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ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DE CHIMBORAZO
PSICOLOGÍA
1. DATOS INFORMATIVOS
NOMBRES Y APELLIDOS:
MARCO PAUCAR
PAOLA HIDALGO
JENNY MANOBANDA
TUTOR: LUÍS ENRIQUE SILVA
DIRECCION DOMICILIARIA:AMBATO
TELEFONO:032476415
EMAIL:[email protected]
RIOBAMBA –ECUADOR
1.1 LAS NESECIDADES DEL SECTOR EMPRESARIAL A NIVEL GENERAL
La palabra empresario ha sido injustamente endilgada a una persona que no cumple sus
obligaciones, es abusivo con sus empleados, pide todo al Estado pero no le retribuye
adecuadamente, es insensible con la pobreza y es, en general, una suerte de beneficiado a
costa de otros. Rara vez se dice que el vendedor de empanadas y que luego vende
sánduches, colas, jugos e incursiona en la venta de papas fritas es también un empresario.
Todo aquel que tiene un espíritu emprendedor, que busca progresar, que toma riesgos, que
a veces se cae pero también se levanta, es también un empresario. No importa cuán grande
o pequeña es la persona, aquel ciudadano que tiene las características anotadas es un
empresario y es absolutamente respetable y digno de resaltar ese rol. Cierto es que hay
malos elementos, aquellos que no cumplen sus obligaciones con el Estado o con sus
empleados, pero generalizar por ello a todos es totalmente injusto y alejado de la verdad.
Las economías avanzan gracias a la creatividad de su gente y cuando los gobiernos
entienden su rol y dejan trabajar. Cuando los gobernantes no entienden lo que es un
empresario ni lo que necesitan, el Gobierno interviene como cuasi empresario, lo hace mal
y destruye también a buena parte de los que sí tienen esas facultades.
El Gobierno no es empresario, es aquella instancia de la sociedad que representando al
Estado tiene la obligación de fijar el norte de un país, de establecer las normas necesarias
para que la sociedad se beneficie. No puede jamás ser juez y parte. No puede por un lado
ser autoridad y ser actor. Tiene que exigir el cumplimiento de las normas y leyes en base al
ejemplo. No puede castigar al que no afilia a sus empleados al IESS si el propio Estado, a
través de su representante que es el Gobierno, no paga los aportes. No puede hablar de
monopolios cuando el Gobierno es el rey del monopolio. No puede hablar de corrupción
cuando es el que peor ejemplo muestra de ética y moral. No puede atreverse a hablar de
transparencia cuando es el primero en esconder información. Tampoco puede exigir que los
empresarios rindan cuentas al Estado si el Gobierno no rinde cuentas a nadie.
Llenan los discursos de la desigualdad y es el primero que ahonda tales diferencias cuando
las políticas laborales adoptadas van precisamente en dirección contraria a estimular el
empleo, es decir, ahondan las diferencias entre ecuatorianos, pues unos tienen trabajo y una
gran mayoría no dispone de empleo o está subempleado.
Los empresarios del país no requieren que el Gobierno les regale nada. Requieren reglas
claras, que el Gobierno dé el ejemplo, que deje trabajar, que señale con claridad cuál es el
norte, que aclare sus reales intenciones, que no tenga tanta carta bajo la manga, que respete
los contratos, que busque unir y no desunir, que actúe con apertura al que opina diferente,
que restituya la deteriorada imagen internacional del país y que cumpla su rol de autoridad,
es decir, que respete para que le respeten y que no sea juez y parte en las actividades
económicas. [3102]
A estas alturas, decir que las entidades del tercer sector tienen mucho que ofrecer a la
sociedad a nadie sorprende. Pero esa voluntad no basta para resolver con eficiencia las
necesidades sociales. Para ser aceptado como un segmento de mercado creíble en el clima
empresarial actual, las entidades de la economía social tienen que dejar también patente sus
credenciales de negocio viable y, hoy por hoy, ese es su gran reto.
Desde sus inicios, las entidades de la economía social han desplegado una labor encomiable
que ha convertido a este sector en un hervidero de políticas sociales que ahora parecen
encontrar su reflejo en los pujantes principios de responsabilidad social corporativa. Las
compañías responsables defienden ahora unos valores éticos que siempre han encontrado
cobijo en las entidades del tercer sector. Pero no sólo las empresas de corte mercantilista
han de poner su foco en los aspectos sociales, también las entidades de lo social han de
guiarse por políticas de eficiencia empresarial. Parámetros de rentabilidad supeditados, eso
sí, a la misión social que motivó su creación.
El concepto clave que reina en cualquier proyecto empresarial que se precie, por tanto, es el
de competitividad. Cuando aludimos a la agenda de Lisboa como una estrategia que
impulsa la combinación de los objetivos económicos, el pleno empleo y la cohesión social,
ponemos el acento en el grato reconocimiento que se otorga a lo social por haber sido
tradicionalmente relegado a un segundo plano. Sin embargo, el compromiso de hacer
competitiva Europa no exime a las organizaciones de la necesaria respuesta económica.
Ésta sigue siendo primordial. Si nuestro objetivo es crear empleo y hacerlo estable, la
competitividad de nuevo es la que manda y la que hará que nuestros proyectos perduren en
el tiempo y podamos alcanzar con éxito el objetivo marcado para 2010.
El concepto de competitividad es tan amplio como complejo pero como aproximación al
mismo y ciñéndonos a nuestro sector, podemos referirnos a él como una serie de pautas de
eficiencia que permitan llevar a cabo una actividad empresarial continua, con un grado
elevado de autonomía, un margen de riesgo económico holgado, y en el que un mínimo de
los servicios ofertados sea trabajo remunerado. Pero para que estos nuevos requerimientos
no alteren su cometido original y las entidades de lo social puedan desarrollarse en igualdad
de oportunidades, el tercer sector también necesita gozar del reconocimiento institucional
del que disfrutan otros sectores.
La legitimación que demandan las entidades de la economía social no es utópica y, sin
duda, beneficiaría el desarrollo del estado de bienestar. Se trata de un mínimo de medidas
específicas que las administraciones públicas han impulsado para otras empresas cuyo eje
central no es el beneficio de la comunidad.
En primer lugar, crear un entorno legal y político acorde con las características y
necesidades de un sector que tiene identidad propia. Unas condiciones que permitan a este
tipo de organizaciones, por ejemplo, competir en igualdad de condiciones en los contratos
públicos.
En segundo lugar, garantizar el acceso a las finanzas y a los fondos públicos a través de
programas que incluyan expresamente al tercer sector y que pongan en marcha, por
ejemplo, sistemas de microcréditos para nuevos proyectos.
En tercer lugar, impulsar mejoras en la profesionalización de las entidades de la economía
social, sobre todo de las pequeñas y de las de nueva creación. La atomización que
caracteriza al tercer sector y también el excesivo foco en lo local hacen que no se actualicen
conocimientos y no se compartan experiencias. En este sentido, la celebración de foros,
conferencias y formación continua –importantes en cualquier industria- son esenciales en
este sector, que todavía se resiente de invisibilidad.
En el cuarto lugar de esta lista de mínimos, y muy ligada a las anteriores, estaría el apoyo
estadístico. Elaboración y difusión de datos fiables que nos permitan conocer a fondo esta
realidad y controlar su evolución. Información que contribuiría a darle mayor visibilidad y
relevancia, que mejoraría la confianza crediticia y daría credibilidad a la necesaria
participación de estas entidades en el diálogo social.
En definitiva, si queremos que las entidades que luchan por el bienestar de la comunidad
sean el futuro, hemos de mejorar su presente. La labor merece la pena.
El concepto “Tercer Sector” comienza a asimilarse al de “economía social”, dando un salto
cualitativo desde una connotación basada en comportamientos asistenciales (altruistas)
hacia un modelo más de acción económica con objetivos de creación de empresas y,
lógicamente, de empleo. La razón es que no se dará verdadera inclusión y cohesión social
(objetivo que ambos términos persiguen) si no es desde la generación de riqueza. En ello
también influye una definición de la empresa más comprensiva, como es la gestión de
recursos económicos persiguiendo objetivos en términos de eficiencia. Al fin, en un mundo
global, es el empleo la fuente de integración social y en ello se apoyan las diversas
experiencias de solidaridad. Al mismo tiempo, está desarrollandose una nueva concepción
de la creación de riqueza más allá de lo medido tradicionalmente en los valores
macroeconómicos (PIB). Actividades, hasta ahora, no contempladas por la economía, como
puede ser el voluntariado, comienzan a valorarse positivamente para la construcción de una
sociedad más equitativa. Todo ello, es más acorde con la llamada “estrategia de Lisboa”.
