Suplemento Universitario Octubre 2014

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Guatemala, 28 de octubre de 2014, Suplemento Especial de Diario La Hora ¿Qué hacer para mejorar la calidad educativa en Guatemala?

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Suplemento Universitario Octubre 2014

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Guatemala, 28 de octubre de 2014, Suplemento Especial de Diario La Hora

¿Qué hacer para mejorar la

calidad educativa en Guatemala?

Page 2: Suplemento Universitario Octubre 2014

ASTRID YOHANNA DEL ÁGUILA Universidad de San Carlos [email protected]

GLADYS OLMSTEADUniversidad del [email protected]

ALEJANDRO POKUS ÁLVAREZUniversidad Rafael Landí[email protected]

MARIANA ZAMORAUniversidad del [email protected]

ANGEL RUBÉN CIFUENTESUniversidad [email protected]

IVONNE MARÍA HERNÁNDEZUniversidad del Istmo. [email protected]

IGNACIO FERNANDO GRAZIOSOUniversidad Rafael Landí[email protected]

ANA LUCÍA ZELADA GUEVARAUniversidad del [email protected]

LUIS PEDRO MARTÍNEZ V. Universidad Rafael Landí[email protected]

Cuando hablamos de educación, nos tenemos que referir a una herramienta que, en caso de ser utilizada adecuadamente, es su-mamente eficiente para lograr que se establezca una sólida plata-forma para el desarrollo, pero también tenemos que entender que cuando es una educación manipulada, dañada y operativamente ineficiente, es una herramienta que nos condena a la subsistencia como ha sido el caso de nuestro país.

Porque, posiblemente, desde que se hizo la transformación edu-cativa con los gobiernos de la Revolución, se realzó que una juven-tud informada es más propicia al liderazgo y a rechazar el someti-miento de las estructuras que tradicionalmente manejan el poder en nuestro país.

Y repetimos que, posiblemente, porque es la única experiencia en la que podemos decir que el Estado se comprometió a dar un impulso a la educación sin que esta fuera entregada a un grupo que manejara de manera interesada las políticas públicas que terminan siendo el diseño fallido que se impulsa en Guatemala.

Para empezar, no tenemos siquiera una estructura económica social que sea favorable a enviar a los niños a estudiar porque re-sulta que un alumno es igual a un jornal en el campo, y su presencia en el trabajo representa, muchas veces, el poder sentar a la mesa a todos. A otro nivel, la rentabilidad del estudio no es atractiva cuán-do se nota que alumnos que han terminado su carrera terminan siendo desempleados y en las mismas condiciones de desventaja productiva que quienes no acudieron a las aulas.

Pero se le pueden sumar otros factores como que no hay dis-tritos educativos que se puedan acoplar para que los ciclos vayan más pegados a las necesidades productivas, por ejemplo, empatar el período sin clases con épocas de cosecha, para que las familias no se vean más afectadas financieramente.

A nivel de pénsum, ni siquiera se ha logrado un acuerdo sobre la historia del país que se debe aprender, la vocación que se puede motivar entre el alumnado y las prácticas que con modernidad les faciliten encontrar la utilidad educativa. Hoy, seguimos pensando y discutiendo la paternalista educación bilingüe mientras se preten-de que los alumnos aprendan en una lengua que muchas veces no entienden.

Para terminar, la tecnología, la capacitación de los maestros y la actualización de los materiales no llegará mientras el Ministerio de Educación siga siendo una instancia política para mantener con-tentos a ese magisterio que parece que chantajea a los políticos, se asignan contratos cuestionados de textos y se olvidan que tienen que medir sus éxitos dependiendo en la capacidad del ciudadano de usar esa educación para su propio beneficio. Esta herramienta, al día de hoy, ha servido para el subdesarrollo y urge que sea trans-formada.

Una verdadera herramienta

Página 2/Diario La Hora/Guatemala, 28 de octubre de 2014

Editorial

LISTADO DE PARTICIPANTES DEL 13º SUPLEMENTO UNIVERSITARIO DEL DIARIO LA HORA

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ASTRID YOHANNA DEL ÁGUILA Universidad de San Carlos [email protected]

GLADYS OLMSTEADUniversidad del [email protected]

ALEJANDRO POKUS ÁLVAREZUniversidad Rafael Landí[email protected]

MARIANA ZAMORAUniversidad del [email protected]

ANGEL RUBÉN CIFUENTESUniversidad [email protected]

IVONNE MARÍA HERNÁNDEZUniversidad del Istmo. [email protected]

