PERSPECTIVA AMBIENTAL - Ecofunerales

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P E R S P E C T I V AA M B I E N T A L 3 5

Ecofunerales

Edición patrocinada por

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Edición:Fundació TERRAAvinyó, 44 • 08002 Barcelona• Tel: 936 011 636 • Fax: 936 011 632http://www.ecoterra.org. En esta web se pueden en-contrar todos los números de los cuadernos de edu-cación ambiental a los que pertenece esta publica-ción: PERSPECTIVA AMBIENTAL. Estasmonografías en formato PDF Acrobat de ADOBE sepublican desde el año 1995.

Redacción: Marta Beltran y Jordi MirallesTraducción: Verónica Serrano y Thaïs Borri

Agradecimiento: Serveis Funeraris de BarcelonaS.A, ha colaborado aportando informaciones delsector.

Foto portada: Quebrantahuesos, rapaz necrófaga,cedida por Jorge Puig de RGB

Fotos interiores e ilustraciones: Fundació Terra,Serveis Funeraris de Barcelona y fuentes varias.

Autoedición realizada con ordenadores alimen-tados con energía solar fotovoltaica. Maquetadocon Adobe InDesign 2.0

EcofuneralesLa muerte, una condición de la vidaLa muerte en algunas culturasLa muerte clínica del cuerpoPreparar la muerte en vidaCeremonias funerarias a lo largo de la historiaLas normas legales relativas a la muerte y losfuneralesCaracterísticas de las diferentes tipologías defuneralesLa incineraciónEntierro, tipología de ataúdes¿Qué utilidad tiene el cementerio?Morir de forma sostenible: volver a la naturale-zaMuerte naturalQué es más ecológico, ¿incinerar o enterrar?Ataúdes ecológicosMortajas para enterrar o incinerarUrnas biodegradablesEmbalsamaje y tanatoestéticaTransporte funerario alternativoNecesidad de una nueva cultura de la muerteLas aportaciones del laicismo a la muerte conmenos huella ecológicaVolver a la tierraVisita cultural a los cementeriosLa naturaleza, fuente de vidaEpitafios: ¿qué actitud expresamos frente a lamuerte?Reflexión de nuestro vivir día a día y cómo po-demos mejorarloDesprendernos de un objecto importantePelícula sobre la muerteBibliografía e internetNoviembre 2005

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AM

BIEN

TAL

«No pienses en la muerte o ella tepuede venir a buscar antes de la hora.

No hables de la muerte o podríasatraerla. Silénciala, y te olvidará»

Fundació TERRA

Ecofunerales

La única certeza en la vida es lamuerte. La muerte sacude la concienciade todos porque provoca inseguridad,incertidumbre. Desconocemos quésentiremos y nos produce vértigopensar que nuestra conciencia puedadesvanecerse como un televisor aldesonectarse. El mundo occidentalaparenta que el fenómeno de la muerteno existe, a pesar que se nos lleva atodos. Es necesario celebrarla con unritual más austero y sin el actual im-pacto ambiental.

La muerte, una condición de la vida

Debemos ser sinceros. Nuestra sociedad vivede espaldas a la muerte y actuamos como si noexistiera para evitar los quebraderos de cabezade tener que afrontar una vida finita. Percibi-mos la muerte como un accidente arbitrario ybrutal que nos coge por sorpresa. La naturale-za nos muestra que la muerte forma parte de unproceso tan natural como la caída de las hojasdurante el otoño. La vida nace con la muertecogida de su mano, desde el momento en quecomenzamos a respirar también empezamos amorir, ambas realidades son inseparables y si-multáneas: ¡perdemos 100.000 neuronas dia-rias a partir de los 20 años y las células de lapiel se renuevan cada día!

De hecho, morir es ley de vida, todos losorganismos acaban muriendo tarde o tempra-no, desde la Escherichia coli (que se divide cada20 minutos) hasta las secuoyas y algunas tortu-gas (que pueden llegar a vivir siglos). Las orcas

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El ankh símbolo de la vida en el antiguo Egipto;contenía la sangre de Isis y se le atribuyen

virtudes mágicas

matan crías de ballena tan sólo para comersesus vísceras, pero el resto cae en el fondo mari-no, donde alimenta miles de seres vivos, per-mitiendo así la subsistencia de lampreas ¡du-rante seis meses! La hojarasca, que en otoño sedesprende de los árboles, no permanece en elsuelo eternamente, sino que es un suculentofestín para los organismos que descomponenla materia orgánica. La vida vive de la vida y,por tanto, de la muerte, la naturaleza está re-pleta de ejemplos que lo demuestran.

Pero, no es éste el parecer de la mentalidadoccidental, tan enquistada en la acumulaciónde bienes materiales, ni de la mayoría de habi-tantes del planeta. Desde tiemposinmemoriales, la humanidad ha perseguidopociones inmortales y poderes mágicos paravivir eternamente. Tener hijos se podría consi-derar una forma indirecta de ser inmortal, he-cho que entra en contradicción con lainsostenibilidad del crecimiento exponencial dela población mundial. La clonación sería la vi-sión moderna de la inmortalidad celular... Qui-zá deberíamos preguntarnos porqué persegui-mos la inmortalidad y qué consecuencias sederivan de esta búsqueda. En el año 1991, enEstados Unidos ya había una cincuentena decadáveres congelados con nitrógeno líquido a-196 ºC, esperando que la ciencia descubra eltruco para resucitarlos y rejuvenecerlos.

Otras culturas, en cambio, son conscientesde que viven gracias a la muerte de otros seresvivos (vegetales, hongos, bacterias, animales).Es el caso de los indios, por ejemplo, que ha-cen el gesto simbólico de dar las gracias a lasplantas cada vez que comen.

La muerte en algunas culturas

Si en algún tema hay diversidad de pensa-miento, es en el de la espiritualidad o la con-cepción de la vida. Desde los inuit hasta losaborígenes australianos, pasando por los pue-blos asiáticos o africanos, y la nuestra lógica-

mente, la visión de la muerte es de lo más va-riada. Es un patrimonio cultural de gran valordel que apuntamos algunas visiones.

Los animistas atribuyen al alma el principioactivo de todos los actos vitales y psíquicos,por lo que personifican los seres y los elemen-tos de la naturaleza. Los rituales funerariosanimistas se centran en la exhortación al espí-ritu del difunto a migrar al mundo de los muer-tos, mediante manifestaciones complejas y delarga duración. No hace tantos años, algunascomunidades inuit, no esperaban la muerte sinoque iban a buscarla. Cuando una persona en-vejecía y perdía sus dientes, se consideraba quehabía perdido su papel social (pues ya no teníalas capacidades para trabajar) y, en un entornocon recursos muy limitados, la persona se con-vertía en una carga para el colectivo y se mar-chaba a buscar la muerte sobre el hielo.

Algunas creencias espirituales son mássofisticadas. Para los budistas tibetanos, lamuerte es algo que nos acompaña desde queiniciamos la vida. Es como un manzano que da

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La hojarasca de cada otoño en el suelo son lashojas muertas de los árboles que renacerán en lassetas y miles de microorganismos que dependen

del ciclo vida-muerte-vida del bosque.

fruto. La manzana primero es verde, luegoamarilla y, finalmente, se torna totalmente ama-rilla y cae. Esta caída del árbol no es un hechoaparte del proceso de maduración del fruto, todolo contrario, es la consumación final del proce-so de maduración. Por este motivo, llamar“muerte” a la separación del cuerpo y la con-ciencia no tiene sentido ya que, según la con-cepción budista, la muerte no es más que uncambio de ropa. Por tanto, hay que morir co-rrectamente, para iniciar una nueva andadurao reencarnación. Una vez reencarnado, se tie-ne una vida influenciada por las anteriores vi-vidas (karma) de manera que la calidad moralde las anteriores vidas determina la calidad devida de la siguiente.

Los indios utilizan la misma palabra paradesignar la muerte y el tiempo: kal. Y no escasual, porque consideran que la conciencia deltiempo es producto del miedo a morir, es decir,al tener miedo de morir, el tiempo es escaso.Mientras la mente occidental lucha por la su-pervivencia y contempla la muerte como a suenemiga, Oriente ve la vida y la muerte comodos caras del mismo fenómeno. Los orientalesviven el momento como si el mañana no exis-tiera, en cambio los occidentales, más conscien-tes del tiempo, paradójicamente acumulamosriqueza y reducimos nuestra vida a cosas ma-

teriales. Sufrimos tal miopía que no vemos másallá de nuestra propia vida. Tomamos los re-cursos a un ritmo vertiginoso, sin pensar en lasconsecuencias globales de nuestroconsumismo.

La variedad de modos de enfrentarse a lamuerte está servida, pero los fenómenos físi-cos que tienen lugar en el proceso de la muerteson únicos. Así pues, ¿cuáles son los procesosfisiológicos que caracterizan la muerte?

La muerte clínica del cuerpo

Prácticamente desde el momento en que unapersona deja de respirar, el corazón deja de la-tir y los ojos se vuelven cristalinos, ya se ob-servan rastros de la muerte. A partir de dos ho-ras el cuerpo se va enfriando a razón de 1 ºC/hy en la quinta hora aparece la palidezcadavérica. Los músculos mayores se endure-cen: primero en los párpados, la mandíbula, elcuello y los hombros, hasta que el cuerpo ad-quiere una rigidez característica llamada rictusmortem. Ésta es un resultado macroscópico dela unión permanente entre la miosina y la actina(proteínas musculares que permiten la contrac-ción y relajación musculares) debido a una aci-dificación del medio interno. La deshidrataciónexplica la pérdida de peso del cadáver, men-guando 1 kg/día como media. Al cabo de unassemanas, la piel se corroe, el tejido se disuelvey la carne se separa, dejando únicamente elhueso al descubierto.

La degradación sucede por los enzimaslíticos, que son liberados desde los orgánulosintracelulares en los que se hallan almacena-dos y provocan la autodegradación de las célu-las. Cuando la muerte no es accidental, esteproceso responde a un fenómeno (muerte ce-lular programada) en que se activa un meca-nismo celular de degeneración. Las socieda-des de la antigüedad que conservaban los muer-tos (como el antiguo Egipto) aplicaban proce-dimientos que bloqueaban los enzimas:

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Palabras para entendernos

Cadáver: el cuerpo humano durante los cinco años posteriores al día de la muerte.Restos cadavéricos: lo que queda después de esos cinco años.Restos humanos; pedazos corporales de mutilaciones, intervenciones quirúrgicas, abortos.Prácticas de la sanidad mortuoria: la refrigeración, la conservación temporal y el embalsamamiento.Tanatorio: establecimiento funerario con los servicios adecuados para la permanencia y exposiciónde los cadáveres hasta la celebración del sepelio o para la realización de las prácticas de la sanidadmortuoria.Féretro: recipiente o lugar adecuado para condicionar el cadáver para la inhumación o cremación.Columbario: unidad de entierro de dimensiones adecuadas para alojar restos cadavéricos o huma-nos, y cenizas procedentes de la cremación.

La muerte en el lenguaje humano

Podemos pensar que vivimos de espaldas a la muerte, que las conversaciones sobre la muerte sonmorbosas, y olvidar nuestra condición de mortales. Sin embargo, por otro lado la muerte está pre-sente en nuestro lenguaje, como demostramos a continuación con algunos ejemplos. Cada año nos“morimos de calor”, y muchos practican el “punto muerto” en los atascos de las autopistas con elasfalto hirviendo. “Matamos el rato” leyendo un cómic mientras esperamos el autobús, “nos morimosde risa” con aquel amigo que es un chiste ambulante. A nadie le gusta “morirse de aburrimiento” o“de asco”, que viene a ser lo mismo, aunque lo hacemos a menudo. Cuando estamos exhaustos,estamos “medio muertos”, o “más muertos que vivos”, y cuando estamos muy enamorados “nosmorimos por alguien”. La bombona de gas butano, siempre cargada por un trabajador inmigrante,“pesa como un muerto”. El potaje de la abuela “resucita a los muertos”. Seguro que habéis pasadopor la experiencia de visitar un antro “de mala muerte”. El refrán dice que “Tanto muere el rey, elPapa, como el que no tiene capa”, pero desgraciadamente, cada día en múltiples conflictos bélicoslos civiles “mueren como moscas”. También hallamos frases hechas, más o menos explícitas: “irseal otro barrio”, “dejarse los huesos”, “dar de comer a los gusanos”, entre otras. En Catalunya“criamos malvas”, en México “se estira la pata”, en Bolivia te vas a “cultivar chiles”, en Alemania“se te enfrían los pies”, en el Reino Unido “muerdes el polvo” o “crías margaritas”.

privándolos de agua (imprescindible para lasreacciones químicas), o destruyendo el entor-no químico requerido.

Cuando morimos, todos pasamos por unacadena de procesos: se nos para la circulaciónde la sangre, el transporte de oxígeno a los teji-dos se vuelve insuficiente, las funciones cere-brales se van deteriorando hasta el punto deinterrumpirse totalmente, los órganos dejan defuncionar y, finalmente, los centros vitales sondestruídos.

Actualmente, se evalúa la muerte con los cri-terios tradicionales (detención del pulso y del

corazón, ausencia de respiración espontánea,falta de receptividad y de reacciones a los estí-mulos sensoriales, pérdida absoluta de la con-ciencia, midriasis fija bilateral –dilataciónpupilar de ambos ojos–, atonía muscular yarreflexia), y con el trazado encefalográfico(que es nulo de forma constante en la muerte,como criterio de defunción se toma el registrode ocho horas como mínimo, incluso días). Seda por descartado, en general, que haya ha-bido la ingesta de drogas depresoras en dosisanestésica o terapéutica las cuales podrían pro-vocar un estado de hipotermia accidental o pro-

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Dentro de nuestro organismo llevamos lasbacterias que provocarán la destrucción celulartotal cuando nuestro metabolismo claudique.

vocada (30 a 32,2 ºC), realidades que puedenenmascarar el diagnóstico de muerte cerebral.

La supervivencia de personas accidentadascon pérdida de conciencia en lugares a baja tem-peratura y que se han recuperado al cabo demuchos minutos (incluso sin secuelas) ha mo-dificado los criterios médicos de tiempo de ac-tuación para recuperar a una persona falta decirculación cerebral. Algunas condiciones dehipotermia hacen que el metabolismo del acci-dentado disminuya de modo que la concentra-ción de oxígeno sea suficiente para mantenerel consumo celular del cerebro y del corazón yasegurar las constantes vitales. La muerte ce-rebral se caracteriza por el paro irreversible delas funciones del tronco cerebral y se diagnos-tica al presentar electroencefalograma plano.

