Bizancio y La Religion

download Bizancio y La Religion

of 63

description

Historia bizantina, teología de la Iglesia de Oriente

Transcript of Bizancio y La Religion

LOS ORIGENES DEL CRISTIANISMO

LOS ORIGENES DEL CRISTIANISMOEn el Imperio Romano, durante el siglo III se viva una crisis enorme, con guerras civiles constantes, invasiones de pueblos brbaros, emperadores asesinados uno tras otro, y un pueblo que fue dejando de creer que ser romano era un privilegio, que perdi el orgullo de pertenecer a ese fantstico Imperio de Augusto, Trajano, Adriano y tantos otros hombres talentosos.En el marco de esa crisis, tambin los Dioses fueron cayendo en desgracia, se fueron mezclando con dolos orientales y otras religiones de pueblos vecinos, que en el marco de la total libertad de culto romana hacan crecer su influencia sobre un pueblo descredo.Una de esas religiones, el cristianismo, iba aumentando poco a poco su caudal de seguidores, pero no sin sufrir de vez en cuando fuertes persecuciones, as como tambin edictos de los emperadores de turno que los obligaban a rendir culto a los paganos.Cruz de procesin, siglo XIEl cristianismo no aceptaba otro Dios que no sea el suyo, por eso no pudo agregarse a las religiones romanas, ya que las exclua a todas, de la misma manera que lo haca el judasmo.En 285 toma el poder Diocleciano, y all se produce una de las ms sangrientas persecuciones de la historia: el emperador pudo ver el peligro que representaba para el Imperio Romano tradicional la propagacin de una religin tan distinta en su espritu a las religiones clsicas.Sin embargo, luego de la guerra civil que envolvi por muchos aos a los tetrarcas, con las victorias de Constantino sobre Majencio, Maximiano y Licinio, el nuevo gobernante nico de Roma se dio cuenta del poder que podra representar la nueva religin si se pona de su lado, necesitado como estaba de asentar su gobierno con una slida base.

Constantino no fue cristiano ni por un solo instante, y esto se deduce por sus acciones poco piadosas (venci a sus enemigos a sangre y fuego, ejecutando a quin le pudiera hacer sombra, como por ejemplo hizo con Licinio, y asesin a su hijo y su esposa a sangre fra) y por el hecho de que si bien les dio a los cristianos libertad de culto (Edicto de Miln, 313), jams prohibi un solo Dios pagano, ni persigui a los que practicaban estos cultos.Sin embargo sus intervenciones en el Concilio de Nicea, en 325, fueron de imponer la unidad de accin en el cristianismo, condenar la hereja del arrianismo, para que la religin fuera fuerte y unida, y oficializar el cristianismo que a partir de all usara toda la estructura del estado romano y acompaara al emperador siempre en sus decisiones.Constantino hizo del cristianismo un instrumento de poder en el cual se iran apoyando cada vez ms los emperadores romanos, siguiendo su ejemplo.Luego del breve parntesis de Juliano el Apstata (361-363), que restaurara el paganismo y persiguiera a los cristianos, pero por poco tiempo, ya que muri en campaa contra los persas, el cristianismo se ver an ms fortalecido que antes.El 27 de Febrero de 380, el emperador Teodosio pronuncia un edicto que declara al cristianismo religin oficial del Imperio, con lo cual tenemos la verdadera fecha en la que se impone esta nueva religin.Teodosio termin de darle forma a esta insercin del cristianismo en Roma, dndole un poder enorme, ofrecindole la estructura del estado a su servicio, y obteniendo el poder que le daba esta religin sobre su gente.Cruz del siglo XII

Aqu termina de establecerse el cristianismo como religin oficial, apoyo del nuevo estado romano, que poco a poco ira evolucionando hasta alcanzar enorme influencia e importancia, que sera fundamental durante los mil aos ms de vida del Imperio Romano en oriente, o Imperio Bizantino.Una de las costumbres que marcarn la importancia de la iglesia cristiana en el Imperio es la coronacin del emperador por parte del patriarca, lo que da la tan buscada legitimidad, aunque el emperador sea un usurpador, siendo el primero en recibir dicha coronacin Len I, quin recibi la corona de manos del patriarca de Constantinopla en 457.

A pesar de ello, no se puede hablar de un rpido asentamiento de la religin cristiana en Roma, porque primero, no deban ser la mayora cuando el gobierno de Constantino, y ni siquiera en el de Teodosio, ya que las decisiones que tomaron a favor de los obispos estos emperadores obedecan a factores de poder y no de popularidad, y no se puede negar que el paganismo subsisti al menos hasta 529, cuando Justiniano mand cerrar la Escuela de Filosofa de Atenas.Esta fue la forma, contada muy a grandes rasgos, en que el cristianismo se fue imponiendo en Roma hasta ser la religin oficial, pero luego tuvo que luchar contra las interminables herejas, arrianismo, nestorianismo, monofisismo, etc, que vean la doctrina de manera ms simple que la complicada y protocolar ortodoxia, y que por ello se convertan en un peligro al ser aceptados fcilmente por las masas mas humildes, especialmente entre los campesinos y el ejrcito, y en las provincias de Siria y Egipto, triunfando la ortodoxia en las ciudades grandes, especialmente en Constantinopla, Tesalnica y las ciudades de Asia Menor, Trebizonda, Efeso, Mileto, Nicea, Nicomedia, etc.Una vez superadas las primeras herejas, la herida provocada por el cisma monofisita no pudo ser cerrada nunca, siendo una de las causas de la prdida de Siria, Palestina y Egipto a manos del Islam, que se gan a la poblacin poco a poco con su libertad de cultos.Icono de Cristo PantocrtorLa ortodoxia religiosa, representada por el patriarca de Constantinopla, con su intransigencia respecto a los aspectos doctrinales ms sutiles, al mismo tiempo que se consolidaba en el nuevo Imperio tambin fue la causa de innumerables problemas con la Iglesia de Roma, que recorri caminos distintos de la mano de Papa, con un poder en principio muy deteriorado por las invasiones brbaras, pero que con los siglos fue creciendo y se transform en una fuente de graves problemas para el Imperio Bizantino, con los cismas del siglo IX, en la poca de Focio, y en el siglo XI, en la poca de Miguel Cerulario, en 1054.La pugna por el poder fue ganada por Roma con la victoria de los latinos de la cuarta cruzada (desviada por los venecianos a Constantinopla en 1204, y luego con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, que redujeron a los ortodoxos enormemente, pero la ortodoxia sigui su camino hasta el da de hoy, y fue una influencia enorme para pueblos como Serbia, Bulgaria, Armenia, Rusia, y muchos otros.

R. C.FIESTAS RELIGIOSAS BIZANTINAS

La Natividad de Mara (8 de Septiembre)La Exaltacin de la Cruz (14 de Septiembre)La Presentacin de Mara en el Templo (21 de Noviembre)La Navidad (25 de Diciembre)El Bautismo (6 de Enero)La Presentacin de Jess en el Templo (2 de Febrero)La Anunciacin (25 de Marzo)La Transfiguracin (6 de Agosto)El Descanso de la Virgen (15 de Agosto)La Entrada en Jerusaln (Domingo de Ramos)El Descenso a los Infiernos

La AscensinLa PentecostsLa Resurreccin de Lzaro (Vigilia del Domingo de Ramos)La Ultima Cena (Jueves Santo)Descenso de la Cruz (Viernes Santo)Incredulidad de Toms (primer Domingo despus de Pascua)Las Mujeres Mirforas (segundo Domingo despus de Pascua)Proteccin de la VirgenSimbologa del icono bizantino.Por Manuel Vega.La clebre Virgen de Vladimir. Constantinopla, ao 1125.La Virgen de la Ternura, Constantinopla, siglo XIV.Virgen con el Nio, Tesalnica, siglo XIV.

SIMBOLOGA DE LOS COLORES Los colores, producto de la descomposicin de la luz, tienen en iconografa un lenguaje propio y son portadores de un lenguaje mstico, trascendente. Eugenio Troubotzko, filosofo ruso de principios del siglo XVIII al hablar sobre los iconos expresa lo siguiente " Los colores son utilizados por el artista con el objeto de separar el cielo, de nuestra existencia terrenal, ah estla clave que permite comprender la belleza inefable de la simbologa del icono" Los icongrafos, escritores que no pintores de los iconos puestoque estos se escriben y no se pintan,no pueden utilizar libremente los colores, ni darles tonalidades diversas, como tampoco puede obscurecerlos con sombras, pues debe concretarse al color que est previamente determinado. El Concilio II de Nicea estableci que "Solamente el aspecto tcnico de la obra depende del pintor. todo su plan, su disposicin depende de los santos Padres". es por eso que se establecieron manuales para la elaboracin de ellos. En primer lugar, al hablar sobre los colores en losiconos es necesariohacerlo sobre su luz, pues en ellos la luz no proviene de un lugar especfico como sucede en la pintura occidental, sino que las figuras en ellos estn inmersos en la luz. El Dorado El hombre, desde sus orgenes ha admirado la dorada luz del sol, presumiendo que provena de la Divinidad, pues en la naturaleza no es posible encontrar este color. En los iconos todos los fondosestn cubiertos de este color, el que se logra aplicando hojas de oro, el que es bruido hasta lograr su mximo brillo.En la iconografa bizantina representa la luz de Dios, por lo tanto cualquier figura representada en ellos est llena de la luzDivina. El manto y tnica del Pantocrtor, de la Teothokos o Madre de Dios, algunos arcngeles ysantos estn decorados con elaborados dibujos con este color pues la proximidad con Dios as lo requiere. EL Blanco El blanco no es propiamente un color, sino la suma de todos ellos. Es la luz misma. Es el color de la "Vida Nueva". En el icono de la Resurreccin, la tnica de Cristo es de ese color.. Los primeros cristianos al bautizarse,portaban vestiduras blancas como smbolo de su nacimiento ala nueva vida trascendente.

Virgen con el nio, de autor siciliano de estilo bizantino.

