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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Septiembre 2013 A la Virgen de los Dolores ¡Oh Jesús!, En tu pasión se cumplió la profecía de Simeón, que tu madre sería traspasada por una espada de inmensa angustia y dolor. Concédenos a quienes conmemoramos la memoria de su aflicción, imitar su ejemplo de corresponsabilidad y participar de una forma profunda en tu trabajo redentor. Ayúdanos a abrazar el camino de tu pasión, para que como Nuestra Madre Bendita, tu primera y más grande discípula, nosotros podamos también ser trasladados de la muerte a la vida por tu cruz y resurrección. Nos dirigimos a Ti, Cristo Señor y Dios nuestro. Amén ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD Gloria y agradecimiento esencia de la corresponsabilidad “Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres” es la frase que resuena de la Misa en mi mente, desde hace algunas semanas. Después, un amigo, mientras tomábamos un café en el centro parroquial, me señaló que raramente leemos sobre agradecimientos en los periódicos. Las palabras, “gloria” y “agradecimiento” pusieron el tono a mi semana. Nosotros, mortales, somos testigos de la gloria divina en la naturaleza, en el orden de las cosas, en la belleza que nos rodea, en la creación de nuestro cuerpo, alma y entendimiento. Dios nos da el cielo y los paisajes, el cuerpo y el espíritu como dones, de la misma manera que nos da a Su Hijo Jesús. La gloria de Dios está presente en todo. La gloria humana, que se tiene en alta estima entre otras cosas por nuestro carácter, buenos trabajos, posición, etc., es un impulso positivo para nosotros. Con el humilde reconocimiento de que Dios es la fuente de todos nuestros logros, su gloria brilla a través de nuestra gratitud, de nuestro agradecimiento. ¿Por qué puso Dios estas palabras y pensamientos en mi corazón? ¿Cuál será el propósito de reflexionar sobre ello? Gloria, la divinidad de Dios. Agradecimiento, me arrodillo ante Dios. Tal vez esto es sencillo y puede dar esperanza a otros como un buen corresponsable de todo lo que Dios me ha dado. Mi amigo está en lo correcto al decir que hay poco en los diarios acerca de ser agradecidos. Nosotros escuchamos y nos sentimos afectados por la pérdida de trabajo, la guerra, los atentados, y las ofensas que nos imponemos unos a otros. Nuestros temores aumentan y nuestras esperanzas disminuyen. Sin embargo, cuando nosotros nos situamos humildemente en la gloria de Dios, nuestros miedos se reducen. Cuando nos arrodillamos en agradecimiento por los dones recibidos, nuestras esperanzas se elevan. Con Dios como nuestra fuente, nuestro maná, nuestra verdad, estamos equipados con todo lo que necesitamos para ser su rostro, sus manos y sus pies para servir a otros; para ser parte de Su gloria en un espíritu de agradecimiento.

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Boletín de Corresponsabilidad Parroquial de Septiembre de 2013

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CORRESPONSABILIDAD PARROQUIAL Septiembre 2013

A la Virgen de los Dolores

¡Oh Jesús!,

En tu pasión se cumplió la profecía de Simeón, que tu madre sería traspasada por una espada de inmensa angustia y dolor.

Concédenos a quienes conmemoramos la memoria de su aflicción, imitar su ejemplo de corresponsabilidad y participar de una forma profunda en tu trabajo redentor.

Ayúdanos a abrazar el camino de tu pasión, para que como Nuestra Madre Bendita, tu primera y más grande discípula, nosotros podamos también ser trasladados de la muerte a la vida por tu cruz y resurrección.

Nos dirigimos a Ti,

Cristo Señor y Dios nuestro.

Amén

ORACIÓN DE CORRESPONSABILIDAD

Gloria y agradecimientoesencia de la corresponsabilidad

“Gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz a los hombres” es la frase que resuena de la Misa en mi mente, desde hace algunas semanas. Después, un amigo, mientras tomábamos un café en el centro parroquial, me señaló que raramente leemos sobre agradecimientos en los periódicos. Las palabras, “gloria” y “agradecimiento” pusieron el tono a mi semana.