Surgen en el empeño de unir crecimiento económico y cohesión social. Lo que representa
un nuevo escenario que será preciso profundizar y desarrollar.
En esta situación, la economía social (también el Tercer Sector), como expresión de “otra
forma de emprender”, crea riqueza colectiva, genera empleo estable para todas las
personas, sin exclusión, se compromete con el territorio, fomenta el espíritu emprendedor y
se basa en la solidaridad social. Son empresas que compiten en el mercado pero se apoyan
en valores de participación, de transparencia y responsabilidad social. Su gama empresarial
abarca desde la microempresa a la empresa líder en determinados sectores económicos. Los
desafíos con que se enfrenta en los próximos años son:
1. La generación de plataformas empresariales, creación de redes o alianzas que fomenten
la capacidad competitiva de sus empresas, especialmente de las pequeñas. Este objetivo
abarca la gestión de la innovación (I+D+i) y la formación del emprendedor, pues es la
capacidad emprendedora de las personas el motor de desarrollo de estas empresas.
2. La necesidad de abordar la internacionalización de las empresas, pues los mercados en
que se han de desarrollar son cada vez más globales.
3. El fomento de instrumentos financieros y de captación de capitales adhoc eliminando
medidas que diferencian negativamente a este tipo de empresas.
4. La necesidad de conseguir una visibilidad social e institucional que le permita participar
en el diálogo institucional y en la construcción de políticas públicas, como otro actor
económico imprescindible en determinados sectores sociales y territorios.
Especialmente imprescindible para generar equidad social.
5. La consolidación del concepto “economía social”, identificando los límites de sus
contenidos y, especialmente, regulándose en los oportunos marcos jurídicos (Estatuto
de la Economía Social).
6. Reforzar la presencia y acción exterior para que el modelo de trabajo que se está
realizando en España responda a las positivas expectativas generadas.
El Presidente de la Alianza Cooperativa Internacional decía, recientemente, que “El Foro
Económico Global sostiene que la mejor manera de combatir la pobreza extrema y la
inequidad es:
Privatizar el planeta
Abolir reglas sociales que limitan la libertad empresarial
Construir la gobernabilidad global sin estados.
Esta concepción ya ha fallado. La inequidad está creciendo. En este esquema el capitalismo
global dicta las reglas del nuevo orden mundial y representa una amenaza para todo aquello
que es local, tradicional y particular”.
La Conferencia Europea de Economía Social, celebrada en Salamanca (mayo, 2002)
concluía que esta forma de actuar en la sociedad neutraliza los efectos no deseados del
mercado contribuyendo:
Al problema del empleo: generando puestos de trabajo de mayor estabilidad y
calidad.
Al fomento de la capacidad emprendedora y empresarial: ofreciendo fórmulas
empresariales adecuadas para el desarrollo de la capacidad del emprendedor.
A la cohesión e inserción social: procurando la integración laboral y social de
personas en riesgo de exclusión por sus especiales dificultades.
A las nuevas necesidades sociales: superando insuficiencias de protección social
adecuada a necesidades específicas (discapacitados, tercera edad, parados de larga
duración, trabajadores autónomos, jóvenes, mujeres, inmigrantes, etc.).
Al impulso de la “otra globalización”: impulsando la globalización de la
solidaridad, que es tan posible como necesaria. Vinculando el crecimiento
económico a la cohesión social e impulsando en las empresas la aplicación del
principio de su responsabilidad social, para lograr su atención al entorno y a la ética
en sus relaciones.
Finalmente, el ex Presidente Prodi, de la UE dijo que “las empresas de la economía social
son empresas competitivas, basadas en la solidaridad por encima de los límites del mercado
y atendiendo a la realidad social. Es en estas características donde reside el valor añadido
de la economía social, verdadero puente entre el mercado, las empresas y la sociedad civil”.
"Es urgente acercar a las instituciones educativas y al sector productivo"
En entrevista con Revolución Educativa Al Tablero, Felipe Ortiz*, vicepresidente nacional
de la Asociación Colombiana de Pequeñas y Medianas Industrias, Acopi, explica la
posición empresarial en torno a su relación con el sector educativo y recalca la necesidad de
analizar los cambios que el avance y la tecnología le exigen a la forma de educar; así
mismo se refiere a la responsabilidad que tienen el sector productivo y el educativo en el
progreso de Colombia y, por último, les envía un mensaje a empresarios y miembros de la
comunidad educativa sobre la conveniencia de que los estudiantes adquieran y desarrollen
sus competencias básicas antes de ingresar al mundo laboral.
Revolución Educativa Al Tablero: ¿Cómo ha cambiado el mundo laboral?
Felipe Ortiz: Los cambios tecnológicos han logrado que las actuales empresas no se
parezcan en nada a las de hace diez años porque han sido modificadas en su estructura,
modo de producción y contratación. Todo ello, unido a la variación de los hábitos de
consumo de los mercados internos y externos, demanda un mayor nivel de exigencia, lo que
hace que el sector productivo requiera de una mano de obra con alto grado de formación e
información. Los trabajadores deben ajustarse rápidamente a los veloces cambios que se
están dando en la humanidad. Actualmente la exigencia es mayor. Por eso, ya no es
suficiente la educación formal clásica que esperaba que los estudiantes, con un elemento
mínimo de formación, encontraran rápidamente "un puesto" en el mundo laboral.
R.E.A.T. ¿Qué deben hacer los colegios para ajustarse a estos cambios?
F O: Dejar de lado el tema academicista e incorporar la ciencia y la innovación como
elementos permanentes en los currículos y programas; el avance de la humanidad debe
estar implícito en el trabajo diario de las instituciones. Es importante incluir el fundamento
técnico y tecnológico de una forma articulada y flexible, con el fin de desarrollar una
capacidad de perspectiva y comprensión de hacia dónde va la humanidad, y no lamentar los
avances que se están dando.
R.E.A.T. ¿Qué tipo de educación prefieren los empresarios para los jóvenes que desean
ingresar al mundo laboral? ¿Qué esperan de ellos?
F O: Con mucha frecuencia hemos dicho que el puesto de trabajo de los jóvenes no está en
una empresa sino en el colegio, en su escuela. Los institutos de educación deberían ajustar
sus programas, de manera que sus estudiantes no salgan tan pronto del sistema educativo,
menos sin haber desarrollado sus competencias básicas. La formación adquirida debe ser la
más adecuada y acorde con las necesidades de la economía nacional.
Hemos encontrado que la mayoría de los muchachos llegan a las empresas con enormes
dificultades de expresión oral y escrita. Se les dificulta entender y explicar muchas de las
actividades que se desarrollan dentro de la compañía -como la aplicación de fórmulas
matemáticas sencillas-, por lo que creemos que la deficiencia está en que la educación se ha
enfocado en la capacidad que pueden tener los estudiantes de memorizar datos informativos
y no en analizar y reflexionar sobre los hechos.
Por eso, el sector productivo desea participar más activamente en el campo de la educación,
para que los jóvenes tengan mayores posibilidades de conocer la vida empresarial y lleguen
a trabajar con conocimientos especializados.
R.EA.T.: ¿Cómo se compara Colombia con otros países en la preparación de los bachilleres
que pronto ingresarán al mundo laboral? ¿En qué hemos fallado y cómo podemos mejorar?
F O: Creemos que Colombia está muy lejos de alcanzar las metas de desarrollo que tienen
otros países. Un ejemplo es la necesidad que tiene la educación media superior de tener el
grado 12, no como un elemento que acorta o alarga un proceso sino como un complemento
al desarrollo que deben tener los jóvenes. Es urgente que el grado 12 se constituya en la
base de la educación técnica y tecnológica.
Ahora bien, para mejorar es necesario no postergar más la importancia que para el país
tiene la educación y resolver, entre todos, las deficiencias que limitan la capacidad de los
jóvenes colombianos para alcanzar un desarrollo. En la medida en que abandonemos a los
jóvenes del sector rural y urbano a su suerte, estamos dejando de lado una de las columnas
fundamentales del sistema democrático. Aislarlos significa perder generaciones enteras y
eso, en un país como Colombia, sería retrasarnos enormemente.
