Transatlántico 5

16
BIENVENIDOS A Periódico de arte, cultura y desarrollo del Centro Cultural Parque de España/AECID, Rosario, Argentina. Número 5, invierno de 2008 1968

description

Periódico de arte, cultura y desarrollo del Centro Cultural Parque de España/AECID.

Transcript of Transatlántico 5

  • BIENVENIDOS APeridico de arte, cultura y desarrollo del Centro Cultural Parque de Espaa/AECID, Rosario, Argentina. Nmero 5, invierno de 2008

    1968

  • RodolfoWalsh, BuenosAires, julio de 1968,mir-coles 24 Fin de la impaciencia? Ayer,regreso de Crdoba. Estuve tecleandoalgo. Insatisfecho de lo que llevo escrito(el ao pasado) pero creo que se puedearreglar.Poner orden. Todo esto es un quilombo.Las cosas se acumulan. Establecer prio-ridades:Hoy:1. Contrato y alquiler2. Hablar con Gen

    Pero tambin arreglar reloj y mquinade escribir; ver qu es ese asunto deSanta Fe, y tratar de escribir aunque seamedia hora.No habl con Gen ni arregl el alquiler.En cambio hice la nota paraMondy: 3 1/2pgs. Por la noche, habl unminuto conOngaro. Nada en el xito. Los dirigentes,charlando como amigos. Maana.

    Jueves 25Despert 7 hs. con diarrea. Higos de lanoche anterior. Me levant a las 10. Lempezaba hoy a trabajar en Pompeya, sefue temprano.Cmo volver a escribir. Lidia.

    Agosto 9, 02.20-La danza es la justicia de los reyes.-Hay que pensar frente al espejo, parasaber quin est pensando.

    AntologaLA IDEA INICIALReemplazar esas historias a saga gue-rrillerapor algunos breves poemas,hitos o smbolos, de lo que en su tiempofue ampliamente divulgado, porquecorresponda al gran equvoco: los elo-gios de la prensa internacional o el tele-grama del Almirante Rojas.Quedaron pues en el camino: Leante,Guilln, Travieso, C. Infante.Paso directamente a la verdadera revolu-cin, en la cabeza de la gente, no en lasnoticias de los diarios. La toma de con-ciencia colectiva.Terminar con arte potica?

    Lunes 12 de agosto, 68(16.45) El intelectual en su trampa.Cuatromeses, quiero decir, cuatromesesentirely devoted, totalmente dedicado ala clase obrera, que lo aprecia a razn deveinte mil ejemplares por mes, que noson nada, para lo bien que est hechoese peridico. Viendo, de todasmaneras,pasar a mi lado a la gente, las mil cosasabsurdas que suceden a cada rato en lacalle, o divertidas en la casa, y tambinfatigosas en cualquier parte, viendo ypensando, eso, eso es lo que habra quecontar. Sin tiempo para contar nada,

    sumergido, violando promesas, juntan-do arrepentimiento, y sabiendo que loque hago est bien, aprecindome digo,en mi resolucin, mi ascetismo, mirenuncia al bestsellerismo, el leonismo ytoda la facilidad que brinda una BuenosAires consumidora, brillante, fatua,finalmente aburrida.Qu hubo en estos meses? Mi solda-dura con Lilia, lamujer cuyos ojos crecen

    durante todo el da y ya por la tarde sonenormes y de noche llenan todo. Larecuerdo una maana, acostada panzaabajo, una leona suave tomando el cafcon leche mientras el sol entraba por laventana. Lilia, lenta y apacible, para estarsentada junto a una parvamirando pasarlas mariposas, un verano.Qums hubo?Noches de salir con unrevlver en el bolsillo, por las dudas, perono creyendo nunca en serio que fuera apasarme nada, que alguien se animaraconmigo, as como tal vez yo nome ani-mara con nadie: sagrado e intocableentre los malos.Qums? El martes pasado Pir atrapa un agente del SIN que fue a buscarme:lo hizo meter preso.Qu ms? Diez das convividos enCrdoba con los fariseos del teatro.Pascuzzi y Tlice, que llegaban siempreantes que nadie al Buono. La carrera dePascuzzi empez en 1924 cuando ven-di un slogan para la cerveza Quilmes:mil pesos, y desde entonces no toma otracosa que cerveza, por fidelidad, segndice. Devolvi la plata.Me doy cuenta de que no tengo odiosuficiente para esta gente. No los odio; silos odiara, me bastara con escribirlos.O no tengo paciencia?No he contestado cartas, no he visitadoparientes, no veo ni a mi madre.Tampoco he escrito. Estoy por terminaruna antologa, y despus, s, despusescribir.Las ideas hermosas que se me ocurrenjustamente cuando no puedo escribir, novienen nunca cuando me siento comoahora a la mquina.La maestrita anormal.Me remuer[d]e el avance de los otros:seis meses ms, digo, y nadie se acorda-r de m.Algo de Marx. El joven Marx riendocon Epicuro, debatindose con Hegel.

    Engels era un buen borracho. Leninexplicando los ladrillitos de Bogorodsk:de uno a cinco obreros, tantos ladrillitos;ms de diez obreros, tantos ms: con-centracin capitalista. Qu divinapaciencia que tuvieron estos hombres.Pero me parece que Lenin no amabatanto sus ladrillitos como Fidel su fbri-ca de fideos, o sus plantaciones de arroz:de las barbas y los brazos de Fidel anhe-la caer sobre sus hijos una cataratainagotable de alimentos.El absoluto de Hegel: cuidado, dijoMarx, con considerar como esprituabsoluto al propio individuo filosfico.Cuidado con creerse encarnacin per-sonal de la crtica. Sin embargo, laCrtica era una persona para todos losalemanes.Un mundo lleno de piolas.

    Agosto 16, 1968La dificultad de integrar toda la expe-riencia en la novela.El sentimiento de impotencia que estoproduce.La posibilidad, casi desesperada, deempezar con todo, tirarse con todo ycrear un monstruo.Unmonstruo con todas las historias.La dificultad de calentarse, de agarrar lagran clave de SOL y seguir adelante, glo-riosa y alegremente.Como si no creyera en la gente.Una historia que empezara con JuanEugenio, siguiera con Willie, abarcaraal ngel y a Renato y a Mauricio. Todaslas cartas sobre la mesa.El mortal perfeccionismo.Por qu no hacer un campen, como enel cine.

    1968, setiembre 17, martesEsta noche, un rato en reunin de secre-tarios generales. Un desaliento que todostratan de capear con frmulas, comohermanos que se consolaran de ciertaenfermedad de la madre, todava nomortal.Los poderosos, ausentes. Era casi tangi-ble ver al cerdo de B negociando en algu-na parte: un veneciano gordo y biencomido, que pudo ser traficante en elRenacimiento. A Sno se le conoce siquie-ra la cara. Un par de comunistas dolori-dos y persistentes, acostumbrados. Diri-gentes de gremios chicos, o burocrti-cos, o inexistentes, tratando de decir quevan a pelear.Realmente, una reunin de desgracia-dos, encabezada por dos hombres jve-nes y fuertes, sin talento; y un hombrecasi viejo, honesto y melanclico.

    Me fui lleno de congoja, pensandocomo otras veces que estamos derro-tados. Pero yo hace poco que ando conellos, y es la primera vez que escriboespontneamente la palabra estamos.Una como repentina vislumbre de queeste amargo, deslucido camino, puedeser el camino. La comprensin de quelos pobres son pobres, los desgraciadosson desgraciados, los humildes sonhumildes, los obreros son obreros. Nosemidioses ni hroes.No haba nadie que galvanizara esa reu-nin, que con Ongaro habra sido otracosa. Pero Ongaro est en Espaa, tra-tando de convencer a Pern.La repentina certeza de que lo duro delcamino es lo que justifica la inflexibili-dad total de los principios. Lo que ocurrees que todava no participo a fondo,porque no encuentro la manera de con-ciliar mi trabajo poltico con mi trabajode artista, y no quiero renunciar a ningu-no de los dos.Lilia, tambin veneciana. Con sus crudosrojos, azules y dorados. La paz que meda, y cmo decirla. Me gustara que nofuera, pero. Estamos todos muy cados.Tal vez aprendamos a mirarnos como seha mirado nuestra gente, en momentosduros. Voluntariamente elegimos estardel lado de ellos. Damos un salto que escomo una muerte, una despedida. Lodamos realmente? Espero que s.El abogado, eufrico. Piensa que ahora shay posibilidades.

    19.9.68, madrugadaLa casa larga o laberntica,ms bien con-fusa una casa confundida con respec-

    to a s misma, con dilemas de malfor-macin constitucional, en todo casomustia, donde fuimos llegando los cono-cidos, amigos o correligionarios deJohn, que no estaba, pero que estabamuerto, en otra parte. A quien nuncaapreci personalmente, aunquemerecaalguna medida de respeto, por algo decoraje que tuvo y nadie desminti. Alicia,en cama.Tristn, el viejo reorganizador de lajuventud, dicindome, Pero Ongarotendr que acatar la conduccin. Todoslos peronistas con funcin se ven con-ductores, ungidos por el hilo de saliva

    dactilografiada que fluye de las alturas.Los cordobeses, criticando las cosas con

    tanta fruicin que parecen de acuerdo:todos llenos de esquemas, van a arrimarsu chapita a la pared solar del gobierno.A fuerza de ser derrotados, los hombresse han vueltomezquinos, sin esperanzas,llenos de argucias que no cumplensiquiera el fin de las argucias: obtenerventajas engaando. Una viveza negati-va, obstinada en destruir cada posibili-dad, para poner en su lugar una imposi-bilidad.La falta de grandeza como falta de inte-ligencia. La idea general que privaba enel discurso de Garzn es que el Viejomoviliza al Lobo para obstruir la CGTcolaboracionista, a cambio de permitir-le conservar el gremio; que de ese modola unidad se convierte en una exigencia,aun a costa deOngaro; que por otro lado,mete a todos los polticos en una bolsapara podermanejarlos solo. Etctera. Larabia intensa que todo este tacticaje meprovoca; el deseo de que Raimundo lespatee el tablero una vez ms.

    Sunday 22Last night I got drunk, insulted heavily for-mer wife, behaved idiotically, went awaybanging the door.[Anoche me emborrach, insult a miex, me port como un idiota, me fuidando un portazo]

    *

    Tied up. Nothing to do today really, exceptread.[Atado.Nada que hacer realmente, excep-to leer.]

    17. 11.68DIARIOPero Rodolfo, dijo Carola, usted siem-pre trabajando y nunca tiene nada. Deesemodo resuma lo que yo pens variasveces este fin de semana. Tuvimos que ira lo de Segis porque Alberto le habadado la llave de su casa a un amigo, queno estaba cuando Lilia lo llam. Al salirdel Tigre en la colectiva, vimos acercarsela lancha de Jorge.Para dnde van?, dijo y le contamos.Para dnde van?, pregunt y dijoIrene: Al Pajarito, pero volvemos estatarde, eludiendo as la posibilidad detener que llevarnos, del mismo modoque agu dos proyectos anteriores desalir juntos, armados por Jorge y tritura-dos por la frrea decisin de Irene de nocompartir nada propio, y compartir en loposible todo lo ajeno. Yegua amarreta.Cuando yo tena casa en el Tigre, iban eltiempo que queran, y tambin Alberto.Ahora hemos cado en desgracia, notenemos casa, y al fin recalamos con ellumpen en lo de Segismundo, dondePablo por lo menos me abraz con ale-gra y se empe en que tomara cual-quier cosa, que l pagaba. Pero el fin desemana en Segismundo fue un sperorecordatorio de lo que haba significadoLorelei, ahora transferida a un par dejvenes desconocidos por el mismoPedro que afirmaba que si yo me iba

    alguna vez, l pondra una placa quedijera Aqu vivi R. W.. Bueno, ahorapuede ponerla.Maybe I should feel glad, after all. 1 havealways been urged by a feeling of injusticetowards me. Well.[Quiz debiera alegrarme, despus detodo. Siempre me ha compelido un sen-timiento de injusticia hacia m. En fin.]Me gustara escribir comoArlt?Me gus-tara tener su fuerza, su resentimiento, sucapacidad dramtica, su decisin deenfrentar a los personajes, como queraShaw; su inventiva incluso; su aptitudfantstica, porque el mundo de Arlt esfantstico a fuerza de realismo; pero nomegustara escribir una sola de sus lneas.Por otra parte, no s an si estoy escri-biendo bien. Mi repulsin del medio,del pas incluso, de toda su estructura eincluso de su historia, es absoluta: todolo que figura o ha figurado me hasta detal modo y me inspira un desprecio tancompleto, que me cansa tratarlo, deantemano. El problema es si podr volcar

    ese odio rabioso en formas que, hoy, tie-nen que sermuchoms cautelosas, inex-pugnables, cerradas, que las de Arlt, peroque al mismo tiempo tienen que dejarun margen de literalidad, de condena-cin explcita y furiosa. Ser este elcamino?

