Proyecto pedagógico grupo juvenil 2015
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1. IDENTIFICACION:
NOMBRE DEL PROYECTO: “Grupo Juvenil Gonzalino de Crecimiento Espiritual”
2. EL COLEGIO GONZALO JIMENEZ NAVAS
Cuenta con una matrícula efectiva de 2281 estudiantes, para sus tres sedes, A, B y C, distribuidos en tres jornadas mañana, tarde y noche, contando con un total de 81 grupos.
La comunidad educativa proviene de los sectores poblacionales urbanos como: La Cumbre, Panorama, García Echeverry, Villa Alcázar, Sendas, Prados del sur, Santana, Asovisur,
Corpovisur, Villa Esperanza y el Páramo, así como de otros sectores rurales adyacentes a la institución en menor cantidad.
El radio de acción del colegio, cuenta con una población aproximada de 100.000 habitantes.
El sector está constituido por viviendas básicas y apartamentos, que corresponden a unidades residenciales de estrato socioeconómico 0, 1 y 2. El material de las viviendas corresponde a
material mixto, y cuenta con un sistema de alcantarillado, luz, y agua potable. Se observa que una de las principales fuentes de ingreso proviene de actividades de comercio
formal e informal, servicio doméstico, la construcción, vigilancia y algunas microempresas dedicadas a la producción de calzado, textil y alimentos, aunque aún existe un elevado índice
de desempleo y empleo informal. Existe presencia de campamentos o invasiones a sus alrededores, con bajos recursos
económicos y con necesidades básicas insatisfechas: salud, vivienda, alimentación, educación, vestuario recreación y realización personal. Los habitantes del sector viven en
condiciones de extrema pobreza, por lo general desplazados por la violencia, y bajo nivel educativo, donde no es fácil lograr una identidad cultural específica.
2.1. DESCRIPCIÓN DEL CONTEXTO DE LA COMUNIDAD ESTUDIANTIL GONZALINA “Dimensión Espiritual”:
Si se ha dado una formación espiritual adecuada y permanente en la niñez y en la pre-adolescencia, por lo general nos encontraremos con adolescentes o jóvenes deseosos de conocer los medios que le pueden llevar a la autenticidad y a la vivencia coherente de su fe.
Si por el contrario, no han tenido esta formación, deberemos estimar en su justo valor las ventajas y desventajas ofrecidas por estas etapas para llevarles a encontrar el sentido de su
vida a la luz de la fe. Por una parte, su juventud les propone ideales y deseos de transformar la sociedad. Buscan
y necesitan modelos, y el mayor que podemos presentarles es Cristo. Son críticos y rechazan cuanto les parece mal en sus mayores, aman y admiran a sus formadores auténticos. Necesitan ser vistos con esperanza y sentir que se confía en ellos.
COLEGIO GONZALO JIMENEZ NAVAS Código: PM-02-FI04
ESTRUCTURACIÓN DE PROYECTOS PEDAGÓGICOS
DE FORMACIÓN
VERSION 01 DE 12/09/2013
Página 1 de 10
COLEGIO GONZALO JIMENEZ NAVAS Código: PM-02-FI04
ESTRUCTURACIÓN DE PROYECTOS PEDAGÓGICOS
DE FORMACIÓN
VERSION 01 DE 12/09/2013
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Por otro lado, los medios de comunicación social no dejan de bombardearlos continuamente con anti-valores, y ello se refleja en:
La frialdad e inmadurez en la vivencia religiosa, a lo cual sigue la huida de todo compromiso y esfuerzo espiritual.
En el deseo y búsqueda de una libertad mal entendida.
Cuántas mentes juveniles vegetan en la penumbra, en el crepúsculo, en una incertidumbre penosa. Se creen libres, porque no están sujetos a nada; se creen inteligentes porque someten todo a discusión; se creen grandes, porque tienen la enfermedad de la duda que les desvincula
de toda solidaridad en el diálogo con los demás y con sus propias certezas, y todo porque no conocen ni tienen a Cristo.
