Stendhal - Favores Que Matan

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Favores que matan Favores que matan Historia de 1589 Stendhal Este es el título que un poeta español ha dado a la presente historia, de la que ha hecho una tragedia. Yo me guardaré muy bien de apropiarme ninguno de los ornamentos con los cuales la imaginación de este español ha procurado embellecer esta triste pintura del interior de un convento. Algunas de estas invenciones aumentan, en efecto, el interés, pero, fiel a mi deseo de dar a conocer a los hombres sencillos y apasionados del siglo XV de los que proviene la civilización actual, presento esta historia sin adornos y tal como, mediante un poco de influencia, se puede leer en los archivos de..., donde se encontraban todos los documentos originales y el curioso relato del conde Buondelmonte. En una ciudad de Toscana que no nombraré, existía en 1589 y existe todavía hoy un convento sombrío y magnífico. Sus' negros muros, de cincuenta pies de altura por lo menos, entristecen todo un barrio; tres calles bordean estos muros; por el otro lado, se extiende el parque del convento, que llega hasta las murallas de la ciudad. Este parque está rodeado de una pared

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Stendhal, autor alemán

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Favores que mataFavores que mataHistoria de 1589StendhalEste es el ttulo que un poeta espaol ha dado a la presente historia, de la que ha hechouna tragedia.Yo me guardar muy ien de apropiarme ninguno de los ornamentos con loscuales la imaginaci!n de este espaol ha procurado emellecer esta triste pintura del interiorde un con"ento. #lgunas de estas in"enciones aumentan, en e$ecto, el inters, pero, $iel a mideseo de dar a conocer a los homres sencillos y apasionados del siglo %& de los que pro"ienelaci"ili'aci!nactual, presentoestahistoriasinadornosytal como, medianteunpocodein$luencia,se puede leerenlos archi"os de...,dondeseencontraantodos losdocumentosoriginales y el curioso relato del conde (uondelmonte.Enunaciudadde)oscanaquenonomrar, e*istaen1589ye*istetoda"ahoyuncon"ento somro y magn$ico. +us, negros muros, de cincuenta pies de altura por lo menos,entristecen todo un arrio- tres calles ordean estos muros- por el otro lado, se e*tiende elparque del con"ento, que llega hasta las murallas de la ciudad. Este parque est. rodeado deuna pared menos alta. /a aada, a la que daremos el nomre de +anta 0iparata, s!lo reciedoncellas pertenecientes a la m.s alta nole'a. El 12 de octure de 1583, todas las campanasdelaaada estaanenmo"imiento- la iglesia aierta alos $ieles estaa decorada conmagn$icos tapices de damasco ro4o guarnecidos de ricas cene$as de oro. /a santa hermana&irgilia, amante del nue"o gran duque de )oscana, 5ernando 1, haa sido nomrada aadesade +anta 0iparata la "spera por la noche, y el oispo de la ciudad, acompaado de todo suclero, ia a entroni'arla.)oda la ciudad estaa en mo"imiento,y era tal la multitud en lascalles pr!*imas a +anta 0iparata, que resultaa imposile pasar por ellas.El cardenal 5ernando de 6dicis, que acaaa de suceder a su hermano 5rancisco, sin poresorenunciar al capelo, tenatreintayseis aos yeracardenal desdehaca"einticinco,haiendo sido elegido para esta alta dignidad a la edad de once aos. El reinado de 5rancisco,clere hasta nuestros das por su amor por (ianca 7apello, se haa sealado por todas laslocuras que el amor a los placeres puede inspirar a un prncipe que no se distingua por la$uer'a del car.cter. 5ernando, por. su parte, haa tenido que reprocharse algunas $laque'as delmismo gnero que las de su hermano- sus amores con la hermana olata &irgilia eran cleresen )oscana, pero hay que decir que lo eran sore todo por su inocencia. 6ientras que el granduque5ernando, somro, "iolento, dominadoporsuspasiones, nopensaaastanteenelesc.ndalo producido por sus amores, en el pas no se halaa de otra cosa que de la alta "irtudde la hermana &irgilia. 7omo la orden de las 8latas, a la cual perteneca, religiosas pasarapro*imadamente los dos r tercios del ao en casa de sus padres, la hermana "ea diariamenteal cardenal de 6dicis cuando ste estaa en 5lorencia. 