CENTRO DE HISTORIA DE ENVIGADO
JOSÉ MANUEL RESTREPO VÉLEZ
de mis
apuntes
POR:
DR. HERNANDO BOTERO BARRERA
DE MIS APUNTES
ESCRITOS VARIOS
POR: Dr. Hernando Botero Barrera
El escritor y Médico Pediatra, Dr. Hernando Botero Barrera, Envigadeño, ha sido para sus habitantes un ícono cultural y prestante ciudadano desde hace muchos años, desempeñándose no solo en su profesión y defendiendo los principios de Hipócrates, en su vida profesional y social, con sus actuaciones tanto en los campos de la ciencia médica como con sus actividades
cívicas en bien de la ciudadanía, causas que escudó como integrante del Concejo Municipal, cuando defendiendo sus ideas políticas y sociales manifestaba sus inquietudes en estas dos líneas dentro de sus actividades cotidianas.
Fue miembro cofundador del Centro de Historia de Envigado en el año de 1946 y en la actualidad es Presidente Honorario de la Institución. A sus más de 90 años, conserva su memoria y su intelecto y aún nos sorprende con sus conocimientos de los hechos históricos del municipio.
Obra de contenido histórico, editada bajo la responsabilidad del Centro de Historia de Envigado.
Dir:CASA DE LA CULTURA - MIGUEL URIBE RESTREPO
Cra.45 No 34 A sur 65 -Tel: 306 71 24 Email: [email protected]
Titulo: DE MIS APUNTES Dirección: Primera edición OCTUBRE de 2014. Autor: Dr.Hernando Botero Barrera (Médico) Presidente Honorario del Centro de Historia de Envigado. Nota: Las opiniones son propias del autor y en nada comprometen a la institución. REVISIÓN DEL TEXTO: Arq. Henry Gallo Flórez Licenciada, Amelia Sánchez Durango EDICIÓN Y DIAGRAMACIÓN: Arquitecto Henry Gallo Flórez EDICIÓN DE CARÁTULA: Darwin Castaño Mesa FOTOGRAFÍAS: Propiedad Centro de Historia. GRÁFICOS: Sr. Guillermo Santamaría (Dibujante y fotógrafo). ISBN- Pendiente
Prólogo
El ilustre médico envigadeño, Dr. Hernando Botero
Barrera, se ha constituido en un ícono cultural, para la
ciudadanía de nuestro Municipio, pues él además de
destacarse como pediatra, en una labor que desempeñó
durante muchísimos años, en bien de los párvulos
nacidos o que habitaban con sus padres en estas tierras,
que según palabras del "Mago de Otra Parte", quien la
designa como la"ciudad paraíso"; y en procura de
engrandecer su pueblo, dedicó gran parte de su precioso
tiempo en escribir crónicas y artículos de tipo periodístico,
en los cuales destacaba la vida y hechos de su Envigado
del alma al igual que a sus gentes.
Cuántas veces nos encontramos sus amigos, en
estos últimos años, con la figura siempre pulcra del Dr.
Hernando Botero, cuando nos acompañaba en las
tertulias del Parque Principal, quien lleva el nombre de
otro ilustre envigadeño, el General Marceliano Vélez
Barreneche, egresado de la U.de A., como nuestro
médico-escritor; siendo este ilustre general su primer
abogado. - Allí compartíamos momentos interesantes con
la charla amena y espontánea del Dr. Botero - y quien
nos daba a conocer muchos aspectos y acontecimientos
que nos eran desconocidos sobre la historia del municipio
y de algunos ciudadanos de este lugar, en el que pasó su
niñez y juventud, como también las anécdotas de sus
años de universidad y de las múltiples labores y
realizaciones políticas, cuando fue concejal.
Hace muy poco, comienzos del presente año,
tuvimos con motivo de habérsele otorgado el título de
Presidente Honorario de nuestra institución, una charla
muy interesante, donde nos narraba con una lucidez
asombrosa, como fueron las gestiones que realizó en
unión de Don Hernando Agudelo Bohórquez, nuestro
presidente por varios períodos,para la consecución de la
casa de estilo colonial, que fue alguna vez propiedad de
la familia de uno de los procesares de esta ciudad, Don
Miguel Uribe Restrepo, llamado desde ese entonces el
"Demóstenes Colombiano", por su facilidad de palabra y
gran elocuencia, y quien fue debido a su oratoria, uno de
los más destacados representantes de Envigado como
Parlamentario, en la época de la independencia.
La casa de la Hacienda Andalucía, actual Casa de
la Cultura, de quien hemos hecho referencia en el párrafo
anterior;es un referente histórico, y en ella, en la
actualidad nos encontramos situados como sede
provisional, hasta que nos sea construida por promesa
del Sr. Alcalde, Dr. Héctor Londoño Restrepo, y
seguramente será la próxima obra de importancia cultural,
que nos ha de dejar en su gobierno, y para la cual luchó
con denuedo nuestro escritor el Dr. Botero, desde los
años de la fundación del Centro de Historia, - estamos
hablando del año 1946 -, en las que se iniciaron las
actividades de nuestra entidad histórica-cultural.
Es pues este pequeño libro, una compilación de los
artículos de prensa, sobre todo en el periódico LA
PIEDRA, de la cual hemos extraído sus comentarios
críticos, para que aún la ciudadanía se entere de las
razones que le movían a nuestro ilustre médico, para
hacer conocer las necesidades que se tenían en el
municipio, desde aquellos años, en que su
desprendimiento y amor por su terruño, lo hizo polémico,
pero a la vez de interés, pues muchas de sus
afirmaciones tienen sustento histórico; tal como cuando se
preocupó por conseguir que se mantuviera correcta la
designación de los nombres de las calles, que fueron
posteriormente cambiadas y que aún erróneamente se
encuentra con una nomenclatura que no corresponde a la
conocida por sus gentes en épocas anteriores.
Igualmente, la polémica que se presentó cuando
realizó un artículo en el cual se hacía una serie de
observaciones-criticas, a la forma como venía
funcionando la nueva Universidad de Envigado. Articulo
tan polémico, que hizo que nuestro ilustre personaje,
dejara de escribir sus apuntes en el periódico
mencionado. El Dr. Francisco Alonso Garcés Correa, en
ese entonces, Notario 4° de Medellín y miembro fundador
de la Facultad de Derecho ,quien criticaba a su vezen
términos muy fuertes en una carta dirigida al periódico, los
comentarios del Dr. Botero, y para que quede constancia,
publicamos su versión de los hechos, en forma adicional,
con la finalidad que el lector asuma sus conceptos
personales, sin demeritar lo que se ha hecho y se está
haciendo por nuestra universidad y sus directivas.
Queremos agradecer, al Sr. Alcalde de la Ciudad, a
su Secretaria de educación, Dra. Sara Cristina Cuervo
Jiménez y al Director de Cultura del Municipio, Sr.
Administrador Rubén Calle Posada, por sus esfuerzos y
aportes, para llevar a delante esta publicación. Igualmente
mis agradecimientos a los socios del Centro, que
colaboraron en esta edición.
Henry Gallo Flórez, Presidente C. de H.
El Dr. Hernando Botero Barrera, leyendo la resolución
por la cual se le declaraba Presidente Honorario del
Centro de Historia de Envigado, en el mes de
septiembre del 2013.
CENTRO DE HISTORIA DE ENVIGADO
JOSÉ MANUEL RESTREPO VÉLEZ
R E S O LU C I Ó N N° 0 0 2
(Septiembre 7 de 2013)
“Por la cual se exalta a la categoría de PRESIDENTE HONORARIO
al
Doctor HERNANDO BOTERO BARRERA”
EL CENTRO DE HISTORIA DE ENVIGADO, en uso de sus facultades
estatutarias, y
C O N S I D E R A N D O:
a. Que el médico pediatra HERNANDO BOTERO BARRERA,
nació en Envigado el día 13 de Abril de 1916, siendo el único
miembro fundador delCentro de Historia de Envigado, que se
conserva con vida;
b. Que el doctor HERNANDO BOTERO BARRERA, ha sido un
destacado hombre cívico, vinculado en forma permanente a las
mejores causas del progreso y la cultura de Envigado, ejerciendo
con singular acierto como Concejal de la ciudad, miembro de la
Sociedad de Mejoras Públicas y socio muy activo de nuestro
Centro de Historia, a la par que cumpliendo una encomiable tarea
como investigador y escritor de temas históricos;
c. Que el doctor HERNANDO BOTERO BARRERA, ha sido
reconocido como “ENVIGADEÑO EJEMPLAR”, no solo por su
brillante trayectoria profesional sino por su efectiva contribución
al progreso comunitario, demostrando su entrañable amor a esta
Ciudad Señorial de Antioquia.
R E S U E L V E:
PRIMERO.- Nombrar como PRESIDENTE HONORARIO del
Centro de Historia de Envigado, al doctor HERNANDO BOTERO
BARRERA, como un justo reconocimiento a sus calidades
intelectuales y a sus comprobados servicios tanto a la
comunidad envigadeña como a nuestra institución académica.
SEGUNDO.- Agradecer, muy sinceramente, al médico
HERNANDO BOTERO BARRERA, por su decidida participación en
los proyectos y actividades de esta entidad histórica, durante
todas estas décadas que ha hecho presencia en la vida social y
cívica de la ciudad de Envigado.
TERCERO.- Entregar copia de esta resolución, en nota de
estilo, al doctor HERNANDO BOTERO BARRERA, en visita oficial
que una comisión especial nombrada por la Presidencia le hará
en su residencia, para tal efecto y disponer la inserción de su
texto en nuestro próximo Boletín Histórico.
Expedida en la sede del Centro de Historia de Envigado, a los
siete (7) días del mes de Septiembre de dos mil trece (2013).
HENRY GALLO FLÓREZ, AMELIA SÁNCHEZ DURANGO,
Presidente Secretaria
FOTOS FAMILIARES
Con su esposa, Doña María Teresa Penagos y sus hijos
Ángela María,Jorge Mauricio, faltan otras dos hijas,
Beatriz Helena y María Teresa,fotos tomadas en su
apartamento ( 29 de enero del 2014).
Dr. HERNANDO BOTERO BARRERA
Entrevista con el personaje
Por: Rocío Agudelo Salinas
Socia de número del Centro de Historia.
