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Autor: Jesús Javier Mejías Díaz Tutora: MSc. Marianela Parrado AlvarezDepartamento de HistoriaFacultad de Ciencias Sociales y Humanísticas

Trabajo Extraclase De Filosofía y Sociedad

Título: Las

disquisiciones de

Deméter: el

problema

ecológico.

Universidad de Camagüey: “Ignacio Agramonte y Loynaz”

Camagüey-2014

Introducción...................................................................................................................................................................2

Desarrollo.......................................................................................................................................................................3

Conclusiones..................................................................................................................................................................8

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Camagüey-2014

IntroducciónDeméter es la diosa griega de la naturaleza y la agricultura, nutricia pura de la tierra verde y joven, ciclo vivificador de la vida y la muerte, la que rige el cambio de las estaciones. Cuando ocurrían fenómenos insólitos que no podían explicar, los antiguos griegos, los atribuían a Deméter, es decir, cuando el medio ambiente se manifestaba desequilibrado. Es objetivo del presente trabajo demostrar la interacción dialéctica entre naturaleza y sociedad, a partir de los conceptos fundamentales en torno a la temática. Se propone reactivar la disputa en cuanto a la conciencia ecológica, un problema que se cierne en todos los debates del mundo contemporáneo a causa de los problemas ecológicos. Ante esto surge la cuestión muy actual de cómo queremos ser recordados por las generaciones futuras: como la generación que devastó el mundo o como la que ayudó a transformarlo y mejorarlo. Definitivamente es la Filosofía la ciencia más capaz de darle a este problema general, una respuesta totalizadora, acorde con su función cosmovisiva; pero también a las lógico-metodológica y social.

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Desarrollo En Filosofía un problema es lo que pertenece o se juzga bajo el punto de vista de la contingencia; es decir, la

posibilidad e imposibilidad de las situaciones y cosas; lo que puede generar inquietud o perturbar la paz o existencia

de quien lo tiene en su conciencia. Es decir un problema es algo intrínseco al individuo y propio de su conciencia. Por

otro lado sociedad no es más que un concepto polisémico, que designa a un tipo particular de agrupación de

individuos que se produce tanto entre los humanos (sociedad humana -o sociedades humanas, en plural-) como

entre algunos animales (sociedades animales). En ambos casos, la relación que se establece entre los individuos

supera la manera de transmisión genética e implica cierto grado de comunicación y cooperación, que en un nivel

superior (cuando se produce la persistencia y transmisión generacional de conocimientos y comportamientos por el

aprendizaje) puede calificarse de cultura.

Por su parte ecología implica el estudio de las relaciones entre organismos y su entorno. Algunos de los problemas

más urgentes en las relaciones humanas (poblaciones en aumento, escasez de alimentos, polución ambiental,

calentamiento global, extinción de especies de plantas y animales, y todas las responsabilidades de los problemas

políticos y sociológicos) son en gran medida ecológicos. Naturaleza es, según Georg Wilhelm Friedrich Hegel, el

opuesto del espíritu. Es una esfera de las relaciones externas. Partes del espacio y momentos del tiempo excluidos

uno del otro, todo en la naturaleza está en el espacio y el tiempo y es por tanto finita. Las categorías aparecen en

ella como su estructura esencial; pero la naturaleza como campo de la externalidad, no puede ser racional

completamente, aunque la racionalidad prefigurada en ella, se convierte gradual y explícitamente cuando el hombre

aparece.

Claramente Hegel define a la naturaleza como autoconsciente; pero dependiente del hombre, origen y muestra de

la racionalidad, conducente hacia la conciencia natural, hacia la conciencia ecológica. Coincide así con el actual

concepto de la naturaleza como el conjunto de los fenómenos del mundo físico, y también de la vida en general.

Cuando se habla de la relación entre naturaleza y sociedad, es imposible no hablar de medio ambiente, que es todo

lo que rodea a un ser vivo. Entorno que afecta y condiciona especialmente las circunstancias de vida de las personas

o de la sociedad en su conjunto. Comprende el conjunto de valores naturales, sociales y culturales existentes en un

lugar y en un momento determinado, que influyen en la vida del ser humano y en las generaciones venideras. Es

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decir, no se trata sólo del espacio en el que se desarrolla la vida, sino que también comprende seres vivos, objetos,

agua, suelo, aire y las relaciones entre ellos, así como elementos tan intangibles como la cultura.