R.E.A.T.: Desde las pequeñas empresas, ¿cómo podrían apoyar a colegios, rectores,
profesores y padres de familia en el desarrollo de las competencias laborales?
F O: Colombia es un país que necesita la creación de muchas y nuevas empresas. No
podemos sentirnos satisfechos con el grado de desarrollo empresarial que hemos alcanzado
hasta ahora. Por el contrario, urge crear nuevos jóvenes empresarios. Por ello, el sector
productivo actúa como articulador, provee al estudiante de información, experiencia y
prácticas exitosas, para que dentro de su capacidad de análisis y reflexión observe de cerca
el proceso productivo de un país que, como Colombia, se encuentra en vía de desarrollo.
R.E.A.T.: ¿Qué beneficios obtienen los empresarios al vincular jóvenes estudiantes al
mundo productivo?
F O: Todo empresario tiene la obligación de gestionar riqueza colectiva y una forma de
hacerlo es asumiendo su responsabilidad con el tema de la educación de los jóvenes.
Nuestro interés es que los estudiantes no lleguen a las empresas con la esperanza de
conseguir un puesto de trabajo. Queremos contribuir a que, desde los colegios, entiendan la
realidad de la economía nacional: qué tipo de empresas son las colombianas, dónde están
ubicadas las principales fortalezas del mundo empresarial, en qué productos, etc. Así estos
jóvenes comprenderán que su lugar en la historia del país no está en salir como oferta
barata, sino en la capacidad de emprender colectivamente proyectos y programas que
contribuyan a la autogeneración de empleo, a través de la creación de nuevas empresas.
R.E.A.T.: ¿Por qué cree que los estudiantes, antes de salir del colegio, deben tener alguna
experiencia en el mundo laboral?
F O: Para nosotros es importante que los jóvenes entiendan desde pequeños que su
vinculación con el mundo y la actividad productiva, antes que alejarlos de los estudios o de
la práctica académica es un evento que debe estar integrado a los planes de desarrollo y en
su proyecto de vida. De ahí la necesidad de que alcancen niveles de comprensión y
reflexión.
R.E.A.T.: Pero... ¿cómo expresan los empresarios ese apoyo?
F O: Generan estrategias que involucran al sector productivo con el educativo. Conjugan su
sabiduría con el saber de los maestros, de manera que los jóvenes comprendan la
importancia de tener una experiencia práctica en el mundo real. Invitan a los jóvenes a que
conozcan sus empresas, negocios y modos de producción. Visitan los colegios y, a través
de conversatorios, exponen temas que abarcan lo social, lo cultural y lo económico.
R.E.A.T.: Se dice que los empresarios, cuando piensan en educación y trabajo, sólo están
interesados en satisfacer unas necesidades propias, muy coyunturales y a veces escasas de
visión. ¿Qué puede decir al respecto?
F O: Con frecuencia escucho que nosotros sólo necesitamos mano de obra barata y que,
generalmente, es aquella que no tiene excelente formación. Por el contrario, en nuestro
medio, el nivel de exigencia hacia los jóvenes que solicitan empleo en sus empresas es cada
vez mayor. Requerimos personas con espíritu de innovación y creatividad, virtudes que se
adquieren en la medida en que los programas de formación educativa estén relacionados
con lo que requieren los empresarios de sus trabajadores.
Desde el punto de vista académico, buscamos que no ingresen tan jóvenes al mundo laboral
porque, de alguna forma, congestionan la escasa capacidad de empleo que actualmente
tienen las empresas. El sistema está expulsando a los jóvenes para que busquen una
oportunidad laboral. Lo ideal sería que no lo hiciera, que continuara integrándolos en
procesos de formación permanente que les permitan adquirir nuevos saberes.
R.E.A.T.: ¿Qué mensaje les enviaría a las instituciones educativas de básica y media en
relación con el mundo del trabajo?
F O: Es urgente lograr un acercamiento entre las instituciones educativas y el sector
productivo, de manera que docentes, estudiantes, padres de familia y empresas tengan una
actitud más sincera, de comprometer esfuerzos en causas comunes.
El tema educativo no es solamente del sector público o del Gobierno, debe ser un propósito
común de todos los colombianos. Por eso el mundo laboral no puede ser visto como la meta
que culmina el proyecto de vida de los jóvenes, que limitan su capacidad de soñar cuando
se les presenta la actividad laboral como única alternativa de superación.
*Felipe Ortiz Ortiz es sociólogo del Colegio de México, con especialización en el Programa
de Internacionalización de Pymes colombianas, en el Instituto de Empresa Colegio de
Dirección de Madrid, España, y en Prospectiva Estratégica en el Instituto Europeo de
Estudios Futuros y Planeación Estratégica Zarautz, con sede en el mismo país. En la
actualidad es vicepresidente nacional de la Asociación Colombiana de Medianas y
Pequeñas Industrias, conocida como Acopi Linkografías
1.2 Actividades de investigación y desarrollo (I+D)
Lo antes expuesto da la medida de que las actividades de innovación no son solo llevadas a
cabo por la I+D, sino que tiene un carácter integral e involucran un gran número de
factores. Ya Sumpeter (1934) hace referencia a tres fases fundamentales dentro
del cambio técnico, que demuestran el papel integral de la innovación: primer desarrollo o
invención del nuevo producto o proceso, aplicación comercial de este nuevo producto o
proceso generado (innovación) y difusión o asimilación de empresas u organizaciones que
no se encuentran directamente relacionadas con la innovación.
Las actividades que tienen que ver específicamente con acciones (I+D) han sido estudiadas
de manera separada en el proceso innovador y se les ha dado un tratamiento especial por la
importancia que revisten.
Estas actividades de investigación han sido definidas por varios autores. Haciendo un
resumen de lo planteado por Castro Díaz- Balart (2001) y Escorsa y Valls se puede decir
que se desglosan en tres grupos fundamentales: investigación básica o fundamental,
investigación aplicada y desarrollo tecnológico.
La investigación básica comprende todos aquellos trabajos originales que tienen
como objetivo adquirir conocimientos científicos. Dentro de este tipo de trabajo se analiza
propiedades, estructuras y relaciones y su objetivo consiste en
formular hipótesis, teorías y leyes, obteniendo nuevos conocimientos. Los resultados se
publican en revistas bastante especializadas, no pretenden lograr ningún objetivo lucrativo
en concreto, y se obtienen patentas en aquellas que por su alto valor de conocimiento sea de
gran utilidad proteger tempranamente.
Dentro de este tipo de investigaciones podemos encontrar, las leyes formuladas por
Einstein acerca de la energía que liberan los cuerpos y su famosa ecuación E=m*C2. Así
la comunidad científica internacional reconoce este tipo de resultados
como "descubrimiento".
La investigación aplicada consiste en trabajos originales que tiene como objetivo adquirir
conocimientos científicos nuevos pero orientados a un objetivo práctico determinado. Está
muy ligada a la investigación básica a causa de que utiliza posibles resultados de la misma
y estudia métodos y medios nuevos para lograr un objetivo concreto. Los resultados que se
obtienen son los productos determinados, una gama de productos nuevos, etc. Los
resultados son susceptibles de ser patentados. En esta fase se trata de obtener una
primera muestra del material, aparato o mecanismos. Si realmente cumple todas las
propiedades esperadas estaremos ante una "invención" o invento. Se procederá a registrar la
patente y preparar la producción a escala industrial. Siguiendo el ejemplo ilustrado
podemos decir que en esta categoría se encuentra la creación de la bomba atómica.
El desarrollo tecnológico experimental es la continuación del proceso hasta el lanzamiento
del producto al mercado. Abarca la utilización de distintos conocimientos científicos para la
producción de materiales, dispositivos, procedimientos y sistemas, entre otros Se
experimenta el método de fabricación adecuado para poder producir el invento en grandes
cantidades y con fiabilidad absoluta, garantizando las propiedades logradas en la etapa
previa de investigación aplicada. En esta fase se debe disponer de una planta piloto o de un
prototipo que le permita producir, como prueba, el producto tal como se quiere lanzar al
mercado y lograr lo que se ha dado en llamar la serie cero. De esta forma se consigue
disponer de un conjunto de conocimientos que le permitan "saber como se hace" (know-
how). Cuando esto se logra se dispone ya de latecnología necesaria para la fabricación del
producto.
