CAMBIOS DE OCUPACIÓN DEL SUELO Y DINÁMICA TERRITORIAL … de... · 2014-05-15 · Cambios de...

Cambios de ocupación del suelo y dinámica territorial en la Raya Central Ibérica

1

CAMBIOS DE OCUPACIÓN DEL SUELO Y DINÁMICA TERRITORIAL EN LA

RAYA CENTRAL IBÉRICA

JARAÍZ CABANILLAS, F. J.

Departamento de Arte y Ciencias del Territorio

Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Extremadura)

[email protected]

MORA ALISEDA, J.

Departamento de Arte y Ciencias del Territorio

Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Extremadura)

[email protected]

Resumen

En los últimos años el área de estudio (las provincias de Cáceres y Badajoz y los cinco

distritos portugueses fronterizos con estas –Guarda, Castelo Branco, Portalegre, Évora y Beja) está

en un proceso acelerado de cambio en su tradicional modelo de desarrollo, disminuyendo sus activos

demográficos en los sectores agrícola e industrial al tiempo que aumentan los adscritos al sector

servicios.

Se está experimentando una incesante tasa de urbanización, tanto de ciudades medias como

grandes, y, asimismo, una tendencia hacia la concentración humana y económica en las mismas. De

forma concomitante, estamos asistiendo a una fase de «desmantelamiento» de los núcleos rurales del

interior y de las zonas con dificultades de accesibilidad u orografía sinuosa.

Estas dinámicas territoriales asociadas al incremento de los flujos interurbanos y la mejora

de la red de comunicaciones de alta capacidad (carreteras, autovías, etc.), junto a las nuevas

urbanizaciones y relocalizaciones de asentamientos, están provocando mudanzas sustanciales tanto

sobre los sistemas antropizados (agrícola, forestal y ganadero) como sobre los ecosistemas y la

diversidad biológica.

Se pretende determinar y evaluar los impactos sobre las áreas naturales y de usos

tradicionales del suelo derivados de estas tendencias urbanísticas y demográficas, tanto por la

mailto:[email protected]

mailto:[email protected]


2

subexplotación de los recursos en la mayoría del espacio rural (abandono de cultivos, ausencia de

limpieza de bosques, incendios, etc.) como por la presión en las áreas urbanas (urbanizaciones,

grandes centros de ocio, etc.).

Palabras clave: medio rural, socioeconomía, accesibilidad, cambio global, usos del suelo,

CORINE, SIG.

1. Introducción

En la comunicación se pretende analizar y comprender los nuevos escenarios territoriales de

la Raya Central Ibérica, motivados por los rápidos cambios que viene experimentando la estructura

sociodemográfica y la actividad económica de este espacio transfronterizo, que son impulsados por la

concentración de la población en la ciudades y el abandono del medio rural debido a la mejora de las

infraestructuras, servicios y equipamientos en estos núcleos de población más importantes.

Donde más se va a incidir es en la repercusión de estos cambios demográficos, económicos e

infraestructurales sobre los usos del suelo (abandono de la agricultura en zonas marginales o de baja

productividad, riesgos de incendios, aparición de especies vicarias, etc.), y en las mudanzas que todo

ello conlleva sobre los ecosistemas, tanto por la presión en ciertas zonas como por desertización y

desertificación de otras.

Se propone analizar las recientes dinámicas demográficas de concentración de la población

en los grandes núcleos de población, generalmente alejados de la frontera, de las tres regiones

transfronterizas que conforman el estudio, y las consiguientes transformaciones que se han producido

en los sistemas económico, social, urbano y ambiental; las cuales están llevando a un abandono de los

espacios marginales fronterizos, y a un relativo olvido de lo que debería en realidad producirse, un

«cosido territorial» que uniese social, económica, ambiental e infraestructuralmente estas regiones

transfronterizas.

Estos fenómenos, que han sido y son estudiados con profusión por muy distintas disciplinas

y cuantiosos investigadores, deben ser, sin embargo, contemplados y revisados nuevamente contando

con los instrumentos metodológicos y las circunstancias socioeconómicas, políticas y ambientales

nuevas y distintas, que caracterizan esta realidad y su análisis hoy en día. La necesidad de superar los

obsoletos límites fronterizos en una Europa común en la que no deberían existir, y la novedad que

supone la legislación comunitaria sobre el medio ambiente están conduciendo a la necesidad de

abordar todo lo planteado.

La finalidad de este proyecto de investigación es llegar a comprender en profundidad y con

rigor el impacto de las actividades económicas y sus dinámicas recientes para verificar sus impactos

sobre el territorio.


3

Las fuentes de información principales serán: el Instituto Nacional de Estadística de España;

el Instituto Nacional de Estatística de Portugal; el Ministerio de Fomento de España; el Ministério

das Obras Públicas, Transportes e Habitação de Portugal; el Centro Nacional de Información

Geográfica; y el Instituto Geográfico Português.

1.1. Área de estudio

La comunicación se centra en el análisis del impacto de las actividades socioeconómicas en

una “euro-región” periférica y deprimida; más concretamente en los nuevos escenarios territoriales y

sus repercusiones sobre los usos del suelo, la accesibilidad, el crecimiento urbano o el abandono rural.

Este espacio no es otro que la Raya Central Ibérica (Figura 1), y más concretamente se corresponde

con los núcleos de población (municipios y concelhos) que forman parte de la región española de

Extremadura, y los cinco distritos portugueses que comparten frontera con la Comunidad Autónoma

mencionada: Guarda, Castelo Branco (Región Centro), Portalegre, Évora y Beja (Alentejo).

Figura 1. Municipios y concelhos del área de estudio.

Fuente: Elaboración propia.

A pesar de la indefinición del concepto de frontera y su alcance espacial, sobre los que no

hay unanimidad ni unicidad en la ocupación que de los mismos se hace, se ha optado por utilizar el

criterio administrativo que utiliza la Unión Europea en las distintas NUTS. No se puede obviar que al


4

final los fondos estructurales y de cohesión que se aplican para corregir los desequilibrios territoriales

utilizan ese argumento; y esta zona que se analiza es objeto de una política comunitaria que la viene

casi configurando desde la óptica socioeconómica a través de iniciativas como Interreg, que está

posibilitando la creación de infraestructuras y equipamientos de todo tipo, influyendo en su

funcionalidad y permeabilidad.

2. Estado de la cuestión

Diferentes estudios han tratado el tema de las dinámicas territoriales y sus repercusiones

sobre los cambios de ocupación del suelo desde varias perspectivas: desde aquellos que han estudiado

el cambio demográfico y la dinámica territorial de forma genérica, hasta los que han investigado con

mayor profundidad los cambios de usos del suelo y los impactos ambientales.

Los primeros han tratado temas tales como: el crecimiento de la población y los impactos de

una emigración importante; el crecimiento económico y urbano de las ciudades y sus consecuencias;

los cambios demográficos contemporáneos motivados por la evolución favorable de la supervivencia,

el incremento de la natalidad y la inmigración; el cambio en las pautas de localización espacial, con un

crecimiento superior en los municipios y áreas más desarrollados, que está provocando una

concentración de la población;…

En cuanto a los estudios que discurren por la otra vertiente, se encuentran los siguientes

análisis: el impacto del abandono de la agricultura; los impactos medioambientales que provocan los

cambios en los paisajes agrarios; el examen de los cambios urbanísticos que se aprecian en las

imágenes de satélite gracias al programa CORINE; las estadísticas de uso y cobertura del suelo a

través de imágenes de satélite; el diagnóstico y las tendencias relevantes para la sostenibilidad; los

impactos sobre los recursos edáficos del cambio climático; la reestructuración agraria y los cambios de

ocupación del suelo; etc.

2.1. Un espacio de frontera: la Raya Central Ibérica

En la comunicación se aborda la caracterización socioeconómica, la accesibilidad e

infraestructuras de transporte y los cambios de usos del suelo en un espacio determinado. Pues bien,

el área de estudio de este proyecto, que hemos definido como Raya Central Ibérica, es un espacio

transfronterizo marginal del suroeste europeo con unas peculiaridades sociales, económicas,

ambientales y culturales comunes, que han sido abordadas por diferentes investigadores.