Poner el valor personal en lo que se tiene, o en lo que se hace, y no en lo que se es. Hemos visto con pena cómo otros muchos no encontraban el sentido de sus vidas. Optaban
y siguen optando por otros caminos fáciles que no conducen ni a la realización completa del hombre ni a su eterna salvación: acumular riquezas, dejarse arrastrar por placeres efímeros o
vanidades mundanas, adquirir prestigio o poder. Por desgracia, un buen número de jóvenes, se siente como encandilados por todos estos ofrecimientos de una sociedad cada vez más materialista. Muchos de ellos, desengañados de todo, emprenden la fuga hacia la droga, el
sexo o el alcohol arruinando su existencia y vendiendo su felicidad al mejor postor.
Sed espiritual pero, miedo al compromiso. Pueden sentirse atraídos a sectas y modas pasajeras.
Conciencia poco formada o deformada. Comenta un conocido teólogo suizo: “El joven quiere ser distinto de los demás, aspira a lo
sublime y a una mayor libertad, pero se viene abajo, se queda rezagado por detrás de su ideal y poco a poco se resigna también a ser “uno más”. (Hans Urs von Balthasar, Tu coronas el
año con tu gracia. Encuentro Ediciones. 1997, p. 235). Es así, como nuestra comunidad Gonzalina no es ajena sino por el contrario se encuentra
inmersa en la realidad anteriormente expuesta que nos exige como Institución el plantearnos estrategias que nos permita acompañar el proceso de formación integral y en especial el
fortalecimiento de la dimensión espiritual de nuestros estudiantes creando espacios fuera del aula de clase que les permita el encuentro con su realidad personal, su constante reflexión, la construcción de proyectos personales de vida, el arraigo y la identificación de principios y
valores siempre enmarcados en su experiencia de fe a través del Evangelio. Por tanto, se hace necesario la visualización y concreción de retos tales como:
Formar su conciencia, su voluntad, sus sentimientos. Darles las herramientas necesarias
que les permita transformarse en adultos maduros y coherentes.
Presentarles ideales altos, proponerles retos adecuados pero exigentes a la vez, siempre
motivando y acompañando. Darles metas concretas a corto, mediano y largo plazo para que ellos puedan observar los logros y avances.
Ayudarles hacerse independientes del grupo o la presión social, a tener sus propios valores y normas de conducta y a ser coherentes cueste lo que cueste para no resignarse a ser uno más.
Ayudarles a Fomentar la amistad con Cristo.
Llevarles a entender el fundamento de su autonomía, su libertad y su capacidad de optar
en la vida que les permita una mejor resolución de conflictos, un manejo de su asertividad
y una toma de decisiones con conciencia.
La auto-reflexión personal que les permita el identificar las situaciones no resueltas o las circunstancias que limitan su praxis para que con la iluminación del Evangelio se pueda encontrar una forma de poder sanar las heridas con el objetivo de alcanzar una plena
realización personal.
Juan Pablo II, en Catechesi Tradendae, nos dice que "desde la infancia hasta el umbral de la madurez, la formación espiritual se convierte en una escuela permanente de la fe, y sigue de este modo las grandes etapas de la vida como faro que ilumina la vida del niño, del
adolescente y del joven".
Por otro lado, la propuesta de este camino de fe para los niños, adolescentes y jóvenes exige -cada vez más- estar en contacto con la realidad, en la búsqueda de caminos y horizontes que hagan comprensible y significativa la Buena Noticia de Jesús. Sabemos también que la cultura
actual y su mercado ofrecen un panorama tan diverso de ideas, valores y comportamientos que resulta realmente abrumador. Este panorama influye, pues, notablemente, en grado
diverso y según el lugar en que se vive, en la religiosidad de tales destinatarios.
