Construyendo el K'umunitarismo indígena

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Construyendo el K'umunitarismo indígena Los principios de los indoamerikanos se basan en los principios de la sabiduría universal Nosotros reconocemos que los hombres son parte del mundo natural y respetamos los valores específicos de todas las formas de vida; por eso decimos que trabajamos por los derechos universales, no solamente por los derechos humanos. Nosotros sabemos que la sabiduría ancestral milenaria de los pueblos nos conduce a ser custodios de la madre naturaleza, la Pachamama. Como también sabemos que la sociedad humana depende de los recursos ecológicos del planeta, por lo tanto es un deber asegurar la integridad del ecosistema y biodiversidad de los sistemas de soporte de vida. Esto requiere: Aprender a vivir respetando a la Madre Naturaleza - Pachamama- practicando la Mink'a, “convocatoria al trabajo solidario para una producción y distribución colectiva”, que significa vivir dentro de los límites ecológicos y de los recursos naturales. Debemos entender el significado de la Wiphala (que es “búsqueda de la unidad en la diversidad, pero siempre dentro del marco de la igualdad”). Con este entendimiento podremos proteger la vida animal y vegetal, cualquier otra forma de vida y la vida misma, que sea soportada por los elementos naturales: tierra, agua, aire y sol. Esto requiere también del conocimiento de las leyes de Pachamama -Madre Naturaleza- para limitar el consumo y la depredación. Los indoamerikanistas tomaremos un sendero de precaución para asegurar la continua abundancia de los recursos del planeta para las presentes y futuras generaciones. La justicia social Nosotros afirmamos que la llave de la justicia social es la convivencia k'umunitaria (“comunitaria”), distribución equitativa de los recursos naturales y sociales, tanto localmente como globalmente, para satisfacer las necesidades humanas básicas, y para asegurar que todos los ciudadanos tengan plenas oportunidades para su desarrollo social y personal. También declaramos que no hay justicia social sin la participación de la Madre Naturaleza (Pachamama) y no hay

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Texto del Congreso Indoamericano 2010

Transcript of Construyendo el K'umunitarismo indígena

Construyendo el K'umunitarismo indígena Los principios de los indoamerikanos se basan

en los principios de la sabiduría universal

Nosotros reconocemos que los hombres son parte del mundo natural y respetamos los valores específicos de todas las formas

de vida; por eso decimos que trabajamos por los derechos universales, no solamente por los derechos humanos.

Nosotros sabemos que la sabiduría ancestral milenaria de los pueblos nos conduce a ser custodios de la madre naturaleza, la Pachamama. Como también sabemos que la sociedad humana depende de los recursos ecológicos del planeta, por lo tanto es un deber asegurar la integridad del ecosistema y biodiversidad de los sistemas de soporte de vida. Esto requiere: Aprender a vivir respetando a la Madre Naturaleza - Pachamama- practicando la Mink'a, “convocatoria al trabajo solidario para una producción y distribución colectiva”, que significa vivir dentro de los límites ecológicos y de los recursos naturales. Debemos entender el significado de la Wiphala (que es “búsqueda de la unidad en la diversidad, pero siempre dentro del marco de la igualdad”). Con este entendimiento podremos proteger la vida animal y vegetal, cualquier otra forma de vida y la vida misma, que sea soportada por los elementos naturales: tierra, agua, aire y sol. Esto requiere también del conocimiento de las leyes de Pachamama -Madre Naturaleza- para limitar el consumo y la depredación. Los indoamerikanistas tomaremos un sendero de precaución para asegurar la continua abundancia de los recursos del planeta para las presentes y futuras generaciones.

La justicia social

Nosotros afirmamos que la llave de la justicia social es la convivencia k'umunitaria (“comunitaria”), distribución equitativa

de los recursos naturales y sociales, tanto localmente como globalmente, para satisfacer las necesidades humanas básicas,

y para asegurar que todos los ciudadanos tengan plenas oportunidades para su desarrollo social y personal.

También declaramos que no hay justicia social sin la participación de la Madre Naturaleza (Pachamama) y no hay