“Son tres los amores de mi vida : el primero, mi Familia, la
de mis padres y la que yo formé; el segundo, mi
Envigado del alma; y el tercero, la Universidad de
Antioquia”. Es ésta la declaración que compendia el
universo de los afectos del ilustre envigadeño que nos
ocupa – el médico Hernando Botero Barrera- quien hoy
frisa los 93 años y sigue tan campante como en sus años
mozos. (Publicación de hace 5 años).
De figura menuda, tez blanca, porque en su juventud fue
rubio; ojos de color azul intenso y recia personalidad, el
doctor Hernando Botero recorre las calles de éste su
querido pueblo, por donde hasta hace poco, le vimos
conduciendo su automóvil. Visita diariamente a los
colegas del laboratorio del Doctor Andrés Ossaba donde
expide algunos certificados; y deleita a sus contertulios
con la inagotable riqueza de los conocimientos sobre las
historias del pueblo natal, al que vio crecer y
desarrollarse, a la par con el discurrir del siglo XX.
Nació el 13 de abril de 1916, en el hogar formado por don
Rafael Botero Escobar y la señora Martina Barrera Botero,
quienes eran primos entre sí. La prole de los esposos
Botero Barrera estaba conformada por siete hijos, cuatro
mujeres y tres hombres. Quien esto escribe, por razones
de trabajo, conoció personalmente a uno de los varones
de esta familia, el abogado Rafael Botero, recién fallecido,
cuando desempeñó el cargo de Personero Municipal de
Envigado; y puede dar fe del señorío, la distinción y
honorabilidad que caracterizaron a este consanguíneo de
nuestro biografiado.
Relata el Doctor Botero que la casa paterna estaba
situada a 30 metros de la esquina de Guanteros, sobre la
carrera denominada “Cristóbal de Restrepo”, que
corresponde a la carrera 41 de la nomenclatura actual. El
padre, Don Rafael, tenía la tienda más grande del pueblo,
ubicada en el costado sur de la plaza de mercado. Era el
mes de febrero del año 1923, cuando su papá lo llamó
una mañana para llevarlo a la escuela; y “de
contrabando”, dice nuestro entrevistado, logró
matricularse a los seis años, porque la norma era
ingresar a los siete años cumplidos; y con su chispa
habitual, agrega : “Aquí donde me ves, yo soy más
recorrido que el sarampión” y “tengo más mundo que San
Antonio el viejo”
En este pueblo, que para entonces tenía
aproximadamente 7.000 habitantes, la Escuela Urbana de
Varones, o Escuela Modelo, se hallaba ubicada donde
hoy es el nuevo Palacio de Gobierno Municipal;
establecimiento que más adelante tomó el nombre del
escritor y filósofo de Otraparte, Fernando González, como
lo conocemos hoy. Acude a su mente el recuerdo vivo del
primer director, Don Domingo Aristizábal, de quien
recuerda que era un envigadeño raizal que luego de
retirarse de la docencia, prestó valiosos servicios a la
comunidad, porque era poseedor de grandes virtudes
cívicas.
Al terminar el ciclo de primaria, el niño Botero fue
matriculado en el Colegio Uribe Ángel, también oficial,
ubicado donde hoy es la Plaza de Mercado. “Allí se
cursaban dos grados y ya no quedaba más que hacer en
este pueblo”, expresa el Doctor Hernando Botero y
continúa : por lo tanto, era necesario volver los ojos a
Medellín. Entonces, doña Martina, su señora madre,
consiguió, con el municipio de Envigado, una beca de
estudios para ir a la capital del departamento. Era un
auxilio de veinte (20) centavos para cada dia en que
hubiera clase. Así logró matricularlo en el Liceo de la
universidad de Antioquia, localizado en la Calle 49,
Ayacucho; al cruce con la carrera 43, Girardot.
Terminado el ciclo básico de cuatro años de secundaria,
los grados 5º y 6º (10º y 11º de hoy) contemplaban un
programa especial considerado preuniversitario, al cual
denominaban “Filosofía y Letras”. Manifiesta el Doctor
Hernando, que durante este período se contó con la
presencia de destacados pedagogos como fueron: el
maestro José María Bravo Márquez, Alfonso Mora
Naranjo y Julio César García, entre otros.
Al culminar su bachillerato, el joven Hernando ingresa a
una escuela de Comercio y empieza estudios de
contabilidad, pero luego se da cuenta de que no es ésta
su vocación. Entonces, toma la decisión de entrar a la
facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia,
situada en la avenida Juan del Corral, como hasta
nuestros días . Allí existía una gran severidad en los
programas académicos. “ No había clemencia por nadie”,
comenta el Doctor Hernando Botero, y agrega : “teníamos
que estudiar sábados y domingos”.
Egresado en 1947, regresó en 1948 para hacer su trabajo
de Tesis. Llega directamente a la Clínica Ginecológica a
cargo del Doctor Pedro Nel Cardona Correa, también
oriundo de Envigado, y aunque tuvo buena acogida por
parte de su coterráneo, poco le entusiasmó esta
especialidad.
Se dirigió luego al pabellón infantil “Clarita Santos”, cuyo
jefe era el médico Gustavo González Ochoa, nacido en
Medellín pero descendiente de envigadeños, como que
era primo hermano del escritor Fernando González. Allí
se despertó su entusiasmo por la pediatría y desde
entonces comenzó a trabajar con la medicina infantil,
aunque también colaboraba en cirugía y ortopedia. Hizo
su trabajo de tesis sobre “Convulsiones Infantiles”. Una
vez titulado, pasó a atender el consultorio infantil del
Hospital Universitario San Vicente de Paúl, donde ejerció
la ciencia de Hipócrates, por espacio de 48 años y
simultáneamente atendía a sus pacientes en su
consultorio particular en Envigado
En la década del 60, aunque no tiene la fecha exacta,
recuerda el doctor Botero, que llegó a Medellín un
siquiatra e hipnólogo argentino, llamado IsaacEuvel quien
dictó en el hospital Universitario San Vicente de Paúl
algunas conferencias sobre hipnosis. El tema despertó
gran interés entre un grupo de colegas suyos, de los
cuales recuerda al médico Antonio Parra París,
especializado en obstetricia. Comenzaron a investigar, a
buscar literatura médica sobre la hipnosis y alcanzaron a
trabajar por algún tiempo con este método curativo, pero
sin decir a los pacientes de qué se trataba, porque en
aquel entonces, existían bastantes prejuicios respecto de
esta terapia, poco ortodoxa para la época.
En su caso particular, nuestro médico e historiador, nos
cuenta que tuvo bastante éxito con varios de sus
pacientes aplicando la hipnosis, sobre todo en casos de
niños con enuresis nocturna, luego de haber descartado
la posibilidad de algún problema orgánico. Igualmente
hizo curaciones de pacientes con tics nerviosos, con
verrugas, en niños y adultos; y llegó a curar un caso de
encopresis (incontinencia de esfínter anal). En síntesis,
comenta que fue una experiencia muy interesante, pero
aclara que era algo muy superficial, porque, para él, la
hipnosis es una estado en donde la conciencia
permanece conservada y la base de ésta es la sugestión.
Finalmente, respecto del ejercicio médico, asegura que
casi todo el pueblo (de Envigado) pasó por su consultorio
y que tuvo buena suerte como pediatra, porque sólo
recuerda haber firmado uno o dos certificados de
defunción en toda su vida profesional.
Desde su época estudiantil, el joven Hernando incursionó
en la política, donde hizo parte del grupo de “Juventudes
liberales”. Fue concejal del municipio por dos períodos y
perteneció a las Juntas que para entonces existían en el
pueblo: Junta de Valorización, que era la encargada de
dar el visto bueno a las solicitudes de construcción,
conforme a las normas existentes sobre urbanismo. Junta
de Festejos, a la cual correspondía la organización de
todas las fiestas para las conmemoraciones cívicas y
patrióticas del municipio. También hizo parte de la
Sociedad de Mejoras Públicas y fue miembro fundador del
Centro de Historia, creado en noviembre de 1946; donde
se le hizo un reconocimiento en la celebración de los 60
años de esta institución, en atención a sus méritos como
conocedor de la historia, y único testigo vivo de esta
fundación.
Como se dijo al principio, al doctor Hernando Botero le
tocó ver crecer el pequeño pueblo donde nació. Le tocó
ver el surgimiento del Barrio Mesa Jaramillo, el más
tradicional de Envigado, en el año de 1924, en un lote que
define como extensa explanada que se conocía como “La
Manga de Las Parejas”, estaba completamente cercado y
tenía sólo una puerta de acceso, ubicada al pie de la
escuela Fernando González.
Porque “creció con el siglo” como lo expresa el cantautor
Piero, nuestro querido galeno recuerda también que, a
comienzos del siglo XX, las posibilidades de educación
estaban limitadas a unos pocos establecimientos. existían
en su natal Envigado: La Escuela Modelo y la
Presentación, para los niños y las niñas pobres; y el
Colegio de la Presentación, para las niñas ricas. También
existía el Colegio de Las Álvarez, cerca al parque
principal; el Colegio Uribe Ángel y unas pocas escuelas
rurales.
El doctor Botero está casado con la señora Teresa
Penagos Estrada, y en este hogar fueron procreados
cuatro hijos: Ángela María, Beatriz, María Teresa y José
Mauricio.
La Administración Municipal de Envigado, consciente de
los valores humanos, profesionales y cívicos que se
conjugan en este dilecto hijo, le ha hecho objeto de varios
homenajes. El 18 de diciembre de 2007, dio el nombre
del Doctor Botero a uno de los edificios públicos, situado
en la calle 38A Nº 43-36 en cuyo frente se encuentra una
placa con la siguiente inscripción:
Sede Administrativa
Hernando Botero Barrera
En reconocimiento a su incansable labor
de 60 años como médico,
dedicados al servicio de los envigadeños
Igualmente, el 6 de septiembre de 2006, fue distinguido
como uno de los “Envigadeños de Valores”, en el acto
que anualmente realiza la municipalidad, para destacar a
sus más preclaros hijos. Son homenajes en vida, que es
la mejor oportunidad.
Nuestro personaje se declara melómano irreductible, pero
advierte que sus preferencias en materia musical se
inclinan exclusivamente hacia la música clásica, en
especial la sinfónica y las grandes obras del repertorio
religioso de élite, como son los oratorios y las misas
solemnes. Al respeto nos cuenta que, en su época de
estudiante en la facultad de Medicina, cuando no había
clases, se pegaba la escapadita al centro de la ciudad, en
compañía de su inseparable amigo y condiscípulo, Miguel
Zapata, para ir al “Café Milano” situado en la Plazuela
Uribe Uribe, a tomar tinto y a escuchar música clásica,
porque era el único establecimiento con esta especialidad.