Se habla de muerte total cuando no quedancélulas vivas. Las células nerviosas sobrevivenpocos minutos en estado de anoxia; las hepáti-cas, renales y glandulares, al ser célulasepiteliales, sobreviven 2-3 días. La sucesivadegradación de los órganos, aunque varía enfunción de la temperatura y la humedad am-bientales, aproximadamente sigue la siguientecronología: hígado (desaparece la 3ª semana);corazón y útero (desaparecen en 5-6 meses); alcabo de 12-15 meses se hace visible el esque-leto con restos de tejidos, ligamentos, tendo-nes y vestigios de grandes vasos más o menosparasitados. Transcurren de 4 a 5 años antes deque los huesos se separen y su destrucción porcalcificación y disolución en las aguaspluviales, sobretodo si son ricas en CO

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retardarse varios años, incluso siglos, según elterreno. Los dientes son lo último ¡permane-cen durante milenios!

Como ya hemos comentado, en nuestro in-terior vive un conjunto de microorganismos queestán esperando nuestro fallecimiento para ce-lebrar un festín. Las bacterias del intestino des-prenden sus enzimas, que destruyen la paredintestinal y, como ya no tienen freno alguno (elsistema inmunitario ha claudicado), pasan al

torrente sanguíneo y contribuyen a la autolisisdel cuerpo, que culmina con la total putrefac-ción. Entonces degradan el tejido conectivo, elgraso, el muscular y el nervioso. Con el tiem-po, las bacterias emiten un gas que percibimoscomo repulsivo de forma instintiva. Este fuer-te olor está relacionado, entre otros, con el áci-do sulfhídrico, los mercaptanos y el ácidobutírico, productos de la fermentaciónbacteriana.

Junto a las bacterias actúan los insectos atraí-dos por el hedor cadavérico, que siguen un or-den determinado: primero las moscas de la car-ne y la mosca azul, después escarabajos y otroscoleópteros y finalmente, arañas, acáridos,miriápodos o ciempiés se zampan el esquele-to. En el trópico, un cadáver a la intemperie setransforma en huesos limpios ¡en dos o cuatrosemanas!

Preparar la muerte en vida

Para la mayoría de personas occidentales lamuerte es motivo de miedo y nerviosismo, porlógica en un mundo que gira en torno a losmodelos de éxito y de belleza asociados a la

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Todas las acumulaciones materiales desaparecencon la muerte, mientras que toda la energía

invertida para mejorar nuestro entorno físico yemocional puede perdurar para siempre en el

recuerdo de los que permanecen vivos.

juventud. Pero sobre todo tenemos miedo desufrir, de tener cáncer, sida, de envejecer,marchitarnos y perder las capacidades físicasy mentales. En realidad, lo que nos atemorizaes la vida, porque presenta un problema quehay que resolver, día a día. El miedo a morir esconsecuencia de no vivir la vida en plenitud(antesala de la muerte). La vejez puede ser unaenfermedad y una carga, si se vive roído por laincertidumbre, o bien una oportunidad de ma-durar, de saborear aquello que nos ha alimen-tado durante años y de continuar enseñando avivir.

Educar para hacer frente a la muerte deberíaser una asignatura social obligatoria. Reflexio-nar sobre la muerte ante la pérdida de un serquerido nos empuja a reflexionar sobre el sen-tido de la Vida, Como decía Epicuro: «la muerteno me preocupa, mientras yo estoy ella no está,y cuando está ella, yo ya no estoy».

La vida supone experimentar pérdidas, y elmodo de vivirlas sólo depende de nosotrosmismos: según la actitud que tomamos, las asu-

mimos mejor o peor. Nuestra culturaconsumista y avariciosa no ayuda a facilitar lasimplicidad y desprendimiento de una vida res-ponsable. Lógicamente, la muerte de personasque amamos puede transtornarnos y, de hecho,lo debe hacer; pero para eso está el proceso deduelo y la ayuda de las personas que queremospara acompañarnos en esos momentos en losque es necesario expresar con fuerza las emo-ciones como condición para seguir amando laVida. La vida no es un pasaporte sin salvocon-ductos: desde que somos un zigoto tenemosfecha de caducidad y peregrinamos hacia lamuerte segura. No sabemos cuanto tiempo tar-daremos en alcanzar la muerte y por eso la tra-vesía vital se debe hacer con amor y con loscinco sentidos.

Esto implica no ignorar la muerte, sino ha-cerle un lugar tranquilo en nuestra concienciay compartirlo con los más pequeños. ¿Por quéno dejamos que los niños se acerquen a unapersona fallecida de la família y en cambio sílo deseamos cuando nace un nuevo miembro?Los niños no tienen las emociones manchadaspor los prejuicios de los adultos. Si, cuando elabuelo o abuela muere, lo explicamos con na-turalidad, los niños pueden vivir la muerte demanera integrada en su vida, sin miedo. Delmismo modo que damos la bienvenida a unrecién nacido, nos despedimos de la personaque muere. En la medida que sea posible, to-dos deberíamos tener la oportunidad de despe-dirnos de una persona cercana y querida que seestá muriendo. Pero empezando por los hospi-tales y las propias ceremonias y continuandopor la educación recibida en general en nuestrasociedad respecto a la muerte, esto no es senci-llo. Por ejemplo, en determinados departamen-tos hospitalarios en vez de advertir «prohibidala entrada a menores de 7 años» debería decir«se recomienda la entrada de niños acompaña-dos de adultos». La pedagogía de la vida y lamuerte es de una importancia cabal y se debe-ría abordar abiertamente en las escuelas.

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Visiones del más allá. Cuadro del siglo XVIdel holandés Hyeronimus Bosch, el Bosco.

Sorprende el realismo descriptivo respecto alas experiencias de muerte inminente.

Experiencias de muerte inminente: al otro lado del más allá

Desde que el hombre adquirió la certeza de la muerte no ha parado de dudar de su irreversibilidad. Enla década de los años setenta aparecen las primeras investigaciones de la mano del Dr. RaymondMoody y posteriormente de la Dra. Elisabeth Kübler Ross (1926-2004) a partir de experiencias relata-das por enfermos y accidentados que habían permanecido clínicamente muertos durante instantes o,hasta horas, en lo que se llama una experiencia de muerte inminente (near death experience). Estasinvestigaciones han permitido trazar unos patrones comunes, como los cambios de percepción y deconciencia (separación entre cuerpo y conciencia, sensación de flotar), la visión de un túnel oscuro yuna luz al final, el encuentro con parientes muertos, sin olvidar un desfile de múltiples imágenes enpocos segundos, como si fuera una película, de nuestra vida vista a cámara rápida. El túnel de luz y lasensación extracorpórea son las dos descripciones más habituales de la entrada a la muerte en personasque han vuelto a la vida en el último momento. Pero también lo es la inmensa paz que han sentido y lasensación experimentada en esta circunstancia, relatada como un amor absoluto, felicidad, gozo, eufo-ria. Después, en volver a la conciencia cotidiana, la mayoría encuentran un sentido más profundo ensus vidas y a la vez pierden el miedo a la muerte. Curiosamente, estas percepciones son independientesde las creencias religiosas y se han podido estudiar en personas de muchas culturas diferentes alrede-dor del planeta. En los niños que no pueden estar influídos por patrones culturales, estas percepcionesson similares, pero es difícil explicar que tantas personas alrededor del mundo coincidan.En experimentos con pilotos sometidos a la fuerza centrífuga, se desmayan a causa de la interrupciónde aporte sanguíneo al cerebro. Se desactiva el sistema gravitatorio artificial cuando el piloto pierde laconciencia y, al recuperarla, el piloto explica las extraordinarias sensaciones que acaba de vivir que loscientíficos estudian. Por ejemplo, la activación incontrolada de las neuronas oculares cuando el cere-bro no recibe sangre se traduciría en una interpreta-ción cerebral de puntos de luz, que percibimos comoun túnel ya que las neuronas que más se activan sonlas centro. La anoxia y los transtornos en la transmi-sión de oxígeno y el dióxido de carbono contribuiríana provocar estados alterados de la conciencia. La ex-plicación fisiológica del extraordinario bienestar esla liberación de sustancias opiáceas (endorfinas) comorespuesta cerebral al dolor agudo y para evitar moles-tias. Pero estos experimentos sólo ilustran la visióndel túnel de luz y la sensación de euforia. También sesabe que estimulando los lóbulos temporales se pro-voca que el individuo tenga la sensación de salir de sucuerpo, de estar en paz y de ver otras personas.De cualquier modo, no se puede ignorar un hecho re-velador: la homogeneidad de las experiencias en tor-no a la muerte. Independientemente de la edad, la cla-se social, el nivel cultural o la creencia religiosa, to-dos los seres humanos experimentamos lo mismocuando nos morimos, datos que hacen pensar que com-partimos una misma forma energética de fluir. Y laenergía no se crea ni se destruye, sino que se transfor-ma. Lo más sensato, pues, es perder el miedo a lamuerte y aprender de ella la importancia de vivir conresponsabilidad.

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La voluntad de trascendir la muerte se refleja enmuchos de los monumentos funerarios, desde laspirámides hasta manifestaciones como la de losGuerreros de terracota de Xian, más de 8.000

estatuas que reproducen los soldados delemperador.

Sabiendo que todos al final moriremos, qui-zá nos deberíamos replantear nuestro modeloconsumista y, en definitiva, nuestro modelo deentierro.

Ceremonias funerarias a lo largo dela historia

Tradicionalmente, el cadáver ha sido sepa-rado del mundo de los vivos por razones higié-nicas, pero otorgándole una simbología quediera sentido a la ausencia. Esto explica cos-tumbres como la inhumación (entierro), la cre-mación, y otros menos frecuentes como la in-mersión o el canibalismo. La simbología deestos actos acostumbra a relacionarse con elretorno a la naturaleza, a la madre tierra, al agua,con la purificación del fuego, con la comunióncanibalista y el principio vital del difunto; lamomia que espera el retorno del Ba (principiovital, similar al alma) del faraón difunto, etc.

Las primeras inhumaciones se remontan aunos 100.000 años, con el hombre deNeandertal, pero a partir del Homo sapiens(hace unos 30.000 años) las inhumaciones ad-quieren un carácter religioso, sugerido por

múltiples hallazgos arqueológicos (entierroscon elementos decorativos funerarios, mues-tras de arte, etc.). En algún momento de la his-toria de la humanidad surge la creencia en elmás allá. Esta visión de trascendencia y espiri-tual evolucionará con expresiones rituales cadavez más complejas. Desde las comidas ritualesde restos humanos o cenizas de fallecidos, queaún practican algunas tribus hoy en día, duran-te el Antiguo Egipto (hace unos 4500 años).

Preservar el cuerpo

La momificación artificial no fue una prác-tica exclusiva de la civilización egipcia, y sehalla presente también en sociedadespreincaicas latinoamericanas, en tribus indiasde América del Norte, y en los indígenas dela región de Oceania, Japón o Siberia. Losegipcios no tenían nociones de química com-pleja, y por tanto desconocían que el origende la descomposición del cuerpo reside en laacción enzimática de las propias células yde las bacterias. Pero sí disponían de una lar-ga experiencia en la conservación de alimen-tos. Los cazadores sabían que para preservarla carne era necesario extraer las vísceras,del mismo modo que los pescadores conser-vaban el pescado salándolo o secándolo. Asídesactivaban el proceso enzimático de lasbacterias intestinales. Posteriormente, lassociedades humanas descubrieron muchasmaneras de frenar la bacterias. Por ejemplo,en Babilonia sumergían los muertos en miel,inmersión que además de disecar la carne,también destruía las bacterias.

La momificación es una deshidratación rá-pida del cuerpo inmediatamente después dela muerte, que impide la putrefacción que co-menzaría de manera natural al segundo díade la muerte. La momificación responde alreto de conseguir llegar al más allá en buenestado físico, para poder vivir allí en pleni-tud. Era importante conservar el cuerpo, es-

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Ornamentos de nuestros funerales

Los funerales occidentales disponen de determinados elementos característicos, como las urnas, losataúdes, los panteones y los mausoleos. En todos ellos hay una consigna implícita: el mérito deldifunto es proporcional al gasto económico de su funeral. Talmente como si el valor (moral, legadocultural, influencia social, etc.) de la persona fallecida (o de su familia) exigiera una despedida adere-zada con abundancia. No deja de ser una paradoja que los funerales tradicionales (religiosos) esténbajo el yugo del materialismo.

Las urnasLas urnas son los recipientes que contienen las cenizas o restos del difun-to, que son entregadas a los familiares o bien introducidas en un columbarioen el cementerio. ¡Pero las urnas tienen mucha historia! En la edad dehierro, los etruscos elaboraban urnas de incineración en forma de cabaña,que contenían en miniatura los objetos personales del difunto. En la EdadMedia, las urnas de vidrio mostraban las reliquias de los santos.

MausoleosEl primer mausoleo fue construído en el año 350 a.C. en Halicarnás (unaciudad de Asia menor actualmente llamada Bodrum) con motivo de lamuerte del rei Mausol. Artemisia, su viuda, ordenó erigir un monumentofunerario de grandes dimensiones, pues deseaba para su marido el se-pulcro más esplendoroso jamás visto, y de aquí a que diera nombre atodos los mausoleos de construcción posterior. En España también hayun mausoleo, aún en pie y desde luego polémico: el del dictador Franco,en el Valle de los Caídos.

PanteonesEl panteón es una construcción para acoger los muertos de toda una fami-lia o estirpe familiar. Lógicamente, ha sido símbolo de distinción para laaristocracia y la burguesía. El panteón es la antítesis del foso común alque van a parar los muertos anónimos. El arte también ha sido una cons-tante en estos recuerdos funerarios y a menudo expresan una parte de lahistoria de un país.

AtaúdesParece ser que fue la civilización sumeria la que hace unos 3.500años comenzó a enterrar a sus muertos dentro de tumbas o reci-pientes, al principio en simples cestos de juncos trenzados. Losgriegos de la antigüedad atribuían la descomposición del cuer-po post-mortem a los ataúdes de piedra, de aquí que los llama-ran sarcophagi (que en griego significa «devoradores de car-ne»). La palabra tumba también proviene del griego y significa«memoria». Hay muchas interpretaciones de los motivos porlos que nace la necesidad de cerrar los difuntos en cajas; la másextendida apunta al temor de un posible regreso del difunto.

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La empresa itialiana Cofanifunebri publicita susmodelos de féretros con imágenes eróticas y losfabrica con los colores de los equipos de fútbol.

Todo un ejemplo de que el negocio es el negocio.

pecialmente el rostro, para que el espíritu deldifunto pudiera reconocer su propio cuerpo.

Eliminar el cuerpo

Respecto a la península ibérica, la llegadade los indoeuropeos (siglo IX a.C.) originó uncambio en las prácticas funerarias preexistentes:se abandonó la inhumación (protección y en-tierro del cuerpo) y se estableció la incinera-ción (cremación y eliminación del cadáver),plenamente extendida a partir del siglo VIIIa.C., coincidiendo con el inicio de la edad dehierro (s. VII a.C.). Posteriormente, los íberoscontinuaron usando la incineración como ri-tual mortuorio, con modos de enterrar muy di-versos, aunque generalmente incluyendo ob-jetos de valor (joyas, decoración, utensilios,herramientas, etc.) junto con las cenizas, yafuera dentro de las urnas o bien en la fosa don-de se realizaba el entierro. La civilización ro-mana continúa con la tradición funeraria ibéri-ca, pero reaparece la inhumación. Con el cris-tianismo (s. I-II d.C.) la incineración es aban-donada y se impone la inhumación.

