine, Giovanni Sartori, Humberto Eco, Norbert Bilbeny, John Gray.

    SR culmina el recorrido por todos estos pensadores afirmando: Falta todava mucho espacio y muchas batallas para alcanzar el horizonte de una autntica democracia. No se ha llegado al fin de la historia. La lucha por la democracia constituye una bandera digna de ser recuperada.... A continuacin, el autor comienza con el mercado que, con la propiedad privada del capital y de los medios de produccin, completa el fundamento del liberalismo econmico. Sin embargo, el concepto de propiedad se ha prestado a confusiones: entre la propiedad privada individual y la propiedad de los bienes de produccin. Las capas sociales (por no llamarlas clases), estn matizadas por vencedores y vctimas, con propietarios de capitales de origen sospechoso. Queda entonces la aspiracin para llegar al mercado no regulado, manejado por tecncratas, expertos en conocimientos empresariales y marketing, que dirigen el ritmo de la produccin, creadores adems del pensamiento nico. All, las grandes compaas a veces compiten y a veces tejen alianzas para controlar el mercado. Quin puede competir con las multinacionales? que son las nicas capaces de movilizar importantes recursos intelectuales (tanto los suyos como los de la investigacin pblica), capaces de alcanzar el monopolio del conocimiento. Ese mercado de Fukuyama tan perfecto como para detener la Historia, est tan alejado como la democracia perfecta. Uno de esos conocimientos que entr en la gran batalla comercial fue la biologa, por su capacidad para generar grandes riquezas. Dice SR que esto comenz el 16 de junio de 1980, cuando

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  • despus de ocho aos de procesos legales, la Compaa General Electric consigui que se reconociera el derecho a patentar material biolgico. En este caso se trataba de pseudomonas hbridas capaces de digerir diversos componentes del petrleo crudo. Se haba obtenido un mtodo eficaz para eliminar las manchas de petrleo, un negocio harto rentable en una poca de numerosos accidentes petroleros. No hace falta consignar que las patentes se dispararon. Comenzaron a proliferar las compaas comerciales dedicadas a la nueva industria biolgica. El ao 1987, la Oficina de Patentes de Estados Unidos aprob la posibilidad de suscribir animales producidos por ingeniera gentica7. Nuestra pregunta es: hacia dnde marchan la ciencia y la tecnologa en manos vidas e inhumanas? Cul es el poder que van a proporcionar? Edgard Morin dice SR acusaba a la ciencia. Nosotros creemos que la ciencia no es culpable ni tampoco lo es la tecnologa. La culpa est en los gestores y usuarios: vivimos una poca de polticos, empresarios y cientficos todos peligrosos. Y en cuanto a la biotica, se ha dejado abierto el paso para un mundo de seres humanos recetados. Por ejemplo agrega el autor la carrera por conocer el genoma humano lleg a acelerarse tanto que adquiri velocidades de vrtigo incontrolables. Contina: La UNESCO inici a finales de 1994 los trmites necesarios para declarar el genoma humano patrimonio de la humanidad. El Comit Internacional de Biotica de esa organizacin internacional, reunido en Pars, elabor un primer borrador de una futura declaracin universal para la proteccin del genoma humano que se aprob posteriormente... La ONU adopt, finalmente, la Declaracin Universal sobre el Genoma Humano y los Derechos del Hombre, el 9 de diciembre de 1998, cuatro aos despus del primer impulso por parte del Comit Internacional de Biotica. El genoma humano era, desde entonces oficialmente, la base de la unidad fundamental de toda la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrnseca as como de su diversidad...no poda dar lugar a beneficios pecuniarios. Aparecieron varios libros de autores alarmados: El futuro de la naturaleza humana: Hacia una eugenesia liberal?. Agrega SR: La mercantilizacin pura y dura ya haba invadido desde haca mucho tiempo, el mundo de la salud. Un artculo publicado por la revista British Medical Journal, en su primer nmero correspondiente al ao 2002, denunciaba que las compaas farmacuticas haban inflado la gravedad de una enfermedad, la disfuncin sexual femenina, con el fin de crear una demanda artificial del medicamento que aparentemente la combata. El conocimiento, tena un lmite preciso y la humanidad estaba a punto de cruzarlo?, es la pregunta que SR nos da a conocer de John Horgan. Y contina: la ciencia haba tocado techo y quedaba poca cosa por conocer? Haba comenzado una poca totalmente nueva para la ciencia que ya dominaba la naturaleza con la revolucin cuntica, la revolucin biogentica y la revolucin informtica. Son conceptos que el autor nos hace conocer y que corresponden a Michio Kaku (Visiones: cmo la ciencia revolucionar la materia, la vida y la mente del siglo XXI, Madrid, 1998), que tuvo la osada de imaginar cmo seramos en el ao 2100: expansin de la vida y de la inteligencia.