9oscosascausaanel asomrodeestaciudad, dadaalas"oluptuosidades, enestosamoresdeunprncipe4o"en, ricoyautori'adoatodoporel e4emplodesuhermano: lahermana &irgilia, dulce, tmida y de una inteligencia m.s que corriente, no era onita, y el4o"en cardenal no la haa "isto nunca sino en presencia de dos o tres mu4eres $ieles a la nole$amilia 0espuccio, a la cual perteneca esta singular amada de un 4o"en prncipe de la sangre.El gran duque 5rancisco muri! el 19 de octure de 1583 por la noche. El 12 de octure,antes del medioda,los m.s grandes seores de su corte y los m.s ricos negociantes ;puesdeemosrecordarquelos6dicisnohaansidoensuorigenm.squenegociantes- suspadres y los persona4es m.s in$luyentes de la corte estaan toda"a metidos en el comercio, loqueimpedaaestoscortesanosserdel todotanasurdoscomosuscolegasdelascortescontempor.neasditos $elices yhonrados, sipodis, y por lo dem.s tened todas las amantes que quer.is.=Fo quiero tener ni una =replic! el prncipe riendo=, y me e*pondra mucho a tenerla si"ol"iese a "er a la aadesa de +anta 0iparata. Es sin duda la me4or muchacha del mundo y lamenos capa' de goernar, no digo un con"ento lleno de doncellas arrancadas del mundo apesar suyo, sino la m.s 4uiciosa reuni!n de mu4eres "ie4as y de"otas.El prncipetenatantomiedode"ol"era"eralahermana&irgilia, queel condeseconmo"i!. @+i $alta a la especie de "oto que ha hecho al reciir del ?apa permiso de casarse=d4ose pensando en el prncipe=, es capa' de tener el cora'!n oprimido para el resto de su"idaC, y al da siguiente $ue al con"ento de +anta 0iparata, donde se le recii! con toda lacuriosidad y todos los honores deidos al representante del prncipe. 5ernando G haa en"iadoa uno de sus ministros a comunicar a la aadesa y a las mon4as que los negocios de su Estadono le permitan ocuparse de su con"ento y que delegaa para siempre su autoridad en el conde(uondelmonte, cuyas decisiones seran inapelales.9espus de halar con la aadesa, el conde se escandali'! del mal gusto del prncipe: notenasentidocom>nni tena nadadeonita. #l condeleparecieronmuyper"ersas lasreligiosasquequeranimpedira5eliciadegli#lmieri tomardosnue"ascamaristas. Haamandado llamar a 5elicia al locutorio.Ella, con impertinencia,mand! decirle que no teniatiempo de acudir, lo que hi'o gracia al conde, hasta entonces astante aurrido de su misi!n yarrepentido de su complacencia con el prncipe.9i4o que le daa lo mismo halar con las camaristas que con la propia 5elicia, y mand!decir a las cinco camaristas que salieran al locutorio. +!lo se presentaron tres y declararon ennomre de su ama que sta no poda prescindir de la presencia de dos de ellas, a lo cual elconde, haciendo uso de sus derechos en calidad de representante del prncipe, hi'o entrar alcon"ento a dos de sus sualternos, los cuales le tra4eron a las dos camaristas recalcitrantes, yse entretu"o durante una hora con la charla de las cinco doncellas 4!"enes y onitas que, lamayor parte del tiempo, halaan todas a la "e'. +!lo entonces, por lo que ellas le re"elaansin querer, el "icario del prncipe comprendi! sore poco m.s o menos lo que ocurra en elcon"ento. +olamentecincooseisreligiosaseran"ie4as- unas"einte, aunque4!"enes, erande"otas, pero las otras, 4!"enes y onitas, tenan amantes en la ciudad. En "erdad no podan"erlos sinomuyrara"e'. ?eroAc!molos"eanBEl condenoquisopregunt.rseloalascamaristasde5elicia, masseprometi!saerloprontoponiendooser"adoresentornoalcon"ento.#"erigu! con gran asomro que haa amistades ntimas entre las religiosas y que era stasore todo la causa de los odios y de las disensiones interiores. ?or e4emplo, 5elicia tena poramiga ntima a 0odelinda de ?...- 7eliana, la mu4er m.s ella del con"ento despus de 5elicia,tena por amiga a la 4o"en 5aiana. 7ada una de estas damas tena su camarista nole quego'aa de mayor o menor predicamento. ?or e4emplo, 6artina, la camarista nole de la seoraaadesa, haaconquistadosu$a"ormostr.ndosem.sde"otaqueella. 