Editores Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield,
Esa Österberg, Jürgen Rehm
Los consumidores, en particular los grandes bebedores y los
jóvenes, son sensibles a las variaciones del precio de las bebidas.
Se pueden emplear políticas de fijación de precios para reducir el
consumo de bebidas al- cohólicas por menores de edad, detener la
progresión hacia la ingestión de grandes cantidades de alcohol y/o
episodios de borrachera, y ejercer influ- encia en las preferencias
de los consumidores. El aumento del precio de las bebidas
alcohólicas es una de las intervenciones más eficaces para reducir
el uso nocivo del alcohol. Un factor clave para el éxito de las
políticas de precios orientadas a reducir el uso nocivo de alcohol
es un régimen eficaz y eficiente de imposición tributaria, con los
mecanismos requeridos para recaudar impuestos y exigir el
cumplimiento de la fiscalidad (Estrategia mundial para reducir el
uso nocivo del alcohol).
Para más información, sírvase contactar:
Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustancias Organización
Mundial de la Salud Avenue Appia 20 CH-1211 Geneva 27 Switzerland
Tel: +41 22 791 21 11 Correo electrónico:
[email protected]
www.who.int/substance_abuse
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precios del alcohol
y Centro de Adicciones y Salud Mental (Canadá).
En el marco de un memorando de entendimiento entre la Organización
Mundial de la Salud y la Fundación Tailandesa de Promoción
de la Salud (ThaiHealth Promotion Foundation) en apoyo a
la ejecución de la Estrategia mundial para reducir el uso nocivo
del alcohol.
Editores Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield,
Esa Österberg, Jürgen Rehm.
Versión oficial en español de la obra original en inglés Resource
tool on alcohol taxation and pricing policies
© World Health Organization 2017 ISBN 978-92-4-141270-1
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del alcohol
ISBN 978-92-75-32031-0
© Organización Panamericana de la Salud 2018
Algunos derechos reservados. Esta obra está disponible en virtud de
la licencia 3.0 OIG Reconocimien- to-NoComercial-CompartirIgual de
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org/licenses/by-nc-sa/3.0/igo).
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redistribuir y adaptar la obra para fines no comerciales, siempre
que se cite correctamente, como se indica a continuación. En ningún
uso que se haga de esta obra debe darse a entender que la
Organización Panamericana de la Salud (OPS) refren- da una
organización, productos o servicios específicos. No está permitido
utilizar el logotipo de la OPS. En caso de adaptación, debe
concederse a la obra resultante la misma licencia o una licencia
equivalen- te de Creative Commons. Si se hace una adaptación de la
obra, incluso traducciones, debe añadirse la siguiente nota de
descargo junto con la forma de cita propuesta: “La presente
adaptación no es obra de la Organización Panamericana de la Salud
(OPS). La OPS no se hace responsable del contenido ni de la
exactitud de la adaptación. La edición original en inglés será el
texto auténtico y vinculante”.
Toda mediación relativa a las controversias que se deriven con
respecto a la licencia se llevará a cabo de conformidad con las
Reglas de Mediación de la Organización Mundial de la Propiedad
Intelectual.
Forma de cita propuesta. Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield, Esa
Österberg, Jürgen Rehm, coordi- nadores. Herramienta sobre
políticas tributarias y de precios del alcohol. Washington, D.C.:
Organiza- ción Panamericana de la Salud; 2018. Licencia: CC
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la Salud (OPS), juicio alguno sobre la condición jurídica de
países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni
respecto del trazado de sus fronteras o límites. Las líneas
discontinuas en los mapas representan de manera aproximada
fronteras respecto de las cuales puede que no haya pleno
acuerdo.
La mención de determinadas sociedades mercantiles o de nombres
comerciales de ciertos productos no implica que la OPS los apruebe
o recomiende con preferencia a otros análogos. Salvo error u
omisión, las denominaciones de productos patentados llevan letra
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La OPS ha adoptado todas las precauciones razonables para verificar
la información que figura en la presente publicación, no obstante
lo cual, el material publicado se distribuye sin garantía de ningún
tipo, ni explícita ni implícita. El lector es responsable de la
interpretación y el uso que haga de ese material, y en ningún caso
la OPS podrá ser considerada responsable de daño alguno causado por
su utilización.
Índice
Prefacio V Agradecimientos VI Abreviaturas VII Resumen IX
Introducción 1 Sección 1: Necesidad de contar con políticas
tributarias y de precios del alcohol 5 Sección 2: Conceptos
económicos para personal de salud pública 21 Sección 3: Diseño de
las políticas tributarias y de precios 33
Capítulo 3.1 Conceptos económicos básicos sobre el diseño de una
política tributaria y de precios 34 Capítulo 3.2 Políticas
tributarias y de precios entre los países: Resultados de la
Encuesta mundial sobre alcohol y salud del 2012 47
Sección 4: Aspectos relativos a la ejecución de las políticas
tributarias y de precios 55
Capítulo 4.1 Aspectos generales de la ejecución de las políticas
tributarias y de precios del alcohol 56 Capítulo 4.2 Efecto del
consumo no registrado sobre la tributación 66 Capítulo 4.3 Aspectos
especiales relacionados con la ejecución de las políticas
tributarias y de precios del alcohol 69 Capítulo 4.4 Impuesto para
fines específicos 84
Referencias 87
Índice de cuadros
Índice de figuras
Índice de recuadros
Cuadro 1.1. Elasticidad precio de la demanda por tipo de bebida en
países p.9 de ingresos altos y en países de ingresos bajos y
medianos Cuadro 1.2. Elasticidad precio de diversos resultados en
materia p.10 de salud en países de ingresos altos Cuadro 2.1.
Relación entre tres impuestos al alcohol y cuatro tipos de bienes
p.28 Cuadro 2.2. Ecuaciones que ilustran las definiciones de precio
del etanol (PE), p.30 precio de la bebida (PB) y precio de la
bebida por unidad de etanol (PBUE) Cuadro 3.1. Comparación de los
atributos de tres métodos impositivos p.37 (específico, ad valorem
y unitario) en mercados oligopólicos o monopólicos Cuadro 3.2.
Comparación de los atributos de los diversos modelos p.44 de
tributación y precios en oligopolios y monopolios Cuadro 4.1.
Resumen de costos de transición probables desde la perspectiva p.79
de cada sector dentro de un país dado Cuadro 4.2. Costos totales a
nivel poblacional, efectos y costo eficacia de las p.82
intervenciones para reducir el consumo nocivo del alcohol
Fig. 1.1. Diagrama de la prevención a corto y largo plazo del daño
atribuible p.13 al alcohol como resultado de las políticas de
control Fig. 1.2. Consumo o producción eficiente cuando se tiene en
cuenta la externalidad p.16 que causa un determinado producto Fig.
2.1. Equilibrio entre demanda y oferta p.23 Fig. 2.2. Relación
entre tributación, precio y equilibrio p.24 Fig. 2.3. Relación
entre el precio mínimo y el equilibrio de utilidad p.25 Fig. 2.4.
Modelo hipotético de una bebida alcohólica p.29 Fig. 3.1.
Comparación de la tasa impositiva por unidad de etanol para cuatro
tipos de tributación: tributación específica (ES), CEA que favorece
la tributación específica, CEA que favorece la tributación ad
valorem y tributación ad valorem (AV) p.40 Fig. 3.2. Comparación de
la tasa impositiva por unidad de etanol para tres p.41 tipos de
tributación (ad valorem con piso específico, específica y ad
valorem) Fig. 3.3. Tasas notificadas del impuesto al valor agregado
por país para el 2012 p.49 Fig. 3.4. Aplicación del impuesto al
consumo sobre la cerveza, el vino p.50 y los licores por país para
el 2012 Fig. 3.5. Métodos de impuesto al consumo de alcohol
notificados en la Encuesta p.51 mundial sobre alcohol y salud del
2012 Fig. 4.1. Tipos y ejemplos de alcohol no registrado, basado en
Lachenmejer et al., 2013 p.66
Recuadro 4.1. Financiamiento de la Fundación ThaiHealth mediante un
impuesto p.85 adicional a los impuestos al consumo de alcohol y
tabaco
V
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
Prefacio El consumo nocivo de alcohol es uno de los factores de
riesgo más importantes de la carga mundial de enfermedades y
traumatismos. Es un factor causal de más de 200 proble- mas de
salud, incluidos los trastornos mentales y de conducta y
enfermedades no transmi- sibles (ENT) graves, así como de
colisiones de tránsito, violencia y suicidios. También tiene un
efecto importante sobre el desarrollo y los resultados del
tratamiento de algunas enferme- dades infecciosas graves como la
tuberculosis y la infección por el VIH/sida. Igualmente, es- tamos
comenzando a comprender mejor la repercusión que puede tener sobre
las personas más allá del consumidor y que a veces este efecto es
devastador.
Para reducir esta carga, los gobiernos deben formular y aplicar
estrategias e interven- ciones que descansen tanto sobre la
evidencia como sobre una ética sólida. La OMS está comprometida a
asistir a los países en esta tarea. En el 2010, la Asamblea Mundial
de la Salud aprobó una resolución que respalda la Estrategia
mundial para reducir el uso nocivo del alcohol. En dicha resolución
se insta a los países a fortalecer las respuestas nacionales a los
problemas de salud pública causados por el consumo nocivo de
alcohol. El Plan de acción mundial para la prevención y el control
de las ENT 2013-2020 de la OMS incluye el uso nocivo del alcohol
como uno de los cuatro factores de riesgo clave de las ENT y hace
un llamado a lograr una reducción relativa del consumo nocivo de al
menos 10%.