    7 Como apndice final donde termina nuestro comentario a este Captulo 5, agregamos lo que escribimos en el Trabajo La moderna acumulacin de poder, ISBN: 987-43-6971-X, difundido en la pgina web de la Escuela de Defensa Nacional como nmero 90 de la Coleccin Acadmica.

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  • SR pone firmemente los pies en la tierra cuando agrega: Aunque parezca aletargada, hoy se mantiene activa la amenaza de una guerra nuclear, que todava puede destruir la vida sobre el planeta varias veces. Hoy, cualquier pas medianamente preparado puede obtenerla (el arma nuclear) sin demasiadas dificultades. El gran impulso ha sido dado por Estados Unidos cuyo objetivo consisti en lograr la capacidad para desarrollar una guerra tecnolgicamente avanzada. Y agrega el autor: Miles de cientficos, que acostumbraban a justificar su tarea en un supuesto desconocimiento de los fines para los que eran utilizados, intentan hoy descubrir mtodos cada vez ms perfeccionados de dominio mediante las armas: msiles y bombas inteligentes.... decenas de satlites espas.... larga cadena en la cual quedan minadas las libertades bsicas de las personas y de las instituciones Segn aquel concepto de guerra tecnolgica avanzada, Reagan haba anunciado la Iniciativa de Defensa Estratgica, conocida como Guerra de las Galaxias; Toffler entre otros tambin anticip batallas que no se libraran entre soldados sino entre expertos de batas blancas que manipularan todo tipo de cacharros de alta tecnologa. Y las grandes potencias sin aspavientos ni alharacas dieron comienzo desde dcadas atrs otro tipo de guerra de destruccin masiva, ms barata e incontrolable: la guerra qumica y bacteriolgica (bacilo de la peste, bacilo anthracis, cido cianhdrico, cloro, fosgeno). A este tipo de guerra tuvieron acceso grupos terroristas: En 1993, los responsables del atentado en el World Trade Center de Nueva York emplearon cianuro, aunque lo hicieron de forma bastante grosera. En 1995 los iluminados de la secta Aun Shin Rikyo (Verdad Suprema), dejaron gas sarn en el metro de Tokio. Haban planeado emplear ntrac, arma bacteriolgica de impacto mortal. A esa violencia de la guerra, SR agrega otra violencia: la que desarrollan las centrales de inteligencia, conectadas con sectores criminales y el trfico de armas.... La CIA y el KGB eran y son especialistas en este tipo de actividades clandestinas y, en general, violentas. SR ha pintado rpidamente ese mundo subterrneo donde se mueven poderes tenebrosos que ocultan su aparicin en la superficie. El autor finaliza este quinto Captulo poniendo de manifiesto toda la cruda realidad de la que se ha burlado Francis Fukuyama (FF), para idealizar la democracia poltica y el mercado como fin ltimo de una Historia que se detiene. Nosotros empleamos la palabra se ha burlado porque una persona de la cultura de FF no pudo jams ignorar la realidad de un mundo donde se desprecia la dignidad humana. Por lo tanto, quin encarg a este americano-japons su libro sobre El fin de la Historia? Por qu ha tenido tanto apoyo editorial? Sin embargo, no encontr una cosecha eficiente en el pblico lector. En cierta publicacin mexicana lo acusaron de carecer de sentido comn. Creemos que no es as: FF saba quin le encargaba sus libros, lo cual era un buen sentido comn. Con todo, SR fue generoso para demoler a FF, pues no incluy la barbarie propia del narcotrfico, el blanqueo de capitales, la prostitucin, la venta de nios, la comercializacin de rganos del cuerpo humano, el crimen organizado, el contrabando de armas y la corrupcin que ya asoma como un fenmeno mundial. Al idealizar los sistemas de relaciones sociales exteriores la democracia poltica y el mercado Fukuyama oculta el significado profundo de esta civilizacin occidental invadida por la