0e'aaderodillas4unto a la aadesa cinco o seis horas diarias, pero este tiempo le pareca muy largo, al decir delas camaristas.El conde supo tamin que 0odrigo y /ancelote eran los nomres de los amantes de estasdamas, al parecer de 5elicia y de 0odelinda, pero no quiso preguntar directamente sore elcaso./a hora que pas! con las camaristas no le pareci! nada larga, pero le pareci! eterna a5elicia, que "ea su dignidad ultra4ada por la acci!n de este "icario del prncipe que le pri"aaala"e'de sus cincocamaristas.Fopudo aguantarlaimpacienciay, oyendo dele4osquehacanmuchoruidoenel locutorio, irrumpi!enl, aunquesudignidadledi4eraqueestamanera de presentarse, mo"ida e"identemente por un arreato de impaciencia, poda resultarridcula despus de haerse negado a comparecer ante la in"itaci!n o$icial del en"iado delprncipe. Grrumpi!, pues, en el locutorio saludando muy= ligeramente al en"iado del prncipe yordenando a una de sus camaristas que la siguiera.=+eora, si estadoncellaosoedece, harentrar amis homresenel con"entoyla"ol"er.n a traer inmediatamente a mi presencia.=/a coger de la mano- Atendr.n "uestros homres la osada de "iolentarlaB=6is homres traer.n a este locutorio a ella y a "os, seora.=AY a. mB=Y a "os misma- y si me acomoda, os sacar de este con"ento e iris a continuar laorandopor "uestra sal"aci!n en alg>n pequeo con"ento muy pore, situado en la cumre de algunamontaa del #penino. ?uedo hacer esto y muchas cosas m.s.El conde oser"!que las cincocamaristas palidecan- hasta las me4illas de 5eliciatomaron un p.lido color que la emelleca m.s.@He aqu, sin duda =se di4o el conde=, la mu4er m.s ella que he "isto en mi "ida- hay queprolongar la escena.C +e prolong!, en e$ecto, y m.s de tres cuartos de hora. 5elicia mostr! enella una inteligencia y sore todo una alti"e' de car.cter que di"irtieron mucho al "icario delprncipe. #l $inal de la con$erencia, como se atenuara mucho el tono del di.logo, le pareci! alconde que 5elicia estaa menos ella. @Hay que "ol"er a en$urecerlaC, pens!. /e record! quehaahecho"otodeoedienciayque, si enlosucesi"omostraalamenor somra deresistencia a las !rdenes del prncipe que l estaa encargado de lle"ar al con"ento, l creera>til asusal"aci!nen"iarlaapasar seis meses enel m.s aurridodelos con"entos del#penino.#nteestaspalaras, 5eliciaestu"osoeriadec!lera. /edi4oquelossantosm.rtireshaan su$rido m.s por la ararie de los emperadores romanos.=Yo no soy un emperador, seora, ni los m.rtires ponan a toda la sociedad en comusti!npor tener dos camaristas m.s, teniendo ya cinco tan atracti"as como estas doncellas./a salud! muy $ramente y se march!, sin darle tiempo a responder y de4.ndola $uriosa.El condesequed! en 5lorenciaynose "ol"i! a sustierras, curiosoporsaerlo queocurra realmente en el con"ento de +anta 0iparata. #lgunos oser"adores que le proporcion!la polica del gran duque, y que $ueron apostados cerca del con"ento y en torno a los inmensosparques que posea cerca de la puerta que conduce a 5isole, no tardaron en in$ormarle de todolo que deseaa saer. 0odrigo /..., uno de los 4!"enes m.s ricos y m.s disipados de la ciudad,ira el amante de 5elicia, y la dulce 0odelinda, su amiga ntima, tena relaciones amorosas con/ancelote ?..., un 4o"en que se hala distinguido mucho en las guerras sostenidas por 5lorenciacontra ?isa. Estos manceos tenan que superar grandes di$icultades para entrar en elcon"ento. /a se"eridad se haa acentuado, o m.s ien la antigua licencia haa sidosuprimida por completo al ad"enir al trono el gran duque 5ernando. /a aadesa &irgilia queraimponer la regla en toda su se"eridad, pero sus luces y su car.cter no respondan a sus uenasintenciones, y los oser"adores puestos a la disposici!n del conde le in$ormaron de que apenaspasaa mes sin que 0odrigo, /ancelote y otros dos o tres 4!"enes que tenan relaciones en el,con"ento llegasen a "er a sus amantes. /os inmensos parques del con"ento haan oligado aloispo a tolerar la e*istencia de dos puertas que daan a la e*tensi!n inculta que e*iste detr.sdelamuralla, al nortedelaciudad. /asreligiosas$ielesasudeer,queestaanengranmayora en el con"ento, no conocan estos detalles con tanta certidumre como el conde, perolos