La inclusión de la meta de fortalecer la prevención y el
tratamiento del abuso de sustancias adictivas, incluido el consumo
nocivo de alcohol, en el objetivo de salud de la Agenda 2030 de las
Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible es otro ejemplo que
ilustra y reconoce la importancia de reducir el consumo nocivo de
alcohol para el desarrollo de nuestras sociedades.
En la estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol,
las políticas de precios son una de las herramientas clave
recomendadas a los gobiernos. El plan de acción de la OMS sobre las
ENT contiene un menú de opciones sobre políticas e intervenciones
costo-eficaces para ayudar a los Estados Miembros a emprender
acciones de prevención y control de las principales ENT. En una
lista actualizada de las políticas más eficaces y complementarias
se recomienda aumentar los impuestos al consumo de bebidas
alcohólicas como una de las in- tervenciones más costo-eficaces a
disposición de los gobiernos.
La presente herramienta se ha creado en el marco de un memorando de
entendimien- to entre ThaiHealth y la OMS como parte de un esfuerzo
más amplio de esta última por generar herramientas técnicas y
materiales de apoyo para la implementación de la estrategia mundial
para reducir el uso nocivo del alcohol. Expresamos nuestro
agradecimiento a Thai- Health por colaboración y dedicación de
tanto tiempo. Espero que esta herramienta contri- buya a mejorar el
conocimiento y la competencia sobre las políticas tributarias y de
precios entre los profesionales de la salud pública y los
defensores de las políticas de control del alcohol. Esto les
permitirá velar más eficazmente por la inclusión de perspectivas
clave de salud pública en el diseño y la ejecución de las políticas
de impuestos y precios para el alcohol.
Shekhar Saxena Director, Departamento de Salud Mental y Abuso de
Sustancias Organización Mundial de la Salud
VI
Agradecimientos
La elaboración de esta herramienta estuvo a cargo del Centro de
Estudios sobre el Alcohol de Tailandia y el Centro de Adicciones y
Salud Mental del Canadá. La herra- mienta nace en el marco de un
memorando de entendimiento entre la Organización
Mundial de la Salud y la Fundación Tailandesa de Promoción de la
Salud (ThaiHealth). Bundit Sornpaisarn, Gerente General Adjunto de
ThaiHealth, y Jürgen Rehm, Director del Centro Colaborador de la
OMS para Adicciones y Salud Mental y Director Principal del
Instituto de Investigación en Políticas de Salud Mental del Centro
de Adicciones y Salud Mental, tuvieron a su cargo la coordinación
general de la herramienta, en consulta con Vladimir Poznyak y Dag
Rekve (Departamento de Salud Mental y Abuso de Sustan- cias de la
OMS).
Los editores de esta herramienta son Bundit Sornpaisarn, Kevin D.
Shield, Esa Österberg, Jürgen Rehm.
La herramienta contó con los aportes técnicos de las siguientes
personas: Peter Anderson, John E. Ataguba, Ben Baumberg, Luis
Miguel Galindo, Esa Österberg, Jürgen Rehm, Kevin D. Shield y
Bundit Sornpaisarn. Los revisores fueron Richard Bird, Surasak
Chaiyasong, William C. Kerr, Isidore S. Obot, Thaksaphon
Thamarangsri, Weranuch Wongwatanakul, Nicole Vellios y Corné van
Walbeek.
Agradecemos a las siguientes personas sus contribuciones a
secciones específicas de esta herramienta:
Sección 1: Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield, John E. Ataguba,
Luis Miguel Galindo, Jürgen Rehm; Sección 2: Bundit Sornpaisarn,
Esa Österberg, Kevin D. Shield, Jürgen Rehm; Sección 3. Capítulo
3.1: Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield, Esa Österberg, Jürgen
Rehm. Capítulo 3.2: Jürgen Rehm, Kevin D. Shield; Sección 4.
Capítulo 4.1: Bundit Sornpaisarn, Esa Österberg. Capítulo 4.2:
Jürgen Rehm. Capítulo 4.3: Peter Anderson, Ben Baumberg. Capítulo
4.4: Esa Österberg, Bundit Sor- npaisarn.
David Bramley (Suiza) se ocupó de la edición del libro en
inglés.
Chuthaporn Kaewmungkun y Pimdee Karnpim Publishing Company
(Tailandia) se encar- garon del diseño gráfico y la
maquetación.
Esta obra recibió el respaldo financiero de ThaiHealth y el Centro
de Estudios sobre el Alcohol, Tailandia.
VII
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
Abreviaturas Afr AGCS Amr APE AV AVAD CEA CM EM ENT EP EPCD ES Eur
FTE GATT GSAH HoReCo IC IGV IPP IPU IVA LPC OMC OMS ONUDI PB PBUE
PE PIB-PPP RCE ThaiHealth UE Wpr
Región de África de la OMS Acuerdo General sobre el Comercio de
Servicios Región de las Américas de la OMS [tributación] ad valorem
con piso específico [tributación] ad valorem años de vida ajustados
en función de la discapacidad [tributación] combinada específica y
ad valorem costo marginal externalidad marginal enfermedades no
transmisibles elasticidad precio elasticidad precio cruzada de la
demanda [tributación] específica Región de Europa de la OMS
empleado equivalente de tiempo completo (por su sigla en inglés)
Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (por su sigla
en inglés) encuesta mundial sobre alcohol y salud (por su sigla en
inglés) hoteles, restaurantes y sectores de servicio de comidas
intervalo de confianza impuesto general a las ventas impuesto
debido como porcentaje del precio al por menor impuesto debido por
unidad de etanol Impuesto al valor agregado listo para consumo
Organización Mundial del Comercio Organización Mundial de la Salud
Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial
precio de la bebida precio de la bebida por unidad de etanol precio
del etanol producto interno bruto ajustado por la paridad de poder
de compra razón de costo-eficacia Fundación Tailandesa de Promoción
de la Salud Unión Europea Región del Pacífico Occidental de la
OMS
Resumen
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El conjunto de la bibliografía técnica ha ilustrado la eficacia de
las políticas tribu- tarias y de precios para controlar los
problemas de salud pública asociados al alcohol. En efecto, ese
conocimiento llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a
incluir me- didas de imposición de gravámenes y control de precios
entre las políticas recomendadas en su Estrategia mundial para
reducir el uso nocivo de alcohol. La información también ha llevado
a funcionarios de la salud pública y defensores no economistas de
las medidas de control del alcohol a apoyar cada vez más este tipo
de políticas para el alcohol. Sin em- bargo, el diseño y la
ejecución de estas políticas se encuentran normalmente en manos de
funcionarios de hacienda, quienes por lo general se preocupan más
por las finanzas públicas que por las perspectivas de salud
pública. En razón de lo anterior, esta herra- mienta de apoyo ha
sido diseñada para informar a los funcionarios de salud pública y
los defensores no economistas de las políticas de control del
alcohol sobre cómo sostener unas deliberaciones y negociaciones
eficaces con los funcionarios financieros. El objetivo es integrar
las perspectivas de salud pública al diseño y la ejecución de
políticas tributa- rias y de fijación de precios. En esta
herramienta se explican conceptos económicos pertinentes y se
presentan pruebas sobre políticas de salud pública eficaces para
ayudar al personal de salud pública y a los promotores no
economistas de medidas de control del alcohol a comprender mejor
las políticas tributarias y de precios del alcohol.
Las políticas tributarias y de precios del alcohol tienen varios
beneficios econó- micos, sociales y de salud pública, pues tienen
la capacidad de: 1) generar ingresos fisca- les, 2) reducir el
consumo de alcohol y los daños asociados al mismo (lo que abarca
tanto externalidades como internalidades) a nivel de diversos
grupos, incluidos los jóvenes y los bebedores empedernidos, y 3)
prevenir la iniciación a la bebida, que es una estrategia
preventiva importante en países de ingresos medianos y bajos con
una alta prevalencia de abstemios de toda la vida. Aunque persiste
la controversia en torno a si debe gravar- se el consumo social de
alcohol o sólo su consumo nocivo, existen varias razones para
apoyar la acción de los gobiernos de gravar las bebidas alcohólicas
en general para con- trolar los problemas que resultan del consumo
nocivo de alcohol.
En esta herramienta se explica una serie de conceptos económicos
importantes básicos, entre ellos: equilibrio entre oferta y
demanda, mecanismos de precios de la tri- butación y precio mínimo,
elasticidad precio y elasticidad tributaria, precio y demanda en
diferentes estructuras de mercado, reacciones a corto y largo plazo
del mercado del al- cohol asociadas a los cambios en las políticas
tributarias y de precios, impuesto al con- sumo de alcohol,
impuesto aduanero e impuesto general, nociones básicas sobre la es-
tructura de una bebida alcohólica y limitación del modelo
económico. El consumo de alcohol y su control por medio de
políticas tributarias y de precios operan mediante un mecanismo de
equilibrio entre la demanda y la oferta, con elementos que tienen
que ver con los aumentos de precios, las disminuciones del consumo,
las disminuciones de los precios y los aumentos del consumo. Sin
embargo, los efectos de las políticas tributarias
Resumen
XI
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
y de precios varían según las diferentes estructuras de mercado y
el tiempo que trans- curre hasta medir los efectos después de su
aplicación. Una herramienta que puede aplicarse a las bebidas
alcohólicas con el objetivo específico de generar ingresos tributa-
rios o controlar el consumo es el impuesto al consumo; es la mejor
herramienta que un gobierno puede usar, en comparación con el
arancel aduanero y el impuesto general.