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  • barbarie, barbarie que SR pone de manifiesto a lo largo de este Captulo El futuro es posible, por cierto posible ms all de este fin de la historia, pero futuro lleno de incertidumbre y temor. Como habamos anunciado previamente, agregamos a continuacin un fragmento de nuestro trabajo La moderna Acumulacin de Poder: La biotecnologa: dignidad humana y poder. (Un caso concreto) Primeras palabras.

    La Editorial CRITICA de Barcelona ha entregado al pblico en 1999 el libro EL SIGLO DE LA BIOTECNOLOGIA de JEREMY RIFKIN (JR), traduccin al castellano de la misma obra en ingls (Nueva York, 1998).

    El autor comienza esta obra explicando que, dos dcadas atrs (1978?), haba advertido en

    otro libro que, antes de que comience el siglo XXI se crearan desde los laboratorios lo que hoy ha sido familiarizado por los medios de difusin: especies transgnicas, clones, maternidad alquilada, enfermedades genticas, con las discriminaciones imaginables y la comercializacin despiadada que avasallara todos estos peligrosos avances. Fue tildado - agrega - de alarmista, de haberse anticipado a un conocimiento que tardara cientos de aos y que, todava, no pasaba de ser hipottico.

    Durante esas dos dcadas ocurri lo que el autor haba indicado, lamentndose de que tanta

    prensa ha tratado el tema con comentarios optimistas, silenciando los riesgos que acompaaban a esta tecnologa y ocultando las crticas provenientes de personas que entendieron el significado peligroso implcito, sobre todo al conocer que tantos intereses deseaban la continuidad de las investigaciones sin aceptar controles ni regulaciones.

    Nosotros creemos que el lector puede preguntarse: es atendible la advertencia de Jeremy

    Rifkin (JR)? Puede ser acusado de tremendista? A quin creer en estos momentos previos a los resultados definitivos? Con qu grado de prudencia deben ser analizadas las posiciones polarizadas? Es posible controlar lo que se hace en los laboratorios? Cules son los intereses comerciales que giran alrededor de esta tecnologa? Y polticos? Tiene vigencia la tica en esos investigadores? En todo el mundo? Se trata de las opiniones de Rifkin o de hechos concretos y previos?

    Regresan a la mente temas reiterados:

    qu es el progreso? Esto, es progreso? Hacia dnde conduce? Qu es la vida? Qu es la maternidad y la paternidad? Hasta dnde y cmo auxiliarlas? Las leyes: son suficientes para protegerlas?

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  • As como en algunas publicaciones se ha dado a conocer el planisferio de los parasos fiscales y de los grandes centros donde se legaliza el dinero ilegal, no faltarn posiblemente los mapas donde se indicar la ubicacin de los ms avanzados laboratorios (sospechosos) y de los centros comercializadores de esta tecnologa.

    Un antecesor.

    JR, con sus veinte aos de preaviso de lo que iba a suceder, qued a su vez anticipado porque en 1931 y 1960, ALDOUS HUXLEY (AH) lanz una voz de alerta, avisando sobre la agresin a la dignidad humana que iba a avanzando con una biotecnologa de finalidad exclusivamente poltica.

    El libro UN MUNDO FELIZ (1931) de AH era, como indica el editor, una fantasa cientfica aunque, agregamos nosotros, muy justificada por la existencia de regmenes polticos despticos en Italia y en Rusia, para lo cual el dominio sobre los gobernados abusaba de los mtodos ms duros. En 1931 Adolfo Hitler an no estaba en el poder.

    AH pensaba que el avance cientfico que ya se iba logrando hasta 1931 (recordemos a

    Freud, a Pavlov, a Einstein, a Pasteur, a Koch), proporcionara sistemas de dominacin menos visibles, menos ruidosos, pero mucho ms efectivos que las crceles, que los castigos corporales y que las disciplinas sociales, donde, excluida totalmente la crueldad, se lograra una sumisin cientfica aceptada, entrndose a la vida con los sentidos adormecidos, las emociones anestesiadas y las reacciones excepcionales, en una felicidad sin penas, sin nociones ni juicios personales, con actividades mecanizadas por seres casi vegetativamente vivos.

