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UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trabajo Fin de Grado
Hipnosis, atención y control
cognitivo:
conceptualización,
relaciones y aplicación.
Alumno/a: Laura Luque Marfil Tutor/a: José María Colmenero Jiménez Dpto.: Psicología
Junio, 2019
2
Índice
Resumen y palabras clave ……………………………………………………... 3
1. Introducción ………………………………………………………………... 4
2. Hipnosis …………………………………………………………………….. 4
2.1. Definiciones ………………………...……………………….…………. 4
2.2. Tipos de hipnosis y sugestión ………………………………….….….... 6
2.3. Primeras posturas y mitos ……...……………………………….……… 7
3. Sugestión y atención ………………………………………………………..11
3.1. Importancia de los procesos atencionales……………………….……... 11
3.2. Control de la atención. Efectos Stroop y McGurk……………….…...... 12
4. Hipnosis y control cognitivo y afectivo ……………………………..….…. 14
4.1. Bases del control cognitivo y afectivo …………………………..….…. 14
4.2. Control cognitivo y el efecto Stroop …………………………………… 14
4.2.1. Control cognitivo en ausencia de instrucciones hipnóticas
específicas ………………………………………………………… 15
4.2.2. Control cognitivo cuando se proporcionan instrucciones
hipnóticas específicas …………………………………………..…. 16
5. Hipnosis y sugestión en terapia cognitiva ………………………………….. 17
5.1. Modificación de la conducta mediante hipnosis…………..…………..... 17
5.2. Hipnoterapia en trastornos de la ansiedad. Síndrome por Estrés Post
Traumático………………………………………………….…….…… 18
6. Conclusiones ………………...………………………………………….…. 20
7. Referencias bibliográficas ……………………………………………......... 21
3
Resumen
La hipnosis puede ser usada en diferentes contextos para mejorar la vida del paciente,
ya que ésta ha resultado ser una técnica útil para abordar diferentes problemas físicos y
psicológicos. Es utilizada como apoyo a diferentes tipos de terapias cognitivas, ya que ha
demostrado ser un gran facilitador y potenciador de los resultados de éstas. Sin embargo,
actualmente encontramos un decreciente uso de estas técnicas por hallarse inmersas en un
halo de presunciones erróneas. En este trabajo se pretende dar fin a estas suposiciones,
indagando sobre los conceptos de hipnosis y sugestión, conociendo sus tipos y aplicaciones
en el ámbito psicoterapéutico, y mostrando el vínculo entre la hipnosis y los procesos de
atención y control cognitivo. Además, indagaremos en el papel que juegan estos procesos
en la reestructuración de esquemas cognitivos en las distintas terapias cognitivas,
centrándonos en aquellas que pretenden mejorar la experiencia de pacientes con trastornos
de ansiedad.
Palabras clave: hipnosis, sugestión, atención, control cognitivo, Stroop.
Abstract
Hypnosis can be used in different contexts to improve the patient’s life, since it has
proved to be a useful technique to aproach different physical and psychological problems.
It is used as support for different types of cognitive therapies, since it has proven to be a
great facilitator and enhancer of the results of these. However, we currently find a
decreasing use of these techniques because they are immersed in a halo of false
presumptions. This Project aims to put a end to these assumptions by investigating the
concepts of hipnosis and suggestion, knowing their types and applications in the
psychotherapeutic ambit and showing the link between hipnosis and attention processes and
cognitive control. In addition, we will investigate the role played by these processes in the
restructuring of cognitive schemes in differents cognitive therapies, focusing on those that
aim to improve the experience of patiens with anxiety disorders.
Key words: hipnosis, suggestion, attention, cognitive control, Stroop.
4
1. Introducción
Desde sus orígenes, la hipnosis ha sido una técnica usada con recelo debido a los mitos
e incógnitas acerca de ella que han sido difundidos por los medios de comunicación
debido al desconocimiento, por lo que desmentirlos supone un punto clave a la hora de
entender el proceso hipnótico. Podemos encontrar distintos tipos de sugestión e inducción
hipnótica, los cuales veremos en profundidad en los epígrafes siguientes, de forma que la
hipnosis sería una técnica que puede adaptarse a la forma de trabajar de aquellos
profesionales que quieran incorporarla como un método de reestructuración cognitiva.
Además, existen múltiples estudios que avalan la eficacia y beneficios de la hipnosis
cuando es usada tanto por sí sola como cuando es empleada como apoyo a las distintas
terapias de tipo cognitivo-conductual (Montgomery y Schnur, 2005).
Por otra parte, para llevar a cabo una sesión de hipnosis es necesario tener en cuenta
distintas variables personales del individuo, así como la sugestionabilidad de éste. Los
procesos atencionales juegan un papel muy importante en las sesiones de hipnosis, ya que
gracias a la sugestión podemos modificar la atención del individuo. De la misma forma,
los procesos cognitivos y funciones ejecutivas de la persona pueden ser modificados
gracias a la sugestión hipnótica y manipulación de la atención, por lo que la hipnosis se ha
convertido en un gran apoyo de las terapias usadas para tratar diversos trastornos.
(Tortosa, González-Ordi, y Miguel-Tobal, 1999).
En este trabajo, vamos a centrarnos en los métodos de hipnosis usados con pacientes
que sufren trastornos relacionados con la ansiedad y cómo esta ayuda a que tanto la
ansiedad generalizada como los ataques de ansiedad producidos por estímulos externos
disminuyan considerablemente, mejorando la calidad de vida del individuo. Tras eso, y
como ejemplo, va a exponerse brevemente el uso de la hipnosis en relación al Trastorno
de estrés post traumático.
2. Hipnosis
2.1. Definición
Existen muchas definiciones de hipnosis debido a las distintas posturas teóricas de los
autores. Por una parte, hay definiciones que consideran la hipnosis como un “trance” (Spiegel
y Spiegel, 1987, 2004; cit. en Mendoza, Lamas, y Capafons, 2010), un estado psicofisiológico
de concentración focalizada que conlleva una reducción de la conciencia periférica. Sin
embargo, otros autores toman un punto de vista más operativo para definir la hipnosis como un
5
contexto en el que se proponen cambios en las percepciones, cogniciones, etc. del individuo.
