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R E L A C I O N E S NÚMERO 124 OTOÑO 2010

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  • R E L A C I O N E SN Ú M E R O 1 2 4O T O Ñ O 2 0 1 0

  • R E L A C I O N E SE S T U D I O S D E H I S T O R I A Y S O C I E D A D

    N Ú M E R O 1 2 4 O T O Ñ O 2 0 1 0

    Religión y política

    E L C O L E G I O D E M I C H O A C Á N

  • REDACCIÓN Y ADMINISTRACIÓN:El Colegio de Michoacán, A.C.

    Martínez de Navarrete núm. 505Fracc. Las Fuentes, C.P. 59699, Zamora, Mich.

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    ISSN 0185-3929Depósito legal

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    La revista Relaciones. Estudios de historia y sociedad, está en los índices Latindex (Sistema Regional de Información en línea para Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal), Clase (Citas Latinoamericanas en Ciencias Sociales y Humanidades), hapi (Hispanic American Periodicals Index), así como en el Índice de Revistas Mexicanas Científicas de América Latina y El Caribe (Red AlyC).

    Con hincapié en México y sus realidades, Relaciones, estudios de historia y sociedad publica contribuciones originales a la documentación, la narrativa histórica o etnográfica y al aná-lisis de la experiencia hispanoamericana, su organización, instituciones, novedades y an-tecedentes. Dentro de esta orientación sustantiva y general, la palabra clave, Relaciones, conjuga dos referentes: (1) uno teórico-metodológico: el estudio de los nexos y nodos (las conexiones y redes) que otorgan una realidad concreta y específica a los procesos complejos de la historia y la sociedad; y (2) otro en las tradiciones político-culturales hispanoamerica-nas: un género descriptivo y narrativo, las “relaciones” para la descripción de las Indias occidentales, que emergió en la conformación del imperio español.

    N. B. La mayor parte de las actividades académicas y publicaciones que realiza El Colegio de Michoacán están subsidiadas por la Secretaría de Educación Pública

    a través del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

    PORTADADevoción, peregrina con el estandarte de la Virgen de San Lucas,

    Tuzantla, Michoacán, 30 de agosto de 2009, foto de Jesús Cornejo. Publicada con autorización del autor.

  • R E V I S T A T R I M E S T R A LP U B L I C A D A P O R

    El Colegio de Michoacán...

    FUNDADOR

    Luis González y González †

    ...D IRECTOR

    Herón Pérez Martínez

    ...CONSE JO DE REDACC IÓN

    Hans Roskamp, Esteban Barragán, Ana María Alba Villalobos, Gabriela del Carmen González,

    Jorge Uzeta, Efraín Cárdenas, Chantal Cramaussel, Genaro Zalpa

    ...CONSE JO ED I TOR IA L

    Martín Sánchez (Presidente), Andrew Roth Seneff, Verenice Heredia, Marco Calderón,

    Martha Chávez, Salvador Pérez, Martín López, José Luis Seefoó y Nicola Maria Keilbach

    ...CONSE JO ASESOR

    Richard N. Adams, Antonio Alatorre, Jaime del Arenal Fenochio, Claude Bataillon,

    Jean Pierre Berthe, David A. Brading, Thomas Calvo, Roberto Cantú, Philippe Caron,

    Juan Manuel Durán Juárez, Jean-Marie Grassin, Robert V. Kemper, Esteban Krotz,

    Jean Marie LeClézio, Thierry Linck, Andrés Lira González, Óscar Mazín,

    Eduardo L. Menéndez Spina, Jean Meyer, José Luis de Rojas, Adeline Rucquoi,

    Mario Humberto Ruz Sosa, J. Benedict Warren.