IGNACIO FERNANDO GRAZIOSOUniversidad Rafael Landí[email protected]

ANA LUCÍA ZELADA GUEVARAUniversidad del [email protected]

LUIS PEDRO MARTÍNEZ V. Universidad Rafael Landí[email protected]

La Hora / Suplemento Universitario / Guatemala, 28 de octubre de 2014 Página 3

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“La educación ayuda a la persona a aprender a ser lo que es capaz de ser”

HesíodoSiempre que pienso en educación,

pienso en su base más importante que son los maestros. Y es que nuestra natu-raleza no es como la del resto de los ani-males en cuanto al aprendizaje puro, de “ensayo y error”. Necesitamos una guía y precisamos enseñanza. Sin embargo, en el caso de Guatemala eso no es lo que se recibe.

Una de las claves, comprobadas, para el desarrollo es la educación. La respon-sabilidad sobre esto recae en los profe-sores, quienes necesitan no sólo actitud, sino también formación y vocación. Un maestro con éstas características es ca-paz no sólo de transmitir conocimiento, sino también de brindar las herramientas necesarias. Porque el saber de matemáti-cas y ciencias es la base. Pero aprender a trabajar en equipo, a resolver problemas y poner en práctica valores cultivados es la verdadera esencia.

Para lograr objetivos como estos la selección adecuada de maestros es una parte fundamental. Sin embargo, en Gua-temala esto representa un desafío muy

grande porque la contratación de maes-tros está amarrada a leyes pasadas, que radican en lo obsoleto. Es importante que busquemos, como país, la forma de crear un sistema estable que sea competitivo para la contratación de profesores.

Al contratar maestros, es importante que se cumpla con criterios objetivos que enfaticen las capacidades pedagógicas de cada uno de los candidatos. Si queremos contar con docentes que promuevan la ca-lidad educativa, se debe atraer y contratar a los mejores prospectos. Sin favoritismos, ni malas jugadas, el puesto es para el más y mejor preparado, no para el que más contactos tiene. Ni tampoco para la per-sona que más años lleva desempeñando un cargo.

El sistema educativo necesita cambiar y limpiarse. Está claro que los esfuerzos que se han realizado no están funcionan-do ni dando los frutos que se esperaban. Sin embargo, cambiar el rumbo es posible si sacamos la corrupción que se está comiendo al país en todos sus nive-les y organismos. Con educación buena, completa y garantizada, el progreso en el futuro del país no sería sólo más fácil sino también más efectivo.

Los niños son el futuro, y sus maes-tros son los responsables de forjar ese fu-turo. Hay una famosa frase de Pitágoras que dice: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. En una nación como la nuestra, esta frase se convierte en ley. En Guate-mala, con tantos delitos y falta de educa-ción no encontrar una relación entre estas dos variables es imposible.

Necesitamos un sistema, mediante el cual se consiga la asistencia de la mayoría de niños y jóvenes a la escuela. Inspirar a los alumnos no es una responsabilidad del maestro, sin embargo, es un efecto nece-sario que se debe crear en los estudiantes. Porque no es posible enseñar sin motivar. Sobre todo si vivimos en un país en el que es más fácil tener acceso a un trabajo (sin importar su remuneración) que a educa-ción (valiosa), tanto para niños pequeños como para jóvenes adultos. El cambio es posible, pero sólo, si como guatemaltecos, nos informamos e involucramos en este tipo de situaciones.

No basta con asistir a la escuela día a día, demo-rar no menos de 30 minutos para llegar al centro educativo, y empezar a vivir las carencias de la calidad educativa tanto para el catedrático como para el estudiante consecuente, al im-partir y recibir clases en aulas donde no hay pupitres adecuados para cada estudiante, don-de no se posee una pizarra y tiza necesaria para los cursos, donde las paredes están desmoronándose a causa de las lluvias y existe falta de infraestructura, donde las y los alumnos no poseen acceso a las diferentes tendencias tecnológicas.

“El que quiere aprender aprende”, se escucha mencionar en muchas ocasiones en la sociedad, es de afirmar que la educación en gran parte es cuestión de voluntad, sin embargo, no estoy en total acuerdo con la frase, ni con la realidad a la que se aplica. Las condiciones para la educación pú-blica en muchos sectores urbanos y rurales no son las adecuadas para el desarrollo íntegro de las y los alumnos. Asimismo, no todos aprenden de la misma forma ni bajo los mismos lineamientos, estos últimos en muchas ocasiones no son acorde a la realidad educativa que demanda una visión pluricultural en un mundo globalizado al cual no somos ajenos.