Nosotros, mortales, somos testigos de la gloria divina en la naturaleza, en el orden de las cosas, en la belleza que nos rodea, en la creación de nuestro cuerpo, alma y entendimiento. Dios nos da el cielo y los paisajes, el cuerpo y el espíritu como dones, de la misma manera que nos da a Su Hijo Jesús. La gloria de Dios está presente en todo.

La gloria humana, que se tiene en alta estima entre otras cosas por nuestro carácter, buenos trabajos, posición, etc., es un impulso positivo para nosotros. Con el humilde reconocimiento de que Dios es la fuente de todos nuestros logros, su gloria brilla a través de nuestra gratitud, de nuestro agradecimiento.

¿Por qué puso Dios estas palabras y pensamientos en mi corazón? ¿Cuál será el propósito de reflexionar sobre ello? Gloria, la divinidad de Dios. Agradecimiento, me arrodillo ante Dios. Tal vez esto es sencillo y puede dar esperanza a otros como un buen corresponsable de todo lo que Dios me ha dado. Mi amigo está en lo correcto al decir que hay poco en los diarios acerca de ser agradecidos. Nosotros escuchamos y nos sentimos afectados por la pérdida de trabajo, la guerra, los atentados, y las ofensas que nos imponemos unos a otros.

Nuestros temores aumentan y nuestras esperanzas disminuyen. Sin embargo, cuando nosotros nos situamos humildemente en la gloria de Dios, nuestros miedos se reducen. Cuando nos arrodillamos en agradecimiento por los dones recibidos, nuestras esperanzas se elevan. Con Dios como nuestra fuente, nuestro maná, nuestra verdad, estamos equipados con todo lo que necesitamos para ser su rostro, sus manos y sus pies para servir a otros; para ser parte de Su gloria en un espíritu de agradecimiento.

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San Bernardo, abad, 20 de Agosto

Tomás García Martínez, más conocido como Santo Tomás de Villanueva (* Fuenllana, Ciudad Real, 1488 - † Valencia, 9 de septiembre de 1555), predicador, escritor ascético y religioso agustino español.

Nació en Fuenllana,se educó y creció en Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real, donde sus padres poseían una rica hacienda, pese a lo cual muchas veces el muchacho andaba desnudo porque había dado sus vestidos a los pobres. Queda en pie parte de la casa original, con un escudo en la esquina, al lado de un oratorio de la familia.

Aunque hizo estudios de Artes y Teología en la Universidad de Alcalá de Henares, ingresó en la Orden de los Agustinos de Salamanca (1516) y en 1518 fue ordenado sacerdote; en la orden ocupó los cargos de prior conventual, visitador géneral y prior provincial de Andalucía y Castilla. También fue profesor de la universidad y consejero y confesor de Carlos I de España.

Gozó de fama por su gran austeridad personal y por su ejercicio continuo e infatigable de la caridad, especialmente con los huérfanos, con las doncellas pobres y sin dote y con los enfermos. Poseía, sin embargo, una concepción inteligente de la piedad, de forma que aunque era muy limosnero procuraba solucionar definitiva y estructuralmente la pobreza mediante la redención activa de la misma, dando trabajo a los pobres, y así hacía fructificar sus limosnas: «La limosna no sólo es dar, sino sacar de la necesidad al que la padece y librarla de ella cuando fuere posible».

Carlos I le había ofrecido el cargo de arzobispo de Granada pero él nunca lo había aceptado; se cuenta que llegó a arzobispo de Valencia el 10 de octubre de 1544 por error de un escribano, pero siguió negándose hasta que se lo ordenó su superior en la orden. Allí, ayudado por su obispo auxiliar Juan Segriá, puso

orden en una diócesis que hacía un siglo que no tenía gobierno pastoral directo. Organizó un colegio especial para los moriscos conversos y organizó en especial un plan eficaz de asistencia y auxilio social y de caridad.