En el mundo se emplean distintos tipos de métodos de impuesto al
consumo de alcohol. Existen los métodos tributarios uniformes —como
el gravamen específico (que se calcula con base en la cantidad de
etanol presente en una bebida), el gravamen ad valorem (que se basa
en el precio de la bebida alcohólica) y el gravamen unitario (que
se basa en el volumen de la bebida alcohólica)— y los métodos
tributarios combinados (una mezcla de dos o más de los métodos
tributarios básicos), como la combinación del im- puesto específico
y el impuesto ad valorem, y el impuesto ad valorem con un piso
espe- cífico. Estos métodos tienen diferentes atributos que pueden
ser apropiados para dife- rentes contextos y diferentes objetivos
de control del alcohol.
Los gobiernos deberían tener en cuenta tres objetivos a la hora de
considerar la aplicación de un modelo determinado de impuesto al
consumo de alcohol: 1) la generación de ingresos tributarios, 2) el
control del consumo de alcohol y de los problemas de salud pública
causados por éste, y 3) la prevención de la iniciación a la bebida
(para países con una alta prevalencia de abstinencia de toda la
vida). Evaluaciones basadas en estos tres objetivos indican que el
impuesto específico puede ser apropiado para los países de in-
gresos altos que tienen una alta prevalencia de consumidores de
alcohol, ya que promue- ve el consumo de bebidas con bajo contenido
de alcohol en lugar de las bebidas con alto contenido, lo que
resulta en una reducción del consumo total de alcohol. La
tributación ad valorem con un piso específico y la combinación de
un impuesto específico con un impues- to ad valorem pueden resultar
apropiados para los países de ingresos bajos y medianos, pues
promueven el consumo de bebidas con un contenido medio de alcohol,
lo que, cabría esperar, reduciría el consumo total de alcohol entre
los bebedores empedernidos y pre- vendría la iniciación al alcohol
entre los jóvenes. El gobierno puede aplicar una medida de precio
mínimo para controlar los problemas causados por las bebidas
alcohólicas baratas.
Se usan dos indicadores para evaluar el alcance de una tasa
impositiva, a saber: el impuesto debido como porcentaje del precio
al por menor y el impuesto debido por unidad de etanol. El primer
indicador es mejor para medir la incidencia tributaria (que mide la
carga impositiva sobre la distribución del ingreso), mientras que
el segundo es mejor para medir cuánto de la carga tributaria recae
sobre cada unidad de etanol. Ambos indicadores deben aplicarse al
comparar las tasas del impuesto al consumo de alcohol entre los
países.
Los métodos de tributación del alcohol varían tanto a nivel mundial
como de país, ya que las provincias, regiones y estados adoptan
enfoques diferentes en esta materia. La Encuesta mundial sobre el
alcohol y la salud del 2012 reveló que 11 países no gravaban la
cerveza, 28 países no gravaban el vino y 15 países no gravaban los
licores; muchos de
XII
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estos países no gravan el alcohol por razones históricas. Además,
los métodos de impues- to al consumo varían considerablemente por
país y, en varios casos, al interior mismo de los países. Por lo
tanto, es necesario determinar qué tipos de métodos impositivos
fun- cionan mejor, teniendo en cuenta una variedad de
circunstancias tanto entre como dentro de los países.
Para poder abogar por la adopción de políticas tributarias y de
precios para el alcohol, el personal de salud pública y los
defensores no economistas de las políticas de control del alcohol
deben comprender los problemas que se presentan con la ejecución de
dichas políticas. Por lo general, los impuestos al consumo son
recaudados por funcionarios de aduanas e impuestos, quienes los
cobran a los importadores y productores en el pun- to de ingreso de
los productos al mercado mayorista o minorista. La recaudación
requie- re alguna forma de registro o licencia de todos los
productores de alcohol o de los lugares de producción.
La administración tributaria debe ser eficaz y eficiente. La
eficacia de la adminis- tración tributaria depende de asegurar
altas tasas de cumplimiento por parte de los contribuyentes,
mientras que su eficiencia requiere la disminución de los gastos
adminis- trativos respecto de los ingresos recaudados. Una
administración tributaria eficaz y efi- ciente debe contar con un
ente administrativo fuerte y un sistema tributario bien diseña- do.
Una política bien diseñada de impuesto al consumo se caracteriza
por su transparencia y facilidad de definición, lo cual aumenta su
eficiencia y, en consecuencia, reduce los gastos
administrativos.
La administración eficaz de los impuestos al consumo requiere una
cooperación bien establecida entre los contribuyentes y el
organismo de administración tributaria. En los países con sistemas
de recaudación fiscal bien establecidos, los impuestos al consumo
son administrados con base en el registro, la declaración y el pago
de los gravámenes por parte de los contribuyentes. Por su parte,
las autoridades tributarias toman medidas de observancia
encaminadas a velar por el cumplimiento por medio de la
verificación. En los países con sistemas de administración
deficientes, el “cumplimiento obligado” general- mente se lleva a
cabo con la imposición de un control físico sobre el proceso de
producción y fabricación y la aplicación de diversas clases de
timbres fiscales.
El gobierno debe ser consciente de que puede producirse un consumo
sustitutivo entre diversas categorías de bebidas alcohólicas como
resultado de las políticas tributa- rias y de precios. También
debería aumentar las tasas impositivas con regularidad, te- niendo
en cuenta la inflación y el ingreso de la población, para lograr
que las políticas de tributación y precios sean más eficaces que
asequibles.
El gobierno debería tomar medidas para prevenir la elusión fiscal y
la evasión fiscal a fin de aplicar las políticas tributarias y de
precios con eficacia. La elusión fiscal es legal; es un cambio en
la actividad económica o de otro tipo encaminada a reducir el pago
de impuestos. Pero la evasión fiscal entraña actividades ilegales
que buscan evitar el pago de impuestos.
XIII
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
El gobierno puede tender a modificar las políticas tributarias y de
precios para proteger las ventas de los productos de alcohol
nacionales. El personal de salud públi- ca y los defensores de las
políticas de control del alcohol deberían estar al tanto de esta
situación porque, a medida que aumenta la brecha tributaria, los
consumidores cambian a un producto con un impuesto menor, lo que
resta eficacia a la política impo- sitiva y genera dificultades
para controlar los problemas causados por el alcohol. Ade- más,
cuando los fabricantes, mayoristas o minoristas prevén un aumento
de los impues- tos, pueden abastecerse de más bebidas alcohólicas
gravadas a la tasa vigente o una tasa menor, de forma que un
aumento de los impuestos al alcohol reduce la eficacia de las
políticas impositivas. En vista de ello, el gobierno debería
considerar mantener la discreción en relación con la divulgación de
información sobre posibles aumentos de los impuestos al
alcohol.
Para ser realmente eficaz en el diseño y la ejecución de las
políticas tributarias y de precios, el gobierno necesita varios
tipos de información: participación de mercado de las distintas
categorías de bebidas alcohólicas, ventas de alcohol para su
consumo dentro y fueras de los establecimientos, consumo de alcohol
registrado y no registrado, así como sustitución entre y dentro de
estas categorías de bebidas alcohólicas y elasti- cidad precio
propio y precio cruzada de varios tipos de alcohol. A menudo esta
informa- ción no está disponible, aunque con ella el gobierno puede
emplear mejor las políticas impositivas y de precios.
El consumo no registrado es todo el consumo de alcohol que no se
registra en el país donde se consume. Esto incluye la elaboración
casera, las compras transfronterizas, el alcohol de sustitución, la
producción casera y artesanal ilegal y la producción ilegal y el
contrabando a escala (industrial) comercial. Si bien no hay duda
del efecto de las compras transfronterizas sobre el consumo de
alcohol y el daño atribuible a éste, su repercusión general sobre
la salud pública mundial no es tan grande como se quiere hacer ver.
Como el consumo no registrado constituye una porción considerable
del total del consumo de alcohol, debería reducirse o controlarse
mejor como parte de una política nacional sobre el alcohol que
integre diferentes medidas, incluida la tributación. Un mayor
control del alcohol no registrado puede dar lugar a medidas
impositivas cada vez más eficaces. Pue- den aplicarse las
siguientes medidas para reducir el consumo no registrado: la
prohibición de los compuestos tóxicos usados para desnaturalizar el
alcohol (por ejemplo, metanol) puede mejorar los resultados en
materia de salud asociados al consumo de alcohol de sustitución;
entre las medidas que limitan el comercio ilegal y la falsificación
pueden mencionarse la introducción de timbres fiscales y la
vigilancia electrónica del comercio de alcohol; un aumento general
del cumplimiento de las leyes; y el ofrecimiento de incentivos
financieros a los productores domésticos y de pequeña escala para
el registro y el control de calidad.
Tampoco cabe duda de que los tratados comerciales repercuten sobre
la libertad para ejecutar las políticas en materia de alcohol, pero
ello no debe llevar a las instancias normativas a denegar la
consideración de políticas que son totalmente legítimas en el
sistema actual de intercambio comercial. En términos generales, las
autoridades tienen la libertad de adoptar políticas sobre el
alcohol siempre que éstas no sean más restricti-
XIV
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vas del comercio de lo necesario para proteger la salud y no sean
discriminatorias. Si bien las políticas de precios del alcohol
pueden conducir a ciertos costos de ajuste a corto plazo, la
mayoría de los economistas esperarían que, a largo plazo, el efecto
sobre el empleo sea cero. En general, las políticas comerciales
probablemente aumenten los daños relacionados con el alcohol en
razón de su efecto sobre las políticas que son total o par-
cialmente proteccionistas. Sin embargo, los países pueden
reglamentar por razones pu- ramente sanitarias. La incertidumbre en
torno a los tratados de comercio —y los reclamos exagerados que
hacen las empresas— podría obstaculizar las iniciativas nacionales
de formulación de políticas y puede hacer que las principales
instancias normativas eviten considerar políticas que son
totalmente legítimas en el sistema comercial vigente. Para evitar
esta posibilidad, es necesario enviar un claro mensaje a las
autoridades de que, en general, pueden adoptar casi cualquier
política sanitaria relacionada con el alcohol siem- pre que no sea
discriminatoria ni más restrictiva del comercio de lo
necesario.