El Negro Es la contraparte del color anterior, pues es la ausencia total de luz, la carencia total de color. El negro representa la nada, el caos, la muerte, pues sin luz la vida deja de existir.. En los iconos aparece en la gruta de la Natividad, el Nio que se encuentra fuera de ella pues anteriormente a su venida, espiritualmente solo exista la muerte. De este color son los condenados y los demonios en el icono del "Juicio Final" pues para ellos la Vida Eterna se ha extinguido. El rojo Este color ha sido ampliamente utilizado por los icongrafos en los mantos y tnicas de Cristo y los mrtires. Simboliza la sangre del sacrificio, as como tambin al amor, pues el amor es la causa principal del sacrificio. Al contrario del blanco que simboliza lo intangible, elrojo es un color netamente humano; representando por lo tanto,la plenitud de la vida terrenal. En el icono del Pretorio, Jess viste una tnica roja lo que hace saber que es el "Hijo del Hombre" y que est preparado para el sacrificio. El Prpura Este colorante, extrado de un crustceo del mar Rojo, era utilizado para teir las mas finas sedas. A partir del "Codigo Justinianeo" su uso qued reservado exclusivamente para el emperador, sus familiares mas cercanos, los "augustos"y para algunos otros reyes. Por lo tanto en los iconoseste color se hace representativo del poder imperial.Es utilizado nicamente el los mantos y tnicas del Pantocrtor, y de la Virgen o Teothokos. Representando que Cristo y por extensin suMadre, detentan el poder divino. Como Cristo es tambin elSumo Sacerdote de laIglesia, simboliza el Sacerdocio. El Azul Todas las antiguas culturas hicieron del azul un color relacionado con la divinidad. Los egipcios lo ligaron con la "verdad", por lo tanto con sus dioses. En los muros de sus tumbas y templos se pueden observar pinturas de sacerdotes cuyas vestiduras son de ese color. La mascara funeraria de Tutankhamon est decorada con franjas de lapislzuli, para que as fuese identificado en el ms all como un dios. Es natural que en Bizancio fuese establecido comoel color propio de Dios y de las personas a las cuales les transmite su santidad. Michel Quenot, en su invaluable obra "El Icono" dice: " El azul ofrece una transparencia que se verifica en el vaci del agua, del aire o del cristal. La mirada penetra ah hasta el infinito yllega a Dios" El Verde Es el color resultante dela combinacin del azul y el amarillo. El verde es el color de la naturaleza, el color de la vida sobre la tierra, del renacimiento a la llegada de la primavera. La iconografa le otorga un significado de renovacin espiritual. En los iconos vemos multitud de ejemplos en donde es utilizado: las tnicas y mantosde los profetas, la tnica de San Juan Bautista o El Precursor, etc. pues fueron ellos quienes anunciaron la venida de Cristo. El Marrn o Caf Este color es tambin producto de la mezcla de varios otros, como el rojo, el azul, el blanco y el negro. Es el color de la tierra. y por lo tanto la iconografa pinta de color marrn los rostro de las imgenes que aparecen en los iconos, para recordar aquello de "polvo eres y en polvo te convertirs" Significa tambin "humildad", pues esta palabra proviene del vocablo latino "humus" que significa "tierra". Es por ese motivo que los hbitos de los monjes son de ese color. Oro, blanco, negro, rojo, prpura, azul, verde y marrn son los nicos colores que pueden ser utilizados en la pintura de los iconos, el uso de otras combinaciones de colores queda fuera de toda regla iconogrfica pues no contienes ninguna simbologa.Cristo, Sabidura Divina, Tesalnica, Siglo XIV.Crucifixin, Constantinopla, ao 1350.Cristo, icono de 1260, de Serbia, cuya cultura es deudora absoluta de Bizancio.

La Figura Humana A partir de la Grecia clsica el arte occidental pretendi exaltar la belleza de la figura humana. En la Atenas de Pericles, para la elaboracin de las obras escultricas, se elegan modelos que eran arquetipos de belleza y perfeccin anatmica y de esa manera establecer las proporciones perfectas de cada una de las partes del cuerpo humano. ElRenacimiento retom los ideales de la esttica griega. La pintura de tradicin bizantina difiere radicalmente del concepto occidental que sebasa en la belleza fsica. En los iconos, la figura humana revela una carencia total de realismo, pretendiendo hacer patente el mensaje espiritual de esas pinturas, puesto que la belleza interior tiene primaca sobre la esttica, pues el icono pretende solamente cumplir con su misin evanglica. La Cabeza Humana En los iconos, la cabeza no mantiene ninguna proporcin con el resto del cuerpo, pues en ella radica la inteligencia y la sabidura, as como tambin es la receptora de las luces de Dios. La cabeza femenina siempre es presentada cubierta por el manto o por algn otro tocado, ocultando por completo el pelo. En los iconos del Nio Jess y dealgunos santos, como San Nicols, San Basilio sus cabezas son representadas de un gran tamao y con la frente abombada, significando que detentan una inteligencia superior y questa esasistida por el Espritu Santo. Las cabezas de Cristo, la Virgen (Teothokos), ngeles y santos se encuentran siempre rodeadas de un "nimbo", generalmente dorado, que representa la "Luz de Dios". El Rostro El rostro de las imgenes se puede afirmar que son el centro espiritual del icono. Estos rostros son presentados generalmente viendo hacia el frente, pues "la frontalidad significa presencia" y de esa manera tienen un contacto directo con quien las observa. Se encuentran siempre en actitud de oracin, ya que su pensamiento est puesto en el Altsimo, sin embargo, parecen estar interrogando permanentementea quien se aproxima a ellas. Algunas veces los rostros se encuentran en una posicin de "tres cuartos", es decir se dirigehacia el motivo principal del icono,sin embargo,su vista va hacia el frente. Este es el caso de la Virgen de Vladimir y de la Virgen de la Pasin,enlos que la cabeza de la Madre se dirige al Hijo pero su mirada est orientada hacia quienes la observan. Otro iconocon estas mismas caractersticas es el de "San Lucas en su estudio de pintor", su cabeza se vuelve hacia el trabajo que est ejecutando pero su vista est fija en el frente. Estas disposiciones fueron expresamentefijadas por el "Manual Herminio", que actualmente se encuentra resguardado en algn monasterio del Monte Athos. Algunos rostro son presentados de perfil, su explicacin icnogrfica sera que los personajes as presentados an nohan alcanzado la santidad, un ejemplo se tiene en el icono de la "Natividad", en el que el rostro delos pastores adopta esa posicin. La iconografa rechaza tajantemente pintar la parte posterior del rostro, es decir, la nuca. En laGrecia Clsicallamaban a los eslavos "aprosopos", que significa "los sin rostro". En un icono de San Juan Bautista o ElPrecursor se puede ver su cabeza separada del cuerpo pero su cara es perfectamente visible. Esta simbologa se basa en en un versculodelEvangelio de San Lucas que dice"El que pone la mano en el arado y mira hacia atrs no sirve para el Reino de Dios" Mucho se ha dicho, en forma por dems crtica, que en los iconos el mismo modelo de rostro se repite una y otra vez. Cuanta verdad encierran estas palabras pero en vez de ser en su demrito son una alabanza ya que al ser plasmados en los iconos los rostros humanos, el hombre pasa a ser "el hombre nuevo" que habla San Pablo y que ha recibido ya la Gracia Divina pues a los ojos de Dios no existe diferencia alguna entre sus hijos.Arcngel Miguel, Constantinopla, Siglo XIV.El profeta Daniel en el foso de los leones, Constantinopla, siglo XIV.

Las Partes del Rostro Los ojos Los ojos de las figuras que aparecen en los iconos son extremadamente grandes y se encuentran enmarcados por cejas muy arqueadas. Comparndolos con el tamao de la cabeza estn fuera de toda proporcin, rompiendo las medidas antropomtricas, as como tambin con las medidas acadmicas establecidas por el arte occidental. Los ojos, como todos los rganos sensoriales de la cara llevan implcito un smbolo basado en el textoevanglico de San Lucasque textualmentedice "Mis ojos han visto tu salvacin". Esos ojos siempreparecen estar inmviles pues no solo ven sino que vigilan e interrogan, penetrando hasta lo ms profundo del alma del espectador. Los icongrafos al pintarlos de esa formapretendenrevelar la Verdad, pues es en esos ojos de tamao descomunal, en donde se encuentra cobijada. Siguen al pie de la letra lo indicado por el Evangelio "Tu ojo es la lmpara. Si tu ojo est limpio toda tu persona aprovecha la luz. Pero si es borroso toda tu persona estar en confusin". La Nariz rgano olfativo e inicio de las vas respiratorias, en los iconos se le representa muy aguda y alargada, casi como un filamento que une los ojos con la boca. Es pintada de esa manera para impedir el paso a las fragancias del mundo material y poder captar solamente el olor de lo sagrado, sirviendo de conducto al hlito del espritu que debe inundar todo el ser del personaje representado en el icono. La Boca Algunos filsofos griegos afirmaban que la boca es la parte mas sensual de cuerpo. En ella radica el sentido del gusto, que permite saborear los mas sofisticados platillos y rechazar aquellos otros que causen malestar. De ella brotanlas palabras que alaban o insultan. Con ella seotorgauna de las caricias ms apreciadas por el ser humano, el beso. Los icongrafos la anulan como rgano sensorial, pintndola extremadamente fina, casi como una lnea con dos pequeos tringulos que simulan ser labios. Permanecer invariablemente cerrada, porque la verdadera oracin se hace en silencio. Zacaras, en el Antiguo Testamento expresa: "Que todo se calle ante Yahv ". En un icono ruso conocido como "San Juan en silencio", aparece el Apstol con los dedos deuna de susmanos sobre la boca, con la otra sostiene el libro de los Evangelios; mientras un ngel le comunica al odo, aunque sus labios permanezcan cerrados,un mensaje, su pequea mano as lo advierte. Toda esta complicada simbologa explica la frasede Zacaras.

San Jorge, Constantinopla, Siglo XV. La oreja. Las orejas, de las que se dice que es la nica parte del cuerpo humano que nunca deja de crecer. En las figuras de los iconos son representadas de dos diferentes maneras: Extraordinariamente grandes,particularmente en las imgenes de algunos santos, paraindicar que estos personajes estn atentos a escuchar el llamado divino. En la mayora de los casos son casi invisibles, pues solamente el lbulo no est cubierto por el manto o por la masa del pelo. De esa manera que la imagen permanece ajena a los ruidos del mundo y solamente atiende a las voces de su interior. El Mentn Se le representa fuerte y enrgico, an en las figuras femeninas. En las masculinas se adivina detrs de una gran barba. Queriendo expresar con lo anterior la fuerza de espritu. El Cuello Es la unin de la cabeza con el resto del cuerpo. La iconografa lo representa muy alargado pues esel medio por el cual el cuerporecibe el aliento vivificador del Espritu.La Anunciacin. Constantinopla, siglo XIV.La resurreccin de Lzaro, por el griego Byzagios, Siglo XV.

El Cuerpo Humano En los iconos, todos los cuerpos son representados altos y delgados, desprovistos de todo volumen, el que les es proporcionado por los amplios ropajes que ocultan cualquier apariencia sexual. La delgadez del cuerpo indica la superioridad del espritu sobre la carne, a la vez que acentansu renuncia a las cosas materiales y a todos los asuntos terrenales. Una de las crticas mas comunes a este estilopictrico es la inmovilidad de las imgenes. Lo anterior denota la ignorancia sobre la iconografa bizantina, pues con la ausencia de ademanes que denoten alguna accin, sesimbolizaa la "Hagia Irene" es decir la Santa Paz. Los movimientos bruscos expresan lo contrario es decir el estado pecaminoso del hombre. Ninguna sombra es proyectada por esos cuerpos hierticos, no solamente porque el icono est inmerso en la luz, sino que para Dios no hay sombras ni lugares ocultos.

La Ascencin, Santa Catalina del Sina, Siglo VII.