Entre los autores que más han estudiado la frontera hispano-lusa, y sobre todo las relaciones

socioeconómicas y culturales de la Raya Central Ibérica (Extremadura, Alentejo y Beira Interior),

cabe destacar a los profesores Mora Aliseda y Campesino Fernández. El primero ha centrado sus


5

investigaciones en la Raya en los desequilibrios territoriales, el desarrollo sostenible, las políticas

urbanas y territoriales, y los proyectos de cooperación transfronteriza de iniciativa comunitaria (Mora,

2002; Mora y Condesso, 2004, 2005 y 2006; Mora et al., 2005a y b; Mora y Jaquenod, 2002). Por su

parte, el profesor Campesino, ha analizado profusamente la Raya Central Ibérica, estudiando ante

todo la ordenación del territorio, el patrimonio cultural y natural y las políticas de cooperación

transfronteriza en diversas materias (Velasco y Campesino, 1996; Campesino, 1997a, 2007a y b;

Campesino et al., 2006; Campesino, 1997b).

2.2. El medio rural

A lo largo del siglo XX y principios del XXI la despoblación ha llegado a ser sinónimo de

comunidades rurales a lo largo de todo el mundo occidental. La España interior no ha sido una

excepción y ha experimentado una fuerte emigración. Los efectos de esta emigración son bien

conocidos: envejecimiento de la población que disfruta de los reducidos servicios locales, residencia

en un cada vez más abandonado ambiente rural y movimiento de los jóvenes en busca de mejores

perspectivas de empleo disponibles en los centros urbanos. La despoblación se acentúa por el

incremento de la pobreza relativa respecto a las tasas nacionales y la desaparición del sector primario

como aquel que concentra mayor número de trabajadores (Stockdale et al., 2000).

En la actualidad el medio rural está experimentado procesos de abandono y degradación

derivados de la política agraria europea que promueve cambios en los usos del suelo, sin considerar

usos eficientes como alternativa a los usos agrícolas ancestrales del área (Molina Herrera et al., 1993).

El descenso de la ganadería extensiva y la transformación de estos sistemas en plantaciones forestales

no sólo han provocado más incendios forestales, sino también la pérdida de importantes elementos de

la herencia cultural.

Los paisajes culturales están experimentando cambios bastante drásticos en muchos

territorios. Esto parece la consecuencia de que los factores económicos externos dependan del

mercado internacional y su creciente globalización (Romero-Calcerrada y Perry, 2004). En la

Península Ibérica, ha habido cambios únicos (Varela, 2000). El asociado cambio socioeconómico está

caracterizado por un descenso en el número de agricultores trabajando en la explotación,

incrementándose el número de estos empleados en el sector secundario y terciario (Lambin et al.,

2001). Estas dinámicas de cambio implican una evidente pérdida cultural, tienen consecuencias serias

para los procesos ecológicos, provocan procesos de invasión de maleza y están asociados con una

compleja serie de economías desequilibradas en el medio rural (Pärtel et al., 1999; Nikodemus et al.,

2005).

Argumenta Gómez Mendoza (2001) que desde diversas instancias y perspectivas se reclama


6

para los espacios rurales y para la agricultura, multifuncionalidad y diversificación de actividades,

tanto por interés ambiental como por viabilidad demográfica y económica. Sin duda, estas funciones

múltiples y diversas supondrían un cambio en relación al modelo de producción intensiva y

especializada que revolucionó las agriculturas europeas de mediados del siglo XX.

Expone Gómez Mendoza que las razones que justifican el cambio más reciente de las

políticas agrícola y ambiental comunitarias están en que los paisajes europeos y la biodiversidad que

llevan asociada pueden sufrir pérdidas como consecuencia del abandono en el uso de las tierras. En la

actualidad se está tomando conciencia de que los paisajes, en su diversidad y riqueza son la herencia

de territorios ocupados, ordenados y gestionados, en el marco de las sociedades tradicionales.

2.3. La relevancia del transporte y la accesibilidad en los usos del suelo

La relación existente entre transporte, accesibilidad y usos del suelo es bastante clara. Las

infraestructuras de transporte proporcionan lugares con una cierta accesibilidad y esto en cambio

influye sobre los usos del suelo. Una mayor inversión en autopistas modifica la accesibilidad de

cualquier área. Reduciendo el tiempo de viaje entre los orígenes y destinos, conectados por nuevas

infraestructuras, estos puntos llegan a ser más accesibles en relación con otros orígenes y destinos en

el área. Se pueden atraer más actividades a esas áreas como resultado del incremento del nivel de

accesibilidad, algunas de la cuales podían haber cambiado de ubicación en un principio por una mejor

localización (Giuliano, 1986). Una mayor densidad residencial también resulta de presiones del

mercado que hacen un uso más intensivo del suelo accesible. Así, normalmente, una mayor densidad

residencia es la consecuencia, no la causa, de una mayor accesibilidad (Gutiérrez y Gómez, 1999).

La accesibilidad es la extensión de cada separación espacial que puede ser superada o

salvada. Define pues, oportunidades de intercambio disponibles para las personas y las empresas

(Holl, 2007). El término accesibilidad tiene una larga tradición en la ciencia urbana y regional; siendo

desde el punto de vista urbano una variable clave en la determinación de las rentas de suelo urbano y

de las densidades (Alonso, 1964); y desde una perspectiva regional, jugando un importante papel para

el desarrollo y la distribución espacial de la actividad económica (Krugman, 1991; Fujita et al., 1999).

Expone Holl (2007) citando a la Comisión Europea (1999), que la falta de accesibilidad es

identificada como un impedimento importante para la competitividad económica de las regiones

periféricas retrasadas en Europa. Por consiguiente, las mejoras en las infraestructuras del transporte,

son vistas como un elemento clave en su desarrollo económico y un modo de superar los

desequilibrios espaciales.

Además, la accesibilidad tiene un valor social y económico tanto individual como

empresarial (Gutiérrez y Gómez, 1999). El valor de la accesibilidad, los niveles o valores más o menos


7

elevados, estarían relacionados con la calidad de vida, la satisfacción, el interés y el desarrollo

económico. Existe también una relación, aunque compleja, entre la accesibilidad y el coste social y

económico del viaje. Todo esto, con independencia de la importancia que tiene ya de por sí la

accesibilidad para comprender, pronosticar e influir en los modelos de localización urbana y

ocupación del suelo (Helling, 1996).

La integración del transporte con la actividad socioeconómica deben configurar una agenda

de intereses comunes para el siglo XXI (Preston, 2001). Una de las cuestiones clave sin resolver en la

geografía del transporte es la unión entre la inversión en trasporte y el desarrollo económico. Expone

Preston que esta controversia fue reanudada por el trabajo de Aschauer (1989) el cual, usando

funciones de producción a nivel nacional, consiguió para los Estados Unidos una elasticidad de

producción respecto al stock de capital público no militar importante. Se demostraba que la inversión

pública fue más importante en infraestructuras como autopistas, aeropuertos, suministro eléctrico,

abastecimiento de agua y alcantarillado. Esto conformó las bases de la teoría del crecimiento

endógeno post-neoclásico y renovó la creencia de que los gobiernos pueden promover el desarrollo

económico (Crafts, 1996).

Sin embargo, el trabajo de Aschauer fue criticado por dar resultados poco creíbles debido a

la no especificación de la causación, la ausencia de variables explicativas, la calidad de los datos y la

inapropiada forma del modelo. Para Preston (2001), un asunto particularmente importante es el de la

causación: ¿qué acaeció en primer lugar, la inversión en el transporte que el desarrollo económico o el

desarrollo económico que la inversión en el trasporte?

Dada la dispersión geográfica de las actividades, Millot (2004) indica que las vías de

comunicación han regulado y canalizado las interacciones en las áreas urbanas. Entre el número de

definiciones de ciudad, los elementos recurrentes más usados para definirlas están relacionados con la

concentración de personas en una localización favorable para llevar a cabo actividades y realizar

intercambios (Merlin, 1994). Por consiguiente, la ciudad es un lugar privilegiado para los intercambios

y relaciones entre personas; y para fomentar el mayor número de interacciones, es preferible que haya

la menor distancia entre las personas. Así, el tamaño de las ciudades está correlacionado con las

distancias máximas de interrelaciones y por lo tanto con la velocidad del viaje o desplazamiento.

Un elevado número de estudios muestra la relación existente entre el desarrollo de las vías

rápidas o autopistas y la expansión urbana (Hylton, 1995; Parker, 1995). La nueva realidad urbana

pone de relieve la dispersión geográfica de la población en el territorio, unida al mayor uso del coche

privado, que es el modo de transporte que mejor se ajusta a los nuevos tipos de viaje. Las redes de

transporte han llegado a ser esenciales para asegurar la accesibilidad de un área; pero también pueden

ocurrir cambios entre las funciones originales de estas redes y los usos que se les dan.


8

2.4. Cambios de ocupación del suelo: hacia la degradación ambiental y la pérdida

poblacional

El estudio de las causas, los procesos y las consecuencias del cambio del uso del suelo es

uno de los principales tópicos de investigación cuando se abordan problemas relacionados con el

cambio ambiental global (Turner II et al., 1995; Lambin et al., 1999; Veldkamp and Lambin, 2001).

