Rollin on Transdisciplina ( o Aquello Que No Se Puede Nombrar) Carolina Ibarra

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ROLLIN ` ON TRANSDISCIPLINA - (aquello que aún no se puede nombrar) por Carolina Ibarra, artista visual. No puede haber nada mejor en la vida que, ciertamente, no saber la verdad. Y para el lenguaje, nada más sano, que lo que no puede ser nombrado. Las preguntas de la vida, el amor, y la muerte, no deberían nunca resolverse y uno debería aprender, por decencia humana y buen gusto ,a maravillarse sin querer saberlo todo y a disfrutar sin intentar definirlo. Después de todo lo que ya sabemos que ha pasado gracias a la globalización e internet , de demolición de las jerarquías ( ver texto Transparencia, Simetría, No jerarquía y Autoconciencia, de noviembre del 2000, Ibarra, Carolina http://www.carolinaibarra.blogspot.com ) , la destitución de un poder definitivo, o la conquista simbólica de los movimientos independientes ha instaurado, al parecer, para no irse, la política winner del looser, el triunfo pálido-y-no-erecto pero definitivo de quien nunca ha sido jefe ( tu y yo) sobre los que siempre han sido jefes. ( los otros ) El triunfo del almacén de barrio sobre el monopolio, del periodismo ciudadano por sobre los grandes holdings de información, el reciclaje del microempresario por sobre el devastamiento ecológico del señor X tras un sillón negro, el triunfo de la pequeña escala por sobre el centro comercial que ocupa ocho mil hectáreas. Ésta revolución comunicacional que está lejos de terminar, equivale a cuando en los grandes movimientos artísticos se popularizaron los pequeños relatos, como cuando aparece la Nouvelle vague o Shakespeare hace giras para la gran primera cadena de teleseries rotativas de la historia en pueblitos de Inglaterra. Ya no hay mitología griega, pero sí la historia de Juanita, cuya historia tiene elementos dramáticos griegos. Cuando hay tanto florecimiento y una polinización verdaderamente obscena de sensibilidades, y discursos que siempre se vuelven políticos gracias a la trascendencia, que aunque no sepan, tienen, debe pasar un tramo de tiempo, para que como las estaciones del año, el nacimiento, la muerte y toda la bendita naturaleza, los procesos decanten y se tranquilicen. De todas aquellas iniciativas que pretendan democratizar la información y la participación en distintas áreas sociales, de planificación urbana, cultural y política, habrán algunas que seguro fracasarán, porque algunas serán demasiado ambiciosas y querrán ponernos a gobernar a todos, lo que es inviable. ( No creo que la pobreza o la injusticia desaparezcan, y si lo hiciera, no tendría porqué luchar) La transdisciplina, o el cruce de lenguajes en el arte, surge en parte, porque no se quiere pertenecer a la academia, porque no se quiere ser encasillado, porque no interesa o no calienta pertenecer, lo que convierte nuestro trabajo en un microrelato en la medida que queda fuera de la oficialidad tranquila. Pienso en obras de permacultura o cirugías en el artista que ocupa su cuerpo como soporte. Lo que es demasiado brillante ciega y lo que no puede definirse perturba, como el mito romántico del artista famoso post-mortem, que no es más que el reflejo de un público masa que soltó la risa mucho después que le contaran el chiste. El advenimiento de los trabajos artísticos que mezclan distintos lenguajes y soportes, quedan

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El triunfo de la autonomía por sobre los monopolios, la subida creciente del río de la independencia que arrasa como un aluvión la holografía y construcción ficticia del poder, éste texto fue escrito para el proyecto ACT02 y la charla realizada en el Museo Benjamín Vicuña Mackena en Santiago de Chile, año 2009. El texto es de Carolina Ibarra,, artista visual. @_nanoartista ( twitter) https://www.facebook.com/pages/carolina-ibarra/119736065453?fref=ts

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ROLLIN ` ON TRANSDISCIPLINA - (aquello que aún no se puede nombrar) por Carolina

Ibarra, artista visual.