Los tibetanos viven y mueren en sintonía conla naturaleza y los rituales funerarios budistastienen relación con alguno de los cuatro ele-mentos básicos: aire, agua, tierra y fuego. Elsegundo consiste en lanzar el cuerpo al río, eltercero en enterrarlo y el cuarto a incinerarlo.Como en el Tíbet el suelo es duro, el agua es-casa y los árboles poco abundantes, escogen elmejor modo de morir respecto a los recursosde que disponen. Es lo que llaman el entierroen el cielo, en el que los habitantes de las altu-ras hacen desaparecer al muerto: los cadáveresson descuartizados a golpe de hacha y dejadosa la intemperie para gozo de buitres, cuervos,halcones, etc.

Actualmente, en la India, los zoroastrianos(parsis, en inglés) mantienen una práctica pa-recida, pero depositan los cadáveres en un re-cinto vallado, entre cuatro paredes y cielo abier-

to, para que los buitres los coman y aprove-chen la materia orgánica.

En la sociedad occidental actual, en cam-bio, obsesionados por la imagen, utilizamostodo tipo de tecnología para disimular los pro-cesos naturales que acompañan a la defunción.Por eso queremos que el difunto parezca vivo:se le maquilla, se le viste con las mejores ga-las, a veces incluso se le aplican sustanciasquímicas conservantes, y lo transportan con uncoche funerario escénico.

La incineración es la última técnica parahacer desaparecer el cuerpo. Tiene como re-sultado la ceniza de los restos orgánicos quecomponen el 30% de nuestro cuerpo, ya que elresto se vaporiza porque es agua. La ceniza seconvierte en una materialización del espíritude la persona y así este ser humano se puedeincorporar nuevamente al ciclo de la vida. Ló-gicamente, las interpretaciones y ceremoniasrelacionadas con el ritual funerario son de lomás diversas. Desde un punto de vista objeti-

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Los ritos funerarios pueden convertirse en unproblema ambiental, como sucede con la

desforestación causada por las cremacionesmasivas en Benarés (India).

vo, las cenizas son elementos orgánicos cuyoscomponentes (siempre que el cadáver no sehaya quemado con sustancias tóxicas) puedenser útiles a la naturaleza, en definitiva, a la vida.La urna o receptáculo que las contiene es tansólo un envase y de ningún modo pierde sufunción cuando ya se han dispersado las ceni-zas. De esta técnica hablaremos más adelante.

Las normas legales relativas a lamuerte y los funerales

Para tener derecho a ser enterrado se debeobtener la licencia para obtener sepultura, queno se consigue sin dos tramitaciones previas:la obtención del certificado de defunción (ex-pediente médico) y la inscripción de la defun-ción en el Registro Civil. A continuación sepuede comprar el féretro donde introducir elcadáver, así como la urna, si se opta por la inci-neración, y contratar el traslado hasta el cemen-terio o crematorio donde se hará la inhuma-

ción o la incineración. Adicionalmente, en de-terminados casos (como cuando se investigala causa de la muerte o si hay riesgo de infec-ción), antes de enterrar o incinerar es obligato-ria la autopsia, la conservación transitoria o elembalsamamiento del cadáver.

A parte de estas actuaciones básicas, se pue-den recibir prestaciones complementarias (quea menudo son las que distinguen un serviciofunerario de otro). Se trata de operaciones deestética o preparación para mejorar el aspectofísico del cadáver; de la gestión de la adjudica-ción de sepulturas o preparación de las que yason titularidad de la familia; de montar salasde duelo en los domicilios; de contratación deltanatorio; de organización del funeral religio-so o acto civil, alquiler de coches, publicaciónde esquelas y confección de recordatorios ycompilación de firmas, suministro deornamentaciones - ornamentos florales, encar-go de lápidas y adornos para sepulturas, ges-tiones con compañías aseguradoras, etc.

En términos generales, las empresas fune-rarias estan obligadas a suministrar féretros yurnas, hacer las prácticas higiénicas pertinen-tes al cadáver, introducirlo en el ataúd, trans-portarlo y gestionar los trámites administrati-vos de todo el proceso. En Catalunya, tambiénse responsabiliza a las empresas funerarias decumplir todo el llamado Reglamento de Poli-cía Sanitaria Mortuoria.

Féretros reglamentarios

En el estado español está prohibido condu-cir, inhumar e incinerar cadáveres sin ataúd.Respecto a los tipos de féretros reglamentados,se diferencia entre el féretro común y el de tras-lado. El primero debe ser de madera (u otrosmateriales aprobados por la autoridad sanita-ria) y tener un grosor mínimo de 15 mm, contapa que encaje en el cuerpo interior de la caja,y sin grietas. El ataúd de traslado debe conte-ner dos cajas, una interior de zinc, plomo o un

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El traslado de los difuntos en carruaje de lujo seconvirtió en uno de los símbolos más

significativos del poder político y económico delas familias a mediados del siglo XIX.

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.material similar aprobado por la autoridad sa-nitaria y otra exterior como el féretro común,pero con un grosor mínimo de madera de 20mm, asas metálicas de refuerzo y válvula deescape y depuración de gases. El zinc evita queexplote la caja, porque el ataúd es como unaolla a presión a causa de los gases que emite elcadáver! Así que, una vez se introduce el cadá-ver dentro del ataúd, se solda con plomo el com-partimento de zinc.

En los últimos tiempos ha aparecido un ter-cer tipo, el féretro especial de incineración, quelegalmente se incluye de forma general en lacategoría de féretro común. Es de madera, sinningún elemento metálico, ni plástico, ni bar-nices o pinturas, para permitir su total elimina-ción en el proceso de cremación y así evitardesprender gases contaminantes. Algunas nor-mas autonómicas y locales ya lo exigen para laincineración y su uso se va generalizando. Pesea esta definición de ataúd ecológico para inci-neración, la realidad es que, en general, contie-nen grapas metálicas y tela absorbente (quecontiene materiales sintéticos); el hecho máshabitual es utilizar féretros convencionales paraincinerar. Cuando el usuario se decide por laincineración, la empresa Serveis Funeraris de

Barcelona siempre aconseja el féretro especialde cremación, pero los usuarios a menudo es-cogen féretros no ecológicos, ya que su aspec-to plastificado les da brillo, cosa que suele gus-tar más.

Transporte

Respecto a la compra del ataúd, esobligatorio efectuarla en la comunidadautónoma o país en el que se ha producido lamuerte del difunto, obviamente con los preciospropios de la localidad, que están fijados porlegislación municipal. Es decir, que si alguienfallece en el extranjero, los familiares debencomprar el ataúd a la empresa funerariacompetente en el país correspondiente. El restode servicios (alquiler de transporte, lápidas, etc)son competencia del país al que pertenece eldifunto (servicio funerario del municipio en elque está empadronado). Si la empresa espública o semipública, la Ordenanza Fiscal delAyuntamiento determina los precios de losservicios funerarios (ataúdes, coche, etc.)precios que son actualizados cada año en unajunta plenaria.

Se habla de conducción cuando el transpor-te del cadáver o restos cadavéricos tiene lugar,en el caso que nos ocupa, dentro del ámbitoterritorial de Cataluña, y de traslado si el ori-gen o destino es fuera de Catalunya.

El transporte de cuerpos y restos entre mu-nicipios o comunidades autónomas se debehacer, por ley, en un féretro. Si se realiza enbarco o avión, requiere embalsamamiento ydeposición en el féretro de traslado, soldandola caja interior. En el transporte por carreterase debe usar el féretro de traslado, además derealizar la preparación sanitaria del cadáver: siel tiempo entre defunción e inhumación seprevee de entre 48 - 72 h, es necesaria la con-servación transitoria; si supera las 72 h,el em-balsamamiento es obligado. Sin embargo larealidad es variada: algunas comunidades au-

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Motorbike Funerals ofrece en el Reino Unido eltransporte del sepelio en un sidecar

Un tranvía funerario en el año 1895 en la ciudadde Buffalo (NY) en los EUA.

tónomas obligan siempre a realizar la conser-vación transitoria, mientras que otras prohíbenel traslado en féretros cerrados durante las pri-meras 24 h. La autorización del traslado la ex-pide la comunidad autónoma de origen.

En la gestión de los traslados internaciona-les, el Estado español se acoge a diferentes con-venios existentes. La Unión Europea, ademásde liberalizar los transportes, tiene normas so-bre el salvoconducto mortuorio, expedido porla autoridad del país de origen, que se asegura-rá de que se hayan cumplido los requisitosmédicos, sanitarios, administrativos y legalespara el traslado de cadáveres, inhumación oincineración, y exhumación vigentes en el paísde partida. Se establece el hermetismo de losféretros, un material absorbente en su interiory, si procede, un sistema depurador para equi-librar la presión interior con la exterior (meca-nismo obligatorio si el traslado es vía aérea,excepto que presente garantías de resistencia).En caso de que la causa de defunción sea unaenfermedad contagiosa, el cadáver debe ir en-vuelto en un sudario impregnado de soluciónantiséptica.

Actualmente cada país tiene su propia nor-mativa. Para evitar estos obstáculos, se está tra-bajando en una posible normativa de la UniónEuropea que armonice los criterios funerariosintercomunitarios.

Tanatopraxia

Las prácticas tanatológicas comprenden fun-damentalmente dos categorías: tanatopraxia(embalsamamiento, conservación transitoria yadecuación del cadáver mediante técnicas dereconstrucción) y tanatoestética (embelleci-miento del rostro). La diferencia entre el em-balsamamiento y la conservación transitoriaradica en el grado de control sobre el procesode putrefacción: el primero la impide totalmentemientras que el segundo la retrasa aplicandosustancias químicas. En el Estado español, es-tas prácticas deben ser realizadas necesariamen-te por tanatopractores (próximamente existiráesta formación como formación de extensiónuniversitaria), a excepción de las prácticas deestética (que no necesitan titulación especial).Generalmente, los usuarios pueden contratarestos servicios de modo opcional (los más so-licitados son los de modelaje y estética), ex-cepto en situaciones de obligada ejecución. EnCatalunya se practica obligatoriamente la con-servación transitoria transcurridas 24 h desdela defunción hasta el entierro (o incineración)y el embalsamamiento a partir de las 72 horaso en caso de traslado. En algunas comunidadesautónomas, la conservación transitoria formaparte del protocolo funerario. Hay que desta-car que en estos plazos no se computa el tiem-po de refrigeración o congelación del cadáveren instalaciones autorizadas, que supone unmáximo de 48 y 96 horas, respectivamente.

No olvidemos que cuando existe petición deinvestigación de las causas de la muerte, losmédicos forenses efectúan autopsias y análisisanatomopatológicas y toxicológicas, previas ala tanatopraxia.

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Gunther von Hagens, inventor de la plastinación,un método de conservación de los cuerpos para

uso artístico y pedagógico en la exposición BODY

Cadáveres y riesgo de infecciones

La legislación clasifica los cadáveres endos grupos: 1) los difuntos fallecidos porcausas que impliquen peligro sanitario porcontagio de enfermedades infecciosas, asícomo los contaminados por productos radio-activos, y 2) los difuntos no incluidos en elprimer grupo. La determinación de los crite-rios de inclusión para el primer grupo no esunánime, cada comunidad autónoma tiene lossuyos. En general, las enfermedades infec-ciosas incluidas en el grupo 1 son las siguien-tes: carbunclo, cólera, peste, fiebre hemo-rrágica causada por virus, encefalitis deKreutzfeldt-Jakob, difteria, ántrax, paludis-mo o rabia - sorprende que en ninguna de lasnormas generales sobre sanidad mortuoriaconste el SIDA en el primer grupo, pese lacomprobada posibilidad de transmisión. Deeste modo, los cadáveres con cualquier en-fermedad de origen infeccioso deben sermanipulados extremando los medios de pro-tección para evitar el riesgo de contagio. Loscadáveres pertenecientes al primer gruponormalmente no pueden ser objeto de tras-lado internacional, y no se podrá autorizarsu exhumación en algunos casos. Además,podrán ser inhumados o quemados antesde las 24 h de la defunción, si hay causajustificada.

La incineración

La persona que desea ser incinerada, debemanifestarlo por escrito sin olvidar firmar,ya que el reconocimiento de la firma por partede la entidad financiera (caja o banco) deldifunto, valida el escrito. Una alternativaconsiste en registrar las últimas voluntadesen el llamado testamento vital que, a dife-rencia del testamento ante notario, no se abrepasados quince días sino justo después de la

defunción. En caso de que no se deje ningúndocumento mostrando la voluntad de ser in-cinerado, los familiares directos también es-tán en derecho de autorizarlo.

Ahora bien, si se pide ser incinerado sinataúd de madera, es decir, introduciendo elcuerpo directamente en el horno, con la ac-tual legislación no es posible satisfacer esedeseo. La incineración conjunta de cuerpo yataúd está estipulada por el Reglamento dePolicía Sanitaria Mortuoria (estatal y auto-nómico), aprobado por un Decreto estatal de1974, que también regula cuando embalsa-mar un cuerpo. En Catalunya, el Decreto sepublicó en 1997. Puesto que este reglamen-to se basa en criterios higiénicos obsoletos,y un ejemplo son países como Suiza (conaltos índices de incineración) y Colombia,que incineran el cuerpo dentro de un ataúdde cartón o envuelto en una sábana, respec-tivamente, quizá se debería adaptar a los co-nocimientos médicos actuales, en referenciaa los criterios de riesgo de infección (queafectarían a la incineración del ataúd y la con-

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Reflector parabólico desarrollado per Wolfgang Schefflerde 50 m2 instalado en la India donde se estudia la

incineración de cadáveres con energía solar concentrada.

servación transitoria o permanente del cadá-ver).

Un problema particular en la gestión ad-ministrativa de la incineración deriva delhecho que no está prevista en la legislacióndel Registro Civil, a causa de su recienteimplantación en el Estado español. Esto seconvierte en una traba, dado que es un re-quisito para conseguir la licencia para darsepultura. Coexisten dos criterios opuestosrespecto a la incineración en relación a la li-cencia. Uno sostiene que la licencia para elentierro es válida también para la incinera-ción, y de ese modo los responsables de ce-menterios o crematorios deben darle la mis-ma validez. El otro defiende que no puedeequipararse a la inhumación, porque la inci-neración hace desaparecer el cadáver y todovestigio de la causa de defunción, y por tan-to requiere que la licencia haga mención ex-presa de que se practique la cremación.

Este asunto aún no se ha resuelto legal-mente y funciona de modo interpretativo. Porello algunas comunidades autónomas hanelaborado normas para resolver este vacíolegal, en las que se autoriza la incineraciónsi se dispone del certificado médico de de-función, licencia de entierro o, en caso de

intervención judicial, resoluciónautorizadora. En Madrid, por ejemplo, elcertificado médico hace mención expresa deque no hay impedimento para la incineración,independientemente de que se opte o no poresta práctica.

