( 1904-1979 )

DE LOS HERMANOS MENESIANOS EN REINOSA

A manera de presentación ...

Ha corrido mucho agua bajo el puente del Ebro desde que en 1904 llegaron aquellos valerosos pioneros de los Hermanos de la Instrucción Cristiana a esta tierra montañesa, desconocida para ellos, poblada de gentes nobles pero algo bravías a juzgar por el recibimiento que les hicieron.

Desapareció también, tragada por las nuevas urbanizaciones la antigua fá· brica de Vidrio y su vieja barriada, tajo de los primeros sudores y escena· rio de los primeros contactos con la juventud reinosana, que pronto se adaptó a las maneras sencillas pero corteses y hasta distinguidas de los nuevos "frailes franceses".

Entre los veteranos antiguos alumnos, aún se puede encontrar quienes na· rren historietas adobadas con la sal y pimienta de principios de siglo, y los mil sucedidos en el caserón de "los Castellanos", que también teme, ¡ay!, ser víctima del progreso. Por supuesto, son pocos los testigos presencia· les que nos la's pueden relatar de manera fiable. V es que, personas y edi· ficios van irremi'siblemente pasando.

Son bastantes los que aún nos pueden dar cuenta de las fiestas de inaugu· ración del nuevo San José, allá por 1923, cuya estatuilla del santo patrono fue costeada simbólicamente con las donaciones y ahorrillos de los propios alumnos. Nuestra vieja estatuilla ha visto desfilar ya a muchas generacio· nes y ha presenciado impertérrita el pasar de niños y personas mayores. Incluso, desde su alto nicho ha sido testigo mudo de regateos de ferian· tes en la vieja "Cuatropea" , de las verbenas por las fiestas de Santiago, del paso de las carretas adornadas de San Mateo, y hasta de las voces se· miapagadas de los obreros que regresaban a sus hogares, mezcladas en ocasiones con el ronquido del vendaval en los grandes olmos del Paseo de San Francisco. Desde su pétreo pedestal ha soportado las celliscas y el cierzo helado; no la ha sobresaltado ni las bromas milicianas de la guerra civil, ni la bulla verbenera del Campo -de Santiago. ¡Cuántas cosas nos po· dría contar la estatuilla de San José si nos hablase desde la fachada del Colegio!

El viejo "Colegio de los frailes" (hay quienes dicen que nunca fue nuevo), ha visto corretear por sus ruidosos pasillos a muchas generaciones de chiquillos que hoy ocupan puestos de importancia en toda la geografía peno insular y hasta fuera de España.

Se han ido borrando antiguos y entrañables recuerdos: la campana del pa· tio, que solamente sabía tocar aquel buen H. Juan; el reloj de péndulo de la salida del pasillo, junto al cual más de uno pasó las esperas obligadas que le imponían sus travesuras; el f[ontón de jugar a la pelota detrás del cual tramábamos las jugarretas a resguardo de miradas inquisitoriales . . .

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y a aquellos vIeJos profesores (todos nos parecían vIeJos a los chiquillos de entonces) , han sucedido nuevas generaciones con otro ropaje, con otros modos de llevar las cosas; pero con un lenguaje muy parecido, con una exigencia que parece hermana de la de entonces, con la misma elegante letra en los encerados, con el mismo DIOS SOLO en la cabecera de la:: tareas, con unos consejos que parecen copiados de los de hace 25, 50 , 75 años . ..

No lo dudamos, antes bien , aquí también podemos parafrasear la conocida sentencia de que "las cosas cambian, los hombres pasan, los edificios en­vejecen, pero las instituciones permanecen" .

En el año 1954 se celebró con general regocijo el cincuentenario de la lle­gada de los Hermanos a Reinosa ; la placa de Tomás Conde da fe de ello. La época no era de las más favorables, a pesar de lo cual nada faltó para realza .. la efeméride.

Ahora llega el 75 aniversario y los actuales responsables desean obsequiar­nos con una reseña histórica que nos pinte las singladuras del viejo navío y guarde el testimonio escrito de los aconteceres de unos años, ricos en lecciones de valentía en la lucha, de entrega generosa de sus personas, del trabajo callado de unos hombres que sacrificaron muchas cosas en aras de su ofrecimiento a Dios a través de su dedicación a la juventud reinosana.

Hemos de felicitarles por su iniciativa, ya que será dificil reunir más ade­lante los inestimables testimonios vividos por unos y recopilados por la meticulosidad investigadora del H. Elias Sáinz, verdadero "ratón de biblio­teca".

Que este nuevo aniversario sirva para favorecer un reencuentro entre los miembros de la numerosa fam.ilia menesiana, para agradecer lo que hicie­ron por nuestra formación los beneméritos hombres que nos precedieron con menos medios que los actuales, lo que realza su mérito, y para recor­dar a los niños y jóvenes de hoy que, además de considerar como válido lo de que "el agradecimiento es propio de nobles corazones", son las ac­tuales generaciones las que han recibido la antorcha de 'una noble causa que bien merece la pena vivirse como la vivieron nuestros veteranos.

A todos, antiguos y nuevos, os saluda desde estas lineas vuestro amigo y ex alumno del Colegio

A. MAYORAL

Diciembre de 1979_

MERINO Artes G r á f icas I Mayo,., 45 I Palenci a D . Legal : p , 12 I Abril 1980

75 años en Reinosa

• Hace 75 año-s que el Colegio San Jo­sé dio sus primeros pasos en la villa de Reinosa de principios de siglo. • Desde entonces hasta hoy su ritmo ha ido al compás de la vida y acontece­res de su entorno; unas veces con aire de marcha y otras más lento, pero siem­pre sin abandonar el rumbo que se mar­có desde sus comienzos . • De este ya largo camino vamos a re­latar con la brevedad de unas páginas de folleto , sus dificultades y peripecias; días amables y tormentosos, ·en fin , las mil y una caras de luces y sombras pro­yectadas en la! comarca campurriana. • Estamos en 1904. En aquella época, la Enseñanza Media, que hoy se llama S.U.P., no alcanzaba en España la di­fusión extraordinaria que actualmente tiene. Prácticamente estaba monopoliza­da por el Estado con sus Institutos, uno en cada capital de provincia. Las-restan­tes poblaciones habían de conformarse, si podían, con algún Colegio, cuyos alumnos se examinaban en los Institutos. • Era aquel año alcalde de la entonces todavía villa el Dire-ctor del banco de Santander, D. Felipe Ruiz de Huidobro , a quien tenía muy preocupado la situa­ción del Colegio. Había hecho D. Felipe varios via1jes a Francia, donde había tra­tado al canónigo de Sayona Sr. Alberbi­deo, el introducir en España a los Herma­nos de la Instrucción Cristiana y fue el canónigo quien sug irió al alcalde la idea de llevar a Reinosa a los Herm~nos pa­ra. reanimar el Colegio Municipal. Estu­diada la sugerencia en sesión del ayun­tamiento , éste acordó que el alcalde hi­ciera las oportunas gestiones ante los Superiores. El 3 de-Mayo de 1904 escri­bía el Superior General al Sr. Alberbide : " Me complazco enj manifestarle a usted mi viva y sincera gratitud ; le vamos a

Don Felipe Ruiz de Huidobro, Director del Banco de Santander en Reinosa en 1904 y a la sazón Alcalde de la Villa, quien hizo todas las gestio­nes para que los Hermanos Menesianos se es­tablecieran en Reinosa.

deber también el Colegio de Reinosa". La respuesta iba, pues, a ser favorable . • En efecto, el 5 de julio se firmó el contrato entre la Congregación y el Ayuntamiento de la Villa. El canónigo había rogado a D. Felipe que se mos­trase generoso- con los Hermanos: "Son muy pobres", le dijo, y no mentía ni exa­geraba, ya que los religiosos habían pa­sado a España el año an terior con lo puesto. El Ayuntamiento lo tuvo en cuen­ta y no fue cicatero con los nuevos pro­fesores, los cuales, también era verdad, le iban a costar bastante menos que", los anterio-res. • El anal ista de la nueva Comunidad dejó escrito que los Hermanos se deci­dieron a aceptar el Colegio confiando en la Providencia. Y realmente, tentar a

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la Providencia era el que unos religio­sos dedicados hasta entonces a la En­señanza Primaria pasaran a dirigir un Colegio de Segunda Enseñanza. Es cier­to que entre ellos había Hermanos muy capaces como el Director, Hermano Francisco Lapeyre, gran matemático; el Hermano Damián Foutel , para quien no enceraban secretos el latín ni el inglés, además de su nativo francés; el Herma­no Cirilo Dulac, muy entendido en cien­cias Físicas y Naturales. Los tres fueron designados para los cursos del bachille-

