Animais Kafka Monstros Derrida

15
La experiencia imposible de los animales (o el animal que ni soy ni sigo)* Manuel Asensi Pérez l. Hay un conocido relato de Kafka en el que unos académicos solicitan a un mono transformado en humano que haga un informe sobre la época en la que era un simio. Pero él niega de inmediato que ello sea posible («pues cerca de cinco años me separan ya de la simiedad»),I y menciona la existencia de una barrera entre el animal y el racional que le impide llevar a cabo esa tarea. Si comienzo con esta alusión es por hacer caso a aquellas palabras de Derrida según las cuales Kafka fue, junto a Nietzsche, «un entendido como nadie en animales»,2 y porque enuncia lo que desde mi punto de vista constituye la condición del lugar de toda enunciación sobre los animales. Si atendemos por un momento a la distinción establecida por el pensamiento crítico feminista y poscolonial entre «lugar de enunciación» y «perspectiva», es decir, entre la enunciación thia versión revisada de este texto se ha publicado en Manuel Asensi Perez: Eritica y saln>taje. Barcelona: Anthropos Editorial, 20 I 1. Franz Kafka: «lntorme para una academia», en Jordi l lovet ied.): Bestia- io. Barcelona: Anagrama, 1990, p. 39. Jacques Derrida: I / animal que luego estoy si(gui)endo. Madrid: Trotta, 200K p. 5 1. Dado el carácter central de este texto de Derrida a lo largo del ensavo, las pnginas de las notas se refieren a la traducción española. No obstante, cuando se considere necesario debido a cuestiones filologi- Ts, se mencionard el original frances: I.'Animal que donc je suis. Paris:

description

animal, monstro, filosofia, derrida.

Transcript of Animais Kafka Monstros Derrida

  • La experiencia imposiblede los animales(o el animal que ni soy ni sigo)*

    Manuel Asensi Prez

    l.

    Hay un conocido relato de Kafka en el que unos acadmicossolicitan a un mono transformado en humano que haga uninforme sobre la poca en la que era un simio. Pero l niega deinmediato que ello sea posible (pues cerca de cinco aos meseparan ya de la simiedad),I y menciona la existencia de unabarrera entre el animal y el racional que le impide llevar a caboesa tarea. Si comienzo con esta alusin es por hacer caso aaquellas palabras de Derrida segn las cuales Kafka fue, juntoa Nietzsche, un entendido como nadie en animales,2 y porqueenuncia lo que desde mi punto de vista constituye la condicindel lugar de toda enunciacin sobre los animales.

    Si atendemos por un momento a la distincin establecida porel pensamiento crtico feminista y poscolonial entre lugar deenunciacin

    y perspectiva, es decir, entre la enunciacin

    thia versin revisada de este texto se ha publicado en Manuel AsensiPerez: Eritica y saln>taje. Barcelona: Anthropos Editorial, 20 I 1.

    Franz Kafka: lntorme para una academia, en Jordi l lovet ied.): Bestia-io. Barcelona: Anagrama, 1990, p. 39.Jacques Derrida: I / animal que luego estoy si(gui)endo. Madrid: Trotta,

    200K p. 5 1. Dado el carcter central de este texto de Derrida a lo largodel ensavo, las pnginas de las notas se refieren a la traduccin espaola.No obstante, cuando se considere necesario debido a cuestiones filologi-

    Ts, se mencionard el original frances: I.'Animal que donc je suis. Paris:

  • MANUEL ASENSI PREZ LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    llevada a cabo por los desheredados, geo-histricamente loca esta ltima observacin la que lleva a Derrida a hablar no delizada, y la realizada no por los desheredados, sino por aquellos j'animal, sino de l'animot. La tesis que acabo de formular nosque toman la perspectiva de estos,a se comprender a qu me llevar ms adelante a la diferencia que esta guarda respecto arefiero cuando hablo de la condicin del lugar de toda enuncia la concepcin de un devenir-animal tal y como fue planteadacin sobre los animales. Esa condicin sealada por Kafka en por Deleuze y Guattari.6su breve narracin indica que toda enunciacin sobre los ani- La palabra enunciacin remite tanto a un lugar (el sujetomales no puede hacerse sino desde el lugar del hombre y/o de como lugar, y no como una identidad), como a un modo dela mujer- representacin filosfico, literario o cientfico, el lugar desde el

    Ms an: esa diferencia en relacin al lugar de enunciacin cual el mono del cuento de Kafka, escrito en alemn, se dirige adel hombre y de los animales supone lo que aqu voy a deno- los acadmicos. Esto no supone negar a los animales o animotesminar la imposibilidad de hacer la experiencia de los animales ni la capacidad de un cierto tipo de lenguaje ni la capacidad depor parte de los hombres y viceversa. Utilizo el trmino expe- un cierto tipo de pensamiento (vamos a poner estas cuestionesriencia en el mismo sentido en que en alemn se habla de Er- entre interrogantes), sino que el tipo de enunciacin que sobreleben para referirse a la experiencia vivida y sentida.4 Derrida los animales han llevado a cabo Platn, Aristteles, Cervantes,pone de manifiesto esa caracterstica de los animales cuando se Heidegger, Kafka, Lvinas, Lacan o Derrida ha sido expresadarefiere a ellos como lo radicamente otro,5 como lo resistente en los trminos de una clase de lenguaje y un lugar de enuncia-al concepto. Al hablar de los hombres y de los animales no cin ajeno a la experiencia y al lugar de los animales. De hecho,pretendo partir de una dicotoma formada por identidades bien otra de las resis que sostendr aqu es que, aunque Derrida sedefinidas, sobre todo dada la multiplicidad y la cesura existen- site a s mismo al margen de esa tradicin filosfica, en realidadte en el interior de cada grupo y en cada individuo. Del mismo la acenta de una manera muy radical.?modo que existen entre los humanos diferencias de raza, de Hubiera sido posible -es posible, de hecho- hacer de lossexo, de clase y de medio, tambin entre los animales hay dife- animales un objeto de investigacin histrica en el que estosrencias debidas a diferentes factores. Como pronto veremos, es hablaran de s mismos, igual que Foucault hizo una historia de

    la locura para que esta hablara de s misma al margen de laWalter D. Mignolo: Historias locales/diseos globales. Colonialidad, agresin racionalista?s Como mucho, podramos decir que en

    conocimientos subalternos y pensamiento fronterizo. Madrid: Akal, 2000,p. 28. 6 Y de una manera muy especial en Mille plateaux, op. cit.