    ...RESPONSAB LE DE ED IC IÓN

    Reynaldo Rico Ávila

    ...D ISEÑO

    Natalia Rojas Nieto / Impresión y Diseño

    V O L . X X X I N Ú M . 1 2 4 O T O Ñ O 2 0 1 0

  • C O N T E N I D O

    Religión y política

    11 PRESENTACIÓN

    SECCIÓN TEMÁTICA

    David Carbajal López 19 Procesiones: esPacio, religión y Política en orizaba, 1762-1834

    Julia Preciado Zamora 55 el inicio de la conciliación entre la iglesia y el estado: el funeral del arzobisPo de guadalajara francisco orozco y jiménez

    Gustavo Andrés Ludueña91 localidad, modernidad y Performance misional en la migración de religiosos

    católicos a la argentina a comienzos del siglo xx

  • DOCUMENTO

    125 la sociedad salarial mexicana y su comPleja integración social en un contexto revolucionario (PRESENTACIÓN DE PATRICIO HERRERA GONZÁLEZ)

    SECCIÓN GENERAL

    Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell143 Dos visiones en torno a un Problema: las tierras comunales indígenas en oaxaca y michoacan, 1824-1857

    Edith F. Kauffer Michel187 hidroPolítica del candelaria: del análisis de la cuenca al estudio de las

    interacciones entre el río y la sociedad ribereña

    Gerardo Gutiérrez Cham227 argumentación falaz en dos Periódicos religiosos de jalisco. siglo xix

    C O N T E N I D O

  • C O N T E N I D O

    RESEÑAS

    António Matos Ferreira249 Um católico militante diante da crise nacional. manUel isaías abúndio da silva (1874-1914), lisboa, centro de estudos de historia Portuguesa,

    universidade católica Portuguesa, lisboa, 2007, 569 P. (SERGIO FRANCISCO ROSAS SALAS, EL COLEGIO DE MICHOACÁN)

    Gerardo Martínez Delgado254 cambio y pro yecto Urbano. agUascalientes, 1880-1914, aguascalientes,

    universidad autónoma de aguascalientes, Pontificia universidad javeriana de bogotá, fomento cultural banamex, 2009, 399 P. (JESÚS GÓMEZ SERRANO, UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE AGUASCALIENTES)

    Raúl García Flores263 ser ranchero, católico y fronterizo. la constrUcción de identidades en el

    sUr de nUevo león dUrante la primera mitad del siglo xix, colección enah, chihuahua, ciudad de méxico, instituto nacional de antroPología e

    historia, 2008, 286 P. (MARIO ALBERTO MAGAÑA MANCILLAS, MUSEO DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA, MEXICALI)

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    P R E S E N T A C I Ó N

    R

    Religión y política

    Herón Pérez Martínez

    elaciones dedica su número 124 a explorar aspectos de los vastos y muy codiciosos mundos de la religión y la política que se entrecruzan de muchas maneras y muestran, de for-mas muy variadas, cuanto ambos están alimentados y ali-

    mentan amplias y poderosas cuotas del poder cotidiano. Desde los orí-genes de la historia, religión y política han sido los polos que han organizado el poder y han dotado de sentido a la historia de la convi-vencia humana. Si los dioses determinaron las dimensiones y formas de la política tanto en el Antiguo Próximo Oriente como en la Grecia creto-micénica, la política creó sus dioses y los cultivó según sus intereses: los mitos de los dioses dan credibilidad a los gobernantes y éstos constru-yen sus verdades a lomos de la religión como está claro en las fuentes documentales del Pentateuco, documentos híbridos, mitad políticos y mitad religiosos, que recogen y encierran tradiciones ancestrales y ofre-cen explicaciones políticas bajo apariencias religiosas.

    Religión y política tuvieron en la conquista de estas tierras un decisi-vo papel. Es significativa a este respecto, por ejemplo, la portada de una de las dos ediciones de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo que se disputan el honor de ser la editio princeps. La portada de una de las ediciones madrileñas, de 1632 ambas, es un grabado de Jean I de Courbes. Consiste en un pórtico re-matado con un frontispicio partido, en medio de cuyas partes está un escudo real coronando un mundo en que deja ver la leyenda America condita. En el segundo nivel, Hernán Cortés a la izquierda del título de la obra de Bernal y fray Bartolomé de Olmedo a la derecha, ambos ante