La modificación del uso del suelo debido a las actividades humanas ha provocado una pérdida

generalizada de la biodiversidad mundial, ha desencadenado procesos graves de degradación

ambiental y ha contribuido de manera significativa al cambio climático así como al calentamiento

global del planeta (Meyer and Turner, 1992; Houghton, 1994; citados en Isaac-Márquez et al., 2005).

El paisaje cultural cambia porque la población que lo creó y lo ha mantenido históricamente

está también modificando su sistema socioeconómico. Las estructuras territoriales y socioeconómicas

mantienen una interacción constante y reciproca. Así, los procesos socioeconómicos son la principal

causa de los cambios en los usos del suelo que, básicamente, determinan la estructura, la función y la

dinámica de estos paisajes, por lo tanto los cambios en la estructura y procesos sociales llevan a una

alteración del ambiente (Lorenzoni et al., 2000; Wang y Zhang, 2001; Wu y Hobbs, 2002).

La relación entre la estructura del paisaje y la socioeconomía subyacente es muy importante.

Dependiendo del territorio considerado, esta relación puede ser intensa o débil, pero hay una necesidad

de establecer y formalizar esta relación para una mejor comprensión de los ecosistemas dominados por

el hombre. Para esto se emplean modelos numéricos que relacionan aspectos ecológicos y socio-

culturales que permiten predecir nuevos tipos de paisaje para un escenario dado estableciendo cambios

socioeconómicos. Los resultados contribuyen a establecer las posibles consecuencias en la naturaleza

de cambio socioeconómico generados por circunstancias exógenas (De Aranzábal et al., 2008).

Dicen Irwin y Geoghegan en 2001, que las cuestiones de cambio de uso del suelo y cambio

en la cobertura del suelo han atraído el interés de una gran variedad de investigadores preocupados por

la modelización de la conversión espacial y temporal de los patrones del suelo y por la comprensión de

las causas y consecuencias de estos cambios. Entre estos, geógrafos y científicos expertos en ciencias

naturales, han tomado la delantera en el desarrollo de modelos espacialmente explícitos de cambio de

uso del suelo a una escala muy desagregada. Un significativo progreso se ha hecho en la adquisición

de series de datos espaciales de sensores remotos, en la conceptualización de los procesos básicos

geográficos y ambientales que están asociados con el cambio de uso del suelo, y en el desarrollo de

modelos espaciales que encajen con el proceso espacial de cambio de suelo razonablemente bien. Sin

embargo, se ha prestado menor atención al desarrollo de estos modelos para comprender el proceso

económico que subraya los cambios de uso del suelo.


9

La diferencia observada entre la explotación de los niveles europeos de los futuros cambios

en el área agrícola y la evaluación de impactos en el paisaje de casos locales, pide planteamientos de

reducción de la escala que una los niveles de desarrollo europeos con los niveles de impacto del

paisaje. Para Verburg et al. (2006), la reducción de la escala es esencial para capturar adecuadamente

la enorme variabilidad de paisajes que existen a lo largo de amplios territorio que no entienden de

límites administrativos. La reducción de la escala permitirá una valoración de desarrollos diferentes y

permitirá la identificación de espacios y lugares críticos que son más vulnerables a los efectos de los

cambios.

Reducir la escala, siguiendo a Stillwell y Scholten (2001), proporciona a los planificadores

físicos y estratégicos la herramienta requerida para prever el resultado de tendencias particulares y

valorar las implicaciones de decisiones alternativas y planificar estrategias a diferentes escalas

espaciales

Durante la última década muchos modelos de cambio de ocupación del suelo han sido

desarrollados para simular deforestación, urbanización e intensificación de la agricultura (Briassoulis,

2000; Verburg et al., 2004). El abandono del suelo, sin embargo, ha sido raramente considerado en los

estudios de modelización de usos del suelo, a pesar de que es uno de los cambios más generales en

ocupación del suelo en el sur de Europa y con la potencialidad de grandes impactos en diferentes

ambientes y procesos socioeconómicos.

3. Marco teórico: El proyecto CORINE

El avance de los satélites de observación de la tierra en los últimos años del siglo XX, ha

estado permitiendo afrontar proyectos cartográficos que incrementan cada vez más la resolución

geométrica y la definición temática, lo cual, unido al lapso de paso de los satélites, permite ver como

incide la actividad humana en los usos del suelo (Bada de Cominges, 2005).

El Programa Corine (Coordination of Information of the Environment) se inicia en virtud de

una decisión del Consejo de Ministros de la Unión Europea (CE/338/85), pasando en 1995 a ser

responsabilidad de la Agencia Europea de Medioambiente (AEMA). Su finalidad es la creación y

actualización permanente de una base de datos sobre los usos del suelo del territorio europeo (Castaño

et al., 2005).

Esta base de datos ha sido reconocida como una referencia para el análisis espacial y

territorial, una fuente de información en aplicaciones medioambientales casi imprescindible para la

adopción de políticas equilibradas y acordes con la cohesión territorial y la sostenibilidad dentro de la

UE. Es la única base de datos oficial que existe hasta ahora en toda la Unión Europea a un nivel tan

homogéneo.


10

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) fue el encargado, entre 1987 y 1991, de coordinar la

ejecución del Corine Land Cover 1990 (CLC 90) en España, bajo la supervisión de la Comisión

Europea. Se creó un sistema medioambiental para lo cual se desarrollaron nomenclaturas y

metodologías de ocupación del suelo; con el acuerdo de todos los países de la UE se analizaron las

clases de suelo que había que inventariar y se definió cada clase. El CLC 90 divide jerárquicamente la

nomenclatura del suelo en cinco grandes apartados: superficies artificiales, zonas agrícolas, zonas

forestales, zonas húmedas y superficies de agua (Bada de Cominges, 2005).

3.1. Actualización

La Agencia Europea de Medio Ambiente inició a finales de los años noventa una

actualización con el objeto de proveer la información necesaria y oportuna para la obtención de los

indicadores de cambios en las tendencias de ocupación del suelo.

El nuevo proyecto tenía dos componentes principales interconectadas, la primera de ellas,

Image 2000, que abarca las actividades relacionadas con la adquisición de imágenes de satélite de toda

Europa, la ortorrectificación y la producción de un mosaico nacional y europeo de imágenes; la

segunda, Corine Land Cover 2000 (CLC 2000), comprendía las actividades relacionadas con la

elaboración de un mapa Corine y la detección e interpretación de los cambios en la cobertura del suelo

en el periodo 1990-2000.

Los expertos piensan que, respecto a la base CLC 90, la nueva base de datos europea es más

consistente en el tiempo, con una mayor exactitud geométrica, más actual, con costes de producción

menores, con un suministro de resultados más rápido y con una difusión de datos mayor para todos los

usuarios.

La AEMA, para realizar el proyecto CLC 2000, solicitó la colaboración de los centros

nacionales de referencia para ocupación del suelo. En España, el punto focal nacional es el Ministerio

de Medio Ambiente (concretamente, su Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental), que

se dirigió al Instituto Geográfico Nacional (IGN), como centro nacional cartográfico para plantear esta

colaboración con la AEMA. En contraste con el proyecto CLC 90, se optó por incorporar a las

autonomías en la elaboración del nuevo I&CLC 2000. De esta forma se intentaba conseguir una base

de datos más detallada y con incorporación de los datos que pudieran existir en la CC. AA.

El sistema geodésico de referencia que se seleccionó fue el Europeo ED50 (excepto para las

Canarias), la proyección cartográfica para toda España ha sido la UTM y la escala de edición

1:100.000. El segundo elemento condicionante fue la unidad superficial cartografiable, acordándose

que sólo aparecerían las entidades iguales o superiores a 25 hectáreas para dar continuidad a la base de

datos europea. El tercer condicionante afectaba a la nomenclatura; para su inclusión en la base de


11

datos europea se optó por una clasificación jerárquica dividida en tres niveles de ocupación con 44

clases distintas, aunque para la base de datos española, fue ampliada con los niveles 4 y 5, teniendo 85

clases de ocupación del suelo.

3.2. Producción de la base de datos

Las principales tareas que implicó el proyecto I&CLC 2000 para España fueron:

Image 2000. Adquisición y corrección de las imágenes de satélite. Éstas fueron obtenidas

por el satélite Landsat ETM, de alta resolución, en los años 1999, 2000 y 2001. Los datos

de satélite fueron corregidos geométrica y radiométricamente por los diferentes equipos

autonómicos. Con las imágenes se ha realizado una base de datos nacional de imágenes.