Compuso bellos sermones, entre los que destaca Sermón del amor de Dios, una de las grandes manifestaciones de la oratoria sagrada del XVI. Tuvo, en efecto, una gran fama de predicador, en un estilo sobrio y sencillo. Carlos I, al oírle predicar, exclamó: «Este Monseñor conmueve hasta las

piedras», y provocaba sonoras conversiones. Algunos de sus sermones arremeten contra la crueldad de la fiesta de los toros. Tuvo asimismo una gran devoción por la Virgen María, cuyo corazón comparó a la zarza ardiente, que nunca se consumía. Es autor de varios Opúsculos, dentro de los que se incluye el Soliloquio entre Dios y el alma, en torno a la comunión.

Falleció por una angina de pecho en 1555 a los sesenta y seis años. Fue canonizado por el papa Alejandro VII el 1 de noviembre de 1658.

Francisco de Quevedo escribió una biografía suya. Sus obras completas fueron editadas en Manila en 1881, Opera omnia, seis vols.

Expresiones de Corresponsabilidad SEPTIEMBRE 2013

¿Cómo se construye la Iglesia? En un sentido hay tantas respuestas a esta pregunta como hay miembros y vocaciones individuales. Pero la respuesta preponderante es esta: a través de la participación y apoyo personal en la misión de la iglesia de proclamar y enseñar, servir y santificar.

Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos, Carta Pastoral sobre la Corresponsabilidad

Ofrecer mi tiempo y dinero a varias obras de caridad me hace sentir parte real de una comunidad. ¡Piense en la poderosa transformación que podríamos lograr en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, en nuestra nación, y en nuestro mundo, si todos nosotros compartiéramos una hora de nuestro tiempo o el dinero equivalente a una hora de nuestro trabajo! Causaríamos un serio daño al hambre, la enfermedad, la soledad y la opresión.

Por ahora, la generosidad de un pequeño porcentaje hace algunas cosas significativas para aliviar todos esos males. Catholic Relief Services, St. Vincent de Paul, Catholic Community Services, y muchas otras agencias y organizaciones lideran el esfuerzo. ¡Esto es lo que me inspira acerca de la corresponsabilidad!

Nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo, a través del trabajo juntos. Trabajando unidos podemos hacer de nuestros vecindarios, ciudades, naciones, y nuestro mundo, una comunidad, proyectando el amor de Jesús.

Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un cuerpo y un Espíritu…(Efesios 4:1-4).

Como comunidad de personas involucradas en diversos ministerios, ¿nos atrevemos a tratar de encontrar formas para desafiar a la gente a ser discípulos de Jesús, gente de fe, gente que estará dispuesta a compartir sus dones con nosotros? ¿Podríamos no hacer de éste, el compromiso principal en todos nuestros ministerios al predicar el desafío de la fe?

-Arzobispo Thomas Murphy

COrreSPOnSableS De la IgleSIa: COmunIDaD y COrreSPOnSabIlIDaD

Las páginas siguientes están basadas en la carta pastoral de los obispos de los Estados Unidos, Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos (1992). Han sido compiladas, editadas y escritas por Scott Bader, Director de Corresponsabilidad Parroquial para la Arquidiócesis de Seattle.

PregunTaS:• ¿Qué beneficios ha recibido de compartir el

don de su tiempo con la Iglesia?

• ¿Cómo se ha beneficiado al compartir su don del tesoro con la Iglesia y la comunidad?

¿Cómo se construye la Iglesia? En un sentido hay tantas respuestas a esta pregunta como hay miembros y vocaciones individuales. Pero la respuesta preponderante es esta: a través de la participación y apoyo personal en la misión de la iglesia de proclamar y enseñar, servir y santificar.

Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos, Carta Pastoral sobre la Corresponsabilidad

Ofrecer mi tiempo y dinero a varias obras de caridad me hace sentir parte real de una comunidad. ¡Piense en la poderosa transformación que podríamos lograr en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, en nuestra nación, y en nuestro mundo, si todos nosotros compartiéramos una hora de nuestro tiempo o el dinero equivalente a una hora de nuestro trabajo! Causaríamos un serio daño al hambre, la enfermedad, la soledad y la opresión.

Por ahora, la generosidad de un pequeño porcentaje hace algunas cosas significativas para aliviar todos esos males. Catholic Relief Services, St. Vincent de Paul, Catholic Community Services, y muchas otras agencias y organizaciones lideran el esfuerzo. ¡Esto es lo que me inspira acerca de la corresponsabilidad!

Nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo, a través del trabajo juntos. Trabajando unidos podemos hacer de nuestros vecindarios, ciudades, naciones, y nuestro mundo, una comunidad, proyectando el amor de Jesús.

Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un cuerpo y un Espíritu…(Efesios 4:1-4).

Como comunidad de personas involucradas en diversos ministerios, ¿nos atrevemos a tratar de encontrar formas para desafiar a la gente a ser discípulos de Jesús, gente de fe, gente que estará dispuesta a compartir sus dones con nosotros? ¿Podríamos no hacer de éste, el compromiso principal en todos nuestros ministerios al predicar el desafío de la fe?

-Arzobispo Thomas Murphy

COrreSPOnSableS De la IgleSIa: COmunIDaD y COrreSPOnSabIlIDaD

Las páginas siguientes están basadas en la carta pastoral de los obispos de los Estados Unidos, Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos (1992). Han sido compiladas, editadas y escritas por Scott Bader, Director de Corresponsabilidad Parroquial para la Arquidiócesis de Seattle.

PregunTaS:• ¿Qué beneficios ha recibido de compartir el

don de su tiempo con la Iglesia?

• ¿Cómo se ha beneficiado al compartir su don del tesoro con la Iglesia y la comunidad?

¿Cómo se construye la Iglesia? En un sentido hay tantas respuestas a esta pregunta como hay miembros y vocaciones individuales. Pero la respuesta preponderante es esta: a través de la participación y apoyo personal en la misión de la iglesia de proclamar y enseñar, servir y santificar.

Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos, Carta Pastoral sobre la Corresponsabilidad

Ofrecer mi tiempo y dinero a varias obras de caridad me hace sentir parte real de una comunidad. ¡Piense en la poderosa transformación que podríamos lograr en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, en nuestra nación, y en nuestro mundo, si todos nosotros compartiéramos una hora de nuestro tiempo o el dinero equivalente a una hora de nuestro trabajo! Causaríamos un serio daño al hambre, la enfermedad, la soledad y la opresión.

Por ahora, la generosidad de un pequeño porcentaje hace algunas cosas significativas para aliviar todos esos males. Catholic Relief Services, St. Vincent de Paul, Catholic Community Services, y muchas otras agencias y organizaciones lideran el esfuerzo. ¡Esto es lo que me inspira acerca de la corresponsabilidad!

Nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo, a través del trabajo juntos. Trabajando unidos podemos hacer de nuestros vecindarios, ciudades, naciones, y nuestro mundo, una comunidad, proyectando el amor de Jesús.

Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un cuerpo y un Espíritu…(Efesios 4:1-4).

Como comunidad de personas involucradas en diversos ministerios, ¿nos atrevemos a tratar de encontrar formas para desafiar a la gente a ser discípulos de Jesús, gente de fe, gente que estará dispuesta a compartir sus dones con nosotros? ¿Podríamos no hacer de éste, el compromiso principal en todos nuestros ministerios al predicar el desafío de la fe?

