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Orientaciones Técnicas Para El Abordaje De La Urgencia Relacionada Con El Consumo De Sustancias Psicoactivas Versión Abreviada 2016

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Orientaciones Técnicas Para El Abordaje De La Urgencia

Relacionada Con El Consumo De Sustancias Psicoactivas

Versión Abreviada

2016

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1. INTRODUCCIÓN

El consumo de sustancias psicoactivas (SPA) constituye en la actualidad uno de los mayores problemas de salud pública en el mundo. De acuerdo al informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del año 20001, existirían 185 millones de usuarios de sustancias ilícitas, 2 mil millones de consumidores de alcohol y 1,3 mil millones de consumidores de tabaco. En total, son responsables del 12,4% de las muertes a nivel mundial, y contribuyen en un 8,9% con el porcentaje de días de vida perdidos debido al consumo. En este contexto de efectos sanitarios crónicos atribuibles al consumo, los cuadros de intoxicación aguda fueron aumentando su incidencia, adquiriendo, a su vez, un matiz de mayor complejidad debido a que, paralelamente, aumentó el patrón de consumo de múltiples sustancias (policonsumo) y a que las sustancias de abuso son cada vez más agresivas para la salud física.

Además, las cifras de prevalencia de consumo reportan una progresiva disminución de la edad de inicio del mismo, así como un desplazamiento hacia el uso de sustancias con mayor potencial adictivo y con una rápida evolución hacia patrones de uso compulsivo.

En la provincia de Tucumán, según los datos relevados por el Programa de Epidemiología de la División de Salud Mental y SIGH (PRIS, SI.PRO.SA), en el año 2013, se registraron un total de 10811 prestaciones relacionas con el consumo de sustancias. La población asistida es predominantemente masculina (76%), la principal franja etárea que consulta es el grupo comprendido entre los 15 y 19 años, constituyendo el 27% del total de casos, y en segundo lugar, la población comprendida entre los 25 y 34 años (19% del total de casos). Según se puede ver en la Tabla 1, el patrón de consumo más frecuente fue el de múltiples drogas (52,95%), seguido por el alcohol (31%) como mayor sustancia consumida de manera única.

Tabla 1. Pacientes atendidos por adicciones en las instituciones adheridas al SIGH durante el año 2013 según diagnóstico (tipo de consumo) a partir de la Codificación CIE10 – n=2274

Diagnóstico Casos Porcentaje

Multiples Drogas 1204 52,95

Alcohol 707 31,09

Cocaína 63 2,77

Tabaco 99 4,35

Sedantes 53 2,33

Cannabinoides 43 1,89

Opiáceos 48 2,11

Disolventes 20 0,88

Estimulantes 16 0,70

Alucinógenos 21 0,92

A su vez, respecto del abordaje de las urgencias, para el año 2012, se registraron un total de 1855 consultas. De éstas, el 63.87% se realizó en hospitales monovalentes y el 36.12% en hospitales generales de la capital e interior de la provincia.

1 (The Global Burden, disponible en:

http://www.who.int/substance_abuse/facts/global_burden/en/#). Para una actualización

sobre el tema, véase: Degenhardt L et al. Global burden of disease attributable to illicit drug

use and dependence: findings from the Global Burden of Disease Study 2010.

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La conducta a seguir con estos pacientes debería enfocarse en cuatro aspectos fundamentales:

1. Prevención. 2. Tratamiento del cuadro de intoxicación aguda. 3. Deshabituación. 4. Reinserción y rehabilitación

2. CONCEPTOS GENERALES Y DEFINICIONES A los efectos de la presente Guía Clínica, puntualizaremos algunos conceptos. Clasificación de las sustancias psicoactivas: véase Tabla 2.

Tabla 2. Clasificación de las sustancias psicoactivas

GRUPO EFECTOS PSICOFISIOLÓGICOS SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

Estimulantes

Sustancias que estimulan el sistema nervioso central: estimulan la actividad mental y nerviosa, aumentan los niveles de actividad motriz y cognitiva, refuerza la vigilia, el estado de alerta y la atención.

Anfetaminas, metaanfetaminas, cocaína, paco, etc.

Depresores Sustancias que determinan relajación y depresión de la actividad del sistema nervioso central.