sospechaan, y partan de la e*istencia de este auso para no oedecer las !rdenes de laaadesa en lo que las concerna.El conde comprendi! $.cilmente que no sera $.cil restalecer el orden en el con"entomientras una mu4er tan dil como la aadesa estu"iera al $rente del goierno. Hal! en estesentido al gran duque, el cual le recomend! que empleara la mayor se"eridad, pero al mismotiemponopareci!dispuestoadarasuantiguaamigael disgustodesertrasladadaaotrocon"ento por ra'!n de incapacidad.El conde "ol"i! a +anta 0iparata muy decidido a emplear un e*tremado rigor a $in dedesemara'arse lo m.s pronto posile del ser"icio que haa tenido la imprudencia de asumir.5elicia, por su parte, toda"a irritada por la $orma en que el conde le haa halado, estaamuy resuelta a apro"echar la primera entre"ista para "ol"er a tomar el tono que con"ena a laalta nole'a de su $amilia y a la posici!n que ella ocupaa en el mando. #l llegar al con"ento,el conde mand! llamar inmediatamente a 5elicia, a $in de despachar en primer trmino lo m.spenoso de su cometido. 5elicia, por su parte, acudi! al locutorio ya animada por la m.s "i"ac!lera, pero el conde la encontr! muy ella, y era muy entendido en la materia. @#ntes dealterar esta soeria e*presi!n =se di4o=, tommonos tiempo para "erla ien.C 5elicia, por suparte, admir! el tono ra'onale y $ro de tan apuesto caallero, que, en el atuendocompletamente negro que haa credo oportuno adoptar en ra'!n a las $unciones que "ena ae4ercer en el con"ento, estaa "erdaderamente muy ien. @Yo pensaa =se deca 5elicia= que,con m.s de treinta y cinco aos, sera an "ie4o ridculo como nuestros con$esores, y encuentro,por el contrario, a an homre "erdaderamente digno de este nomre. &erdad es que no lle"a eltra4e e*agerado que constituye una gran parte del mrito de 0odrigo y de los otros 4!"enes queyo he conocido- es muy in$erior a ellos en la cantidad de terciopelos y de ordados de oro quelle"aensus"estidos, peropodraenaninstante, si quisiera, adquiriresaclasedemrito,mientrasquealosotroslesseramuydi$cil, meparece, imitar lacon"ersaci!ndiscreta,ra'onale y realmente interesante del conde (uondelmonte.C5elicianosedaae*actacuentadeloquecon$eraunae*presi!ntansingularaestehomrealtoy"estidodeterciopelonegroconelquelle"aaunahorahalandodetemasdi"ersos.#unque e"itando con macho cuidado todo lo que huiera podido irritarla, el conde estaale4os de ceder en todo, como lo haan hecho sucesi"amente los homres que haan tenidorelaciones conestadoncellatanhermosa, deancar.cter tanimperiosoyalaqueseleconocan amantes. 7omo el conde no tena ninguna pretensi!n, era sencillo y natural con ella-s!lo que hala e"itado, hasta ahora, tratar en detalle los temas que podan en$urecerla. ?ero nohaa m.s remedio que "enir a parar a las pretensiones de la alti"a religiosa- se haa haladode los des!rdenes del con"ento.=En $in, seora, lo que lo pertura todo aqu es la pretensi!n, acaso 4usti$icale hasta ciertopunto, de tener dos camaristas m.s que las otras religiosas, esa pretensi!n que plantea una delas personas m.s distinguidas del con"ento.=/o que lo pertura todo aqu es la deilidad de la aadesa, que quiere tratarnos con unase"eridad asolutamente nue"a y de la que nunca 4am.s se tu"o idea. ?uede haer con"entosllenos de doncellas realmente piadosas, que amen la clausura y que hayan pensado en cumplirrealmente los "otos de pore'a, de oediencia, etctera, queles hanhechohacer alosdiecisiete aos- en cuanto a nosotras, nuestras $amilias nos han metido aqu para de4ar todaslas rique'as de la casa a nuestros hermanos. Fo tenamos otra "ocaci!n que la imposii lidadde huir y de "i"ir en otro sitio que no $uera el con"ento, puesto que nuestros padres no queranya admitirnos en sus palacios. ?or otra parte, cuando hemos hecho esos "otos e"identementenulos a los o4os de la ra'!n, todas nosotras haamos sido pensionistas uno o "arios aos en elcon"ento- cada una de nosotras pensaa go'ar del mismo grado de liertad que "eamos to=marse a las religiosas de nuestro tiempo. #hora ien, os declaro, seor "icario del prncipe,que la puerta de la muralla estaa aierta hasta el amanecer