Psicosis Inducida Por Drogas

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Psicosis inducida por drogas. Definición: La psicosis es un cuadro de alteración del estado mental, cuyo hecho principal es la alteración del juicio de realidad, lo cual puede o no ir acompañado de alteraciones de la sensopercepción como alucinaciones, episodios de despersonalización, etc. Su causa puede ser orgánica (epilepsia frontal), una enfermedad psiquiátrica (esquizofrenia, trastornos del ánimo) o un agente exógeno. Dentro de este último grupo, destaca por su relevancia clínica la psicosis inducida por el consumo de drogas de abuso, siendo las más clásicas el alcohol, la marihuana y la cocaína. Trastorno psicótico por alcohol: Se presenta generalmente durante períodos de uso continuo y excesivo de alcohol, durante crisis de ingestión caóticas en dependientes severos o en la privación. El delirium tremens, puede ser precedido de experiencias alucinatorias transitorias. Esta entidad, que puede en ocasiones constituir una emergencia médica, se presenta en pacientes con grave dependencia que sufren una abstinencia absoluta o relativa de alcohol. Se caracteriza por un prodromo de insomnio, temblores y miedo, tras lo cual se presenta la tríada clásica de delirium, alucinaciones y temblor intenso, lo que puede o no asociarse a ideas delirantes de tipo paranoideo. Su principal tratamiento es la prevención del síndrome de deprivación con benzodiazepinas en los pacientes alcohólicos crónicos. Una vez instalado, su manejo debería realizarse en una unidad de cuidado intermedio, y se debe manejar la agitación con medidas de contención y neurolépticos, asociado al uso de benzodiazepinas. La alucinosis alcohólica consiste en alucinaciones visuales o auditivas que ocurren durante o luego de un período de consumo excesivo de alcohol. Es un cuadro que se recupera en días a semanas, posterior a la suspensión del consumo, pero en ocasiones puede persistir hasta 6 meses, y obligar a su tratamiento con neurolépticos. Si esto ocurre, debe ser derivado a especialista para descartar esquizofrenia u otros trastornos psicóticos. Psicosis asociada a Cocaína: se parece a la esquizofrenia en su sintomatología alucinatoria, pero, a diferencia de ésta, puede producirse alteración de conciencia y desorientación, además de que generalmente se disipa en pocas horas a días. Rara vez pueden quedar síntomas residuales que persistan hasta un año. Marihuana: Se trata de un cuadro breve de sintomatología alucinatorio- delirante, con alucinaciones visuales y auditivas y delirio persecutorio, que se gatilla con mayor facilidad en pacientes con patología psiquiátrica subyacente. En ningún caso produce cuadro psicóticos crónicos, y la sintomatología revierte una vez suspendido el consumo. Anfetaminas: Se presenta durante la fase crónica del consumo en altas dosis. Sus características principales son ideación paranoide, con ideas de referencia y un sistema delirante marcadamente estructurado. En su

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Psicosis inducida por drogas.

Definición: La psicosis es un cuadro de alteración del estado mental, cuyo hecho principal es la alteración del juicio de realidad, lo cual puede o no ir acompañado de alteraciones de la sensopercepción como alucinaciones, episodios de despersonalización, etc. Su causa puede ser orgánica (epilepsia frontal), una enfermedad psiquiátrica (esquizofrenia, trastornos del ánimo) o un agente exógeno. Dentro de este último grupo, destaca por su relevancia clínica la psicosis inducida por el consumo de drogas de abuso, siendo las más clásicas el alcohol, la marihuana y la cocaína.Trastorno psicótico por alcohol: Se presenta generalmente durante períodos de uso continuo y excesivo de alcohol, durante crisis de ingestión caóticas en dependientes severos o en la privación. El delirium tremens, puede ser precedido de experiencias alucinatorias transitorias. Esta entidad, que puede en ocasiones constituir una emergencia médica, se presenta en pacientes con grave dependencia que sufren una abstinencia absoluta o relativa de alcohol. Se caracteriza por un prodromo de insomnio, temblores y miedo, tras lo cual se presenta la tríada clásica de delirium, alucinaciones y temblor intenso, lo que puede o no asociarse a ideas delirantes de tipo paranoideo. Su principal tratamiento es la prevención del síndrome de deprivación con benzodiazepinas en los pacientes alcohólicos crónicos. Una vez instalado, su manejo debería realizarse en una unidad de cuidado intermedio, y se debe manejar la agitación con medidas de contención y neurolépticos, asociado al uso de benzodiazepinas.La alucinosis alcohólica consiste en alucinaciones visuales o auditivas que ocurren durante o luego de un período de consumo excesivo de alcohol. Es un cuadro que se recupera en días a semanas, posterior a la suspensión del consumo, pero en ocasiones puede persistir hasta 6 meses, y obligar a su tratamiento con neurolépticos. Si esto ocurre, debe ser derivado a especialista para descartar esquizofrenia u otros trastornos psicóticos.Psicosis asociada a Cocaína: se parece a la esquizofrenia en su sintomatología alucinatoria, pero, a diferencia de ésta, puede producirse alteración de conciencia y desorientación, además de que generalmente se disipa en pocas horas a días. Rara vez pueden quedar síntomas residuales que persistan hasta un año.Marihuana: Se trata de un cuadro breve de sintomatología alucinatorio-delirante, con alucinaciones visuales y auditivas y delirio persecutorio, que se gatilla con mayor facilidad en pacientes con patología psiquiátrica subyacente. En ningún caso produce cuadro psicóticos crónicos, y la sintomatología revierte una vez suspendido el consumo.Anfetaminas: Se presenta durante la fase crónica del consumo en altas dosis. Sus características principales son ideación paranoide, con ideas de referencia y un sistema delirante marcadamente estructurado. En su etapa inicial existe suspicacia exploratoria en la cual el paciente observa continuamente a los demás, tras lo cual el paciente comienza a sentir que los demás lo están mirando y siguiendo. Si el consumo continúa, aparece la alucinación, para posteriormente perder el insight y desarrollar delirios persecutorios estructurados. Clínicamente esto se evidencia por un paciente confuso, con pánico; o como un estado de fuga asociado a brotes de violencia. Los pacientes desarrollan además conductas estereotipadas complejas (“desarmar cosas”). Posteriormente aparece aislamiento social y conductas bizarras. Dado su característica progresividad, y la desintegración de personalidad que provoca, puede simular fácilmente una esquizofrenia.Tratamiento agudo: es necesario generalmente cuando la psicosis se asocia a agitación. Su objetivo es salvaguardar la integridad del paciente y de los que lo rodean. Por lo tanto, su primer paso es el control de la agitación, que se puede realizar mediante medidas físicas, asociados al uso de haloperidol en dosis de 5-10 mg ev y lorazepam 4 mg ev; dosis que pueden ser repetidas hasta obtener el efecto deseado. Se debe asegurar la vía aérea, tanto para mantener su permeabilidad, como para disminuir el riesgo de aspiración. No debe olvidarse el uso de tiamina en dosis de 50 – 100 mg. ev/d, en el caso de pacientes alcohólicos.