    Jueves 28 de noviembre, 1968En la CGT, ese da de calor, que es el dehoy, muchas cosas se estaban desmoro-nando, y al mismo tiempo apareca elgermen de otras nuevas, la brillante uaen el ndice del muerto, la plantita en elladrillo. La muestra de Tucumn fuelevantada el martes, por presin policial.Los llam un comisario a Calipo yRanelli, los amenaz con cerrar la grfi-ca. Hablaron con nosotros, se buscaronformas intermedias de negociacin. Perono hubo tal negociacin. El martes amedioda levantaron las fotos.

    19.12.68SITUACIN(19.00 hs) Todo indica que esta situa-cin termin, aunque sin duda tardarun tiempo en liberarme de los compro-misos secundarios, los cabos sueltos, losprocesos abiertos, las adherencias senti-mentales. Y nada impide, por cierto, quela situacin que abandono no se repro-duzca con el tiempo, bajo otras formas.Su anlisis, de todos modos, no es sen-cillo. Quiero decir el mnimo saldo deexperiencia histrica, que uno deberallevarse, despus de varios meses en queno tom una sola nota, no hice una des-cripcin, no apunt un dilogo. Siempreocurre esto con el tiempo que se vivemsintensamente, o por lomenosms inme-diatamente, sin pausas reflexivas.Es indudable que la figura de Ongarome atrajo intensamente. Vi en l un revo-lucionario como lo haba visto enMasetti, un jefe, alguien capaz de lle-

    gar al sacrificio por sus ideas. Todo esto,probablemente sea cierto an. Sin des-cuidar la posible proyeccin futura, esevidente sin embargo que CGTA ha fra-

    2 Transatlntico

    Fin de la impaciencia?

    ROMA...BERLIN...MADRID...VARSOVIA...PARIS. (NANTE

    RRE)

  • casado en los objetivos que nos propon-amos, y que con ella hemos fracasadonosotros. Ongaro es un constructor deemociones, pero carecimos de un espri-tu de organizacin. La nica organizacinque sigue en pie es el peridico.Los fines de Ongaro, las conviccionesrevolucionarias sobrevivieron desdeluego a su brusca popularidad, expresa-da como tal muchoms fuertemente enlos medios burgueses: las revistas, losdiarios, los polticos que lo visitaban.Pero detrs de cada discurso slo queda-ba la difusa voluntad de luchar. Sinexplicar cmo, el discurso se volva alu-sivo y tremendista. Iba a parar, necesa-riamente, en la apologa guerrillera,cuando no hay medios para hacer laguerrilla y nadie piensa seriamente enorganizarla.Haba, desde luego, una compulsindetrs de esto, un impulso positivo defranquear las barreras ideolgicas delperonismo, de quebrar la tradicinmacar-tista. Pero la desorganizacin que trae estaruptura no era cubierta, a sus espaldas,por nada. Lo que quedaba organizado,como burocracia a sueldo y vestigio de loantiguo, era la derecha del movimientoobrero: Ortigosa, Ferraro, etc...La estructura de la CGT, heredada de laconduccin anterior, se acept sinmodificacin alguna, sin preguntarse siesa estructura sirve al movimiento obre-ro en esta etapa, o no.Es claro que no se trata simplemente deanular esa estructura y pasar a ser unciudadano particular, impotente ante elrgimen. Se trata de una conversin gra-dual de la estructura a otra ms eficaz.Convertir, si se quiere, un vasto aparatopostulante en un aparato ms pequeopero ms aguerrido de lucha. Esto no sehizo.La rebelin de las bases qued en lospapeles. Las bases no tuvieron expresinreal, no se integraron orgnicamente enla CGT.De ellas no surgieron dirigentes,activistas, cuadros.De estemodo, por cierto, losmovimien-tos de protesta fracasaron. La CGT fuequedando cada vez ms desnuda frenteal enemigo, y el gobierno no tuvo necesi-dad de intervenirla. Lamaniobra de uni-dad promovida por Pern le asest ungolpe decisivo.

    ***

    Personalmente, es una evidencia quenecesito retirarmemomentneamente dela escena.Mi libro no se escribir solo, niel editor seguir pagndome indefinida-mente.Necesito un aislamiento casi total.A partir de la semana prxima, en conse-cuencia, ir a la quinta.Esa evidencia est producida adems pormi estado de nimo, por la abulia gene-ralizada queme domina. Duermo hastadoce horas por da, consumo diarios yrevistas en cantidades infinitas, etc.Incluso leo demasiados libros. Escribomenos de media pgina por da. Estoycansado y derrotado, debo recuperar unacierta alegra, llegar a sentir quemi librotambin sirve, romper la disociacin queen todos nosotros estn produciendo lasideas revolucionarias, el desgarramiento,la perplejidad entre la accin y el pensa-miento, etc.Tiene que ser posible recuperar la revo-lucin desde el arte. La pelcula deOctavio es un camino. Recuperar, enton-ces, la alegra creadora, sentirse y ser unescritor; pero saltar desde esa perspecti-va el cerco, denunciar, sacudir, inquietar,molestar. Incluso el libro deDavid, aun-que mal hecho, es un ndice.Puedo, incluso, incorporar la experienciarealizada en CGT, no como tema, sinocomo visin del mundo y las formas delucha. El libro tiene que ser una denun-cia, clara y difana, etc...Podr? Cross my heart.

    Diciembre 31, 68SITUACINTerminar el ao con el zapato izquierdovisiblemente roto, mil quinientos pesos

    en el bolsillo, incapacitado para hacerregalos y desganado para recibirlos; conmil cosas pendientes, postergadas omalhechas; en un estado casi permanentede mal humor o de abulia.Es posible que haya mejorado algo.Que esa mejora sea lo que me pone detan psimo humor.La poltica se ha reimplantado violenta-mente en mi vida. Pero eso destruye engran parte mi proyecto anterior, el asc-tico gozo de la creacin literaria aislada;el status; la situacin econmica; lamayora de los compromisos; muchasamistades, etc.

    Es posible que, al fin,me convierta en unrevolucionario. Pero eso tiene un comien-zo muy poco noble, casi grosero. Es fciltrazar el proyecto de un arte agitativo,virulento, sin concesiones. Pero es durollevarlo a cabo. Exige una capacidad detrabajo que todava no poseo.Me refiero principalmente amtodos de

    trabajo. Hace aos que vengo luchandopor eliminar cosas que formaban unainfraestructura errnea, la bebida, elcigarrillo, los malos horarios, la pereza ylas postergaciones consiguientes, laautolstima, el desorden, la falta de dis-ciplina; la consiguiente falta de alegra yde confianza; todo eso ensamblado enuna estructuramental que segua siendoburguesa.Este ao slo he progresado en dos cosas.No bebo, lo que hamejoradomi salud, opor lo menos compensado el deterio-ro. Empiezo a asimilar lo bsico delmarxismo, y mi nivel de conciencia eshoy bastante mayor. Estoy mucho msjugado. No aceptara hoy incluir una citade un bufn comoManucho en la con-tratapa de un libro, ni vacilara en recha-zar una beca en USA, etc.Me he pasado casi enteramente alcampo del pueblo que ademsy de esos estoy convencido me brinda lasmejores posibilidades literarias. Quierodecir que prefiero toda la vida ser unEduardo Gutirrez y no unGroussac; unArlt y no un Cortzar.Pero decir estas cosas, escribirlas, medesalienta, me da sueo; eso significaque hay un duro ncleo de resistenciaque rechaza todo esto como una banali-dad; que preferira mantener la fachadainescrutable sobre mis verdaderas con-tradicciones; suspender el anlisis yseguir proponindome al mundo como

    un figurn, ligeramentemartirizado porlas circunstancias.Me est faltando coraje.Lo que sucede es que me paso al campodel pueblo, pero no creo que vamos aganar: en vida ma, por lo menos. Envida ma! Porque sa es la clave: lo quepase despus no me importa mucho, yentonces sigo siendo un burgus, msrecalcitrante an.La pelcula de Solanas-Getino nosmos-traba ayer, con insuperable claridad,cmo no se puede ganar con clavosmiguelito contra los tanques; conmani-festaciones callejeras contra las ametra-lladoras, etc. Cmo pelear, entonces?Tambin lo dice la pelcula: la revolu-cin se hace primero en la cabeza de lagente. Conseguir que el oprimido quie-ra pelear y ame la revolucin; pero con-seguir tambin que el opresor se detestea s mismo, y no quiera pelear.Pero yo soy el primero a convencer deque la revolucin es posible. Y esto esdifcil en un momento de reflujo total,

    en que se me han acumulado catastrfi-camente el proyecto burgus (la novela)y el proyecto revolucionario (la poltica, elperidico, etc.).Si distingo con claridad, si analizo bien,si creo mtodos aptos de trabajo: todoeso tiene solucin.Lo que no soporto en realidad son lascontradicciones internas. Las normas dearte que he aceptadoun arteminorita-rio, refinado, etc. son burguesas; tengocapacidad para pasar a un arte revolucio-nario, aunque no sea reconocido comotal por las revistas demoda. Debo hacer-la. La pelcula de Getino-Solanas sealauna ruta, que yo empec a transitar hacediez aos.

    Pero es indudable que debo continuarcon mi proyecto burgus, radicalizn-dolo en lo posible, para quitarme la sogadel cuello; volver a ser libre; planificarrigurosamente mi vida; desalienarme.As sea. [1]

    A partir del ao 1968 comenzaron a producirse dentro delcampo de la plstica argentina, una serie de hechos estticosque rompan con la pretendida actitud de vanguardia de losartistas que realizaban su actividad dentro del Instituto Di Tella,la institucin que hasta ese momento se adjudicaba la facultadde legislar y proponer nuevos modelos de accin, no slo paralos artistas vinculados a ella, sino para todas las nuevas expe-riencias plsticas que surgan en el pas.

    Estos hechos que irrumpieron en la decantada y exquisitaatmsfera estetizante de las falsas experiencias vanguardistasque se producan en las instituciones de la cultura ocial, fueronconnotando incipientemente el lineamiento de una nueva acti-tud que conducira a plantear el fenmeno artstico como unaaccin positiva y real, tendiente a ejercer una modicacin sobreel medio que lo generaba.