Recuerda con nostalgia la partida del musicólogo Hernán
Restrepo Duque, con quien sostuvo una gran amistad y
aprecia mucho entre los regalos de éste, el último que fue
la Misa de Réquiem del compositor Cherubini. De igual
manera, se refiere al investigador musical Don Hernán
Caro, con quien ha mantenido unas buenas relaciones en
el mundo de la música.
“Bueno ole, tenemos que tomarnos otro tinto para que
hablemos más cháchara de este pueblo”. Así nos dice el
Doctor Botero al despedirnos, confiados en que le
tendremos por muchos años más entre nosotros, con esa
memoria y lucidez mental tan envidiables.
DE MIS APUNTES
anotaciones
SOBRE
HECHOS YCASOS
DE MI
PUEBLO
ENVIGADO DEL ALMA
DE MIS APUNTES
SOBRE LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
Los Envigadeños que se interesen por los hechos
importantes que ocurren en la ciudad, deben saber que mi
amada UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA acaba de abrir
algunas de sus dependencias aquí, honor que estaba en
mora de tributarnos, pues esa Institución debe saber que
Envigado está inmerso en sus orígenes. Bueno es que
hagamos un breve relato histórico de sus comienzos:
inició labores en 1803 con el nombre de Real Colegio De
Franciscanos; su primer Rector fue el franciscano Fray
Rafael de la Serna; con motivo del Grito de Independencia
de Julio de 1810 el españolísimo Rector no soportó el
inicio de la emancipación y se marchó a Bogotá. De
hecho, se cerró el Colegio.
En el año de 1813, las familias pudientes de Medellín se
encontraron con que no tenían un colegio de categoría en
donde educar a sus hijos y resolvieron de nuevo abrirlo;
entonces llamaron a concurso para rectores y profesores
de filosofía, lo que debería ser cada uno de los aspirantes.
Se presentaron cuatro: El doctor Miguel Uribe Restrepo,
un envigadeño; el Coronel Liborio Mejía, de Rionegro, el
doctor José Félix de Restrepo, también envigadeño y
Francisco José de Caldas (El Sabio), payanés. Inició
labores Miguel Uribe Restrepo, quien no sólo fue profesor
de Filosofía, sino de Matemáticas. Siguieron en su orden
los ya nombrados.
Después de los envigadeños anotado, muy numerosos
personajes de nuestra tierra han prestado sus servicios en
este augusto Claustro. Según mis averiguaciones, más de
setenta de nuestros paisanos, han tenido el gran honor de
su vida; ser parte de su dirigencia, de su profesorado y de
sus empleados. Aprovechando esta oportunidad, llamo la
atención a los dirigentes municipales para que sepan, no
para que piensen, que están obligados a construir un
edificio, el que le darán en comodato, para que allí
funcionen sus dependencias. Envigado tiene que
corresponder el honor que nos hace esta gran
Universidad, de traer a nuestros predios parte de sus
dependencias. Envigado puede y debe hacer esta sede;
no puede la municipalidad negarle a ésta tierra procera el
orgullo de poder decir que aquí está asentada,
definitivamente “LA UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA”
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 66 de
Diciembre de 2004.Pág. 2.
DE MIS APUNTES
PEAJES EN LAS VEREDAS
En el periódico “El Mundo” de Medellín con fecha
Diciembre 3 del 2004, encontré un sesudo artículo del
comentarista Alfonso Palacios Botero en el que describe
lo inconveniente que es para nuestros paisanos de las
veredas Las Palma, Perico y Pantanillo la presencia de
los peajes nacional y departamental que les dificulta
comunicarse con nuestra ciudad. Cuando leí el citado
artículo lo primero que pensé fue: Don Alfonso sabría el
comentario y rechazo a la construcción de los ya
nombrados peajes que tuve con algunos amigos de la
ciudad? Les decía a mis amigos: Envigado pertenece
geográficamente al Área Metropolitana, por qué entonces
le ponen esos dos peajes, los que le van a crear
dificultades de movilización a los habitantes de la región?
Es increíble que a estos vecinos se les cree la dificultad
para comerciar, educar sus hijos, hacer sus gestiones
oficiales y de notaría y hasta para vender sus productos
de la tierra y sus artesanías; que para hacer todo esto lo
tengan que hacer en Rionegro, Santa Elena o Medellín.
Envigado en buena hora hizo la necesaria carretera la
cual era un imperativo para podernos comunicar con las
tierras de oriente. Es verdad que el Municipio tiene un
necesario peaje para poder rescatar los cuantiosos gastos
que demandó tan urgente obra. Seamos optimistas y
pensemos en la desaparición de los dos peajes de que he
venido anotando; en estas condiciones se podría
organizar una pequeña flota de microbuses los que
pagarían un reducido peaje municipal. Que las cosas
ocurriesen como lo estoy ambicionando, nuestros
paisanos podrían venir a su ciudad, hacer en ella todas
sus gestiones, educar a sus hijos aquí en los colegios que
los hay buenos por todos los lados y además estudiar en
universidades de las que tenemos buenas y varias.
Nuestros coterráneos se sentirían en su medio y
conseguirían amigos y conexiones. Las autoridades
municipales deben ponerse en ese empeño porque
Envigado no puede tener veredas mediterráneas.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 67 de
Enero de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE DON SACRAMENTO GARCÉS
Estos nuevos envigadeños poco o nada saben de la
historia grandiosa de su pueblo de origen; ellos sólo
saben que Envigado es un pueblito muy bonito, muy
aseado y arborizado, con mucho comercio, con
numerosas escuelas y colegios, además con varias
universidades. Pensándolo con juicio se da uno cuenta
que en las escuelas primarias faltan los “Don Sacramento
Garcés Escobar”, que enseñen a amar y a conocer lo
grandioso que históricamente fue Envigado en el pasado.
Para los que no saben, Don Sacramento era originario de
La Estrella; egresado de la Escuela Normal de Varones; la
Secretaría de Educación del Departamento lo nombró
profesor de la hoy llamada “Escuela Fernando González”
y este querido Maestro llegó para quedarse. A “don
Sacra” como lo llamábamos sus discípulos le pasó lo que
les ocurrió a los que han venido: llegan a vivir por tres
meses, si cumplido este tiempo no los sacan, como en las
prenderías, se quedan.
Desde su llegada “Don Sacra”, empezó a estudiar la
historia de Envigado, su pueblo por adopción; fruto de sus
estudios son las varias ediciones de su muy ilustrada y
buena Monografía de nuestro municipio. Todavía me
duelen las nalgas de los reglazos que por la más leve falta
me dio, en el segundo año de primaria. Pero la Filosofía
que era normal en la época, rezaba: “La letra con sangre
entra”. Doy fe que no le guardo resentimiento. Ya mayor
y estudiando en la Universidad, yo le traía datos de
personajes que le prestaban servicios a la Institución y él
los investigaba en los archivos y luego se los agregaba a
sus Monografías. Nuestra amistad fue siempre grande y
muy sincera, inclusive ya yo médico, lo fui de sus hijos.
Como la gratitud y el recuerdo son planta estéril en
nuestro pueblo, lo olvidaron. Estoy seguro que en su
recuerdo no existe ni una modesta aula en la Escuela
Fernando González, sitio en el cual desempeñó su labor
creadora, que lleve su nombre. Nada existe que nos diga
que si algo sabemos de Envigado, su historia y sus
valores, no son obra suya. ¡Loor a la memoria del amado
profesor! “Don Sacramento Garcés Escobar”.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 68 de
Febrero de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA MÚSICA POPULAR Y CULTA
Cuando se deambula por las calles de la cuidad, se da
uno cuenta de que en cada cuadra existen numerosas
cantinas bochinchosas y vocingleras, en donde a todo
volumen se muele horrenda y aterradora mala música.
Aquí no existe, para deleite de los melómanos, un cafecito
en donde se pueda escuchar grandes obras de la música
universal. Los nuevos envigadeños están condenados a
vivir este espectáculo cotidiano, puesto que ellos no
saben de qué manera operan en la mente las diferentes
músicas. Vale la pena reflexionar un poco sobre esto: la
“mala” música popular entra fácilmente, intoxica y pasado
poco tiempo se va. A manera de ejemplo tenemos la
“Pollera Colorá”, esta sonó en una navidad; en los buses,
en los taxis, en los carros particulares, en las cantinas, en
las oficinas tronó y pasados tres meses no se volvió a oír,
ya se había ido.
Con la música culta ocurre lo contrario: entra con
dificultad, coloniza lentamente al oyente cuando este
escucha con cuidado una obra; se sorprende y si la
vuelve a oír ya le encuentra más sustancia y entonces
siente el imperativo se saber el nombre de la obra, el del
autor, la época musical a que esta pertenece y hasta la
nacionalidad del autor. ¿Qué pasó? Que aquella se entró
a la mente para quedarse.
¡Qué bueno sería que Envigado tuviera esta clase de
establecimientos! Este sería un oasis a donde se pudiera
llegar a descansar de este ruido infernal cotidiano. En
medio de este tráfago cotidiano, uno no sabe qué hacer,
si gritar o llamar gente, algunos aconsejan que se debe
llamar al “chavo del ocho”, para que nos defienda; otros
dicen, que se debe invocar a la Secretaría de Educación
Municipal, pero pobrecitos, ellos no tienen nada que
darnos porque pertenecen al grupo de la “Pollera Colorá”
y de Napoleón al que sus áulicos queriendo halagarlo, le
dieron un bello concierto de música de Beethoven y
cuando este terminó, el chafarote como único
agradecimiento les dijo: ¡Ay! “Siquiera se acabó ese
ruido”.
Envigado necesita que un “aventado” abra tal negocio, el
que con propaganda e invitaciones prenderá. Envigado
cuidad educadora, con numerosas escuelas y colegios,
con universidad propia, con el honor de tener
dependencias de mi amada Universidad de
Antioquia,merece el honor de tener un sitio en donde
podamos oír música culta.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 69 de
Marzo de 2005. Pág. 2
DE MIS APUNTES
SOBRE UNA FOTO DEL PARQUE DE 1915
En el año 1922 en el costado occidental del parque se
inauguró el Busto del Dr. Manuel Uribe Ángel, yo estuve
presente en el festival, luego en 1915 no se había
colocado tal busto….