    De hecho, el verbo erleben tiene como primeros significados experi- As, Derrida escribe de una manera muy contundente y radical, inclusomentar, sufrir, presenciar. Tal y como puso de relieve Gadamer, en antropocntrica: Os digo "ellos", "lo que ellos denominan un animal",la poca de Goethe la forma sustantiva Erleben significa ante todo estar para mostrar claramente que yo siempre me he mantenido secretamentetodava vivo despus de un sucesos, de ah la huella de sentido dejada en excluido de ese mundo y que toda mi historia, toda la genealoga de misel Erlebnis como aquello vivido y experimentado. Es en este sentido en cuestiones, en verdad todo lo que soy, pienso, escribo, trazo, incluso borro,el que debe ser entendido a lo largo de este ensayo. Vase Hans-Georg me parece nacido de dicha exclusin y alentado por ese sentimiento deGadamer: Wahrheit und Methode. Tubinga: J. C. B. Mohr, 1960. (Edicin eleccin. Como si yo fuese el elegido secreto de lo que ellos denominanen castellano: Verdad y metodo. Salamanca: Sigueme, 1977.) los animales, Derrida, op. cit., p. 79.

    Derrida, op. cit., pp. 27, 30, cursiva del autor. ' Michel Foucault: Histoire de la folie l'ge classique. Paris: Plon,

  • MANUEL ASENSI PREZ LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    relacin con los animales lo nico que ha sido posible es aque- El dominico Bernardino de Minaya lleg hasta el papa Paulo Illllo que Walter Mignolo ha denominado pensamiento fronte- para quejarse de aquellos espaoles que insistan en conside-rizo "dbil", el pensamiento de aquellos que, como Michelet, rar a los naturales como brutos animales y por lo tanto inca-lisabeth de Fontenays o Derrida, han realizado una defensa pacitados para los eternos misterios de la fe.12 Es el testimonicapasionada de los animales, parecida a la defensa de los indios de lo que Mignolo ha llamado pensamiento fronterizo "d-llevada a cabo por Bartolom de las Casas.in Conviene no olvi- bil"".dar a este respecto que De las Casas entr de hecho en un deba- Cuando De Fontenay reclama la necesidad de una traduc-te provenientede la Edad Media y en el que se discuta la cuestin cin , de una finura de la oreja, como manera de comprenderde la equiparacin entre el indio, la mujer y los animales a par- el lenguaje de los animales, est precisamente remarcando esetir de la idea de que ninguno de ellos tena alma. Relata De las que podramos denominar la diferencia enunciativa entre losCasas cmo los espaoles daban a los indios un tratamiento de hombres y los animales, que sin duda es distinta de la diferenciaperros, hasta el punto de haber convertido la violencia en un bablica entre lenguas naturales, tan distinta que la mismainstrumento para obtener determinados resultados: Fontenay se ve en la obligacin de reconocer que, para com-

    prender a los animales, se necesita una capacidad rfica queNo muchos das atrs que a este paso escribiendo yo unos tienen y otros no. Esa misma barrera, esa distancia entrellegase, me cont un espaol que una vez, llegando l y un discurso y un ladrido, es la que obliga a Cervantes a plantearotros a un pueblo de indios y dndoles dos gallinas para hacia el final de su novela El coloquio de los perros que si Cipinque comiesen, dijo el uno de ellos a este: Estos perros, y Berganza hablan es debido a que, en realidad, son personaspara que traigan cuanto quisiremos, no hay mejor in- humanas que han sufrido una tropela ejercida por la brujadustria sino que les deis con esas gallinas en la cara; Camacha. Una de las necesidades que surgen siempre al hilo dehzolo as, dndoles buenos golpes con ellas: tornan los la imposibilidad de hacer la experiencia de los animales es la deindios a traerles todo cuanto tenan en sus casas.M construir toda una telenarrativa o telefilosofa, esto es, unas

    narraciones y unos discursos filosficos que tratan de captarde una forma u otra al animal. En la tradicin clsica hay todoun campo potico o literario en el que el tema o los per-

    1964. (Edicin en castenano: Historia de la locura en la poca clsica. sonajes son animales (recurdese, solo a modo de ejemplo, lasMxico: FCE, 1967.) Fbulas de Esopo, o El asno de oro de Apuleyo), y todo un

    De Elisabeth de Fontenay vase, por ejemplo, Le Silence des btes: la campo filosfico que lo describe y teoriza. Mas son eso, te-philosophie l'preuve de l'animalit. Pars: Fayard, 1998; y junto con lediscursos.Marie-Claire Pasquier: Traduire le parler des btes. Paris: Herne, 2008.Llama la atencin que Derrida no mencione a esta autora, excepto -vasela nota de la p. 126- por la introduccin que hizo al libro de Plutarco: * Citado por lewis Hanke: I a lucha espaola por la justicia en laTrois traits pour les animaux. Paris: POL, 1992. a>nquista de Amrica. Madrid: Aguilar, 1959, p. 105. La versin inglesa

    Op. cit., p. 28. es de 1949. Vase tambin Fernando Mires: La colonizacion de las almas.M Fray artolom de las Casas: Apologtica Historia Sumaria I, en Obras Misi ny conquista en Hispanoamrica. Buenos Aires: libros de la Arau-Completas, vol. 6. Madrid: Alianza, 1992, p. 448. caria, 2006, p. 128.

  • MANUEL ASENSI PREZ LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    El discurso derridiano sobre los animales, sobre la imposi- mundo, etc. Ello se hace no sin amparo, porque la mutacin quebilidad de distinguir neta y rigurosamente entre algunos aspec- estamos viviendo, en el campo de las indagacionessobre la gen-tos que la tradicin filosfica ha considerado como las bases tica y ms all, debera obligarnos a perturbar a todos esosesenciales que separan a los hombres del reino animal, se vuel- conceptos, a hacer algo ms que problematizarlos.14ve contradictorio, vacilante e inseguro, debido precisamente a El primer movimiento derridiano que inicia la estrategialo que trata de borrar: la diferencia entre el hombre y los ani- deconstructiva consiste en denunciar lo que podramos llamarmales, la cual gua y determina las estrategias seguidas por un error de marco: que al hablar de las diferencias entre elDerrida en su deconstruccin. De hecho, como tendremos oca- hombre y el animal se incurre en la falacia de considerar a todosin de comprobar de inmediato, la estrategia deconstructiva ser vivo que no es un hombre como perteneciente a una nicaen relacin con la tradicin filosfica occidental que ha tratado categora y gnero. Se trata de un gesto que singulariza y ho-la cuestin del animal (ahora en singular) oscila en funcin de mologa a toda una pluralidad de seres. Segn las ltimas esti-las barreras ante las que va encontrndose en su anlisis. maciones, hay en el planeta Tierra en torno a treinta millones

    de clases diferentes de animales y plantas. Este hecho agruparados obstculos epistemolgicos: la atraccin de lo universal

    2. y el concepto esponja (por emplear una terminologa propia deBachelard). As pues, la crtica apuntar en primer lugar y

    El pensamiento derridiano sobre los animales est guiado por todava al empleo en singular de una nocin tan general comouna pasin que, como l se encarga de recordarnos, est pre- "el Animal", como si todos los seres vivos no humanos pudieransente en toda su obra, la pasin del animal, mi pasin del reagruparse en el sentido comn de este "lugar comn", elanimal, mi pasin del otro animal,13 y que ahora, en momen. Animal, sean cuales fueren las diferencias abisales y los lmitestos difciles para l (el taido fnebre del que habla Marie- estructurales.16Louise Mallet en su prefacio), se convierte en el tema central de A este respecto, Derrida emplea un neologismo en el que unauna investigacin. Una investigacin que, fiel a los principios palabra singular deja resonar fonticamente en francs el plural:deconstructivos (si es que existe algo as), ataca en cierto modo l'animot (animaux), cuya traduccin espaola, animote, nolo que parecen verdades naturales sin las cuales, por decirlo en le hace ni le puede hacer justicia, excepto por la parte del sufijotrminos de Spivak, parece que no podramos vivir. Por ejemplo, mote, del mot: Cmo acoger o liberar tantos animoteslas diferencias entre el hombre y el animal.