    Esta actitud apuntaba a manifestar los contenidos polticosimplcitos en toda obra de arte, y proponerlos como una cargaactiva y violenta, para que la produccin del artista se incorpo-rara a la realidad con una intencin verdaderamente vanguar-dista y por ende revolucionaria. Hechos estticos que denuncia-ban la crueldad de la guerra de Vietnam o la radical falsedad dela poltica norteamericana indicaban directamente la necesidadde crear no ya una relacin de la obra y el medio, sino un obje-to artstico capaz de producir por s mismo modicaciones queadquieran la misma ecacia de un hecho poltico. El reconoci-miento de esta nueva concepcin llev a un grupo de artistas apostular la creacin esttica como una accin colectiva y violen-ta destruyendo el mito burgus de la individualidad del artistay del carcter pasivo tradicionalmente adjudicado al arte. Laagresin intencionada llega a ser la forma del nuevo arte.Violentar es poseer y destruir las viejas formas de un arte asen-tado sobre la base de la propiedad individual y el goce personalde la obra nica. La violencia es, ahora, una accin creadora denuevos contenidos: destruye el sistema de la cultura ocial,oponindole una cultura subversiva que integra el procesomodicador, creando un arte verdaderamente revolucionario. Elarte revolucionario nace de una toma de conciencia de la reali-dad actual del artista como individuo dentro del contexto pol-tico y social que lo abarca.

    El arte revolucionario propone el hecho esttico como ncleodonde se integran y unican todos los elementos que conformanla realidad humana: econmicos, sociales, polticos; como unaintegracin de los aportes de las distintas disciplinas, eliminan-do la separacin entre artistas, intelectuales y tcnicos, y comouna accin unitaria de todos ellos dirigida a modicar la totali-dad de la estructura social: es decir, un arte total.

    El arte revolucionario acciona sobre la realidad mediante unproceso de captacin de los elementos que la componen a par-tir de una lcida concepcin ideolgica basada en los principiosde la racionalidad materialista.

    El arte revolucionario, de esta manera, se presenta como

    una forma parcial de la realidad que se integra dentro de larealidad total, destruyendo la separacin idealista entre la obray el mundo, en la medida en que cumple una verdadera accintransformadora de las estructuras sociales: es decir, un artetransformador.

    El arte revolucionario es la manifestacin de aquellos con-tenidos polticos que luchan por destruir los caducos esque-mas culturales y estticos de la sociedad burguesa, integrndo-se con las fuerzas revolucionarias que combaten las formas dela dependencia econmica y la opresin clasista: es, por lotanto, un arte social.

    La obra que realiza el Grupo de artistas de vanguardia es lacontinuacin de una serie de actos de agresin intencionadacontra instituciones y representantes de la cultura burguesa,como por ejemplo la no participacin y el boicot al PremioBraque, instituido por el Servicio Cultural de la Embajada deFrancia, que culmin con la detencin de varios artistas queconcretaron violentamente el rechazo.

    La obra colectiva que se realiza se apoya en la actual situa-cin argentina, radicalizada en una de sus provincias mspobres, Tucumn, sometida a una larga tradicin de subdesarro-llo y opresin econmica. El actual gobierno argentino, empe-ado en una nefasta poltica colonizante, ha procedido al cierrede la mayora de los ingenios azucareros tucumanos, resortevital de la economa de la provincia, esparciendo el hambre y ladesocupacin, con todas las consecuencias sociales que staacarrea. Un Operativo Tucumn elaborado por los economis-tas del gobierno, intenta enmascarar esta desembozada agre-sin a la clase obrera con un falso desarrollo econmico basa-do en la creacin de nuevas o hipotticas industrias nanciadaspor capitales norteamericanos. La verdad que se oculta detrsde este Operativo es la siguiente: se intenta la destruccin de unreal y explosivo gremialismo que abarca el noroeste argentinomediante la disolucin de los grupos obreros, atomizados enpequeas explotaciones industriales u obligados a emigrar aotras zonas en busca de ocupacin temporaria, mal remunera-da y sin estabilidad. Una de las graves consecuencias que estehecho acarrea, es la disolucin del ncleo familiar obrero, libra-do a la improvisacin y al azar para poder subsistir. La polticaeconmica seguida por el gobierno en la provincia de Tucumntiene el carcter de experiencia piloto, con la que se intentacomprobar el grado de resistencia de la poblacin obrera paraque, subsecuentemente a una neutralizacin de la oposicingremial, pueda ser trasladada a otras provincias que presentancaractersticas econmicas y sociales similares.

    Este Operativo Tucumn se ve reforzado por un operativosilencio, organizado por las instituciones del gobierno paraconfundir, tergiversar y silenciar la grave situacin tucumana,al cual se ha plegado la llamada prensa libre por razones decomunes intereses de clase.

    Sobre esta situacin, y asumiendo su responsabilidad de

    artistas comprometidos con la realidad social que los incluye,los artistas de vanguardia responden a este operativo silenciocon la realizacin de la obra Tucumn Arde.

    La obra consiste en la creacin de un circuito sobreinforma-cional para evidenciar la solapada deformacin que los hechosproducidos en Tucumn sufren a travs de los medios de informa-cin y difusin que detentan el poder ocial y la clase burguesa.Los medios de comunicacin son poderosos elementos mediado-res, susceptibles de ser cargados de contenido diverso; de la rea-lidad y veracidad de los contenidos depende la inuencia positi-va que estos medios producen en la sociedad. La informacinsobre los hechos producidos en Tucumn vertida por el gobiernoy los medios ociales tiende a mantener en el silencio el grave pro-blema social desencadenado por el cierre de los ingenios, y adar una falsa imagen de recuperacin econmica de la provinciaque los datos reales desmienten escandalosamente. Para recogerestos datos y poner en evidencia la falaz contradiccin del gobier-no y de la clase que los sustenta, el Grupo de artistas de vanguar-dia viaj a Tucumn, acompaado de tcnicos y especialistas, yprocedi a una vericacin de la realidad social que se vive en laprovincia. El proceso de la accin de los artistas culmin conuna conferencia de prensa, donde hicieron pblico, y de maneraviolenta, su repudio a la actuacin de las autoridades ociales ya la complicidad de los medios culturales y de difusin que cola-boran en el mantenimiento de un estado social vergonzoso ydegradante para la poblacin obrera tucumana. La accin de losartistas fue realizada en colaboracin con grupos estudiantiles yobreros, que se integraron as a la materializacin de la obra.

    Los artistas viajaron a Tucumn con una amplia documenta-cin sobre los problemas econmicos y sociales de la provinciay un conocimiento detallado de toda la informacin que losmedios haban elaborado sobre los problemas tucumanos. Esteltimo informe haba sido sometido previamente a un anlisiscrtico para medir el grado de tergiversacin y desvirtuacinejercido sobre los datos. En una segunda instancia se elabor lainformacin recogida por los artistas y tcnicos que servirapara la realizacin de la muestra que se presenta en lasCentrales Obreras. Y nalmente, la informacin que los medioshan elaborado sobre la actuacin de los artistas en Tucumn,integrar el circuito informacional de la primera etapa.

    La segunda parte de la obra es la presentacin de toda lainformacin reunida sobre la situacin y sobre la actuacin delos artistas en Tucumn, parte de la cual ser difundida en sin-dicatos y centros estudiantiles y culturales, as como la muestraque en forma audiovisual y actuada se realiza en la CGT de losArgentinos regional Rosario y posterior traslado a Buenos Aires.

    El circuito sobreinformacional que tiene como intencinbsica promover un proceso desalienante de la imagen de larealidad tucumana elaborada por los medios de comunicacinde masas, tendr su culminacin en la tercera y ltima etapa alprovocar una informacin de tercer grado que ser recogida yformalizada en una publicacin donde constarn todos los pro-cesos de concepcin y realizacin de la obra y toda la docu-mentacin producida junto con una evaluacin nal.

    La posicin adoptada por los artistas de vanguardia les exigeno incorporar sus obras a las instituciones ociales de la cultu-ra burguesa, y les plantea la necesidad de trasladarlas a otrocontexto; esta muestra se realiza entonces en la CGT de losArgentinos, por ser ste el organismo que nuclea a la clase queest a la vanguardia de una lucha cuyos objetivos ltimos com-parten los autores de esta obra.

    Participan en esta obra: Mara Elvira de Arechavala, Beatriz Balv,Graciela Borthwick, Aldo Bortolotti, Graciela Carnevale, Jorge Cohen,Rodolfo Elizalde, Noem Escandell, Eduardo Favario, Len Ferrari, EmilioGhilioni, Edmundo Giura, Mara Teresa Gramuglio, Martha Greiner,Roberto Jacoby, Jos Mara Lavarello, Sara Lpez Dupuy, Rubn Naranjo,David de Nully Braun, Ral Prez Cantn, Oscar Pidustwa, EstellaPomerantz, Norberto Puzzolo, Juan Pablo Renzi, Jaime Rippa, NicolsRosa, Carlos Schork, Nora de Schork, Domingo J. A. Sapia, Roberto Zara.Rosario-CGT de los Argentinos, 3 al 9 de noviembre de 1968. [2]

    Mara Teresa Gramuglio y Nicols Rosa

    LACALLEVENCER (CALLE

    SDE

    LBA

    RRIO

    LATINO

    ) !

    Artistas devanguardiaresponden conTucumn Arde

  • 4 Transatlntico

    Jean-Paul Sartre: En pocos das, sin que ningu-na orden de huelga general fuera lanzada, Francia seencontr paralizada por los paros y las ocupacionesde fbricas. Todo a consecuencia de que los estu-diantes se hicieron dueos de la calle en el BarrioLatino. Qu impresin tienen ustedes del movi-miento que han desencadenado? Hasta dndepuede llegar?

    Daniel Cohn-Bendit: Ha alcanzado una exten-sin que nosotros no podamos prever al comienzo.En este momento, el objetivo es derribar el rgi-men. Pero no depende de nosotros que este objeti-vo llegue o no a lograrse. Si fuera realmente el delpartido comunista, el de la CGT y de las otras cen-trales sindicales, no habra problema: el rgimencaera en quince das, pues no haymodo de oponer-se a una manifestacin de fuerza que comprometaa todo el movimiento obrero.

    JPS: Por ahora hay una evidente desproporcinentre el carcter masivo del movimiento de huelga,que permite, en efecto, un enfrentamiento directoal rgimen, y las reivindicaciones, con todo limita-das (salarios, organizacin del trabajo, jubilacio-nes, etc.), presentadas por los sindicatos.

    DC-B: Hubo siempre un desnivel, en las luchasobreras, entre el vigor de la accin y las reivindica-ciones iniciales. Pero puede suceder que el xito dela accin, el dinamismo del movimiento, llegue amodificar en la marcha la naturaleza de las reivin-dicaciones. Una huelga desencadenada para lograrconquistas parciales puede transformarse en unmovimiento insurreccional.Sentado esto, algunas reivindicaciones presenta-

    das en estos momentos por los trabajadores, vanmuy lejos: la semana de 40 horas reales, por ejem-plo, y, en la fbrica Renault, el salario mnimo de1.000 francos por mes. El poder degaullista nopuede aceptarlas sin quedar en una posicin total-mente desairada, y si se mantiene firme va alenfrentamiento. Supongamos que los obreros tam-bin se mantengan firmes, y que el rgimen caiga.Qu sucede? La izquierda toma el poder. Tododepender entonces de lo que haga. Si realmentecambia el sistema confieso que lo dudo tendraceptacin y todo marchar bien. Pero si tenemoscon los comunistas o sin ellos un gobierno tipoWilson, que proponga slo reformas y reajustesmenores, la extrema izquierda se ver reforzada yhabr que continuar presentando los verdaderosproblemas de organizacin de la sociedad, de poderobrero, etc.

    Pero no estamos todava en eso, ni siquiera es segu-ro que el rgimen caiga.