    En aquella fantasa de 1931, el sistema de castas genticamente elegidas, el

    condicionamiento cientfico de la mente, la sumisin lograda qumicamente y el aprendizaje acelerado por la enseanza durante el sueo, era un conjunto de pesadillas muy alejadas en el tiempo, tal vez 700 aos adelante; se la poda imaginar con alegra: no ser para nosotros sino para los seres humanos que vivirn dentro de 28 generaciones. AH crea que el remoto futuro sera tal vez as, pacificado desde los laboratorios y por los polticos, y alejado de las dictaduras como las que imagin George Orwell en 1984.

    AH volvi a escribir en 1960: NUEVA VISITA A UN MUNDO FELIZ (Brave new

    world revisited), porque el avance hacia la metodologa cientfica que l haba imaginado tan alejada, se aceleraba y la acercaba prometindola para un futuro relativamente cercano, a juzgar por el crecimiento propagandstico con tcnicas psicolgicas de captacin, el uso del lavado de cerebros, los psicofrmacos tranquilizantes y somnferos, la persuasin subliminal y la hipnopedia, que en conjunto parecan los escalones de un primer y rpido ascenso hacia el apoyo cientfico para la dominacin.

    No obstante, dos grandes preocupaciones asomaban en 1960 para AH: el armamento

    atmico y el exceso de poblacin, que podran llegar a ser alternativas para complicar el futuro, imposibles de concebir en 1931.

    Un mundo cesa y otro nace.

    JR piensa que el mundo de la ltima revolucin industrial y el siguiente de la poca digital, puede estar cediendo su lugar y transformndose.

    Afirma que se ha creado una nueva matriz operativa que ser el pivote para originar

    desde l una era econmica nueva, un giro de la civilizacin, gracias a esta revolucin

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  • tecnolgica sin parangn en la historia, que redefinir la vida alterando el significado de la existencia, asaltando y derribando conceptos tabes que durante miles de aos se dieron por aceptados.

    Nosotros pensamos que en la humanidad, desde la preparacin de instrumentos capaces de

    destruir todo el planeta, hasta esta intromisin en lo que nunca fue regulado por los hombres (salvo por Hipcrates), se est gestando una verdadera insolencia humana, una rebelda contra todo el orden de cosas que encuadr y limit los hechos histricos. Creemos que, antes que pensar en qu civilizacin asoma, mejor es preguntarnos quo vadis, domine y no buscar instrumentos de control sino una inspiracin bblica, para poder medir esta verdadera soberbia humana.

    Lo que se est logrando en el reino vegetal y en el animal, son hechos concretos, ms avanzados posiblemente en el vegetal. Las publicaciones de estos das ilustran sobre la soja modificada para resistir a ciertos herbicidas, el descifrado del cdigo gentico del arroz, las semillas de maz resistentes a plagas y tambin del algodn, noticias con las que los pblicos ya estn familiarizados y donde se promete ms alimentos para una humanidad en aumento.

    Jeremy Rifkin abre en cambio, sobre la vida humana, varias alternativas que algunos

    analistas tildarn de fantasiosas y otros, de tremendistas. Veamos qu posibilidades podran presentarse.

    Primero: se asociarn poderosas empresas con institutos de investigacin, tal vez tambin con gobiernos, para aduearse de las patentes de la mayora de los genes humanos.

    Segundo: esa sociedad representara una formidable concentracin de poder como para determinar cmo sern las generaciones del porvenir y cmo deben vivir.

    Tercero: se abre la posibilidad de desviar esos conocimientos con fines agresivos - uso militar, escribe JR - de carcter biolgico.

    Cuarto: la difusin de esos conocimientos sera imposible de limitar ni monopolizar. Quinto: la tarea de los laboratorios ser fcilmente encubierta para evadir controles y

    regulaciones. Creemos que estas alternativas merecen ser analizadas detenidamente, con la debida

    prudencia, rechazando todo apresuramiento propio de prejuicios alarmistas. El tema es suficientemente importante como para merecer una juiciosa atencin.