Brazos y Manos Los brazos, generalmente aparecen cubiertos por el manto, la tnica o las vestiduras litrgicashastams abajo de lasmuecas. Solamente en el icono de la "Natividad de la Virgen", aparecen dos figuras femeninas con los brazos descubiertos y sin ningun tocado,indicando que estas mujeresestn al servicio del la figura principal del icono. De la bocamanga surgen las manos, dependiendo de la posicin de estas o desus dedosser su significado. Los dedos siempre sern sumamente largos y delgados,quesimulan serlos cables conductores de la energa espiritual. En ellos tambin radica el poder, pues con el dedo ndice sealamos, indicamos, ordenamos. En el icono de la "Virgen de la Pasin" o "Virgen del Perpetuo Socorro" como es conocida en Occidente, los dedos de su mano izquierda aparecen juntos y sealando al Nio. Esa alargada mano representael "Camino" pues seala hacia Cristo Nio, manifestando de esa manera las palabras del Evangelio "Yo soy el Camino la Verdad y la Vida". De sumano derecha solamente,se puedenobservar cuatro dedosque estn colocadoscon sus puntas hacia arriba, como sealando tambin al Nio, lo anterior indica que loescrito en los Cuatro Evangeliosson su Palabra. En otros iconos de la Teothokos pueden apreciarse los mismos smbolos. Cuando las manos aparecen mostrando sus palmas simboliza una splica, una oracin. Cuando un mendigo nos solicita una ayuda siempre lo har mostrando la palma de su mano extendida.En el icono de la "Deesis" o"Splica"aparecen, tanto la Virgen como San Juan Bautista (El Precursor) con sus manos en esa posicin. Las manos del "Pantocrtor" son las mas expresivas.

En los dedos de la manoque se ve en la figurade la derecha podr leerse lo siguiente: IC XCque es el anagrama del nombre de Cristo.Esta manotiene tambin unasegunda lectura, tres dedos juntossimbolizan la Trinidad y los dos restantes expresan que El es la Segunda persona de esa Trinidad.>(1 Dios Padre, 2 Dios Hijo, 3 Dios Espritu Santo).

El Paisaje En las pinturas de tradicin bizantina el campo y las montaasse ven reducidos a simples decoraciones localizadas en un plano secundario,no estn sujetas a ninguna proporcin con las imgenes centrales. Las montaas, casi siempre desprovistas de vegetacin, semejan una acumulacin desordenada de rocas que desafan a la gravedad. Los rboles y arbustos son pequeos y de escaso follaje. Las casa y edificios no mantienen ninguna escala con el resto de la pintura y sus puertas y ventanas estn localizadas sin ningn concierto. Los interiores, generalmente, estn sealadoscomo si fueran cortinajesdecorados con diversos dibujos. Todo lo anterior simboliza que las cosas terrenales no tienen ningn orden ni concierto y que, por lo tanto, son perecederas. En todos los iconoslos nombres de lospersonajes que en ellos aparecen,se encuentran escritos en caracteres griegos o cirlicos segn su lugar de procedencia,sobre el fondo dorado y a los costados de las imgenes. Lo quebien puede ser una reiteracin de la costumbre romana que los primeros cristianos adoptaron. De acuerdo a la iconografa, el nombre activa la presencia del personaje y le confiere un significado sagrado. La imagen de Cristo siempre estar acompaada por las letras IC XC que es la abreviatura de su nombre.Al nimbo delPantocrtor se le deben incluir las letras griegas O W N que son las iniciales de la frase "Yo Soy el que Soy".Cuando se trata de la figura deVirgen se le adjuntan las letras MP OY, las que advierten que es la "Madre de Dios". Como puede advertirse, los iconos dejan de ser una obra pictrica para convertirse en un objeto litrgico, pues su significado va ms all de lo que la vista puede advertir. Su profunda simbologa est sustentada por textos tomados delas Sagradas Escrituras, que los icongrafosinterpretaban al pie de la letra, siguiendo los manuales que para ellos escribieron los Padres de la Iglesia.Manuel Vega. San Procopio, San Demetrio y San Nestor, Siglo XI.Reunin de los Apstoles, adelante estn Pedro, Santiago, Juan y Mateo. Alrededor del ao 1300.

Posteriormente a la cada de Bizancio, igualmente se siguieron realizando iconos de un valor incalculable, como este que representa a San Antonio, magnficamente compuesto por Miguel Damaskenos, en la segunda mitad del siglo XVI.

La Iconoclastia.Por Francisco Aguado

Ver Testimonios de la poca iconoclasta.Introduccin."No te hars imagen de escultura, ni de figura alguna de cuanto hay arriba, en los cielos, ni abajo, sobre la tierra, ni de cuanto hay en las aguas abajo de la tierra. No las adorars ni les dars culto, porque yo, Yav, tu Dios, soy un Dios celoso, que castigo la iniquidad de los padres en los hijos hasta la tercera y la cuarta generacin de los que me aborrecen, y hago misericordia por mil generaciones a los que me aman y guardan mis mandamientos"Dt 5, 8-10

"Est nuestro Dios en los cielos, y puede hacer cuanto quiere. Sus dolos son plata y oro, obra de la mano de los hombres; tienen boca y no hablan; ojos y no ven; orejas y no oyen; narices y no huelen; sus manos no palpan, sus pies no andan, no sale de su garganta un murmullo. Semejantes a ellos sern los que los hacen y todos los que en ellos confan"Sal 115,3-8

"leos cortados en el bosque, obra de las manos del artfice con azuela, se decoran con plata y oro y los sujetan a martillazos con clavos para que no se muevan. Son como espantajos de melonar, y no hablan; hay que llevarlos, porque no andan; no les tengis miedo, pues no pueden haceros mal, ni tampoco bien"Jer 10,3-5

"no debemos pensar que la divinidad es semejante al oro, o la plata, o a la piedra, obra del arte y del pensamiento humano. Dios, disimulando los tiempos de la ignorancia, intima ahora en todas partes a los hombres"Act 17,29-30La iconoclastia, en el sentir de la historiografa catlica y ortodoxa, se define como una hereja; tal vez la ms peligrosa de ellas: se necesit un siglo y medio de muy difcil pugna para superarla. Casi fue una lucha a vida o muerte, porque rugi con terrible intensidad en el seno mismo de la cima del poder, entre emperadores y prelados.

La iconoclastia, entendida slo como opcin dogmtico-religiosa parece haber fracasado en su momento histrico sin dejar trazas apenas perceptibles en las pocas que le siguieron. Sin embargo, considerada como ese complejo movimiento regenerador poltico-social-cultural todo ello a la vez que algunos estudiosos aciertan a ver en ella; su papel y permanencia se hacen mucho ms importantes y duraderos. Tanto como para afirmar que "sin iconoclastia no hubiera habido renacimiento macedonio", y tal vez, ni siquiera supervivencia de Bizancio en el comprometido periodo del califato "imperialista"; cuya primera y decidida voluntad haba sido aniquilar el Imperio Romano de Oriente, para asaltar despus Europa y extender la nueva fe islmica hasta el confn de la tierra nor-occidental.

La iconoclastia se inicia, al sentir de la mayora, en el periodo del emperador Len III; en torno a los aos 720 y finaliza durante la regencia de Teodora; casi con una fecha dada, el Sbado de Resurreccin del 867. Ese da se celebr por vez primera el llamado "Triunfo de la Ortodoxia", hoy an rememorado en cada aniversario anual, desde los plpitos de las iglesias con piadosa emocin.

Intentaremos recoger los datos ms relevantes de este periodo y exponer las preguntas, con respuesta o sin ella, que los historiadores se han formulado en referencia a la sorprendente y conmovedora historia de los "hombres que destruan iconos".

Len III.

Len IIILen III "el Arabocttono" naci hacia el ao 685 en la comarca prxima a Germanicea, (la actual Karaman), perteneciente entonces a la provincia bizantina de Siria. Algunos historiadores eclesisticos y/o hostiles a su figura afirman que tal vez recibi en su infancia una educacin de contenido maniqueo. Otros le han supuesto un entorno filo-judo y, para ms escarnio, unos pocos hablan de cierta simpata, entre los suyos, con el Islam. La mayora de los autores modernos, no obstante, no ven razones de peso para poder afirmar ninguna de tales cosas. De hecho, lo nico seguro es que hubo de trasladarse en el marco de una emigracin forzada o simple huda; debido a las difciles condiciones de lo que en aquellos aos era la ardiente frontera con los rabes hasta un nuevo hogar ms pacfico en Mesembria, de Tracia.

Lo que tambin parece claro es que proceda de una familia de campesinos asalariados; por lo que no resulta extrao que entendiera a la perfeccin el grave problema agrario, (terratenientes versus pequeos propietarios y libres en arrendamiento). (Tal vez los dueos de la tierra para la que trabajaron fueran monjes y de ah tambin el gran inters en abordar ese delicado tema).

Al final del periodo de la dinasta heracliana, el ejrcito bizantino padeca serias deficiencias. Justiniano II no haba sabido ponerlas remedio aunque, al parecer, no le haban faltado buenas intenciones. Len pudo vivir aquel ambiente de derrotas y necesidades siendo un soldado y oficial por mritos de guerra. Y tambin, seguramente, pudo comparar con el "desahogado" ambiente que se respiraba entre los clrigos.

Las tragedias se suceden, los rabes vuelven a saquear la llanura Anatolia y, a principios del 717, ya se hacen ver cerca de la capital. Len es por entonces el general en jefe del tema de los Anatlicos. Y son sus soldados los que lo elevan sobre el pavs y le escoltan hasta Constantinopla. All entra el 25 de Marzo y es reconocido como nuevo basileo. La perspectiva que le recibe es desoladora; los rabes asedian la ciudad y la poblacin inerme est al borde del pnico.

Len es un tctico y estratega magnfico. Como pocos en la historia. Con medios muy limitados consigue rechazar el terrible ataque musulmn. Que dura hasta el ao 722. No es extrao que tras la retirada de las huestes sarracenas, el "sirio" gozara de un prestigio enorme entre su pueblo. Era el salvador y le saludan como el "arabocttono". Pero el lder es el que mejor sabe que ha sido necesario un esfuerzo inmenso; que haba dejado bien a las claras las graves deficiencias internas del imperio. Un gobernante diligente y previsor intentara poner solucin. Y tal vez ello sera tarea ms ardua que vencer a los rabes en Constantinopla.

Lo cierto es que urge la reforma interna, una profunda regeneracin, aumentar el poder del estado y modificar el desequilibrado sistema social. Y las dos cosas tocaban de lleno el apartado religioso.

Len no procede con demasiada premura. En el 726, se decide a actuar, (tal vez antes se asegur bien ciertos resortes del poder ejecutivo). Primero realiza sutiles modificaciones muy significativas pero no concluyentes en su propio hogar; el Palacio Sagrado. Se trata de la destruccin del mosaico de Cristo sobre la Puerta Calc, un hecho que ya provoc la movilizacin decidida de fervorosas mujeres y algunos monjes "locos de Dios". La "primera lnea de respuesta", pero no ms. Adonde quera ir este emperador intratable y extrao?

Pronto no hubo ya ninguna duda. Un ao despus, el alto clero se mostraba muy inquieto. Era "vox populi" en los ambientes de poder que el emperador estaba dispuesto a dar un giro radical a muchas cosas.

El Estado necesitaba dinero. La Iglesia tena muchos ms recursos que cualquier otra clase social, incluso ms que todas ellas sumadas. No era de extraar. Los clrigos llevaban siglos beneficindose de periodos muy largos con exencin total de impuestos. Los monasterios eran titulares de inmensos terrenos y propiedades urbanas, que alquilaban, vendan, re compraban, (se conservan un buen nmero de textos relativos a litigios de propiedad entre abades) o simplemente explotaban como verdaderos posesores fundiarios. Joyas, oro, piedras preciosas de todo orden se acumulaban entre las capillas y tesoros de los centros monsticos o iglesias parroquiales. Tambin las figuras porttiles iconos generaban sustanciosas donaciones, (de hecho se vendan al mejor postor, de modo que los ricos se llevaban a su casa los ms "preciados" y los pobres los menos...), los peregrinos pagaban sin rechistar un dinero que a ellos les costaba lo suyo ahorrar para adquirir gotas del exudado de cuerpos santos, (vase la "fuente" que realmente lleg a constituir en su momento el cuerpo de San Demetrio en Tesalnica, por citar slo uno de los ejemplos ms conocidos). En fin, un panorama rebosante de rendimiento y dividendos.