y cada una de aquellas damas "eaa su amigo con toda liertad en el 4ardn. # nadie se le ocurra censurar este gnero de "ida, ytodas nosotras pens.amos go'ar, siendo religiosas, de tanta liertad y de una "ida tan $eli'como la de nuestras hermanas. )odo ha camiado, es cierto, desde que tenemos un prncipeque ha sido cardenal "einticinco aos de . su "ida. ?odis, seor "icario, hacer entrar en estecon"ento soldados o hasta criados, como lo hicisteis el otro da. Fos har.n "iolencia, como"uestros domsticos se la hicieron a mis camaristas, y ello por la grande y >nica ra'!n de queeranm.s$uertesque ellas. ?ero "uestroorgullono dee creerque tieneelmenorderechosore nosotras. Fos han trado por la $uer'a a este con"ento, nos han hecho 4urar y nos hanoligado hacer "otos a la edad de diecisis aos, y por >ltimo, el aurrido gnero de "ida alque pretendis someternos no es de ning>n modo el que hemos "isto practicar a las religiosasque ocupaan el con"ento cuando nosotras hicimos nuestros "otos, y aun suponiendolegtimos esos "otos, hemos prometido a lo sumo "i"ir como ellas, y queris hacernos "i"ircomo ellas no "i"ieron nunca. 8s con$esar, seor "icario, que me interesa la estimaci!n demis conciudadanos. En tiempos de la rep>lica no se huiera tolerado esta in$ame opresi!ne4ercida sore unas pores mu4eres que no han cometido otro delito que el d nacer en $amiliasopulentas y tener hermanos. Yo quera encontrar la ocasi!n de decir estas cosas en p>lico o aun homre ra'onale. En cuanto al n>mero de mis camaristas, me importa muy poco. 9os ynocincoosietemeastaranper$ectamente: podrapersistir enpedir sietehastaquesehuieran tomado la molestia de re$utar las indignas in$amias de que somos "ctimas, algunasde las cuales os he e*puesto- pero en "ista de que "uestro atuendo de terciopelo negro os "amuy ien, seor "icario del prncipe, os declaro que renuncio por este ao al derecho de tenertantas sir"ientes como pueda pagar.#l conde(uondelmonte lehi'omucha graciaestade$ensa- hi'oqueseprolongaraoponiendo algunas .o4eciones, las m.s ridculas que pudo imaginar. 5elicia las reati! con uncalor y un ingenio encantadores. El conde "ela en sus o4os todo el asomro que causaan aesta muchacha de "einte aos seme4antes asurdos enoca de unhomre que parecara'onale.El condesedespidi!de5elicia, mand!llamar alaaadesa, alaquedioprudentesconse4os, comunic!al prncipequelasperturaciones del con"entode+anta0iparatasehaan calmado, recii! muchas $elicitaciones por su pro$unda discreci!n y $inalmente torn!al culti"o de sus tierras. @Hay, sin emargo =se deca a "eces=, una muchacha de "einte aos yque pasara qui'. por la m.s hermosa de la ciudad si "i"iera en el mundo, y que no ra'onaenteramente como una muecaC1?erograndes acontecimientos tu"ieronlugar enel con"ento. Fotodas las religiosasra'onaantanclaramentecomo5elicia, perolamayor partedelas queeran4!"enes seaurranmortalmente. +u>nicoconsueloeradiu4ar caricaturas yhacer sonetossatricossore un prncipe que, despus de haer sido "einticinco aos cardenal, no encontraa nadame4or que hacer, al llegar al trono, que de4ar de "er a su amante y encargarla, en calidad deaadesa, de$astidiaralasporesdoncellasmetidasenel con"entoporlaa"ariciadesuspadres.7omo hemos dicho, la dulce 0odelinda era amiga ntima de 5elicia. +u amistad pareci!acrecentarse desdeque5elicia lecon$esara que, desdesus con"ersaciones conel conde(uondelmonte =aquel homre "ie4o que tena m.s de treinta y seis aos=, su amante 0odrigo lepareca un ser astante aurrido. En una palara: 5elicia se haa enamorado de aquel condetan gra"e- las con"ersaciones inacaales que tena sore este tema con su amiga 0odelinda seprolongaan a "eces hasta las dos o las tres de la maana. #hora ien, seg>n la regla de +an(enito, que la aadesa pretenda restalecer en todo su rigor, todas las religiosas dean estaren su celda una hora despus de ponerse el sol, al son de cierta campana que se llamaa eltoque de silencio. /a uena aadesa, creyndose en el deer de dar e4emplo,no de4aa deencerrarse en su celda al toque de la campana y crea piadosamente que todas las reli giosasseguan su e4emplo. Entre