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AYUDATE POR SAMUEL SMILES ADVERTENCIA Confesamos francamente que hemos vacilado antes de decidirnos á adoptar la palabra ¡Ayú- date!... para título de esta obra, como versión castellana del Self-Help^ inglés. Nos parecen incorrectas otras traducciones, como por ejemplo. Ayúdate á ti mismOy La ayuda propia^ y La ayuda de si mismo, y además, no corresponden completamente á la idea del autor. Esta ¡dea se hallaría quizá contenida en nuestro antiguo refrán, Ayúdate y ayudarte he, si no en- volviese cierto sentido religioso, cierta esperanza en la ayuda del cielo que de ningún modo forma parte del concepto filosófico de que se vale Sa- muel Smiles para desarrollar su. pensamiento, y como ésie se informa en el principio que enseña, que para conseguir uno algún fin ha de poner de su parte todo cuanto pueda, y no fiarse del auxi- ho ajeno, se nos antoja que la síntesis de ese prin-

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AYUDATE POR SAMUEL SMILES

ADVERTENCIA

Confesamos francamente que hemos vacilado antes de decidirnos adoptar la palabra Ay- date!... para ttulo de esta obra, como versin castellana del Self-Help^ ingls.

Nos parecen incorrectas otras traducciones, como por ejemplo. Aydate ti mismOy La ayuda propia^ y La ayuda de si mismo, y adems, no corresponden completamente la idea del autor. Esta dea se hallara quiz contenida en nuestro antiguo refrn, Aydate y ayudarte he, si no en- volviese cierto sentido religioso, cierta esperanza en la ayuda del cielo que de ningn modo forma parte del concepto filosfico de que se vale Sa- muel Smiles para desarrollar su. pensamiento, y como sie se informa en el principio que ensea, que para conseguir uno algn fin ha de poner de su parte todo cuanto pueda, y no fiarse del auxi- ho ajeno, se nos antoja que la sntesis de ese prin- cipio se halla en la acepcin ms lata y ms expresiva del imperativo /A^wdate/... que hemos escogido definitivamente.

E. S.

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PROLOGO

Esta es una edicin revisada de un libro acogido ya con notable favor, tanto en Inglaterra como en el extranjero. Ha sido reimpreso en varias formas en Amrica, han aparecido traducciones en holands y en francs, y otras estn prxi- mas publicarse en alemn y en dinamarqus. Es indudable que el libro ha tenido atractivo para los lectores de dife- rentes pases en razn de la variedad de ilustraciones anec- dticas que contiene, y el inters que experimentan todos en los trabajos, las pruebas, las luchas, y las acciones de los dems. Nadie conoce mejor que el autor su carcter frag- mentario, debido al modo como fu compuesto en su mayor parte, en su origen habiendo sido reunido principalmente de apuntes tomados durante muchos aos con la idea de que sirviese de lectura unos jvenes, y sin ningn prop- sito de publicarlo. La publicacin de esta edicin ha propor- cionado una oportunidad para quitar del libro mucha mate- ria superfina, introducir varias ilustraciones nuevas, que probablemente sern halladas de inters general.

En cierto modo ha resultado poco afortunado el ttulo del libro, que ahora no es tiempo ya de enmendar, por cuanto ha inducido algunos, que solo lo han juzgado por el ttulo, suponer que consiste en un elogio del egosmo ; precisa- mente lo contrario de lo que es en realidad, por lo

VUI PRLOGO.

menos de lo que el autor pretende que sea. Aunque su priii cipal ohjelo es incuestionablemente el de estimular ios jvenes para que se dediquen con diligencia ocupaciones convenientes no ahorrando ni trabajo ni fatigas, ni abne- gacin para conseguirlo y confiar ms bien en sus propios esfuerzos en ia vida, antes que depender de la ayuda y proteccin de otros, se ver de los ejemplos dados de hombres de ciencia, liicratos, artistas, inventores, profeso- res, filntropos, misioneros y mrtires, que el deber de ayu- darse si mismo en el sentido ms elevado, comprende la ayuda dada sus semejantes.

Tambin se ha lachado mi libro, de que se haya hecho demasiado caso en l de los hombres que han tenido xito en la vida, ayudndose si mismos, y demasiado poco de la multitud de hombres que han fracasado. Se nos ha pregun- tado : Por qu el fracaso no ha de tener su Pluiarco al igual del xito ? No existe, realmente, razn alguna para que el fracaso no tenga su Plutarco, si se excepta que un protocolo de fracasos nicamente, sera encontrado, sin duda, excesivamente depresivo, as como de lectura poco instruc- tiva. Sin embargo, en las siguientes pginas se ve que el fra- caso es la mejor disciplina del verdadero trabajador, al estimularle nuevos esfuerzos, despertando sus mejores fa- cultades, y llevndole adelante en la cultura propia, el domi- nio de s mismo, y el desarrollo en la instruccin y sabidu- ra. Mirado desde este punto de vista, siempre est lleno de inters y de instruccin el fracaso vencido por la perseve- rancia ; y esto nos hemos esforzado en demostrarlo con ma- chos ejemplos.

Por lo que hace al fracaso per se, aunque pueda ser bueno

PRLOGO. IX

hallar consuelo para l al final de la vida, hay razn para dudur que sea un objeio que deba presentarse ante la ju- ventud al principio de ella. En realidad, como no hacer, es una cosa entre todas, la ms fcil de aprender; no ne- cesita enseanza, esfuerzo, abnegacin, laboriosidad, pa- ciencia, perseverancia, ni criterio. Adems, los lectores no se interesan por el general que perdi sus batallas, por los ingenieros cuyas mquinas reventaron, por el arquitecto que solamente ha dibujado deformidades, por el pintor que jams ha pasado ms all de pintarrajear, por el inventoi que nunca invent su mquina, ni por el comerciante que no pudo mantenerse fuera de la Gaceta (1). Es cierto; ios mejores hombres pueden fallar, en la mejor de las causas. Pero an estos mismos hombres no intentaron fracasar, ni miraron su fracaso como cosa meritoria ; muy al contrario, trataron de tener xito, y miraron el fracaso como una des- ventura. Sin embargo, el fracaso es honroso en cualquier causa buena, mientras que el xito en cualquier causa mala es infame. Al mismo tiempo, el xito en una buena causa es incuestionablemente mejor que el fracaso. Pero en ningn caso es el resultado al que debe dirigirse la vista, tanto como el propsito y el esfuerzo, la paciencia, el valor, y el empeo con que son llevados adelante los proyectos desea- bles y dignos :

(1) Peridico ocial publicado en cada una de las tres capitales del Reino Unido; Londres, Edimburgo y DuMin, conteniendo avisos ofi- ciales del Estado y de lus iribiiuulis, civiles, criminales y comerciales, y en que se hai e saber el nombre de los comerciantes que uspendea pagos, 6 quiebran, ele, etc. {Nota del T.)

X PRLOGO.

No depende del mortal disponer del xito, pero queremos hacer algo ms, merecerlo. (1)

El objeto de este libro es, en pocts palabras el siguiente : inculcar estas lecciones antiqusimas pero saludables so- bre las que quiz nunca se insistir demasiado de que la juventud debe trabajar con el fin de disfrutar que nada estimable se puede efectuar sin aplicacin y diligencia que el que estudia no debe dejarse acobardar por las dificultades sino que debe vencerlas con paciencia y perseverancia y que, sobre todo, debe procurar la elevacin del carcter, sin lo cual carece de valor la capacidad, y na davale el xito humano. Si el autor no ha conseguido, ilustrar estas leccio- nes, solo podr decir que ha fallado en su propsito.

Entre los nuevos trozos aadidos la presente edicin, pueden mencionarse los siguientes : Extranjeros ilustres de origen humilde; generales y mariscales franceses salidos de las filas; De Tocqueville, sobre la ayuda mutua; Gui- llermo Lee, M. A., y el telar de medias; Juan Heathcoat, M. P., y la mquina de brocas para devanar; Jacquard y su telar; Vaucanson; JoshuHeilmann y la mquina de cardar; Bernardo Palissy y sus luchas ; Boltgher, el descubridor de la porcelana dura ; el conde de Bufon, como estudiante ; Cuvier ; Ambrosio Par ; Claudio Lorrena ; Santiago Callot ; Benvenuto Cellini ; Nicols Poussin; Ary Schefifer; los Strult de Belper ; San Francisco Javier ; Napolen como hombre de negocios; intrepidez de los boteros de Deal, adems de muchos otros pasajes que no es necesario especificar.

Londres, octubre de i88S.

(1) Tis not in morais to command suoeeuf We mil do more deserve U.

INTRODUCCIN

Puede referirse brevemente el origen de este libro.

Har unos quince aos que el autor fu invitado dar una conferencia ante los socios de algunas clases nocturnas, que se haban formado en un pueblo del norte para adelanto mu- tuo, en las siguientes circunstancias :

Dos tres jvenes de la ms humilde posicin resolvieron reunirse en las noches de invierno, con el propsito de per- feccionarse, comunicndose entre s lo que supieran. Sus pri- meras reuniones tuvieron lugar en la sala de una cabana en que viva uno de los miembros ; y como poco despus se les reunieron algunos ms, muy luego se llenaba demasiado el lugar. Guando lleg el verano, se reunieron en el jardn de la cabana, y entonces empezaron las clases al aire libre, en tor- no de una pequea armazn entarimada que serva de inver- nadero, en la que los que oficiaban como maestros escriban en una pizarra el sumario y diciaban las lecciones de la no- che. Guando el tiempo era bueno, poda verse los jvenes hasta una hora avanzada, agrupados al rededor de la puerta de la cabana como un enjambre de abejas; pero algunas veces aign aguacero repentino borraba lo escrito en la pizarra, y los dispersaba descontentos.

Se aproximaba el invierno con sus noches fras, y qu iban hacer para lograr un asilo? Por esta poca haba

XU INTRODUCCIN.

aurpentado su nmero de tal modo que no era una pioza de tamao comn la que poda darles abrigo. Aunque en su mayor parte eran jvenes que ganaban sueldos semanales comparativamente pequeos, se resolvieron correr el riesgo de alquilar una sala; val buscarla encontraron una habita- cin obscura, que haba sido usada como hospital provisio- nal de colricos. No se encontraba ningn inquilino para ella, porque se le hua como si an tuviese pegada la peste. Pero los jvenes de mutuo mejoramienlOy quienes nada atemorizaba, alquilaron la habitacin tanto por semana, le pusieron lmparas, colocaron all algunos bancos, y una mesa de pino, y dieron principio sus clases de invierno. Muy luego presentaba el lugar un aspecto bullicioso y alegre por las noches. La enseanza puede haber sido quiz, como no hay duda que lo era, de una especie algo desigual im- perfecta; pero se haca con buena voluntad. Aquellos que saban un poco enseaban los que saban menos, adelan- tando mientras adelantaban otros, y, por lo menos, dando un buen ejemplo real. De ese modo estos jvenes, y entre ellos haba hombres formados, empezaron ensearse s mismos, y mutuamente, leer y escribir, aritmtica, y geogra- fa, y hasta matemticas, qumica, y algunos idiomas mo dernos.

