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Estudios interdisciplinarios y espacios históricos
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Sentido y significado en la conservación de las celebraciones patronales de los barrios de la ciudad de Huajuapam de León, Oaxaca
Teresa Patricia Camarillo Salvatori
Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca
Preparatoria No. 3, Huajuapam de León
Los barrios han llegado a constituir piezas clave, no sólo para la demarcación y
organización de los pueblos y ciudades mexicanas, sino también en la
configuración de sus rasgos económicos y políticos así como de su identidad
cultural al constituir ambientes únicos, ricos en historia y tradiciones; con
peculiaridades étnicas y materiales que generan un sentido de pertenencia entre
sus pobladores.
Los barrios constituyen una especie de nodos básicos en la compleja red de
comunidades que entretejen la identidad de los pueblos, al mantener rasgos
históricos, económicos, arquitectónicos, gastronómicos, usos y costumbres, fiestas
religiosas, entre otros, que la sustentan.
Para la Ciudad de Huajuapam de León, sus barrios jugado un papel
fundamental para su conformación. En este trabajo se darán a conocer los barrios
más representativos de la caracterización sus celebraciones patronales y qué
sentido y significado han tenido entre sus habitantes para hacer posible su
conservación.
INTRODUCCIÓN
A partir de distintos criterios administrativos, urbanísticos, políticos o económicos,
los pueblos y ciudades suelen estar subdivididos en ciertos sectores o áreas a
veces derivadas de un cierto sentido común de pertenencia entre los habitantes, el
cual se desprende de cierta proximidad histórica y/o cultural. En forma material,
estas áreas son delimitaciones que forman parte de un plan urbanístico común
organizándose en un grupo de calles o manzanas; más allá del espacio que
comprenden, encierran además un sentido que trasciende el mero asentamiento
de viviendas contiguas.
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En su proceso de urbanización, una población requiere establecer
subdivisiones territoriales las más de las veces en forma artificial. Al interior de
estas subdivisiones se van formando escenarios de desarrollo de la vida cotidiana
donde la convivencia juega un papel esencial entre sus habitantes y en los cuales
se van venido gestando condiciones históricas comunes, desde las acciones y
miradas de quienes en esos espacios coexisten, que les van dotando de una
memoria y una identidad.
El presente trabajo parte de la reflexión y análisis en torno a las
celebraciones populares vinculadas con las festividades patronales en los barrios
de la Heroica Ciudad de Huajuapam de León, Oaxaca. Los elementos que en
dichas celebraciones intervienen son diversos y cada barrio tiene características
muy particulares. Sin embargo son considerados como parte representativa no
solo del barrio en cuestión sino como expresión de la compleja identidad popular
de la ciudad.
Un tanto en correspondencias con la afirmación de Edgar Morin cuando
expresa que “El tesoro de la humanidad está en su diversidad creadora, pero la
fuente de su creatividad está en su unidad generadora” y un tanto en forma
analógica a su concepción de re-enraizamiento en la formación de una identidad.
Este estudio es el primer paso que deriva del diseño de una estrategia
didáctica interdisciplinaria basada en el método de proyectos que habrá de
aplicarse en la asignaturas de Historia de México, Taller de lectura y Redacción,
Cultura Regional y Lengua adicional al Español (Inglés y Francés) e Informática en
el Bachillerato en Ciencias y Humanidades de la Preparatoria No. 3 de la
Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.
Constituye, por tanto, el punto de partida de un proyecto mayor que pretende
no solo la identificación de los barrios tradicionales de la Ciudad de Huajuapam
sino además investigar los antecedentes, tradición y veneración patronal, el
patrimonio tangible mueble e inmueble del barrio, así como también el patrimonio
intangible mediante la descripción de cada celebración, sus rituales y festejos,
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formas de organización, gastronomía; recuperar la visión, significado e impacto
entre los habitantes del propio barrio y su intervención en la formación de su
identidad colectiva y adentrarse en el impacto e importancia que tiene para la
ciudad y en la formación del patrimonio cultural de la misma.
Su avance constituye un estudio exploratorio, descriptivo, longitudinal. La
metodología de trabajo ha desarrollado una búsqueda documental que
lamentablemente ha resultado escasa y dispersa. Esta razón justifica la realización
de este proyecto en el cual se ha privilegiado, como fuente de información, la
recuperación oral mediante entrevistas con vecinos, párrocos y mayordomos de
los barrios estudiados.