Es así, como el área de Educación Religiosa y Educación Ética y en Valores Humanos del
Colegio Gonzalo Jiménez Navas presenta el proyecto pedagógico “Grupo Juvenil Gonzalino de crecimiento espiritual” como respuesta a la necesidad de crear nuevos espacios que
complementen la formación espiritual implementada en el aula de clase. 3. NOMBRES Y ROLES DE LOS INTEGRANTES DEL GRUPO DE TRABAJO
NOMBRE ROL CARGO QUE DESEMPEÑA EN LA
INSTITUCIÓN
JOSE LUIS GARCÍA BUENO Coordinador Docente de Educación Religiosa MARIELA BARRAGAN PINEDA Docente área Lengua Castellana
4. JUSTIFICACIÓN
Nuestras aulas de clase se han convertido en el fiel reflejo de la reconceptualización de valores para unos o en una crisis de valores para otros que se da en el interior de la sociedad y que
directamente trasciende en las relaciones interpersonales de nuestros estudiantes. Es así, como el engaño, la hipocresía, la envidia, el fraude, la superficialidad, entre otras muchas
cosas, hacen parte de nuestra cotidianidad como herencia de una sociedad quebrantada en valores.
“Mi vida no tiene sentido”, “No creo en el amor”, “la amistad no existe”, “la vida es muy injusta”, “puedo hacer con mi vida lo que yo quiera”, “estoy deprimid@”, “mi familia es un asco”, hacen parte de una sinnúmero de frases que se escuchan al interior del aula de clase y que denota
a una juventud que pese a los pocos años de vida ya se está cansando de vivir, de luchar por alcanzar sus ideales o de simplemente no encontrarle sentido a su existencia.
Ante esta realidad latente, la educación debe brindarle a nuestros jóvenes, nuevos escenarios que le permitan espacios de encuentro personal que faciliten la reflexión autocrítica de sus
actos, el establecimiento de metas a corto, mediano o largo plazo en su crecimiento personal, el reencuentro con sus lazos afectivos familiares, el acercamiento a Dios y su evangelio y en
la apertura al otro como un ser único, distinto, exigente y amoroso todo enmarcado en la experiencia de grupo.
Como respuesta a este reto coyuntural que nos presenta nuestro quehacer pedagógico, el área de Educación Religiosa y Educación Ética y en Valores Humanos presenta el Proyecto
Pedagógico “Grupo Juvenil Gonzalino de Crecimiento Espiritual” que tiene como objetivo la conformación, estructuración y desarrollo de un grupo juvenil que permita el afianzamiento y proyección de valores y principios cristianos que redunde en el bienestar del diario acontecer
de nuestra Institución y entorno.
Este proyecto tiene como finalidad que nuestros estudiantes Gonzalin@s tengan un espacio de reflexión fuerte acerca de su experiencia de vida permitiéndoles descubrir que todo problema o dificultad siempre será una oportunidad de crecimiento personal; que sólo no
puede desarrollarse y que su grado de apertura al otro dependerá su plenitud personal; y lo más importante que Dios es la fuente inagotable de amor y de vida ante la soledad, la angustia,
la aflicción, etc, por la que suelen atravesar. 5. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA:
El grupo es una respuesta a la sed que tiene el joven de afirmarse personal y socialmente. En el grupo el joven afirma su propia personalidad, ya que ahí se siente conocido, aceptado
estimado y realizado. En el grupo el joven se relaciona con otras personas de su misma edad y aprende a
comunicarse, a convivir, a participar y comprometerse en algunas actividades comunes.
En el grupo se satisfacen las necesidades básicas de toda persona: afecto, aprobación, seguridad, apoyo y solidaridad.
Pero el grupo no es solamente un medio pedagógico adecuado que ayuda a madurar la identidad personal y social del joven. El grupo es algo más: es una experiencia de Iglesia.
En el grupo el joven experimenta vitalmente a la iglesia como una comunidad que cree en Cristo, que comparte y celebra la fe, que vive en el amor fraterno, el grupo es por tanto el
ámbito ideal de la experiencia de fe y del inicio de la vivencia comunitaria de la iglesia 5.1. EL GRUPO JUVENIL
El grupo de jóvenes constituye un marco muy importante para situar el proceso de educación en la fe y de personalización de la experiencia. El grupo se presenta como la indispensable
mediación eclesial para los jóvenes. La opción pastoral por el grupo es mucho más que una
opción de método y de estilo, es una opción de contenido: el grupo es ya una experiencia de Iglesia. Es cierto que el grupo no es "la" Iglesia, y en este sentido hablamos de él como mediación, y no puede pretender totalizar la pertenencia eclesial que degeneraría en grupos
cerrados. No basta la sola pertenencia a un grupo para alcanzar un maduro sentido de pertenencia eclesial, necesita abrirse a la comunidad eclesial, sentir que forma parte de la
institución eclesial. Pero el grupo es ya en sí una experiencia eclesial, una experiencia de Iglesia para el joven, el ámbito donde descubre cómo vivir la Iglesia, y la mediación que lleva a abrirle a la comunidad total.