De esa manera habanse reunido como unos cen jvenes, cuando aspirando algo ms, desearon que se les dieran conferencias; y entonces fu cuando el autor tuvo conoci- miento de sus trabajos. Una comisin de ellos fu verle para invitarle que pronunciara un discurso de apertura, segn decan, para que les hablara un poco; dando, como introduccin al pedido una relacin modesta de lo que ha-

INTRODUCCIN. XIII

ban hecho y de lo que hacan. No poda dejar de hallarse conmovido por el admirable espritu de Ayuda Propia que haban manifestado ; y, pesar de tener poca fe en las con- ferencias populares, senta que unas cuantas palabras de estmulo, expresadas honrada y sinceramente, no dejaran quiz de tener un buen efecto. Con ese espritu les habl en ms de una ocasin, citando ejemplos de lo que otros hombres haban hecho, como ilustraciones de lo que cada uno poda hacer para s mismo, en un forado mayor uicnor, indicando que su felicidad y bienestar como individuos en su vida ulterior, tena necesariamente que depender priiici*- palmente de ellos sobre la dili^cnte cultura propia la dis- ciplina de s mismo, y el dominio prop'o, y, sobre todo, en aquel cumplimiento del deber individual, honrado j leal, que es la gloria de un carcter viril.

No haba absolutamente nada de nuevo de original en este consejo, que era tan antiguo como los proverbios de Salomn, y probablemente tan familiar. Pero pesar de que poda ser anticuado el consejo, fu bien recibido. Los jve- nes siguieron adelante en su carrera; continuaron traba- jando con energa y resolucin ; y, llegando la virilidad, se dispersaron en varias direcciones en el mundo, donde muchos de ellos ocupan ahora puestos de confianza y de utilidad. Algunos aos despus del incidente referido, fu trado inesperadamente la memoria del autor este asunto, por una visita nocturna hecha por un hombre joven, en apariencia, recien salido del taller de una fundicin, quien manifest que era ya patrn y que prosperba, y tena gusto en recordar con gratitud las palabras que haban sido dichas con tan desinteresado propsito l y sus condsci-

XIV INTRODCCIW.

pillos haca algunos aos, y hasta atribua en parte el xito que haba obtenido, al empeo que haba puesto en obrar conforme con el espritu de aquellas palabras.

Habiendo llamado la atencin del autor por este medio hacia el asunto del Aydate! se acostumbr agre- gar los apuntes que le haban servido para conferenciar 2on los jvenes, y veces anotar en sus momentos desocu- pados, los resultados de aquellas lecturas, la observacin, y la experiencia de la vida, que crea que corroboraban el asunto. Una de las ilustraciones ms prominentes citadas en sus primeras conferencias, fu la de Jorge Stephensn, el ingeniero ; y el inters primero, lo mismo que las facilidades y oportunidades especiales que posea el autor para ilustrar la vida y carrera de Stephensn, le indujeron proseguirla en sus ocios, y publicar finalmente su biografa. El pre- sente volumen est escrito con un espritu igual, y ha sido igual en su origen. Les bosquejos aadidos como ilustracio- nes de carcter estn, sin embargo, tratados con menos Bsmero, siendo ms bien bustos que retratos de cuerpo entero, y en muchos caos slo ha sido anotado algn rasgo notable, porque menudo concentran su lustre inters en pocos pasajes las vidas de los individuos, lo mismo que las de las naciones. Tal como es, el autor deja ahora el libro en manos de sus lectores, con la esperanza de que las leccio- nes de laboriosidad, perseverancia, y cultura propia, que contiene, sean tiles instructivas, y quiz halladas intere- santes en su mayor parte.

TABLA DE MATERIAS

CAPTULO I

ATUDA PROPIA. NACIONAL INDIVIDUAL

El espritu de la ayuda propia. Instituciones y hombres. El gobierno es el reflejo del individualismo de una nacin. Ce- sarismo y ayuda propia. Guillermo Dargan sobre indepen- dencia. Trabajadores pacientes en todas las filas. La ayuda propia es un rasgo del carcter ingls. El poder del ejemplo y del trabajo en la educacin prctica. Valor de las biogra- fas. Los grandes hombres no pertenecen una clase exclu- siva. Hombres ilustres procedentes de las filas. Shakes- peare. Diversos orgenes humildes de muchos hombres eminentes. Astrnomos distinguidos. Hijos eminentes de sacerdotes. De abogados. Extranjeros ilustres de humilde origen. Vauquelin, el qumico. Ascensos de las filas en el ejrcito francs. Ejemplo de perseverante aplicacin y ener- ga. Jos Brolherton. G. J. Fox. J. S. Lindsay. Gui- llermo Jacksn. Ricardo Cobden. Diligencia, indispensable la utilidad y la distincin. Las clases ricas no siempre, son ociosas. Ejemplos. Militares. Filsofos. Hombres de ciencia. Polticos. Literatos. Sir Roberto Peel. Lord Brougham. Lytton. Disraeli. Wordsworlh, sobre la confianza en s mismo. Tocqueville : su laboriosidad y reconocimiento de la ayuda de los dems. Los hombres son US mejores auxiliares

CAPITULO n

CORIFEOS DE LA INDUSTRU. INVENTORES Y PRODUCTORES

Laboriosidad del pueblo ingls. El trabajo es la mejor educa- ein. Hugo Miller. La pobreza y las faenas no son obst- culos inruperables. Obreros inventores. Invencin de la

XVI TABLA DE MATERIAS

maquina de yapor. Jaime Watt : sa laboriosidad y hbiio de alcncin. Mateo Buulton. Aplicacioaes de ia mquina do vapor. La manufaclura algodo >era. Los antiguos inven- tores. Paul y Uiglis. Arkwiiglit : sus primaros aos. Barbero, inventor y manufacturero. Su influencia y carcter.

Los Peol del Lancanliire. El fundador de la familia. El primer sir Roberto Peel, impresor de algodn. Lady Pee!.

Reverendo Guillermo Peel, inventor del t'lar para medas.

Muere en la pobreza eo el extranjero. Jaime Lee. La manufactura de randas en Nottingh-im. - Juan Ueathecoat, invcnlor de la mquina para devanar. Sus primeros aos, su ingeniosidad y perseverancia afanosa. Invencin de su m- quina. - AncJota de lord Lyudhurst. Progreso del comer- cio de randas. Las mquinas dn Heathcuat destruidas por los Luddilas. Su carcter. Jaquard : sus inventos y aven- turas. Vuucansn : su gonio mecnico, mejoras en la manu- ai^tura de la seda. Jaquard, mejora la mquina de Vau- cansn. Se adopta el telar de Jaquard. Joshu Heilmann, inyeaior de la mquina de cardar. Uisloria de la invencin.

Su valor 24

CAPTULO ll

TRES CUNDES ALFAREROS. PALISSY, BOTTGHER, WEGDWOOD

Alfarera antigua. Loza ctrnsca. Luca della Robbia, escultor florentino : descubridor del arte de esmaltar. Bernardo Pa- lissy : bosquejo de su vida y de sus trabajos. Enardecido al ver una copa ilaliana. Su insvsligacin sobre el secreto del esmalte. Sus experimentos durante aos; tarea improductiva. Sus pri- vaciones personales y las de su familia. Perseverancia indo- mibl ; quema su ajuar para calentir el horno, xito linal. Reducido la miseria. Condenado muerte, su libertad. Sus escritos. Mucre en la Bastilla. Juan Federico Btt- ghcr, el cocinero de oro, de Berln. Su >upprchera en la alquimia, y sus dificultades siguientes. Huida Sajonia. Su arresto en Dresde. Descubre ia fabricacin de la porce- lana blanca y encarna Ja. Se hace cargo de la manuf ctura el gobierno Sajn. Btigher es tratado como prisionero y esclavo. Su n desgraciado. La manufactura de porcelana de Svres. Josiali Wedgwood, el alfarero ingls. Estado antiguo de la manufactura de loza inglesa. Infatigabl** labo- riosidad, habilidad, y perseverancia. Su xito. El jarrn de Barbenni. Wedgwoud es un bienhechor nacional. H- roes iudustriales 58

TABLA DE MATERIAS. XVII

CAPTULO IV

APLICACIN Y PERSEYERANCIA

Grandes iwultaHos obtenido! con medios sencillos. La fortuna favorece al laborioso. a El genio es la paciencia. Newln y Kepler. -~ Laborosior. Sir Sa- muel Romilly educndose s mismo. Perseverancia de Jaan Leyden. El profesor Lee : su perseverancia y sus do- tes como lingisti. Estudiantes tardos : Spelman, Fraiiklin, Dryoen, Scott, Boccaccio, Arnold, y otros. Ignorantes ilus- tres : los generales Grane, Stonewall Jacksn, Juan Howard, Davy, y otros. Historia de un ignorante. El xito depende de la perseverancia 2*71

CAPTULO XII

KL EJEMPLO. LOS MODELOS

El ejemplo es instructor poderoso. Iniluencia de la conducta. El ejemplo de los padres. Todos los actos tienen su s- quito de consecuencias. Disraeli, sobre Gobden. Palabras de Babbage. Responsabilidad humana. Cada uno debe un buen ejemplo sus semejantes. Obrar y no Hablar. La seora Ghi&holm. Doctor Guthrie y Joan Pounds. Buenos modelos de conduela. La compaa de los mejores. Idea

XXU TABLA DE MATERIAS.

de F. Horner sobre el intercarso personal. El marqus de Dandsowne y Malcsherbes. Foweli, Buxton, y la familia Garney. Influencia personal de Juan Sterling. Influencia que ejerce el genio artstico sobre otros. El ejemplo de los yalientes es una inspiracin para los tmidos. La biografa sirve para formar elevados modelos del carcter. Personas influidas por la biografa. Romilly, Franklin, Drew, Alfieri, Loyola, Wolff, Horner, Reynolds. Ejemplos de jovialidad. InflHencia del doclor Aniol I sobro los dems. Carrera de sir Juan Sinclair , . . . , . 318

CAPTULO XIII

EL CARCTER. EL VERDADERO CABALLERO

El carcter es la mejor propiedad de un hombre. Carcter de Francisco Horner. Franklin. El carcter es poder. Las cualidades ms elevadas del carcter. Reglas de conducta de lord Erskine. Es necesario un dechado elevado de la vida. Veracidad. Carcter do Peel, por Wllington. Sed lo que aparentis ser. Integridad y honradez de accin.

Importancia de los hbitos. Los hbitos constituyen el carcter. Desarrollo del carcter en la juventud. Palabras de Roberlsn, de Brightn. Maneras y principios morales.

Cortesa y bondad. Ancdota de Albernethy. Verdadera poltica. Los hombres magnnimos oo pertenecen exclusi- vamente un rango. Guillermo y Carlos Grant, los Her- manos Cheeryble. El verdadero caballero. Lord Eduardo Fitzgorald. Honor, probidad, rectitud. El caballero no puede ser sobornado. Ancdotas de Hanway, "Wllington.- Wellesley y sir C. Napier. El pobre en dinero puede ser rico en talento. Un noble campesino. Intrepidez de los boteros de Deal. Ancdotas del emperador do Austria y de dos marineros ingleses. La veracidad hace el xito del ca- ballero. El valor y la gallarda. Caballeros en la India.

Outram, Enrique Lawrence. Lord Clyde. Los soldados rasos en Agr. El naufragio del Birkenhead. Uso del po- der es la piedra del caballero. Sir Ralph Abercoombe.

1 carcter de sir Francisco Drake, por Fulier 33S

i AYDATE !

CAPTULO PRIMERO

AYUDA PROPIA NACIONAL INDIVIDUAL.