DESARROLLO
La Heroica Ciudad de Huajuapam de León es la cabecera del municipio del mismo
nombre. Forma parte de la Región Mixteca Oaxaqueña conocida también como
“País de las Nubes” y para los lugareños, constituye el corazón de dicha región.
Es popularmente conocida como la “Tierra del Sol” al ser la cuna de la famosa
“Canción Mixteca”. Aunque su nombre actual Huajuapam proviene del náhuatl
Huaxuapam que significa “lugar de huajes junto al río” o “tierra de huajes”, es
común referirse a ella por su nombre mixteco Ñuu dee que significa Tierra de
valientes.
Huajuapam fue fundada hacia el año 400 antes de nuestra era por sus
primeros pobladores llamados Ñuu Yate o gente antigua, como una comunidad de
entre 500 y 1500 habitantes. Fue hacia 1561 en que por decreto virreinal se
estableció el asentamiento principalmente formado por españoles peninsulares, en
el sitio que ahora ocupa aproximadamente con 300 familias.
La siguiente imagen corresponde a la ciudad de Huajuapam precisamente
durante el siglo XVI y se conserva en el Museo Regional de Huajuapan.
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Fig. 1 Antiguo mapa de Huajuapam. Fuente: Archivo:HuajuapanCodex36RMH.JPG
Se localiza en la parte noroeste del Estado, en la región de la mixteca. en las coordenadas 97° 16´ longitud oeste, 17° 48´ latitud norte y a una altura de 1,600 metros sobre el nivel del mar. Limita al norte con el Estado de Puebla, San Pablo Tequixtepec, y Zapotitlán Palmas; al sur con Santos Reyes Yucuná, San Marcos Arteaga, y Santiago Cacaloxtepec; al oriente con Santiago Miltepec, Asunción Cuyotepeji, Santa María Camotlan, Santiago Huajolotitlán y San Andrés Dinicuiti; al poniente con Santiago Ajuquililla, San Miguel Amatitlán y San Jerónimo Silacayoapilla. Huajuapan de León se ubica al noroeste de la Ciudad de Oaxaca, a 171 kilómetros. […] El relieve de Huajuapan de León está marcado por la presencia de numerosas montañas que forman parte de la Sierra Mixteca. Algunos de los principales cerros del municipio son La Soledad, Yucunitzá, Mariposas, del Sol y Yucuyada. El municipio pertenece a la provincia geológica del Eje Neovolcánico, que atraviesa México de este a oeste a la altura del paralelo 19º N. 1
1 “La Historia Huajuapense” en Revista de la Ciudad, Expoferia 2007 disponible en
http://www.paginasprodigy.com.mx/9535320823/pagina65545.html recuperado 17 de marzo de 2013.
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Actualmente, su superficie de 361 km2 cuenta con una población de 69 839
habitantes, según datos de I.N.E.G.I. censales del 2010, mismos que se
distribuyen en 60 colonias para su administración municipal. Sin embargo también
existen sumamente arraigados los barrios tradicionales que, en ocasiones, se han
impregnado en el desarrollo y crecimiento de algunas colonias, las cuales, han ido
asimilando sus tradiciones y costumbres.
Para este trabajo, el concepto de barrio se refiere a una subdivisión de la
ciudad o pueblo que se caracteriza por tener una identidad propia y porque sus
habitantes cuentan con un auténtico sentido de pertenencia.
Las condiciones en que un barrio nace pueden obedecer a distintos
factores: decisiones administrativas de las autoridades para facilitar la gestión
municipal en materia de prestación de servicios y de promoción de la participación
vecinal; surgimiento de desarrollos inmobiliarios; como producto del simple devenir
histórico. Este último factor imprime en el barrio y, por ende, en sus pobladores,
una orientación muy particular que va moldeando una especie de sentido de
pertenencia:
No es sino la idea parcialmente materializada, que se hacen aquellos que lo habitan de su relación con el territorio, con sus semejantes y con los otros.2
Dicho sentido de pertenencia y el reconocimiento de una identidad propia
de los habitantes del barrio puede llegar a ser tan fuerte, que incluso provoca
rivalidades o antagonismos con los habitantes de otros barrios.
Desde el punto de vista cultural, la pertenencia a un barrio representa una
fuerte condición ya que el barrio es considerado como un espacio de tradiciones y
prácticas tan arraigadas que parecieran fijas, inamovibles al punto que algunas de
ellas se mantienen inalterables ante los embates de la modernidad y la
globalización. Condición que para los vecinos del barrio representa un motivo de
orgullo que ratifica ese sentido de pertenencia más allá del tiempo, la distancia y
condición que se llegue a ostentar pues aun saliendo del barrio, dentro de la
2 Marc Augé. Los “no lugares” espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad.
Barcelona, España, 1992, Ed. Geisa. p. 61.