-Arzobispo Thomas Murphy

COrreSPOnSableS De la IgleSIa: COmunIDaD y COrreSPOnSabIlIDaD

Las páginas siguientes están basadas en la carta pastoral de los obispos de los Estados Unidos, Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos (1992). Han sido compiladas, editadas y escritas por Scott Bader, Director de Corresponsabilidad Parroquial para la Arquidiócesis de Seattle.

PregunTaS:• ¿Qué beneficios ha recibido de compartir el

don de su tiempo con la Iglesia?

• ¿Cómo se ha beneficiado al compartir su don del tesoro con la Iglesia y la comunidad?

¿Cómo se construye la Iglesia? En un sentido hay tantas respuestas a esta pregunta como hay miembros y vocaciones individuales. Pero la respuesta preponderante es esta: a través de la participación y apoyo personal en la misión de la iglesia de proclamar y enseñar, servir y santificar.

Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos, Carta Pastoral sobre la Corresponsabilidad

Ofrecer mi tiempo y dinero a varias obras de caridad me hace sentir parte real de una comunidad. ¡Piense en la poderosa transformación que podríamos lograr en nuestro vecindario, en nuestra ciudad, en nuestra nación, y en nuestro mundo, si todos nosotros compartiéramos una hora de nuestro tiempo o el dinero equivalente a una hora de nuestro trabajo! Causaríamos un serio daño al hambre, la enfermedad, la soledad y la opresión.

Por ahora, la generosidad de un pequeño porcentaje hace algunas cosas significativas para aliviar todos esos males. Catholic Relief Services, St. Vincent de Paul, Catholic Community Services, y muchas otras agencias y organizaciones lideran el esfuerzo. ¡Esto es lo que me inspira acerca de la corresponsabilidad!

Nosotros tenemos el poder de cambiar el mundo, a través del trabajo juntos. Trabajando unidos podemos hacer de nuestros vecindarios, ciudades, naciones, y nuestro mundo, una comunidad, proyectando el amor de Jesús.

Os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz: un cuerpo y un Espíritu…(Efesios 4:1-4).

Como comunidad de personas involucradas en diversos ministerios, ¿nos atrevemos a tratar de encontrar formas para desafiar a la gente a ser discípulos de Jesús, gente de fe, gente que estará dispuesta a compartir sus dones con nosotros? ¿Podríamos no hacer de éste, el compromiso principal en todos nuestros ministerios al predicar el desafío de la fe?

-Arzobispo Thomas Murphy

COrreSPOnSableS De la IgleSIa: COmunIDaD y COrreSPOnSabIlIDaD

Las páginas siguientes están basadas en la carta pastoral de los obispos de los Estados Unidos, Corresponsabilidad: Una Respuesta de los Discípulos (1992). Han sido compiladas, editadas y escritas por Scott Bader, Director de Corresponsabilidad Parroquial para la Arquidiócesis de Seattle.

PregunTaS:• ¿Qué beneficios ha recibido de compartir el

don de su tiempo con la Iglesia?

• ¿Cómo se ha beneficiado al compartir su don del tesoro con la Iglesia y la comunidad?

01.09.13 XXII del Tiempo OrdinarioUn feligrés hizo notar a su párroco que Jesús cenó con ricos y famosos de ese tiempo. Él preguntó, ¿cree usted que Jesús pertenecería a un exclusivo club campestre si él estuviera aquí hoy? El párroco contestó, “Supongo que tal vez si él pudiera pagarlo. Pero sus invitados incluirían gente que no podría pagarlo, gente que necesitaría un baño o un nuevo juego de ropa, gente que no ha tenido recientemente una comida decente, gente paralítica, gente que cojea, o que guía sus pasos por medio de un bastón.” El párroco dijo entonces a su feligrés, “Tú eres miembro de un club muy exclusivo. ¿Has llevado alguna vez un invitado así a tu club?” El hombre no dijo nada. Él era muy rico. El párroco agregó: quizás quieras empezar a revisar tu lista de invitados.