El valor de an Estado, no es otra cosa mas que el valor de los individuos que le componen. ~ J. S. MlLL. (1)

Ponemos demasiada confianza en los sistemas^ y muy poco cuidado en los bomhres. ~ B. DisnAE-

u.(2)

Que el cielo ayuda aquellos que se ayudan es una mxima bien probada, y que encierra en pequeos limites el resultado de una inmensa experiencia humana. El espritu de la ayuda propia es la raz de toda verdadera mejora en el individuo, y, manifestado en la vida de muchos, constituye el verdadero ori- gen de la energa y de la fortaleza nacional. La ayuda de fuera es veces enervadora en sus efectos, pero la ayuda de adentro vigoriza invariablemente. Cualquier cosa que se haga para los hombres las clases, quita hasta cierto punto el estmulo y la necesidad de hacerlo para s mismo ; y donde los hombres se hallan sometidos una direccin y un gobierno excesivos, re- sulta la tendencia inevitable de hacerlos comparativamente des- validos.

Ni aun las mejores instituciones pueden dar un hombre una ayuda activa. Quiz lo ms que pueden hacer es dejarle libre para

(1) The worth of a State, in the long ruriy is the worth of the indi viduals composing it, J. S. Mill.

(2) Weput too much failh in syslems, and look too little to men, -

B. DlSRAELI.

t AYDATE 1 i

% EL GOBIERNO Y EL INDIVIDUO

desarrollarse y mejorar su condicin individual. Pero en todo tiempo se han sentido los hombres inclinados creer que su feli- cidad y bienestar debieran ser asegurados por medio de las ins- tituciones ms bien que por su misma conducta. De aqu pro- viene que el valor de la legislacin, como agente del progreso humano, haya sido generalmente estimado con exceso. 1 hecho de constituir la millonsima parte de una legislatura al votar por uno dos hombres una vez en tres en cinco aos, por concienzudamente que haya sido llenado este deber, poca in- fluencia activa puede ejercer sobre la vida y el carcter de cual- quier hombre. Adems, cada da se est comprendiendo ms ca. ramente que la funcin del gobierno es negativa y restrictiva, ms bien que positiva y activa ; reducindose principalmente la proteccin ; proteccin de la vida, de la libertad, y de la propiedad. Las leyes, sabiamente administradas, darn seguridad los hombres en el goce de los productos de su trabajo, ya sean intelectuales manuales, por un sacrifcio personal relati- vamente pequeo ; pero ninguna ley, por conminatoria que sea,. podr hacer laborioso al holgazn, previsor al prdigo, sobrio al ebrio. Semejantes reformas slo pueden ser efectuadas por medio de la accin individual, la economa, y la abnegacin; por hbitos mejores, ms bien que por grandes derechos.

Se ve comunmente que el gobierno mismo de una nacin no es ms que el reflejo de los individuos que la componen. 1 go- bierno que est ms elevado que su pueblo ser inevitablemente arrastrado hasta su nivel, lo mismo que el Gobierno que est ms bajo que l, ser al fin elevado. En orden de la naturaleza misma, es seguro que el carcter colectivo de una nacin, encon- trar tan ciertamente las consecuencias que le convienen en su ley y en su gobierno, como el agua encuentra su propio nivel. 1 pueblo noble ser gobernado noblemente, y el ignorante y corrompido lo ser innoblemente. Es cierto que la experiencia de todos los tiempos sirve para demostrar que el mrito y el po- der de un Estado proceden mucho menos de la forma de sus ins- tituciones que del carcter de sus hombres. Porque la nacin es solamente un conjunto de condiciones individuales, y la civiliza- cin misma no es ms que una cuestin de mejora personal de, los hombres, de las mujeres, y de los nios, que constituyen la sociedad.

El progreso nacional es la suma de la laboriosidad individual

EL PROGRESO NACIONAL 3

de la energa, y de la rectitud, como la decadencia nacional, lo es de la indolencia individual, del egosmo, y del vicio* Lo que estamos acostumbrados censurar como grandes males spla- les, se ver que en su mayor parte no es ms que el pro- ducto de la. vida pervertida del hombre mismo, y aunque nos esforcemos por cortarlos y extirparlos por medio de leyes, slo conseguiremos que broten de nuevo con mayor vigor en otra forma cualquiera, no ser que se mejoren radicalmente las con- diciones de la vida personal y el carcter. Si esta apreciacin es correcta, se deduce que el patriotismo y la filantropa ms eleva- dos, consisten no tanto en el cambio de las leyes y la modifica- cin de las instituciones, como en ayudar y estimular los hom- bres para que se eleven y mejoren por medio de su propia accin libre independiente.

Podr sei; de consecuencias comparativamente pequeas el modo como un hombre sea gobernado desde fiera, mientras que todo depende de como se gobierna s mismo en lo interior. No es el mayor esclavo aquel que est dominado por un dspota, por grande que sea ese mal, sino aquel que sirve de juguete su propia ignorancia moral, al egosmo, y al vicio. Las naciones que estn esclavizadas de ese modo en su verdadero carcter, no pueden ser libertadas por el mero cambio de amos de ins- tituciones ; y mientras prevalezca el engao de que la libertad solamente depende y consiste en el gobierno, tendrn resultados tan limitados y tan poco duraderos esos cambios, cueste lo que costare para ser efectuados, como la mudanza de las figuras en una fantasmagora. Los cimientos slidos de la libertad deben descansar sobre el carcter individual, que tambin es la nica garanta segura en favor de la seguridad social y del progreso nacional. Juan Stuart Mili observa con mucha justicia que hasta el mismo despotismo no produce sus peores efectos mientras se sostenga la individualidad bajo su poder; y todo lo que sojuzga por completo la individualidad es despotismo, sea cual fuere el nombre que se le de.

Aparecen constantemente antiguos sofismas con respecto del progreso humano. Algunos piden Csares, otros nacionalidades, y otros leyes. Tendremos que esperar los Csares, y cuando sean hallados, feliz el pueblo que los reconoce y los sigue (1).

(1) \ida de Julio Csar, por Napolen IU.

4 GESARISMO INDEPENDENCIA

Esta doctrina significa brevemente, todo para el pueblo, nada por l ; doctrina que si se toma como gua, tiene que allanar rpidamente el camino hacia cualquier despotismo, al destruir la libre conciencia de la comunidad. El cesarismo es la idolatra humana en su peor forma, una adoracin del mero poder, tan degradante en sus efectos como lo seria la adoracin de la mera riqueza. Una doctrina mucho ms saludable y que debiera ser inculcada en las naciones, seria la de la ayuda propia^ y tan luego como sea perfectamente comprendida y puesta en accin, dejar de existir el cesarismo. Los dos principios son diametral - mente opuestos, y lo que Vctor Hugo dijo de la pluma y la es- pada, se puede aplicar igualmente ambos : Esa matar aqudla.

El poder de las nacionalidades y las leyes de los parlamentos es tambin una supersticin predominante. Lo que dijo Guillermo Dargan, uno do los patriotas irlandeses ms verdaderos, al ce- rrarse la primera Exposicin Industrial de Dublin, puede muy bien ser transcrito ahora : decir verdad, dijo, jams he odo mencionar la palabra independencia sin que no se me ven- gan la memoria mi pas y mis compatricios. He odo mucho sobre la independencia que recibiramos de ste, aquel, y el otro lugar, y de las grandes promesas que debamos esperar que se- ran realizadas por personas de otros pases, que vendran entre nosotros. Mientras que aprecio tanto como cualquier hombre las grandes ventajas que nos deben resultar de esa comunicacin, siempre he sido profundamente impresionado por el sentimiento de que nuestra independencia industrial dependo de nosotros mismos. Creo que con la sencilla laboriosidad, y la cuidadosa conducta arreglada en la utilizacin de nuestras fuerzas, nunca hemos tenido una oportunidad mejor ni un programa ms bri- llante que en el presente. Hemos dado un paso, pero la perse- verancia es el gran agente del xito , y si solamente continuamos con pasin y celo, creo con toda mi conciencia que en un corlo perodo llegaremos una posicin de igual bienestar, de igual felicidad, y de igual independencia, que la de cualquier otro pueblo.

Todas las naciones han llegado ser lo que son hoy da por el esfuerzo de nmchas generaciones de hombres pensadores y labo- riosos. Los pacientes y perseverantes trabajadores de todas las clases y condiciones de la vida, los cultivadores de la tierra, y

LA VIDA ES UNA BATALLA DE SOLDADO 5

los escudriadores de las minas, los inventores y exploradores, los fabricantes, los mecnicos y los artesanos, los poetas, los filsofos y los polticos, todos han contribuido al gran resultado, construyendo una generacin sobre la labor de la otra, y adelan- tndola grados an ms elevados. Esta constante sucesin de nobles obreros que son los artesanos de la civilizacin ha servido. para crear el orden sacndolo del caos, en la industria, la ciencia y el arte; y la raza existente ha llegado ser por eso, en el curso de la naturaleza, heredera del rico legado formado por la habilidad y el trabajo de nuestros antecesores, que nos es . entregado para utilizarlo y traspasarlo nuestros sucesores, no solamente sin disminucin, sino mejorado.

1 espritu de la ayuda propia, tal como se halla manifestado en la enrgica accin de los individuos, ha sido en todo tiempo un rasgo saliente del carcter ingls, y proporciona la verdadera medida de nuestro poder como nacin. Elevndose sobre las ca- bezas del conjunto, siempre se ha encontrado una serie de indi- viduos distinguidos sobre los dems, que visiblemente se hacan merecedores del respeto pblico. Pero nuestro progreso se debe tambin multitud de hombres ms pequeos y menos conocidos. Aunque slo los nombres de los generales sean recordados en la historia de cualquier campaa grande, slo se han ganado las victorias gracias, en gran parte, al valor individual y al herosmo de los soldados. Y la vida tambin, es una batalla de soldado ; entre los ms grandes trabajadores siempre se han hallado hom- bres pertenecientes las tilas. Muchas son las vidas no escritas de hombres que sin embargo han cooperado tan poderosamente la civilizacin y al progreso como los ms afortunados gran- des cuyos nombres menciona la biografa. Hasta la persona ms humilde, que se pone la vista de sus semejantes como un ejemplo de laboriosidad, de sobriedad y de honradez cabal en sus propsitos en la vida, ejerce una influencia, tanto presente como futura, en el bienestar de su pas ; porque su vida y su ca- rcter pasan inconscientemente la vida de otros, y propagan el buen ejemplo para todo tiempo futuro.

La experiencia diaria demuestra que el individualismo enr- gico es lo que produce los efectos ms poderosos sobre la vida y la accin de los dems, y lo que constituye realmente la mejor educacin prctica. Las escuelas, las academias y los colegios, slo dan los meros elementos de la cultura en comparacin de

6 LOS MEJORES AUXILIARES SON LAS DIFICULTADES

sta. Muchisimo ms influyente es la educacin de la vida diaria que se da en nuestros hogares domsticos , en las calles, detrs del mostrador, en los talleres, en los telares, en el campo, en los escritorios, en las fbricas y en los activos quehaceres de los hombres. Esta es la instruccin que nos da la ltima mano como individuos de la sociedad, y que Schiller designaba como la edu cacin de la raza humana^ que consiste en la accin, la conducta, la cultura propia, el dominio sobre s mismo todo aquello que tiende disciplinar verdaderamente un hombre, y adaptarlo para el debido cumplimiento de los deberes y asuntos de la vida, una especie de educacin que no se aprende en los libros, ni se adquiere con ninguna cantidad de mera enseanza literaria. Observa Bacon con el acostumbrado peso de sus palabras, que : Los estudios no ensean su mhmo uso; 'pero que es sabidura lo que se gana con la observacin sin ellos, y por encima de ellos; observacin que conviene la vida actual, tanto como al ^ cultivo mismo de la inteligencia. Porque toda experiencia sirve para ilustrar y dar fuerza la leccin de que, un hombre se per- fecciona por el trabaj ms bien que por la lectura, que aque- lla que tiende perpetuamente renovar el gnero humano, es ms bien la vida y no la literatura, la accin ms bien que el estudio, y el carcter ms bien que la biografa.