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propia ciudad o bien fuera de ella, el barrio de origen representa un afecto
inalterable y un factor permanente de reconocimiento para sus miembros.
Además de esta riqueza social que los barrios representan, encierran un
importante aporte cultural que favorece el desarrollo de una identidad propia:
[…] a partir del momento en que el dispositivo espacial es a la vez lo que expresa la identidad del grupo (los orígenes del grupo son a menudo diversos, pero es la identidad del lugar la que lo funda, lo reúne y lo une) y es lo que el grupo debe defender contra las amenazas externas e internas para que el lenguaje de la identidad conserve su sentido.3
Pueden enunciarse, entre los barrios tradicionales y representativos de la
ciudad de Huajuapam de León por su carácter general e histórico: el Centro, el
Calvario, Guadalupe, Santa Cruz.
Los festejos del Centro y del Calvario trascienden el espacio del barrio
puesto que tienen gran arraigo entre la población y un doble sentido: religioso e
histórico. El Centro celebra varias fiestas religiosas en los distintos templos que
forman parte del barrio. Destaca la fiesta del santo patrono de la Ciudad, San Juan
Bautista, cada 24 de junio. La imagen se venera en la Catedral. No obstante, no
es la principal fiesta religiosa de la ciudad y las celebraciones son relativamente
sencillas: novenario de misas, y una feria en el zócalo de la ciudad y el atrio que
incluye juegos mecánicos, antojitos, música.
También en el barrio del Centro, el 27 de junio se celebra con una fiesta
muy sencilla de tres días a la Virgen del Perpetuo Socorro en el templo erigido en
su honor. Celebración un poco mayor pero también reducida, es la del 16 de julio
en honor a la Virgen del Carmen que incluye un novenario y una pequeña
kermesse en el llamado “Templo Expiatorio”, el cual está dedicado a la Virgen del
Carmen.
El Sagrario Diocesano es escenario de la celebración, durante la
Cuaresma, en honor a la imagen que alberga: El Señor de los Corazones. A decir
del párroco del Sagrario Diocesano y responsable de los medios de comunicación
3 Ídem., p. 51.
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en la diócesis de Huajuapan en 2011, Porfirio Franco Ortiz Osorio, la historia de la
celebración del segundo viernes tiene una transcendencia bastante antigua; ha
referido que se sabe que en un inicio se celebraba en diciembre, por la época de
Navidad específicamente, pero que con el tiempo se ubicó en el segundo viernes
de Cuaresma, día en el que los hujuapeños expresan su amor y devoción al Cristo
Moreno. Los festejos del segundo viernes incluyen actos religiosos que culminan
con el descenso de la imagen del altar para ser puesto al alcance de la población
que realiza largas filas para acercarse y besarla. Fuera del templo, la celebración
incluye música, pirotécnia y alimentos.
La mayor fiesta de la ciudad de Huajuapam es también en honor del Señor
de los Corazones. Y aquí es donde aparece el otro sentido, el histórico.
Conmemora el rompimiento del Sitio de Huajuapam durante la Revolución de
Independencia de México; el sitio más largo, 111 días en que la plaza de
Huajuapam resistió el embate de las fuerzas realistas que, al mano del general
Régules con casi 1500 hombres y 14 piezas de artillería, atacó sin piedad la
ciudad. Refiere la tradición que el ataque inició el 5 de abril y encabezó la defensa
el general Valerio Trujano quien, falto de cañones, no pudo responder de
inmediato hasta que improvisó la artillería utilizando las campanas de la iglesia del
pueblo. Para el mes de mayo, las condiciones cada vez eran más apremiantes en
la ciudad sitiada. Por ello un astuto indio del pueblo del Santiago Nuyoo, José
Remigio Sarabia Rojas, burló el cerco realista y llegó hasta Chilapa, Guerrero,
para pedir la ayuda del General José María Morelos quien con un ejército dividido
en 4 columnas, logró formar 4 frentes de ataque que terminaron por fraccionar las
posiciones realistas que terminaron por huir dejando la plaza con 30 cañones, más
de mil fusiles, pertrechos de guerra, caballos y alrededor de 400 muertos.
