Poemas Para Aprender

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Cuando nos separamos (Lord Byron) CUANDO nos separamos en silencio y entre lágrimas, con el corazón medio roto, para distanciarnos por años, tu mejilla se tornó pálida y fría, y aún más frío se volvió tu beso; Ciertamente aquella hora predijo el dolor de este momento. El rocío de la mañana se hundió gélido en mi frente, y lo sentí como el anuncio de lo que siento hoy. Todos tus votos están rotos, y ligera es tu fama. Escucho decir tu nombre, y comparto su vergüenza. Te nombran frente a mí, un toque oscuro en mi oído. Un estremecimiento viene a mí ¿Por qué te quise tanto? No saben que te conocí aquellos que te conocen tan bien. Por mucho, mucho tiempo he de arrepentirme de ti, demasiado hondo es el dolor para poder expresarlo. En secreto nos encontramos en silencio me lamento, de que tu corazón pudiese olvidar, tu espíritu engañar. Si llegara a encontrarte tras estos largos años, ¿Cómo habría de saludarte? ¡En silencio y entre lágrimas! Soñé contigo esta noche (Paul Verlaine) Soñé contigo esta noche: Te desfallecías de mil maneras Y murmurabas tantas cosas... Y yo, así como se saborea una fruta Te besaba con toda la boca Un poco por todas partes, monte, valle, llanura. Era de una elasticidad, De un resorte verdaderamente admirable:

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poemas Hugo

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Cuando nos separamos (Lord Byron)CUANDO nos separamosen silencio y entre lgrimas,con el corazn medio roto,para distanciarnos por aos,tu mejilla se torn plida y fra,y an ms fro se volvi tu beso;Ciertamente aquella hora predijoel dolor de este momento.El roco de la maanase hundi glido en mi frente,y lo sent como el anunciode lo que siento hoy.Todos tus votos estn rotos,y ligera es tu fama.Escucho decir tu nombre,y comparto su vergenza.Te nombran frente a m,un toque oscuro en mi odo.Un estremecimiento viene a mPor qu te quise tanto?No saben que te conocaquellos que te conocen tan bien.Por mucho, mucho tiempo he de arrepentirme de ti,demasiado hondo es el dolor para poder expresarlo.En secreto nos encontramosen silencio me lamento,de que tu corazn pudiese olvidar,tu espritu engaar.Si llegara a encontrartetras estos largos aos,Cmo habra de saludarte?En silencio y entre lgrimas!So contigo esta noche (Paul Verlaine)So contigo esta noche:Te desfallecas de mil manerasY murmurabas tantas cosas...

Y yo, as como se saborea una frutaTe besaba con toda la bocaUn poco por todas partes, monte, valle, llanura.

Era de una elasticidad,De un resorte verdaderamente admirable:Dios, qu aliento y qu cintura!

Y t, querida, por tu parte,Qu cintura, qu aliento yQu elasticidad de gacela...

Al despertar fue, en tus brazos,Pero ms aguda y ms perfecta,Exactamente la misma fiesta

El retorno (Amado Nervo)"Vivir sin tus caricias es mucho desamparo;Vivir sin tus palabras es mucha soledad;Vivir sin tu amoroso mirar, ingenuo y claro,Es mucha oscuridad..."

Vuelvo plida novia, que solasMi retorno esperar tan de maana,Con la misma cancin que preferasY la misma ternura de otros dasY el mismo amor de siempre, a tu ventana.

Y elijo para verte, en delicadaComplicidad con la Naturaleza,Una tarde como sta: desmayadaEn un lecho de lilas, e impregnadaDe cierta aristocrtica tristeza.

Vuelvo a ti con los dedos enlazadosEn actitud de splica y anhelo-Como siempre-, y mis labios no cansadosDe alabarte, y mis ojos obstinadosEn ver los tuyos a travs del cielo!

Recbeme tranquila, sin encono,Mostrando el deje suave de una hermana;Murmura un apacible: "Te perdono",Y djame dormir con abandono,En tu noble regazo, hasta maana..

Sensacin (Arthur Rimbaud)Ir, cuando la tarde cante, azul, en verano,Herido por el trigo, a pisar la pradera;Soador, sentir su frescor en mis plantasY dejar que el viento me bae la cabeza.

Sin hablar, sin pensar, ir por los senderos:Pero el amor sin lmites me crecer en el alma.Me ir lejos, dichoso, como con una chica,Por los campos, tan lejos como el gitano vaga.

Lejana (Amado Nervo)Parece mentira que hayas existido!Te veo tan lejos...Tu mirada, tu voz, tu sonrisa,Me llegan al fondo de un pasado inmenso...

Eras ms sutilQue mi propio ensueo;Eres el fantasma de un fantasma,Eres el espectro de un espectro...Para reconstruir tu imagen remotaHe menester ya de un enorme esfuerzo.

De veras me quisiste? De veras me besabas?De veras recorras la casa, hoy en silencio?De veras, en diez aos, tu cabecita rubiaRepos por las noches, confiada en mi pecho?

Ay qu perspectivas esas de la muerte!Qu horizontes tan bellos!Cul os divinizan, oh difuntas jvenes,Con sus lejanas llenas de misterio!Qu consagraciones tan definitivasLas que da el Silencio!...Cul os vuelve mticas, casi fabulosas!Qu tristes mujeres de carne y de hueso,Con sus pobres encantos efmeros,Podran venceros?