Si las personas gastan menos dinero en alcohol, gastarán más dinero
en otros bienes, lo que generará empleos en otros sectores de la
economía. Por consiguiente, los costos que deben considerarse son
los costos de ajuste a mediano y corto plazo (es decir, en el
transcurso de algunos años). El alcohol genera costos económicos
para la sociedad, como aquellos relacionados con la atención de
salud, los servicios policiales (más los tri- bunales y las
prisiones), la prevención de delitos, daños a la propiedad, daños
por acci- dentes de tránsito, productividad laboral, desempleo y
muerte prematura. También puede relacionarse con parte del
considerable costo de la infección por el VIH/sida en algunos
países. Las políticas sobre el alcohol podrían reducir los costos
en estas áreas. Se estima que estas reducciones de costos superan
en gran medida cualquier posible desventaja económica de las
políticas de precios del alcohol.
Una buena estrategia para asegurar una fuente de financiamiento
fiable y soste- nible para apoyar las actividades de promoción de
la salud y controlar los problemas causados por el consumo nocivo
de alcohol es destinar una porción de los impuestos al consumo de
productos de alcohol (y otros productos como el tabaco). Puede
establecer- se un presupuesto especial por decisión del gobierno
sin pasar por un acto legislativo (llamado “impuesto exclusivo”) o
a través de un proceso a cargo del poder legislativo (denominado
“impuesto para fines específicos”). Las fuentes de este presupuesto
también pueden ser un impuesto al consumo existente (para fines
específicos), o bien otra fuente además del impuesto al consumo
existente (“impuesto adicional”). Un número cada vez mayor de
países ha adoptado este eficaz mecanismo financiero tras su
establecimiento en Australia en 1983, y la bibliografía académica
muestra la eficacia de aplicar mecanismos financieros de esta
clase. Los gobiernos pueden considerar usar esta estrategia
financie- ra si necesitan un mecanismo de financiamiento sostenible
para controlar los problemas causados por el consumo de
alcohol.
El objetivo de esta herramienta de apoyo es ayudar al personal de
salud pública y los defensores no economistas de las políticas de
control del alcohol a debatir, argu- mentar y negociar eficazmente
con los funcionarios de finanzas a fin de lograr la inclu- sión de
las perspectivas de salud pública en el diseño y la ejecución de
las políticas tri- butarias y de precios.
Introducción
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La Estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol de la
Organización Mundial de la Salud (OMS), respaldada por la 63ª.
Asamblea Mundial de la Salud en mayo del 2010, menciona las
políticas de imposición tributaria y de fijación de precios del
alco- hol entre las intervenciones más eficaces para reducir el
consumo nocivo de alcohol (OMS, 2010a). Para apoyar a los Estados
Miembros en su ejecución de las políticas impositivas y de precios
del alcohol, la OMS y la Fundación Tailandesa de Promoción de la
Salud (Thai- Health) acordaron crear la herramienta de la OMS sobre
políticas tributarias y de precios del alcohol. Esta herramienta
aporta evidencia sobre la eficacia de las intervenciones en este
ámbito y ofrece directrices para su ejecución. La herramienta fue
creada mediante un memorando de entendimiento entre la OMS y
ThaiHealth, y se basa en el marco de las iniciativas
internacionales de investigación de la OMS sobre el alcohol, la
salud y el desa- rrollo. Este proyecto fue desarrollado por el
Centro de Estudios sobre el Alcohol de Tai- landia y el Centro de
Adicciones y Salud Mental el Canadá.
El conjunto de la bibliografía técnica ha ilustrado la eficacia de
las políticas tribu- tarias y de precios para controlar los
problemas de salud pública asociados al alcohol (Babor et al.,
2010; Elder et al., 2010; Gallet, 2007; Anderson et al., 2009;
Wagenaar et al., 2009b; Wagenaar et al., 2010). Este conocimiento
ha llevado a los funcionarios de la salud pública y los
representantes no economistas de las medidas de control del alcohol
a abogar cada vez más por este tipo de políticas para el alcohol.
Sin embargo, el diseño y la ejecución de estas políticas se
encuentran normalmente en manos de funcionarios de hacienda, cuyos
intereses se inclinan hacia las finanzas públicas y no hacia la
salud pública (Cnossen, 2005; New Zealand Law Commission, 2010).
Estos funcionarios por lo general citan cinco argumentos
relacionados con las políticas tributarias y de precios, a saber:
1) no está claro por qué el gobierno debería controlar los
problemas causados por el consumo de alcohol mediante la aplicación
de políticas impositivas y de precios; 2) la generación de ingresos
fiscales no debería disminuir a raíz de la aplicación de políticas
tributarias y de precios al alcohol; 3) sería preferible adoptar
políticas diferentes a las de impuestos y precios; 4) los
gravámenes deberían aplicarse a los grandes consumidores de alcohol
y no a los bebedores sociales (Cnossen, 2005; New Zealand Law
Commission, 2010); y 5) existen dificultades para hacer frente a
problemas como el diseño y la ejecu- ción de políticas impositivas
y de precios, así como al consumo de alcohol no registrado.
El objetivo de esta herramienta no es convencer a los funcionarios
de hacienda de aplicar políticas impositivas y de precios para
controlar el consumo de alcohol y los daños que éste causa. El
objetivo es más bien informar al personal de salud pública y los
defenso- res no economistas de las políticas de control del alcohol
sobre cómo sostener unos debates y negociaciones eficaces con
dichos funcionarios. La meta es integrar las perspectivas de salud
pública al diseño y la aplicación de las políticas tributarias y de
precios. Para ello, se explican en esta herramienta conceptos
económicos pertinentes y se aporta evidencia sobre la eficacia de
las políticas para aumentar la comprensión del personal de salud
pública y los defensores no economistas sobre las políticas
impositivas y de precios del alcohol.
Introducción
3
Esta herramienta se divide en cuatro secciones:
La necesidad de contar con políticas tributarias y de precios para
el alcohol. La sección 1 contiene los argumentos que justifican la
adopción de este tipo de po- líticas desde las perspectivas de la
salud pública, la economía y otras. En esta sección se presentan
evidencia sobre los daños y las externalidades que causa el consumo
de alcohol, la eficacia y la costo-eficacia de las políticas
impositivas y de precios, una respuesta al dilema entre la
generación de ingresos tributarios y el control del consumo de
alcohol y un análisis de la imposición tributaria al uso nocivo y
el consumo social de alcohol. Esta sección finaliza con una
descripción de las limitaciones de las políticas tributarias y de
precios.
Conocimientos básicos de conceptos económicos para el personal de
salud públi- ca. En la sección 2 se explican varios conceptos
económicos básicos: equilibrio entre la oferta y la demanda;
mecanismos de precios de la tributación y precio mínimo;
elasticidad de precio y elasticidad tributaria; precio y demanda
bajo dife- rentes estructuras de mercado; reacciones a corto y
largo plazo del mercado de alcohol a los cambios en las políticas
tributarias y de precios; impuesto al alcohol, impuesto aduanero e
impuesto general; nociones básicas sobre la estructura de una
bebida alcohólica; y limitaciones del modelo económico.
Problemas con el diseño de las políticas tributarias y de precios.
La sección 3 contiene dos capítulos. En el primero se explican los
conceptos básicos de los métodos de tributación, base imponible,
precio mínimo, indicadores que evalúan la calidad de los métodos
impositivos e indicadores que evalúan el alcance de las tasas
impositivas. El segundo capítulo contiene información
epidemiológica sobre los métodos impositivos empleados en el mundo
con base en los datos de la En- cuesta mundial de la OMS sobre
alcohol y salud del 2010.
Implementación de las políticas tributarias y de precios. La
sección 4 está com- puesta de cuatro capítulos cortos. En el primer
capítulo se aborda la ejecución general de las políticas
tributarias y de precios, como: administración tributaria, efecto
de sustitución, asequibilidad y determinación de las tasas
impositivas, si- metría de la elasticidad de precios, elusión
fiscal y evasión fiscal, protección de marcas nacionales,
tributación del alcohol y los pobres y tributación y acapara-
miento. El segundo capítulo se centra en el efecto del consumo de
alcohol no re- gistrado sobre la tributación. En el tercer capítulo
se tratan problemas específicos de las políticas impositivas y de
precios del alcohol, incluidas las prácticas de los acuerdos de
comercio, la economía y otras políticas de control del alcohol. El
cuarto capítulo está dedicado a los impuestos para fines
específicos.
1.
2.
3.
4.
5
Sección 1 Necesidad de contar con políticas tributarias
y de precios del alcohol
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Bundit Sornpaisarn, Kevin D. Shield, John E. Ataguba, Luis Miguel
Galindo, Jürgen Rehm
Una mayor comprensión de la necesidad de contar con políticas
tributarias y de precios del alcohol por parte de los gobiernos, el
personal de salud pública y los defenso- res de las políticas de
control del alcohol puede conducir al mejoramiento de dichas polí-
ticas. El diseño y la ejecución de unas políticas impositivas y de
precios apropiadas para el alcohol pueden incrementar al máximo la
posibilidad de reducir las cargas sanitarias y sociales del consumo
de alcohol. En esta sección se presentan los argumentos que justi-
fican la adopción de políticas tributarias y de precios del alcohol
desde tres perspectivas: 1) la perspectiva de salud pública, 2) la
perspectiva económica y 3) otras perspectivas.