    La tradicin filosfica, desde Aristteles a Lacan, pasando por - Ibd., p. 40.Descartes, Kant, Heidegger y Lvinas, parecen estar de acuerdo

    a Gaston Bachelard: La Formation de l'esprit scientifique: contributionen el hecho de que 1) el animal est privado de lenguaje; 2) no a une psychanalyse de la connaissance objetive. Pars: Librairie Philoso-posee un yo y, por tanto, tampoco capacidad dectica; 3) pue-

    phique, 1960. (Edicin en castellano: La formacin delespritu cientfico. . (contribucin a un psicoanlisis del conocimiento objetivo). Buenos Aires:

    de reaccionar pero no responder; 4) puede fmgir pero no fingir Siglo XXI, 1972.)que finge; 5) no miente; 6) no borra sus huellas, 7) es pobre en a Derrida, op. cit, p. 50.

    " Respecto a la traduccin espaola del texto de Derrida, llevada aa Derrida, op. cit, p. 27, cursivas del autor. cabo por dos autnticas especialistas como Cristina de Peretti y Cristina

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PEREZ

    en m? Con ese neologismo se da a entender la necesidad de animal [...]. Eso sera algo [...] demasiado tonto." Se trata,tener en cuenta una heterogeneidad irreducible en lo que a los ms bien, de pensar lo que se transforma en un lmite cuandoanimales se refiere, la cuestin de la palabra (mot), de la que es abisal, cuando la frontera no forma una sola lnea indivisiblesegn la tradicin carecen los animales, la conveniencia de [...i.'"pensar la falta de lenguaje de una forma distinta a la privacin. Siguiendo una pauta deconstructiva, el objetivo no es borrar

    Este movimiento que ataca un marco de pensamiento se ve los lmites entre dos campos netamente separados-como tam-

    acompaado por otro no menos importante: la constatacin de poco se trataba de borrar las diferencias empiricas entre el hablaque la definicin de lo humano se ha desarrollado histrica- y la escritura en sus ensayos sobre Husserl, Platn o Saussure-,mente como diferencia respecto al animal, hecho este que per- sino volver incierta y lquida la barrera que separa los mencio-fila la oposicin binaria jerrquica contra la que Derrida se nados campos.revuelve, la que se da precisamenteentre el hombre y el animal. Ahora bien, tal y como puso de relieve Paul de Man, no esY no tanto con el fin de revelar una homogeneidad, como de lo mismo lo que se declara en el plano terico que lo que sesospechar de los supuestos atributos de lo humano y de la su- hace en plano prctico. Derrida no quiere llegar hasta el puntopuesta falta de atributos del animal. De hecho, Derrida pone de de plantear una identidad entre el hombre y el animal, perorelieve que no ha credo nunca en ninguna continuidad homo- cuando se trata de la cuestin del yo y de la capacidad degnea entre lo que se llama el hombre y lo que l denomina el hacer referencia a s mismo, se inclina por una continuidad

    homognea entre uno y otros.Rodriguez, que, como es habitual, consiguen un trabajo esplndido, valela pena hacer notar un detalle que hara las delicias de las teoras mani-puladoras de la traduccin (Lefevere, Derrida, etc.). Se trata de la traduc- 3cin de la locucin adverbial francesa aprs coup cuya equivalencia enespaol vendra a ser en su sentido ms literal despus, o, tal y como Ello surge en el contexto de su acercamiento a Kant, para quienlo define, Le Littr: aprs que la chose est faite. La traduccin reescribe el animal, a diferencia de los hombres, no posee ni lenguaje nila expresin a travs de una unidad fraseolgica como a toro pasado entendimiento. Derrida pone dos objeciones a este argumentoAll donde Derrida dice C'est seulement aprs coup, et fort troubl que, kantiano. Por un lado, afirma que no es seguro que esa auto- relire les titres de ces trois rencontres [...] (p. 17 de la versin francesa),

    , .deicticidad no est funcionando, de multiples formas evidente-el espanol dice: Fue solamente a toro pasado-y

    me senti muy confu-so- cuando, al releer los ttulos de los tres encuentros [...] (p. 17 de la mente, en cualquier sistema gentico [...]. Quin puede negarversin espaola). Dado que la definicin de a toro pasado que da la que los fenmenos de exhibicin narcisista en la seduccin o enRAE es la de despus de haber perdido o dejado pasar la oportunidad, la guerra sexual [...] no competen a una autodectica?nsalta a la vista la diferencia de sentido entre el francs y el espaol, pues Por otro lado, se pregunta si podemos conceder pura y sim-haber perdido una oportunidad no se corresponde con el despus de que plemente al hombre [...] aquello de lo que se dice que el animalalgo haya sido hecho. A ello se suma que la expresin espaola tiene unorigen claramente taurino, y llama la atencin que esa connotacin se hagapresente en un libro escrito en defensa de los animales. Corre el toro por "' Ibd., p. 46.el texto de la traduccin espaola, ausente en el texto francs. 2" Ibid., p. 47.

    Derrida, op. cit, p. 53. - Ibd., p. 115.