Entre 727 y el 737, una dcada vertiginosa, Len fue "hincando el diente" a todas estas "empresas". No parece que intentara adornar tales medidas con un aparato ideolgico muy sofisticado, su educacin en letras y teologa no eran amplias; pero se rega sin duda por un exacerbado sentido de la justicia y la eficacia. Aceler las reformas en torno al 730, despus de atreverse a poner por escrito la "iconoclastia" y hacer sustituir al patriarca Germn. Y justo despus, el dinero afluy con abundancia al tesoro imperial: las iglesias abrieron sus arcas y caudales al dictado de autoridades eclesisticas ms "razonables".

Con este capital, Len pudo con holgura pasar a la ofensiva. En el 740 consigui una victoria decisiva frente a los rabes, en Acroinon. Nunca ms volveran a representar un peligro vital para el imperio.

Ese mismo ao se publica su cdigo legal, la Ecloga, en la que se determinan iguales penas para iguales delitos, sin diferencia por rango o riqueza. (Por cierto tampoco se sealan condenas especiales para los adoradores de iconos, por lo cual parece evidente que la "represin" no debi ser tan dramtica como luego se ha querido hacer ver).

Cuando muri, el 18 de Junio del 741, muchas cosas haban mejorado, no slo en las fronteras, (ya aseguradas), tambin en el orden interior. Los estratiotas, (campesinos libres con una dote de tierras que cultivaban para s y que a cambio servan en el ejrcito), conformaban una clase social pujante y bien dispuesta a batirse el cobre en defensa de su pan y el futuro de los suyos. Por eso, los soldados de Len III le seguirn hasta el fin y lucharan con excepcional bravura en las guerras contra los rabes. Y, haciendo caso omiso de sermones en la iglesia, sern igual de fieles a la dinasta y la iconoclastia.

Como balance es encomiable: Len logr vencer a los rabes, a los terratenientes, al patriarca Germn, a los monjes y a los papas de Roma, Gregorio II y Gregorio III. En varios "frentes" simultneamente. Pocos hombres han tenido en su haber el superar a tan principales y poderosos enemigos.

Constantino V

"Cuando muri Len, el diablo coloca en su lugar un ser an ms perverso,como Achaz sucedi a Achab y como a Arquelao le sigui Herodes, peor el segundo que el primero".(Esteban, dicono).

"...un monstruo vido de sangre, una bestia feroz" "...un mago obsceno ysanguinario que se complace en convocar a los demonios".(Tefanes)

Constantino VConstantino V "el Iconoclasta" naci hacia el ao 718, y probablemente vi la luz primera en alguna sala del Palacio Imperial. Fue coronado como co - emperador muy pronto, en el ao 720.

La muerte de su padre fue una ocasin propicia que los iconfilos, (podemos entender con ello todas las fuerzas "reaccionarias" o agraviadas por las reformas de Len III), no dejaron de aprovechar.

El general Artabasdo ocup Constantinopla en el mismo ao del 741 y todo parece indicar que contaba con el apoyo incondicional de obispos, monjes y arcontes.

Pero no acab con un maduro Constantino que ya tena una larga y acerada experiencia en el campo militar, (haba acompaado a su padre en Acroinon al mando de un ala del ejrcito). En Noviembre del 743 se las ingeni para asaltar las murallas y entrar en la capital. Aquel difcil periodo le ense que cualquier signo de debilidad sera peligroso, los enemigos seguan siendo muy poderosos y contaban todava con bastos recursos.

Es evidente que saba muy bien quienes haban sido los principales instigadores de los hechos. Y no par en mientes. La iconoclastia ms estricta ba a ser el principio nico de su largo reinado. Una de las primeras y ms significativas medidas fue su actitud frente al patriarca Anastasio, que se haba atrevido a coronar al usurpador. A lomos de un burro, casi desnudo, hubo de pasar por las calles y el hipdromo, abucheado, insultado y ensuciado por la masa; para despus... volver a la sede patriarcal y continuar en su cargo!. Es evidente que no se trataba de ir slo contra una persona, se buscaba "disminuir" el valor de la institucin a la que se le negaba cualquier potestad en el orden de decidir quien era el emperador. (Constantino presentara siempre a sus hijos ante el senado para que fueran reconocidos como co-emperadores y tratara de que aquella ceremonia fuera reconocida como la principal, al "modo original de los romanos"; conformara la que Constantino VII tiempo despus, en sus escritos llamara "el viejo modo de entronizar")

Y sigui golpeando all donde ms dola. Los martiria, iglesias que guardaban para veneracin substanciosas reliquias de santos, fueron desacralizadas; los cuerpos y "parciales despojos" arrojados al mar o incinerados en pblico. Algunos de esos edificios fueron convertidos en cuarteles o termas pblicas. Todos los monjes se vieron obligados a trabajar para su sustento. En ocasiones se les oblig a contraer matrimonio y procrear; la ideologa oficial consideraba parasitaria y asocial la vocacin eremita y la castidad. Cualquier imagen figurada religiosa era considerada inicua y se procur la destruccin de todas ellas, sin excepcin; adems ahora su simple posesin constituira un delito. (Slo marcara excepcin el smbolo de la cruz que debera ir desprovisto de cualesquiera adorno o smbolo de riqueza, sin matices, algo as como un "logotipo" no diferenciable en individualidad alguna). Por contra se fomentara la representacin de motivos laicos de cualquier orden, en particular los relativos a hechos blicos o laudatorios a la nacin romana y el emperador.

Constantino V, a diferencia de su padre, acompaa tales medidas "prcticas" con un adecuado soporte terico-doctrinal. Su cultura era muy superior a la del padre. Sabemos que discuta en pblica dialctica con los obispos y parece que dominaba la retrica y la historia. Algunos historiadores suponen que entre los aos 743 y 750, el "segundo iconoclasta" lleva a cabo una verdadera campaa masiva de "concienciacin" o "adoctrinamiento" entre sus sbditos. Lo cierto es que en torno al 752 puede contar con el apoyo de una inmensa mayora de la poblacin, al menos en Constantinopla y Anatolia."El veneno de la hereja se haba extendido por todos los rincones", nos ha dejado dicho un hagigrafo.

Y en el ao 753 se atreve a convocar todo un Concilio. En el palacio de Hieria, frente a las islas de los Prncipes. Asisten 338 obispos y los debates son largos; duran desde el 10 de Febrero hasta finales de Agosto. Sabemos que terminan declarando a las imgenes religiosas "como una cosa odiosa y abominable".

Por supuesto triunfaron las tesis que venan a bendecir el revolucionario cambio que estaba dndose en Bizancio. Por desgracia, de aquella reunin y sus actas no ha quedado apenas nada, un escogido conjunto de frases breves sacadas de contexto y solo reseadas dentro de textos refutadores a cargo de "santos eruditos iconfilos".

La base ideolgica, por ende, de la iconoclastia queda en la nebulosa. Cual era el ideario religioso-poltico de Constantino?. Lo podemos suponer por sus hechos, pero desde luego no por sus propias palabras, (aunque sabemos que fue autor de varios y sesudos volmenes, todos ellos, sin excepcin, se hicieron desaparecer tambin a conciencia, con eficacia rara vez superada en la historia).

Los cronistas clrigos iconfilos como Tefanes han acusado a Constantino V, (entre muchsimas otras cosas), de querer ser un "treceavo apostol" siguiendo la presuntuosa ideologa del primero de los Constantinos. No tenemos modo de saber si ello responde a una verdad absoluta, a falta de la voz escrita del emperador, pero no es descabellado pensar que aquella autoridad crecida y asegurada para el poder civil deseara que tambin se extendiera, en una cierta y trascendental medida, hasta el mbito religioso. Emperador y Sumo Sacerdote?.. no tanto, pero s tal vez, "emperador y guardin de la fe", considerado "in estrictu sensu". Aunque ello no era una innovacin; segua la estela de los gobernantes ms fuertes: no slo Constantino I, tambin Justiniano I y Heraclio haban pretendido algo similar. Y, tal vez por ello, los agudos monjes no dejaron, en siglos posteriores, de sealar las "herejas" de las que la particular trada fueron patrocinadores: Constantino I con el arrianismo, Justiniano I con el "apartodocetismo" y Heraclio con el "monotelismo".

Apenas perceptible entre el denso teln que se ha dejado caer sobre todo ello, nos atrevemos a percibir una filosofa personal en Constantino muy "social y vitalista". Sabemos que reprochaba a los religiosos el que fueran capaces de abandonar a su familia y rechazar las obligaciones, (de servicio a la sociedad), en el ejrcito o la administracin; le horrorizaba aquel mismo sayn negro de los monjes al que llamaba "el hbito de las tinieblas". Parece ser que gustaba por contra del color y de las "alegras" de la vida. Apasionado del hipdromo, los caballos y el teatro satrico, entre sus amigos destacaban amn de soldados, actores, aurigas y juglares.

Entre tanto no abandona en absoluto sus tareas en la defensa exterior. Lleva acabo campaas devastadoras en territorio blgaro, cada verano de los aos 762 hasta el 765. En el 763, en Anchialos, obtiene una de sus victorias ms impresionantes. Las tribus eslavas se doblegan y el reino blgaro resta al borde del colapso; y, como nunca desde haca siglos, la mayor seguridad se impone en todas las provincias balcnicas del imperio. Por si caba duda, Constantino V tambin pareca tocado de la mano divina, (como su padre), en el campo de la guerra. Los soldados lo idolatraban.

Pero los monjes no. El emperador celebraba los triunfos "a la romana", con guirnaldas y laureles de victoria, entre aclamaciones populares. Al volver de una de las batallas y contemplar, por ensima vez, la terca disposicin de no salir a aplaudir,("ignorar" sus mritos), entre los residentes de los monasterios; se decidi a actuar de modo an ms implacable.

"Este ao,765 el emperador se volvi furioso contra todos los que teman a Dios", (Tefanes). Y se ha dicho que a partir de aquel tiempo, "sus ataques contra los monjes evolucionaron hacia una campaa contra el monasticismo como institucin". Tal vez aplic entonces severas penas sobre los ms intransigentes, aquellos que rayaban en el desacato. Hubo muchos mrtires? Probablemente no tantos como momias despus han aparecido y son veneradas, a da de hoy, en "olor" de santidad.

Nunca dej Constantino de vigilar el aspecto de la seguridad exterior en su poltica. Actuaba en los dos frentes con una regularidad y cadencia que exasperaba a sus enemigos. Un ao tocaba a los blgaros, otro a los rabes; pero a veces cambiaba caprichosamente el orden... En el 756 tom las ciudades de Teodosiopolis y Melitene; casi nadie ya recordaba que tiempo antes haban sido parte integrante del imperio, (en el 746 haba recuperado tambin Germanicea, el remoto origen de su familia). En sus correras se intern ms all del Eufrates y hasta Palestina. En el 775, otro de sus xitos ms notorios: la batalla de Lithosoria, en la que acab con el rey Telerig.