Por tanto si el medio ambiente es la esfera de las relaciones entre naturaleza y sociedad, entonces forma parte del

curso del desarrollo del proceso productivo: el medio global, el entorno natural, los objetos, artefactos de la

civilización y el conjunto de todos los fenómenos sociales y culturales que transforman al individuo y a los grupos

humanos. De esta forma el medio ambiente estaría integrado por el conjunto de tres aspectos interrelacionados

entre sí: el resultado material de la acción humana (la naturaleza transformada por el trabajo social), los flujos y

relaciones que interconectan los objetos creados por la acción humana y el medio ambiente social, culturado, que

no puede dejar de incluir al hombre; pero un hombre cualificado por sus relaciones sociales, su cultura, sus ideas,

sus mitos, símbolos, utopías y conflictos.

La materialidad social constituye, un reflejo de los conflictos sociales y es el resultado del desarrollo de las fuerzas

productivas generadoras de nuevas tecnologías y nuevos medios de producción. Definiendo así el medio ambiente,

se reconoce que la problemática ambiental es inseparable de la problemática social, que la cuestión ambiental

tiene un trasfondo político, pues al considerar que los diversos grados de comprometimiento de las condiciones

ambientales dependen de las forma de las relaciones sociales. Las soluciones a la problemática ambiental deben ser

encontradas en el ámbito del propio tejido social, en cuyos sistemas institucionales y de poder de distribución de los

recursos son engendradas las políticas para el uso del territorio.

Si bien el concepto de medio ambiente tiene tres rasgos fundamentales, su carácter multicéntrico es la mejor

evidencia la relación naturaleza-sociedad, pues le confiere la posibilidad de cambiar de contenido en dependencia

del objeto central en función del cual es pensado. Abarca aspectos socioeconómicos, políticos y culturales, etcétera.

Como el medio ambiente responde a distintos niveles de organización, se divide en cinco grandes categorías:

ecosistema, geosistema, sistema-socioambiental (soporte de los sistemas de relaciones, determinado a partir de los

elementos del medio físico y otros procedentes de las sociedades humanas que ordenan el espacio en función de la

densidad de población, la organización social y económica, del tipo y nivel de los sistemas tecnológicos y de todo el

camino histórico que recorre una civilización), sistema sociocultural ambiental (productos espacio-temporales

tangibles de las interrelaciones entre Naturaleza y la cultura. Incluye las interrelaciones entre los sistemas biofísicos,

tecnológicos, de organización, de conocimiento y simbólicos), sistema antropoecológico (conjunto de todas las

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condiciones e influencias que afectan el comportamiento y desarrollo de los seres humanos como individuos y como

grupos sociales).

Desde luego, se hace imprescindible el tratamiento de la cuestión ambiental, desde una perspectiva sistémica. El

sistema se define como un objeto complejo (natural o artificial) susceptible de ser analizado o dividido en sus partes,

pero cuya entidad resulta precisamente de cómo se integran las partes en la unidad sustantiva que es el sistema,

siendo algo más que la suma de las partes. Tratar la cuestión con una visión holística, esto es, ver la noción de

partida como la totalidad, analizada desde una perspectiva dialéctica como la articulación e interconexión entre

elementos contradictorios. Emplear la síntesis interdisciplinaria para el tratamiento de la cuestión ambiental, abre

todo un campo epistemológico. Puesto que lo ambiental se define como el campo de intersección entre naturaleza y

sociedad, la comprensión de cualquier problema debe ser abordado desde lo tecnológico, lo social y lo natural.

El comportamiento depredador del hombre ha sido influido por el pensamiento que viene predominando en la

cultura occidental desde el siglo XVI, al percibir al hombre, no como parte integrante de la Naturaleza, sino como

una fuerza exterior capaz de transformarla y dominarla. Esta concepción del hombre marcaría la base para la

construcción de un pensamiento colectivo desarrollista y economicista.

Ha existido una interrelación entre el desarrollo del racionalismo occidental y el ascenso progresivo del capitalismo.

El enfoque de la Naturaleza como objeto, ignorada como sujeto, ha sido la base de las revoluciones industriales y

tecnológicas acontecidas hasta el momento y estas, respaldadas por una razón instrumental dirigidas a manipular

los fenómenos naturales e incluso la sociedad en su conjunto.

La ciencia moderna, empirista-racionalista, es incapaz de entender y manejar los sistemas ambientales y de ubicar al

hombre dentro del sistema de la naturaleza. Los nuevos descubrimientos científicos a partir del siglo XIX, han ido

derrumbando y desarticulando el paradigma racionalista-mecanicista. Surge entonces una nueva visión científica

del mundo: el paradigma holístico, ambientalista o ecocéntrico, en el que el hombre deja de considerarse centro del

mundo, y se admite a sí mismo como parte de la naturaleza. Los principios científico-filosóficos del nuevo paradigma

holístico constituyen la base del pensamiento ambientalista contemporáneo: integración, conjunción sistémica,

complejidad, dinamismo e interdisciplinaridad.