Con todo, las biografas de hombres, pero especialmente la de los hombres de bien, son lo ms instructivo y til como auxi- liares, guias, y estmulo para los dems. Algunas de las mejores casi equivalen evangelios, pues ensean un modo de vivir no- ble, una manera de pensar elevada, y una accin enrgica para su propio bien y el de los dems. Los preciosos ejemplos que ofrecen del poder de la Ayuda propia^ del propsito paciente, la labor constante, y la integridad inmutable, influyendo en la formacin del carcter verdaderamente noble y viril, muestran en un languaje inequvoco, lo que cada uno puedo realizar por s mismo, por estar en sus facultades poderlo hacer ; ilustra elo- cuentemente la eficacia del respeto propio y la confianza en s mismo, que pone hasta los hombres de la ms humilde posi- cin en estado de labrarse una honrosa y holgada posicin de fortuna y una reputacin slida.

Los grandes hombres de la ciencia, la literatura, y el arte apstoles de las grandes ideas y seores de los grandes corazo- nes no han pertenecido exclusivamente ima sola clase so-

ALGUNO DE LOS HOMBRES MS GRANDES 7

cial. Han salido igualmente de los colegios, los talleres y alque- ras, de las chozas a los pobres y de los palacios de los ricos. Algunos de los ms gcandes apstoles de Dios han salido de las filas. Algunas veces han sido ocupados los puestos ms elevados por los ms pobres, y las dificultades aparentemente ms insuperables no han sido obstculos para su camino. En muchos casos esas mismas dificultades, hasta parecen haber sido sus mejores auxiliares, despertando sus fuerzas de labor y de resistencia, y estimulando obrar facultades qne de otro modo hubieran quedado aletargadas. Los casos de obstculos venci- dos asi, y de triunfos llevados cabo de ese modo, son en ver- dad tan numerosos, que casi comprueban por completo el pro- verbio de que con voluntad se realiza lo que se quiere. Ved, por ejemplo, el hecho notable de haber salido de una barbera Jere- mas Taylor, el ms potico de los telogos; sir Ricardo Arkwright, el inventor de las mquinas de hilar y de la manu- factura del agodn ; lord Tenterden, uno de los ms distingui- dos presidentes del tribunal supremo de Inglaterra; y Turner, el mejor de los de paisajistas ingleses.

Nadie sabe de una manera positiva lo que era Shakspeare, pero es incuestionable, que proceda de humilde posicin. Su padre era carnicero y ganadero ; y se cree que el mismo Shaks- peare fu cardador en sus primeros aos; mientras que otros aseveran que fu subpreceptor de una escuela, y despus escri- biente de un notario. En realidad parece haber sido el eptome de toda la humanidad. Porque tal es la exactitud de sus trminos .marinos que un escritor naval sostiene que ha debido ser marino; mientras que un sacerdote infiere de la prueba que se deduce de sus escritos, que ha debido ser escribiente de algn clrigo, y un distinguido juez en materia de caballos insiste en qne ha debido ser chaln. Shakspeare fu ciertamente actor, y en el transcurso de su vida represent muchos papeles^ recogiendo su maravilloso cmulo de saber de un vasto campo de experiencia y de observacin. De lodos modos, debi ser aplicadsimo hom- bre de estudio y trabajador incansable. Hoy mismo continan ejerciendo sus escritos una poderosa influencia en la formacin del carcter ingls.

La clase comn de los jornaleros nos ha dado Brindley, el ingeniero; Cook, el navegante; y Burns, el poeta. Los albailes pueden jactarse de haber producido Ben Jonson, quien trabaj

8 HAN ,SALIUO DE LAS FILAS

en la construccin de Lincoln's Inn con una paleta en la mano y un libro en el bolsillo; Edwards y Telford, ingenieros; Hugo Miller, el gelogo; y Alian Cunningham, el escritor y escultor; mientras que entre los carpinteros distinguidos encontramos los nombres de igo Jones, el arquitecto ; Harrison, el fabricante de cronmetros; Juan Hunter, el fisilogo; Romney y Opie, pinto- res; el profesor Lee, orientalista, y Juan Gibson, escultor.

De la clase de tejedores han salido Simson, el matemtico; Bacon, el escultor; los dos Milners, Adam Walker, Juan Foster, Wilson, el ornitlogo; el doctor Livingstone, viajero y misio- nero, y Tannahill, el poeta. Los zapateros nos han dado sir Cloudesley Shovel, el gran almirante; Sturgcon, el electricista; Samuel Drew, autor de ensayos; Gifford, redactor de la Quar- terly Review ; Bloomfield, el poeta, y Guillermo Carey, el mi- sionero ; mientras que Morrison, otro misionero laborioso, era fabricante de hormas de botines. ltimamente ha sido descu- bierto un profundo naturalista en la persona de un zapatero de Bauff, llamado Toms Edwards, quien, gananndose la subsis- tencia con su oficio, ha dedicado sus horas de ocio al estudio de las ciencias naturales en todas sus ramas, habiendo sido pre- miadas sus investigaciones sobre los pequeos crustceos con el descubrimiento de una nueva especie, la que se le ha dado por los naturalistas el nombre de Praniza Edwards,

Tampoco han dejado de distinguirse los sastres. Juan Stow, el historiador, trabaj en el oficio durante algn tiempo de su vida. Jackson, el pintor, haca trajes hasta llegar la edad viril. El bravo sir Juan Hawkswood, que se distingui tanto en P07 liors, y fu armado caballero por Eduardo III, como premio de .su valor, fu, en sus primeros aos, aprendiz de un sastre de Londres. El almirante Hobson, que rompi la cadena que ce- rraba el puerto de Vigo en 1702, perteneca al mismo gremio. Se hallaba trabajando como aprendiz de sastre en las inmedia- ciones de Bonchurch, en la isla de Wight, cuando corri por la aldea la noticia de que una escuadra de buques de guerra se iba dar la vela. Salt del mostrador, y corri con sus camara- das para admirar el hermoso espectculo. Sintise de pronto inflamado el muchacho por el deseo de ser marino ; y saltando un bote, rem hasta la escuadra, lleg hasta el buque del almirante, y fu aceptado como voluntario. Algunos aos des- pus, regres su aldea natal colmado do honores, y comi un

HOMBRES DE CIENCIA VI

pialo de huevos y tocino en la casucba en que haba trabajado como aprendiz. Pero el sastre ms notable de todos es sin dis- pata Andrs Johnson, actual presidente de los Estados Unidos, hombre de una fuerza de carcter extraordinaria, y de vigorosa inteligencia. En su gran discurso, en Washington, cuando refe- ra que haba principiado su carrera poltica como regidor, y haba recorrido todos los grados de la legislatura, uno de los concurrentes dijo en alta voz : Principiando desde sastre. Fu caracterstico en Johnson tomar buenas lo que se le deca como un sarcasmo, y hasta hacerle exclamar ; Un seor dice que he sido sastre. Esto no me desconcierta en lo ms mnimo; porque cuando yo era sastre tena la reputacin de serlo bueno, y hacer los trajes la medida; siempre fui exacto con mis parroquianos, y siempre les hice buen trabajo.

El cardenal Wolsey, De Foe, Akenside, y Kirke White eran hijos de carniceros ; Bunyan era latonero, y Jos Lancaster haca cestos. Entre los grandes nombres identificados con la inven- cin de las locomotoras se encuentran los de Newcomen, Watt, y Stephcnson, herrero el primero, fabricante de instrumentos matemticos el segundo, y el tercero fogonero de mquinas de vapor. El predicador Huntingdon fu acarreador de carbn, y Bowick, el padre del grabado sobre madera, era mJnero de car- bn. Dodsley era lacayo, y Holcroft mozo de cuadra. El nave- gante Baffin principi su carrera martima en calidad de grumete, y sir Cloudesley Shovel como mozo de cmara. lerscholl tocaba el oboe en una banda militar. Chantrey era jornalero tallista; Etty, cajista.de una imprenta, y sir Toms Lawrcnce era hijo de un tabernero. Miguel Faraday, hijo de un herrero, fu en su primera juventud aprendiz de un encuadernador, y trabaj en ese oficio hasta la edad de veinte y dos aos; ahora ocupa el primer lugar como filsofo, sobresaliendo sobre su mismo maes- tro, sir Humphry Davy, en el arte de exponer claramente los puntos ms difciles y abstrusos en las ciencias naturales.

Entre los que han dado mayor impulso la sublime ciencia de la astronoma, encontramos Coprnico, hijo de un panadero polaco; Kepler, hijo de un tabernero alemn, y gargon de caba^ ret; (1) d'Alembert, un expsito encontrado una noche de in- vierno sobre las gradas de la iglesia de Saint-Jean le Rond de

. ^1) Mozo de taberna.

10 HOMBRES EMINENTES DE LA CLASE MEDIA

Pars, y criado por la mujer de un vidriero ; y Newton y La- place, el uno, hijo de un pequeo arrendatario de las inmedia- ciones de Grantham, el otro hijo de un pobre campesino de Beaumont-en-Aufi:e, cerca de Honfleur. pesar de las contrarie- dades relativamente adversas de sus primeros aos, alcanzaron estos hombres distinguidos una reputacin duradera por medio del empleo de su genio, que ninguna riqueza del mundo poda haber comprado. Quiz la posesin de riquezas hubiera sido un obstculo mayor que los humildes medios en que haban nacido. El padre de Lagrange, el astrnomo y clebre matemtico, ocu- paba el empleo de tesorero de guerra en Turn; pero habin- dose arruinado en ciertas especulaciones, qued su familia com- parativamente, en la pobreza. Posteriormente atribua Lagrange deber en parte sta circunsiancia su fama y su felicidad. Si hubiera sido rico^ deca probablemente no me habra hecho matemtico.

Los hijos de sacerdotes y telogos, generalmente se han dis- tinguido sobre todo en la historia de nuestro pas. Entre ellos encontramos los nombres de Drake y Nelson, celebrados por el herosmo naval ; de WoUaston, Young, Playfair, y Bell, ilustres en la ciencia; de Wren, Reynolds, Wilson, y Wilkie, en las artes; de Turlow y Ghampbell, en las leyes; y de ddison, Thompson, Goldsmith, Goleridge, y Tennyson, en la literatura. Lord Hardinge, el coronel Edwardes, y el mayor Hodson, tan honrosamente conocidos en las guerras de la India, eran tam- bin hijos de sacerdotes. En verdad, el imperio de Inglaterra en la India fu conquistado y conservado principalmente por hom- bres de la clase media, tales como Olive, Warren Hastings, y sus sucesores ; hombres creados en su mayor parte en las factoras y educados en el hbito de los negocios.