Estas concepciones de hipnosis son llamadas socio-cognitivas o cognitivo-comportamentales.
Esta falta de acuerdo y la necesidad de una definición que fuera consistente con ambos
puntos de vista impulsó a la División 30 (Society of Psychological Hypnosis) de la American
Psychological Association (APA) a exponer una definición consensuada:
“Habitualmente, la hipnosis conlleva una introducción al procedimiento durante la
cual se dice a una persona que se le presentarán sugestiones de experiencias imaginativas. La
inducción hipnótica es una sugestión inicial ampliada para usar la propia imaginación, y que
puede incluir mayores detalles de la introducción. Se usa un procedimiento hipnótico para
fomentar y evaluar respuestas a las sugestiones. Al usar la hipnosis, una persona (el individuo)
es guiado por otra (el hipnotizador) para que responda a las sugestiones de cambios en la
experiencia subjetiva, alteraciones en la percepción, sensación, emoción, pensamiento o
conducta.”
Como puede observarse, el término sugestión posee gran importancia a la hora e
conceptualizar la hipnosis, por lo que es necesario conocerlo también. “La sugestionabilidad se
define como apertura para aceptar y responder a ideas e informaciones nuevas” (Bermejo,
2009). Cuando se comunica una idea, sus valores intrínsecos, como pueden ser la afectividad,
cognitividad, evaluación que transmiten, etc., tienden a alterar su percepción por parte del
receptor o receptores de esa idea, así como pueden modificar la conducta de éstos. Esta
alteración puede aumentar su efecto si el receptor está dispuesto a aceptar nuevas ideas y
experiencias (Bermejo, 2009).
En cuanto a su uso en terapia, en un contexto clínico, la hipnosis suele aplicarse
mediante el método de inducción. Durante este procedimiento, el hipnotizador hace relajar a
los pacientes orientándolos a través de imágenes tranquilizadoras, para así hacerlos sentir más
sugestionables. Esto no quiere decir que el individuo se vuelva más vulnerable, sino que hace
referencia a que éste se muestre más abierto a la cooperación en el procedimiento hipnótico.
Tras esta etapa, el hipnotizador proporciona al individuo sugestiones relacionadas con
cogniciones o sensaciones fisiológicas y/o conductuales (Mendoza, Lamas, y Capafons, 2010).
6
2.2. Tipos de hipnosis y sugestión
Podemos clasificar la hipnosis atendiendo a dos variables. Por una parte, según la
perspectiva teórica a la que respondan, encontramos la hipnosis clásica, la cual emplea
sugestiones directas e inducción y, por otro lado, la hipnosis moderna (perspectiva
ericksoniana), que aplica sugestiones indirectas y metáforas (Mendoza, Lamas, y Capafons,
2010).
Además, la hipnosis puede catalogarse según las características de su aplicación en
hipnosis por relajación y restricción de la atención, hipnosis alerta, hipnosis activo-alerta e
hipnosis despierta, las cuales serán descritas a continuación.
- Hipnosis por relajación: se basa en producir un estado de tranquilidad utilizando
estímulos reales para después eliminarlos y pasar a la sugestión, de forma que el
individuo o paciente admita que los procesos experimentados sean causados por la
sugestión hipnótica. Este proceso de hipnosis presenta características comunes con
los demás métodos que conlleven inducción: la persona cierra los ojos debido a
estímulos que presenten fatiga ocular, se presenta el uso de conteo a la inversa o
directo, es empleado un repaso mental de zonas del cuerpo a la vez que se sugiere
relajación de ellas y se proporcionan sugestiones que conlleven dejarse llevar para
orientar a la persona hacia un estado de hipnosis profunda.
- En la hipnosis alerta, los individuos se relajan mientras que el hipnotizador les
proporciona sugestiones de alerta, expansión de la mente, sensibilidad y consciencia
expandida.
- Hipnosis activo-alerta: puede ser explicada mediante un proceso creado por Bányai,
Zseni y Turi (1993) en el cual el individuo hace uso de una bicicleta estática o
camina rápidamente para producir tensión y activación en los músculos, controlando
él mismo la intensidad del ejercicio. Con el paso de la terapia, el individuo sentirá
que su resistencia es mayor, siendo éste su feedback en la fase de inducción y
sugiriéndole que la actividad le permitirá obtener mayor control de sus sensaciones
y experiencias. Se propone generar sugestiones positivas y sentimientos de poder,
vigor y satisfacción.
- La hipnosis despierta se diferencia de las demás en que el individuo es guiado por
la fase de inducción con sugestiones de activación en lugar de distensión.
Por su parte, según Mendoza, Lamas, y Capafons (2010), las sugestiones pueden ser
clasificadas según el tipo de reacción que inspiren en el paciente: reacciones motoras, sensorio-
fisiológicas y cognitivo perceptivas.
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- Las sugestiones basadas en las reacciones motoras están relacionadas con el
movimiento muscular del paciente, pudiendo inducir tanto a su activación como a
su inhibición (catalepsia hipnótica). En esos casos, es el individuo mediante su
control sobre sí mismo quien ocasiona la situación.
- Las reacciones sensorio-fisiológicas hacen referencia a los procesos que conllevan
respuestas psicofisiológicas, además de las reacciones propioceptivas y respuestas
de los sentidos del gusto, tacto y olfato.
- Las reacciones cognitivo perceptivas se refieren a respuestas relacionadas con
procesos mentales superiores y sensoriales auditivo-visuales. Se trata de
“alucinaciones” positivas y negativas, aunque realmente el individuo puede percibir
los estímulos de las negativas, y lo que ocurre en las positivas, realmente, es que usa
vívidamente su imaginación. En las sugestiones amnésicas la persona no olvida, y
si ocurre la información es recuperada rápidamente.