Derivados naturales y sintéticos del opio, hipnóticos, sedantes o ansiolíticos, antipsicóticos, solventes volátiles (usados en pegamentos), alcohol

Alucinógenos

Sustancias químicas capaces de producir fenómenos mentales no ordinarios, como alteraciones de la sensopercepción, el humor y la conciencia.

LSD, mezcalina, la ayahuasca, el peyote y los hongos psicoactivos. Entre los alucinógenos propiamente dichos se encuentran la belladona, el beleño, la mandrágora, floripondio.

Cannabinoides

Son sustancias presente en las plantas cannabináceas con capacidad estimulante, depresora y alucinógena.

Marihuana y hachís

Drogodependencia: la Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como un estado psíquico, y algunas veces físico, resultante de la interacción entre un organismo vivo y un producto psicoactivo, que se caracteriza por modificaciones de la conducta y por otras reacciones que incluyen siempre un deseo invencible de consumir la droga, continua o periódicamente, a fin de experimentar nuevamente sus efectos psíquicos y evitar a veces el malestar de su privación. Además, se pueden

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presentar otras características: 1) un deseo dominante para tomar la droga y obtenerla por cualquier medio; 2) una tendencia a incrementar la dosis (tolerancia); 3) una dependencia física y psicológica; 4) produce efectos nocivos para el individuo y la sociedad ((OMS, 1964). Tipo de compromiso con la sustancia: se pueden distinguir 4 patrones de consumos, de acuerdo al vínculo que se establece entre el usuario y la/s droga/s consumida/s

2:

● Uso sin riesgo: implica un consumo de sustancias ocasional. La vida de esa persona, así como sus relaciones afectivas, laborales, sociales, etc., no se han dañado, continuando con sus potencialidades.

● Consumo de riesgo: se trata de un patrón de consumo, que de persistir en el tiempo, podría ocasionar consecuencias adversas, sea por la aparición de daños en la salud o bien de otro tipo de consecuencias negativas (sociales, jurídicas, etc.). Se considera una condición previa al consumo problema.

● Consumo problema: es aquel tipo de consumo que, directa o indirectamente, produce consecuencias negativas para el individuo o para terceros en las áreas de salud, relaciones familiares, rendimiento (laboral, académico, etc.), seguridad personal y funcionamiento social. Puede o no tener una frecuencia sistemática, incluye el Uso Episódico Excesivo. Dicho tipo de consumo presenta las mismas características que la categoría de abuso en las antiguas clasificaciones sobre el consumo de drogas.

● Dependencia: definida como un conjunto de manifestaciones fisiológicas, comportamentales y cognoscitivas, que demuestran que el consumo de una o más sustancias adquiere, para la persona afectada, una prioridad desproporcionada con relación a otras conductas que antes tenían alto valor. En este caso, el consumo tiene una frecuencia sistemática, aunque la cantidad del mismo puede variar considerablemente en cada persona, sin alterar el diagnóstico del cuadro. Las manifestaciones características de la dependencia es el deseo imperioso (llamado “craving” o compulsión) de ingerir la sustancia y los síntomas de abstinencia cuando la sustancia se abandona.

Síndrome de Abstinencia: es el conjunto de síntomas somáticos (ej.: sudoración, taquicardia, mareos, etc.) y psicológicos (ansiedad, alteraciones del sueño, inestabilidad anímica) que se produce cuando hay un cese, absoluto o relativo, del consumo de una determinada sustancia, tras un consumo reiterado, generalmente prolongado o a dosis elevadas. El comienzo y la evolución del estado de abstinencia están limitados en el tiempo y se relacionan con el tipo de la sustancia y la dosis consumida inmediatamente antes de la abstinencia.

2 Lineamientos normativos para la atención integral de la población frente al consumo excesivo de alchohol y

otras sustancias psicoactivas. Programa Nacional de Prevención y lucha contra el consumo excesivo de alcohol.

Año 2011. Disponible en: http://www.msal.gov.ar/saludmental/images/stories/info-equipos/pdf/lineamientos-

normativos.pdf.