Mediante el grupo, la comunidad eclesial adquiere una dimensión más a medida del joven,
más cercana a las reales exigencias de cada uno. En el grupo, las propuestas se encarnan en modelos concretos de comportamiento que facilitan la transmisión e interiorización de los valores, en contraste con las propuestas deformantes de la sociedad. En el grupo, la Iglesia
se torna experiencia viva, próxima, ya sea por la escucha de la Palabra de Dios y la catequesis, como por el clima eclesial que lo invade. En el grupo, los jóvenes viven reales experiencias de
corresponsabilidad y se tornan capaces de asumir compromisos apostólicos. En el grupo la presencia amiga del adulto como animador y educador de la fe, se torna experiencia viva del amor de Dios Padre que acoge a todos. El grupo es, por tanto, lugar privilegiado para una
educación personalizante, capaz de promover el crecimiento humano, de abrir a un anuncio explícito de la fe, de ser mediación de una motivada experiencia eclesial.
No basta con vivir una buena experiencia de grupo. La pertenencia al grupo llega a ser mediación de pertenencia eclesial si el grupo en sí mismo es "eclesial". Todo grupo natural
puede tornarse lugar de educación integral, humano-cristiana si, desde dentro, el educador de la fe estimula a un crecimiento continuo de autenticidad humana y cristiana.
5.1.1. ETAPAS DEL GRUPO JUVENIL
Todo grupo sea de jóvenes o de adultos, nucleado con fines religiosos o con cualquier otro
fin, tiene su propia evolución. Se desarrolla durante un determinado período de tiempo en el que va pasando por sucesivas etapas. Numerosos aportes han sido publicados sobre esta
realidad. Casi todos admiten que las fases y secuencias son comunes en la gran mayoría de los casos, aunque los contenidos y la duración de las mismas varían según la clase de grupo y la tarea que éste desarrolle. Muchos autores comparan la vida y crecimiento del grupo con
la vida y el crecimiento de las personas, desde su nacimiento hasta la muerte. Lógicamente, el grupo no es igual a la persona pues tiene sus leyes propias basadas en la interrelación y en
la toma de conciencia colectivas. Pero pasa por fases muy similares y se desarrolla en etapas muy semejantes a las del crecimiento humano.
Es necesario aclarar que al hablar de etapas no se pretende decir que éstas se dan de manera mecánica y obligatoria; evidentemente, no hay límites absolutamente claros entre una etapa
y otra, puede pasar en algunas veces una se superpongan a otras e incluso que ocasionalmente se pueda saltar alguna de ellas. Con todo, parece importante tener conciencia de existencia y su aporte para entender lo que sucede en la vida de los grupos.
NACIMIENTO
El grupo nace como la persona nace... con gran dificultad. Como la vida que comienza necesita muchos cuidados pues existe el peligro de una muerte prematura. Como recién nacido, se sorprende por lo que lo rodea, balbucea sus primeras palabras y da sus primeros
pasos con incertidumbre, pero al mismo tiempo se alegra porque comienza hablar, porque
prestan atención a su lenguaje y porque descubre que es capaz de moverse y andar. Gusta estar junto a otros y sentirse en grupo... Como la madre para el recién nacido, es importante la presencia del asesor para acompañar los primeros momentos del grupo que nace. Se dan
unas necesidades básicas que son: necesidad de inclusión-pertenencia; necesidad de tener una voz activa, necesidad de cariño y necesidad de un sentido espiritual.