Por otra parte, se ha demostrado que la “regresión temporal” con respecto a la edad y la
“regresión hipnótica a vidas pasadas” son fábulas creadas por el individuo, ya que en el primer
caso la información comparada no coindice, y en el segundo los datos proporcionados son
falsos. Por otra parte, las sugestiones relacionadas con la aceleración y ralentización del tiempo
sí pueden ser usadas en procesos en los que sea necesario alterar el paso del tiempo subjetivo
del paciente.
También es posible clasificar las sugestiones en función del momento en que son
dirigidas al individuo, encontrando así sugestiones hipnóticas y post-hipnótica. Asimismo, se
puede distinguir entre sugestiones directas o autoritarias, en las que se declara a la persona lo
que se pretende que experimente, y sugestiones indirectas, las cuales se utilizan intentando
apelar a una respuesta inconsciente del individuo (Mendoza, Lamas, y Capafons, 2010).
2.2. Primeras posturas y mitos.
Inicialmente podían encontrarse dos grupos de teorías: las que suponían la hipnosis como
un proceso que conlleva un cambio hacia un estado de consciencia, y un paradigma alternativo
que negaba la necesidad de alegar a un estado distinto de consciencia como explicación para el
comportamiento del individuo hipnotizado (“teóricos del estado” y “teóricos del no estado”).
Paradigma tradicional - Teóricos del estado
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Según esta concepción, la inducción hipnótica lleva al individuo a un estado diferente a la
vigilia, lo cual conlleva diferentes implicaciones: la existencia de un estado diferente a los
demás estados de consciencia (trance), éste suele ser inducido y no es una condición
momentánea, sino que el hipnotizador debe “sacar” al individuo de él, los individuos pueden
responder a diversas instrucciones como la rigidez de miembros, analgesia o alucinaciones, y
por último, podemos encontrar diferentes niveles de profundidad en el trance, y a medida que
este aumenta, las instrucciones hipnóticas que la persona es capaz de seguir son más complejas
(González, 1999).
Paradigma cognitivo-comportamental o sociocognitivo - Teóricos del no estado
Los científicos que defienden esta corriente afirman que el estado hipnótico surge de la
correcta manipulación de características como las expectativas positivas hacia la tarea,
creencias, etc., tratándose así de un proceso emocional inducido. Este paradigma, según Barber
(1979; cit. en Gonzalez, 1999), asume que no es necesaria la existencia de un estado diferente
a la vigilia para explicar la conducta de los individuos durante la hipnosis, así como que todo
tipo de personas tienen actitudes, motivaciones y expectativas hacia las instrucciones recibidas,
solo que las más susceptibles las emplean más positivamente. Es decir, intentan actuar como el
hipnotizador espera que lo hagan, y las menos susceptibles se exponen negativamente a estas
tareas, actuando de manera contraria a lo que el hipnotizador pide. Además, las actitudes,
motivaciones y expectativas se encuentran en un continuo negativo-neutral-positivo, en el cual
interaccionan y determinan la sugestionabilidad del individuo, por lo que los fenómenos
hipnóticos pueden explicarse dentro de estas interacciones sin la necesidad de hacer referencia
a un estado diferente de consciencia (González, 1999).
Después de conocer ambas posturas, es posible concluir que cuando hablamos de la
hipnosis como un estado de consciencia, no significa que sea un estado independiente de la
vigilia, sino un “sub estado” de ésta.
Investigaciones recientes han usado la tomografía con emisión de positrones (PET) para
intentar definir este estado, demostrando así que la hipnosis implica modificaciones de los
procesos de percepción y atención (Rodríguez, 2011). Además, si es posible caracterizar un
estado hipnótico con el mismo modelo que define los estados de consciencia, Rodríguez (2011)
enumeró los siguientes postulados:
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- Las conductas en las etapas de la hipnosis se caracterizan por cambios motores, en los
sistemas sensoriales y cambios perceptuales, constituyendo así marcadores de un estado
de consciencia especial.
- Se encontró una facilitación de las respuestas autónomas en la misma dirección de las
sugestiones, lo cual no ocurre en el estado de vigilia.
- El ritmo electroencefalográfico del estado hipnótico es igual al de la vigilia atenta.
- Existe un bloqueo de la desincronización del ritmo alfa, el cual es un marcador de la
conciencia en vigilia.
Desde sus primeros pasos, la hipnosis ha estado rodeada de controversia en cuanto a su
aplicación y eficacia, y esta situación se ha visto acrecentada debido a los mitos existentes sobre
ésta y a su difusión, en forma de espectáculo, en medios de comunicación. (Montgomery y
Schnur, 2005). Estos mitos son los precedentes de la creación de las distintas corrientes con
respecto a la hipnosis como tratamiento y su funcionamiento.
De acuerdo con Capafons (1998), los mitos más comunes en la comunidad científica son
los siguientes:
La hipnosis no pertenece a la psicología científica y las personas que la llevan a
cabo no son científicos. Las que mejoran con su uso son ignorantes.
Contrariamente a esta idea, distintos colectivos y personalidades importantes y de indudable
seriedad en el ámbito de la psicología han investigado y usado la hipnosis como método
terapéutico. Si bien es cierto que hay personas que utilizan este proceso de un modo poco ético,
el individuo puede preguntar por la preparación del hipnotizador, así como por sus bases
empíricas.
Con respecto a los usuarios de esta técnica, podemos concluir que, al no existir una
correlación entre sugestionabilidad y factores de personalidad, la afirmación acerca de la
ignorancia de los individuos que se benefician de la hipnosis es falsa.
La hipnosis puede dejar a la persona en un trance del que puede no salir y ver así
disminuida su capacidad volitiva.
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Para comenzar la réplica a este mito, es necesario tener en cuenta las posturas teóricas
acerca de si el estado hipnótico constituye o no un estado de consciencia diferente a la vigilia,
las cuales han sido expuestas anteriormente.