    JPS:Hay casos, cuando la situacin es revoluciona-ria, en que un movimiento como el vuestro no sedetiene, pero tambin suele suceder que el impul-so declina. En este caso, es preciso tratar de ir lomslejos posible antes de su detencin. Cul es en suopinin la parte irreversible en el movimientoactual, suponiendo que acabe enseguida?

    DC-B: Los obreros lograrn el cumplimiento decierto nmero de reivindicaciones materiales, almismo tiempo que importantes reformas tendrnlugar en la Universidad por obrar de las tenden-ciasmoderadas del movimiento estudiantil y de losprofesores. No sern las reformas radicales a lasque aspiramos, pero de todos modos tendremoscierto peso: presentaremos propuestas precisas, ysin duda algunas sern aceptadas porque no se atre-vern a negarnos todo. De seguro ser un progreso,pero nada fundamental habr cambiado, por lo quecontinuaremos cuestionando el sistema en su con-junto.

    De 1848 a 1968

    DC-B:De todasmaneras no creo que la revolucinsea posible de un da para otro. Creo que slo serposible obtener mejoras sucesivas, ms o menosimportantes, pero estas mejoras no podrn serimpuestas sino por acciones revolucionarias. Poresta razn, el movimiento estudiantil, que habralcanzado, pese a todo, una reforma importante enla Universidad, aunque transitoriamente pierdaenerga, toma un valor de ejemplo paramuchos jve-nes trabajadores. Utilizando los medios de accintradicionales del movimiento obrero la huelga, la

    ocupacin de la calle y de los lugares de trabajo,hemos derribado el primer obstculo: el mito por elcual nada puede hacerse contra el rgimen. Hemosprobado que eso no era verdad. Y los obreros se hanlanzado por la brecha. Puede ser que esta vez nosigan hasta el final. Pero habr otras explosionesms tarde. Lo importante es que se ha demostrado laeficacia de los mtodos revolucionarios.La unin de estudiantes y obreros slo puede hacer-se en la dinmica de la accin si el movimiento delos estudiantes y el de los obreros conservan cadauno su impulso y convergen hacia unmismo obje-tivo. Por el momento existe una desconfianza natu-ral y comprensible de los obreros.

    JPS: Esta desconfianza no es natural sino adquiri-da. No exista a comienzos del siglo XIX y slo apa-reci despus de las masacres de junio de 1848.Antes, los republicanos que eran intelectuales ypequeos burgueses y los obreros marchabanjuntos. Despus, no hubo ya perspectivas de unin,ni siquiera en el partido comunista, que siempre haseparado cuidadosamente a los obreros de los inte-lectuales.

    DC-B: De todos modos algo ha sucedido en elcurso de esta crisis. En Billancourt, los obreros nohan dejado entrar en la fbrica a los estudiantes.Pero el hecho mismo de que los estudiantes hayanido a Billancourt constituye algo nuevo e impor-tante. Ha habido, en realidad, tres etapas. Primerola desconfianza franca, no slo de la prensa obrerasino del medio obrero. Decan: Qu quieren esosnenes de pap que vienen a fastidiarnos? Y mstarde, despus de los combates en la calle, despusde la lucha de los estudiantes contra los policas, esesentimiento ha desaparecido y la solidaridad sevuelve efectiva.En este momento estamos en un tercer estadio:

    Jean-Paul Sartre / Daniel Cohn-Bendit

    La imaginacin al poder

    Foto: Alain Dejean. Pars, 5 de mayo de 1968.

    PENSAR JUNTOS,

    NOEMPUJARJUNTOS,

    SI (FACULTADDEDEREC

    HO-A

    SSAS

    )

  • los obreros y los campesinos han entrado a su vez enlucha pero nos dicen: Esperen un poco, queremosmanejar nosotros mismos nuestro combate. Esnormal. La unin slo podr realizarsems tarde silos dosmovimientos, el de los estudiantes y el de losobreros, conservan su impulso. Despus de cin-cuenta aos de desconfianza, no creo que lo que sedenomina dilogo sea posible. No se trata sola-mente de hablar. Es natural que los obreros no nosreciban con los brazos abiertos. El contacto slo seestablecer si combatimos juntos. Se puede, porejemplo, crear grupos conjuntos de accin revolu-cionaria, en los que obreros y estudiantes planteenjuntos los problemas y acten juntos. Habr luga-res en los que eso funcione y otros en los que nofuncione.

    JPS: El problema sigue siendo elmismo:mejoras orevolucin. Como usted dice, todo lo que ustedeshacen a travs de la violencia es recuperado por losreformistas de unamanera positiva. LaUniversidad,gracias a lo que ustedes han hecho, se ver mejora-da, pero siempre dentro del marco de la sociedadburguesa.

    DC-B: Es evidente; pero creo que no hay otromodode avanzar. Tomemos el ejemplo de los exmenes.No se discute que se seguir con ellos. Pero segura-mente no se desarrollarn como antes. Se encontra-r una frmula nueva. Y si una sola vez se efectande unmodo desacostumbrado, un proceso de refor-ma se pondr en marcha de modo irreversible. Nos hasta qu punto llegar, lo que s es que se harlentamente; pero es la nica estrategia posible.Para m, no se trata de hacer metafsica, ni de

    indagar cmo habr que realizar la revolucin. Ya hedicho que creo que vamos ms bien hacia un cam-bio perpetuo de la sociedad, provocado, en cadaetapa, por acciones revolucionarias. El cambio radi-

    cal de las estructuras de nuestra sociedad slo seraposible si se produjera de golpe la coincidencia deuna crisis econmica grave, con la accin de unpotente movimiento obrero y de un fuerte movi-miento estudiantil. Hoy estas condiciones no estnreunidas. Comomximo puede pretenderse la cadadel gobierno. Pero no puede soarse en hacer esta-llar la sociedad burguesa. Lo que no quiere decir queno haya que hacer nada: todo lo contrario, es nece-sario luchar paso a paso a partir de un cuestiona-miento global.La cuestin de saber si puede haber todava revo-

    luciones en las sociedades capitalistas evoluciona-das y de lo que hay que hacer para provocarlas real-mente no me interesa.Cada cual con su teora; unos dicen: las revolu-

    ciones del tercer mundo son las que provocarn elderrumbe delmundo capitalista. Otros: slo graciasa la revolucin en el mundo capitalista podr haberdesarrollo del tercermundo. Todos los anlisis estnms o menos fundados, pero en mi opinin, esono tiene mayor importancia.Observemos lo que acaba de pasar. Desde hace

    mucho tiempo hay gente que busca el mejor modode provocar una explosin en el medio estudiantil.Nadie lo ha encontrado y finalmente ha sido unasituacin objetiva la que ha provocado la explosin.Influy sin duda el manotn del poder la ocupa-cin de la Sorbona por la polica, pero es eviden-te que esta gaffemonumental no es el nico origendel movimiento. La polica ya haba entrado enNanterre, algunos meses atrs, y eso no haba des-pertado ninguna reaccin en cadena. Esta vez sedespert una que no fue posible detener, lo quepermite examinar el papel que puede desempearuna minora activa.Lo que ha sucedido desde hace dos semanas

    constituye, a mi entender, una refutacin de lafamosa teora de las vanguardias revolucionariasconsideradas como las fuerzas dirigentes de unmovimiento popular. En Nanterre y Pars ha habi-do simplemente una situacin objetiva, derivadade lo que se llama de un modo vago el malestarestudiantil y de la voluntad de accin de una partede la juventud, decepcionada por la inaccin de lasclases que ejercen el poder. Laminora activa pudo,por el hecho de ser tericamente ms consciente yestar mejor preparada, encender el detonador ypenetrar por la brecha. Pero eso es todo. Los otrospodan seguir o no seguir. Sucede que han seguido.Pero despus, ninguna vanguardia, sea la UEC, laJCR o los marxistas-leninistas, ha podido tomar ladireccin del movimiento. Sus militantes pudie-ron participar en las acciones de unmodo decididopero desaparecieron absorbidos por el movimiento.Se los encuentra en los comits de coordinacin,donde su papel es importante, pero en ningnmomento hubo oportunidad de que estas vanguar-dias desempearan un papel directivo.

    Noms vanguardias

    DC-B: Es el punto esencial. Sirve para destacar quees necesario abandonar la teora de la vanguardiadirigente para adoptar aquellams simple ymshonrada de la minora activa que desempea elpapel de un fermento permanente, impulsando a laaccin sin pretender la direccin. En efecto, aunquenadie quiera admitirlo, el partido bolchevique nodirigi la revolucin rusa. Fue empujado por lasmasas. Pudo elaborar su teora en la marcha, darciertos impulsos hacia un lado o hacia otro, perono desencaden, solo, unmovimiento que fue en sumayor parte espontneo. En determinadas situa-ciones objetivascon la ayuda de unaminora acti-va la espontaneidad retoma su lugar en el movi-miento social. Es ella la que promueve el avance, yno las rdenes de un grupo dirigente.

    JPS: Lo que mucha gente no comprende, es queustedes no buscan elaborar un programa, ni daruna estructura al movimiento. Les reprochan que-rer destruirlo todo sin saber en todo caso sindecir lo que ustedes quieren colocar en lugar de loque derrumban.

    DC-B: Claro! Todo el mundo se tranquilizaraPompidou en primer lugar si fundramos unpartido anunciando: Toda esta gente est con nos-otros. Aqu estn nuestros objetivos y elmodo cmopensamos lograrlos... Se sabra a qu atenerse ypor lo tanto la forma de anularnos. Ya no se estarafrente a la anarqua, el desorden, la efervescen-cia incontrolable.La fuerza de nuestromovimiento reside precisa-

    mente en que se apoya en una espontaneidadincontrolable, que da el impulso sin pretendercanalizar o sacar provecho de la accin que ha des-encadenado. Para nosotros existen hoy dos solucio-nes evidentes. La primera consiste en reunir cincopersonas de buena formacin poltica y pedirles queredacten un programa, que formulen reivindicacio-nes inmediatas de aspecto slido y digan: Esta es laposicin del movimiento estudiantil, hagan segneso lo que quieran. Es lamala solucin. La segundaconsiste en tratar de hacer comprender la situacin,no a la totalidad de los estudiantes ni siquiera a latotalidad de losmanifestantes, pero a un gran nme-

    ro de entre ellos. Para eso, es preciso evitar la crea-cin inmediata de una organizacin o definir unprograma que seran inevitablemente paralizantes.La nica oportunidad delmovimiento es justamen-te ese desorden que permite a las gentes hablar libre-mente y que puede desembocar, por fin, en ciertaforma de autoorganizacin. Por ejemplo, es necesa-rio ahora renunciar a las reuniones de gran espect-culo y llegar a formar grupos de trabajo y de accin.Fue lo que tratamos de hacer en Nanterre.Ante la repentina libertad de palabra en Pars, se

    hace preciso que en primer trmino la gente seexprese. Dicen cosas confusas, vagas, amenudo sininters, porque se las han dicho cien veces, pero esoles permite, despus de haber dicho todo eso, plan-tearse la siguiente pregunta: Y ahora? Eso es loms importante, y lo que lamayor parte de los estu-diantes se preguntan: Y ahora? Slo despuspodr hablarse de programa o de estructuracin. Sinos planteramos desde el comienzo el tema: Quharn con los exmenes?, significara asfixiar lasposibilidades, sabotear elmovimiento, interrumpirla dinmica. Los exmenes tendrn lugar y nosotrospresentaremos propuestas, pero que nos den tiem-po. Primero hay que hablar, reflexionar, buscar fr-mulas nuevas. Las encontraremos. Pero no hoy.