CLC 2000. Con la base de datos CLC 90 como referencia y la comparación de imágenes

con herramientas de fotointerpretación asistida por ordenador, los equipos autonómicos

han llevado a cabo los procesos de detección de cambios y su integración en la base de

datos.

Integración de datos, validación y difusión. El IGN se encargó de realizar la integración

de los datos y estadísticas autonómicas, obteniendo el CLC 2000-España y la base de

datos de cambios en el ámbito español. El CLC 2000 nacional fue entregado al Equipo

Técnico CLC 2000, coordinador del programa a nivel europeo, para su integración en la

base de datos CLC 2000 europea y sometido a un proceso de validación.

Garantía de calidad. Cada paso dado en el proceso de actualización ha estado sometido a

controles de calidad para asegurar la consistencia de la base de datos (Bada de Cominges,

2005).

3.3. Resultados

La primera conclusión que se obtiene del Proyecto I&CLC se refiere al compromiso de la

UE por el conocimiento del territorio en relación con la conservación del medio ambiente y la

continuidad del programa, planteando la reducción del intervalo a cinco años, con el inicio de los

trabajos para el año 2005.

La segunda conclusión, es la constatación de que la metodología armonizada y única puesta

en marcha por el I&CLC ofrece una respuesta idónea en costos de tiempo y trabajo para la obtención

de una cartografía de ocupación del suelo con productos homogéneos y perfectamente comparables

(Bada de Cominges, 2005).


12

4. Cambios de usos del suelo en la Raya Central Ibérica y la influencia en estos de la

dinámica territorial

El tema de los desequilibrios territoriales ha sido tratado con profusión en los últimos años

por diferentes disciplinas, como la Economía, la Sociología y la Geografía. Ello viene motivado

porque se ha convertido en objeto de debate político y científico, tanto en la escala global

(desequilibrio norte-sur), como en la europea (políticas regionales y fondos estructurales) y en la

española (comunidades ricas y pobres).

Debido a los cambios en las políticas, la urbanización, la globalización, la desertificación y

el cambio climático, el abandono del suelo ha llegado a ser uno de los principales cambios de

ocupación del suelo en los países mediterráneos (Geeson et al., 2002). El abandono del suelo puede

tener grandes consecuencias en procesos de erosión y sedimentación, ambientales, socio-económicos...

Las consecuencias del abandono del dependen en gran parte de las características específicas de la

localización del suelo abandonado.

De acuerdo con MacDonald et al. (2000) el abandono del suelo es el resultado de la

intensificación de la agricultura, el desarrollo tecnológico y la influencia de la Política Agraria Común.

Esto incrementa la productividad y centra las actividades agrícolas en las tierras más fértiles y

accesibles, mientras que las tierras marginales son abandonadas. Otros factores que influyen en el

abandono del suelo son la industrialización y el incremento de la importancia económica del turismo

(Fernández-Alés et al., 1992). Sin embargo cada lugar tiene factores específicos que determinan la tasa

y el modelo de abandono del suelo.

En la comunicación se trata la dinámica territorial y los cambios de uso del suelo en la Raya

Central Ibérica. El análisis de los cambios de uso del suelo sirve para comprender la importancia de la

superficie artificial en la Raya; la proporción en que crece la superficie de los regadíos, de las

infraestructuras y del espacio urbanizado; el abandono de las tierras agrícolas marginales; el aumento

de la superficie de agua embalsada; etc.

4.1. Ocupación del suelo

Esta comunicación se presenta como un avance de lo que debe ser un estudio mucho más

extenso y completo. Por este motivo, el análisis de los cambios de usos del suelo no ha finalizado,

presentándose en este texto una introducción o anticipo de lo que debe mostrarse en el Proyecto I+D

en el que se encuadra.

El estudio aquí expuesto será mejorado con la creación escenarios y modelos para ver como

los usos del suelo evolucionarán en los próximos años en el área de estudio.


13

Por consiguiente, el análisis de los cambios de ocupación del suelo en la Raya Central

Ibérica motivados por los aspectos socioeconómicos y la dinámica de la accesibilidad en este espacio,

se centra en el tratamiento de los datos estadísticos del Proyecto CORINE, ofrecidos tanto por el

Instituto Geográfico de España como de Portugal y difundidos en diversos manuales.

4.1.1. Cambios de ocupación del suelo en Extremadura

Extremadura es una de las comunidades con mayor extensión agrícola, tanto en cifras

absolutas (2.311.234 ha) como en porcentaje de superficie total (55,46%). La dehesa es un elemento

distintivo del paisaje rural extremeño, siendo la clase dominante dentro de las zonas agrícolas.

La segunda clase en extensión corresponde a las zonas forestales (42,14%), dentro de las

cuales, las superficies arboladas suponen aproximadamente el 18%.

Otro elemento característico de Extremadura es el elevado porcentaje de superficies de agua

(1,67%), de las cuales más del 90% corresponden a embalses.

En cuanto a las superficies artificiales, Extremadura se caracteriza por ser una de las

comunidades españolas con menor porcentaje de zonas artificiales (0,73%), destacando dentro de esta

clase el tejido urbano continuo.

Figura 2. Distribución de las principales clases de cobertura.

Distribución de las principales clases de cobertura del suelo en

ha (2000)

0,73%

55,46%

42,14%

1,67%

Superficies artificiales Zonas agrícolas

Zonas forestales y espacios abiertos Superficies de agua

Fuente: OSE desde datos del proyecto Corine Land Cover para España (Ministerio de

Fomento, Instituto Geográfico Nacional).

Los cambios netos en las distintas clases de coberturas presentan un patrón propio en

Extremadura. El de mayor envergadura es la pérdida de superficie forestal y espacios abiertos

(52.148,28 ha). Las demás clases experimentan un aumento de superficie, siendo las zonas agrícolas


14

las más beneficiadas (27.668,73 ha). La expansión de superficies de agua (17.309,05 ha) debida a

nuevos embalses es superior al crecimiento de superficies artificiales (6.956,46 ha).

Pese a lo comentado en el párrafo anterior, si nos centramos en los cambios porcentuales en

lugar de los cambios netos de superficie (Figura 4), es evidente que la evolución de 1987 a 2000 es

diferente. Debido a la baja cobertura inicial de las superficies de agua el aumento relativo (33,08%) es

considerable, motivado sobre todo por los nuevos embalses y charcas artificiales. Algo parecido

sucede con las superficies artificiales, ya que por la reducida extensión inicial, su incremento

porcentual es significativo (29,85%); en esta ocasión este aumento porcentual se debe principalmente

al aumento de instalaciones deportivas y de ocio, de estructuras urbanas difusas y de zonas industriales

y comerciales. Respecto a las zonas agrícolas y forestales, decir que mientras las primeras crecen

porcentualmente un 1,21%, las segundas son las únicas que disminuyen proporcionalmente (2,88%).

Figura 3. Cambios netos en ha de las principales clases de cobertura del suelo entre 1987 y 2000.

Cambios netos en ha de las principales clases de cobertura del suelo entre

1987 y 2000

6.956,46

27.668,73

-52.148,28

17.309,05

-60.000

-50.000

-40.000

-30.000

-20.000

-10.000

0

10.000

20.000

30.000

40.000

Superficies artificiales Zonas agrícolas Zonas forestales y

espacios abiertos

Superficies de agua




15

Figura 4. Cambios en porcentaje de la superficie de las principales clases de cobertura del suelo entre 1987 y 2000.

Cambios en porcentaje de la superficie las principales clases de

cobertura del suelo entre 1987 y 2000

29,85%

1,21%

-2,88%

33,08%

-10,00%

-5,00%

0,00%

5,00%

10,00%

15,00%

20,00%

25,00%

30,00%

35,00%

40,00%

Superficies

artificiales

Zonas agrícolas Zonas forestales y

espacios abiertos

Superficies de agua



El papel relevante de la agricultura en la economía extremeña queda reflejado en la

preponderancia de las zonas agrícolas y en ser motor de buena parte de los cambios de cobertura

ocurridos en el período 1987-2000. La dinámica de las dehesas ha modulado de forma significativa los

flujos entre zonas agrícolas y forestales, resultando en un incremento neto de superficie agrícola. Estos

cambios representan una gestión extensiva de amplias zonas.

Otro elemento importante es la regulación de los recursos hídricos orientados a regadío y

producción de energía. La construcción de embalses e infraestructuras hidráulicas ha tenido un efecto

detectable en el territorio (OSE, 2006).

4.1.2. Cambios de uso del suelo en Alentejo y Región Centro

La estructura y composición de la ocupación del suelo en el Portugal Continental varía del

norte a sur del país. En este punto se hace una caracterización de la ocupación del suelo de la Región

Centro y Alentejo.