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Para que haya un síndrome de abstinencia es requisito previo que hubiera estado instalado un síndrome de dependencia. Los factores que predicen la severidad de un síndrome de abstinencia incluyen: 1) tipo de sustancia usada 2) tiempo transcurrido desde el último consumo 3) tasa metabólica de la sustancia 4) índice de disociación del sitio del receptor de la sustancia 5) efectos sinérgicos, interacción de la sustancia de consumo con otros eventuales fármacos que el paciente pueda estar consumiendo 6) la presencia o ausencia de patología clínica concurrente 7) comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos 8) antecedentes de síndrome de abstinencia anteriores

Intoxicación Aguda: es un estado transitorio que sigue a la ingestión o asimilación de sustancias psicotropas o de alcohol, en el que se producen alteraciones del nivel de conciencia, de la cognición, de la percepción, del estado afectivo, del comportamiento o de otras funciones y respuestas fisiológicas y psicológicas. Los síntomas van más allá de la mera intoxicación física, ya que con ella se consigue producir trastornos de la percepción, de la vigilia, de la atención, del pensamiento, de la capacidad de juicio, del control emocional y de la conducta psicomotora.

La intoxicación aguda es un diagnostico clínico independiente, que puede presentarse en las cuatros categorías arriba mencionadas (Uso sin riesgo, Consumo de riesgo, Consumo problema y Dependencia).

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3. LA INTOXICACIÓN AGUDA

Todo cuadro de intoxicación aguda por sustancias de abuso debe ser tratado en servicios de Guardia Médica General, donde se procederá a la estabilización de los parámetros clínicos. Una vez compensado, se evaluará la modalidad de tratamiento pertinente y, en los casos en que fuera necesario, se realizará la adecuada referencia a los centros o servicios de asistencia para adicciones. En el caso de las personas que tengan cobertura por obra social o prepaga, de acuerdo a lo que establece la Ley 24455, aquellas tienen la obligatoriedad de cubrir los tratamientos por esta patología.

Si bien es posible atribuir a cada SPA un patrón sintomático propio, éste es difícil de

pesquisar en una situación de urgencia, por lo tanto, es importante destacar que el estado de necesidad terapéutica durante un cuadro de intoxicación aguda no suele implicar una necesidad diagnóstica.

El diagnóstico exacto de la droga de abuso en cuestión no es imprescindible a la hora de aplicar un tratamiento. El soporte clínico junto con la observación y la corrección en el tiempo son los dos pilares básicos del manejo de la intoxicación aguda.

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4. EVALUACIÓN DEL PACIENTE CON CONSUMO DE SPA

En la evaluación del paciente con consumo de SPA es importante tener en cuenta:

1. Perfil de consumo: sustancia/s consumida/s, cantidad, última dosis, frecuencia habitual del consumo. Tipo de consumo: uso sin riesgo, consumo de riesgo, consumo problema, dependencia. Tratamientos realizados. Cada sustancia psicoactiva puede dar manifestaciones más o menos específicas, las que pueden ser difíciles de pesquisar y detectar acabadamente en una evaluación de urgencia por guardia. Si a esto le sumamos el hecho de que no siempre se podrá contar con la información certera acerca de la/s sustancia/s de consumo, puede ser útil trabajar en base al cuadro sindromático y tomar medidas terapéuticas provisorias en base al mismo.

2. Perfil clínico general: estado nutricional, repercusión orgánica del consumo (hepática, renal, cardíaca, cerebral), detección de enfermedades infecciosas asociadas (HIV, Hepatitis, Sífilis), antecedentes de enfermedades médicas, tratamientos realizados. Véase Tabla 4.

3. Perfil obstétrico: en el caso de las mujeres en edad fértil, determinar si se encuentra embarazada, considerar patologías infecciosas transmisibles.

4. Perfil psiquiátrico: antecedentes de patología psiquiátrica, si se encuentra en tratamiento psicofarmacológico, presencia de síntomas psicóticos (alteraciones sensoperceptivas, ideas delirantes, comportamiento y/o lenguaje desorganizado). De acuerdo a una evaluación que tome en cuenta tres criterios: el clínico, el neurológico y el psiquiátrico, se podrá determinar el nivel de complejidad inicial que requiere el abordaje inicial del paciente.

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Determinación de la gravedad de la intoxicación. 1. Clínico. Si el paciente presenta uno o más de los siguientes parámetros clínicos (Tabla 4) debe ser

derivado de urgencia a un centro de mayor complejidad, ya que requiere de cuidados intensivos.