  • MANUEL ASENSI PREZLA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    sin ms estara privado [...]. Si la autotelia automostrativa del yo "ego".23 Dicho de otro modo: la subjetividad y la conciencia[...] implicase el yo como otro diferente y tuviese que acoger de identidad, o lo que es lo mismo, la capacidad auto-dectica,dentro de s alguna hetero-afeccin irreductible [...], entonces esa dependen por entero del lenguaje. As, cuando Derrida escribeautonoma del yo no sera ni pura ni rigurosa; no podra dar al hilo de Benvenisteque el que dice yo se muestra l mismo enlugar a una delimitacin simple ni lineal entre el hombre y el el presente de su enunciacin, parece no dar por sentado queanimal.22 Por tanto, segn la lgica de su argumento, ni es se- ello es posible en virtud del lenguaje. El lingista francs habaguro que los animales carezcan de capacidad dectica, ni es segu- dicho un poco antes: Es en y por el lenguaje como el hombrero tampoco que los hombres la tengan. En ambos casos, se trata se constituye como sujeto; porque el solo lenguaje funda ende establecer serias dudas en torno a la barrera que separa a los realidad, en su realidad que es la del ser, el concepto de "ego".24hombres de los animales, creando una lnea de continuidad. Y desde este punto de vista hay que admitir que dado que el

    Sin embargo, la disolucin de los conceptos sigue caminos animal no dice yo segn los trminos del lenguaje natural,distintos segn se trate de los animales o de los hombres. En el tampoco puede referirse a s mismo, no al menos en los trminosprimer caso, va de suyo que resultara muy difcil sostener que de una deixis auto-referencial lingstica. El dragn de Komodo,existe una capacidad dectica auto-referencial al margen de una o mi perro, no dicen yo en la lucha sexual, sino que segnconciencia de identidad, al margen de un yo, puesto que de lo todos los indicios hacen la experiencia libidinal de un enfrenta-que se trata en la auto-referencialidad es de decir yo como miento con fines ulteriores sexuales. Incluso si nos salimos delmarca diferencial respecto a un t segn el conocido sistema marco planteado por Benvenisteen torno a la dependencia quede oposiciones. Cuando un dragn de Komodo macho se enfren- tiene la subjetividad de la partcula lingstica yo,25 debemosta a otro dragn de Komodo macho en esa abierta guerra sexual admitir el importante papel del lenguaje en la creacin de unaa la que se refiere Derrida, lo que resultara difcil es afirmar que subjetividad, siquiera en el sentido de aquella funcin de sn-ambos estn haciendo un acto de auto-referencialidad de su yo, tesis que para Kant era el yo.y no un acto de violencia que tiene que ver, digmoslo de formatpica, con una lucha instintiva por la supervivencia. mile Ben-veniste se cruza en medio del discurso derridiano, tiene una a El ensayo de mile Benveniste, De la subjetividad en el lenguaje,

    se public en el libro Problemas de lingstica general, I. Mxico: Sigloaparicin fugaz y desaparece, y, sin embargo, su participacin XXI, 1985, 123 ed., pp. 180-181. El original francs se public en 1966.en relacin con la cuestin del yo resulta fundamental N Ibd., p. 180.En realidad, su aparicin crea una fractura en el seno del 3 Hago este comentario para hacerme eco de las crticas que esta teora dediscurso derridiano. Buena parte de la teora de Benveniste Benveniste recibi prcticamente desde su aparicin. Vase, por ejemplo,queda resumida en esta afirmacin perteneciente a su ensayo Oswald Ducrot: Dire et ne pas dire: principes de smantique linguistique.De la subjetividad en el lenguaje: Sostenemos que esta Paris: Hermann, 1972; Dorrit Cohn: Narrative Modes for Presenting

    "subjetividad" pngase en fenomenologa o en psicologa, Consciousness in Fiction. Princeton: Princeton University Press, 1978;'Teun A. van Dijk: Some Aspects of Text Grammar: A Study in Theoreticalcomo se guste, no es ms que la emergencia en el ser de una. . . Linguistics and Poetics. La Haya: Mouton, 1972. En la mayor parte depropiedad fundamental del lenguale. Es "ego" quien dice estos trabajos hubo un desplazamiento desde la consideracin del pronom-bre yo como creador de la subjetividad a una concepcin del mismo enIbd., p. 116. tanto operador de la subjetividad.

  • MANUEL ASENSI PREZLA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    Es ms, Benvenistetambin lo apunta, el yo es posible en males? Est claro que hablamos de aspectos distintos y de unvirtud de la marca opositiva respecto de un t, lo que nos sentido del habla en cualquier caso diferente, pero quizconduce directamente a la segunda cuestin. Hablar de marcas naerecera la pena sealar el doble silencio del animal, en cuan-grammaticas o de huellas (trace),a referirse a las diferencias que to subalterno real y en cuanto poseedor de un lenguaje que nohacen posible el sistema lingstico, lo que de forma compleja se corresponde al de las lenguas naturales.Derrida denomina diffrance, constituye la condicin de posi-bilidad de la identidad lingstica y de identidad psicolgica,por muy ficticia que esta sea. En este sentido, lo que hace viable 4.la existencia del yo es la marca espuria que sobre l deja el t,el l o simplemente el Otro- Siguiendo el anlisis de Kant, y al hilo de la presencia del OtroPor consiguiente, no es cierto que la autonoma del yo se vea en el yo, Derrida se adentra un poco ms en la cuestin de laperjudicada por el hecho de acoger dentro de s alguna hetero- guerra, y ahora es Adorno quien se cruza en su camino, delafeccin irreducible,r ms bien lo contrario: el yo se solidifica mismo modo que antes se haba cruzado Benveniste,con resul-gracias a dicha hetero-afeccin irreducible. El sujeto humano tados no del todo satisfactorios para su argumentacin. A estasposee la identidad subjetiva en virtud de la alteridad, pero esto alturas espero haber puesto en evidencia que si Derrida anunciano supone poner en duda su capacidad dectica auto-referencial, en los inicios de su obra que su intencin no es en absolutosino ms bien subrayar sus caractersticas y sacar consecuencias sostener que exista una continuidad entre el hombre y el animal,de ello. De hecho, me pregunto si a este respecto el animote no su proceder va en la direccin contraria, arrojar una sombra deha obtenido ventaja sobre los humanos por el hecho de haberse duda en torno a la oposicin entre uno y otro. Y digo unalibrado de antemano de la ficcin del yo. Buena parte de la filo- sombra de duda por algo que despus analizar con ciertosofa budista y de sus prcticas meditativas apuntan precisamen- detenimiento, el lenguaje de Derrida a propsito del animote.te en la direccin de un esfuerzo por desembarazarse del yo. Ahora, por ejemplo, introduce una incertidumbre en relacinA esto se suma otro aspecto que parece necesario delinear por con la diferencia entre la guerra de los animales y la guerra delo menos brevemente.Cuando en el inicio de este texto mencio- los hombres.naba el discurso de los espaoles sobre los indios, recordaba la No solo es, como reconoce Kant, que el hombre tambinequiparacin que establecan entre los indios, las mujeres y los estara dispuesto, lo mismo que el animal salvaje, a emprenderperros dado que ninguno de ellos y de ellas tenan alma. Mi la guerra contra sus vecinos para afirmar su libertad incon-pregunta es que si Spivak puso en entredicho la posibilidad de dicional,28 es que, adems, las funciones de estabilizacin yque los subalternos hablaran, no ser una barbaridad atribuir regularidad que estn en la base de la sociedad humana seranesa habla, y la capacidad de referencia auto-dectica a los ani- tambin pertinentes para describir las sociedades as denomi-

    nadas animales o salvajes.29 Pero hay algo que Derrida pareceolvidar y que Adorno pone sobre la mesa: la monstruosidad deTal y como hace Dernda, por ejemplo, en los ensayos sobre Saussure

    publicados en el libro De la grammatologie. Pars: Seuil, 1968. (Edicinen castellano: De la gramatologa. Mxico: Siglo XXI, 1972.) 2" Ibd., p. 117.