Es de tomar en cuenta que el promedio de escolaridad, según da-tos del PNUD, únicamente son cuatro años; e imaginar que esos cuatro años de educación básica (leer y escribir) se brindan en condiciones ya descritas. ¿Qué podemos esperar al exigir análisis a la población? Es de recalcar que la calidad educativa no se centra únicamente en las aulas, implica factores externos como lo son: la no discriminación por sexo, buena nutrición de la persona, áreas de recreación adecuadas, ca-pacidad económica, temporadas climatológicas, transporte y acceso al centro educativo.

La mayor parte de la población del área rural se encuentra en condi-ciones de pobreza y pobreza extrema, muchas de las familias optan por integrar al trabajo de campo a las hijas e hijos en temporada de corte y cosecha, razón por la cual las niñas y niños dejan de asistir a centros educativos por colaborar con la economía del hogar.

Dentro de las estrategias y metas internacionales para esta proble-mática, Guatemala al ser signatario de los objetivos del milenio desde el año 2000, trata de alcanzar el objetivo número dos el cual se centra en “Lograr la enseñanza primaria universal”. Según estadísticas del PNUD ha aumentado la alfabetización de la juventud en los años de 1994 y 2011 en un 76% a un 91.1%, lo cual es positivo para la sociedad gua-temalteca.

La calidad educativa implica una visión holística de la persona, lleva consigo aspectos tales como: desarrollo personal y familiar, calidad de contenidos educativos, procesos y métodos de aprendizaje, y con ello, se obtendrá un resultado de lo implementado.

Es fundamental brindar condiciones adecuadas, economía estable, infraestructura que supla las necesidades, buena nutrición, herramien-tas metodológicas acorde a la temática a abordar, asistencia psicoe-mocional por las consecuencias violentas que conforman el entorno de la sociedad y que cada persona debe comprender la razón de ser y la importancia de erradicarlo y prevenirlo, así como tomar en cuenta que Guatemala es un país agrícola con población en pobreza y pobreza ex-trema en el interior del país principalmente, por lo que el ciclo escolar debería ser acorde a las necesidades de la población en diferentes tem-poradas, brindando así, como primer paso acceso a la educación y con ello generar oportunidades de éxito en alfabetización a la población, y así, tener mayores posibilidades de establecer una adecuada calidad educativa a nivel nacional.

Un país desarrollado se debe a varios factores, uno de ellos es la educación, de-bido a que este no solo favorece directa-mente al desarrollo social y económico de un país, sino también a la persona para su desenvolvimiento dentro de la sociedad a través de los distintos ámbitos sociales.

La Constitución Política de la República de Guatemala establece como deber del Estado proporcionar y facilitar educación a sus habitantes sin discriminación algu-na, asimismo, establece que la finalidad primordial de la educación es el desarrollo integral de la persona humana, y que todo habitante tiene el derecho y la obligación de recibir la educación inicial, preprimaria, primaria y básica dentro de los límites de edad que fija la ley.

Sin embargo, actualmente parte de la población guatemalteca no tiene acceso a educación, ya que las oportunidades que se tienen y la estabilidad del sistema edu-cativo es deficiente a pesar que nuestra Carta Magna lo establece como un deber prioritario que debiera cumplir el Estado, y que aún no ha sido del alcance de toda la población, lo ha afectado significativa-mente en el desarrollo de nuestro país.

Es del conocimiento de todos, que en

cuanto a referirse a calidad educativa en nuestro país esta es deficiente, ya que es una de las principales exigencias que tie-ne la población hacia el Estado, debido a que no en todos los lugares se tiene una educación que sea de calidad, moderna, con maestros preparados, con sistemas de enseñanza acorde a las necesidades de la actualidad, escuelas con buenas condi-ciones para el aprendizaje que deben de tener las niñas y niños guatemaltecos y sobre todo que los prepare para afrontar los retos que se tienen para desarrollarse en nuestra sociedad.

La falta de acceso a la educación reper-cute de diferente maneras en la sociedad, para algunas personas una de ellas es el no poder tener la oportunidad de un empleo, debido a que no pueden aplicar a un trabajo por no contar con un grado académico según el puesto lo requiera, lo cual afecta en la economía familiar al no tener un trabajo estable con el cual se ten-gan ingresos económicos suficientes para que una familia pueda vivir cubriendo sus necesidades básicas.