En la edición de marzo del año en curso en el periódico
“La Piedra” edición N° 69, aparece una fotografía de la
plaza de la ciudad, con fecha de 1915. Sobre esta fecha,
tengo serias y justificadas dudas. Estos son mis
argumentos: en el año de 1922, en el costado occidental
del parque se inauguró el busto del Dr. Manuel Uribe
Ángel, yo estuve presente en el festival, luego en 1915 no
se había colocado tal busto.
Otro argumento que considero valedero es el de que
Envigado en la fecha de la foto no tenía vehículos de
motor a gasolina, creo que estos llegaron, si mis
recuerdos no me fallan, en los años 22 ó 23, desde luego
no se necesitaba bomba de gasolina; además cuando
éstos llegaron la gasolina se vendía en galones grandes
de lata, en un establecimiento llamado “Café Ford” que
quedaba enfrente al hoy llamado” Portoncito Paisa”.
En la foto motivo de este artículo, se ve fácilmente una
bombita de las de la época que consistía en una torrecita
metálica, con una palanca lateral, para accionarla; encima
tenía un frasco de vidrio con un gravado de las cantidades
a vender. Mirando con atención, al pie de la raíz de una
ceiba que existía, se logra identificar el aparatito que
estoy anotando, si se duda de su existencia basta con
usar una lente de aumento y cesan las dudas. Opino
personalmente que la foto motivo de este artículo puede
ser de los años 24 ó 25, cuando existían busto, vehículos,
bomba y el atrio de la Iglesia construido en 1921, pues el
atrio de la Iglesia construido en 1892, lo tumbó en 1921 el
ignorante cura párroco que no supo el valor que
representaba..
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 70 de
Abril de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE EL METROPLÚS
¡Hola, hola envigadeños! Ya viene el “Metro Plús” con una
rama, de la Carrera 11 no van a quedar sino cruces y
calaveras. El anunciado Mastodonte, Envigado no lo
necesita. Nuestros administradores aceptaron acomodar
sumisamente en esa camisa de once varas a nuestra
ciudad. El Valle de Aburrá, un vallecito pequeño y
estrecho, al que no se le pueden acomodar más carros
grandes, va a tener que aguantarse el tal “Metro Plus” que
consiste en dos o tres “Busotes Grandotes” “enganchados
y estorbosos”. Parece que el “Metro Plús” de Bogotá es
un fracaso y nosotros somos tan torpes que no
aprendemos de los fracasos de los otros. Definitivamente
tenemos la mentalidad del mono, repetimos los gestos
que nos hacen y además tenemos muy enraizado el
sentido de la imitación. Ojalá este embeleco no sea un
desastre. Jehová nos lleve de la mano. Nuestros
administradores deben saber muy claramente que
Envigado es municipio independiente, que solo pertenece
geográficamente al Área Metropolitana, que somos
dueños de nuestro destino, que no nos podemos dejar
embutir lo que otros quieran.
Los enamorados de nuestra ciudad, nos quedamos
esperando que las obras de embellecimiento continuaran.
El costado norte de la plaza principal está esperando le
adoquinen su andén, que le siembren las palmeras y le
tumben los aterradores techos, los que le dan a Envigado
el aspecto de un pueblito de mala muerte. La Oficina de
Planeación o la entidad encargada de enlucir la ciudad
debe continuar las obras de embellecimiento y también
deben saber nuestros administradores que Envigado es
ciudad modelo en el país.
La ciudad por todas partes se llenó de edificios de pisos;
estos deberían tener nombres, ejemplos ya tenemos en
“Edificio La Entrada, Edificio Quórum, Edificio de la
Cámara de Comercio Sur”. Estos nombres serían una
gran ayuda para la orientación de las gentes, más efectiva
que la nomenclatura actual, por números. La entidad que
regula las edificaciones urbanas, debería recabar de los
constructores que pongan a sus edificios placas de
bronce con los nombres que quieran ponerles.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 71 de
Mayo de 2005. Pág. 2.
Nota: Durante la actual administración del Dr. Héctor
Londoño Restrepo, se proyectó y se viene ejecutando las
reformas al Parque Principal, que lleva el nombre de un
ilustre envigadeño, el General Marceliano Vélez
Barreneche, quien fue gobernador de Antioquia, primer
egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Antioquia y posterior su rector, además de otras meritorias
labores en beneficio del Departamento y la Nación.
Igualmente, en la carrera 11 que en la actualidad es la 43
A, se viene adelantando las obras para la construcción del
Metroplús, obra que será dada para el progreso de la
ciudad.
DE MIS APUNTES
SOBRE EL BACHILLERATO ACTUAL
El bachillerato actual es una engañifa, es un bodrio;
cuando salen graduados, digo yo, salen en obra
negra.
Mis familiares y amigos saben del amor que le profeso a
la Universidad de Antioquia y también saben de los
recuerdos que aún conservo de numerosos profesores
que tuve en mi paso por ese grandioso claustro. Hoy
escogí para mi relato al profesor de castellano, Don
Alfonso Mora Naranjo, el que regentaba la cátedra ya
nombrada a la que él rimbombantemente llamaba, Lógica
del Idioma; esta se dictaba en la Escuela de Filosofía y
Letras que así era como se llamaba en 5° y 6° año de
bachillerato. En su sabia y entendida clase nos repetía
algo que no he olvidado: No hay razón valedera para que
un hombre de Universidad hable el idioma con menos de
ochenta vocablos, como lo hablan nuestros campesinos.
Hoy la realidad de esa sentencia está presente en
nuestros jóvenes bachilleres y en no pocos profesionales.
Hablando con ellos se da uno cuenta que no tienen léxico,
que son de una pobreza enternecedora de vocablos. Pero
ellos no tienen la culpa de su falencia puesto que el agua
viene sucia desde la toma .El bachillerato actual es una
engañifa, es un bodrio; cuando salen graduados, digo yo,
salen en obra negra. En mi época de universidad tuve
compañeros, los que al egresar casi eran unos
intelectuales, jóvenes de gran dicción, quienes se
expresaban con soltura, su conversación era nutrida de
vocablos castizos y bien empleados.
Otro apunte: Hace aproximadamente 3 años, estuve en la
oficina de arborización, pedí al empleado que arborizaran
la Avenida de la Ayurá, desde Villa Grande hacia el
oriente; estas avenidas arborizadas serían el sitio más
bello de la ciudad, pero me pusieron oídos de mercader,
repetí la visita y el resultado fue igual, nada de nada. A
finales del año pasado sembraron los árboles que
faltaban. Detrás del sembrador iba el depredador y dañó
cinco de los árboles sembrados. Los árboles nuevos que
se siembren deben tener más corpulencia, para buscar
que los dañinos los respeten. Y ya que escribo de
arborización le pido al empleado encargado de dicha
labor, que pase por la calle 38 A Sur, para que se dé
cuenta que faltan nísperos. Además que se entere que en
los sitios con palmeras, faltan algunas.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 72 de
Junio de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE LOS ALCALDES
Envigado tuvo alcaldes inmaculados pero sin
imaginación, y se ganaron su jugoso sueldo, y
terminado su período salieron sin dejar algo que los
recordara.
Cuando transito por la carretera Envigado-Las Palmas
aumenta mi admiración por tan arriesgada y bella obra, la
que se debe a la intrepidez y osadía del Alcalde Jorge
Mesa Ramírez, quien con su gran sentido se dio cuenta
de que no existía razón para que los envigadeños, si
queríamos ir a nuestras tierras de oriente lo deberíamos
hacer por carreteras de Medellín. Tan arriesgado trabajo,
en un principio se consideró una obra faraónica, pero hoy
es una realidad. Este buen Alcalde solo concibió hacer
obras grandes, de mejora y embellecimiento de la ciudad;
ejemplos tenemos en la canalización de la Quebrada La
Ayurá y sus bellas avenidas laterales, el puente de Las
Vegas, único en el Departamento, el Palacio Municipal, la
Universidad de Envigado. Si algunas no las terminó fue
por culpa de la muerte que se atravesó en su camino.
Sus detractores sin ningún documento ni comprobación
entraron a saco en su vida privada y no lograron ver en él
a un gran Alcalde, el que hizo de Envigado su patria por
adopción, donde fundó su hogar y aquí nacieron sus hijos.
Jorge fue mi amigo y yo lo admiré por el empeño que
puso por engrandecer a Envigado. Sus detractores no
lograron conseguir hacia él mi malquerencia.
Envigado tuvo Alcaldes inmaculados pero sin imaginación
y se ganaron su jugoso sueldo, y terminado su período
salieron sin dejar algo que los recordara. Nuestros
administradores municipales están en mora de contarle a
los ciudadanos en que consiste el tal metro plús, que
implicaciones urbanísticas va a tener Envigado con esos
aparatos, si es obligatorio que corra por la Carrera 11 (43
A) y por qué no corre por la Avenida Las Vegas, que es
más amplia y serían menores los daños urbanísticos. Los
ciudadanos queremos saber si hay una orden perentoria
para que la ciudad tenga que aceptar humildemente
semejante desbarajuste sin poder decir ni “mu”.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 73 de
Julio de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA NOMENCLATURA DE ENVIGADO
No deja de ser interesante para los envigadeños saber
que la ciudad sólo tuvo barrios en el año de 1924, cuando
una compañía urbanizadora de Medellín “loteó” una
manga grande, la que hoy es el Barrio Mesa Jaramillo.
Aquello de Barrio Guanteros no deja de ser un embeleco;
el pueblito de antes del 24 era el mismo, enmarcado en el
terreno que donó para la fundación el cívico y rico
terrateniente José Antonio Isaza Atuesta. Cuando yo aún
trabajaba en el Hospital “Clarita Santos” en Medellín,
viajaba todas las mañanas en compañía del hoy concejal,
el colega Miguel Zuluaga.En uno de esos encuentros me
contó que en dos épocas le había pedido al Centro de
Historia de Envigado que le hiciera un recuento histórico
de los viejos sitios de la ciudad, casi desde su fundación;
yo le argumenté que no hacer ese estudio no era mala
voluntad del Centro sino que no sabía hacerlo, pues se
necesitaba haber vivido la época o que un viejo
envigadeño se lo relatara.