PRIMERA INFANCIA
El grupo comienza a crecer... Aunque muchos comienzan a participar sólo para ver que pasa
o qué se puede hacer, no hay mayor conocimiento interpersonal, se es muy dependiente del asesor y se tiene el afán inmediatista de conseguir enseguida grandes cosas, se va
descubriendo lentamente que es posible que distintas personas puedan llegar a hacer algo en común. Pese a que existen todavía temores y expectativas no expresados y no hay objetivos definidos, se empieza a vislumbrar hacia donde se va. Se siente gusto por estar juntos, por
apoyarse y acompañarse mutuamente y crece el deseo de conocerse más y de llegar a tener una identidad propia. Esta vivencia grupal favorece la relación sistemática con otros que
generalmente piensan distinto, tienen experiencias diferentes, gustos variados y escalas de valores que no siempre coinciden con la propia. Es un tiempo de imaginación de planes fabulosos y de imitación de otros grupos. Lo sensible juega un papel importante, por lo que
fácilmente surgen disputas, se asumen entusiastamente responsabilidades que luego no se pueden cumplir y hay poca capacidad de evaluación. Es tiempo de momentos amargos y
momentos agradables.
ADOLESCENCIA
Es el momento de toma de conciencia del yo grupal, de las crisis de integración y de autoridad, de la búsqueda de sentido del grupo y de su ubicación en la realidad. Es el momento de su
afirmación como grupo y su búsqueda de identidad y de los caminos para su realización. Es tiempo de crecimiento, de incertidumbres, de definiciones, de marchas atrás y marchas
adelante. Frente a la crisis, el grupo se autoafirma o se desintegra. Es muy importante identificar la fuente de la crisis. El diálogo se hace fundamental. Con su experiencia y sus conocimientos el asesor podrá prestar también una ayuda invalorable. En la profundización
de la interrelación personal que hace surgir un “nosotros” del grupo, en la búsqueda de todo lo que haga “sentirse bien en el grupo” y en la realización de acciones que permitan poner en
práctica sus ideales, surgen caminos de superación de la crisis y de nuevas etapas de maduración.
JUVENTUD
Si supera la crisis, el grupo alcanza mayor estabilidad, va logrando una personalidad grupal
más definida, adquiere más autonomía respecto al asesor, profundiza relaciones humanas, asume compromisos con más seriedad, comienza a definir una escala de valores, busca el verdadero sentido del amor, se abre más a la realidad social y comienza a tomar opciones
importantes en la vida. La propia maduración lo lleva a buscar más el sentido comunitario y la efectividad, a definir sus objetivos de manera más realista y a exigir compromisos concretos y
firmes a sus integrantes.
ADULTEZ
Un grupo es adulto cuando es ya casi una comunidad sincera y sin barreras, con objetivos claros y definidos, con decisión de continuar juntos, con niveles de comunicación profunda y
corrección fraterna, con aceptación mutua incondicionada, con un compromiso encarnado en la realidad y con una organización que le permita cumplir con los fines previstos. Cuando esto
se logra, el grupo descubre la necesidad de ser multiplicador y de hacer nacer de él otros grupos con impulsos nuevos. Aunque puede suceder, también que el grupo sienta que ha llegado a la meta caiga en la tentación de estancarse y descansar.
MUERTE-VIDA NUEVA
El grupo no puede permanecer para siempre. No es inmortal. Así como la familia se divide y se forman nuevas familias, así el grupo está llamado a multiplicarse y a formar nuevos grupos. No se trata de morir y desaparecer, sino de transformarse y seguir viviendo de una manera
nueva. Es la ley del crecimiento, la ley de todo grupo rico en potencialidades que no se encierra en sí mismo. Los nuevos grupos podrán independizarse y realizarse según su propia
creatividad, pero manteniendo una activa coordinación entre ellos. Si este necesario morir para volver a nacer no se produce, los grupos se hacen generalmente rutinarios, comienzan a conformarse con poco, viven pensando sobre todo en el pasado, se estancan en su proceso
de crecimiento y terminan finalmente por morir sin generar vida nueva. 5.2. LA DIMENSIÓN ESPIRITUAL
Hace referencia a la experiencia interior más profunda de la persona, que la conduce a dotar de sentido y propósito a las propias acciones y existencia, sean cuales sean las condiciones
externas, lo que significa aprender cómo encontrar disfrute en la experiencia cotidiana; a contar con un sistema de valores y con el compromiso de aplicarlos; a centrarse en algo que
va más allá de uno mismo, esto es, a trascender; al uso del propio potencial creativo; a la contemplación de la vida y a aprovecharla de acuerdo con las propias aspiraciones y convicciones y las del grupo al que se pertenece. Incluye realizar las prácticas asociadas a la
fe, la creencia o los valores morales que se profesan. Supone contar con un sistema de pensamiento que permita comprender la vida, su dirección y su expresión, que oriente
elecciones y juicios, organice proyectos, dote de dirección última a nuestras acciones individuales. Puede nuestra vida estar impregnada de espiritualidad, entendida ésta como una relación personal con el ser trascendente, creer en un Dios, como una relación personal con
lo que existe, una fuerza unificadora en sí misma, que conduce a sentir inclinación por la vida y unidad con el cosmos. Precisa para su desarrollo de un cierto grado de maduración en los
procesos de dimensión biológica y psicológica que hacen posible la conciencia y la intencionalidad. 5.3. EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL
¿Cómo se produce el cambio interior en nuestras vidas? ¿Quién lo produce?