    Cualquier modelo de anlisis no puede ignorar que esas posibilidades abiertas no estn

    aisladas, pues sus orgenes ocurren en una poca compleja, con evoluciones donde existen tantas incertidumbres. JR afirma que la informtica se asocia con las tecnologas biolgicas para acelerar sus conquistas.

    Ese panorama simplificado no incluye, segn JR, otros problemas como las

    contaminaciones, el efecto invernadero, la tala forestal, la desertizacin, el agotamiento de algunos recursos, de manera que se han producido tres situaciones crticas:

    la disminucin de las energas no renovables, a alteracin perniciosa de los bioambientes, y la disminucin de la variedad biolgica.

    Nosotros afirmamos que ese panorama y esas crisis no estn incluyendo las armas de dao

    masivo, el terrorismo y las drogas, fenmenos que no quedan atrs sino que poseen una dinmica muy firme para seguir vigentes en ese inquietante futuro biotecnolgico, complicando lo que ya resulta demasiado complicado en los anlisis previos.

    La matriz operativa detonante.

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  • JR afirma que esta causa desencadenante de una poca distinta, est constituida por siete

    factores: Primero: la capacidad cientfica lograda sobre los genes y su resultado: el uso tecnolgico

    del ADN y el de otras biotcnicas. Segundo: las patentes y el incentivo comercial que provocan. Tercero: la mundializacin de estos fenmenos. Cuarto: la ingeniera gentica. Quinto: la presin cultural para que se logre la aceptacin pblica de estas tecnologas. Sexto: el apoyo de los ordenadores para la informacin gentica. Sptimo: los recursos usados para justificar todas las nuevas ideas. El autor cree que se est en presencia de una nueva concepcin cosmolgica de la evolucin

    humana y de las especies, neodarwiniana. Nosotros no aceptamos lo de neodarwiniano, porque Darwin slo era un observador de las especies y explic su evolucin, mientras que actualmente los actores de la biotecnologa han pasado a la accin.

    Y contina: las tcnicas de transformacin reciben la proteccin comercial (para nosotros,

    el apoyo explotador), encuentra un mercado mundial listo, la contribucin de ciertos socilogos y de algunos filsofos que explicarn la nueva concepcin cosmolgica. En suma, creemos que se trata del hombre contra los hombres, contra multitud de seres humanos que sern seducidos por una presin propagandstica que presentar estos desarrollos como frutos del modernismo benefactor, cuyos hechos aparecen consumados y sorpresivos, anticipados a cualquier regulacin, como fueron la revolucin verde y las ovejas Dolly y Polly.

    Est bien: existen ya resultados beneficiosos para la salud, pero eso es solamente una cara

    de la moneda. Qu ser de los seres humanos a la medida, segn la demanda? Habr oferta de modelos humanos? Qu ser de la paternidad y de la maternidad? Y de la maternidad alquilada? Y por fin, Dnde y cmo quedar la dignidad del hombre? Hacia dnde conduce esta bioalquimia?

    Beneficios y perjuicios.

    El lector advierte ya que hemos hecho derivar el tema de la biotecnologa hacia sus consecuencias peores. No lo hacemos por pesimismo ni por catastrofismo, sino para poner en evidencia las consecuencias posiblemente ms perjudiciales, para conocer lo que se debera impedir y lo que se tendra que proteger, porque cuando se est en presencia de una tendencia novedosa y, por lo tanto, de evolucin incierta, la prudencia aconseja considerar los posibles beneficios pero tambin los posibles perjuicios. Nadie puede ser acusado de pesimista cuando contrata una pliza de seguro: se trata de ser prudente por los riesgos que existen en esta poca. Y esta poca no se caracteriza por el altruismo ni por el desinters, sino por el uso del poder, por los abusos y por las mltiples formas de la agresividad y de la rivalidad mundial.