Por otra parte, diversos estudios han demostrado que no es posible mantener a un
individuo en un estado hipnótico contra su voluntad, ya que pueden abandonar ese estado por
sí mismos en el momento que deseen.
La hipnosis puede despertar psicopatologías en un individuo con predisposición a
ellas y personas sanas pueden desarrollar alteraciones. Los individuos con
problemas verían éstos agravados con su uso.
Aunque la hipnosis pueda, como cualquier intervención psicoterapéutica, producir efectos
indeseados, no hay ningún tipo de demostración de que pueda generar algo de lo mencionado
en el mito.
El estado de hipnosis es parecido al del sueño, y si no se cumplen algunas
propiedades, el individuo no se encuentra en estado de hipnosis. Además, sólo
puede alcanzar ese estado mediante inducción hipnótica.
No existe correlación ni similitud entre el estado de hipnosis y de sueño más allá de la
lingüística.
La hipnosis suprime la capacidad volitiva del individuo, que se somete a la
voluntad del hipnotizador y puede delinquir o cometer actos antisociales.
Este mito ha sido ampliamente difundido por la literatura y el cine, pero nada más lejos de
la realidad. De la misma forma que hemos comentado que el individuo puede salir del estado
de hipnosis a su voluntad, en esa situación pueden darse conductas automáticas, concepto que
se suele asociar indebidamente a involuntario, ya que la persona puede interferir siempre que
lo desee.
La hipnosis genera reacciones insólitas y extraordinarias en las personas.
Este mito puede ser rebatido apelando a los tipos de sugestiones y respuestas explicados
anteriormente, así como en la explicación del mito anterior, dependiendo siempre del grado de
sugestionabilidad del individuo.
11
La hipnosis es una terapia rápida y eficaz que no requiere esfuerzo del paciente,
pero sólo es útil para personas con gran sugestionabilidad.
La hipnosis suele usarse como complemento a otras terapias, ya que su efecto se ve reflejado
en una facilitación del resultado de éstas, reduciendo el esfuerzo y acelerándolas. De esta forma,
un profesional no puede ejercer una tarea para la que no ha sido formado. Por otra parte, el nivel
de sugestionabilidad puede predecir los resultados de la terapia. Pero esto es modificable, ya
que es posible que personas con poca sugestionabilidad se beneficien enormemente del proceso
simplemente cambiando el nombre de “hipnosis” por “técnicas en imaginación”.
3. Sugestión y atención
3.1. Importancia de los procesos atencionales
La atención puede ser descrita como la capacidad de un individuo de seleccionar estímulos,
internos o externos, para después procesarlos. Este proceso está formado por tres mecanismos
independientes: alerta, orientación y control ejecutivo, y éstos se encuentran en la corteza
frontal y parietal derechas, en las cortezas temporo-parietal, parietal superior y en el lóbulo
frontal oftálmico, y en las cortezas cingulada anterior, prefrontal lateral y ganglios basales,
respectivamente. Gracias a las técnicas de neuroimagen se ha demostrado la existencia de una
gran activación de éstas áreas durante la realización de actividades de resolución de conflictos,
mecanismo implicado en los estados de atención durante una sesión de hipnosis. Además,
mediante éstas técnicas de neuroimagen, ha sido posible hallar una implicación de los
mecanismos atencionales en la fisiopatología de muchos trastornos psiquiátricos (Bermejo,
2009).
Muchas investigaciones han tratado de entender la hipnosis a través de la atención,
refiriéndose a ésta tanto como a la preparación como a la selección de ciertos estímulos del
entorno (Raz y Buhle, 2006; cit. en Terhune, Cleeremans, Raz y Lynn, 2017). El uso de las
sugestiones hipnóticas para modular la atención selectiva ha sido demostrado repetidamente
(Iani et al, 2006; Raz et al, 2005; Raz et al, 2006; cit. en Terhune, Cleeremans, Raz y Lynn,
2017). Estos estudios han demostrado que las sugestiones para alterar la percepción visual
pueden ser usadas para mejorar la realización de tareas de atención selectiva, como la tarea
Stroop y el efecto McGurk, los cuales serán abordados con detalle más adelante. Por otra parte,
aunque está demostrado que las sugestiones hipnóticas pueden modular la atención y mejorar
12
la realización de las tareas, todavía no está claro cómo pueden desconectar las funciones
cognitivas (Augustinova y Ferrand, 2012; cit. en Terhune, Cleeremans, Raz y Lynn, 2017).
Otros estudios, como pueden ser los de Yapko (1990; cit. en Bermejo, 2009), recalcan la
gran influencia de la atención en la hipnosis, ya que, según éste, el trance supone un estado de
atención focalizada. En el proceso hipnótico, el momento de la inducción se dirige a captar la
atención del individuo, de forma que éste la focaliza en estímulos concretos y obvia los demás,
creándose así un estado de absoluta concentración (Bermejo, 2009).
3.2. Control de la atención. Efectos Stroop y McGurk.
Los científicos cognitivos suelen categorizar los procesos mentales en un espectro que va
de procesos controlados a procesos automáticos. En éste, los procesos controlados son
voluntarios, lentos y requieren esfuerzo, mientras que los automáticos son involuntarios,
rápidos y no requieren esfuerzo. Sin embargo, procesos controlados pueden volverse
automáticos una vez se han aprendido y practicado lo suficiente y, una vez automatizados,
resultan resistentes al control y se vuelven imperturbables, haciendo este proceso de
automatización prácticamente imposible de deshacer. Durante la última década, ha sido posible
investigar cómo la atención atípica, en forma de sugestiones hipnóticas y post-hipnóticas,
permite a los individuos modular la automaticidad de los procesos cognitivos, llegando algunos
investigadores a provocar esa des-automatización (Lifshitz, Bonn, Fischer, Kashem y Raz,
2012).