    Una reiniciacin de clases catastrfica

    JPS: El movimiento estudiantil como usted hadicho, est ahora en la cresta de la ola. Pero estnpor llegar las vacaciones, una pausa, seguramenteun retroceso. El gobierno aprovechar para realizarreformas. Invitar a estudiantes a participar en ellas,y muchos aceptarn diciendo: Nosotros slo pre-tendemos reformas, o si no: Son slo reformas,pero esmejor que nada y las hemos obtenido por lafuerza. Tendrn una Universidad transformada,pero los cambios pueden muy bien ser slo super-ficiales, limitarse al progreso de los equipos mate-riales, de los locales, de los restaurantes universita-rios. Todo eso no cambiar la esencia del sistema.Son reivindicaciones que el poder puede satisfacersin que sea cuestionado el rgimen. Creen ustedespoder obtener mejoras que introduzcan realmen-te elementos revolucionarios en laUniversidad bur-guesa; que hagan, por ejemplo, que la enseanzaimpartida en la Universidad est en contradiccincon la funcin principal de la Universidad en elrgimen actual: formar cuadros bien integrados enel sistema?

    DC-B: En primer trmino, las reivindicacionespuramente materiales pueden tener un contenidorevolucionario. Con respecto a los restaurantes uni-versitarios tenemos una reivindicacin de fondo.Pedimos su supresin en cuanto a su carcter derestaurantes universitarios. Es necesario que setransformen en restaurantes de la juventud, enlos que todos los jvenes, estudiantes o no, puedancomer por 1,40 francos. Y nadie puede estar en con-tra: si los trabajadores jvenes trabajan todo el da,no se justifica el que de noche no puedan comerpor 1.40 F. Igual cosa en lo que respecta a las ciuda-des universitarias: pedimos que se conviertan enciudades para la juventud. Hay muchos obrerosjvenes, muchos aprendices que desean independi-zarse de sus padres pero que no pueden arrendar uncuarto porque cuesta 30.000 francos viejos pormes;queremos que se los acoja en las ciudades donde elalquiler es de 9.000 o 10.000 francos viejos. Loshijos de familias acomodadas que estudian derechoo ciencias polticas pueden ir a otra parte.En el fondo, no pienso que las reformas que

    podr hacer el gobierno sean las suficientes paradesmovilizar a los estudiantes. Las vacaciones sea-larn indudablemente un retroceso, pero no que-brarn el movimiento. Algunos dirn: Nuestrogolpe ha fracasado, sin tratar de explicarse lo quesucedi. Otros dirn: La situacin no estabamadu-ra. Peromuchosmilitantes comprendern que hayque capitalizar lo que acaba de pasar, analizarlotericamente y prepararse para una nueva accin enla reapertura. Porque la reapertura de cursos sercatastrfica, sean las que fueren las reformas guber-namentales. Y la experiencia de la accin desorde-nada, imprevista, provocada por el poder, que aca-bamos de conducir, nos permitir volverms eficazla accin que podra desencadenarse en otoo. Lasvacaciones permitirn a los estudiantes esclarecer supropio desconcierto, que se manifest en estosquince das de crisis, y a reflexionar sobre lo quequieren y pueden hacer.En cuanto a la posibilidad de lograr que la ense-

    anza impartida en la Universidad se vuelva unacontra-enseanza que forme, no cuadros bienintegrados sino revolucionarios, es una esperanzaqueme parece un poco idealista. La enseanza bur-guesa, aun reformada, producir cuadros burgue-ses. La gente ser aprisionada en el engranaje delsistema. En elmejor de los casos, se volvernmiem-bros de una izquierda benvola pero seguirn sien-do, objetivamente, engranajes que aseguren el fun-cionamiento de la sociedad.Nuestro objetivo es lograr poner enmarcha una

    enseanza paralela tanto tcnica como ideolgica.Se trata de que nosotros mismos volvamos a poneren marcha la Universidad sobre bases completa-

    mente nuevas, aunque esto no dure ms que unaspocas semanas. Acudiremos a los profesores deizquierda y de extrema izquierda que estn dispues-tos a trabajar con nosotros en los seminarios y aapoyarnos con sus conocimientos renunciandoa su condicin de profesores en la experienciaque emprenderamos.Podramos inaugurar seminarios en todas las

    facultadespor supuesto nada de clases magistra-les sobre los problemas del movimiento obrero,sobre la utilizacin de la tcnica al servicio del hom-bre, sobre las posibilidades que ofrece la automa-cin. Y todo esto no simplemente desde un puntode vista terico (no hay un solo libro de sociologaque no comience con la frase: Hay que poner la tc-nica al servicio del hombre) sino planteando pro-blemas concretos. Esta enseanza tendra inevita-blemente una orientacin contraria a la del sistemaen uso, por lo que la experiencia no podra durarmucho tiempo: el sistema reaccionara inmediata-mente y el movimiento sucumbira. Pero lo impor-tante no es elaborar una reforma de la sociedadcapitalista sino lanzar una experiencia de rupturacompleta con esta sociedad; una experiencia queno dure pero que deje entrever una posibilidad: sepercibe algo, fugitivamente, que luego se extingue.Pero basta para probar que ese algo puede existir.No esperamos construir una universidad de tipo

    socialista en nuestra sociedad, porque sabemos quela funcin de la Universidad seguir siendo lamisma en tanto que no cambie la totalidad del sis-tema. Pero creemos que puede habermomentos deruptura en la cohesin del sistema y que se puedeaprovecharlos para abrir brechas.

    JPS: Eso supone la existencia permanente de unmovimiento anti-institucional que impida a lasfuerzas estudiantiles estancarse. Lo que ustedespueden reprochar a UNEF, en efecto, es de ser unsindicato, es decir una institucin forzosamenteesclerosada.

    DC-B: Le reprochamos ser, sobre todo en sus for-mas de organizacin, incapaz de lanzar una reivin-dicacin. La defensa de los intereses de los estu-diantes resulta, de todos modos, una cosa proble-mtica. Cules son esos intereses? Los estudiantesno constituyen una clase. Los trabajadores, los cam-pesinos, forman una clase social y tienen interesesobjetivos. Sus reivindicaciones son claras y van diri-gidas a los patrones, a los representantes de la bur-guesa. Pero los estudiantes? Quines son susopresores, salvo el sistema?

    Nuevosmedios

    JPS: En efecto, los estudiantes no constituyen unaclase. Ellos se definen por la edad y por una relacincon el conocimiento. El estudiante es alguien que,por definicin, un da dejar de ser estudiante, enno importa cul sociedad, incluso en aquella en laque soamos.

    DC-B: Eso es lo que justamente hay que cambiar.En el sistema actual se dice: existen los que trabajany los que estudian. Y todo queda en una divisin,aunque sea sensata, del trabajo social. Pero es posi-ble imaginar otro sistema en el cual todo el mundotoma parte en las tareas de produccinreducidasal mximo gracias a los progresos de la tcnica yen el cual todos tengan la posibilidad de proseguirparalelamente estudios continuos. Es el sistema deltrabajo productivo y del estudio concomitante.Evidentemente habr casos especiales: no se

    puede dedicarse a lasmatemticas avanzadas, o a lamedicina y ejercer otra actividad al mismo tiempo.No se trata de instituir reglas uniformes. Pero es elprincipio de base el que ha de ser cambiado. Espreciso rechazar, desde un comienzo, la distincinentre estudiante y trabajador.Por supuesto, nada de esto tendr lugarmaana

    mismo, pero algo hay que se ha puesto enmarcha yque proseguir ineludiblemente.

    JPS: Lo interesante de la accin que ustedes des-arrollan es que lleva la imaginacin al poder.Ustedes poseen una imaginacin limitada comotodo el mundo, pero tienen muchas ms ideas quesus mayores. Nosotros estamos formados de unmodo tal que tenemos ideas precisas sobre lo que esposible y lo que no lo es. Un profesor dir:Suprimir los exmenes? Jams. Se puede perfec-cionarlos, pero no suprimirlos. Por qu esto?Porque ha pasado por los exmenes durante lamitad de su vida.La clase obrera ha imaginado a menudo nuevos

    mtodos de lucha, pero siempre en funcin de lasituacin precisa en la que se encontraba. En 1936invent la ocupacin de las fbricas, porque era lanica arma que tena para consolidar y sacar prove-cho de una victoria electoral. Ustedes tienen unaimaginacinmuchoms rica y las frases que se leenen los muros de la Sorbona lo prueban. Hay algoque ha surgido de ustedes que asombra, que trastor-na, que reniega de todo lo que ha hecho de nuestrasociedad lo que ella es. Se trata de lo que yo llama-ra la expansin del campo de lo posible. No renun-cien a eso. [3]

    Arte, cultura & desarrollo 5

    PROHIBIDOPROHIBIRLA LIBERTAD COMIENZAPOR UNA PROHIBICIN. (SOR

    BONA

    )

  • 6 Transatlntico

    Es triste. La polmicacontra el PCI debera haberse hechoen la primera mitad de la dcada pasada. Estn retrasados, hijos.Y no importa si entonces ustedes an no haban nacido...Ahora los periodistas de todo el mundo (incluidoslos de la televisin)les lamen (como creo que an se diga en el lenguajede las universidades) el culo. Yo no, amigos.Tienen caras de hijos de pap.Buena raza no miente.Tienen el mismo ojo ruin.Son miedosos, ambiguos, desesperados(muy bien!) pero tambin saben como serprepotentes, chantajistas y seguros:prerrogativas pequeo-burguesas, amigos.Cuando ayer en Valle Giulia pelearoncon los policas,yo simpatizaba con los policas!Porque los policas son hijos de pobres.Vienen de las periferias, campesinas o urbanas.En cuanto a m, conozco muy biensu vida desde nios a muchachos,las inestimables mil liras, el padre un muchacho tambin,a causa de la miseria, que no da autoridad.La madre encallecida como un changador, o tierna,a causa de alguna enfermedad, como un canarito;y tantos hermanos; la casuchaentre los huertos con la salvia roja (en terrenosde otros, loteados); los bajos fondossobre las cloacas; o los departamentos en los grandesconglomerados populares, etc.Y adems, miren cmo los visten: como a payasos,con esa tela rstica que apesta a rancho,galpones y pueblo. Lo peor de todo es, por supuesto,el estado psicolgico al que los reducen(por unas cuarenta liras al mes):sin sonrer ya nunca ms,sin ms amistad con el mundo,separados, excluidos (en una exclusin incomparable);humillados por su prdida de calidad de hombrespor la de policas (ser odiados lleva a odiar).Tienen veinte aos, la edad de ustedes, queridos y queridas.Estamos obviamente de acuerdo contra la institucin policial.Pero agrrenselas contra el Poder Judicial, y vern!Los muchachos policasque ustedes por sacro vandalismo (de selecta tradicinresurgimental)de hijos de pap, han apaleado,pertenecen a la otra clase social.En Valle Giulia, ayer, hemos tenido un fragmentode lucha de clase: y ustedes, amigos (aunque de la partede la razn) eran los ricos,mientras que los policas (que estaban de la parteequivocada) eran los pobres. Linda victoria, entonces,la de ustedes! En estos casos,a los policas se les dan flores, amigos.Popolo y Corriere della sera,Newsweek yMondeles lamen el culo. Son sus hijos,su esperanza, su futuro: si les recriminanno se preparan por cierto a una lucha de clasecontra ustedes! Cuanto ms,a la vieja lucha intestina.Para quien, intelectual u obrero,est fuera de esta lucha de ustedes, es muy divertida la ideade que un joven burgus muela a palos a un viejoburgus, y que un viejo burgus mande a la crcela un joven burgus. Suavemente

    Pier Paolo Pasolini

    EL PCI PARA LOS JVENES!!

