Psicoterapia analítica funcional

Lina MartinezErika GutierrezJuliana Bonilla

La PAF produce el cambia atreves de contingencias de reforzamiento naturales y curativas que suceden dentro de una relación terapeuta-cliente emocional, cercana y con un alto grado de implicación.

La Psicoterapia analítico-funcional fue desarrollada por los psicoterapeutas de la Universidad de Washington Robert J. Kohlenberg y Mavis Tsai. Basada en el conductismo radical de B.F. Skinner, se propone como la primera metodología terapéutica basada en los resultados de la experimentación.

La terapia PAF es una forma de terapia de conducta que enfatizo el uso de la relación terapeuta-cliente a objeto a utilizar con toda su intensidad las oportunidades de aprendizaje que surgen en la sesión terapeuta, por ejemplo intervención in vivo.

Su psicoterapia se centra en manejar las variables que el terapeuta tiene a mano para modelar, aumentar o reducir ciertas conductas.

Psicoterapia analítica funcional y terapia de

aceptación y compromiso

La PAF valora las oportunidades in- vivo, es decir la aparición real de los problemas del paciente en su interacción con el terapeuta un ejemplo claro de esto es aprender a conducir conduciendo un coche con un instructor, frente a hacerlo mediante instrucciones verbales.

La PAF emplea varias estrategias terapéuticas

a. Estar atento a la aparición

b. Provocar

c. Reforzar

Atención a las conductas clínicamente relevantes: (CCR) esta estrategia es la más importante ya que por si sola conduce un tratamiento más intenso y efectivo.

Provocar (CCR2): fingir situaciones tales como: llegar tarde a la consulta o enfadarse con un cliente, no son recomendables pues es incongruente con la relación honesta y cercana que la PAF sugiere.

Reforzar (CCR2): el reforzamiento es un término técnico que se refiere al cuidado y fortalecimiento que el terapeuta ejerce sobre las mejorías que se producen en la consulta.

Un terapeuta hábil en la detección de CCR tiende a tener también mayor facilidad para fomentar e incentivar naturalmente a los clientes a objeto de que abandonen patrones auto inculpatorios que aparezcan in- vivo.

Es recomendable confiar en las reacciones naturales del terapeuta en lugar de usar oraciones estereotipadas como “eso es genial” o “estupendo” que pueden ser vistas por el cliente como falta de sinceridad.

Referencias

Caballo, V. (2008) Manual de técnicas de terapia y modificación de conducta. España. Siglo veintiuno de España editores, S.A.