• El Colegio de San Sebastián estaba situado junto a la antigua fábrica de "Las Vidrieras ", en la calle de Santa Clara, que hoy se llama del Capitán Huidobro, cuyos números 3 y 5 corres­ponden a lo que fue el solar del Cole­gio. Este se componía de planta baja y un piso ; alojaba seis aulas, salas de Di­bujo y de Ciencias , dormitorio de inter­nos, cocina, comedor, pequeño oratorio y habitaciones . • El plan de estudios abarcaba los cin­co cursos del bachillerato de entonces,

Profesorado del Curso 1906-1907 con el grupo de Bachilleres en el Colegio de "Las Vidrieras". Sentados: H. Augusto Cambac, H. Francisco José Lapeyre, el Párroco D. Diego Núñez, Profesor D. Emilio Argüeso, H. Bias Mauran. De pie: H. Javier Ménoret, H. Damián Foutel, Valentín Busson.

rato, a la vez que otros dos lo fueron para la enseñanza primaria, que también iba a darse en el Colegio ; un sexto Her­mano venía como cocinero . • El Ayuntamiento prestaría el local y el material del Colegio ya existente y pa­garía una subvención anual de 3.000 pe­setas, la cual , junto con las cuotas de los alumnos, constituiría su modo de vi­da. Uno de los anteriores profesores se­glares, D. Emilio Argüeso , continuó dan­do en el Colegio sus clases de literatu­ra, Geografía e Historia y cobraba 3.000 pesetas.

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el Comercio oficial libre y la Primera En­señanza. • El Hermano Javier Ménoret, destinado a Reinosa poco tiempo después, daba clase de Ciencias a dos alumnos. pero a -cada uno con texto diferente, porque uno tenía que examinarse en Valladolid y el otro en Santander. Al Instituto de Santander estaba agregado el Colegio y en él eran examinados los muchachos al final del curso, si bien formaba parte del tribunal examinador un profesor del Colegio.

• Pero tanto en Santander como en Va­lladolid , los examinandos agregados y libres podían ser pregun'tados sobre el programa entero . • Era casi inevitable que los Hermano's encontrasen opo,sición , movida sobre to­do por los profesores anteriores, que se habían visto desplazados. Aparte de ello, la oposición no iba a ser difícil en el Reinosa de entonces contag iada del liberalismo anticlerical muy en boga en la España de aquellos años. Estando ya en le Colegio , hubo algún alumno que pidió permiso para no asistir, según nor­ma de ento.nces, a la misa colegial los domingos y fiestas, insinuando que si no se le concedía, se daría de baja en el Colegio : no le fue conced ido., pero no se dio de baja . .. • La campaña de oposición se había montado ya antes de la llegada y hasta en periódicos de Madrid se hicieron eco del problema . • El 22 de octubre, el Super ior Provin­cial informaba al Superior General : "To­da la prensa liberal ha emprendido una violenta ·campaña contra los Hermanos de Ploermel. Incluso en las Cortes, un diputado ha interpelado al Min istro y le ha pedido imperiosamente que se pro­hiba a los " frailes " establecerse en Rei­nosa".

Primera Comunión en el año 1910. Para esta fe­cha ya estaban en el edificio de "Los Castella­nos". Junto a los niños, el Director, H. Damián junto a las escaleras del almacén de los Obesos.

• Los del bando contrario no. se durmie­ron ; buscaron defens'Üres y los hallaron de peso. El Hermano Abel , Superior Ge­neral , debió de escribir al abad de Silos, dom Guépin, ' exalumno menesiano en Bretaña, y que estaba en co.ndiciones de pulsar altas aldabas en el Palacio. Real de Madrid ; logró el abad que se intere­sase por el asunto el Miristro, marqués de Pidal , Vicepresidente del Senado y amigo íntimo de Antonio Maura, enton­ces Jefe de Gobierno y asiduo vera­neante en el vecino balneario de Cor­conteo

Del año 1913 es esta foto cargada de gorros y nostalgias y bien vigilados por el H. Berchmans.

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Grupo de alumnos acompañados por el H. Dami3n, Director, y el H. Basilio hacia 1910.

La interpelación del diputado se per­dió en las arenas: "El Ministro ha deja­do hacer y nos deja hacer", volvió a es­cribir el Superior Provincial. Efectiva­mente, el Ayuntamiento de Reinosa, el Gobernador de Santander y el Arz6bis­po de Burgos dieron sus respectivas aprobaciones, con lo que el Hermano Francisco Lapeyre, sin esperar a que le llegasen todos los Hermanos, abrió el 12 de Octubre, de 1904 las puertas a los primeros alumnos, unos cien , incluídos doce internos; 70 en la Primari a y trein­ta en el Bach illerato.

Estaba ganada la batalla ofic ial , la ci­vil y la eclesiást ica, pero no la interior, la del sector opuesto en Reinosa. Con un poco de habilidad , no resultaría di­fícil desprestigiar a un Colegio dirigido por frailes, y, para colmo, por frailes franceses: aquello era un escándalo para algunos reinosanos. La animosidad se manife·stó de varios modos, sin excluir las pedradas. siendo de notar que la au­toridad . castigaba severamente a los agresores; y se dio la circunstancia que en una de las ocasiones estaba en el grupo agresor un hijo del Jefe de la Po­licía Municipal , que, no obstante, no se libró de la oportuna sanción.

Pe~o finalmente, la paciencia de los Religiosos y la fama del excelente tra-

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bajo que realizaban en el Colegio y del orden y la disciplina que habían restau­rado terminaron con las antipatías aque­llas, artificiosas, preparadas y atizadas por elementos interesados.

Años más tarde comparaba D. Felipe la explosión de general simpatía y gra­titud de la población reinosana con el hostil recibimiento de 1904, cuando un periódico local hablaba despectivamen­te contra " la gente ploermeliana" .

Pero, ¿qué resultados podían obtener en la enseñanza unos profesores que hablaban un castellano de muy fuerte acento francés y sin duda con muchas incorrecciones?

Pues, a pesar de todo, no tardaron en hacerse dueños absolutos del campo. Debió de ser legendario el caso del Hno. Estanislao Arribard , fallecido lue­go en Aguilar de Campoo en 1925. Ha­bía llegado a España a los 41 años de edad y sin saber una palabra de nues­tra Lengua. pero en Reinosa demostró una pericia tan extraordinaria en la cia­se de los ·pequeños que causaba real admiración . Un padre de familia dijo un día en el café: - "Ya sabéis que yo no trago a los Frailes, pero ese Hermano Estanislao, no sé cómo se las arregla con los críos: el mío, a sus 6 años, lee el periódico mejor que yo, yeso que no

hace más que 3 meses que va al Cole­gio " . • Los datos que se conservan no coin­ciden al anotar el resultado de los pri­meros exámenes oficiales del bachille­rato en Santander: para uno fue media­no; según otro , de los 22 alumnos pre­sentados aprobaron todas las asignatu­ras los 22, y en los exámenes en la Es­cuela Normal del Magisterio aprobaron todo los ocho presentados. Pero uno y otro afirman que los resultados de los años siguientes fueron excelentes y die­ron gran renombre al "Colegio de los Frailes de Reinosa" . • Sin embargo, cuando ya las cosas funcionaban con normalidad , los Herma­nos pidieron , cinco años después, la rescisión del contrato, antes de expirar el plazo. ¿Qué ocurría? No era el mu­cho trabajo, que no les faltaba; ni que estuvieran descontentos del Ayunta­miento, ni que reclamaran la subida del sueldo ... Sucedía que el constante cre­cimiento del alumnado requería mayor número de Hermanos, que los Superio­res no· po·dían proporcionar a causa del servicio militar de los más jóvenes y de' la fundación en Danchainea del No­viciado español que también reclamaba algunos más. El Ayuntamiento compren­dió las razones y con gran sentimiento

por ambas partes, se dejaron " Las vidrie­ras ", a donde volvieron los profesores seglares en julio de 1909 . • ¿Se marchaban de Reinosa los Herma­nos? No. Alquilaron en! la calle de Re­medios, hoy de Ramón y Cajal, núme­ros 5 y 7, la llamada "casa de Gamazo", propiedad de Dña. Carmen Argüeso, co­nocida luego con el nombre de "Los Castellanos", para establecer la Prime­ra Enseñanza y un Curso de Comercio Libre o No Oficial : había nacido el "CO­LEGIO SAN JOSE". • Para llegar a esta solución se había formado una junta compuesta por don Casto de la Mora, don Federico Obeso, don Arturo Alonso y algunos más; no estaba entre ellos don Felipe Ruiz de Huidobro porque había sido trasladado a Santander. El primer director para aquel curso de 1909-1910 fue el Herma­no Damián. • ¿Fue buena la solución? No era . la ideal ni para nuestra perspectiva histó­rica, ni tampoco para los Hermanos de entonces, pero para ellos pareció por lo menos pasable. • De la adaptación de los locales re­sultaron 11 clases para 300 alumnos, más la vivienda para los religiosos y y para 20 internos; pero faltaba patio y la casa estaba rodeada por calles es-

Día de fiesta en el año 1919, todavía en el edificio de "Los Castellanos". Así eran de simpáticos nuestros abuelos. A nadie extrañe pues, que nos salgan con aquello de "En mis tiempos ... " Con ellos los HH. Adolfo Uriarte y Octavio Lacramp.