En la Región Centro la superficie forestal es más abundante que cualquier otro tipo de

ocupación del suelo (50%). La superficie agrícola, con un 28%, es la segunda ocupación más

importante de esta región. Destacar por otro lado los reducidos porcentajes de las superficies agrícolas

con áreas naturales (10%) y los espacios con vegetación natural (10%), y la poca significancia de los

terrenos artificiales (2%).


16

Alentejo registra un gran porcentaje de ocupación agrícola (62%), considerando la

agricultura (42%) y las áreas mixtas de agricultura con áreas naturales (20%). El área forestal,

esencialmente de frondosas, ocupa también un área extensa en esta región (34%). Mencionar también

en esta región el escaso porcentaje de vegetación natural (3%) y el porcentaje realmente bajo de

ocupación de territorios artificiales (1%).

Figura 5. Porcentaje de cada clase de ocupación del suelo por regiones en 2000.

2,0%

28,0%

10,0%

50,0%

10,0%

1,0%

42,0%

20,0%

34,0%

3,0%

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

Áre

a (%

)

Centro Alentejo

Porcentaje de cada clase de ocupación del suelo por regiones en 2000

Territorios artificiales Agricultura Agricultura con áreas naturales

Bosques Vegetación natural

Fuente: Caetano et al., 2005.

En la Figura 6 se puede apreciar la contribución porcentual de cada región al área nacional

de cada clase de ocupación del suelo en 2000.

Hay que subrayar, si se atiende al gráfico, que gran parte del bosque portugués (41%) se

encuentra en la Región Centro, en tanto que el 43% de la agricultura se concentra en Alentejo.

También es significativo que en Alentejo se localice el 51% de la agricultura con áreas naturales, a lo

que contribuyen las extensas áreas de sistemas agroforestales (dehesas).

Hay que destacar igualmente la importante contribución de las áreas artificiales (27%) y de

la vegetación natural (34%) de la Región Centro al conjunto nacional, si se compara con los

porcentajes de Alentejo: 11% y 12%, respectivamente.


17

Figura 6. Contribución porcentual de cada región al área nacional de cada clase de ocupación del suelo en 2000.

27,0%

11,0%

26,0%

43,0%

22,0%

51,0%

41,0%

31,0%

34,0%

12,0%

0,0%

10,0%

20,0%

30,0%

40,0%

50,0%

60,0%

70,0%

80,0%

90,0%

100,0%

Territorios

artificiales

Agricultura Agricultura con

áreas naturales

Bosques Vegetación natural

Contribución porcentual de cada región al área nacional de cada clase de

ocupación de suelo en 2000

Centro Alentejo


Región Centro y Alentejo presentan porcentajes de alteración de ocupación del suelo entre

1985 y 2000 distintas. Si se tiene en cuenta que el área media de alteración de ocupación del suelo en

Portugal es del 4%, mientras que la Región Centro posee un porcentaje similar, Alentejo presenta una

proporción de alteración inferior al valor nacional. Su gran extensión y la pequeña tasa de alteración

hacen que Alentejo baje el porcentaje de alteración de ocupación del suelo a nivel nacional.

Figura 7. Área de cambio de ocupación del suelo en la región.

Área de alteración de ocupación del suelo en la región

0,0%

0,5%

1,0%

1,5%

2,0%

2,5%

3,0%

3,5%

4,0%

4,5%

Región Centro Alentejo

Porcentaje del área de alteración en la región Porcentaje del area de alteración nacional.


Los cambios de ocupación del suelo entre 1985 y 2000 se caracterizan en la Región Centro

(Figura 8) por un aumento muy significativo de los terrenos artificiales (37%), por el cambio poco

relevante que experimentan los bosques (1%), y por una disminución de las áreas agrícolas (-1%), los


18

espacios agrícolas con vegetación natural (-4%) y las áreas de vegetación natural (-3%).

A pesar de que Alentejo es la región que presenta menores alteraciones en relación a su área

total de todas las regiones de Portugal, en el periodo de análisis registra una dinámica de ocupación de

suelo del mismo tipo que otras regiones que han experimentado mayores cambios (Figura 9): un gran

aumento de las superficies artificiales (35%) y las áreas forestales (4%), y la disminución de la

superficie agrícola (-1%), de los espacios agrícolas con vegetación natural (-3%) y de las áreas de

vegetación natural (-10%).

Figura 8. Variación del área de cada clase entre 1985 y 2000 en la Región Centro.

Variación del área de cada clase entre 1985 y 2000 en relación con su

abundancia en 1985 en la Región Centro

37,0%

-1,0%-4,0%

1,0%

-3,0%

-10,0%

-5,0%

0,0%

5,0%

10,0%

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

40,0%

45,0%

Territorios

artificiales


áreas naturales

Bosques Vegetación

natural

Áre

a (%

)


Figura 9. Variación del área de cada clase entre 1985 y 2000 en Alentejo.

Variación del área de cada clase entre 1985 y 2000 en relación con su

abundancia en 1985 en Alentejo

35,0%

-1,0%-3,0%

4,0%

-10,0%-15,0%

-10,0%

-5,0%

0,0%

5,0%

10,0%

15,0%

20,0%

25,0%

30,0%

35,0%

40,0%

45,0%

Territorios

artificiales


áreas naturales

Bosques Vegetación

natural

Áre

a (%

)



19

4.1.3. Perspectiva de la Raya

De la superficie total del área de estudio tratada, la Raya Central Ibérica, tan sólo una media

del 6,21% ha experimentado cambios en su ocupación.

En la Figura 10, se aprecia el territorio que ha sufrido cambios considerando el Nivel 1 de

desagregación. Mientras que el color blanco representa el espacio sin modificaciones, cuatro

tonalidades simbolizan los cambios de ocupación: con el color azul se distinguen aquellos territorios

que han pasado a ser superficies de agua en 2000, con independencia de su ocupación en 1990; en rojo

se identifican las áreas con cambios hacia superficies artificiales; los espacios en los que ha aumentado

la zonas agrícolas se dibujan de color amarillo; mientras que de verde aparece reflejado el incremento

de zonas forestales con vegetación natural y espacios abiertos.

Ante lo comentado, y viendo la distribución de colores del mapa, es evidente que son las

zonas forestales y espacios abiertos, los que incrementan en mayor medida su superficie en el área de

estudio. Ahora bien, el comportamiento no es el mismo a un lado u otro de la Raya.

En los cinco distritos portugueses, pero sobre todo en Guarda, Castelo Branco y sur de Beja,

se aprecia un claro aumento de las superficies forestales. Aunque también hay que destacar un goteo

continuo de manchas rojizas por todo el territorio, muestra sin duda, del incremento de las superficies

artificiales, concretamente del tejido urbano.

Mientras tanto, en Extremadura, la variedad de cambios de ocupación es mayor. Si bien es

cierto que crecen las zonas forestales (en el norte, este y oeste de la provincia de Cáceres, y de un

modo más irregular en Badajoz), el resto de ocupaciones no deja de presentar peculiaridades. Las

superficies artificiales aumentan su tamaño, principalmente, en las inmediaciones de Cáceres y

Badajoz y en las Vegas del Guadiana; pero también dibujan una clara línea, que no puede sino

corresponder a la Autovía A-5. Por su parte, las zonas agrícolas, principalmente en forma de tierras de

labor (regadíos) aumentan su extensión en las Vegas del Tiétar y en las Vegas del Guadiana. Subrayar

además los cambios de ocupación que han protagonizado las superficies de agua (embalses) en el

territorio extremeño, ante todo en la provincia de Badajoz.


20

Figura 10. Cambios de uso del suelo en el área de estudio.

Fuente: IGN-CNIG e IGP. Elaboración propia.

Para profundizar más en cada una de las ocupaciones del suelo, y aumentar la desagregación,

se presentan los principales cambios de ocupación de 1990 a 2000 para el Nivel 2. Para ello, se han

considerado todos los cambios de ocupación de Nivel 2, en cada uno de los 451 municipios/concelhos

que conforman la Raya Central Ibérica. Tras esto, se ha calculado el promedio de los todos los

cambios de Nivel 2; pasando a continuación a seleccionar los doce más significativos y calcular su

máximo y su desviación estándar (Tablas 1 y 2).

Tabla 1. Principales cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 (Nivel 2).