Construcción de cementerios

Se establecen normas sobre el suelo en elque se han de construir nuevos cementerios.Por un lado se requiere que el suelo seapermeable, y por el otro que el emplazamien-to se sitúe a cierta distancia de las zonas po-bladas, al menos 500 metros, sin permisopara la construcción de viviendas para alojarhumanos.

Algunas comunidades autónomas tienenregulaciones exhaustivas de los cementerios(ubicación, construcciones, instalaciones,equipamientos, etc.) y en otras tan sólo exis-ten normas genéricas sobre previsión de usoy distancias a zonas habitadas. Llama la aten-ción la disparidad de criterios en cuanto alas zonas de protección sanitaria alrededorde los cementerios definidas por las diferen-tes comunidades autónomas: en algunas no

existe norma al respecto, mientras queen otras se establece una zona de 25, 40o 50 m en la que esta prohibido cons-truir, y otra franja a continuación de 150o 250 m en que la construcción está li-mitada a equipamientos, industria noalimentaria, o granjas pecuarias, y, enalgunos casos, viviendas unifamiliares.

Contratar un nicho

Cuando el servicio funerario era pú-blico, los precios de inhumación eran fi-jados por los ayuntamientos en el PlenoMunicipal. Si queremos un nicho en elcementerio, tenemos dos opciones: el al-

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La crioginización pretende conservar el difunto ennitrógeno líquido con el argumento que en unfuturo habrá tecnología adecuada para hacerlo

«resucitar». Algunas empresas americanas ofreceneste esperpéntico servicio.

quiler y la compra de sepulturas. La más eco-nómica es alquilar un nicho por dos años.Las modalidades de concesión más habitua-les son los nichos entre 10 y 50 años. Cuan-do la concesión por 10 años se agota, la em-presa funeraria se pone en contacto con losfamiliares y publica su intención de efectuarla exhumación (la retirada de los restoscadavéricos) en los periódicos de tirada na-cional y en el boletín de la comunidad autó-noma correspondiente. Los familiares renue-van la concesión o bien proceden a la exhu-mación, a la que se procede por tres vías:incinerar los restos, reducirlos, o trasladar-los a una fosa común. Alrededor del 50 % delos familiares optan por la exhumación. Des-tacar que la exhumación es legal a partir delos dos años a partir de la inhumación; losrestos son quemados o reinhumados en ni-chos de niveles superiores, mientras que losrestos del ataúd son gestionados como un re-siduo. La política de concesiones tempora-les contribuye a mantener el ahorro de espa-cio.

Las cenizas de incineración, pueden serdepositadas en columbarios y, de manera mi-noritaria, sepultadas y en nicho perpetuo. Enestos últimos casos, los familiares acostum-bran a aprovechar la titularidad de una uni-dad de entierro hasta 99 años para depositarallí las cenizas, es decir que se aprovecha unamisma sepultura para depositar las cenizasdel difunto con el resto de la familia.

Tanto el cadáver como los restos son so-metidos a control sanitario en su manipula-ción y traslado (en el primer caso de maneramás rigurosa que en el segundo), excepto lascenizas categorizadas como lo que queda delcuerpo humano.

La transmisión de la titularidad en los ce-menterios en Catalunya está regida por elCódigo de Familia Catalán y, en caso de au-sencia, se acoge al Código Civil Español. LaOrdenanza Fiscal del Ayuntamiento determi-

na las tarifas de los cambios de nombre en latitularidad de una sepultura.

Donación a la ciencia o paratrasplantes

Nuestras convicciones filosóficas nos per-miten alguna otra opción como es que nues-tro cuerpo pueda ayudar a la ciencia. Cierta-mente, el estudio del cuerpo puede proporcio-nar nuevos conocimientos de las enfermeda-des y es muy útil en la formación de los pro-fesionales de la salud. Para dar el propio cuer-po de manera altruista a la ciencia, ya sea parala investigación científica o para la enseñan-za en los centros reglamentados, es necesariosolicitarlo en vida, poniéndonos en contactocon las facultades de medicina o centros deinvestigación de nuestro ámbito territorial, obien a petición de la familia del difunto. Enel primer caso, lo único que se pide es que lapersona sea completamente consciente y ma-yor de edad; sólo se rechazarán los cadáveresde personas muertas a causa de enfermeda-des infecciosas contagiosas, accidente, críme-nes o los que tengan una herida abierta. Se

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sustituye la sangre por formol, producto quí-mico esterilizante que impide la putrefacciónde los tejidos. Después de cinco años en undepósito, el cuerpo se utiliza para estudio du-rante los siguientes dos años.

En el caso de los restos, es frecuente quelos cementerios los entreguen a los centros deenseñanza cuando nadie los reclame y su des-tino sea la fosa común o la incineración. Sóloestán sometidos a normativa propia los cadá-veres destinados a investigación o enseñan-za. No obstante, el destino final último de ca-dáveres y restos utilizados con estas finali-dades acostumbra a ser la incineración.

Hay que tener en cuenta que la donacióndel cuerpo a la ciencia es incompatible con ladonación de órganos y tejidos para trasplan-tes. La comunicación (a familiares y amigosíntimos) de la intención de donar los órganos,ya valida el proceso. Para poder donar los ór-

ganos y los tejidos el donante debe morir enel hospital, después de una parada irreversi-ble de las funciones cerebrales o cardiores-piratorias. Sólo así se dan las condiciones paramantener el cuerpo artificialmente desde elmomento de la muerte hasta la extracción delos órganos. La extracción ocular, en cambio,no requiere de muerte hospitalaria, porque estaoperación puede retrasarse unas horas. El do-cumento de voluntades anticipadas (DVA) esuna declaración personal del tratamiento quese desea recibir en determinadas situacionesque impiden la autonomía del paciente y sedirige al personal sanitario. El DVA se pue-de inscribir en el Registro de voluntades an-ticipadas del Departamento de Sanidad y Se-guridad Social de la Generalitat para facili-tar el acceso a los profesionales médicoscuando sea requerido. Hacer mención de queel DVA puede ser anulado o renovado en

Cementerios municipales

En nuestro país, los cementerios son un servicio municipal excepto unos pocos cementerios parroquialesque son propiedad de la Iglesia católica, que los gestiona. El entierro o inhumación de personas fuerade los cementerios no está legalmente permitido. La legislación actual en este ámbito regula la inter-vención de la Administración pública en materia de servicios funerarios, en la medida que lo consideraesencial para la comunidad y, por tanto, de interés general.

Dentro de esta intervención administrativa, los municipios son la administración competente en mate-ria de servicios funerarios y son responsables de garantizar su existencia y la prestación a toda lacolectividad local. Además, los municipios disfrutan de potestad para regular los servicios funerarios,con la finalidad de asegurar la efectividad de los principios de universalidad, accesibilidad, continui-dad y respeto a los derechos de las personas usuarias de los servicios funerarios.

La ley establece, asimismo, las condiciones de inspección y control de la Generalitat y los entes loca-les respecto la prestación de los servicios funerarios, tipifica las posibles infracciones y establece elcuadro de sanciones correspondientes. Los ayuntamientos deben regular, mediante una ordenanza oun reglamento, el régimen a que han de someterse los servicios funerarios y pueden fijar nivelesmínimos de calidad o disponibilidad de los medios de que disponen las empresas funerarias, como elservicio de tanatorio y los requisitos que deben tener, con independencia de la titularidad correspon-diente. Por otro lado, la autorización para prestar los servicios funerarios permite al ayuntamientoverificar el establecimiento de entidades prestadoras de servicios funerarios en el término municipal ycontrolar la prestación de sus actividades conforme a lo previsto en la normativa sectorial aplicable enla materia y las ordenanzas municipales.

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Memento mori (recuerda que eres mortal). Vivecompletamente el momento y desaparecerá el miedo a la

muerte.

cualquier momento a voluntad de la personaque lo otorga. Desde el año 1996, la Asocia-ción por el Derecho a Morir Dignamente tam-bién tiene abierto un registro para sus socios.

Características de las diferentestipologías de funerales

La práctica de enterrar simboliza el retor-no a la Madre Tierra. Aunque enterrar signifi-ca etimológicamente “poner en tierra”, lamayoría de entierros en nuestro país son ennicho depositando los cadáveres en cavida-des parceladas que recuerdan a los pisos enque vivimos, pero en miniatura. No ha sidosiempre así: antiguamente en nuestras tierraslos muertos se enterraban envueltos en unatela blanca. Contrastando con la solemnidady dramatismo con que los occidentales cele-bramos un funeral, resulta que en el pasadocelebrábamos todos juntos un banquete trasel entierro! En los últimos tiempos, tambiénse ha perfilado la alternativa de la incinera-ción. A continuación, analizaremos las carac-terísticas de estas dos prácticas fune-rarias.

La incineración

La incineración de cadáveres es-tuvo explícitamente prohibida por laIglesia Católica hasta el año 1964.Para poder construir el primer crema-torio español, el año 1973 fue nece-sario pactar con la jerarquía eclesiás-tica. Ese año fueron incineradas 44personas. El progreso en cuanto a hi-giene y la mejora en los riesgos desalud pública que representaba la in-cineración impulsaron su aprobación.Apenas hace una década había en elestado español diez hornos cremato-rios, hoy son más de ciento cincuen-ta. Este aumento indica la creciente

demanda de incineraciones, que alcanzó unincremento del 102% a nivel estatal entre 1996y 2003. En tan sólo siete años, las incinera-ciones se han multiplicado por cuatro enCatalunya y en el resto de España han aumen-tado un 153%. Actualmente, la tasa de inci-neración estatal es del 20%, con la ciudad deSevilla a la cabeza (60%). En comparacióncon otros países occidentales, el estado espa-ñol se encuentra en la cola, pero con tenden-cia al alza. Los líderes de esta práctica fune-raria son: Japón (98%), Eslovenia (85%), Di-namarca (72%), Gran Bretaña (70%), Suecia(69%) y Suiza (65%).

La cremación, en crecimiento en Occiden-te, aún suscita algunas reticencias, quizás re-lacionadas con el recuerdo de los hornos cre-matorios nazis y la similitud con la incinera-ción de basuras. Algunas comunidades reli-giosas se oponen (musulmanes, judíos, cris-tianos ortodoxos, para los que la resurrecciónde la carne es dogma), ya que tienen el pre-cepto de presentarse ante Dios con un cuerpoíntegro. También los que ven tambalearse su

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Las instalaciones de los hornos cinerarios permiten en unas dos horas reducir el féretro y el cadáver aunos 3 kg de cenizas. Una pieza de cerámica identifica el cadáver incinerado.

negocio se oponen a la incineración.El ahorro de espacio, la higiene total, o las

razones afectivas (sería mejor pensar en ceni-zas que en el cuerpo pudriéndose en la tum-ba) conforman los argumentos a favor.

El proceso de la incineración

Vamos a comentar el proceso en el hornocrematorio. Previamente a la incineración eshabitual que el tanatopractor extraiga las es-tructuras metálicas, como prótesis ymarcapasos, del difunto. Las pilas de losmarcapasos son radioactivas, por lo que sesomete el cadáver a un detector demarcapasos. ¿Qué destino tienen estosmarcapasos recogidos en los tanatorios? Exis-te un vacío legal y se pretende legalizar queel Departamento de Sanidad autorice a ONGssu selección y gestión, con el objetivo dedonarlos a países no industrializados, aunquetodavía se trata de proyectos en desarrollo.

Además, los operarios del horno cremato-rio quitan las piezas metálicas exteriores delataúd (cruces u otros símbolos religiosos, asas,barras). Los elementos interiores de metal,como juntas, grapas y capa de zinc (si lleva),no son extraídas. Una pieza identificativa de

cerámica (código del difunto que incorpora ellugar y empresa que practica la incineración)sobre el féretro, es la garantía de que las ceni-zas entregadas a la familia pertenecen a sudifunto.

Entonces se introduce el ataúd (con el cuer-po) en el horno. La madera quema inmediata-mente, mientras que el cuerpo, por su alto con-tenido en agua, tarda unas dos horas y pico.La incineración, que tiene lugar al hacer reac-cionar materia (básicamente sólidos y líqui-dos) con un oxidante (el oxígeno del aire) noes más que la degradación completa de lamateria orgánica de la mayor parte del cadá-ver sometido a una temperatura de entre 600y 700 ºC.

Finalizada la incineración tras unas dos ho-ras, se retiran las cenizas, y un tamiz (cilindroagujereado) separa las cenizas de la maderade las del cuerpo por centrifugación y retienelos metales mediante un imán. Las cenizas en-tregadas a la familia son los huesos tritura-dos, que pesan entre dos y tres kilogramos.En caso que los huesos sean inhumados, noes obligatorio que sean molidos. Las cenizasrestantes no son gestionadas como residuo(por cuestiones éticas) sino que son inhumadasen una fosa común.

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Gravado antiguo de una cremación en Francia (siglo XIX)

Energía necesaria para reducir elcuerpo a cenizas

Para calcular el coste energético de una in-cineración, que en nuestro país se debe reali-zar obligatoriamente con ataúd de madera,conviene saber el consumo medio de gas na-tural. Este puede ser de 6.500 m3/mes para unainstalación de tres hornos, lo que equivale a25.783 kW/h mensuales por horno, es decir,53,3 kW/h por incineración (14,08 m3/inci-neración). Hay que tener en cuenta que, aun-que el horno sea refractario (y por tanto man-tenga el calor), parte del consumo del hornose destina a mantenerlo a una temperatura mí-nima lo suficientemente alta como para queno sea necesario esperar demasiado tiempocuando las circunstancias lo requieran.

Emisiones según la tipología demateriales y medidas de minimización

En primer lugar, la cremación puede emi-tir contaminantes atmosféricos por tres vías:la combustión, la combustión incompleta, yla volatilización de metales preexistentes enel cuerpo humano a incinerar. La primera víagenera partículas, cloruro de hidrógeno, yotras emisiones que dependen de los elemen-tos presentes en la atmósfera. La combus-tión incompleta producemonóxido de carbono y dioxinas,y la volatilización propicia la dis-persión de metales o su deposi-ción sobre el hollín.

El mercurio se ha revelado enlos países con mayor tradición deincineración, como Inglaterra,como un verdadero problemaambiental de salud para el entor-no y los trabajadores de los cre-matorios. Este mercurio procedeesencialmente de las prótesis den-

tales con amalgama (empastes), dado el in-cremento de la presencia de estas prótesis.

También se deben valorar los efectos con-taminantes de los gases y partículas atmos-féricas que surgen por la chimenea de las cre-maciones. Desde la deposición de dioxinassobre los vegetales, con la consiguiente in-corporación en la cadena trófica, hasta lalixiviación de metales pesados, que transfor-ma las propiedades del suelo y envenena alos organismos que lo habitan. Si los com-puestos tóxicos se infiltran y disuelven en elmedio acuático, pueden llegar a contaminaracuíferos.