El rompimiento del sitio realizado por Morelos coincidió con el final del rezo
de un novenario al Señor de los Corazones, el 23 de julio de1812. Por ello el
triunfo Insurgente en esta Plaza se considera un verdadero milagro atribuido al
Señor de los Corazones. Por esta razón, la fiesta “grande” de Huajuapam se
celebra en julio con festividades religiosas y profanas junto con una feria cultural y
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artesanal. Los festejos culminan el 24 de julio con una procesión cuyo recorrido
dura poco más de cinco horas y en la cual participan miles de feligreses. Las
calles de la ciudad se preparan desde la madrugada en que son tapizadas con
alfombras multicolores de aserrín. Al término, la imagen se regresa al Sagrario
donde largas filas de feligreses aguardan por horas para pasar a dar el tradicional
beso a la imagen y recibir ramos de manzanilla bendita.
Los festejos del barrio del Calvario tienen también un carácter religioso y
uno histórico. Este último se vincula a la festividad del Señor de los Corazones
puesto que fuera del atrio del templo se encuentra el monumento en honor al
“Indio de Nuyoó” quien hiciera de mensajero para informar a Morelos del Sitio de
Huajuapam. El 22 de julio las autoridades municipales, cuerpos de seguridad,
socorristas, bomberos y ciudadanos rinden homenaje pues representa para los
mixtecos, la dignificación de la raza de los pueblos originarios de México. La
celebración incluye una carrera a campo traviesa que consiste en ascender uno de
los cerros guardianes de la ciudad: el Yucunitzaá.
Los festejos religiosos que se celebran en la Parroquia de El Calvario son
varios. El 8 de febrero se realiza una procesión y una feria y la víspera una
carrera de antorchas. Igualmente se venera la Virgen de Juquila en cuyo honor se
realiza una calenda por las calles del barrio y una feria en la calle que lleva al
templo.
En la Cuaresma, el templo de El Calvario es escenario para la celebración
del quinto viernes. La fiesta dura 4 días de los cuales los dos primeros, jueves y
viernes, se dedican a la celebración religiosa que incluye, además de las misas, la
realización de un viacrucis. Los últimos dos días, sábado y domingo, se dedican a
celebraciones profanas: calenda, feria, juegos mecánicos, pirotécnia y bandas de
música en honor al Señor del Calvario. La organización de los festejos está a
cargo de una agrupación a la que se denomina “Hermandad del Señor del
Calvario”.
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La celebración tradicional, en nuestro país, del 3 de mayo como día de la
Santa Cruz, dedicado a los trabajadores de la construcción, tiene también su parte
en la ciudad de Huajuapam puesto que todas las obras en construcción durante
ese día aparecen engalanadas con papeles de colores, flores y con una cruz en la
parte superior y los patrones celebran a los trabajadores de la construcción con
una comida y, en algunos casos cuando la obra es grande, con música y
cohetones.
Además de esta celebración general, el barrio llamado de La Santa Cruz se
viste de fiesta del 1º. Al 5 de mayo. El día 2 de mayo se realiza una carrera de
antorchas hasta el Cerro de la Soledad; la carrera es abierta a toda la comunidad
y al finalizar, los corredores participan de una cena en la mayordomía.
La madrugada del “día grande”, el 3 de mayo, se cantan las mañanitas a la
Cruz. Los albañiles acostumbran hacer una cruz de madera decorada con flores
para llevarla a la capilla a bendecir. Ahí se celebra la misa durante la cual se
realizan rituales de primera comunión y confirmación.
Los habitantes del barrio organizan un recorrido con carros alegóricos y
adornados, bandas de música, matachines, coheteros y paseando un toro al
frente de la calenda:
Todas las fiestas patronales en los Valles de Oaxaca, se inician con “La Calenda”. Es la manera en que se “anuncia y se invita” a todo el pueblo a la fiesta. Es un desfile de colores y formas en el que los amigos y vecinos participan en la fiesta.4
Terminado el recorrido la fiesta se desborda frente al templo: la comida es
esencial y se sirve pozole, mole, tamales, caldo de gallina, barbacoa, carnitas,
chileajo, frijoles, arroz sin faltar las tortillas calientitas del comal. Acompañado todo
con aguas frescas para los menores y cerveza, pulque o mezcal para los
4 Guillermo Marín “La Calenda Oaxaqueña” (27 septiembre 2006) en Aquí Oaxaca en
http://www.aquioaxaca.com/index.php?option=com_content&view=article&id=113:la-calenda-oaxaque&catid=37:articulos&Itemid=43 recuperado el 7 de junio de2013.