Asimismo, otra causa por la falta de educación es en la violencia que se vive en nuestro país, ya que ha provocado que las

niñas, niños y adolescen-tes busquen una salida rápida para poder obtener un ingreso económico a través de asaltos, robos, extorsiones, siendo miembro de alguna mara, secuestros, y demás delitos. Por lo que se puede establecer que al no tener acceso a una buena educación afec-ta a la seguridad, el empleo, la cultura, a la economía, y desarrollo de nuestro país convirtiéndose en un círculo vicioso, que nos perjudica a todos los guatemaltecos.

Es necesario que el Estado se preocu-pe y priorice el derecho a la educación para que pueda llegar a toda la población guatemalteca, mejorando y modernizan-do los métodos y sistemas de enseñanza acorde a las necesidades que se tienen en Guatemala, con maestros preparados, con escuelas con una buena infraestructura, para que a las niñas y niños se les esté en-señando bajo mejores condiciones y pue-dan prepararse para ser profesionales de éxito y puedan aplicar a mejores trabajos, a un mejor ingreso económico, contribu-yendo así al desarrollo de Guatemala.

Universidad del Istmo

GLADYS OLMSTEAD

ASTRID YOHANNA DEL ÁGUILA

Universidad de San Carlos de Guatemala

Aborde integral de la educación

Maestros preparados son desarrollo garantizado

La educación como un factor de desarrollo

Página 4/Diario La Hora/Guatemala, 28 de octubre de 2014

ALEJANDRO POKUS ÁLVAREZ

Universidad Rafael Landívar

Page 5: Suplemento Universitario Octubre 2014

La Hora / Suplemento Universitario / Guatemala, 28 de octubre de 2014, Página 5

Un periodismo con independencia y rectitud

La Hora para cada uno

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Es de conocimiento general que la educación es la base fundamental para el desarrollo de los indivi-duos y por ende el de los países, un modelo bien desarrollado, actualizado y aplicado, revoluciona-ría positivamente en los aspectos sociales, cultu-rales y económicos.

La Educación está muy deteriorada, criticada y cuestionada; ha sido golpeada por malos guate-maltecos que anteponen intereses personales, más que los colectivos.

En Guatemala la educación ha sido un tema de revisión por cada uno de los diferentes gobiernos, estos han tratado de mejorar la calidad de edu-cación, pero siempre se encuentran con limitaciones tanto de buenos progra-mas de educación, de recursos, como de aceptación de los educadores y de los educandos, por otro lado hay factores internos y externos que hacen que esto tenga poca efectividad, citaré uno de ellos:

La brecha socioeconómica que separa la educación en el sector público con la educación privada, para el caso del sector público un gremio dividido en el que por cualquier cosa hacen huelga dejando abandonados a los niños a la suerte, con la complicidad del Ministerio de Educación que no tiene la su-ficiente fuerza para controlar esos tiempos perdidos, a la par está vinculado el presupuesto asignado y el manejo apropiado del mismo, hay más gasto en administración que en inversión en los centros educativos y maestros; en el sector privado existe más inversión en mejorar la calidad de la educación siendo más exigentes con el nivel de preparación de los docentes en cual-quiera de las áreas en que se desarrollen, tecnología, material didáctico, eso sí a cambio de altas cuotas mensuales, haciéndolo de acceso marginal.

La deserción y la repitencia, no todos logran terminar el año escolar con el objetivo alcanzado de ganar el año y aprender, producto del poco interés, además que tienen otras prioridades, por ejemplo, trabajar para ayudar a los padres, haciendo que se salgan de la edad cronológica para continuar en una jornada normal teniéndose que pasar a jornadas nocturnas en el mejor de los casos.

El factor docente, en la mayoría de los casos los maestros llegan a impar-tir clases con lo aprendido en la formación de diversificado, se jubilan y nunca tuvieron el interés o los recursos para seguir capacitándose. Son contados los maestros que han invertido en su educación superior logrando terminar un profesorado de enseñanza media y otra cantidad menor terminar una licen-ciatura en la universidad.

El Ministerio de Educación tiene programas de capacitación universitaria para los maestros del sector público, pero estos asignados a discreción, en otras palabras no llegan a todos y es muy limitado.

Los ciclos escolares en Guatemala con un total de 180 días hábiles que no se cumplen en el sector público, por otro lado que en la región es el país con menos días de estudio, otros países de Centroamérica tienen 210 días de estudio.

Qué se necesita para promover la calidad de educación:Involucramiento de todas las entidades e instancias para evaluar cons-

tantemente el impacto de los estándares de calidad en la educación, si estos han sido eficaces en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Un modelo educativo en el que se privilegie el aprendizaje significativo, que la teoría se vincule con la práctica para estar preparados al momento de la verdad.