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    HERÓN PÉREZ MARTÍNEZ

    sendos pares de columnas corintias, tienen sobre su cabeza el comple-mento del emblema: manu sobre la cabeza de Cortés, ore sobre la de Ol-medo. La mano derecha de Cortés sostiene un escudo en el que se repre-senta el arresto de Moctezu ma en tanto su mano izquierda sostiene el bastón de general. Del otro lado, el escudo sostenido por Olmedo con su mano izquierda representa al mercedario bautizando indios mientras enarbola en la mano derecha una cruz: según esa portada de la primera edición de la Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, América fue fundada por la mano de Hernán Cortés, mediante la espada de la guerra, y por la boca de Olmedo, mediante la predicación. Religión y política se entretejieron siempre y se han convertido en la base para la interpretación de la vida cotidiana de México en los siglos del XVI a este XXI. Ese es, desde luego, el sentido que subyace a la resistencia de los sabios nahuas a los franciscanos llegados a México en 1524 de que habla El libro de los coloquios, editado por fray Bernardino de Sahagún. Ello es documentado por los tres artículos que conforman la sección temática de este número: “Procesiones: espacio, religión y política en Orizaba, 1762-1834”, de David Carbajal López; “El inicio de la conciliación entre la Iglesia y el Estado: el funeral del arzobispo de Guadalajara Francisco Orozco y Jiménez”, de Julia Preciado; y “Localidad, modernidad y per-formance misional en la migración de religiosos católicos a la Argentina a comienzos del siglo xx”, de Gustavo Andrés Ludueña.

    En el primero de estos artículos, “Procesiones: espacio, religión y po-lítica en Orizaba, 1762-1834”, David Carbajal López muestra como en la se gunda mitad del siglo XVIII el espacio público de la villa de Orizaba era recorrido de manera cotidiana por un amplio número de procesiones. Or ganizadas en general por corporaciones religiosas de seglares, en las pro cesiones se mezclaban celebraciones devotas y actos de exhibición profana. En ellas se aprecia una tendencia creciente a la intervención de ac tores externos (el rey primero y luego, tras la independencia, los gobier nos federal y estatal) y a la politización. El autor presenta a las pro cesiones literalmente inundando el espacio urbano de Orizaba, sa-cralizándolo y consagrando el predominio que sobre él tenían las corpo-raciones, sobre todo las religiosas, toda vez que la presencia de cual-quier actor profano era más bien limitada. Religiosidad y predominio corporativos que nadie discutía en aquellos mediados y finales del siglo

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    PRESENTACIÓN

    XVIII, por lo que bien podría decirse que las procesiones formaban parte de una cultura ampliamente compartida, e inclusive gozaban de la acep-tación unánime de todos los actores.

    En el segundo artículo, “El inicio de la conciliación entre la Iglesia y el Estado: el funeral del arzobispo de Guadalajara Francisco Orozco y Ji ménez” El análisis de Julia Preciado, presenta el funeral del arzobispo de Guadalajara como un filtro, una especie de tragaluz, que permite es-tudiar una época a través de la muerte, y de la vida, de un individuo. En este artículo se estudia el funeral del arzobispo de Guadalajara Francis-co Orozco y Jiménez (quien murió en esa ciudad en 1936), partiendo del contexto político y social de la década de los años treinta en Jalisco. La autora parte de la utilización de los funerales de hombres famosos para establecer su función de oportunidad política y, aunque no existan estu-dios de personajes de la Iglesia católica, propone retomar el análisis de los funerales de Estado para estudiar específicamente las ceremonias fúnebres de obispos y arzobispos. En el caso del arzobispo Orozco y Ji-ménez, dice la autora, su funeral sirvió para iniciar la conciliación entre la Iglesia y el Estado. El arzobispo sucesor José Garibi Rivera, junto con la jerarquía de la Iglesia en Jalisco, organizó el funeral de Orozco y Jimé-nez apegándose estrictamente a las normas que dispuso el gobierno lo-cal. Garibi Rivera trató de mostrar, a través de las diferentes ceremonias del funeral, que la Iglesia tapatía estaba dispuesta a iniciar una nueva era de conciliación con el Estado, en una época en la que en el ámbito na cional estaba a punto de romperse el modus vivendi entre la Iglesia y el gobierno civil. Garibi Rivera se encargó en 1936 de que el peso de la lápi-da que cerró la tumba de Orozco y Jiménez, derrumbara también el peso político que cargaba la Iglesia tapatía, concluye la autora.