    P. P. P., Roma Qu son los versos malos(como presumiblemente estos, de El PCI para losjvenes!!). Es muy simple, los versos malos sonaquellos que no bastan por s mismos para expresarlo que el autor quiere expresar: es decir, donde lassignificaciones estn alteradas por las co-signifi-caciones y, al mismo tiempo, las co-significacionesoscurecen las significaciones.Ya se sabe que la poesa toma los signos de diver-

    sos campos semnticos, hacindolos ensamblar, amenudo arbitrariamente; por lo tanto, hace de cadasigno una especie de estratificacin de la cual cadaestrato corresponde a una acepcin del signo extra-da de un campo semntico diverso, pero provisoria-mente unidos con los otros (gracias a un demonio).Entonces; los versos malos son comprensibles,

    pero para comprenderlos es necesario cierta buenavoluntad.Dudo de la buena voluntad de muchos de los

    lectores de estos malos versos: tambin porque, enmuchos casos, deber prever para ellos, por asdecir, una mala voluntad con buena fe. Es decir,una pasin poltica tan vlida como la ma, quetiene esperanzas y amarguras, dolos y odios comola ma.Quede claro que a estosmalos versos los he escri-

    to sobre diversos registros contemporneamente:

    y, por lo tanto, estn todos desdoblados, es decir,son irnicos y auto-irnicos. Todo est dicho entrecomillas. Las estrofas sobre los policas es un frag-mento de ars retorica, que un escribano bolosenloquecido podra definir, en este caso, una capta-tio malevolentiae: las comillas son, por lo tanto, lasde una provocacin. Espero que lamala voluntad demi buen lector acepte la provocacin, dado que setrata de una provocacin a nivel de simpata. (Lasque no se aceptan son las provocaciones de los fas-cistas y de la polica). Entre comillas estn tam-bin, por ejemplo, los segmentos correspondientesa los viejos obreros que van a aprender ruso duran-te la noche a la sede del Partido, y la evolucin delviejo, bueno y achacado PCI: adems del hecho queobjetivamente esa figura de obrero y de PCI corres-ponde tambin a la realidad; aqu, en esta poesama son figuras retricas y paradjicas: tambinprovocadoras.El nico fragmento no provocador, aunque dicho

    en un tono fatuo, es el exhortatorio final. Aqu s

    presento, aunque a travs de la pantalla irnica yamarga (no poda convertir de golpe al demonioqueme ha frecuentado, inmediatamente despus dela batalla de Valle Giulia insisto en la cronologasobre todo tambin por los no fillogos), un proble-ma verdadero, en el futuro se coloca un dilema:guerra civil o revolucin?No puedo hacer como muchos de mis colegas,

    que fingen confundir las dos cosas (o las confun-den verdaderamente!), y arrebatados por la psico-sis estudiantil se han dejado caer como cuerposmuertos de parte de los estudiantes (adulndolos, yobteniendo su desprecio); no puedo ni siquiera afir-mar que toda posibilidad revolucionaria se hayaagotado, y que, por consiguiente, es necesario optar(como con un destino histrico diverso ocurre enEstadosUnidos o en la AlemaniaOccidental) por laguerra civil. En efecto, a la guerra civil la burgue-sa la combate contra s misma, como ya he repeti-do varias veces. Ni, en fin, tampoco soy tan cnico(como los franceses) como para pensar que se

    podra realizar la revolucin aprovechando la gue-rra civil desencadenada por los estudiantes paradespus hacerlos un lado, o quizs eliminarlos.Es desde este estado de nimo que han nacido

    estos malos versos, cuyo carcter dominante es, detodos modos, la provocacin (que manifiestanindiscriminadamente, a causa de su fealdad). Pero,ste es el punto, por qu he sido tan provocadorcon los estudiantes (tanto que algn servil diariopatronal podra especular con ello)?La razn es clara: hasta mi generacin, incluso,

    los jvenes tenan frente a s a la burguesa como unobjeto, un mundo separado (separado de ellos,porque, naturalmente, hablo de jvenes excluidos,excluidos por un trauma: y tomemos como traumatpico el de Lenin jovencito de diecinueve aos queha visto al hermano ahorcado por las fuerzas delorden). Nosotros podamosmirar la burguesa, asobjetivamente, desde afuera (aunque estbamoshorrendamente implicados en ella, historia, escue-la, iglesia, angustia): el modo de mirar objetiva-mente a la burguesa se nos ofreca, segn un esque-ma tpico, gracias a la mirada posada sobre ella deeso que no era burgus: obreros y campesinos (de loque despus se habra llamado el Tercer Mundo).Por eso, nosotros, jvenes intelectuales de haceveinte o treinta aos (y, por privilegio de clase, estu-

    los tiempos de Hitler retornan: la burguesaama castigarse con sus propias armas.Pido perdn a aquellos mil o dos mil jvenes hermanos mosque operan en Trento o en Turn,en Pava o en Pisa,en Florencia y un poco tambin en Roma,pero tengo que decir: el Movimiento Estudiantilno frecuenta los evangelios cuya lecturasus aduladores de mediana edad les atribuyen,para sentirse jvenes y crearse inocencias chantajistas.Slo una cosa los estudiantes realmente conocen:el moralismo del padre magistrado o profesional,la violencia conformista del hermano mayor(naturalmente encaminado por la va del padre),el odio a la cultura de su madre, de orgenescampesinos, aunque ya lejanos.Esto, queridos hijos, es lo que ustedes saben.Y lo aplican a travs de dos inderogables sentimientos:la conciencia de vuestros derechos (se sabe, la democracialos toma en consideracin slo a ustedes) y la aspiracinal poder.S, sus slogans mencionan siemprela toma del poder.Leo en sus barbas ambiciones impotentes,en sus palideces snobismos desesperados,en sus ojos huidizos disociaciones sexuales,en su rebosante salud prepotencia, en su escasa salud desprecio(slo en aquellos pocos entre ustedes que viene de la burguesanfima, o de alguna familia obrera,estos defectos tienen cierta nobleza:concete a ti mismo y a la escuela de Barbiana!).Ustedes ocupan las universidadespero digan que la misma idea la realicenlos jvenes obreros.Y entonces:Corriere della sera y Popolo,Newsweek yMondetendrn tanto intersen tratar de comprender sus problemas?La polica se limitar a recibir algunos golpesdentro de la fbrica ocupada?Es una observacin banal;y chantajista. Pero sobre todo vana:porque ustedes son burguesesy, por lo tanto, anticomunistas. Los obreros, ellos,han quedado en 1950 y ms atrs incluso.Una idea antigua como la de la Resistencia(que deba ser contestada hace veinte aos,y peor para ustedes si no haban nacido)vive todava en los pechos populares, en la periferia.Ser que los obreros no hablan ni el francs ni el ingls,y slo alguno, pobrecito, por la noche, en la sede del Partido,se afana en aprender un poco de ruso.Acbenla con seguir pensando en sus derechos,acbenla con pedir el poder.Un burgus redimido debe renunciar a todos sus derechos,y erradicar de su alma, de una vez por todas,la idea del poder. Todo eso es liberalismo:djenselo a Bob Kennedy.Maestros se hacen ocupando fbricas,no en las universidades, sus aduladores (tambin comunistas)no les dicen la sencilla verdad: que son una nuevaespecie idealista de qualunquistas como sus padres,como sus padres, todava, hijos.En efecto,los estadounidenses, vuestros adorables coetneos,con sus insensatas flores, se estn inventando,ellos mismos, un lenguaje revolucionario nuevo!

    Se lo inventan cada da!Pero ustedes no pueden hacerlo porque en Europa ya tienen uno:lo pueden ignorar?S, ustedes quieren ignorarlo (con gran satisfaccindel Times y del Tempo).Lo ignoran yendo, con el moralismo de las profundas provincias,ms a la izquierda. Es extrao,abandonando el lenguaje revolucionariodel pobre, del viejo, togliattiano, oficialPartido Comunista,han adoptado una variante herticapero en base a la jerga ms bajade los socilogos sin ideologa (o de los papis burcratas).Hablando as,piden todo de palabra,mientras, en los hechos, piden slo esoa lo cual tienen derecho (como buenos hijos burgueses):una serie de improrrogables reformas,la aplicacin de nuevos mtodos pedaggicos,la renovacin de un organismo estatal.Buenos! Santos sentimientos!Que la buena estrella de la burguesa los asista!Embriagados por la victoria contra los jovencitosde la polica constreidos por la pobreza a ser siervos,(y emborrachados por el inters de la opinin pblicaburguesa, con la que se comportan comomujeressin amor, que ignoran y maltratanal pretendiente rico)ponen a un lado el nico instrumento verdaderamente peligrosopara combatir contra sus padres:es decir, el comunismo.Espero que hayan comprendidoque comportarse como puritanoses un modo de impedirseuna accin revolucionaria verdadera.Pero vayan, ms bien, hijos, a tomar Federaciones!Vayan a invadir Sedes!Vayan a ocupar las oficinasdel Comit Central! Vayan, vayana acampar en Via delle Botteghe Oscure!Si quieren el poder, apodrense, al menos, del poderde un Partido que est todava en la oposicin(aunque un poco golpeado, por la autoridad de seoresen modestos sacos cruzados, bochfilos, amantes de la litotes,burgueses coetneos de sus estpidos padres)y tiene como objetivo terico la destruccin del Poder.Que l se decida a destruir, mientras tanto,lo que de burgus hay en l,lo dudo mucho, incluso con el aporte de ustedes,si, como deca, buena raza no miente...De todos modos: el PCI para los jvenes!!

    Pero, ay, qu les estoy sugiriendo? Qu les estoyaconsejando? A qu los estoy incitando?Me arrepiento, me arrepiento!He tomado el camino que conduce al mal menorque Dios me maldiga. No me escuchen.Ay, ay, ay,extorsionado extorsionadorestaba dando aliento a las trompetas del buen sentido!Me he detenido justo a tiempo,salvando al mismo tiempo,el dualismo fantico y la ambigedad...Pero he llegado al borde de la vergenza...(Oh Dios! debo tomar en consideracinla eventualidad de hacer junto a ustedes la Guerra Civildejando a un lado mi vieja idea de Revolucin?)

    APOLOGA

    Sean realistas:PIDAN LOIMPOSIBLE. (CENSIER) NI ROBOTNI ESCLAVO (CENSIER)

    *

  • Arte, cultura & desarrollo 7

    diantes), podamos ser anti-burgueses incluso fuerade la burguesa: a travs de la ptica que nos ofrec-an las otras clases sociales (revolucionarias, o revol-tosas que fueran).Hemos crecido, entonces, con la idea de la revo-

    lucin en lamente: de la revolucin obrera-campe-sina (Rusia del 17, China, Cuba, Argelia, Vietnam).Por consiguiente, hemos hecho del odio traumti-co hacia la burguesa, tambin una justa perspecti-va en donde integrar nuestra accin: en un futurono evasivo (al menos parcialmente, porque todossomos un poco sentimentales).Para un joven de hoy la cosa se presenta dis-

    tinta. Para l es mucho ms difcil mirar a la bur-guesa objetivamente a travs de la mirada de otraclase social. Porque la burguesa est triunfando,est volviendo burgueses a los obreros, por unaparte, y a los campesinos ex coloniales, por la otra.En suma, a travs del neocapitalismo, la burguesase est convirtiendo en la condicin humana.Quien ha nacido en esta entropa, no puede deninguna manera, metafsicamente, estar fuera.Todo ha acabado. Por eso provoco a los jvenes,ellos son, presumiblemente, la ltima generacinque ve a los obreros y a los campesinos: la prximageneracin no ver a su alrededor ms que laentropa burguesa.