Si se considera que es eficaz y viable se hacen las inversiones necesarias para producir en
grandes series y vender al mercado, y es en ese momento y no antes en que el nuevo
producto o proceso será considerado una "innovación".
Aunque las invenciones son patentadas con frecuencia no conducen necesariamente a
innovaciones. Muchas no lo hacen, no es factible su producción a gran escala, no se llegan
a comercializar o no tienen éxito en su introducción en el mercado.
De hecho la invención no es sino la producción de un nuevo conocimiento, mientras que la
innovación es la primera comercialización de un invento. El agente de la invención es el
científico o el técnico, mientras que el de la innovación es el empresario.
Analizando las distintas actividades de I+D podemos apreciar que están estrechamente
relacionadas una con otra. Así los descubrimientos pueden dar origen a invenciones y estas
a su vez convertirse en innovaciones, por otra parte las innovaciones pueden servir de
soporte tecnológico para la generación de nuevos descubrimientos y esta interrelación se
puede volver más compleja. En la actualidad la constante generación de conocimientos y el
desarrollo acelerado de la ciencia y la tecnología, hace que se torne difícil establecer
fronteras y que mayoritariamente el deseo de la innovación motive la invención.
Es oportuno señalar, tal como plantea Sáenz, que a las innovaciones se accede no solo a
partir de la aplicación del método científico a través de la investigación aplicada sino que
existen otras formas de creación vinculadas con la práctica, la intuición, la experiencia y
los procesos de diseño e ingeniería que forman parte del entorno empresarial.
Esto no quiere decir que no se realicen investigaciones propias, si se quiere llegar a la cima,
ser el primero es imprescindible mantener en equilibrio el acceso por otras vías a la
innovación y la investigación. Al respecto Pavitt (citado por Escorsa&Valls) sentencia" la
habilidad de un país en asimilar la tecnología extranjera está asociada estrechamente con
el volumen de las actividades tecnológicas y de inversión indígenas".
En este punto es importante diferenciar entre I+D creativa, que pretende poner en marcha
nuevos productos o procesos y la I+D de asimilación que pretende absorber los
conocimientos y resultados de investigación extranjera.
1.3 Tipos de innovación
Según se ha podido constatar la innovación tiene un alcance muy amplio y puede ir desde la
creación de la fibra óptica hasta el cambio en la presentación de un producto. Es evidente
que todas las innovaciones no tiene el mismo grado de importancia e impacto en el
desarrollo.
Muchos autores se han dado a la tarea de clasificar las distintas innovaciones. En una
primera aproximación y de una manera general y sencilla podemos decir que las mismas
pueden ser de producto o de proceso. Como su propio nombre lo indica, las de producto son
dirigidas principalmente a la mejora del propio producto o a la generación de nuevos
productos a partir de la incorporación de nuevos avances tecnológicos, que le sean de
aplicación. Por su parte las innovaciones de proceso, consisten en la introducción de nuevos
procesos de producción o la modificación de los existentes mediante la incorporación de
nuevas tecnologías (Castro, 2001).
Escorsa&Valls (1997), Sáenz (1999) y Castro Díaz-Balart (2001) distinguen las
innovaciones en básicas o radicales, incrementales o de mejoría y aparece una tercera
clasificación referenciada por Sáenz las innovaciones menores.
Innovaciones básicas son aquellas que abren nuevos mercados, nuevas industrias o campos
de actividad. Se refieren a aplicaciones esencialmente nuevas de una tecnología, o
combinación original de tecnologías conocidas que dan lugar a productos o procesos
completamente nuevos.
Innovaciones incrementales o de mejoría son aquellas que producen cambiasen tecnologías
existentes para mejorarlas pero sin alterar su característica fundamental. Puede tener
dos objetivos diferentes, mejorar productos o procesos con posterioridad a la aplicación
original de una innovación básica o permitir la aplicación de una innovación básica hacia
otros usos.
Las innovaciones menores son aquellas que aunque tienen un efecto económico o social, no
presentan un cambio significativo sobre el nivel tecnológico original, tales como cambio de
atributos en el diseño del producto o de la forma de prestar un servicio. Este tipo de
innovación no es tratada en toda la literatura y frecuentemente cuando se menciona se le
llama pseudo-innovación. En este punto el autor concuerda con Sáenz al no estar de
acuerdo en el término pues aunque de menor complejidad que las demás, cumplen con los
requisitos de la definición de innovación y en muchos casos requieren de creatividad,
investigaciones de producto y de mercado y pueden producir efectos económicos o de otra
índole importantes para la organización.
Las innovaciones radicales producen un salto en el desarrollo y generalmente revolucionan
uno o varios sectores de acuerdo a su alcance, las innovaciones incrementales a su vez están
dirigidas a la optimización de procesos y reducción de costos, mientras que las
innovaciones menores pueden estar dirigidas a lograr pequeñas distinciones con respecto a
los competidores a corto plazo.
La correcta interrelación de estas en una empresa o sector influye en el éxito del desarrollo.
Albernathy considera que el progreso tecnológico en un sector está generado por el paso de
una innovación radical a un estado de innovaciones incrementales. Los japoneses a su vez
defienden la idea de la continua introducción de innovaciones incrementales.
Sin embargo, algunos piensan que en los tiempos actuales, las innovaciones incrementales
no van a ser suficientes. Tom Peters, expresa que: "Los tiempos locos requieren empresas
locas. Y la mayoría, por no decir todo el valor creado por la empresa, proviene de
dos fuentes, la inteligencia y la imaginación… Solo la revolución, o mejor, la revolución
perpetua, sirve. La cuestión consiste en comprimir diez años de cambio, según las medidas
de ayer, en un año o menos. Luego, respirar hondo y volver a empezar"(Barnet, 1997 citado
por Escorsa&Valls).
Este punto de vista tiene mucho que ver con el constante desarrollo tecnológico que ha
tenido lugar en las últimas décadas del siglo XX y en los primeros años del presente siglo,
donde el ciclo de vida de un producto o tecnología es fugaz y se hace necesario una
constante renovación para no perecer en un mercado cada vez más competitivo.
Existen otro grupo de clasificaciones que presentan diferentes enfoques. Por ejemplo
Albernathy&Clark en 1985 presentan una clasificación que caracteriza las consecuencias de
la innovación sobre la competitividad de la empresa y sus relaciones con el mercado. Se
basan principalmente en que algunas innovaciones dejan fuera de competencia, obsoletas a
las empresas competidoras, mientras que otras más bien refuerzan el status existente.
Así distinguen cuatro grupos fundamentales de innovación: arquitectónicas, creadoras de
nichos, revolucionarias y rutinarias.
Las innovaciones arquitectónicas representan un salto tecnológico importante y dan lugar a
sectores o subsectores totalmente nuevos y modifican las relaciones con el mercado, pero
necesitan de la adquisición de nuevos conocimientos. Las creadoras de nichos a partir de
las tecnologías existentes abren nuevas oportunidades de mercado e intensifican la
competencia. Por su parte las revolucionarias conservan los mercados existentes
intensificando las relaciones con los clientes, haciendo a su vez anticuadas la tecnología y
procesos de producción actuales. Las innovaciones rutinarias son las más frecuentes
implican cambios que aprovechan las capacidades técnicas y de producción existentes y se
dirigen a los mismos clientes, busca reforzar y proteger su situación actual.
Todas estas clasificaciones y otras existentes rejuvenecen los planteamientos de Sumpeter
(1934) anteriormente expuestos y aunque van contextualizándolos en épocas y situaciones
diferentes conllevan a reafirmar que la innovación es un elemento clave para el logro del
éxito y ventajas competitivas.
Llegado este punto es importante conocer como se lleva a cabo el proceso de innovación.
1.4Proceso de innovación
La innovación es un proceso, por tanto presenta entradas, trasformaciones y salidas. Para
describir o estudiar el proceso que tiene lugar hasta llevar una invención al mercado se han
aportado varios modelos por disímiles autores que permiten entender el camino seguido y
las fases que intervienen en el mismo.
El acelerado desarrollo científico-técnico y social hace que se torne muy complejo para
mundo empresarial lograr ventajas competitivas en los mercados y es la innovación un
medio mediante el cual las empresas tratan de adaptarse a las incertidumbres en
la evolución del entorno (Kodama 1992, citado por Castro Díaz-Balart).