Cod Promedio Máximo Desvest

1 0,82% 35,02% 2,52%

2 0,80% 20,61% 2,04%

3 0,78% 34,70% 2,70%

4 0,68% 16,32% 2,04%

5 0,56% 33,78% 2,32%

6 0,36% 13,46% 1,22%

7 0,31% 23,03% 1,53%

8 0,28% 30,68% 2,10%

9 0,22% 9,41% 0,76%

10 0,18% 17,60% 1,21%

11 0,18% 34,81% 1,78%

12 0,14% 15,14% 0,92%



21

Tabla 2. Nomenclatura de la ocupación del suelo para el Nivel 2.

Cod Cambios

1 De Bosques a Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea

2 De Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a Zonas agrícolas heterogéneas

3 De Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea

4 De Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a Bosques

5 De Tierras de labor a Tierras de labor

6 De Tierras de labor a Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea

7 De Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a Tierras de labor

8 De Espacios abiertos con poca o sin vegetación a Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea

9 De Zonas agrícolas heterogéneas a Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea

10 De Espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a Aguas continentales

11 De Zonas agrícolas heterogéneas a Tierras de labor

12 De Bosques a Zonas agrícolas heterogéneas


En las Figuras 11 y 12 se aprecia con mayor claridad lo expuesto anteriormente. En la

primera se muestran los cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 en función del promedio, el

máximo y la desviación estándar. Es evidente que los máximos distorsionan la realidad, aunque es

importante destacar lo elevado de algunos cambios de ocupación en algunos municipios: de bosques a

espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea (35,02%); de zonas agrícolas heterogéneas a tierras de

labor (34,81%); o de espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a espacios de vegetación arbustiva

y/o herbácea (34,70%).

Si se descartan los máximos y se considera tan sólo el promedio y la desviación estándar, se

comprueba que la ocupación que de media sufre mayor cambio no es muy significativa (de bosques a

espacios de vegetación arbustiva y o herbácea, 0,82%). Siguen a este cambio de ocupación otros con

unos porcentajes igualmente poco relevantes: de espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a

zonas agrícolas heterogéneas (0,80%); o de espacios de vegetación arbustiva y/o herbácea a espacios

de vegetación arbustiva y/o herbácea (0,78%).


22

Figura 11. Cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 (Nivel 2).

Cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 (Nivel 2)

0,00%

5,00%

10,00%

15,00%

20,00%

25,00%

30,00%

35,00%

40,00%

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Cambios de Nivel 2

Promedio Maximo Desvest


Figura 12. Cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 (Nivel 2).

Cambios de ocupación del suelo de 1990 a 2000 (Nivel 2)

0,00%

0,50%

1,00%

1,50%

2,00%

2,50%

3,00%

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Cambios de Nivel 2

Promedio Desvest


Tras ver los cambios de ocupación del suelo, es interesante destacar también el porcentaje de

superficie municipal con cambios de uso del suelo de 1990-2000. Es decir, centrarse en el territorio

que en mayor o menor medida ha sufrido los cambios que se acaban de comentar.

La Figura 13 muestra como, en gran parte de la Raya Central Ibérica, predominan los

municipios/concelhos con un reducido porcentaje de cambio de ocupación (0%-15%), es decir,

aquellos en los que las modificaciones agrícolas, forestales o socio-económicas son escasas.


23

Los términos con un mayor porcentaje de superficie afectada por los cambios (>15%), se

simbolizan con el color marrón o rojo. Destacar en el territorio portugués la situación de todo el

distrito de Castelo Branco y el norte del de Portalegre; que como se veía en la Figura 10, han sufrido

un importante incremento de zonas forestales y espacios abiertos.

Por otro lado, en Extremadura, los municipios que parecen haber sufrido los mayores

cambios se sitúan en el norte de la provincia de Cáceres (por la expansión de las zonas forestales y

espacios abiertos); en las Vegas del Tiétar (por el aumento del regadío); entre la Penillanura Cacereña

y Las Villuercas (debido a la extensión del matorral arbolado, los sistemas agroforestales y los

pastizales); en la Vegas Altas del Guadiana (por el incremento de las tierras de labor regables); y en La

Serena y la Siberia (por la construcción de embalses).

Figura 13. Porcentaje de superficie municipal con cambios de uso del suelo.


5. Conclusiones

Tras el estudio de la bibliografía existente acerca las nuevas dinámicas territoriales en el

medio rural y de los cambios de usos del suelo, y una vez analizada la Raya Central Ibérica en lo que

a los cambios de ocupación del suelo se refiere, podemos extraer algunas conclusiones.

Uno de los aspectos tratados y que debe ser verificado con los estudios que se abordarán en

el futuro, es ver en qué medida afectan los cambios de usos en la estructura socioeconómica y

ambiental del área de estudio, y si estas modificaciones son beneficiosas o perjudiciales.


24

En los análisis realizados se ha pretendido determinar y evaluar los impactos sobre las áreas

naturales y de usos tradicionales derivados de las nuevas dinámicas territoriales: tendencias

urbanísticas y demográficas, abandono de áreas marginales, incendios, etc. Estos aspectos deben

tratarse con mayor profusión en análisis posteriores, pero de momento se puede afirmar que estos

cambios tienen tanto efectos beneficiosos como perjudiciales en el ambiente y la sociedad, tan sólo se

debe ver cuáles predominan.

Es evidente, como muestran los datos del Proyecto CORINE, que el área de estudio está

experimentando un crecimiento de superficies artificiales, más concretamente, de áreas urbanas y

carreteras y autovías. Así pues, se está produciendo un incremento de la tasa de urbanización y una

tendencia hacia la concentración humana y económica en las ciudades. Por otro lado, se asiste a la

despoblación de los núcleos rurales del interior. Pues bien, estas dinámicas territoriales están

provocando cambios sobre los ecosistemas y la diversidad biológica.

No obstante, con un análisis más profundo a nivel municipal de los cambios de ocupación

del suelo (como el que se llevará a cabo), con la creación de escenarios y modelos para ver como estos

usos evolucionarán en el tiempo, y con un estudio más detallado de la accesibilidad, se puede llegar a

vislumbrar aspectos claves en la dinámica territorial y la ambiental.

Una vez expuestas las conclusiones que se extraen del estudio, se apuntan algunas de las

cuestiones en las que se debe seguir profundizando:

¿Es tan relevante en la actualidad y para las futuras generaciones el aumento de la

superficie artificial en la Raya Central Ibérica?

Teniendo en cuenta el cambio global: cambio climático, pérdida de biodiversidad,

despoblación, envejecimiento de la población, cambios de uso del suelo; ¿es posible la

creación de escenarios y modelos útiles para la Raya Central Ibérica que ayuden a

planificar y crear estrategias territoriales de futuro?

Debido al aumento de la superficie forestal, al incremento del área de sistemas

agroforestales, al abandono de la agricultura marginal, al crecimiento de la superficie de

agua embalsada, a la mejora de las infraestructuras de trasporte, al avance de los servicios

y equipamientos, ¿mejora la biodiversidad con los cambios de uso? ¿Y la calidad de vida

de las personas?

Las redes de transporte han llegado a ser esenciales para asegurar la accesibilidad de un

área pero, ¿pueden ocurrir cambios entre las funciones originales de estas redes y los usos

que se les dan?

Las pérdidas demográficas, culturales, y ecológicas que provocan el abandono de las


25

localidades menos pobladas, tienen graves consecuencias para la biodiversidad y la

cultura. ¿Podría la mejora de la accesibilidad y el desarrollo socioeconómico solucionar

el despoblamiento rural y provocar una vuelta al medio rural?

6. Agradecimientos

Agradecer la colaboración institucional del Ministerio de Ciencia e Innovación. Tanto por la

Beca FPU (2006-03185) concedida para la realización de la Tesis Doctoral de la que deriva la

comunicación; como por el Proyecto I+D+i (CGL2006-05557) dentro del que se circunscribe la Tesis,

y por lo tanto esta comunicación.

Bibliografía

ALONSO, W. Location and Land Use; 1964. En: HOLL, A. “Twenty years of accessibility improvements. The case of the

Spanish Motorway Building Programme”. Journal of Transport Geography. 2007, num. 15, p. 286-297.

Ibd. En: IRWIN, E. G.; GEOGHEGAN, J. “Theory, data, methods: developing spatially explicit economic models

of land use change”. Agriculture, Ecosystems and Environment. 2001, num. 85, p. 7-23.

ASCHAUER, D. A. “Is public expenditure productive”; 1989. En: PRESTON, J. “Integrating transport with socio-economic

activity – a research agenda for the new millennium”. Journal of Transport Geography. 2001, num. 9, p. 13-24.

BADA DE COMINGES, G. “Estadísticas de usos y coberturas del suelo a partir de imágenes de satélite”. Índice: revista de

estadística y sociedad. 2005, núm. 12, p. 20-23.