Importancia de las políticas tributarias y de precios del alcohol
desde una perspectiva de salud pública
Los gobiernos requieren políticas impositivas y de precios del
alcohol que se hayan formulado después de tomar en cuenta
inquietudes relativas a la salud pública, por las siguientes
razones:
Los problemas relacionados con el alcohol son considerables y van
en aumento
El consumo de alcohol está asociado a más de 200 enfermedades
definidas en la Clasificación Internacional de Enfermedades
(CIE-10) como códigos de enfermedades de tres dígitos (Rehm et al.,
2010a).
En el 2013, el alcohol fue el séptimo factor principal de riesgo
—después de los riesgos alimentarios, la hipertensión, la
desnutrición maternoinfantil, el tabaquismo, la contaminación del
aire y un índice de masa corporal alto— para la carga mundial de
mor- bilidad, medida en años de vida ajustados en función de la
discapacidad (AVAD) perdidos, que es una medida de los años
perdidos por muerte prematura y los años perdidos por discapacidad
(Forouzanfar et al., 2015). En el 2013, el consumo de alcohol fue
la causa de 2,8 millones de defunciones (0,8 millones de mujeres y
2,0 millones de hombres) de un total de 54,9 millones de muertes en
todo el mundo, y fue responsable de 99,3 millones de AVAD perdidos
(20,9 millones de AVAD femeninos y 78,4 millones de AVAD
masculinos) de un total de 2.449,8 millones de AVAD perdidos a
nivel mundial (Forouzanfar et al., 2015). Ese mismo año, el alcohol
representó 5,1% (intervalo de confianza [IC] de 95%:
3,9-6,0%)
Sección 1: Necesidad de contar con políticas tributarias
y de precios del alcohol
La carga de los problemas relacionados con el alcohol es sustancial
y va en aumento. El precio del alcohol es el factor que más influye
sobre el consumo de alcohol y sus daños. Las políticas tributarias
y de precios del alcohol se encuentran entre las medidas más
efectivas y costo-eficaces de control del alcohol. Las políticas
tributarias y de precios del alcohol pueden prevenir la iniciación
a la bebida.
7
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
de todas las defunciones a nivel mundial y 4,1% (IC 95%: 3,3-4,6%)
del total de AVAD perdidos en todo el mundo (Forouzanfar et al.,
2015). La carga del consumo de alcohol aumentó entre 1990 y el
2013. El alcohol fue causante de 4,2% de todas las defunciones en
1990 y responsable de 3,0% de todos los AVAD perdidos ese año
(Forouzanfar et al., 2015). La clasificación del consumo de alcohol
respecto de otros factores de riesgo de la carga mundial de
morbilidad ha permanecido igual, pues el consumo de alcohol también
se ubicó como la séptima causa principal de los AVAD perdidos en
1990 (Forouzanfar et al., 2015). Rehm et al. (2009) también
observaron un aumento de la carga mundial de morbilidad atribuible
al alcohol.
La carga de morbilidad es un problema creciente para los países de
ingresos bajos y medianos. A medida que aumenta el producto interno
bruto ajustado por la paridad de poder de compra (PIB-PPP), de
igual manera aumenta el consumo de alcohol (Shield et al., 2011).
Además, las poblaciones de los países de ingresos bajos y medianos
experimentan un grado mayor de daño comparadas con las de los
países de ingresos altos por la misma cantidad de alcohol consumido
(OMS, 2011).
El consumo de alcohol también crea una carga económica sustancial
(Rehm et al., 2009). Rehm et al. demostraron que el costo económico
promedio ponderado del consumo de alcohol fue 2,5% del PIB-PPP
entre un determinado número de países de ingresos altos (Canadá,
Francia, Escocia y Estados Unidos), y también mostraron que el
costo social promedio del consumo de alcohol fue 2,1% del PIB-PPP
para determinados países de in- gresos medianos (República de Corea
y Tailandia) (Rehm et al., 2009). Aunque se observa una carga
económica algo mayor en los países de ingresos altos comparados con
los paí- ses de ingresos bajos y medianos, la carga económica del
consumo de alcohol aumentará para los países de ingresos bajos y
medianos porque el consumo de alcohol per cápita en estos países
aumenta a medida que aumenta el PIB-PPP (Shield et al.,
2011).
Los problemas causados por el consumo de alcohol son considerables
y están aumentando en todo el mundo; sin embargo, es posible evitar
una porción sustancial de la carga de morbilidad atribuible al
alcohol. Por lo tanto, los gobiernos deben implantar con urgencia
políticas eficaces para reducir el consumo de alcohol, sus males y
los costos atribuibles al mismo. Por otro lado, los países de
ingresos bajos y medianos en particular pueden necesitar poner en
práctica políticas únicas de control del alcohol para evitar el
aumento de los problemas causados por su consumo.
El precio es un factor importante que determina el consumo de
alcohol y sus problemas conexos
En la mayoría de los países, el alcohol es un producto básico con
algunas restric- ciones, como la disponibilidad y una edad mínima
para adquirirlo. Sin embargo, puede comprarse y consumirse
libremente dentro de estas restricciones. Al igual que con la
mayoría de los productos básicos, el precio es un determinante
importante de las ventas y, en último término, del consumo de
alcohol (Hirshleifer, Glazer e Hirshleifer, 2005). La sección 2 de
este documento contiene un análisis exhaustivo de la relación entre
el precio
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y el consumo de alcohol. La importancia del precio como
determinante del consumo de alcohol sigue la teoría económica, lo
que ha quedado demostrado empíricamente en nu- merosos estudios
(Babor et al., 2010), incluidos estudios bajo control experimental
(Babor et al., 1980; Babor et al., 1978).
Las políticas tributarias y de precios del alcohol se encuentran
entre las medidas de con- trol más efectivas y costo-eficaces
La tributación determina en parte el precio de las bebidas
alcohólicas (Babor et al., 2010). Dos indicadores que se usan para
describir la eficacia de las políticas imposi- tivas y de precios
son la elasticidad precio y la elasticidad tributaria. La
elasticidad precio viene dada por la variación porcentual de un
resultado de interés que se produce tras un aumento de 1% del
precio. Por ejemplo, una elasticidad precio de -0,4 de la demanda
de cerveza significa que un aumento de 10% del precio del producto
está asociado a una reducción de 4% del consumo; una elasticidad
precio de -0,2 de las defunciones causadas por el tránsito
significa que un aumento de 10% del precio del alcohol está
asociado a una reducción de 2% de las muertes causadas por el
tránsito. De manera análoga, la elasticidad tributaria viene dada
por la variación porcentual de un resultado que se pro- duce tras
un aumento de 1% de la tributación. Por ejemplo, una elasticidad
tributaria de -0,2 de la demanda de cerveza significa que un
aumento de 10% del impuesto al produc- to está asociado a una
reducción de 2% del consumo; una elasticidad tributaria de -0,1 de
las defunciones causadas por el tránsito significa una reducción de
1% de las muertes causadas por el tránsito como resultado de un
aumento de 10% del impuesto al alcohol. Estos dos indicadores son
diferentes en cuanto a su magnitud porque la elasticidad tri-
butaria tiene normalmente menos valor que la elasticidad precio;
sin embargo, algunos autores han combinado estos indicadores al
momento de analizarlos (Wagenaar et al., 2009b; Wagenaar et al.,
2010).
Repercusión de las políticas tributarias y de precios del alcohol
sobre el consumo Wagenaar et al. (2009b) y Elder et al. (2010)
realizaron exámenes sistemáticos de la elasticidad precio y la
elasticidad tributaria que incluyeron estudios prevenientes prin-
cipalmente de países de ingresos altos. En su examen de 112
estudios, Wagenaar et al. mezclaron la elasticidad precio y la
elasticidad tributaria en sus análisis e indicaron que la media de
la elasticidad precio y la elasticidad tributaria de la demanda es
-0,46 para la cerveza, -0,69 para el vino, -0,80 para los licores y
-0,51 para el consumo total de alcohol (Wagenaar et al., 2009b). En
un examen sistemático de 72 estudios, Elder et al. observa- ron que
la mediana del valor de la elasticidad precio es -0,50 para la
cerveza, -0,64 para el vino, -0,79 para los licores y -0,77 para el
etanol (Elder et al., 2010). Sornpaisarn et al. (2013) realizaron
un examen sistemático que resumió los resultados de 10 estudios
reali- zados en países de ingresos bajos y medianos en los que se
evaluaba el efecto de las políticas impositivas y de precios. Los
autores calcularon que las elasticidades precio promedio de la
demanda de esos países fueron -0,5 para la cerveza, -0,79 para
otros al- coholes (incluidos el vino y los licores) y -0,64 para el
consumo total de alcohol (Sornpaisarn et al., 2013). El cuadro 1.1
es un resumen de las elasticidades precio de la demanda.
9
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
a Los resultados son estimaciones combinadas de la elasticidad
precio y la elasticidad tributaria.