Sin embargo existen medidas correctorasaplicables por dos vías: minimizar los mate-riales tóxicos en la cremación del cadáver ydotar de tecnología de reducción de gases ypartículas, como filtros electrostáticos pararetener partículas de diferentes tamaños, car-bón activo para disminuir los compuestos or-gánicos volátiles, dioxinas, etc., y carbonatocálcico para eliminar los gases ácidos.

La Unión Europea recomienda que el lí-mite de emisión de dioxinas y mercurio seade 0,1 nanogramos/m3N, pero el horno delrecinto funerario de Collserola se marca unasexigencias superiores y nunca supera la con-centración de 0,013 nanogramos/m3N.Serveis Funeraris de Barcelona son los úni-cos en todo el estado español en disponer de

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Introductor Hornocinerario

Chimeneaemergencia

Depósitos decalcio y carbón

Filtro de partículas Chimenea

Esquema del funcionamiento del horno cinerario de Serveis Funeraris de Barcelona en elcementerio de Collserola con las medidas ambientales previstas.

filtros en los hornos crematorios. Dada laprivatización del sector, la Administracióndebería velar por que todos los hornos crema-torios de Catalunya dispusieran de medidascorrectoras.

Tratamiento de las cenizas en Barcelona

Las medidas para la minimización de emi-siones permiten que el humo expulsado porla chimenea sea lo menos contaminante posi-ble, pero no implica la desaparición de loscontaminantes, ya que quedan retenidos en losfiltros. El polvo obtenido (conocido comocenizas volantes) se almacena en big bags de1 m3, que normalmente se llevan a un gestorde residuos autorizado. En el municipio deBarcelona, atendido por la empresa ServeisFuneraris de Barcelona, se generan unas 8 bigbags/año de residuos capturados por el filtrode carbón activo. Pasan por una analítica quecaracteriza la composición del residuo y, pos-teriormente, se gestionan para su disposiciónen un vertedero controlado o bien se tratanpara ser revalorizados. En Catalunya, el úni-co vertedero autorizado de residuos industria-les para residuos especiales es can Palà, delmunicipio de Castellolí, en la Anoia.

Con los huesos calcinados procedentes de

mataderos y perreras también se hace cerá-mica, aplicación en la que el hueso sustituyeal feldespato. Destacar que el único gestorautorizado para la incineración de animales(domésticos, de laboratorio, etc.) en Catalunyaes SEIACO, en Canovelles.

La problemática de las urnas y de laspropias cenizas

En el sur de Europa (España, Francia, e Ita-lia) el destino de las cenizas es mayori-tariamente su entrega dentro de una urna a losfamiliares, que las preservan en casa (enrelicarios, marcos de fotos, recipientes artísti-cos, joyas, etc.) o las lanzan al mar, el monteo los ríos. En Barcelona ciudad, la proporciónde cenizas en los cementerios es de sólo el 15%,mientras que el 85% restante se entrega a las fa-milias. En los cementerios, lo más frecuente esdepositar las cenizas en columbarios y, de formaminoritaria, sepultarlas en nicho perpetuo. Tam-bién pueden emplazarse en un espacio para ceni-zas común. Por ejemplo, en algunos cementeriosse han creado espacios (Jardín del Reposo) queacogen las cenizas gratuitamente, esparcidaso enterradas.

La custodia familiar supone que el destinode urna y cenizas queda en manos de la fami-

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El tanatorio de San Gervasio de Barcelonautiliza una simbología novedosa basada en el

fuego, el agua y la tierra.

lia. Desgraciadamente, después de esparcir lascenizas, a menudo en lugares emblemáticosdel territorio (Montseny, la Fageda d’en Jordà,las calas del Cap de Creus, etc.) también seabandonan las urnas, ya sea en el mar o enmedio de la montaña. El 90% de las urnasvendidas son metálicas (de acero, bronce, hie-rro, estaño) y las más apreciadas son de por-celana o alabastro, las más caras. La oferta deurnas incluye materiales como la madera (ali-so, caoba), la piedra (arcilla refractaria), laresina o el vidrio. Pueden estar barnizadas, conbarniz acrílico o al agua. La mayoría de estosmateriales no són precisamente beneficiosospara el medio cuando se abandonan.

Las cenizas esparcidas, que provienen delos huesos calcinados, no representan un pro-blema ambiental más allá de quemar la floradel bosque. El hueso se compone dehidroxiapatita, que en la combustión pasa afosfato tricálcico. Pese a que el fosfatotricálcico es insoluble en agua en suelos bási-cos y, por tanto, poco accesible para las plan-tas, no contamina el suelo. En resumen, encomparación con la gran cantidad de fosfatoretenido en el suelo, la proporción de fosfatoque recibe la tierra procedente de cenizas dela cremación es escasa.

A finales de 2004, se detectó el abandonode unas 600 urnas funerarias por año en elterritorio catalán. Estamos, pues, ante unacuestión de cultura ambiental. Con el objeti-vo de paliar este problema y facilitar a losusuarios una solución, Serveis Funeraris deBarcelona dispone de un servicio de recogi-da de urnas, que posteriormente se prensan ygestionan como el resto de metales. Última-mente, también han aparecido en el mercadournas biodegradables de materiales que sedeshacen al cabo de pocos días en contactocon agua y aire. Ciudades como Munich oViena, así como los países escandinavos (Sue-cia, Noruega) tienen ordenanzas que obligana depositar las urnas en los cementerios, ex-

ceptuando la mención de otro destino por partedel difunto en vida o en su testamento.

Entierro, tipología de ataúdes

Los materiales de los ataúdes varían segúnlas tradiciones de cada región. En Europa, elataúd clásico está hecho de madera de cedroo caoba; en cambio, el convencional en EEUUes de acero. Los ataúdes más valiosos en Áfri-ca y Asia son de mármol o marfil. Última-mente también se han autorizado nuevos ma-teriales sintéticos como los plásticosrotomoldeados que se fabrican con restos ve-getales diversos y poliuretano. En el estadoespañol, uno de ellos se conoce con el nom-bre comercial de maderón y el polímero es decáscara de almendra. Los ataúdes de materia-les sintéticos se venden como un materialecológico, sin embargo su deposición o inci-neración es tóxica para el medio. En cambio,pueden ser adecuados y una alternativa comoféretro de traslado.

Además de los modelos tradicionales(«económico», «ejecutivo», «presidente»,«superlujo»), existen ataúdes ecológicos, ple-gables o en piezas que encajan fácilmente de

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Féretro austero de madera de pino con elcertificado del Forest Stewardship Council (FSC)

utilizado en entierros naturales.

El féretro denominado Ecopod hecho con papel100% reciclado y esta forma orgánica se

considera una pieza ideal para los entierrosecológicos o natural death.

acuerdo con un manual de instrucciones. Hayataúdes de cartón reciclado, desarrollados enInglaterra y registrados desde 1994, u otrosque están hechos de piezas a ensamblar y queson menos pesados.

Sin embargo nos centraremos en los ataú-des de madera, que son los que predominanen nuestro ámbito. Con el tiempo se han im-puesto las maderas nobles como el ayous(samba) y el sapelli (parecido a la caoba, queproviene del continente africano: Camerún,Costa de Marfil, Congo, Gabón, Ghana, etc.),además de la caoba americana y la lenga(América del Sur).

El estado español es el décimo importadormundial y el segundo importador europeo demadera tropical (caoba, teca -proveniente deTailandia, Indonesia- y palisandro -Brasil, In-dia-, entre otras), utilizada en muchas aplica-ciones (contrachapados, muebles, parquet,puertas, etc.). El comercio de maderas tropi-cales amenaza estos bosques. Las cifras sonescalofriantes aunque sea difícil discernir lamadera tropical que finalmente se destina auso funerario, sector en el que supone entreun 70 y un 90% del total de madera consumi-da. Toda esta madera de alta calidad se pudri-rá en el fondo de un nicho o se convertirá encenizas si se incinera.

Problemática de las maderas sintéticas

Una opción alternativa a la madera macizason los llamados tableros MDF (MediumDensity Fireboard) que se elaboran a partirde la trituración de los trozos de madera so-brantes de diversos procesos industriales. Elprensado de las virutas a alta temperatura per-mite fabricar tableros de fibras MDF, que pue-den utilizarse para elaborar ataúdes y otrosproductos (muebles para baño, por ejemplo).Los ataúdes elaborados íntegramente de MDFpesan más que los de madera (60 kg versus45 kg), pero son de baja categoría, y bajo cos-

te, sobretodo si no están tintados ni barniza-dos y simplemente están recubiertos de pa-pel.

Al tratarse de un material reaprovechado,podríamos pensar que es una alternativaecológica. No obstante, si el tablero se elabo-ra con madera tropical y la cola usada es deurea-formaldehído, no podemos hablar de al-ternativa ecológica. Hoy en día hay fabrican-tes que utilizan productos menos tóxicos. Paraser más sostenibles sería necesario que losaglomerados de madera utilizasen especiesautóctonas de nuestro país y certificadas conla garantía de una gestión forestal sostenibley fuesen encoladas con cola de origen vege-tal.

Respecto a las dimensiones de los ataúdes,hay tres categorías estándar: de longitud en-tre 60 y 80 cm, para amputaciones, fetos ybebés, que siguiendo la tradicional idea deinocencia y pureza suelen ser de color blan-co; 1,40 m para niños; 1,90 m para adultos.¡También se hacen ataúdes a medida!

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Los ataúdes de pajaprensada son aptos

para entierros ecológicos.

Tratamientos y materialesque conforman los ataúdes yproblemática ambiental

La fabricación de los féretrospasa por diversas etapas: la talade árboles, el transporte, laconstrucción de tablones, elprocesamiento para cortar ta-blones, la ebanistería, el barni-zado, el tapizado y la incorpo-ración de piezas metálicas. Unode los puntos clave en la fabri-cación y en la demanda de ataú-des es el barnizado, el tapizadoy los complementos.

BarnizEl barnizado puede ser total

o parcial. Cuando el ataúd se ha sometidopreviamente a un sellado del poro, se barnizaparcialmente, aplicando tan sólo el acabado,es decir, la última fase del proceso. El barni-zado total comienza con la coloración manual.Existen diferentes pigmentos y colores, esco-gidos según el tipo de madera. Las tinturashidrosolubles (ecológicas), requieren mayortiempo de secado, pero son las más adecua-das si entendemos la necesidad de minimizarnuestro impacto sobre el medio. El barniz uti-lizado por SFB tiene una proporción muy pe-queña de disolventes: es un producto con altocontenido en sólidos (85 – 90%) y bajo con-tenido en compuestos orgánicos volátiles(15%) en comparación con los barnices con-vencionales, con elevada proporción dedisolventes orgánicos (sólo un 5% de sólidos,y 95% en COV). En este campo, ServeisFuneraris de Barcelona es la única empresaen el sur de Europa que utiliza tinturashidrosolubles. Desgraciadamente, son la ex-cepción en una industria en que el brillo y elcolor oscuro son los tópicos de un buen ataúd.

Quizá deberíamos cuestionarnos si es ne-

cesario embellecer los ataú-des. Al fin y al cabo, ¡sólo losvemos unas pocas horas! Cu-riosamente, a raíz de la exhi-bición del sencillo ataúd deciprés del Papa Juan Pablo II,Serveis Funeraris de Barcelo-na se planteó ofrecer este es-tilo de ataúd austero, peroparece ser que impera la es-tética reluciente, pese ser unaopción de fuerte impacto am-biental.

Después de la coloraciónmanual, la selladora fija el tin-te y actúa como aislante de loscomponentes químicos poste-riores que pueden alterarlo(como el peróxido, compo-

nente del acrílico). El secado físico es máslento en los tintes hidrosolubles, porque elagua tarda un tiempo en evaporarse. Después,se realiza el sellado, con un tratamiento quí-mico que cierra el poro de la madera. Esta esuna práctica de nuestro país, ya que en otrospaíses (como los nórdicos) mantienen la tex-tura propia de la madera. Alemania, Francia ySuecia no consideran que la madera sea uni-forme y homogénea, porque entienden que lanaturaleza es heterogénea, a diferencia de lamentalidad de los ibéricos. Las maderas másligeras (de baja densidad), de poro muy abiertoy poco uniforme, requieren más producto. Elsistema está semiautomatizado y los trabaja-dores que intervienen en esta fase deben lle-var máscara de goma (en las otras fases lle-van máscara de carbón activo). El productoempleado (acrílico) se compone de resina, unacelerador (con base de cobalto) y un catali-zador que lleva peróxido. Utilizar este tipo debarnices tóxicos hace que un 12% de las emi-siones de dioxinas en Europa provengan delos hornos crematorios. En nuestro país, paraevitar la producción de dioxinas sería necesa-

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Féretro lujoso de madera de roble con el certificadoFSC. ¿Hay que considerarlo ecológico?

rio hacer una gran inversión: existen cámarasque calientan los gases a alta temperatura(1.100 ºC) y los enfrían de golpe de modo quese destruye las dioxinas; esta medida no eshabitual por la gran inversión económica quesupone.

El cobalto y el peróxido del acrílico elevanla temperatura, y entonces se realiza un seca-do químico, tras el cual se pule el barnizadocon una lija manual (eléctrica o neumática).Posteriormente, un robot con movimientoantropomorfo aprendido le da el acabado, quese puede hacer con poliuretanos (disolvente)o al agua (hidrosoluble, ecológico). El prime-ro, junto con el sellado del poro, responde a lacultura del plástico, ya que da una aparienciaplastificada en textura y brillo. El acabado alagua en cambio es mate, satinado, y de tactosedoso, y no es nocivo, peligroso, o inflama-ble. Pese a ser el doble de caro, ServeisFuneraris de Barcelona utiliza el acabado alagua en el 70% de los ataúdes, es decir, 18.000ataúdes al año, unos 75 al día. La cámara quealberga el robot y los ataúdes durante el aca-bado tiene un sistema de presión de aire quefuerza el polvillo a desplazarse y salir con unacorriente de agua. Finalmente, se realiza unúltimo secado.

TapizadoEn el caso de un féretro de traslado, pre-

viamente se pondrá una capa de zinc y, des-pués de tapizar, se soldará con plomo y seinstalaran válvulas de presión.

Para el tapizado de los ataúdes típicamen-te se utiliza tela de raso (tejido de poliamida)cosida con hilo de goma. La funda absorben-te puede llevar cartón (que ahorra tiempo enla colocación de la funda ya que le da consis-tencia) o no.

Antiguamente, cuando se velaba a los di-funtos en casa y los ataúdes no cerraban bien,era frecuente que los fluidos biológicos (agua,grasas, etc.), del difunto se derramasen sobre

las personas que llevaban la caja. Una fundaabsorbe hasta 10 litros de fluidos. Ahora quelos ataúdes son herméticos, tienen una fun-ción más bien decorativa. ¿Es necesaria, en-tonces, una funda absorbente que genera com-puestos tóxicos si se incinera?