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1919 es este numeroso grupo ante la puerta la Cruz, Octavio, Adolfo, Pablo Anduiza.

trechas y nunca limpias a causa del pa­so continuo del ganado que iba y venía a Las Eras . • Además un día a la semana aquellas calles servían de ferial de ganado vacu­no y caballar, y el vocerío de· los ferian­tes y curiosos y los relinchos y brami­dos de los animales producían .una mú­sica de fondo poco favorable para la atención de .Ios chicos . • A pesar de todo, la "Casa Gamazo" se fue quedando pequeña con los años. En 1919, cuando el reclutamiento de las vocaciones había producido cierto au­mento en el personal de Hermanos, se reanudó en el Colegio la enseñanza del

El H. Damián con su esclavina, su teja y las cam­purrianas almadreñas pOSa con la "Clase Supe­rior" junto al recién estrenado cobertizo en 1923.

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Bachillerato, pero por libre, para el que la ley no exigía ningún titulo académi­co a los profesores; los alumnos se exa­minarían en el Instituto oficial del pro­grama íntegro de' cada asignatura y sin intervención de los preparadores en el tribunal del examen. Incluso en tales condiciones poco favorables, creció mu­cho la matrícula escolar, de tal forma que la capacidad material del Colegio pronto llegó a sus últimos límites; ello obligó a pensar en un edificio hecho expresamente para Colegio, y no en uno adaptado, y capaz 'para 500 alumnos y 60 internos. • Pero, ¿y el· dinero necesario para una obra semejante? Consiguieron un prés­tamo bancario· y compraron un terreno perteneciente a doña Consuelo García de los Ríos y Obeso, situado en la ca­lle Peñas Arriba, en lugar despejado y que permitía tener patios amplios. Se levanta el edificio actual bajo la direc­ción del contratista señor Valle, y el 29 de septiembre de 1923 queda inaugura­do el nuevo Colegio de San José. • Durante muchos años pesó sobre él la hipoteca bancaria y además, no hubo mucha suerte con los materiales de construcción, que han obligado a cos­tosas reparaciones. • Desde el primer día de s.u existencia, el Colegio de Peñas Arriba daba la Pri­mera Enseñanza, el Bachillerato Libre,

los estudios de Comercio , el Dibujo noc­turno para adultos. El Colegio de San Sebastián trató de atraerse a los alum­nos de los Hermanos, y se llegó a una situación de tirantez entre ambos cen­tros. Por aquella época se· exigían títu­los de licenciados universitarios; no an­dando muy sobrados de: ellos, decidieron por mutuo acuerdo unificarse y así el Colegio de San Sebastián se' trasladó al de San José, aportando además, dos profesores licenciados que formando equipo con cuatro Hermanos, impartie­ron las asignaturas de todos los cursos de Bachillerato. Nació así el Patronato de San¡ Sebastián que firmó contrato con el Colegio San José, el 1 de octubre de 1926. • No sin algunos roces, el convenio continuó hasta 1932, año en que los pro­fesores seglares se separaron para es­tablecerse solos en un antiguo hotel próximo' a la estació:1 de ferrocarril. Nunca había sido alto el núme'ro de alumnos del Bachillerato con el sistema citado: por ejemplo, en 1930 eran 70. El Colegio San José prescindió , pues, del Bachillerato. • Entre 1931 y! 1933, los dos primeros años de la República , el Colegio tuvo una marcha normal, a . pesar de las

condiciones políticas del país. Las Cor­tes votaron en 1932 la supresión de los Colegios religiosos, pero el Go­bierno no se atrevió a aplicar la ley vo­tada porque no disponía de maestros ni de créditos suficientes para sustitui r a los religiosos . Sin embargo, a finales del curso 1932-33 parecía que la ley se iba a poner en práctica, por lo que las Con­gregaciones de enseñanza de toda Es­paña sustituyeron el hábito religioso por el traje seglar. En el Colegio de Reino­sa continuaron el nuevo curso la mayo­ría de los Hermanos del anterior pero transformados en seglares y habiendo recuperado sus nombres, civiles. • En 1934 se produjo la terrible y gra­vísima revolución de octubre, vi::>lenta particularmente en Asturias. En Reino­sa pudo haber sido también grave si el Gobierno no hubiera enviado tropas de Burgos a la ciudad. • En el patio d~1 Colegio se instalaron los cañones de' I,os artilleros, y el sóta­no fue igualmente requisado y converti­do en cárcel. Esto último especialmente atrajo sobre el centro odios y amenazas y se hablaba de vengar a los que habían estado pre'sos en Las Vidrieras y en el Colegio San José.

No sabemos qué extraño duendecillo mantiene tan formales a la chavalería de 1928. Lo que sí podemos constatar es la espectación del alumnado ante la "salida del pajarito". El Profesorado, HH. Bonifacio, Vicente, Benigno, Leopoldo, Miguel, Elías, Fernando.

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Así vestían los Hermanos que formaban la Comunidad del Colegio en el año 1936. Foto sacada en la huerta .

• Llegó el18 de julio de 1936. Como to­dos los años, los Hermanos habían sa­lido de Reinosa: el día 16 camino de Nan­ciares para hacer los Ejercicios del Re­tiro, ' y do's que habían quedado para

atender la casa lograron salir de allí con relativa facilidad . El Colegio fue ense­guida ocupado y totalmente saqueado; destinado primero para cárcel , fue des­pués convertido en cuartel para lo que

La "Compañía Colegial de Teatro" se disfraza junto al frontón sin · candilejas. señor; quizá para engañar al gusanillo del hamJre del difícil año de 1943.

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fueron derribados casi todos los tabi­ques, convi rtiendo cada piso en una gran nave cuartelera. • Al volver en 1937 se encontraron con un ·espectáculo desolador; había desa­parecido todo: puertas interiores, mesas de clase , libros, ropas, utensilios de co­cina. La estatua de San José, en la fa­chada, había corrido serio peligro, pero tuvo. intercesores y continuó en su ni­cho ; la pusieron una corbata roja, y al Colegio le' llamaron la " Casa Pepe" . • Los Hermanos se re integraron al Co­legio el 31 de AgostO de 1937. En él se alojaron con verdadero heroísmo tres, haciéndolo los, demás primero en la Fon­da "Valenciaga", luego en el Hotel Vic­toria y finalmente se instalaron en el se­gundo piso de una casa de huídos pues-

ta a su disposición por el nuevo Ayunta­miento. Profesores y alumnos pasaron mucho frío con la llegada del invierno, porque la calefacción no funcionaba. Con tablas de los camastros se hicieron a toda prisa unas malas mesas de cia­se, y el Colegio reanudó como, pudo su caminar con 268 alumnos de Primera Enseñanza, Segunda Enseñanza y Co­mercio. No estaban los tiempos para re·staurar el internado y no lo hubo. Ac;le­más, se produjo la tercera ocupación del sótano para destinarlo como cárcel nuevamente, y ello por obligación y sin derecho a indemnización , como en las ocasiones precedentes. .Terminada la guerra, el Colegio con­

siguió, con mucho trabajo y sacrificio, recuperar su ritmo tradicional.