Uso de programas y proyectos pedagógicos, tecnológicos innovadores ganadores, que ponga en contexto real a los educandos, relacionado con las tendencias actuales.

Mayor capacitación y formación docente, orientados a mejorar el apren-dizaje de los educandos, para obtener buenos resultados esto debe ser de observancia obligatoria y general.

Incremento de inversión por parte del gobierno en programas de estudio con el fin de asegurar una educación oportuna, precisa y determinante.

Es bien importante tomar en cuenta que la calidad de educación en los niños tendrá como resultado a hombres competitivos, productivos y exitosos en la sociedad.

La educación es un derecho univer-sal y está estatuido en nuestra Consti-tución como obligación del Estado ha-cia sus habitantes en su Sección Cuarta. El atraso que Guatemala posee se debe a que no se invierte en educación, somos pocos las personas considera-das privilegiadas por tener diferentes grados educativos hasta llegar a la universidad. Históricamente el Estado ha dejado sin presupuesto suficiente al ente encargado de velar por que se dé cobertura educativa en todo el país ya que ha priorizado otros Ministerios y se ha olvidado de dar mantenimiento a escuelas, proporcionar útiles escolares, remunerar a maestros, capacitarlos y ampliar la red de cobertura nacional e infraestructura. Los habitantes mas afectados siguen siendo las personas indígenas los cuales viven en áreas ru-rales y son pobres.

Se puede observar que en 1984 Guatemala contaba todavía con un índice de analfabetismo del 38.75 hora se ubica en 16 por ciento, con 15

millones de habitantes la inversión es insuficiente y las políticas públicas in-eficientes.

Comparado con Costa Rica, país el cual invierte 16% de su producto in-terno bruto en salud y educación, en Guatemala solamente se invierte un 2.7% en estos rubros. No es sorpre-sa que el guatemalteco se muera de hambre y no tenga trabajo por falta de preparación académica y técnica.

Pero cómo hacer para que en Gua-temala las élites y el gobierno en-tiendan que nunca vamos a salir del subdesarrollo sino se invierte en edu-cación, sino se apoyan a los talentos académicos, artistas y deportistas que también van unidos al desarrollo de un pueblo, la lucha continúa y es ad-mirable la labor de sociedad civil para exigir que ya no se invierta en armas bélicas sino que sean los libros nues-tras armas. La falencia en la educación es también un problema sistemático, ya que mientras un pueblo sea igno-rante es más fácil dominar, se tendrá

en la zozobra, se subordinará y se domestica-rá. Hoy por hoy el código au-diovisual como nos lo explica el Dr. Mario Roberto Morales nos domina, la televisión, la internet nos ha influenciado de tal manera que ya no somos capaces de generar debates o diálogos, el código letrado, el estudio y la lectura quedan en segundo plano y así empezar la de-cadencia intelectual.

Es urgente un cambio en el siste-ma educativo pero para beneficio de todos, tenemos el derecho como ciu-dadanos a exigir a las autoridades que inviertan en educación, para tener realización como seres individuales y colectivos y tener aspiraciones de ser productivos. Los niños, niñas y jóve-nes de Guatemala lo merecemos.

“Lee y conducirás, no leas y serás conducido”. Sta. Teresa de Jesús.

Muchas personas atribuyen la ac-tual crisis del país a la pobreza, otras a la falta de apoyo del gobierno, otras a la crisis económica que se vive, pero talvez no nos hemos puesto a pensar que estos son simplemente síntomas de una causa mayor. La pregunta es, ¿cuál es la causa raíz de todos estos problemas?

Guatemala tiene hoy en día un nivel de escolaridad de 2.3 años, según el Ins-tituto Nacional de Estadística. La tasa de escolaridad neta es del 43% para el nivel básico y del 24% para el nivel diversifi-cado. Un dato tremendamente preocu-pante, ya que significa solo el 30% de los niños que ingresaron a primaria, termina el diversificado y más alarman-te aún, que menos del 2% ingresan a universidades. El nivel de desarrollo del país es solo un simple reflejo de la cali-dad educativa de Guatemala.