    JR informa sobre los logros ventajosos: la identificacin de los genes vinculados o causantes de muchas enfermedades humanas; la investigacin sobre el origen gentico complejo que influye sobre el temperamento y

    sobre la conducta;

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  • la existencia de enfermedades potenciales en cada persona; el avance hacia las prtesis vivas; la ingeniera de los tejidos; y no son las nicas, como si se buscara no solamente restaurar la

    salud sino tambin originar organismos perfectos. Pero JR no deja de advertir los enormes riesgos que acompaan a la gran concentracin del

    poder cientfico y tecnolgico. Para l, las peleas no slo estarn en los mercados sino tambin en los juzgados y en las oficinas de patentes. Se agrega como Apndice la primera batalla jurdica, segn el autor.

    A lo largo de su libro, algunos conceptos de JR son significativos: privatizar los grandes ecosistemas del planeta; la vida como invento; la biopiratera; el gnero humano, las plantas y los animales como propiedad intelectual; un segundo Gnesis concebido en laboratorios; armas genticas diseadas; el acervo gentico esquilmado; una civilizacin eugensica8; la compra de la mejor sangre; nios a la carta; la discriminacin gentica; lo gentico como mercanca til de mercado.

    Ttulos que traen a la memoria algunos de los objetivos hitlerianos sobre la raza superior.

    JR concluye.

    Sus ideas finales revisan la actitud con la cual se encara el avance de la ciencia y de la tecnologa, como si fuera algo fatalista y propio de la evolucin de los tiempos, frente a lo cual debera ser intil oponerse. El autor conoce a cientficos que afirman que la capacidad para modificar los genes es el escaln siguiente e inevitable de la evolucin; afirma que en los ltimos cien aos se ha aceptado la creencia ridcula de que la tecnologa es neutra y no depende de los sistemas de valores. Que gracias a eso, sin valores e inevitable, los intereses en adquirir influencia, ganancia y poder, hacen su agosto.

    Por eso, afirma que la biotecnologa requiere el ms amplio debate sobre sus beneficios y

    riesgos porque, primero, gravita sobre todos los seres humanos; segundo, porque influir sobre todas las manifestaciones vivas y sobre los ambientes

    geogrficos; y

    8 De Pg. 119: Familias de abolengo y mando, profesores universitarios y profesionales de clase media unieron por entonces sus fuerzas en una alianza activa cuyo objeto era promover en Estados Unidos una poltica eugensica. La lite blanca, anglosajona y protestante (*) era cada vez ms paranoica, crea que estaba perdiendo el control de la maquinaria econmica y poltica del pas. Por primera vez su hegemona era puesta en entredicho con vigor, por los irlandeses (**), los judos, los italianos y dems grupos de inmigrantes que pedan su parte del sueo americano(***). (*) Llamados frecuentemente WASP. (**) Son catlicos. (***) Algunos analistas agregan a negros y latinoamericanos.

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  • tercero, porque los riesgos de evolucin hacia posiciones de dominio son muy importantes.

    Reflexiones.

    Al parecer, a pesar de que vivimos en una poca de asombro cientfico, existen todava llamados de atencin, llamados a la prudencia, a respetar ciertos fines y salvaguardarlos de las locomotoras tecnolgico-comerciales. Nosotros insistimos en el tema de la soberbia e insolencia humanas.

    Los conocimientos adquiridos en la humanidad siempre han tenido usos optativos: para

    mejorar o para daar; para el bien o para el mal. Y esta modernsima biotecnologa no escapa a esa caracterstica. Hay que saberlo y, por lo menos, no se debera incurrir en un fatalismo que termine por bajar los brazos y aceptar todo como hechos consumados, aunque todava no estn consumados.

    La humanidad ha entrado en un perodo muy riesgoso. Ese perodo naci en 1945, con la

    explosin de lamo Gordo. Desde aquella fecha hasta hoy, se estn manipulando los conocimientos ms peligrosos porque pueden, por un lado, terminar con la humanidad misma y con todas las especies y por otro lado, someter a los humanos a la voluntad de ciertos grupos dominantes de la poltica, de la tecnologa y del comercio, aliados entre s.