• En 1942 se negocia el traslado al Co­legio San José de las clases de Bachi­llerato que se impartían en los locales del antiguo Instituto, conjuntamente pa­ra ambos sexos. Obligado el Patronato que sostenía el mencionado Centro a cumplir el Decreto de separación de se­xos en la Enseñanza · Media, se dirigió al Colegio para que se encargara de la Dirección de la enseñanza del Bacnille­rato Oficial. • Se aceptó la propuesta del Patronato del Colegio San Sebastián y ambos cen­tros acordaron que se trasladara la rama masculina al primer piso del Colegio San José, zona norte, dividida en siete cia­ses para los siete cursos de Bachillera­to .

• Las relaciones fueron medianamente satisfactorias. No obstante las crónicas hablan de que este primer año de fun­cionamiento , " los exámenes fueron ala­güeñas para los .de Ingreso; mejores aún para los de la Universidad de Vallado­lid : de los 8 presentados al e·xamen de Estado, 7 fueron admitidos; el resto de cursos recibieron los parabienes de los Catedráticos" . • El curso siguiente, se piensa incluso alquilar el chalet cerca de la Estación que antes fue Hotel San Sebastián . La comunidad de Hermanos se eleva a 16 y tienen bajo su tutela cerca de 500 alumnos de Primaria. 90 de Bachille­rato y 25 de Comercio. Estas cifras, con pequeños altibajos se mantienen a lo largo de la década.

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Los niños de Primera Comunión del año 1957 son escoltados por el grupo de Cruzados del Colegio.

• Entre las muchas notas fugaces con que nos encontramos en los Anales puede hacer gracia a los estudiantes de hoy, aquella de. 1949 en la que "el Ayun­tamiento se propone multar con cinco pesetas a quienes falten injustificada­mente a clase". Es de- resaltar las doce p.9setas que pagaban los becarios de la Naval en el año 1945; así como el deta­lle del "Director de la. Naval que obse­quia con un duro a todos los mucha­chos que tuvie-ran Diploma de Honor" ese mismo curso. • Debido a la falta de personal y al di­fícil acoplamiento de los alumnos de Comercio con los de Bachillerato, se ve obligado el Colegio a dejar definitiva­mente el llamado Comercio Oficial el cu rso de 1949. Es la década de las grandes exposicio­nes de fin de Curso; de las entonadas masas corales . Ambas expresiones ar­tísticas van a tener dignos continuado­res en los años cincuenta. • Se inicia el medio siglo con la funda­ción de la Asociación de Antiguos Alum­nos, gra.ndes reformas exte'riores e in­teriores del edificio ; arreglos y adecua­ción de patios, sótanos, etc . Ante la Ad­ministración Provincial , el Director de entonces pa,ra por padecer el "mal de piedra": iOh témpora .. . ! • Era el principio de· modernización del edificio que había quedado viejo prema­turamente . .1954 queda enmarcado en letras de

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oro con la celebración del Cincuenta Aniversario de la llegada a Reinosa de los primeros Hermanos. Actos cultura­les, religiosos y académicos son el mar­co adecuado para en fraternal conviven­cia, revivir, antiguos profesores y alum­nos, nostalgias del pasado. • En los medios empresariales locales gozan de justa fama los aspirantes del Colegio a' las Escuelas de Ap-rendices . • Por estas fechas tienen lugar el Re­conocimiento Superior del Centro, pa­sando de 95 alumnos de bachiller a más de 200; ello complica la dirección del Bachillerato al exigir el Ministerio ocho licenciados y a trancas y barran­cas se desemboca en los años sesenta. Los conocedores de aquella situación están de acuerdo en asegurar que si persistió durante unos años más, se de­bió sobre todo a la abnegación cons­tante de los Hermanos. • La década de los sesenta marca nue­vas f'ronteras en todos los órdenes y a nuevos tiempos, nuevos planteamientos; se acaricia un proyecto, en principio, tí­midamente: la implantación de una Es­cuela de Formación Profesional ; da sus primeros pasos en 1962 con 43 alumnos instalados provisionalmente en lo que

,fue gallinero; serán conocidos familiar­mente como los de la PREA. El entusias­mo de comienzos llevó a sus responsa­bles a pensar en que con el tiempo se llegara a formar una Escuela de Forma­-ción Profesional capaz para 300 alum-

nos; pero ... todo se quedó en proyecto. • En ot'ro orden de cosas y a la altura del añO 1966 el Patronato comunica al Colegio que como a partir del curso 66-67 comenzarían oficialmente la ense­ñanza en el nuevo Instituto, construido en el " Campo Santiago", el alumnado de 1.0 a 4." bachiller quedaba. libre de su tutela. No así los de 5.° y 6.", pero se lle­gó a un acuerdo para que estos dos cur­sos quedaran a todos los efectos bajo la Dirección de·1 Colegio San José, aun­que la denominación de Colegio San Se­bastián persistiría hasta el año 1976. • Esto que en' un primer momento pu­diera parecer el principio del fin no su­puso, sin embargo, merma alguna en la matrícula colegial. Las cifras indican que si en el curso anterior a la apertu­ra del Instituto había 365 alumnos, "el fatídico " curso 66-67, lejos de quedar las aulas vacías, aumentaron levemente y el! curso siguiente se traspasó la· barre­ra de los 400 bachilleres. • Con la nueva Ley de Educación, se instauró en el Colegio el S.U.P. en 1975 pero no el C.O.U. por falta de número suficiente de alumnos, requisito exigido legalmente para ello . Se han incorpora­do por primera vez a las clases de S.U.P. alumnas venidas de los distintos centros de E.G.S. dando una nota co­lorista y simpática al ambiente colegia.1. • Como las nuevas normas de-I S.U.P. imponían mayor número de local'es ha sido preciso construir un pabellón late-

• reinosano posa en su Colegio en los años 60.

ral que Sirviera de complemento a las nuevas necesidades de adaptación . • Económicamente no ha andado muy boyante el Colegio San José, entre otras razones porque se ha tenido en cuenta, en lo posible, que entre sus alumnos predominan los hijos de obre­ros y de modestos tenderos y se man­tienen cuotas evidentemente reducidas. • Las estadísticas de este curso de 1980 nos señalan que en el total de- los 800 alumnos del Colegio , 143 tienen su re­sidencia en 38 pueblos y aldeas del par­tido judicial de Reinosa. • Docenas y docenas de hijos de traba­jadores de la Naval , de la Cenemesa y de otras fábricas y talleres han logrado alcanzar un buen nivel de vida gracias, en buena parte, a la formación y prepa­ración adquirida en las humildes clases del Colegio San José. En viejas mesas largas y negras del principio o algo me­jores después, se han sentado muchos niños reinosanos y de la comarca que hoy son médicos, veterinarios, ingenie­ros, abogados, altos empleados, direc­tores de-bancos, bastantes sacerdotes y religiosos, o que han gobernado su ciu­dad natal como alcaldes, o simplemente buenos ciudadanos. • Esta es la historia de 75 años de un Colegio que nació con dificultades, co­mo el grano de mostaza, y que piensa en el futuro con ánimo decidido y la confianza puesta en Dios, ser luz sob're el candelero que alumbre a todos.

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Al habla con un veterano educador

Hay un veterano profeso r del Coleg io San José, popular donde los haya y siempre con ese' aire zumbón de gace­ti ll a i lustrada; viejo buhonero de la no­t ic ia intrascendente, del cambalache y

el razonamiento surrealista. Este recor­datorio viviente de las singladuras del

Colegio , joven matusalén para tantas ge­neraciones de alumnos, no es otro que el Hermano Dionisia, otrora Hno. Ladis.

Intentar definirlo de otré manera se­ría algo así como buscar infructuosa­mente la cuadratura del círculo .

. No queremos cargar las t intas en es­

tos breves trazos de su personal idad va­

riopinta; preferimos que sea él quien nos vaya desvelando los secretillos co­legiales cargados de añoranza conteni-da. Viejos tiempos, ni mejores ni peo- - ¿Ha sufrido algún cambio la estruc-res, simplemente distintos. tura del Colegio desde aquellos años?

-¿Qué año vino destinado a Reino- - Cuando llegué recuerdo que la ca-

sa? pilla estaba situada sobre la puerta prin­

-Exactamente el 3 de noviembre de 1929. Me mandó el entonces Provincial ,

el · Hno. Javier . Menoret, para ayudar al Hno. Bonifacio que tenia una clase de 100 a-Iumnos; dividimos la clase y cada uno se encargó de 50 chicos. Desde entonces hasta hoy he estado destinado en Reinosa en varias ocasiones; la eta­pa más larga de permanencia es laac­tual , en que llevo desde 1964.