Esto hace que la conceptualización de los modelos de innovación haya transitado por
diferentes cambios y enfoques. Así se han identificado varias generaciones de modelos. En
algunas literaturas aparecen referenciados tres y en otras aparecen los estudios de Rothwell
(1994) quien los agrupó en lo que se denominan los cinco modelos o generaciones del
proceso de innovación. Siendo esta clasificación una de las más completas.
Primera generación: Empujada por la tecnología (technology-Push)
Este modelo (Fig.1) fue predominante entre los años 1950-1965. Su principal característica
es la linealidad que asume con un escalonamiento progresivo desde el descubrimiento
científico, principal impulsor de la innovación, hasta la investigación aplicada, el desarrollo
tecnológico y la fabricación.
No es un modelo que explique con veracidad la realidad, por lo que ha sido objeto de
múltiples críticas. Su planteamiento presupone que el proceso debe empezar por la
investigación aplicada y el mercado es solo el lugar donde se van a incorporar los
resultados obtenidos. Sin embargo no necesariamente este es el camino que conduce a la
innovación.
No obstante en su momento significó una primera aproximación al fenómeno descrito y
proporcionó un vocabulario para nombrar y precisar los pasos que llevan a una innovación.
Fuente; Rosseger, 1980
Figura 1. Modelo technology-Push. Fuente: Rosseger (1980) Citado por Castro (2001)
Entre las condiciones que propician la transición hacia una segunda generación, se pueden
señalar los cambios originados en el mercado mundial donde la oferta comienza a exceder
la demanda y, como consecuencia, nuevas estructuras de poder en cuanto a la relación que
establecen organizaciones y consumidores, paralelamente a importantes avances en la
revolución científico técnica.
Segunda generación: Halada por el mercado (Market-Pull)
La segunda década de los sesenta se caracterizó por la reconsideración sobre el papel del
mercado en el proceso innovador, lo que generó la necesidad de un nuevo modelo, también
lineal (Fig.2), cuya principal característica, según afirma Castro (2001), es el
reconocimiento de que las innovaciones se derivan básicamente de las necesidades de los
consumidores.
Los mercados eran vistos como la principal fuente de ideas para desencadenar el proceso de
innovación y el empresario acudía después al stok de conocimientos para tratar de
satisfacer las necesidades de los consumidores. Este modelo, aunque explicó de una manera
más real la innovación en su época y valoró el poder que tiene el mercado para impulsarla,
continuó siendo insuficiente y sus principales limitaciones están enmarcadas en dos
elementos fundamentales; la naturaleza del proceso innovador sigue siendo explicada a
través de un análisis que no refleja su complejidad; así como, una posición absoluta en
cuanto a la fuerza que lo impulsan.
Figura 2. Modelo Market-Pull. Fuente: Pavón & Hidalgo (1997)
Tercera generación: Modelo Mixto
Diversos estudios realizados por Myers y Marquis (1969), Rothwell (1977) y Cooper
(1979), muestran que los modelos lineales para gestionar la innovación son en exceso
simplificados constituyendo a su vez ejemplo atípicos de lo que en realidad constituye un
proceso más complejo donde interviene la tecnología, el mercado y la capacidad
innovadora interna de las organizaciones. Este proceso es modelado por Kline y Rosenberg
(1985) representando una secuencia lógica, no necesariamente continua, que puede ser
dividida en series funcionalmente distintas pero con etapas interdependientes e interactivas.
(Castro, 2001).
Según el análisis realizado en la literatura, el modelo más complejo es adjudicado a Kline,
como su principal exponente (Fig.3).
Figura 3. Modelo Mixto del proceso innovador. Fuente: Kline (1985)
Este modelo cobra vigencia entre la segunda mitad de los años setenta y los primeros de la
década del ochenta, representa una compleja red de canales de comunicación, intra y extra
organizativos, que unen las diferentes fases del proceso entre sí y con el mercado, y el
conjunto de la comunidad científica.
Los principales aportes de esta nueva generación se resumen a partir de la consideración de
que el camino central de la innovación responde a las necesidades del mercado, la
existencia de diversos momentos de retroalimentación durante el proceso, que permite la
creación de nuevos valores a lo largo del ciclo de innovación y como contribución de gran
relevancia es la inclusión de la relación entre la ciencia y la tecnología en todas las partes
del modelo. Esacorsa & Valls (1997) y Castro (2001) respectivamente destacan que la
innovación a partir del análisis realizado por Kline, es una manera de encontrar y
solucionar problemas, no como algo totalmente nuevo, como se expresa en los modelos de
naturaleza lineal.
Cuarta generación: Modelo integrado
Aunque el modelo mixto (Fig. 4) incorpora procesos retroactivos de comunicación,
esencialmente es un modelo secuencial. A partir de la segunda mitad de la década de los
ochenta se comienza a considerar que las fases de la innovación, sobre todo desde el punto
de vista operativo o de gestión, deben ser consideradas mediante procesos no secuenciales,
es decir de procesos solapados o incluso simultáneos o concurrentes como consecuencia de
la necesidad de acortar el tiempo de desarrollo del producto para introducirlo al mercado.
Figura 4. Modelo integrado del proceso innovador. Fuente: Pavón & Hidalgo (1997)
Este modelo persigue una mayor integración de las fases del proceso de innovación, lo que
implica un elevado nivel de coordinación y control. Se sustenta sobre los criterios
planteados por la ingeniería simultánea o concurrente; integración interna con el desarrollo
de una estructura participativa en todos los departamentos y la integración externa, con la
colaboración de proveedores para conseguir la reducción del costo.
Quinta generación: Modelo en red
En 1994 Rothwell señala que el modelo de fin de siglo para la innovación será el de la
integración de sistemas en el que el proceso innovador se convierte en un proceso
de redes y mallas de cooperación (Fig.5). Muchos autores (Haklisch, Fusfeld (1987),
Hagedoorn (1990), Dogson (1994) destacaron que en la segunda mitad de la década del
ochenta se incrementó de forma importante el número de alianzas estratégicas de carácter
horizontal, basadas en la colaboración interempresarial para el desarrollo de la innovación.
Un aspecto importante que a juicio del autor contribuyó a la necesidad de un cambio en la
concepción de la innovación está dado por una tendencia, señalada por Klein (1999), que
cobró auge a mediados de los años 80, defendida por varios teóricos de la gestión de
empresas: las empresa de éxito deben producir ante todo marcas y no productos.
Esto propició que las relaciones de carácter vertical con los proveedores hayan llegado a
alcanzar un carácter estratégico al lograr que las pequeñas y medianas empresas
establecieran una amplia variedad de relaciones con las grandes empresas en los procesos
de innovación. Así han surgido nuevas fórmulas como el llamado "truco asiático" del
Keiretsu (palabra japonesa que significa una red de empresas relacionadas entre si). Las
grandes marcas asiáticas evocan la calidad, precio e innovación, pero no en un producto
específico sino en un conjunto de valores tal como se expone en la revista Business
Magazine World (1997). (Citado por Klein).
Diversos estudios realizados demuestran que el modelo en red exige total apoyo por parte
de la alta dirección, adoptar estilos de dirección horizontal delegando mayor nivel de
decisión y de control de los trabajadores, una alta preparación del capital humano, creación
de grupos multidisciplinarios, sistemas que permitan compartir una
eficiente información interna y externa, así como involucramiento de clientes
especializados en el proceso.
Si se realiza un resumen de las cinco generaciones de modelos por las que ha transitado la
innovación podemos decir que el modelo mixto se convirtió en un punto de giro en la
concepción de la innovación y aunque mantenía un enfoque primordialmente lineal dio una
visión de la multidimensionalidad del proceso innovador. Los modelos solapado y en red
tienen en cuenta un nuevo grupo de factores presentes en los procesos innovativos tales
como la competitividad, la integración interdepartamental e interempresarial, la
competencia del personal, el liderazgo, las estructuras participativas, los estilos de dirección
horizontales y la inclusión de clientes especializados, elementos estos que delimitan un
amplio campo de investigación para el análisis del proceso de innovación.