Pese a tirios y troyanos, mientras vivi, el "sucio iconoclasta" cabalg en el triunfo; nada pudo desviarle de su decidido camino, (golpes de estado, motines, insurreccin civil, hostilidad en el occidente italiano, etc), con una inteligencia y entereza que pocos ponen en duda. Venci a los rabes y los blgaros. Dio seguridad y prosperidad a los hombres de Anatolia y los Balcanes bizantinos. Muri en su cama, el 14 de Septiembre del 775, abatido por la tuberculosis; una enfermedad que se ceb en su familia, (seguramente Len III y Len IV tambin murieron por la misma causa).

Contra lo que pudiera pensarse, el pueblo bizantino honr la memoria de Constantino V durante largo tiempo despus de su desaparicin. Todava en el siglo IX, (y as lo viene a reconocer con pena el mismo Tefanes), el pueblo le recordaba como "el emperador vencedor y profeta".

Bien es cierto que los hombres de ortodoxa fe nunca le han perdonado.

Len V"Las herejas antiguas surgan de una contestacin sobre los dogmas y se desarrollaban progresivamente, en tanto que sta proviene de la misma autoridad imperial".Teostriktos, Vida de San Nicetas de Medikion.

"bruto, macaco, aunque rugiente como un len"Pseudogregorio

Len VAl final del periodo de Irene, cuanto menos una parte considerable de los sbditos ordinarios, (sino la mayora), pudo albergar ciertas dudas sobre la idoneidad del camino seguido por la mujer-emperador. En aras a un triunfo precario de la iconofilia, muchas mermas y alguna desgracia haban acaecido.

No cabe extraarse de que los intentos para desplazar a Irene fueran numerosos; la mayora surgieron desde las filas del ejrcito aunque tampoco faltaron movimientos "en palacio" o a cargo de burcratas. Intentarn atraerse al inmaduro y joven Constantino VI. Acabar con los ojos opacificados para siempre, a instancias de su propia y santa madre. (Irene emperatriz es celebrada como santa por las iglesias catlica y ortodoxa).

Nicforo I, un miembro civil de la corte, acabar hacindose con el poder. En el interior busca una va de compromiso y, en el exterior pretende emular a los grandes emperadores militares isaurianos, (sirios en realidad). Pero no est a la altura y perece ignominiosamente a manos de los blgaros, en la batalla de Pliska. Su hijo Estauracio apenas le sobrevive. El yerno y sucesor, Miguel Rangab, tan piadoso como torpe, prefiere retirarse cuando el humo de los incendios provocados por las huestes de Krum se pueden ya divisar desde Constantinopla. Pareca de nuevo, el fin de Bizancio.

Y reaparece el hombre providencial, un soldado forjado en la escuela iconoclasta que se llama Len y es de origen armenio. No es de alta cuna, carece de "feudo familiar"; en suma, no responde al arquetipo del jefe militar de la poca macedonia o comnena, aristcratas como Nicforo Focas o Alejo. Es un veterano de las campaas de Asia, slido estratiota producto de la reforma que otro Len, el tercero, haba activado en el ejrcito.

Aunque con un historial errtico, incluso inquietante.

El que sera Len V naci en algn lugar del viejo reino de Armenia, tal vez en el ao 775. Se afirma que en el seno de un hogar de cierto rango, la estirpe de los Gnuni. Podra esperar una vida regalada, sin demasiadas preocupaciones y el adorno de la buena educacin. Pero los rabes iban a quebrar ese futuro, a raz de la guerra que alterara profundamente el reino, pocos aos despus. (Tal vez este relato sobre el "noble origen" sea slo uno ms de los laudatorios "rboles genealgicos" que siempre se han volcado sobre los grandes personajes, absolutamente falso por lo dems. No es descabellado pensar que su familia fuera una entre las miles que sufran, desde abajo, en la meseta armenia de los siglos VII y VIII)

Hacia el ao 788, arrasadas su villa y campos, la familia huy hacia territorio bizantino. All, imperante el sistema "estratitico", recibieron una modesta "tierra militar" en la comarca de Pidra, rea central de Anatolia. La adolescencia de Len, (cuando se conforma la personalidad), cualquiera que hubiera sido su primera infancia, corri pus en un ambiente duro y en relacin al mundo rural de pequeos propietarios.

Y llegado el momento, en el marco de las obligaciones con el Estado, Len se enrolar en el ejrcito temtico; tal vez corra el ao 790. El comandante en jefe de la regin era otro armenio, Bardanes Turcus. Que lo escoge para su guardia personal,(amn de un fsico imponente, tal vez tena alguna referencia o ligazn lejana, en orden al mismo origen tnico). De hecho, se convierte en uno de sus favoritos; hasta el punto de contraer matrimonio con una de sus hijas. En ese momento, Len es capitn (centarca de la compaa); la misma en la que sirven otros dos tenientes (pentacontarcas), tambin de futura brillante trayectoria: Miguel el Amoriano (que se cas con otra de las hijas de Bardanes) y Toms el Eslavo.

En el ao 803 Bardanes se rebela contra Nicforo I. No sabemos bien la causa, pero en plena lid, Len y Miguel se pasan al bando del emperador. Y superada la crisis, el primero es recompensado con el cargo de Turmarca, (2 jefe), del tema de los anatlicos. Por esta fecha, Miguel Rangab, el yerno de Nicforo, ser el padrino del primero de los hijos de Len. (Esta unin, pese a que hoy tiene un valor menor, revesta en aquel tiempo una trascendencia importante. Seguramente entre ambos personajes, Len y Rangab, se dio una cierta amistad-filia que perdurar en el tiempo, a pesar de todo).

A continuacin, la estrella de Len luce y parece apagarse con increble confusin. Hacia el 811 Nicforo I le nombra jefe del tema de los armeniacos. Pero apenas unos meses despus sabemos que lo condena al exilio; unas fuentes hablan de cierta acusacin de "negligencia frente a los rabes" aunque no es descabellado pensar que tras esa frase se esconde una fundada sospecha de traicin en ciernes.Sea como fuere; el 25 de Julio de ese fatdico 811, Nicforo perece en Pliska y, cuando recoge el poder, Miguel I Rangab hace llamar casi de inmediato a Len para otorgarle de nuevo el trascendental mando del tema de los anatlicos, el ms importante de todos los regimientos del ejrcito bizantino.

En los dos aos siguientes Len puede mostrar su vala militar. En el 812 derrota a los rabes y en el 813 participa en la batalla de Versinika, donde sus unidades sern las que mantengan una orientacin y tctica ms adecuadas; y las que saldrn mejor paradas de aquel desastre. (No est claro el papel del general Len en esta compleja ocasin. Algunos autores, casi la mayora, le adjudican una actitud de felona premeditada; la que habra precipitado el resultado de derrota. Otros no lo ven as. En verdad, depende de la credibilidad que se otorgue a las fuentes, por lo general muy hostiles al emperador. Es difcil imaginar que alguien de la inteligencia tctica que luego demostr poseer Len, se arriesgara a una retirada del gnero con la que se especula, casi temeraria. Y ms extrao an es que, a rengln seguido, contara con el apoyo de los tagma, pese a la mortandad de camaradas que haba sobrevenido).

Justo despus, los soldados le reclaman como emperador. Aparentemente intenta mantener su lealtad pero, como en la vieja Roma, los oficiales le amenazan con la muerte si rehsa. En realidad nadie se opone y el patriarca Nicforo I le impone la corona imperial el 12 de Julio en Santa Sofa. Es muy ilustrativo el hecho de que por tal motivo, (la aceptacin de la corona de mano del patriarca), Tefanes le catalogara en una de sus obras como el "muy legtimo emperador de los romanos"; prueba de que otros no respetaban tal norma y se cean al "arcano uso". (Claro est, que lo escribe en un momento en el que no puede adivinar que Len relanzar el iconoclasmo).

Y de nuevo, la situacin es mala tendiendo a desastrosa. El kan de los blgaros, el temible Krum, arrasa Tracia, amenaza Constantinopla y durante casi un ao es el inmisericorde dueo de las reas rsticas en los Balcanes bizantinos. Apenas algunas ciudades y plazas fuertes resisten. En cuanto al ejrcito romano, la situacin es crtica. Los regimientos europeos estn diezmados y los anatlicos, aunque superan a las huestes blgaras, sera una verdadera temeridad emplearlos en una incierta batalla campal. Len, con sumo tacto, se mantiene a la defensiva, sin dejarse arrastrar a la accin precipitada. Resiste tras los muros de la capital y deja que las ciudades hagan lo propio. Anatolia est a salvo. Krum acaba retirndose, eso s, con enorme botn.

Superado lo peor de la crisis, el futuro se dibujaba muy comprometido. Lo cierto es que se necesitan de nuevo recursos y, sobre todo, una potente inyeccin de moral.

Hacia el mes de Junio del 814, Len encarga a una comisin, (presidida por el abad Juan Morocharzanius, del monasterio de los Santos Sergio y Baco), que elabore un informe sobre la tradicin religiosa "ortodoxa" desde los Santos Padres hasta aquellos das. Un proyecto que no parece haber sido del agrado del patriarca; suspicacias no deban faltar. El resultado fue un elaborado y slido proyecto "iconoclasta". (Juan ser conocido por la historia como "el Gramtico" por su amplia cultura, adquirida en el sistema acadmico laico, donde ejerci como docente antes de ingresar en la carrera eclesistica). Se dice que tambin un selecto grupo de oficiales con los que se reuni el emperador se mostraron abiertamente favorables a la vuelta de los principios que haban regido en lo que muchos llamaban "los buenos tiempos" de Constantino V.

El 24 de Diciembre de ese mismo ao, Len V hace llamar al patriarca Nicforo. Le enfrenta al informe de Juan y discute la necesidad de convocar un nuevo concilio, para tratar el tema de los excesos en la iconofilia. Est claro que el emperador de pocas palabras, todas con fuerte acento armenio, pretende volver a retomar el escabroso tema de la iconoclastia. Y ahora no parece tanto una cuestin de hacienda y supremaca de poder civil versus Iglesia; es posible que en las nuevas circunstancias primara ms una cuestin de "ideologa o propaganda del poder". Dicen que alguien le record a Len que "todos los emperadores iconfilos haban muerto en batalla o en el exilio, los iconoclastas haban vencido y muerto en su cama, de muerte natural". La mayora de los obispos, Nicforo incluido, ponen el grito en el cielo. Parece una gran verdad aquello que nos ha dejado dicho el piadoso Teostriktos: era fatalidad que la hereja se gestaba siempre en el mismo corazn del Palacio Imperial. As, el primer signo del mal se manifest de nuevo: volvieron a suprimir el mosaico de la Puerta Calc, (recin rehabilitado por el celo de Irene); verdadero "mosaico mrtir" en esta larga querella.

Las discusiones entre iconoclastas e iconfilos dentro del orden eclesistico se mantuvieron hasta febrero del 815. Monjes, la mayora de obispos y el patriarca celebraron "asambleas" que se enfrentaban a los miembros de la comisin de Juan. Grupos de soldados aprovechaban sus idas y venidas en la ciudad para gritar cuantos eslganes iconoclastas les venan a la cabeza. Un ambiente, en verdad, tenso. Algunos afirman que Len propuso un acuerdo parcial: los iconos no seran prohibidos pero slo podran estar situados en la parte ms alta de los muros, all donde no estuvieran accesibles a la veneracin ni tampoco a los encendidos labios de los fieles que tanta pasin ponan en el beso sobre la madera y la pintura de oro. Por supuesto, no hubo arreglo posible y Nicforo fue desentronizado, (en teora dimiti ante el Santo Snodo). El 25 de Marzo, Sbado de Ramos, Teodoro de Estudios sac a la calle a sus monjes, en una genuina "manifestacin" de protesta. Tuvieron que ser "disueltos" por escuadrones de la guardia. Teodoro tambin acab en el exilio.

