VOL-OPTENSES
VOLUNTARIOS CULTURALES MAYORES
CENTRO DE MAYORES
HUETE (CUENCA)
Ver presentación en: http://www.youtube.com/watch?v=7VzazytPl5g
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Me propongo con esta comunicación transmitir con claridad y sobre todo con
entusiasmo el programa que el Centro de Mayores de Huete lleva a cabo desde el año
dos mil tres: se denomina Vol-Optenses. La primera parte de este término expresa
“voluntario” y la segunda se refiere al gentilicio de Huete: optense, por el antiguo
nombre de la ciudad, Opta.
Conviene, en principio, definir el concepto de voluntariado desde la normativa
legal: desde 1.996 existe una Ley del Voluntariado de ámbito estatal. También las
comunidades autónomas han ido elaborando normas legales sobre el Voluntariado. En
Castilla-La Mancha están recogidas en la Ley 4/1995 de 16 de Marzo, del Voluntariado
en la Comunidad Autónoma
Todas esas leyes reconocen la importancia del voluntariado como expresión de
la participación ciudadana en el desarrollo cultural, político, económico, de la
comunidad social, y expresan el compromiso de los poderes públicos en su impulso y
promoción.
En términos generales esas normas legales entienden por “voluntariado” “el
conjunto de personas que efectúan una prestación voluntaria de servicios cívicos o
sociales, sin contraprestación económica, dentro del marco de una organización estable
y democrática que comporte un compromiso de actuación a favor de la sociedad y la
persona”. Todas coinciden en que la actividad voluntaria no podrá sustituir al trabajo
retribuido
También se señalan los ámbitos temáticos donde se desarrolla la acción
voluntaria: asistencial, servicios sociales, participación ciudadana y civismo, educativo,
cultural, científico, deportivo, sanitario, cooperación internacional y de desarrollo socio-
económico, defensa del medio ambiente, educación del tiempo libre, promoción del
voluntariado y otros de naturaleza análoga.
Todas las normativas coinciden en señalar un conjunto de principios que deben
regir la acción del voluntariado y que resumimos así:
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Compromiso personal, como resultado de una libre elección que no espera
retribución.
Solidaridad: la acción voluntaria sólo existe cuando se entrega a los demás,
respondiendo a necesidades sociales y de interés general
Acción: no se trata de demostrar una actitud sino de practicarla y cuanto más
cerca de los ciudadanos mejor.
Organización: Partiendo de su práctica individual y de los objetivos ya
enunciados el voluntario debe implicarse en una organización estable como el único
medio eficaz de desarrollo de su acción voluntaria.
Así mismo se dan a conocer los derechos y deberes de los voluntarios que en
este caso se han trasladado y adaptado al programa Vol-Optenses.
Derechos son:
• La formación, la orientación y el apoyo para las funciones que
desarrollan.
• El respeto a su libertad, dignidad y creencias.
• La participación activa desde su organización.
• Estar asegurados por cualquier riesgo derivado del ejercicio de la
actividad voluntaria.
• Disponer de una acreditación de su condición de voluntario.
• Realizar la actividad en las debidas condiciones de seguridad e higiene.
• Obtener el respeto y reconocimiento de su contribución a la sociedad.
Deberes son:
• Cumplir los compromisos, respetando los objetivos de la organización.
• Guardar la confidencialidad oportuna, derivada de la información
recibida por su actividad.
• Rechazar toda contraprestación material por el ejercicio de su actividad.
• Respetar los derechos de los receptores de la acción voluntaria.
• Actuar solidariamente.
• Participar en las acciones formativas que se programen.
• Utilizar debidamente su acreditación y todos los recursos materiales
puestos a su disposición.
Hecha esta introducción y para centrarnos en Vol-Optenses nos preguntamos
¿por qué este programa en Huete y desde el Centro de Mayores?
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La idea responde a una inquietud personal que como profesional de los servicios
sociales durante 20 años en el mismo sitio me ha permitido acercarme mucho más a la
personalidad de los optenses y a la evolución de los mayores como colectivo. Para
situarnos tengo que decir que Huete tiene una población de cerca de 2.500 habitantes,
con ocho pedanías, y el Centro 1.700 socios, pues extiende su radio de acción a una
amplia comarca aunque muy despoblada y envejecida.
En el Centro habíamos experimentado la buena respuesta de los socios en las
actividades de grupo, con talleres y cursos de formación, pero había que dar un paso
más: cruzar la barrera del RECIBIR al DAR. Había que buscar una actividad que,
aparte de la formación o beneficio individual, se transmitiera o dejara testimonio al
ejercerla.