las m.s onitas y las m.s ricas de esas damas se destacaa 5aiana,de diecinue"e aos, qui'. la m.s re"oltosa del con"ento, y 7eliana, su ntima amiga1. Hna yotra estaan muy eno4adas contra 5elicia, que, seg>n ellas decan, las despreciaa. El hecho esque, desde que 5elicia tena un tema de con"ersaci!n tan interesante con 0odelinda, soportaacon impaciencia mal disimulada,, o m.s ien nada disimulada, la presencia de las otras religio=sas. Era la m.s onita, la m.s rica, era e"identemente m.s inteligente que las dem.s. En uncon"entodondereina el aurrimiento, nohaca $alta tantopara encender ungranodio.5aiana, en su aturdimiento, $ue a decir a la aadesa que 5elicia y 0odelinda permanecan a"eces en el 4ardn hasta las dos de la madrugada. /a aadesa haa otenido del conde que1 @Fo era una muecaC: $rase de elogio que +tendhal aplica reiteradamente a las mu4eres interesantes de sus no"elas o de su "ida- por e4emplo, a la 6atilde de la 6ole en 0o4o y Fegro- a su amante $uga' #lerta de 0uempr- a la protagonista de su no"ela inacaada /amiel...1 #l parecer, +a$o. ;Fota de +tendhal en el manuscrito italiano.puloN. Y seguimos $or'adas a cometer el crimen, pues 6artona y la aadesa sonlos >nicos testigos peligrosos de lo que ocurri! aquella noche $atal. /a ta de 0odelinda no dir.nada- no querr. comprometer el honor de este con"ento que le es tan caro. 6artona, una "e'que haya dado el supuesto somn$ero a la aadesa, se guardar. muy ien de halar cuando lehayamos dicho que ese somn$ero p era un "eneno. ?or otra parte, es una uena muchachaperdidamente enamorada de su Muli.n.+era demasiado largo dar cuenta de la saia con"ersaci!n que 5elicia tu"o con el conde.)ena siempre presente la gran $alta que ella haa cometido cediendo demasiado pronto en lodelasdoscamaristas. 9eestae*cesi"auena$ehaaresultadoqueel condepasaraseismeses sin reaparecer por el con"ento. 5elicia se prometi! no "ol"er a caer en el mismo error.El condehaamandadoapedirle, contodalaamailidadposile, queleconcedieraunaentre"ista en el locutorio. Esta petici!n puso a 5elicia $uera de s. ?ara apla'ar la entre"istahasta el da siguiente, tu"o necesidad de recordar lo que dea a su dignidad de mu4er. ?ero alllegar a aquel locutorio donde el conde estaa solo, aunque separada de l por una re4a dearrotes enormes, 5elicia se senta sorecogida por una timide' que no haa e*perimentado4am.s. +u emoci!n era enorme- senta un pro$undo arrepentimiento de aquella idea que anteslehaaparecidotanh.il ytandi"ertida. Fosre$erimosaaquellacon$esi!ndesuamorapasionado por el conde que hiciera tiempo atr.s a la aadesa para que sta se lo di4era a l.Entonces estaale4os deamar comoamaaahora. /ehaaparecidodi"ertidoatacar alcora'!n del gra"e comisario nomrado por el prncipe para el con"ento. #hora, sussentimientoseranmuydi$erentes: ahora, enamorarleeranecesarioasu$elicidad- si noloconsegua, sera desgraciada, y Aqu dira un homre tan gra"e de la e*traordinariacon$idencia que le hara la aadesaB ?odra muy ien ocurrir que la encontrara indecente, yesta idea torturaa a 5elicia. Haa que halar. El conde estaa all, gra"e, sentado ante ella ydicindole alaan'as de alto alcance de su inteligencia. A/e har. halado ya la aadesaB )odala atenci!n de la 4o"en religiosa se concentr! en este interrogante. ?or $ortuna para ella, crey!"er lo que en e$ecto era la "erdad: que la aadesa, asustadsima toda"a de los dos cad."eresque"ieraaquellanoche$atal, haaol"idadoundetalletan$>til comoel insensatoamorconceido por una 4o"en religiosa.El conde,por su parte, "ea muy ien la gran turaci!n de la 4o"en,y no saa a quatriuirla. @A+er. culpaleBC, se deca. Esta idea le inquietaa, a l, tanra'onale. )alsospecha le hi'o poner una gran atenci!n en las respuestas de la 4o"en religiosa. Era un honorque, desde mucho tiempo haca, no haa otenido de l ninguna mu4er. #dmir! la hailidadde 5elicia. Encontraa el arte de contestar de manera halagLea para el conde a todo lo questeledecasorela$atal peleaquehaatenidolugaralapuertadel con"ento- peroseguardaa muy ien de darle respuestas concluyentes. #l cao de hora y media decon"ersaci!n, durante la cual el