Cuadro 1.1. Elasticidad precio de la demanda por tipo de bebida en
países de ingresos altos y en países de ingresos bajos y
medianos
Elasticidad precio de la demanda
Países de ingresos bajos y medianos
Tipo de bebida
(Sornpaisarn et al., 2013) -0,50
-0,64 -0,79
Un metanálisis realizado por Nelson (2013) de las elasticidades
precio e ingreso del alcohol con correcciones por el sesgo de
publicación (mediante la exclusión de “estu- dios atípicos” con
cálculos extremos de la elasticidad precio, que estaban incluidos
en exámenes sistemáticos anteriores) permitió calcular las
elasticidades precio promedio. Sin embargo, debe tenerse cautela a
la hora de interpretar los resultados de este análi- sis porque se
usó sólo un codificador. Basado en su examen sistemático, Nelson
determi- nó magnitudes más pequeñas, pero igualmente
significativas, del efecto de las elastici- dades precio promedio
de -0,30 para la cerveza, -0,45 para el vino y -0,55 para los
licores (Nelson, 2013).
Repercusión de los impuestos y precios sobre los daños asociados al
alcohol
Wagenaar et al. resumieron los resultados de 50 estudios en los que
se cuantifi- caron los efectos de la tributación o los precios del
alcohol sobre los daños relacionados con éste. A partir de estos
estudios, Wagenaar et al. observaron que la elasticidad precio y la
elasticidad tributaria de los daños son -0,347 para los resultados
de enfermedades y traumatismos, -0,112 para los resultados de
colisiones de tránsito, -0,055 para las enfermedades de transmisión
sexual, -0,048 para los suicidios, -0,022 para los actos de
violencia, -0,022 para el consumo de otras drogas y -0,014 para los
delitos y otras malas conductas (Wagenaar et al., 2010). Elder et
al. observaron que las elasticidades tributa- rias de las muertes
causadas por el tránsito se ubican entre -0,1 y -0,27 y la
elasticidad tributaria de actos de violencia y delitos van de -0,09
a -0,13 (Elder et al., 2010). Véase el cuadro 1.2 para un resumen
de las elasticidades tributarias de los daños relacionados con el
alcohol.
Efectos de la tributación y los precios del alcohol sobre
subpoblaciones en riesgo
Los aumentos de los impuestos y precios del alcohol reducen el
consumo de alcohol en general, así como el consumo excesivo de
alcohol en la población joven y la población general (Wagenaar et
al., 2009b; Babor et al., 2010; Elder et al., 2010). A partir de
los resul- tados de 10 estudios, Wagenaar et al. observaron que la
elasticidad media de la demanda en el caso de los bebedores
empedernidos es -0,28 (Wagenaar et al., 2009b). En su examen
sistemático, Elder et al. determinaron que la elasticidad precio de
la demanda es -0,29 para los estudiantes de secundaria, -0,53 para
los bebedores empedernidos de edades compren- didas entre los 16 y
los 21 años y -0,95 y -3,54 para el consumo compulsivo de bebidas
al- cohólicas entre hombres y mujeres de 18 a 21 años,
respectivamente (Elder et al., 2010).
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a lc
oh ol aLos resultados son estimaciones combinadas de la elasticidad
precio y la elasticidad tributaria.
bEstas cifras se basan en la elasticidad tributaria, que es una
variación porcentual de un resultado de in- terés producto de un
aumento de 1% del impuesto al alcohol. Normalmente, en la situación
de un aumen- to de la tributación que lleve a un aumento del precio
y, con el tiempo, a una reducción del resultado de interés, la
elasticidad precio tiene un valor mayor que la elasticidad
tributaria.
Cuadro 1.2. Elasticidad precio de diversos resultados en materia de
salud en países de ingresos altos
Elasticidad precio
Alcoholismo Enfermedades de transmisión sexual Suicidio
Violencia
Criminalidad y comportamientos relacionados
Wagenaar et al., 2009ba
-0,50 a -0,81 -1,20 -0,1 a -0,27b
Relación inversa entre precio y muerte por cirrosis, pero hay
diferencias sustan- ciales en cuanto a la fuerza estimada de esta
relación -1,49
-0,13 para violaciónb, -0,09 para robob
-0,12 para cualquier violencia contra niñosb
-0,09 para robob
-0,12 para cualquier violencia contra niñosb
Elder et al. también observaron que la elasticidad precio de la
demanda es de -0,29 a -1,29 para los bebedores compulsivos adultos
(Elder et al., 2010). Un reciente examen sistemático cualitativo de
los efectos de los precios del alcohol sobre el consumo compulsivo
de bebidas alcohólicas sostuvo que era poco probable que unos
impuestos o precios más altos para el alcohol resultaran eficaces
para reducir el consumo compulsivo de bebidas alcohólicas, inde-
pendientemente del género o grupo etario (Nelson, 2015). Sin
embargo, los resultados de este estudio deben interpretarse con
cautela debido a la metodología usada para el conteo de votos. El
conteo de votos es un método sencillo pero limitado para sintetizar
la evidencia de múltiples estudios de evaluación; el método
consiste en simplemente comparar el núme- ro de estudios positivos
significativos con el número de estudios negativos significativos y
el número de estudios no significativos. El conteo de votos no
tiene en cuenta la calidad de los estudios, el tamaño de las
muestras o el tamaño del efecto.
Costo-eficacia de las políticas tributarias y de precios del
alcohol
Las políticas tributarias y de precios del alcohol son medidas de
control efectivas y sumamente costo-eficaces comparadas con otras
intervenciones de control del alcohol (Chi- sholm et al., 2006;
Anderson et al., 2009). Anderson et al. analizaron exámenes
sistemáticos y metanálisis publicados en los que se evaluaban la
eficacia de políticas y programas que buscaban reducir el daño
evitable causado por el alcohol (Anderson et al., 2009). En cuanto
al costo en dólares internacionales de un AVAD ahorrado, Anderson
et al. observaron que, en las regiones de las Américas y Europa de
la OMS, un AVAD cuesta 241-380 dólares interna-
11
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
cionales al aumentar la tributación, 515-567 dólares
internacionales por las medidas que reglamentan la disponibilidad
de alcohol, 781-924 dólares internacionales por las políticas y
contramedidas relacionadas con la conducción en estado de ebriedad
y 931-961 dólares in- ternacionales por las medidas que norman la
comercialización de las bebidas alcohólicas (Anderson et al.,
2009). A fines de comparación, la OMS define una intervención
costo-eficaz como aquella que evita cada AVAD adicional a un costo
menor que el PIB per cápita (OMS, 2002). Sin embargo, para los
países con altos niveles de consumo de alcohol no registrado, la
costo-eficacia de las políticas de control del alcohol fue menor
(por ejemplo, 1.150-1.358 dólares internacionales para la Región
del Pacífico Occidental de la OMS) (Anderson et al., 2009). En los
países donde el alcohol no registrado constituye una proporción
mayor del total de alcohol consumido, aumentar la proporción de
alcohol que se grava puede ser más eficaz que aumentar el impuesto
sobre las bebidas ya gravadas (Anderson et al., 2009).
Diferencias en cuanto a los efectos de las políticas tributarias y
precios del alcohol según la cultura de consumo
Los efectos de las políticas tributarias y de precios del alcohol
pueden variar según la cultura de consumo. El estudio de Fogarty et
al. no detectó diferencias en los efectos de las políticas
impositivas y de precios del alcohol entre los países estudiados;
sin em- bargo, Fogarty concluyó que la elasticidad del alcohol está
asociada negativamente a la participación de mercado, y que las
bebidas alcohólicas con una gran participación de mercado tienden a
tener una demanda más inelástica en comparación con las bebidas
alcohólicas con una participación de mercado pequeña (Fogarty,
2006). Esto implica que la bebida alcohólica dominante en un
mercado se considera un producto alimentario bási- co y, por lo
tanto, responde menos a los cambios de precio en comparación con
otras bebidas. Además, las preferencias de un país por determinada
bebida pueden cambiar con el transcurso del tiempo; por ejemplo, en
Suecia, los licores fueron populares (inelásticos) durante la
primera mitad del siglo XX, pero luego los licores y la cerveza se
hicieron po- pulares entre 1968 y 1986, para que, por último, el
vino ganara popularidad durante el período de 1984 al 2004 (Babor
et al., 2010). Los resultados de estudios anteriores indi- can que
la elasticidad precio disminuye con el transcurso del tiempo en
algunos países (Babor et al., 2010). Un estudio de las tendencias
en el consumo de alcohol y tabaco en el Reino Unido entre 1963 y el
2003 reveló que la elasticidad precio del alcohol se acercó a cero:
la elasticidad precio a corto plazo cambió de -0,76 (en 1986) a
-0,42 (en el 2003) y la elasticidad precio a largo plazo pasó de
-0,52 a 0,10 (en términos estadísticos, el valor 0,10 no es
significativamente diferente de cero) (Mazzocchi, 2006). Mazzocchi
(2006) también determinó que el aumento del consumo de alcohol en
el Reino Unido entre 1963 y el 2003 se explicaba por una marcada
preferencia por el alcohol (frente al tabaco), un comportamiento
adictivo y un cambio en la elasticidad precio. A partir del estudio
de la elasticidad precio en Finlandia entre 1955 y 1980, Ahtola et
al. observaron que la elasti- cidad precio cambió de -0,93 en
1955-1956 a -0,70 durante el período 1979-1980 (Ah- tola et al.,
1986). También se ha observado que el alcohol es más inelástico en
países con un consumo per cápita mayor de bebidas alcohólicas entre
adultos (Holder y Edwards, 1995; Fogarty, 2006). Los resultados de
estos estudios indican que la cultura o norma de consumo de alcohol
de un país, en cuanto a la bebida preferida (y su participación de
mercado) y la cantidad de alcohol consumido inciden sobre los
efectos de los impuestos y los precios del alcohol.