14

cipal ; había una clase de Dibujo, de la que han salido grandes delineantes. En el piso superior se encontraba un dor­

mitorio corrido para los internos y habi­taciones para los Hermanos. Por debajo

de las actuales escaleras de entrada por el patio , había una puerta que daba al sótano donde estaba el patio interior o de recreo para el mal tiempo. Había un salón de reuniones donde se daban las notas y el comedor. En el exterior se en-

TESTIMONIO 1914 GRAFI co ..-------,--~.....___~---, DEL COLEGIO

1921

15

1950 16

195J --'

1956 --~_

1958 17

195Z

contraba un frontón , a medio patio , y

junto a él un juego de bolos; cuando se tiró dedicamos el terreno a la siembra de patatas.

-¿Era numeroso el internado?

da", lento y pausado, que indicaba la

entrada.

-¿Qué tal los chicos de entonces,

hoy ya abuelos?

- Muy respetuosos sobre todo a la - Nunca lo fue; alrededor de 20 inter- sotana; estaban educados en otro am-

nos que casi convivían con los Herma- biente de más castigos, más rigidez y

Años de la Republica: Los religiosos cambian la sotana por el traje. Entre los jovencitos, algún actual veterano.

nos. En el comedor, comían con ellos mientras los castigados presenciaban aquellas frugales comidas.

más seriedad. Ahora son otros tiempos y esas cosas han cambiado.

-¿Los chicos de entonces cómo pa--Uno de los suplicios de los pocos saban los. días de vacación?

madrugadores es la campana. ¿Siempre

la conoció? - Los intemos alternaban el estudio

- Sí. Y creo que como campana no tiene ninguna historia, si no son los to­ques. Había dos: uno' para la " primera" , vivaz y saltarín , y otro para la " segun-

con los paseos. Los externos cada uno a su aire. Los domingos se tenía Misa y

CatequesiJ y por la tarde se les daba cine en el salón del Colegio; les costa­ba 10 céntimos.

19

-¿Era dura la vida colegial para un

joven Hermano? - No era dura, al menos para mí que

venía del seminario de Nanclares en el

que era el reglamento más austero. Si

ahora volviéramos a aquellos tiempos

no hay duda que sería pesadísimo. Pero era Ilevadem. No había más. No íbamos al teatro o al cine, ni había radio ... no salíamos a ningún sitio . Era una vida muy sencilla, claro . En los cinco años que estuve la primera vez, jamás fui a

Santander. Al fútbol apenas se jugaba pues casi no había balones. La excur­

sión grande que se hacía era a Montes­claros, andando naturalmente.

- A pesar de llevar tantos años en Reinosa ha pasado por otros colegios ¿Encontró diferencia-s entre el alumna­do?

ya palizas que me dio y todavía me te­

nía que haber dado más, ¿ah? ". Así son

los chicos .

-¿Da los mismos consejos a los

alumnos de hoy que a los de hace 50 años?

- Sí . Sí. Sí. Pues claro : los consejos siempre son los mismos; no creo yo que varíen . Siempre se dan los mismos con­

sejos de educación aunque se digan con otras palabras; pero sí. iHombre! ahora les hablarás de educación vial , cosa

que entonces no era necesario, _ por ejemplo.

-¿Ha cultivado siempre sus aficio­nes de sellos, flores, monedas, etc.?

- Esas han ven ido después de la gue­rra, porque antes aquí no se hablaba de

-Claro que hay diferencias. Todos esas cosas; 'quizá porque no las había;

tienen sus virtudes y defectos. Los más pues todos los que tratabas eran de Rei­

simpáticos para mí -fíjate si es raro lo nasa. En otros sitios muy bien porque

que voy a decir- los de Portugalete. tenías padres marinos que venían de ¿Que por qué? Estraperlando alubias Austr al ia, Indochina, Centroamérica . .. y

desde Munguía para el internado en siempre tenían sellos o ' monedas. Aqu í,

tiempos del H.Demetrio, me acuerdo del lo único, bichos disecados. detalle de que cuando me veían por la calle o iba a entrar en el Colegio me Lo que sí me ha gustado siempre ha saludaban los chicos. iPero si no los sido el oficio de chapucero , arreglato­conozco! En fin .Si hiciéramos un tesu- ' do, trabajos manuales, etc . esas aficio­

men diría que los más aplicados, los ga- nes· sí he tenido siempre. liegos. Los más trabajadores los madri­

leños, cierto es que les hacíamos apren­der como bestias. Los más simpáticos

los de Portugaleté y Berri-Ochoa y me duele decir que los más fríos "los de

Reinosa, en el trato, se entiende. ~os de Bermeo también me gustaban .-Además tengo fama de que traté muy duro a los chicos y sin embargo, son los que me- " jor me saludan . Hay alguno que el pri­mer saludo es éste: "Hola Hermano, va-

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-Las "malas lenguas" hablan de sus "escapadas" en bici.

- Si yo nunca he montado en bicicle­

ta. Apenas las había. Con decirte que aprendí a andar en bici en el sótano con una del hijo del Director de Cemen­tos Alfa, que se quedaba aquí. Lo que hacíamos era andar, dar paseos por esos montes que nos rodean .

Lo que sí te. puedo contar, es que es- - ¿Qué desea para el Colegio San

tanda de " paisano" en tiempos de la José?

República y para no estropear el traje ,

nos pusimos, otro compañero y yo pan­

talones de futbolista para nuestro reco­rrido en bicicleta; echamos los del tra­

je al hombro y camino de Arija topa­mos con la Guardia Civil. Menos mal

que no nos dijeron nada, aunque era para sospechar ...

Otra vez fu i hasta la Lomba, y un an­tiguo compañero , que entonces era Cu­

ra , me dice: " te doy un puro si subes esta cuesta sin parar". - ¿Que sí? Aho­ra voy yo . Me monté y la subí y no me dio el puro, pero al fin , al cabo de cinco años me dio una caja.

- ¿Alguna anécdota que recordar?

- Como muestra puede servir la si­

guiente: Había unos neveros muy gran­

des y una tarde me fui con un compa­

ñero a Pozazal , andando, claro , por la

vía adelante entre dos murallas. de nie­ve grandísimas pensando: si viene algu­na máquina aquí nos atrapa. Llegamos allí y estaban atizando dos máquinas

que aparecían bloqueadas por la nieve;

no se las veía más que la chimenea. Nos

dijeron' que para las 6 ya habrían salido y que mientras tanto , subiéramos allí . Nos dieron unos tragos de coñac para

entonamos - cosa que para nosotros estaba prohibido-o Total que pasaron

las horas y entre una cosa y otra llega­mos al Colegio a las tantas de la -no­

che; ya estaban todos acostados. Al día siguiente nos llamó el Hno . Director pre­

guntándonos que qué había pasado; se lo contamos y nos dio una penitencia: "el jueves que, viene van a llevar a los internos de paseo ". Ese fue el castigo ; menos mal. Teníamos gran respeto a los mayores.

- Que en lo sucesivo haya más de­

porte , me refiero al sitio , a los locales donde prepararse: vestuarios.. . Desea­

ría que hubiese un gimnasio sencillo , muy cómodo y muy fuerte, y que todo funcionase .

- En cuanto a la Religión y a la Misa que no lo descuiden , aunque ya se haya

perdido bastante. No quiero decir que los chicos no vayan a Misa ahora; por lo pronto van con más libertad, sin tan­

to rigorismo. Antiguamente se pasaba lista de todo. Gracias a Dios eso ha de­saparecido y han hecho muy bien el haberlo suprimido.

- En fin , que siga como está, mejo­

rando siempre. Que haya más Herma­

nos, que el Coleg io se modernice en

sus instalaciones y se amplíen.

-Me enorgullece que en cualquier reunión me en'cuentre con una amplia representación de Antiguos Alumnos del Colegio. Es indicativo que, lo que "sem­

bramos con. lágrimas lo recogemos en­tre cantares .. ...

- ¿Algo más que añadir Hno. Dioni· sio?

-Por mi parte nada más, qUe se ce­lebren con júbilo estos 75 años de los Hermanos en Reinosa.

y dejamos al Hno. Dionisio con sus

cosas y sus cuarenta y tantos "rapaces" como él los llama, en lo que, es su vo­cación : la clase . No sin re'cordarnos que en lo que concierne a su persona, es enemigo de homenajes y " gaitas galle­gas" , - con perdón para los gallegos-.

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La campana: un símbolo en el colegio

Hablar a estas alturas de la CAMPANA DEL COLEGIO es como zambullirse un poco en recuerdos cargados de un aire de cierto romanticismo. Es atrever­nos a desvelar el inimitable toque del inefable Hermano Juan "el viejo ". Jugar entre un tiempo pasado y un tiempo presente que al decir de algunos, ha varia­do muy poco.