    Estamos delante de una barrera que no es imposible franquear; hemos llegado a un

    conocimiento fronterizo con terrenos que no deben ser hollados, como transitando por una cornisa. Es posible confiar en la prudencia de todos los grupos que van a emplear estas

    herramientas? Los pases ms poderosos - Estados Unidos, Europa Occidental, China, Japn, India, Rusia - sern capaces de llegar a un acuerdo para encarrilarlas por la buena senda? Los que manejan y manejarn estos conocimientos, se mantendrn dentro de una estricta terapia y resistirn la tentacin monetaria de desviarse de ella? Qu pensara si viviera Hipcrates? Terminamos estas sencillas reflexiones con estas preguntas. Y si las finalizamos con interrogantes, es que sentimos incertidumbre por lo que habr de ocurrir.

    Ese interrogante es duda y angustia a la vez, pensando en los momentos denigrantes que le

    esperan al gnero humano, vctima tal vez de algunos poderosos y cientficos que asumen la soberbia de creerse amos y seores.

    Me deca mi colega Daniel Martn Lucatti que los procesos histricos nunca fueron eternos,

    menos todava los imperios ni los de aquellos que quisieron ser dioses. De una u otra manera, entre avances y retrocesos, las acciones siempre generaron reacciones y en las vueltas que dio la historia, el gnero humano dej atrs perodos dolorosos y abri nuevos horizontes, a veces insospechados pocos aos antes.

    La angustia no se refiere a una nueva vuelta de la historia que tal vez llegar en dcadas;

    se refiere al futuro inmediato, a lo que se avecina. Por eso debe hacerse un llamado a la reaccin contra las prximas y probables indignidades, para sostener la fe en que, reaccin mediante, los resultados finales darn un respiro y una oportunidad para dejar atrs esta poca turbulenta, agresiva, competitiva y sobre todo peligrosa. Apndice. La primera batalla jurdica (Segn Jeremy Rifkin). (En Pg. 54 y siguientes)

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  • En 1971 comenz el primer intento de privatizar un patrimonio gentico comn para la humanidad. Lo solicit a la Oficina de Patentes y Marcas Registradas (de EEUU) el microbilogo hind Ananda Chakrabarty, que trabajaba en la General Electric Company.

    Se trataba de un microorganismo que haba sido modificado para poder consumir los

    derrames de petrleo en los mares. Pero la Oficina de Patentes rechaz la patente, porque razonaba que los seres vivos no eran

    patentables segn las leyes estadounidenses: para patentar plantas de reproduccin distinta, haba debido intervenir el Congreso creando una excepcin.

    La decisin de la Oficina, por supuesto fue apelada: los apelantes, Chakrabarty y la General Electric ganaron en una decisin de tres contra dos, en el Tribunal correspondiente.

    Los magistrados argumentaron que el citado microorganismo era aproximado a un

    compuesto qumico, por eso inanimado y no a los seres animales ni a los vegetales. As se cre el primer precedente. Ocurrieron nuevos intentos judiciales. Los iniciaron la

    Oficina de Patentes y otras comisiones. El texto correspondiente sostena que se estaba tratando del significado de la vida, tanto la vida fabricada, como la vida natural, y que la fabricada no era distinta a la de carcter natural, corrindose el riesgo de que ms adelante se patentaran todas las formas de vida.

    En 1980, por cinco votos a cuatro, los magistrados volvieron a fallar a favor de Chakrabarty

    y de la General Electric, concedindole una patente sobre la primera forma de vida transformada por la ingeniera gentica.

    As se puso en vigencia un fundamento legal clave para la privatizacin y comercializacin

    de cualquier patrimonio de origen gentico. Por eso, dice JR, la biotecnologa arroj sus iniciales vestiduras acadmicas y se lanz al mercado, donde muchos observadores la saludaron como un regalo cientfico de los dioses, el sustituto largamente esperado de un orden industrial moribundo (Pg. 55).

    Y ms adelante: ...cuando la primera firma de ingeniera gentica privada ofreci pblicamente sus acciones a los inversores, se desencaden entre estos una estampida compradora (Pg.55).