El nuevo patriarca Teodoto convoc el inevitable Concilio. El da 1 de abril, en la primera sesin, los padres ya reconocan la idoneidad del Concilio del 753 (Hieria) y repudiaban el segundo de Nicea (787). As pues, las conclusiones estuvieron muy claras desde el principio. Los iconos fueron destruidos, (suponemos que aprovechando el contenido), y tambin una enorme cantidad de "vajilla sagrada" provista de imgenes, (que raudo tambin se fundieron para engrosar el tesoro del estado).

Y Len estuvo entonces en condiciones de responder al desafo exterior. Krum haba muerto y ahora el lder de los blgaros era su hijo Omurtag. Tambin estaba empeado en horrorosas razias fronterizas. A principios de Abril del 816, Len prepar una celada, digna de Krum, al grueso de las fuerzas blgaras. Muchos perecieron y an ms tuvieron que rendirse para ser encerrados con suma atencin en muy vigilados campos. (El lugar sera conocido durante mucho tiempo despus como "la colina de Len") El kan se vio obligado a pedir la paz. Tuvo que sufrir algn golpe donde los bizantinos procuraron devolver los mismos daos, vertiendo especial crueldad con los nios y mujeres. El nuevo tratado signific una vuelta a la lnea de fronteras que casi corresponda a la que haba al inicio del reinado de Irene. El aquilatado intercambio de cautivos permiti que muchos "romanos esclavos", arrastrados durante las expediciones blgaras de los aos anteriores, retornaran a su tierra. Los temas de Macedonia y Tracia se articularon de nuevo en su vieja estructura. Eran tierras frtiles que muy pronto dieron frutos y de las que incluso se pudieron levar nuevas unidades militares, en poco tiempo.

Ese mismo ao, Len orden construir un buen nmero de fortalezas y reedificar ciudades, tanto en los Balcanes como en la frontera del Este. En marzo del 817 se lanz sobre los rabes y obtuvo tambin beneficios de una serie de calculados encuentros. La flota asol el puerto egipcio de Damietta.El Dios de los iconoclastas volva a mostrarse "prdigo con los que respetaban la prohibicin y combatan la idolatra, como los apstoles". Dicen que algunos obispos reacios aceptaron, a la vista de los resultados, "la doctrina de los emperadores aguerridos".

Len V muri asesinado la noche del 24 de Diciembre del 820, por esbirros del que haba sido su camarada desde la primera hora, Miguel el Amoriano. Su cuerpo se expuso en el hipdromo y despus lo trasladaron hasta la isla de Proti, en donde le acogera una sencilla tumba.

Si alguno pens que volva la iconofilia, (tal vez, San Teodoro el Estudita estaba entre ellos), se equivocaba radicalmente: Miguel II, el antiguo teniente nacido en Amorium, era tambin un curtido soldado y, en aquellos aos, eso significaba por igual ser un convencido iconoclasta. Aunque, al principio, y tal vez slo para ganarse ciertos apoyos, "se dejara querer por los adoradores de iconos".

Miguel IIMiguel IIA finales del ao 820, en trance de asentarse con firmeza el iconoclasmo y la dinasta de Len V, al partido iconfilo slo le caba el magnicidio y el "golpe de estado" cruento. Probablemente se rumiaban varios contubernios diferentes.

Tal vez, el ms peligroso giraba en torno a uno de los personajes ntimos del emperador, el compaero de la primera hora conocido como Miguel el Amoriano.

Prueba de la confianza es que Len le haba nombrado jefe de la guardia, (domestico de los excubitores) y se preciaba de ser el padrino de su hijo mayor, un nio vivaz y despierto, al que haban puesto por nombre Tefilo, "el que ama a Dios".

La ambicin personal permita ciertas alianzas dudosas. Parece claro que, en su fuero interno, Miguel crea en la correccin de la poltica iconoclasta; pero, para conseguir el poder, los clrigos iconfilos y su trasfondo de poder econmico-fctico podran resultar preciosas ayudas. Sin duda se meti de lleno en una conspiracin palaciega.

En Diciembre, Miguel era detenido y arrojado a prisin; slo un resquicio de vieja filia le salv de ser ejecutado. Piedad que result fatal al insigne armenio. La noche del 24, mientras participaba en el canto de la misa, Len cay abatido por las dagas asesinas de ciertos cortesanos desleales. Esa misma madrugada, el amoriano era reconocido por el senado y la corona la reciba de manos del patriarca Teodoto.

Parece cierto que aquellos primeros das la sensacin de alivio entre los iconfilos fue grande. Miguel promete abstenerse de toda violencia contra ellos y restaura a muchos cargos pblicos que haban sido depuestos por su antecesor. Aunque no al patriarca; Nicforo permanecer alejado pese a las exhortaciones que San Teodoro de Estudios le hace llegar con terca insistencia.

El nuevo lder no parece convencer del todo a ninguno de los bandos. El crculo que le rodea pertenece a la flor y nata de la iconoclastia pero sus ms fervientes valedores parecen del lado opuesto. Solcito, recibe en audiencia a los principales cabecillas clericales; no obstante, lo nico que se compromete a respetar es la libertad general en el pensamiento y modo de ejercer la fe cristiana. Y, (la medida que menos gust al combativo monje Teodoro), en primera instancia prohbe la discusin pblica sobre aquel signo-tema de los iconos.

Ese mismo ao 821 muere el Patriarca Teodoto Casiteras y el snodo nombra un nuevo prelado: Antonio, obispo de Syllaeum, un hombre dcil al poder civil, que defiende sin ambages la iconoclastia. Aquello fue el final de la "luna de miel". Los monjes de Estudios son echados, una vez ms, a la calle; la voz de Teodoro atruena en el plpito y tiene amplio eco en la mayora de las parroquias, qu ocasin perdida, Nicforo debera haber vuelto!, qu insulto para su Iglesia! El santo se lame las heridas en varias cartas que dirige a los obispos y patriarcas de Occidente y Oriente, en las que plasma tales lamentaciones y otros disgustos.En cualquier caso, y pese a las dolidas frases que nos ha legado San Teodoro, los hechos abogan a favor de una dulzura exquisita en los modos de Miguel II. Al menos hasta el ao 823, cuando una latente insurreccin que se alargaba desde la muerte de Len V complicar, y mucho, las cosas.

Resulta muy curioso, pero otro antiguo oficial de Bardanes haba entrado en liza. Toms el Eslavo, a la sazn comandante de los anatlicos se mantena en rebelda reuniendo bajo su mando una importantsima agrupacin de fuerzas. Su ideario es abierta y radicalmente pro-iconfilo. Haba sido coronado por el Patriarca de Antioqua, que rechazaba por "hereje e ilegal" a Antonio en Constantinopla. Adems le apoyan contingentes rabes. En verdad, la amenaza que se cerna sobre el emperador y Constantinopla en aquel verano era formidable.

Miguel nunca demostr ser una buen tctico, pero s un gil aunque tambaleante estratega. Resisti el embate cobijado por la muralla de la capital y busc la alianza de Omurtag y sus temibles huestes. Por suerte, el kan respet el viejo tratado y acab prestando una inestimable colaboracin. Tambin es cierto que le empujaba a ello la presin que el reino franco ejerca sobre la frontera norte, en Croacia. En el otoo, diezmado el ejercito rebelde por el enfrentamiento con los blgaros, (y probablemente tambin por la desercin de oficiales y soldados iconoclastas), Toms result derrotado y no hubo piedad para l y los suyos. Miguel estaba salvado, pero la tarea de sostenerse en el poder haba sido muy dura y sucia. Un despilfarro de hombres y medios.

Es evidente que aquella gruesa guerra civil cambi la perspectiva de Miguel. A principios del 824, sin un vuelco total ni recurrir a persecuciones, se acerc a posiciones mucho ms perseverantes en la iconoclastia. Promulg algunas medidas muy originales, entre la simple inocencia y la inaudita tolerancia. Los nios deberan eludir la lectura de los textos paganos y tambin los patrsticos; recomendaba comenzar directamente con la Biblia, para no "distorsionar el buen entender del libro" principal. Aboli las taxas que penaban a ciertas minoras religiosas, en particular los judios, (lo que ha servido para que algn perspicaz historiador le tache de "filosemita" o "athinganista"). No proscribe los iconos pero seala la "drstica" orden de evitar que se escriba sobre ellos la palabra "santo". Y recomienda con energa que en ningn caso "se adore" el contenido; slo a Dios se le debe adoracin. Es posible que la base socio-econmica de la controversia estuviera perdiendo entonces significado: la riqueza y poder clerical de una u otra manera se haban visto mermados; el balance de los poderes se mostraba ms equilibrado. Pero subyaca un enfrentamiento ideolgico que, como es norma en la psique humana, trascenda a su origen o "fundamento estructural".

Por entonces, el Papa se haba convertido en la principal referencia de los adictos a la iconofilia; de hecho, la Sede Petrina era el refugio y la instigadora de su brazo ms radical. Teodoro el Estudita, agradecido, por ello al borde est de sostener la supremaca absoluta del obispo de Roma, visto "el desastre" que acaeca en el Patriarcado de Constantinopla. (Ello si las cartas del santo no han sido, como otros muchos textos, tergiversadas o modificadas con suma habilidad y a su inters por los correspondientes "especialistas" de los "talleres paleogrficos" vaticanos). El papado, distante lo suficiente de la mano poderosa de Bizancio, se poda permitir el desacato. Se conserva una carta de Miguel al rey franco Luis el Piadoso, del mismo ao 824, en la que, con suma cortesa y no menos sensatez le insta a poner coto a la insolencia de los que se arriman con "aviesas intenciones" al obispo de la Vieja Roma; ni el emperador bizantino ni ningn otro jerarca laico o religioso de la poca, (salvo y con serias dudas San Teodoro), parecen reconocer en el obispo de Roma superioridad alguna. El monarca occidental se mostr "comprensivo", a nivel terico, con las tesis de su colega oriental, (en el Concilio de Pars del 825 se mantienen cnones muy "iconoclastas" que no habran gustado a los ortodoxos y que no satisficieron de hecho al Papa), pero razones polticas les haran tomar las cosas de forma muy laxa.

La verdad, es que los problemas no dieron cuartel al balbuceante Miguel, (se recuerda su ligera tartamudez que le ha valido un sobrenombre peculiar). Los rabes dirigen su afn expansionista ahora hacia el sur de Italia. En la primavera del 825, un grupo de expulsados desde Hispania, bajo el mando de un tal Abu Hafs se hacen dueos de la isla de Creta. Se genera entonces un gravsimo problema estratgico. El emperador reacciona algo tarde y aunque enva al ao siguiente tres grandes expediciones, una tras otra, todas son rechazadas. Para colmo, el turmarca de Sicilia se subleva y llama en su ayuda a los mismos sarracenos. En el 827, los rabes al mando de Asad ponen el pi en la frtil isla y nadie ser capaz de expulsarlos. Aquel trienio, la nica noticia "menos mala" fue, tal vez, la muerte del ireductible Teodoro, (11 de Noviembre del 826), en su convento de Bitinia; el que su riqusimo to Platon haba edificado a propias expensas y donde todos los hermanos profesaran, amn de su padre, casi "obligados" por la madre, "lder" que a su vez profesara en otro monasterio de monjas. (Una familia entera que se sumerge y diluye en el monasticismo!, representaba tal "hazaa" un fenmeno comn o no tan extrao en aquel entonces?. Era aquello lo que Len IV y Constantino V haban combatido con porfa?).