¿Qué pueden dar los mayores?, me diréis. Hay muchas respuestas pero todas
derivan de la misma: TIEMPO. Y en ellos el valor absoluto del tiempo se transforma
en:
Tiempo para aprender.
Tiempo para enseñar.
Tiempo para disfrutar.
Tiempo para querer.
En definitiva, tiempo para vivir.
Y ese tiempo se conjugó con algo muy cercano, muy vivido: la propia tierra, la
historia, la cultura; algo, que por nuevo y extraordinario, nos llena a los que no somos
de Huete y que con el tiempo hacemos nuestro porque lo sentimos.
Ahí está la clave del éxito de este programa, que los voluntarios sienten lo que
hacen como una proyección de su vida y de su historia.
Todo lo que siguió a esta idea primera resultó más fácil de lo que esperábamos.
El tema se trató en la sesión del Consejo del mes de Septiembre de 2.002 y empezamos
a caminar.
Nos planteamos dos objetivos fundamentales:
1º.- Ofrecer una alternativa de desarrollo personal a los Mayores.
2º.- Contribuir al desarrollo de la ciudad de Huete, apoyando como guías el
incipiente turismo que genera su rico patrimonio cultural.
Dimos traslado de nuestra idea a la empresa “Participación Rural Viva”, experta
en la promoción del desarrollo cultural a través de todos sus recursos, especialmente los
humanos; su coordinadora, Paz Risueño Villanueva, dotó de contenidos la idea y
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elaboró el programa. A ella se debe la denominación del programa que acabó
refiriéndose también al propio grupo de voluntarios, los Vol-Optenses. Incluso fue más
allá haciendo las gestiones pertinentes para vincular Vol-Optenses al Programa de
ámbito nacional “Voluntarios Culturales Mayores” promovido y dirigido desde 1.993
por la Confederación Española de Aulas de la Tercera Edad, CEATE. Su Secretario
General, José Luis Jordana, hizo entrega de los carnés acreditativos en la clausura del
primer curso de formación, previa firma de un documento con el compromiso de ejercer
de manera altruista, con plena disponibilidad y en formación permanente.
Así pues, estaba diseñado el programa y el primer curso de formación; lo
comunicamos a la Delegación Provincial y se hizo la presentación en la Asamblea
General como parte de la programación de Actividades del año 2.003. La presencia del
Delegado Provincial en dicha Asamblea confirmó su apoyo junto al del resto de los
socios.
Hay que señalar que en cuanto a la financiación no hemos tenido ninguna
dificultad: la Delegación Provincial nos ha apoyado durante estos tres años. El hecho
de estar presentes en el Foro de las Personas Mayores, dice de la importancia que se le
ha dado al programa en la Consejería de Bienestar Social. Ese reconocimiento se
plasmó en la visita del Consejero D. Tomás Mañas, en el año 2.004, que quiso conocer
personalmente la actividad y clausuró el segundo curso.
Los primeros días fueron agitados, de presentación a los medios de
comunicación, con presencias institucionales, de entrevistas y reportajes en radio,
televisión y otros medios escritos. Y así comenzó la andadura de Vol-Optenses: el
TIEMPO PARA APRENDER.
Con los contenidos del primer curso se pretendían los siguientes objetivos:
• Formar a las personas mayores como Guías Voluntarios con capacidad
para ejercer en la práctica como tales.
• Favorecer la participación, la comunicación y la creatividad como vías de
integración plena de los mayores en el desarrollo local.
• Ejercitar la memoria y las habilidades sociales de los participantes.
• Promover la puesta en valor de los recursos culturales de Huete y
comarca.
• Conocer de forma más profunda y compartida la cultura popular local.
Durante veintitrés sesiones se desarrollaron los distintos temas mediante
conferencias y talleres; hubo sesiones específicas sobre la historia y el patrimonio
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cultural de la ciudad de Huete, el turismo y sus productos; a través de la formación y el
conocimiento de la tierra se pretendía aprender a amar lo nuestro, con otro objetivo
paralelo: APRENDER A ACOGER.
De este aprendizaje surgieron diferentes actitudes positivas: respeto al visitante,
organización, voluntad, amabilidad, dignidad, reciclaje permanente, humildad,
discreción, capacidad de observación e ilusión; en definitiva, ahora tocaba vivir el
TIEMPO PARA ENSEÑAR.
Para los voluntarios culturales la percepción del turismo se enfoca
principalmente desde la perspectiva cultural, de integración de todos los recursos:
humanos, culturales, naturales, económicos, es decir, un turismo sostenible. Siendo
conscientes de que no son perceptores directos de la rentabilidad económica, por el
carácter voluntario de su tarea, sí saben que pueden ayudar a que su pueblo incremente
su economía a través del turista que visita y consume.