Introducción de elementos metálicos yotros

Los símbolos religiosos (cruces, mediaslunas, estrellas de David, etc.) son de metal(latón y níquel) y se incorporan al ataúd unavez contratado el servicio ya que, obviamen-te, difunto y familiares pueden ser creyenteso no. Previamente al entierro o incineraciónson retirados los elementos metálicos exter-nos, que se reciclarán.

Además de los objetos simbólicos, hay otraspiezas metálicas, como las barras de sujecióno los elementos que cierran la tapa. Tradicio-nalmente, los ataúdes se cierran con clavos.Serveis Funeraris de Barcelona suele sustituir-los por tornillos con hembra de orejas. En Ita-lia, clavan la tapa con 32 tornillos sin hembrade orejas. También hay modelos con venta-nas de vidrio para facilitar la visión del falle-cido.

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1) La seccionadoracomputarizada alterna elcorte diagonal en dosdirecciones diferentes,aprovechando al máximotodo el material.

2) La perfiladoradoble realiza loslaterales delataúd.

3) Elaboración del cabezal y el pie: para ensamblaje (3a) ocontraplacado (3b). En la primera imagen se aprecia como sehan encajado las diferentes piezas de madera. El contraplacadose hace con láminas de 2mm unidas y prensadas a alta tempe-ratura con una cola vinílica en base agua, sin formaldehidos.Sólo en los ataúdes de gama alta se usa una sola pieza.

4) La moldureratransforma las piezasrectangulares en recortesde madera que se unen yse pegan, muy usadopara el fondo del ataúd.El ataúd del Papa JuanPablo II fue construídoíntegramente así.

5) Elaboración de la tapa:enlistonado con un chapa-do en la parte superior.

6) La fresadoraautomática concontrol numéricopermite obtener laforma deseadamediante lacombinación detécnicas: agujerean-do, recortando,puliendo, etc. Encámara insonorizaday estanca conaspiración automáti-ca de polvo.

7) Encajado depiezas queforman elataúd (fondo,laterales, pie,cabeza) concola y grapa.Se atornilla labase del ataúdcon loslaterales.

8) Pulido. La tapase aplana paraencajarla con elresto del ataúd. 9) Coloración manual. 10) Fonejat. Sistema

semiautomatitzado.

11) El acabado se reali-za con un robot.

12) Inserción delrevestimiento internode zinc dentro de lacaja de traslado.

13) Tapizado. 14) Almacén. Ataúdes aca-bados con todos sus com-plementos.

Proceso de fabricación de un ataúd en la fábrica deServeis Funeraris de Barcelona

(3a)

(3b)

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Deberíamos procurar que el cementerio fuera unespacio donde toda la riqueza orgánica de nuestrocuerpo retornara a la naturaleza lo antes posible.

Problemática de los nichos, cementerios yla apropiación del paisaje

Podemos imaginar sin dificultad lo quesucedería si todos los seres humanos del pla-neta fueran enterrados con el sistema occiden-tal que perpetua edificaciones de hormigón,auténticas ciudades para los muertos (que esel significado de la palabra griega necrópo-lis). Algo similar sucede con los columbariospara guardar cenizas. China (con predominiode la incineración) es el máximo exponentede ese fenómeno y se llega a una veintena dehileras de columbarios.

La problemática de la falta de suelo expli-ca, en parte, el aumento de las incineraciones.Se ha comentado que en la península existeun caso paradigmático, Sevilla, donde el Ayun-tamiento subvenciona la cremación para pa-liar la falta de espacio del cementerio de SanFernando (se incinera en el 60% de las defun-ciones). Por el contrario, en Madrid aseguranque hay espacio suficiente para enterrar en los

próximos 150 años gracias a la política deconcesiones temporales que contribuye al aho-rro de espacio. Sin embargo, hay quecuestionarse si este modelo de perpetuar elespacio físico para una persona muerta es fa-vorable a largo plazo.

¿Qué utilidad tiene el cementerio?

El cementerio es un lugar donde se con-centran las personas que mueren y que, si-guiendo las leyes de la naturaleza, tendría-mos que procurar que fuera un espacio don-de toda la riqueza orgánica de nuestro cuer-po retornara a la naturaleza lo antes posible,previniendo todos los riesgos sanitarios. Lapalabra etimológica de cadáver es la uniónde las dos primeras letras de las palabras la-tinas CARO DATA VERMIS, que significa“carne dada a los gusanos”, cosa que revelala distancia con la práctica actual. Podemospensar que nuestros ancestros morían másacorde con el medio ambiente, porque no se-llaban el suelo con hormigón. Y, en este sen-tido, es cierto que quizá tendríamos que vol-ver atrás. Pero esta práctica no es aconseja-ble des del punto de vista sanitario, ya que ladescomposición del cuerpo genera, por unlado, lixiviados (agua tremendamente con-taminada), y por otro lado, biogás (productode la fermentación metánica, 50% metano y50% dióxido de carbono, y múltiples gasestóxicos aunque en pequeña cantidad). Dehecho, muchos problemas sanitarios de laEdad Media fueron provocados por el entie-rro de muertos cerca de campos de cultivo.

Tampoco podemos olvidar la contamina-ción derivada de los ataúdes que son ente-rrados, a través de la volatilización de sus-tancias tóxicas (barnices y disolventes) y através de la disolución de elementos (comometales pesados: zinc, plomo) en el agua delsuelo. O la contaminación misma de los re-siduos plásticos con la ropa sintética que

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Lápida memorial alternativa en forma de reloj desol. «El tiempo es una sombra».

Morir de forma sostenible: volver ala naturaleza

En casi todas las ceremonias funerarias ac-tuales intervienen elementos innecesarios, quetienen un impacto ambiental notable y queademás no facilitan el retorno del cuerpo a latierra. Los cuerpos pueden ser inyectados consustancias químicas, los ataúdes elaboradoscon maderas nobles procedentes de bosquestropicales, seremos conducidos en un vehícu-lo lujoso hacia el cementerio (que por lo me-nos tendrá un consumo de gasolina de más de10 l/100 km) o al crematorio y, finalmente,utilizando una gran cantidad de energía si nosqueman, o permaneciendo fuera del ciclo na-tural pudriéndonos dentro de un nicho. Si de-positan nuestras cenizas en una urna, puedeque ésta acabe tirada o no se recicle.

Ahora bien, cualquiera podrá contraar-gumentar que si comparamos la energía y losrecursos consumidos y la contaminación cau-sada por el sector funerario se observará quees insignificante comparado con otros secto-res. Por ejemplo, el gas consumido para que-mar un cadáver es ridículo respecto al que uti-lizamos para la climatización del hogar. Y nodigamos las emisiones de gases de efecto in-vernadero como resultado de la cremación, silas comparamos con las que a diario salen delos tubos de escape. De todos modos sabe-mos que no es así. Dioxinas, mercurio, aguasresiduales, talas de bosques, etc., causados por

recubre el interior de los féretros. Los fére-tros de traslado son también utilizados paraenterrar. El impacto es diferente si se tratade nichos de hormigón (pared o de tierra) ono, siendo en el segundo caso más negativo(donde el agua de ce limpieza arrastra loscontaminantes que van dejando los ataúdes).Los nichos de hormigón que no recogen nitratan correctamente los lixiviados tambiéncontaminan el suelo.

los ritos funerarios, en una sociedad cuya po-blación no para de aumentar suponen un im-pacto ambiental cada vez más severo. Porejemplo, se calcula que las amalgamas demercurio podrían causar un 30% de la conta-minación por mercurio el 2020, si no hay nin-gún cambio reglamentario.

El Estado español, a diferencia de otrospaíses, tiene la particularidad que gran partede la población (60%) contrata en vida un se-guro para sufragar los costes del servicio fu-nerario, de aquí viene que la mayoría de lasempresas funerarias ¡sean aseguradoras!

Lo cierto es que, por motivossocioculturales, delante de la muerte nos he-mos rendido a la razón básica del funeral comouna ceremonia social sobre la cual no hemosreflexionado para definirla a nuestro gusto.Hemos cedido nuestra voluntad a un serviciofunerario que se ha estandarizado para sercompetitivo económicamente. La situación demonopolio que se ha vivido hasta hace pocono ha permitido que se pudieran ofrecer otros

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Cementerio monumental de Montjuïch

servicios. Según los analistas, el sector fune-rario tiene una alta rentabilidad. Sin ir máslejos Funespaña, la primera empresa funera-ria independiente del Estado y una de las ma-yores de Europa, incrementó sus resultadosnetos en un 27,6% en el primer semestre de2005, consiguiendo la cifra de 4,35 millonesde euros, delante de los 3,55 millones del mis-mo período del año anterior. Estos beneficioshace años que son la tónica de la empresa.

En los Estados Unidos hay tres grandesgigantes funerarios, de los cuales SCI(Service Corporation Internacional) es elmayor y cuenta con 20.000 trabajadores(13.939 el 2004 con trabajo fijo y el resto atiempo parcial) y contratos funerarios porvalor de 5.000 millones de dólares y tienefiliales en los cinco continentes. Dispone ogestiona 1.600 instalaciones y su programade entierros Dignity Memorial (todo un re-ferente de velocidad en deshacerse del muer-to) generó unos beneficios fiscales el 2004de 1.800 millones de dólares. Por su lado, lasegunda empresa del sector, la LeowenGroup, reconvertida el 2002 en Alderwoodscuenta con 8.000 trabajadores.

Muerte natural

Podríamos calcular la huella ecológica queprovocamos como resultado de la muerte ynos daremos cuenta de que es muy elevada,especialmente por el uso de la madera (lugarde procedencia) y por su tratamiento en hacerel ataúd, por la energía de la incineración opor la construcción, ocupación y manteni-miento del nicho o de la tumba. Concebir unamuerte más ecológica no es una novedad. Enel Reino Unido hace años que funciona unaentidad sin ánimo de lucro, The Natural DeathCentre, que asesora y promueve desde 1991alternativas para una muerte más digna, asu-mida y sostenible. Actualmente en el ReinoUnido hay cerca de 200 cementerios natura-les que no son otra cosa que lugares donde sepermite el entierro de ataúdes biodegradableso directamente sólo con la mortaja y donde seplantan árboles, arbustos y flores en memoriadel difunto en lugar de poner una lápida. Es-tos espacios adecúan su gestión para garanti-zar las condiciones higiénicas y no causarepidemias derivadas de enterrar muchos cuer-pos a la vez en un espacio reducido. Lógica-mente es una modalidad de entierro minorita-ria, pero desde que se crearon a primeros de1996 se han incrementado notablemente. To-das estas instalaciones valoran la idea de faci-litar la integración del cuerpo a la tierra y conel mínimo gasto energético y de recursos. Enesta misma línea, por ejemplo, ya existen cre-matorios ingleses que admiten el cadáver si-tuado sobre una simple madera y amortajado.

Pero como reconocía un conocidoecourbanista canadiense, Ted Buehler, el he-cho de impedir que nuestros cuerpos tenganla oportunidad de volver a la tierra nos haceperder la percepción espiritual y material quetenemos con la biosfera y, en consecuencia,el hecho mismo de no aceptar que nuestroscuerpos son parte del ciclo natural de laecoesfera facilita que nos olvidemos de la

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La conversión de las cenizas del difunto en algo material que noslo recuerde es la última tendencia en la cultura consumista de lamuerte. En ese sentido remarcamos la construcción de escolloscoralinos artificiales submarinos como el de la foto o convertir

los cabellos en un diamante artificial com propone IrisGem.

obligación de tener cuidado del entorno. Enese sentido se podría argumentar que este noquerer asumir la muerte como inherente a lavida está en la raíz de la cultura desarrolladapor la sociedad occidental, que sólo valora elconsumismo y la apropiación de bienes natu-rales del planeta. El respeto por el entorno estámuy ligado a la forma de asumir que nuestrosfamiliares muertos forman parte del suelo quepisamos como sucedía con la cultura de losindios americanos. Tener presente que los áto-mos de un ser querido están circulando por lasabia de los árboles o formando parte de lassales minerales del agua de un río, seguro quenos haría valorar de otro modo la actual ex-plotación salvaje que hacemos del medio.

Hoy, algunas de las ceremonias actuales dedispersión de las cenizas al mar o a la monta-ña podríamos imaginar que se acercan a estesímil de incorporarlas a la naturaleza. Laritualización del retorno a la biosfera es esen-cial. Por eso, la mayor parte de las ofertas decementerios verdes, bosques memoriales, etc.,pretenden que la familia del difunto vea queel árbol plantado sobre las cenizas o el ataúdreciclable se alimentará del suelo. Últimamen-te hasta se ofrecen espacios de entierro al marque permitan generar vida en el fondo marinocon las cenizas de los difuntos. Por eso, conuna mezcla de hormigón y cenizas de los di-funtos se crean escollos artificiales que per-

miten el desarrollo de comunidades marinasen el litoral. Así, entre las costas de Florida,Carolina del Sur y Texas, desde la creacióndel primero el año 1998, ya hay más de 200escollos memoriales a los que se da una dura-ción de unos 500 años.

Qué es más ecológico, ¿incinerar oenterrar?

Esta pregunta no tiene una respuesta senci-lla. Hace años en el Reino Unido (uno de lospaíses con la tasa más alta de incineración)argumentaba a favor de esta práctica porqueno robaba espacio territorial a los vivos comohacían los cementerios. Tampoco en aquelmomento se conocía el impacto de las dioxinasde los hornos crematorios (un 12% del totalsegún la National Atmospheric EmissionsInventory), de la contaminación atmosféricacon mercurio (actualmente aportan un 15%),del efecto invernadero de los gases de com-bustión, etc. La conversión de algunos cemen-terios en espacios verdes de paseo o la crea-ción de “parques memoriales” (bosques y re-servas naturales de vida silvestre) donde elrecuerdo del difunto se traduce en una peque-ña piedra tallada a ras de suelo hace cambiarla percepción. Hoy, enterrar en ataúdes de car-tón, de madera de pino, sin ornamentos o sim-plemente con una mortaja encima de una base

de madera en un “bosque memo-rial” es la que The Natural DeathCentre considera la forma másecológica.

Para valorar la incineracióncomo una alternativa ecológica sólohay la esperanza de la cremaciónsolar. Hoy, la incineración solar esun proyecto de una comunidad in-dia del culto hinduista para evitarproblemas sanitarios y ambientalesen su costumbre de quemar los cuer-pos al aire libre sobre montones de

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La Urna Bios convierte el ritual del entierro en un retorno a lanaturaleza. La semilla de un árbol crece con las cenizas y los

materiales biodegradables de la urna.

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leña. Hoy disponen de una instalación pilotocon un reflector Scheffler de 50 m2 que pron-to entrará en funcionamiento. Con la crema-ción solar de este proyecto se consigue unatotal desecación del cuerpo que elimina todoslos problemas de un cadáver convencional.España sería un país ideal para estudiar sobrela cremación solar, pero la poderosa industriade los hornos crematorios se opone rotunda-mente.