    En adelante, las empresas vinculadas a esta tecnologa, aceleraron sus tareas de

    investigacin, tratando de que las patentes dieran proteccin a sus resultados para obtener las mayores ganancias comerciales. Y reflexiona JR: cul es la frontera entre lo sagrado y lo profano? La vida ha quedado reducida a la condicin de objeto, sin diferencia de cualquier instrumento mecnico? Reflexin final. La inclusin aqu de la biotecnologa no debe ser considerada como algo cientficamente central, ni nico. Representa, eso s, toda una advertencia para comprobar cmo ha variado y sigue variando el espectro complejo y conflictivo de las actividades que contribuyen al poder. La acumulacin de poder con ser tan gigantesca, ha incorporado en estos tiempos los conocimientos ms peligrosos. No se trata de aquella poca en que la potencia se meda por el producto bruto, por la extensin geogrfica o por otras mediciones sobre las que reposaba una resultante que, a los Estados y a las organizaciones privadas -, los ubicaba dentro de una escala

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  • desde los primeros hasta los ltimos puestos, como si la comparacin y la competitividad fueran semejantes a un campeonato. En estas mediciones suele hacerse a un lado algo que no entra en la cruda aritmtica del poder: es el talento dirigente que, por supuesto, puede incrementarlo cuando es brillante o tambin vulnerarlo cuando es deficiente. Si la potencia se est apoyando en logros y conocimientos peligrosos, el mundo se torna peligroso porque la dinmica de los acontecimientos mundiales es el resultado del poder aplicado, que crea los hechos de mayor trascendencia. El mundo se ha hecho as, inseguro para todos: para los ms poderosos tambin. Y se hace ms inseguro y adems ms incierto, porque esos instrumentos avanzados y de alta peligrosidad se han dispersado. El poder se ha ido acumulando actualmente siguiendo dos cursos:

    uno, la concentracin del poder (superpotencias, grandes potencias, alianzas) y el otro, la dispersin del poder: una multipolaridad en niveles de segundo y tercer orden.: Estados

    subdesarrollados armados con exceso (como Corea del Norte), megaempresas, grupos terroristas, grupos narcotraficantes, y otros.

    Este es el mundo en el que vivimos o, como se lo suele denominar, el escenario estratgico y la exigencia obligada consiste en saber cmo sobrevivir en l, para lo cual se exige conocerlo muy bien. As, los fenmenos causados o a causar por el poder le dan una notable complejidad a los escenarios estratgicos, donde todo o casi todo se influye entre s, se perturba, se interfiere. Entonces, si los intereses y los objetivos son difcilmente alcanzables segn sus concepciones originales y deben ser modificados, si no, postergados o abandonados, el curso de la historia hacia futuros deseables se halla problematizado, a veces inentendible o zigzagueante, entorpecido como si a cada momento se tropezara con imprevistos, de manera que los que ms deberan sacrificar sus intereses podran ser los que tienen ms vulnerabilidades9. La pregunta puede ser:

    Fracasan los futurlogos cuando intentan determinar un lejano objetivo a imponer? Fracasan los pronosticadores cuando aventuran el futuro probable? Acaso, No est ocurriendo la soberbia del cambio con su fuerza ssmica sobre la Historia? Qu ser entonces, con este panorama fluctuante, de los que sostienen el pensamiento

    nico? Aparece a la vista algn paradigma prximo o contina esta prolongada transicin? Existe desconcierto en los intelectuales para poder interpretar la dinmica de los hechos

    presentes? Cmo ser la filosofa de la Historia? Qu es la probabilidad y qu es la futuridad?

    Responder a estas preguntas nos llevara a apartarnos del objeto de este trabajo. Slo las mencionamos. Este es el mundo en el que vivimos, que ciertos analistas bautizan como un nuevo orden mundial. Tiene su paradoja porque el lector podra creer que cuanto ms se acumula el poder, los

    9 Por ejemplo, Estados Unidos y Rusia, con ser enormes potencias, estn hoy padeciendo como nunca en sus vulnerables frentes internos.

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  • hechos deberan ser ms claros, pero hemos explicado que tambin el poder se dispersa y contribuye a la falta de claridad. La exigencia obligada consiste en entender sus caractersticas hasta donde resulte posible, en saber que existe incertidumbre futura, en tratar de ganar mayor solidez interior, y en establecer acuerdos y apoyos recprocos con otros Estados, porque en este escenario estratgico, un pas polticamente solitario, podra convertirse en una hoja en la tormenta (Lin Yutang).

    Captulo 6 Siete propuestas para el futuro. (Pginas 311 a 321)

    El autor inicia este ltimo Captulo afirmando que en esta poca los modelos se desmoronan prog