Entre los hijos de abogados encontramos Edmundo Burke, Smeaton, el ingeniero; Scott y Wordsworth, y los lores Somers, Hardwick, y Dunning. Sir Guillermo Blakstone era hijo postumo de un mercader de sederas. El padre de lord Gifford era alma- cenero en Dover; el de lord Denham, mdico; el del juez Tal- fourd, cervecero en el campo; y el de lord Presidente, barn Pollock, un afamado talabartero en Gharing Gross. Layard, el descubridor de los monumentos de Nnive, era amanuense en la oficina de un escribano de Londres; y sir Guillermo Armstrong, inventor de la maquinaria hidrulica y del can Armstrong,

EXTRANJEROS ILUSTRES DE OnlGEN HUMILDE H

tambin estudi leyes y ejerci algn tiempo como abogado. Milln era hijo de un notario de Londres; y Pope y Southey de fabricantes de lienzos. El profesor Wilson era hijo de un manu- facturero de Paisley, y lord Macauley de un comerciante de frica. Heats era droguero, y sir Humphry Davy aprendiz de boticario en un pueblo del campo. Hablando de si mismo, dijo una vez Davy : Lo que soy me lo debo mi, digo esto sin vanidad y con toda ingenuidad y pureza, Ricardo Owen, el Newton de la historia natural, principi su carrera como guar"^21iii>^ 21

sin embargo, hasta que sali del estado de teora, y fu tomada por su cuenta por mecnicos prcticos ; y j qu historia tan noble de paciente y laboriosa investigacin, de dificultades, de tropiezos vencidos por una heroica laboriosidad, nos refiere esa maravi- llosa mquina ! Es en verdad, en s misma, un monumento del poder de la Ayuda propia en el hombre. Agrupados en torno suyo encontramos Savary, el ingeniero militar; Newcomen, el herrero de Darmouth; Cawley, el vidriero; Potter, mozo maqui- nista ; Smeaton, el ingeniero civil ; y, sobresaliendo sobre todos, el laborioso, paciente infatigable Jaime Watt, el fabricante de instrumentos matemticos.

Watt era uno de los hombres ms laboriosos , y la historia de su vida prueba lo que confirma la experiencia, saber : qu no es el hombre de mayor vigor natural y capacidad quien con- sigue los ms elevados resultados, sino aquel que emplea sus facultades con la mayor diligencia y la habilidad ms cuidadosa- mente disciplinada, la habilidad que resulta de la laboriosidad, de la aplicacin y de la experiencia. Muchos hombres de su poca saban ms que Watt, pero nadie trabajaba tan asiduamente como l para dirigir todo lo que ejecutaba hacia fines prcticos. Era sobre todo perseverante en la prosecusin de los hechos. Cultivaba cuidadosamente ese hbito de atencin activa de que dependen principalmente todas las elevadas cualidades del tra- bajo intelectual. Edgewoth llega hasta sostener la opinin de que la diferencia de inteligencia en los hombres depende ms de la temprana educacin de ese hbito de atencin, que de una gran diferencia entre las facultades de uno y otro individuo.

Hasta siendo muchacho encontr Watt ciencia en sus juguetes. Los cuadrantes que estaban aqu y all en el t*aller de carpintera de su padre le condujeron al estudio de la ptica y de la astro- nomia, su falta de salud le indujo la investigacin de los secre- tos de la fisiologa ; y sus paseos solitarios travs del campo le atrajeron hacia el estudio de la botnica y de la historia. Mientras se ocupaba del negocio de fabricante de instrumentos matem- ticos, recibi la orden de construir un rgano ; y pesar de no tener el odo msico , emprendi el estudio de la armona, y construy con xito el instrumento. Y del mismo modo, cuando fu puesto en sus manos para componerlo, el pequeo modelo de la mquina de vapor de Newcomen, que perteneca la uni- versidad de Glasgow, se puso inmediatamente estudiar todo lo

.28 APLICACIONES DE' LA IiIqUINA DE VAPOR

que entonces se saba s La lectura del Ensayo sobre el entendimiento, de Locke^ le d su espritu la primera inclinacin metafsica. Me despert de mi estupor, dice, y me indujo formar la resolucin de abandonar las bajas miras que estaba acostum- brado admitir,

Drew principi por cuenta propia su negocio, con un capital de unos cuantos chelipes ; pero era tal su reputacin de hombre formal, que un vecino, molinero, le ofreci un prstamo, que acept, y habiendo tenido xito en su trabajo pudo devolverlo al cabo de un ao. Empez con la resolucin de no deber nadie nada, y se mantuvo en ella en medio de muchas privaciones. Su ambicin era conseguir independencia por medio de laboriosidad y economa, y sta la obtuvo gradualmente. En medio de incesante irabajo, se esforz cuidadosamente en perfeccionar su espritu, estudiando astronoma, historia y metafsica. Indjole seguir principalmente este ltimo estudio el hecho de requerir menos libros de consulta que cualquiera de los otros. Pareca ser un sendero espinoso f dice, sin embargo, me resolvi entrar en l, y por consiguiente principi caminar sobre l.

Agregado sus labores, de hacer zapatos y metafsica, se hizo Drew un predicador local y un corifeo de clase. Tom vivsimo mters en la poltica, y su tienda se hizo un punto de reunin favorito de todos los politiqueros del pueblo, que cuando ellos no iban su casa, se iba l buscarlos para hablar con ellos sobre asuntos pblicos. Esto le ocupaba tanto tiempo que se vea obligado algunas veces trabajar hasta media noche para recuperar las horas que haba perdido durante el da. Su fervor poltico se hizo la comidilla del pueblo. Estando una noche ocu- pado en martillar la suela de un zapato, vio un muchachito la luz en la zapatera, puso la boca sobre el ojo de la llave y grit con voz de trompetilla : Zapatero I zapatero! \ trabajas de noche y andas ocioso de da! n amigo quien Drew refiri despus este hecho, le pregunt : Y no corristeis detrs del muchacho, y le disteis una zurra? No no 1 fu su contestacin, si hubieran descargado una pistola junto > mi odo, no hubiera quedado ms desalentado confundido. Suspend mi trabajo, y me dije : Es verdad, es verdad I pero nunca tendrs

400 SAMUEL DREW, METAFSICO

que poderme decir eso otra vez . Ese grito fu para m la voz de Dios, y ha sido una palabra dicha tiempo en mi vida. De ella aprend no dejar para maana el trabajo de hoy, y no estar ocioso cuando debiera estar trabajando, t

Desde ese momento abandon Drew la poltica, y se consa- gr su trabajo, leyendo y estudiando en sus horas libres : pero nunca dej que estas ocupaciones interviniesen en su nego- cio, aunque menudo penetraban en su descanso. Se cas y pens por un momento en emigrar Amrica, pero continu trabajando. Su gusto literario se inclin primeramente hacia trabajos poticos; y de algunos de los fragmentos que se han conservado, aparece que sus pensamientos respecto de la inma- terialidad inmortalidad del alma tuvieron su origen en esas meditaciones poticas. Su cuarto de estudio era la cocina, donde le servan de escritorio los fuelles de su mujer; y escriba en medio del llanto de sus hijos y del ruido de la cuna. Por esta poca apareci el Siglo de la Razn^ de Paine, despertando mucho inters, y entonces escribi un libelo en refutacin de sus argumentos, que fu publicado. Despus acostumbraba decir que el Siglo de la Razn lo haba hecho autor. En rpida suce- sin aparecieron muy luego varios folletos debidos su pluma, y algunos aos despus, mientras segua trabajando en hacer calzado, escribi y public su admirable Ensayo sobre la inma- terialidad y la inmortalidad del alma humana^ que vendi por veinte libras esterlinas, en esa poca suma bastante grande segn su propia opinin. El libro obtuvo muchas ediciones y ahora es apreciado.

Drew no se envaneci en manera alguna con su xito, como acontece muchos autores nuevos, y, mucho despus de ser celebrado como escritor, se le vea barrer la acera frente de su puerta, ayudando sus aprendices entrar el carbn para el invierno. Por mucho tiempo no se le pudo hacer que viera la literatura como una profesin de la que se poda vivir. Su primer cuidado era asegurarse un modo de vivir honrado con su pro- fesin, y poner en la lotera del xito literario, como lo llamaba l. tan slo el sobrante de su tiempo. Sin embargo, con el tiempo se consagr completamente la literatura, muy particu- larmente en conexin con la corporacin Wesleyana; redactando uno de su Magazines, y dirigiendo la publicacin de varias de sus obras sectarias. Escribi tambin en la Revista Eclctica^ v

JOS HUME, CIRUJANO lOf

compil y pablic una valiosa historia de su condado nativo, Corawail, con otras numerosas obras. Hacia el fn de su carrera, dijo de s mismo : Salido de una de las ciases ms humildes de la sociedad, me he esforzado durante mi vida en educar mi familia en condiciones de respetabilidad, por medio del tra- bajo honrado, de la frugalidad, y una alta consideracin por mi carcter moral. La Divina Providencia ha sonredo mis esfuer- zos, y ha coronado con el xito mis deseos.

El finado Jos Hume sigui una carrera muy diferente, pero trabaj con un espritu igualmente perseverante. Era hombre de dotes naturales moderadas, pero de gran laboriosidad y de intachable honradez en sus propsitos. La divisa de su vida fu Perseverancia^ y obr siempre conforme ella. Habiendo muerto su padre cuando todava era l un nio, abri su madre una pequea tienda en Montrose, y trabaj muchsimo para sostener su familia y educarla respetablemente. Jos lo puso que apren- diera con un cirujano, y le educ para la profesin mdica. Habiendo obtenido su diploma, hizo varios viajes la India como cirujano del buque, y despus obtuvo un empleo de cadete al servicio de la Compaa. (1) Nadie trabajaba con ms vigor, viva ms sobriamente que l ; y, captndose la conanza de sus superiores, quienes le consideraron como hombre capaz en el cumplimiento de sus deberes, y lo ascendieron gradualmente empleos ms elevados. En 1803 estuvo con la divisin del ejr- cito las rdenes del general Powell, en la guerra de Mahatta ; y habiendo muerto el intrprete, fu nombrado en su reemplazo Hume, quien en el nterin haba estudiado y saba los idiomas indgenas. Despus fu nombrado mdico principal del Estado Mayor. Pero como si esto no fuera bastante para ocupar todas

(1) Era caracterstico del seor Hume que, durante sus viajes pro- fesionales entre Inglaterra y la India, se dedicara diligentemente on sus momentos libres al estudio de la navegacin y arle del piloto. n 1825, estando de viaje en un esmaque la vela de Londres . Leilh, y habiendo salido apenas la embarcacin de la embocadura del Tmesis, estall de pronto ana tormenta ; fu sacada de su curso, y en la obscuridad de la noche, encall en los bancos de Goodwin. El capitn perdi la presencia de nimo, y estaba incapaz de dar rdenes conerenles, y es muy probable que el buque hubiera naufragado completamente, si un pasajero no nubiese tomado el mando y diri- gido la maniobra del buque, tomando en persona el timn miontra dur el peligro. El buque se salv, y el extranjero era el seor Hume.

C.

102 JOS HUME EN EL PARLAMENTO

SUS facultades activas, se hizo cargo adems de los empleos de pagador y administrador de correos, desempendolos satisfac- toriamente. Tambin contrat la provisin de la Comisaria, lo que hizo con ventaja para el ejrcito y provecho para si. Despus de unos diez aos de incesante labor, regres Inglaterra con fortuna ; y uno de sus primeros actos fu tomar medidas favor de los individuos pobres de su familia.