Tabla 4. Parámetros clínicos para determinar gravedad clínica de la intoxicación

TAS >220 o < 80, TAD > 120 Tº >40 o < 35 Parálisis / pérdida de fuerza

FC >120 o < 50 Glasgow < 9 Quemaduras faciales

FR >25 o <8 x min Convulsiones o tetania Sat O2 < 90 con O2 al 100%

TAS: Tensión Arterial Sistólica, TAD: Tensión Arterial Diastólica, FC: Frecuencia Cardíaca, FR: Frecuencia Respiratoria, Tº: Temperatura

2. Neurológico: Nivel de conciencia. En un paciente con un nivel de conciencia de moderado a grave, según la escala de Glasgow, o que presente un síndrome convulsivo, debería considerarse la derivación a un centro de mayor complejidad. (Ver Escala de Glasgow en Apéndice.)

3. Psiquiátrico. La evaluación psiquiátrica básica supone la posibilidad de pesquisar algunas

variables que pueden estar implicadas en el contexto de una intoxicación aguda y sugerir la conveniencia de una derivación a un centro especializado en salud mental. Si bien un relevamiento profundo de las circunstancias subjetivas que puedan estar relacionadas con la intoxicación aguda no es menester específico de la evaluación clínica de urgencia, se procurará establecer algunos parámetros: a) Si la intoxicación se dio en el contexto de un intento suicida o para favorecer la ejecución

del acto suicida; b) Si la intoxicación coexiste con pensamientos suicidas o de ideas de muerte persistentes; c) Si la intoxicación se acompaña de una descompensación aguda de un padecimiento mental

de base (ej.: episodio psicótico agudo, manía, depresión, etc.); d) Si la intoxicación, se acompaña, independientemente de una eventual descompensación

de una patología psiquiátrica de base, de una pérdida del sentido de la realidad (ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento y/o pensamiento desorganizados).

Nivel de complejidad inicial que requiere el abordaje inicial del paciente

1) Si los parámetros clínicos y/o neurológicos indican riesgo, la derivación prioritaria será a un centro médico de mayor complejidad (Hospital Padilla, Hospital Centro de Salud, Hospital de Niños, Hospital Belascuain, etc.).

2) Si los parámetros clínicos están estables y no presenta criterios de riesgo, la atención podría

realizarse en un centro médico de baja complejidad (Policlínicas, Hospitales generales).

3) Si los parámetros clínicos están estables, o bien fueron estabilizados, pero presentan algunos de los criterios de riesgo psiquiátricos, el paciente será derivado a una institución especializada en salud mental.

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5. MANEJO GENERAL DE LA INTOXICACIÓN AGUDA

El manejo de la intoxicación aguda debe tener en cuenta una serie de puntos básicos: 1. Atención Urgente. Actuación encaminada a mantener las funciones vitales del paciente

intoxicado. En ocasiones la llegada del paciente puede ser en situación de compromiso cardiorrespiratorio o del nivel de conciencia, requiriendo medidas especializadas tendientes a revertir las mismas.

2. Terapéutica General. En esta fase se pueden realizar tres maniobras básicas y generales: a) Asegurar hidratación b) Disminuir la absorción de la sustancia: la vía más frecuente de administración de una droga

de abuso es la vía oral y, en este sentido, la realización del lavado gástrico con sonda naso-gástrica es una técnica a considerar. Otras modalidades para reducir la absorción o bien para favorecer la eliminación de una sustancia incluyen: forzar la diuresis para incrementar la excreción del tóxico, aplicar compresas heladas o con adrenalina para retardar la absorción, en caso que la incorporación del tóxico sea por vía cutánea.

Técnica de Lavado Gástrico (LG) Se efectúa en las primeras 4 hs. de la intoxicación. Su implementación pasado este plazo está condicionado según el tipo de droga, la forma de presentación de la misma y la dosis ingerida. Contraindicaciones relativas:

Alteración del estado de conciencia. En este caso el LG debe ser realizado previa intubación endotraqueal.

Contraindicaciones absolutas: a) Ingestión de sustancias cáusticas (ácidos y/o álcalis) b) Convulsiones en el momento del procedimiento c) Ingestión de sustancia no tóxica o de dosis no significativa

c) Lograr la tranquilización en caso de agitación psicomotriz. Los psicofármacos de elección en

tales casos son el Lorazepam o el Diazepam por vía intramusculuar. El Lorazepam se diferencia del Diazepam por tener una mejor absorción por vía IM, por no acumularse en dosis repetidas y por tener un metabolismo hepático más simple (lo cual lo hace preferible en pacientes con alteración hepática).