08.09.13 XXIII del Tiempo OrdinarioTodo lo que crees poseer viene de Dios. Él quiere que tú tengas lo que necesitas para disfrutar de la vida, pero, no si ello significa que otros deban estar sin lo necesario para la vida. Como corresponsables de todo lo que tenemos, Dios espera que nosotros trabajemos por cuánto necesitamos para nosotros mismos y para aquellos de quienes somos responsables, y cuánto debemos compartir con aquellos en necesidad. Así que Jesús probablemente diga: «Disfruta tu móvil y deja que otros también lo disfruten».

15.09.13 XXIV del Tiempo OrdinarioUna joven pareja aprendió al inicio de su matrimonio a decir a sus hijos “os amo” y a abrazarlos y besarlos diariamente. Sus hijos aprendieron a responder. Mas tarde cundo sus hijos estaban cubiertos de lodo y sudor después de un difícil partido de fútbol o de una carrera de atletismo, ellos buscaron a sus padres para abrazarlos, besarlos y decirles, “os amamos.” Ellos estaban influenciados por el amor sin considerar como jugaron o el resultado del partido. Los padres,

los hijos y ahora los nietos, todos se abrazan y besan diciendo uno al otro “te amo.” Todos saben que pueden ir unos a otros y decirse mutuamente, he pecado contra el cielo y contra ti y lo siento. Y saben también que serán abrazados y besados y escucharán “te amo”, sin importar lo que hayan hecho. Esta es la verdadera corresponsabilidad del amor de Cristo.

22.09.13 XXV Tiempo OrdinarioUn corresponsable es una persona a quien se le ha dado la responsabilidad de preservar y generar productividad de la propiedad de otro. La primera pregunta de un buen corresponsable es ¿de qué soy yo responsable? Para los discípulos de Jesucristo, ¡ser un buen corresponsable no es una opción! Es una obligación de nuestro bautismo. Todo lo que tenemos y todo lo que siempre seremos viene de Dios y pertenece a Dios. Ser buen corresponsable no es un título, es la manera en la que imitamos a Jesucristo. Es aceptar la responsabilidad de un crecimiento constante en la fe, de una vida de oración... Un verdadero discípulo de Jesucristo escuchará eventualmente: “corresponsable bueno y fiel, ven, entra en Mi Reino.” ¿No esperamos todos escuchar esto?

29.09.13 XXVl Tiempo OrdinarioDesafortunadamente, cuando se trata de imitar a Jesús, tenemos la tentación de dejarlo para mañana. Nosotros llegaremos a él. Procura realizar el siguiente ejercicio. Toma un lápiz o boli y una hoja de papel. Dibuja un círculo. Toma unas tijeras y corta siguiendo la línea del círculo. Escribe dentro del círculo las letras CIMA. Ahora tienes una Moneda CIMA. Ya no tienes ninguna excusa para no imitar a Jesús. A menos, que tú no conozcas a Jesús. ¿Y de quién es la culpa? Aquí hay otro ejercicio: toma la Biblia ¡léela! Aprenderás lo que Jesús prometió y que resucitó de la muerte. Con este conocimiento y tu Moneda CIMA, tú estarás listo. Ocúpate imitando a Jesús mediante el amor a Dios y a tu prójimo como a ti mismo.

Para el fin de semana del 31 de octubre/ 1º de noviembre de 2009 Solemnidad de Todos los Santos

En el Evangelio de hoy Jesús inicia el “Sermón en la Montaña,” con las “Bienaventuranzas.” Muchos comentaristas Cristianos creen que estos pequeños mensajes de consuelo y esperanza hablan de la esencia de vivir una vida en Cristo. Pero, ¿qué significa para el Cristiano corresponsable ser pobre en espíritu, tener hambre de justicia, ser humilde, limpio de corazón, o ser un conciliador de paz? Abrazar la corresponsabilidad Cristiana es vivir las Bienaventuranzas, y tornar al revés las expectativas de la sociedad; vivir con valores diferentes, y disponer otros estándares. ¿Qué podemos hacer hoy para ser buenos corresponsables de las Bienaventuranzas?