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Si bien la tecnología es culpada de nuestro actual estado ambiental, en realidad es la forma en que ha sido

empleada la culpable de la crisis ambiental. Hemos de considerar que la crisis ambiental es una crisis de la

civilización. Sin embargo no se puede culpar solo a la tecnología, puesto que no actúa en un vacío ideológico. La

técnica es la forma en que el hombre impone un comportamiento a la naturaleza para solucionar sus necesidades y

se encuentra en estrecho vínculo con los diferentes componentes del sistema cultural, el sistema biofísico, la

organización social y la imaginería colectiva.

Para encontrar una respuesta al estado actual de la crisis ambiental se utilizan dos enfoques:

Tecnicista: la tecnología ha sido la responsable del estado ambiental de la tierra.

Según esta posición, la solución requeriría el cambio de las tecnologías, aquellas

que tuvieran en cuenta la limitación espacial del planeta y la limitación de los

recursos. La emergencia de una razón técnica conduciría a una legitimación

integralmente autocentrada, situando a la técnica como algo superior a conflictos

y disputas.

Sociopolítico: el núcleo de la actual crisis ecológica está en la esencia

antiecológica del capitalismo, y de su modo de producción como gran destructor

de la naturaleza. La tecnología esta instituida en un campo de relaciones

intersubjetivas, deduciéndose que la ciencia y la tecnología no son neutras; sino

que son fenómenos sociales, constituyen variables dependientes respecto al

conjunto de las relaciones socio-económicas que existen y se desarrollan en una

sociedad determinada.

Por ende la tecnología es una condición necesaria; pero insuficiente para resolver los problemas de la humanidad,

puesto que no existe independiente de la ideología y la teoría del desarrollo, a las que está íntimamente ligada.

El paradigma de desarrollo sostenible ataca y derrumba las teorías económicas y sociales y el paradigma

tecnocientífico de la modernidad. Ha elaborado nuevos enfoques, partiendo de que la dimensión ambiental forma

parte dl proceso de desarrollo. Este paradigma acepta que la nueva crisis global penetra y estremece todos y cada

uno de los fundamentos sobre los que se asienta la actual civilización, reconfigurando el actual modelo civilizatorio.

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La esencia del desarrollo sostenible radica en lograr crecimiento y eficacia económica, garantizándose la eficacia y

equidad social, mediante la solución de los problemas básicos de la población, sobre la base del funcionamiento

estable y la eficiencia ecológica de los sistemas ambientales. A pesar de esto el discurso no es homogéneo, por lo

que se perfilan cuatro estilos de desarrollo sostenibles: neoliberal, capitalista-reformista, comunitario y socialista. El

desarrollo sostenible ha de ser entendido en su dimensión tecnológica como los flujos de energía, materia e

información necesaria para la supervivencia y el funcionamiento de los sistemas sociales y naturales, que ha de

cumplir con:

1. La creación e instrumentación de un conjunto de tecnologías orientadas hacia la sostenibilidad.

2. La incorporación del concepto de eficiencia ecológica.

3. La combinación de técnicas tradicionales y modernas de diferentes escalas.

4. La utilización ambiental del espacio, de acuerdo a la vocación al potencial ambiental y aptitud de cada

sistema ambiental territorial.

5. El fortalecimiento de la capacidad de generación endógena.

La tecnología no opera en el vacío, sino en un marco ambiental, sociocultural e institucional. Las tecnologías

sustentables tratan de entender qué condiciones es necesario mantener o cambiar para transformar una tecnología

o sistema operativo, de manejo no sostenible en uno sostenible.

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ConclusionesLa postura frente a la relación naturaleza-sociedad, ha de ser vista como uno de los retos filosóficos de la sociedad postmoderna. La innovación tecnológica, ha de ser analizada en un contexto social y ambiental, dialectico, que debe ser enfocado socioambientalmente. Pensar ambientalmente, implica replantearse la percepción del medio: el hombre en la naturaleza. Si consideramos el medio ambiente, es decir el medio donde tiene lugar la interdependencia dialéctica entre Naturaleza y sociedad, en todas las esferas de nuestra realidad, en dependencia de lo cognoscible, la conciencia y la síntesis del imaginario ambiental, parte del desafío tecnológico frente a la crisis de nuestra civilización.

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