1.5 Sistemas de Innovación Tecnológica
La gran complejidad de los procesos innovativos, y los disímiles factores que intervienen
en el mismo, enmarcados en cambios sociales, económicos y medio ambientales que se han
suscitado a escala mundial, ha dado lugar a que un creciente número de países haya
extendido la noción del tradicional Sistema de Ciencia y Tecnología hacia la
conceptualización de nuevos sistemas que no sólo comprenden el alcance de los anteriores,
sino que amplían sus fronteras y campo de acción a otros entornos y actores de la vida
económica y social, cuya participación explícita hace más efectivo el proceso de
innovación. Estos nuevos enfoques han traído consigo la introducción de la denominación,
en numerosos países, de Sistema Nacional de Innovación (SNI). (Escobar 2000)
Lundvall (1992), fue uno de los primeros en emplear el término SNI y lo plasma en
un libro, que edita al respecto. En el mismo hace un análisis y plantea que la idea se
remonta a 1841 cuando Friederich List introdujo el concepto de "Sistema Nacional
de Economía Política" , el cual en su interpretación actual bien pudiera ser SIN.
La Reunión Regional de Consulta de América Latina y el Caribe previa a
la Conferencia Mundial sobre la Ciencia (1999) en la Declaración de Santo Domingo,
reconoció que el conocimiento por sí mismo no transforma las economías o la sociedad,
sino que puede hacerlo en el marco de sistemas sociales/nacionales de ciencia, tecnología e
innovación, que posibiliten su incorporación al sector productor de bienes y servicios.
En ese evento también se declaró que: "Los sistemas sociales/nacionales de ciencia,
tecnología e innovación constituyen redes de instituciones, recursos, interacciones y
relaciones, mecanismos e instrumentos de política, y actividades científicas y tecnológicas
que promueven, articulan y materializan los procesos de innovación y difusión tecnológica
en la sociedad (generación, importación, adaptación y difusión de tecnologías)".
Un Sistema Nacional de Innovación cubre un amplio espacio que va desde la generación y
acumulación de conocimientos hasta la producción de bienes y servicios y su
comercialización.
La especialista venezolana Carlota Pérez plantea, en cuanto a los sistemas de innovación:
"En su sentido más amplio, un Sistema Nacional de Innovación abarca todo lo que afecta la
innovatividad en un espacio nacional. Incluye, por supuesto, todo el Sistema Nacional
de Ciencia y Tecnología, pero también todos los otros elementos –legales, institucionales,
actitudinales, etc.– que influyen sobre la facilidad o la dificultad para introducir el cambio
técnico en las unidades productivas…, el punto focal de un SNI es la firma y sus
interacciones… entendiendo por innovaciones, …tanto las grandes como las pequeñas; los
productos, los procesos o los sistemas; las radicales o las incrementales; las técnicas o las
organizativas".
Por su parte Castro (2001) enfatiza que un SNI abarca desde las investigaciones básicas,
aplicadas, los trabajos de desarrollo tecnológico, la protección legal de los resultados, las
acciones de desarrollo asociadas a los estudios de carácter social, las diversas actividades
de interfase, los servicios científico-técnicos conexos, la transferencia vertical u horizontal
de conocimientos y tecnologías, la actividad de mercadotecnia, hasta el empleo de
modernas técnicas gerenciales.
Muchos autores coinciden en que el SNI es un sistema social o sociosistema, ya que
involucra la interacción entre las personas en la actividad de obtener conocimientos y, sobre
todo, de aplicarlos con éxito. También es un sistema dinámico caracterizado por la
retroalimentación positiva y la reproducción. Los nuevos enfoques de innovación tratan de
contextualizar la política científica para que sirva a los intereses de la nacióny ayude a
generar riqueza y bienestar. (Escobar 2000).
Los SNI son sistemas abiertos y heterogéneos. Los procesos de innovación traspasan las
fronteras nacionales y algunas veces tienen un carácter más local que regional.
Los SIN presentan variación de un país a otro. Nelson (1993), realiza un estudio
comparativo entre más de una docena de SNI donde constata que existen grandes
diferencias entre países vecinos que a primera vista parecen muy similares en muchos
aspectos.
Porter (1990) señala que las diferencias en estructuras económicas, culturas, instituciones e
historias nacionales contribuyen al éxito competitivo.
El objetivo general de los Sistemas Nacionales de Innovación es el desarrollo sostenible y
equitativo, dentro de una estrategia que combina la territorialidad de la nación y sus
regiones con las posibilidades que brinda el concierto internacional, centrando, más que
nunca, el éxito del fenómeno innovativo en el quehacer de la empresa productora de bienes
y servicios. (Escobar 2000).
Castro (2001) señala que en el ámbito del país el SIN abarca los siguientes niveles:
macroinstitucional, mesosectorial, regional o local y microempresarial (Fig. 5)
Figura 5. Sistema de Innovación Nacional Macro-Institucional Fuente: Freeman, 1992.
Citado por Castro, 2001.
El sistema Macroinstitucional abarca las instituciones de apoyo al sistema total. El sistema
Mesosectorial abarca la industria o sector conformado por empresas que compiten con
productos similares y homogéneos.
En el sistema Regional o Local intervienen un grupo de factores que están condicionados
con las características específicas de cada lugar. Abarca, según señala Fernández (2002), un
espacio natural de identidad en lo cultural y de operación y relación en lo socioeconómico
más homogéneo, y en el que la innovación puede encontrar su mejor medio de cultivo.
El sistema Microempresarial está formado por las empresas o conglomerados donde se
definen las estrategias y tácticas corporativas relacionadas con la innovación y la
competitividad. La empresa es el agente más activo e importante que realiza la innovación
tecnológica y se nutre de las universidades y centros de investigación para su desarrollo.
1.6 Gestión de la innovación y la tecnología
En este contexto nace la necesidad de gestionar la innovación y la tecnología y no dejarlas
como procesos espontáneos. Generalmente aunque se han tratado de separar ambas
expresiones se utilizan indistintamente, ya que sus fronteras no están perfectamente
delimitadas y se intenta reunir bajo una sola denominación todos los temas referentes a la
optimización del uso de la tecnología en la empresa. (Escorsa & Valls, 2000)
La integración de la gestión tecnológica y su carácter estratégico ha sido resaltada por
Pavón e Hidalgo (1997 como el proceso orientado a organizar y dirigir los recursos
disponibles tanto humanos como técnicos y económicos con el objetivo de aumentar la
creación de nuevos conocimientos, generar ideas que permitan obtener nuevos productos,
procesos y servicios o mejorar los existentes y transferir esas mismas ideas a las fases de
fabricación y comercialización.
Ävalos (1993) plantea como funciones de la gestión tecnológica la
identificación, evaluación y selección de la tecnología, la desagregación de paquetes
tecnológicos, la negociación de la tecnología, la construcción y puesta en marcha
de plantas industriales, el uso y asimilación de la tecnología y la generación y
comercialización de nuevas tecnologías. (Citado por Castro, 2001). Estas funciones
intentan recorrer todas las etapas por las que atraviesa la innovación tecnológica.
Muchos autores han conceptualizado las funciones que se incluyen en la gestión de la
innovación y la tecnología, aunque existen pequeñas diferencias se pueden distinguir las
siguientes áreas de actuación:
Análisis e inventario de la capacidad tecnológica
Evaluación y planificación de estrategias.
Optimización del uso de la tecnología.
Mejora de la capacidad tecnológica.
Protección de los derechos de propiedad industrial e intelectual
Vigilancia tecnológica.
La innovación no es un proceso irregular, fruto de una idea feliz, en un momento de
inspiración. Las empresas de éxito intentan sistematizarla, asegurándose un flujo bastante
regular de innovaciones. Los trabajos de innovación son muy distintos de las tareas
ordinarias de la empresa que presentan una cierta rutina, por ello es conveniente destinar a
la preparación del mañana, recursos humanos y financieros específicos.
1.6.1 Protección de los resultados de innovación
Una mención aparte dentro de la gestión de la innovación, lo tiene la necesidad de proteger
los productos o de tener la propiedad sobre los procesos e innovaciones, para conservar o
mejorar la posición competitiva.
Las protecciones aparecen en el mundo económico como un incentivo para la innovación.