No puede haber nada mejor en la vida que, ciertamente, no saber la verdad. Y para el lenguaje, nada más sano, que lo que no puede ser nombrado. Las preguntas de la vida, el amor, y la muerte, no deberían nunca resolverse y uno debería aprender, por decencia humana y buen gusto ,a maravillarse sin querer saberlo todo y a disfrutar sin intentar definirlo. Después de todo lo que ya sabemos que ha pasado gracias a la globalización e internet , de demolición de las jerarquías ( ver texto Transparencia, Simetría, No jerarquía y Autoconciencia, de noviembre del 2000, Ibarra, Carolina http://www.carolinaibarra.blogspot.com ) , la destitución de un poder definitivo, o la conquista simbólica de los movimientos independientes ha instaurado, al parecer, para no irse, la política winner del looser, el triunfo pálido-y-no-erecto pero definitivo de quien nunca ha sido jefe ( tu y yo) sobre los que siempre han sido jefes. ( los otros ) El triunfo del almacén de barrio sobre el monopolio, del periodismo ciudadano por sobre los grandes holdings de información, el reciclaje del microempresario por sobre el devastamiento ecológico del señor X tras un sillón negro, el triunfo de la pequeña escala por sobre el centro comercial que ocupa ocho mil hectáreas. Ésta revolución comunicacional que está lejos de terminar, equivale a cuando en los grandes movimientos artísticos se popularizaron los pequeños relatos, como cuando aparece la Nouvelle vague o Shakespeare hace giras para la gran primera cadena de teleseries rotativas de la historia en pueblitos de Inglaterra. Ya no hay mitología griega, pero sí la historia de Juanita, cuya historia tiene elementos dramáticos griegos. Cuando hay tanto florecimiento y una polinización verdaderamente obscena de sensibilidades, y discursos que siempre se vuelven políticos gracias a la trascendencia, que aunque no sepan, tienen, debe pasar un tramo de tiempo, para que como las estaciones del año, el nacimiento, la muerte y toda la bendita naturaleza, los procesos decanten y se tranquilicen. De todas aquellas iniciativas que pretendan democratizar la información y la participación en distintas áreas sociales, de planificación urbana, cultural y política, habrán algunas que seguro fracasarán, porque algunas serán demasiado ambiciosas y querrán ponernos a gobernar a todos, lo que es inviable. ( No creo que la pobreza o la injusticia desaparezcan, y si lo hiciera, no tendría porqué luchar) La transdisciplina, o el cruce de lenguajes en el arte, surge en parte, porque no se quiere pertenecer a la academia, porque no se quiere ser encasillado, porque no interesa o no calienta pertenecer, lo que convierte nuestro trabajo en un microrelato en la medida que queda fuera de la oficialidad tranquila. Pienso en obras de permacultura o cirugías en el artista que ocupa su cuerpo como soporte. Lo que es demasiado brillante ciega y lo que no puede definirse perturba, como el mito romántico del artista famoso post-mortem, que no es más que el reflejo de un público masa que soltó la risa mucho después que le contaran el chiste. El advenimiento de los trabajos artísticos que mezclan distintos lenguajes y soportes, quedan