    Ahora bien, personalmente (mi privada exclu-sin, muchoms atroz que la que le toca, suponga-mos, a un negro o a un hebreo, desdemuchacho) ypblicamente (el fascismo y la guerra, con los quehe abierto los ojos a la vida: cuntos ahorcamien-tos, cuntas ejecuciones!) estoy demasiado trau-matizado por la burguesa, ymi odio hacia ella es yapatolgico. No puedo esperar nada de la burguesa,ni en cuanto totalidad, ni en cuanto creadora deanticuerpos contra ellamisma (como sucede con lasentropas. Los anticuerpos que nacen en la entropaestadounidense slo tienen vida y razn de ser por-que en Estados Unidos estn los negros: los cualestienen para un joven estadounidense la funcinque han tenido para nosotros cuando ramos jve-nes los obreros y los campesinos pobres).Dadami desconfianza total hacia la burguesa,

    rechazo, por lo tanto, la idea de la guerra civil, quequizs a travs del estallido estudiantil, la burgue-sa combatira contra s misma. Ya los jvenes deesta generacin, dira, son fsicamentemuchomsburgueses que nosotros. Entonces? No tengoderecho a provocarlos? De qu otro modo poner-me en relacin con ellos, sino es as? El demonioque me ha tentado es un demonio, como se sabe,lleno de vicios: esta vez ha tenido tambin el vicio dela impaciencia y del desamor por esa vieja obra arte-

    sanal que es el arte; ha hecho un slo burdomazo detodos los campos semnticos que son sede de lascomunicaciones no lingsticas: presencia fsica yaccin... Para concluir, entonces, los jvenes estu-diantes de hoy, pertenecen a una totalidad (loscampos semnticos sobre los cuales, ya sea a tra-vs de la comunicacin lingstica como a travsde la no-lingstica, semanifiestan), estn estrecha-mente unificados y cercados: entonces, ellos noestn en condiciones, creo, de comprender por smismos que, cuando se definen pequeos-bur-gueses en sus autocrticas, comenten un error ele-mental e inconsciente. En efecto, el pequeo-bur-gus de hoy ya no tiene abuelos campesinos: sinobisabuelos o tal vez tatarabuelos; no ha vivido unaexperiencia anti-burguesa revolucionaria (obrera)pragmticamente (y sta es la causa de los inanestanteos en bsqueda de los compaeros obreros); haexperimentado, en cambio, el primer tipo de cuali-dad de vida neocapitalista, con los problemas de laindustrializacin total. El pequeo-burgus de hoy,entonces, ya no esms el que es definido por los cl-sicos del marxismo, por ejemplo Lenin. (Como,tampoco, la China actual ya no es ms la China deLenin: y, por lo tanto, citar el ejemplo de la Chinadel librito sobre el imperialismo de Lenin, serauna locura). Adems, los jvenes de hoy (que se

    apuren a abandonar tambin la horrible denomina-cin clasista de estudiantes, y a convertirse en jve-nes intelectuales) no se dan cuenta en qu medidaes repelente un pequeo-burgus de hoy: y que a esemodelo se estn conformando tanto los obreros(pese al persistente optimismo del canon comu-nista) como los campesinos pobres (pese a la miti-ficacin realizada por los intelectuales marcusia-nos y fanonianos, me incluyo, pero ante litteram).A esa conciencia maniquea del mal burgus

    entonces los estudiantes pueden llegar (para reca-pitular):a) reanalizando fuera tanto de la sociologa

    como de los clsicos del marxismo los pequeos-burgueses que son (que nosotros somos) hoy.b) abandonando la propia autodefinicin onto-

    lgica y tautolgica de estudiantes y aceptandoser simplemente intelectuales.c) realizando la ltima eleccin an posibleen

    la vigilia de la identificacin de la historia burgue-sa con la historia humana en favor de lo que no esburgus (cosa que ellos ya slo pueden hacer susti-tuyendo la fuerza de la razn por las razones trau-mticas personales y pblicas a las que me refera:operacin, sta, extremadamente difcil, que impli-ca un auto-anlisis genial de s mismos, fuera detoda convencin). [4]

    EL ARTE

    ESMIERDA (CALLE

    ROTR

    EOU,

    ODE

    N)

    Foto: Bettmann. Roma, 6 de marzo de 1968.

  • 8 Transatlntico

    Las angustias pasadas han sido muchas, pero, al menos, hemos sobrevivido y el horizonteahora se muestra despejado, me deca un intelectual checo. La esperanza, pues, est en lacalle. Aquello de vamos a construir unmundomejor para nuestros nietos no sirve ya comomvil de lasmultitudes. En la crisis de fe de nuestro tiempo podemos incluir aquella, sin for-zar las cosas, aunque sea de signomaterialista. Ante una promesa de esta naturaleza, el hom-bre de nuestro tiempo se encoge de hombros y responde: No me lo fe tan largo. Por estarazn, los progresistas checos han aguardado veinte aos, pero al cabo de ellos han per-dido la paciencia: no han querido esperar a ver de qu color era el mundo de sus nietos; lesha bastado barruntar que el camino seguido hasta aqu no conducira a buen trmino. El fra-caso econmico y el fracaso ideolgico de los que ya le he hablado a usted han apremiado laevolucin activada por los escritores y estudiantes. Ya estamos, pues, con el viejo tinglado des-montado, de cara al futuro: Qu va a suceder en Checoslovaquia?

    Foto: Lancaster. Praga, 27 de agosto de 1968.

    Eso mismo me pregunto yo.Y se lo pregunta todo elmundo, no crea, pero lo cierto es que se nece-sitara ser profeta para adivinar hasta dnde va a llegar el proceso evo-lutivo en aquel pas. Una cosa es notoria: la avidez de los hombres nue-vos por demostrar con hechos la sinceridad de sus palabras. As, aun-que nada hay legislado todava al respecto, se han producido ya unaserie de novedadesmuy sintomticas en Checoslovaquia, subsiguien-tes a la crisis del Comit Central y sin que nadie an las haya sancio-nado; por ejemplo: la liberacin de la prensa de la censura previa laresponsabilidad para el gerente, pese a subsistir el aparato burocr-tico y los rganos de la vieja censura; por ejemplo, la creacin de unaorganizacin de presos polticos de los aosmil novecientos cuarentay ocho-sesenta y ocho, para velar por su rehabilitacin; por ejemplo, losfrecuentes contactos entre los cuatro obispos checoslovacos y las nue-vas autoridades y la liberacin de aquellas del control directo del par-tido; por ejemplo, la declaracin de varias huelgas obrerasprimeras

    en veinte aos como respuesta inmediata a la nueva estructura sin-dical que se anuncia Podra citarle muchos otros datos para demos-trarle la profundidad del cambio operado y la buena disposicin de losnuevos dirigentes, pero basta con estos. Por otro lado, no debe ustedolvidar que en el seno del partido conviven an los hombres nuevos conlos duros, es decir, el forcejeo, en ciertomodo y aunque los dogmti-cos hayan sido apeados de los cargos ms representativos, prosigue,aunque naturalmente y, por el momento al menos, el tiempo opera afavor de los primeros. Como consecuencia de estos cambios espont-neos, ha llegado una modificacin ms sustancial y de enunciacinmuy simple: el partido ha perdido su omnipotencia. Sus dictadosdesde arriba estn, a partir de ahora, sometidos a crtica y, lo quierao no, sus decisiones vienen ltimamente trascendidas desde abajo porla voz de la opinin. Esto ya implica una democratizacin que, proba-blemente, si lamarcha no se tuerce, sea inicio de una aperturamuchoms vasta. Pero precisamente en profundizar y extender esta democra-

    tizacin iniciada est en estosmomentos lamadre del cordero. El pre-sidente de laUnin de Escritores, seor Goldstuecker, de quien creo lehabl ya, semuestramuy optimista a este respecto. De l son estas fra-ses contundentes: Los acontecimientos de Checoslovaquia constitu-yen la primera tentativa mundial por crear un socialismo democrti-co. El socialismo probar almundo que puede ofrecer lams amplialibertad. Por su parte, el primerministro Cernik tampoco se hamor-dido la lengua al hablar a los periodistas: Mi gobierno aspiraacabade decir a dictar una serie de leyes justas que garanticen al pueblo suslibertades democrticas. El socialismo en democracia, he ah la frmu-la de los hombres nuevos, la frmula que, como usted ve, no se reca-tan en airear. Ahora queda por ver si la aplicacin de esta frmula esposible y, de ser posible, si son capaces de salvar todos los obstculospara llevarla a la prctica. Esto al margen, es obvio que la democrati-zacin del socialismo envuelve cuestiones de todo tipo: polticas esen-cialmente, pero tambin econmicas, religiosas, sociales, etctera

    Miguel Delibes

    LA EVOLUCINDE LA REVOLUCIN

    EXAGERARESA ESEL ARMA

    (CEN

    SIER

    )

  • Arte, cultura & desarrollo 9

    El problema poltico

    Eso, eso; le agradecer que me lo desmenuce un poquito, por-que de otro modo me temo que voy a quedarme a la luna deValencia. Yo no soy poltico, sabe? A m la poltica me trae sincuidado, excepto cuando me roza el bolsillo, comprende?Claro, claro que le comprendo y le advierto que, desgraciadamenteno est usted solo. Toma, toma, si no hubiera bolsillos! Por mi partepuedo asegurarle que a m personalmente, tampoco me atrae la pol-tica, pero me parece una obligacin moral no desentenderme de ella.Ya ve. Qu hubiera pasado si los escritores y estudiantes checos adop-tan su actitud de inhibicin? Y qu sera del mundo si cada quisquese cruzara de brazos y dijese: Yo voy por donde me lleven. A m,plim!Malo, crame, y yo no digo que la poltica deba ser lo nico quele preocupe, pero la cosa comn hay que vigilarla para que el gato no laagarre. Pero, bueno, a lo que bamos. Le digo que la apertura actual enChecoslovaquia afecta a varias vertientes y, si le parece, le hablar pri-mero de la poltica, despus de la economa y, por ltimo, de la religin.Las tres me parecen muy importantes y si no las separamos vamos aarmar una ensalada que no va a haber cristiano que se entienda.De acuerdo. Hbleme usted primero del alcance poltico de laevolucin.Bueno, como habr visto, la idea bsica es esta: Combinar socialis-mo y democracia. Tal cosa, ya la habr advertido, es sumamenteambiciosa: una autntica revolucin dentro de la revolucin. Claroest que, de entrada, el pueblo expectante se topa con su repertorio detabes: el partido, la URSS, la unidad del bloque socialista, etctera.Por otra parte, todas las conquistas parciales de las que le he habladoy que he calificado de espontneas, de frutos silvestres de la Primaverade Praga, precisan de un ordenamiento legal, so pena de que maa-na salga cualquier mequetrefe, encaramado por arte de birlibirloquey diga: Se acab; esto es ilegal. Comprende, no? Lo primero, pues,parece que debe ser sancionar lo conseguido, pero, hoy por hoy, segnestn las cosas, nicamente el Congreso del partido puede hacerlo yeste parece que reglamentariamente no tiene por qu reunirseaun-que puede hacerlo antes de un ao aproximadamente. Aqu tieneusted la primera friccin entre viejos y nuevos: aquellos, frenan; estosachuchan. Pero l P.C. si quiere pervivir no tiene otro remedio queganarse la confianza del pueblo, del pueblo que precisamente no estafiliado al P.C., esto es, del pueblo que no es comunista. Ante estehecho inorillable, el partido no ha tenido otra salida que elaborar unPrograma de accin ciertamente muy sustancioso en el que empiezapor determinar un plazo para dictar las leyes que garanticen liberta-des tan fundamentales como la de asociacin y reunin; este plazo esel ao en curso, el sesenta y ocho. Creo que algunos peridicos espa-oles han hablado ya de ese programa, pero por si no lo conoce le dirque, en resumidas cuentas, lo que promete es esto: libertad de expre-sin la censura fuera; garantas para proteger al ciudadano subje-tivista, palabra esta que puede usted traducir por arbitraria; admisinde los partidos que integran el llamado Frente Nacional no comu-nistas para la gestin poltica del pas; amplia libertad para la elec-cin de residencia y salida al extranjero; igualdad de las nacionescheca y eslovaca y respeto para el desarrollo de las minoras hngara,alemana, etctera; en economa, incrementar la iniciativa y eliminarlos favoritismos y, por supuesto, mantener la alianza y relaciones conla URSS, sin que esto suponga exclusividad ni, por otra parte, discri-minacin contra los ciudadanos no comunistas. En cuatro palabras,este es el contenido del documento. Interesante, eh?