3. Observación. La mayoría de los pacientes con intoxicación aguda por drogas de abuso requieren un periodo de observación en la Guardia Médica con la finalidad de comprobar la eliminación completa de la sustancia o, al menos, controlar que ésta no ejerza un compromiso vital para la persona.

Por lo tanto, desde el punto de vista terapéutico, el tratamiento del paciente intoxicado en forma aguda por consumo de drogas de abuso, se basa en el soporte vital y hemodinámico, atendiendo a aquellas eventuales complicaciones que puedan surgir durante la atención del mismo. Habitualmente, excepto que se trate de una intoxicación complicada, el manejo de la intoxicación aguda puede realizarse en centros de baja complejidad, dado que el soporte necesario para acompañar la recuperación del paciente no demanda procedimientos ni controles especializados.

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6. Intoxicación Aguda por Sustancias Específicas.Clínica y Tratamiento

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OPIÁCEOS.

Tratamiento de la Intoxicación Aguda por Opiáceos

• Si la dosis fue consumida por vía oral y el paciente está conciente:

– Administrar un vomitivo (jarabe de Ipecacuana) – Realizar lavado gástrico (excepto que el paciente esté con depresión del sensorio) – Seguir con la administración de carbón activado (1g/kg. diluido en unos 250 ml de

agua) y a continuación un purgante salino (sulfato de sodio 30 gs.).

• Si la dosis fue consumida por vía endovenosa: – Controlar signos vitales y sensorio – Establecer una vía endovenosa (EV) – En caso de ser necesario, efectuar tratamiento específico antagonista (naloxona).

• Si la dosis fue consumida por vía subcutánea:

– Retardar la absorción por medio de compresas heladas o adrenalina. –

• Si hubiera edema agudo pulmón: Oxigenoterapia.

• Antídoto: los opiáceos cuentan con un antídoto específico para las intoxicaciones agudas. Se trata del antagonista de los receptores opiáceos, llamado Naloxona. Su uso se realiza en base a un esquema de 0,4-0,7mg./EV y con una evaluación al cabo de 3-4 minutos. Si hay respuesta, se puede esperar unos 30 mins. para administrar una segunda dosis; en caso que no haya respuesta, la segunda dosis se repetirá a los 4-5 mins.

Tratamiento del Síndrome de Abstinencia a los Opiáceos

- El tratamiento es sintomático, de acuerdo a la sintomatología predominante. - Las benzodiacepinas de vida media larga son de elección:

Diazepam 5-10 mg. o Clonazepam 0,5-2mg. cada 8hs. - Si las benzodiacepinas no resultan efectivas, se puede emplear levomepromacina 25

mg./8hs.

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Benzodiacepinas

Tratamiento de la Intoxicación Aguda por Benzodiacepinas

• Asegurar vía aérea y mantener constantes vitales. • Si pasó hasta una hora de la intoxicación, se puede eliminar el tóxico mediante lavado

gástrico y carbón activado a dosis de 1g/kg. de peso disuelto en 200 ml de agua. • Si la intoxicación es leve y/o no compromete las funciones vitales, basta con realizar una

observación controlada del paciente. • En caso que la intoxicación comprometa las funciones vitales: Administración del antídoto:

Flumazenilo 0.2mg iv en bolo lento, repitiendo cada 30-60 segundos hasta un máximo de 2mg.

• Si persiste la clínica o reaparece una vez que parecía controlada se pueden repetir los bolos EV o pautar el flumazenilo en perfusión:

– 2.5mg en 250cc de suero glucosado al 5% a pasar en 4hs. aprox. – Traslado a centro hospitalario y observación durante 6 horas después de que el

paciente haya recuperado el nivel de conciencia y mantenga estabilidad hemodinámica.

Tratamiento del Síndrome de Abstinencia a las Benzodiacepinas

El tratamiento en la guardia de un síndrome de abstinencia apunta al alivio sintomático, procurando reducir el nivel de malestar, por lo que no se debe dejar de tener presente que el tratamiento adecuado de una abstinencia implica necesariamente el tratamiento especializado de la dependencia. Por lo tanto, deberá considerarse la derivación pertinente del paciente.