    Derrida, El animal que luego estoy si(gui)endo, op. cit., p. 116. * Ibid., p. 118.

  • MANUEL ASENSI PREZLA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    las guerras humanas, sin parangn en las guerras animales nos se organizan con el fin de acabar con otro grupo humanoPorque no parece fcil encontrar un solo caso de animales or- con la ayuda de una tecnologa ms o menos sofisticada, y,ganizados con el fin de perpetrar un genocidio cientfico de otro salvo a Snoopy, no he visto a ningn perro pilotar una avingrupo de animales u hombres bajo el seuelo de la superioridady menos con el objetivo de tirar bombas sobre una poblacin

    de la raza. de hormigas. (Frase esta que parece extrada de algn poemaEn el film de Hitchcock, Los pjaros (1963), el ataque de los surrealista de Andr Berton o TristanTzara.) Quiero decir a laanimales contra los humanos provoca un efecto unheimlich luz de este ejemplo que las oposiciones binarias a veces actanprecisamente por el hecho de que parecen actuar de forma co- de forma no metafsica, y que su disolucin nos impide ver unordinada e intencional con el fin de matar a los habitantes de hecho tan crucial como que en la diferencia entre los hombresla isla, algo que no se espera de los animales. Ante el primery los animales respecto a la forma de hacer la guerra se percibeataque de una gaviota, Melanie Daniels, la protagonista del la barbarie presente en la razn tecnolgica.

    film, pregunta visiblemente perturbada: Qu le hizo hacer Al margen de la crueldad presente en el acto de la caza de uneso?, a lo que Mitch Brenner contesta: No lo s, es de lo ms animal por otro, y de la cual hombres y mujeres han de prote-extrao que vi. Arremeti contra usted deliberadamente. De gerse, la diferencia de la que estamos hablando permite apreciarhecho, la clave del terror de esa historia reside justamente en que lo que llamamos animalidad, barbarie y monstruosidad seque no hay ninguna hiptesis que pueda explicar ese compor- halla del lado de la razn humana, y no del lado del compor-tamiento. Tanto es as que una de las especialistas en ornitolo- tamiento animal. Derrida escribe: Siempre se puede hablar dega que aparece en la pelcula dice que es imposible que los la animalada de los hombres, a veces de su bestialidad: nopjaros puedan haber atacado a los humanos porque no tienen tiene ningn sentido, no hay derecho alguno a hablar de lala inteligencia necesaria para lanzar un ataque en masa. No animalada o de la bestialidad de un animal. Esto sera un an-poseen cerebro suficiente para.... No resulta sorprendente que tropomorfismo, el ms caracterstico. Pero esta afirmacin,esta ornitloga, en su pequeo discurso, acuse a la humanidad que suscribimos plenamente, no viene a sabotear el proyectode ser la nica especie de hacer imposible e invivible la vida en derridiano, que se escenificar un poco ms adelante, de borrareste planeta. las diferencias entre el hombre y los animales en cuanto a suLos humanos se sorprenden de que los pjaros hagan lo que manera de hacer la guerra? No nos sugiere esto que la mons-pensaban que era imposible que hicieran. De hecho, si Adorno truosidad es desde el lado de lo humano lo que se opone a losve acentos de crueldad virtual en la razn pura prctica de Kant, animales? No nos preocupar que en esta diferencia surja, tales porque en ello se encuentra la matriz del deseo de dominar la y como indicaron Adorno y Horkheimer, una potencia de lanaturaleza por medio de la ciencia y de la tcnica y, a fortiori, tica humana e ilustrada que, demasiado a menudo, se mani-la apropiacin del hombre por el hombre. Tendra sentido que fiesta y actualiza como barbarie?nesta reflexin de Adorno sobre la criminalidad y la crueldad delproyecto tico kantiano se aplicara al comportamiento de losanimales? '" Ibid., p. 81.No se trata de una reflexin balad, la historia no cesa de " Theodor W. Adorno y Max Horkheimer: Dialctica de la Ilustracin.darnos ejemplos de esas acciones en las que un grupo de huma- Valladolid: Trotta, 1994.

  • MANUEL ASENSI PREZ LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALES

    5. deicticidad no est funcionando, de mltiples formas evidentesen cualquier sistema gentico en general.E 'Esta alusin a la tecnologa nos conduce directamente a esa otra Esta muestra de inseguridad no se debtecnologa que es el lenguaje, esta vez del lado de la diferencia indecidibilidad objetivo, como

    sucedeetaa nmgn facetonr de

    que la tradicin ha establecido entre la reaccion y la respuesta complejos textuales analizados por Derrida a lo Jar decomo otra forma de separar al ser humano de los animales. En obra, sino af hecho de que no se uede h Iesta ocasin, el interlocutor es Lacan. Dice esa tradicin de fi- animal, de que respecto al

    animapl siempaceeSrea expe ieancia del

    lsofos y psicoanalistas que si, por ejemplo, le preguntas a un seamos nosotros los humanos los que hablemos de ellose

    perro, a un calamar o a una garrapata su opinin sobre el animales. Esenosotros-los-hombres frente a los Iacuerdo del gobierno con el PNV en relacin a los presupuestos con el que Derrida se muestra tan en descuerd 1

    anima es,

    del Estado de12011, probablemente no responder cosas como de poner en entredicho, no es smo una propioCadque pdretden-

    que Zapatero y colaboradores han roto la caja, pero si de re- curso sobre los animales expresado en los trminos depente oye o huele la presencia de un extrano, es posible que lenguaje natural, filosfico, cientfico o literario. El ble

    un

    reaccione ladrando desenfrenadamente, soltando tinta o sim- reside, en definitiva, en la barrera de la ue habi1pro ma

    plemente tratando de pasar inadvertida. Eso en el caso de que Kafka, barrera que determina los movimientosdea ea mono de

    no seas el doctor Dolittle. Es esa clase de experiencia emprica derridiana. Si Derrida asegura: Una vez mscrtica

    la que lleva a decir que los animales no responden, sino que de borrar toda diferencia entre lo quedenomiannosertea

    i nreaccionan ante determmados estmulos. Io que denominamos respuesta 34 CilO S el ltadY es en este punto donde podemos fijar nuestra atencin en poder hacer la experiencia del ani'mal, de

    riesu o de no

    la retrica empleada por Derrida, un recurso bien conocido por a propsito de esa caja negra ser deloryden

    d a

    hque digamos

    el sistema de la retrica clsica y que pertenece al campo de las no podrn jams ser falsadas (en el sentidiptesis que

    llamadas figuras de pensamiento. Se trata de la expresin de Derrida escribe unas lneas ms abo popperiano).35

    una duda, de una incertidumbre que deja abierta la posibilidad mcamentea la pureza, al rigor y a la inivisibili raesed aafecta

    de elegir por lo menos entre dos designaciones diversvocas. Se tera que separa, ya entre "nosotros-los-homb " ion-

    la denomina dubitatio en latn y apora en griego.E La relacin de la respuesta. Ntese que su reserva no seefierae ereaccin

    del pensamiento derridiano con la apora es, como sabemos, luto al campo de los animales, de los cuales nada dir e 1bien profunda. Ya con respecto a la capacidad de referencia no queauto-dectica, Derrida no haba afirmado que los animales latuvieran, sino que -recordmoslo- no es seguro que esa auto-

    " Derrida, El animal..., op. cit., p. 115.

