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Trabajo Práctico De Ética y Deontología Profesora: Monica Arce Carrera: Tec. Superior en Desarrollo de Sistema Año: 3 año Tema: Ética para Amador 1

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Trabajo Práctico De

Ética y Deontología

Profesora: Monica ArceCarrera: Tec. Superior en Desarrollo de SistemaAño: 3 añoTema: Ética para Amador

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Capítulo 1: De qué va la ética

En este primer capítulo, Savater comienza haciendo una breve aclaración sobre lo que va a contar en su libro. Explica, que es cierto que no podemos hacer todo lo que queramos, pero lo que sí podemos es decidir si queremos hacer una cosa o no, y al tener que tomar una decisión, se nos plantean varias posibilidades. Las personas no somos libres de elegir lo que nos pasa, sino de responder de una forma u otra a lo que nos pasa. Ser libres para hacer algo tampoco quiere decir que vayamos a lograrlo; cuanta más capacidad de acción tenemos, mejores resultados obtenemos de nuestra libertad. Nos compara con algunos animales para decirnos que al menos nosotros podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida, pues los animales no tienen libertad, y hacen las cosas por instinto, porque están programados para esa tarea y no lo pueden cambiar. Hubiese sido extraño, pero no imposible, por ejemplo, que el guerrero Héctor hubiese dicho que no quería luchar, a pesar de la educación que había recibido; pero lo que si sería imposible es un castor diciendo que no quiere hacer presas, sino celdillas estilo abeja. Por esto, podemos optar por lo que nos es favorables a nosotros, pero, como estamos en posesión de estas elecciones e invenciones también nos podemos equivocar. Para intentar evitar en la medida de lo posible estos casos necesitamos fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A este saber vivir, es a lo que llamamos ÉTICA.

Capítulo 2: Órdenes, caprichos y costumbres

Muchas veces se nos plantean situaciones en las que tenemos que elegir, aunque preferiríamos no hacerlo. También hay que reconocer que la mayoría de nuestros actos los hacemos automáticamente sin plantearnos si hacerlos o no, porque estamos acostumbrados. Por ejemplo, al sonar el despertador cada mañana, nos levantamos del tirón sin cuestionarnos si nos levantamos o no para realizar nuestra monótona y diaria rutina.

Actuamos instintivamente aunque a veces nos preguntemos por qué lo hacemos. Uno de los motivos es porque alguien nos lo manda, entonces estos actos que hacemos se llaman órdenes (las cuales realizamos por el miedo a la represalia que podamos obtener de la persona que nos lo ha mandado o también por la confianza y el afecto a ella, pues sabemos que nos lo manda por nuestro bien).Otros los hacemos por rutina, porque cada día hacemos lo mismo, entonces se llaman costumbres. Estas órdenes y costumbres parece que vienen del exterior, al contrario que los caprichos (que son las cosas que hacemos porque nos apetece), los cuales salen de dentro de nosotros mismos. Cada uno de los motivos que nos guían inclinan nuestra conducta en una dirección u otra y explican más o menos la preferencia a hacer una cosa en vez de otra. Cada motivo, responde a una necesidad diferente.

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Capítulo 3: Haz lo que quieras

En este capítulo, se nos dice bien claro que podemos hacer lo que queramos, pues estamos en nuestro más preciado derecho, somos libres, ¿no? Habría que aclarar que Libertad es decidir pero también darse cuenta de lo que se está decidiendo. Antes de tomar una decisión, tenemos que pensar, primero el motivo de la acción, y después pensarlo una segunda vez y replantearnos la pregunta porque puede que cambiemos de opinión. Esto ocurre con las costumbres, porque si nos preguntamos, decimos que actuamos así porque es costumbre; pero puede que al pensarlo una segunda vez nos cuestionemos por qué tenemos que hacer siempre lo que suele hacerse. Al igual pasa con los caprichos, pues reflexionamos más las cosas.

La palabra moral tiene que ver con las costumbres y con las órdenes, pero hay costumbres y órdenes que pueden ser malas o inmorales. Si queremos profundizar en la moral verdadera y aprender a manejar la libertad que tenemos, hay que olvidar las órdenes, caprichos y costumbres. Al hablar de moral, hay que definir el término bueno, pues varía según las personas o las situaciones en las que se emplee. Después de saber todo esto sí que estamos en nuestro derecho de hacer lo que queramos.

Capítulo 4: Date la buena vida

Debemos dejarnos de órdenes, caprichos y costumbres y plantearnos las cosas desde dentro de nosotros mismos: decidir qué hacer con nuestra vida; por esto, queramos o no, somos libres. Aunque podamos hacer lo que queramos, no debemos confundirlo con hacer lo que nos venga en gana. Pero vivir no quiere decir pasar el tiempo: hay que vivirlo bien. Se nos dice que para vivir felices hay que hacer lo mejor posible o estar lo mejor posible desde cualquier punto de vista.