Oídas mis razones me pidió que lo hiciera yo, pero con
dos condiciones: la primera, el porqué del nombre del sitio
y la segunda cuál era su situación. Mi amigo el médico,
con gran criterio, buscaba colocar unas placas
recordatorias como las tienen otras ciudades históricas de
la patria, como Mompós, Cartagena y Popayán, por
ejemplo. El concejal Zuluaga sólo logró llevar este estudio
hasta Acuerdo del Concejo, porque los Alcaldes de le
época no lo pusieron en vigencia. A mi amigo le ganaron
de mano: el concejal historiógrafo, que no historiador, y
los historiógrafos municipales por contrato, los que
“EMPLACARON” inmisericordemente la ciudad. En este
momento hay placas en todos los rincones del pueblo,
muchas intrascendentes, las que nada educan ni nada
enseñan, muy lejanas de las históricas que recordaba el
estudio del cual vengo escribiendo y que son las que
merece la ciudad, pues son de su folclor. Al actual Alcalde
le corresponde ordenar que se levanten unas placas que
están colocadas donde no deberían estar, y otras que no
son reales. Con este “emplacamiento” masivo los
historiógrafos nos crean una nueva historia de Envigado.
La historia de un sitio o de un pueblo se escribe con el
cerebro, no con el corazón. Con las placas “Carrera
Débora Arango Pérez” en homenaje a la notable pintora
medellinense, ya la ciudad le hizo el honor de bautizar con
su nombre su Academia de Arte. Estas placas deben
recordar notables personajes envigadeños; a la buena
pintora nada notable le debe nuestro pueblo, y además no
se debe repetir el homenaje ya tributado. Sobre esta
maraña de placas sin estudio y sin conocimiento histórico
hay mucha tela para cortar.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 74 de
Agosto de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA NOMENCLATURA DE ENVIGADO -
2.
El concejal Zuluaga debe recabar del señor alcalde
que ordenen recoger esa montonera de baldositas.
Mis amigos deben saber muy claramente que yo no soy
historiador, que si en veces hablo de esos achaques, lo
hago por los recuerdos de lo que en la “Escuela Modelo”
me enseñó don Sacramento, por lo que he leído en
periódicos, en revistas y en libros. Así como no soy
historiador, no me dejo “engatusar” con lo que escriben y
relatan otros, que saben menos que yo y vale recordar el
dicho popular que reza: yo no sé hacer empanadas, pero
sí sé en donde las venden buenas. En el artículo anterior
dije que volvería sobre el “emplacamiento diabólico”,
hecho sin conocimientos históricos ningunos. Digamos
que la calle 39 Sur tiene placas en donde se repite el
número que le corresponde en la nomenclatura técnica y
le enciman “guanteros”.
He dicho y lo he escrito, que en la ciudad no existió Barrio
ni Calle de guanteros, luego sobran placas porque no son
verdad. El concejal Zuluaga buscó con empeño recordar
los viejos sitios del pueblito, colocando placas como las
tienen otras ciudades históricas. En mi niñez las cuatro
cuadras de la calle 39 Sur se llamaban de Aranzazu, en
homenaje al cejeño 7766 que fue Presidente.
Como con estas placas parece que quieren recordar
hombres notables de nuestro pueblo, podría llamarse
Calle de José Miguel de la Calle, o de Luis María Isaza
Lalinde o de José Restrepo Rivera, u otros. Los
historicidas en su afán de cambio fusilaron a Don Manuel
Duque y a Doña Mariana Uribe primeros pobladores y
benefactores del pueblo; casi desde su fundación la
carrera 42 llevó el nombre de Duque Uribe.
En mis recuerdos tengo, que don Sacra por la más leve
pilatuna nos daba los reglazos sacramentales, y nos
dejaba arrestados hasta las seis de la tarde. Para
largarnos nos enseñaba la nomenclatura local. Decía por
ejemplo el profe: Los que viven en la carrera Duque Uribe
pueden irse. Esta carrera de la que escribo, ya la
bautizaron Cristóbal Restrepo. A ese señor no lo conoció
ni su papá. Cuando leí esa placa, pensé que se trataba de
Cristóbal el paje del Doctor Gómez Henao. En nuestro
pueblo conocieron al Padre Cristóbal de Restrepo Vélez,
primer cura de Envigado y constructor de la primera
iglesia de Santa Gertrudis. El concejal Zuluaga debe
recabar del señor alcalde que ordene recoger esa
montonera de baldositas, que se haga un estudio muy
concienzudo de lo que se proyecta y así se dote a la
ciudad de un recordatorio como se lo merece nuestra
tierra. Y finalmente acaba de pasar la mal llamada
Semana de la Cultura: ¡Qué horror! Parodiando al poeta
de Santa Fe de Antioquia: “siquiera se murieron los
abuelos”; fue la fiesta del bochinche, de la algarabía, de la
cursilería; nada de arte ni de cultura. No hubo una reunión
académica, ni un buen concierto, alguna reunión
trascendente. Con fiestas tan cursis no se edifica la
juventud, para colmo de males están hablando de revivir
las Fiestas del Carriel, del adminículo que ya no existe y
del que ya están alegando su paternidad del pueblo de
Jericó. Tengo fe de que San Nicolás de Tolentino al que le
prendí veinte velas, me haga el milagro de evitar que a
Envigado le chuten tanta basura.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA”edición N° 75 de
Septiembre de 2005. Pág. 2.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA NOMENCLATURA DE ENVIGADO -
3.
Hoy no se necesitan desnudos en pinturas, con sólo
salir a la calle se tienen todos los que se deseen
Envigado, pueblo de próceres y de personajes notables,
no sólo dieron lustre y orgullo a su tierra de origen sino al
país. El Concejo Municipal de época ya remota quiso
honrar su memoria bautizando con sus nombres las
carreras y calles de la cuidad. Reblujando papeles viejos
encontré la vieja, histórica y verdadera nomenclatura que
entonces se creó. Las carreras tuvieron estos nombres:
La carrera 11 hoy la 43 A se llamó Carrera Dr. José
Manuel Restrepo Vélez, Ministro que fue de Bolívar y
Santander, el padre de la Historia Nacional el mismo que
le pasó para firmar al General Santander en 1822 el
decreto fundado el Colegio de Antioquia hoy nuestra
Universidad de Antioquia la que ya funcionaba. La 12 hoy
la 43 en memoria de nuestro fundador, pues regaló los
terrenos para la plaza, la iglesia, la casa cural y ocho
cuadras, se trataba de José Antonio Isaza Atuesta. La 13
hoy la 42, Carrera Duque Uribe en memoria de dos de los
primeros pobladores y benefactores de la ciudad. La 14
hoy la 41: Carrera Cristóbal de Restrepo Vélez primer
cura de Envigado. La 15 hoy la 40: Luciano Restrepo
Escobar que fue notable Gobernador del Departamento
de 1881 a 1885. Las calles tenían entonces estos
nombres: La 18, hoy 39 Sur: Pbro, José Miguel de la
Calle, gran patriota, predicaba llamando a la juventud para
que empuñara las armas y luchara por la independencia;
fue Gobernador del Departamento por muerte prematura
de Don Juan del Corral de 35 años. La 19 antes, hoy la 38
A Sur: Alejandro Vélez Barrientos, prócer de la
independencia, servidor de las administraciones de
Bolívar y Santander, además fue Gobernador del Estado
de Antioquia.
La 20 antes, hoy 38 Sur: Doctor y General Marceliano
Vélez Barreneche, cinco veces Gobernador de Antioquia,
Rector y profesor de la Universidad, además el primer
egresado como abogado de este claustro. La 21, hoy la
37 Sur: Dr. José Félix de Restrepo Vélez, el que en
compañía de su discípulo de Filosofía en la Universidad
del Cauca, el General José Hilario López, dió libertad a
los esclavos, fue Rector de la Universidad de Antioquia en
1813. Calle 22, hoy la 36 Sur: Dr. Miguel Uribe Restrepo,
gran patriota Rector de nuestra Universidad, además de
ser Rector en 1813, fue profesor de Filosofía y
Matemáticas, además Senador de la República. La 23,
hoy la 35 Sur: Pbro. Y Dr. Silvestre Vélez de la Calle,
sacerdote que fue gran patriota, Secretario y Diputado de
la legislatura de 1888. Además era tío de José Manuel
Restrepo Vélez y de Alejandro Vélez Barrientos, notables
envigadeños. En la nomenclatura de que me ocupo no
figuró Pbro Uribe Restrepo, puesto que el único nexo que
tuvo con Envigado fue la fecha de su nacimiento. Sus
actividades Médicas y cívicas las cumplió en Medellín en
donde vivió y murió. En la nomenclatura de marras no
existían ni calle de Guanteros y menos Barrio Guanteros.
En el pueblito antiguo no se conoció a Cristóbal Restrepo,
se conoció al Pbro. Cristóbal de Restrepo Vélez. La actual
carrera 43 no puede llamarse carrera Débora Arango
Pérez. Los pueblos honran sus personajes notables
nombrando así sus calles y carreras y esta famosa artista
no es envigadeña; ella nació en Medellín y además
Envigado ya la honró bautizando con su nombre la
Academia de Arte. Yo he sido admirador de Débora;
cuando sus desnudos polémicos, excomulgados e
inofensivos, estuve con un grupo de compañeros rebeldes
de la Universidad, en el Club Unión admirándolos y
congratulándolos con la artista. Los tiempos cambian, hoy
no se necesitan desnudos en pinturas, con sólo salir a la
calle se tienen todos los que se deseen, para deleite de
los mujerieguitos y nadie dice nada.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 76 de
Octubre de 2005
DE MIS APUNTES
SOBRE LA CORRECCIÓN DE LAS "PLACAS
MENTIROSAS"
Yo estoy convencido, de sobra, que con esta
“escribotiadera”, nada se corregirá
He esperado vanamente que mis amigos y el Centro de
Historia emitan su opinión sobre una nomenclatura que
jamás tuvo la ciudad, y entonces qué va ocurrir? Que esta
va a tergiversar o va a crear una nueva historia de
Envigado, la que nunca podría ser verdad. Al Centro de
Historia lo disculpo, pues este está “encarretado”
buscando “blanca”, como decía Sancho Panza, para
comprar la estatua mil ciento once, de nuestro libertador,
el gran general Simón Bolívar, sabiendo como sabemos
que con las que tenemos son suficientes y antes sobran.
