03. Marihuana
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Psicólogo Adán Domínguez
Marihuana
¿Qué es la marihuana? ¿Existen diferentes tipos? La marihuana es una combinación de hojas, tallos, semillas y flores de la planta
conocida como cáñamo (Cannabis Sativa), y puede ser de color verde, café o
gris.
El término Cannabis describe a la marihuana y otras drogas derivadas de la
misma planta. Las formas potentes incluyen la sin semilla, el hachís y el aceite
de hachís.
En todas sus formas, el Cannabis es una droga que altera la función mental
(psicoactiva) porque contiene THC (delta-9-tetrahidroca-nabinol) que es el
químico activo en la planta de la marihuana. También contiene más de 400
químicos adicionales.
LA PLANTA
Nombre científico: Canabis
sativa
Origen: Asia central
Secando y procesando sus
hojas se obtiene marihuana y
hachis. Del 2,800 a. C en china
datan documentos de su uso
medicinal. Fue declarada ilegal
en 1937
En buenas condiciones de
desarrollo la planta puede
alcanzar hasta 5 metros de
altura en sólo cuatro meses.
Tipos de Marihuana
La mayoría de la marihuana común contiene, de
promedio, un 3 por ciento de THC.
La sin semilla (que sólo contiene los botones y las flores de la
planta hembra) tiene, de promedio, un 7.5 por ciento de THC,
pero puede llegar a tener hasta 24 por ciento.
El hachís (la resina gomosa de las flores de las plantas hembras)
tiene un promedio de 3.6 por ciento de THC, pero puede llegar a
tener hasta 28 por ciento.
El aceite de hachís, un líquido
resinoso y espeso que se destila
del hachís, tiene un promedio de
16 por ciento de THC, pero
puede llegar a tener hasta 43 por
ciento.
¿Cómo se usa la marihuana?
Recientemente, los cigarrillos o puros de marihuana pueden contener
“cocaína crack”. En inglés, esta combinación se conoce por términos
como “primos” y “woolies”. Cigarrillos y puros de marihuana también
pueden ser remojados con “PCP” (fenciclidina).
La mayoría de las personas que la consumen la enrollan
en forma de cigarrillo (conocido como canuto, churro,
carrucho, o moto) o la fuman en una pipa. Existe una pipa
que filtra el humo con agua que se conoce en inglés como
“bong”. Algunas personas mezclan la marihuana con la
comida o la usan en forma de té. Otro método es de abrir
un puro y reemplazar el tabaco con marihuana.
¿Qué sucede después de fumar marihuana?
Los científicos han aprendido mucho sobre
cómo el THC actúa en el cerebro para
producir sus muchos efectos. Al fumar
marihuana, el THC pasa rápidamente de los
pulmones hacia el torrente sanguíneo, de
donde es transportado al resto del cuerpo,
incluyendo al cerebro. Una vez en el cerebro,
el THC se adhiere a lugares específicos en
las células nerviosas llamados receptores de
cannabinoides, afectando así la actividad de
estas células. Algunas áreas del cerebro
tienen muchos receptores de cannabinoides,
otras tienen pocos o ningunos. Se pueden
encontrar muchos receptores de
cannabinoides en las partes del cerebro que
ejercen influencia sobre el placer, la
memoria, el pensamiento, la concentración,
la percepción sensorial y del tiempo, así
como el movimiento coordinado.
¿Cuáles son los efectos agudos del uso de la marihuana?
Si se fuma, los efectos de la
marihuana comienzan apenas
entra la droga al cerebro y
duran de 1 a 3 horas. Si la
marihuana se ingiere en un
alimento o bebida, el inicio
de los efectos a corto plazo es
más lento, generalmente
comenzando entre media
hora y una hora después, y
los mismos duran más, hasta
4 horas. Si se fuma la
marihuana, se deposita
mucho más THC en la sangre
que al comerla o beberla. 25
A los pocos minutos de inhalar el humo de
la marihuana, el corazón comienza a latir
más rápido, los pasajes bronquiales se relajan
y se ensanchan, y los vasos sanguíneos en los
ojos se dilatan, haciendo que los ojos se vean
rojos. El corazón, que normalmente late de 70
a 80 latidos por minuto, puede aumentar su
ritmo en unos 20 a 50 latidos por minuto o, en
algunos casos, hasta puede duplicarse. Este
efecto puede ser mayor si se usan otras
drogas con la marihuana.
Cuando el THC llega al cerebro, el usuario
se siente eufórico o "entra en onda", porque
ésta actúa sobre el sistema de gratificación
cerebral, es decir, las áreas del cerebro que
responden a estímulos como la comida y la
bebida, así como a la mayoría de las drogas
de abuso. El THC activa el sistema de
gratificación de igual manera que lo hacen
casi todas las drogas, es decir, estimulando las
células cerebrales para que liberen una
sustancia química llamada dopamina.
El usuario de marihuana puede experimentar sensaciones placenteras, los colores y
sonidos le parecen más intensos, y el tiempo le parece transcurrir muy lentamente.
Siente la boca seca y repentinamente tiene mucha hambre o mucha sed. También le
pueden temblar las manos y las puede sentir frías. La euforia pasa después de un
tiempo y entonces el usuario puede sentir sueño o depresión. A veces, el uso de
marihuana produce ansiedad, temor, desconfianza o pánico.