Ahora, hablemos en términos glo-bales, los países más desarrollados actualmente son los que muestran el mayor avance en el ámbito educativo. Chile ha desarrollado uno de los me-jores sistemas educativos del mundo y es uno de los países con mayor auge económico. Estados Unidos, una de las potencias del mundo, es el país que ac-tualmente cuenta con las mejores uni-versidades. Estos son países que le han

apostado a la calidad educativa. ¿Qué se lograría si se mejorara la

educación en nuestro país?Una buena educación da mayores

posibilidades de conseguir un empleo y aumentar la oferta laboral. Al tener una sociedad más capacitada se tendrá más oportunidad de empleo y más perso-nas dispuestas a emprender negocios, por lo tanto se impulsa el desarrollo económico, reduciendo la pobreza. La educación también ayuda a combatir la corrupción. Una sociedad culta y edu-cada busca la justicia, por lo tanto se involucra más en asuntos políticos. Se reduce la desnutrición y aumenta la sa-lud, la educación fomenta en las perso-nas los buenos hábitos y la higiene, así como también dota a las madres de la importancia de la buena alimentación de sus hijos. Esto, como ven, resolvería muchos de nuestros problemas.

Los últimos gobiernos nos han ce-gado y nos han convencido que el ni-vel educativo ha mejorado puesto que el analfabetismo ha disminuido. Sin embargo menos analfabetismo no sig-nifica mejor calidad educativa. La edu-cación en los valores, en los principios sociales y en formación humana no se puede medir en un índice de analfabe-tismo. Incluso muchas veces la forma-ción integral basada en la educación

que se da en el hogar, es distorsiona-da por el au-mento en la desintegración familiar, también síntoma de la falta de educación en la ética y las virtudes humanas.

Actualmente se apuesta a más bonos de trabajo pero no a mayores centros educativos, se apuesta a más alimentos en la bolsa segura pero no a mayor capacitación de los docentes, se apuesta a más policías en las calles pero no a más libros y menos armas. Probablemente si el nivel educativo aumentara, habrían más personas dispuestas a producir y no esperando a recibir.

Yo propongo un cambio en el siste-ma educativo, un plan de formación en los valores, virtudes y en la ética. Pro-pongo un mayor enfoque en la calidad educativa y una mejora al acceso a la educación para todos. Apoyemos un plan educativo basado en el desarrollo de personas íntegras y guatemaltecos capacitados, no solo en aspectos téc-nicos sino también humanos. Solo así lograríamos curar los síntomas de esta grave enfermedad.

IVONNE MARíA HERNÁNDEZ V.

Universidad del Istmo

La calidad educativa en Guatemala

“La educación es un derechos de todas y todos”

La educación, pilar principal de la sociedad

CARLOS OSWALDO ANDRADE DE PAZ

Universidad de San Carlos de GuatemalaANGEL RUBÉN CIFUENTES

Universidad Galileo

Página 6/Diario La Hora/Guatemala, 28 de octubre de 2014

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IGNACIO FERNANDO GRAZIOSO

Universidad del Istmo

ANA LUCíA ZELADA GUEVARA

Universidad del Istmo

Existe un derecho humano que, sin duda alguna, sirve como el mejor medio para al-canzar y salvaguardar los demás derechos fundamentales. Ofrece la solución óptima para erradicar la pobreza y alcanzar altos niveles económicos y de desarrollo. Es algo tan claro y tan obvio, pero poco atractivo para la gente que ostenta el poder toda vez que no produce resultados tangibles a corto plazo, sin embargo los efectos a largo pla-zo son eficientes y verdaderamente productivos. No estamos hablan-do de otra cosa más que el derecho a la educación, a una educación de calidad, el cual resulta de tal importancia que supera inclusive al de la libertad, toda vez que una persona que se educa y que sabe, es verdaderamente libre de todas las cadenas a las que está atado el ser humano.

La educación de calidad consiste en la excelencia y eficacia de todos los elementos y sujetos que conforman el sistema educativo, así como su nivel de incidencia en la transformación de la sociedad. Aunque la misma está reconocida por la Constitución y diversos tra-tados internacionales, existen muchos obstáculos para garantizarla y avanzar en cuanto al mejoramiento del sistema educativo, entre ellos, las situaciones de pobreza, las precarias condiciones de infraestructura escolar, así como docentes de bajo rendimiento académico.

Se cree que para mejorar la calidad del sistema educativo se nece-sita invertir más en el mismo, sin embargo no es una cuestión de cuán-to se invierte, sino es un tema de cómo se invierte, es decir, de qué sirve que al Ministerio de Educación sea al que se le asigna el mayor porcentaje del presupuesto del Estado si la generalidad de los fondos no son utilizados correctamente, toda vez que las escuelas no cuentan con salones adecuados para impartir clases o escasean los programas de refacciones escolares y, ser docente implica obtener un salario me-diocre. Esto último resulta incomprensible, ya que la profesión que tiene en sus manos nuestro futuro es remunerada con las sobras de nuestro presente.