Pero Jos Hume no era hombre capaz de disfrutar ociosamente los frutos ds su laboriosidad. El trabajo y la acupacin se haban hecho necesarios para su bienestar y felicidad. Para adquirir un conocimiento exacto del verdadero estado de su pas, y la con- dicin del pueblo, visit todos los pueblos del reino que entonces gozaban un grado cualquiera de celebridad manufacturera. Despus viaj por el continente con el propsito de obtener conocimientos sobre los Estados extranjeros. Una vez de regreso Inglaterra, entr en el parlamento en 1812, y continu siendo miembro de esa asamblea , con una corta interrupcin, durante un perodo prximo treinta y cuatro aos. Su primer discurso registrado fu sobre la educacin pblica, y durante toda su larga y honrosa carrera tom un inters activo y serio en esa y en todas las otras cuestiones calculadas elevar y mejorar la condicin del pueblo ; la reforma criminal, bancos de ahorro, comercio libre, economa y disminucin de impuestos, represen- tacin ms extensa, y medidas semejantes, las que promova infatigablemente. Cualquier asunto que empreda, lo trabajaba con lodo su poder. No era un buen orador, pero lo que deca era credo porque sala de los labios de un hombre honrado, sin doblez, y exacto. Si el ridculo, como dice Shaftesbury, es la mejor prueba de la verdad, Jos Hume, resisti bien la prueba. De ningn hombre se ha redo tanto, pero all estaba perpetua- mente, en su puesto Generalmente era derrotado en una vota- cin, pero la influencia que ejerca era sentida, sin embargo de ello, y muchas mejoras financieras fueron efectuadas por l pesar de tener la votacin en contra suya. La cantidad de peno- so trabajo que ha relizado es extraordinaria. Se levantaba las seis, escriba cartas y arreglaba sus papeles para el parlamento; en seguida, despus del almuerzo, reciba las personas que iban para asuntos, algunas veces hasta veinte cada maana. Rara vez se reuna la cmara sin que l estuviera presente, y aunque los debates se prolongaran hasta las dos tres de la maana, po-

JOS HUME : su PERSEVERANCIA 103

cas palabras, para llevar cabo el trabajo que hizo, y por un espacio de tiempo tan largo, frente tantas administraciones, semana tras semana, un ao despus de otro ser vencido en la votacin, derrotado, burlado, estando en muchas ocasiones casi solo perseverar frente frente de todo desaliento^ conser- vando inalterable su sangre fra, sin perder lo ms mnimo en su energa y su esperanza, y vivir para ver adoptadas con acla- macin la mayor parte de sus medidas, debe ser considerado como uno de los ejemplos ms notables del poder de la perse- rerancia humana que pueda ofrecer la biograa*

CAPTULO V

AYUDAS Y OPORTUNIDADES. OCUPACIONES CIENTFICAS

Ni la mano desnada ni el entendimiento, dejados s mismos, pueden hacer gran cosa; la obia se liace con insirumentos y ayudas tan necesarios para el entendimiento como para la miuo. Bagon (1).

La oportunidad tieue cabello en la frente, pero es calva por detrs; si ia coris de la guedeja de delante la podis retener, pero, si la dejis esca- par, ni el mismo Jpiter podr volver dete- nerla. Del L4Ttif (2).

La casualidad hace muy poco en favor de los grandes resul- tados que se oblienen en la vida. Aunque algunas veces se pueda hacer por medio de una atrevida empresa arriesgada lo que se llama un golpe de fortuna ^ slo el camino real de la laborio- sidad y de la aplicacin formales son la nica senda segura para poder marchar. Se dice del pintor paisajista Wilson, que cuando haba casi terminado una pintura de carcter tranquilo y correcto, se retiraba de ella, con su pincel atado al extremo de una larga caa, y despus de mirar atentamente su obra,

(1) Neiher the naked hand^ or the understanding, Itft to itseff, cando much; the workis accomplished by instruments and helpi, of which the need i$ not leses for the understanding than the hand. Bacon.

(2) Opportunity has hair in front, behind she is hald ; if you seize her by the forelock you mai hold her, but ifsuffered to escape^ not Jpiter himself can catch lier again. FaoM the Latn.

LOS DESGUBRIUIBNT08 NO SON CASUALES 105

se aproximaba de pronto y con unas cuantas pinceladas atrevi- das daba una brillante ltima mano al cuadro. Pero para cual- quiera que quisiese producir efecto, no servira pasar su pincel contra el lienzo en la esperanza de producir una pintura. La ca- pacidad de dar estos ltimos toques vitales slo se adquiere por la labor de una vida ; y lo probable es que el artista que de an- temano no se haya ejercitado cuidadosamente , al intentar pro- ducir un efecto brillante con un golpe, slo producir un borrn.

Lo que siempre distingue un verdadero trabajador es la atencin asidua y una lalK)riosidad cuidadosa. Los ms grandes hombres no son aquellos que desprecian los das de pequeas cosas, sino aquellos que los mejoran de la manera ms cuida- dosa. Miguel ngel explicaba un da un visitante de su estudio lo que habla estado haciendo una estatua desde su visita ante- rior. He retocado esta parte, he pulimentado aquella, he suavizado este rasgo, he hecho resaltar ese msculo, he dado alguna expresin este labio, y ms energa aquella pierna. Pero esto son bagatelas, observ el visante. Puede ser que s, replic el escultor, pero tened presente que las bagatelas hacen la perfeccin, y la perfeccin, no es una baga- tela. As se dijo del pintor Nicols Poussin, cuya regla de conducta era : que cualquier cosa que fuese digna de ser hecha mereca ser bien hecha; y cuando al fn de sus anos fu pregun- tado por su amigo Vigneul de Marville, por qu medios haba alcazando tan alta fama entre los pintores de Italia, contest Poussin enfticamente : Porque no he descuidado nada.

Aunque hay descubrimientos de los cuales se dice que han sido hechos por casualidad, se ver, si se averigua cuidadosa- mente, que en realidad ha habido poco en ellos que haya sido debido la casualidad. stas pretendidas casualidades no han sido en su mayor parte sino oportunidades, cuidadosamente me- joradas por el genio. La cada de la manzana los pies de Newton ha sido citada menudo como prueba del carcter acci- dental de algunos descubrimientos. Pero es que el espritu de Newton ya haba estado consagrado durante muchos aos la laboriosa y paciente investigacin del problema de la gravita- cin ; y la circunstancia de caer su vista la manzana, fu com- prendida cmo slo el genio poda comprenderla, y sirvi para demostrarle el brillante descubrimiento que entonces ofreca ante su vista, de igual modo las burbujas de jabn de brillantes co-

106 OBSERVACIN INTELIGENTE OALILEO

lores sopladas por medio de una pipa de fumar comn, aunque ligeras como el aire los ojos de los ms, sugirieron al doctor Young su bella teora de las interposiciones^ y le condu- jeron ai descubrimiento que se refiere la descomposicin de la luz. Aunque se supone vulgarmente que los hombres slo se ocu- pan de grandes cosas, hombres tales como Newton y Young estaban dispuestos descubrir el significado de los hechos ms familiares y sencillos ; su grandeza consista principalmente en su sabia interpretacin de esos pequeos fenmenos.

La diferencia entre los hombres, consiste en gran parte, en la inteligencia de su observacin. Dice el proverbio ruso refirin- dose al hombre que no es observador : Cruza el bosque y no ve lea para el fuego. Los ojos del sabio estn en su cabe a, dice Salomn pero el tonto^ camina obscuras. Seor, dijo Johnson en una ocasin un apuesto caballero que acababa de regresar de Italia, algunos hombres apren- den ms en la diligencia de Hampstead, que otros en un viaje por Europa. El espritu es el que ve lo mismo que los ojos. Donde nada observan los irreflexivos mirones, penetran los hombres de inteligente visualidad, en lo ms ntimo del fenmeno que se les presenta, notando atentamente las diferencias, haciendo compa- raciones, y reconociendo la idea que est oculta. Muchos hablan visto vibrar con mesurado balance un peso suspendido ente sus ojos, antes que lo hiciera Galileo ; pero l fu el primero que descubri el valor de ese hecho. Uno de los pertigueros de la catedral de Pisa, despus do haber llenado con aceite una lm- para que colgaba del techo, la dej oscilando de aqu para all ; y Galileo, entonces joven de diez y ocho aos tan slo, obser- vndola atentamente, concibi la idea de aplicarla la medicin del tiempo. Sin embargo, pasaron cincuenta aos de estudio y de trabajo antes que hubiera completado la invencin del P^n- dulo, cuya importancia, en la medicin del tiempo y los clculos astronmicos, apenas podr ser apreciada lo bastante. De igual modo, habiendo odo Galileo casualmente que un cierto Lipper- shey, fabricante de anteojos, holands, haba regalado al conde Mauricio de Nassau un instrumento por medio del cual aparecan ms prximos para el que lo tenia, los objetos que estaban dis- tantes, se dedic estudiar las causas de ese fenmeno, lo cual le condujo al invento del telescopio, y dio por resultado el prin- cipio de la ciencia moderna de la astronoma. Descubrimiento

BROWII BRUNBL COLN 1 07

como stos, jams podran efectuarse por un obseryacor descui- dado, por un ser meramente pasivo.

Cuando el capitn (despus sir Samuel) Brown estaba ocupado en estudiar la construccin de los puentes, con el objeto de in- ventar uno econmico para echarlo sobre el ro Tweed, cerca de donde viva, pasebase en su jardn en una maana de otoo llena de roco, cuando vio una tenue telaraa suspendida travs de su camino. Inmediatamente se le ocurri la idea que de igual modo se podra construir un puente de cuerdas cadenas de hierro, y el resultado fu la invencin de su puente colgante. De igual modo, cuando Jaime Watt fu consultado sobre el modo de conducir agua por medio de tubos por debajo del Clyde, lo largo del lecho desigual del ro, dirigi un da su atencin la concha de una langosta de mar puesta en su mesa; y de ese mo- delo invent un tubo de hierro, que una vez colocado, se vio que responda perfectamente al objeto deseado. Sir Isambert Brunel tom sus primeras lecciones para formal el tnel del Tmesis de la pequea broma. Vio cmo este animalito perforaba la madera con su bien armada cabeza, primero en una direccin y despus en otra, hasta que estaba completo el arco, y en seguida untaba el techo y los costados con una especie de barniz; y copiando exactamente este trabajo en una escala mayor, pudo al fin cons- truir Brunel su resguardo y llevar efecto su grande obra de in- geniera.

Slo la mirada inteligente del atento observador da valor estos fenmenos aparentemente triviales. Un asunto tan insigni- ficante como la vista de algas marinas flotantes que pasaban al lado de su buque, puso Coln en estado de poder sofocar el motn que ocurri entre sus marineros por no descubrir tierra, y asegurarles que no estaba distante el nuevo mundo que se buscaba tan ansiosamente. Nada hay tan pequeo que deba permanecer olvidado, y cualquier hecho, por trivial que parezca, puede quiz probar que es til de un modo otro si se le interpreta cuidado- samente. I Quin se hubiera podido figurar que las clebres rocas de tiza de Albin haban sido construidas por tenues insectos des- cubiertos nicamente con la ayuda del microscopio del mismo or- den de animales que han sembrado el mar de islas de coral! Y el que contempla semejantes resultados extraordinarios, debidos operaciones infinitamente pequeas, se atraver poner en duda el poder de las cosas pequeas?