    2 Vase Heinrich Lausberg: Elementos de retrica literaria. Introduc- op r n cosocie rtief

    c scotere da aneste te mino Karl L.

    cin al estudio de la filologa clsica, romnica, inglesa y alemana. Co., 1958 (traduccin de la versires: utchinson de

    Madrid: Gredos, 1975. En alemn esta obra se public en 1963. Esta Forschung). (Edicin encastellanon or al adlemana de 1934, Logik der

    definicin de la dubitatio se encuentra entre los epgrafes 383 y 384, en Madrid: Tecnos, 1982, 63 ed.)investigacin cientfica.

    las pp. 187-189.* Derrida, Elanimal..., op. cit., p. 150.

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PREZ

    afecta a la oposicin entre reaccin y respuesta, sinoal campo pero sin llegar a cuestionar en ningtin caso que los humanos

    de los humanos. A este respecto, no haydiscurso sobre los estn respondiendo en otro grado. De ello se deduce que en lo

    animales. Cuando Derrida manifiesta su inquietudporque 1) la que a la diferencia entre los humanos y los animales se refiere

    lgica del inconsciente debera impedirnos todaseguridad la oposicin reaccin/respuesta permanece intacta, ya que la

    inmediata en la conciencia de la libertad que todaresponsabi- reaccin del animal no se presenta jams mezclada con un gra-

    lidad implica (que toda respuesta implica, pues);porque 2) do alto o bajo de respuesta.

    la estructura de repeticin presente en todaiterabilidad supone Prueba de ello es que, al contrario de lo que ocurra en la

    cierta automaticidad de la reaccin en todarespuesta, y deconstruccin de la oposicin habla/escritura, que conclua

    porque 3) ello debera suponer poner en duda todaresponsa- con la idea de que la archiescritura era la condicin de posibi-

    bilidad, toda tica, toda decisin, con estos tresenunciados se lidad tanto del habla como de la escritura, en este caso Derrida

    refiere nica y exclusivamente al campohumano. En este sen- no dice en ningn momento, no puede decir por las razones

    tido, el argumento de fondo de Derridasera algo asi como expuestas, que la archireaccin es la condicin de posibilidad

    ojo! No nos precipitemos a fundar la diferenciaentre los tanto de la reaccin como de la respuesta. Por lo dems, sera

    humanos y los animales en que losprimeros responden libre- muy discutible establecer una correspondencia simple entre una

    mente y los segundosreaccionan, porque, en lo que a los hu- reaccin y el automatismo de repeticin.

    manos se refiere, hay un nivel de reaccin en sussupuestas Ms an: la reaccin asociada a la respuesta de los humanos

    respuestas que no los diferencia tanto de losanimales. no sera como la reaccin no asociada a la respuesta de los

    En este punto, el discurso de Derrida no tienecomo objeto animales. Y no resulta un tanto aventurado, por lo que podra

    los animales, sino los hombres y las mujeres. Y ques lo que suponer de disculpa, comprensin e incluso justificacin, du-

    dice exactamente a este respecto? Lo que dice nohace sino rei- dar de la responsabilidad, de la decisin, del propio ser-tico40

    terar un viejo principio psicoanaltico, a saber: que entodo su- de los sujetos humanos? E incluso: si el sujeto humano reac-

    Jeto opera un automatismo de repeticin que lo ubicalejos ciona del mismo modo en que se supone reaccionan los anima-

    de una libertad de eleccin. Sin embargo, lareaccionalidad les, no se le est atribuyendo un determinismo al automatismo

    de la respuesta es solo posible porque los humanosresponden, de repeticin que le otorga un papel de significado trascenden-

    algo que Derrida no traduce al plano de los ammales,no dice, tal? Dado que el propio Derrida no est dispuesto a admitir

    por ejemplo, que en la reaccin del animote hay ungrado deter- este hecho, va de suyo que se ve en la obligacin de dejar que

    minado de respuestidad. El objetivo es poner aldescubierto esa oposicin entre lo humano y 10 animal siga y se mantenga

    un determinado grado de presencia de reaccin enla respuesta, Resulta difcil ver cmo ser posible llevar a cabo desde talcdometida una remodelacin general de toda esa conceptua-

    Ibd., p. 150.Ibd., p. 150.El automatismo de repeticin es introducido por

    Freud en Ms all

    del principio del placer, y ampliamentecomentado por Lacan en El

    seminario sobre la carta robada, en Escritos, 11.Mxico: Siglo XXI, Derrida, Elanimal

    1983, 10' ed.* Ibid-, p. 159.

    --, op. cit., p. 151.