Otra línea parecida a la incineración solarsería la idea del “composatarium”, en la cualse esteriliza el cuerpo en una autoclave paraevitar microorganismos anaeróbicos y a con-tinuación se mezcla con tierra para permitirun proceso de descomposición aeróbico simi-lar al del compostaje. El producto resultantepodría ser directamente utilizado como ferti-lizante para las plantas y permitir una nuevavida. Asimismo, esta sólo es una idea de mo-mento, y lo que más se le parece es la alterna-tiva desarrollada por la empresa suecaPromessa Organic que consiste en sumergirel cuerpo en nitrógeno líquido y a continua-ción convertirlo en polvo, la cual se puedecompostar sin problema. Este sistema estásiendo estudiado por un comité multireligioso.

En cambio, en tres estados de los EUA yase admite como técnica de entierro la hidrólisialcalina desarrollada para eliminar despojosde animales infectados y quese utiliza sobre todo en cen-tros de investigación. Lahidrólisi alcalina es un proce-so que consiste en someter alcadáver a una solución de hi-dróxido sódico o potásico a150ºC a presión que produceuna disolución de los tejidosanimales en un caldo de mo-léculas básicas (péptidos,carbohidratos, lípidos, etc.).En unas seis horas deja loshuesos limpios y esteriliza-

dos que pueden convertirse en cenizas en unproceso que es tres veces más barato que elde la incineración y el líquido resultante sepuede reciclar.

Es evidente que lo más importante es afron-tar la muerte como un adiós austero, acompa-ñado de los seres queridos y con un mínimoimpacto ambiental.

Ataúdes ecológicos

Podríamos denominar como ataúdesecológicos aquellos que han sido elaboradoscon materiales naturales que se descomponensin dejar elementos contaminantes ya sea enel suelo, en el caso que se entierre, o en elaire, si se incinera. Actualmente, en variospaíses anglosajones donde el concepto deNatural Death empieza a arraigar han apare-cido ataúdes ecológicos hechos con maderanatural sin tratar y de bosques certificados porel FSC, de cartón reciclado, de bambú y deotras fibras vegetales. La característica de to-dos estos ataúdes respetuosos con el medio esque la madera no recibe ningún tratamientode barniz, a la vez que no incorpora ningúnelemento metálico o sintético que pueda seruna fuente de contaminación o que se debaretirar para posteriormente ser reciclado.

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Un bosque memorial es un espacio donde seentierra el cadáver con materiales que seanbiodegradables y sobre el cual se planta un

árbol o un arbusto.

Los ataúdes hechos de cartón son el resul-tado de comprender que actualmente con lastécnicas de refrigeración el cadáver no pierdelíquidos durante las horas que puede estarexpuesto al público o durante la ceremoniadel funeral. También es el resultado de la li-beralización del sector. De todos modos, tan-to en el Reino Unido como en Australia yNueva Zelanda hay entidades sin ánimo delucro que promueven entierros ecológicos, queasesoran y defienden a las familias, porqueaún hay directores de funerales que utilizanargucias comerciales e intentan que el ataúdse lo tengan que comprar a ellos. En algunosde estos países, los ataúdes de cartón recicla-do sólo están permitidos para la incineración,no para su entierro.

El concepto de cerrar de forma herméticael cadáver en el ataúd está todavía muy ex-tendido en nuestra sociedad. En los entierroscon ataúdes de madera maciza barnizada seargumenta la necesidad de materiales imper-meables para evitar que los líquidos de la des-composición puedan contaminar las aguasfreáticas. El proceso de máxima producciónde lixiviados puede durar unos pocos días yla percolación a través de una ataúd de made-ra no tratada o de cartón reciclado es mínima.

Para garantizar la seguridad sanitaria, en elReino Unido no se puede enterrar a menos de250 m de ninguna fuente o instalación de su-ministro de agua, a 30 m de ninguna fuentede agua ni a 10 m de campos drenados.

Mortajas para enterrar o incinerar

La mortaja o hasta las bolsas mortuorias seaceptan como única protección del cadáveren algunos cementerios (no en el Estado es-pañol). La mortaja y un ataúd de transportede alquiler es el sistema de menor impacto.Los recursos utilizados en este caso son míni-mos, son biodegradables y en la incineraciónproducen las mínimas emisiones. En nuestropaís no se acepta la mortaja para incinerarporque se argumentan los riesgos de manipu-lación del cadáver sin féretro, asimismo, hoylos hornos están totalmente automatizados. Lacuestión es que no se debería quemar más delo que es imprescindible. En todo caso, lamortaja es la técnica que se utiliza cuando haygrandes desastres que provocan una cantidadde muertos que supera toda posibilidad deatención específica para cada uno de ellos. Porlo tanto, se tendría que pensar en la mortajacomo la forma más ecológica de preparaciónde un cadáver para incinerar. El ataúd de al-quiler de madera, que utiliza sólo la base demadera sencilla o cartón pueden ayudar a lastareas de manipulación en el horno.

Urnas biodegradables

Las urnas tienen por finalidad contener lascenizas des de que se libran a la familia y sedecide qué se hace con ellas. Por eso, salvoen excepciones, las urnas tienen una duraciónlimitada en el tiempo, razón por la cual sor-prende que en nuestros tiempos se diseñen conmateriales durables y que requieran un usointensivo de recursos naturales. Las urnasbiodegradables son la mejor opción para rea-

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La madera ecológica con certificación

La madera ecológica es la que se extrae sin perjudicar el medio ambiente, la cual cosa se garantiza conuna certificación. Los principales sistemas de certificación fortestal a escala internacional son el Con-sejo de la Administración Forestal (Forest Stewardship Council o FSC) y el sistema Panaeuropeo deCertificación Forestal (PEFC). El más importante es el FSC, porque es el único que garantiza a nivelmundial la preservación de los recursos de los bosques explotados, y asegura la viabilidad económica,los beneficios y la responsabilidad ambiental.El etiquetaje FSC, además de certificar la gestión forestal de un bos-que, también verifica el seguimiento que realmente se trata de la made-ra certificada original desde el bosque hasta que llega a manos del con-sumidor, que tiene que escoger. Las empresas transformadoras de lamadera, como las del sector funerario, tienen un reto importante: ayu-dar a cambiar los hábitos para crear una demanda y reducir el uso demaderas tropicales nobles.Actualmente, casi 30 millones de hectáreas de todo el mundo estáncertificadas por el sistema FSC, con un total de 452 bosques en 56países diferentes. Sin embargo, el sello ambiental FSC es todavía pococonocido y escaso en el mercado de la madera tropical. La caoba, usadahasta hace muy poco de forma extensiva para realizar ataúdes de pres-tigio, requiere que por cada árbol talado se destruyan unos 28 de otrasespecies de la selva tropical. Con la madera certificada FSC tenemosuna posibilidad para que los féretros no contengan maderas nobles, te-niendo en cuenta su corta duración.

lizar esta doble función de contenedor tem-poral y a continuación no contaminar el me-dio, tanto si se reciclan como si irresponsa-blemente se abandonan. La urna de alquilerdebería ser la opción más ecológica. Hoy lasurnas biodegradables están fabricadas conpolímeros vegetales que en contacto con elagua o la humedad de la tierra se descompo-nen. Estas pueden tener sentido para enterrarlas cenizas, pero no si se dispersan en el maro el agua. La última novedad en urnasecológicas es la Urna Bios, una maceta reali-zada con cáscara de coco, rellena de turba quecontiene una semilla en su interior. Los inter-nos de los talleres productivos de los centrospenitenciarios catalanes elaboran la urna enel marco de un proyecto que nació del Centrode Iniciativas para la Reinserción de Catalunya(CIRE) y se usó por primera vez el 23 de abrildel 2004 con las cenizas del gorila blanco delZoo de Barcelona, Copito de Nieve.

Embalsamaje y tanatoestética

Es evidente que la muerte puede dejar elrostro y el cuerpo en general bien desfigura-do, especialmente en casos de accidentestraumáticos. Parece también que la despedi-da del difunto por parte de los familiares pideque en el último adiós se pueda ver el rostro.La impresión estética que causa el difuntosegún los expertos es importante para mini-mizar la pena. No es preciso decir, que las per-sonas más cercanas al difunto por fuerza de-ben afrontar la cara menos estética que puedetener la muerte, ya sea en el reconocimientodel cadáver o, simplemente, porque el mismoproceso vital le ha desfigurado el semblante.La cuestión es si es necesaria una recomposi-ción estética para satisfacer la curiosidad o eldeseo del último adiós tal como era la perso-na. Sea como sea, los productos utilizados parael embalsamaje (unos 2,5 litros de formol di-

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Capsulamundi, un proyecto deentierro en un recipiente reciclado

en forma de semilla para quealimente un árbol.

luido) y en tanatoestética no son precisamen-te inofensivos para el ambiente. Igualmente,podríamos valorar el vestir del cadáver. Dehecho, si una simple sábana cuando dormi-mos o estamos en el hospital es suficiente paracubrir la desnudez, tendría que ser suficienteuna pieza textil de fibra natural (lino, algo-dón, etc.) para envolver el difunto.

Transporte funerario alternativo

Desde la concentración de la población enciudades en los últimos siglos, los transportesfunerarios han sido un elemento clave de laceremonia. Llevar expuesto el féretro desdela iglesia, el tanatorio o la casa del muerto hastael cementerio o crematorio es una práctica ri-tual en todo el planeta. Actualmente, el cochecon motor de combustión interna es el mediode transporte funerario por ex-celencia en los países occi-dentales. Una visión o prepa-ración ecológica del funeralnos debería permitir prescindirde un vehículo contaminante.Serveis Funeraris de Barcelo-na ha apostado por los cocheshíbridos. Asimismo, a pesarque las distancias que hay querecorrer entre el punto de des-pedida colectivo y el del en-tierro son mínimas, de mo-mento nadie se ha planteadoun medio alternativo no con-taminante, como por ejemplo,un carruaje con caballos o tipobicicleta.

Necesidad de unanueva cultura de lamuerte

Tomar conciencia de lainevitabilidad y naturalidad de

la muerte hace que valoremos más el presen-te y adquiramos responsabilidad sobre nues-tra propia vida. La experiencia de integrar lamuerte como el final de este viaje aporta unconocimiento vital sobre lo que es verdadera-mente importante en la vida y lo que es pres-cindible. Esta nueva cultura de la muerte, biendiferente a la cultura consumista “de usar ytirar”, se traduce en un vivir más consciente yresponsable, tanto ambiental como social yeconómicamente. Por otro lado, evita malgas-tar recursos naturales en destinos poco justi-ficados, como es el caso de los funerales. Asípues, hay que sacar la muerte del tabú dondela hemos metido y renaturalizarla, es decir,hacerla más austera y comprensible.

Las aportaciones del laicismo a lamuerte con menos huella ecológica

Una de las contribucio-nes más importantes de losfunerales laicos es la sim-plicidad, en los materialesy en las formas. El laicis-mo rompe con la tradiciónde funerales acaparadoresde recursos y apuesta porminimizar el impacto am-biental del rastro de resi-duos que dejamos en mo-rir. Así, iniciativas como elcultivo sostenible de flores,cementerios memoriales,ataúdes de materialesecológicos, etc., nacen enun marco laico. De hecho,en los principios de su im-plantación en nuestro paísla incineración fue conside-rada una alternativa laica alos entierros convenciona-les.

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AM

BIEN

TAL

Volver a la tierra

La Vida es el reto de ponernos decara a la muerte. Vivir con intensidadcada momento del presente en todas susdimensiones es el mejor homenaje quepodemos hacer a la Vida que nos hasido legada. Llegará un día, en quetambién nosotros moriremos. Preparar-nos para morir nos ayuda a aprender avivir. Todo gran viaje comienza con uninsignificante primer paso.

«Se necesita toda la vida para aprender a vivir;y lo que es más extraño todavía: se necesitatoda la vida para aprender a morir». Séneca

Visita cultural a los cementerios

Serveis Funeraris de Barcelona /tel. 902076 902) organiza la Ruta de los Cemente-rios, empezando por el Cementerio monu-mental de Poblenou construido el año 1775,donde podemos observar desde un monu-mento en recuerdo de los que perdieron lavida a causa de la fiebre amarilla de 1821,hasta panteones ejemplares de la opulenciade la burguesía catalana del s.XIX. El Ce-menterio de Montjuïch también es monu-mental. Serveis Funeraris de Barcelona esmiembro de la Asociación de CementeriosMonumentales Europeos (ASCE).

La naturaleza, fuente de vida

No hay mejor aproximación al fenómenode la muerte que apreciar como la naturale-za la convierte en vida. La propuesta es fo-tografiar elementos de la naturaleza que hanperdido la vida y de elementos vivos que se

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Ejemplo de un testamentov i t a l

Yo, ........................., con DNI núm. .....................,encontrándome en plenas facultades, pido a misfamiliares y amigos ........................ , que hagan loposible para que cuando me muera los actosfunerarios tengan carácter .......... (laico/religioso).Por este motivo pido que, si las circunstancias lopermiten, mi funeral tenga en cuenta lo siguiente:MÚSICA (ambiental,canciones, himnos)DECORACIÓN (fotografías, símbolos, flores)LECTURAS (poesías, fragmentos, textos)PERSONAS QUE ME GUSTARÍA QUEHABLASEN (nombre, teléfono y dirección)Es mi voluntad ser inhumado/da en el cementerio................................ con un ataúd de ...................Es mi voluntad ser incinerado/da y que lascenizas se pongan ............... (en columbario/enterradas/ esparcidas) a: .....................................El contenido de la esquela quisiera que fuera:..........................................

Localidad y fechaFirma

alimentan de su materia orgánica, como unalagartija devorada por hormigas, insecto muer-to que alimenta moscas, hojarasca en descom-posición que genera setas, etc. Podemos bus-car estas imágenes en una salida al bosque oaprovechar revistas viejas de naturaleza(Natura, National Geographic, Quercus, etc.)para cubrir diferentes ecosistemas del plane-ta, diferentes escalas (microscópica ymacroscópica) y todos los niveles tróficos.Una vez disponemos de unos cuantos ejem-plares donde el ciclo vital se regenera graciasa la muerte es el momento de hacer un collageentre todos. Alrededor de éste podemos deba-tir sobre los procesos encadenados que tienenen común la generación de vida a partir de lamuerte.

Epitafios: ¿qué actitud expresamosdelante de la muerte?

La muerte y la visión que podemos tenerde ella está claramente influida por el con-texto cultural. Podemos adentrarnos en lavisión más personal de forma indirecta. Poreso os proponemos la lectura de epitafios (eninternet encontraréis páginas enteras, comopor ejemplo: http://www.anarkasis.com/epi-tafio/epitafios.htm). En primer lugar podría-mos clasificarlos por la actitud que muestran.A modo de ejemplo, algunos muestran lamuerte como un proceso natural:• Perdone, señora, que no me levante,Grouxo Marx• Perdonad por el polvo, Dorothy Parker•Aquí yace Molière, el rey de los actores.Ahora mismo está haciendo de muerto, y deverdad que lo hace bien, Molière.