    En el tercer artículo, “Localidad, modernidad y performance misional en la migración de religiosos católicos a la Argentina a comienzos del siglo XX”, Gustavo Andrés Ludueña afronta una actividad religiosa permanen-te política. Muestra el autor en él cómo durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del siglo XX, una significativa cantidad de congre-gaciones y órdenes religiosas católicas se asentaron en distintos puntos de América Latina. Caracterizada por el encuentro con un otro cultural emergente de una situación singular de desplazamiento geográfico, el despliegue de una estudiada performance misional permitió la edificación

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    HERÓN PÉREZ MARTÍNEZ

    de localidades evangelizadas y evangelizadoras destinadas a la construc-ción de una nueva catolicidad romanizada en el espacio latinoamericano.

    El artículo abre nuevos interrogantes y líneas de investigación acer-ca del rol de religiosos y religiosas católicas que trabajaron y aún traba-jan en América Latina en estos conglomerados sociales. En este sentido, afirmamos que la órbita en la que se desempeñaron los benedictinos, concentrada básicamente en diversos apostolados y atención sacerdotal, hizo de ellos –y seguramente de muchos otros y otras– los hacedores de un modelo ministerial de práctica religiosa que dio como resultado que el proyecto de migración de misioneros tuviera consecuencias en la es-fera estrictamente religiosa y en la secular. En el campo secular, por ejemplo, los misioneros y misioneras prestaron una colaboración para nada menor a la modernización de un Estado en plena constitución a través de la construcción de una singular civilidad.

    El documento que presenta Patricio Herrera González exhibe a una escala reducida los complejos problemas que significaron para México, de principios del siglo XX, reconocer a los trabajadores como sujetos de derecho y participes de la modernidad capitalista. La escala reducida es Zamora, una localidad pequeña que, enclavada en las tierras fértiles del occidente de México, con una incipiente urbanización y fuertemente vinculada a un mercado muy activo de consumidores procedentes de las haciendas y rancherías próximas. En este sentido el documento ofre-ce, desde una escala microscópica, el complejo escenario de la organiza-ción social del trabajo en México, resultado del esfuerzo de múltiples actores sociales y políticos, que no estuvo exento de rupturas, negocia-ciones e indiferencias –por parte de autoridades locales y federales, in-clusive en la propia burguesía revolucionaria– y que la sola existencia de un discurso de transformación y revolución sociopolítica no fue condi-ción para solucionar los problemas estructurales de la clase trabajadora y de paso asegurar la cohesión social.

    Empieza la sección general Luis Alberto Arrioja Díaz Viruell con su artículo “Dos visiones en torno a un problema: las tierras comunales indígenas en Oaxaca y Michoacán, 1824-1857” cuyo propósito es, por una parte, mostrar la posición que asumieron los gobiernos de Oaxaca y Michoacán frente a un componente de su realidad: las tierras comunales indígenas. Y por otra parte, trata de revelar cómo visualizaron las auto-

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    PRESENTACIÓN

    ridades políticas –entre 1824 y 1857– dichas tierras, qué retórica constru-yeron y qué acciones legales desplegaron al respecto. Para el artículo, las grandes coincidencias discursivas que compartieron los gobernantes oaxaqueños y michoacanos fueron sus feroces críticas respecto a unas tierras comunales que visualizaban como ociosas, eriazas, improducti-vas y generadoras de miseria y atraso económico; asimismo, los intentos de promover una reforma agraria que tejiera un puente entre la realidad indígena “carente de civilización” y la realidad de los “hombres de ra-zón”. No obstante, sus discursos se diferenciaron en el entendido de que la preocupación de los gobernantes oaxaqueños era qué hacer con tantas tierras en manos de los indios y cómo privatizarlas sin afectar los intere-ses del Estado, mientras que los políticos michoacanos discutían cómo disolver la condición jurídica de las tierras que los indios arrendaban e hipotecaban a particulares y cómo hacer que las pocas extensiones que usufructuaban pasaran a manos de individuos o unidades agrarias es-trechamente articulados con la economía comercial.