    Los correctores de la vida poltica

    Bien, todo esto es la teora, sugestiva y plausible teora, pero a unose le ocurren de inmediato objeciones de bulto. Primera: es obvioque los partidos llamados del Frente Nacional, entre ellos el PopularCristiano, sobrevivieron, an con una vida lnguida y como satlitesdel P.C. (ms bien como vis atractiva de las capas sociales que nosentan en comunista) tras el golpe del cuarenta y ocho. Cmo ase-gurar la democracia y su funcionamiento si el P.C. conserva el mono-polio poltico, si es l, en exclusiva, quien elabora el Programa deAccin para el futuro? Segunda: tampoco el P.C. parece aceptar queel Frente Nacional constituya la oposicin. Para los comunistas, loscorrectivos de la vida poltica deben ser los rganos estatales, esto es,la Asamblea Nacional, con lo que se corre el riesgo de encerrarse denuevo en un crculo vicioso, porque, quines componen la AsambleaNacional? Hasta ahora, los comunistas. Entonces, para que laAsamblea como correctivo poltico fuese eficaz sera preciso celebrarunas elecciones plenamente libres, en las que compitieran todos lospartidos autorizados con sus diferentes programas. Y tercera: si seadmite la frmula democrtica y el Frente Nacional se erige en opo-sicin, maana el F.N., dentro de un normal juego democrtico,puede relegar a la oposicin al P.C. Por de pronto, las personas conquienes he cambiado impresiones, que son numerossimas, coincidenen que el P.C. no ocupara el poder por sufragio directo: esto es, no yael partido sino los simpatizantes, estn enminora. Tales manifesta-ciones coinciden con el hecho de que los partidos no comunistastolerados hasta a hora en rgimen de numerus clausus han aumen-tado espectacularmente sus efectivos al levantarse la veda poltica o,si usted prefiere la limitacin. Qu puede ocurrir dentro del tira yafloja del juego abiertamente democrtico? De entrada debo decirleque el P.C. ha definido sus relaciones con los otros partidos comorelaciones de copartcipes, es decir, que los partidos del F. N. admi-ten todos ellos de base, la plataforma socialista. Esto, por donde quie-ra que se le mire, ya es otro cantar.S que es complicado el asunto. Y tiene su inters, no crea. Unavez que uno se mete en ello es como los negociosPero voy a terminar con el aspecto poltico, si le parece oportuno,porque esto es el cuento de nunca acabar. Por lo que le llevo dicho,observar que el caballo de batalla ahora es la manera de vertebrar laoposicin: esto es, de que la democracia, an dentro de sus lmites, seaun hecho. El debate no slo est en el seno del partido sino en losperidicos, en los cafs y en todas partes. Tendra usted que ver a losuniversitarios de veinte o veintids aos hablando a lamasa en las pla-zas pblicas, exponiendo serena e inteligentemente el alcance de laapertura y su posicin respecto a las libertades democrticas que seanuncian! Es un bello espectculo, crame, y un autntico contrastede pareceres de cara al pblico. Ante este espectculo de esta ndolehay que descubrirse y reconocer que la madurez poltica centroeuro-pea es una cosa muy seria. Pero vayamos al grano; le deca que el

    debate dialctico est extendido a todas partes, pero en lo que atae alseno del partido le dir que es muy fuerte, de una vehemencia demuchos grados, casi parlamentaria. Como dato relativo al controlpoltico, puesto que lo que se trata de evitar es volver a caer en la tira-na, ah tiene usted la intervencin de mi colega, el seor Havel,redactor de Tvar, la revista que se carg al seos Novotny en el aosesenta y cinco. El seor Havel no se hamordido la lengua al respon-der a unmiembro del comit que sugera limitar la apertura al con-trol de la opinin. Esta concepcinvoce Havel presupone quese tiene fe en que el gobierno acatar las crticas y sugerencias de laopinin, pero la democracia es una cuestin de garantas, no de fe.Qu le parece? Y estas cosas llegan a los peridicos, salen a la calle,y la gente vibra y no se matan, ni siquiera se sienten amenazados porningn apocalipsis, aunque, evidentemente, estn corriendo un ries-go que tampoco desconocen. Total, el control, la garanta de las liber-tades, es el quid de la cuestin ahora. Los cerrados hablan tambindel control posible de las asociacionesmasivas: sindicatos, organiza-ciones voluntarias, etctera, pero estas, tal como estn estructuradasactualmente, no tienen, por supuesto, la fuerza del partido, con lo quemal podran ejercer la delicada misin de instituciones-gendarmes.Esto no es obstculo, y con esto termino y no le doy ms la lata sobreesta cuestin, para que ciertas asociaciones, yme refiero concretamen-te a las universitarias y juveniles, no hayan esperado reglamentacinalguna para reorganizarse y robustecerse. La organizacin nica yexclusiva de la juventudan con diversas facetas, que siempre fueartificial, esto es, no aceptada por lamayora, ha sido rota en pedazos.Ante las defecciones y el nacimiento o renacimiento de organizacio-nes prohibidas en un ayer prximo, los pioneros se han independi-zado y a su lado surgen nuevas entidades que se vigorizan por das. Enlo que atae a los estudiantes, han liquidado las organizacionesimpuestas, controladas desde arriba, y han constituido los ConsejosAcadmicos de Estudiantes, ARS, que, a diferencia de la fenecidaUnin de la Juventud Checoslovaca, representan estrictamente a lajuventud Universitaria. Los muchachos, que como ya le dije estnviviendo intensamente el momento poltico del pas, aspiran a des-arrollar su propia vida poltica sin injerencias e incluso a propo-ner sus candidatos para las elecciones en la AsambleaNacional. Todoun ambicioso programa a lo que se ve.

    El problema econmico

    Vayamos con la economa que, aqu, entre nosotros, es lo queverdaderamente me interesa. Para dnde apuntas los tiros eneste terreno?Esto de la economa, que ha sido el espolazo de la revisin o la gotaque ha rebosado el vaso, requiere, como es lgico y natural, un proce-so de maduracin muy meditado y quiz hasta que no se estructurepolticamente el nuevo estado, la reforma econmica quede empan-tanada. Esto no es bice para que, vagamente, los reformadores de cafy los rumores que trascienden de las altas esferas sealen los canalespor donde aquella va a discurrir. En primer trmino, un anhelo gene-ral es el de la convertibilidad de la Korona, problema este que ha for-zado al pueblo checo a una reclusin sin esperanza. Para ello, loschecos, sin romper con Rusia, abrirn sus brazos y su economa a laEuropa Occidental y establecern las relaciones econmicas que lesconvengan. De hecho, si en el Programa de Accin del partido figu-ra como punto relevante la libertad para salir al extranjero, pareceobvio que una medida previa sea la de alcanzar la convertibilidad dela moneda; de otro modo, el propsito no pasara de ser letra muer-ta; el checo no puede salir de casa con las manos en los bolsillos ymientras su Korona no obtenga una cotizacin, la que sea, cualquierproyecto de moverse por Europa es pura entelequia. De manera queen el plano del comercio internacional, el plan es buscar los clientes,para que traigan o para que lleven, donde haga el caso.En el rgimen interior, de puertas adentro, las reformas, an par-tiendo de un socialismo bsico, parece que van a ser importantes. Lacrisis econmica ha sido general y lastimosa, pero el campo, creo yo,marchamejor que la industria, o, si usted lo prefiere, menosmal. Porde pronto, ya es un detalle significativo el hecho de que durante unode los sbados que pas en Checoslovaquia, me top en la carreteracon una fila interminable de Skodas y Tatras que abandonaban laciudad de Brno. Nunca, durante mi visita, haba visto tantos cochesjuntos e indagu la razn.Mis amigos sonrieron. La gente de la ciu-dad que tiene familia en el campo me dijeron marcha all losfines de semana para comer bien. Se da cuenta, no? Por otro lado,salta a la vista que el desahogo campesino esmayor que el ciudadano.En Praga, las colas pasan inadvertidas (salvo la inmensa, serpentean-te cola que se arm para rendir el ltimo tributo a la viuda del admi-rable escritor Capek, una gran actriz, que falleci repentinamentedurantemi estancia en Praga y se haba distinguido por su apoyo a losintelectuales en sus aspiraciones democrticas), cosa que no aconte-ce en provincias. En los pueblos, la vida hace el efecto de ms fcil yengrasada. En todo caso, parece que las cooperativas rurales disfruta-rn en el futuro de unamayor autonomaconcretamente, ellasmis-mas se gobernarn y decidirn qu cultivos son los que ms les con-vienen e incluso se aprovecharn de las ventajas de la comercializa-cin de sus productos si, como parece, se abre la mano en este punto.Sin duda el escollo ms duro se presenta en la industria. Hay queresolver el problema de los bajos rendimientos y el problema de laactualizacin demaquinaria y utillaje. Todo esto no es problema de unda, naturalmente. Habr que partir del incremento del esfuerzo per-sonal y a este respecto debo decirle que una conquista del trabajadorcheco, quiz un poco precipitada, es la de holgar un sbado de cadados. Es decir, todas las semanas son inglesas, pero dos sbados almes

    no se trabaja tampoco por la maana. Pero esto son comineras. Lorevolucionario en el aspecto econmico son los puntos del nuevosistema segn el cual se trata de concedermayor independencia a lasempresas estatales e incluso se piensa en dar entrada a la competen-cia. Sin competencia no hay estmulo y el estmulo es, evidentemen-te, un elemento que hay que inyectar a toda prisa en el organismo eco-nmico checo. Tales autonoma aunque relativa siempre y com-petencia traen de lamano la descentralizacin industrial y comercial,tan cacareadas y tan necesarias. Este punto es tan fundamental quemuchos checos con quienes he hablado creen a pies juntillas que eneste extremo se ganar o se perder la batalla de la proyectada demo-cratizacin. En este aspecto nada se puede vaticinar; no hay ms queecharle calma al asunto y esperar a ver por dnde sale el sol. Misbuenos amigos praguenses me hacan ver que en 1956 la economapolaca tuvo una oportunidad semejante a la actual checa y despus demuchos dimes y diretes terminaron retornando a la economa frre-amente centralizada. En suma, lo que le digo, paciencia y barajar.Un ltimo punto, fundamental, atae a la significacin futura de lossindicatos. Creo ya le habl de las huelgas producidas recientemente,en cuanto el partido tuvo que aflojar el lazo. Bueno, pues los sindica-tos se manejaron hasta hoy desde arriba como palanca de transmi-sin, esto es, no como defensa de los trabajadores, sino como defen-sa de la produccin. El partido les confiaba la vigilancia de la vaca deleche, pero la dichosa vaca amaneca cadamaanams esculida y conlas ubresms secas. A partir de estemomento, las cosas van a cambiar.Los sindicatos dejarn de ser fiscales de la produccin y recobrarn sufuncin original: la defensa de los intereses de los operarios, ya que lafrmula socialista no se ha demostrado que achique el estmago de lostrabajadores ni les ponga a cubierto de todo anhelo reivindicador.Apertura, pues, en la economa, esto es, enervamiento del centralismo,acceso a la iniciativa y establecimiento de estmulos.

    El proble