conde no se haa aurrido un solo instante, se despidi! de la4o"en religiosa, suplic.ndole que le concediera una nue"a entre"ista pasados unos das. Estaspalaras e*pandieron una $elicidad celestial en el alma de 5elicia.El conde sali! muy pensati"o de la aada de +an ta 0iparata. @+in duda mi deer sera =sedeca= dar cuenta al prncipe de las e*traas cosas que acao de saer. El Estado entero se haocupado de la e*traa muerte de esos dos pores mo'os tan rillantes, tan ricos. ?or una parte,con este terrile oispo que este prncipe cardenal acaa de ponernos, decirle una palara de loocurridoes e*actamentelomismoqueintroducir enestein$ortunadocon"entotodoslos$urores de la inquisici!n espaola. Este terrile oispo no har. perecer a una sola de estasN (uen tema para oras. ;Fota de +tendhal en el manuscrito.n todas las tra'as, lo haa"isto mal. El conde estaa muy perple4o. @+i interrogo a las camaristas noles y a los domsti =cos, es tanto como dar acceso al oispo a este asunto. Halar.n a su con$esor y henos aqu conla inquisici!n en el con"ento.CEl conde, muy inquieto, "ol"i! todos los das a +anta 0iparata. 9ecidi! interrogar a todaslas religiosas, luego a todas las camaristas noles y por >ltimo a la ser"idumre. 9escuri! la"erdad sore un in$anticidio que haa tenido lugar tres aos. antes y cuya denuncia le haatransmitido el o$icial del triunal de 4usticia eclesi.stica, presidido por el oispo. ?ero, congran e*trae'a, "io que la historia de los dos 4!"enes que entraron moriundos en el 4ardn dela aada no era en asoluto conocida por nadie m.s que por la aadesa, 7eliana, 5aiana,5eliciaysuamiga0odelinda. /atadestasupodisimulartanien, queselir!delassospechas. El terror que inspiraa el nue"o oispo, monseor..., era tal que, con e*cepci!n dela aadesa y de 5elicia, las declaraciones de todas las dem.s religiosas, e"identemente poco"erdicas, eran siempre dadas en los mismos trminos. El conde terminaa todas sus sesionesen el con"ento con una larga con"ersaci!n con 5elicia, que haca $eli' a sta, pero, para quedurase, se es$or'aa en no decir cada da al conde m.s que una parte muy pequea de lo quesaa sore la muerte de los dos 4!"enes caalleros. Encamio era de una e*tremada$ranque'a en todo lo que la concerna personalmente. Haa tenido tres amantes, y cont! alconde, que ya era casi su amigo, toda la historia de sus amores. /a $ranque'a tan per$ecta deesta muchacha tan ella y tan inteligente interes! al conde, que no puso di$icultad alguna enresponder a esta $ranque'a con gran candor.=Yo no puedo corresponderos =deca a 5eliciacon historias interesantes como las "uestras.Fo s si osar deciros que todas las personas de "uestro se*o que he conocido en el mundo mehan inspirado siempre m.s desprecio por su car.cter que admiraci!n por su elle'a./as $recuentes "isitas del conde haan quitado el reposo a 7eliana.5aiana, cada "e'm.s asorta en su .dolor, haa de4ado de oponer sus repugnancias a los conse4os de su amiga.7uando le lleg! el turno de guardar la puerta del con"ento, ari! la puerta, "ol"i! la cae'a, yMuli.n, el 4o"ente4edor amigode6artona, con$idente dela aadesa, pudoentrar enelcon"ento. En l pas! ocho das enteros, hasta que 5aiana "ol"i! a estar de ser"icio y pudode4ar la puerta aierta. ?arece ser que $ue durante esta larga permanencia de su amante en elcon"ento cuando 6artona dio su licor somn$ero a la aadesa, que quera tenerla da y noche asu lado, lo que daa lugar a las que4as de Muli.n, que se aurra mortalmente, solo y encerradoen su cuarto.Mulia, 4o"en religiosa muy de"ota, al pasar una no che por el piso dormitorio, oy! halaren la celda de 6artona. +e acerc! sin hacer ruido, aplic! el o4o a la cerradura y "io un apuesto4o"en que, sentado a la mesa, cenaa riendo con 6artona. Mulia dio unos golpes en la puerta, yluego, pensando que 6artona podra muy ien arir esta puerta, encerrarla con aquel mo'o ydenunciarla a ella a la aadesa, la cual la creera por la costumre que tena 6artona de pasarsu "ida con la aadesa, Mulia se sinti! sorecogida por un gran susto. +e "io, en imaginaci!n,perseguida en el corredor, solitario y muy oscuro en este momento, no