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PREZ

    6. Aunque es imposible proporcionar aqu un criterio, se.

    podra concluir que todo fingimiento del fingimiento si-La forma en que la imposibilidad de hacer la experiencia del gue siendo un simple fingimiento (...] o bien por el con-animal desorienta los escritos de Derrida vuelve a ponerse de trario, y de la misma manera, que todo fingimiento, porrelieve cuando afronta otro de los ncleos sobre los que descan- simple que sea, se repite y se plantea de manera indeciblesa la tradicional diferencia filosfica entre los hombres y los en su posibilidad, como fingimiento de fingimiento.animales, tambin sostenida y argumentada por Lacan, que Como lo precisar dentro de un momento, una smtoma-afirma que, mientras que los hombres pueden fingir que fmgen, tologa [...] puede y debe concluir la posibilidad, paralos animales limitan su capacidad al fingimiento. Los delfmes, todo fingimiento, de ser un fingimiento de fingimiento ypor ejemplo, pueden fingir una capa intraspasable removiendo para todo fingimiento de fingimiento de ser un simpleel cieno que obligue a unos peces a saltar por encima de ese fingimiento.44muro, pero no podran hacer como que no van a crear esa capaintraspasable con el fin de hacerlo. Un perro no finge que est En resumen: ya sea fingimiento o fingimiento del fingimiento,fingiendo tener hambre. Las palabras de Lacan a las que Derri- todo es en ltima instancia fingimiento o fingimiento del fingi-da se refiere son las siguientes: [...] un animal no fmge fingir. miento, y en lo que se refiere a la interpretacin del mismo (a laNo produce huellas cuyo engao consistira en hacerse pasar sintomatologa, dice Derrida), siempre cabe la posibilidad depor falsas siendo las verdaderas, es decir, las que daran la bue- que lo que tomamos por un fingimiento sea un fingimiento delna pista. Como tampoco borra sus huellas [...].42 Son dos por fingimiento y viceversa. Sin embargo, el desplazamientooperadolo menos las diferencias que Lacan percibe entre el sujeto y los por Derrida desde lo onomasiolgico propuesto por Lacan (puesanimales: el primero puede fingir que finge, los segundos solo este habla desde la perspectiva de la produccin de un sujeto opueden fingir; el primero es capaz de borrar sus huellas; los del Otro) a lo semasiolgico plantea toda una serie de dudas.segundos, no. Una por lo menos: que en la interpretacin de un acto no pue-Ante este argumento lacaniano, Derrida repite el gesto de da yo estar seguro de si se trata de un fingimiento o de un fin-cautela: mi preocupacin no es en primer lugar objetar fron- gimiento de un fingimiento, pase, ya que todo signo puede entalmente la lgica de ese discurso [...].43 De nuevo insiste en que su condicin de posibilidad ser falso, aunque este no suela serno busca objetar nada a esta distribucin de funciones entre el el caso cuando se trata de los gestos de una vaca, de una chim-hombre y los animales, sino problematizar la fragilidad lgica panc o de un gusano de la seda.de esas oposiciones. Sin embargo, en esta ocasin Derrida s Pero Lacan no habla de eso, sino de la diferencia entre fingirpone una objecin frontal a esta lgica, pues sostiene que: algo o tomar como objeto el fingimiento mismo, propiedad estadel movimiento de todo significante (el engao de la palabra

    coancs ieenteLar aSub rsinadel su o diSa ctica de19d8ese0

    edelu e

    nre reenelo

    efnenrao elLfi

    giiendredsr qnwamab

    s

    p. 319. Los Escritos fueron publicados en la versin original francesa eningimientos, el primero se refiere al objeto y el segundo al fingi-

    1966.41 Derrida, El animal..., op. cit., p. 158. * Ibid., p. 160, la cursiva es mia.

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PREZ

    miento mismo. No es lo mismo fingir un orgasmo que fingir escrito se mueve dentro de una estructura de repeticin, hastaque se finge tener un orgasmo. En el primer caso, no se tiene un el punto de que no puede haber signo que se d solo una vez.orgasmo, en el segundo se tiene, y la diferencia como todos Dado que toda repeticin implica tanto presentar algo de nue-sabemos es bien importante en la vida cotidiana. Y es tanto ms yo como imprimirle un determinado grado de transformacinimportante por cuanto el fingimiento del fingimiento toma (recurdese otra vez la narracin borgeana Pierre Menard,como objeto el fingimiento mismo. Confundirlos sera como autor del Quijote), Derrida puede decir que el acto de produ-decir que un discurso lingstico y otro metalingstico son cir un signo comporta ya una borradura. Y teniendo en cuentaambos actos de lenguaje, lo cual es cierto, con la salvedad de que la repeticin preserva siempre algo del signo o huella repe-que se sitan en diferentes niveles de reflexividad. No es gratui- tidos, se puede plantear al mismo tiempo que pertenece a lato que Derrida comience sus objeciones con la frase: es impo- estructura de la huella que no est en poder de nadie borrarlasible proporcionar aqu un criterio. Si la fragilidad lgica ni, sobre todo, "juzgar" acerca de su borradura.47Nos encon-de la que habla Derrida se limita a un rasgo lateral que en nada tramos, pues, ante la paradoja de que producir un signo es a lamodifica una oposicin, se comprende y no se comprende el vez borrarlo y renunciar a borrarlo.trabajo de Derrida. La mencin de la falta de criterio es otra Ahora bien, un anlisis detenido revela que Lacan y Derridaalusin a lo que aqu venimos llamando imposibilidad de estn hablando de hechos diferentes. Producir un signo de formahacer la experiencia del animal. voluntaria o involuntaria supone, como bien seala Derrida,

    borrarlo en parte y renunciar a borrarlo. Y eso, sin duda, sucedetanto en el caso del humano como en el del animote. Pero este

    7. hecho se refiere nica y exclusivamente a la accin de emitir unsigno, no a lo que sucede despus de emitirlo. Tras la emisin

    Esa desatencin a la diferencia entre un acto y su reflexividad (borramiento), el hombre puede borrar sus huellas (aunque noest en la base de la objecin que Derrida presenta a la tesis de pueda del todo), es decir, puede tomar sus huellas como objetoque el animote, a diferencia de los humanos, no borra sus hue- de reflexin y accin, mientras que en el caso del animote no sellas. La razn de su desacuerdo con Lacan es la siguiente: La toma las huellas como objeto de reflexin y accin. Dicho de otraestructura de la huella supone que trazar viene a ser borrar una manera: hombres y animotes pueden emitir signos en el doblehuella (siempre presente-ausente) tanto como imprimirla.45 3CTO de borrarlo y renunciar a su borradura, pero solo el hombrePor qu Derrida dice esto? Si volviramos a leer textos como parece estar en disposicin de llevar a cabo la accin de unaLa voz y el fenmeno, Lingstica y gramatologa o La borradura en segundo grado.farmacia de Platn,46 comprobaramos que todo signo oral o

    45 Ibd., p. 161.46 JCQUCS Derrida: La Voix et le phnomne. Pars: PUF, 1967 (edicin -

    en castellano: La voz y el fenmeno. Valencia: Pre-textos, 1985);De Seuil, 1972 (edicin en castellano: La diseminacin. Madrid: Funda-

    la grammatologie. Pars: Minuit, 1967 (edicin en castellano: De la mentos, 1975).gramatologa. Buenos Aires: Siglo XXI, 1971); La dissmination. Pars: 42 Derrida, El animal..., op. cit., p. 163.