BRIASSOULIS, H. “Analysis of land use change: theoretical and modelling approaches”; 2000. En: LESSCHEN, J. P.; ET

AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under different scenarios of land abandonment in

Southeast of Spain”. Catena. 2007, num. 71, p. 110-121.

Ibd. En: VERBURG, P. H.; ET AL. “Downscaling of land use change scenarios to asses the dynamics of European

landscapes”. Agriculture, Ecosystems and Environment. 2006, num. 114, p. 39-56.

CAETANO, M.; ET AL. Aterações da ocupação do solo em Portugal Continental: 1985-2000. Lisboa: Instituto do

Ambiente, 2005.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. “Alentejo-Extremadura: ciudades y ordenación del territorio”. Boletín de la Asociación

de Geógrafos Españoles. 1997a, núm. 25, p. 67-82.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. “Badajoz: paradigma de ciudad fronteriza”. Anales de geografía de la Universidad

Complutense. 1995, núm. 15, p. 169-182.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. “Recursos turístico-patrimoniales en la raya Extremeña-Alentejana”. En: PARDELLAS

DE BLAS, X. X. (Coord.). Turismo de interior en áreas fronteirizas: recursos e ofertas. Vigo: Universidade de

Vigo, Servicio de Publicaciones, 2007a. p. 49-76.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. “Territorio y ciudades abaluartadas en la Raya / Raia ibérica: de frontera a Patrimonio

Mundial en Serie”. En: CRUZ VILLALÓN, M. (Coord.). Ciudades y núcleos fortificados de la frontera hispano-

lusa: el territorio de Extremadura y Alentejo. Historia y patrimonio. Universidad de Extremadura, Servicios de

Publicaciones, 2007b. p. 257-268.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. “El turismo en la política de cooperación transfronteriza lusa-extremeña”. En:

VALENZUELA RUBIO, M. (Coord.). Los turismos de interior: el retorno a la tradición viajera. Madrid:

Universidad Autónoma de Madrid, Ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid, 1997b. p. 627-642.

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J.; CABERO DIÉGUEZ, V. “Knowledge of border areas: the contribution of Spanish

Geographers”. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles. 1995-1996, núm. 21-22, p. 83-98.

http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=86413


26

CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J.; ET AL. “Ciudades abaluartadas de la raya ibérica: de frontera a paisaje cultural de la

humanidad”. PH: Boletín del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico. 2006, núm. 60, p. 74-83.

CASTAÑO, S.; ET AL. “Metodología para la elaboración de la cartografía europea de usos del suelo (Corine Land Cover

2000). Aplicación a la región de Castilla-La Mancha (España). Comunicación en: 6ª Semana Geomática (Barcelona

8-11 de febrero de 2005).

CRAFTS, N. F. R. “Post neo-classical endogenous growth theory: what are its policy implications”; 1996. En: PRESTON, J.

“Integrating transport with socio-economic activity – a research agenda for the new millennium”. Journal of

Transport Geography. 2001, num. 9, p. 13-24.

DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-ecological systems. A

case of study in a semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

EUROPEAN COMMISSION. Cohesion and Transport; 1998. En: HOLL, A. “Twenty years of accessibility improvements.

The case of the Spanish Motorway Building Programme”. Journal of Transport Geography. 2007, num. 15, p. 286-

297.

FERNANDEZ-ALES, R.; ET AL. “Recent change and landscape structure and function in a Mediterranean region of SW

Spain (1950-1984)”; 1992. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the

dynamics of socio-ecological systems. A case of study in a semiarid Mediterranean landscape”. Ecological

Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

Ibd. En: LESSCHEN, J. P.; ET AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under different scenarios of

land abandonment in Southeast of Spain”. Catena. 2007, num. 71, p. 110-121.

FUJITA, M.; ET AL. The Spatial Economy. Cities, Regions and International Trade; 1999. En: HOLL, A. “Twenty years of

accessibility improvements. The case of the Spanish Motorway Building Programme”. Journal of Transport

Geography. 2007, num. 15, p. 286-297.

GEESON, N. A.; ET AL. Mediterranean Desertification: A Mosaic of Processes and Responses; 2002. En: LESSCHEN, J.

P.; ET AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under different scenarios of land abandonment in


GIULIANO, G. “Land use impacts of transportation investment: Highway and transit”; 1986. En: The Geography of Urban

Transportation. En: GUTIERREZ, J.; GOMEZ, G. “The impact of orbital motorways on intra-metropolitan

accessibility: The case of Madrid’s M-40”. Journal of Transport Geography. 1999, num. 7, p. 1-15.

GÓMEZ MENDOZA, J. “Las nuevas funciones socioeconómicas y medioambientales de los espacios rurales”. En: GARCÍA

PASCUAL, F. (Coord.). El mundo rural en la era de la globalización: incertidumbres y potencialidades. Madrid:

Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Serie de Estudios, Universitat de Lleida, 2001. p. 111-148.

GUTIÉRREZ GALLEGO, J. A. “Delimitación, clasificación y caracterización de unidades socio-territoriales homogéneas en

España. Año 2001”. Director: Julián Mora Aliseda. Universidad de Extremadura, Departamento de Geografía y

Ordenación del Territorio, 2004

GUTIÉRREZ GALLEGO, J. A. “Nuevas Tecnologías aplicadas a la investigación social. El caso de Extremadura”. Mapping.

1998.

GUTIERREZ, J.; GOMEZ, G. “The impact of orbital motorways on intra-metropolitan accessibility: The case of Madrid’s

M-40”. Journal of Transport Geography. 1999, num. 7, p. 1-15.

HELLING, A. Why we should care about intra-metropolitan accessibility and how we measure it; 1996. En: GUTIERREZ,

J.; GOMEZ, G. “The impact of orbital motorways on intra-metropolitan accessibility: The case of Madrid’s M-40”.

Journal of Transport Geography. 1999, num. 7, p. 1-15.

HOLL, A. “Twenty years of accessibility improvements. The case of the Spanish Motorway Building Programme”. Journal

of Transport Geography. 2007, num. 15, p. 286-297.

HOUGHTON, R. A. “The worldwide extent of land-use change”; 1994. En: ISAAC-MÁRQUEZ, R.; ET AL. “Estrategias

productivas campesinas: un análisis de los factores condicionantes del uso del suelo en el oriente de Tabasco,

México”. Universidad y Ciencia. 2005, vol. 21, núm. 42, p. 56-72.


27

HYLTON, T. Save Our Land, Save Our Towns; 1995. En: MILLOT, M. “Urban growth, travel practices and evolution of

road safety”. Journal of Transport Geography. 2004, num. 12, p. 207-218.

ISAAC-MÁRQUEZ, R.; ET AL. “Estrategias productivas campesinas: un análisis de los factores condicionantes del uso del

suelo en el oriente de Tabasco, México”. Universidad y Ciencia. 2005, vol. 21, núm. 42, p. 56-72.

IRWIN, E. G.; GEOGHEGAN, J. “Theory, data, methods: developing spatially explicit economic models of land use

change”. Agriculture, Ecosystems and Environment. 2001, num. 85, p. 7-23.

KRUGMAN, P. “Increasing returns and economic geography”; 1991. En: HOLL, A. “Twenty years of accessibility

improvements. The case of the Spanish Motorway Building Programme”. Journal of Transport Geography. 2007,

num. 15, p. 286-297.

LAMBIN, E. F.; ET AL. “The causes of land-use and land-cover change: moving beyond the myths”; 2001. En: DE

ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-ecological

systems. A case of study in a semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

LAMBIN, E. F.; ET AL. Land-use and land cover change (LUCC): implementation strategy; 1999. En: ISAAC-MÁRQUEZ,

R.; ET AL. “Estrategias productivas campesinas: un análisis de los factores condicionantes del uso del suelo en el

oriente de Tabasco, México”. Universidad y Ciencia. 2005, vol. 21, núm. 42, p. 56-72.

LESSCHEN, J. P.; ET AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under different scenarios of land

abandonment in Southeast of Spain”. Catena. 2007, num. 71, p. 110-121.

LORENZONI, I.; ET AL. “A co-evolutionary approach to climate change impact assessment: Part I Integrating socio-

economic and climate change scenarios”; 2000. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape

changes derived from the dynamics of socio-ecological systems. A case of study in a semiarid Mediterranean

landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

MACDONALD, D.; ET AL. “Agricultural abandonment in mountain areas of Europe: environmental consequences and

policy response”; 2000. En: LESSCHEN, J. P.; ET AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under

different scenarios of land abandonment in Southeast of Spain”. Catena. 2007, num. 71, p. 110-121.