Tenis un augusto prestigio de estatua,Y por un fenmeno de rareza lleno,Mientras ms distantes, ms imperiosasVais agigantndoos en el pensamiento

Pablo Neruda

No me pregunten

Tengo el corazn pesadocon tantas cosas que conozco,es como si llevara piedrasdesmesuradas en un saco,o la lluvia hubiera cado,sin descansar, en mi memoria.

No me pregunten por aquello.No s de lo que estn hablando.No supe yo lo que pas.

Los otros tampoco sabany as anduve de niebla en nieblapensando que nada pasaba,buscando frutas en las calles,pensamientos en las praderasy el resultado es el siguiente:que todos tenan razny yo dorma mientras tanto.Por eso agreguen a mi pechono slo piedras sino sombra,no slo sombra sino sangre.

As son las cosa, muchacho,y as tambin no son las cosas,porque, a pesar de todo, vivo,y mi salud es excelente,me crecen el alma y las uas,ando por las peluqueras,voy y vengo de las fronteras,reclamo y marco posiciones,pero si quieren saber msse confunden mis derroterosy si oyen ladrar la tristezacerca de mi casa, es mentira:el tiempo claro es el amor,el tiempo perdido es el llanto.

As, pues, de lo que recuerdoy de lo que no tengo memoria,de lo que s y de lo que supe,de lo que perd en el caminoentre tantas cosas perdidas,de los muertos que no me oyerony que tal vez quisieron verme,mejor no me pregunten nada:toquen aqu, sobre el chaleco,y vern cmo me palpitaun saco de piedras oscuras

Pablo Neruda

Slo la muerte

Hay cementerios solos,tumbas llenas de huesos sin sonido,el corazn pasando un tneloscuro, oscuro, oscuro,como un naufragio hacia adentro nos morimos,como ahogarnos en el corazn,como irnos cayendo desde la piel del alma.

Hay cadveres,hay pies de pegajosa losa fra,hay la muerte en los huesos,como un sonido puro,como un ladrido de perro,saliendo de ciertas campanas, de ciertas tumbas,creciendo en la humedad como el llanto o la lluvia.

Yo veo, solo, a veces,atades a velazarpar con difuntos plidos, con mujeres de trenzas muertas,con panaderos blancos como ngeles,con nias pensativas casadas con notarios,atades subiendo el ro vertical de los muertos,el ro morado,hacia arriba, con las velas hinchadas por el sonido de la muerte,hinchadas por el sonido silencioso de la muerte.

A lo sonoro llega la muertecomo un zapato sin pie, como un traje sin hombre,llega a golpear con un anillo sin piedra y sin dedo,llega a gritar sin boca, sin lengua, sin garganta.

Sin embargo sus pasos suenany su vestido suena, callado como un rbol.

Yo no s, yo conozco poco, yo apenas veo,pero creo que su canto tiene color de violetas hmedas,de violetas acostumbradas a la tierra,porque la cara de la muerte es verde,y la mirada de la muerte es verde,con la aguda humedad de una hoja de violetay su grave color de invierno exasperado.

Pero la muerte va tambin por el mundo vestida de escoba,lame el suelo buscando difuntos;la muerte est en la escoba,en la lengua de la muerte buscando muertos,es la aguja de la muerte buscando hilo.

La muerte est en los catres:en los colchones lentos, en las frazadas negrasvive tendida, y de repente sopla:sopla un sonido oscuro que hincha sbanas,y hay camas navegando a un puertoen donde est esperando, vestida de almirante.

Pablo Neruda

Amor Amrica

Antes de la peluca y la casacafueron los ros, ros arteriales,fueron las cordilleras, en cuya onda raidael cndor o la nieve parecan inmviles:fue la humedad y la espesura, el truenosin nombre todava, las pampas planetarias.

El hombre tierra fue, vasija, prpadodel barro trmulo, forma de la arcilla,fue cantaro caribe, piedra chibcha,copa imperial o silice araucana.Tierno y sangriento fue, pero en la empunadurade su arma de cristal humedecido,las iniciales de la tierra estaban escritas.

Nadie pudorecordarlas despus: el vientolas olvid, el idioma del aguafue enterrado, las claves se perdierono se inundaron de silencio o sangre.

No se perdi la vida, hermanos pastorales.Pero como una rosa salvajecayo una gota roja en la espesuray se apag una lmpara de tierra.

Yo estoy aqu para contar la historia.Desde la paz del bfalohasta las azotadas arenasde la tierra final, en las espumasacumuladas de la luz antrtica,y por las madrigueras despenadasde la sombra paz venezolana,te busque, padre mo,joven guerrero de tiniebla y cobreo t, planta nupcial, cabellera indomable,madre caimn, metlica paloma.

Yo, incsico del legamo,toqu la piedra y dije:Quin me espera? Y aprete la manosobre un punado de cristal vaco.Pero anduve entre flores zapotecasy dulce era la luz como un venado,y era la sombra como un prpado verde.

Tierra ma sin nombre, sin Amrica,estambre equinoccial, lanza de prpura,tu aroma me trep por las raceshasta la copa que beba, hasta la ms delgadapalabra an no nacida de mi boca.