Esto se plantea también en la Biblia. Según la historia de Esaú y Jacob, Esaú (el primogénito) renuncia irresponsablemente a sus derechos en un momento de hambre y los cambia por un plato de lentejas; Esaú cree que ha conseguido lo deseado y que ya es feliz, pero en verdad lo que ha conseguido es lo que se le apetecía en ese momento. A partir de ahí se arrepiente de haberlo hecho simplemente para lograr una felicidad a corto plazo. Él ha olvidado que la vida sigue después de esas lentejas, y que todo no lo puede dejar por un momentáneo placer. A parte de esta anécdota, también nos cuenta Savater sobre el aspecto del dinero una historia sobre un ciudadano llamado Kane, el cual es un hombre que aunque tiene mucho dinero y poder no es feliz porque para conseguir lo que tiene, tiene que crearse muchas enemistades. Lo que queremos en síntesis es darnos "la buena vida" (pero humana y racional). Pero para darnos esta buena vida debemos relacionarnos con otras personas y tratarlos como humanos: hablarles, escucharles...y además pensar que la vida no se acaba ahí y que después vienen las consecuencias, que se pagan para bien pero también para mal.

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Capítulo 5: ¡Despierta, baby!

Este título nos hace una llamada a los humanos para reflexionar un poco sobre nuestras conductas hacia los demás. Las complicaciones de la vida tienen que ser tomadas de forma más sencilla, para poder superar los problemas. El ejemplo del alumno y el maestro nos enseña que no es necesario tener todo para ser felices. En el ejemplo de Kane, seguimos diciendo lo mismo: tenía todo lo que quería, pero cuando quiso cariño no tuvo a nadie que se lo diera, pues al ir reuniendo tanto dinero no prestó atención y no se dio cuenta de que se quedaba sin amigos, sin nadie. La atención es el aspecto por el que vamos a encontrar como lograr la buena vida. Para lograr esta buena vida tenemos que vivir convencidos de que no todo da igual (como pensaba Esaú), aunque vayamos a morirnos antes o después. Debemos también intentar comprender y respetar al resto de la gente para que nos quiera. Esto no significa no ser liebres, al revés, pero hay que hacer un buen uso de este preciado derecho y no limitarnos a obedecer o desobedecer órdenes; comprender por qué esto es bueno y aquello no, sino comprender qué hará que nuestra vida sea buena. Debemos recordar que nadie puede ser libre por nosotros.

Conclusión Personal

En estos cincos capítulos me he podido dar cuenta que la libertad está en nuestras manos, pero tenemos que ser conciente en cuanto a la capacidad de ejercerlo. Por qué hasta donde llega si se está perjudicando a otra persona. Es complicado lo que quiero expresar con mis palabras pero a lo que voy es que nosotros somos libres, podemos tomar decisiones que pueden ser malas o buenas para uno mismo o para otros.En el segundo capítulo estaban las órdenes, caprichos y costumbres. Quién es el que nos dice debemos levantarnos, debemos comer o disfrutar de una película. Cuando somos unos niños estamos en la plena etapa en donde nuestros padres nos enseñan nuestras primeras costumbres, como el de limpiarnos, estudiar y respetar a los demás. También ahí es donde nos surgen nuestras primeras preguntas del por qué tenemos que hacerlos (cosa que se ve más amplio en el capítulo siguiente) y es así como en un tiempo lo tomamos esas enseñanzas como órdenes y a la cual lo podemos romper con nuestros caprichos como por ejemplo el decir “no quiero comer sopa, hoy comeré solo papas fritas” o “No iré a la fiesta, me quedare en mi cama leyendo”. En fin las ordenes es cuando alguien nos manda hacer algo, las costumbres la arraigamos de chicos con las primeras enseñanzas y los caprichos son de simple gustos personales.Y de la mano de ordenes, costumbres y caprichos nos encontramos, nos encontramos con el tercer capítulo, que nos dice “Haz lo que quieras”. Aquí nos dice que tenemos aquella libertad para hacer lo que nos plazca. Y es donde entra en juego nuestro razonamiento para poder discernir si está bien hacerlo o no, en pocas palabras en donde entra nuestra moral.Para el capítulo cuarto “date la buena vida” me encuentro en una encrucijada personal en no poder comprenderlo, mejor dicho, no se es que es darse una buena vida. Se que se debe disfrutar de todo los momentos pero no me doy cuenta de ello hasta cuando pasa el

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tiempo. Me es difícil dar una apreciación de este capítulo porque no hayo algo que me identifique. Capaz que puedo ser como Kane, pero no por el querer poder y dinero, sino que olvide o nunca aprendí a comprender mi vida, pero si puedo apreciar la vida del otro.Para el capítulo cinco “despierta baby” expongo algo personal de cómo me identifique más con la lectura.Podemos encontrarnos en muchas situaciones que debemos tomar una decisión que puede afectar la vida de uno. Por ejemplo, yo decidí dejar un trabajo porque estuve mucho tiempo bajo una presión que no podía soportar, mis nervios explotaban. Nadie me obligaba a seguir y mi mente decía que debía cumplir el tiempo que decía la finalización del contrato. Podía haberme ido antes pero decidí quedarme hasta el último momento. Cuando debí renovar pregunte a todo el mundo que era lo que debía hacer, vi los pro y los contra, pero no podía darle la opción de decidirlo a mi madre o a mi hermano, era algo que yo necesitaba elegir. Y si se la daba a ellos, y no me gustaba no podía repudiar su decisión ya que ellos no tienen la culpa, porque la que debió elegir era yo.Ahora me encuentro en la situación que me ofrecieron de nuevo ese trabajo y quiero decir que si, pero lo deje por la presión y porque mis nervios explotaban por qué decidir volver de nuevo. Entonces lo que me lleva es que el ser humano es una incógnita constante, que puede saber qué es lo que quiere y lo que no, si quiere darse un gusto o dejarse ser sometido o someter a alguien. La cosa es saber cuándo es bueno o no y asumir las responsabilidades de dichos actos.

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