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“grandes”. Los festejos se amenizan con música, presentación de bailables típicos,
jaripeo, torneos de voleibol y basquetbol, y el baile con grupos musicales.
La segunda celebración general más importante de la ciudad de Huajuapam
está dedicada a la Virgen de Guadalupe. La festividad se realiza en el mes de
diciembre en la Colonia El Tepeyac, donde se localizan el templo y el barrio de
Guadalupe. La festividad inicia desde el 1º. de noviembre en que los devotos de la
Virgen comienzan a hacer circular entre diferentes hogares, imágenes de la Virgen
Guadalupana a lo largo de todo el mes hasta el día último en que las imágenes
son llevadas al templo. En este día también se realiza una enorme Calenda que
encabeza la Banda de Guerra de la Escuela Preparatoria No. 3, coheteros,
bandas y matachines.
El 1º de diciembre comienza el docenario en honor a la Virgen y con ello,
las peregrinaciones que cada día parten a las 5 de la mañana, desde la Catedral
hasta el templo de Guadalupe. En cada una de las peregrinaciones, participan
personas pertenecientes al menos a dos gremios diferentes: zapateros, taxistas,
carniceros, empleados de banco, personal de hospitales públicos y privados,
restauranteros, hoteleros, albañiles, fotógrafos, etc. Llegados a su destino
participan en la celebración de la misa.
Fuera del santuario, hay venta de tamales, pozole, café, atole, para poder
desayunar. A las 12 del día, hay peregrinaciones de las escuelas que en
ocasiones emplean carros adornados. Llegados al templo, participan en la
celebración de otra misa. A las 19 horas se celebra la última misa de ese día al
término de la cual se realizan, en el atrio y la explanada, programas culturales:
clubes de danza tanto independientes como integrantes de las escuelas de la
Ciudad; quema de castillos y toritos de luz; En forma paralela se desarrolla la feria
que incluye puestos de comida, bebidas, juegos mecánicos, y por lo menos 2
grupos musicales para amenizar el baile cada noche.
Parte de la tradición guadalupana en Huajuapam, incluye una marcha de
antorchas. Los participantes, hombres y mujeres de todas las edades, comienzan
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a reunirse en el cerro de la Soledad desde las 4 de la tarde del día 11 de
diciembre. Con mucha anticipación se organiza la marcha que incluye el registro
de los participantes, a quienes se entrega una camiseta blanca para identificarlos
en la oscuridad durante el descenso porque el camino es estrecho y riesgoso, se
reparte agua y se hace oración mientras llega la noche. Entonces una persona
seleccionada previamente, se encarga de transportar el “fuego guadalupano”
partiendo del cerro de la Soledad para llegar al templo de Guadalupe. El cerro se
ilumina con las antorchas que comienzan a descender del cerro creando un
espectáculo verdaderamente impresionante
Quienes guardan especial devoción a la Virgen, el 9 de diciembre parten
hacia la ciudad de México en peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe y
regresan el 11 de diciembre para incorporarse a la marcha de antorchas.
A partir de las 11 de la noche y hasta el amanecer del día 12, llegan los
grupos musicales de la ciudad y los devotos a cantar las “mañanitas”. A las 7 de la
mañana el obispo realiza la celebración eucarística y hay un constante fluir de
visitantes al templo. A las 11:30 de la mañana, cientos de niñas y niños salen de la
Catedral vestidos de inditos y marchan hacia el templo de Guadalupe para llegar a
la misa de niños a las 12 horas. Después y en el transcurso del día, no dejan de
arribar al templo los devotos de la Virgen prolongándose la fiesta hasta el día 13,
cuando la feria termina, con otra celebración eucarística.
Otros barrios también realizan festejos de gran valor tradicional pero que,
además, contienen rasgos que han venido marcando su identidad en relación a los
oficios que tradicionalmente practicaban los habitantes del barrio: los “chirundos”
es decir, desnudos o “encuerados”, del barrio de San José, quienes son
nombrados así porque tradicionalmente los habitantes del barrio se dedicaban a la
curtiduría de pieles y para realizar su trabajo, los varones solían estar con el torso
desnudo. Los “coheteros” del barrio de Esquipulas; los “atoleros” de La Merced y
San Antonio.
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En relación a sus festejos especialmente apreciados en la ciudad están: los
“matachines” del barrio de San José; el paseo de los monos de calenda de San
Isidro Labrador, nombrado también Oriente por su ubicación en la zona oriente de
la ciudad; el “paseo del toro” de Esquipulas; los “diablos” de la Providencia.