Conociendo el entorno físico de Huete los voluntarios han conocido todos los
recursos culturales de la zona: arqueología, historia, arquitectura civil y religiosa,
etnografía y cultura popular. Un ejemplo práctico es el conocimiento de personajes y
hechos histórico a través de la nomenclatura de sus calles. Fruto de este aprendizaje ha
sido la elaboración de un inventario de recursos culturales.
Sentadas las bases fundamentales de la formación se concluyó en esta primera
fase con el objetivo final del curso: DISEÑAR UNA VISITA, con tres puntos a tener en
cuenta:
1º.-Conocimiento riguroso de los posibles recursos a utilizar y su disponibilidad.
2º.- Conocimiento del perfil del visitante: mayores, jóvenes, mujeres; rurales o
urbanos; si son discapacitados; con cultura similar o distinta…
3º.- Duración de la visita.
En función de estas circunstancias se hacen las gestiones, en coordinación con la
Oficina de Turismo y otros titulares de recursos culturales, para hacer efectiva la
disponibilidad de los mismos. Se trata de evitar la improvisación e inútiles esperas por
falta de coordinación. Así mismo el guía voluntario nunca hace valoraciones personales
delante de los visitantes; se trata de ofrecer lo mejor de uno mismo y de su tierra.
En cuanto al visitante es muy importante que el voluntario se adapte a su perfil y
a su tiempo: la actitud siempre amable, educada y paciente. Hacerse escuchar y
mantener la atención es difícil, por lo tanto se evitan las explicaciones prolongadas y
excesivamente técnicas. Una fórmula que funciona consiste en intercalar anécdotas,
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dichos y refranes populares, sabedores que como “mayores” son sabios depositarios
de tradiciones y cultura popular.
En esta primera fase de formación fue muy importante la visita realizada al
Museo de América, sede de los Voluntarios Culturales Mayores de la CEATE, así como
la visita a Huete de un voluntario cultural del Museo San Pío V de Valencia: su
experiencia y saber hacer fue el primer espejo en el que se miraron los Vol-Optenses.
Puesto que los voluntarios tienen muy claro el concepto de formación continua,
en el año 2.004 se diseñó un nuevo curso con los siguientes objetivos:
• Completar la formación de los voluntarios culturales de Huete,
dotándolos de una mayor y mejor cualificación para el ejercicio de su
actividad.
• Satisfacer el deseo de formación en historia local.
• Incentivar la actitud participativa, voluntaria y generosa del grupo “Vol-
Optenses” que, tras su inicial formación, trabajan con ilusión y un único
interés: sentirse útiles en el desarrollo de Huete.
• Contribuir a la sensibilización y divulgación del IV Centenario del
Quijote, en el 2.005, como símbolo de la identidad cultural de nuestra
Región.
A través de un cuestionario se hizo una evaluación del día a día en el ejercicio real
del voluntario. Vistos los resultados y las experiencias personales se planteó la fase de
especialización, cuestionándose si era posible la mejora de su capacitación.
En primer lugar reconociendo lo mucho que había que aprender, los fallos
cometidos y la valoración personal y externa de la actividad. También reconociendo si
se estaba cumpliendo el objetivo de contribuir al desarrollo de la ciudad de Huete.
Conjugando los términos de “voluntario” y “guía” se plantearon situaciones
hipotéticas en el ejercicio de la actividad y sus posibles soluciones, como por ejemplo:
• Falta de interés y respeto por parte de los visitantes.
• Presencia de algún “erudito” que intenta usurpar el papel de guía.
• Intento de protagonismo de otro compañero voluntario o responsable de
un destino cultural mediante correcciones in situ.
• Petición de consejo sobre establecimientos hosteleros y comerciales.
• Reconocimiento de la actividad mediante el intento de pago o invitación
por parte de los turistas.
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En cuanto a la formación en historia local se partió de un cuestionario
denominado “Gentes y cosas de Huete” y a través de personajes, monumentos y
museos, parajes y hechos históricos, se fue configurando y situando el recorrido
histórico de la ciudad de Huete. La formación artística, como base fundamental del
patrimonio cultural, tuvo su expresión en el conocimiento de los términos propios de la
arquitectura, la escultura y la pintura de los recursos culturales locales, así como el
estudio de los diferentes períodos y artistas.
Así pues, completada la formación teórica, los voluntarios dieron un paso más en
el formato de visita guiada. En la clausura del curso, realizada por el Consejero de
Bienestar Social D. Tomás Mañas, se hizo un recorrido con visita escenificada en tres
recursos culturales: en el edificio de la Merced con evocación de recuerdos de la
infancia, en el Museo Etnográfico recreando la escuela antigua y en el Cristo con
representación de la estancia de la última orden religiosa.