12
Atributos adictivos del alcohol y la elasticidad precio
Tradicionalmente, las elasticidades que calculan los economistas
son elasticidades a corto plazo. Se consideran miopes en el sentido
de que suponen que el consumo de alcohol de años anteriores no
afecta al consumo actual. Sin embargo, el consumo de alcohol puede
ser adictivo (Chaloupka et al., 2002). No obstante, el trabajo
fundamental de Becker y Mur- phy (1988) suponía que los seres
humanos no son miopes, aun en el caso del consumo noci- vo de
sustancias. Esto implica que los consumidores de alcohol dejan de
ser conscientes de las consecuencias futuras de sus decisiones
sobre el consumo. Un mayor consumo actual de alcohol, como
sustancia adictiva, resulta de un mayor consumo pasado. Becker y
Murphy (1988) suponían que la decisión de un consumidor sobre su
consumo actual depende de los cambios en los costos futuros
esperados del consumo de alcohol. Dado que los costos futu- ros
podrían aumentar debido, por ejemplo, a las políticas de impuestos
o precios, es probable que disminuya el consumo futuro. Los autores
predicen que este impacto previsto (la dismi- nución) sobre el
consumo futuro causará una reducción paralela del consumo
actual.
Becker y Murphy (1988) predijeron además que la elasticidad a corto
plazo, basada en este criterio de miopía, será más pequeña en
términos absolutos que la elasticidad a largo plazo, que permite
variaciones en el consumo pasado. Esta predicción se ha confirma-
do en varios estudios, principalmente de países desarrollados (por
ejemplo, Johnson et al., 1992; Becker et al., 1994; Grossman et
al., 1998; Bentzen et al., 1999; Baltagi y Grifo, 2002). La escasez
de datos en los países en desarrollo ha limitado la aplicación de
este modelo. Por ejemplo, Grossman et al. (1998), utilizando datos
de los Estados Unidos, mostraron que el consumo de alcohol es
adictivo. En este trabajo se señaló que la elasticidad precio a
largo plazo es aproximadamente 60% más grande que la elasticidad a
corto plazo.
Al aplicar el modelo racional de adicción de Becker y Murphy
(1988), estos resul- tados indican que las elasticidades a largo
plazo son mayores que las elasticidades a corto plazo. Esto se
confirma en el examen de Gallet (2007), donde la elasticidad prome-
dio a largo plazo del alcohol notificado es -0,82 en comparación
con el valor a corto plazo, que se calcula en -0,52. Según Grossman
et al. (1998), este resultado indica la importan- cia de considerar
la elasticidad a largo plazo al tratar las políticas de precios,
incluidos los impuestos, como un medio para frenar el consumo
nocivo y los daños relacionados con el alcohol, porque unos
impuestos más altos al alcohol en el año en curso conducirán a una
reducción del consumo de alcohol tanto ese mismo año como en años
venideros. Este efecto reducirá las recaudaciones futuras por
concepto de impuestos al alcohol.
Las políticas tributarias y de precios del alcohol pueden prevenir
la iniciación al consumo
Pueden aplicarse medidas impositivas y de precios del alcohol para
lograr la preven- ción a largo plazo de daños relacionados con su
consumo (Sornpaisarn et al., 2012a; Sornpai- sarn et al., 2015b).
La figura 1.1 ilustra el efecto de prevención a corto y largo plazo
de daños relacionados con el alcohol que se obtiene con las
políticas de control. Las políticas que re- ducen el consumo son
políticas de prevención a corto plazo, mientras que las políticas
que previenen la iniciación al consumo son políticas de prevención
a largo plazo (Sornpaisarn et al., 2012a). El primer estudio en el
cual se examinó la capacidad de los impuestos al alcohol de
prevenir la iniciación a la bebida fue realizado por Sornpaisarn et
al. (2015b). En dicho
13
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
estudio se determinó que un aumento de 10% de la tasa impositiva
ajustada por inflación en el mercado de todo el alcohol del 2001 al
2011 estaba asociado a una reducción de 4,3% de la prevalencia del
consumo de toda la vida (como sustituto de la prevención de la
iniciación al alcohol) en la población joven tailandesa de 15 a 24
años.
Fuente: Reproducido de Sornpaisarn et al., 2012a.
Prevenir la iniciación a la bebida en la
población joven de 15 a 25 años
Prevenir daños atribuibles al alcohol
Reducir el consu- mo de alcohol en
bebedores
hol en adultos
viertan en bebe- dores asiduos
PREVENCIÓN DE DAÑOS A LARGO PLAZO (25 AÑOS)
PREVENCIÓN DE DAÑOS A CORTO PLAZO
Fig. 1.1. Diagrama de la prevención a corto y largo plazo del daño
atribuible al alcohol como resultado de las políticas de
control
Políticas de control del
alcohol
La prevención de la iniciación al consumo de alcohol es
particularmente importan- te en los países de ingresos bajos y
medianos con tasas elevadas de abstemios de toda la vida (OMS,
2014). Además, el consumo de alcohol en adolescentes tiende a
convertirse en un problema en los países de ingresos bajos y
medianos (Sornpaisarn et al., 2012a). En el 2010, en los países de
las regiones del Mediterráneo Oriental, Asia Sudoriental y África
de la OMS, la prevalencia de abstemios de toda la vida (en las
personas mayores de 15 años) era 90%, 77% y 57%, respectivamente,
mientras que esa misma prevalencia en el 2010 en países de ingresos
altos era 21%, 19% y 37% para las regiones de Europa, las Américas
y Pacífico Occidental de la OMS, respectivamente (OMS, 2014). Como
ob- servaran Shield et al. (2011) y Sornpaisarn et al. (2012a), a
medida que aumenta el PIB-PPP per cápita de los países de ingresos
bajos y medianos, aumenta el consumo de alcohol (Shield et al.,
2011) y la prevalencia de bebedores actuales (Sornpaisarn et al.,
2012a). Este factor puede conducir a aumentos de la magnitud de los
daños relacionados con el alcohol (Rehm et al., 2004) y a un riesgo
mayor de mortalidad y morbilidad por causas relacionadas con el
alcohol (como traumatismos) (Smith y Barss, 1991). Por lo tanto,
las políticas de control del alcohol, en particular en los países
de ingresos bajos y medianos, deberían procurar reducir el consumo
en los bebedores existentes y, al mismo tiempo, prevenir la
iniciación a la bebida.
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Importancia de las políticas tributarias y de precios del alcohol
desde una perspectiva económica
Las políticas impositivas y de precios del alcohol también son
importantes desde una perspectiva económica. Cnossen (2010)
describió los tres objetivos siguientes del impuesto al consumo: 1)
recaudar ingresos, 2) corregir externalidades y 3) abordar las
faltas de información y corregir las internalidades.
Aspectos relativos a la eficiencia en la recaudación
tributaria
Los gobiernos emplean el impuesto al consumo de alcohol (del mismo
modo que el impuesto al consumo para otros bienes como el tabaco,
la gasolina y los vehículos automotores) para fines de generación
de ingresos (Cnossen, 2010). El impuesto al consumo es normalmente
más fácil de administrar que otras formas de tributación. Las
bebidas alcohólicas son productos fácilmente identificables, con un
alto volumen de ventas, pocos productores y pocos sustitutos. En
consecuencia, el consumo de bebidas alcohólicas es sistemáticamente
alto a pesar de los aumentos de precio inducidos por este impuesto
(Cnossen, 2010). Si bien las bebidas alcohólicas pueden ser
gravadas para tomar cuenta de las externalidades, el impuesto
también puede aplicarse porque existe un nivel de complementariedad
entre la demanda de esparcimiento y el consumo de bebidas
alcohólicas1 (Corlett y Hague, 1953; Grossman et al., 1993; Kaplow,
2010). Esto resulta más cierto en el caso de los bebedores
empedernidos que para los bebe- dores ligeros o moderados cuyo
consumo de alcohol puede ser complementario al trabajo (Crawford et
al., 2010). Estos impuestos se justifican sobre la base de los
efectos de disuasión que crea el impuesto sobre la renta de la
oferta laboral (Corlett y Hague, 1953; Grossman et al., 1993; Cook
y Moore, 1994) al reducir el impuesto a la renta y aumentar la
demanda de esparcimiento (Cook y Moore, 1994). Dado que el
esparcimiento no puede gravarse directamente, los productos básicos
como las bebidas alcohólicas (que se consumen como componente del
esparcimiento) pueden gravarse a una tasa relativamente elevada
para desalentar la reducción de la oferta laboral (Cor- lett y
Hague, 1953) que resulta del consumo de alcohol.
La regla Ramsey (una regla propuesta por el economista Frank P.
Ramsey) estipu- la que, a los fines de recaudación tributaria, los
gobiernos pueden aplicar tasas impositivas superiores al promedio
sobre bienes y servicios con precios inelásticos (Cnossen, 2010).
Las bebidas alcohólicas de precios inelásticos han generado
ingresos para los gobiernos por concepto del impuesto al consumo
por más de un siglo (Babor et al., 2010).
La recaudación tributaria proveniente de las bebidas alcohólicas es
una fuente importante de ingresos para algunos países (Babor et
al., 2010). En los Estados Unidos, entre 1911 y 1917, más de un
tercio del total de la recaudación tributaria se generó de las
bebidas alcohólicas, y se han observado cifras similares en
Dinamarca, Finlandia, Islandia, Irlanda, los Países Bajos, Noruega,
Suecia y el Reino Unido (Babor et al., 2010). La importancia de los
impuestos al consumo aplicados a las bebidas alcohólicas como
1 Esta complementariedad implica que, para un nivel dado de gasto
total, las personas que aportan más trabajo toman menos (Crawford
et al., 2010).