encendidas toda"a lasl.mparas, por 6artona, que era mucho m.s $uerte que ella. )uradsima ech! a correr, perooy! a 6artona arir su puerta, y $igur.ndose que la haa reconocido, $ue a decrselo todo a laaadesa, lacual, horrilementeescandali'ada, corri!alaceldade6artona, dondenoseencontraa ya Muli.n, que haa escapado al 4ardn.?eroesamismanoche, haiendocredoprudentelaaadesa, hastaporel intersylareputaci!n de 6artona, hacerla dormir en su cuarto, el de la aadesa, y haindole anunciadoquedesdelamaanasiguienteiraellamisma, acompaadapor el padre..., con$esor delcon"ento, aponer lossellosenlapuertadesucelda, dondelamalignidadhaapodidosuponer que se esconda un homre, 6artona, irritada y ocupada en aquel momento en hacerelchocolatequeconstituaeldesayunodelaaadesa, ech!enestechocolateunaenormecantidad del pretendido somn$ero.#l da siguiente, la aadesa &irgilia se encontraa en un estado de irritaci!n ner"iosa tansingular, y, al mirarse al espe4o, se "io una cara tan camiada, que pens! que ia a morir. Elprimer e$ecto de este "eneno de ?erusa es "ol"er casi locas a las personas que lo han tomado.&irgiliarecord!queunodelos pri"ilegios delas aadesas del nolecon"entode+anta0iparata era ser asistidas en sus >ltimos momentos por el seor oispo- escrii! al prelado,que lleg! muy pronto al con"ento. /a aadesa le cont! no s!lo su en$ermedad, sino tamin lahistoria de los dos cad."eres. El oispo la amonest! se"eramente por no haerle dado cuentade un incidente tan singular y tan criminal. /a aadesa respondi! que el "icario del prncipe,conde (uondelmonte, le haa aconse4ado con empeo e"itar el esc.ndalo.=AY c!mo ese secular ha tenido la audacia de llamar esc.ndalo al estricto cumplimiento de"uestros de eresB#l "er llegar al oispo al con"ento, 7eliana di4o a 5aiana:=Estamos perdidas. Este prelado $an.tico, y que quiere a todo trance introducir la re$ormadel 7oncilio de )rento en los con"entos de su di!cesis, ser. para nosotras un homre muydi$erente del conde (uondelmonte.5aiana se arro4! llorando en ra'os de 7eliana.=/a muerte no es nada para m, pero morir dolemente desesperada por haer causado tuperdici!n, sin sal"ar por eso la "ida de esa in$ortunada aadesa.Gnmediatamente 5aiana se dirigi! a la celda de la dama que dea estar de guardia a lapuerta aquella noche. +in darle m.s detalles, le di4o que tena que sal"ar la "ida y el honor de6artona, la cual haa cometido la imprudencia de meter a un homre en su celda. 9espus demuchas di$icultades, esta religiosa consinti! en de4ar la puerta aierta y en ale4arse un instante,poco despus de las once de la noche.6ientras tanto, 7eliana haa mandado decir a 6artona que $uera al coro. Era ste unainmensa sala como una segunda iglesia, separada por una re4a de la que estaa destinada alp>licocuyoso$itotenam.sdecuarentapiesdealtura. 6artonasehaaarrodilladoenmedio del coro de manera que, halando a4o, nadie pudiera orla. 7eliana $ue a colocarse a sulado.=#qu tienes=ledi4o=unaolsaquecontienetodoel dineroquehemospodidoreunir5aianayyo. Estanocheomaanaporlanochemelasarreglarparaquelapuertadelcon"ento est aierta un instante. Ha' escapar a Muli.n y esc.pate t> misma enseguida. )en laseguridad de que la aadesa &irgilia se lo ha dicho todo al terrile oispo, cuyo triunal tecondenar. sin duda a quince aos de calao'o o a muerte.6artona hi'o un mo"imiento para arro4arse de rodillas ante 7eliana.=AJu haces, imprudenteB =e*clam! sta detenindola=. ?iensa que Muli.n y t> podis serdetenidos en cualquier momento. 9e aqu al instante=de la huida, procura esconderte todo loposile y estar sore todo atenta a las personas que entran en el locutorio de la seora aadesa.#l da siguiente, al llegar al con"ento, el conde encontr! muchos camios. 6artona, lacon$idente de la aadesa, haa desaparecido durante la noche- la aadesa estaan tan dilque se "io oligada, para reciir al "icario del prncipe, a hacerse transportar a su locutorio enun sill!n. 7on$es! al conde que se lo haa dicho todo al oispo.=En ese caso, "amos a tener sangre o "eneno =e*clam! ste.(Aqu termina el manuscrito de Stendhal.)Libros Taurohttp:OOPPP./iros)auro.com.ar