En el verano del 2.004 el Ayuntamiento de Huete solicita la colaboración de
Vol-Optenses para atender las visitas guiadas en sábado.
En el año 2.005, puesto que la parte formativa en historia y patrimonio de Huete
ya estaba cubierta, había que avanzar: con un curso de Habilidades Sociales se pretendía
dotar a los voluntarios de técnicas en comunicación y otros instrumentos de
interrelación social.
Los objetivos del curso:
• Promover comportamientos eficaces en situaciones de interrelación
social.
• Inicio y mantenimiento de conversaciones.
• Hablar en público.
• Defensa de los propios derechos.
• Petición de apoyo o cambios de conducta hacia otras personas.
• Aprender a decir no.
• Hacer y aceptar cumplidos.
• Expresar opiniones, incluidas las de desacuerdo.
• Disculparse o admitir.
• Aceptar y/o rechazar críticas.
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En este año, con un curso sobre “calidad y didáctica museística”, se ha
centrado la formación en conseguir dos objetivos:
1º.- Investigar y trabajar las claves para optimizar las visitas a los Museos,
especialmente el de arte contemporáneo.
2º.- Promover la comunicación intergeneracional con la creación de talleres para
la motivación de niños y adolescentes en las visitas a los Museos
Para ello, los conocimientos se han estructurado a través de actividades
eminentemente prácticas:
• Conocimiento de las distintas técnicas pictóricas a través de los cuadros
del Museo de arte contemporáneo.
• Encuestas a niños y adolescentes para conocer su realidad social, con
información especializada sobre la evolución vital del adolescente y las
posibilidades educativas de su tiempo libre.
• Creación de talleres lúdicos para promover la participación activa y el
acercamiento de los jóvenes a los Museos.
• Como consecuencia de este contacto de jóvenes y mayores en las visitas
guiadas, el programa Vol-Optenses ha generado diferentes actividades
intergeneracionales, implicando a otros socios del Centro:
1) Talleres escolares en los Museos: “la escuela antigua”, “la fragua”, “buscar un
cuadro” y “visitas escenificadas”
2) Participación en el IESO “Ciudad de Luna”:
a) En el Departamento Socio-lingüístico, en la asignatura Conservación del
Patrimonio, con la elaboración de un vídeo sobre la memoria histórica; este curso se
trabaja para la publicación de un trabajo etnográfico.
b) En el Departamento de Plástica, participando con los estudiantes en un certamen
de Pintura Mural.
c) En un Proyecto Medioambiental, como monitores de talleres: elaboración de
conservas del huerto escolar y jabón casero.
También han asistido como “alumnos” al laboratorio del Instituto, para destilar
esencias con alambique de las plantas aromáticas que allí cultivan, y para elaborar
productos de cosmética natural y perfumes.
Con todo su bagaje formativo los Vol-Optenses están preparados para cualquier
reto novedoso en el ejercicio de su actividad. El Programa ha evolucionado tanto que ya
tiene un carácter multidisciplinar.
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En estos momentos ya puedo reflejar aquí la huella que ha dejado esta experiencia
en los voluntarios culturales:
• Han asimilado el significado de “voluntario” porque han experimentado
que su satisfacción y su reconocimiento social se basa en el carácter
voluntario de su actividad; ellos dicen que aunque den su tiempo, es más
lo que reciben.
• Han descubierto capacidades ocultas, como la posibilidad de asimilar
conocimientos desconocidos hasta entonces, de historia, arqueología,
arte, etc., reforzando su memoria y su autoestima.
• Les ha permitidos ser alumnos de profesionales de diferentes materias
que han valorado su interés por aprender.
• Han descubierto la historia y el patrimonio de su tierra y quieren
compartirlo con los demás.
• Han ampliado el horizonte de las relaciones humanas, entre ellos y para
los demás, porque conocen personas con diferentes perfiles y formación.
Sólo voy a señalar, como botón de muestra, que los discapacitados
psíquicos y sus cuidadores siempre les dejan un poso de sensibilidad
especial.
• Su acercamiento a los jóvenes les ha proporcionado otro grado de
reconocimiento familiar, de hijos y nietos.
• Se esfuerzan en mantener el compromiso y su formación continua;
conocen y aplican el término de “envejecimiento activo”: que los
Mayores, desde la participación, tienen un papel relevante en la sociedad.
Para el futuro debemos afrontar ahora el relevo generacional: el mantenimiento
del programa depende de la capacidad de contagio y de implicación de los futuros
mayores, de la ilusión que les transmitan los Vol-Optenses de ahora.
Dolores Fresneda Ruiz
Directora del Centro de Mayores de Huete
Noviembre de 2.006
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