108 PODER DE COSAS PEQUEAS

En la observacin atenta de las cosas pequeas est el secreto del xito en los negocios, en el arte, en la ciencia, y en toda ocupacin en la yida. El saber humano no es sino una acumula- cin de pequeos hechos, reunida por las generaciones sucesivas de los hombres, habiendo crecido con el tiempo ser pirmides colosales los pequeos trozos de conocimiento y de experiencia atesorados cuidadosamente por ellas. Aunque muchos de estos hechos y observaciones parecan al principio que no tenan sino una ligera signicacin, se ve que todos ellos tienen su uso even- tual, y que encajan bien en su lugar propio. Hasta muchos pen- samientos aparentemente remotos, resultan ser la base de resul- tados claramente prcticos. En las secciones cnicas descubieitas por Apolonio Pergaeus, transcurrieron veinte siglos antes que constituyeran la base de la astronoma ; ciencia que pone al navegante moderno en estado de dirigir su camino travs de mares desconocidos, y que le traza en los cielos una senda ine- rrable hacia el puerto deseado. Y si los matemticos no hubieran trabajado por tanto tiempo en las relaciones abstractas de las lineas y de las superficies, y con tan poco fruto aparente, para los observadores de escasa instruccin, es probable que slo muy pocas de nuestras invenciones mecnicas habran visto la luz.

Cuando Frankiin hizo su descubrimiento de la identidad del rayo y de la electricidad, se burlaron de ello, y las gentes se preguntaban : Para qu sirve ? lo cual contest : De qu sirve un nio ? Puede llegar ser un hombre ! Cuando Galvan descubri que la pata de una rana se estremeca al po- nerla en contacto con diferentes metales, difcilmente se poda haber imaginado que un hecho tan insignificante en la apariencia poda haber conducido resultados importantes. Con todo, all estaba el germen del telgrafo elctrico, que une la inteligencia de los continentes, y probablemente antes que hayan transcurrido muchos aos pondr un cinturn que abrazar al globo. As, tambin, pedaciios de piedra y fsiles, excavadps de la tierra, in- terpretados con inteligencia han resultado ser la ciencia de la geologa y las operaciones prcticas de la minera, en las que se invierten grandes capitales y gran nmero de personas tienen provechoso empleo.

La maquinaria gigantesca empleada en desaguar nuestras mi* Has, en mover nuestros molinos y fbricas, impelir nuestros

ARTE DE APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES i 09

baques de vapor y locomotoras, dependen do ignal manera, para su provisin de poder, sobre un agente tan ligero como son las gotas de agua dilatadas por el calor, agente llamado fami- liarmente vapor, que vemos salir por el pico de una tetera comn, pero que desarrolla una fuerza igual la de millones de caballos cuando est encerrado en una mquina ideada ingeniosamente, y contiene un poder para luchar contra las olas y hasta para desa- fiar al huracn. El mismo poder, hirviendo en las entraas de la tierra, ha sido la causa de aquellos volcanes y terremotos que han representado una parte tan importante en la historia del globo.

Se dice que la atencin del marqus de Worcester fu casual- mente dirigida la fuerza del vapor, porque ante sus ojos vol la tapa ajustada de una vasija que contena agua hirviendo, estan- do l preso en la Torre. Public el resultado de sus observa- ciones en su Siglo de InventoSy que form durante algn tiempo una especie de libro de texto para la^ investigaciones sobre la fuerza del vapor, hasta que Savary, Newcomen, y otros, apli- cndola fines prcticos, llevaron la mquina de vapor al estado en que Watt la encontr cuando fu llamado para componer un modelo de la mquina de Nev^comen, que perteneca la uni- versidad de Glasgow. Esta circunstancia casual fu una oportu- nidad para Watt, que no tard en aprovechar y mejorar ; siendo 1 objetivo de su vida llevar la mquina de vapor hasta la per- feccin.

Este arte de asir las oportunidades y sacar provecho hasta de los mismos accidentes, encaminndolos algn propsito, es un gran secreto par el xito. El doctor Johnson ha definido al genio como un espiitu de grandes facultades generales^ aplicado accidentalmente en una direccin particular. Los hombres que estn resueltos encontrar un camino para s mismos, siempre hallarn abundantes oportunidades ; y si no estn prontas al al- cance de sus manos, las harn ellos mismos. No son aquellos que han disfrutado las ventajas de los colegios, de los museos y de las galeras pblicas, los que ms han logrado en hiende la cien- cia y de las artes ; ni los grandes mecnicos inventores han sido educados en los institutos mecnicos. La necesidad, ms menudo que la facilidad, ha sido la madre de la invencin ; y la ms pro vechosa de todas las escuelas, fu la escuela de la dificultad. Algunos de los mejores obreros han tenido las herramientas mas

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lio TOSCOS APARATOS CIENTFICOS

sencillas para hacer su trabajo. Pero no son las herramientas las que hacen al operarip, sino la habilidad educada y la, perseve* rancia del hombre mismo. Hasta es proverbial que el mal obrero jams ha encontrado hasta ahora una herramienta buena. Alguiea le pregunt Opie por medio de qu procedimiento maravilloso mezclaba sus colores. Los mezclo con mis sesos, seor fu su contestacin. Lo mismo sucede con cualquier obrero que quiera sobresalir. Fergusn haca cosas maravillosas tales como su reloj de madera, que meda exactamente las horas con un cortaplumas comn, herramienta que se halla en manos de todo el mundo ; pero es que cualquiera no es Fergusn. a balde de agua y dos termmetros fueron las herramientas con que el doctor Black descubri el calor latente ; y un prisma, un lente, y un pedazo de cartn pusieron Newton en condiciones de descubrir la composicin de la luz y el origen de los colores, n eminente sabio, extranjero fu una vez ver al doctor WoUaston, pidindole que le enseara sus laboratorios en que la ciencia ha- ba sido enriquecida con tantos descubrimientos importantes; le lev el doctor un pequeo estudio, y sealando una vieja ar- tesa de t que estaba sobre la mesa y que contena algunos vi- drios de reloj, papel de prueba, una pequea balanza y un so- plete, le dijo : \Ah est todo el laboratorio que poseo \

Stothard aprendi el arte de combinar los colores estudiando atentamente las alas de las mariposas : deca con frecuencia que nadie sabia lo que deba estos delicados insectos. Un palo que- mado y la puerta de un galpn le sirvieron Wilkie de lpiz y de tela. Bewick practic sus primeros ensayos de diseos en las paredes de las cabanas de su pueblo natal, que cubri con sus bosquejos hechos con tiza, y Benjamn West hizo sus primeros pinceles con el pelo de la cola de su gato. Fergusn se acostaba por la noche sobre una manta en el campo y haca un mapa de los cuerpos celestes por medio de un hilo con cuentecitas, colo- cado entre su mirada y las estrellas. Fi*anklin arranc su rayo la nube cargada por medio de una pandorga hecha con dos palillos cruzados y un pauelo de seda. Watt hizo su primer modelo de la mquina condensada de vapor con una jeringa de un viejo pro- fesor de anatoma, usada para inyectar las arteras antes de la diseccin. Cuando Gifford era aprendiz de zapatero de viejo, es- tudi sus primeros problemas de matemticas sobre tirillas de uero, que para ese objeto martillaba hasta dejarlas lisas ; men-

FERGSN EL PROFESOR LEE EL DR. FRIESI.ET 111

tras que Rittenhouse, el astrnomo, calcul al principio los eclipses en el mango de su arado.

Las ocasiones ms vulgares proporcionarn un hombre opor- tunidades sugestiones para mejorar y adelantar, con solo que est dispuesto aprovecharse de ellas. El profesor Lee fu indu- cido al estudio del hebreo por haber encontrado una Biblia en ese idioma en una sinagoga, mientras trabajaba como oficial carpin- tero en la compostura de los bancos. Se apoder de l el deseo de leer el libro en el original, y, comprando un ejemplar de se- gunda mano y barato de una gramtica hebrea, se puso trabajar y aprendi el idioma. Como le dijo Edmundo Stone al duque de Argyle, en contestacin la pregunta de ste, de cmo l, que era hijo de un pobre jardinero, se haba manejado para leer en latn los Principios de Newton. Slo se necesita conocer las veinte y cuatro letras del alfabeto para poder aprender todo aquello que se desea. 9 La aplicacin y la perseverancia, y la diligente mejora de las oportunidades, harn lo dems.

Sir Walter Scott hallaba oportunidades para progresar en lo- que se empeaba, y hasta procuraba aprovechar las casuali- dades. Asi fu como en cumplimiento de sus obligaciones de escribiente, visit por primera vez los Highlands, y form aquellas amistades entre los hroes de 1745 que an vivan, y que sirvieron para colocar la base de una clase numerosa de sus obras. Ms tarde en la vida, cuando estaba empleado como comisario de la caballera ligera de Edimburgo, fu casualmente herido por la patada de un caballo, y se vio obligado guardar- cama por algn tiempo ; pero Scott era un enemigo mortal de la ociosidad, y en el acto puso su espritu en accin. En tres das haba compuesto su primer canto del poema. La cancin del ltimo trovador j que termin poco despus: su primer obra original de importancia.

La atencin del doctor Priestley, el descubridor de tantos ga- ses, fu atrada casualmente al estudio de la qumica por efecto de vivir en la vecindad de una fbrica de cerveza. Visitando un da ese lugar, not el aspecto particular qu acompaaba la extin- cin de las virutas encendidas, en el gas que flotaba sobre la bebida fermentada. Tena en aquella poca cuarenta aos, y nada saba de qumica. Consult libros para averiguar la causa, pero stos le hicieron saber muy poco, porque hasta entonces no se conoca nada sobre el asunto. Entonces principi hacer

112 DAVT FARADAT

experimentos, con algunos aparatos toscos hechos por l mismo. Los resultados curiosos de sus primeros Bxperimentos, conduje- ron otros, que en sus manos llegaron muy pronto ser la ciencia de la qumica neumtica. Por la misma poca, estaba ti^abajando obscuramente Sheele en el mismo sentido, en una villa remota de Suecla; y descubri varios gases nuevos, sin tener su disposicin ms aparato efectivo que unas cuantas redomas de boticario y algunas vejigas.

Cuando era aprendiz de boticario sir Humphry Davy, hizo sus primeros experimentos con instrumentos de la ms tosca clase. Improvis la mayor parte de ellos, con el material que el acaso pona en su camino; las ollas y cacerolas de la cocina, y las redomas y vasijas de la botica de su patrn. Aconteci que un buque francs naufrag frente al Land's End, y el cirujano se salv, llevando consigo su caja de instrumentos, entre los cua- les haba un anticuado aparato del clistel; regal Davy, con quien haba hecho relaciones, aquel instrumento. El aprendiz de boticario lo recibi con gran entusiasmo, y en adelante lo usaba como una parte del aparato neumtico que haba inventado, ha- cindole servir despus do bomba de aire en uno de sus experi- mentos sobre la naturaleza y origen del calor.

Del mismo modo el profesor Faraday, sucesor cient6co de sir Humphry Davy, hizo sus primeros experimentos de electrici- dad por medio de una botella vieja, siendo an oficial encuader- nador de libros. Es un hecho curioso, que Faraday fu llevado al estudio de la qumica, por haber odo una de las conferencias dadas por sir Humprhy Davy sobre esta materia en el Instituto Real. Un caballero que era miembro de l, fu un da al taller de encuademacin en que Faraday estaba empleado para encua- dernar libros, y le encontr embebido leyendo el artculo Elec^ tricidad en una enciclopedia que le haba dado para ser encua- dernada. Habiendo hecho averiguaciones el caballero, supo que el joven encuadernador se interesaba en esas materias, y le dio un permiso de entrada para el Instituto Real, donde asisti un curso de cuatro lecturas dadas por sir Humphry. Tom notas de ellas, que present al profesor, quien reconoci su exactitud cientfica, y qued sorprendido cuando supo la humilde posicin del estudiante. Entonces expres Faraday su deseo de consa- grarse al estudio de la qumica, de lo que al principio trat de disuadirle sir Humphry, pero persistiendo el joven, fu admitido

DA.VT 113

finalmente en el Itstituto Real como ayudante ; y con el tiempo cay el manto del brillante aprendiz de boticario sobre los di- gnos hombros del igualmente brillante aprendiz de encuader- nador.