Es claro, entonces, que el primer paso para avanzar como país es concentrar toda nuestra atención en la educación, que se concientice a la familia de la importancia de la formación académica y que los es-tudiantes de centros educativos privados se solidaricen con la falta de calidad educativa en el área pública. Paralelamente se debe mejorar la manera en que se invierten los fondos, así como la implementación de un sistema de control eficiente. El presupuesto debe enfocarse en la alimentación de los estudiantes y la infraestructura escolar, para que una vez tengan qué comer y dónde estudiar, se brinden herramientas de aprendizaje de alta calidad, programas escolares adaptados a la realidad social y el contexto cultural de las personas, que se exija un grado académico terciario para los docentes y se promuevan incenti-vos salariales para los mismos. Claro está que, paralelamente se deben implementar sistemas coercitivos para aquellos maestros que pasan más horas manifestando que realmente educando.

En conclusión, para poder alcanzar lo que todos anhelamos, un país en el cual se pueda vivir dignamente, la única solución es la edu-cación de calidad, no una mediocre en la cual se enseñe a medias y no se formen ciudadanos pensantes y capaces de transformar su entorno. Lastimosamente por más claro que es la solución, resulta complicado que la gente que ostenta el poder opte por la misma, toda vez que, en palabras de José Mujica, “un pueblo educado tiene las mejores opciones en la vida y es muy difícil que lo engañen los corruptos y mentirosos.”

La premisa de que la educación pro-mueve el progreso no crea mayor con-troversia. Éste es uno de los grandes cla-mores ciudadanos y es percibido como la única manera de asegurar el desarrollo en el largo plazo. Una población más educada conlleva situaciones como una mano de obra más calificada, mejor des-empeño empresarial y profesional, me-jores condiciones sanitarias, el ejercicio de la ciudadanía más responsablemente y mayores ingresos económicos al país, entre otras cosas.

Sin embargo, la lógica “a mayor edu-cación, mayor desarrollo” debe analizar-se de manera matizada. No quiero que se me malinterprete en este sentido. Por supuesto que considero a la educación un pilar fundamental del desarrollo, especialmente en realidades como la guatemalteca, en donde los índices de analfabetismo son desoladores y en donde la falta de educación da lugar a la propagación de enfermedades que sólo tienen asidero en países del tercer mundo.

Me permito aclarar. La educación debe estar dirigida a los sectores que promuevan especialmente el desarrollo económico del país para no saturar la oferta profesional en ciertas ramas. Para explicar cómo puede haber saturación de educación en algunas áreas y escasez en otras, me sirvo de dos ejemplos. El primero de ellos es el exceso de oferta de trabajo calificada, que ha sucedido en

países como China y España, en donde la mayoría de sus profesionales (muchos de ellos con varios posgrados) trabajan en puestos medios y bajos de empresas y se sienten sumamente sobrecalifica-dos para las funciones que realizan. En ciertas áreas de China Continental exis-ten varios ingenieros que deben dedi-carse a trabajo manual como conserjería o de fabricación, porque no existe oferta de trabajo para ellos, o incluso tienen mejores pagas en trabajos manuales que ejerciendo su profesión. El segundo ejemplo sucede en Guatemala, en donde hay gremios altamente saturados, lo cual incide en una remuneración denigrante-mente baja para los profesionales. Exis-ten médicos graduados, que prestando sus servicios como profesionales y so-metidos a jornadas severas, con turnos de 24 horas y responsables de las vidas de otros, reciben remuneraciones que en muchos casos no llegan ni a dos salarios mínimos. En el gremio de los abogados existe un arancel que establece criterios para cobrar los respectivos honorarios de sus servicios. La práctica es cobrar fracciones mínimas de lo que corres-pondería de conformidad con el arancel. Esto sucede porque la oferta profesional desborda las necesidades de la deman-da y el resultado son remuneraciones de hambre para los profesionales.

Por eso, quise proponer, no sólo mayor acceso a educación primaria, secundaria y superior en el país, lo cual

es evidente-mente una n e c e s i d a d , sino además que los esfuer-zos educativos estén focalizados en aquellas áreas donde pueda existir una mayor repercusión beneficiosa en la econo-mía del país. Se pueden otorgar becas y otros incentivos como capacitaciones remuneradas a aquellos estudiantes que se dediquen a áreas como la tec-nificación agraria, la infraestructura, la circulación vehicular (especialmente en la ciudad capital y en las carreteras más transitadas), el emprendimiento, la seguridad ciudadana.