Las ferias de los barrios son celebraciones que la población de la Ciudad
espera con gran entusiasmo. De una riqueza muy particular, brindan a un gran
número de personas de distintas procedencias y profesiones, la oportunidad de
encontrarse e intercambiar productos y cultura.
Se caracterizan fundamentalmente por centralizar un grupo de mercaderes
ambulantes quienes se asientan en una plaza o en algunas calles cerradas para
tal efecto, donde se venden productos alimenticios y artesanales, hay juegos
mecánicos y se acostumbra ofrecer espectáculos de música y baile.
Del latín feria, una feria es un evento económico, social o cultural que puede estar establecido o ser temporal, y que puede tener lugar en sede fija o desarrollarse de forma ambulante. Las ferias suelen estar dedicadas a un tema específico o tener un propósito común. Una feria puede ser un mercado que se monta en un espacio público en ciertos días señalados. Su origen se remonta a la Edad Media, cuando los mercaderes se reunían a las puertas de las murallas de una ciudad para comerciar sus productos durante varios días. Estas ferias se organizaban en coincidencia con la fiesta local, bajo la advocación de un santo patrón.5
Los festejos del barrio de “los chirundos” son de lo más esperado por la
población. Aunque la “fiesta grande” es el 19 de marzo, desde el 17 comienzan a
instalarse los puestos y juegos en los alrededores del templo vistiendo de fiesta
todo el barrio. El templo del barrio está dedicado al Sr. San José. Su imagen fue
traída de España, llegó a Veracruz, cruzó por Puebla y finalmente llegó a
Huajuapam traído por los mayordomos en “silla de manos”. De acuerdo con datos
de algunos habitantes del barrio, este año se cumplió el primer centenario de la
celebración con su elemento más representativo y arraigado en la identidad
huajuapense: los “matachines”.
5 Definición de feria” en http://definicion.de/feria/#ixzz2eqJ91nWT recuperado el 25 de junio de
2013.
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No hay una fecha exacta del inicio de esta práctica del baile y paseo de
“matachines”. Algunos señalan que comenzó en 1919, otros n 1924 y los vecinos
la remontan a 1913 en que comenzó la celebración, con 6 muñecos donados por
varios vecinos a iniciativa de un carnicero de nombre Francisco Ortiz, quien dio
inicio a la tradicional feria aportando él, al “Diablo Mayor”. Se sumaron a las
donaciones otros vecinos: Gregorio Pérez al “Viejito”; Trinidad Cisneros la “Viejita”;
Ramón Bello el “Muchacho”; Miguel Mora, la “Muchacha”; Francisco Castillo, la
“Negra”. Las cabezas de los monos fueron traídas de la cercana población de
Tezoatlán de Segura y Luna. Aquí se elaboraron los armazones y los vestidos. A
partir de 1916 se fueron incorporando más monos al paseo.
El diseño actual de sus armazones se debe al ingenio de un carpintero del
lugar, Juan Herrera Castillo. La estructura permite manipularlos con gran libertad
de movimiento a pesar de su gran peso ya que los matachines se elaboran de la
madera del árbol de “pipi”. Sin embargo su danza, totalmente libre y al gusto de
quien le da vida en la Calenda, tiene un ritmo y una gracia sin igual.
El 19 de marzo se realiza un paseo por las principales calles de la ciudad
con una Calenda que se caracteriza por el baile de los matachines; éste carece de
coreografía pues se basa en la improvisación para cargarlos ya que para
“bailarlos”, no se requiere siquiera saber bailar pues lo hacen como cada quien la
siente. Los participantes en el recorrido en forma espontánea caminan con las
armazones a cuestas y se detienen en las esquinas para bailar con la gente de las
calles al son de la música de las bandas que acompañan el cortejo. La magia del
baile radica en el juego que establece, público y bailarines pues éstos arremeten
contra los asistentes, principalmente contra los niños y las mujeres, inclinando el
armazón para simular una embestida para hacerlos correr.
Lo religioso y lo profano se combinan y hacen de la feria de San José una
enorme celebración popular: junto a la devoción por el padre del Niño Jesús los
jaripeos, quemas de fuegos artificiales, presentaciones de grupos de danza
locales, bailes populares, bandas de viento y, por supuesto, los matachines que
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junto con los Diablos de la Providencia, la Mojigangas y la Maroma completan el
cuadro típico de la celebración popular, parte significativa del patrimonio intangible
de la ciudad de Huajuapam.