El ltimo ao de vida, Miguel padeci terriblemente de alguna enfermedad renal. Poco antes de morir, el 2 de Octubre del 829, decret una amnista general. Tuvo una cuna muy humilde y por lecho de muerte la lujosa cama del basileo en los aposentos del Palacio Imperial de Constantinopla. No se defini en poltica; al menos no tanto como su antecesor y como lo haba de hacer su propio hijo. Fue... "un moderado".

Tefilo

TefiloEl 3 de Octubre del 829 Tefilo asume el poder con relativa tranquilidad. Y salvo detalles, (como la ejecucin de los autores materiales del asesinato de Len V, que parece un prurito "legalista" del joven basileo o tal vez una muestra de sincera filia hacia aquel que haba sido su benvolo padrino), nada apunta a que se vayan a producir cambios importantes.

La moderacin ofrece grandes ventajas, cuando los extremos se muestran dbiles; no tanto si alguno de ellos insiste en la absoluta supremaca de sus principios. Y algo as pasar en el ajetreado reinado del emperador Tefilo, un hombre que creemos "obligado" a la intolerancia relativa, a fuerza de coyunturas externas siempre al borde de lo crtico; y otras internas al cabo del fanatismo.

En el ao 831 va a dar comienzo una larga, intermitente pero contumaz, serie de guerras fronterizas entre Bizancio y el Califato. Han sido objeto de sesudos debates, porque se ha querido ver en ellas segn su diferente suerte las claves del comportamiento "iconoclasta" de Tefilo. En la primavera, eco de la mejor tradicin isauriana, el emperador lanz una expedicin fulminante sobre los rabes que se haban atrevido a invadir la regin armenia. Cerca del fuerte de Carsianum sorprende y derrota al enemigo para retornar con casi 7000 prisioneros. Har una entrada triunfal en Constantinopla, por la Puerta de Oro y agasajado con flores y guirnaldas en el recorrido de la "va Mes" hasta el Augusteon, donde los senadores y su esposa Teodora, embarazada de su primer hijo, le reciben oficialmente.

Sin embargo; las celebraciones se vera muy pronto eran bien precipitadas. Aquel mismo verano, el califa desencaden una triple incursin punitiva que afectara en particular a la regin de Capadocia. Tefilo, seguramente sin estar suficientemente preparado y con muy mala o escasa informacin, avanz para mostrar sus banderas pero fue duramente castigado por el jefe Abbas. Para finales de Septiembre, los rabes retornaban a Siria con considerable botn.

Y no slo eso, las noticias que llegaron al tiempo de Italia no podan ser peores. Los bizantinos no disponan de una adecuada flota, (las prdidas del ao 829 se dejaban notar), y su capacidad para reforzar las provincias allende el Adritico se hallaba muy mermada. A principios de Septiembre, la plaza de Palermo, exange y sin esperanza de recibir refuerzos se haba rendido a los rabes.

Se afirma que las derrotas en Asia Menor y Sicilia, mantenan a Tefilo, (quizs un hombre con alto sentido de la responsabilidad y perfeccionista), muy agitado. Para mayor pesar, lleg a su conocimiento que los iconfilos estaban haciendo circular un panfleto en el que un "santo monje" profetizaba la pronta muerte del emperador, amn de su descenso al infierno y la posterior "vuelta de la luz". Las pesquisas llevaron hasta los patrocinadores de semejante maldad. El "guionista" parece haber sido un tal Metodio, antiguo legado del Papa en Sicilia que ya haba tenido problemas con Miguel II, pese a toda su mesura. No obstante, la autora "intelectual" corresponda a un verdadero "colectivo", en el que se incluan personajes como Eutmio, obispo de Sardes, y Jos de Tesalnica, uno de los hermanos de Teodoro de Estudios.

Al parecer, en mesinico remedo de la supuesta actitud irreductible de los primeros cristianos, los detenidos llegan a la insolencia, incluso profiriendo graves insultos a la persona del augusto. Amn de arrojados en prisin, sern sometidos a castigo corporal: una tunda de latigazos. Los dos ms jvenes resisten bien, pero, segn parece, el viejo Eutimio no se repone y fallece, (el obispo engrosar la lista de mrtires de la ortodoxia). De todo ello se traduce que hay agitacin "monstica" y es evidente que la autoridad imperial no lo tiene todo "bien atado".

El caso es que las navidades de aquel ao resultan sombras en palacio. Tefilo se sabe rodeado de peligros. Hasta su esposa y la suegra parecen tener amistades "peligrosas". Un tal Nicetas Monmaco, un robusto monje que atrae a numerosas damas piadosas, (se nos antoja un personaje de manifiesto paralelismo con aquel clebre Rasputn en la Rusia de finales del zarismo), parece tener cierto ascendiente sobre Teoctista y Teodora. Lo hace expulsar de los alrededores de Constantinopla donde haba improvisado una suerte de particular asciterio. El basileo estar obligado a reafirmar su potestad; en aos sucesivos la actitud de Tefilo tender a ser cada vez menos tolerante.

Al siguiente ao, 832, apenas llegado el buen clima, Mamn volvi a cargar sobre Capadocia, poniendo sitio a la plaza fuerte de Lulum, la ltima que mantenan los bizantinos. Un intento de rescate por parte de Tefilo tampoco termina bien. El emperador no quiere aumentar la escala del enfrentamiento y enva una importante embajada al califa para solicitar un armisticio; se compromete a devolver prisioneros y pagar cierta compensacin, (con gran humanidad recuerda al musulmn las ventajas de la paz, la prosperidad y bienestar que traen siempre el comercio y la convivencia). Mamn responde con altanera; su obligacin es procurar la conversin al Islam de los bizantinos o, en su defecto, hacer pagar una fuerte tasa a los recalcitrantes infieles, segn manda el Corn.

En esta tesitura Tefilo arranca con una acelerada reafirmacin "iconoclasta"; en poltica interior y exterior Con la direccin "espiritual" de Juan el Gramtico, (que haba sido su principal maestro), el Santo Snodo viene a reconocer la idoneidad del Concilio del 815, (poca de Len V). En Junio promulga un edicto contra los iconfilos, ordenando el arresto de laicos, clero y monjes que as se manifestaran, amn de cerrar y confiscar todas las propiedades individuales o de los centros que rigieran. Tal vez pens que todo ello era necesario para consolidar cierto orden y seguridad en la "retaguardia".

En Julio, Mamn conduce un ejrcito imponente y parece decidido a una guerra total, con el deseo confesado de "conquistar todo el imperio romano" y establecer colonias de guerreros rabes a regulares intervalos de tierra. Durante un mes parece invencible en sus correras fronterizas. Tefilo permanece a la expectativa, reservando las fuerzas para el ataque principal que deba venir. Pero, de muy imprevista manera, el califa cae enfermo y apenas en unos das fallece, (tal vez una intoxicacin alimentaria o por agua contaminada). Su sucesor Al- Mutasim tiene que hacer frente a insurrecciones en su propio territorio y se ve obligado a evacuar Asia Menor con urgencia. Para muchos, en particular los iconoclastas convencidos, no caba mayor prueba de la manifestacin divina.

Algo ms tarde, en Enero del ao 834, un grupo muy numeroso de Kurramitas, guerreros y familias persas pasa a territorio bizantino y pide cobijo. Haban sufrido mucho enfrentados al califato. Ahora decidan convertirse en masa y hacerse sbditos del magnnimo Tefilo. Este, por supuesto, los recibi con los brazos abiertos y acert a integrarlos entre los estratiotas; pero con un valor y movilidad muy superiores a lo ordinario. Podran ser una importante baza a favor de las armas de Bizancio. Y ms buenas noticias siguieron llegando. Despus de tener 3 hijas sucesivas, nace un primer varn, (no sobrevivir mucho tiempo). La relativa paz permite relanzar la actividad econmica en casi todas las provincias y fruto de la bonanza ser un aumento del metal circulante, (que hoy se detecta en los estudios numismticos), el desarrollo y la mejora de las ciudades, (en particular la capital) y el progreso de la cultura. Se sucedern algunos aos de relativa tranquilidad.

Pero no pasividad o desidia. En el verano del 837, Tefilo pas a la ofensiva. Tom por asalto la ciudad de Sozopetra y arras la regin de Melitene. Destruy todos los asentamientos rabes y se apropi de un enorme caudal y numerosos cautivos. El reino de Armenia, temeroso del poder que el emperador desplegaba en su vecindad, se declar vasallo del emperador y envi un jugoso tributo. Est fuera de toda duda, que Tefilo no quiso prolongar la contienda; su objetivo era el de una genuina "guerra preventiva", golpear antes para evitar ser atacado. Nunca puso empeo en guerras largas de conquista, atroces y dainas. Crea ms en la vida y la convivencia.

A principios del 838 muri el patriarca Antonio. Nadie mejor que Juan el Gramtico para sucederle; el erudito fue consagrado el 21 de Abril. Poco despus, reunido un amplio Concilio, (aunque de orden regional), en la que era iglesia favorita de Tefilo, (aquella de Santa Mara de las Blachernas), se lanza anatema sobre todos "los herejes" que veneran o hayan venerado antao los iconos. Y se explicitan una larga serie de nombres, (la mayora hoy engrosan las filas de "santos" oficiales). Tras esta segunda asamblea de obispos, Tefilo publica otro edicto en el que reitera la orden de destruir todos lo iconos, incluso los que se guardaban en el hogar. Al amparo de tales normas, algunos monjes acabarn en prisin. Entre ellos uno de los ms encumbrados representantes del "martirologio" iconoclasta: Lzaro el Pintor.

En el apartado exterior; Tefilo sufrir un ligero traspis. Cree que, por fn, est en condiciones de procurar los tan necesarios refuerzos para Sicilia. En la primavera del 838 enva una flota al mando del general Alejo Mosele. Parece confiado en una pronta recuperacin de plazas y territorios.