En cambio, otros manifiestan que la muer-te los ha sorprendido, como por ejemplo:• Cierta como el acero, directa como una es-pada, Sir Arthur Conan Doyle• Se fue debiendo más de lo que podía pa-gar, Owen Moore

• Que no cante el cuervo nunca más, EdgarAllan Poe

La lectura de epitafios puede servir parahacer una aproximación externa. A continua-ción, el objetivo sería debatir sobre la muerte,desmitificarla, valorar la vida, hacer reflexio-nar sobre la cultura occidental que desnatura-liza la muerte y la viste de connotaciones ne-gativas. Según como se valore la sesión sepuede proponer de preparar epitafios para al-gún personaje que haya muerto, ya sea famo-so o conocido nuestro. En definitiva, que nosobligue a valorar la vida de la persona y darleun tono positivo, de esperanza.

Reflexión de nuestro vivir día a díay cómo podemos mejorarlo

El estilo de vida de hoy nos empuja a vi-vir tan rápido que quizá no tenemos tiempode saborear los buenos momentos. Al final,puede ser que uno tenga la impresión que su

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El niño de las estrellas es un cuento ideal paraexplicar la muerte a los niños.

vida no ha sido interesante. Es bueno reflexio-nar sobre la satisfacción con la cual vivimosnuestro día a día. En ese sentido, podemosinvitar a los alumnos a pensar qué actitudespuede desarrollar cada uno para vivir de unamanera más plena y consciente. Eso implicadarse cuenta del potencial que el ser humanotiene en sus manos: delante de unas circuns-tancias determinadas, el individuo tiene la ca-pacidad de reaccionar de muchas maneras yhacer uso de la libertad de escoger una acti-tud es una herramienta imprescindible paraaprender a mejorar nuestra vida. El cuento “Elbuscador” (JORGE BUCAY, Cuentos para pen-sar) puede ser un buen recurso, porque hacepreguntarnos qué podemos hacer para ser másconscientes de lo bueno que nos da la vida. Elcuento explica la historia de un hombre quellega a un cementerio donde todas las inscrip-ciones lapidarias muestran edades de vida depocos años. Resulta que en este pueblo tienenla tradición de apuntar los momentos vividosintensamente en una libreta, la suma de lascuales constituye el tiempo de vida verdade-ramente sentida que la persona ha experimen-tado hasta el día de su muerte. Con los alum-nos podríamos valorar cuáles han sido los me-jores momentos de los últimos quince días ydurante cuánto tiempo hemos agradecido es-tos buenos momentos. Podríamos hacer comoun “diario” de los buenos momentos que va-mos viviendo.

Desprendernos de un objetoimportante

Hacer frente a la muerte es aceptar la pér-dida de una persona cercana o querida. A me-nudo no somos conscientes de lo que signifi-caba una relación hasta que la perdemos. Po-dríamos plantear una simulación (aunque noes exactamente lo mismo) y convocar un díapara que cada persona traiga un objeto signi-ficativo que ya no necesita, pero que por al-

gún motivo (simbolismo, implicacionesafectivas, etc.) no quiera tirarlo a la basuracomo un residuo más. La actividad consisteen diseñar una ceremonia para deshacernosde este objeto. Nos daremos cuenta que ente-rrar o quemar colectivamente estos objetosapreciados es la única opción que seguro quese nos ocurre. Con esta práctica no hacemosotra cosa que un ritual en el cual trabajamosla aceptación del final del “ciclo vital” de aquélobjeto y nos desprendemos materialmente deél de forma voluntaria, nos quedamos con elrecuerdo de lo que representa para nosotros.El hecho de ritualizar el desprendimiento deun objeto nos hará ver los mecanismos porlos cuales valoramos la vida por las esenciasmás que por los objetos y las presencias.

En definitiva, no deja de ser una ceremo-nia similar a un funeral a otra escala, ya quese aprende a desarrollar la capacidad de acep-tar una pérdida de algo material, y por lo tan-to, menos esencial que las relaciones huma-nas.

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Películas sobre la muerte

En un tema tan complejo como el de lamuerte es lógico que a lo largo de la historiael arte haya contribuído a expresar la sensi-bilidad en el final de la vida. Los poetas, perotambién los pintores, podrían ser una fuentede inspiración para reflexionar sobre la muer-te. El cine también ha hecho importantes in-cursiones en el tema desde muchos puntosde vista. Así podríamos encontrar diferentespelículas que nos permiten adentrarnos enestas diferentes aproximaciones a la muerte.Hemos querido seleccionar algunas pelícu-las que pueden ser útiles para ilustrar algunaactividad temática.

• EL SÉPTIMO SELLO (1956), d’IngmarBergman, porque es un clásico sobre como re-accionan las diferentes tipologías humanas antela muerte. También se le debe reconocer la vi-sualización que hizo de la muerte.• LAÚLTIMA NOCHE DE BORIS GRU-SHENKO –LOVE AND DEATH (1975), deWoody Allen, es probablemente la mejor pa-rodia y a a vez reflexión alrededor del amor yla muerte, dos realidades que parece que jue-guen a perseguirse a lo largo de nuestra vida.• EL CIELO PUEDE ESPERAR (1978) deWarren Beatty, en la cual un jugador de rugbyes enviado por error al cielo cuando todavía nole tocaba morir. Cuando quieren corregir laequivocación, ya le han incinerado el cuerpo yle introducen en el cuerpo de un millonario quele da la posibilidad de una segunda vida. Unbuen film para reflexionar, si nos es necesariauna segunda vida.• EL CUARTO VERDE (1979) de FrançoisTruffaut se inspira en unos relatos de HernyJames y gira alrededor de un escritor que ha

perdido todo su mundo en la Primera GuerraMundial y cómo se refugia en el culto a lamuerte hasta que conocerá una nueva maneramás positiva de homenajear los difuntos.• LA BALADA DEL NARAYAMA (1982), deShohei Imamura, pretende ser un retrato de lasdiferentes actitudes que adoptan algunos de losviejos del pueblo delante de la tradición de ir abuscar la muerte antes que llegue de forma na-tural.• BLADE RUNNER (1982), de Ridley Scott,un clásico de la ciencia ficción. Detrás de lahistoria de una policía persiguiendo androidescriminales hay una poética reflexión sobre lamuerte como algo libre o bien programadocomo se ha hecho en els androides.• SUEÑOS (1990), d’Akira Kurosawa, es unacolección de ocho sueños o fantasías sobre di-ferentes aspectos de la vida. El octavo sueño,La isla de los Molinos es especialmentemotivador, los hay dedicados al arte, la infan-cia, la ecología, la espiritualidad y la muerte.• GHOST (1990), Jerry Zucker’s, un dramasobre el mundo de los espíritus de las personasque mueren de forma traumática y de la volun-tad de aferrarse a la vida física. Aunque se pue-de considerar sólo como una historia de amormuy comercial, permite reflexionar sobre lasexperiencias de muerte inminente y de cómosuperar el duelo.• MI CHICA (1991), de Howard Zieff, en elmarco de un tanatorio dos adolescentes ami-gos que se creen familiarizados con el temaverán como la realidad es bien diferente cuan-do uno de ellos muere en un accidente.• TRES COLORES: AZUL (1993), deKrzysztof Kieslowski, aborda, con la magia ha-bitual del cineasta, cómo una mujer debe re-componer su vida después de un accidente queha costado la vida a su familia cercana.

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La metamorfosi, cuadro de Maurits Cornelis Escher (1898-1972).

• LA ETERNIDAD Y UN DÍA (1998), deTheo Angelopolus. Un escritor tiene queabandonar su casa donde reposan todos losrecuerdos de una vida per ir a morir en unhospital debido a una enfermedad terminal.El film quiere demostrar cómo en un día,aparentmente el último, la vida nos puedesorprender y abrirnos a un nuevo futuro.• EL CUERPO HUMANO – EL FINAL DELA VIDA (1998 ed. inglesa, 2003 ed. caste-llana), documental de la BBC. Testimonio delos últimos meses de la vida de un hombre enfase terminal que decide morir en casa.• MORIR (O NO) (1999), de Ventura Pons,nos permite a través de siete historias valo-rar si una segunda oportunidad en la vidapuede ser realmente útil. También pone de

manifiesto el impacto de nuestras accionesen el desencadenamiento de los hechos.• DRAGONFLY -LA SOMBRA DE LA LI-BÉLULA (2002), de Tom Shadyac, nos lle-va por los caminos de las experiencias demuerte inminente de la mano de un médicoque acaba de pierde su esposa en un acci-dente en el que no se encuentra el cuerpo.• MI VIDA SIN MI (2002) de Isabel Coixetnarra el proceso, emotivo y sin dramatismos,de despedida de su familia por parte de unamadre joven que sabe que se está muriendo.• MAR ADENTRO (2004), de AlejandroAmenábar, es una obra imprescindible paraabordar el tema de la eutanasia de alguienque lleva casi 30 años en la cama impedido.Está basada en un caso real.

La ceremonia civil

La realización de funerales civiles nace de la necesidad de ofrecer una ceremonia digna y personal aaquellas personas que han escogido vivir sin la religión. De acuerdo en cómo el difunto concebía lavida. El objetivo es doble: por un lado dar consuelo y acompañar la familia, permitiendo a los familia-res y amigos explicar y compartir su tristeza; y por otro lado, recibir el homenaje al difunto. La personaque prepara la ceremonia y la dirige, es decir, el orador, puede ser cualquier capaz de encargarse de estafunción (un familiar, un amigo o un profesional). Es importante que hable con un registro llano y claro,sin recurrir a parlamentos retóricos y pomposos, así como moralismos ni juicios de valor.La estructura formal de una ceremonia funeral de carácter civil puede ser la siguiente:Abertura: bienvenida a los asistentes. Breve introducción de quién es la persona que ha muerto. Presen-tación del orador. Explicar porqué no se hace una ceremonia religiosa es adecuado en esta ocasión,remarcando el respeto por los presentes que tengan creencias religiosas.Pensamientos sobre la vida y la muerte: leer fragmentos de textos (prosa o poesía), por ejemplo de unautor preferido, que reflejen las circunstancias de la vida y la muerte del difunto. También se puedeponer música, si procede.Homenaje: corazón de la ceremonia. Celebración de la vida que se ha acabado, recordando las cualida-des y los hechos biográficos del difunto. Explicar anécdotas, divertidas si es posible, experienciasvividas con la persona, el recuerdo que nos deja.Entierro (inhumación) o retirada del ataúd (cremación): intervención breve y formal, porque es la partemenos agradecida y más delicada de la ceremonia. Normalmente se acompaña de música.Clausura: se puede aprovechar para leer el testimonio vital del difunto, en caso de que exista, y paralibrar el libro de firmas a la familia. Agradecimiento a la gente por haber compartido el acto. Música dedespedida.

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Recursos, bibliografía e internet

B i b l i o g r a f í a

• BUENO, Mariano. La muerte. El nacimiento a unanueva vida. Barcelona: EDAF, 2002.• DE LA HERRÁN, A., GONZÁLEZ, I., NAVARRO, M. J.,BRAVO, S., FREIRE, M. V. ¿Todos los caracoles semueren siempre? Cómo tratar la muerte en edu-cación infantil. Madrid: De la Torre, 2000.• HERRERO, O., POCH, C. La muerte y el duelo en elcontexto educativo. Reflexiones, testimonios y ac-tividades. Barcelona: Paidós, 2003.• KÜBLER-ROSS, Elisabeth. Una mirada de amor(intresante porque incluye la película en DVD deStefan Haupt sobre la vida de esta investigadorade la muerte). Barcelona: Editorial Sirpus 2003• LORENTE, F., VILAMITJANA, J. Propostes per a unalitúrgia laica funerària. Girona: CCG Edicions,2001.• NEIMEYER, R. Aprender de la pérdida. Una guíapara afrontar el duelo. Barcelona: Paidós, 2002.• NULAND, S. N. Cómo morimos. Reflexiones so-bre el último capítulo de la vida. Madrid: AlianzaEditorial, 1995.• OSHO. El libro de la vida y la muerte. Barcelona:Kairós, 2003.• WIENRICH, Stephanie (ed). The Natural DeathHandbook. London: Ryder, 2003.• WILLSON, J. W. Funerals without God. London:British Humanist Association, 1998.

Internet

• http://www.globalideasbank.org/natdeath/ndh0.html; edición digital de la versión de 1993del libro The Natural Death Handbook,un guía básica del buen morir.• http://www.naturaldeath.org/; asociación ingle-sa que promueve la muerte ecológica sin ceremo-nias suntuosas y simple en recursos.• http://www.ecopod.co.uk/; fabricante inglés deataúdes elaborados 100% de cartón reciclado quesólo pesan 14 kg i con un diseño de forma querecuerda las tradiciones egipcias del ritual de lavida y la muerte. También fabrican la urna de car-tón reciclado con forma de bellota (ARKA AcornUrn).

• http://www.eco-coffin.co.uk/; fabricante inglésde ataúdes hechos de cartón con fibras recicladasen un 60% y el resto de pulpa proveniente de bos-ques certificados por el Forest StewardshipCouncil (FSC), sin materiales tóxicos ni que pue-dan contaminar la tierra o el aire.• http://www.eco-coffins.com/; fabricante inglésde ataúdes de madera natural de pino certificadapor el Forest Stewardship Council (FSC).• http://www.greenburials-scotland.co.uk/; ejem-plo de parque memorial ecológico en Escocia.• http://www.ramseycreekpreserve.com/index.html;ejemplo de bosque y reserva natural memorial enEUA.• http://www.deathonline.net/; web elaborada porel Australian Museum sobre la muerte y las posi-bilidades de entierro. Muy bien documentada.• http://www.funerals-ripoffs.org/; web america-na destinada a advertir al consumidor sobre lastrampas de la industria funeraria.• http://www.capsulamundi.com/introduzi-one.html; un proyecto italiano de muerte naturala partir de un ataúd de forma orgánica ybiodegradable.• http://www.stolaf.edu/people/leming/death.html;colección de enlaces a una recopilación de pági-nas catalogadas per temáticas.• http://www.environmentalcaskets.com; empre-sa que fabrica a los EUA ataúdes de roble certifi-cado por el Forest Stewardship Council (FSC),pero convencional, es decir, ostentoso.• http://www.deathndementia.com/category/death.html; otra colección de enlaces sin excluirlos hechos con humor.• http://www.cremate-me.info/; una colección depáginas con humor machista de un enamorado dela cremación, con contenidos muy cuidados.• http://www.eternalreefs.com; empresa que ofrecefabricar escollos coralinos artificiales con las ce-nizas del difunto.• http://www.funeralwire.com/: revista del sectorfunerario en inglés con artículos sobre el tema.• http://www.cremation.org: web norteamericanasobre la incineración. Contiene diferentes recur-sos, como estadísticas de cremación de los dife-rentes Estados.