Desde hace casi medio siglo, el barrio de la Providencia es escenario de
una celebración popular los días 31 de diciembre y 1º. de enero en honor a la
Divina Providencia que se venera en el templo del lugar. Antiguamente, según
refieren vecinos, existía una mayordomía que se encargaba de la celebración. Hoy
en día, se han organizado dos comités: uno para la celebración religiosa y el otro
para las fiestas profanas.
La celebración religiosa inicia con un novenario y en ese transcurso, el atrio
del templo es escenario de eventos culturales principalmente presentación de
grupos artísticos locales de danza y música, principalmente. Las fiestas profanas
incluyen la tradicional Calenda compuesta de carros alegóricos, danzas con los
matachines y mojigangas, jaripeos, kermes y, en los últimos años, la participación
de la Danza de los Diablos que, traída desde la región de Juxtlahuaca y promovida
por el párroco José González (DEP), se ha llegado a convertir en el grupo
representativo del barrio y sumamente solicitado en otras ferias y en distintos
eventos artísticos, cívicos e incluso políticos.
Para los habitantes del barrio, la fiesta tiene una gran importancia porque es
una muestra de gratitud y confianza a la Divina Providencia, por el año que
termina y el que está por iniciar. También lo perciben como una oportunidad de
reunión y convivencia entre los vecinos y como un medio para recaudar fondos
para los proyectos del mismo barrio.
El fervor religioso encuentra también expresión en los festejos del barrio de
Esquipulas, el tercer viernes de Cuaresma. El nombre del barrio corresponde al
nombre del Cristo que se venera en el templo ubicado en ese lugar. Inicialmente
fue una pequeña capilla construida aproximadamente en 1937 por un hombre
llamado Apolonio Chávez como retribución a un milagro recibido en Guatemala, el
cual, le permitió salvarse de morir ahorcado. Poco a poco, los milagros y favores
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recibidos del Señor de Esquipulas fueron aumentando y los fieles también, hasta
formar un grupo considerable denominado “Hermandad del Señor de Esquipulas”
que comenzó a construir el templo. Luego se formó una mayordomía que, por un
tiempo, se hizo cargo de la celebración en honor a la milagrosa imagen. Hoy en
día, la fiesta la organiza un pequeño grupo de reflexión integrado por 9 personas
a quienes cariñosamente les llaman los vecinos “los papás”.
Anteriormente se celebraba la fiesta con una representación dramática en la
cual se escenificaban las luchas entre moros y cristianos. Actualmente se celebra
desde la víspera, el jueves, con un paseo por las calles de la ciudad. El paseo es
encabezado por un toro acompañado de los vecinos, bandas de música, mariachi,
matachines, maroma, comparsas y cuetones. Al amanecer del viernes, se cantan
las mañanitas al Señor de Esquipulas con una banda y a las 6 de la tarde se
acostumbra la celebración de una misa por el Obispo. Al finalizar, sacan en
hombros al Cristo en una procesión que recorre las calles aledañas acompañado
de una banda y el coro del templo, mientras el sacerdote del templo dirige los
rezos. De regreso al templo, se coloca en el atrio mientras la gente forma una valla
para que los fieles pasen a besar la imagen y reciban un ramo de manzanilla
bendita. Los festejos terminan el domingo e incluyen: la feria, juegos mecánicos,
toros y jaripeo, presentaciones de grupos artísticos locales de danza y música y la
quema de castillos y toritos.
Desde hace décadas, el mes de mayo es escenario de la celebración del
patrono de los campesinos: San Isidro Labrador. El barrio que lo celebra en
Huajuapam se llama San Isidro Oriente para distinguirlo de otro San Isidro,
apodado “el catrín” cuyo templo se ubica en la zona poniente de la Ciudad. La
preparación de los festejos inicia el primero de mayo aunque la celebración
religiosa se realiza del 13 al 15, al que se le llama “el día grande” porque se festeja
al santo y la misa es celebrada por el obispo, pero las fiestas profanas inician
desde una semana antes.
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Antiguamente existía una mayordomía compuesta de 3 mayordomos y una
hermandad de 50 o 60 personas para hacerse cargo de organizar los festejos:
preparar alimentos, comprar la flor, cohetes y pagar la misa principal. Para costear
los gastos acostumbraban sembrar frijol para beneficio del templo llegando a
juntar entre 35 y 40 yuntas y más de 70 personas para trabajar.