Para tal fin , en todas las clases del Colegio se ha llevado a cabo una serie de trabajos literarios motivados y centrados en la simpática campana colegial , como símbolo de lo inmutable a lo largo y ancho de este siglo .

Todas las plumas han rivalizado en piropearla como se merece y no han es­catimado epítetos. Se la ha Ilama.do de todo: desde "azafata del aire" y "Gallar­da moza de Campoo", hasta las más atrevidas perrerías académicas utilizando unas veces la prosa más desgarrada y otras el más encendido verso .

Reproducimos la composic ión de un muchacho de octavo de E.G .S.:

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"Ahí estás, serena e inamovible .

Apareces graciosamente pequeña soportada por una escuadras semejando brazos de amor que no utilizan su poder sino para servirte.

Llenas con tu musicalidad cada uno de los rincones del Colegio.

Has visto pasar generaciones de estudiantes.

También has visto y ves trágicamente cómo el Colegio se nos muere poco a poco.

Contemplas la agonía de sus espesos muros pero observas con admiración que la vidn dentro es la misma; más animada, quizás .. .

Tu badajo semeja un verdugo implacable que responde con firmeza

Eres vieja pero no te faltan fuerzas para anunciar a grandes y chicos que han de llenar las solitarias aulas.

A veces, todo hay que deci rlo , o te sientes más tolerante.

A la mayoría no nos gustas lo que significas, pero comprendemos que eres necesaria.

Tu incansable sonar a través del tiempo se hace monótono unas veces, y otras sirve de estímulo.

Tu tarea es contínua: ves llorar y nevar; escuchas pacientemente la continua gritería de los más pequeños; estás siempre al acecho de todo lo que acontece en el ámbito colegial.

En fin:

iCada sonido que emites es un paso hacia tu inmortalidad!

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Recuerdo de un antiguo alumno de 1904

Don Mariano Díaz es conocido por todos como el se'ñor " Niebla" ,apodo, que por supuesto no le desagrada y que tiene sus raíces según parece en uno de los oficios de su padre: el de " sereno " .

da. Sus saberes son el denominador co­mún de su trato con toda clase de per­sonas y gentes tanto vivas como "difun­tas ". En frase castiza diríamos que es el "don Hilarión " de todo lo noticiable

Cuatro generaciones se dan la mano: Don Mariano, Don José M.a, Don José M." (junior) y Alfre­do; padre, hijo, nieto y biznieto respectivamente. Alumnos del Colegio en los años 1904, 1929,

1956 Y 1979 .. .

Don Mariano es rernosano por los cua­tro costados aunque tiene a gala el con­siderarse ciudadano del mundo. Ameno y dicharachero, con su pizca de ironía en sus palabras. Conversar con él im­plica olvidarse del reloj . Su cultura es vasta como los abata res de su larga vi-

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en el Reinosa de este siglo y del an­terior por referencias.

Es el único alumno superviviente en Reinosa de la primera promocion del Colegio allá por el lejano año de 1904.

Concuerdan en él, el raro mérito de aglutinar a cuatro generaciones, que,

de entonces acá han pasado por " las clases de los frailes ": tras de él , sus hi­jos, nietos y biznietos.

- ¿A qué cree que es debido la lle­gada a una villa desconocida para ellos de unos Hermanos franceses?

- La enseñanza andaba mal en aquel entonces y por otra parte tanto a don Felipe Ruiz de Huidobro como a don Casto de la Mora les interesaba traer Frailes de Enseñanza porque tenían mu­chos hijos. Cossío, qu~ también tenía bastantes se inc linaba más por traer a los Salesianos para que enseñaran co­sas de mecánica pero parece que hubo negativa de éstos. No sé quien tendría más razón , porque entonces aquí no ha­bía Naval ; sólo unos tal leres, el campo y el comercio y aún éste no trabajaba más que los lunes. (¿Pero sabes lo que era la vida en tonces?) , no vendía un real. Los días de mercado vendían los aldeanos una oveja y con ello compra­ban algo.

- ¿Se acuerda de los comienzos? - Sí, comenzamos el año 1904 en el

Colegio de "Las Vidrieras" . El Director que había entonces era el Hno. Fran­cisco. Desde luego que todos eran fran­ceses cuando llegaron a Re-inosa. Ha­blaban muy mal el castellano. Solíamos esperarles a las escaleras de la iglesia para saludarles cuando venían de mi­sa: "Oh bon jour" .. . Nos hacían rezar en fran'cés al entrar y salir de clase; por eso sé yo algo de eso de " notre pain quotidien; pardonnez-nous nos offen-ses .. . ".

Me acuerdo que había también otros grupos que aprovechaban cuando los días libres iban de paseo hacia los Ca­gigales, para insultarlos convencidos de que al ser franceses no les entendían . Los días de clase , después de comer, daban un paseo ha.sta e-I " campo- Colo­rado ".

-Así que hablar el castellano lo ha­blaban mal, pero ¿entenderlo?

- Lo entendían regular; el tener un ayudante de cocina era por eso . Como ves, las cosas tienen todas su explica­ción.

- ¿Dice que había ayudante? -Sí. Había un Hermano fuerte , mo-

reno que era el cocinero y tenía un ayu­dante, Rufino, de Matamorosa que era el encargado de i r a hacer la compra, por­que el Hno. no entendía el castellano.

- En estos momentos duros y de ais­lamiento, ¿tendrían algunas amistades?

- Aparte de don Casto y don Felipe, se, relacionaban también con el párroco de entonces, don Diego Núñez que era pequeñito pero muy simpático. No po­día ver a las " beatas" . Era muy cazador: se cog ía por las tardes la escopeta, el perro y las polainas y iHala! , al monte. Para levantar a la liebre decía: "Salta ra.bona que soy don Diego". En tiempos de , la República, cuando alguno le decía: iViva la República! , él contestaba: " Sí, hijo, sí y abajo el clero ". iQué cara tenía!

- ¿Eran muchos alumnos al comien­zo?

- Cuando yo empecé éramos pocos. Todos no mandaban los críos al Cole­g io; había que pagar. No sé si pagaba yo cuando entré una péseta al mes, pe­ro había que tenerla; ganaba la gente poco. Iban a las Escuelas de la Villa. Había también cinco b seis maestros temporeros que tenían un localito par­ticularmente ; al lado de la casa de mi padre había uno. Don Bernardo "el Ca­labocero " era otro; nos mandaba que le- miráramos el puchero y le comíamos el chorizo. No eran maestros titulados.

Junto con los alumno-s externos ha­bía diez o doce internos que venían de Aguilar y por ahí ; gente que podía.

-¿Se acuerda de las instalaciones de aquel Colegio de "Las Vidrieras"?

-Eso antiguamente fue herradero y don Casto construyó derribando lo an-

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terior. Las clases estaban en la zona

baja que eran unos locales más bajos que la acera. Estaban divididos en dos naves y una estufa central servía para ambas partes. En lo tocante a jugar te­níamos unas paralelas y no había más porque era muy poco patio; · no había fútbol y jugábamos a las canicas ; por cierto que había un fraile que jugaba con gran habilidad. -y de disciplina ¿qué? -Eran duros, duros. Muy severos. To-

davía me acuerdo de la paliza que die­ron a uno que llamábamos "Judas" por­que era muy malo. Los días de vacación que era la tarde del jueves, no íbamos al Colegio. A Misa nos llevaban un día a la semana.

- ¿Es cierto que ustedes aprendieron con buena caligrafía?

-Para la letra inglesa no había gente como aquella, y para toda clase de le­tra. También se cultivaba mucho el dibujo técnico. De la clases de los frai­les se conoce en la calle a la gente ma­yor, los que han venido aquí y los que

no han venido . Yo aprendí a escribir en­

seguida. En resumen nemas salido bien preparados de las manos de aquellos Hermanos; aquí en la Naval todos los que han estado con los frai les han sa­lido maestros u otros puestos buenos.

- ¿Qué años pasó en el Colegio? - Desde el año 1904 al 11. Desde los

6 a los 14 años. Había que estar hasta 10Si 14 porque las empresas no admitían con menos edad. Yo marché al ferroca­rril desde la " Carmen Argüeso ".

·- La "Carmen Argüeso" , ¿no se refe­rirá usted al edificio de " Los Castella­nos"?