Sin la protección que ofrece la patente ninguna empresa estaría dispuesta a efectuar los
grandes gastos necesarios para desarrollar una innovación, sabiendo que esta puede ser
copiada inmediatamente. (Escorsa & Valls, 2000)
Las invenciones pueden protegerse por diferentes vías entre las que se encuentran las
patentes, y otras formas de protección industrial e intelectual que juegan un papel decisivo,
en el crecimiento y la competitividad. (CEIM, 2000)
Las patentes constituyen un activo intangible de la empresa, su valoración se hace muy
difícil y en ocasiones las cifras son astronómicas. Por ejemplo en el año 1988 Philip Morris
compró "Kraft" por 12 600 millones de dólares, seis veces más que el valor teórico de la
empresa y su diferencia estriba en el valor de la palabra "Kraft", una marca registrada y de
renombre, propiedad de la empresa. (Klein, 1999)
Las formas de protección son habitualmente separadas en dos modalidades generales:
Propiedad Industrial y Propiedad Intelectual. La Propiedad Industrial incluye las patentes,
modelos de utilidad, signos distintivos (marcas, rótulos de establecimientos, nombres
comerciales) y Modelos y dibujos industriales. Por su parte la Propiedad Intelectual incluye
creaciones literarias, artísticas, musicales, etc. y programas de ordenador (software,
multimedias). Estas formas de protección tiene carácter territorial, así es necesario para
su distribución en el mundo el registro en los países donde se vallan a explotar. En el caso
de las patentes son requisitos esenciales para su otorgamiento, la novedad, la actividad
inventiva y la aplicabilidad industrial. Por otra parte es oportuno señalar que sus derechos
exclusivos presentan un tiempo de vida limitado (aproximadamente 20 años), partir de los
cuales la información tecnológica pasa a dominio público, con lo cual la sociedad se
beneficia gratuitamente de la difusión de la invención.(Zaldívar & Cortina, 1999)
La Organización Mundial de la Propiedad Industrial (OMPI) es una organización
internacional dedicada a fomentar el uso y la protección de las obras del intelecto humano.
En su sitio web oficial plantea que: Dichas obras, amplían las fronteras de la ciencia y la
tecnología y enriquecen el mundo de la literatura y de las artes.
A partir del año 1978, se creo el Tratado de Cooperación de Patentes (TCP), que como su
nombre lo indica es un acuerdo de cooperación internacional en el campo de las patentes.
Tiene varios objetivos principales entre los que se encuentran simplificar y hacer más
económico el procedimiento para solicitar en varios países la protección por patente para
las invenciones y facilitar y acelerar el proceso de las industrias y de los demás sectores
interesados a la formación técnica relacionada con las invenciones, y ayudar a los países en
desarrollo a acceder a la tecnología. (OMPI, 2005)
La información disponible en materia de Propiedad Industrial nos permite entre otras cosas
(Morales 2003):
Conocer las tecnologías más novedosas.
Conocer el nivel actual y las tendencias tecnológicas, así como los países que las están
patentando.
Ahorrar tiempo y gastos innecesarios en los trabajos de I+D+C.
Determinar los nuevos productos que estarán próximamente disponibles en el mercado.
Facilitar la comercialización de los resultados científico-técnicos de avanzada.
Vigilar la actividad de los competidores
Identificar la tecnología de libre uso.
Justificar inversiones.
Analizar la compra de tecnología.
Por otra parte el uso de esta información presenta muchas ventajas (Morales 2003) que se
revierten buenos resultados en materia de innovación, alguna de ellas son:
Constituyen el medio de divulgación tecnológica de más reciente publicación.
Tienen una estructura uniforme en cualquier país
Cubren la totalidad de lo que es nuevo y relevante internacionalmente en la tecnología
aplicada por la industria.
Contienen información por lo general que no se divulga en otra bibliografía.
Como se puede apreciar tal como plantea Castro (2001), el factor protección desempeña un
papel relevante en todas las funciones básicas de la gestión tecnológica y de innovación.
1.7 CONCLUSIONES
La innovación tecnológica es un término que ha venido cobrando auge a través de los años
en el mundo empresarial.
El proceso de innovación ha pasado por múltiples etapas que han cambiado la concepción
de la misma y genera cada día más controversias por su alta complejidad.
Los SNCIT constituyen un marco para el desarrollo de las naciones y garantizan
el desarrollo sostenible y equitativo.
La gestión de la innovación es un proceso de alta prioridad en el mundo empresarial de
hoy.
En el sector empresarial Ecuador apunta a la aplicación de la innovación
Quito, (Andes)
En Ecuador se realiza una encuesta de innovación, la ciencia y la tecnología a escala de
empresas, que permitirá desarrollar políticas públicas en favor del sector, así lo aseveró
ayer Fernando Cornejo, subsecretario de Ciencia y Tecnología (Senescyt). Hasta el
momento, la encuesta ha avanzado en un 62,5 por ciento en el tema de la innovación y un
56,9 por ciento en ciencia y tecnología. “Los resultados de la encuesta nos permitirán
fundamentar el cambio de la matriz productiva en el Ecuador e impulsar el desarrollo de la
investigación e innovación en las empresas privadas y públicas”, añadió Cornejo.
La encuesta de innovación se incluyó a 3.188 empresas, mientras que en la de ciencia y
tecnología participan 144 instituciones, entre universidades, institutos públicos de
investigación y organizaciones privadas sin fines de lucro. “El procesamiento de los datos
nos permitirán aportar con políticas públicas al desarrollo del país en todas las áreas.
En agosto terminaremos con el levantamiento de los datos”, señaló José Rosero, director
del Inec. Un ejemplo de innovación lo presento Ramiro Garzón, gerente general de
Novacero.
“Hace unos años estuvimos cerca de cerrar la sucursal de Laso (provincia de Cotopaxi)
porque su tecnología estaba obsoleta y renovarla costaba USD 20 millones, para no cerrarla
nos vimos en la necesidad de innovar y gracias a ello mejoramos la planta con una
inversión de USD 5,5 millones”.
Novacero forma parte de las 3.188 empresas que participan en la encuesta, cuyos resultados
contribuirán con información de ciencia, tecnología e innovación, tanto para uso de las
instituciones y empresas ecuatorianas como para la formulación de estrategias adecuadas
enfocadas a su gestión y competitividad
Ecuador apunta a la aplicación de la innovación, la ciencia y tecnología en el sector
empresarial
La Senescyt y el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Inec) llevan a cabo una
encuesta relacionada con estos temas para impulsar políticas públicas que beneficien al
sector. Foto: Micaela Ayala V./Andes
Quito, 16 jul (Andes).- En Ecuador se realiza una encuesta de innovación, la ciencia y la
tecnología a escala de empresas, que permitirá desarrollar políticas públicas en favor del
sector, así lo aseveró este martes Fernando Cornejo, subsecretario de Ciencia y Tecnología
(Senescyt).
Hasta el momento, la encuesta ha avanzado en un 62,5 por ciento en el tema de la
innovación y un 56,9 por ciento en ciencia y tecnología.
"Los resultados de la encuesta nos permitirán fundamentar el cambio de la matriz
productiva en el Ecuador e impulsar el desarrollo de la investigación e innovación en las
empresas privadas y públicas", añadió Cornejo.
La encuesta de innovación se incluyó a 3.188 empresas, mientras que en la de ciencia y
tecnología participan 144 instituciones, entre universidades, institutos públicos de
investigación y organizaciones privadas sin fines de lucro.
"El procesamiento de los datos nos permitirán aportar con políticas públicas al desarrollo
del país en todas las áreas. En agosto terminaremos con el levantamiento de los datos",
señaló José Rosero, director del Inec.
Un ejemplo de innovación lo presento Ramiro Garzón, gerente general de Novacero. "Hace
unos años estuvimos cerca de cerrar la sucursal de Laso (provincia de Cotopaxi) porque su
tecnología estaba obsoleta y renovarla costaba USD 20 millones, para no cerrarla nos vimos
en la necesidad de innovar y gracias a ello mejoramos la planta con una inversión de USD
5,5 millones".
Novacero forma parte de las 3.188 empresas que participan en la encuesta, cuyos resultados
contribuirán con información de ciencia, tecnología e innovación, tanto para uso de las
instituciones y empresas ecuatorianas como para la formulación de estrategias adecuadas
enfocadas a su gestión y competitividad.
Índice de Confianza Empresarial
Deloitte interesada en promover al sector empresarial información confiable y precisa para
la toma de decisiones, respecto a la situación económica del país y su evolución, creó en el
año de 1997, el “Índice de Confianza Empresarial”.