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PREZ

    g. que el de la tradicin filosfica de la que pretende desmarcarseest presidido por una dubitatio y una lateralidad en las crticas'No tengo tiempo de detenerme en la deconstruccin a que que hunden sus races en lo que hemos denominado la imposi-Derrida somete la tesis heideggeriana segn la cual el animal es bilidad de hacer la experiencia del animal.

    pobre en mundo y no lo posee en cuanto tal, a diferencia del Al decir esto no trato en absoluto de establecer una jerarquahombre, que tiene mundo y lo tiene en cuanto tal. Se trata en la que brille la potencia humana frente a la inoperancia dede un captulo aparte en el que Derrida rinde todo un homena- los animales, sino de establecer que todo discurso filosficoje a Heidegger y a su extraordinario libro Los conceptos fun- cientfico o literario sobre los animales, incluido el de Derridadamentales de la metafsica: mundo, finitud, soledad.48 En su permanece infinitamente alejado de los animales. Se podradeconstruccin, se ve en la necesidad de sealar los refuerzos decir que en su ausencia de logos, los animales son ya una de-de un planteamiento que, al decir que el animal es pobre en construccin del logocentrismo de forma semejante a como lomundo, se encarga rpidamente de manifestar que esa pobreza figural en la pmtura era, segn Lyotard, una deconstruccin deno es ninguna clase de menos o de inferioridad. De hecho, la dimensin verbal. Y ello no es ninguna clase de minusvalo-tampoco Derrida tiene tiempo de hacerlo y casi se limita a se- racin, sino otra manera de ser o estar, pobremente quiz (noalar la necesidad de desmontar y desmultiplicar49 Oposi- lo s), en el mundo.cin rgida entre tener y no tener, entre tener el mundo en Tal imposibilidad de hacer la experiencia del animal creacuanto tal y no tenerlo en cuanto tal: [...] habra que terminar ademas, un conflicto a la hora de interpretar las acciones de lossaliendo de esa oposicin, la cual es absolutamente estructuran- animotes: Kant priva a los animales de lenguaje y de capacidadte dentro de toda filosofa [...].so de referencia auto-dectica, mientras que Derrida les confiere loTodos los movimientos realizados por Derrida pueden con- uno y la otra. No son estos, los dos, unos gestos antropocn-densarse en estos dos movimientos: por una parte, podemos tricos, demasiado antropocntricos? No es, asimismo, dema-poner en cuestin el hecho de negarles a los animales determi- siado antropocntrico el hecho de intentar quitarle al hombrenados poderesy capacidades; por otra, podemos sospechar que la capacidad de referencia auto-dectica pura? En cualquierla atribucin de dichos poderes y dichas capacidades a los hu. caso quin podr verificar si en la danza sexual o guerrera elmanos dista mucho de ser clara y ntida. Sin embargo, el anli. animal est en realidad haciendo uso de la referencia auto-sis que hemos hecho de la silogstica derridiana desde una dectica o cediendo a un mecanismo instintivo del que no es, encrtica como sabotaje ha demostrado que su discurso, al igual realidad, consciente, o del que no es consciente a la maneracomo entendemos el ser consciente en nuestra tradicin filo-sfica, incluido el psicoanlisis?4 Se trata de un curso que Heidegger dio en Friburgo en 1929-1930.Vase Martin Heidegger: Los conceptos fundamentales de la metafsica:mundo, finitud, soledad. Madrid: Alianza, 2007. La versin alemana, 9Die Grundbegriffe der Metaphysik. Welt - Endlichkeit - Einsamkeit, sepublic en 1983. Podra preguntarse: no entra en conflicto este planteamiento49 Derrida, El animal..., op. cit., p. 189 segn el cual no es posible hacer la experiencia de los animalesso Ibid., p. 184.

  • LA EXPERIENCIA IMPOSIBLE DE LOS ANIMALESMANUEL ASENSI PREZ

    con la idea formulada por Deleuze y Guattari en torno al deve- que minan las grandes potencias molares, familia, profesin,. nir animal de un individuo? La respuesta a esta pregunta es que conyugalidad.ss

    no, y la razn de esta negativa la vamos a ver de inmediato. El Sin embargo, la analoga de proporcionalidad no supone endevenir animal, como el devenir homosexual o el devenir absoluto hacer la experiencia del animal y desde el lugar delx, es una accin referida esencialmente al sujeto con el fin animal en el sentido que le venimos dando a lo largo de estede que no se detenga, de que no recobre el yo y, como escriben ensayo a los trminos experiencia y enunciacin. De hecho,Deleuze y Guattari, vaya todava ms lejos.51 Se trata de una Deleuze y Guattari sealan la imposibilidad de convertirseestrategia para conseguir un cuerpo sin rganos (un CsO), algo realmente en animal. Aunque este planteamiento de los dosque nunca se consigue plenamente, pero en el que de alguna filsofos y activistas franceses converja en cierto punto con elmanera ya estamos. De hecho, el CsO es lo que queda cuando de Derrida, para quien, como hemos visto, los atributos delse ha suprimido todo. Y lo que se suprime es precisamente el hombre y de los animales transitan de un lado a otro de la barra,fantasma, el conjunto de significancias y de subjetividades.52 siguen siendo discursos hechos desde la exterioridad del animal

    Es por esta razn que el devenir-animal no consiste en deve- en tanto lugar corporal alejado de cuerpo de los hombres ynir realmente animal, sino en devenir un s mismo,ss bien mujeres.entendido que el hombre y el animal no son pensados como Ah est mi perro, a quien miro mientras escribo estas lneasentidades acabadas que podran o no convertirse unas en otras, agacha la cabeza y me quedo a dos velas sin saber qu quiere'sino a partir del esquema de lo que ellos denominan analoga decir y si quiere decir algo, por muy cercano que lo sienta, porde proporcionalidad.54 Lo que esta clase de analoga nos ofre- mucho que sus caricias resuenen dentro de m como el eco dece es la posibilidad de pensar la relacin entre el hombre y el un mar en calma.animal a partir de una equivalencia de relaciones en la que semiden las correspondencias entre diferentes cuerpos sin tomarcomo punto de referencia a ninguno de ellos. Como se com-prender a tenor de este planteamiento, el devenir-animal notiene nada que ver con la posibilidad de hacer la experienciadel animal desde el lugar de su enunciacin. Deleuze y Guatta-ri no hablan sino de las experiencias de un cuerpo propio enrelacin a otro cuerpo. El anlisis del film Willard (1972), deDaniel Mann, nos lo ilustra con claridad. Lo que le ocurre aWillard no es que se convierta en ratn, sino que desarrolla loque en l mismo hay de caractersticas de ratn, caractersticas

    , Deleuze y Guattari, op. cit., p. 157.52 Ibd., p. 157.9 Ibd., p. 244.54 Ibd., p. 243.

    " Ibd., p. 240.

  • OE DURB MUSEUD ART CONTEMPORANIU versatAutnomaieBarehma DEBARCELONA De animales y monstru

    6. 50 p. .50 00 0 i

    e e ee , e - , .se , e . . - . e- e-

    e e -se . .e. s- e . . . a.e , se e e.e, m. .

    e-. s- . e -. - -e. . e .e.s -ee

    , 9 e - B" . 0 .00 .

    -

    e . - a ese - -.a . - e e-

    - - -

    e e- . e.. e . - e- . e- e.e e e

    .. . . . ... . a.e e

    Igll 492 SS234e