Daniel Bravo Jiménez

En el video anterior se debatieron los nuevos modelos de enseñanza,

comparándolos con el modelo tradicional. Siendo así que podríamos comparar el

modelo tradicional con la estructuración de una fabrico; ya que, al igual que en la

fabrica, tendemos a sistematizar la educación. Establecemos horarios en los que

se deben trabajar y descansar, agrupamos y ordenamos a los alumnos como si

todos fueran iguales y separamos de acuerdo al área de enseñanza; de igual

forma, no consideramos las diferentes capacidades de los niños. Por lo cual, los

niños crecen incapaces de ver mas allá de las limitaciones que el sistema les crea

simplemente por no ser igual al niño que es “mas” capaz. El sistema no considera

las múltiples capacidades del niño y de esta forma, el mismo niño cierra sus

capacidades. Otro grave problema es la agrupación de los niños de acuerdo a su

edad. ¿Quién decide que deben aprender los niños a cierta edad? No

consideramos que los niños, a pesar de ser de la misma edad, tienen diferentes

necesidades y no todos aprenden al mismo ritmo. Este sistema no permite una

enseñanza personalizada, donde se puedan explotar al máximo las capacidades

de cada niño. Al contrario, el modelo tradicional limita a los niños y vuelve el

aprendizaje en una supervivencia, donde los “mas fuertes” aprovecharan al

máximo el modelo y los “débiles” perecerán en el intento.