El ICE es un estudio que nos permite medir la percepción del sector empresarial frente al
entorno del país mediante una encuesta mensual dirigida a los principales ejecutivos de las
200 empresas más importantes del Ecuador
La encuesta del ICE contiene temas importantes para el sector empresarial respecto a:
Evolución mensual de la inflación y de las tasas de interés
Comportamiento y expectativas de las ventas y de la inversión extranjera
Análisis de la oferta y la fuerza laboral
Temas de actualidad relacionados con el entorno político, económico y social del
país
Gente Empresarial
Kia Motors Ecuador capacita a su gente
La concesionaria Kia Motors Ecuador se capacita en diagnóstico electrónico y
administración del servicio personal al cliente.
La capacitación fue dada por el instructor regional de la firma para Latinoamérica y el
Caribe, Reno Mascetti. Participaron en ella tanto técnicos como jefes y asesores de la red
de concesionarios de Kia Motors Ecuador.
El trabajo se centró especialmente en procesos de diagnóstico y calidad; todo, con la
finalidad de promover la optimización del servicio a escala nacional.
Reno Mascetti tiene 30 años de experiencia en mecánica automotriz y procesos de
calidad. Colabora con Kia Motors desde hace 11 años.
La capacitación de la concesionaria responde a la necesidad del mercado automotriz.
Además, la empresa siempre se ha mostrado preocupada por mejorar servicio a través de
su filosofía Family Life Care.
En la fotografía, de izquierda a derecha: René Casanova, instructor de Kia Motors Ecuador;
Reno Mascetti, instructor de Kia Motors Corp; Fabricio Jacome, jefe de Servicio de Kia
Motors Ecuador y técnico de Kia Ecuador.
Belcorp con buen ambiente laboral
La firma Belcorp Ecuador fue reconocida en 2013 como el mejor lugar para trabajar en la
categoría de empresas con menos de 500 colaboradores y alcanzó con su marca L’Bel el
lugar n.° 1 en Calidad de Servicio del sector cosmético en Ecuador. Esto, dentro de la
décima premiación Ekos de Oro.
Parte del logro, según su gerente de gestión humana, Andrea Mulky, se debe a la visión de
trascendencia, liderazgo e interés que la firma ha mostraro por el bienestar de sus
colaboradores. Sostiene que este reconocimiento es el resultado de la cultura que se vive
día a día en la corporación. “La gestión de talento en Belcorp ha sido un trabajo constante
que ha permitido que nos alineemos a la estrategia del negocio y que alcancemos así alto
desarrollo y salud organizacional”.
Belcorp tiene marcas especializadas en el cuidado de la piel, cosméticos. Entre ellas,
L’Bel, Ésika y Cyzone. En la foto, Carlos Marx Carrasco, director del SRI; Rodrigo
Contreras, director de Belcorp, Ricardo Dueñas, director de Ekos.
Briggs presentó su nuevo portafolio
Edesa presentó el nuevo portafolio de grifería Cira, de la marca Briggs. Esta es para
lavamanos, ducha y cocina e incorpora sistemas de alta tecnología. La marca ofrece alta
tecnología, con diseños exclusivos y novedosos. Además se ajusta a las necesidades de sus
clientes y está destinada a cuidar el medioambiente.
3M presentó nuevas cintas aislantes
La empresa 3M Ecuador presentó en el mercado local su línea completa de cintas
eléctricas aislantes de vinil bajo las marcas Temflex y Scotch. Todas, diseñadas para las
diferentes necesidades del sector eléctrico. Durante su presentación, los ejecutivos de la
empresa expusieron la funcionalidad de los productos a sus invitados, entre los que se
destacaron los distribuidores.
En la foto: Michel Petit, Gabriela Doylet y Jaime López, ejecutivos de la división Eléctrica
de 3M Ecuador.
Proauto fue parte del Salón de Auto Usado
La concesionaria de la marca Chevrolet Proauto participó en el Gran Salón de Auto Usado
en Cemexpo.
Durante su participación en la exposición, la firma, con más de 23 años en el mercado,
ayudó a los futuros compradores que tomen mejores decisiones de acuerdo a sus
presupuestos.
Además capacitaron al potencial comprador sobre los cuidados que debe asumir al
momento de adquirir un vehículo usado. en la foto: Diego López, asesor comercial;
Patricio Balladares, de ASSA; Lola Avilés, de Credimétrica, y Luis Fiallos.
Fuze Tea entega un premio de fusión
La marca Fuze Tea premió algunos trabajos periodísticos sobre “Historias de fusión”. El
concurso fue direccionado a periodistas de todo el país. La iniciativa tuvo como miembros
del jurado al periodista Andrés López y a la reconocida escritora Gabriela Alemán. Los
mejores trabajos en las categorías Periodismo Escrito y Periodismo Audiovisual recibieron
como premio una Mac Book.
Latina Seguros ya despidió 2013
La empresa Latina Seguros, como en años anteriores, ofreció una tradicional fiesta anual
para celebrar su relación comercial con sus socios comerciales. Esta vez lo hizo con
escenarios de Roma y la denominó la “Ciudad Eterna”.
A la fiesta asistieron los principales directivos de la firma aseguradora, así como
corredores e invitados especiales. Todos disfrutaron de una velada de entretenimiento, con
la que la empresa Latina Seguros agradece la colaboración anual a todos sus amigos,
socios y colaboradores.
En la fotografía, durante la celebración, de izquierda a derecha: Nelson Navarrete, gerente
comercial de Latina Seguros; Antonio Arosemena, gerente general; María Auxiliadora
Jaramillo, gerente nacional de Fianzas; Francisco Caiche (Gerente Técnico Latina Seguros
y Carlos Omar Vargas, gerente nacional Latina Vida.
Con la carrera NetLife 5K se festejó a Quito
La empresa Netlife, dedicada a brindar el servicio de Internet de alta velocidad con FTTH
(fibra hasta el hogar) en Ecuador, se unió a los festejos por la Fundación de Quito.
El festejo lo hizo con una prueba deportiva a la que se denominó la carrera Netlife 5K.
La competencia estuvo dirigida a todos sus colaboradores y se desarrolló a la altura del
parque La Carolina.
La carrera se llevó a cabo el pasado 5 de diciembre, y participó en ella la mayoría de
empleados de la oficina NetLife de Quito.
Durante el evento deportivo, el grupo de trabajadores no solo participó de la competencia,
sino que vivió también momentos de integración y compañerismo. En la actualidad,
NetLife provee de soluciones de acceso y conectividad, que significarían más de 35 mil
enrutadores inalámbricos para hogares suscriptores a nivel nacional.
Maggi incentiva el reciclaje de empaques
La marca Maggi de Nestlé cerró su promoción “La mezcla ganadora” y entregó cerca de
500 mil empaques de algunos de sus productos, como Caldo de Cubo, Criollita y Puré de
Papas a la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo).
La iniciativa es parte de los proyectos de responsabilidad social que lleva a cabo la firma.
”Para nosotros, es un pilar fundamental el cuidado del medioambiente y qué mejor que
aportar con el reciclaje de empaques que se recolectaron en una promoción masiva como
fué La mezcla ganadora”, señaló Ana Paulina Posso, gerenta de marketing.
Sin embargo, no será la única. Habrá otras orientadas a dar mayor impulso al reciclaje a
partir de una correcta separación de los residuos en el origen. Arriba, Ana Paulina Posso y
Ana María Córdova, de Emaseo.
OTROS ENLACES
1.8 BIBLIOGRAFÍA
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Albernathy y Kim Clark. Research Policy no. 14. 1985.
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la investigación científica/ Pedro Aleaga Palomino. Holguín: Universidad de Holguín
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Zayas, Virginia M. Sierra.
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Central de las Villas. Facultad de ciencias sociales y humanísticas departamento
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Investigación. Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, 2000,155 p.
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Autor:
Ing. Neysi Ileana León Pupo.
Profesora Universidad de Holguín, Cuba.
DrC. Marcia Noda Hdez
Vicerrectora Docente Universidad de Holguín, Cuba
MsC. Ana de L. Torralbas
Dir. Oficina Comercial Universidad de Holguín, Cuba
Ing. Dayana Lozada Núñez.
Profesora Universidad de Holguín, Cuba.
Leer más: http://www.monografias.com/trabajos37/innovacion-tecnologica-empresarial/
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http://www.elmercurio-manta.com/en-el-sector-empresarial-ecuador-apunta-a-la-
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http://www.elmercurio-manta.com/en-el-sector-empresarial-ecuador-apunta-a-la-
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http://www.deloitte.com/view/es_EC/ec/perspectivas/estudios-y-publicaciones/indice-de-
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