Uno de las tareas más usadas cuando se quiere estudiar la inhibición de respuesta o el control
ejecutivo es el Test de Stroop. En esta tarea se presentan al participante distintos nombres de
colores en tintas de distinto color y el individuo debe responder con el color de la tinta. Hay
mayor porcentaje de respuestas incorrectas y lentas cuando el color de la tinta no coincide con
el color escrito (e.g. la palabra “amarillo” escrita en verde) que cuando sí es congruente (e.g. la
palabra “azul” escrita con tinta azul), además de ser un efecto inmune a la práctica o estrategias
cognitivas.
Es posible abordar este efecto desde la hipnosis de dos formas: usando instrucciones post-
hipnosis o sin ellas. En el primer caso, siendo éste el más usual, se sugieren al individuo
estrategias con respecto al significado de las palabras. En estos casos, el efecto Stroop se ve
reducido, pero sigue presentándose. En los casos de hipnosis sin el uso de sugestiones post-
hipnosis se encontró un incremento del tiempo de respuesta, efecto que asumieron que se debía
13
a una falta de estrategias cognitivas implementadas por el propio individuo (Zahedi, Stuermer,
Hatami, Rostami, y Sommer, 2017).
Este efecto ha sido probado en diferentes estudios que van a ser expuestos cuando hablemos
sobre control cognitivo. Concretamente, se va a hablar de aquellos que han usado variantes del
proceso referentes a los modelos de hipnosis de “atención concentrada” y “atención impedida”.
El primero de ellos asume que los pacientes más sugestionables focalizan su atención durante
la hipnosis, por lo que posteriormente se encontrará una baja interferencia de los efectos del
test comparándolos con los de un grupo control. Por otra parte, el modelo de la atención
impedida supone que los pacientes altamente sugestionables deberían tener una mayor tasa de
aparición del efecto Stroop, así como un aumento de la tasa de errores, por una inhibición de
las funciones del control ejecutivo (Lynn, Laurence y Kirsch, 2015).
Otra tarea que presenta los mismos resultados que el efecto Stroop es el efecto McGurk.
Éste fue hallado en un estudio llevado a cabo en 1976 por Henry McGurk y John MacDonald,
y se trataba de una ilusión auditiva creada mediante la presentación de estímulos visuales y
auditivos incongruentes, demostrando así la influencia de movimientos faciales en la
percepción de un discurso. En este estudio se mostró a los participantes un vídeo en el que una
mujer pronunciaba repetidamente la sílaba “ba”, pero dicho vídeo se encontraba doblado, y en
la imagen la misma mujer pronunciaba la sílaba “ga”. Los individuos respondían que
escuchaban la sílaba “da”, y con el proceso inverso de doblaje la mayoría respondía con que lo
que oían era “bagba” o “gaba”. Cuando se presentaba solamente el sonido, los participantes
detectaban la sílaba correcta (Goñi, 2015).
Los efectos encontrados en la tarea Stroop pueden observarse también en este efecto, el cual
está documentado como un fenómeno perceptual automático y, ni la práctica ni el conocimiento
del doblaje reducen el efecto. Sin embargo, mediante pruebas electrofisiológicas se ha revelado
que la integración perceptual comienza en el cortex auditivo primario, considerando el efecto
McGurk inexorable, inmune a las influencias top-down. De hecho, se considera este efecto más
automático que el efecto Stroop debido a que la integración vocal se adquiere antes en la vida
que la lectura (Lifshitz, Bonn, Fischer, Kashem y Raz, 2012).
Como se ha mencionado anteriormente, bajo ciertas condiciones y con una población
específica, la sugestión es capaz de modular la automatización de procesos cognitivos.
Mediante diversos estudios realizados con la tarea Stroop y el efecto McGurk, ha podido
demostrarse que sugestiones específicas permiten a personas con alta sugestionabilidad anular
la percepción involuntaria de estímulos audiovisuales (Lifshitz, Bonn, Fischer, Kashem y Raz,
2012).
14
4. Hipnosis y control cognitivo y afectivo
4.1. Bases del control cognitivo y afectivo
Cuando hablamos de control cognitivo hacemos referencia a un conjunto de procesos que
permiten la regulación de la actividad cognitiva en ciertas tareas, de las cuales podemos destacar
las actividades no rutinarias y las situaciones que conllevan un conflicto. Esta labor reguladora
es llevada a cabo gracias a procesos neuronales ocurridos en el córtex prefrontal y el córtex
cingulado anterior.
Miller y Cohen (2001; cit. en Jaffer y Jamieson, 2012) crearon un modelo teórico que
pretende explicar el funcionamiento de estos procesos de orden superior: la Teoría de la acción
guiada. Este modelo sugiere que las metas, reglas y señales activadas en el córtex prefrontal
son las que guían la conducta. Sin embargo, es imposible que por sí solas provean de toda la
información necesaria para llevar a cabo una acción adecuada a la situación, de forma que el
contexto juega un papel indispensable en este proceso. El contexto es representado también en
el córtex prefrontal, de forma que en momentos donde se requiera un mayor control de las
respuestas, éstemostrará una mayor activación y representará estas situaciones cuando sea
necesario. Esta área se encarga de la integración de información de diversos tipos, así como de
su procesamiento y creación de respuestas acordes a ella, control que se encuentra plasmado
anatómicamente mediante una gran cantidad de conexiones entre regiones.
Aunque no será un área en la cual indaguemos en gran medida, es necesario conocer los
fundamentos del control afectivo, ya que éste influye en el proceso de hipnosis. El control
afectivo hace referencia a un área del control cognitivo en el que las emociones son el factor
principal, y éstas provienen de las regiones límbicas. Los conflictos surgen de la problemática
de ser “emocionalmente subjetivo” o “cognitivamente objetivo”, dando lugar a una activación
de distintos mecanismos que, en último lugar, deben trabajar juntos para solucionar la situación.
El córtex cingulado anterior, concretamente su región dorsolateral, dirige la actuación en tareas
de conflicto tanto emocional como cognitivo y, a su vez, su región rostral se encarga de
estabilizar la actuación de la amígdala en procesos arriba-abajo y anular la respuesta afectiva
en conflictos de alta intensidad (Jaffer y Jamieson, 2012).