Yo estoy convencido, de sobra, que con esta
“escribotiadera”, nada se corregirá, todo seguirá tal como
lo pusieron los historiógrafos municipales a flete, así estos
baldosines estén reñidos con la verdad histórica de
nuestra tierra. Como en la fábula “La Serpiente y la Lima”,
mi insistencia será mojar en hierro duro. Cada que
deambulo por nuestras calles leo baldosines mentirosos,
como uno que pusieron en los muros del Almacén Ley, en
la antigua calle 22 hoy la 36 Sur, la que los envigadeños
de épocas muy remotas llamaron “Calle Dr. Miguel Uribe
Restrepo. Estos “Ignorantes emplacadores” no saben que
la vía de entrada a la finca donde nació el notable prócer,
se hacía por la remota “calle del talego”, nunca por la
portería llamada de “Andalucía”.
Otra cosa que ignoran los aprendices de brujerías
históricas, que la Casa de la Cultura mira hacia el
occidente, es decir su frente está en esa dirección, puesto
que a Envigado se llegaba por el camino de Guayabal,
nunca por el del Poblado, este fue posterior. Quiero que
quede muy claro que toda la calle 36 Sur se llama Dr.
Miguel Uribe Restrepo, pero de la carrera 41 hacia el
oriente, en la época ya lejana le agregaron el nombre de
“Calle del Palo” el que no daña para nada las otras
nomenclaturas; esto sólo es un recuerdo histórico. Sobre
el nombre “Calle del Palo” y de otros que tuvo la ciudad,
mis lectores ya sabrán cuando comience a publicar los
sitios viejos e históricos que tuvo la ciudad, como los
tienen otras ciudades históricas de nuestra patria. Dije al
principio que sabía de antemano que nada se modificaría,
puesto que nuestros administradores nada saben de esto
y están dispuestos a que un ignorante los haga comulgar
con ruedas de molino. Cuando arranquen baldosines, los
que sirvan se pueden colocar en su verdadero sitio; los
que sobren se pueden emplear baldocinando un sanitario,
puesto que tienen colorcitos muy lindos.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 77 de
Noviembre de 2005
DE MIS APUNTES
SOBRE NOTABLES MÉDICOS ENVIGADEÑOS.
Los Envigadeños que amen su tierra deben saber que
ésta en el pasado fue un venero de grandes personajes,
algunos próceres de la independencia. Entre ellos se
contaban abogados, profesores, sacerdotes, los que no
sólo dieron lustre a su pueblo de origen, sino a la patria.
No faltaban entre estos personajes, notables médicos, los
que si no ejercieron su profesión en nuestro pueblo,
llevaron en su mente el orgullo de haber nacido en esta
noble tierra. Hagamos el recuento de algunos médicos
orgullo de Envigado. Sin entrar en muchos datos
biográficos, por motivo de espacio, diré que el primer
médico de que tuve noticia fue:
1) Doctor Fausto Santamaría Uribe 1818-1871: En mi
niñez en dos casas que ocupó mi familia, tuvimos
como vecinos a tres de sus hijos. Uno de sus
nietos, Julio, me enseñó a conocerlo y me prestó
un “daguerrotipo” para que sacara su fotografía. El
Doctor Fausto fue un notable médico de mucho
prestigio, que ejerció con lucimiento su profesión
en Medellín y en Envigado.
2) Doctor Manuel Uribe Ángel 1822-1904: Este sabio
médico, supongo, es bien conocido por los
envigadeños. En el Doctor Uribe Ángel no se
cumple la sentencia del médico francés, el que dijo:
“el médico que no sabe sino medicina, ni medicina
sabe”, puesto que él fue un alto intelectual. Ejerció
su profesión y vivió en Medellín y en Envigado.
3) Hipólito González Uribe 1839: Sobrino del Doctor
Uribe Ángel. Ejerció con lucidez y prestigio su
profesión en Medellín, en Envigado y Bogotá, en
donde murió.
4) Doctor Julio Restrepo Arango 1854-1943: Fue uno
de los tres primeros médicos que en mismo día
graduó nuestra Facultad. Ese día optaron al título
de médicos: Jesús María Espinosa de San Vicente,
Tomás Bernal de Medellín y Restrepo Arango. La
fecha del grado: Noviembre 7 de 1875. Egresado
marchó a París, ya especializado en cirugía
regresó a regentar la cátedra de cirugía por más de
30 años. Ejerció su profesión en Medellín.
5) Doctor Manuel Restrepo Mesa: Este notable
médico nació y ejerció su profesión en la ciudad, en
donde gozó de gran prestigio como buen
profesional. Por largos años fue profesor de
Anatomía y de Patología Interna en su Facultad en
la que se graduó el 6 de Julio de 1901.
6) Doctor Pedro Nel Cardona Correa 1890: Sus
estudios primarios los hizo en la escuela de su
pueblo, los secundarios en el colegio Uribe Ángel
de su ciudad y en el Liceo Antioqueño de la
Universidad en donde egresó como médico. Fue
profesor de su Facultad en Química Orgánica, en
Clínica Quirúrgica y Ginecológica. Tuve la suerte
de ser su discípulo en la Clínica Ginecológica.
Como Ginecólogo notable ejerció en Medellín.
Amaba entrañablemente su pueblo de nacimiento.
7) Doctor José Vicente González Ochoa 1892-1932:
Notable médico envigadeño, fue profesor de
Anatomía en su Facultad, hombre estudioso que
dedicaba su tiempo a estudios históricos,
perteneció a la Academia Antioqueña de Historia.
Sus hermanos médicos fueron Luis Enrique y el
gran pediatra, mi profesor: Dr. Gustavo González
Ochoa a quien le debo mis éxitos y prestigio como
pediatra.
8) Doctor Luis Enrique Arango Pérez 1897: Este
querido médico y profesor de la Facultad regentó
las cátedras de Anatomía y en los últimos años de
su paso por la Facultad regentó la cátedra de
Bacteriología. Ejerció en Medellín como
laboratorista. Amaba entrañablemente su pueblo y
frecuentemente me preguntaba por los hechos que
ocurrieran aquí.
9) Doctor Francisco Restrepo Molina 1898: Este
notable y sabio médico hizo sus estudios primarios
en la escuela de su pueblo, los secundarios en el
Liceo Antioqueño y los profesionales en la Facultad
de Medicina de la Universidad de Antioquia.
Siempre ejerció la profesión en su pueblo al que
amaba apasionadamente y en donde lo amábamos
entrañablemente. En su Facultad de Medicina fue
profesor de Clínica Tropical primero y luego de
Clínica Interna en donde se le admiraba por su
sabiduría. Quedan en mi alma tantas cosas que
quisiera expresar sobre este querido, sabio,
bondadoso y notable personaje, pero el espacio me
lo impide.
10) Doctor Jorge Franco Vélez 1922: Este notable
médico hizo sus estudios primarios en las escuelas
de su pueblo y Juan del Corral de Medellín. Sus
secundarios en el Liceo Antioqueño y los
profesionales en la Escuela de medicina de la
misma Universidad. Jorge no fue simplemente un
buen médico, fue un notable poeta y buen escritor.
Era hombre de gran chispa, burlón y toma pelo
como dice la gente. Ocupó posiciones en Medicina
Interna y los Seguros Sociales.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 78 de
Diciembre de 2005. Pág. 2
DE MIS APUNTES
SOBRE ARBORIZACIÓN.
Amigo sembrador, la belleza de nuestra ciudad, se
hace con árboles, denos gusto a los enamorados de
esta bella tierra llenándola de árboles.
1) Hace aproximadamente cuatro años, estuve
pidiéndole al arborizador que completara la de la
avenida derecha de la Ayurá, desde la vía Zuñiga
hasta el que llaman, no sé si con razón, “Puente de
la Paloma”, pero mi hombre me puso “oídos de
mercader”. Por el contrario, me daba argumentos
en su contra y algunas ilusiones que no se
cumplieron. El nuevo arborizador, a finales del
2004, completó los árboles que faltaban, pero que
ahora tenemos; detrás del sembrador iba el
depredador y dañó cinco de estos arbolitos; los que
no sufrieron daño total, han logrado sobrevivir,
aunque maltrechos. Hoy voy a pedirle al cívico
sembrador que complete todas las arborizaciones y
como no voy a argumentar a “humo de pajuelas”,
están incompletas, la de las palmeras de la
entrada, la hermosa avenida de los nísperos, la de
pinos vela de la salida; estos arbolitos son muy
bonitos, pero les falta silueta para ser avenida.
Estos sitios que yo relato, son los que diariamente
frecuento; pero en la ciudad numerosas
arborizaciones,están incompletas. Amigo
sembrador, la belleza de nuestra ciudad, se hace
con árboles, denos gusto a los enamorados de esta
bella tierra llenándola de árboles.
2) En la ciudad hay muchos que saben escribir, pero
no lo hacen, me dejan a mí esta encomienda,
aunque yo no sé hacerlo, siempre babeo. Las
puertas del periódico están abiertas, para recibir
colaboraciones, ojalá de motivos locales, puesto
que los artículos literarios y filosóficos, los lectores
apenas los miran. Héctor, su dueño y su director,
sentiría la emoción de ver que los Envigadeños
leen su periódico y sienten el deseo de publicar sus
escritos e inquietudes.
3) Señora Inspectora de Tránsito, en el cruce de la
carrera 40 con calle 38 A sur, se necesitan
perentoriamente semáforos. Un amigo me hizo esa
manifestación y yo burlonamente le respondí que
se necesita que hayan veinte muertes para que
corran a colocarlos. Es mejor prevenir que
lamentar, denos la facilidad, señora Inspectora, de
poder usar con seguridad dicho cruce, no se haga
rogar. En los barrios del Sur viven numerosos
habitantes y este cruce es paso obligatorio para
llegar a sus hogares.
4) Sería muy bueno que los encargados de parques y
arborización o los encargados de esa labor, se
dieran una pasadita por la calle 38 A Sur o Avenida
de los Nísperos, como la llamo y se dieran cuenta
que ya llegaron dañinos, los que por coger un
níspero, así esté verde, quebraron algunos
travesaños y torcieron y aflojaron algunos parales.
No pensaron esos “malcriados” que haciendo ese
daño, le quitaban belleza a la avenida y protección
a las flores que son un bello adorno. Yo creo que
tal daño debe arreglarse prontamente, puesto que
la ciudad no puede dar la impresión de incuria y
abandono.
Publicado en el periódico “LA PIEDRA” edición N° 80 de
Febrero de 2006. Pág. 3.
DE MIS APUNTES
SOBRE HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS.