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necesariamente fuera. Lo que yo llamo la estética radiohead es aquella que instauró en esta parte del siglo -quizás como habrán hecho J.D.Salinger con el estupendo y siempre adolescente Guardián en el Centeno, y muchos otros que desconozco, antes y después, pero éste es el que a mí me gusta- el triunfo del nerd que opta por quedar fuera de cuadro, como en Las Meninas de Velázquez, quien era muy taquillero y ya sabía que salir de escena era un hito pop-melodramático que siempre vendió y vendería mucho en el arte. La necesidad de estar fuera. El reconocimiento del fracaso. Ésto, que para algunos nos puede resultar muy honesto, también es materia de mercado, está bien, y explica que a Doctor House, lo quieran los productores y las solteras lo deseen con su pata chueca y todo, porque a pesar de ser un brillante genio del descubrimiento de las enfermedades, tiene una vida emocional pobre y miserable, y lo que es peor, lúcidamente asumida en el sacrificio del héroe que por ley de compensaciones no puede tenerlo todo. Como la carta del colgado, que mira desde otro lado, pero que no alcanza a ser incómoda, o la descripción ocultista del Sacrificio ( y cito, sin Creative Commons, a Cirlot: La idea central de las cosmogonías es la del "sacrificio primordial" .Invirtiendo el concepto, tenemos que no hay creación sin sacrificio. Sacrificar lo que se estima es sacrificarse. La energía espiritual que se obtiene con ello es proporcional a la importancia de lo perdido......Los signos físicos negativos : mutilación, castigo, humillación, grandes penalidades o trabajos simbolizan asì las posibilidades contrarias en el orden espiritual. Por ésto la mayoría de leyendas y cuentos folcklóricos, los relatos de héroes, santos y seres excepcionales, abundan no sólo en dolor, sino en esas extrañas situaciones de inferioridad, tan bien expuestas en el cuento de la Cenicienta(1) Lo que queda fuera, la transdisciplina, lo innombrable, lo que junta lo que no se debería, o que insulta por su desparpajo o su arbitrariedad , podría estar, casi al borde de la metafísico, pues no puede ser abordado y su poesía es siempre inalcanzable. La resistencia y el lado B tiene licencias energéticas. En la magia, no se puede dañar lo que no tiene nombre, ni se puede encontrar la escencia del que no tiene foto. Aquel artista que no es ni fu ni fa, ni chicha ni limoná, mantiene un borde que lo defenderá de su propio imán a la comodidad del logro artístico, pero correrá también el riesgo ( al que le quede el sombrero que se lo ponga) de excusarse en el outsider para no establecer una continuidad en su trabajo. El rechazo a lo que tiene de todo pero no es nada es más común en el contexto de países sin historia, donde efectivamente de antes existe la sensación de que no existe la tradición o identidad suficiente como para desplazarla. Por eso a medida que se ha ido reparando una autoestima de la identidad en países tan lindos como el nuestro, se han podido abrir los espacios públicos virtuales y reales a expresiones de arte que no caben en ningún lado, igual que como un adolescente necesita un contexto estable para vivir la rebeldía como corresponde. Aquel proceso de crecimiento, relacionado con el poder, que a veces es más o menos histérico y que seguro en algunos casos necesitarán-sicomagia-para-asumir-que-algo-de-sangre-mapuche-tienen, - tiene como cura o como fertilizante, el establecimiento mediático de la historia y las tradiciones, y la insistencia casi publicitaria por el amor al patrimonio vernáculo, que en los 80 hacían los profesores de colegios pobres y que en los dosmiles habría de agarrar, menos mal, la Concertación. Esta terapia de la autoestima y cariño

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Freicista, Laguista y Bacheletista,( para mí, lejos, lo mejor que han hecho ) ha permitido que, entre otras cosas, los artistas podamos pensar siquiera en cruces de lenguaje sin tener hoyos de la historia que tapar. Si me puedo alimentar, puedo crear – aunque también podría crear sin tener cómo alimentarme - Muchos hemos dejado de un tiempo a esta parte, de preocuparnos de los problemas fácticos del patrimonio y la historia, ( nutrición básica de un contexto cultural) y nos hemos podido dedicar al fin, porque nuestra madre ha lavado la ropa y nos ha hecho la cama, a hacer lo que nos gusta, que es hacer trabajos que nos calienten, indefinibles, que nos dejen dentro o nos dejen fuera, porque no importa y lo que queremos es inseminar lo antiguo y big-bangear lo nuevo, lo que aún no tiene nombre y está muy lejos de encontrar su sitio. (1) Diccionario de Símbolos. Juan Eduardo Cirlot. Ed. Siruela 1997. Texto escrito para libro de ACT 02 ( proyecto de Sergio Valenzuela) sobre transdisciplina en Chile.

AUTOR:Carolina Ibarra

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Santiago de Chile, 2010