¿Es verdad que cuando nuestro ser cristiano pasa por momentos de purificación sale mucho más fuerte? En numerosas ocasiones buscamos encontrar explicaciones por nosotros mismos
olvidándonos de Dios y de todo el proceso de la vida espiritual. Muchas personas quieren entender de golpe y porrazo, sin ningún proceso por medio. Esto en la vida espiritual es
simplemente imposible. Necesitamos un recorrido humano y espiritual para poder llegar a terminar la obra buena que Dios ha comenzado en nosotros. Nuestra vida tiene que ser un proceso, un camino hacia la plenitud de Dios y ese proceso
conlleva no solamente momentos de alegría, sino dificultades, tropiezos, obstáculos y oscuridades. El que aparezcan estas cosas no significa que estamos retrocediendo sino todo
lo contrario. Para poder llegar a comprender bien todas las cosas es necesario detenernos en ellas, saber aceptar las diversidades de la vida y de nuestro propio ser, tener un sentido de contemplación
y saber ver detrás de todo ello una intención amorosa; saber vivir con aceptación.
La aceptación no es pasividad. La pasividad es meramente una actitud receptora, no hay nada activo por parte de la persona. Sin embargo, la aceptación requiere un salir al paso de, un
reconocer que en eso que nos pasa podemos encontrar muchas cosas positivas, sacar provecho, aunque ahora no entendamos el por qué, sospechamos que lo entenderemos de
verdad en el futuro. Queremos comprender todo, razonar todo, saber todo. Y sin embargo no es así. ¿Cuántas
cosas no comprendemos ni tan siquiera en la naturaleza? ¿Cómo para comprender los fenómenos que pasan en nuestro interior y en los cuales no es fácil penetrar?
Ya le decía Jesús a Nicodemo, que el viento no sabemos de dónde viene ni a dónde va, pero cuando sopla sentimos su presencia en nosotros (Jn 3,8). Así es el espíritu de Dios, no sabemos hacia dónde se orienta, pero sin embargo ESTÁ PRESENTE.
Así es para el orante, así es para toda persona. Pero no pensemos que todo es oscuridad sin
nada de luz. Porque el proceso de oscuridad, de purificación, tanto en la vida como en la oración, pasa por una mezcla de oscuridad y de luz. Sería demasiado cruel que nos pasáramos toda la vida únicamente en la oscuridad, sin ni siquiera una pizca de luz. Pero Dios
es realmente padre y lo demuestra siempre con nosotros.
El proceso no es puramente oscuridad, como no es tampoco totalmente claridad. Pero en él hay un predominio de la noche, de las tinieblas. Caminamos, pero un poco como a ciegas; como cuando vamos por la noche en un lugar oscuro, y a veces aparece la luz de la luna como
para que podamos ver que no nos hemos perdido del camino que llevábamos, pero de repente vuelve a desaparecer esa lucecita.