"Mi opinión sobre el hallazgo, fue, que esas ollas eran
unas urnas funerarias, las que hacían los indígenas
para enterrarse con sus pertenencias"
Me contó un miembro del "Centro de Historia" que en el
regalo de útiles escolares a los estudiantes, en los
cuadernos se leía: que en Envigado habían vivido los
"Indios Tahamíes". Confieso que me sorprendí, yo había
aprendido, que en nuestro pueblo solo vivieron los "Indios
Anaconas", los que no se pintaban ni el cuerpo y menos
la cara, que vestían batas largas de tela de lana y no eran
guerreros. Cuando era aún muy joven oía decir, que en la
"Loma de don Pachito Pareja", había vivido una tribu de
indígenas. Pasando el tiempo. la finca de don Pachito
pasó a ser propiedad de don Pedro Luís Restrepo ( Peldar
). Resolvió su nuevo dueño tumbar la casa, que era una
especie de "Bohío", con techo de paja, para construir su
vivienda, la que las gentes dieron en la idea de llamar "El
Castillo", que aún se conserva y está situado, en el morro
que está a la vista, arriba del " Centro Comercial
Guadalcanal". Pasando el tiempo cuando estuve inmerso
en la vida municipal y política, el alcalde del momento,
me llamó a su oficina; al legar fue grande mi sorpresa,
cuando me mostró unas ollas grandes, de barro que
habían sacado de las excavaciones para construir la
nueva casa, en la que ya era de don Pedro Luis. El
destino de esos objetos no lo supe. Soy testigo de
excepción que en esa loma vivió una comunidad de
indígenas, su nombre lo ignoro, creo que eran los
Anaconas. Desde que me contó el historiador, sobre el
letrero de los cuadernos donados por la Alcaldía a los
estudiantes, he pensado ¿hasta cuando la Administración
y el Concejo van a pasar inadvertidos, que a nosotros los
envigadeños nos sigan contando mentiras? Las que ya
tienen antecedentes en el "emplacamiento" feroz y
mentiroso con que engalanaron la ciudad. Los que debían
evitar este engaño se quedan calladitos como los muertos
de Cali y "el mundo sigue andando" como en la canción
de Carlos Gardel.
Estuve por invitación de unos amigos, asistiendo a la
siembra de cinco arbolitos, de los que faltan en las orillas
de la Ayurá. Me emocionó su interés por embellecer a
Envigado, ellos me manifestaron que seguirían en la tarea
de llenar de árboles, el Municipio, los que hacen mucha
falta. Mis amigos y yo sabemos que todas las
arborizaciones de la ciudad están incompletas, pero estas
no tienen duelo.
Publicado en el periódico " La Piedra" edición N° 82 de
abril de 2006, pág. 6.
NOTA ACLARATORIA: En Envigado vivieron los indios
Nutabes y no las tribus Tahamíes y menos los Anaconas,
esta última designación se les daba a los indígenas
serviles de los españoles y es un término de la lengua
Quechua.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA UNIVERSIDAD DE ENVIGADO.
1) Hace corto tiempo se celebraron los diez años de la
fundación de la " Institución Universitaria de Envigado".
Los fundadores tuvieron la pretensión de fundar la "
Universidad de Envigado", pero este deseo se queda
solamente en " Institución Universitaria". Algunos
envigadeños sabemos que egresados de ese "Colegio"
están actuando en el mercado laboral. En veces me he
preguntado si ese "colegio" ¿Por qué no ha conseguido el
nombre de " Universidad" ?.
¿ En esto hay falta de interés o negligencia ?. Nuestra
ciudad tiene representantes en el Congreso, estos no
podían recabar del Ministerio de Educación que le haga
ese reconocimiento a nuestra ciudad?
Envigado ciudad procera y próspera, modelo por muchos
aspectos, en el país, con un pasado histórico grandioso,
que está capacitado para tener su propia Universidad. ¿
Por qué no tiene y merece ese galardón ?.
Los dirigentes deben ponerse las pilas, para conseguir
ese título, de la que con orgullo se llamará " Universidad
de Envigado".
2) La ciudad se llenó de barrios, pero identificarlos es un
imposible; hemos visto personas que deambulan por las
calles preguntando, por un barrio y ¡ Que dolor! nosotros
que nacimos aquí, que hemos circulado por toda el área
urbana tenemos el pesar de no poder, porque tampoco lo
sabemos orientar a nuestros visitantes. Nuestros
administradores han sido negligentes y han omitido este
medio de orientación, pero si ellos aceptan que esto es
una necesidad, una falencia, por Dios, no encarguen esa
tarea a inmisericordes "emplacadores" municipales,
puesto que estoy seguro que nos llenan de mentiras y
entonces tendremos, los ciudadanos que llamar al
"chapulín colorado" para que nos saque del tráfago y nos
ayude a orientarnos y a orientar a los visitantes.
En la próxima entrega del periódico voy a comenzar a
transcribir un estudio que le hice por petición, a un amigo
concejal, de los viejos sitios del "pueblito", los que son
comunes a todos los otros pueblos, los que son de su
acervo cultural y de su folclor. Este humilde estudio llegó
hasta el Acuerdo del Concejo, pero los "emplacadores"
horrendos lo frenaron y al proponente le faltó capacidad
defensiva. Buscaba este estudio colocar unas placas
recordatorias bonitas y elegantes, pero los que creen
saber tantas cosas viejas de Envigado, se atravesaron y
las placas no se pusieron.
Tomado del periódico " LA PIEDRA", edición N° 83 de
mayo de 2006.Pág. 3
Nota aclaratoria: En la época que se hizo este artículo,
no se habían completado todo los trámites para conseguir
la titularidad en nuestra Universidad de Envigado,
requisitos que fueron presentados posteriormente.
Las demás afirmaciones del autor, son propias del mismo
y nuestro Centro no tiene confirmación sobre los mismos.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA BOHEMIAEN ENVIGADO.
"......Como en Envigado también existía "Bohemia" la
que se reunía en la esquina nombrada, en ella se
juntaban los aguardienteros y jugadores de dado
locales".
1)Como lo prometido es deuda voy a comenzar a
transcribir partes del trabajo, que escribí para mi amigo el
concejal, un recuerdo de los viejos sitios que tuvo el
"pueblito", como lo tienen todos nuestros pueblos. Con
buen sentido, este amigo pensó colocar las placas
bonitas, elegantes, ni riesgos ese montón de baldosines
cursis con los que "baldosaron" la ciudad. El mencionado
trabajo llega hasta Acuerdo aprobado por el Concejo, pero
los que si saben del tema se atravesaron y cero placas
recordatorias. El trabajo según el peticionario debía tener
las siguientes condiciones: el sitio, su nomenclatura, el
porqué se llamaba así. Empecemos pues con la " Esquina
de Guanteros". A manera de paréntesis, Envigado nunca
tuvo en la época " Barrio Guanteros", fue siempre el
cuadrito que edificaron los fundadores. El primer barrio
fue el conocido "Barrio Mesa" en el año de 1924 . De la
nombrada esquina si tengo recuerdos y nostalgias, pues a
metros de la notable esquina nací y viví los años de mi
niñez. Su nomenclatura anterior: Carrera 14 crucero con
calle 18, la actual es: Carrera 41 crucero con Calle 39 Sur.
Para poder decir el porqué de su nombre, hagamos un
poco de historia de Medellín: en el crucero de carrera
Niquitao con la calle Maturín es la " Esquina de
Guanteros"; se debió este nombre, porque en su
vecindario existían numerosos talleres de guantes. La
importancia es saber que en ese sitio se reunía la "
Bohemia de Medellín ", de la época. Como en Envigado
también existía "Bohemia" la que se reunía en la esquina
nombrada, en ella se juntaban los aguardienteros y
jugadores de dado locales. Imposible calcular la edad de
ese nombre, pienso que desde el siglo XIX. Las gentes
con el tiempo bautizaron las calles que convergen a esa
esquina hasta sus alrededores con el nombre de "
Guanteros".
2) Envigado necesita urgentemente una buena Biblioteca
Municipal, la que aparte de bien dotada, debe tener una
magnífica sala de música donde se pueda ir a escuchar
grandes obras de música culta universal. No nos
podemos quedar esperando largo tiempo, que el
proyectado edificio en el terreno donde existió la casa del
nacimiento del Prócer Doctor José Manuel Restrepo
Vélez, se construya; muchos otros pueblos la tienen y la
ciudad se lo merece. ¡ Señores concejales, manos a la
obra, el tiempo apremia!.
Publicado en el periódico " LA PIEDRA" edición N° 84 de
Junio de 2006.Pág. 2
Nota aclaratoria: Respetamos los conceptos del autor,
pero nos abstenemos de emitir juicio sobre lo aquí
mencionado.
DE MIS APUNTES
SOBRE EL TÍTULO DE
INSTITUCIÓNUNIVERSITARIA.
1° Supe por fuera que a nuestro " colegio " llamado "
Institución Universitaria" han venido, en varias ocasiones
inspectores, enviados por el Ministerio de Educación, con
el objeto de revisar cátedras, profesorado, funcionamiento
y nada ha pasado, con el ansiado título de universidad. A
nuestro colegio le van a cantar la canción de la solterona,
que dice: todos me miran y se van. Me podrán preguntar
¿ qué pienso de lo que debe ser una Universidad ? En mi
mente está la idea que una Universidad debe ser una
institución competente, en donde se formen los valores
del mañana. De arriba abajo, su rector debe ser un
personaje notable, inteligente, ilustrado, buen organizador
y echado para adelante, con un profesorado competente,
estudioso, que domine su cátedra. ilustrado, pues como
ellos deben saber que son los formadores de los valores
futuros de la patria. Una Universidad no puede, todos los
años, vomitar, zapateros remendones de las diferentes
carreras y unas medianías.
2° En mis andanzas por la ciudad pasé por el frente de la
Escuela Modelo o Fernando González, los dirigentes de
otra época buscaron que fuera decretada Monumento
Nacional. La escuela está en ruinas, yo les pediría a los
concejales que se dieran un pasadita y comprobaran el
desastre. Señores administradores y concejales
municipales, por Dios,asómense para que comprueben
ruinas y la necesidad de hacer algo, pero sin dilación.
Nuestra escuela es un patrimonio de Envigado.
3° Está en mora el arreglo del andén del costado norte del
parque, de cambiar el aspecto de esas ramadas de teja y
sembrar las palmeras que le darían prestancia e
igualarían la belleza del costado sur de la plaza.