En el caso de la guardia, el manejo puede apuntar a aliviar el síndrome de abstinencia

administrando una Benzodiacepina de vida media larga por vía intramuscular (ej.: Diacepam 5-10mg).

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Alcohol.

Tratamiento de la Intoxicación aguda

1) Tratar y/o prevenir la Hipoglucemia: administrar Dextrosa al 50% IV, previo a la Tiamina. 2) Paciente alerta:

– Control de constantes vitales. – Tiamina (vitamina B1) 100 mg. IM

Paciente inconsciente: – Asegurar vía aérea permeable y control de constantes vitales. – Tiamina (vitamina B1) 100 mg. IM – Eliminación del tóxico mediante lavado gástrico.

3) Si el paciente presenta agitación usar neurolépticos:

– Haloperidol 5-10 mg IM.

Tratamiento de la abstinencia alcohólica

Sus objetivos básicos son lograr la sedación adecuada y la prevención de complicaciones.

• Mantener constantes vitales y corrección hidroelectrolítica • Tiamina: 100 mg/día. IM • En caso que el paciente presente convulsiones, el tratamiento se puede efectuar con

Diacepam 5-10 mg. EV y repetir a los 10 minutos en caso de que no ceda. • En caso que el paciente presente un estado de ansiedad o agitación psicomotriz, se debe

lograr la sedación mediante: Diazepam: 5-10 mg. o Lorazepam: 1-5 mg. cada 6-8 hs (VO o EV). Se administran las dosis de manera IM, pudiendo repetir al cabo de 15-20 mins. en caso que el cuadro no ceda.

• Delirium / Alteraciones Sensoperceptivas: Una vez efectuado un abordaje semejante al de la abstinencia alcohólica no complicada, se agrega al esquema: Haloperidol: 2-10mg IM. Se puede repetir la dosis al cabo de 15-20 mins. en caso que el cuadro no ceda. Dosis mantenimiento: 0,5-2 mg. cada 8 horas.

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Psicoestimulantes: Cocaína, Pasta Base, Anfetaminas

Tratamiento de la Intoxicación aguda

• Monitorización y control de constantes vitales • Canalizar vía periférica para reposición hidroelectrolítica. • Si aparece agitación, crisis de pánico, síntomas ansiosos prominentes:

– Benzodiacepinas: Diazepam 5-10mg. IM. Se puede repetir cada 20-30 mins. hasta lograr la sedación sin superar los 30mg.

• En caso de que la agitación no ceda al uso de Diazepam o que el paciente presente síntomas psicóticos:

– Clorpromazina: 25-50mg IM – Haloperidol: 2,5-5mg. IM Para ambos fármacos, es posible repetir las dosis cada 20-30mins. hasta un máximo de 15-20mg (en el caso del Haloperidol) o 200 mg (en el caso de la Clorpromazina).

• Convulsiones: – el riesgo de aparición es hasta una hora después del consumo. – se debe descartar la hipoglucemia como posible etiología. – Diazepam 5-10mg. en bolo.

• HTA: habitualmente responde a la administración inicial de BZD. • Aumento de la eliminación: acidificación de la Orina con Vit. C.

Tratamiento del Síndrome de Abstinencia a la Cocaína

• Vía parenteral para reposición hidroelectrolítica • Control de signos vitales • Si el paciente se encuentra agitado: Diazepam: 5-10 mg. o Lorazepam: 2-4 mg.

Administrar cada 4-6hs. hasta que el cuadro ceda y luego ir reduciendo la dosis a razón de un 50% por día

• Si el paciente presenta un estado de hiperactivación autonómica: Beta-bloqueantes (atenolol 10-20mg)

• Si el paciente presenta síntomas psicóticos: Haloperidol 2,5-5mg. (son autolimitados) • Si el paciente se encuentra cursando un Síndrome Confusional (Delirium): administrar

Haloperidol junto con benzodiacepinas (Diazepam o Lorazepam), según lo indicado más arriba.

Pasta base (paco)

Tratamiento El tratamiento de la intoxicación por paco sigue el mismo lineamiento que la intoxicación aguda por cocaína. Anfetaminas El abordaje terapéutico sigue el modelo del empleado para la intoxicación por cocaína, teniendo en cuenta que, en un plazo que oscila entre las 2-3 a 24hs., el cuadro se resuelve espontáneamente.