justicia para la Pachamama sin justicia social. O sea, todo es relativo, todos dependemos de todos. Para que esto suceda se requiere: Debe haber una organización K'umunitaria de convivencia en esta pacha (tiempo y espacio) y una economía mundial solidaria estable que se encargue de cerrar la brecha creciente entre pobres y ricos; tanto dentro de los países como entre éstos. Balancear el flujo de recursos del Sur hacia el Norte, y de levantar el peso de la deuda de los países pobres que imponen los mercados, destruyendo las identidades culturales del mundo. La multiculturalidad es fundamental para la evolución de la Humanidad. No podemos permitir que una sola idea, un solo pensamiento englobe al mundo. La práctica de la Mink'a y la sabiduría encerrada en la Wiphala nos permitirá erradicar la pobreza para construir un nuevo mundo de convivencia social, política y cultural: “buscar la unidad en la diversidad para el trabajo solidario, distribución y producción colectiva”. Eliminar el analfabetismo el fundamental. No saber escribir, no saber leer ni hablar en lengua mapuche, qhiswa, aymará, guaraní, etc, es analfabetismo. No poder describir los hechos históricos, las epopeyas de nuestros próceres; no poder cantar nuestras canciones en nuestra lengua es vivir sometido. No podemos permitir que los analfabetos nos gobiernen. Éstos, al no saber nada de nosotros, nada pueden hacer por nosotros. El no saber la historia milenaria de nuestro entorno es no tener pertenencia ni derecho a una nacionalidad. Quien practica solamente la lengua del colonizador, su cultura y su política siempre será un paria, por lo tanto, sin derecho al arraigo a la tierra que le vio nacer. La recuperación y práctica de lenguas madres nos permitirá construir una verdadera Nación con identidad propia sustentada en el saber milenario de los pueblos. Debemos edificar una nueva visión de la ciudadanía, construida sobre la igualdad de los derechos para todos los individuos y personas sin distinción de género, raza, edad, religión, origen étnico o nacional, orientación sexual, invalidez, riqueza o salud. Esto significa enarbolar la Wiphala, símbolo de la unidad en la diversidad.

Democracia participativa

Nosotros luchamos por una verdadera democracia en la cual todos los ciudadanos tienen el derecho de expresar sus puntos

de vista y son capaces y libres de participar directamente en las decisiones ambientales, económicas, sociales y políticas que afectan sus vidas; para que el poder y responsabilidad sean concentrados en comunidades locales y regionales. Esto significa tener autonomía política. Los gobiernos deben tomar decisiones con la activa participación de las naciones originarias, y respetar sus decisiones, que es la práctica de la auténtica democracia. Lo contrario es autoritarismo. Esto requiere: ü Fortalecimiento de las personas mediante el acceso a

toda información relevante para la toma de decisiones y el acceso a una educación para capacitar y permitir participar a todos, sin discriminación de ninguna naturaleza.

ü Ruptura de desigualdades de riqueza y de poder que inhiben la participación.

ü Construcción de instituciones de base que permitan que las decisiones sean tomadas directamente en los niveles apropiados por aquellos interesados o afectados, basadas en sistemas que promuevan la vitalidad cívica, la acción voluntaria y la responsabilidad comunitaria.

ü Apoyo decidido al derecho de expresión y opinión de los jóvenes mediante la educación, promoviendo y ayudando a la participación de los mismos en todos los aspectos de la vida política incluyendo su participación en los cuerpos de decisión política.

ü Que todos los representantes elegidos estén comprometidos con los principios de “Ama Llulla, Ama Suwa, Ama K'illa” (“No seas mentiroso, No seas ladrón, No seas perezoso”), transparencia, honradez y responsabilidad (rendición de cuentas) en su gobierno.

ü Que en todos los sistemas electorales cada adulto tenga igual voto.

ü Que todos los sistemas electorales estén basados en representación proporcional y que todas las elecciones sean financiadas públicamente con límites estrictos y transparencia total de las donaciones privadas y corporativas.

No violencia

Nosotros declaramos nuestro compromiso por la no violencia y nos esforzamos por una cultura de paz y cooperación entre los

Estados, dentro de las sociedades y entre los individuos, como la base de la seguridad global.

Creemos que la seguridad no debe descansar principalmente en la fuerza policial-militar, sino en el arte de la convivencia comunitaria, la cooperación, el desarrollo económico y social legítimo, la seguridad medio ambiental y el respeto por los derechos humanos y universales. Esto requiere: Un concepto comprensivo de seguridad global, que dé la prioridad a los aspectos sociales, económicos, ecológicos, sociológicos y culturales del conflicto, en vez de un concepto basado principalmente en los balances militares del poder. ü Requiere también un sistema de seguridad global capaz

de prevenir, administrar y resolver conflictos. ü La remoción de las causas de la guerra mediante el

entendimiento y el respeto de otras culturas, erradicando el racismo, promoviendo la libertad y la democracia, y acabando la pobreza global.

ü Buscar el desarme general y completo incluyendo acuerdos internacionales para asegurar una prohibición completa y definitiva de armas nucleares, biológicas y químicas, minas antipersonales y armas de uranio empobrecido.

ü Fortalecer las Naciones Unidas como la organización global de manejo del conflicto y de construcción de la paz.

ü Mantener un código riguroso de conducta sobre exportación de armas a países en los cuales los derechos humanos sean violados.

DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS

El Movimiento K'umunitario Indoamerikano promueve un proyecto de sociedad basado en la valoración de la Wiphala (unidad en la diversidad), en la valoración de las libertades individuales y colectivas, el desarrollo sustentable, la justicia social, la no violencia y la igualdad de género. Todo ello desde la mirada de la Mink'a (trabajo solidario para una producción y distribución colectiva), pensamiento social preamericano de los Qhiswa-aymarás. Esta concepción comunitaria de convivencia está basada en el

saber milenario de los pueblos andinos, cuyos conocimientos nos permiten poner en tela de juicio los desequilibrios sociales y ecológicos que originan en las estructuras socioeconómicas de explotación y colonización actuales y no pueden ser solucionadas sin atacar a las políticas económicas, los tratados de libre comercio y la desigualdad en los niveles de consumo, que caracterizan al proceso de globalización en curso.

El Movimiento K'umunitario y sus objetivos fundamentales

Ø Trabajaremos incansablemente por la afirmación de

todos los derechos de los Pueblos originarios de América. Ø de los descendientes de éstos y de quienes

voluntariamente o a la fuerza hayan adoptado este continente como su tierra y lugar de desarrollo.

Ø Resguardar el patrimonio cultural, económico y ecológico

de nuestra Amérika para beneficio de sus habitantes y futuras generaciones.

Ø Propender al cumplimiento de los derechos y deberes

tendientes al pleno desarrollo social y cultural. Ø Trabajar para transformar el modelo de crecimiento

ilimitado del consumo y destrucción del mundo biofísico, por otro basado en la economía k'umunitaria y solidaria, con real conciencia de los límites, leyes y restricciones impuestas por la Pachamama o Madre Naturaleza, de las cuales las sociedades humanas son parte.

Ø Impulsar la Planificación Democrática Integral en la

Pachamama -Madre Naturaleza- en la que se consideren los aspectos políticos, sociales, democráticos, culturales, ambientales, técnicos y económicos, para avanzar en la integración continental y regional, resguardando los derechos humanos y sociales y la paz como valor fundamental de las relaciones entre los estados, los grupos sociales, étnicos, religiosos y políticos.

Ø Incrementar la libertad y la igualdad dentro del mundo

del trabajo. No sólo luchando contra el desempleo, sino por la mejora en las condiciones laborales, la disminución de la jornada de trabajo, la eliminación del trabajo

precario y del trabajo infantil. Ø Garantizar el acceso a la vivienda digna, a la salud, a la

educación bilingüe, a la cultura y a una alta calidad ambiental para el desarrollo humano, dentro de una sociedad que tenga justicia social, la solidaridad y la cooperación como principios fundamentales.

Ø Profundizar el pensamiento k'umunitario de convivencia

impulsando mecanismos de participación y control popular en todos los niveles. Promover la descentralización sin perder de vista que formamos parte de una Nación, de una Pacha. Fortalecer la Comunidad como primera organización del Estado, para que junto con la participación de la sociedad civil pueda volver a desempeñar un rol activo.

Ø Exigir el respecto al Derecho y la Institucionalidad

Internacional repudiando el unilateralismo y el concepto de guerra preventiva por ser instrumentos que están al servicio de un proyecto de dominación imperial.

Ø Reclamar el reconocimiento por parte de los países

desarrollados de la deuda ecológica, que es fruto del comercio ecológicamente desigual y del no pago de los servicios ambientales, teniendo en cuenta el fuerte impacto que tienen en el medio ambiente.

Ø Practicaremos como ley fundamental de contención y

sentencia el “Ama LLulla, Ama Suwa, Ama K'illa” (“No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas perezoso”).

Son principios que nos permiten forjar una ideología

política de descolonización cultural:

Este Movimiento adopta el pensamiento político de Convivencia Comunitaria: la Mink'a, pensamiento ancestral de desarrollo

humano desde la solidaridad. O sea, “convocaremos al trabajo Político-Solidario para la liberación, y para una producción y

distribución colectiva”. Enarbolando la Wiphala, que es símbolo de la “unidad en la diversidad, dentro del marco de la igualdad”. Como Movimiento Cultural Indígena trabajamos en contra de la injusticia, la discriminación, la explotación y la violencia instalada en la sociedad por una minoría que crece en sus