15
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
fuente de ingresos públicos descendió en la mayoría de los países
de ingresos altos durante el siglo XX, en particular después del
aumento de la recaudación por concepto de los impuestos a las
empresas, la introducción de impuestos sobre la renta personal e
impuestos indirectos como el “impuesto al valor agregado o el
impuesto general a las ventas” (Babor et al., 2010). Irlanda ha
experimentado una disminución de los ingresos por los impuestos al
alcohol en relación con la recaudación total del Estado desde 1970:
el impuesto al alcohol en Irlanda representó 14,4% de toda la
recaudación tributaria entre 1969 y 1971 (Cnossen, 2010) y 5% de
toda la recaudación fiscal en 1996 (Babor et al., 2010). En 1991,
para los 12 países de la Unión Europea, la tributación del alcohol
representó 2,4% de la recaudación tributaria (Mäkelä y Österberg,
2009). En los países en desarrollo, la proporción de ingresos
públicos generados mediante los impuestos al consumo de alcohol fue
2% en Nigeria, 2,3% en Sudáfrica, 4% en Sri Lanka y 10% en Kenya
(Babor et al., 2010).
Aspectos relativos a la corrección de externalidades
Normalmente, el impuesto al consumo se explica como una
intervención que los gobiernos emplean para corregir externalidades
(costos externos de un determinado bien que los consumidores o los
productores imponen sobre otras personas). El recargo a los
consumidores o los productores por concepto de costos externos, que
debería traducirse en una reducción del consumo de un determinado
bien a niveles socialmente aceptables, se conoce como la
prescripción pigouviana (Cnossen, 2010). Para que la prescripción
pi- gouviana funcione, Cnossen afirma que el impuesto al consumo
aplicado al alcohol debe organizarse de forma que la reducción del
costo externo de los bebedores empedernidos y moderados sea mayor
que cualquier pérdida de prestación (bienestar) que sufran los
bebedores ligeros que nunca consumen de manera compulsiva (Cnossen,
2010). Sin em- bargo, como el consumo de alcohol a nivel de la
población sigue una distribución particular (Rehm et al., 2010b;
Kehoe et al., 2012) y todos los países experimentan un efecto nega-
tivo neto del consumo de alcohol (Lim et al., 2012), todos los
países podrían beneficiarse de los aumentos de los gravámenes al
alcohol.
Otros factores respaldan la imposición tributaria por parte del
gobierno a todo el alcohol consumido. Primero, no se tiene
información real sobre cómo gravar únicamente el consumo nocivo de
alcohol (New Zealand Law Commission, 2010; Ataguba, 2012). Es
difícil identificar y medir los costos marginales del consumo
nocivo de alcohol (Smith, 2005). Segundo, la paradoja preventiva
implica que las medidas impositivas deberían emplearse para
prevenir los problemas crónicos causados por los bebedores
empedernidos o los problemas agudos que causan los bebedores
compulsivos (New Zealand Law Com- mission, 2010). Eaton alega que
los gobiernos deberían interesarse no sólo en los bebe- dores
empedernidos, que representan la minoría de la población
consumidora de alcohol. Los bebedores compulsivos también deberían
ser motivo de preocupación, pues forman parte de los bebedores
sociales que representan la mayoría de la población que toma al-
cohol (New Zealand Law Commission, 2010). Tercero, el gravar todo
el alcohol consumido previene el consumo excesivo actual y evita
que aumente el número de bebedores empe- dernidos futuros al
reducir el consumo entre los jóvenes (New Zealand Law Commission,
2010). Por último, el impuesto a todo el alcohol consumido en el
mercado es equitativo: los bebedores empedernidos igual han de
pagar una mayor cantidad del impuesto al con-
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sumo que los bebedores sociales (New Zealand Law Commission, 2010).
Por ejemplo, si nos basamos en los impuestos al consumo en Nueva
Zelandia en el 2007-2008, los bebe- dores ligeros y moderados (50%
de los consumidores de Nueva Zelandia) pagaron sólo NZ$ 38 por
persona en impuestos al consumo por año, mientras que el 10%
superior de los bebedores empedernidos pagaron más de NZ$ 1.300 por
persona por año (New Zealand Law Commission, 2010).
La figura 1.2 muestra que el consumo de un bien que produce
externalidades es inferior si se tienen en cuenta el costo marginal
percibido (CM) (es decir, el costo de pro- ducir una unidad más de
un bien determinado) y la externalidad marginal (EM). Cada unidad
de un bien consumido o producido que produce externalidad genera
externalidad marginal. Cuando los consumidores consideran
únicamente el costo marginal percibido, los productores
competitivos generarán una producción de Q0 unidades; sin embargo,
la pro- ducción de un productor será Q1 cuando se tiene en cuenta
el verdadero costo marginal social (que incluye la externalidad
marginal) (Hirshleifer, Glazer e Hirshleifer, 2005).
Aspectos relativos a la falta de información y la corrección de
internalidades
Con respecto al alcohol, los consumidores no tienen en cuenta las
externalidades negativas y no poseen información completa o no
reconocen las consecuencias negativas a largo plazo (Cnossen, 2010;
Kahneman, 2003; Gruber y Koszegi, 2001). Kahneman pro- puso que los
seres humanos tienen una racionalidad delimitada y deciden asumir
un com- portamiento determinado con base en la situación inmediata
más que en un razonamiento perfecto (Kahneman, 2003).
Si la generación más joven no reconoce plenamente las consecuencias
negativas del consumo de alcohol para la salud (falta de
información) que se producirán en el futuro (internalidades), los
gobiernos podrían aplicar impuestos para incrementar los precios
del alcohol y así reducir el consumo (Cnossen, 2010). Gruber y
Koszegi (2001), en un análisis de los beneficios de los impuestos
al tabaco, argumentaban que los gobiernos deberían considerar las
“externalidades” al formular las políticas impositivas, pero
también deberían considerar los “internalidades” (Gruber y Koszegi,
2001).
Fuente: Reproducido con permiso del editor de Hirshleifer, Glazer e
Hirshleifer, 2005.
Fig. 1.2. Consumo o producción eficiente cuando se tiene en cuenta
la externalidad que causa un determinado producto
P$/unidad de (Q)
Costo marginal social
Herramienta sobre políticas tributarias y de precios del
alcohol
Importancia de las políticas tributarias y de precios del alcohol
desde otras perspectivas
Además de las cargas económicas y sanitarias relacionadas con el
alcohol, el consumo de esta sustancia está asociado a una carga
social (Klingemann, 2001). El alcohol se ha considerado la causa
principal de una serie de comportamientos anóma- los, desde
conducta desordenada y comportamiento socialmente perturbador hasta
graves amenazas a la seguridad y el orden públicos (Klingemann,
2001). Dos exámenes recientes de la bibliografía han encontrado
evidencia suficiente que demuestra una relación causal entre el
consumo de alcohol y la violencia (Room y Rossow, 2001), así como
una fuerte asociación entre la cantidad de alcohol consumido y la
prevalencia de la violencia contra la pareja (Foran y O’Leary,
2008). Aunque la información es limitada en cuanto a la magnitud de
los problemas de maltrato de menores, divorcios y conflic- tos
maritales, así como de los problemas relacionados con el trabajo
distintos de los accidentes laborales causados por el consumo de
alcohol o asociados a éste, se estima que la magnitud de estos
daños es sustancial (Babor et al., 2010). Las encuestas na-
cionales señalaban que 70% de los australianos y 71% de los
neozelandeses se vieron afectados por los hábitos de consumo de
alcohol de desconocidos (sufrieron molestias, temor o maltrato).
Además, 30% de los australianos y 25% de los neozelandeses infor-
maron que los hábitos de consumo de alcohol de una persona cercana
a ellos les había afectado negativamente (Casswell et al., 2011;
Laslett et al., 2011). En Nueva Zelandia, 84% de las personas
conocían a por lo menos un bebedor empedernido y habían sufri- do
algún daño por el consumo de alcohol de esa persona (Casswell et
al., 2011). Dado que estos daños sociales están relacionados con el
consumo de alcohol, la disminución del consumo que resulta de un
aumento de los impuestos o los precios debería reducir el número de
muertes y traumatismos causados por el tránsito, la delincuencia y
la violencia. En razón de lo anterior, las políticas tributarias y
de precios del alcohol pue- den justificarse como un medio para
mantener el orden social.
Muchas religiones (como el budismo y el islamismo) prohíben el
consumo de alcohol o lo consideran pecaminoso, mientras que otras
religiones consumen bebidas alcohólicas en sus ceremonias.
Investigaciones previas han establecido una fuerte re- lación entre
las tendencias religiosas de ciertos pueblos y la cantidad de
alcohol que consumen. En promedio, la persona más religiosa consume
menos alcohol (Fearer, 2004). De allí que, para los países y los
territorios religiosos (en particular en el caso de los países
predominantemente budistas o musulmanes), las políticas de control
del alcohol, incluidas las medidas impositivas y de precios, pueden
preconizarse desde una pers- pectiva religiosa (Sornpaisarn y
Kaewmnungkun, 2012c).
Limitaciones de las políticas tributarias y de precios del
alcohol
Los principales argumentos relativos a las limitaciones de las
políticas tributarias y de precios del alcohol giran en torno a si
estas podrían reducir el consumo de los consumi- dores o
simplemente hacer que éstos cambien sus hábitos de consumo de
bebidas alcohóli- cas costosas a productos más