- Eso es. El edificio pertenecía a es­ta señora. Las clases ocupaban una de las plantas; una parte del bajo servía de cobertizo para jugar. Creo que vinimos aquí el año 1909.

- De su época de "Las Vidrieras" ¿quedan muchos condiscípulos?

- Me parece que no queda más que Anton io Obeso que vive en Madrid. De

Primera Comunión de los niños del Colegio en el año 1912. Fila primera: Manuel López Barriuso, Antonio García Díaz, Carlos Odeso Martínez, H. Damián, Félix Novoa, Jesús Martínez Sáinz, Er­nesto García. Fila segunda: Fernando Muñoz, Ma.luel Obeso Ruiloba, Leandro Ruiz Gutiérrez, José Alvarez Antolín, José Larrucea de la Mora, Naza:io Martín del Tío, Angel Revuelta Revuelta.

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la época mía eran Vicente Morante, dos del Rojo que tenían el negocio de velas, chocolate ; donde está el Ibiza. Antonio, Revuelta ~I mayor, Angelito, Macho, Ga­lio, Ernesto García que tenía la Nueva España, Bernardo Ruiz que tenía el sur­tidor de gasolina, Novoa que tenía fe­rretería y dulces, Laucirica muebles don­de la chatarrería de " Gijo" . Todos han muerto. iYa son 84 años!

El más listo de aquella época fue un tal Gallo. Este se presentó a una plaza de Interventor y con él cinco peritos y la sacó él. De los demás, creo , que no hay ninguno con título. Otros que había inteligentes se marcharon pronto de frai­les; de un ti rón no sé si fueron cuatro de aquí: Gato que ya murió, El " Coto­rro " , hoy Hno. Emilio, el del hospital , difunto Hno. Pablo y Ramos, que murió con la gripe del 18; Ah , Y Muñoz "el Torruño" .

-¿Se faltaba con facilidad a clase? ~Creo que sí: unas veces se ecnaba

la culpa a I.as vacas, otras veces . . . A un hermano mío que se escapó de

ahí de "Argüeso " le, cogí en la fuente de la Aurora y le llevé al Colegio y es­tando hablando con los Hermanos se escapó otra vez; y eso que mi padre, si faltabas a la escuela un día ibueno! po­días prepararte. iNo había leña ni nada!

-¿Cómo pudo su padre mandarle a un Colegio de pago?

-Sabía administrarse; fue Sereno" después enterrador, y ganaba un duro por cada uno que moría. Pero según él no se moría nadie. No dormía si ese día no había hecho alguna compra o venta o cambio ; él siempre trajinando con ga­nado. Falta le haría para mantener a once hijos y todos con buen diente.

-Del actual Colegio no tendrá ya ex­periencia.

-Personal , no. Pero piense que por aquí están desfilando hasta la cuarta ge-

neración y todos vivimos, gracias a Dios. Además esta finca da la casualidad que la llevaba mi padre en renta desde ha· cía 32 años, cuando se levantó el Cole­gio. Por cierto que se edifi·có con malos materiales. Decíamos entonces que usa­ban cemento "el sapo" : barro y paja. La fecha de construcción, de 1923, está grabada en la estatua de San José que hizo un tal García Torices, de Fresno, escultor de la catedral de la Almudena de Madrid y que tenía aquí, cerca del Colegio , un talle ruco.

- ¿Alguna anécdota del Colegio de " Las Vidrieras"?

- Recuerdo una vez que nos castiga­ron en un pasillo , de rodillas, mirando a la pared, mientras comían los Herma­nos. El ayudante de cocina, Rufino, cuando salía del comedor con los pla­tos, nos los pasaba por los morros y para vengarnos de la burla le dimos, un día entre todos, una paliza.

-¿De qué Hermano guarda mejor re­cuerdo?

- Sin ninguna duda del Hno. Damián. Era una buenísima persona. Era muy po­pular porque era Director y tenía el hombre que ir por ahí a pedir, en' fin ... Conservaba una fotografía de él con al­barcas del país. De todos los Hermanos guardo buenos, recuerdos. Del Hermano Martín , de todos. iEran buenas perso­nas!

Dejamos al señor Mariano en el taller con sus lápidas y sus recuerdos. Exce­lente grabador de mármoles a sus casi 84 años; mientras maneja la gubia y el cincel , nos comenta el asco que tiene a la " h" porque como es muda no se lee y tiene sus dudas de si escribir o no a la Real Academia de la Lengua sugi­riendo que la eliminen de la escritura ...

iAdiós! señor Mariano y que vea a la quinta generación en el Colegio.

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Testimonios de los alumnos

Si el Colegio es una gran familia o una Comunidad Educativa, como hoy se define, sería en cierto modo injusto, dejar relegada la opinión de sus alumnos. Hoy qU!3 tanto invocamos la libertad de emitir juicios vemos con agrado el pulsar las teclas, a veces más sensibles de lo que creemos, de esa gran multitud de alum­nos que fueron pálpito y vida colegial en las distintas etapas de su historia.

Al azar hemos recabado la opinión de un representante de cada una de es­.tas siete décadas, referente a: " El mejor y el peor recuerdo que guardas de tu paso por el Colegio San José".

Estas han sido sus respuestas:

ALUMNO DE LOS AÑOS "10"

-Para mí, el mejor recuerdo que guar­do del paso porel Colegio San José, es el Diploma que se me adjudicó a la ter­minación del cuarto año de Comercio, hará unos 60 años. -El peor recuerdo que guardo explica­ré el motivo: a mi salida del Colegio me mandaron en casa que' regresara de nuevo, con el fin de practicar los idio­mas de, Francés e Inglés. La duración fue de pocos días. ·EI Hno. Norberto, que era el Director, al entrar en la clase me mandó poner · en el tablero los proble­mas y otros ejercicios. El profesor se ausentó de la clase y a mí no me aten­dió; 10Si demás profesores, que lo menos que podían haber hecho era darme algu­na tarea, me vieron salir por la puerta y como tal cosa nada me dijeron.

Me dolió mucho lo sucedido y tan pronto no olvidé el disgusto.

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ALUMNO DE LOS AÑOS "20"

- El mejor recuerdo : el Colegio en sí, con su plantilla de inolvidables profeso­res que con su sabiduría y entrega to­tal tanto contribuyeron¡ a nuestra forma­ción moral , religiosa y cultural y de cu­ya enseñanza no sólo como exalumno, también como reinosano , me siento muy orgulloso de " nuestro" Colegio San Jo­sé de Reinosa.

Para aquellos Hermanos que fueron mis profesores desde lo más profundo de mi corazón el más cariñoso y agra­decido MEJOR RECUERDO. -Respecto al peor recuerdo, no existe ninguno que ' se pueda mencionar con tal calificativo fuera de lo corriente: triunfos (que para esto no cuentan) y fracasos o mejor si se quiere: premios y castigos, según la medida de mi ac­tuación en clase, con mayor o menor fortuna o también si se quiere con más

o menos aplicación ; al margen también de alguna pequeña travesura propia de la edad como por ejemplo la del " llama­dor" que algunos de mis condiscípulos protagonistas, de los pocos que aún te­nemos la suerte de contarlo , recorda­mos como peor recuerdo.

ALUMNO DE LOS AÑOS "30"

- Son muchos buenos recuerdos. Uno llegó a emocionarme: había un mucha­cho de Matamorosa que proveía de "va­ras " a una clase . Un ·día el curso inten-

tó lincharle por considerale peloti llero y cómplice . Entonces salí en su defensa haciéndome yo responsable de las su­sodichas varas creyendo que con ello salvaba el pellejo del compañero . - El peor posiblemente una travesura infantil : saHamos con el Hno. en filas y en silencio a los servicios. Allí esperan­do, de espaldas, a que me tocara el tur­no me entró la tentación de, con un pa­lo, molestar al compañero que hacía sUs necesidades. En esto llega el Hno.

y me atiza un orejazo que todavía me sigue zumbando el oído.

Son dos anécdotas simples pero que a pesar de los años todavía las conser­vo como reliqu ias de aquella veneración que profesábamos a los Hermanos, aun­que como críos y a sus espaldas, hicié­ramos nuestras travesuras propias de la edad.