beneficios a medida que se deteriora la vida de las grandes mayorías. Como Movimiento político tenemos -que es herencia cultural- una gran cantidad de ideas y propuestas políticas para el desarrollo humano, manteniendo la democracia y la justicia social. Tenemos una postura frente a cada tema de la política actual; pero siempre estaremos por la no violencia y la no discriminación, porque es la base de nuestro movimiento; y también gracias al mensaje ancestral de nuestros abuelos, que trasponiendo las fronteras del tiempo y el espacio llega hasta nuestros días. Nuestro movimiento tiende a la creación de un pensamiento político-social amplio. No hacemos política partidaria, no somos parte de una institución religiosa ni de un sindicato; pero estamos con todos los sectores que dicen ser parte de nuestra causa. En esta lucha se juega el presente y el futuro de nuestro planeta, de nuestro continente, la vida de las nuevas generaciones. Nuestra lucha debe ser por los Derechos Universales y no solamente por los Derechos Humanos. Sabemos y comprendemos que los sistemas políticos tradicionales y las instituciones religiosas ya no funcionan y la sociedad se va desmoronando, y las organizaciones laborales, sindicales, barriales, hasta la misma familia y la pareja se fragmenta hacia el sistema individual, mientras crece el poder de los mercados y las multinacionales, dejando en la calle a millones de seres humanos en el más completo abandono. ¿Quiénes formamos este Movimiento?

Un conjunto de personas de distintos pueblos originarios, de distintas formaciones indígenas de países de Sur América, de distintas culturas, creencias y ocupaciones que se organizan, se fortalecen y crecen para orientar los grandes cambios que se avecinan hacia una Gran Nación Continental Indoamerikana. Por lo expuesto: Pretendemos humildemente construir un Frente Político, desde el pensamiento indígena, abrevando en el saber y la filosofía de los pueblos originarios. Este pensamiento esencialmente humano nos permitirá desarrollar al máximo la sensibilidad para sentir angustia y compromiso por los millones de seres nativos de hoy y de siempre que mueren de hambre, abandonados, discriminados del “proyecto latinoamericano” -

de blancos, latinos y católicos-, donde los indios, los negros, los cholos, los gauchos, los cabecitas negras, los piqueteros y los villeros no tienen cabida. Los gobiernos y el poder de todos los tiempos nunca tuvieron un proyecto de Nación con identidad propia, siempre fueron obsecuentes con los imperios occidentales, convertidos en lacayos, cipayos; muchas veces mercenarios a sueldo pagados por el FMI, el Banco Mundial y otras instituciones económicas transnacionales para sembrar odio y violencia en estas fecundas tierras, abonando con la sangre de los nativos, desde hace más de 500 años. En la actualidad, siguen acumulando bienes los que más tienen, utilizando medios de producción tecnológica, dejando en la calle a millones de trabajadores, “inadaptados”, que no supieron adaptarse a la modernidad, la ciencia y la tecnología. Los jóvenes son despojados de su proyecto por la dictadura pedagógica, donde estudiar una carrera es un privilegio de pocos, cuando no una hazaña. Los profesionales mueren en el intento buscando esa supuesta calidad de vida. Los indios cargados de enseñanza de lucha y resistencia en todo el continente, desde Tupaj Amaru, Tupaj Katari, San Martín, Bolívar, Juana Azurduy, Evita y el Che, somos concientes de que la única manera de terminar con las injusticias que general el capitalismo es creando una nueva sociedad indoamerikana-k'umunitaria de resistencia y lucha popular. Donde los nativos, nacidos en este continente, al margen de sus orígenes occidentales, construyamos un frente político amplio para enfrentar al Poder de la Cultura Occidental de Colonización, de muerte, de robo de nuestros recursos naturales y territorialidad. Convocamos a todos, hombres y mujeres, estudiantes, profesionales, amas de casa, a los que no se resignan a vivir de rodillas, a los que buscan un espacio ideológico para construir un proyecto de país donde eliminemos la explotación del hombre por el hombre. Donde se practique como principio el “Ama Suwa, Ama Llulla, Ama Killa” (“No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas perezoso”), con un proyecto político de la Mink'a (convocatoria al trabajo solidario para una producción y distribución colectiva), un socialismo auténtico de práctica milenaria en Amérika. He aquí una nueva senda. Una entre tantas para transitar. Una a la que ya se sumó Bolivia, y otras naciones están en tránsito: ellos saben que el esfuerzo de cada día hace posible el sueño de

la libertad; como también saben que ninguna lucha y esfuerzo es en vano. Sabemos muy bien que esta senda es larga, que el objetivo está lejos, pero también sabemos que las respuestas están entre nosotros. Atrevámonos a levantar la cabeza, sin miedo, y ver cuántos somos los que juntos caminamos.

(Autor: Juan Olarte A., director de la Revista “Sayarina”)

Sayarina Amérika “Pongámonos de Pie Amérika” “Unidos hasta la descolonización del Continente”

“El Pueblo Unido jamás será vencido” Jallalla Mink'a del Kollasuyu

Organiza: Comunidades y Movimientos Indoamerikanos

De la Provincia de Buenos Aires, República Argentina