4.2. Control cognitivo y el efecto Stroop
Como se ha expuesto anteriormente, el control de la atención juega un papel muy importante
en las investigaciones acerca de la hipnosis en la realización del test de Stroop. Sin embargo,
15
éste no es el único proceso que interviene, siendo la modificación del control cognitivo el eje
de muchos estudios referentes a la hipnosis en los que se ha usado este test.
A continuación, se detallarán los estudios mencionados anteriormente, dividiéndolos en
aquellos que llevaron a cabo el test Stroop en un contexto en el que se proporcionaron
instrucciones hipnóticas específicas y estudios que no las contenían (Lynn, Laurence y Kirsch,
2015).
4.2.1. Control cognitivo en ausencia de instrucciones hipnóticas
El primer estudio será el de Blum y Graef (1971; cit. en Jamieson, 2017), en el cual se
trataron de diferenciar participantes poco sugestionables que simulaban la sugestión de aquellos
realmente sugestionadas, lo cual hicieron comparando las puntuaciones en el test después de
haber proporcionado sugestiones post-hipnóticas dirigidas a la manipulación de los niveles de
activación. Tras esto encontraron que individuos sugestionables veían aumentar las
puntuaciones de interferencia cuando disminuía el umbral de activación, así como los
individuos con baja sugestionabilidad aumentaban sus puntuaciones en todos los niveles.
En otro estudio llevado a cabo por Seehan et al. (1988; cit. en Jamieson, 2017), los
experimentadores llevaron a cabo el test de Stroop con tres grupos de participantes: uno para
comprobar la línea base de puntuaciones de los participantes (grupo control), otro que realizó
una sesión de hipnosis sin sugestiones específicas y el último que pasó por una sesión de
hipnosis con sugestiones para ignorar el efecto Stroop. Los resultados pusieron de manifiesto
una interacción hipnosis-sugestionabilidad en la que el tiempo de reacción se volvía mayor
desde la línea base a la hipnosis en sujetos con alta sugestionabilidad, pero no en el caso de los
de baja sugestionabilidad. Además, los individuos con alta sugestionabilidad informaban del
uso espontáneo de estrategias cognitivas mientras realizaban el test la primera vez (línea base),
pero no en la condición de hipnosis sin sugestiones. Los individuos con baja sugestionabilidad,
sin embargo, usaban estas estrategias en todas las condiciones.
Kaiser et al. (1997; cit. en Jamieson, 2017) realizaron un estudio con los mismos grupos
de individuos que el anterior, y cuya tarea consistía en pulsar una flecha según la dirección del
estímulo, debiendo pulsar la misma dirección del estímulo si la flecha era verde y la contraria
si era roja (ensayos congruentes e incongruentes). El efecto de la tasa de error mostró una
interacción hipnosis-sugestionabilidad en el cual la tasa de error aumentaba desde la condición
de línea base, siendo mayor en la condición de hipnosis en el caso de individuos con alta
sugestionabilidad, pero no en el caso de los de baja sugestionabilidad. Además, esto ocurría en
16
los ensayos incongruentes, pero no en los congruentes, siendo, por otra parte, el tiempo de
reacción más lento en ensayos incongruentes que en los congruentes, hecho que no estaba
relacionado con la presencia o no de hipnosis o nivel sugestionabilidad. Estos datos fueron
comparados con los resultados del análisis de actividad cerebral realizado a los participantes
mientras llevaban a cabo la tarea, y todos ellos apoyaron el hecho de que la hipnosis, en
individuos altamente sugestionables, conlleva inhibición de las funciones ejecutivas (observado
como un aumento del tiempo de respuesta en los ensayos incongruentes), así como atenuaba el
procesamiento contextual, resultando esto en una mala regulación del comportamiento.
En general, los estudios que han estudiado el efecto Stroop con hipnosis, pero sin
proporcionar instrucciones específicas durante ésta, han llegado a las mismas conclusiones
respecto a varios supuestos. El más importante de los hallazgos, como se puede observar, es
que los individuos más sugestionables ven reducidas sus puntuaciones en el test tras la
inducción hipnótica (ya que ésta conlleva una inhibición del control frontal cognitivo y
ejecutivo, focalizando la atención en las sugestiones), mientras que los individuos con baja
sugestionabilidad no lo hacen (Jamieson, 2017).
4.2.2. Control cognitivo cuando se proporcionan instrucciones hipnóticas específicas
Previamente se ha comentado que, en las personas con alta capacidad de sugestión, los
procesos de control cognitivo se ven inhibidos ante una inducción hipnótica. Sin embargo, los
experimentos de Sheehan con el test Stroop demostraron que los individuos más sugestionables
se beneficiaban más del uso de estrategias cognitivas específicas que el resto. Esto conllevaría
que, aunque el control cognitivo se viese perjudicado ante una intervención hipnótica sin
instrucciones aparentes, eso reforzaría un uso posterior de estrategias específicas.
Por ejemplo, Raz y sus colaboradores (2002, 2003, 2005; cit. en Jamieson, 2017) llevaron
a cabo un experimento en el que, después de una inducción hipnótica, se sugestionó a los
participantes para que, tras dar una palmada, no reconociesen el idioma en el que estaban
escritas las palabras del test Stroop, manipulación realizada para prevenir el procesamiento
automático del significado de las palabras reduciendo así la interferencia Stroop. Los individuos
con mayor sugestión mostraban la misma tasa de errores que la línea base, pero una vez se
produjo la estrategia de la palmada, mejoró su puntuación en la tarea, ya que los participantes
eliminaban el proceso de lectura automática, cosa que no ocurrió con los individuos de baja
sugestionabilidad. En estudios posteriores este grupo de investigadores trataron de eliminar la
posibilidad de que la interferencia fuese eliminada por causas alternativas a las instrucciones
17
post-hipnóticas. Concretamente, creían que podía deberse a una vista borrosa producida por
fármacos o a una concentración de los músculos oculares, de forma que realizaron de nuevo el
experimento pero, esta vez, comparando condiciones que incluían estímulos nítidos y borrosos
con un grupo control, siendo además vigilados con una cámara. Mediante este procedimiento,
en 2003, encontraron que los resultados obtenidos no podían deberse a las razones alternativas
que habían planteado, sino que, efectivamente, se debía a una inhibición del procesamiento
léxico de la palabra.