ALUMNO DE LOS AÑOS "40"

- Nunca podré olvidar el día de mi pri­mera comunión con los compañeros del

Coleg io. La hicimos en la Iglesia y el coro del Colegio entonaba canciones mientras nos· acercábamos, con gran re­cogimiento , a recibir la Sagrada Forma. Terminada la ceremonia nos llevaron al Colegio y en una sala grande de puer­tas de corredera adornada con mucho esmero nos dieron de desayunar: cho­colate con galletas y pastas y algo de moscatel ; teniendo en cuenta que era una época después de la guerra y ha­bía mucha miseria y necesidad, nos pu-

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simos las botas en aquel comedor y es­tábamos todos contentos y alegres y muy agradecidos a los frailes por aquel día tan maravilloso. - Mi peor recuerdo fue el primer día de clase. Nada más dejarme mis padres, el profesor de la Primera me designó un asiento más bien en la parte de atrás y hacia la derecha de tal manera que te­nía que pasar por un pasillo estrecho y junto a los ventanales que estaban abiertos hacia dentro. Al pasar por los ventanales tenía que agacharme y cre­yendo que lo había librado, me levanté de repente con tan mala suerte que lo saqué de las bisagras y cayó casi en­cima de los compañeros salvándose por los pelos del golpe, pero no así de la tinta que saltó junto con los tinteros de casco que iban empotrados de los pupitres. El espectáculo fue de risa ya que no pasó nada más que el susto pero el profesor me puso a caldo y luego vino el Director y otra bronca a parte de comunicárselo a mis pa­dres y decirles "eso que no ha hecho nada más que entrar y casi mata a al­guno; cuando lleve más tiempo acaba con el Colegio" .

Todos me riñeron, en casa me pega­ron y fue un día de perros para mí.

Menos mal que el Director era buena persona y todo quedó en agua de bo­rrajas.

ALUMNO DE LOS AfilOS "50"

-Aunque todos los recuerdos que guar­do de mi paso por el Colegio son muy buenos, hay uno que destaco sobre los demás, y que se refiere a los consejos y estímulos que recibí del Hno. Loren­zo Mayoral y que me han servido tanto para mi formación personal como pro­fesional.

ALUMNO DE LOS AfilOS "60"

-Mis mejores recuerdos se refieren a la dedicación del profesorado, quizás al­go sobreprotegidos los alumnos, a lo lar-

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go de todos los cursos. Especialmente en los " inolvidables" exámenes de Re­válida en Torrelavega, donde siempre se demostraba esto que he dicho arriba, quedando a gran altura el Colegio.

También las Fiestas de San José, bas­tante mejores que ahora, donde los alumnos mayores teníamos gran partici­pación y éramos parte importante en ellas. En general pesan más los mejo­res que los peores recuerdos. - Los peores, sin duda, los dos últimos años de bachiller y gracias a un profe­sor. Este señor nos amargó la vida dos años. Su desprecio al alumno, su orgu­llo y su mal carácter dentro y fuera de clase. Los que nos hemos dedicado a la enseñanza, varios, aprendimos de él, aquello que nunca se debe hacer en un aula y fuera de ella.

ALUMNOS DE LOS AÑOS "70"

- Estas son las mejores impresiones de los benjamines del Colegio , algunos biz­nietos de los primeros alumnos del vie­jo San José:

-Me lo paso muy bien cuando jugamos en clase a " los nombres de" . - También cuando hacemos gimnasia y en los cumpleaños de algunos . niños que nos reparten en clase caramelos. - Lo mejor cuando empezamos la clase porque me veía con más amigos. - Lo peor es el recreo que me parece pequeño. - A lo primero no me gustaba este Co­legio porque no sabía nada; me parecía difícil y ahora lo veo "chupao ". - No quería venir; lloraba y me marché un día de clase y en el recreo volví. - Lo peor es que no estaba contento

cuando no m~ salía el "reloj ". -Copié mal las cuentas y tuve que bo­rrar cuatro y en el control lo pasé mal. -Cuando se me partían las puntas del lapicero yno podía trábajar. -Me costaba levantarme y un día lle­gué tarde.

Lista de Hermanos que han pasado por el Colegio desde 1904

HERMANOS DIRECTORES

1904 - 1909 Hno. Francisco José Lapeyre. 1909 - 1915 » Damián Foutel. 1915 - 1920 1920 - 1922 1922 - 1925 1925 - 1926 1926 - 1931 1931 - 1933 1933 - 1934 1934 - 1935 1935 - 1936 »

Norberto Etcheverry. Octavio Lacramp. Damián Foutel. Ceferino Le Govic Martín García Damián Foutel Demetrio González Leopoldo Azaldegui. Norberto García.

OTROS HERMANOS

1937 - 1938 Hno. Martín García. 1938 -1943 Joaquín M.a López. 1943 - 1947 » Eduardo Arroyo 1947 - 1948 1948 - 1953 1953 - 1958 1958 -1959 1959 - 1961 1961 - 1967 1967 - 1973 1973 -1976 1976 - 1979 »

1979 - ..... .

Martín García. Daniel Elorriaga_ Lorenzo Mayoral. Elías Sáinz Benito López. Leoncio Pérez. David García. Santiago Montero. Antonio Salazar. · Miguel Angel Román.

(A continuación enumeramos a los Hermanos que desde 1904 han estado destinados en Reinosa hasta 1970. Para no agobiar con cifras anotamos únicamente el año de su primera incorporación al Colegio).

1904 HH . Cirilo Augusto (Cyrille)

Damián (Damien) Norberto (Norbert Henri)

1905 HH . Cef erino (Zéphirin)

Bias (Baise Mie .) Azirien

1906 HH . Javier (Xavier)

Estanislao (Stanislas­Louis)

1907

Augusto (Augustin­Clément)

HH . Valentín (Valentien Jh.) Filemón (Pthílemon)

1908 HH. Basilio (Basile Mie.)

Próspero (Prosper)

1909 HH . Plácido (Placide Mie.)

1912 HH . Emilio Celestino Allaigre

1913 HH . Juan (Jean-Laurent)

Berchmans Laperche 1914 HH. Martín García

1915 HH. Nicolás M.a

1916 HH. Salvador

Guillermo

1918 HH. Hubert Jh.

Daniel

1920 HH . Louis Barbier

Adolfo M.a Miguel José

1921 HH . Antonio José

José de la Cruz

1922 HH. Joaquín M .a

Bernardino Prudencio

1923 HH . Vicente M :,a

José María Paulino

1924 HH . Ignacio

Eusebip José

1925 HH . Fernando M.a

Avelino Francisco M .a

1926 HH . Emilio

Benigno

31

1927 1942 1955 HH. Rafael HH. Próspero HH. Estanislao

Bonifacio Carmelo Florencio Benito Dionisio

1928 José Ignacio Sebastián HH. Elías Hilario

1956 1929 1943 HH. Jenaro

HH. Leopoldo HH . Luis Gonzaga Tomás

Ladislao Heliodoro Alfredo Ciri lo

1930 Mario 1957

HH. Heraclio HH . Santiago 1944 Constantino Manuel HH. Lucas Pedro Luis

1931 Leandro Angel Luis Aniceto

HH . Demetrio Sixto 1958 Norberto . 1945 HH . Luciano Hermenegildo

HH. Salvador Clemente Eloy Julio Gabriel

1946 1959

1933 HH. Alfonso HH . Benedicto

HH. Leoncio Gerardo Avelino Antonino

Alejandro Emeterio 1934 Ivo Ramón HH. Exuperio Carlos Emiliano

Braulio Eliseo Bautista 1947 1960 Atanasio HH . Alonso

Bernardo HH . Tomás

1936 Clemente Eugenio Julián

HH. Eduardo Juan José Antonio 1948 Cristóbal HH. Germán 1961 Fidel Andrés HH . David M ./t Venancio Adrián Fidel

1937 1949 Marino

HH . Teófilo HH . Domingo 1962 Alfredo Fortunato HH. Víctor Luis Donato José Antonio Luis M :' Mauro Cipriano Enrique Feliciano Julián Leovigildo

1938 1950 1963

HH . Alvaro HH. Eulogio HH. Martín Leonardo Olegario Herre'ra Celestino Manuel De Miguel

1965 1939 1951 HH . Isidro HH. Ligol'io HH. Justino Ignacio

Aurelio Domiciano Javier Abundio Jesús Aureliano 1952 Constantino HH . Isidoro 1967 Constancio Miguel Angel HH . Abilio

Juan María 1968 1940 HH. Paulino 1953 HH . Santos

HH. Eladio M . Barredo

1941 Arcángel 1969 HH. Tomás de Aquino Vidal HH . Carmelo V.

Felicísimo Patricio Eugenio 1970 Juan Crisóstomo 1954 HH. Aldecoa Julián Fernández HH. Antonio M ." Alarcia

32

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