4° Ya tumbaron el mamarracho, llamado " La Ceiba de la
Intelectualidad Envigadeña". Sin dilación a sembrar una
bella Ceiba.
Envigado en el pasado fue llamada: " La ciudad de las
ceibas".
Publicado en el periódico " LA PIEDRA" edición N° 85 de
julio de 2006.Pág.. 2
Nota: La Escuela Fernando González, fue hace algún
tiempo restaurada, pero aún queda parte por realizar,
debido a que sus fachadas aún no se le han hecho los
trabajos de restauración que se necesitan para completar
ésta y se requiere su finalización.
Sobre la crítica a la Universidad y a lo referido sobre el
Parque Principal, sobra decir que ésta son hechas por el
autor y en ningún caso nuestro Centro de Historia se
adhiere a estas afirmaciones.
- A continuación la carta de respuesta del Dr. Francisco
Alonso Garcés Correa, fundador de la facultad de
Derecho y Notario cuarto de Medellín, en la fecha de su
publicación. - En la cual hace algunas observaciones y
críticas al artículo anterior.
CARTA ABIERTA AL DOCTOR HERNANDO
BOTERO BARRERA
Envigado, julio 12 de 2006
Distinguido Médico:
En mi calidad de fundador de la Facultad de Derecho
de la Institución Universitaria de Envigado, con la
importante colaboración de los alcaldes José Ignacio
Mesa B., y Héctor Londoño Restrepo, y en su
dimensión de mentor, promotor y defensor como
ninguno otro, don Gustavo Upegui López (q.e.p.d.) y el
Doctor Pedro Pablo Cardona Galeano, primer decano,
me siento estupefacto y atónito por las aseveraciones y
conceptos sobre lo que usted denomina
peyorativamente “Colegio” en su muy leída columna
“mis apuntes” en la publicación mensual “La Piedra”.
Aunque usted no es periodista, sino que es un
prestigioso médico pediatra, de quien de nosotros los
envigadeños nos lo fue, si debe informarse y hacer las
investigaciones de tipo legal del por qué no tiene el
nombre de Universidad la Institución Universitaria de
Envigado. Resulta, Doctor Botero, que lo que usted
llama “Colegio” es un establecimiento público – no es
una cantina, ni un almacén -, del orden municipal ,
perteneciente a la Rama Ejecutiva de Poder Público, la
Ley 489 de 1998 no le concede el título de Universidad
sino a aquellos centros de educación superior que
tienen investigación científica, comprobada por el
Ministerio de Educación. En Colombia solo ocho
centros de educación superior del sector público
ostentan el título de Universidad.
En el sector privado, que no están regulados por esta
ley, pueden ponerle el nombre de Universidad a
cualquier programa de educación superior. Como
puede observar, no es que la Institución Universitaria
de Envigado haya sido negligente para hacerse
acreedora a ese título; los programas ofrecidos no
conllevan a una investigación científica. Cuántos años
tiene el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid
y no tiene esta significación? Ahora a ese “Colegio”
como usted lo llama le han concedido tres registros
calificados, alberga a unos 2.500 alumnos y se ha
convertido en un importante centro de educación
superior para todo el Valle de Aburrá. Lo invito a que
revise las hojas de vida de los docentes y encontrará
que el 85% tienen especializaciones, maestrías y
doctorados. Nuestros egresados tienen una alta calidad
académica y sentido de pertenencia, no son zapateros
remendones graduados como infamemente usted lo
afirma. Una de las obras monumentales de la
Administración de Envigado es la Institución
Universitaria, única del orden municipal, es un orgullo
y un ejemplo para todo el país.
Doctor Botero, por qué esos denuestos en contra del
Rector? Quién de oídos en las tertulias etílicas se
aprovecha de su buena fe para desinformarlo y
deshonrar la verdad?- Sabe usted que el Rector actual
Doctor Carlos Mario Ramírez Velásquez, no es
notable, no es inteligente, no es ilustrado y no es un
buen organizador?- Pues está muy equivocado y le
ruego por el bien de Envigado informarse e investigar
más. Cómo pueden desconocerse los esfuerzos del
señor Alcalde Doctor Héctor Londoño Restrepo y los
que le antecedieron, y de los concejales que han sido
coparticipes de tan exitosa empresa cultural y
académica. Me siento muy orgulloso como envigadeño
de haber contribuido como ponente del Acuerdo de
creación como Establecimiento Público de ese centro
de educación superior en 1996 y fundador de la
Facultad de Derecho en 1997. Y me siento también
muy orgulloso de ver todavía en el parque municipal
“Maceliano Vélez B”, a mi viejo pediatra, envigadeño
y de los pocos discípulos de mi señor padre, don
Sacramento Garcés Escobar. Usted señor Botero es
uno de los cofundadores del Centro de Historia en
1945*, y una de las máximas que encierra el verdadero
sentido de los historiadores es “Veritas Parit Lumen” –
La verdad engendra la luz - y esta es la verdad sobre
nuestra “Institución Universitaria de Envigado”. (Sic)
Cordialmente,
FRANCISCO ALONSO GARCÉS CORREA
Fundador Facultad de Derecho
Notario Cuarto de Medellín
NOTAS: Esta carta es fiel copia de su autor. Hemos
querido transcribir la carta enviada a la dirección del
periódico la Piedra, con el fin de aclarar cualquier mal
entendido sobre las apreciaciones del Dr. Hernando
Botero Barrera, sin ánimo polémico y publicada en el
mes de octubre del 2006, Periódico La Piedra, en su
edición No 88, página 7.
* Hay que aclarar que la fundación del Centro de
Historia de Envigado, se realizó en el año 1946 y no en
el 45, como todavía se presenta en algunos libros,
revistas y demás publicaciones, al referirse al tema.
DE MIS APUNTES
SOBRE LA NOMENCLATURA EN ENVIGADO Y
SOBRE SU "PLAZA DE MERCADO".
"La Esquina de la Cascada" Este sitio, en la nomenclatura
anterior que es la que más recordamos los envigadeños,
era en el crucero de la carrera 12 con la calle 19. Hoy en
la nomenclatura nueva es: Carrera 43 crucero con la calle
38A Sur. Me explico. esquina sur del pasaje de la " Casa
Consistorial", el que hoy se llama "Palacio Municipal". En
épocas ya lejanas, Envigado no tenía alcantarillado, las
aguas negras corrían por unos caños en el centro de las
calles, las que llegaban a la esquina nombrada, se
precipitaban formando una cascada; "ese fue el nombre
de la Esquina"; las aguas ya en el fondo corrían por un
canal de adobe en dirección hacia la Alcaldía, pasaban
por debajo para salir a la carrera 11, de allí a la "Esquina
de la Conga", luego estas aguas se dirigían hacia el
occidente, para alimentar la planta eléctrica que tuvo el
pueblito de entonces, pocos metros abajo y al frente de la
gruta.
En mis andanzas por el área urbana, acompañado de mi
amigo el ingeniero Alberto Cárdenas, que me alcahuetea
a curiosear, encontré una placa en la "Esquina de la
Conga" carrera 43 A con calle 38 Sur que dice: " Esquina
de la Cascada". Estos "emplacadores" ignorantes y
mentirosos pusieron placas en donde no debían quedar,
pero que se les antojara. mi concepto personal es que
esta placa que está diciendo una mentira, debe
arrancarse y ser llevada a su sitio verdadero. Fuera de
esta hay otras placas mentirosas. la historia de un pueblo
respetable no se escribe a fuerza de mentiras, hay que
aprender a respetar la tradición. Los envigadeños de
verdad no aceptamos que historiadores que no saben de
historia nos irrespeten y creen un "enredajo" histórico
inventado por ellos y auspiciado por nuestra
administración. ¡Por Dios!, arreglen y rectifiquen tantas
mentiras. Los futuros paisanos necesitan y exigen que no
los engañen con mentiras inventadas por quienes no son
historiadores.*
Por caridad, una manito de cal al mastodonte llamado
"Plaza de Mercado". Semejante esperpento fue edificado
por la Cooperativa de municipios de Antioquia, de la que
Envigado era socio. Los planos de semejante atrocidad
deben haber sido confeccionados por un albañil de
tercera, como dicen las gentes "Tan aterrador espanto, no
tuvo quince" En el terreno tan bueno y tan bien situado
envigado merecía una obra de aliento y elegante. Señores
de la Administración, infórmense como en los Estados
Unidos dinamitan sus "rascacielos" sin dañar para nada
sus vecinos. Manos a la obra "Envigado se los
agradecerá".**
Publicado en el periódico " LA PIEDRA" edición N° 87 de
septiembre de 2006.Pág.. 5
NOTA ACLARATORIA: * La nomenclatura de Envigado
cambió hace algunos años y en muchas esquinas
aparecen asignados nombres que no corresponden a los
que tuvieron antaño, por error de quienes fueron
encargados de su nueva designación.
** La plaza de mercado tuvo un incendio hace algún
tiempo y fuera de algunas reparaciones provisionales, se
encuentra aún funcionando. Se espera se le hagan
algunas mejoras por parte de la Administración Municipal,
o en su remplazo se realice una nueva edificación que
mejore su aspecto, ésta sería un regalo que apreciaría la
ciudadanía y le diera ornato a la ciudad.
VEAMOS ALGUNOS GRÁFICOS DEL ENVIGADO HACE
ALGUNOS AÑOS Y COMPAREMOSLO CON LO DE
HOY EN DÍA,
CON SUS NUEVAS CONSTRUCCIONES Y CALLES
AMPLIADAS.
CALLE E IGLESIA PRINCIPAL - 1960
ENVIGADO EN 1960
CALLE ANTIGUA DE ENVIGADO
DIBUJOS DEL ENVIGADO HACE UNOS AÑOS,
REALIZADOS POR EL ARTISTA ENVIGADEÑO SR.
GUILLERMO SANTAMARÍA,
CUANDO AÚN NO SE HABÍAN HECHO LAS
AMPLIACIONES DE LAS CALLES DEL CENTRO Y SE
CONSERVABA LAS ANTIGUAS CONSTRUCCIONES.
NO SE HABÍAN LEVANTADO LOS EDIFICIOS EN
ALTURA QUE CAMBIARON SU ENTORNO.
FOTOGRAFÍA DE ENVIGADO CUANDO AÚN NO SE TENÍAN LOS
EDIFICIOS EN ALTURA Y SEGUÍA SIENDO UN PUEBLO.
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