Las diferencias de opinión entre los vecinos pusieron fin a esta organización
y se formó entonces un comité de mujeres y finalmente, se nombran “padrinos”
que se apoyan con un comité.
Los primeros días de mayo, la gente del barrio, con ayuda de habitantes de
otros barrios y colonias, arreglan matachines y construyen un enorme toro alusivo
a la celebración. Con él se encabeza la calenda el día 13 de mayo a las 12 del día,
recorriendo las principales calles de la ciudad acompañados de coheteros,
bandas, delegaciones de danza, carros alegóricos y la figura del santo patrono
hecha en tamaño grande. Con ello se anuncia que hay fiesta en San Isidro y se
invita al jaripeo que comienza a las 5 p.m. y termina a las 9 p.m.
El 14 de mayo se conoce como “la víspera” y en él se ofrece una misa al
santo patrón en la cual se celebran las primeras comuniones de niñas y niños del
barrio. Todos los días se celebra una misa de festejo a las seis de la tarde en el
templo. En el barrio se instala la feria: juegos mecánicos, puestos de comida y
antojitos mexicanos, eventos culturales, presentaciones de danza y representación
de la Guelaguetza, concursos de graffiti y la presencia de bandas y mariachis
hasta bien entrada la noche y la celebración de un baile popular. Acostumbran
también celebrar las “octavas”, es decir, a los ocho días se realizan eventos
similares con los que concluye la veneración a San isidro Labrador.
CONCLUSIÓN
La celebración de las fiestas patronales de los barrios de Huajuapam de León se
mantiene a lo largo de su historia. Muchas de esas celebraciones se han
modificado al paso del tiempo incorporando nuevos elementos, desechando otros,
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modificando otros más de acuerdo con las condiciones económicas, sociales,
culturales tecnológicas e incluso políticas que van apareciendo.
En muchas ocasiones las diferencias personales o grupales las han puesto
en riesgo de desaparecer, sin embargo, la tradición, el espíritu solidario y la
conservación de la fe, han permitido preservarlas. El valor y significado que tienen
para los habitantes de los barrios en forma particular y para la población de la
ciudad de Huajuapam en general, ha sido un factor decisivo en su conservación.
Como afirma Guillermo Marín:
En los más de siete milenios en que se desarrolló la civilización “propia-nuestra” del Anáhuac, las fiestas fueron el instrumento social que permitía el potenciar y expandir la energía espiritual que generan los grupos humanos en este tipo de actividades.6
Las fiestas de los barrios huajuapenses van permeando el pensar y el sentir
de los todos los habitantes, originarios o no de la Ciudad, puesto que poco a poco,
los van integrando y apropiando en su ser, en su sentir y en su vivir. Su
intervención en la formación de una identidad cultural característica para
Huajuapam es evidente no solo por los elementos que se repiten en una y otra
celebración, sino porque cada vez más, se incorporan a la cultura popular con un
carácter más general que trasciende sus barrios y se impregna, cohesiona y
sensibiliza a la población.
6 Guillermo Marín op cit.
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FUENTES DOCUMENTALES
BIBLIOGRÁFICAS:
AUGÉ, MARC. (1992) Los “no lugares” espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Trad. Margarita Mizraji Ed- Geisa, Barcelona
ROCA I GIRONA, J. <(2000) “El género de la memoria: familia y mujer”. En
Memoria y Creatividad. I Jornadas de Estudios Barojianos.
SIGNORELLI, A. (1999) Antropología Urbana. Ed. Anthropos, Barcelona. VILLARO, L. “Sobre la identidad de los pueblos” en Olive, L. et Salmeron, F. (ed.),
1994: La identidad personal y colectiva. Pp. 85-100. Ed. U. Nacional Autónoma de México, México.
DIGITOGRÁFICAS:
Archivo: HuajuapanCodex36RMH.JPG
Guillermo Marín “La Calenda Oaxaqueña” (27 septiembre 2006) en Aquí Oaxaca
disponible en:
http://www.aquioaxaca.com/index.php?option=com_content&view=articl
e&id=113:la-calenda-oaxaque&catid=37:articulos&Itemid=43
recuperado 7 de junio de2013.
“La Historia Huajuapense” en Revista de la Ciudad, Expoferia 2007 disponible en:
http://www.paginasprodigy.com.mx/9535320823/pagina65545.html
recuperado 17 de marzo de 2013.
S.A. “Definición de feria” en http://definicion.de/feria/#ixzz2eqJ91nWT recuperado
7 de junio de 2013.