Tras varias investigaciones acerca del funcionamiento neurológico de este proceso
mediante Electroencefalogramas y Resonancias Magnéticas funcionales, llevaron a cabo una
tarea para probar empíricamente los resultados anteriores, intentando correlacionar las
disonancias entre las inducciones hipnóticas con instrucciones específicas y sin ellas en un
mismo estudio. La tarea se dividió en dos bloques, la primera mitad se llevaría a cabo realizando
las tareas precedidas por instrucciones post hipnóticas, mientras que en la otra mitad no se
proporcionarían las instrucciones. Los individuos con alta capacidad de sugestión veían
reducida la interferencia durante las sesiones con resonancias magnéticas, cosa que no ocurría
con los individuos con menos capacidad de sugestión. El mismo efecto fue desvelado con las
sesiones que incluían electroencefalogramas, acompañado de una mejora en la precisión de las
respuestas. Estos resultados indican que los individuos altamente sugestionables son capaces
de usar estrategias sugeridas de forma que hacen que mejoren considerablemente su actuación
en la tarea (Jamieson, 2017).
5. Hipnosis y sugestión en terapia cognitiva
Esta parte del trabajo va a centrarse en el uso y eficacia de la hipnosis como apoyo a distintas
técnicas, y como terapia cognitiva para el abordaje de varios síntomas y trastornos. Para ello,
inicialmente se va a presentar un breve acercamiento al desarrollo del control cognitivo del ser
humano para entender sus bases y, posteriormente, cómo puede ser alterado en el contexto
terapéutico.
5.1. Modificación de la conducta mediante hipnosis
La hipnosis, por lo general, es usada como apoyo a otras terapias cognitivas ya que, como
se ha demostrado en diversos meta-análisis, ésta mejora considerablemente los resultados de
las terapias. La puesta en práctica de esta técnica está basada en técnicas de motivación,
expectación y sugestión, mediante las cuales el terapeuta ayuda a individuos sugestionables a
18
modular la percepción que tienen de un síntoma. Mediante la relajación se puede conseguir que
el paciente obtenga recompensas en terapia, abriéndose al terapeuta y focalizando la atención
en el problema. Una vez que el individuo ha alcanzado el estado de atención atípica, se le
transmite que la hipnosis consiste en un estado de concentración que le permitirá estar receptivo
a sus propios pensamientos. Esto abrirá su mente a ideas que estaban ahí previamente, como
pueden ser, por ejemplo, la falsedad de las creencias de incapacidad ante determinados
estímulos. Su eficacia se encuentra respaldada por la del efecto placebo, también basado en la
motivación y sugestión (Moreno y Raz, 2005).
El uso de hipnoterapia no sólo aumenta la mejoría de un 70% más de pacientes con respecto
al uso exclusivo de terapias cognitivas al usarse como apoyo de éstas, sino que mejora el
tratamiento de diversos problemas actuando como facilitador de la terapia. Ésta técnica ha
mostrado su eficacia como terapia ante diversos trastornos y desórdenes, como pueden ser los
trastornos de ansiedad, en las terapias para dejar de fumar, desórdenes alimentarios, el dolor
crónico o las fobias (Montgomery y Schnur, 2005). En estos casos, mediante un estado de
atención atípica, el individuo comprende lo que le pasa y se vuelve consciente de la necesidad
que tiene de superar los síntomas. Por ejemplo, en el caso del tratamiento de trastornos de
ansiedad, son usadas sugestiones que permitan al paciente sentirse capaz de superar temores
que, aunque para él no están demasiado justificados, le causan un enorme sufrimiento (Moreno
y Raz, 2005).
Otro ejemplo pueden ser las terapias de tipo cognitivo, en las cuales la hipnosis se introduce
para aumentar la habilidad del individuo, el cual identifica los pensamientos e imágenes de
situaciones de estrés. También ayuda al paciente a encontrar y modificar esquemas que ocurren
en un nivel no consciente y a los terapeutas a entender la situación de los pacientes. Asimismo,
permite mayor fluidez en la relación terapéutica, en caso de mostrarse reticente a la
cooperación, gracias al estado relajado del paciente (Montgomery y Schnur, 2005).
5.2. Hipnoterapia en trastornos de ansiedad. Síndrome por Estrés Post
Traumático.
Como se ha comentado anteriormente, la hipnosis supone un fuerte apoyo a distintas
terapias cognitivas, ensalzando su eficacia y facilitando sus beneficios. Por ejemplo, Kirsch et
al. (1995; cit. en Fredette, El-Baalbaki, Neron y Palardy, 2013) publicaron un meta-análisis de
18 estudios que puso de manifiesto la efectividad de la hipnosis como apoyo a la terapia
cognitiva, así como el gran aumento de efectividad que suponía. Esto ocurre porque se provee
19
al individuo con estrategias cognitivas, efecto que se ve aumentado cuando se añaden
sugestiones de reducción del miedo en ausencia de inducción hipnótica. El uso de la hipnosis y
la terapia cognitivo-conductual conjuntamente conlleva un tratamiento mucho más efectivo que
cualquiera compuesto por una sola de ellas, aunque las expectativas de los individuos acerca de
la hipnosis es una variable bastante influyente en estos casos (Golden, 2012).
A continuación, se van a exponer las estrategias terapéuticas más comunes en terapias de
tipo cognitivo-conductual para reducir los niveles de ansiedad del paciente.