Este proceso es un proceso largo. Requiere una perseverancia grande. Necesitamos perseverancia. Hay veces que en la vida espiritual queremos tenerlo todo al momento. No nos
damos cuenta que tenemos que volver a empezar una y otra vez. El que comienza el camino de crecimiento espiritual debe estar dispuesto a renunciar a todo, hasta su propia vida, sólo
así se podrá conseguir la auténtica vida. 6. OBJETIVO GENERAL:
Generar un espacio de fortalecimiento y de crecimiento espiritual para la comunidad estudiantil Gonzalina mediante la conformación, estructuración y desarrollo de un grupo juvenil que
permita el afianzamiento y proyección de valores y principios cristianos que redunde en el bienestar del diario acontecer de nuestra Institución y su entorno. 7. METODOLOGÍA
Líneas de acción para
la Transversalización Acciones Competencias
Estrategias de
evaluación de las acciones
PROYECTO PEDAGÓGICO GRUPO JUVENIL GONZALINO DE CRECIMIENTO ESPIRITUAL.
Complemento la construcción de mi
Proyecto Personal de Vida como un impulso en mi actuar para buscar
condiciones necesarias en mi desarrollo integral
LA EVALUACIÓN DEL GRUPO JUVENIL ¿Qué es la evaluación? La evaluación es la mirada retrospectiva que hace el grupo sobre diversos
ACCIONES CURRICULARES
-Socialización del Proyecto a la comunidad estudiantil Gonzalina: Se dará a conocer los objetivos y fines de la conformación del Grupo Juvenil Gonzalino de crecimiento Espiritual y su proyección dentro y fuera de la institución. -Inscripción: Se realizará una convocatoria a los estudiantes de 10º y 11º de la Institución. -Comunidad estudiantil Gonzalina. Primer Encuentro “Identidad del Grupo Juvenil Gonzalino” -Socializar los fines, objetivo y metodología del grupo. Construcción de la identidad del grupo (Nombre, lema, etc). -Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos. Segundo Encuentro “Joven, vive tu juventud” -Concientizar a los miembros del Grupo Juvenil sobre el valor y el compromiso de ser joven y cómo su actuar determina su plenitud personal. -Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos. Tercer Encuentro “Todo encuentro con Cristo es transformador” -Apreciar y valorar lo gratificante, enriquecedor y reflexivo que es el encuentro con Jesús, verdadero amigo y verdadero maestro.
tomando como modelo
de vida a Jesús. Identifico, analizo e
infiero que mi Proyecto Personal de vida es un plan de realización
personal cuya construcción se hace con los demás a partir del
autoconocimiento. Identifico la misión del joven en la construcción de una nueva sociedad con base en la propuesta del Evangelio de Jesús, reafirmando así mi fe con un compromiso social cristiano. Desarrollo la capacidad de comprender la realidad social que percibo en mi entorno y propongo alternativas de cambio basados en el Evangelio. Descubro en el diálogo, la ternura y la comprensión, herramientas reales para el entendimiento y la tolerancia mutua. Reconozco mis capacidades y valores fortaleciendo mi formación e identidad personal. Reconozco como persona mis propios valores e ideales para darle un sentido a mi vida cotidiana.
aspectos de su constitución y de su funcionamiento, de su vida y de su trabajo permitiendo potencializar las experiencias de vida y superar las dificultades encontradas en la praxis enmarcado un ambiente de sana convivencia. La evaluación NO ES... -Un tribunal donde se juzga a las personas. -Una sesión de desahogo de las tensiones grupales. ¿Para qué sirve evaluar? -Para reflexionar sobre la marcha del grupo. -Para verificar el cumplimiento de los objetivos. -Para verificar si los medios que se utilizan son los adecuados. -Para verificar la eficacia del grupo. -Para constatar lo que es válido en el proceso del grupo, y por lo tanto hay que seguir fomentándolo e impulsándolo. -Para detectar y solucionar los fallos e irregularidades que comprometen la estabilidad y eficacia del grupo. ¿Qué se evalúa? -El cumplimiento de los objetivos. -Las tareas realizadas. -Los medios utilizados (metodología, dinámicas, técnicas...). -El clima del grupo (relaciones interpersonales, comunicación, diálogo...). -El papel del asesor (tipo de animación, relación animador–miembros...). -La organización del grupo (normas, roles...).
-Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos. Cuarto Encuentro “Desafíos de los jóvenes” -Brindar a los miembros del Grupo Juvenil herramientas que le permitan realizar un mejor proceso de discernimiento en la toma de decisiones como parte de la construcción de su Proyecto Personal de Vida. -Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos. Quinto Encuentro “Tras las huellas de Jesús” -Que el joven sea consciente de la importancia de asumir a Jesús como su modelo de vida a seguir en el proceso de alcanzar su plena realización personal. -Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos. Sexto Encuentro “Jóvenes con Cristo” -Identificar la misión del joven encomendada por Jesús de ser verdaderos transmisores de su Evangelio y auténticos dadores de su infinito amor. -Comunidad estudiantil Gonzalina. -Guitarra, cancionero, grabadora, video beam, humanos.
-La participación, corresponsabilidad y la colaboración. -El servicio a la comunidad estudiantil Gonzalina. -La relación con otros grupos, instituciones y fundaciones. -El grado de satisfacción personal de los miembros respecto al mismo. ¿Cuándo se evalúa? PERIODICAMENTE. La evaluación se llevará a cabo cada semestre. OCASIONALMENTE. Cuando se siente la necesidad porque ha surgido un problema grave, porque se está en un momento de crisis o porque se ve en la urgencia de nuevos planteamientos sobre los objetivos y tareas grupales. ¿Cómo se evalúa? Adecuando a la realidad del grupo: saber el tipo de evaluación que el grupo necesita en cada circunstancia. En un clima de serenidad: sin prisas, prejuicios o miedos. Con las siguientes actitudes: -Franqueza y objetividad. -Lectura desapasionada de los hechos. -Profundo respeto a las personas. -Serenidad y profundidad. Mediante dos formas: -De palabra: a través del diálogo y siguiendo un esquema. -Por escrito: a través de cuestionarios. ¿Quiénes evalúan?
Todos los miembros del grupo.
PROCESOS DE FORMACIÓN CON
FAMILIA Y COMUNIDAD
Celebración Día de la familia Gonzalina.
Edifico y reconozco la familia como parte importante y vital de mi desarrollo integral como persona.
Autoevaluación de la actividad.
ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES
Planeación y ejecución de una convivencia o visita a una fundación.
Soy sensible frente a las diversas situaciones de injusticia, indiferencia, dolor, etc, que percibo en mi entorno.
Autoevaluación de la actividad.
GESTIÓN DIRECTIVA
Apoyo institucional, gestión, autorización y patrocinio en recursos necesarios. Con quiénes: Rector y coordinadores.
Apoyo institucional para el desarrollo de proyectos.
Nivel de ejecución presupuestal de acuerdo a lo planeado.
8. Evaluación (trimestral):
COMPONENTE DESCRIPCIÓN AVANCES DIFICULTADES ACCIONES DE
MEJORA
GESTIÓN INSTITUCIONAL
Articulación del PP con el PMI y
relación con todos los niveles de gestión de la IE.
PRODUCCIÓN
PEDAGÓGICA
Innovación
metodológica contextualizada e integración de
competencias.
FORMACIÓN PERMANENTE
Existencia de estrategias de formación
constantes para los docentes a partir del Grupo de
trabajo.
GESTIÓN PARA LA
SOSTENIBILIDAD
Participación de la comunidad educativa, apoyo
del gobierno escolar y acciones intersectoriales.
9. Evaluación del proyecto: Se realiza semestralmente. Aplicar la fórmula:
% 𝒅𝒆 𝒔𝒂𝒕𝒊𝒔𝒇𝒂𝒄𝒄𝒊ó𝒏 =
𝑵º 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒔𝒂𝒓𝒓𝒐𝒍𝒍𝒂𝒅𝒂𝒔 𝒄𝒐𝒏 é𝒙𝒊𝒕𝒐
𝑵º 𝑻𝒐𝒕𝒂𝒍 𝒅𝒆 𝒂𝒄𝒕𝒊𝒗𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆𝒔 𝒑𝒓𝒐𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂𝒔
SEMESTRE % DE EVALUACIÓN
1 2
Promedio Anual