    El autor del artículo deja por resolver la cuestión de por qué en Mi-choacán, Jalisco e incluso Zacatecas existieron poblaciones indígenas con suficientes tierras, poco apego a sus recursos agrícolas y lazos comu-nitarios aparentemente fragmentados; mientras que en Oaxaca, Guerre-ro y Chiapas emergió una realidad completamente opuesta. En este or-den, el artículo termina proponiendo una futura comparación entre dichas realidades a fin de entender –de alguna forma– estos contrastes.

    Viene luego el artículo “Hidropolítica del Candelaria: del análisis de la cuenca al estudio de las interacciones entre el río y la sociedad ribere-ña”, de Edith F. Kauffer Michel que propone analizar el Candelaria a la luz del concepto de hidropolítica. La primera parte se centra en la cuenca hidrográfica del río Candelaria, aborda dos dimensiones del concepto y concluye en torno a la irrelevancia de la cuenca en la materia. La segunda parte evoca las interacciones entre el río y la sociedad ribereña durante tres momentos históricos a la luz de una tercera dimensión del concepto de hidropolítica que aporta mayor complejidad al análisis presentado.

    El artículo concluye que la combinación de escalas y dimensiones de la hidropolítica es posible solamente porque el estudio se fundamenta en una definición amplia del concepto, que se interesa en las interaccio-nes políticas en torno al agua y no solamente en las dinámicas de conflic-

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    HERÓN PÉREZ MARTÍNEZ

    to y cooperación entre Estados nacionales en torno a los recursos hídri-cos transfronterizos. Así, dirigir la mirada sucesivamente del territorio de la cuenca a la historia del río y a las relaciones entre la corriente y los grupos humanos asentados en sus riberas, permite complejizar el análi-sis de la hidropolítica y ampliar la capacidad heurística del concepto. Finalmente, el artículo termina insistiendo en la necesidad de desarro-llar estudios futuros de corte antropológico en torno a las dinámicas locales de las hidropolíticas en el Candelaria.

    Relaciones 124 termina con el artículo de Gerardo Gutiérrez Cham, “Argumentación falaz en dos periódicos religiosos de Jalisco. Siglo XIX” en el que lleva a cabo una investigación en torno a estrategias argumen-tativas sobre discurso religioso en situación de confrontación y debate. El corpus de estudio está conformado por textos de 1874, publicados en dos periódicos jaliscienses de propaganda religiosa, uno católico: La Re-ligión y la Sociedad, y el otro cristiano reformado: La Lanza de San Baltasar. Le interesa la perspectiva contrastiva de confrontación polarizada. Se propone mostrar el funcionamiento pragmático-discursivo de argu-mentos falaces que funcionaban como actos de habla especiales de “ata-que” y “defensa”. Teóricamente, el autor parte del modelo pragma-dia-léctico de las falacias argumentativas Grootendorst, Anscombre / Ducrot y Hamblin. Intenta mostrar cómo es que la defensa ideológica de prácticas y creencias religiosas puede ser reforzada desde las “perife-rias” de la racionalidad, mediante el predominio de argumentos falaces; de modo que los temas a discutir pasan a segundo plano.

    El artículo muestra que los procedimientos de discusión, refutación y constatación verificativa en los discursos del corpus analizado se llevan a cabo, en buena medida, mediante argumentos falaces que aún y cuan-do pueden ser vistos desde una perspectiva lógica, como razonamientos “deficientes”, también es un hecho que desde una perspectiva pragmáti-ca, esos mismos argumentos falaces cumplen un papel muy importante en la transmisión persuasiva de mensajes polarizados. En el corpus se hace evidente que una de las falacias más reiteradas es la de ataque per-sonal, o falacia ad hominem. Mediante esta falacia era posible generar un “movimiento” del foco argumentativo, de manera que lo importante ya no era el contenido mismo de las argumentaciones, sino la fuerza de los ataques y el desprestigio que se lograra conseguir de los otros.