5 Babel y Pentecostés

CASA DE ADORACION BEREA - BEREA KIDS

LA TORRE DE BABEL Y PENTECOSTÉS.

Cuando acabó el diluvio y Noé y su familia bajaron del arca, en poco tiempo la tierra fue poblada nuevamente y, todas las personas hablaban el mismo idioma, se comunicaban usando las mismas palabras.

Un día, las personas que habitaban la tierra dijeron ^vamos a hacer unos ladrillos y con ellos construiremos una ciudad con una torre que llegue hasta el cielo, así nos haremos famosos y no viviremos dispersos por toda la tierra sino que estaremos todos en la torre, y será muy alta y llegaremos al cielo y la gente nos seguirá^.

Desde arriba Dios vio la ciudad y la torre y se dio cuenta de que la gente se sentía importante por lo que estaban haciendo, dejaron de escucharlo a Él y querían ser como Él, querían que los demás los adoraran como sólo se debe adorar a Dios.

Entonces Dios pensó, Oh!, tengo que hacer algo para que los seres humanos dependan de mí y no de sí mismos, porque los planes que yo tengo para ellos son mejores que los que ellos puedan tener.

Y a Dios se le ocurrió una idea, confundir el lenguaje de los hombres, y así lo hizo, y empezaron a hablar muchos idiomas, y entonces las personas se juntaron con los que hablaban igual que ellos, porque se podían entender, y comenzaron a mudarse cada grupo a un lugar diferente de la tierra, a los que llamaron naciones.

Pasado el tiempo, los seres humanos olvidaron la idea de edificar una torre, se dieron cuenta que esa no era la forma de llegar a Dios, se dieron cuenta de que era más importante obedecerlo, adorarlo y darle toda la gloria, que buscar la fama y el poder.

Siguieron pasando muchísimos, muchísimos años, y Jesús, el hijo de Dios ya había nacido, había muerto y resucitado por amor a los hombres, para darles salvación y vida eterna.

Era el día de Pentecostés, o sea cincuenta días después de la fiesta de Pascua, y las personas que creyeron en Jesús y lo seguían, estaban todas juntas, reunidas en un mismo lugar, había gente de todas las naciones que existían bajo el cielo, las mismas naciones que se formaron en los tiempos de la torre de Babel.


De pronto, vino del cielo un ruido como de un viento muy fuerte que llenó toda la casa, y aparecieron lenguas de fuego sobre cada uno de ellos, y todos quedaron llenos del Espíritu Santo y hablaban en otras lenguas, pero, ¡parecía increíble! cada uno escuchaba a los otros, en su propia lengua, las maravillas de Dios, estaban asombrados y algunos se reían.

Entonces Pedro, uno de los hombres que seguía a Jesús les recordó a todos que Dios les había prometido que derramaría su Espíritu sobre ellos, les dijo qué era el Espíritu Santo de Dios el que estaba allí con ellos. Pedro les recordó, además, que no era importante buscar la propia gloria, sino darle la gloria a Dios en todo, que no era importante tener poder, sino servir a los demás, que no era importante hacer la propia voluntad, sino obedecer y hacer la voluntad de Dios, que Dios se agrada cuando en nuestros corazones hay amor y no cuando hay egoísmo.

Desde ese día el Espíritu Santo de Dios se quedó a vivir en el corazón de cada una de las personas que creen en Jesús, que le aman y que le obedecen, se quedó a vivir en la vida de las personas que saben que para llegar al cielo no hay que construir una torre alta, sino seguir a Jesús, porque Él es el único que un día vendrá a buscarlos para llevarlos al cielo junto a Dios.

El Espíritu Santo de Dios, el mismo que descendió ese día de Pentecostés, está con ellos aunque no puedan verlo, los guía, los protege, los escucha, les habla en su corazón, y pueden sentir su amor y su presencia.


LA TORRE DE BABEL Y PENTECOSTÈS.

REFLEXIONEMOS.

Has pensado ¿qué le pasaba a las personas que construyeron la torre de Babel, que hablaban una misma lengua y no se entendían?, y ¿qué pasó el día de Pentecostés que las personas reunidas hablaban lenguas nuevas y diferentes y todos se entendían?

Las personas que construyeron la torre de Babel, aunque hablaban una misma lengua, eran egoístas, no tenían amor en sus corazones, no les interesaba escuchar ni entender a los otros, no eran obedientes a la voz de Dios, sólo hacían su voluntad y buscaban satisfacer sus deseos de fama y poder. Aunque tenían un mismo lenguaje, cada uno terminó hablando su propio idioma, el del egoísmo, que sólo produce confusión y distanciamiento.


A las personas que estaban reunidas el día de Pentecostés, Dios les dio nuevas lenguas como señal de que algo nuevo había sucedido en sus vidas: fueron llenos del Espíritu Santo y el amor inundó sus corazones. Es por eso que lograban comprender a los demás, a pesar de que cada uno hablaba diferente, podían amar y servir a otros porque sabían que Dios los amaba. Aunque tenían diferentes lenguajes, terminaron hablando un solo idioma, el del amor, que produce unión y entendimiento.

OREMOS.

Para que el Espíritu Santo nos ayude a vivir siempre como las personas reunidas en el día de Pentecostés.

LA TORRE DE BABEL Y PENTECOSTÉS

Lee cada una de las características que encontrarás a continuación, si corresponden a las personas que construyeron la torre de Babel, coloca una B dentro del paréntesis, y si corresponden a las personas que estaban reunidas el día de Pentecostés, coloca una P dentro del paréntesis.

1. Querían ser famosos ( )

2. Dejaron de escuchar a Dios ( )

3. Seguían a Jesús ( )

4. Permanecían juntos y unidos ( )

5. Obedecían a Dios ( )

6. Querían que los demás los siguieran a ellos ( )

7. Eran egoístas ( )

8. Tenían amor en su corazón ( )

9. Les gustaba servir a los demás ( )

10. Les gustaba tener poder sobre los demás ( )

11. Fueron llenos del Espíritu Santo de Dios ( )


12. Buscaban su propia gloria ( )

13. Querían llegar al cielo construyendo una torre ( )

14. Sabían que llegarían al cielo por medio de Jesús ( )

15. Le daban la gloria a Dios en todo ( )

16. El Espíritu Santo les hablaba, los escuchaba, los guiaba y protegía ( )

17. Querían ser como Dios ( )

18. Hacían su propia voluntad y no la de Dios ( )

19. Hablaban una misma lengua, pero Dios confundió su lenguaje y no podían

entenderse ( )

20. Hablaban diferentes lenguas, el Espíritu Santo les dio nuevas lenguas y

todos se entendían entre sí ( )


¿Cuántas naciones conoces? Escribe el nombre de cada una dentro de los ladrillos. Colorea el dibujo.


Cuàntos idiomas conoces? Escribe el nombre de cada uno de ellos dentro de las lenguas de fuego. Colorea el dibujo.


Paloma- Espíritu Santo

Materiales

Un octavo de cartulina blanca

Un pitillo

Sharpie negro

Ojos y picos ya recortados en papel negro y naranja

Silicona líquida

Tijeras

Cada niño junta las dos manos y las pone sobre el octavo de cartulina blanca, las maestras lo ayudan con el Sharpie a dibujarlas, el niño las recorta así juntas y queda la forma de la paloma, le pega los ojos y el pico y la pone sobre el pitillo.

5 Babel y Pentecostés

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