MERLIN, P. La croissance urbaine. Collection: Que sais-je; 1994. En: MILLOT, M. “Urban growth, travel practices and

evolution of road safety”. Journal of Transport Geography. 2004, num. 12, p. 207-218.

MEYER, W. B.; TURNER II, B. L. “Human population growth and global land-use/cover change”; 1992. En: ISAAC-

MÁRQUEZ, R.; ET AL. “Estrategias productivas campesinas: un análisis de los factores condicionantes del uso del

suelo en el oriente de Tabasco, México”. Universidad y Ciencia. 2005, vol. 21, núm. 42, p. 56-72.

MILLOT, M. “Urban growth, travel practices and evolution of road safety”. Journal of Transport Geography. 2004, num. 12,

p. 207-218.

MOLINA HERRERA, J.; ET AL. Informe económico de la provincia de Almería 1992; 1993. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET

AL. “Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-ecological systems. A case of study in a

semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

MORA ALISEDA, J. “Los desequilibrios territoriales y el desarrollo sostenible”. En: MORA ALISEDA, J.; JAQUENOD

DE ZSÖGÖN, S. (Coord.). Ambiente y desarrollo sostenible = Ambiente e desenvolvimento sustentável.

Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones, 2002. p. 925-932.

MORA ALISEDA, J.; CASTELLANO ÁLVAREZ, F. J. “Evolución y redefinición del concepto de desarrollo rural: de la

sectorización hacia el enfoque holístico”. En: MORA ALISEDA, J.; DOS REIS CONDESSO, F. (Coord.).

Políticas urbanas y territoriales en la Península Ibérica. Editora Regional de Extremadura, vol. 2, 2005. p. 377-

392.

MORA ALISEDA, J.; DOS REIS CONDESSO, F. “El acceso a la información medioambiental en el poder de las

administraciones públicas portuguesa y española”. Observatorio medioambiental. 2006, núm. 9, p. 27-41.

MORA ALISEDA, J.; DOS REIS CONDESSO, F. “Medio ambiente y territorio en Europa: propuestas para una política de

ordenación espacial en la península ibérica”. Estudios de derecho judicial. 2004, núm. 67, p. 95-124.


28

MORA ALISEDA, J.; DOS REIS CONDESSO, F. (Coord.). Políticas urbanas y territoriales en la Península Ibérica.

Editora Regional de Extremadura, 2005. ISBN 84-7671-867-5.

MORA ALISEDA, J.; ET AL. “La iniciativa comunitaria INTERREG III en España” Boletín de la Asociación de Geógrafos

Españoles. 2005a, núm. 39, p. 267-284.

MORA ALISEDA.; ET AL. “La iniciativa Interreg III para la cooperación de España y Portugal”. En: MORA ALISEDA,

M.; DOS REIS CONDESSO, F. (Coord.). Políticas urbanas y territoriales en la Península Ibérica. Editora

Regional de Extremadura, vol. 2, 2005b. p. 299-322.

MORA ALISEDA, J.; JAQUENOD DE ZSÖGÖN, S. (Coord.). Ambiente y desarrollo sostenible = Ambiente e

desenvolvimento sustentável. Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones, 2002. ISBN 84-7723-404-3.

MORA ALISEDA, J.; PIMIENTA MUÑIZ, M. “La Estrategia Territorial Europea (ETE): una concepción integradora y

cohesionada del espacio”. Norba. Revista de historia. 2003, núm. 16, p. 701-707.

NIKODEMUS, O.; ET AL. “The impact of economic, social and politic factors on the landscape structure of the Vidzeme

Uplands in Latvia”; 2005. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the


Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

OBSERVATORIO DE LA SOSTENIBILIDAD EN ESPAÑA. Cambios de ocupación del suelo en España: Implicaciones

para la sostenibilidad. Madrid: Mundi-Prensa Libros, 2006. 485 p. ISBN: 84-8476-287-4.

PARKER, A. “Patterns of federal urban spending: central cities and their suburbs, 1983-1992”; 1995. En: MILLOT, M.

“Urban growth, travel practices and evolution of road safety”. Journal of Transport Geography. 2004, num. 12, p.

207-218.

PÄRTEL, M.; ET AL. “Landscape history of a calcareous (alvar) grassland in Hanila, Western Estonia, during the last three

hundred years”; 1999. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the


Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

PRESTON, J. “Integrating transport with socio-economic activity – a research agenda for the new millennium”. Journal of

Transport Geography. 2001, num. 9, p. 13-24.

ROMERO-CALCERRADA, R.; PERRY, G. L. W. “The role of land abandonment in landscape dynamics in the SPA

‘Encinares del río Alberche y Cofio’, Central Spain, 1984-1999”; 2004. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL.

“Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-ecological systems. A case of study in a

semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

ROSTOW, W. W. The Stages of Economic Growth: A Non-Communist Manifesto; 1991. En: PRESTON, J. “Integrating

transport with socio-economic activity – a research agenda for the new millennium”. Journal of Transport

Geography. 2001, num. 9, p. 13-24.

STILLWELL, J.; SCHOLTEN, H. “A framework for European land use simulation”; 2001. En: VERBURG, P. H.; ET AL.

“Downscaling of land use change scenarios to asses the dynamics of European landscapes”. Agriculture,

Ecosystems and Environment. 2006, num. 114, p. 39-56.

STOCKDALE, A. “Migration: pre-requisite for rural economic regeneration?” Journal of Rural Studies. 2006, num. 22, p.

354-366.

STOCKDALE, A. “Towards a typology of out-migration from peripheral areas: a Scottish Case Study”; 2002. En:

STOCKDALE, A. “Migration: pre-requisite for rural economic regeneration?” Journal of Rural Studies. 2006,

num. 22, p. 354-366.

Ibd En: PANIAGUA, A. “The environmental dimension in the constitution of new social groups in an extremely

depopulated rural area of Spain (Soria)”. Land Use Policy, 2008, num. 25, p. 17-29.

STOCKDALE, A.; ET AL. “The repopulation of rural Scotland: opportunity and threat”; 2000. En: PAQUETTE, S.;

DOMON, G. “Changing ruralities, changing landscapes: exploring social recomposition using a multi-scale

approach”. Journal of Rural Studies. 2003, num. 19, p. 425-444.


29

STOCKDALE, A.; FINDLAY, A. SHORT, D. “The repopulation of rural Scotland: opportunity and threat”. Journal of Rural

Studies. 2000, num. 16, p. 243-257.

TURNER II, B. L.; ET AL. Land-Use and Land-Cover change; 1995. En: ISAAC-MÁRQUEZ, R.; ET AL. “Estrategias



VARELA, C. “The Common Agricultural Policy and the environment: conceptual framework and empirical evidence in the

Spanish agriculture”; 2000. En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the


Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

VELASCO BERNARDO, C.; CAMPESINO FERNÁNDEZ, A. J. (Coord.). Portugal-España: ordenación territorial del

Suroeste Comunitario: acta, ponencias y comunicaciones. Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones,

1996.

VELDKAMP, A.; LAMBIN, E. F. “Predicting land-use change”; 2001. En: ISAAC-MÁRQUEZ, R.; ET AL. “Estrategias



VERBURG, P. H.; ET AL. “Downscaling of land use change scenarios to asses the dynamics of European landscapes”.

Agriculture, Ecosystems and Environment. 2006, num. 114, p. 39-56.

VERBURG, P. H.; ET AL. “Land use change modelling: current practice and research priorities”; 2004. En: LESSCHEN, J.

P.; ET AL. “Identification of vulnerable areas for gully erosion under different scenarios of land abandonment in


Ibd. En: VERBURG, P. H.; ET AL. “Downscaling of land use change scenarios to asses the dynamics of European

landscapes”. Agriculture, Ecosystems and Environment. 2006, num. 114, p. 39-56.

WANG, Y.; ZHANG, X. “A dynamic modeling approach to simulating socioeconomic effects on landscape changes”; 2001.

En: DE ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-

ecological systems. A case of study in a semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8,

p. 672-685.

WU, J.; HOBBS, R. “Key issues and research priorities in landscape ecology: an idiosyncratic synthesis”; 2002. En: DE

ARANZÁBAL, I.; ET AL. “Modelling of landscape changes derived from the dynamics of socio-ecological

systems. A case of study in a semiarid Mediterranean landscape”. Ecological Indicators. 2008, num. 8, p. 672-685.

CAMBIOS DE OCUPACIÓN DEL SUELO Y DINÁMICA TERRITORIAL … de... · 2014-05-15 · Cambios de...

Documents

Transcript of CAMBIOS DE OCUPACIÓN DEL SUELO Y DINÁMICA TERRITORIAL … de... · 2014-05-15 · Cambios de...