1. Mantenimiento de constantes vitales. 2. Eliminación del tóxico mediante lavado gástrico y carbón activado a 1g/ Kg. 3. Si el paciente presenta agitación y síntomas por hiperestimulación simpática:

1. Evitar estimulación sensorial. 2. Benzodiacepinas:

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▪ Diazepam 5-10 mg IM. pudiendo repetir al cabo de 20-30 mins. en caso que el cuadro no ceda.

3. Antipsicóticos: extremar las precauciones porque puede contribuir a la aparición de hipertermia. Su uso prevalece cuando existen síntomas psicóticos.

▪ Clorpromazina: 50-100 mg IM. cada 30 minutos. ▪ Haloperidol: 2-5 mg. IM cada 20-30 minutos.

4. En caso de convulsiones 1. Diazepam 10 mg en bolo EV o Lorazepam 2-4mg EV pudiendo repetir en caso que el

cuadro no ceda 2. Fenitoína: si el diazepam no resulta efectivo. Se usa a dosis de 15-18 mg/Kg diluidos

en suero fisiológico en perfusión. 5. Si presenta hipertermia es conveniente monitorizar la temperatura cada 5 ó 10 minutos.

Dado que falla el centro termorregulador los antitérmicos no suelen resultar útiles por lo que, para disminuirla, se deben usar medidas físicas como desnudar al paciente, aplicar hielo o compresas de agua fría y refrescar el ambiente. Además se recomienda evitar escalofríos y convulsiones utilizando Diazepam 5-10 mg EV o Lorazepam 2-4mg EV

6. En caso de síntomas psicóticos (alucinaciones, ideación delirante): Haloperidol 5-10 mg im 7. Hipertensión arterial: suele ceder con la sedación inicial del paciente. 8. Arritmias: suelen revertir con la sedación inicial del paciente con Benzodiacepinas.

Tratamiento agudo de la abstinencia a las anfetaminas

No existe un tratamiento específico, por lo que se remite al referido para el caso de la abstinencia a la cocaína:

• Vía parenteral para reposición hidroelectrolítica • Control de signos vitales • Si el paciente se encuentra agitado: Diazepam: 5-10 mg. o Lorazepam: 2-4 mg.

Administrar cada 4-6hs. hasta que el cuadro ceda y luego ir reduciendo la dosis a razón de un 50% por día

• Si el paciente presenta un estado de hiperactivación autonómica: Beta-bloqueantes (atenolol 10-20mg)

• Si el paciente presenta síntomas psicóticos: Haloperidol 2,5-5mg. (los síntomas psicóticos (alucinaciones, delirios) son autolimitados)

• Si el paciente se encuentra cursando un Síndrome Confusional (Delirium): administrar Haloperidol junto con benzodiacepinas (Diazepam o Lorazepam), según lo indicado más arriba.

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Marihuana

Tratamiento de la Intoxicación Aguda y del síndrome de Abstinencia

• Tanto la intoxicación aguda como la abstinencia son autolimitadas. • Duración de la intoxicación aguda: hasta 3hs. • Duración del síndrome de abstinencia: 1 a 2 semanas, con un pico de malestar entre el día 2

y 6. • Pueden persistir los trastornos del sueño durante semanas. • Sólo una pequeña cantidad de los consumidores desarrollan dependencia. • Trastornos del Sueño: benzodiacepinas o hipnóticos • Alteraciones sensoperceptivas: haloperidol o antipsicóticos atípicos

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Disolventes volátiles

Tratamiento de la Intoxicación Aguda por Solventes

• No existe un tratamiento específico. • Medidas generales:

– Retirar al afectado hacia lugar bien ventilado en espera de un traslado. – No administrar drogas simpaticomiméticas, ya que pueden inducir la aparición de

fibrilación ventricular. – Utilizar expansores de volumen y corregir las alteraciones de la presión arterial y del

ritmo cardíaco para evitar paro cardiorrespiratorio. – Lograr la oxigenación, mantenimiento de las vías aéreas permeables, controlar ritmo

respiratorio. Asistencia respiratoria mecánica si hace falta. – Corregir el medio interno, realizar hidratación parenteral. – En caso de convulsiones: utilizar Diazepam 5-10mg. EV en bolo. – En cuadros de alucinaciones y/o excitación psicomotriz severa: Haloperidol 5mg.

cada 6 hs.