El uso frecuente de marihuana deteriora la
habilidad para formar memorias, recordar eventos
(ver el recuadro La marihuana, la memoria y el
hipocampo), y para desviar la atención de una cosa
a otra. El THC también entorpece la coordinación y
el equilibrio al adherirse a los receptores en el
cerebelo y a los ganglios basales, que son las partes
del cerebro que regulan el equilibrio, la postura, la
coordinación del movimiento y el tiempo de
reacción. Por sus efectos sobre el cerebro y el
cuerpo, la intoxicación con marihuana puede
resultar en accidentes. Los estudios demuestran que
aproximadamente entre el 6 y el 11 por ciento de las
víctimas de accidentes letales dan un resultado
positivo en las pruebas para el THC y, en muchos de
estos casos, también se detecta el uso de alcohol.
Basta una dosis moderada de marihuana para que
se deteriorara la habilidad para conducir.
Los usuarios de marihuana que consumen dosis altas de la droga pueden
experimentar una psicosis tóxica aguda que incluye alucinaciones, delirios y
despersonalización (una pérdida del sentido de identidad personal o de auto-
reconocimiento). Aunque aún se desconocen las causas específicas de estos
síntomas, parece que ocurren con más frecuencia cuando se ingiere una dosis alta
de cannabis en la comida o bebida, en vez de fumarla.
¿Cómo afecta el uso de la
marihuana a la salud física? Se ha mostrado que el consumo de
marihuana le dificulta al usuario el dejar de
fumar tabaco.13 Este dato se reportó
recientemente en un estudio que comparaba
el cese del hábito de fumar en adultos que
fumaban tanto marihuana como tabaco con
aquellos que fumaban solamente tabaco. Se
encontró una relación particularmente
fuerte entre el uso de marihuana y el no
poder dejar de fumar tabaco en aquellos que
fumaban marihuana a diario al momento de
la entrevista inicial, es decir, trece años antes
de la entrevista de seguimiento.
En un estudio de 450 personas, se encontró que las que fumaban marihuana
frecuentemente pero no fumaban tabaco, tenían más problemas de salud y
faltaban más días al trabajo que aquellas que no la fumaban. Muchos de estos días
adicionales de absentismo laboral por enfermedad tomados por los usuarios de
marihuana fueron debido a enfermedades respiratorias.
Aun el uso ocasional de marihuana puede causar ardor y quemazón en la boca y
garganta, a menudo acompañados por una tos fuerte. El fumador habitual de
marihuana puede tener muchos de los mismos problemas respiratorios que los
fumadores de tabaco, como tos diaria y producción de flema, mayor frecuencia de
enfermedades agudas del pecho, un riesgo más alto de infección pulmonar y
aumento en la tendencia a que se le obstruyan las vías respiratorias.
La marihuana tiene el potencial de suscitar el cáncer de los pulmones y de
otras partes del aparato respiratorio porque contiene irritantes y
carcinógenos. De hecho, el humo de la marihuana contiene entre 50 y 70
por ciento más hidrocarburos carcinógenos que el humo del tabaco.
También produce niveles altos de una enzima que convierte algunos
hidrocarburos a sus formas carcinógenas, lo que puede acelerar los
cambios que finalmente producen las células malignas.
Los usuarios de marihuana
generalmente inhalan más
profundamente y sostienen su
respiración por más tiempo
que los fumadores de tabaco, lo
que aumenta la exposición de
los pulmones al humo
carcinógeno. Estos hechos
sugieren que el fumar
marihuana puede aumentar el
riesgo de cáncer más que
fumar tabaco.
El humo de la marihuana también puede fomentar el cáncer del aparato
respiratorio, incluyendo el de los pulmones. Un estudio comparativo de 173
pacientes con cáncer y 176 personas saludables proporcionó evidencia
convincente de que el fumar marihuana aumenta la probabilidad de
desarrollar cáncer de la cabeza o del cuello, y que mientras más marihuana
se fumaba, mayor era esta probabilidad. Un análisis estadístico de los datos
sugiere que fumar marihuana aumenta de dos a tres veces el riesgo de estos
tipos de cáncer.
Es posible que algunos de los efectos adversos de
la marihuana sobre la salud ocurran porque el THC
deteriora la habilidad del sistema inmune para
combatir las enfermedades infecciosas y el cáncer.
En los experimentos de laboratorio en que se
exponen las células animales y humanas al THC y
a otros ingredientes de la marihuana, muchas de las
células inmunes clave mostraron una inhibición en
sus funciones preventivas normales. En otros
estudios, los ratones expuestos al THC o sustancias
relacionadas tenían más probabilidad de desarrollar
infecciones bacterianas y tumores que los ratones
que no habían sido expuestos a estas sustancias.
Otro estudio sugiere que el riesgo de que una
persona sufra un ataque al corazón la primera hora
después de haber fumado marihuana es cuatro
veces mayor que lo normal. Los investigadores
sugieren que, en parte, un ataque al corazón puede
ocurrir porque la marihuana eleva la presión
arterial y el ritmo cardiaco mientras que reduce la
capacidad de la sangre de transportar oxígeno.
racias