Las palabras que Dayy escribi en su libro de apuntes, cuando tenia apenas veinte aos de edad y estaba trabajando en Bristol en el laboratorio del doctor Betdoes, eran eminentemente carac- tersticas : No tengo ni riquezas, ni poder, ni nacimiento que me recomiende; con todo, si vivo, tengo confianza en que no dejar de prestar menos servicios la humanidad y mis amigos, que si hubiera nacido con todas estas ventajas. Davy posea la capacidad, como la tiene Faraday, de consagrar todo el poder de su espritu la investigacin prctica y experimental de una materia en todos sus alcances; y un espritu semejante rara vez dejar de producir resultados del orden ms elevado, fuerza de trabajo y de paciente meditacin. Coleridge dijo de Davy : a Hay en su espritu una energa y una elasticidad, que le ponen en condicin de apoderarse y analizar todas las cuestiones, llevndolas sus legtimas consecuencias. Todo asunto tiene en el espritu de Davy el principio de vitalidad. Los pen- samientos vivos surgen como el csped bajo sus pies. Davy, por su parte, dijo de Coleridge, cuya capacidad admiraba mu- cho : Con el ms encumbrado genio, las concepciones ms vastas, un corazn sensible, y un espritu ilustrado, siempre ser victima de la falta de orden, de precisin y de regularidad.

El gran Cuvier era un observador singularmente exacto, atento y labonoso. Siendo muchacho cay por casualidad en su poder un volumen de Buffn, y esto le inclin al estudio de la historia natural. En el acto principi copiar los dibujos, y pintarlos de conformidad con las descripciones contenidas en el texto. Estando an en la escuela, le regal uno de sus maes- tros la obra de Linneo, SutenM de la Naturaleza, y por ms de diez aos constituy este libro su biblioteca de historia natural. A los diez y ocho aos de edad le fu ofrecido el puesto de pre- ceptor en una familia que resida cerca de Fecamp, en Norman- da. Viviendo prximo la costa del mar, estuvo en relacin ntima con las maravillas de la vida marina. Un da que andaba por las arenas vio una jibia encallada. Fu atrada su atencin por el objeto extrao, lo llev su casa para disecarlo, y prin- cipi asi el estudio de los moluscos, en cuya ocupacin alcanz

114 ctrviER

tan gloriosa nombradla. No tenia libros de consulta, excepto el gran libro de la naturaleza que estaba abierto ante si. El estu- dio de los objetos nuevos interesantes que diariamente le pre- sentaba sus ojos, produjo sobre su espritu una impresin ms profunda que la que le hubiera podido causar cualquiera des- cripcin escrita grabada. Asi pasaron tres aos, dura&te los cuales compar las especies vivientes de animales marinos coa los restos fsiles que se encontraban en los alrededores; dise- caba las muestras de la vida marina que llegaban su conoci- miento, y, con cuidadosa observacin, preparaba el camino para una reforma completa en la clasificacin del reino animal. Por esta poca conoci Guvier el erudito abate Teissier, quien escribi Jussieu y otros amigos de Paris sobre el tema de las investigaciones del joven naturalista, en trminos de tan ele- vada recomendacin, que pidieron Guvier que enviase algunos de sus papeles la Sociedad de historia natural ; y poco tiempo despus fu nombrado ayudante superintendente del Jardn de Plantas. En la carta escrita por Teissier Jussieu, presentn- dole al joven naturalista, se lea : Recordaris qite fui yo quien dio Delambre la Academia^ en otro ramo de la ciencia : ste ser tambin otro Delambre. Apenas necesitamos agregar que la prediccin de Teissier se vio ms que realizada.

No es, pues, la casualidad, lo que tanto ayuda un hombre en el mundo, como un propsito y una laboriosidad persistentes. De nada les serviran las ms felices casualidades los dbiles, los indolentes, y aquellos que no tengan propsitos ; pasa- rn su lado, y no vern en ellos designio alguno. Pero es sor- prendente cunto podemos realizar si estamos prontos para coger y mejorar las oportunidades para la accin y el esfuerzo que constantemente se estn presentando. Watt se ense si mismo qumica y mecnica, mientras trabajaba en su oficio de fabricante de instrumentos matemticos, y al mismo tiempo se haca ensear el alemn por un tintorero suizo. Stephenson aprendi por s solo aritmtica y agrimensura en los cambios de noche, mientras trabajaba como maquinista de una mquina de vapor ; y cuando poda robar algunos momentos en los interva- valos concedidos para el almuerzo y la comida durante el da, trabajaba en sus conclusiones sobre los costados de los wago- nes de carbn. La laboriosidad fu el hbito de la vida de Dal- tn. Principi desde joven, pues enseaba en la escuela de una

STEPHENSON DLTON PERSEVERANCIA 115

pequea aldea cuando no tena ms que doce aos de edad prximamente, atendiendo la escuela en el invierno y traba- jando en el verano en la alquera de su padre. veces para el estudio se ncit^, y sus compaeros tambin ^ por medio de apuestas, aunque haba sido criado como cukero; y en una ocasin gan con la solucin de un problema, lo bastante para comprarse suficiente cantidad de velas para el invierno. Conti- nu sus observaciones meteorolgicas hasta el da antes de su muerte, habiendo hecho y anotado sobre doscientas mil en el transcurso de su vida.

Con perseverancia se pueden transformar en resultados del mayor valor hasta los mismos restos no aprovechados del tiempo. Una hora diaria retirada de las ocupaciones frivolas, si se emplea provechosamente, puede poner una persona de ca- pacidad comn en aptitud de adelantar mucho en la adquisicin y conocimiento de una ciencia. En menos de diez aos cambiarla un hombre ignorante en un hombre bastante instruido. No de- ben dejar perder el liempo los que quieran que produzca frutos, en la forma de aprender algo digno de ser estudiado, cultivando algn principio bueno, fortaleciendo algn hbito provechoso, 1 doctor Masn Good tradujo Lucrecio mientras andaba en su carmaje por las calles de Londres, para ir visitar sus enfermos. El doctor Darwin compuso casi todas sus obras del mismo modo, cuando iba de casa en casa en el campo en su sulky^ escribiendo sus ideas en tiras de papel, que llevaba consigo con ese propsito. Hale escribi sus Contemplaciones^ mientras viajaba haciendo sus visitas de distrito en calidad de juez. El doctor Burney aprendi el francs y el italiano mientras iba caballo desde la casa de uno de sus discpulos de msica la de otro durante el curso de su profesin. Kirke White aprendi el griego mientras iba y venia de la oficina de un abo- gado ; y nosotros mismos conocemos un hombre de posicin eminente que aprendi el latn y el francs mientras iba llevar recados como mandadero por las calles de Manchester, siendo muchacho.

Daguesseau, uno de los grandes cancilleres de Francia, apro- vechando cuidadosamente sus pequeos ralos desocupados, escri- bi un voluminoso y hbil libro en los intervalos sucesivos en que esperaba que le llamasen para la comida, y la seora de Genlis compuso varios de sus encantadores libros mientras es-

116 EL VALOR DEL TIEMPO COLLECTANE^

peraba la princesa quien daba lecciones diarias. Elihu Burritl atribua su xito en su educacin propia, no al genio, que desco- noca, sino piuramente al empleo diligente de esos inapreciables fragmentos de tiempo llamados ratos perdidos. Mientras traba- jaba y ganaba su vida como herrero, aprendi diez y ocho idio- mas antiguos y modernos, y veinte y dos dialectos europeos.

Cuan solemne y admirable consejo para la juventud es el que est escrito sobre el cuadrante de A Souls^ en Oxford : Periunt et imputan tur : Las horas fenecen, y nos son puestas en cuenta 1 1 tiempo es el nico pequeo fragmento de la eternidad que pertenece al hombre ; y, lo mismo que la vida, jams se le puede hacer volver. En 7a disparicin de los tesoros del mundo, dice Jackson de xeter, puede contrapesar la prodigalidad del pa- sado, la economa del porvenir, pero quin puede decir : tomar de los minutos de maana para compensar aquellos que perd hoy ? Melanchton anotaba el tiempo que perda, para con ello poder reanimar su laboriosidad, y no perder una hora. Un erudito italiano puso sobre su puerta una inscripcin, haciendo saber que cualquiera que permaneciese all, tendra que acom- paarle en sus trabajos. Tememos dijeron unas visitas ' Boster, que os estamos quitando el tiempo. Ciertamente que lo hacis, contest el telogo interrogado y poco corts. El tiempo fu la propiedad de la cual formaron esos grandes trabajadores, y todos los dems, ese rico tesoro de pensamientos y de hechos que han dejado sus sucesores.

La labor meramente ingrata por la cual han pasado algunos hombres para realizar sus empresas, ha sido extraordinaria, pera era la ingrata faena que ellos mismos miraban como el premio del xito. Addison reuni como tres in folio de materiales ma- nuscritos antes que principiara su Espectador. Newton escribi quince veces su Chrnology antes de estar satisfecho de ella. Hale estudi por muchos aos durante diez seis horas cada da, y cuando estaba fatigado con el estudio del derecho, se procu- raba como un recreo con la filosofa y el estudio de. las mate- mticas. Hume escriba trece horas al da cuando preparaba su Historia de Inglaterra. Hablando Montesquieu de una parte de sus escritos, deca un amigo suyo Lo leeris en unas cuantas horas, pero ng aseguro que me ha costado un trabajo tal, que ha hecho encanecer mi cabello.

La costumbre de apuntar los pensamientos y datos con el

JUAN HUNTER 111

propsito de recordarlos firmemente y evitar su huida la obs- cura re^n del olvido, ha sido muy usada por hombres refle- xivos y estudiosos. su muerte dej lord Bacon muchos ma- nuscritos titulados: Pensamientos ocurridos de pronto y escritos para practicarlos. Erkine hizo grandes extractos de Burke; y ilon copi dos veces de su propia mano Coke en su obra sobre Littleton, de modo que el l)ro lleg ser como si constituyese parte de su propio espritu. Cuando el finado doctor Pye Smith estaba con su padre como aprendiz de encuadernador, tenia la costumbre de hacer abundantes apuntaciones de todos los libros que lea, con extractos y criticas. Esta indomable laboriosidad para reunir materiales le distingui durante toda la vida, y su bigrafo dice de l que estaba siempre trabajando, siempre adelante, y acumulando siempre. Estos libros de apuntes fueron despus, c3mo las canteras de Richter, el gran depsito del cual sacaba sus ejemplos.

La misma prctica caracterizaba al eminente Juan Hunter, quien la adopt con el propsito de suplir los defectos de la memoria ; y de ese modo tenia la costumbre de ilustrar las ven- tajas que se sacan de poner por escrito los pensamientos propios : Se parece deca un comerciante que toma mer- cancas, sin las cuales nunca sabe ni lo que posee ni aquello que le falta. Juan Hunter cuya observacin era tan penetrante que Abernethy tena la costumbre de hablar de l como dei hombre de mirada de Argos presenta un ejemplo ilustre del poder de la laboriosidad paciente. Recibi poca ni