De esta manera la educación es-taría dirigida a aquellos sectores en donde existe mayor necesidad de profesionales y técnicos. La finalidad es que la educación sirva como un pro-motor del desarrollo económico y no como su freno. Porque es sumamente frustrante que en un país donde sólo alrededor del 2% de la población al-canza la educación superior, existan gremios y profesiones tan saturadas que reciban remuneraciones muy bajas. Cuando vemos los salarios que reciben nuestros abogados y médicos recién graduados, nos ponemos a pen-sar qué tan cierto es que la educación es igual a desarrollo.

Un buen maestro motiva a sus alumnos. Un alumno motivado quiere ser como su maestro. De adulto, el alumno será un buen maestro que motive a sus alumnos. Este ci-clo es, llanamente, el principio fundamental de la Calidad Educativa.

En Guatemala, el sistema educativo resul-ta difícil de analizar, ya que partimos de que todo está mal. Resaltando lo único positivo, tenemos que el CNB actual es una maravi-lla; busca evaluar por competencias, lo cual elimina la memorización de contenidos in-útiles que con la tecnología se pueden obte-ner con un solo clic. Y, por el contrario, hace énfasis en que los alumnos aprendan habili-dades y destrezas útiles para la vida; les en-seña a generar sus propios conocimientos y a valerse por su propia cuenta. Perfecto. Sin embargo, ¿qué es lo que hacen los maestros con esta herramienta? La dejan de lado y utilizan las mismas metodologías que exis-ten desde hace más de quinientos años y que hoy en día se consideran obsoletas.

Suena ilógico pensarlo, pero la educación en Guatemala está diseñada para que las personas permanezcan en la ignorancia y el analfabetismo. Los gobiernos se enfocan en brindar seguridad o hacer únicamente un gran espectáculo, dejando de lado la educa-

ción y las necesidades básicas que deben ser cubiertas para que los alumnos aprendan. Se gastan el dinero en banalidades y cosas mal hechas, en lugar de invertirlo en educa-ción y bienestar para los niños. ¿Acaso es tan difícil darse cuenta que los delincuentes que tenemos hoy en día son los niños que hace tiempo no recibieron el apoyo y la educación que debían?

Continuamos con el hecho de que cada año se gradúan de los colegios cientos de maestros nuevos… ¿Quiénes son estos maestros? La mayoría son alumnos que es-cogieron la carrera más fácil, la que les diera un empleo inmediato y, sobre todo, “la que no llevaba tanta matemática”. ¿Dónde ha quedado la vocación? ¿Y el amor por ense-ñar y educar?

Con el debido respeto a la profesión y a los buenos maestros, nuestras escuelas están plagadas de payasos a los que les otorgamos el derecho de hacer lo que quieran con nues-tros niños, con el futuro de nuestro país. Por si fuera poco, en los decretos del Ministerio de Educación, se protegen a estos bárbaros que no tienen el mínimo respeto por su tra-bajo y se dejan influir por cualquier cosa que les aparte de sus salones de clases. Y en esto, son sabios los que desean ver al pueblo opri-

mido: Si toman al maestro, el país entero se hunde.

E n t o n c e s … ¿Qué es lo que se necesita para lograr una calidad educativa que permita el desarrollo del país? La clave está en comprender el verdadero significado de ser maestro y poder aplicarlo en todo momento. Ser maestro es saber identificar los talentos, habilidades y dificultades del alumno y poder orientarlo para que tenga éxito en la vida y descubra su vocación. Es hacer que los alumnos disfruten aprender. Es poder ayudar, orientar y aconsejar cuando haga falta. Es lograr que los alumnos mejo-ren. Es alejarse de las lecciones magistrales e innovar. Es ser el mejor ejemplo que se pueda ser.

Ser maestro es la vocación más exquisita que hay, no sólo se obtiene la satisfacción de que otros aprendan, sino que también se disfruta el aprender de aquellos a los que se enseña. Al final de cuentas, volver al ciclo en el que un maestro es capaz de enseñar a amar lo que se hace, es lo que se necesi-ta para que todo lo demás funcione como debe.

La solución es la educación... ¡pero de calidad!

La educación como palanca económica y no como su freno

Un ciclo y un camino lleno de baches

Diario La Hora/Guatemala, 28 de octubre de 2014 /Página 7

LUIS PEDRO MARTíNEZ V.

Universidad Rafael Landívar

Page 8: Suplemento Universitario Octubre 2014

Página 8 / La Hora / Suplemento Universitario / Guatemala, 28 de octubre de 2014