Para el fin de semana del 7/8 de noviembre de 2009Trigésimo Segundo Domingo del Tiempo Ordinario

Jesús habla a sus discípulos acerca de la pobre viuda que depositó dos sencillas monedas de cobre en el cofre del templo. Él ilustra con esta narración, la enseñanza sobre la corresponsabilidad. A pesar de su pobreza, la pobre viuda en el Evangelio de hoy no rechaza su generosidad para Dios. Aún en su desesperada vida, empobrecida, ella contribuye a una institución terrenal para dar gloria y alabanza a Dios. Lo más importante no es el valor monetario, sino el amor, la confianza y la gratitud expresados a través de la donación. De la misma manera el Evangelio nos hace persuasivas preguntas de corresponsabilidad: ¿qué valoramos nosotros? ¿En qué, o en quién ponemos nuestra confianza? ¿Cómo reflejan nuestra generosidad hacia Dios, las contribuciones que hacemos a nuestra comunidad de fe?

Para el fin de semana del 14/15 de noviembre de 2009Trigésimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario

¿Cómo viviría su día, si supiera que este es su último día de vida en la tierra? Indudablemente, este no sería un día normal. El punto de la lectura del Evangelio de hoy es que el final

UN MOMENTO DE CORRESPONSABILIDAD

del tiempo es siempre inminente. El buen corresponsable permanece piadosamente en alerta, listo para dar cuentas, y vivir cada día en conocimiento del juicio y la salvación por venir. ¿Cómo ejercitamos diariamente la corresponsabilidad en nuestras vidas? ¿Estamos preparados para entregar cuentas? ¿Cómo permitiremos a Cristo trabajar en nosotros, y a través de nosotros, en la preparación para la reconciliación de los cielos y la tierra?

Para el fin de semana del 21/22 de noviembre de 2009Solemnidad de Cristo Rey

La lectura del Evangelio de hoy registra, posiblemente el intercambio de información más importante en toda la literatura, el diálogo entre Jesús y Pilatos. Pilatos asume la conversación en términos terrenales, “rey” político; Jesús, por el contrario, sugiere a Pilatos que él es ese “testimonio verdadero” de un reino totalmente trascendente, aquel que es anunciado por Daniel y la lectura del Libro de las Revelaciones. Esta semana, al aproximarse, la estación de Adviento, podría ser un buen momento para reflexionar acerca de cómo entendemos nuestro rol como corresponsables de este reino trascendente y cómo podemos servir mejor a Cristo para traer este nuevo reino.

Para el fin de semana de 28/29 de noviembre de 2009 Primer Domingo de Adviento

En la segunda lectura de hoy, San Pablo ofrece una profunda bendición a los Tesalonicenses. Él impulsa a la comunidad a continuar mostrando amorosa preocupación por sus miembros y a cuidar de las necesidades de otros. Nosotros atestiguamos por primera vez la espiritualidad de la corresponsabilidad en el trabajo, en una comunidad del Nuevo Testamento que está poniendo la Eucaristía en acción. Prevalece en ella un espíritu de Adviento que transforma y llena con anticipación la venida del Señor Jesús. ¿Qué estamos haciendo para promover este espíritu de corresponsabilidad en nuestras vidas personales y en nuestra comunidad de fe?

Le recomendamos encarecidamente explorar el Foro del ICSC en el sitio www.catholicstewardship.org en el área de “miembros” donde los socios pueden compartir ideas y preguntas. La sección de Corresponsabilidad Parroquial es revisada diariamente por miembros del Comité de Educación y Servicios de Corresponsabilidad Parroquial.

International Catholic Stewardship Council

1275 K Street, NW, Suite 880Washington, DC 20005-4077T: (800) 352-3452F: (202) 682-9018

www.catholicstewardship.org • [email protected]