No tardar en arrepentirse. Porque en la frontera oriental no hay descanso. Vuelven los belicosos rabes; casi 80.000 guerreros al mando de Al-Mutasim con el declarado objetivo de destruir Amorium, la cuna de la dinasta. Y probablemente bien conocedores del teatro de operaciones al otro lado del mar. Tefilo intenta no perder la iniciativa en Italia y slo moviliza a una parte menor de sus tropas. Durante algn tiempo ello no fue impedimento para sostener la situacin con pundonor. El 21 de Julio, en la llanura de Dazimon, se enfrentaron las tropas bizantinas con una superior hueste rabe en la que predominaban mercenarios turcos. En un momento de la batalla, el mismo emperador se vio rodeado de un nutrido grupo de enemigos. Tefilo con la espada en la mano se enfrent a ellos y aunque con dolorosas heridas se mantuvo firme. La tctica podra haber funcionado, porque aquella resistencia entretena muchas unidades rabes, abandonando los flancos. Pero algunos batallones bizantinos, creyndole muerto, se dejaron llevar por el pnico y retrocedieron en desorden. Slo el valor sin medida del domstico Manuel y los excubitores pudo salvar la vida del emperador que consigui zafarse y alcanzar territorio seguro. Parece que Tefilo slo pensaba en reagrupar sus fuerzas y retornar lo ms pronto posible a la lucha. Pero le llegaron noticias, (probablemente una carta de su madrastra Eufrosina), en la que le advertan de que, animados por el rumor de que haba acaecido un desastre y perecido el basileo, (extendido a travs del relato de algunos desertores), destacados notables ya se preparaban para hacerse con el poder. Tefilo volvi raudo a la capital y pudo detener el proceso justo a tiempo. (Sin duda algunos iconfilos estaban en el movimiento y, tal vez, entre ellos el eunuco y logoteta Teoctisto que fue depuesto de su cargo aunque no se tomaron otras medidas ms serias contra l; contaba ya con el amparo de Teodora y ser ms tarde el principal artfice de la vuelta a la iconofilia).

El orden se impuso en Constantinopla; pero sobre la frontera, la emblemtica ciudad de Amoriom fue presa y destruida, (15 de Agosto del 838). Represent un golpe terrible para la moral de Tefilo. Las fuentes nos hablan de que padeci por aquellos das una breve pero demoledora enfermedad que le postr en cama con fiebre. Despus, por siempre, restaron secuelas que le "dificultaron la digestin y el pulso". No es descabellado pensar que sufri un infarto de miocardio, con el corolario de una insuficiencia cardiaca ms o menos moderada; causa adecuada para explicar su, a partir de entonces, laxitud para el ejercicio en general y la difcil vida militar en campaa, en particular. (Otros autores hablan de un "colapso nervioso" debido al exceso de preocupaciones y contrariedades).

Lo cierto es que Alejo Mosele y sus tropas volvieron sin poder actuar en Sicilia, (se perdera la ciudad de Tarento), y se enfrentaron con xito a los rabes en Anatolia-Siria. La guerra intermitente que se jugaba entre las dos potencias, haba ya entrado en esa fase cansina, sin vencidos ni perdedores en grado absoluto, que llamamos de "posiciones".

El Tefilo maduro es un hombre de leyes y proyectos. Hbil en la tctica y an mejor en la gran estrategia y la planificacin logstica. Ser en el 839 cuando plasme la reforma militar que llevaba cierto tiempo gestando. Estar entre las ms importantes de todo el periodo bizantino medio, a la altura, en trascendencia, de aquellas que llevaron a cabo Heraclio y Len III. Amn de la redistribucin y creacin de nuevos temas, (con aguda perspectiva de enemigos potenciales, medios y dificultades), aplic un cambi valiente y genial en organizacin interna de todos ellos. Del "drungus" mandado por un drungario con su corrspondiente unidad de 1000 soldados, Tefilo pasa al "bandus", con unos 200 integrantes. Los centarcas tendran a su cargo apenas 40 hombres. El resultado fue la proliferacin de comandantes con responsabilidad en la defensa de territorios muy especficos, con tropas de irreprochable cohesin y dominio del terreno. Otra cuestin, no menos importante, fue la elevacin, (al doble), de sueldos en los estratiotas, (6 nomismata ms representaban el precio de un caballo o el yugo del buey, una mejora productiva por entonces muy codiciada del colectivo campesino). Gracias a ello aceptaban de buen grado una mayor movilidad geogrfica de los batallones, incluso la permanencia fuera de su rea especfica durante un cierto tiempo. La disponibilidad y moral de las tropas aument enteros. El sistema estratitico de Len III alcanz, con todo ello, la cima de su desarrollo y eficacia.

Necesit dinero adicional para llevar a cabo aquella renovacin?, se aada a ese fortalecimiento del ejrcito, la vindicacin de un estado fuerte y como obligada contrapartida una iglesia ms dbil? Explicaramos as el brote de persecucin a los iconfilos de aquel ao?

Sostienen los hagigrafos que hacia el mes de Julio, el emperador hizo llamar a los hermanos Teodoro y Tefanes, (monjes que por encargo del patriarca de Jerusaln realizaban proselitismo iconfilo en el imperio y por ello presos en Afusia), para que renunciaran a su creencia. Siguen diciendo que, ante el rechazo, Tefilo en persona orden que les fueran marcados con fuego ciertos versos iconoclastas en la frente, (sern por ello los mrtires "graptos). En muchos tratados esta versin se da por cierta, con poco o ningn criticismo. Pero parece ser ms bien una piadosa leyenda posterior. Si hubiera sido as se explicara muy mal el hecho de que al ser elevado al obispado de Nicea (por el patriarca Metodio en el 843), nadie seale tal hecho y no goce del apoyo de los estuditas que harn precisamente de este nombramiento un caballo de batalla contra el cabeza de la Iglesia de Oriente.

El famoso pintor Lzaro sufrira tambin por entonces la mutilacin de sus manos con hierros calientes. Difcil, muy difcil saber el grado de verdad en tales macabras descripciones. Probablemente, lo nico seguro sea que aquel verano y otoo arreci la represin, pero sobre todo sustentada en encarcelamientos y exilios, afectando casi en exclusiva a monjes recalcitrantes.

El 9 de Enero del 840, Teodora dar a luz otro hijo varn, el futuro Miguel III, (antes de terminar el ao ser co-emperador). El excelente general y "heredero" oficioso hasta el momento, Alejo Mosele, obtiene permiso para retirarse a un monasterio en la vertiente asitica del Bsforo. Por ese mismo tiempo, Len el Matemtico, que pasa por ser el ms insigne intelectual profano de Bizancio, recibe el encargo de ocupar la sede arzobispal de Tesalnica. Es un hombre laico iconoclasta, versado en ciencias fsicas y de una capacidad fuera de norma. (Al-Mutasn ofreci por sus servicios la enorme suma de 2.000 pesos de oro, unos 144.000 nomismata, pero Tefilo no concedi el permiso oportuno). Con personajes como Juan (el Gramtico) y Len (el Matemtico), (ambos eran primos), se desmonta la manida coletilla del "ignorante" mundo de la iconoclastia que, con pocos escrpulos, se desliza en muchos textos.

El ao 841 ser el ltimo que gobernar Tefilo. Entra en una decadencia fsica acelerada y en el verano ya necesita un auxilio permanente y cercano, incluso para desplazarse. La camarilla familiar de Teodora, que puede palpar el incierto futuro que se avecina, cierra filas y mantiene un frreo cerco en torno a la Magnaura, la sala ms querida del emperador y donde permanece la mayor parte del tiempo, verdadero hogar y oficina.

Afirman que al sentir la muerte ya cercana, el ltimo emperador impo reuni a un grupo de oficiales y notables al pi de su cama. Es difcil saber a ciencia cierta cuales fueron sus ltimas voluntades; si bien hay pocas dudas de su preocupacin para que hubiera continuidad de la poltica iconoclasta, (exigi que se respetara en su puesto al patriarca Juan) y por que su hijo heredara el poder, previa regencia. Quienes deberan formar ese consejo?

Algunos hablan de Teoctisto, el eunuco de conocida doblez, Petronas y Bardas, (hermanos de Tedora) amn de la viuda. Todos demostraron no tener ningn respeto por la voluntad del emperador, salvo la salvaguarda fsica del prncipe que ser en buena medida su propia justificacin para mantenerse en el poder

El 20 de Enero del 842, Tefilo dej de existir, justo un da despus de su trigesimonoveno cumpleaos.

Se ha querido ver en Tefilo a un hombre supersticioso, que valora a cada paso la verdad/eficacia de su fe iconoclasta en relacin a sus xitos militares. Pero esto supone, tal vez, una visin harto estrecha de una personalidad que, en todos los rdenes, se muestra muy slida y profunda. Tefilo dej un recuerdo de gloria y magnificencia entre el comn de Bizancio. Una memoria que ni siquiera los cronistas icondulos terminan de repudiar. No fue un militarista, (aunque s un buen militar); antes bien destaca como un hombre de paz, atento sobre todo al bienestar de su pueblo y, con muy especial nfasis, a la justicia y la honorabilidad en todas y cada una de las parcelas de la colectividad humana. Crey en conciencia que la iconoclastia era superior en coherencia y eficiencia a la otra alternativa: el jesutico mundo que preconizaban los monjes. No vivi lo suficiente. O tal vez, como en el caso de Juliano unos siglos antes, gobern en un tiempo en el que ya haba pasado la oportunidad para fundar un nuevo orden. Sus oponentes no le superaron, pero le rodeaban en la sombra; la traicin estaba en su hogar. Pese a todo, insistimos en opinar que una parte notable de su obra perdur y dara buenos frutos en manos de hombres enrgicos; en aquel "renacimiento macedonio" que habra de seguir.El triunfo de la Ortodoxia

No tengais temor, mis amigos. Veneraz las imgenes!La sombra de Satn deja paso a la luz de los Cielos.Pues la imagen de Cristo, estad seguros, Es el Cristo!...

Teodoro de Estudios

A la muerte de Tefilo la situacin poltico-religiosa es bien compleja.

En muchos personajes clave, resulta sumamente difcil adivinar cuales eran las convicciones personales y/o los intereses de grupo a los que serva.Por un lado se articula la camarilla de la emperatriz viuda, con sus ambiciosos hermanos y el eunuco Teoctisto como principales adlteres. La primera meta de todos ellos ser afianzarse en el poder. En una incmoda posicin quedan los que haban sido leales servidores del emperador, "iconoclastas" de corazn y pensamiento racional. El patriarca Juan Gramtico y algunos generales no pueden observar el futuro sin cierta ansiedad. Ms esperanzados se muestran los iconfilos, miembros destacados del alto clero y funcionarios civiles de la corte, (con una iconoflia moderada). Enfrente estn los "radicales"; en particular monjes que no ocultan su afn revanchista.TeodoraEl grupo de Teodora es el que debe llevar la iniciativa. No dudan en desmontar el aparato militar-burocrtico iconoclasta, que pudiera tal vez ser el semillero de otro nuevo "hombre providencial". Y muy pronto establecen contactos con el partido iconfilo moderado, el ms apropiado y acorde con sus intereses, (es muy probable que tales intercambios ya se dieran desde aos antes del final de Tefilo). Los unos podran otorgar buenas ventajas al estamento religioso aunque slo fuera "respetar" ciertas parcelas de poder clsicas del clero que se haban visto muy mermadas en el iconoclasmo y los otros daran una cobertura ideolgica y econmica incondicional a la dinasta.

El responsable delegado de la difcil maniobra ser un obispo inteligente y cauto, un antiguo archidicono de Nicforo que haba compartido prisin con Eutimio de Sardes aunque despus retornara en favor al palacio; se llamaba Metodio. Ante todo, era fundamental evitar la condenacin "post mortem" de Tefilo, (de otro modo la "legitimidad del prncipe" quedara en entredicho) y a la vez tampoco debera ser una ruptura brusca y radical.

El snodo que se rene en el Palacio de Kanikleion asume una vuelta al espritu y la letra del Concilio de Nicea II. El 11 de Marzo del 843 ("Domingo de la Ortodoxia"), se harn pblicas las conclusiones, (apenas hace un ao de la muerte del emperador Tefilo) y Metodio, que ese da es consagrado, pronuncia u