- La Desensibilización hipnótica, que conlleva la creación de una jerarquía de estímulos
(clasificación de estímulos y situaciones de 1 a 100 “Unidades de molestia subjetiva”
(Subjective Units of Disturbance, USD), entrenamiento en hipnosis, relajación y
construcción de sugestiones, así como una exposición gradual al estímulo hasta llegar a
presentarlo en vivo.
- Reestructuración cognitiva: se trata de hacer comprender a los pacientes que su
autosugestión negativa hacia los distintos estímulos de su jerarquía es la que produce
un aumento de ansiedad
- Método de las dos columnas: el paciente escribe las autosugestiones negativas para
después, el terapeuta, proponer sugestiones para contrarrestarlas.
- Desensibilización en imaginación: después de un proceso de relajación el terapeuta hace
que el paciente imagine un ítem de la jerarquía mientras sugiere estrategias del método
de las dos columnas, pasando al siguiente ítem una vez que el paciente no siente
ansiedad con el actual.
- Desensibilización en vivo: es el siguiente paso a la imaginación, en el cual el paciente
encara sus miedos paso a paso mientras practica la auto-hipnosis.
- Inundación: similar a la desensibilizaciación pero más rápido, ya que no conlleva
procesos de relajación o una jerarquía, por lo que durante este procedimiento el paciente
puede sufrir altos niveles de ansiedad hasta que se extingue la ansiedad (Golden, 2012).
Junto a las técnicas mencionadas, el terapeuta introduce sugestiones referidas al control
que el cerebro del individuo posee sobre las sensaciones corporales asociadas a la ansiedad,
haciendo al paciente sentir mayor control sobre el trastorno, aliviando los síntomas (Moreno
y Raz, 2005).
Ahora, como ejemplo, vamos a centrarnos en el Trastorno por estrés post traumático, ya
que la utilización de la hipnosis ha sido mucho más estudiada en esta área que en el de los
demás trastornos de ansiedad y, por lo tanto, podemos encontrar diversas conclusiones
20
respecto a su uso y eficacia. Este trastorno surge después de que un individuo se vea
expuesto a un estresor extremo que pone en riesgo su vida o la de otras personas,
sumergiéndolos en miedo, desesperación o terror. Después de esto comienzan a surgir
síntomas característicos como estrés, evitación continua de situaciones que le hagan
recordar el suceso traumático y experiencias vividas de estar reviviendo la situación
(flashback). Las terapias más usadas para combatir este tipo de síntomas son la terapia
cognitivo-conductual y la exposición prolongada, sobre todo en pacientes que sufren
problemas de sueño, así como en aquellos cuyos traumas son causados por accidentes de
tráfico, accidentes industriales, abuso sexual y violaciones, abusos y asaltos o robos.
Por una parte, algunas investigaciones han encontrado similitudes entre los síntomas del
trastorno y la experiencia hipnótica, como pueden ser el hecho de que durante la hipnosis
el individuo se encuentra totalmente sumido ante las sugestiones, absorción que podemos
encontrar también en los pacientes, que se encuentran tan inmersos en el sufrimiento de su
memoria que pueden surgir respuestas físicas y emocionales. Además, tanto el trastorno por
estrés post-traumático como la hipnosis son experiencias en las cuales el paciente se
encuentra en un estado de hipersensibilidad hacia el entorno y sus sensaciones internas.
Desde hace poco tiempo, una nueva terapia llamada condicionamiento olfatorio
hipnótico ha sido probada como tratamiento del trastorno de estrés post-traumático y sus
resultados son muy satisfactorios. Está basada en procesos de terapia cognitivo-conductual
y en el hecho de que los olores pueden evocar recuerdos con gran viveza, de forma que a
través de recuerdos del trauma creados con ellos, los pacientes son capaces de ganar control
sobre sus síntomas. En un estudio (Abramowitz y Lichtenberg, 2009) se encontró una
significativa disminución de los síntomas del trastorno que se reflejó en las escalas (Escala
de Impacto de Eventos (IES-R), Inventario de Depresión de Beck y la Escala de
Experiencias Disociativas) y en la reducción de la medicación (Fredette, El-Baalbaki, Neron
y Palardy, 2013).
6. Conclusiones
Desde el principio de este trabajo, se ha podido observar cómo la hipnosis es tratada con
desconfianza por parte de muchos profesionales e individuos debido al desconocimiento
que tienen de ésta en la mayoría de los ámbitos, y éste desconocimiento se ve afectado,
también, por la difusión de falsas creencias que deterioran la reputación de esta técnica. Sin
embargo, se ha tratado de aportar información acerca de ella, de forma que el lector sea
capaz de adentrarse en las bases de la hipnosis, así como discernir la verdad frente a los
21
mitos que hacen que muchos terapeutas no usen esta técnica y muchos pacientes se nieguen
a participar en ella, renunciando así a los beneficios que podrían obtener.
Por otra parte, se ha pretendido clarificar la relación de la hipnosis y la sugestión con
las variables de atención y control cognitivo. Éstas tienen un gran impacto en la práctica
hipnótica, entendiéndose la hipnosis como un estado de atención focalizada, de forma que
el grado de sugestionabilidad del individuo es el que permite, en mayor o menor medida,
dirigir la atención hacia la modificación de sus funciones ejecutivas en distintas tareas.
La investigación referente al uso y eficacia de la hipnosis en terapia pretendía difundir
el gran avance que supone sumar ésta técnica a las terapias de tipo cognitivo-conductual.
En este trabajo se ha indagado, sobre todo, en la terapia de los trastornos de ansiedad, en
concreto del Trastorno por Estrés Post Traumático, explicando cómo se puede hacer sentir
al paciente mayor control sobre el trastorno mediante sugestiones acerca del control que
éste posee sobre las sensaciones corporales, aliviando así los síntomas. En general, se ha
pretendido dejar constancia de la gran cantidad de terapias e intervenciones que se
benefician del apoyo de la hipnosis y de las sugestiones, y cómo éstas pueden aumentar y
acelerar los resultados obtenidos gracias a la facilitación que ejercen.
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